Severiano Martinez Anido

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Martínez Anido. Militar y Represor

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Roberto Muñoz Bolaños


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Anatomía de la Historia, 2013.


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Edición a cargo de:


José Luis Ibáñez Salas

Diseño:
Anatomía de Red

CC €
BY NC
SEVERIANO MARTÍNEZ ANIDO (1862-1937)
MILITAR Y REPRESOR

ROBERTO MUÑOZ BOLAÑOS

Severiano Martínez Anido, que vivió a caballo de El primero es su fecha de nacimiento, el 21 de


los siglos XIX y XX, constituye una de las figuras mayo de 1862, es decir, en una de las épocas más
militares más interesantes de la España contemporá- traumáticas de la historia del Ejército español; mar-
nea española. Formado en un Ejército con una clara cada por la Revolución de 1868, que terminó con la
vocación interior y forjado en las guerras coloniales monarquía de Isabel II, y que dio paso al inestable
que España sufrió desde finales del siglo XIX, ha pa- Sexenio Revolucionario, donde se sucedieron distin-
sado a la historia por su labor represiva sobre las or- tos regímenes políticos: la monarquía democrática
ganizaciones de izquierdas tanto durante el periodo de Amadeo I de Saboya, la I República, y, finalmen-
final de la Restauración, como durante la dictadura te, la dictadura militar del teniente general Francis-
de Primo de Rivera y los primeros años de la Gue- co Serrano, a lo que hay que añadir la III Guerra
rra Civil, siendo el arquetipo del militar-político que Carlista (1872-1876) y la sublevación cantonalista
entendió que la función primordial del Ejército no (1873-1874). Esta inestabilidad política, mezclada
era sólo la defensa de España frente al enemigo ex- con los conatos revolucionarios cantonalistas, mar-
terior, sino sobre todo la salvaguarda del orden pú-
caron profundamente al Ejército español, como
blico contra los enemigos interiores, calificación que
años después explicaría otro teniente general, Carlos
él daba a todos aquellos que querían modificar la
Martínez Campos y Serrano, convirtiéndolo en una
situación política y socio-económica vigente, con in-
corporación profundamente conservadora y con una
dependencia de que lo quisieran hacer de forma pa-
clara vocación “interior”; pues sus integrantes consi-
cífica o violenta. Una visión que era compartida por
deraban que su función fundamental, además de la
muchos de sus compañeros de armas, y que sirvió
defensa contra los enemigos exteriores, era el man-
para justificar no sólo la participación de las Fuerzas
Armadas en la represión de los movimientos obre- tenimiento del orden público y el régimen monár-
ros, sino también las dictaduras de Primo de Rivera quico en España. Funciones que les había reservado
y de Franco, y la propia Guerra Civil. Antonio Canovas del Castillo, artífice fundamental
de la Restauración (1874-1931). Severiano Martínez
Esta es su historia. Anido asumiría estos principios sin discusión y los
mantendría durante toda su vida.

I. El segundo son sus orígenes familiares. Martí-


Severiano Martínez Anido en su con- nez Anido era hijo del capitán de Infantería Rami-
texto histórico. Orígenes familiares y ro Martínez Crais y de Isabel Anido Churruca. Por
profesionales tanto, desde su tierna infancia, por la profesión de
su padre, fue testigo de los traumas sufridos por el
Para poder comprender la figura de este militar, uno Ejército entre 1868 y 1874, y de la transformación
de los generales más controvertidos del siglo XX, de- que tuvo lugar en el mismo debido a la política de
bemos situarla en cuatro parámetros. Canovas del Castillo.

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 3 Roberto Martínez Bolaños


El tercero sería su lugar de nacimiento, El Ferrol II.
(La Coruña), una ciudad profundamente conserva- Los inicios de una carrera militar
dora y marcada por la fuerte presencia de las Fuerzas brillante: Melilla, Filipinas y primera
Armadas, aunque el Ejército tenía una posición se- estancia en Cataluña (1880-1909)
cundaria frente a la Armada, siempre dotada de un
mayor prestigio profesional. Fue durante su infancia En la Academia de Infantería de Toledo estaría Mar-
cuando Martínez Anido, marcado por su entorno tínez Anido cuatro años, saliendo el 9 de julio de
tanto familiar como local, adquirió ese amor por la 1884 como segundo teniente y siendo destinado al
profesión de las armas y esa mentalidad de superio- Regimiento de Infantería Navarra n.º 25 (Gerona).
ridad de lo militar sobre lo civil, aunque más vincu- Con esta unidad, se trasladó a Melilla, el 6 de febre-
lada con la Armada que con el Ejército −a semejanza ro de 1886, para guarnecer esta plaza de soberanía
de Francisco Franco Bahamonde−, ya que su prime- española, permaneciendo destinado en dicha ciudad
ra intención fue entrar en la Escuela Naval de San hasta el 7 de junio, cuando su unidad regresó a su
Fernando (Cádiz), cosa que no logró. acuartelamiento peninsular. Fue la primera expedi-
ción exterior en la que participó el entonces joven
El cuarto factor fue su fecha de ingreso en el Ejér- alférez. El 29 de marzo de 1888 ascendió a primer
cito, más concretamente en la Academia Militar de teniente; pasando al Batallón de Depósitos de Vich
Infantería (Toledo), el 1 de septiembre de 1880. Por n.º 81, y el 13 de junio de 1889 al Regimiento de
tanto, pertenecía a la menos importante de las gene- Reserva n.º 13, y el 18 de agosto del mismo año, al
raciones militares españolas que se suceden entre la Albuela n.º 26, de guarnición en Tarragona.
segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del
XX: la de 1886. Y fue la menos importante porque Cuatro años después, se produjo la llamada
sus integrantes se vieron superados por la del “74”, “Campaña de Melilla de 1893”, y este regimiento
que hizo una brillante carrera aprovechando los fue trasladado a dicha ciudad, el 29 de noviembre de
numerosos conflictos que se sucedieron a partir de 1893, para formar parte del Ejército Expedicionario,
1868, y por la del “98”, cuyos miembros participa- que estaba a las órdenes del teniente general Arsenio
ron muy jóvenes en las campañas del Cuba y Fili- Martínez Campos. Destinado al servicio personal
pinas y posteriormente en las de Marruecos, lo que del coronel del Regimiento, pocos meses después, y
les hizo alcanzar el generalato a edades tempranas. finalizada ya la campaña, su unidad regresaría a la
Por el contrario, los del 86 ya superaban la treintena Península, el 18 de marzo de 1894. La participación
cuando comenzaron las campañas de ultramar, y es- en este conato de guerra no le produjo ningún pre-
taban cerca de los cincuenta cuando empezaron las mio, limitándose el Gobierno a darle las gracias por
marroquíes, haciendo que la riada de ascensos por Real Orden el 28 de marzo de 1894, “por su valor,
meritos de guerra que se produjeron como conse- abnegación y disciplina demostrado durante las ope-
cuencia de esas guerras les llegara a una edad avanza- raciones realizadas en aquel territorio contra las ka-
da. De hecho, Martínez Anido fue uno de los pocos bilas fronterizas a dicha plaza que ultrajaron la ban-
militares de su generación que alcanzó el generalato; dera nacional”. Poco después, tras obtener la debida
ya que la mayoría se quedó en el grado de coronel licencia, contrajo matrimonio con una mujer de la
y fue la artífice del movimiento corporativo militar burguesía catalana, Dolores Baldrich Folchs, el 1 de
de las Juntas de Defensa, contrario a los ascensos mayo de 1894, en Tarragona.
por méritos de guerra. No obstante, a pesar de esa
posición profesional, los militares de la generación El año 1895 fue tranquilo para Martínez Anido,
de 1886 también se caracterizaron por posiciones ya que permaneció de guarnición en Tarragona. Sin
ideológicas muy conservadoras, cuasi reaccionarias, embargo, poco después su situación militar iba a
siendo partidarios del uso de la fuerza para acabar cambiar. El 3 de junio de 1896 asciendió a capitán,
con los problemas sociales que afectaban a España a los treinta y cuatro años de edad, y pidió destino
en ese periodo. En este sentido, Martínez Anido fue voluntario a Filipinas, entonces en plena guerra. En
probablemente su producto más acabado. esa decisión influyó sin duda su carácter de militar

