Entorno Militar Martiano

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Entorno Militar Martiano

Dos siglos después


(1741- 1945)
En el siglo pasado, comienzan a tomar auge las investigaciones sobre el pensamiento militar de
Martí, cuando apareció: "La Circular a Jefes y Oficiales del Ejército Libertador", la
cual nos muestra un Martí con sólidos conocimientos militares. Hoy después de investigar
sobre los familiares militares que tuvo esta familia, se hace interesante continuar abordando el
tema para introducirlo en las universidades cubanas.
En el año 1973 el investigador Francisco Pérez Guzmán, confeccionó el artículo "Martí
Mambí" y continúa escribiendo en la revista "Verde Olivo" sobre el tema, aportando otros
trabajos sobre esta nueva faceta del ideario martiano, se puede catalogar como uno de los
investigadores que más incursiona en esta arista aportando entre otros artículos:
""El Pensamiento Militar de José Martí"", ""La Guerra Silenciosa de José Martí""
y ""Algunas consideraciones Militares de José Martí acerca de la guerra". Se
convierte en el primero en afirmar que Martí sin ser militar logró conocer, penetrar y
dominar la ciencia militar.
En 1983 se suma el estudioso José Antonio Alonso con su artículo ""Martí acerca de la
Guerra"", analiza la concepción martiana de la guerra como fenómeno político social. Rogelio
Alfonso Granados expone ideas sobre las fuentes que nutren este pensamiento militar y sus
relaciones con la teoría leninista expuesta en 1915 en su trabajo ""El Mayor General José
Martí"" del año 1988.
Francisco Pérez Guzmán, escribe el libro, "La Guerra Necesaria" en el año 1994, donde
aborda temas novedosos al respecto. Otro investigador que se interesa por el tema es Joel Sosa
Enrique que escribe el artículo con el título "Concepciones teórico militares en el
democratismo revolucionario de José Martí", posteriormente en el 1991 escribe otro
con el nombre "Acerca del Pensamiento Político Militar de José Martí", donde realiza
un análisis de la concepción martiana sobre la guerra y sus ideas acerca del ejército.
Lino Rodríguez Pérez escribe el libro: "Las claves en la Colonia", donde aparecen una gran
representación de claves utilizadas por los mambises, entre ellas las de Martí para comunicarse
con jefes militares y con Juan Gualberto Gómez, como principal jefe en la Isla.
Quedando evidencias que utilizó las mismas para no ser descubierto por las agencias enemigas
que operaban en el momento
Fernando Rodríguez Pórtela es otro investigador que le dedica gran parte de su vida a estudiar
las cuestiones esenciales sobre la vida en campaña de este singular hombre, le divulgan el
libro "Pensamiento militar del mayor general José Martí", en el 2004.
En el año 2014, la Editorial Académica Española le publica a uno de los autores de este artículo,
el libro: Entorno militar martiano. Del cual se abordarán una serie de aspectos que
demuestran que en la familia Martí existieron militares, lo que hace inferir que por las venas
del Héroe Nacional Cubano, fluía sangre espartana.
Se puede referenciar algunas guerras o conflagraciones en las que bebió el Héroe Nacional
Cubano, las cuales lo convierten en un autodidacta en la rama militar y permiten mostrar que
de su puño y letra surgieron manuscritos que demuestran el conocimiento alcanzado hacia el
arte de la guerra.
