Autos Inquisición Córdoba 1839

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 311

D E LOS

A U T O S GENERALES Y PARTICULARES

• JBJ&'JBE¡ J E O J Í C ! ^

Celebrados por el tribunaí í>e la


inquisición

ANOTADOS Y DADOS A L U Z

POR

ü Cií.Gaspar Matute g
Cuquin.

CÓRDOBA:

Imprtnta it Xogut'r y Manté, (4 á% Maye de 1839.


DE LOS

A U T O S GENERALES 7 PARTICULARES

Celebrados por el tribunaí í>e la


inquisición
K » tt:-z « IB <c H D « » «» « T». —

ANOTADOS Y DADOS A L U Z

POR

el Cic.€> aspar íHatute g


Cuqutn.

CÓRDOBA:

Imprenta dt Nogm'r y Manté, 14 d$ Ma/o de 1839.


I) JZúrope ful un champ de massacre et (T horreur:
Et. V orthodoxe meme, aveugle en. sa fureur,
De tes dogmes trompeurs nourrissanl son ideé,
Oublia la douceur aux ehrétiens commandée;
Et crul, pour vengar Dieu de íes fiers ennemis,
Tout ce que üieu defend legitime, et permis.
Au signal tüut-d-ctmp donné pour le carnage,
Sans les villes, par-luut, ihéafres de leurrage,
Cent milla faux zel.es, le fer en main couraiils,
Allerent aitaquer leurs amis, leurs parenis',
Et, sans distinction, dans tout sein hérclique
Pleins de jóle enfoncer unpoignard catholique:
Car quel lian, quel tigre, égale en cruauté
Une injuste fureur qu? arme la piété?

SOiLEAU BESl'RÉAVX SA.T. XII¿

sur r equivoque.
PROLOGO.

Habiendo Negarlo í mis manos algunos


apantes de varias autos de Fé celebrarlos por
el Tribunal de la Inquisición de esta Ciudad,
se m e ocurra* eL pensamiento de hacer ut>a
colección de ellos, colocándolos segur* el- úr-
deu de los tiempos; mas al ver que para es-
to me fallaban muchos, principie' a hacer efi-
caces diligencias para eucoutiai lo», aunque coa
alguna desconfianza de conseguirlo por los ra-
ros que se han hecho vatios de los impresos
que echaba menos, ¡ no tener a donde recur-
rir para h a c e r m e de otros que solo ecsisten,
maouscrilos sin que se hayan vulgarizado.. Descoso
de conseguir ini miento i no habiendo perdo-
nado investigación alguna,, he Urgido a reunir,
sino todos, al menos la. mayor i. mas. notable
parle de ellos.
JT
Hecba la colección creí muí a propósito
ponerle notas que, o aclarasen el testo, o lo h i -
ciesen mas ameno i entretenido, no siendo otro
el objeto de la publicación de este escrito que
proporcionar afguu pasatiempo con sucesos
ocurridos ca nuestra Córdoba, al paso que se
contribuye a dar idea de los procedimientos de
lá Inquisición i de las absurdas i ridiculas
creencias que corrían sin oposición en las épo-
cas a que los autos se refieren, con cuya lec-
tura, no se podrá menos de notar la diferen-
cia que ecsiste entre aquellos tiempos y los que
ahora alcanzamos.
Para completar la historia de la Inqui-
sición de Ctlrdoha bastaría solamente hacer rela-
ción de los alborotos, disturbios i desafueros
á que dio ocasión ó cometió en esta Ciudad el
l l a m a d o Santo oficio, a causa de sus continuos
choques i competencias con la lejitima jurisr
dicción eclesiástica, ( que sostenía prevalido
dé sus ilimitadas i casi soberanas facultades.
¡Enorme abuso i monstruosidad cliocantel que
un tribunal intruso, ( i ) injerto en la potestad ju-

(j) Dice ua escritor que aunque los


'III
dicial de la iglesia,, sostenida a• costa de lafl f a -
cultades que a esta se habian injustamente c e r -
cenado, aspirase a sobreponerse a ta misma a u -
toridad de que 'dimanaba, dando tantas veces
el escandaloso espectáculo de oponerse a la ju-
risdicción ordinaria i y. aun de bollarla! Si yo h u -
biera de completar el cuadro traería a la m e -
moria, en-tre otros, los inauditos procederes i fu-
rores del perverso., inquisidor Diego Rodríguez-
.Lucero que en 1S1O vino a nuestra patria p a -

ebispos son por derecho- divino' Jes inquisi-


dores ordinarios, se sacó del lado de «quelles
la eos ti Ha del santo oficio para- que fuese su
ayuda, asi c o m o Dios- sacó a la- muger de ía
costilla de Adán. INnesttos lectores juzgarán «i
la comparación es apropósito para apoyar la
doctrina; sitio lo es, está t e m a d a , almezos, dé
l a Sagrada Escritura.
IV
-ra ajar, tiranizar i perseguir a la mayor i mas
calificada parte de su vecindario, solo con el fin
de adquirir nombre de rigoroso,'i-hacer «len-
tos en stl carrera, poniendo la Ciudad á pique
de un desaforado t u m u l t o ; con escándalo de t o -
da Aodalucia i conmoción de teda España;ba-
ria mención - del atentado del tlibunal, cuan-
d o en 18 de setiembre de 1609 atropello al
Provisor del Obispo Don F r . Diego Mardones
Pedro Fernandez de Mancilla, que acometido
en el m i s m o palacio episcopal, si escapo de
las manos de los esbirros del Santo oficio, co-
me algunos dicen, i no llegó a estar preso
como otros aseguran, fué sacrilegamente heri-
do, i de otro? muchos acaecimientos ruidosos
que refieren las memorias de Cárdoda, y 116
les sera difícil hallar, a los que deseen tener
noticia de los servicios qne el tribunal de la
Inquisición ha hecho a la iglesia i al estado,
no sieudo el menor de ellos el sostener ¡ c o n -
firmar cou sus ridiculos procederes, las creencias
absurdas i las preocupaciones del vulgo;
1

COLECCIÓN

e/e /ed ai^ieuf c¿e &b'cc/e/fCfc¿od

% K

m oflocc—

El tribunal de la Inquisición se estable-


ció én esta Ciudad en 1 4 8 ? a solicitud de su
Obispo Don Fr. Alonso de Burgos i fueron los
primeros inquisidores el Br. Antón Ruiz de
Morales Chantre, el D r . Pedro Maitinez de
Barrio f el Br. Alvar González de Capillas, Ca-
nónigos, i F r . Martin Cazo Guardián del con-
venio de tan Fiaucisco.
El aro 1.^85 se celebró en Córdoba el
primer auto de Fe' por el tribunal de la In.
quisieron en el convento de los Mártires del ai-
den ds san Benito, con asistencia del C a b i l d o
Eclesiástico, cruces de las parroquias i clerecía,
en el cual salid coa insignias de herege, una
muger manceba del tesorero Pedro Fernandez
de Alcaudete, la cual fué condenada al fuego
i relajada al brazo seglar, (i) . ,.
V
Después fué preso el Tesorero p o r ' el
alguacil mayor de la inquisición, a quien re-
sistieron con mano arniada los criados de aquel,
de los cuales uno mató al alguacil: los minis-
tros del tribunal' jjue lo acompañaban, a c o m e -
tieron al tesorero, i asegurándolo, a empellones
i cintarazos lo condujeron a las cárceles del
Santo oficio, donde se mantuvo hasta el sába-
do 28 de Febrero de 1484 en que fue saca-
do al auto público.

(1) JRigorosillo estaría el tribunal en los


primeros tiempos de su creación:
Jfi mas ni menos,
, Que justicia Jlamante
En mes de Enero,
'(")•
La noche del 2 7 de dicho mes se tocó
a auto en la sta. Iglesia Catedral, 1
i al día s i - 1

guíente por h mañana salieron los inquisido-


res en procesión con la cruz cubierta de ve-
lo negro, acompañados del Cabildo Eclesiástico, 1

gran parte de la clerecía de Córdoba y del O b i s -


p o de Malaga Don Rodrigo de Soria (que ha-
bía venido para hacer la degradación del te-
sorero por estar' vacante la mitra), llevando a ;

este con insignias de relajado : a sus lados


iban dos ministros de la Inquisición y un
religioso que lo ecsortaba. Dirigióse la proco-;
Ston al convento de san Francisco donde, se
habia levantado un vistoso tablado al que t o -
dos subieron, colocándose el tesorero en el lu-
gar que le correspondía. A la derecha del t a -
blado había un altar bastante adornado, i en
la credencia estaban los ornamentos para que
el obispo se vistiese de pontifical. Comenzóse
el sermón que predicó doctamente el Guardian
de san Francisco, i acabado se le leyeron al
reo los procesos e inmediatamente, el alguacil
hijo del muerto en la refriega" d e la prisión,
lo condujo vestido de Diácono (que era el o r -
•(19)
den que tenia el Tesorero) donde estaba el
O b i s p o quien lo degradó quitándole sucesiva-
mente las insignias de las órdenes que tenia'
quedando eu un sayo de paño con e l que fuá
relajado al brazo seglar i condenado a ser que.-'
nudo vivo. Entonces se le puso una al juba
amarilla con mangas largas, una capilla en
forma de capuz qne remataba en una gran
borla de varios colores i un letrero (\) que con
caracteres abultados decia
¿Este ha judaizado.,,
i en esta forma i cabalgado en un asno, fué
conducido fuera de la puerta d e Baeza en c u -
y o sjtío ( 2 ) estaba hincado un palo con un
asiento alto donde lo sentaron i fijaron coa
una argolla para prenderle fuego. (1)

(1) Raro disfraz fué el primero que risa-,


ron los reos del Sanio oficio; la moda que
vino después fué un poco mas regular.
(1) Otros dicen que en el campo de la
•verdad.
(3) También se lee en documentos antU
guos que con el tesorero, fué .quemado un
lio sujo llamado Luis García.
(13)
i ta causa de haber sido terjido por juí*
dsiztnte Pedro Fernandez de Alcaudete se
cuenta vulgarmente de esta manera:
- Al tiem po <me se celebraba la procer
sion del jueves-sauto de 1480 para poner al
Santísimo en el m o n u m e n t o , observaron algur
vos que de nu Zapato del tesorero salia s»u->
gre de que llevaba todo el pie bañado. Avi-
sándoselo, i notando su gran turbación i qoe
no acertaba a proferir palabra, lo entraron eu
la capilla de san Acacio (que desde eutmees,
í é g u n dicen, se llama de la sangre) i descal-
zándole e l . z a p a t o , hallaron en el la sagrada
forma que . aquella misma maüaDa habia con-
sagrado. Aprendido por el tribunal confeso e s -
t e delito i otros que habia cometido i tuvo
el fin que acabamos de referir, (i)
En 1498 fué preso i conducido a las
cárceles del Santo oficio el Dr. G ó m e z Fernán-

r, (1) Si es eslraño que este tesorero ca-


yese en la torpe i estravaga/ite tentación de
judaizar , tampoco parece tener muchos vi-
sos de verdad el milagroso suceso que des-,
euOrió su creencia. Fides sit penes autores.
&si Maestreescuela de !a Iglesia de Córdoba
por herege judaizante, i habiendo muerto en
a prisión mientras se le seguia la causa i sí-
do sepultado, después de concluida,; fué conde-
nado á relajación i salió en estatua al auto
de fe' celebrado en 7 de Mayo de 1499 > l f t

cual f u é quemada con sus huesos én la isla


que forma el río entre los dos primeros m o -
linos por bajo - del puente,
r , El auto posterior á estos de que h e m o s
podido adquirir noticia, se celebró- el año de
« 5 5 6 salió en él la celebre Magdalena de la
Cruz Monja del Convento de santa Isabel de
los Angeles, que habiendo sido m u y ejemplar
en los. primeros ' años de su vida religiosa,
llevada de la vanidad, i profiriendo : la fama
que podía conseguir por medio de la impos-
tura i de la hipocrecia, al ejercicio de la v e r -
dadera virtud modesta i desconocida, se re-
solvió a tratar con el demonio para hacer con
su ayuda cosas tan estupendas que admirasen
al mundo i • le adquiriesen el concepto de san-
ta. Los frailes de, san Francisco, a quienes es-
taba sujeto el convento, i las monjas ,1a tu-
vieron p o r tal, i publicaron sus virtudes por
todas partes. Creció su fuma' hasta tal punt
qae llegó' a' Tos oídos del Emperador (i) él
cual l e - enviaba las mantillas de sus Lijos
para q u é las bendijese. Se'le consultaban por
toda clase de personas los negocios arduos; i
los títulos i ' grandes la visitaban con el m a -
yor respeto i aprecio
:
i tenían sus cartas por
apreciabilisíuiás reliquias. Sucedió que algunos
dias antes; del dia del Señor se le quebró una
pierna a Magdalena de Cruz, ¡ h a b i e n d o lle-
gado la octava en que la collación de santa
Marina hacia la procesión,' q u e ' veian las m o a -
jas desde -su mirador, víuole a Magdalena v e -
hemente deseó dé ver la custodia, i no sien-
:

' dolé posible' á causa de la fractura de la


pierna, dicen, que se abrió la 'pared del apo-
sento que caía a la plazuela por donde pasa-'
ba el Santísimo, al que adoró dando muestras'
de estraordinario gozo, con . gran admiración de
las monjas que veian un prodigio tan éstii-'
pendo, c o m o el cTcñor habia obrado en obse-
quio de su virtuosa síerva.' !í

.'- ( i ) Carlos F° en Alemania y I." en Es-


paila.
(16)
Después de esto no teniendo la pierna
mejoría alguna, antes desesperando, los medi-,
eos de su curación, i aun de su vida, se ha-
lló buena de repente i se levantó, ; i anduvo
c o m o si nada hubiera padecido. v .... : .,
Dícesc también que, estando , un dia el
sacerdote con- el Señor en las manos para dar
la ..comunión a las. monjas, se.vol.ó la sagra»
4a. forma a la hoca de Magdalena de la C r u s
con espanto de cuantos lo vieron,, cuyo mila-
gro se repitió alguuas veces, (i), finalmente
ningún favor de cuantos Dios ha hecho a los
santos dejó de recibir, segnn garecuu :

Las monjas, que o p o r estos motivóse


llevadas d e su curiosidad natura).- la observa-
han. de c o u t i n u o , con el mayor cuidado, atis-
ba ron una noche 'que estaba .en su celda coa,
ella un mancebo- q u e le repreeodia;ciertas c o -
sas , que -contra sn gusto practicabas Magdale-
na de la Cruz. Escandalizadas . las monjas

(i) Es favor de Dios que se han, atri-


buido, no ésta, sola monja, embaidora, sino
otras muchas beatas hipócritas,, d/¡las que.
tuvieron el honor de salir en auto.
(17)
cumio s » deja entender, de \a que fcabiau
visto, después de haber conferenciado c'itre sí,
determinaron dar cuenta de lo que pasaba a
los inquisidores, que habiéndola llevado presa
i tomándole declaración, confesó- de pía no h a ^
fcer tenido pacta con el demonio, que era el
joven que venia a visitarla, por cuyo medio s é
habían hecho todos los milagros i maravillas?
que a ella se le atribuía». v. 1

Este inesperado suceso sorprendió mas


que lo- qué antes habia admirado lo que se
contaba d e su estraordinaria virtud i todos d e »
seaban ver el resultado de su'¿causa..
Magdalena de la C r u z pidió perdón de
sus culpas con gran dolor i ai-repe ulimiento i
asi, usando los inquisidores de su acostum-
brada piedad i clemencia la sacaron en a u -
to con hábito d e penitente, soga al cuello (uo
se dice con cuantas uudos) i vela en la m a -
no. Fué numerosísimo el. concurso de gente*
que vinieron de todas partes a presenciar es-
te auto. Leyóse la causa en que ss referían
los pecados mas e n o r m e s i horrorosos, i fué
de gran admiración a too'os que uui muges
iiu instrucción i de cortos alcalices, hubiese
(18)
sabido fraguar tantas superchería i tan atroces
imposturas, habiendo embaucado con ellas a
toda España. F u é condenada a destierro de C ó r -
doba por toda su vida, destinada al convento
d e sta. Clara de Andujar donde sirviese en la
cocina sin vela ni v o t o : s e le p r o h i b i ó c o m u l -
gar fuera de las pascuas i habiendo hecho
desde entonces una vida irreprensible murió
en i56o.
Por estos tiempos se celebró otro au-
t o que hizo n o t a b l e per haher salido en el,
una beata de la ciudad de Jaén llamada Ma-
ri R o m e r a , hija espiritual de un p r i o r d e san
Bartolomé de la misma ciudad por nombre
Gaspar Lucas, que también la acompañó en
el auto.
Este p r i o r , que había adquirido tanta
fama de santidad , que no solo el p u e -
b l o , sino el mismo obispo don Francisco Sar-
miento tenia por « u bienaventurado, era d«
los atumbrados que aparecieron eu Extrema-
dura en el siglo 16 {1). Confesaba muchas

(1) Dicen unos qué tuvieron principio en


Beatas, pero entre todas prefería a Mari-Ro-
mera como, aquella, que se aventajaba, a todas

l 5 ? 4 otros, en \5j5; mas lo cierto es que a poco se


éstinguieron, i volvieron a dejarse ver en el Ar-
zobispado de Sevilla en i6'¿3. Fueron quemados
en el mismo año siete de ellos i desterrados
otros, con lo que se acabó tan eslrava-
gante secta, cuyos principales errores, con*
sislian en creer que por medio de la ora-
ción sublime a la cual llegaban ellos ad-
quirían un estado tan perfecto, que ya no
necesitaban d-.: sacramentos ni de buenas,
obras, i que podían entregarse sin pr car a
las acciones mas infames. Fueron sus ge/es.
Juan Villaipando natural de Tenerife i una
carmelita llamada Catalina de Jesús, que
tal vez fueron también: procesados por ta
Inquisición de Córdoba, aunque nuda liemos
podido saber acerca de esto. Si las. cau-
sas que se custodiaban en. el archivo del
tribunal se hubieran conservado, pudiéramos
ahora tener mucha» noticias de los alum-
'(80)-
en aprovechamiento. En efecto su orado»-
era estática i se estaba en ella cuatro ú cin*.
c o dias sin comer ni b e b e r , ni acudir a las
demás necesidades naturales, i según algunos
hasta se elevaba en el aire. Hicieron de o r -
den del O b i s p o i de la Inquisición varias prue-
bas para saber si era cierto su arrobamiento,
yá hincándole alfileres de á blanca, ya dándole
humo p o r las narices &c. i a todo se mos-
traba insensible, aunque no dejaba de sentirlo
xuuy bien. Sucedió, pues, para que se descu»
briese la falsedad de su virtud, que como
Gaspar Lucas acostumbrase llevarle la Euca-
ristía a la beata en el p e c h o , sin l u c e s , i c a -
si sin acompañamiento; i entrase el solo q u e -

Irados, i saber los pormsnores de sus de-


litos i estravagancias; pero en 1820 fueron
mandadas quemar todas por las inquisido-
res sin duda con el objeto de privarnos
del gusto de su lectura, por lo que care-
ce/nos de estos materiales para la historia
de los delirios del espíritu humana.
dándose fuera la gente, para entregarse después
de administrársela a las mayores torpezas;
siempre que había de venir a verla GaspaC
Lucas volvía en sí de su estasis la beata M a -
ri-Romera, cosa que llegó á inspirar sospechas
a todos; pero las que mas pronto descubrie-
ron la impostura y obcenidades de estos a l u m -
brados, fueron otras beatas que envidiosas al
v e r que solo M a r i - R o m e r a recogía los aplausos
de su estupenda virtud, la observaron tan bien
que al fin demostraron su falsedad y bella-
quería. Prendió la loquisicion a uno i otro, i
por los medios que tenia a su disposición e s -
t e tribunal les hizo confesar .sus delitos. Sa-
lieron al auto en que duró tres horas leer
su escandaloso precuso, i después d e absusltog
de sus delitos fueron condenados, Gaspar Lu-
cas a reclusión en un convento del orden de
la Merced, i Mari-Romera a servir por toda
su vida en el hospital de san Juan de Dios
de Granada ( i ) .