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 4 Roberto Martínez Bolaños


patriota, pero también la necesidad de dar cierto lus- Albuera, n.º 26 (Tarragona), desde el 14 de enero
tre a una carrera militar que empezaba a anquilosar- de 1899 hasta el 18 de octubre de 1901, y en el de
se. Destinado al Batallón de Cazadores Expediciona- Infantería Almansa, n.º 18 (también tarraconense),
rio n.º 12, el 9 de diciembre de 1896, llegó a Manila desde esa fecha. Estando en dicha unidad, partici-
el 16 de enero de 1897. Nada más desembarcar, se pó, como jefe accidental del primer batallón, en la
unió a la brigada de Infantería del general Pedro represión de la huelga desencadenada en la Ciudad
Cornel, que formaba parte de la columna del ge- Condal el 19 de febrero de 1902. Fue su primer con-
neral de división José Lachambre, y participó en las tacto con el movimiento obrero, que posteriormente
acciones libradas en el camino de Santo Domingo habría de marcar de forma indeleble su carrera y su
a Silang (17/19-I-1897), la conquista de Pérez Das- vida. El 25 de noviembre de 1905, fue elegido ayu-
mariñas (25-I-1897) y el combate de Salistrán (26- dante del general de brigada de Infantería Ricardo
I-1897), que le valieron el ascenso a comandante, el Nicolau y San Bartolomé, jefe de la 1ª Brigada de
27 de febrero de 1897, y dos cruces rojas del Mérito la 8ª División, sita en la IV Región Militar (Catalu-
Militar. En los meses siguientes, continúo partici- ña), permaneciendo en dicho destino hasta el 28 de
pando activamente en los combates que se libraban junio de 1909, en que ya teniente coronel –había as-
en Luzón, destacando el combate de Noveleta y el cendido el 9 de marzo de dicho año, doce años des-
reconocimiento sobre San Francisco de Malabón pués de haber alcanzado el empleo de comandante–,
(4/5-IV-1897), por los que obtuvo otra cruz roja del regresó al Regimiento Almansa, y, poco después, el
Mérito Militar, hasta que, el 5 de agosto, embarcó 29 de julio de 1909, se le confió el mando del Bata-
enfermo para España. llón de Cazadores de Cataluña n.º 1.

Una vez recuperado, fue agregado al Regimien-


to Reserva de Gravelinas, n.º 41, el 20 de enero de III.
1898, pero pidió destino de nuevo a Filipinas, sien- Marruecos y Alfonso XIII: El ascenso
do destinado al Batallón Expedicionario de Barcelo- al generalato (1909-1919)
na n.º 4, el 14 de mayo de 1898. Sin embargo, nun-
ca volvería a Manila, ya que la guerra con Estados En 1909, una serie de incidentes en la zona de Me-
Unidos lo impidió. Pero sí sería trasladado al Cam- lilla, que desde el tratado secreto hispano-francés de
po de Gibraltar, el 2 de mayo de 1898 –se temía un Paris (3-X-1904), se consideraba zona de influencia
ataque estadounidense contra el litoral español–, española, dentro del reparto que ambos países, con
permaneciendo en Andalucía hasta su traslado a Mi- el beneplácito británico, habían hecho de Marrue-
randa de Duero (Burgos), el 15 de diciembre 1898, cos, culminaron con un ataque de los rifeños a los
donde permanecería hasta el 14 de enero de 1899, obreros españoles que construían un puente sobre el
cuando regresó a Cataluña, quedando de guarnición barranco de Beni Ensar (9-VII-1909). El comandan-
en Barcelona. te general de Melilla, el general de división José Ma-
rina Vega, no sólo rechazó el ataque, sino que solici-
La participación de Martínez Anido en la cam- tó refuerzos a la Península para poner en marcha una
paña de Filipinas, aunque corta, fue muy fructífera serie de operaciones que fortalecerían la posición es-
para su carrera militar; ya que pasó de ser un vete- pañola en el campo exterior de Melilla, y que serían
rano capitán de treinta y cuatro años a un joven co- conocidas como la Campaña de Melilla de 1909. El
mandante de treinta y cinco. En términos de tiem- Gobierno, así como el rey Alfonso XIII y el Ejérci-
po, este ascenso por méritos de guerra le permitió to, que deseaban restablecer el prestigio exterior de
ahorrarse los diez años que, como mínimo, hubiera España, deteriorado desde la derrota de 1898, y que
permanecido en el empleo de capitán hasta su ascen- consideraban Marruecos como el terreno ideal para
so por antigüedad. hacerlo, se volcaron en apoyo de Marina, enviándo-
le hombres y recursos; mientras que buena parte de
En los años siguientes, Martínez Anido llevó una la población española, que recordaba el desastre de
vida de guarnición en el Regimiento de Infantería Cuba, desde el primer momento se mostró contraria

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 5 Roberto Martínez Bolaños


a cualquier intervención bélica en Marruecos, lo que jefe de batallón del ejército de operaciones”. En tér-
provocaría importantes incidentes. minos militares, esta frase significaba que Martínez
Anido era un excelente conductor de hombres en
Entre las unidades enviadas a la plaza de soberanía batalla.
española se encontraba el Batallón de Cazadores de
Cataluña nº 1, que llegó a Melilla el 3 de agosto. Al Tal vez por eso, tras el final de la campaña, no
frente de este batallón, el entonces teniente coronel regresó a la Península, sino que permaneció en Meli-
destacaría en el combate de Taxdirt (20-IX-1909), lla, realizando acciones de vigilancia hasta que el 21
donde, formando la vanguardia de la 2.ª Brigada de de marzo de 1910, cuando se confirmó su ascenso a
Cazadores, al mando del general Ricardo Morales y coronel, cesando en el mando del Batallón de Caza-
Pla, sostuvo el empuje de los rifeños, que, en gran dores Cataluña. Fue entonces cuando se produjo un
número, trataron primero de cercar a la caballería y acontecimiento que habría de marcar para siempre
más tarde a los batallones de cazadores de Cataluña la vida de este militar. El 25 de marzo embarcó hacía
y Tarifa, n.º 5. Martínez Anido, con la ayuda de otro la Península, llegando a Málaga ese mismo día. Seis
teniente coronel que luego sería famoso y colabo- días después, recibió un nuevo destino, la Zona de
raría también con la dictadura de Primo de Rivera, Reclutamiento n.º 32 (Tarragona). Era un premio
José Cavalcanti de Alburquerque y Pardiñas, logra- del Gobierno para que pudiera descansar junto a su
ron sostener las líneas españolas e infligir una fuerte familia. Sin embargo, nunca se haría cargo de aquel
derrota a los rifeños. Por esta acción, a Cavalcanti mando.
se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando
de 2ª clase, y a Martínez Anido, la Cruz de Maria En el tren que debería trasladarle desde Sevilla a
Cristina de 2º clase, la segunda condecoración más Madrid, para luego partir hacia Cataluña, coinci-
importante del Ejército español, tras la otorgada a su dió con Alfonso XIII y el monarca, que conocía sus
compañero en la acción. grandes hazañas en África, decidió invitarlo a cenar,
afirmado, ante sus acompañantes: “Aquí tienen us-
Igualmente, participó en las acciones de las lomas tedes un jefe que no tiene más recomendación que
de Hidum (22-IX-1909), en la ocupación de Nador su persona, y que, tanto en Filipinas como en esta
(25-IX-1909) y en el combate del zoco el Jermís de campaña, ha tenido que luchar con batallones casi
Beni-bu-Ifrur (30-VIII-1909), donde formando de desmoralizados, y vean ustedes cómo se ha portado”.
nuevo la vanguardia de la brigada del general Mo- Pero no se detuvo ahí, sino que, ese mismo día, le
rales, realizó un asalto a bayoneta, que permitió invito a convertirse en su ayudante militar, tras con-
conquistar las lomas de dicho zoco. Por esta acción versar con él, ya que el entonces coronel mostró el
recibiría como recompensa el ascenso a coronel por encanto y la amabilidad del que siempre hizo gala en
méritos de guerra (30-IX-1909). Era su segundo as- el trato personal; tal como han reconocido persona-
censo por méritos de guerra, y de nuevo semejan- lidades tan distintas como el teniente general Dáma-
te premio le permitió ganar otros diez años en su so Berenguer y Fusté, o los políticos José Calvo Sote-
carrera militar. Es más, este ascenso le convirtió en lo o Pedro Sainz Rodríguez. Martínez Anido, como
un joven coronel de cuarenta y siete años, con un monárquico de corazón, aceptó el ofrecimiento del
camino despejado hacía el generalato a una edad re- monarca, considerándolo un gran honor. Así, en
lativamente temprana. menos de dos años, el desconocido teniente coronel
pasaba a ser ayudante de S. M. el Rey, el 1 de abril
Martínez Anido siguió combatiendo en Melilla de 1910. En su nuevo destino, Martínez Anido no
en los meses siguientes, hasta que la campaña finali- sólo accedió a la Corte española, sino que trató con
zó el 27 de octubre. El prestigio que le proporcionó la élite de España y de Europa, pues por iniciativa
esta campaña fue enorme, hasta el extremo de que del monarca, el rey de Italia le nombró comendador
fue considerado por el coronel de Estado Mayor de la Orden de San Mauricio y San Lázaro, y el de
Francisco Gómez Jordana, jefe del Estado Mayor del Gran Bretaña, de la Orden de Victoria. El entonces
teniente general José Marina Vega, como “el mejor coronel jamás olvidaría estos favores y otros muchos