Al respecto de la Guerra de los Diez años (1868- 1878), le escribe a su amigo Gonzalo de
Quesada que: "… había revelado a nuestros héroes, escrito con fuego sus campañas
intentado eternizar nuestros martirios ¡Con minucioso afán, habría procurado
enaltecer a los muertos y enseñar algo a los vivos. Ningún detalle me habrá
parecido nimio…" [1]
En la Guerra Franco Prusiana (1870- 1871), presenta al prefecto de Chalons que rogaba a
los habitantes de la ciudad para que no fueran hostiles contra el enemigo:"¡… Quiso destituir
a un corregidor, porque organizaba a los vecinos de su municipio para la defensa
contra Prusia!". [2]
En la Guerra Chiquita (1879- 1880), le escribe a Calixto García: "…Ni tengo tiempo de
decirlo, General, como a mis ojos no está el problema cubano en la
solución política, sino en la social…" [3]
Abordando la invasión de Túnez por los franceses (1881), muestra: "Ángel amenaza
unirse a la rebelión, la rebelión ocupa toda la comarca tunecina, todos los
rebeldes se muestran fieros, activos y terribles y dispuestos a toda clase de
guerra…" [4]
Sobre la rebelión egipcia (1881- 1882), relata:
"La revuelta en la tierra de las maravillas, de las esfinges, de las pirámides, del
cielo encendido, de la arena sofocante, es profunda y amenaza ser tremenda." [5]
El Plan Gómez- Maceo (1884), tuvo su aceptación hasta cierto momento en el cual entendió
que debía separarse del mismo, ya que no estaba acorde a las necesidades que la guerra
imponía en aquellos momentos. El mero hecho de su fracaso y la unión posterior de Gómez y
Maceo a la guerra fraguada por él, nos demuestran que su pensamiento militar ya tenía una
base sólida.
Lo más brillante de todo fue que utilizó el secreto como arma principal para lograr su fin,
organizando una red de conspiradores que actuó durante toda la guerra y nunca fue
descubierta, tanto dentro como fuera de nuestro país, hoy hace más de un siglo de ello y muy
poco se conoce al respecto, sus claves rítmicas Habana y María son un ejemplo digno de
recordar en lo que se refiere a la criptografía.
En este artículo usted podrá encontrar elementos inéditos, sobre los orígenes militares de la
familia del Apóstol cubano y su descendiente Ismaelillo (José Francisco). También valorará
cronológicamente las filiaciones de esta familia en los diferentes ejércitos donde sirvieron
(Metrópoli, Libertador Cubano y República en Armas).
El 8 de septiembre de 1842, el Director General del Cuerpo Militar, le concede al abuelo
materno de Héroe Nacional Cubano, Antonio Pérez y Monzón (1791- 1857), pasar a
continuar sus servicios, al Batallón del Arma en La Habana. Este después de servir en el
Ejército de la Metrópoli, desde que tenía veinte cinco años de edad, como consta en su
expediente militar:
¨De Antonio Pérez hijo de Salvador y de Leonor Monzón nació en la Vega de San
Mateo, juzgado de primera instancia de Canarias provincia de iden Capitanía
General de 14 Distrito el día, avecinado en esta plaza de Santa Cruz de oficio
zapatero,… acreditó saber leer y escribir¨[6]
Después de tener cuarenta y tres años, dos meses y veintinueve días de un total
de servicio efectivo hasta el veinte de septiembre de 1847, pidió el retiro y constancia de ello lo
representa el documento que Leopoldo O´Donnell, envía a la Capitanía General de la siempre
fiel Isla de Cuba, el 16 de noviembre de 1847 donde expresa:
¨El Subinspector de Artillería de este Departamento me ha remitido relaciones de
propuestas de retiro que ha formado a favor del Artillero de la Brigada de esta
Plaza Don Antonio Pérez a quien se consulta para obtener en la misma¨ [7]
Fernando VII, el 19 de marzo de 1839, autorizó en un Real Decreto de una nueva clase de
Orden de Isabel II, exclusivamente para oficiales. Es esmaltada y con centro de oro o metal
dorado La cinta seguía siendo azul celeste. En el anverso, aparece el busto de Isabel II, Reina
de España. Mientras que en el reverso se conserva el monograma MYL y se le añade la
inscripción "Al Mérito Militar".
Por su buen servicio prestado en la colonia, fue condecorado con esa Cruz Honorífica de
Nuestra Señora Doña María Isabel Luisa y por otros premios obtenidos, se le agregó al tiempo
de servicio dos años más. Al parecer cuando Antonio viene a vivir en la Perla de La Corona, trae
a su esposa e hijas. Entre ellas se encontraba Leonor, la que sería en un futuro cercano la
madre del Héroe Nacional Cubano.
Este teniente músico de artillería, debió estar muy contento porque sus hijas se casaran con
oficiales del Ejército de la Metrópoli, ellas Rita, casada con Juan Martín Rodríguez, mientras
que Joaquina, contrajo nupcias con Diego Lebrón López. Estos fueron tíos del Delegado del
Partido Revolucionario Cubano, los cuales sirvieron en el Ejército de la Metrópoli.