(t) Mucha era la codicia que tenían en


. Cérea de estos mismos tiempos, fuerou

estos tiempos ¿e parecer santos, mas bien


que de serlo . Ahora es muy al con-
trario; pues son muchos los que por una
detestable vanidad.
«•Mas que ser malos quieren parecerlo,,
A esta época pertenece también aque-
lla monja celebre, primero por su santidad
i después por sus embastes, priora de la
Anunciada de Lisboa ilustrada con la im-
presión de las Hagas en pies, manos, i eos-*
lado, (como ahora sor Patrocinio la monji-
ta de Madrid,) i con resplandores que de
ella saiian, la cual consiguió engañar al grande
Fr. Luis de Granada, que era su confesor,
aunque no logró lo mismo con Cordo-
bés Frai Alberto de Aguayo (el que mu-
rió electo Obisdo de ¿rslorga el año de
i5Sc), no el escritor que nació también en
Córdoba en 14G9, si bien ambos del orden
de predicadores}, que hallándose en Lisboa
sospechó los enredos de esta hipócrita
con comezón de parecer santa, lué este
caso por los anos de i5j£.
(23)
también presas í traídas a la Inquisición u s a s
famosas hechiceras de Hornilla llamadas las
Cámachas, cuyo nombre i fama ha trasmitido
el vulgo hasta nuestros dias. La causa de su
prisión, que es lo único que de ellas hemos
podido averiguar, se lee en un antiguo manuscrito
en los términos siguientes.
Siendo mancebo don Alonso de Aguilar,
(a quien después sus hazañas hicieron famosa
en ja historia de esta Provincia,) por su i l u s -
tre nacimiento, riqueza i dotes personales, d e -
searon muchas familias de la primera nobleza
enlazarse cou el dándole sus hijos en matri-
monio. Una señora muy principal que tenia
en esto mas decidido e m p e ñ o , determinó pa-
ra conseguir que don Alonso se casase cou su
hija, hablar a las Garnachas ofreciéndoles que
si salían con sn pretensión, ella les había
de recompensar generosamente. Las Camaclias
se lo prometieron, i con este objeto convida-
daron a don Alfonso para que fuese a uu jar-
dín donde había de estar la señora con quien
deseaban casarle. Esta, a quien las Camaclias
tenían ya en el sitio aplazado, vio cuando me-
nos aguardaba entrar lozaueando por el j a r -
j i n v n brioso i arrogante caballo eti true h a -
bían convertida las hechiceras a don Alonso (i)
i asustada sobremanera, como que ignoraba
que se hab ia de presentar bajo aquella forma
cayó desmayada al suele, i no volvió en sí
sino a fuerza de muchos remedios, por lo
que uo tuvo efecto la entrevista. Desde este
suceso la señora p o r todas partes principió a
quejarse de las Garnachas por el mal rato
que le habían h e c h o pasar, lo que habien-
do • llegado a noticia de los inquisidores p r e n -
dieron a las hechiceras i a don Alonso, que
hasta probar sü inocencia estuvo en una es-
trecha prisión, i al fin salió de ella apercibi-
d o que por ningún m o t i v o , ni bajo ningún p r e -
testo volviese jamas a tratar con las Cama-

(i) \Baro capricho para proporcionar la


entrevista i atraer a don Alonso a sus de-
seos convertirlo en caballo para que su-
cediese lo que sucedió! Esta visto que las
Garnachas, apesar de tus hechicerías, ni te-
nían previsión ni eran para el caso,
chas.
Sucedió, p u e s , qué pasado algún tiem-
po se hicieron unas fiestas en Montilla a que
fueron m u c h o s caballeros de Córdoba, i entre
ellos don Alonso de A g u i l a r . Algunos de estos
fueron a visitar a las Garnachas i ellas les ro-
garon que acabadas las fiestas, llevasen una n o -
che a su casa a don Alonso para un asunto
qua le interesaba mucho. Prometiéronselo. los
caballeros, i apesar de su resistencia, á fuer-
za de persuasiones consiguieron llevarlo una
noche a casa de las Carruchas. Pío tardaron
mucho en saber los inquisidores i segunda
vez prendieron a don A l o n s o , el cual contra
el parecer de todos, q u e creian saliese mal p o r
la reincidencia, fué puesto en libertad un dia
señalado. Supieron esta orden el secretario Va-
Iskarca i el portero de la Inquisición los
tríales dieron aviso de ella a don Gome de
Córdoba deudo de don Alonso, que alegre con
tal noticia les dio mil ducados de albricias, i
dispuso que para el dia señalado fuese con
el gran número de caballeros a caballo para
acompañar a don Aloiifo desde la Inquisición
basta su casa. Llamó la atención de los ¡n-
quisidores la venida tan puntual de los caba-
lleros en el dia señalado para dar libertad á
don Alonso, i habiendo mandado llamar a
d o n , G o m e , l e preguntaron a que que fin venia
eon aquellos caballeros; a lo que respondió q u e
habiendo sabido que aquel dia . salia libre don
Alonso él i los demás caballeros ¡van con el
fin de darle el parabién i acompañarlo a su
casa. Admirados los inquisidores de que se h u -
biese traslucido su orden, estrecharon tanto a
don Gome para que digese quien le había d a -
do tal noticia que, auuque al principio se re-
sistió, tuvo al fin que confesar que al secreta-
rio Yalaharca i el portero del tribunal se lo
habían dicho. Los inquisidores tomaron enton-
ces esta declaración judicialmente i en su c o n -
secuencia se formó causa al secretario i al
portero, í fueron sentenciados a doscientos a z o -
tes i diez años de galeras por haber descu-
bierto el secreto de la Inquisición ( i ) .

(i) Al margen de esta noticia se lee en


el manuscrito que hemos citado: Estas Garnachas
En i5g6 se hizo e n ' . Córdoba un Xa-

ademas d e las maravillas que hacían, comunes


,a todas las hechiceras tenían gracia especial
para predecir la duración de la vida de las
personas i conocer su capacidad intelectual, d e -
terminando la ciencia o arte para que tenian
. disposición. Al leer jo esta nota dije para
mi: ¡conocer la capacidad intelectual! si se-
rá esta habilidad peculiar de los Montilla-
nos?.-,- o seria la penetración de las Ca-
machas como la de cierto catedrático de
un seminario conciliar, su paisano, el cual , si
estaba mui satisfecho de la Filoso-
fía que sabia i enseñaba, que no
era otra que la arábigo perapatica juxta
inconcussa tulissimaque üivi Thonise dogma-
ta, lo estaba aun mas de su perspicaz di-
cernimienlo para clasificar la capacidad de
sus discípulos ; pero el tal catedrático,
mantenedor de las quiddidades, reduplicado-
snoso « u t o del que
m solo hemo5 podido saber
que salió penitenciado en él el Licenciado Ri-

ñes, conversaciones i equipolencias, propagador


de las sublimes ideas de la materia prima
i juez conservador del ente de razón, sabía
tanto de esto de calificar talentos como
de la lengua patagónica . feia él algunos
de aquel linage de talentos estériles, servil-
mente dóciles (señal de reprobación e* el
tribunal de Minerva) que solo tenían ca-
pacidad para relatar de coro sendas co-
lumnas atestadas de vaciedades en. latín
rahez i chavacano¡ ¿ pues no era menester
mas para que los colocase en el predicamen-
to de eminentes aunque fuesen unos zam-
bombos- Descubría otros que aunque ador-
nados de despejada comprensión , recto jui-
cio, i sólido disíurso, no sobresalían en el
poco envidiable don de relatar párrafos
psittacorum m o r e ? ; pues ya no merecían el
concepto ni la estimación de tan entendi-
do i perspieat maestro. Tal era su erite-
bera célebre A b o g a d o de esta Ciudad i un í n «
sigue dogmatizante llamado A b r a h a m de Porras»

rio, i tal su regla invariable. Sin embarga


algunas veces dejaba esta de tener uso en
obsequio de varios respetdloshumanos;en efec-
to, era preciso agradar a algunos amigos
simples que quedaban tan contentos i sa-
tisfechos con el voto de talento que el ca-
tedrático daba a su hijo, sobrino ó pu-
pilo como si este fuese prenda segura de
estupenda capacidad. En vista de esto, lo
repetimos; ¿si seria la penetración de las Ca-
machas de Monlilla para conocer talentos»
apesar de sus hechizos, como la de que se jac-
taba su insigne paisano?
r
del auto general de. fe, que sé ce*
lebró en la Ciudad de Córdoba a dos
dias del mes de Diciembre dé este
presente ario de \6Ü5, por los Sres,
Licenciados don Damián de Armen-
ia i Valenzuela, Arcediano i Canóni-
go de esta Iglesia, don Juan Ra-
mírez de Contreras del hábito de San-
tiago, el Dr. don Cristoval de Mesa
Corles, Canónigo de la misma
Sla. Iglesia, Inquisidores Apos-
tólicos de la misma
Ciudad. (1)

VIVA LA FE DE CRISTO.

(i) Escribió este auto el Lic. Juan Paez


de Valenzuela. "' —
Por ser tanto lo que hai q u e decir acer-
ía de los reos, i sentencias de este auto de ta
fé, que se celebró por los Sres. Inquisidores
de Córdoba; no daré cuenta en es!a relación
del grandioso acompañamiento con que se ce-,
lebró, martes dos de Diciembre. Basta que
acabado el sermón que predicó el M . R. P.
Fr. Juan de Arrióla provincial ,de 'sto. Do-
mingo en esta Provincia de Andalucía, se c o -
menzaron a leer las sentencias por el orden
siguiente:

D o m i n g o Garcia Serrano, i Maria Ro-.


driguez su muger, portugueses, vecinos de Li-
nares, .judíos, hsreges, apóstatas, judaizantes en
Ja leí de MoiaesJ, h a b i t o i cárcel , por dos
años.
Maria Garcia doncella, hija del dicho
Domingo Garcia Serrauo, vecinos de Linares
judia, herege, apostata, judaizante, de la di-
cha leí, habito i caree!, por seis meses.
Jorge Serrano natural de Lamego, Por-
tugués, vecino di* LinardS, judio, herege, a p o s .
tala, judaizante en la dicha iei, de edad de
4o, habito i cárcel, por dos años.
Manuel Enriques Valentín, Portugués
natural de Villa-flor, vecino de Andujar, ju-
dío, herege) apostata, judaizante en la dicha
lei, habito i cárcel por un año.
Valentín Fernandez, portugués, natural'
de Rio-seco en Portugal, vecino de Andujar,'
judío, herege, apóstata, judaizante en la dicha
léi de edad de 5j años, habito i cárcel per-
petua.
Felipa Serrano, doncella vecina de Li- '
nares, portuguesa , hija del dicho Domingo
García Serrano de edad de 17 años, judía,
herege, apóstata, judaizante, de la dicha leí)
habito i cárcel por dos años.
Juana Garcia, hija del dicho Domingo
Garcia Serrano, vecino de Linares de edad de
12 años, judía; hereje, apóstata, judaizante en
la dicha lei, habito i cárcel por dos años.
Beatriz López, suegra del dicho Domin-
go Garcia Serrano, portuguesa, vecina de Li-
nares, judía, hereje, apóstata, judaizante de la
dicha lei, hábito i cárcel por dos años.
Violante N u ñ e z , ' muger del dicho M a -
nuel Enriquez Valentín, portuguesa, vecina de
Andujar ¡ natural de Villa-flor , de edad de
29 años, judia, hereje, apóstata, judaizante «a
G
{3¿j
la-dicha fei, liábjlo, i cárcel por Hn a ñ o .
Marquesa Fernandez, portuguesa, rauger ,
de Luis Sánchez, vecina de Andújar, de edad
de. 6 o años, judía hereje, apostata en la di-
cha lei, hábito ¡cárcel por un año.
María Lorenzo portuguesa, viuda de F r a n -
c i s c o Sosa, natural de Villa-real, vecina de Bae-
za, judia, hereje, apóstata, judaizante eu la di-
cha lei, hábito, i cárcel por dos años.
Inés Márquez, portuguesa, viuda de F r a n -
cisco Rodríguez, natural de Villa-real,.vecina de
Baeza (cuya casa servía de Sinagoga, donde s e .
juntaban los judíos) de edad de 5 o a ñ o s , jn.«.
d/a, hereje, apóstata, judaizante en la dicha leí,
hábito i cárcel perpetua,
Pedro Luis, Portugués, mercero, natural
de Villa rea', vecino de Baeza, judio, hereje,
apostata judaizante en la dkha lei, hábito, i
cárcel por un a?p.
Juana de Vargas, portuguesa, muger de
Juan López, natural de V i l l a - r e a l , vecina de
Batzu, jiidifi, hereje,. apostata,, judaizante en la
dicha lei, hábito i cárcel perpetua.
Domingo G ó m e z Félix, portugués, veci-
no, de Baeza, j u d i o , hereje, apóstata, judaizante
en la dicha leí, hábito i cárcel por seis me-
ses. • ' • ,
Beatriz Enriquez, portuguesa , vecina dé
Baeza, muger de Enrique Pimentel, judia, h e -
reje, apóstata, judaizante en la dicha l e i , há-
bito i cárcel por dos años.
. Blanca Enriquez, portuguesa, natural dé
Villa-flor, vecina de Baeza, judia, hereje, após-
t a t a , judaizante en la dicha lei, hábito i cari
cel por dos años. •
Maria López, portuguesa, natural de Vi-
lla-real,, vecina de Baeza, judia, hereje apos-
tata, judaizante en. la dicha lei, hábito i c á r -
cel perpetua irremisible. .
Hernando Rodríguez, portugués, natural
de Villa-flor, vecino de Baeza, judio, hereje,
apóstata, judaizante en la dicha lei, hábito i
cárcel por dos años.
Jorge, Fernandez, portugués, natural de
Almeida, vecino de Baeza, judío,, h e i e j e , a p ó s -
tata, judaizante en la dicha leí, hábito i cár-
cel por dos años.
Blanca Diaz, portuguesa,; viuda de Simón
Lorenzo d e edad de 6 o años, vecina de Baeza,
y judia, hereje, apóstata, judaizante; «n. la dicha'
(36)
leí, hábito i cárcel perpetua.
Pedro Lorenzo, portugués natural dé
ViHa^rea!, vecino de Baeza, judío,: hereje, após-
tata, judaizante en la dicha lei, hábito i c á r -
cel perpetua.
Manuel Eoriquez, hijo d e Francisco R o -
dríguez i de. loes Vázquez, portugueses, na-
turales de Villa-real, l e c i n o de Baeza, judio,
hereje, apóstela, judaizante en la dicha lei, há-
bito i cárcel p o r un año.
Marta de san Luis, portuguesa, rauger de
Pedro R u í z , especiero, vecina de Baeza, judia,
hereje, apostata* judaizante en la dicha lei, h á -
bito i cárcel por un año.
• Isabel Méndez, portuguesa ^ natural de
Villa flor, vecina de Baeza, judia, hereje, ju--
Raizante en la dicha lei, hábito i cárcel por
un año.
Isabel Lopiez, portuguesa, tnuger de Ma-
nuel Gutiérrez-natural de Villa-real; vecina dé
Baeza, judia,, hereje, apóstata, judaizante en la
dicha lei, habito i cárcel por u n año.
Manuel Correa, portugués, natural de
Villareal vecino de Baeza, judio, hereje após-
tala, judaizante eü dicha lei habite i cárcel
¡gerpetinu .
Leonor Méndez,, doneettaj. su. hija,, ludia,
hereje, apóstata,, judaizante eu la, dicha lej»
habito, i cárcel, por un año,. .
... . Gerónima Fernandez,, portuguesa,, muger
del dicho. Hernando Rodriguez, observante en
l a dicha lei,. h a b i t a í cárcel por. un. año-
Ana Fernandez» portuguesa,, muger del
dicho Jorge .¡Hernández., natural de Villa• flor
Vecina de Baeza,. observante en ¡la.: dicha, lei,
habita i cárcel'.por dos. años. ic-r
Ana. Lppfiz,^'natural d e : Cádiz,, vecina
.dp.Baeza,. m-uger de -iGonzalo. • Pereza portugués
estanquero dey lar piuiiexta, observante en la
dicha lei,. .habitta'i « a r c e ! perpetua, irremisi-

•r - Francisco de- l í u q u e ' vecino;'< de- G a b r s ,


t

(nb presa. par.;;rénegado;. porque ; siendo cauti-


vo en Tremezin^ renegó de D i o s : N. S. i de
.nuestra /santa ^Fe 'Católica, i . se. casa con. una
Mora, i estub.Q caiado^ítres días, i, la. dejó ; (i)

f'J.. 1..!"' -l.» • . ••un. ' ' • ' i •<•

(\) Pronto se- .saiisfito, elrenegado de- ma-


trimonio: muchos renegados hai en él mundo.
m
i-de allí fué á la casa de Meca, a adorar él
« é p u l c r o d e 'Mahoma , donde
; :
vid»'en un carn-
eo que estaba número mas. de catorce rilíl
moros, que habían ido a ' andar aqnella rd-
m e r i a , s a l i r - p o r la alto de una sierra, un
Morabito, (i) caballero en un ' c a m e l l o , i con
un lienzo blanco' les h i z o ' u n a ' señal, cou la
¡cual se postraron todos en*'tierral' I el M o r a -
bito coméifsió 'a leer en "úri libro del Alcorán
.de Mahoiua, i después 'de h a b e r ' d i c h o cierfafc
palabras, volvió a hacei' lá' ¡dicha s e ñ a l a '-'del
.'lienzo , c o m o poV modo-'de-•'"absolución , i se
-fué por. ¡ la otra . p a r t e ' d e ' i a Sierra perdón?-
¡de había:-venido, i lós°dem:as<" rAór'os ' s é " ? * 1

•ya o ta roo, i .el d i c h o :


Fráudisédide Luque;-' ico^
meuzarcn la adoración del sepulcro de Ma'l-
. b o m a , i paras entrarla a ilíacer, 'le ?
retajaron
•i pusieron¡i?,por • nombre ''Mostsfa: i raparon
Ja barbad vrgóte3, cabeza'': i cejas i las deirias
¡partes vergonzosas, i se^désnüdó eu carnes,' i
lavó el i cuerpo e hiza:.ila3t->«demas ceremonias

• (.1) •. Religioso Mahometana;


• . Circuncidaron. , • '• ?
v
con ib» demás moros, con quién entro ir'na-
cer la dicha adoración; i hincó tres c'laVos'-éti
un madero (qáé le dijeron érá del paraíso)
*ri señal"" cte que se lé perdonaban sus pe-
cados;' i e n t r ó ' l a cabeza éñ una argolla' de
la que* salían libres i absúeltos de todas sus
culpas;'y'¿ebío del agria' :
do üri pózóvqúe
era éí '¿g:áa'dé
JC
la gló'i'iá*. Allí estubó''c¡értós
d í a s , hi cíeuiio'él
:
'Cüadaci' y "ioltic, con :
íás
cérémofííás ¿té íos;' moros,'' que van a aquella
' r o m e r í a , ofe fá que volvió -
á Melílla, dunde c a -
sa corr^"otra .'¿üora> i luego
e
l a ' desechó
;
i an-
d u v o , embarcado en ef'iñar, "con otros motos,
mucho'"' t'iém^óv' pirateando; Cautivando.''cristia-
nos i'- robando' la tierra da ellos. F ue séntéii-
: :

ciado en cuatro años de galeras i en doscien-


tos" a"¡róTé5,*"i~ ique d e s p u e r de haber ettarplido
en las galeras, al rema i- sin suelde, vuelva
con- el sambenito, (y) a' tenerlo en' c á r c é l p e r -