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 6 Roberto Martínez Bolaños


que Alfonso XIII le haría, manteniendo hasta el final y la Hispano-Suiza–, regresando a Ceuta el 2 de fe-
de sus días una devoción ciega por él. brero.

El rey le mantuvo a su lado hasta el 16 de febre- Poco después, sería disuelta la Brigada de Caza-
ro de 1912, cuando decidió que debía continuar su dores (23-III-1917), cesando de su mando, y siendo
carrera militar, otorgándole un destino de particular nombrado gobernador militar de San Sebastián, el
importancia: la Dirección de la Academia de Infan- 24 de febrero de 1917, ciudad con la que a partir
tería de Toledo, para la que había sido nombrado el de entonces mantendría una estrecha relación. Pero,
20 de enero de 1912. En este centro docente destacó antes de hacerse cargo de este nuevo destino, recibi-
por la intensidad de la disciplina y por el fuerte mo- ría un nuevo premio: la gran cruz roja pensionada de
narquismo que inculcó a los jóvenes cadetes, lo que la Orden del Mérito Militar “en consideración a las
motivo varias felicitaciones de Alfonso XIII. Ade- circunstancias que concurren en este general y a sus
más, recibió la Medalla de la Campaña de Melilla, extraordinarios servicios que ha prestado con motivo
con los pasadores Gurugu, Taxdirt, Hidum, Zoco de nuestra acción en el Protectorado de Marruecos”
el Had, Nador, Zeluan, Zoco el Jermís de Beni-bu- (25-III-1917). El 13 de abril llegó a la capital de
Ifrur y Atlaten (12-II-1914). Dos días después, re- Guipúzcoa, y durante cerca de un año permanecería
cibió en visita oficial a Alfonso XIII y al presidente en la misma, disfrutando de un destino tranquilo,
de la República francesa, Raymond Poincarè, siendo hasta que el 31 de agosto de 1918 cesó del mismo,
condecorado por el último con la encomienda de la como consecuencia de una nueva reorganización del
Legión de Honor –nuevo favor del monarca–, y días Ejército, quedando en situación de disponible. Así
después, ascendió a general de brigada de Infantería permaneció tras su ascenso a general de división el
(22-II-1914), cesando en su destino como director 18 de noviembre de 1918, hasta que el 12 de febrero
de la Academia de Infantería. de 1919, paso a ser gobernador militar de Barcelona.

Martínez Anido había alcanzado el generalato a


la temprana edad, entonces, de 52 años. El Gobier- IV.
no, recordando su brillante actuación en la campaña Bastión del orden en Cataluña (1919-
de Melilla, decidió destinarle de nuevo a Marrue- 1922)
cos, como jefe de la 1ª Brigada de Cazadores (5-
VI-1914), que tenía su acuartelamiento en Tetúan, Su nuevo destino demostraba el enorme aprecio y
y con ella participó en todas las acciones que en la confianza de Alfonso XIII, ya que Barcelona era en
zona de Tetúan-Ceuta tuvieron lugar entre 1914 y esos momentos el destino más complicado, desde el
1917, ocupando los altos de Izarduy (30-IX-1914), punto de vista político, que podría existir para un
y participando en los combates del Fondak de Ain general. Tres problemas se concentraban entonces en
Medina (24-V-1916) y del Buit (29-VI-1916). Ade- la Ciudad Condal: el primero era de carácter militar,
más, fue comisionado el 21 de diciembre de 1916 manifestado por las Juntas de Defensa, organizadas
para visitar el frente británico en Francia, durante la desde noviembre de 1916 y cuyo objetivo era, como
Primera Guerra Mundial que había estallado dos an- ya se ha indicado, revisar los ascensos por méritos
tes, bajo la dirección de un militar con el que luego de guerra que según los “junteros”, dirigidos por el
mantendría una estrecha relación: el entonces gene- coronel de Infantería Benito Márquez –de la misma
ral de división Miguel Primo de Rivera y Orbaneja. generación militar de Martínez Anido, pero con dos
Martínez Anido y sus acompañantes llegaron a París empleos menos en su carrera militar–, perjudicaba a
el 2 de enero de 1917, y hasta el 30 de ese mismo los oficiales “peninsulares”, quebrando así la unidad
mes visitaron no sólo el frente británico, sino tam- del Ejército. El segundo era el problema nacionalis-
bién el francés, donde fueron recibidos ambos por el ta, auspiciado por la Lliga, partido catalanista de ca-
mariscal de Francia Phillipe Pétain, así como diver- rácter conservador, fundado en 1901, liderado por
sas fábricas de guerra –Schneider-Creusot, Citroën, Francisco Cambó, y cuyo objetivo era la autonomía
para Cataluña. Y, finalmente, existía el problema