Más tarde Leonor Pérez, decide hacer vida en pareja con el que sería el Padre de
Martí, Mariano de Todos los Santos Martí y Navarro (1815- 1887). Que fue otro de los
españoles, que comenzó a servir como artillero en Barcelona España, en noviembre del 1844,
seis años más tarde,
¨En 1850 España envía a Cuba cuatro Batallones, cuatro Escuadrones y una
Batería de Artillería. Mariano formó parte de esa tropa, ya con el grado de
Sargento Primero, con el que se destacó por su desempeño en el Castillo de La
Cabaña. Se le caracterizó como un hombre ágil, enérgico, leal y exigente en el
mando¨ [8]
Seguro que Anahuac, (seudónimo empleado por Martí), algún día de su vida cuando pequeño,
tuvo que relacionarse con alguno de sus tíos o padre, vestidos de oficiales, es bueno referirse
que en la casa de la Calle Paula, primero le fue alquilada a Juan Martín, cuando este había
procreado tres hijos, anteriormente había vivido en La Cabaña.
Los oficiales y sargentos que se destacaban en el servicio militar residían en esta Fortaleza,
existen documentos que plantean que los dos primeros hijos de Leonor y Mariano, nacieron en
la misma, no obstante después, como eran hermanas Rita- Leonor, y parientes Juan– Mariano,
decidieron vivir juntos en esa casa.
En los bajos, Juan y familia mientras que en los altos Mariano y Leonor, esto se puede
corroborar leyendo detenidamente el siguiente fragmento:
¨… el sargento Martí y Navarro ocupará los altos de la misma, tan pronto
contraiga matrimonio con la señorita Leonor Antonia de la Concepción Micaela
Pérez Cabrera.¨[9]
Esta familia fue formada en los reglamentos militares, cuando en una casa el padre es militar,
en ella predominan el orden y la disciplina, así que en la que le tocó vivir al Apóstol Cubano,
tuvo dos militares, seguro que los hombres de ese tiempo eran estrictos en cuestiones
de conducta y por ende sus costumbres, por ello, Martí se espigó alrededor del régimen
castrense.
Como se puede apreciar hasta el momento el árbol genealógico de la familia Martí, en lo que
respecta a vestir uniforme, sería solo en la Isla de Cuba, puede ser que en Filipinas, también
haya ido a parar algún militar de esta familia o quizás a otra de las Islas que eran de la
Metrópoli en aquellos momentos. Sería interesante investigar este aspecto.
Como se referencia anteriormente, Juan Martín, fue tío político de quien fuera ascendido a
Mayor General, el 15 de abril de 1895 en plena manigua cubana, Lo anterior muestra que José
Julián, vivió los primeros años de su vida rodeado de su familia que era una familia extensa en
la cual la gran mayoría de sus hombres eran militares, que sirvieron principalmente en la
Artillería.
Esta fue el arma en la cual se desempeñaron, siendo ascendidos en ella, un ejemplo se puede
observar en la siguiente referencia donde se muestra que:
¨… Juan Martín y Navarro, primer teniente de Artillería de la Real Fortaleza de La
Cabaña¨ [10]
Una hipótesis pudiera ser que en la niñez del más universal de todos los cubanos, se fue
conformando lo que sería en la práctica de forma oculta, un sentimiento de soldado de las
ideas, que lo llevó intrínseco toda su vida, y le permitió formarse como un combatiente, ya que
sabía desde niño, cuando fue con su papá a Hanábana, que lucharía por aquellos negros que vio
azotar en un bocabajo.
Estaba predestinado a realizar algo grande por su Patria y lo hizo, estuvo en contra de que su
amigo se alistara en el Ejército de la Metrópoli y esto le costó la cárcel, pero no cejó en el
empeño, como nunca han cejado muchos de los hijos de esta Isla. Escribió los horrores del
presidio, después que salió de las canteras de San Lázaro
Se convirtió en uno de los jefes más distinguidos en el exterior, investigó las principales causas
por la que los españoles, arrebataron la victoria en la Guerra de los Diez Años, sabía que no
podían seguir sucediendo. Cuando el Mayor General Calixto García Iñiguez, viene a combatir
por la Independencia de Cuba, en una carta, le ordena al último peleador que no continúe en el
campo de batalla.