(¡J" Sambenito es corrupción de las pa-


labras saco bendito; Humoso- asi por qué en
la primitiva iglesia después de bendita' se
ponía a los pecadores, en. señal de públi-
ca, penitencia: '
petua, eti la de la penitencia que tiene txXjt
.Santo oficio e n esta Ciudad. .
Bartolomé García Tagarro , vecino de
Alcalá la Real por casado dos veces; fué s e n -
tenciado á que saliese al auto, con vela de
penitente, i una coroza, pintadas en ella las
insignias de su delito, i que le fuesen, dados
doscientos azotes, por las calles acostumbra*
. das de esta Ciudad, i desterrado, de la de
Alcalá la Real i del distrito d e esta Inqui-
sición, i que vaya, a servir a S. ,M. en sus
, reales galeras por tiempo de tres años á re-
mo i sin sueldo i que abjurase, de levi.
. JVIiguel Tello, natural de Albayale d e Zurita
. b e r m i t a ñ o en la hermita de san Cristoval \ i ) junto,

(i) . Este hermitaña alumbrado nos trae


_ á la.memoria a .cierto santero ..brujo de
guien hace mención el ilustre i sabio mé-
dico. Andrés de Laguna , cuya historia por ser
.curiosa copiaremos aqui:
Siendo yo medico asalariado de la
ciudad de Metz, visité al Duque, Francisco
(4t)
a la- T o r r e d e don Xiiueno: fué preso por
alumbrado i embustero, i sospechoso de núes-'
tía santa F e , porque valiéndose de decir, que
.tenia, revelaciones, i que veía muchas visio-
nes celestiales, las refería a muchas i dife-
rentes uiugeres, con quien pretendía- ganar o p i -

de-'• Lorena > que estaba malo en Nancy, él


año de i545. En la cual sazón vino alli a
su Señoría todo Un consejo a pedir justi-
cia • i venganza, contra dos' vejezuelos des±
venturados, que eran marido i muger, i se
tenían en una'' hermililla, media legua dé
'aquella villa, por cuanto (según la. pública
1>oz i Jama) eran brujos notorios, i que-
vianda las sementeras, matando todo el ga-
nado, i sorviendo la sangre' a los niños',
habían hecho daños irreparables. Oídas tan
acerbas criminaciones, mandó el Duque pren-
derlos, i meterlas a la tortura: los cuales
confesaron luego todo lo suso dicho, i en-
tré otras muy horrendas hazañas, afirma,
ron que tillas habían muerto al Duque An-
nio.n para sus": embustes; iUs 'decia ' q W en
unos carbones• encendidos,' habia visto la- d i a -
dema de las tres potencias que ponen a Xé-
su-Cristo nuestro Señor sobre su • cabeza; i - q u e

fonio su paÁreU- i a el dádole-. aquella ew


fevmedad tan. grave, que poco a poco le consu-
mía. Preguntándoles el Duque, porque \ res-
pecto, i en qíie fo rma, . le,. habla hechp„en.r
jet-mar, dijo el viejo constantemente, qu,e,pf>r
que el jueves ..de la cena .pasado, su \ecse-r
leticia no le; habia lavado los pies, ¿,,ves.r
fido entre los doce pobres,, como solia,,\lqs
otros años, entró en una melanColia\\. mui :

grande; i que después , como,siempre le V.iex


se el diablo mui triste en el cerco, enfeq-
dida la causa, de su tristeza, le dijo;- si
ffuieres vengarte del . Duque, loma esta va-
ra, i cuando le vieres pasar por tu :.her-
mita, échasela , delante de, los pies del ca-
ballo, i ansí trabucará i se hará mil
pedazos ; empero si no le quieres
matar i sino tenerle enfermo, al coma
(¿2) •
•s tíuta "verdad i tan de' Fe" que el'Fspi'<
ritu S a n t o ' a s i s t e a los concilios, que sí l o s
moros 1
líicicrán conciliof'"les asistiría tambieti
•1 Espíritu" Santo . E l - d e e i á que 'Jesú«Crisl<í

a pedirle'^ limosna alcamino i próéú\


ra de rehollarle en:' el rostro', porque en1

tonces estando yo a 'tus espaldas , soplaré"


tambieti 'por tu colodrillo, i le inficionaré'
con mi anhélito de tal' suerte, que ninguno
sino- tu; 'pueda jamas' sanarle. En éste 'modo
pues,-díj'^él'- 'brujo herniitaño, que había in-
ficionado-'til buque, ton' intención "de cu-
'rarlé 'prestó-, con un secreto remedió que)
le había' 'enseñado su' '^maestro el demonio'.
Por''• dónde" ¿tinque* y
él'córiséjo se resofvio
en qué';fáéséh' 'quéniattoS entrambos, todavía,
el jyúr/ue' htto gractü i merced de la vi±
'•da al viejo}'por la '^onfmhza que en el te-
nia dé sV'salud,
v
ñ'án'si'ta vieja fue he-
cha pbfvoi'^ en presencia de su marido;
é! cual d'espiies siendo regalado i favoreci-
do 1
en? cstfetno del ''Priricipe, aun que te-
nuestro Señor no tenia alma, 'sino que; la
Divinidad le servía de alma. 1 otras super r

ticiones i errores al modo de estos. F u é sen-


tenciado en que saliese al auto,, con la vela

nido, siempre «. muy\ buen recauda, un dia


con sus guardias se• fué a cenar •. al .lugar
fie donde le habían, acusado, i habiendo he-
cho aquella nocjie muy buena chera, i ce-
nado en gran regacjja, amaneció, ahogado; tras
el cual, murió el Duque desde a no: muchos
dias.. Decíase entredós, populares^ffue eldia-
blo había torcida el cuello al villano, por-
gue no diese salud al Principe,.Ql^as tenían
sospecha, que ios labradores de aquel lu-
gar, por la emvidia i odio,que lerjenian
le habían mezclado veneno. Eniperp,¿que, ti;-
ne que hacer .-.ste-. cuento can,- el,., Salanót
Entre otras cosas ^ue se hallaron fin la
hermita de aquellos\ b,r.ujps, fué.
i unp, olla, me-
dio llena de un ci^r^ta ungüenta verde, co-
mo el de populeón, { caí el cual se untaban;
cuyo olor era tan grava i pesado,. que,mos-
de penitente, i desterrado del dicho lugar de
lá Torre don X i i n e n o , i del distrito de esta
Inquisición, i privado perpetuamente del hábi-
to de hermitaüo, i que esté do» años reclusa

iraba ser compuesto de yervos en ultime


grado frías i soporíferas: cuales son la ci-
cuta, el solano, el veleño i la mandrago-
ra; del cual ungüento, por medio del al."
ptacil, que me era amigo, procuré de haber
un buen bote, con que después en la ciudad
dé Metí hite untar de pies a cabeza la mu~'
ger del verdugo, que de celos de su marido
habia totalmente perdido el sueño, i -vlici-
tóse cuasi medio frenética; i eslo, ansi por
ser tal Sujeto apto, en quien se podían
hacer semejantes pruebas, como por haber'
probado infinitos otros remedios en valde, i
parecerme que aquel era mucho a propósi -
(ó, i no podía dejar de la aprovechar, se'
gun de su olor i color fácilmente se cole-
gia. La cual súbito en siendo untada, con los
ojos abiertos como conejo, pareciendo tam-
en el convento que le fuere serialndoj sirvíen».
do en las cosas que le . mandaren, i que allí
sea instruido en las de nuestra Santa Fé.
Ana González, portuguesa, natural de

bien ella propiamente una liebre, cocida, se


adurmió de un tan profundo, sueño, que ja*
mas pensé despertarla. Por donde con fuer-
tes ligaduras i fricciones de las estremida-,
des, con perfusiones de aceite costino, i de
euphorbio, con sahumerios i humo a narices.,,
i finalmente con, ventosas, la di tal priesa,
que al cabo de treinta i seis horas, la resti-
tuí en su juicio i acuerdo; aunque la pri-,
mera palabra que habló, fue';, ¿porque en mal.
punto me drsperlasles, que estaba rodeada,
de todos los placeres i deleites del mundo?,
i. vueltos a su marido los ojos, el cual es-^
taba alli, todo hediendo a ahorcados, dijo-,
le sonriendose; tacaño, hagote saber que te*
he puesto el cuerno, i . con un galán mas,
mozo i mas estirado que tu. I diciendo o-,
tras cosasj muchas, iniui estrañas, se dc$-.
'(¿7)
sis. Colomba, vecina de Jaén; fué presa por
blasfema, i no se leyeron las blasfemias, i er-
rores qne habia dicho, por ser tan licenciosos
i mal sonantes; fué sentenciada en que saliese

dacia porque de alli nos fuésemos, i la de-


jasemos volver a su dulce dw.-fto: del cutd
poco a poco la divertimos, aunque siempre
la quedaron ciertas opiniones vanas en la'
cabeza. De donde podemos conjeturar, que to-
do cuanto dicen i hacen las desventuradas
brujas; es sueño, causado de brebages i un-
ciones mui frias, las cuales de tal suerte las'
corrompen la memoria, i la fanlasi» t que
se imaginan las cuitad/lias, i aun firmísima-'
nuinlc creen, haber hecho despiertas, todo*
cuanto soñaron durmiendo.
Allégase a todo lo suso dicho, un no
liviano argumento, i ti que ánsi aquella, co-
mo todas las que en tan infames ejercicios
fuer oí hasta aquí convencidas i a una vos
confeiaron (según consta por sus procesos) que
habían conocido muchas'veces cdrnalménlé
al auto, con beTa de penitente, una soga ai
pescuezo i una mordaza en la lengua, i que
le fuesen dados cien azotes por las calles acos
tumbradas de esta C i u d a d , ! desterrada/ del

eX demonio; i preguntada?, en particular, si


habían sentido notable deleite en su acceso,
respondieron constantemente que no, i ésto
«causa de la incomportable frialdad que
sentían en las parles diabólicas, de las cua-
les también a su parecer se les revertía un
humor frió como el yelo, t a manera de
granizo, por las entrarías. Los tales acci-
dentes no pueden proceder de otra causa,
sino de la ecsesiva frialdad del ungüento^
que las traspasó a todas, i se les mete eii
los tuétanos Ansí que las tales, dado que
sean escandalosas, i merezcan un castiga ejem
piar, por hacer pactos cari el demonio, tu •
davia la mayor parte de cnanto dicen
es devaneo: pues ni con el espíritu, ni con
el cuerpo, ¡amas se apartan del lugar a
donde caen agravadas del sueños í esta es-
7&)
üistrlto do esta inquisición por tiempo de tres
años, ( i )

la opinión de la mayor parte de tos Teó'


logos, aprobada también con decretas de al-
gunos santos Concilios; canviene a sabvr, que
el demonio no puede obrar sino por medio
de naturales causas, aplicando activa pasi-
vis, j que ansí, por su demasiado saber i
agudeza, conociendo la virtud de los seme-
jantes ungüentos, se los enseña a las vanas
brujas para hacerlas soñar i creer infini.
las burlas i vanidades, no obstante que al-
gunos varonas pios tieneti por resoluto, que
el demonio las puede transformar en cien
mil fantasmas, i llevarlas en cuerpo i en
anima por el aire; en lo cual, ansí como en
todo el resto, me remito al sano parecer de
la santa iglesia de Roma.
(i) Si en aquellos tiempos había tantos
hechicero?, judíos, i tasados dos vtees, en
cambio no eran muchos los blasfemos: bien
al contrario de lo que ahora sucede: pitea
si hubieran de castigarse, como debieran, al*
gun trabajo darían a los tribunales.
Rodrigo Nuñez portugués vecino de L a -
cena, judio, hereje, apostata, judaizante en la
dicha lei, hábito i cárcel por un año.
Francisco López Nuñez, hijo del dicho
Rodrigo ¡Nuñez, vecino de Lucena, observante
de la dicha leí, habito i cárcel por un
año.
María Diaz, viuda de Alvaro López, por*
tu§uesa, natural de Mancorbo, vecina de Luce-
na, judia, hereje, apostata, judaizante en la
dicha lei, hábito i cárcel por dos años.
Isabel López, portuguesa, natural de L i s -
boa, vecina de Lucena, observante de la di-
cha lei, hábito i cárcel por seis meses.
Isabel INuñez, luuger del dicho Rodrigo
Nuñez, porlugu-esa, vecina de Lucena, judia,
hereje, apostata, judaizante en la dicha lei, h á -
hito i cárcel perpetua.
Maria Nuñez, hija del dicho Rodrige N u -
ñez de edad de doce años, observante de la
dicha lei, salid al auto con vela de penitente i
sambenito, el cual le quitaron en el cadalso
acabando de leer su sentencia.
Bal tazar Rodríguez, portugue's vecino de
Lucena, judio, hereje, apostata, judaizante, dog-
matista ríe la dicha lei, fué sentenciado en há*- r

hito i cárcel perpetua.


Alonso Garcia de Salazar , natura! de.
Fuen rubia, vecino de Alcalá la Real , enipe- (

drador, por casado dos veces, fué sentenciado


a que saliese al auto con vela de penitente i
coroza, pintadas en ella las insignias de su
delito, i que abjurase de leví, i desterrado d e !
destricto de esta inquisición, i de la de C u e n -
ca por tiempo de d o s años, í que vaya á ser-
vir a S M. en las galeras por cinco a remo
i sin sueldo.
Catal'ma de Salazar, natural de Córdo-
ba 1 vecina de Aguilar. F u é presa por hechi-
cera, por que tenia pacto especial, i asiento con
el demonio, para que le ayudase con sus.apa-
riencias a sus trapazas, ilusiones i mentiras,
habiéndole dado un miembro de su cuerpo, ett
señal del pacto; ( i ) en virtud del cual lo in~

(i) Costoso por cierto era el pncto i mus


si con el no se conseguía otra cosa que en-
gañar al vul^o ignorante por medio de em-
bustes i apariencias fantásticas.
vocaha imperativa'.nente con dive sos r
nombres
que le ponía. • i ¡ Y para traer el galán de
una amig-i suya, i otro con quien estaba a m a n -
cebada, ambos aumentes, decía:

Y o te conjuro
Por tizón
Y por carbón
Y por cuantos diablos con el son,
Y por el diablo cojüe! >, (i) •
Para q .e cou pronto vuelo
Me traigas a Bartolomé.-
"Venga, venga, ¡ no se detenga
P o r el aire c o m o torbellino
Sin que encuentre tropiezo en el camino,
I has que yo le paresca c o m o una leche.

Tenia uua pintura de sania Marta, de pup*?,


con la cual hacia otro conjuro de esta mane-

(tj Es sujeto conocido por muchos nom-


bres, en cierto modo, como los títulos i perr
sonuges de alta categoría: biíi que el en la.
suya no deja de ser supuesto de importan-
cia.
, (2) -acaso no podría venir al conjuró por
ra. María, Marta, v o s sois ríos, í yo soi una;
vos sois tres i yo soi dos; vos sois cuatro,
i yo soi tres; h e d í a m o s la sueite. Mirad que
os digo, buena muger, a vos os lia caído la
suerte; i pues yo había de hacer lo que vos
me niat.'daredcs, si a mi cayera, ahora lo ha*
beis de hacer vos.
Haced que venga mi Bartolomé:
Venga, venga i no se detenga
D e ! i iíion al pulrcou,
I del pulmón al loton,
I v e n ¿ a , venga i no se deterga.
I prosiguiendo con otros disparates, embustes,

hallarse aun encerrado en la redoma de que


lo saco la piedad de don Chafas Leandro
Pérez Zambullo. Mas en cuanto a que me-
rece ser invocado no cabe duda; por que según
el mismo confesó de sí, ademas de ser un
diablo de importancia por nombre slsmodeo,
se consume cuando se vé ocioso i es el mas
activo i laborioso de cuantos Jiai en el in-
fierno.
"(*0
i quimeras (asi para con esta, como para con
-otras diferentes personas) habia hecho i d i c h o
m u c h a s cosas superticiosas i ridiculas, dando
crédito a ellas, i a Satanás, enterada de que
tenia fuerza para obrar por su virtud i fue-
Tonle halladas- en un zurrón de gato pelado,
con la pintura de santa Marta, uuas avellauas
confitadas, unos cabellos negros, i otros rubios,
u» martillo, una media hoz, un poco de c a r -
ne de m e m b r i l l o , unas candelillas, i unas b a r -
bas de cabrón, ( i ) i había cometido muchos
i diversos errores. Fué sentenciada en que sa-
liese ál auto con vela, de penitente, una zoga

• (\) El cabrón es muí querido de brujas


i echiceras: tal vez por esto llevaría Cata*
lina de Salazar sus barbas en 'd zurrón co-
mo reliquias. Léanse sobre este particular, i
sobre todo lo que sea hechicería i brujería
las disquisiciones mágicas del jesuíta Martin
del Rio, citadas ja en otro tiempo por otro
anotador de un auto célebre de fé, el Ba-
chiller Cines de Pojudiila.
al pescuezo, i una coroza pintadas en ella l a »
insignias de sus delitos, i que le fuesen dados
cien azotes,, por las calles de esta Ciudad, i
desterrada d e la Villa de Aguilar,, i del dís-
tricto de esta inquisición.
Doña Catalina de Mercado, muger de
Pascual Andrés, Escribano publico de la Villa
dé Aguilar i vecino de ella observante de la
dicha lei. Fueronle confiscados la mitad d e sus
bienes, i salió, al auto con vela de. penitente, i
hábito de media aspa.
Doña Isabel Pérez de Aguilar,. vecina de
la dicha Villa de Aguilar* muger de Antón d e
Córdoba» labrador,, observante do la dicha lei,
hábito i cárcel por d o s años.
Doña Catalina Mercado, muger de Juan
Rodríguez, Librador, vecina de Aguilar, obser-
vante de la dicha lei, hábito i cárcel por dos
años.
Doña Leonor de Herrera, muger dé G o n -
zalo Pérez, labrador, vecino de Aguilar, obser-
vante de la d i c h a lei, hábito i cárcel por dos
años.
Doña Beatriz de Córdoba, viuda del L i -
cenciado Pedro de Aguilar, i vecina de la di-
cha V i l l a , observante de la dicha lei, hábito i.
earcel por dos años.
Beatriz de Córdoba, viuda de Gonzalo
Ramírez i Catalina Jo-ge su hermana ihijaí
de A l v . r o Jorge, i de Leonor de Avila, rela-
jad-i en pe s.ioa que se q u e m ó en esle auto)
observantes de la dicha lei, hábito i cárcel p e í -
petua.

ESTATUAS DE D1FÜXTJS
R ECOiyCILIADOS.

Doña Inés Pérez de Aguilar , hija de


Isidro de Aguilar, i de IMencia Pérez - vecina
de la Villa dicha í observante de la dicha
-lei, reconciliada en estatua.
Doña Bsntriz de a g u i l a r , muger de Isi-
dro de A g u ü a r el mozo, vecino de la dicha
V i l l a , observante de la dicha lei, reconciliada
en estatua.
Leonor N u ñ e z , doncella, portuguesa, ve-
cina de Lucena, observante de la dicha lei, iff-
r
(S7)
•onciliada en éslatoa.
Alaria A l v a r e z , portuguesa, viuda de M a - '
xmel Fernandez, vecina de Baeza, observante de>
la dicha lei, reconciliada en estatua.
Gonzalo Pérez, portugués, estanquero d»
la p i m i e n t a , uatuial de V i l l a flor, mercader, v e -
cino de Baeza, observante de la dicha lei, re»
Concillado en estatua.
Vasco Fernandez de Figueira, Valentín,
portugués, natural de Villa-flor, vecino d e An>
dujar, observante de la dicha lei, reconciliado
j
•n estatua.
Pascual López i Blanca Rodriguez stí
muger, vecinos de Lucena, observantes de la
dicha leí, relajados en estatuas.
Diego Fernandez el Doctor, i V a s c o Fer-
nandez su hermano, portugueses, vecinos de
Lucena, observantes de la dicha lei, relajados
«n estatuas.
Manuel Gutiérrez, portugués vecino de
Baeza, observante de ¡la dicha lei, "relajado eu es-
tadía.
Catalina Correa, portuguesa, vecina de
Baeza, observante de la dicha lei, relajada en
« s tatúa-
Vasco Fernandez, Valentín, portugués,
vecino de Ándajar, observante de la dicha l e i ,
relajado en estatua.
Isabel López, suegra de Pascual López,
portuguesa, vecina de Lucena, observante d e la
dicha l e i , relajada en estatua.
Luis Baeza, Costa, i Francisco Baeza, C o s -
ta, hermanos, portugueses, vecinos de Baeza,
observantes de la dicha lei, relajados en es-
tatuas.
Isabel Rodriguez, la Cardosa, portugue-
sa, vecina de Baeza, observante de la dicha
lei relajada en estatua.