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 7 Roberto Martínez Bolaños


obrero, consecuencia de las pésimas condiciones de tomó entonces un giro radical, que se prolongaría
vida en las que vivían los trabajadores, de la intensa entre el 24 de marzo y el 7 de abril, y en el que la
represión que habían sufrido los elementos sindica- dirección de los acontecimientos pasó a manos de
les –a modo de ejemplo, el 26 de agosto de 1918, los militares, que forzaron la dimisión del goberna-
durante la huelga en la fábrica Cros de Badalona, la dor civil y de su jefe de policía, Gerardo Doval. A
Guardia Civil cargó contra los manifestantes, pro- partir de ese momento, Miláns del Bosch y Martínez
vocando la muerte de cuatro obreros y heridas de Anido se hicieron con el control de la ciudad, apo-
consideración a otros– y del poder acumulado por el yando el lock out (cierre patronal) decretado entre el
Sindicato Único, la Confederación General de Tra- 3 de noviembre de 1919 y el 20 de enero de 1920.
bajadores (CNT), de tendencia anarquista y con un Además, se procedió a disolver la CNT –aplicando
núcleo terrorista en su interior, que aspiraba a reali- de manera restrictiva la Ley de Asociaciones– y se
zar la revolución social mediante la “propaganda por produjo la detención de sus principales líderes, la
el hecho” –eufemismo con el que definían los aten- militarización del orden público y la organización de
tados que realizaban–. La situación había explotado
una milicia ciudadana, el Somatén, con el objetivo
en el verano de 1917, cuando lo tres movimientos –
de implicar a los sectores más conservadores de la
nacionalista, militar y obrero– confluyeron en la lla-
sociedad civil en el mantenimiento del orden públi-
mada “Crisis de 1917” (14-VI/17-VIII-1917), que
co. El Gobierno respondió a estas medidas cesando a
significó el principio del fin del sistema de la Res-
Miláns del Bosch el 1 febrero de 1920, que fue sus-
tauración y que causó setenta muertos como conse-
tituido por el viejo capitán general Valeriano Weyler,
cuencia de la represión de los huelguistas obreros por
un hombre muy bien visto por la burguesía catala-
el Ejército. Ahora, dos años después, la situación se
había degradado completamente como consecuencia na, pasando Miláns del Bosch al puesto de jefe del
del inicio de una guerra social –que se conoció como Cuarto Militar de Alfonso XIII, en tanto que Martí-
la Época del Pistolerismo y se prolongó entre 1917 y nez Anido continuaba como gobernador militar.
1923– entre los sectores más radicales de la CNT y
los “pistoleros” de la patronal, dirigidos primero por Sin embargo, las medidas tomadas por los milita-
el comisario de policía Manuel Bravo Portillo hasta res no devolvieron el orden a la ciudad de Barcelona.
su asesinato el 5 de septiembre de 1919, y después Por el contrario, en los meses siguientes se produ-
por un turbio personaje de origen austriaco, el barón jo una escalada de la violencia que causó decenas
de König, hasta que el Gobierno ordenara su expul- de muertos entre ambos bandos. Dada la gravedad
sión de España el 18 de mayo de 1920. de estos hechos, el alcalde de Barcelona, Antonio
Martínez Domingo, convocó el 5 de noviembre de
Martínez Anido llegó con la intención de hacer 1920 una reunión en el consistorio para tratar la si-
sentir el peso del Ejército en el mantenimiento el tuación. Los empresarios catalanes, agrupados en la
orden público y de la unidad de España. Su políti- organización Fomento del Trabajo Nacional, culpa-
ca, simplista y conservadora, estaba en clara sintonía ron al gobernador civil, Federico Carlos Bas, de ser
con la del capitán general de la IV Región Militar, el el responsable de lo que estaba ocurriendo, por su
teniente general Joaquín Miláns del Bosch y Carrio. política conciliadora con los anarquistas, y pidieron
El primer conflicto con el que tuvieron que enfren- su destitución. Martínez Anido, que era de la misma
tarse fue la huelga de la Compañía de Electricidad opinión, amenazó al gobernador civil con ocupar su
“La Canadiense”, desencadenado por los anarquistas cargo por la fuerza, para poner orden en la ciudad, si
entre el 6 de febrero y el 18 de marzo, y que parali- no dimitía. Tres días después, Bas fue cesado por el
zó el suministro eléctrico a la ciudad. El gobernador presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato
civil de la Ciudad Condal, Carlos Montañés, se avi- Iradier, y el gobernador militar pasó a encargarse del
no a pactar con los huelguistas, dirigidos por uno de Gobierno Civil, recibiendo el siguiente mandato del
los dirigentes más moderados de la CNT, Salvador propio Dato: “obrar con entera libertad; pues el Go-
Seguí, el Noi del Sucre (‘el Niño del Azúcar’), pero bierno no le creará dificultad alguna en sus iniciati-
fracasó en su intento y el movimiento huelguístico
vas”.

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 8 Roberto Martínez Bolaños


Con el beneplácito del Gobierno, Martínez Ani- Alfonso XIII–, que se produjo el 24 de octubre de
do, apoyado del general de brigada de la Guardia 1922, aunque oficialmente se trató de una dimisión,
Civil Miguel Arlegui Bayones, a quien nombró jefe según afirma Martorell Linares. Sin embargo, la cau-
de policía, procedió a aplicar una política muy dura sa, según José Andrés Gallego no fue su dura política
contra la CNT, inspirada en la que había desarro- represora, sino su enemistad con la Lliga, que había
llado el teniente general Miláns del Bosch, y que se vinculado su apoyo al Gobierno con el cese del ge-
apoyó en tres bastiones: los Sindicatos Libres, crea- neral y de Arlegui, cuya política no compartía. Por el
dos el 19 de octubre de 1919, bajo la presidencia de contrario, su destitución fue muy mal recibida por
Ramón Sales, de tendencia “carlista”, y cuyos mili- los empresarios y grupos conservadores de la Ciu-
tantes fueron utilizados como “pistoleros” en la gue- dad Condal, que tres días después entregaron una
rra contra los anarquistas; la burguesía catalana, que carta de protesta al teniente general Miguel Primo
le apoyó siempre, y la “Ley de Fugas”, firmada por de Rivera y Orbaneja, capitán general de la IV Re-
Dato el 20 de enero de 1921, que permitió disparar gión Militar, quien se mostró favorable a trasmitirla
a los detenidos, con la justificación de que habían al Gobierno, aunque dicha responsabilidad estaba
tratado de escapar. El resultado fue la práctica elimi- fuera de sus atribuciones. Y el 31 del mismo mes,
nación de la CNT, especialmente de sus sectores más Martínez Anido y Arlegui recibieron un banquete de
radicales, aunque a cambio de más de 200 muertos, homenaje en el Hotel Ritz de Barcelona, organizado
entre los que se encontraban el dirigente anarquis- por las citadas fuerzas, donde recibieron una placa
ta moderado Francisco Layret (30 de septiembre de de plata de agradecimiento, firmadas por los organi-
1920), pero también el propio Dato (que sería ase- zadores del acto.
sinado en Madrid por un anarquista el 8 de marzo
de 1921). La actuación de Martínez Anido en Barcelona
fue muy criticada, tanto en su tiempo como poste-
Martínez Anido justificaría esta política, afirman- riormente. Así, un político conservador como Ángel
do que “lo que hice fue que se levantara el espíritu Ossorio y Gallardo, no dudó en escribir que “Mar-
ciudadano […] recomendado a los obreros libres tínez Anido había inspirado en Barcelona la política
que por cada uno que cayera deberían matar a diez de asesinatos oficiales perpetrados por el sindicato
sindicalistas”. Sin embargo, su actitud le convirtió libre”, y de la misma opinión eran el general liberal
en un personaje siniestro no sólo a ojos de la mayor Eduardo López Ochoa y Portuondo, o el dirigente
parte de la opinión pública, sino de su propia fami- cenetista Ángel Pestaña. Entre los historiadores que
lia, ya que tanto su esposa, como su hijo, el famoso han trabajado este periodo, tanto conservadores –
dibujante Roberto Baldrich, decidieron alejarse de Andrés Gallego, Seco Serrano o Jesús Pabón– como
él, y el segundo omitir su apellido para que no se le progresistas –González Calleja– han sido muy críti-
relacionara con su padre. Si bien, por el contrario, cos con su actuación. Esta crítica no se centra en el
otro de sus hijos, Rafael, que continuó la carrera mi- hecho de que la violencia que se desató en Barcelona
litar, siempre se sintió orgulloso de la política de su fuera causada única y exclusivamente por Martínez
padre. Anido, ya que como dice Meaker: “…la violencia
se había vuelto organizada y endémica en la pro-
Las denuncias por lo que estaba ocurriendo en vincia, representando una deformación del impulso
Barcelona llegaron al Congreso de los Diputados, de revolucionario de los obreros catalanes y en parte
la mano del diputado del Partido Socialista Obrero una especie de ciega reacción en cadena alimenta-
Español (PSOE), Indalecio Prieto Tuero, y fueron da insensatamente a sí misma proporcionaba satis-
quebrando la posición del general, especialmente facción psíquica y/o provecho a los terroristas, pero
tras su negativa a proteger al dirigente de la CNT, no cumplía nada de valor para la clase trabajadora”;
Ángel Pestaña, herido en atentado el 25 de agos- sino porque el general, como representante del Go-
to de 1922. El conservador José Sánchez Guerra, bierno, debería haber velado por el mantenimiento
que presidía el Consejo de Ministros, decidió cesar del orden público, y no haber apoyado a uno de los
a Martínez Anido –a pesar del apoyo que tenía de bandos en lucha, creando una espiral de asesinatos

