Los Procesos de Escolarizacion y La Constitucion de La Infancia Moderna

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LOS PROCESOS DE ESCOLARIZACION Y LA CONSTITUCION DE LA

INFANCIA MODERNA

En la modernidad existieron formas específicas de vivir y percibir la niñez a las que se


denominó infancia. Se creía que dichas formas eran “naturales” pero hoy se puede decir,
a partir de investigaciones, que son construcciones sociales e históricas que se
organizaron a partir de prácticas de crianza y, fundamentalmente, escolares. La moderna
concepción de la infancia, lleva a que hoy a los niños se les atribuyan rasgos
considerados como naturales, tales como la dependencia, la necesidad de protección y
de acceso gradual a la cultura o saberes adultos.

Antes de la revolución industrial y de las grandes migraciones del campo a la ciudad,


los niños compartían las mismas actividades con los adultos, eran considerados como
semejantes. Después de estos acontecimientos, se creyó necesaria una separación entre
la vida adulta y la cultura infantil. Se desarrolló una escolarización masiva, con el fin de
sacar de las calles a aquellos niños que no tenían ningún tipo de ocupación laboral. Este
dispositivo especifico, que es la escuela, posiciono a los niños como alumnos. Esta
última denominación era explicada con las mismas características que definían a la
infancia, es así como el alumno fue colocado en una posición de infante.

Esta primera concepción de infancia está acompañada por la de educabilidad y


desarrollo, miradas propias de la Modernidad. Todas estas surgen con la creación de la
escuela moderna.

Hay que ponerse a pensar si las características que asume el formato escolar moderno,
que permanece vigente en la actualidad, resultan facilitadoras u obstaculizadoras para
el desarrollo de estrategias que respondan a la diversidad de formas y ritmos de sujetos.
Dichas características son conocidas como componentes duros del dispositivo escolar: <
la inclusión universal y obligatoria <la presencia de un régimen de trabajo
(cumplimiento del curriculum, siendo una selección cultural o un recorte de la ciencia y
la cultura que se van haciendo en diferentes estamentos) < regulación de espacios y
tiempos< gradualidad< simultaneidad (áulica y sistémica) y <la creación de un colectivo
de educados.

Además de ser universal, no debemos olvidar que la asistencia a la escuela es


obligatoria, por lo tanto esta característica sitúa a los docentes frente al compromiso de
brindar todas las posibilidades, logrando dar una organización que resulte atractiva para
el alumno y que la practica resulte potenciadora de la participación de los sujetos.

Otros rasgos son la regulación de tiempos y espacios para producir aprendizajes, tienen
que ver con el requisito de cuando y donde enseñar. Existe una demarcación de los
tiempos como la duración de los ciclos escolares, así como los tiempos en que las
actividades o tareas deben realizarse dentro del aula.

Dos son los aspectos más críticos, la simultaneidad y gradualidad. La primera, tiene que
ver con la organización de las clases en el sentido de que allá un docente que enseñe al
mismo tiempo a un grupo de alumnos. Esto hace referencia a una simultaneidad áulica,
en la cual los alumnos conviven dentro del aula siguiendo una misma actividad en
forma simultánea. Este tipo de simultaneidad se complementa con la sistémica que
apunta a una homogeneidad en el tratamiento de los aprendizajes. Ambas cuestiones
van a ser un obstáculo para lograr tratar las diversidades de intereses, ritmos y estilos de
los alumnos.

La gradualidad refiere a varias cuestiones, una de ellas es la idea de organizar por


grados a los alumnos, los cuales serán agrupados por edad. Otra cuestión, es la
existencia de regímenes de promoción, los alumnos pasaran de grado si lograron
demostrar en el transcurso del clico escolar un desempeño satisfactorio en todas las
áreas de conocimiento. Si los alumnos aprenden solo una parte de los contenidos
propuestos en cada materia, deberán repetir el grado cursado. Baquero critica estos
regímenes, diciendo que es absurdo hacer repetir al niño porque el mismo no ha podido
aprender mediante las estrategias educativas utilizadas. Es decir que, al hacer repetir al
niño, se está exigiendo que éste “madure” y, sin embargo, no se piensa en cambiar el
formado escolar ofrecido o pensar en otras estrategias para que el alumno termine por
entender sin necesidad de que repita el grado.

Estos dos aspectos (gradualidad y simultaneidad) ponen en evidencia el hecho de que


las instancias de aprendizaje se organizan en forma colectiva, las estrategias de
enseñanza son las mismas para todos y no responden a la atención personal de cada
alumno.

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