RELAJADOS EN PERSONA .

Leonor de Avila, muger de Alvaro Geor-


je, vecina de Aguilar, i natural de Ecija, ju-
dia, hereje, apostata, dogma ti sta, encubridora,
judaizante, i relapsa en la dicha lei, relaja-
da en . persona.
Antonio López, portugés, vecino de B a e -
za, marido de Gracia Garcia ( i padre de Ma-
(59)
•jtnel L ó p e z , pertinaz en este auto) judio, he-
reje, apóstata, dogmastista, encubridor, judaizan-
te, relapso en la dicha lei, relajado ¿n perso-
na.
G u i o m a r López, portuguesa , vecina de
Baeza, judia, hereje, apóstata, dcgniatisla, e n c u -
bridora, judaizante, relapsa en la dicha lei, r e -
lajada en persona.
Gracia García, portuguesa, vecina de B a e -
za. muger del dicho Antonio López, i madre
del dicho Manuel López, peí tíuáz, judia, here-
je, apóstata, dog-iuatista, encubridora, judaizante
relapsa en la dicha lei, relajada en persona.
Manuel López, portugués, hijo del dicho
Antonio López, i de la dicha Gracia Garcia,
Tecina de Baeza, judio, hereje, apóstata, judai-
zante, dogmatisla, fautor i encubridor de ju-
díos, obstinado i pertinaz, observante de todos
los ritos i ceremonias de la leí de Moisen, ne-
gaba la segunda i la tercera persona de la
Santísima Trinidad, i la venida de .'esu-Cris-
to nuestro Señor al mundo, i el misterio de
la Encarnación: negaba el Sacramento de) al-
tar, i los demás .Sa era m en tos de la Iglesia
uu«stra Madre, i la virginidad de nuestra Se-
TDort, i decía que no había mas que un solo
Dios de Abrahaui, de Isaac, i de Jacob, i que
a solo e s t e , Dios se había d e creer, negando
la distinción de las personas de la Santísima
Trinidad, con otros m ichos errores, en todos
los cuales estuvo pertinaz i obstinado. Ha-
biendo sido judio, hereje, apóstala, dogmatís-
t a , encubridor de todas las ceremonias i ritos
de la lei de Moisen. I si bien cou afecto p a r -
ticular, se hicieron todos los medios posibles
para reducirlo al conocimiento de la verdad,
s í n g a n o s lo fueron, (i, I preguntándole si acá-

»" : —» —— •
(i) Tanto peor para él; mas si se pu-
dieron todos los medios posibles que dicta
la caridad para sicario de su error, i no
se consiguió que conociese la verdad, su al-
ma en su palma. A creer a nadie se puede
obligar, sino quiere: este acto interior del
alma esta fuera de toda coacción. Gaitera p o -
tes t homo uolens; credere auiein non potest
nisi volens, decia san Agustín.
En es i os tiempos se habían olvidado
J61)
baba de tomar resolución para salir de su p e r -
tinacia, respondió que el iba por el camino
de la verdad, i que todos los demás iban e r -
rados, i que el pretendía la salvación de su
alma, la cual tenia cierta en aquella lei. 1 h a -
biéndose tenido con el muchas audiencias, con
junta de muchos Consultores , i Calificadores
muí doctos de este Santo Oficio, procurando
lo sacar de sus errores, i qué conociese la
Verdad, siempre habia estado pertinaz, proter-
v o i obstinado, diciendo que la lei que el se-
guía, era la verdadera q u e se habia de guar-
dar. Estsndo siempre en su dureza 1 obstina-
ción, fué sentenciado a relajar en persona, en-
tregado al brazo de la Justicia Real para q u e -
marlo vivo. Seriau ya las nueve de [la noche

totalmente de que el arma tínica permitida


en estos casos es aquello da insta opportuoé,
irnper;u¡:é, argüe, obsecra, increpa in onrni pa-
tíenlia et d o i l i n . a . La fe quj se consiguiese
por otros medios, si fuese posible, no seria
la fe de los cristianos.
cuando la Justicia Real tenia prevenido'verdu-
go, alguaciles, ministros, pregoneros, í ca valga-
duras en que subieron a' los relajados i los
llevaron fuera de la Ciudad, a un sitio dipu-
tado para quemadero que llaman el Mar ru-
bí al, campo raso, en que está un rollo de
piedra marmol junto del cual había puestos
cinco maderos, i en el uno, puesta una argo-
lla, i prevenida mucha cantidad de leña . En
llegando dieron primeramente garrote a las tres
mugeres, > al dicho Antonio López i acabados
de ahogar echaron leña i pegaron fuego , en
el cual fueron arrojan lo una a una las e s t a -
tuas relajadas, en nombre de sus dueños re-
presentados en ellas.
Hecho esto pusieron en el palo del argolla
al dicho Manuel López, pertinaz, i vivo, le c o -
menzaron a dar fur-gn habiendo antes de e n -
cenderlo en la parte que estaba, todos los r e -
ligiosos, que cou el i los demás habian ido,
Dominicos, Franciscos, Carmelitas, Trinitarios
i de la Compañía de Jesús, hecho notables
diligencias afectuosamente procurando su con-
versión (i no siendo posible, ni habiendo a p r o -
vechado para ella los ruegos i lágrimas de sus
(63)
quemados padres, que con demostraciones al
parecer verdaderas, una i muchas veces este
dia lo habían pretendido) encendieron mas el
fuego, sin que hiciese demostración de sen-
timiento, tal era la privación .en que el de-
m o n i o le tenia apoderado de su cuerpo i a l -
ma: i tal su obstinación, terquedad i dureza:
bien que el fuego embravecido de ella se a p o d e -
ro de su cuerpo de manera que sin perder
su furia, a el i a los demás dejó hechos c e -
nizas: siendo la gente que habia salido a ver
este lastimoso espectáculo tanta, que con ser
campo espacioso el sitio, ni coches, ni. caba-
llos, ni personas se podían mover.
1 es mucho de notar para la confusión
de estos i de los demás judio», que habiendo
un religioso Francisco antes de entrarle la c a -
beza en la argolla, propuesto algunas razones
eficaces para que conociese a Jesu-Crísto nues-
tro Señor i saliese de su e r r o r , le respon-
dió estas palabras. Reniego de Dios, que p r i -
mero me llevará el diablo que confiese a J e -
su-Cristo. De donde se ve' claramente como
permite Dios que por negar a Jesu-Cristo su
hijo, vengan también a. negailo a el; i que
autos wstíerAnles aun no sean mártires áe stl
engañada lei, sino solo mártires de Satanás
para el fuego eterno. Cumpliéndose la pro-
fe'|!» de Isaías, cap. 6 " * 10. t'xcmca cor po-
pule hujus, el aures e/us aggrava, et oca-
les ejus claude í^c. (\)

(\) ¿No perece imprsible que en España


i en los tiempos en que se celebró este au-
to i otros de esta colección hubiese tan
crecido numero de judíos ocultos o manifies-
tos i que tantosy criados en el seno de ln\
religión, católica sin contacto ni comunicación
con judíos, diesen en la manía de judaizar?
¿Por qué ahora ni muchos años ha no se cono-
cen judíos ni judaizantes? Sí vale la verdad
diremos que los había entonces por que ha-
bía inquisición, i que de algún tiempo á és-
ta parte no los hai por que ésta dejó de
ejercer su antiguo rigor, incompatible ya,
con la opinión del siglo, i por que después
dejó de ecsistir.
DEL AUTO GENERAL DE LA FÉ QUS
se celebro en la Ciudad de Córdoba a
9,1 del mes de Diciembre de I69r7\
años, por los Sres. Licenciados D. Da-
mián de Armenia i Vahnzuela, Ar-
cediano i Canónigo de esta santa Igle-
sia, D. Juan Ramírez de Conlreras
del hábito de Santiago i el Dr. Cris-
loval de Mesa Cortes, Canónigo
de la misma santa Iglesia,
Inquisidores apostólicos de, la
misma Ciudad. i
X67J

r
Al llustrisimo Sr. D. Antonio
Zapóla^ Cardenal de la santa
iglesia de Roma, del Consejo
de Estado, Inquisidor Gene-
ral &c.

Por mandato del tribunal de esta san*


ta inquisición, hago relación a V . S. llustrisi-
nia del auto de F é celebrado en Córdoba a iv
d e este m e s . Pequeño servicio, i quien lo ha*
ce se reconoce obligado a mayores como mi-
nistro antiguo de la F e ' , i religioso de la C o m -
pañía de Jesús. La obediencia califica humildes
obras, i las pequeñas realza la voluntad de
hacer otras m a j o r e s en servicio de V . S. l l u s -
trisima. Dios le dio al m u n d o por escudo da
la F é i cuchillo de la heregía, i asi le dio
p o r armas las Zapatas de que se adorna la
(68)
cristiana Té (i) cual bellísima princesa de S a -
lomón en los cantares, i con e l l a s , c o m o dijo
R u p e r t o , (cap. 6. lib. in canl.) quiebra la c a -
beza de la serpiente infernal. Bene calceata
Capul serpeitlis conlrivit. Con esta misma i n -
signia dice David en los Salmos que Dios ba
d e reducir a la rebelde ldumea, í traer a
su obediencia los m a s ágenos i estraüos de
•ella. (Ps. 5g i 107 In Idumeam cxlendam
oalceamenlum meum; mihi alienígena; subditi
sunl.J ft'o sin grande mí..terio la divina pro-
videncia encomeudó a V- S. llustrisima des-
de sus menores años materias de la Fé, que
habiendo juzgado como inquisidor en particu-
lares tribunales, como prelado ¿11 las mayo-
res iglesias de España, i como Cardenal en el
Supremo Consejo de Roma, ahora las rige i
defiende como cabeza en la General Inquisi-
ción de toda nuestra Monarquía. JNo es pues
maravilla que tan recieneutrado en ella se

(\) Alusión violenta, estravagante i ridi.


cala.
"(S9)
bagan autos célebres i se arranquen las ma-
las semillas de los errores eslrang'jros, que e l
enemigo ha procurado sembrar en el cam-
p o fértil de Andalucía para ahogar, si p u d i e -
s e , la buena de su cosecha. En el m i s m o i n -
tento han trabajado ayudando a V . S. lius-»
trisíma, asi en este auto como en el pasa-
do con vigilante, zelo i cuidado infatigable
estos Señores Inquisidores, Fiscal i Ministros,
de la Fé, para los cuales tiene Dios guar-
dado inmenso premio de su mano i librado,
en las liberales de V . S. Ilustrisima que y o
como humilde capellán beso, i suplico a N.
Sr. guarde largos años para bien de la Cris-
tiandad. Córdoba 2.2 de Diciembre de 1627.

Rodrigo de Fi&ueroa*
pí)

Domingo Yeinte- i uno cíe N o v i e m b r e , dia


de la Presentación de la Virgen M. S. se
publicó el auto, habiendo prevenido el Tribu-»
Bal a los dos Cabildos para que se junta-
sen ese dia por la tarde a recibir el aviso.
Este filó a dar al Sr. Obispo i a su Ca-
bildo, el Licenciado Gabriel de Briones Aya-
la, Canónigo, de la sta. Iglesia de Osuia i
Fiscal de este Santo. O ñ c i o acompañado de
muchos Oficiales i. ministros del Tribunal.
Hizolcs saber, c o m o en veinte i uuo del mes
siguiente, dia. de santo Tomás Aposto), se ha-
bia de celebrar el auto general de la Fe, i
pidióles su asistencia, c o m o suelen. Al mismo
tiempo don Antonio de- Sosa del hábito da
Santiago,. Alguacil mayor de esta Inquisición,
i Pedro de Salinas, Secretario, salieron de los
alcázares a caballo con acompañamiento de mu-
chos familiares i otros ministros i de casi
todos los caballeros de esta Ciudad, cuyo.nú-
mero, es tan grande, ¡. asi fueron a la Ciu-
dad, que esperaba en su ayunta miento, A l a í
puertas de él se dio el p r i m e r pregón, de
alli discurrieron a todas l í S ^ » r t e s mas piS»
blicas i célebres de la Ciudad i en todas ellas
se pregonó con atabales, trompetas i cbiri-
m i a s , que a los 2 1 de D i c i e m b r e para gloria
de Dios i ecsaltacion de nuestra santa Fé
Católica, se habia de celebrar el auto g e n e -
ral de ella en la plaza mayor que llaman la
Corredera-
En esta se comenzó luego la fábrica
del cadahalso que fué de veinte i ocho v a -
ras en cuadro, sin- otro de diez varas que
se añadió á los pies del para la media na-
ranja en que asisten los - r e o s . Tuvo como
suelen dos pulpitos para leer las sentencias,
un altar en medio donde se colocó la cruz
verde, dos palenques levantados con dos gra-
das para los dos cabildos Elcesiástico i Se-
glar, i un andén bajo al rededor, donde es-
tuvieron los soldados del alcázar con alabar-
das, como guardas que son de este santo
Tribunal. Tuvo otras disposiciones convenien-
tes para • recibir en sí tanta multitud ¡di-
versidad de gente sin pesadumbre ni confu-
sión.

Lunes veinte de D i c i e m b r e , a las nm>


ve de la mañana- salió de l o s alcázares rea-
les, casa i morada de esta santa Inquisición
de Córdoba, el Secretario Pedro de Navas,
acompañado de algunos caballeros familiares
con los pregoneros delante, i en las plazas
i lugares mas públicos de la Ciudad hecho
.bando, que ninguna persona de cualquier es-
tado i calidad desde aquella hora hasta
el dia siguiente que ya estuviesen ejecuta-
das las sentencias del auto, trajese armas
ofensivas o defensivas so pena de ' excomu-
nión mayor latse sententiac, i de perdimien-
to de ellas: i que este mismo dia desde
las des de la tarde ninguna persona andu-
viese en coche, ni a caballo, ni en silla
por las calles por donde habia de pasar
la procesión, ni entrase én la plaza don-
de estaba el cadahalso, (t)

(i) La Inquisición, según este bando,


mandaba en lo temporal i eterno, en lo
espiritual, i en lo civil: era mucho poder
el de- la Inquisición,
r
(74)
Este ' m e s m o dia inandó el. Tribunal
convidar a todos los Conventos de las Reli-
giones que suelen ir en las procesiones, pa-
ra acompañar la de la tarde, en que se ha-
bía de Heyar la cruz al cadahalso, i que el
dia siguiente no hubiese sermón, ni misa can-
tada- en alguna de sus iglesias, i lo mismo
se notificó a todos los demás Conventos i
Parroquias, (i)
A la hora señalada que fué la d e las
dos de la tarde, concurrió en el campillo de
los alcázares tanta multitud de personas que
habían de ir en la procesión, que en su
grande capacidad apenas csbia. T o d o s los pa-
dres dominicos de tres casis que ha i en e s -
ta Ciudad, los. franciscos de otras dos, los
agustinos, carmelitas calzados d e d o s casas, t r i -

(\) Como que Dios iba a recibir mas


culto i homenaje en el auto de fé, es cla-
ro que aquel dia estaban de mas las mi-
sas cantadas i los sermones.. Es un modo
de discurrir muí cristiano i piadoso.
?7S)
tálanos calzados i descalzos mercenarios, ter-
ceros i miníuios: todos los cofrades de dos
cofradías insignes de la caridad i de san B a r -
tolomé' que por ser mui antiguas, i mui ob-
servantes, entre otras, de estatuto rigoroso de
limpieza, suelen ir en esta procesión: los c o -
misarios, notarios, honestas personas i familia-
res de todo el distrito, que por comprehen-
der muchas ciudades, i lugares de gran ve-
cindad no tienen número; ( i ) los consultores
calificadores i demás ministros, los cuales des-
pués de cautadas vísperas en la capilla de
los alcázares con la insigne, música de la c a -
tedral formaron la procesión eu esta manera.
D i o principio el hermano mayor de la
cofradía de san Pedro Mártir, D . Pedro Gó-
mez de Cárdenas del hábito de Calatraba i

(i) El distrito de la inquisición de Cor-


doba comprendía los obispados de esta Ciu-
dad i de Jaén, Abadía de Alcalá la Real,
adelantamiento de Cazorla, Ciudad de Ecíja,
Villa de Eslepa, i su comarca.
,?76)
familiar del santo oficio , llevando un rico
estandarte de su cofradía con la imagen de
san Pedro Mártir bordada d é o r o en damasco
carmesí. A l estandarte saguian las religiones, i
a estas las dos cofradías de la caridad i de
tan Bartolomé, yendo los cofrades mezclados
entre sí, como también los religiosos de to-
das las religiones. Seguíanse luego los fami-
liares, honestas personas, notarios i comisarios;
después de los cuales iban los consultores i
calificadores i todos los demás oficiales del
tribunal con los secretarios, alguacil mayor
i fiscal , todos con velas blancas grandes
•ncendidas. Entre los oficiales iba 'la cruz
•erde con velo negro debajo del palio, én a n -
das; las cuales i varas del palio llevaron s i e m -
p r e los consultores i calificadores. La músi-
ca también hacia su parte de celebridad i
fiesta (i) yá con ministriles, ya con voces

(i) Ciertamente: llevar hombres para dar-


les garrote i para quemarlos es cosa de
«lebridad, de múaiaa i fiesta. ¿ S e habrá vis-
earitando el himno: Vexilld regís prodeuríi
Ufe. Con este orden salió la procesión de los
reales alcázares por. el Campillo i casas epis-
copales, iglesia mayor í platería subiendo por
la calle de la Feria a las casas de Cabildor
de allí bajó a la plaza de la Corredera don»
de estaba el cadahalso, i en él un altar dis-
puesto para la cruz. Aquí la colocó el fiscal,
i se quedó toda la noche acompañada de d o -
ce hachas blancas que ardieron en blandones,
i de los religiosos de santo Domingo i dos
escuadras de los soldados del alcázar que h i -
cieron centinela.
El dia siguiente a la primera luz es-
taban ya en la capilla del alcázar que es
muí capaz, puestos en orden todos los peniten-
tes i estatuas, i a esa hora se ordenó se-
gunda procesión para llevarlos al cadahalso'
en esta forma: iba delante la cruz de la
Catedral cubierta de manga i velo negro, a

lo en el mundo cosa tan monstruosa como


hacer procesiones solemnes para llevar hom-
bres al mas cruel suplicio?
7W
quien acompañaban los Curas del Sagrario com
sobrepellices i buen número de sacerdotes m i -
nistros de la Inquisición. Luego seguían los
penitentes i las estatuas acompañado cada uno
de dos familiares i todos da la compañía de
soldados del alcázar que partida en dos hi-
leras abría calle, i daba guarda a los peni-
tentes. E s t o s , por la gravedad de sus causas,
también formaban orden desde la m e n o r has-
la la mayor, llevando cada uno la insignia
de su culpa i penitencia, i los que habían
de morir llevaban a su lado religiosos gra-
ves i doctos q r e íes iban ayudando con c r i s -
tianas i santas ecsortaciones; lo cual no d e -
jaron de hacer hasta qne murieron en el q u e -
madero. Remataba esta procesión el alguacil
mayor de luquisicion a caballo en compañía
de muchos familiares caballeros.