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 9 Roberto Martínez Bolaños


que asoló Barcelona en este periodo. Espiral que no bía interiorizado desde sus tiempos de la Academia,
puede desvincularse del concepto que tenía del Ejér- procediendo a militarizar la administración española
cito como bastión fundamental del orden público y en materia de seguridad y orden público. Así, con
del sistema de la Restauración, no sólo en su ámbito pleno acuerdo de Primo de Rivera, procedió a situar
político sino también socio-económico. militares en los gobiernos civiles (14/15-IX-1923 y
2/4-IV-1924), y a crear los delegados gubernativos,
uno por cada cabeza de partido judicial, sumando
V. 523 (6/7-XII-1923). La misión de estos funciona-
Hombre de confianza de Primo de rios -jefes y oficiales del Ejército en su totalidad-, era
Rivera (1923-1930) el control de la Administración local, la salvaguarda
del orden público, la salubridad e higiene públicas,
En los meses siguientes a su salida del Gobierno la urbanidad y la inspección diaria de los mercados,
Civil de Barcelona, Martínez Anido permaneció en a fin de evitar fraudes en los pesos, medidas y pre-
situación de disponible forzoso, viviendo en Barce- cios.
lona y temiendo por su vida, pues los anarquistas
habían puesto precio a su cabeza, hasta que el 12 de En el relación con las organizaciones de izquier-
abril de 1923, fue nombrado gobernador militar de das, Martínez Anido, con Arlegui como su mano
Cartagena. Al mes siguiente recibió el mando de la derecha, ya que le había nombrado director gene-
15ª División, y el 6 de junio, se le desgignó coman- ral de Seguridad, desarrolló una auténtica guerra
dante general de Melilla, cesando el 21 de agosto. contra las que él consideraba enemigas de España:
Durante los pocos meses que permaneció en esta la CNT y el Partido Comunista de España (PCE,
plaza africana, el general tuvo que soportar una gran fundado el 15 de abril de 1920 y partidario tam-
pasividad en el desarrollo de los asuntos de Marrue- bién de la revolución social), pero a la vez, respeto
cos, influida por el desastre de Annual, lo que le lle- a la que consideraba útil, el PSOE. Así, contra los
vó a enfrentarse con el ministro de Estado, Santiago anarquistas, Martínez Anido aplicó una política de
Alba. Tras su cese, pasó a residir en San Sebastián, represión implacable en la que se unieron el empleo
hasta que el 13 de septiembre de 1923, su amigo, el de la legislación vigente y una interpretación restric-
teniente general Miguel Primo de Rivera se pronun- tiva de la Ley de Asociaciones como la que realizó
ció en Barcelona, apoyado por las mismas fuerzas en su época de gobernador civil de Barcelona El re-
que poco tiempo antes habían homenajeado a Mar- sultado de esta política fue la práctica destrucción
tínez Anido, convirtiéndose en dictador. El antiguo de la CNT, no sólo por las medidas llevada a cabo
gobernador civil de Barcelona, que estaba al tanto de por el Gobierno, sino también porque los obreros
la conspiración y la apoyaba con todas sus fuerzas, empezaron a desmarcarse de las prácticas terroristas
fue nombrado subsecretario de la Gobernación el de los sectores más radicales del anarquismo, espe-
22 de septiembre de 1923. Poco después, el 7 de di- cialmente la Federación Anarquista Ibérica (FAI),
ciembre, ascendía a teniente general, convirtiéndose que se convirtió en una organización minoritaria
a partir de entonces en uno de los hombres fuertes pero sumamente violenta. En relación con el PCE,
del dictador, que le nombró delegado del Directorio Martínez Anido participó de la obsesión de Primo
Militar y presidente de la Junta Central de Abastos de Rivera por la conspiración comunista que le llevó
(11-VII-1924), y vicepresidente del Consejo de Mi- al dictador a entrar en contacto, como indica Gon-
nistros y ministro de la Gobernación el 3 de diciem- zález Calleja, con la Entente Internationale contre
bre de 1925. la III Internationale, un grupo de extrema derecha
con sede en la ciudad suiza de Ginebra, nombrando
Durante sus años en dicho Ministerio, Martínez al entonces teniente coronel de Estado Mayor José
Anido se ocupó de cuatro grandes campos: la Ad- Ungría Jiménez –futuro organizador de los servicios
ministración local y provincial, las organizaciones de de inteligencia franquistas durante la Guerra Ci-
izquierda, los partidos nacionalistas y la salud públi- vil–, y suscribió al boletín que editaba, con fondos
ca. En el primero, puso en práctica las ideas que ha- del Ministerio del Ejército, a algunos de los oficiales

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 10 Roberto Martínez Bolaños