"yo le aconsejo como revolucionario y como hombre que admira y envidia su
energía, y como cariñoso amigo, que no permanezca inútilmente en el campo de
batalla al que aquellos a quienes Vd. Hoy defiende son impotentes para hacer
llegar a usted auxilios" [11]
Pues no había forma de hacerles llegar armamentos y otros pertrechos de guerra. Se prepara en
el arme y desarme de fusiles de la época, realiza marchas prolongadas con la mochila cargada,
práctica la esgrima con machetes Collins, investiga la teoría para encarar a los jefes militares,
con los cuales irá al combate. Ellos no saben que Martí, nunca deseó que le celaran sus
conocimientos militares.
Por ello de forma silenciosa, les fue mostrando a Gómez y Maceo, cómo era necesario hacer la
guerra, porque la había estudiado profundamente, y no solo la de Cuba, sino también la de
otros países, por ejemplo, la resistencia anamita a la colonización francesa, cuando se lee La
Edad de Oro, en el artículo: Un paseo por la tierra de los Anamitas, expone:
"Los franceses vinieron luego con mucha fuerza, y con cañones en sus barcos de
combate, y el anamita no se pudo defender en el mar con sus barcos de junco, que
no tenía cañones, ni pudo mantener sus ciudades, porque con lanzas, no se puede
pelear contra balas" [12]
Les estaba diciendo a los niños que con lanzas y flechas, no se puede vencer a las balas, que era
necesario pelear por su independencia de otra forma, también sobre el combate en el mar,
contra barcos de combate con cañones no se les puede hacer frente con pequeñas canoas de
junco. Les abría los ojos para que vieran que así no se podía ganar la guerra.
Sobre la guerra española apuntó: "Cuando Napoleón entró en España con su ejército,
para quitarles a los españoles la libertad, los españoles todos pelearon contra
Napoleón, las heroicas mujeres de Zaragoza quemaban con agua hirviendo las
cabezas humanas de los franceses" [13]
Todo era un cúmulo gigante de enseñanzas, cuando alguien viene a quitarte la paz que tienes,
deben combatir todos, por la independencia que tienen y que naturalmente le ha costado
mucha sangre heroica al pueblo, estaba diciendo que tanto hombres como mujeres, deben
combatir unidos por el bienestar social.
Escribió sobre la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, la Guerra franco prusiana, la
Invasión de Túnez por los franceses, la rebelión egipcia, la Guerra social de Chicago, la Guerra
Chiquita, el Plan Gómez- Maceo, entre otros conflictos, donde siempre dejó un mensaje como
el siguiente:
"los pueblos de América son más libres y prósperos a medidas que más se apartan
de los Estados Unidos" [14]
En el periódico Patria del día 22 de septiembre de 1894, se puede apreciar lo anterior, hoy hace
más de un siglo de ello y sus palabras tienen una vigencia extraordinaria, había vivido allí,
estuvo en la Conferencia Internacional Americana y conocía los verdaderos intereses del vecino
del Norte.
Por otra parte, son innumerables las acciones que conoció Gómez para ascender a Martí en
plena manigua cubana a Mayor General del Ejército Libertador Cubano, no podría faltar
referirse a la primera operación estratégica para el comienzo de la guerra, La Fernandina la
cual confeccionó muy sigilosamente y fue delatada por el coronel López de Queralta, que era un
espía de la agencia americana.
O la creación del Partido Revolucionario Cubano, realizado para dirigir la guerra y obtener la
independencia de Cuba y Puerto Rico, dotado de muchos clubes revolucionarios fuera y dentro
de Cuba, los cuales aportaban dinero para comprar utensilios necesarios, destinados al
fortalecimiento de la nueva contienda.
Tampoco, la agencia secreta que radicó en Cuba, en la Guerra Necesaria y nunca fue
descubierta, la cual era dirigida por José Candelario Pons y Naranjo, el general Luis, cuántos
elementos muestran a un Martí diferente al que se conoce, cuántos desvelos por la Patria,
cuántos mensajes cifrados entre él y algunos generales o con Juan Gualberto Gómez. Sus
Circulares de Guerra, destinadas a los jefes militares representan una evidencia sobre su
preparación militar difícil de desmentir.