Poco después salid de los alcázares p o r


el mismo camino el T ribuoal acompañado de
ambos cabildos Eclesiástico i Seglar i de a l -
gunos familiares con vara alta i todos a c a -
callo dispuestos con este orden. A la mano
derecha el cabildo Eclesiástico, comenzando el
pertiguero, i procediendo medios racioneros,
enteros, canónigos i dignidades. A la i z q u i e r -
da el cabildo seglar con sus maceros, jura-
dos i vein'ícuatros. Al Vtltimo prevendado i
veinticuatro mas antiguo, seguía el fiscal con
el estandarte de la F e yendo un poco delan-
te de él don Pedro de Á n g u l o juez de bie-
nes confiscados, i Juan Tello, el Secretario
rúas antiguo de la Inquisición de Sevilla,qué
p o r mandado del Consejo asiste en esta. D e s -
pués del Fisrtil iban don Juan Ramírez de
Gontreras del hábito de Santiago, segundo I n -
quisidor, llevando a su mano derecha al doc-
tor Cristoval de Mesa Cortés, Canónigo de
esta santa Iglesia, Inquisidor, i a la izquier-
da al doctor don Juan de Sosa, Canónigo i
Maestrescuela de la santa iglesia de Placen-
cia, como Provisor i Vicario general de es-
te Obispado: en el último lugar iba el In-
quisidor mas anti' uo don Damián de A r m e n -
la i Valenzueia. Canónigo i Arcediano de e s -
ta santa Iglesia de Cóidcbn, llevando a su
mano derecha a don Gonzalo da Castro i T o -
boso,. Carónigo i Dean de la 4iiisma igle-
sia, i a la mano izquierda a. don Gaspar Bo-
« i f a z del hábito de Santiago, Caballerizo de
?80)
S. M. i Corregidor de Córdoba, Hacian e s -
colta a este acompañamiento algunos caballe-
ros familiares cou varas altas, en el último
lugar hasta llegar al c a d a h a l s o , donde la c o m -
pañía de soldados daba calle abierta i paso
libre para apearse i subir como subieron a
sus asientos.
En la cabeza del cadahalso a la parte
del p o n i e n t e , se levantó una peana con seis
gradas, cubierta de una grande alfombra con
tres sillas de terciopelo carmesí arrimadas a
un docél de la misma materia , con escudo
de las armas reales i la insignia de fa In-
quisición i tres sillas también dé terciopelo
carmesí. En estas sillas se sentaron los tres
Inquisidores, i en otra silla al lado derecho
estuvo el provisor c o m o J u e z ordinario, ( i ) En la
misma parte derecha abajo de las gradas i
peana estaba otra silla i en ella se asentó

(i) Haciendo en aquel A acto un papel mui


autorizado i airoto.
C81>
el Fiscal teniendo delante de si el estandarte
del oficio colocado en un pedestal.
Luego qué se asentaron todos, subid
al pulpito del lado del Evangelio el P. Mtro.
Fr. Pedro Manrique de la Orden de Santo
Domingo Prior del Convento d e san Pablo, C a -
lificador del santo Oficio i tan Calificado por
5ü grande religión i letras de qué dio bastan-
te muestra en el sermón que predico. Su-
bió después al misino pulpito él Secretario
Juan Tello, i en voz alta con el pueblo hi-
zo la protestación de la F e estando todos de
rodillas. La cual acabada se comenzaron a
leer las sentencias por éste orden. Leyó la
ptiruera el Licenciado, Francisco de Quiroga i
Losada Secretario de éste santo Tribunal, i
fueron prosiguiendo los deiuas Secretarios i al
gunos religiosos, i otras personas a quien el
Tribunal encomendó este oficio.

Los penitentes fueron estos.

BLASFEMOS.

Juan Méndez de Lara, i por o t r o nom>


lare Bailar tos de Lufa, viandante, de edad de
sesenta años, hombre ordinario: dijo en lá
Viila de Iznajar algunas blasfemias heretica-
les en especial contra la limpieza i pureza
de ÜNlra. Sra. F u é l e dado en penitencia que
saliese con soga i mordaza i que con ella
oiga misa i lleve doscientos azotes.
Diego Felipe González de los tüovos i
Laso, natural del lugar d e l "Campo en el
Obispado de Oviedo, viandante, blasfemo, qué
habia hablado contra la pureza i limpieza
de la T i l gen INtra. Sra. Dijo que, si p u d i e -
r a , peleara con Dios: que no quería creer "en
e l ; que andada Irás de que lo quemasen i
que deseaba se l o llevasen los diablos i otras
tales blasfemias. Soga i mordaza, i dester-
rado de Córdoba i de todo el distrito de a s -
ta Inquisición p o r seis años.
"(83)

CASADOS DOS FECES* (1)

Cristo Val García, por otro nombre Ji-


ménez, casado dos v e c e s , que saliese c o a ve*

•M : - « • ' - . • . n i i T — 1 r n r .•• ' i» . *

(i) A la verdad que el tasarse dos ve*


#e» no es negar ningún arlictdo de fé. NO
alcanzamos por que perteneciese á la In-
quisición juzgar este delito. Según esto, i et
proceder de este tribunal en otras Cosas,
si no hubiese llegado el tiempo en que tuvo qvñ
ceder a la opinión pública i aun dejar de
ecsistir, se le hubiera visto estender cada,
vez mas sh juriidiccion i llegar a castigar
Como contrarios a la fé todos los pecados^
es decir, todas las infracciones de. los man-
damientos de Dios, i de la Iglesia . Mas
sino llegó este caso, no pudo degenerar
mas de su institución que habiendo sido,
corno fué algún tiempo antes de su fin, un
la de penitente i coroza, en la cual fuesen
pintadas las insignias de su delito, que abju-
rase de levi i se le den doscientos azotes i
tres años de galeras.

HECHICERAS.

Ana de Jodar» natural de la Villa de


Iznatorafe; vecina de íVillanUeva del Arzobis-
p o , hechicera, embustera e iuvocadora de d e -
monios con los cuales tenia pacto, i los c o n -
sultaba i esperaba sus respuestas dando eré-

tribunal destinado tínicamente a castigar opi-


niones sobré gobierno, olvidado ya de la
herética pravedad i aptstasía . Con este obje-
to sin duda fué con el que representó al
Rei en 22 de Febrero de 1824 el Ayttn
tamiento de Córdoba pidiendo el restable-
cimiento del santo Oficio a cuya demanda
todavía se ' es Id esperando
v la respuesta.
dito, a sus engaños í en especial que una
vez para mostrar lo que podia con su arte
a cierta mnger, le tomó el huso con que
estaba hilando i lo conjuró estando pendiea-
te de la hebra i con ciertas palabras de Bar-
ral/as (i) i Satanás i Bercebu i en nom-
b r e de doña Maria de Padilla (2) i de to«
da su compañía i con Marta

La que los montes salta


Y los infiernos quebranta,

Le mandó al huso que. anduviese i an»

(\) ¡Barrabás! basta ahora no. sabíamos


que este fuese nombre de ningún diabla.
(7.) Tampoco teníamos noticia de que es-
ta Señora tuviese tanto poder mágico que
fuese invocada por las hechiceras: a no ser
que los hechizos con que supo cautivar tan
estrechamente la voluntad de un licy de
Casulla la hiciesen merecedora de? que re-
curriesen a ella, estas mugei cdlas en sus
conjuros i pretensiones-
dubo } que se parase i se p a r ó . La misma
para sus conjuros i hechizos i pala atar i
ligar ( i ) a l a s personas que q u e r í a i otras que
se le encomendaban tenia una estampa de

(i( Unrt de las habilidades que en todos


tiempos se han atribuido a las hechiceras
por ta credulidad del vulgo» ha sido la de
hacer impotentes d las persones en quienes
han querido ejercer si* odio o su venganza,
para cuyo fin sabían muchos i diversos con.
juros- A este propósito referiremos un caso
singular que cita el ya nombrado Mar-
tin del Rio i es de esta manera.
Un joven noble i rico natural de Ro-
ma convidó a varios amigos para que le
acompañasen en, el banquete con, que habia
de celebrar sus bodas. Después de concluí-
do este salieron al campo para divertirse
en un juego de pelota. El novio a Jin de
no perder ni mal'ralar el anillo nupcial
turnó el recurso de colocarlo un el dedo de
una estatua de fenus que en aquel campe-
(87)
Santa Marta en su casa, i otra de nuestra
señora de Belén, algunas piedras ágatas • i m u -

llabia. Cansado ya da el juego i- retirán-


dose de él, volvió por su anillo i vid con
gran sorpresa que la estatua /labia dobla-
do el dedi'i en que lo tenia i asi por mas
que /tizo no le fué posible sacárselo, Con.
el deseo de conseguirlo aquella noche ya
a deshora acompañado de un criado, v.nel.-
ve a ta estatua i encuentra que ya tu es-
ta liabia estendido el dedo, pero no len;a
el anillo. Llegada la hora de retirarse at
lecho (/ueriendo satisfacer el'débito conyugal'
sintió c erta cosa que se lo. impedia ponienr
dosc entre el i su esposa, at mismo lie'ii-
po que oia una voz que te decía: coii/nigo-
es con. quien debes cohabitar pues conmigo
te desposaste hoy: yo soi Venus en cuyo de-
do colocaste el anillo que no le he dé-
restituir. Aterrado el mancebo con tan pro-
digioso suceso, no pudo contestar- nada « la
voz que oia i paso aquella uocke sin doc-
(88)
chas diferencias . de cabellos de hombres i

mir combatido, de mil pensamientos i so-


bresaltos, escena que se repitió otras mu-
chai veces- Finalmente a ruegos de su es-
posa, se resolvió a manifestarle a sus pa-
dres lo que le pasaba para que (e procu-
rasen remedio, los cuales después de haber
meditado sobre el asunto determinaron re-
currir a cierta Palumbo que tenia fama de
nigromántico, a quien contaron el suceso i
prometieron muchas cosas si deshacía, el
hechizo con que hablan ligado a su hijo.
Jiutonces el nigromántico dio, al mancebo
una carta, dkíendole- ve esta noche a tal
paraje en que se juntan cuatro caminos, i
alli con silencio, aguardarás, a que pase una
multitud de personas, de uno i otro sec
so de todas edades i condiciones, unos a ca-
ballo i otros a pie; unos alegres i otros
tristes, i a nada que oigas, sea lo que fue-
re, contestaras. A esta tropa seguirá un
persenage de estatura mas alta que los de-
más i mas corpulento sentado en un carro:
a est? le entregaras la carta sin hablar
mujeres: algunos pedazos de piedra azufre,

palabra i al instante conseguirás quedar sin


impedimento. El joven hizo toda en los mis-
mos términos en que se le habia encargado
i llegada la hora vio venir entre otros
una muger adornada al [moda que suelen
las rameras sobre una hacanea, con el ca-
bello suelto por la espalda i ceñido con
una cinta de oro- Llevaba en ta mano
una vara también de oro con la que re-
gla la hacanea. Su aspecto era liviano i
deshonesta i sus vestiduras tan trasparentes
que casi parecía desnuda. El último que
•venia en la tropa echó al joven una mi-
rada terrible desde el carro, que venia
adornado de pedrería, i le preguntó la cau-
sa de su venida El mancebo nada le con-
testó, fina le entregó la carta Entonces aquel
personage, que era el demonio, respetando
el sello conocido de la carta la leyó i al
punto despachó algunos de los satélites que
le acompañaban para que le sacasen el
anillo a Zenits, la cual aunque lo resistió
r
(9G)
i plomo i masa dora: una figura de hqmbre
de cera ¡ por el cuerpo atravesada' uoa agu-
ja: ( i ) en el colchón de la cama una estant-

ío entregó por fin, i desde entonces pudo el


joven sin impedimento usar de los placeres
del himeneo.
A • este modo solían dasha cer un he-
chizo con otrOy no solo en las naciones an-
tiguas sino, en las modernas, pues en todas
ha cundido este error de las ligaduras, i
aun hai quien crea que no es muí raro
este género de maleficio que solo debe i
puede remediarse con los recursos que su-
ministra la medicina.
Ci) Antiguo es el embeleco de les muite-
quilos atravesados con agujas según aque-
llo de Ovidio:

«Devovet absentes simulacraque cérea fingir,


Et miserum. tenues in jécur urget acus.,,

Por lo flemas ó los inquisidores no le


»s del Santísimo Sacramento con las palabras

encontraron a Ana de Jodar todas sus ba-


ratijas o no les pone el auto, o Ana de Jo-
dar era mui corta pala en su oficio. ¿Hai
acaso quien pueda retener en la memoria
el catalago de las drogas i utensilios que
contiene el laboratorio de una hechicera en
Jormal En prueba de esto no nos parece
importuno insertar aqni el inven/ario de la
famosa Celestina que muchos nombran i de
quien no son muchos los que tienen noti-
cia. La nombrada Celestina, pues, eta una
vieja politécnica que tenia seis oficios:
conviene a saber: labrandera, perfumera,
maestra de hacer afeites i de hacer v
alcahueta i un poquito de hechicera. El
primer oficio era cobertera de los otros, so-
color del cual muchas mozas de estas sir-
vientes, entraban en su asa a labrarse i a
lai/rar camisas, gorgueras i otras muchas co-
sas. Ninguna venia sin torrezno, trigo, ha-
rina o jarro de vino, i de las oirás pro-
del dulce nombre de Jesús i en un .rincón,

visiones que podían a sus amos hurlar, i aun


oíros hurtillos de mas calidad allí se en-
cubrían. Asaz era amiga de estudiantes, é
despenseros i mozos de abades: a estos ven'
dia ella aquella sangre inocente de las cui-
tadillas, la cual ligeramente aventuraban en
esfuerza;, de la restitución que ella les pro-
metía. Subió su hecho a mas: que por me-
dio de aquellas comunicaba con las mas en-
cerradas hasta traer a ejecución su pro-
pósito. 1 aquestas en tiempo honesto, como
de estaciones, procesiones de noche, misas
de gallo, misas del alba i otras secretas
devociones, muchas encubiertas vi entrar en
su casa: tras ellas hombres descalzos, con-
tritos rebozados /..• que entraban allí a
llorar sus pecados- Hacíase Jisica de niños,
tomaba estambre de unas casas i daba/o a
hilar en otras, por achaque de entrar en
todas. Las unas, madre acá: las otras ma-
dre acullá, cata la vieja, ya viene el ama,
?93 y
dentro de un zapato tenia otra estairi-'

de todas muí conocida. Con todos estos tifa'


nes, nunca pasaba sin misa ni vísperas; ni
dejaba monasterio de frailes ni monjas; es-
to por que allí hacia sus aleluyas i con-
ciertos-, t en su casa hacia perfumes, fal-
seaba estoraques, menjid, animes, ámbar, al-
galia ,' polvillos, almizqües, mosquetes; te-
nia una cámara llena de alambiques de redomi-
Uas,de bar ruejos de barro,de vidrio, de alam-
bre i de estaño, hechos de mil faciones-hacia
solimán, afeites cocidos, argentadas, bujeta-*
das, cerillas, lanillas, unturillas, lustres, tu-
cenlore3, clarimenles, albarinos i otras aguas
de rostro; de rasuras de gamones, de cor-
teza de espantalobos, dé taragontia de hie-
les, de agraz, de mosto, destilados i azuca-
rados. Adelgazaba los cueros con zumo de
limones, con turbina, con tuétano de corzo
i de garza i otras confecciones. Sacaba agua
para oler de rosas, de azahar, de jazmi-
nes Ufe. Hacia lejía para enrubiar de sar-
mientos, de carrasca de centeno ifc, i los
pa de papel del decendimíents de la

unios i mantecas i sebos que tehia es hastio


de decir: de baca, de oso, de caballos, de
camellos, de : culebras tete Aparejos para ba-
ños: esto es maravilla de las yervas que
tenia en el lecho de su casa colgadas Los-
aceites que sacaba para el rostro no es co~
sa de creer: Esto de los .»tinos hacia
de vegiga i otros caraba de punto. Tenia
en un tabladillo en una cajuela pintada ,
unas agujas delgadas de pellejeros é hilos
de seda encerados i colgadas alli raices de
hojaplasma i fnste sanguino, cebolla albarra-
na i cepacaballo: , hacia con esto maravl-
lias Remediaba por caridad muchas huér-
fanas i erradas que se encomendaban a ella.
I otro apartado tema para remediar «mo-
r e s £ pura se querer bien. Tenia huesos de
corazón de siervo, lengua de víbora, cabe •
zas de codornices, sesos de asno, tela de
caballo, mantillo de niño, haba morisca
aguja marina, soga de ahorcado, flor de
(9$)
Cruz, ( i ) Dijo a una [muger que si. quería

yedra, espina de erizo, pie de tejón, granos


de helécho, la piedra del nido del águila i
otras mil cosas. Venían [a ella muchos hom-
bres i mugeres, i a unos demandaba el pan
do mordían, a otros de su ropa, a otros da
sus cabellos: a otros pintaba en la palma
letrae con azafrán, a otros con bermellón,
a otros daba unos corazones de cera lle-
nos de agujas quebradas, é otras cosas en
barro i en plomo hechas, mui espantables
al ver. Pintaba figuras, decía palabras en
tierra ¿Quien podrá decir lo que estol
vieja hacia i lodo era burla i mentira?
(\) ¡Que mescolanza tan estrambótica.'!
las- espíritus infernales con los santos, con
él Saclisimo ^Sacramento, con el nombre da
Jesús, i con la ' Cruz santa signo de la re-
dención i del vencimiento de Satanás ¿Co-
mo ha de poder ecsistir unido con el de
Dios el reino de Belial? ¿1 que se diese a
estas cosas Can seria importancia i se cas-
'(96)
malar-a su marido i que se fuese secando
p o co a poco hiciese Ciertas cosas qué le en-
señó. 1 a otra que estaba enferma» lé dijo
que lo estaba de pena por habérsele retirado
su galán , í subiéndose a una cocina alta h i -
zo ciertos coujuros para que viniese, í se o y ó
un gran golpe, el cual ella dijo a la enfer-
ma que l o habian dado doce demonios quelé
acompañaban; (t) pero que no podían traerle

ligasen tales sandeces i disparates cotí tan*


to rigor i crueldad? Oirás penas, menos inhuma-
nas i mas discretas hubieran sido aproposito pa*
ra castigar semejantes detitos.
(\) Sin dada Ana de Jodar era otra Armi-
da i como esta tenia a su disposición no un
diablillo ni dos, sino una docena. ¿Si de ella
tal -vez sé hubiera podido decir?

— Su voz Sonaba,
í el báratro profundo
De sus lóbregos Senos alanzaba,
El tremendo escuadrón que la servia.
f97)
"su "galán por "ser Sacerdote, que Sino lo ÍCÍ:••-•>
"ra ya lo hubieran traído, aunque luéra otro
cualquiera h o m b r e del m o n d o , i asi otras c o -
sas tan supersticicsas i Vahas c o m o estas. Soga',
i coroza i docientos azotes én Córdoba i otros
ciento en Villanuevá del Arzobispo [donde era
vecina i desterrada del misino lugar i de Cór-¿-
doba i del distrito de esta inquisición por seis
años.
.María de san León, por otro hombre
Espejo, Vecina i natural de Córdoba;, h e c h i c e -
ra, embustera , invbcador'a de demonios ; c'ód
los cuáles tenia comunicación i pido, i Íós
consultaba i llamaba i daba crédito a sus r e s -
puestas, ' i en especia) que para "saber iin diá
si a cierta m u g e r había de regalar su galán)
había h e c h o ciertos conjuros i que con ellos
sé- habiá ineneado ' tres Veces un sedazo ( i ) Id

Éste era él modo de poder 'dar 6


cada demonio su particular comisión.
(\) Él menearse las cosas d iemilai • 1

era mui propio de los brabillos' cuando Údé


'(98)
cual • ella decia ser. cierta señal d e que e l ga«*
-

Jan habia de regalar a la dicha su amiga.