más relevantes del Ejército –como los generales de munión Nacionalista Vasca (CNV)–, Aberri (23-IX-
brigada de Infantería Emilio Mola Vidal y Francisco 1927), y procediendo a enviar a la policía para regis-
Franco Bahamonde, hecho que tanto influiría en la trase sus batzokis (sedes) de este partido. El resultado
ideología de ambos. Por su parte, Martínez Anido fue similar al de Cataluña: Primo de Rivera perdió
estableció convenios de cooperación anticomunista el posible apoyo de los sectores más moderados del
con las policías de Francia, Italia y Alemania. En este nacionalismo vasco, pero, a cambio, la CNV fue
último caso, el acuerdo se firmó con un personaje de momentáneamente desarticulada. Algo similar ocu-
gran importancia histórica, el entonces capitán de rrió en Galicia, donde el regionalismo, dirigido por
navío Wilhelm Canaris, posterior jefe de la Abwe- Manuel Portela Valladares, desapareció como fuer-
hr, el servio de inteligencia nazi. Si con el PCE y la za política, aunque no en su vertiente cultural. Por
CNT, la política del general fue de dura represión, tanto, al igual que en su enfrentamiento con las or-
con el PSOE y su sindicato, la Unión General de ganizaciones revolucionarias, Martínez Anido logró
Trabajadores (UGT), su actitud, como la del pro- acabar, a corto plazo, con el poder de los partidos
pio Primo de Rivera, fue de plena colaboración, lle- nacionalistas.
gando a nombrar consejero de Estado al líder de la
UGT, Francisco Largo Caballero. Según su ayudante el coronel Juan Oller Piñol, la
preocupación por la salud pública fue tal vez la labor
Los partidos nacionalistas también sufrieron la más gratificante para el teniente general de todas las
política represiva de Martínez Anido. En Cataluña, que desarrolló en este periodo. Martínez Anido tuvo
se produjo un caso paradójico. La Lliga había apoya- especial cuidado en que se mejorara el tratamiento
do el golpe de Estado de Primo de Rivera, esperan- de la tuberculosis, preocupación que le iba a acom-
do no sólo que restableciese el orden público sino pañar el resto de su vida, como luego se verá, y se
que también respetase las tradiciones e institucio- preocupó también por los invidentes, para los que
nes catalanas. Sin embargo, tanto el dictador como creó la Organización Nacional de Ciegos (ONCE),
Martínez Anido y el capitán general de la IV Región el 15 de enero de 1930, que no pudo entrar todavía
Militar, el teniente general Emilio Barrera Luyando, en funcionamiento, al caer la Dictadura poco des-
respondieron a este apoyo con una campaña en con- pués. Por estas acciones en favor de enfermos y mi-
tra del idioma catalán y otras manifestaciones cul- nusválidos, el Gobierno le premió con la medalla de
turales de esta región, como el baile de la sardana, oro del Trabajo (28-IX-1929).
y, lo que fue más doloroso, suprimieron la Manco-
munidad, institución que agrupaba las diputaciones Pero, a la vez que servía al dictador, Martínez
provinciales de las cuatro provincias catalanas (21- Anido fue convenciéndose de que era preciso vol-
III-1925). El resultado no fue sólo que Primo de Ri- ver a un régimen parlamentario, superando así el
vera perdiera el apoyo de los regionalistas catalanes, carácter interino del régimen primorriverista. Y esa
sino que este partido se hundió, reforzándose por postura chocaba con el hecho de que determinados
el contrario, las organizaciones más nacionalistas, sectores sociales que apoyaban a la Dictadura pen-
Acció Catalana y Estat Català (EC), que, desde el saron en él, dada su gran cercanía con Alfonso XIII,
primer momento, se habían mostrado contrarias a como el continuador del régimen, tal como ha de-
la Dictadura. El primero de los dos partidos se vio mostrado el historiador Julio Gil Pecharromán. Sin
obligado a pasar a la clandestinidad, mientras que embargo, Martínez Anido no entró en ese juego, y
el segundo, dirigido por un antiguo militar, el coro- en numerosas ocasiones, expuso a su amigo y presi-
nel de Ingenieros Francisco Macià, se orientó hacia dente la necesidad de volver a la normalidad consti-
la acción revolucionaria, que terminó en un intento tucional, como afirmó Dámaso Berenguer. Pero no
de invasión, denominado “Complot de Perpignan” pudo lograrlo, y la Dictadura entró en una crisis de-
(30-X-1926), finalizado con un sonoro fracaso. En finitiva el 27 de enero de 1930, cuando los capitanes
las provincias vascas, Martínez Anido también optó generales del Ejército se negaron a apoyar a Primo
por la represión, cerrando el periódico del Partido de Rivera, tal como éste les había pedido median-
Nacionalista Vasco (PNV) –entonces llamado Co- te una misiva. Alfonso XIII, que consideraba que el

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 11 Roberto Martínez Bolaños


dictador le había “puenteado” con esta acción, le pi- ningún concepto Martínez Anido hubiera conspira-
dió la dimisión, y el dictador no tuvo más remedio do contra los deseos de Alfonso XIII, quien, en ese
que entregársela, aunque acompañada de una nota momento, deseaba que Berenguer restableciese el ré-
donde señalaba a sus posibles sucesores: los tenientes gimen constitucional, suspendido desde 1923. Ade-
generales Barrera, Martínez Anido y Berenguer. El más, el teniente general era un hombre demasiado
monarca optó por el tercero, dada la estrecha rela- mayor para involucrarse en nuevas aventuras milita-
ción de los dos primeros con el dictador, convirtién- res, pasando a la reserva poco después (22-V-1930),
dole en presidente del Consejo de Ministros al día al cumplir los sesenta y ocho años de edad. De he-
siguiente (28 de enero de 1930). cho, y como resultado de la influencia directa del
monarca, el Gobierno de Berenguer le otorgó una
Martínez Anido, demostrando de nuevo el ca- licencia de un año para viajar por Francia, Italia y las
rácter agradable y encantador del que hacía gala en repúblicas americanas (19-IX-1931). Aprovechando
sus relaciones personales, colaboró activamente en esta licencia, Martínez Anido se trasladó a Francia el
el traspaso de poderes, facilitando la labor a Beren- 1 de enero de 1931.
guer. De hecho, así lo reconoce este teniente general
en sus memorias. Cuando su labor estuvo conclui-
da, Martínez Anido procedió a dimitir (30-I-1930), VI.
siendo sustituido por otro “africanista”, el general de Un largo invierno en la vida del gene-
división Enrique Marzo Balaguer, en el Ministerio ral: la II República (1931-1936)
de la Gobernación. Martínez Anido estableció su
residencia (1-I-1931), aunque trasladándose conti- Su situación se complicó enormemente con la pro-
nuamente a Barcelona, donde corrieron rumores de clamación de la II República el 14 de abril de 1931,
que conspiraba con el jefe superior de Policía de esta ya que como afirma el general y especialista en estos
ciudad, el coronel de la Guardia Civil Juan Tenorio, temas Miguel Ángel Alonso Baquer, era “la nítida
y con los tenientes generales Barrera, capitán general encarnación de la ojeriza del republicanismo al mi-
de la IV Región Militar, y Miláns del Bosch, gober- litar que había ejercido funciones de Orden Público
nador civil de la Ciudad Condal durante la Dictadu- a las órdenes de Primo de Rivera”. Tal vez por eso,
ra, para establecer un nuevo régimen autoritario. De Martínez Anido decidió adelantarse a los aconteci-
hecho, Salvador de Madariaga escribió un artículo mientos y firmó en Marsella una declaración jurada,
en The Observer (9-III-1930), titulado “The situa- fechada el 27 de abril de ese mismo año, cuyo conte-
tion of Spain”, donde advertía al rey Alfonso XIII nido era: “Don Severiano Martínez Anido, teniente
de que si reproducía un nuevo golpe militar, él sería general del Ejército en Primera Reserva y en uso de
el máximo responsable, ya que los tres citados ge- un año de licencia en el extranjero. Prometo por mi
nerales eran monárquicos fervorosos. Además de sus honor servir bien y fielmente a la República, obede-
reuniones con otros compañeros de armas, Martínez cer sus leyes y defenderla con las armas”. Esta decla-
Anido se encargó de decir a Ramón Sales, jefe de los ración, que implicaba que Martínez Anido deseaba
Sindicatos Libres, que contaba con todo su apoyo. continuar en el Ejército, y sobre todo de evitar un
proceso judicial, por su actuación en Barcelona y su
No obstante, y a pesar de que los rumores pare- apoyo a la dictadura, fue contestado por el Gobierno
cían afirmar que el teniente general estaba conspi- Provisional, y más concretamente por su ministro de
rando para establecer una nueva dictadura, el gene- la Guerra, Manuel Azaña y Díaz, el 5 de junio de
ral Emilio Mola Vidal, entonces director general de 1931, en el Diario Oficial del Ministerio, con la Or-
Seguridad, afirmó respecto a esto que “el teniente den n.º 123, que disponía que el teniente general se
general Martínez Anido –hay que decirlo en honor presentara al ministro en el plazo máximo de cinco
a la verdad– recomendó mucho que no provocasen días para recibir órdenes. Martínez Anido alegó estar
conflictos [a Ramón Sales] al Gobierno del Conde delicado de salud para poder incumplirla, y perma-
de Xauen”. Y puede decirse que el futuro director neció en Francia, salvándose así de ser seguramente
de la conspiración de 1936 tenía razón, ya que bajo detenido y encausado.

