Mangaka

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Manga (kanji: 漫画; hiragana: まんが; katakana: マンガ?

) es la palabra japonesa para


designar las historietas en general. Fuera de Japón, se utiliza para referirse a
las historietas de origen japonés.

El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a


nivel mundial, junto con la estadounidense y la franco-belga. Abarca una extensa
variedad de géneros y llega a públicos diversos. Es una parte muy importante del
mercado editorial de Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos:
series de animación, conocidas como anime, o de imagen real, películas, videojuegos
y novelas. Cada semana o mes se editan nuevas revistas con entregas de cada serie,
al más puro estilo del folletín, protagonizadas por héroes cuyas aventuras en
algunos casos seducen a los lectores durante años.1 Desde los años ochenta han ido
conquistando también los mercados occidentales.2

Índice
1 Terminología
2 Características distintivas
3 Historia
3.1 La tradición gráfica japonesa
3.2 La prensa satírica de origen occidental (1862-)
3.3 Los primeros mangas infantiles (1923)
3.4 Nacimiento del manga moderno (1945)
3.5 El lenguaje del manga (1959-)
3.6 La expansión internacional (década de 1990)
3.6.1 Exportaciones
3.6.2 Influencia fuera de Japón
4 La industria del manga
4.1 Publicaciones
5 Tipología
5.1 Demografía del manga
5.2 Géneros
5.3 Salón del manga
5.4 Géneros temáticos
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
8.1 Recomendada
9 Enlaces externos
Terminología
Hokusai Katsushika, un representante del ukiyo-e, acuñó el término manga combinando
los kanji correspondientes a informal (漫 man) y dibujo (画 ga). Se traduce,
literalmente, como «dibujos caprichosos» o «garabatos». Los japoneses llaman
también al manga «imágenes insignificantes», pues compran al año más de mil
millones de volúmenes en blanco y negro, impresos en papel barato. Al profesional
que escribe o dibuja mangas se le conoce como mangaka. Algunos autores producen
asimismo sus mangas en vídeo.

Actualmente, la palabra manga se usa en Japón para referirse a "historietas", de


forma general. Fuera de Japón, esta palabra se emplea más concretamente para
referirse de estilo japonés de dibujar y contar historias.3

Características distintivas

Diagrama de lectura de un manga.


En el manga las viñetas y páginas se leen de derecha a izquierda, la mayoría de los
mangas originales que se traducen a otros idiomas respetado este orden. El más
popular y reconocido estilo de manga tiene otras características distintivas,
muchas de ellas por influencia de Osamu Tezuka, considerado el padre del manga
moderno.[¿por quién?]

Scott McCloud señala, por ejemplo, la tradicional preeminencia de lo que denomina


efecto máscara, es decir, la combinación gráfica de unos personajes caricaturescos
con un entorno realista, como sucede en la línea clara.4 En el manga es frecuente,
sin embargo, que se dibujen de forma más realista algunos de los personajes u
objetos (estos últimos para indicar cuando sea necesario sus detalles).5 McCloud
detecta asimismo una mayor variedad de las transiciones entre viñetas que en los
cómics occidentales, con una presencia más sustancial del tipo que denomina
«aspecto a aspecto», en la que el tiempo no parece avanzar.6 Igualmente, hay que
destacar el gran tamaño de los ojos de muchos de los personajes, más propio de
individuos occidentales que japoneses, y que tiene su origen en la influencia que
ejerció el estilo de la franquicia Disney sobre Osamu Tezuka.

En el manga, es común el uso de abundantes líneas paralelas para representar


movimiento o sorpresa.
A pesar de ello, el manga es muy variado y no todas las historietas son asimilables
a las más popularizadas en Occidente, abordando de hecho todo tipo de estilos y
temáticas, y comprendiendo autores de dibujo realista como Ryōichi Ikegami,
Katsuhiro Otomo o Takeshi Obata.

Historia

Dos páginas del manga de Hokusai con una representación de los baños termales.
El manga comienza su vida entre los años 1790-1912 debido a la llegada de personas
de Occidente a Japón, y este estilo de dibujo fue tomando pronto mayor popularidad
entre los japoneses.7El manga nace de la combinación de dos tradiciones: la del
arte gráfico japonés, producto de una larga evolución a partir del siglo XI, y la
de la historieta occidental, afianzada en el siglo XIX. Sólo cristalizaría con los
rasgos que hoy conocemos tras la Segunda Guerra Mundial y la labor pionera de Osamu
Tezuka.