Otras muchas, para saber si habia de venir
algún galán se levantaba a media noche, en
'camisa i sin ella «tras veces, ( i ) i bajando

éan respuestas o anunciaban lo por venir %


Asi cantó Ovidio dé la estatua de Apolo
Bélfico:

Et locus et ¡aurus et quas habet ípsé pharetraj •


lutremuere simul ..!«•:

/ lo mismo era lo que quería imita?


el diablo, aunque en cosas de menos momen-
to, meneando el cedazo dé Maria de san
León; pero podía haber escogido otro mue-
ble algo mas decente para hacer esta scñalt
(i) Si trataba esta hechicera de talisfa-
cer sú curiosidad en medio del invierno á
la verdad que tenia un gusto muí estraoa-
fiante. En verano ya era otra cosa: en es-
ta estación no deja de haber, quien salga
(99)
•1 patio da üü casa sentada en el süélój 1

asi a tomáf el fresco sin pensar en. gala-


nes ni en hechiceras. ¿Si seria é,la cir-
cunstaitcia precisa para conjurar las es1

trillas? Macho deben dé poder estas cuan-


do las hechiceras les tienen iañ'tti aftcioá
i tanto las conjuran. Si ésto hubieran te-
nido presente los que tanto disnutaroh et
influjo dé tos cúerpus deleites én tas cosas
sublunares, hubieran podido sacar dé aquí
un argilmektb cónclayente én favor de lá
afirmativa i tal vez hubieran ahorrado mu-
chos gritos, patadas i sqfbquiAes, cosas has*
ta hace poco tan propias dé las escuelas.
Mas sí tanta influencia tenidñ los asi-'
tros éñ este mundo inferior i no era méJ
Aor él imperio qué ejercían las ntágas i
hechiceras de la Itláa, én el sol i éh las es*
trélias, a cuyo propósito entre otros testi-
monios nos acordamos de aquello de tío*
(100)

puestos los 'ojos en cierta •estrella , l e decía!


í

•Taciú:

Jam jam 'efficaci d o mantis /scientiaí',


SupolOc et o r o regna per PrOserpioa}
Per el Piante non movenda ilumina.
Per atqoe libros csruiioUm Valentium
llefixa 'Ccelo devocare sidera......

listo de arrancar la luna 'de su asien-


to Bravosa miá común i hacedera Ton los po-\
derosos eifcaiilamcnlos de las magas o he-,
chiveras de aquellos tiempos. Siempre que ha-
bía eclipsé era efecto de la violencia qué
para este fin, le hacían a aquel astro, cu-_
ya presencia inmediata necesitaban para sus
hechizos. Ve aqui vino la costumbre de
Socorrer a la luna en los eclipses haciendo
gran ruido con instrumentos' músicos por lo
que canta asi .el coro en el iiipoíilo de Sé»
ñeca
Et nuper riibiitt triillaque lucidis
JNubes sordidiur vultibus obsiitit;
r
(101)
Estrella-, que- andas,
De polo a. polo,.
Yo te conjuro
Con e l auge!. Iobo v

Que vayas a Fraucisco-


I m e le guies i ligues,.
1 traigas, dándome.
Lo. que tuviere..
Llevándome- en. su. a l m a
l?oc d o u i e quiera que fuere».
\o te conjuro,, esirella,
Que- me- le traigas.
M a l o , ' malote*
Pero- no de m u e r l e v

X hincóte- éste- p o r lo- fuerte».

A t nos solliciti Iumine- túrbido


Tra.cta.iu Thessalicis, cariuinibus. rali,
TiunJUis. dsdiiuus.

IXes.gracia es que- en. nuestros, tiempos


no veamos tantas i tan- estupendas, mara-
villas.
i hincaba un cuchillo gifcio en e l suelo h a s -
\& la ¡i cach.as en derecho de la estrella que
estaba mirando- A pedimento de. una amiga
suya hizo otro conjuro cou un a.sador i un
cuchillo gifero, los cuales hincaba en las p u e r -
tas de un aposento, i, con ciertas palabras h a -
cía por industria del demonio, que las puer-
tas se cerrasen i abriesen, con grandes, g o l -
pes, sin. haber persona que llegase a. ellas, i
se quedaba amortecida, con. I03 puños cerrados;,
i diciendo, c o m o se quedaba asi, respondió, que
fl demonio, le traía respuesta de lo que le
htbia. preguntado. Tomaba, unos granos de p i -
mienta i unís o jas d e olivo i las, eijiaba en.
el fuego, i con, ciertas palabras, d , e c l a
I !
0 6
sa-
bia Ks cosas, que, quería i, pasaban, en otras
partes. 1 que si querh que no hubiese paz
en una casa, no, la fea.bria, (\) ni. dineros* mas.

(tj P-oij que seria una insigne chismosa


e impostora qna «, todo el inundo, malsjna.-
via i enredaría con sus &nJ>u.s,les. i tramoyas..
de los que ella quisiere, ( i ) i con un conja.
ro traería una persona en veinte i cuatro h o -
r a s aunque estuviese en el cabo del intuido, (2)
que con los. conjuros quo sabia quitaba la v i -
da a quién ella quería , 1 q u e para saber las
cosas que pasaban en otras j arles había dado
el ojo izquierdo al demonio. ( S ) Que. salga al
tablado con ínsig-niaá de hechicera, ciea azotes
i destiecro de Córdoba i de todo el< distrito dé
esta, inquisición por cuatro años..
Francisca. Méndez, vecina, da Córdoba^
que- dijo ser natural tle Lisboa .hechicera-, em.-
buflera i invocadora de demonios, i que tenia
pacto c o a ellos como- las dos. dichas i hacia los

(\) Por que tendría largas u/Tas i nada,


habría- seguro de ellas en parte alguna.
('>.) Con que- hubiera- ahora muchas de
esta habilidad estaban de mas las di'tgen'
eias más veloces del mundo. ¡- hdstiina es
que ya no haya de es-lo, 1 que- se castigase
por wia cosa tan útd i lau en estremo líe»'
tajosa!
(3) Sin duda sepia tuerta.
(104).
-riesmo^ conjuros, i otros, 'tales, para, que. su.
ojalan la, quisiese m u c h o , i,para que. no, le pi-
diese muchos dineros, para d a - a otras, m u g a -
res, (i) En, especial sp.lia conjurar al demo-
•monip asomada a una, ventana diciendo. . Cal-
-

zamaci Calzamar traeme a fulano % nombrán-


dole por su nombre, i el Calzamar; era un, de. -
-nonio a quien invocaba para. los. dichos fines.
Para hacer q u e cierta, persona con quien, e s -
taba, amnflcebada^ viuiese por fuerza a su, casa,
se ponia a. la puerta, de. la, calle, i, teniendo un
jíie. a la parte, de adentro, i. otro, a, la, parte,

•B •••i-JL 1
.•• :¿¡. ... .'-•.!:•".—x . . . '.—r-i—— 5

(,x)>. ¿Habla. ntas que. no, dárselos,


: aunque,
\gs. pidiese, i, con. esta. se. eseusaba, el: tra-
bajo, d.o{- conjuro? Si se, los. daba en pidién-
doselos, para regalar; a, otras daifas^ harto,
tpnta, bonaza, i. siffr.ida era. la, hechicera t

Francisca Méndez. En, el dia no hai ya.


necesidad- de. recurrij; a conjuros, diablescos
para, no. dar', es. cosa que se hace por los
medios, puramente naturales, sin, recurrir, ni,
arriba, ni abajo, ni a Dios ni al diablo.
.de. afuera^ decían

A fulano llamo,
Xa l o v e o veniiy
La cruz trae, a cuestas,/
L¿ soga arrastrando;
'' La Virgen Mario.
Lot traiga volando, (ij

I así otras, cosas ^erctejantes, superticio-


Sas, Q u e salga al auto con, insignias de he-
chicera i a '.a vergüenza otro. dia. con la s
Resmas, insignias i, vaya desterrada de Córdo-
ba i de todo, el distrito de. esta, inquisición por
cuatro años..

•• i :i ————-.————» . —M
-'. '

(\) Esta i las demjas. Qomposiclonss, de las


hechiceras,, ya se. ve', cuan linda cosa son.
Si Patillas era su udpolo, debemos, creer
que. para tod.0 tiene, habilidad , menos
para inspirar versos « í « s amigas i pre-
dilectas.
Observantes de la lei de ñíoisen.

Sebastian González, portugués, hijo de


Filipa Gómez la G ó m e l a , vecino de Malaga, h á -
bito i cárcel por uu año.
Filipa Gómez, la Gómela, portuguesa,
madre del dicho Sebastian González, hábito i
cárcel perpelua.
Beatriz López hija de la dicha Felipa
G ó m e z , la G ó m e l a , vecina de Málaga, hábito i
cárcel por un año.
Isabel LODC-Z, portuguesa, luuger de G a r -
cía Fernandez, portugués i hija de la dicha
Filipa Gómez,., la G o m e t a . , vecina de Osuna,
habito i carecí perpetua.
Juan Rodrigue?. Pinto, portugués, vecino
de M a l a g a , hábito i cárcel por seis meses.
Feliciana Machado, muger de Joige ]Su-
fiez Fonseca, habite i cárcel por un año.
Fernando López de Fonseca hijo de lá
dicha Feliciana Machado vecina de A n d u j a r , h a -
bíto i cárcel por un año.
Susana f i u ñ c z , hija de la dicha Felicia-
na Mácbadp, vecina de Audujar de edad de diez
i seis años hábito i cárcel por seis meses, ,
Maria Júiñcz Machado, hija de la di-
cba Feliciana Machado, vecina de Andujar, < da
edad de trece años, h í b i t o i que so le quite
luego que se le lea la senteucí»: reclusión en
íin Convento de Monjas por un año para q u e
Sea instruida en las cosas de la Fú católica,.
Melchor de P e r c a , portugués, vecino de
Andujar habito i cái.ccl por uu año.
Mencia Alvarez, portuguesa, vecina de
Andujar habito i cárcel por uu año.
Juan López de Cácercs, portugués, ve-
cino de Andujar hábito í cárcel perpetua. ;
Blanca Rodríguez, portuguesa, muger del
dicho Juan López de Gáceres, vecina de An-
dujar hábito i cárcel por dos años.
Juan Roñiiguez de Espinosa, portugués,
vecino d e Audujar hábito i cárcel por un año.
Antonia ISuiicz, poi tuguesa, vecina de Jaén h á -
bito i cárcel por uu año.
Ana Fernandez, portuguesa, hermana de
la dicha Antonia, vecina, de Montiila hábito i
(108)
earcel po» un. año..
Beatriz- Rodríguez,, portuguesa, muger de
Jorge Díaz, vecina de J a e u , i hermana, de las
dos t habito i, cárcel por un año,.
Blanca Rodríguez,, portuguesa, muger de
Josefe Fernandez,, zapatero i hecmaua, de las
dichas, hábito i cárcel por u n año,.
Josefe: Fernandez,, portugués, vecino de.
Marcheua. i marido, d e la dicha Blanca, R o d r í -
guez, hábito i. cárcel por <xu año. '
Diego Fernandez, por oteo nombre- Luis
L o p e s , portugués,, vecino de B.ujalance hábito í
eárcel. perpetua.
Ana, L ó p e z , portuguesa, muger del dicho
Diego. Fernandez, vecina de Bujalarice., hábito
i cárcel, por dos. años.
María L ó p e z , portuguesa, muger de M a -
nuel Rodríguez i hija de I» dicha Ana López
vecina de B.ujalance, hábito, i cárcel por un año.
Leonor López, doncella,, portuguesa, ve-
cina de Bujaiance i hija del dicho. Diego F e r -
nandez i Ana López hábito, i cárcel por uu
año.
Inés Fernandez, portuguesa, muger de
Gaspar Hernández i Ana; López, vecina de B u -
(109)*
} a lance habitó i cárcel p o í Mn año. •t
Gaspar Fernandez, portugués, 'marido de
)i dicha loes Fernandez, vecino dé Bujalance"
hábito í cárcel pnr un año.
F/artcisco Fernandez^ confitero, portu-
gués, hermano del dicho Gaspar 'Fernandez, v e -
cino ríe C ó r d o b a , hábilo i cárrel por un año'-
Grisiovai de Ribera, po'rttigiiés¿. Vecino
de Bujalatice' hábilo i cárcel por dos años.
Juan de Ribera, portugués, hijo del d i - 1

cho Cristoval de Ribera, Vecino de Bujalance


hábito i cárcel por dos años.'
Jorge Dinz, portu güés, Vecino de ' Bu j a - '
lance hábito i cárcel por dos años.
Francisca López, mugét• del dicho Jor-
ge th'áz, portuguesa, i vecina de Bujalance h á -
bito i cárcel por dos años-
Antonio DiaZ, portugués, vecino de Bu-
jalanCé i hermano del dicho Jorge í)iaz h á b i -
to ' i cárcel por dos años.
Mar'ia López, portuguesa, muger del d i -
cho Antonio Díaz, Vecina de Bujalance hábito
i cárcel poi' un año¿
Jüari~' D i a í , portugués* Vecino, de- í í u j a - '
lauce hermano de A n t o n i o , í)iaz, hábito í cáf-
sel por sel* meses.
.< • Clara Díaz, doncella, portuguesa, Vecina
déBujalanéá i hermana d e los dichos J o r g e ,
Antonio í Juan Díaz hábito i cárcel por seis
¿•eses.
Marcos López > portugués, Vecino de Btw
jajance i cuñado, de los dichos Jorge, Anto-
nio i Juan Diaz hábito i cárcel por un año.
Francisco Correa, portugués, vecino de
Bujalance hábito i cárcel perpetua.
Maria López, muger del dicho Francis-
co C o r r e a , vecina de Bujalance, hija de Fran¿
cisca López, relajada en este auto; hábito i
cárcel por un año.
Esteban López, portugués, vecino de Bu-
jalacce, hermano de Maria López i hijo
d e la dicha relajada hábito i Cárcel por un
año.
Ana Méndez, doncella, portuguesa, veci-
na de Bujalance, i hija de la dicha relajada
i hermana de Mari;, Esteban López,, de edad
de doce, años, hábito i cárcel) i que se le quité
en el tablado i sea reclusa eti un Monasterio
de Monjas por un año para que sea instruid
Irm)
da e» la Fe católica. (<)
Simón Rodríguez, portugués, vecino ríe
pliego hábito í cárcel perpetua.
Domíogo Rodríguez, vecino de Cañete
i , heruiaDo del dicho Simón R o d r í g u e z hábito
i cárcel por un año.
María López, portuguesa, muger del d i -
<¡hp Síuiou Rodríguez, vecina de Priego habito
i cárcel por un a ñ o ,
; ' Blauca Rodríguez, portuguesa, vecina de
Priego, viuda, muger que fué de listevan Lopcu, i
hermana d e . l o s . dichos Simón i Domingo
Rodríguez, hábito i cárcel por un año.
Beatriz Rodríguez , portuguesa, vecina
de Priego hábito i cárcel por uu año.
Luisa López, portuguesa, vecina de P r i e -
go viuda' de Antonio L ó p e z , hábito i cárcel
perpetua.

(i) Parece segltn esto qtic Bujalance era


pueblo predilecto de los Portugueses judai~
zanlesx sin duda hallarían en él buena aco-
gida.
filé)
Fernando Rodriguez, portugués, vecino
de Priego habitó i cárcel por das años. :
Juan López Caballero, portugués, Vecina
de Priego hábito i cárcel por seis iuésés.
Francisco Alvarez, portugués, vecino dé'
Priego hábito i cárcel por seis meses»
Lope de Perea; Marchado, portugués, vé*
Ciñó del Máimoíejo, hábito i cárcel por tín'
año.
tecrior Méndez, portuguesa , muger del
dicho Lope de Peréa Marchado; vecina del M a r - 1

molejo hábito i cárcel p o r un año.


Andrés de Peréa, Marchado, portugués,
hijo de los dichos Lope de Pereá, Machado;
i Leoiíor Méndez, vecino del Marmolejo, habí»"
tb i cárcel por üri año.
Maria Marchado, portuguesa, hermana
del dicho Lope de Pérea Machado, i mugéí'
de Manuel Méndez, vecina dé Árjoná, habitó
i cárcel por tín'año.
Manuel Gómez Carrion, portugués, Ve-
cino dé Lucena, hábito i círcel por un año.
Maria de la Peña; muger del dicho
Manuel G ó m e z , portuguesa, Vecina dé Lücénaj '•
hábito i cárcel por Un ano,
'(113)
Elena de Correa, portuguesa, vecina da
la Manchuela, muger de Gaspar Hernández,
hábito i cárcel por dos a ¡ios.
Fernando Rodriguez Criado, portugués,
vecino de Linares, hábito i cárcel por seis m e -
ses.
Maria ie Ülloa, portuguesa, vecina de
Antequera, h.'bito i cárcel por seis meses.
Francisca de ülloa, portuguesa, vecina
de Antequera, i hermana de la dicha María
de Ulloa, hábito i cárcel por seis meses."

Difuntos reconciliados.

Diego A l v a r e z , portugués, v e c i n o de A n -
dujar, hijo de Madre reconciliada por judia, e s -
tatúa Con hábito de reconciliado.
' Doña Ana A l v a r e z , vecina i natural da
Aguilar* estatua con hábito de reconciliada.