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 12 Roberto Martínez Bolaños


Poco tiempo después, el 4 de septiembre, Azaña el triunfo de la derecha. El Partido Republicano Ra-
le dio de baja en el Ejército, tal como indica en sus dical, de Alejandro Lerroux obtuvo 102 diputados, y
Diarios, perdiendo grado, sueldo, pensiones, hono- la Confederación de Derechas Autónomas (CEDA),
res y derechos militares, por haber desobedecido la liderada por José María Gil-Robles, 115. El nuevo
orden anterior. A continuación, se nombró a un juez Gobierno, presidido por el primero, promulgó una
especial, el general de brigada de Infantería Ángel Ley de Amnistía, el 24 de abril de 1934, que anu-
García Benítez, el 15 de enero de 1932, para que laba los cargos por los que había sido condenado.
iniciara un procedimiento contra él por abandono Martínez Anido quiso volver entonces a España, el 6
de servicio. El recurso interpuesto por el abogado de julio. Sin embargo, el Gobierno Lerroux le negó
Vicente Caballer Blasco, anuló la sanción, ya que el la entrada. El teniente general se trasladó a Behovia
ministro no podía desposeer de su grado a un mi- (Francia), en espera de un permiso que nunca lle-
litar, facultad privativa de los tribunales de justicia. gó. A partir de ese momento, y hasta el comienzo
No obstante, el 8 de diciembre de 1932, el tribunal de la Guerra Civil, estableció su residencia en Pa-
instaurado para juzgar las responsabilidades deriva- rís, aunque mostrando cada vez más interés por los
das de la Dictadura, le condenó a veinticuatro años asuntos españoles. Así, según afirma el historiador
de prisión por dos delitos de auxilio a la Dictadura, Enrique Sacanell Ruiz de Apodaca, Martínez Anido
como ejecutor del golpe de Estado por un lado, y insistió ante Sanjurjo, líder moral de los enemigos
como ministro de Gobernación por otro, así como a de la II República y su amigo desde los tiempos de
la pérdida de su pensión de retiro. El confinamiento las campañas marroquíes y la Dictadura –donde am-
debería cumplirlo en Mahón (Menorca). bos habían sido activos colaboradores de Primo de
Rivera–, para que se pusiese al frente de una nueva
No hay duda de que en esta sentencia influyó el sublevación, y mantuvo una estrecha corresponden-
fracasado golpe de Estado del 10 de agosto de 1932, cia con el hijo del dictador, José Antonio Primo de
en el que estaban involucrados un grupo de militares Rivera, jefe del partido fascista Falange Española y
liderados por los tenientes generales Barrera o José de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindica-
Sanjurjo Sacanell, con los que se asociaba a Martí- lista), tal como declaró éste el 16 noviembre de 1936
nez Anido, aunque éste no parece que participase. durante su proceso, celebrado en Alicante, donde no
Pero, tras su fracaso, los monárquicos “alfonsinos” dudó en definirlo como “perfecto amigo de su padre
–seguidores de Alfonso XIII– pusieron en marcha y colaborador”. Es más, en diciembre de 1935, y a
una organización conspirativa, formada por algu- pesar de su negativa anterior a liderar una conspira-
nos militares que luego serían claves en el devenir de ción contra el régimen republicano, los monárqui-
España, como el teniente coronel de Estado Mayor cos “alfonsinos” intentaron que se pusiese al frente
Valentín Galarza, cuya jefatura se ofreció a Martínez de su organización, recibiendo la misma respuesta
Anido, que se hallaba entonces viviendo de manera que la vez anterior.
clandestina en la ciudad francesa de Niza. José An-
tonio Ansaldo, famoso piloto y miembro activo del
grupo, fue comisionado para entrevistarse con el te- VII.
niente general y exponerle sus planes. Sin embargo, Un último servicio: De caritativo pre-
Martínez Anido, como indica Eugenio Vegas Lata- sidente del Patronato Nacional Antitu-
pié, “se negó a entablar siquiera diálogo respecto a berculoso a duro represor al frente del
nuestras pretensiones. Deseaba pasar por completo Ministerio de la Gobernación (1936-
desapercibido y disfrutar de un bien merecido des- 1938)
canso, después de tantos años de intensa agitación”.
La misma opinión manifiesta el propio Ansaldo en El 17 de julio de 1936 comenzó la sublevación so-
sus memorias. ñada por Martínez Anido. Sublevación en la que no
había tenido ninguna intervención, aunque sí estaba
Su situación penal pareció cambiar con las elec- informado de ella. Sin embargo, no regresó de ma-
ciones del 19 de noviembre de 1933, que arrojaron nera inmediata a España, sino que esperó a que se

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 13 Roberto Martínez Bolaños


consolidase geográficamente la zona sublevada, para fueron situados en zonas fronterizas –Irún (Guipúz-
pasar a la misma el 22 de agosto de 1936. Pero la coa), Ciudad Rodrigo (Salamanca) o el Campo de
Junta de Defensa Nacional, máxima institución de Gibraltar (Cádiz) – e, incluso hubo dos en alguna
los sublevados, presidida por el general de división provincia de clara significación izquierdista, como
Miguel Cabanellas Ferrer, republicano y masón, no Málaga.
consideró acertado, dada su trayectoria anterior, dar-
le ningún encargo importante. No ocurrió lo mismo Con el apoyo de estos nuevos funcionarios –de-
con el general de división Francisco Franco, quien pendientes directamente de él, y no de los goberna-
desde el 1 de octubre de 1936 se convirtió en líder dores civiles–, el teniente general puso en marcha
político y militar de los sublevados. El nuevo jefe del una muy dura política represiva que afectó a dos
Estado (y del Gobierno) de la zona rebelde sentía sectores fundamentalmente: los partidarios del Go-
una gran admiración por el veterano militar, y de- bierno republicano y los nacionalistas. Los prime-
cidió nombrarle presidente del Patronato Nacional ros, a los que Martínez Anido responsabilizaba de su
Antituberculoso (20-XII-1936). Tal nombramiento sufrimiento durante el periodo de la II República,
daba especiales facultades al teniente general en su fueron reprimidos de manera muy violenta, hasta el
lucha contra esta enfermedad, dependiendo única- punto de que el embajador de Hitler, Eberhardt von
mente del mismísimo jefe del Estado. Con doce mi- Storher, se mostró horrorizado y preocupado por el
llones de pesetas de presupuesto, y la experiencia de sistema de terror que había instituido el viejo tenien-
sus años como ministro de la Gobernación, Martí- te general, tal como indican los informes que envío
nez Anido inició un ambicioso proyecto que incluía a Berlín. De hecho, y tal como declaró por escrito,
la asignación de diez pesetas diarias a cada tubercu- se sintió aliviado cuando murió Martínez Anido,
loso para manutención y asistencia, y la construc- ya que esperaba que se suavizará así la política ha-
ción de varios hospitales especializados, el primero cía los republicanos detenidos. Sin embargo, otros
de los cuales, el del Prado de la Magdalena (Vallado- funcionarios nazis tenían una buena opinión de él.
lid), se inauguró el 1 de diciembre de 1937. Así, el reichsführer de las Schutzstaffel (SS), Heinrich
Himmler, firmó un pacto con Martínez Anido, el 31
Pero este cargo lo iba a complementar con otro de agosto de 1938, por el que la policía española y
destino, en el campo en el que era un gran especia- la Geheime Staatspolizei (Gestapo) –policía secreta
lista: por Decreto del 31 de octubre de 1937 fue alemana– podían intercambiarse prisioneros sin in-
nombrado jefe de Seguridad Interior, Orden Público tervención judicial.
e Inspección de Fronteras, y pocos meses después,
ministro de Orden Público, en el primer Gobierno A los nacionalistas, y dado que Cataluña se en-
del generalísimo Franco (31-I-1938). A partir de su contraba en la zona gubernamental y que el PNV
nombramiento, Martínez Anido decidió poner en pactó con los sublevados su salida del conflicto,
marcha la misma política que había caracterizado su Martínez Anido no pudo perseguirlos en masa, pero
labor ministerial durante la dictadura primorriveris- sí tuvo enfrentamientos puntuales con ellos. Así fue
ta. Desde Valladolid, donde se estableció la sede del el caso de Eugenio D’Ors, antiguo militante del na-
departamento de Orden Público de la zona suble- cionalismo catalán, al que el ministro de Educación
vada, y con el apoyo del teniente coronel de Estado Nacional, el monárquico “alfonsino” Pedro Sainz
Mayor José Medina Santamaría, nombrado comisa- Rodríguez quiso designar director de Bellas Artes. El
rio general, el flamante ministro, que no había per- teniente general se negó, recordando la trayectoria
dido nada de su vitalidad a pesar de sus setenta y anterior del famoso intelectual –de hecho, Martínez
cinco años de edad, procedió al nombramiento de Anido había querido fusilarlo o, en su defecto, ase-
los llamados “delegados provinciales de Orden Pú- sinarlo en 1920–, pero, al final, se impuso el criterio
blico”, en un número de 40, todos ellos militares de Sainz Rodríguez, y D’Ors fue designado para el
–13 tenientes coroneles, 19 comandantes y 9 capi- cargo, aceptando el teniente general su derrota con
tanes–. Los puestos no se correspondían exactamen- la simpatía que le caracterizaba, como indica en sus
te con las demarcaciones provinciales, pues algunos memorias el entonces ministros de Educación Na-