La tradición gráfica japonesa


Las primeras características del manga pueden encontrarse en el Chōjugiga (dibujos
satíricos de animales), atribuidos a Toba no Sōjō (siglos XI-XII), del que apenas
se conservan actualmente unos escasos ejemplares en blanco y negro.[cita requerida]

Durante el período Edo, el ukiyo-e se desarrolló con vigor y produjo las primeras
narraciones remotamente comparables a los géneros actuales del manga, que van de la
historia y el erotismo a la comedia y la crítica. Hokusai, una de sus figuras,
implantaría el uso del vocablo manga en uno de sus libros, Hokusai Manga,
recopilado a lo largo del siglo XIX. Otros dibujantes, como Gyonai Kawanabe,
destacaron también en este período artístico.

La prensa satírica de origen occidental (1862-)

Comparación de Charles Wirgman (arriba) y Kōtarō Nagahara (abajo) en 1897.


Durante el siglo XIX, en plena transición de la era feudal a la industrializada,
los artistas occidentales se maravillaban del ukiyo-e por la exótica belleza que
transmitía. Con todo, los verdaderos inicios del manga moderno no se debieron al
esteticismo del arte del período Edo, sino a la expansión de la influencia cultural
europea en Japón.8

Fueron Charles Wirgman y George Bigot (ambos críticos de la sociedad japonesa de su


tiempo) quienes sentaron las bases para el desarrollo ulterior del manga. La
revista británica Punch (1841) fue el modelo para la revista The Japan Punch (1862-
87) de Wirgman, como lo había sido antes para otras revistas similares en otros
países. Además en 1877 se publicó el primer libro infantil extranjero: Max y Moritz
del alemán Wilhelm Busch.9

La expansión de las técnicas historietísticas europeas se tradujo en una producción


lenta pero segura por parte de artistas autóctonos japoneses, como Kiyochika
Kayashi, Takeo Nagamatsu, Ippei Okomoto, Ichiro Suzuki y sobre todo Rakuten
Kitazawa, cuya historieta Tagosaku to Mokube no Tokyo Kenbutsu 『田吾作と杢兵衛の東京見
物』 se considera el primer manga en su sentido moderno. Todos ellos oficiaron de
pioneros, difundiendo su obra a través de publicaciones, como Tokyo Puck (1905),
aunque, igual que en Europa, el uso de globos de diálogo, que ya era habitual en la
prensa estadounidense desde The Yellow Kid (1894), todavía no se había
generalizado. Desde 1915 se empezó a ensayar simultáneamente la adaptación del
manga a la animación, lo que más tarde devendría en el surgimiento anime.

Los primeros mangas infantiles (1923)

Manga anónimo (1912-1926).


Los años 1920 y 1930 fueron muy halagüeños, con la aparición y triunfo del kodomo
manga (historietas infantiles), como Las aventuras de Shochan (1923) de Shousei
Oda/Tofujin y Los Tres Mosqueteros con botas en la cabeza (1930) de Taisei
Makino/Suimei Imoto. Curiosamente, la primera historieta de estilo manga aparecida
en España fue un cómic infantil de esta época, publicado en el número 35 bis de
Bobín10 en 1931, un mes antes de que se proclamase la Segunda República Española.11

El cómic estadounidense -en especial Bringing up father (1913) de George McManus -


se imita mucho en los años 20,8 lo que ayuda a implantar el globo de diálogo en
series como Speed Taro (1930-33) de Sako Shishido, Ogon Bat (1930, un primer
superhéroe) de Ichiro Suzaki/Takeo Nagamatsu y Las aventuras de Dankichi (1934), de
Keizo Shimada, así como la tira cómica Fuku-Chan (1936-), de Ryuichi Yokohama.12
Para entonces, habían surgido historietas bélicas como Norakuro (1931-41) de Suihou
Tagawa, ya que el manga sufría la influencia de las políticas militaristas que
preludiaban la Segunda Guerra Mundial, durante la cual fue usado con fines
propagandísticos. En 1945, las autoridades de ocupación estadounidenses prohibieron
de manera generalizada este género.