Innumerables son los ejemplos, como incalculable fue su valentía aquel 19 de mayo, cuando
salió galopando al encuentro de aquellos tres disparos que segaron su vida, sabía que no
regresaría nunca más a los Estados Unidos, su hora había llegado, caer allí, junto al último
peleador, cayado, ese fue su destino, como lo profetizó: Viviré después de muerto.
Leopoldo Barrios Carrión, concuño de José Martí, fue otro de los militares de la familia,
sirve en el ejército de la Metrópoli en Cuba. Casado con María Amalia Zayas Bazán e Hidalgo,
una de las hermanas de Carmen, esposa del Apóstol Cubano. Fue Jefe de Estado Mayor de la
Comandancia General de la provincia de Puerto Príncipe (Camagüey).
Con grados de Comandante pudo recopilar datos sobre la ciudad que dirigió. Lo que le permite
confeccionar varios libros. Uno de ellos: Bosquejo Geográfico Militar de la provincia de Puerto
Príncipe, en el aborda, la división territorial militar de dicho lugar. Las vías
de comunicación existentes y las diferencias entre el machete cubano y el sable español.
Su artículo lo titula: El sable y el machete, en el que hace alusión a los magníficos sables de la
fábrica Toledo, nunca se podrán comparar con los machetes cubanos, no obstante era necesario
tener en cuenta la importancia casi fantástica que le concedía al machete sobre todas las demás
armas.
"… no puede menos de reconocer sus terribles efectos, en los macheteos, y esto ha
dado margen a que imaginaciones meridionales, sin descender al fondo de las
cuestiones no haya titubeado en concederle superioridad al sable".[15]
Alfredo García Martí, sobrino del Maestro, tuvo la oportunidad de estar junto con él, en los
últimos días de su estancia en Nueva York, allá obtuvo el Título de Doctor en Cirugía Dental,
aportándole José sus más sanos y sabios consejos, que fueron tan sublimes, que al conocer que
este parte para la guerra y cae en combate.
Se une a los patriotas cubanos que deciden seguir luchando por la independencia de Cuba,
dirigiéndose a Tampa de donde zarpa el 17 de mayo de 1898, en una expedición financiada por
la delegación cubana, dirigida por el general de Brigada Joaquín Castillo Duany, como jefe de
mar, el general José Lacret Morlot como jefe de tierra y el capitán J.H. Dorst del ejército
norteamericano.
El primero de julio de 1898, desde la manigua cubana, en el campamento Consuegra, le escribe
una carta a su progenitora para felicitarla por su cumpleaños, contándole además, que después
de más de un mes de continuo bregar y contratiempos, aún no se ha enfermado, solo:
"… una leve indisposición, las marchas unas han sido a caballo y otras a pie, pero
como me vi con los pies un poco lastimados y temiendo no poder seguir tuve que
comprar una yegua a un centén pues la escases es bastante de caballos, estamos
con el Gral Rego". [16]
No se debe dejar de hacer referencia a José Francisco Zayas Bazán, hijo de Carmen y José
Martí. El cual vino a Cuba el 21 de marzo de 1987, en una expedición que dirigió Carlos Roloff y
Emilio Núñez. Se incorpora al ejército Libertador Cubano, su número 35 811.
Un mes después es ascendido al grado de Alférez y cuatro más tarde a Teniente, por su buen
desempeño en el asalto y toma de las Tunas, ya que fue unos de los oficiales del cuerpo de
artillería, que dirigen la pieza de dinamita que proporcionó grandes estragos al enemigo.
"Fue por el manejo de esa pieza de artillería deficiente que le dio a la Patria el
sacrificio de sus tímpanos".[17]
Este oficial continuó sirviendo en el ejército de la República en Armas y llegó a alcanzar el
grado Mayor General. Tuvo la oportunidad de estudiar en Paris y murió en La Habana en el
año 1945, su casa es en la actualidad el Centro de Estudios Martianos en Cuba. Donde se
investiga sobre la vida y obra del más universal de todos los cubanos.
Estos no solo son los únicos militares de la familia Martí, que significan un conjunto elevado de
hombres que de una forma u otra influyeron en la formación militar del más universal de todos
los cubanos. Por ello estudiar su pensamiento militar representa una herramienta práctica para
emplear en las universidades cubanas.

Bibliografía
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