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 14 Roberto Martínez Bolaños


El acontecimiento que se acaba de relatar demues-
cional. El segundo enfrentamiento de este tipo lo tra que la situación de Martínez Anido era insoste-
tuvo con un conjunto de sacerdotes de la diócesis nible en el Gobierno, no quedándole más opciones
de Vitoria, que pronunciaban sus homilías en vas- que dimitir o ser cesado. Pero no ocurrió ninguna de
cuence. El teniente general exigió al obispo Mateo las dos cosas. En el otoño de 1938, el teniente gene-
Múgica (1-III-1938), que había sido exiliado por el ral comenzó a faltar a su despacho. Por Valladolid
general Cabanellas a causa de su actitud pasiva hacia comenzaron a circular rumores de que se encontraba
el nacionalismo vasco, que cesara esa práctica. conspirando. No se trataba de eso: la causa real era la
enfermedad que le iba a llevar a la muerte.
Junto a la militarización del orden público y la
represión de los elementos disidentes, el otro aspecto Martínez Anido falleció el 24 de diciembre de
que caracterizó la actividad de Martínez Anido en 1938. Franco, olvidando los anteriores enfrenta-
este periodo fue, paradójicamente, su enfrentamien- mientos con él, decretó que se le rindieran honores
to con el generalísimo Franco. El veterano teniente de capitán general con mando en plaza. Pero, de for-
general, hombre de otra época, no podía entender ma paradójica, su funeral no fue militar, sino clara-
que el jefe de los sublevados, un militar como él, mente fascista, donde no faltó ni siquiera el título de
confiase en un civil, Ramón Serrano Suñer, para que “camarada” para referirse al fallecido.
articulase el Nuevo Estado. Para él, Franco debería
limitarse a repetir, mejorándolo, el esquema de go-
bierno que había creado su querido amigo, Miguel Conclusión: Martínez Anido en la
Primo de Rivera, cuyo puntal fundamental había historia de España
sido el Ejército, y no un partido político, como Fa-
lange Española Tradicionalista y de las JONS (FET El teniente general Martínez Anido constituye una
y de las J.ON.S). Al no inclinarse por esta opción, de las figuras más interesantes y controvertidas del
Martínez Anido no dudó en afirmar sobre Franco: siglo XX español. Y lo es porque su presencia en la
“Este hombre no tiene condiciones y es un desastre”, historia fue producto de dos de los principales he-
y sobre Serrano Suñer que era “malicioso, soberbio, chos que marcan la historia de España desde la ab-
absorbente, desatento hasta con sus compañeros de dicación de Isabel II (1868) hasta el comienzo de la
Gobierno”. Es más, a tal extremo llegó su enfren- Guerra Civil (1936): las guerras coloniales y la con-
tamiento con este último que, en agosto de 1938, versión del Ejército en guardián del orden público.
hizo un intento de dimitir, y lo que es más grave, un Fueron estos factores los que convirtieron a un oscu-
colaborador suyo entregó al cónsul italiano en Va- ro militar de guarnición en figura pública de primer
lladolid un “Informe confidencial” que rápidamente orden, y fue como figura pública donde Martínez
fue enviado a Roma, y que contenía una agria critica Anido pudo desarrollar el pensamiento político for-
sobre el Gobierno, teniendo como objetivos funda- jado en su hogar, por influencia de su padre también
mentales Serrano Suñer y FET y de las J.O.N.S., militar, y en la academia militar, y que se basaba en
pero también otros ministros como el de Justicia, una visión simplista de la realidad española, arti-
el carlista Tomás Domínguez de Arévalo, conde de culada en torno a tres ideas claves: el régimen de la
Rodezno; el de Agricultura el falangista Raimundo Restauración, cuya cabeza era el rey, era sinónimo
Fernández Cuesta, o el de Organización y Acción de paz y estabilidad para España; sus enemigos eran
Sindical, el también falangista Pedro González Bue- rebeldes, similares a los de Cuba, Filipinas o Ma-
no. Sólo se libraban de los ataques los ministros de rruecos, y el Ejército tenía como misión mantener
Asuntos Exteriores, de Defensa Nacional y de Ha- la Monarquía, y por tanto, acabar con esos rebeldes,
cienda, cargos desempeñados por viejos amigos: el fueran cuales fueran sus orígenes. Así actuó en Fi-
teniente general Francisco Gómez Jordana y Souza, lipinas, Marruecos y Barcelona, así como en Valla-
el general de división Fidel Dávila Arrondo y el polí- dolid durante la Guerra Civil: aplicando soluciones
tico “alfonsino” Andrés Amado. militares para problemas políticos. El resultado de

Severiano Martínez Anido (1862-1937). Militar y represor 15 Roberto Martínez Bolaños


esta acción fue el reguero de sangre que acompañó I. FECED, Por qué no maté a Martínez Anido, s.l.,
toda su trayectoria profesional desde el momento en s.n., s.a.
que en 1919 se convirtió en gobernador militar de
Barcelona hasta su muerte en 1938. J. GIL PECHARROMÁN, Sobre España inmortal,
solo Dios. José María de Albiñana y el Partido Nacio-
Pero más importante es el hecho de que Martínez nalista Español (1930-1937), Madrid, UNED, 2013
Anido, no constituyó una excepción dentro del Ejér-
cito, sino que por el contrario fue el producto, aun- E. GONZÁLEZ-CALLEJA y F. del REY REGUI-
LLO, La defensa armada contra la revolución, Ma-
que tal vez en su expresión más maximalista, del tipo
drid, CSIF, 1995.
de militar creado por Canovas del Castillo a partir
de 1874, pero que adquirió verdadera conciencia de
G. H. MEAKER, La izquierda revolucionaria en Es-
su importancia por las campañas de 1898, el inicio paña, Barcelona, Ariel, 1978.
de la guerra de África y de la crisis definitiva del sis-
tema de la Restauración en 1909, y sobre todo du- R. MUÑOZ BOLAÑOS, “La Guerra Civil: una
rante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). síntesis histórico-militar” en R. RECIO CARDO-
Serían militares de esta mentalidad los que culmina- NA (ed.), Rojo y Azul. Imágenes de la guerra civil,
rían su evolución el 17 de julio de 1936, al partici- Madrid, Almena, 1999, Págs. 4-57.
par en una sublevación cuyo objetivo era acabar me-
diante la fuerza de las armas con todos los supuestos “El Ejército Nacional”, Ibidem, Págs. 88-107; “Las
enemigos de España, estableciendo un régimen que Campañas de Marruecos (1859-1927)”, en VV.
garantizase la paz y el orden público. Para la mayoría AA., Aproximación a la Historia Militar de España,
de esos militares sublevados, Martínez Anido fue un Madrid, Ministerio de Defensa, 2006, Tomo II,
modelo. Págs. 599-614.

“La guerra civil española (1936-1939)”, Ibidem,


Tomo II, Págs. 627-650.
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