Nacimiento del manga moderno (1945)


Tras su rendición incondicional, Japón entraría en una nueva era. El
entretenimiento emergió como industria, respondiendo a la necesidad psicológica de
evasión ante una cruda posguerra. La falta de recursos de la población en general
requería de medios baratos de entretenimiento, y la industria tokiota de mangas
basados en revistas vio surgir competidores. Apareció así el Kamishibai, una
especie de leyendas de ciego, que recorría los pueblos ofreciendo su espectáculo a
cambio de la compra de caramelos. El Kamishibai no competía con las revistas, pero
sí otros dos nuevos sistemas de distribución centrados en Osaka:

Las bibliotecas de pago, que llegaron a constituir una red de 30 000 centros de
préstamo que producían sus propios mangas en forma de revistas o tomos de 150
páginas.
Los libros rojos, tomos de unas doscientas páginas de papel de baja calidad en
blanco y negro, cuyos rasgos característicos eran sus portadas en color rojo y su
bajo precio. Esta industria pagaba a sus artistas sueldos próximos a la miseria,
pero a cambio les otorgaba una amplia libertad creativa.
Osamu Tezuka, un estudiante de medicina veinteañero apasionado de los dibujos
animados de Fleischer y Disney, cambiaría la faz de la historieta nipona con su
primer libro rojo: La nueva isla del tesoro, que vendió de súbito entre 400 000 y
800 000 ejemplares, gracias a la aplicación a la historia de un estilo
cinematográfico que descomponía los movimientos en varias viñetas y combinaba este
dinamismo con abundantes efectos sonoros.

El gran éxito de Tezuka lo llevó a las revistas de Tokio, particularmente a la


nueva Manga Shōnen (1947), que fue la primera revista infantil dedicada en
exclusiva al manga, y en la que Tezuka publicó Astroboy. En estas revistas impuso
su esquema de epopeya en forma de serie de relatos y diversificó su producción en
múltiples géneros, de los que destacan sus adaptaciones literarias y el manga para
chicas o shōjo manga. A mediados de la década de 1950 Tezuka se trasladó a un
edificio de la capital llamado Tokiwasi, al que peregrinarían los nuevos autores.
Hay espacio, sin embargo, para autores como Machiko Hasegawa, creadora de la tira
cómica Sazae-san (1946-1974), Kon Shimizu o Shigeru Sugiura con un grafismo muy
diferente, nada disneyano.

Un año después, Shōnen desapareció y los libros rojos agonizaron. Entre ambos, y
por obra de Osamu Tezuka, habían puesto los pilares de la industria del manga y
anime contemporáneos.

El lenguaje del manga (1959-)

Leiji Matsumoto en 2008.


El triunfo de las revistas de manga acabó con el Kamishibai, y muchos de sus
autores se refugiaron en el sistema de bibliotecas. Las revistas de manga eran
todas infantiles y las bibliotecas encontraron su nicho creando un manga orientado
hacia un público más adulto: el gekiga. Abandonaron el estilo de Disney por otro
más realista y fotográfico y se abrieron a nuevos géneros más violentos,
escatológicos o sensuales como el horror, las historias de samuráis, los mangas
sobre yakuzas, el erotismo, etc. Entre ellos cabe destacar a Sanpei Shirato que en
1964 patrocinaría la única revista underground de la historia del manga, Garo. La
competencia en el terreno gráfico del gekiga obligó a las revistas a reducir la
presencia del texto, aumentando el número de páginas y el tamaño para mejorar su
visión.

Con el comienzo del auge económico, el pueblo nipón exigía más manga. En respuesta,
una de las principales editoras de libros, Kōdansha, se introdujo en 1959 en el
mercado de revistas. Su título Shōnen Magazine cambió la pauta de periodicidad
mensual a semanal, multiplicando la producción e imponiendo a los autores el
estajanovismo, aunque esta vez con sueldos millonarios. Pronto, otros grupos
editores como Shueisha, Shōgakukan o Futabasha se le unirían. Este sistema de
producción sacrificaba el color, la calidad del papel y la sofisticación temática,
llevándose también de paso la crítica política, pero aumentaría vertiginosamente
las ventas hasta cifras astronómicas y con ellas los beneficios empresariales,
convirtiendo al manga en el medio de comunicación más importante del país.

Otros importantes autores de estos años son Fujio Akatsuka, Tetsuya Chiba, Fujiko
F. Fujio, Riyoko Ikeda, Kazuo Koike, Leiji Matsumoto, Shigeru Mizuki, Gō Nagai,
Keiji Nakazawa, Monkey Punch y Takao Saito.

También podría gustarte