ü
cárcel por un. año..
Beatriz^ Rodríguez, portuguesa, muger de
Jorge D.iaz,, vecina de J a é n , i hermana, de las
dos t hábito i cárcel por un año,.
Blanca Rodríguez,, portuguesa, muger de
Josefe Fernandez,, zapatero i hermana, de las
dichas,, hábito i cárcel por un año,.
Josefe Fernandez,, portugués, vecino de.
March.ena i marido, d e la dicha Blanca, R o d r í -
guez, hábito i. cárcel puc u_u año. •'
Diego F ' e l n a r |
d >
e z
P*
0 - 0 1
1° nombre- Luis
L o p e s , portugués* vecino d e B.ujalance hábito í
cárcel, perpetua,
Ana, L ó p e z , portuguesa, muger del dicho
Siego. Fernandez, vecina, de. Bnjalance. hábito
i cárcel, por dos. años..
María L ó p e z , portuguesa, muger de M a -
nuel Rodríguez i hija de la dicha A n a López
Tecina d.e B.ujalance, hábito, i cárcel por un año.
Leonor López, doncella,, portuguesa, ?e-
eina de Buja.la.nce i hija del dicho Diego F e r -
nandez i Aua López hábito, i cárcel por uu
año.
Inés Fernandez*, portuguesa, muger de
Gaspar Hernández i Ana; López, vecina de Bu*
(i69y
jalance habitó i cárcel p o í un aííó. ' *>
Gaspar Fernandez, portugués, marido de
li dicha Inés Fernandez, -vecino' de Bujalance'
hábito í cárcel por un año.
Francisco Fernandez* confitero, pórlú- :

g'.ics, licrmsub del dicho Gaspar Ferbahdéz, v e -


cino de Crírdoba, hábito i c'árre) por un año'-
GrisloVal de Ribera, portugués*. vecino
de Bujalance-hábito i cárcel por dos fcños.
Juan de R i b e r a , portugués, hijo del d i - 1

cho Cristoval de Ribera, Vecino de Bujalance


hábito i cárcel por dos anos.'
Jorge Dia'z, portugués, Vecino ríe Bujá-'
lance hábito i cárcel por dos años.
Francisca López, mugeí del dicho Jor-
ge tiiáZ, portuguesa, • i Vecina de Bujalance h á -
bito i cárcel por dos años-
Antonio ÍHaz, portugue's, vecino de Bu-
jalance i h e r m a n o del d i c h o Jorge I)iaz h á b i -
to ' i cárcel pbf dos anos.
María López, portuguesa, muger del d i -
cho Antonio í)iaz, Vecina de Bujalance hábito
i cárcel poi* üh año;
J ü a h - ' t)iaa, portugués, Vecino, de- Bujd- '
lance hermano de A n t o n i o , Í)ia2, hábito í car-
sel por seis meses.
• • Clara Díaz, doncella, portuguesa, Vecina
dé Bujalance i hermana d e los dichos Jorge*
Antonio i Juan Díaz hábito i cárcel por séia
meses.
Marcos López > portugués, vecino dé B u -
jalonee, i cuñado, de los dichos Jorge* A n t o -
nio i Juan Díaz hábito i cárcel por un año.
Francisco Correa> portugués, vecino de
Bujalance hábito i cárcel perpetua.
Maria López, muger del dicho Francis-
co C o r r e a , vecina de Bujalance, hija de Frau- 1

cisca López, relajada en esté auto* hábito i


cárcel por un año.
Esteban López, portugués, vecino de Bu-
jalance > hermano de Maria López i hijo
d e la dicha relajada hábito i cárcel por un
año.
A n a Méndez, doncella, portuguesa, veci-
na de Bujalance, i hija de la dicha relajada
i hermana de Mari» Esteban López,, de edad
de doce, años, hábito i cárcel) i que se le quité
en el tablado i sea reclusa éu un Monasterio
da Monjas por un año para que sea instruid
r
(111)
da en la Fé católica, (i)
Simón Rodríguez, portugués, vecino de
friego hábito í cárcel perpetua.,
Domingo R o d r í g u e z , vecino de Cañete
i , hermano del dicho Simón R o d r i g u e z hábito
i cárcel por un año.
María López, portuguesa, muger del d i -
<¡ho Siuiou Rodriguez, vecina de Priego habito
i cárcel por un año,
; '. Blanca Rodríguez, portuguesa, vecina de
Priego, viuda, muger que fué de íüstevan Lopctc, i
hermana de . los dichos Simón i Domingo
Rodríguez, hábito i cárcel por un año.
Beatriz Rodríguez , portuguesa, vecina
de Priego hábito i cárcel por uu año.:
Luisa López, portuguesa, vecina de P r i e -
go viuda de Antonio L ó p e z , hábito i cárcel
perpetua»

(\) Parece según esta qtre Bujalance era


pueblo predilecto de los Portugueses judai-
zantes: sin duda hallarían en el buena acó-
Sida.
Fernando Rodriguez,'portugués, vecino 1

de P r i e g o ' hábito i cárcel


:
por dos años. ;*
Juan López Caballera, portugués; Vécinfr
de Priego hábito i "cárcel pbr seis mésés.
F r érieiseo' A l v a r e z , portugués, Veciub'dé'-
Priego hábito i cárcel por Seis Ineses» ;

Lbpé de Perea; Marchado, portugués, Ve*


ciño del Márhioíejo, hábito i cárcel por tin>
año. ' ' 1
"
Leonor Méndez, portuguesa ;' mugér del
dicho Lope de Peréa Marchado'; Vecina del Mar-*
molejo hábito i' 'cárcel "por nn 'íñó. •• ••"<
Andrés de Peréa, Marchado, portuguév
hijo de los dichos Lope de Peréá, Machado;
i Leoüór MerideZ,' Vecino del Marinóle j o , hábí^'
ib i cárcel por üñ ano.
M a n á . Marchado, portuguesa, hermana
del dicho Lope de Peréa Machado, i- rhnger
de Manuel Méndez, Vecina dé Árjoná, hábitd
¡cárcel por " u d " año.
Manuel Goiriez Carrion; portugués, Ve-
cino dé Lucéná, hábito i cárcel por un éiñd.
Maria de la Peña; muger del dichd
Manuel G ó m e z ; portuguesa, Vecina cié ¿ticedaj-:
hábito i cárcel por un Uaít •>• •' .j
(113)
Elena de Correa, portuguesa, vecina de
la Manchuela, muger de Gaspar Hernández,
hábito i cárcel por dos años.
Fernando Rodríguez Criado, portugués,
vecino de Linares, hábito i cárcel por seis m e -
ses.
Maria áe tNIoa, portuguesa, vecina de
Antequera, híbito i cárcel por seis meses.
Francisca dé Ülloa, portuguesa, vecina
de Antequera, i hermana de la dicha María
de Ulloa, hábito i cárcel por seis meses."

Difuntos reconciliados.

Diego A l v a r e z , portugués, v e c i n o de A n -
dujar, hijo de Madre reconciliada p o r judia, e s -
tatua con hábito de reconciliado.
' Doña Ana A l v a r e z , vecina i natural d «
Aguilar, estatua c o a habito de reconciliada.

u
{11 ¿)

—- 'Difuntos rúa jados i

Alonso Lape? de Acuña d e nación p o r -


tugués, hijo de Luisa López, vecino de Prie-
go. Se dio garrote de noche en su cama d á n -
dose tres vueltas a la garganta con una torai-
sa de palma con que estaba liada la escoba,
í una reata de rehilado de sus calzones, las
cuales vueltas habia ido retorciendo con una
m a n o de mortero de madera hasta ahogarse.
Estatua con insignias de relajado i quemados
sus huesos, (i)

(i) Todas las cosas de este mundo con-


fluyen con la vida, mas alia de la cual pa-
rece rjue -no se debía estender ningún po-
der humano. SI sepulcro leilanta un muro
impenetrable' entre la región de los vivos
\2bfsentes relajados en estatua*

G e r o a i m o D ¡ a i , portugués, vecino de B a e -
za, ausenta, fugitivo. Estatua con insignias da,
relajado.

í la • morada de tos que han dejado de ec-


sistir^ Sin embargo la inquisición traspasa-
ba estos límites violando la jurisdicción de,
la ?muerte. Formaba causas a tos que ya
habían fallecido i sino era posible que
estos sufriesen la pena a que los condena-
ba , la sufrían los restos de sws ^cadáve-
res que se exhumaban por mas tiempo que hu±
biese trascurrido; i para que no dejasen de
estar presentes del mpdo que era posible, in*
ventó que tanto los fallecidos, como, los au-
sentes compareciesen en estatua.
(116)
Pedro G ó m e z , portugués» vecino de B a e -
za, ausente, f u g i t i v o . Estatua «ra insignias de
relajado.
Manuel Enriquez, portugués, vecino de
Baeza, ausente, fugitivo. Estatua con insignias
de relajado .
Enrique Méndez, portugués, vecino de
Baeza, ausente, fugitivo. Estatua con insignias
de relajado. v. • • •
.
Gerónimo López, portugués) vecino de
Baeza, ausente, fugitivo. Estatua con insignias
de relajado.
Isabel López, portuguesa; vecina de B a e - .
za, ausenté, -fugitiva» Estatua con insiga ¡as da
relajada.
Inés '"Diaz, portuguesa, vecina de Bae-
za, ausente; fugitiva. Estatua con insignias de
relajada.
Blanca R o d r í g u e z , portuguesa, vecina de
Baeza, ausente, fugitiva. Estatua con insignias
de relajada.
Isabel Díaz, portuguesa, Vecina de Bae-
za, ausenté, fugitiva. .Estatua con insignias de
lelajada. 5
. . .
Ana G ó m e z , portuguesa, vecina de B a e -
(117)
aa, ausente, fugitiva. Estatua c o a insignias de
relajada.

Relajados, en persona.

Antonio Gutiérrez, de M'ontiel, marido


de Maria Rttñez,. vecino, dé Aguijar, judío r e -
lapso. Relajado al brazo seglar.
Maria Ñoñez, tecina de Aguilar, mu-
ger del dicho Antonio. ^Gutiérrez de Montiel.
Relajada al brazo seglar
Francisca López, por otro n o m b r e Diaz
portuguesa,, vecina de Bujalance. Relajada al
brazo seglar.
Maria de los Santos, jpprtuguesa vecina de v

Priego reconciliada relapsa. Relajada al brazo


seglar.
T o d o s estos, i mas Isabel A l v a r e z , p o r -
tuguesa, vecina de_ A ndujar, que pnr ser tulli-
da i ciegí vino en una silla, i. l'e dieron
hábito de aspa i abjuro de vehementi, eran
\H8)
judíos observantes de la lei de Moisen cea
sus ceremonias. Esto e s , amortajar sus d i f u n -
tos con lienzo nuevo, ayunar algunos ayunos
de judíos, en especial el ayuno del dia gran-
d e , guardar los sábados, ponerse ropa limpia
los viernes i en ellos aderezar- los candiles i
desangrar las, carnes, {i) no cotiicr tocino, ni
conejos, ni pescados sin escama i- otras se-
mejantes ceremonias de la dicha lei.
Acabadas, de leer las sentencias, se e n -
tregaron los relajados ai brazo de la Justicia
Real i al Corregidor de esta' Ciudad en su
nombre,, i ' p o r su cuenta quedaron en la me-
dia naranja, donde estaban, í bajaron de ella

{i) Si la hubieran comido sin practicar


antes, esta diligencia, se hubieran, parecido
menos a los. cristianos* por que estos ciev.
tómente no tienen el vial gusto de comer-
tx con la sangre . Esta costumbre i otras
que aquí se atribuyen a los judíos pare-
cen bagatelas indignas- de llamar la aten'
cion de ningún tribunal.
(119)
Jos penitentes q u e habían de ser reconciliados
i absueitos por el tribunal. Para esto , lodos
se hincaron de rodillas junto a la peana del
tribunal: desde ella, el inquisidor mas antiguo
don Damián de Amienta i- Valenzuela, tomó
sobrepelliz i estola, i el Secretario Juan Te-
llo el ceremonial, i les fué diciendo a los
penitentes las palabras con que todos abjura-
ron sus errores i heregias, unos de levi i
otros de vchcmenti, detestando l o s que hasta
allí habían seguido, i protestando "de nuevo con
juramento en forma de vivir i morir en nues-
tra santa Fé. T o m o luego el ceremonial el
presidente i comenzó, en voz alta i tono las
preces i absolución de las escomunianes i. c e n -
suras que habían incurrido por sus delitos í
errores; con lo cual el Licenciado Antonio de
Cea i el Licenciado Pedro de Verga ra Esco-
bar, ambos capellanes i ministros del tribu-
s a l , que asistían con sobrepellices les dieron
a besar dos cruces en señal de que la igle-
sia los reconciliaba i admitía en su gremio.
Hecha la abjuración, el presidente volvió a
tomar el ceremonial i en voz alta prosigo ió
la absolución dándoles, ecu una vara larga
(12&)
sobré las cabezas mientras los absolvía; lo
cual hacían también con 'algunas varas me-
nores los dos capellanes ( i ) de el tribuna) i
otros sacerdotes ministros . "Cantaba en esta
ocasión el miserere con suave i- devolisima

• • » , ' . i . ., i i «

(i)• JSstrciña cosa es que los que cas-


tigaban las hechicerías usasen de practicas de
hechiceras para absolver los recs de sus delitos.
Circe-, aquella maga famosa entre los poetas, les
daba también coauna varita en la cabeza a los
que quería convertir en bestias., como, en
boca de Aqueménidts refiere Ovidio en
el lib, '4 délas trasformaciones..

..Accipimus sacra data pocula dextra:


Qua:' simul ' areoli' sitíenles bausimus ore,
Et letígit s.ummo>s virga. dea-dirá capillos;
Ét pudet et referan): setis horrescere c¿ep¡,
Hecjaiu posse queri, pro nobis- edeie raucutn
Murmur, el in terraiu. t o l o procumbere vultu.

tomismo practica para cónvÉrtii? en ave


(12/)
melodía ' la " música de la Catedral, no sin lá-
grimas i devoto sentimiento de la innumera-
ble multitud de gente que concurrió de toda
la comarca i demás partes distantes.
Hecha la absolución de los penitentes,
s e volvieron a entregar cada uno a los dos
familiares que lo. habían traído; i asi, con el
m i s m o orden que habían venido volvieron los
penitentes a la cárcel, llevando cada uno su
vela encendida, por ser *ya de noche, I el
tribunal también v o l v i ó a caballo, c o m o habia
venido, con l o s dos cabildos Eclesiástico i S e -
glar, i m u c h o s caballeros familiares acompa-
ñando, al estandarte de la Fe hasta dejarlo
en los alcázares, reales..

m su querido i desamorado Pieot

T e r juvenein báculo tetigit, tria carmina •dixit.

Es. regular que no supiesen los señores


inquisidores que. cuando, hacían esta ceremonia
se asemejaban a Circe.
A l o s relajarlos dispuso la Justicia Real
para llevarlos al quemadero en jumentos,
c o m o suelen, acompañados de alguaciles i otros
ministros de Justicia con pregonero i verdu-
g o . Asi los llevaron por calles acostumbra.
das fuera de la Ciudad por la puerta de
Placencia, a un campo junto a el camino de
Madrid, que vulgarmente llaman el Marru-
bial. Con cada uno de estos relajados habiati
estado desde la noche antes do» religiosos, sa-
cerdotes doctos i graves para disponerlos eu
aquél trance con palabras i eesortac iones san-
tas, i todos los medios quí> tiene la cristiana
i piadosa caridad, sin .qué dejasen este inten-
t o hasta que los reos dejaion la vida en el
fuego. En esto ti¿béjaron religiosos de las
ordenes de santo Domingo, de san Francisco, de
san Agustin i de el Carmen.
Acabado el auto, por orden del tribu-
nal el secretario Pedro de Salinas, habiendo
convocado mucho numero de familiares, co-
misarios i otro ministros de la inquisición,
llevo cou mui decente acompañamiento i co-
pia de luces, la cruz que estuvo en el ca-
dahalso, en las mismas andas, al convento de
san Francisco ele donde se habia traído.
El dia siguiente, los penitenciados que
habían vuelto a las cárceles del alcázar f u e -
ron llevados a la-cárcel perpetua de este t r i -
b u n a l , i en ella quedaron entregados a su a l -
caide para que cada uno cumpliese su pe-
nitencia.
O t r o dia. salieron Pedro de Navas, se-
cretario, í algunos familiares cop los que ha-
bían de ser azotadas por las calles a c o s t u m -
bradas, en las cuales, con pr<Aooero i verdu-
go se ejecutó la pena que se les había dado
en sus sentencias.

FIN.

En i 6 5 o se celebró auto particular en


el Monasterio de. tan Basilio i en i64o se
celebró otro en el convento de lesna "Gruci-
ficado del orden d e santo Domingo., (i}. INo h e -
m o s podido adquirir noticia de los reos que
en estos salieran penitenciados..
En Domingo 24 de Febrero, d e 1647
celebró . o t r o auto el
1
santo oficio en- e l con-
vento de san Pablo,, i salieron diez i ;
siete
penitenciados, entre ellos d o s hechiceras ,. un
blasfemo, una casado, dos veces, uu lego, de
cierta orden que sin ser sacerdote habia cele-
b r a d o , un encubridor, solicitador i factor de
judíos, i once de ésta religión., ( 2 )

(Y) De cuando, en cuando, se acostumbra-


ba a hacer un aiilo en este convento pa-
ra que sin duda por el privilegio de do-
minicas, pudiesen presenciar las monjas tan
santos i divertidos espectáculos • No sabemos
por que no se haria lo. mismo en otros
conventos de la misma orden que hai en es-
ta Ciudad.
(2} El año anterior de 1646 dia tres
(125)
de Agosto, se hizo entierro por uno de los
Curus del Sagrario en la capilla de la
inquisición, después de las nueve de la no-
che, a un reo que ha&ia muerto en las
cárceles, por lo que se ahorra de salín
en auto.
JOTO
GENERAL DE LA FÉ\

esto es; la verdad católica triunfante


contra el error: la iglesia, esposa le-
gitima de Cristo, vengada de la re-
pudiada Sinagoga^ de los enemigos
desertores del nombre cristiano; per-
donados unos, castigados otros, iodos
! vencidos a. los pies de la Santísi-
ma Cruz •, por la oliva fusta,
por la espada misericordiosa
del tribunal de la santa Iw. ^
quisicion de Córdoba. Lu-
nes tres de Mayo de
16S5.
S . JOANNES CHRtSQSTOMUS

Topo-i» süoftim operüm. serm. de


Cruce, ad^ i l l u d Matth .16»
Tollai crüceñi suám, Si sequdtur me.
Sed nequis exisiimáret hoo unum satis
es se, páralos scilicet esse ad morieth (sunt
emm parati Si latroites^ Si-venéfici Sí parri-
cida} OmneS)) addidit: Si s e q i í a t ü r m e . Non
fortem, inquti) quózroi néc éutn qui appropin-
quantetn mórietn non harnscit; sed bonUm^ con—
tincntem, moderalum, omnique virlute prvéditum.

ET P A t C I S iNTÉRJECTIS»
• Eaf quóehim Chrisius oenit, vis éxer—
citus •véstri o Judiéis dissoluta ést¡ süblaium-
y

que Sacerdol¡üm¡ Si a Romanis dispersi esiis.


Ex eo téthpore quo Crux nata est, Si a ma—
joribus vestris. et Chrisius suffixus ésii, jura
vestra omnia excidérunt^ ex Judaa patria
vestra excessistis', in diversa loca dispersi
estis,' alqve in Orbe terrarum ab oriente ad
extremum ierroi vos omnes genies Sí con— i

temnwd, Si tident.
"Al ilastrisirno i reverendísimo Señor
Voh Diego Arce de Re'inoso, Obispo, Inqui-
sidor general, del Consejo de su Magostad, Wc.

Esta relación breve, que por mía na


merece los pies de V , S . 1 por la materia
en que Se ocupa, que son los aciertos i fe-
licidad de los cuidados de V. S> 1. podia sin
ambición llegar basta su cabeza coronando sus
sienes, pues héroes tan grandes solo de sus
obras se coronan. Estos son los lauros^ siem-
pre verdes, q u e nunca marchita el t i e m p o , a
gloria d e Dios obrar con admiración en el
siglo presente, 1 dejar gloriosos ejemplares, que
imiten los venideros. En ella verá V . S. h
el auto general de F é , que se celebró en C ó r -
doba con los auspicios de su n o m b r e , con las
atenciones de Su prudentísimo gobierno, a que
correspondió la fertuua coa los sucesos feli-
030)
ices, i/u asi ipsam pnrterat, nisi mmifesÚs litis
virtutibus eítiim sltjfragium. saum addidisséU
Sinesius. L.cle Regno. Verá también V . S. I. se lo*
gró su santa intención en La elección., que .hizo de
los jueces, que hoi ocupan este tribunal santo
en quienes letras, Virtudes privadas, i públi-
cas, ze!o de la Religión, indefeso trabajo»
asistencia continua al oficio aun m u c h o mas
allá de la obligación, son tan conocidas p r e n -
das, que quitándose cada una a la O'tra el
ser o nica, hacen .todas juntas único para este
oficio a cnda uno. Verá juntamente V. S. 1»
los triunfos de la Católica Fé\ contra la a p o s -
tasia, i se "alegrará de ver, que anden taa
junUs estas dos causas; la gloria de Dios, i
las alabanzas de V . S. I . i sirva esta razón,
aunque de p a s o , para cscusarme ron la mo-
destia de V . S. í. de haberlas tocado, aunque taa
ligeramente» Últimamente verá V. S. I. mi
obediencia, pues habiéndome mandado este s a n -
to tribunal notase las cosas memorables de
aquel dia., obedecí cri un papel escrito de
nii^ mano. Pero viendo en el cosas tau dig-
nas de que se publicasen a honor de Jesu-
c r i s t o nuestro Señor, e l . celo da su gloria me
p3i)
obliga a darle a la estampa, i et dfeSeo do
satisfacer en alguna parte las obligaciones»
que tierre mi religión a este santo tribunal»
columna firme de la universal cristianan Q u l *
zas las mudas voces de ésta relación liarán
presente al auto, que vimos én Córdoba á las
naciones éstrangeras, que con tahté dolor l l o -
ra Europa-, viéndolas infectas de la herégia»
Quiera Dios cumplir nuestros deseos, i g u a r -
dar para que nos los de cumplidos, a tan-'
ta gloria dé la Iglesiav exaltación dé la FB'j
i aumentos de nuestro Católico Monarca, la
persona dé V. S. I. Asi desea, asi suplica
en este Colegio de la compañía de Jesús de
santa Catalina de Córdoba en 4 de Mayo de
i655.

JEI menor cápellrin, i mas humilde sierpe


de V. S. L que sus PP. B.

picolas Martines,
PUBLICACIÓN SOLEMNE JQÉZ AUTO..

• I •frSygJS.C?,.

Habiendo. «1 tribunal de l a santa, ipqn'i>.


sjcion,, que., reside- en esta Ciudad , acordado»
celebrar auto, general de %..gsjps, castigo 1 pú-
b l i c o , de. l o s secretos, apostatas de esta,, c i z a -
ña, feraz, que- el común enemigo siembra e n -
tre- las. niiesas, quizás por mas insidiadas,,
defc católico, campo de- E s g a ñ a , escogió, el dia.
mas. apr.opósilo-de. cuantos lleva el- aftp,, que.,
fué; lunes, tees, de Mayo, d e l presente, de m i l
i seiscientos i. cincuenta i cinco, dedicado a la
fiesta, d e la Cruz, piedra en que lia. runchos, dias.
tropieza el judio,, para que dando en. ella de
ojos abriese-los del entendimiento,, que tan c i e -
g o s tiene- su. o b s t i n a c i ó n . Escogióse con pru-
dentisimo acuerdo el dia de la Cruz, para,
desagraviarla de las. ofensas,, que gente de d u -
ra cerviz,, i m i t a d o r a d e sus, pasados,, incrédula
(^4
¡je. sus mismas dichas, h a c e at, principal ins»
truniento de ellas. j Este dia , pues., quedó' la
Cruz adorada del católico amigo, i vengada
del eiiwnigo infiel, primeras, i postreras glo-
rias, de la. pasión de ¿esu Cristo, ep l e n g u a -
je d-jl Apóstol san Pedro. D e esta resolución
$«. procedió a las acciones estertores, i públi-
c a s , materia, en que solo puede ocuparse nues-
tra relacivu, venerando en la- magestad, i a-
cierto de ellas la justificación invencible de
las demás qne se quedan en el inviolable
secreto de esto tribunal, en quien se hallan
hoi por jueces, e inquisidores apostólicos , un
triunvirato de personas tan grandes, que en
solo sus. nombres, tienen sus mas aventajados
elogios. E l señor don Bernardino de León de
la Rocha, prebendado ele esta sania. Iglesia,
Colegial del mayor de Cuenca, Inquisidor ;
mas
antiguo: el señor don Bartolomé' Buja-n de
S o m o s a , Canónigo de la santa iglesia de Cuen-
ca: e l señor don Fernando, de Villegas, Co-
legial de! mayor de san Bartolomé, i por F i s -
cal diguisimo, e l - s e ü o r don Juan Marín de Pro-
desno, Colegial del mayor d e Cuenca, en cu.
yos panegíricos, n o e * lícito- detenerme, por
(13$)
que «o-, quiero, malquistar esta relación, car»
su modestia..
Martes, pues,, treiats. de Marzo, tercero
dia de. la Pascua que consagra la iglesia a la
Resurrección de Cristo Ji. S. Cordero Resucita-
do,, que solo celebró muerto el judaismo (no*
se le concedió mas) fue celebre en esta Ciudad
por. la solemne publicación ¿el Auto, que se.
hizo con todas las circunstancias de giaudeza.
i. autoridad que pedia, la ocasión. A ; las tres,
de la tarde salió., de los. Reales. Alcázares, a-
íiento del tribunal, el licenciado don Pcdep d e
Amienta, Prebendado, de esta santa, i g l e s i a ^ s e -
creiafio del santo oficio, que estos días, se-
bailaba, ejerciendo el 1
de fiscal,, por. no. haberle
propietario, acompañado de mucho número do
ministros, a dar, aviso del. Auto¡ aL liustrisi-
110, i Reverendísimo señor don, Antonio de
Y a l d é s , . Obispo, de esta Ciudad, i. al' l l u s t r i -
simo Cabildo de la santa iglesia. Catedral. Su
ilustrisima l e OJLÓ, i en las. palabras,, i c o r t e -
ses demostraciones dio a. entender la. venera.-
cipn que h_ace dei tribuna!; pero. respondió, e x -
cusándose de asistir, por haber de salir, el
d i a siguiente á la visita de sus ovejas, coi-
'(136)
dado d i g n o de tan vigilante pastor,, i no ser
posible volver a Córdoba el dia señalado al
auto. Llegó también el dicho fiscal, a lasan-
ta iglesia, donde esperaba ya prevenido, un
dia antes su ilustrisiuio Cabildo, entró en el,
sentóse, i d i o el recaudo, que brebeineiite con-
tenia dar aviso al Cabildo del Anto, general,
que se hahia de celebrar eu tres de Mayo,
para gloria d e l nombre cristiano, ecsaltaciou de
nuestra santa fé católica, i confusión de la
Jberegia, i convite juntameote, para que acom-
pañasen, i asistiesen sus capitulares al tribu-
sel, i 'cadahalso el dia referido, aumentan-
do con sus personas la autoridad d e la a c -
ción. Respondió el señor doctor don Francis-
co Antonio Bañuetos, consultor del .santo ofi-
cio, canónigo i maestreescuela de esta santa
iglesia, presidente en su cabildo; i en su n o m -
b r e , con la estimación debida, a tan alegre
aviso, que el cabildo habiendo tenido su a-
cuerdo respondería al tribunal santo la reso-
lución que toma'se. Salió el fiscal, i fué acom-
pañado al -despedirse con las mismas corte-
sías, cotí que fué admitido,
' Al m i sino tiempo que salió: el fiscal
(\37)
para los avisos dichos, salió juntamente de,
los Reales Alcázares, don Iñigo Fernandez de
C ó r d o b a , Ponce de León, caballero de la orden
de sant Vago, > veinticuatro de esta Ciudad,
i alférez mayor del pendón Real de ella, f a -
miliar del santo oficio, a quien el tribunal
eligió, para esta ocasión, por su alguacil ma-
yor, por enfermedad de. don Gonzalo de C á r -
denas i C ó r d o b a , caballero de la orden de
Galatrava, veinticuatro de esta Ciudad, te-
niente de alguacil mayor de este santo ofi-
cio, por el Escelentis ¡ m o señor don Luis Mén-
dez de Haro, Marqués del Carpió, Conde Du-
que de Olivares, cuya es la propiedad de
esta vara. Iva el alguacil mayor en un vis»
toso, i hermoso cahallc: acompañábale don
Gonzalo de Flores, secretario del tribunal, i
otros muchos ministros, familiares i caballe-
ros de esta Ciudad, centro -de la " nobleza
Española, todas con vistosas galas, i sobre c a -
ballos Cordobeses, formando un escuadrón de
caballería hermoso a la vista, i formidable al
infierno. Después de la cabal'cria , iva por
infantería, una compañía de soldados qué t i e -
nen estos Reales Alcázares, i delante de t o -
do el acampa ña-mienta un niego sonoro de
trompetas,, atabales, i chirimías. Pasó este l u -
cido acompañamiento por las casas . O b i s p a l e s ,
Iglesia mayor, Platería» calle d<> la F e r i a , has.-
ta que llegó a las casa! del Cabildo de esta
Ciudad, subió, el alguacil mayor don Iñigo
Fernandea de C ó r d o b a , i el secretario, dou
Gonzalo d e F l o r e s , que fueron recibidos en
Ja anta sala de cuatro caballeros veinticuatros
i dos jurados, que diputó para este tan de-
bido agasajo la Ciudad. Entraron . asi acom-
pañados i después de sentados, dio el algua-
cil mayor el misma recauda a la Ciudad,
que el fiscal a lá santa iglesia, a que res-
pondió don Francisco de 'as I ufanías. Caba-
llero de la Orden de Galatrava, veinticuatro
mas antiguo, con toda la urbanidad , i mues-
tras de agradecimiento, que pedían las o b l i g a -
ciones de su sangre, i la nobleza de la Ciu-
dad por quien hablaba, que después de tras-
l a d o el caso, la Ciudad avisaría por sus Di-
putados al tribunal, la resolución que se to-
mase, que sería la de m a y o r obsequio a la
F é , cuya causa la mas importante a la pú-
blica el tribunal representa. Despedidos el al-
guacil, m a y o r , í secretario, en la misma for-
ma que fueron recibidos salieron a laa puer-
tas del ayuntaruieuio, donde se le dio al pue-
b l o el primer aviso público, a voz alta de
pregonero, que decía;

Pregón*

I n in nf)QT~'wi ' i

Sepan iodos los vecinos i m ora-


dores, asistentes, i residentes en esta
Ciudad de Cxtrdobct, que los seriares
inquisidores apostólicos de ella, i sit
partida, han de, celebrar Julo publi-
co de fe en la plaza de la Correde-
ra, a honor, i reverencia de Jesu Cris-
to Nuestro. Señor, i ecsallacion de su
'(UO)
santo Jl católica, i M evangélica,, i
eslirpacim de. las heregias, el lunes %

que se. contarán, tres. de. Mayo,, de


este presente ario.. I se. cpmcden. las
'gracias e. indulgencias, por los Sumos.
Pontífices dadas, a todos los que
acompañaren i sirvieren, al dicha, Au-
to. Mandas® pregonar,, por- que. ven-
ga a noticia di todos..

H a b l a ejfc pregonero*, i- siguióse, la. roúsU


ca d e trompei&s, i atabales, que en, esta OCA-
eion fueron cajas, de guerra, que; se- publica*
b « contra el error contumaz,
:
de los enemi-
gos de la verdad católica,. Este mismo p r e -
gón se repitió varias,, veces en. l a s calle».i p l a -
zas de esta populosa. Ciudad,, i en la, misma
orden con que había salido v o l v i ó el acompa-
ñamiento a los Reales Alcázares a dar Jares-
puesta al tribunal de su embajada. Aqui se
(141)
disolvía aquella pompa verdaderamente grande
quedando la Ciudad toda en una festiva es-
pectacton d e l dia mayor que le ha amanecido,
celebrando anticipadamente Con la espera liza,
los triunfos de la Fe*, i victorias d e la Grüzi
Tratóse en los dos Cabildos el negocio
propuesto, i "en la resolución, que fué acep-
tar el convite, acompañar al tribuna], asistir
al cadahalso, i ofrecer los ' capitulares todos
sus personas i vidas en Veneración del tri-
bunal, ( i ) cuya causa es la fé, no h u b o di-
ficultad, antes 'con concordia sunirna de pare-
ceres , e asi lo respondieron al tribunal
por sus diputados»

(i) ¿Puede llegar á mas la bajeza i hu-


millación servil de estos que ofrecían hasta
sus vidas en veneración dfl tribunal? He á*
qui en que se fundaba el orgullo la aU
laneria de muchos inquisidores,
'FABRICA BEL EABÁHAÉSÓÍ

, El dia inmediato a la publicación del


Auto , se pregonó la fábrica del cada-
halso, i se remató por bajas como se "acos>
tumbra, en cuya descripción es fuerza dete-
nerme, para que pueda la apreeosion delinear
la idea verdadera del teatro; que le ocupo.
Tieue ésta Ciudad Una capacísima plaza; qué
comunmente se llama la Corredera, por que
en ella se corren toros, i se dan ál p u e b l o
l o s espectáculos; que para regocijo público usó
la policía de las repúblicas en todos siglos.
En ésta plaza se fabricó el cadahalso arrima-»
do a la parte de ella occidental, que d e r e c h a -
mente mira al oriente , sobre fuer-
tes, i frecuentes pinos, que podían resistir c o a
sil firmeza no a las de un dia solo, sino
a IaS fuerzas de un siglo, El plan estaba
sublime al suelo dos varas í media, su long¡->
tud que corría cou el testerro d e la plaza d i -
e h o , quarenta i seis varas. Su latitud treinta
i seas. Su figura qttadrada, cercado' dé.un p r e -
til de vara en alio. A la parte septentrional
con artificio se dispuso puerta principal, i es-
calera; la puerta era levadizo que levantada en
alto con violencia de cuerdas diese paso, i l i a '
macla al suelo, por su mismo peso le impi -
diese, a voluntad, i arbitrio de 1
sus guardas^
esta puerta, p rastrillo, solo se habia de le-
vantar en las entradas solemnes de procesio-
nes, cabildos, i tribunal. Para la entrada de
personas particulares, en la misma plancha se
abrió un postigo pequeño, hecho asi con p r o -
videncia particular, para que cuándo Se abrie -
se a personas selectas, no se pudiese entrar
con ellas et vulgo sin selección, valiéndose de
su ímpetu contra, el respeto que se debía a las
guardas.
En la parte Occidental, se levantaren
seis gradas, que corrían toda la longitud del
plan, sobra ellas en medio de todo el teste-
ro se dispuso el asiento del tribunal4 colgóse
un docel que para este dia se labró costosa, i
curiosamente, de terciopelo carmesí, bordadas
de oro las armas de ia Magostad Católica, c o -
no dándole, í ofreciendo victorias a las plan*
?U4)
tas de tan Cristo crucificado» hermosa i viva-
mente dibujado de imaginería» que se levantaba
sobre él escudo R e a l . A l lado derecho la o l i -
va^ i al sioísstro la espada, insignias de la.
benignidad, i justicia» que en esté Santo tribu-
na), tan sabia» c o m o justamente sé tiemplan,
sin que quedé la Una con agravio de la otra.
Sobre lodo el escudo se leía el lema de q u e
usa éste tribuna), i solo él puede con razón
decif. EXÜRGE DOÍÍINE jome* CiüSAtó * Ú A M , t o -

m a d o del salmo setenta i tres, escrito con


letras bordadas de plata» i o r o . Salió* toda
el docel majestuoso, i rico» hijo de Un lin-
do gustó» i cariosa mano del artífice, i d i g -
no al fin dé ía acción para que sé destina-
ba su labor, Debajo del Sé pusieron tres Si-
llas de terciopelo carmesí, con clavazón dora-
da. A l lado siniestro después de todas tres,
otra de baqueta de moscobia que Salia algo
fuera del docel. Delante d e las tres sillas,
el sitial con tres alomadas de terciopelo car-
mesí, con galón i borlas de o r o . A los dos
lados del docel, i sitial» se dispusieron los
asientos para los dos Cabildos, sobre las seis
{radas dichas. A la mano derecha puso «1
"(US)
Cabildo Eclesiástica, sus bancas cubiertas dé
terciopelo carmesí, t a la mano izquierda, las
suyas forradas de la misma l e l a , ta Ciudad:
todas ellas estaban una tercia inferiores á las
sillas del tribuna), i algo apartadas» Uno i. otro
Cabildo mandó colgar el testero \ que se a r -
rimaban sus bancas de riquísimas colgaduras,
qué formaban a la Vista una apacible prima-
vera.. Todas las seis gradas se cubrieron de
alfombras, 1 sirvieron de asiento a las perso-
nas graves, i doctas, de que tienen gran n ú -
m e r o en esta Ciudad las religiones sagradas,
calificadores, comisarios, i otras personas de
calidad.
En el plan del cadahalso, enfrente del'
tribunal, Se puso el altar, i se aderezó con
muchos blandones de plata, i frontal curioso
de color morado. Dos pulpitos estaban & los
dos lados en iguales distancias del altar . En
el testero del cadahalso oriental, que es la
parte por d o n d e ' ; e n t r a b a en la plaza,, se les
dio asiento a los reos, en la media naranja,
que llama el vulgo, pero en esla ocasión,
mas tenia forma de media pilla, por ser su
figura ochavada, i constar de trece gradas, q u e
K
cbsmínnian da su anchura con la m i s m a pro*
porción con que se ivan levantando en alto.
Desde - este asiento de ios reos, corria-n dos
pasadisos, o corredores, resguardados de pretil
de vaMustres, cuya altura sobre el pian común
era de vara i uredia: estos corredores, rema-
taban en dos peanas altas; i a fin de que por
los corredores viuiesen con comodidad h s reos
i ^eu los peauas eituviesen eminentes, para
ser vistos de! ieatro, x u a n d o se les leyesen
sus causas. 1 para que las pudiesen oír, v e »
uian á estar las dos peanas, o tabladillos c e r -
canos a los dos pulpitos. En el plan dsl c a -
dahalso se les señaló estrado a las señoras
principales de esta Giudad v levantado una ter«-
cia del plan comuu, alfombrado, i cercado con
va randas cubiertas de seda. Al lado siniestro
se dispuso otro en igual forma, para las mu»
geres de los oficiales del tribunal. A cada uno
de estos dos palenques se ¡e dio puerta fal-
sa, i escalera, por donde pudiesen entrar con
toda comodidad, i decoro las personas qne
los babiau do ocupar. Toda la planicie que
restaba, se llenó de bancos, diputándose los
mas inmediatos al altar de una, i otra banda
fU7)
a los caballeros dé esta Ciudad, éspéciatmén*
té á los de las Ordenes Militares» de qué
cuenta Córdoba tantos én número, i en pren*
das tan aventajados, qué ellos solos pudieran
hacer, dichosas las ordenes de esta religiosa
milicia española, Finalmente él cadahalso sa-
lió anchuroso* capaz, i ton todas las conve-*
niéncias qué pudo discurrir la atención, i eje-
cutar el arte, para recibir» i sustentar en si
multitud tanta Sin alguna confusión» "
Par* evitar los rayos del Sol» que póí-
MayO» son tari ardientes en está Ciudad» sé
previno Un toldo dé lienzo, qué cubrió toda
el tablado» desmintiendo la Vista ai untarla
tan entero» tan estirado» i firmé» las imposi'
bilidades que sé aprehendían antes dé su eje»
cucion. A ésta firmeza se añadió la primo-»
rosa prevención dé disponerle de suerte» qué
pudiese con toda facilidad correrse» si sopla*
se algún viento , i con el víante el peli»
(148)

DISPOSICIONES ANTECEDENTES.

Én la fabrica 'de''la plaza, 'se trabaja-


ba con toda priesi, i desvelo, 'cuando sahidor
el tribunal, que el Ecselentisimó SeCor Don
Luis Fernandez de Córdoba, Marqués de Prie"»
go, Duque, de Feria, trataba d é venir á: Cátr
doba, a la celebridad del auto, ( i ) quiso a u -
mentarla logrando la ocasión, i escribió c a r -
ta a su .ecsélenciai convidándole para qué He-
Vaso el estandaite én la procesión de la san-
ta Cruz, domingo dos de Mayo. La carta fué

(i) A la verdad que denota un perver-


so gusto en /¡echar un viaje para asistir
a la celebridad de un auto de Jé,
(149)
remitida, a l comisaria de Montilla,, por cuya
uiaoo su. Ecsfiiencia ta recibió, i estimó, a c e p -
tando, desde- luego, el. convite. T- como ya c o r -
ría p o r su, cuenta el estandarte, convidó pn-.
ra que- a, su, lado llevasen las, borlas, de!,, a
el Ecselentisimó Señor Duque de- Cardona, i. al
Ecselentisimó. Señor Marques de- los. Vele?... A
estos, tres, señores, por tantos títulos graudes
(i son, lo mas por- si. mismo, que por sus
casas.) se despacharon, nuevos de (amiliares.del
santo, oficio; i precediendo las, diligencias o r -
dinarias, de pruevas, i juramento, fueron, c r e a -
dos familiares, cosa de que. sus Ecselencias
mostraixm toda estimación , i estrenaron las
veneras i. Cruz, de san. Pedio. "Mártir, la vis-
pera,, i- dia del. auto, con. general aclamación
de toda la Ciudad, i en especial de la gen-
te entendida,, q u e . sabe conocer los. fondos de
esta . acción discretamente religiosa.
Por este m i s m o tiempo entró, e»i esta
Ciudad , el - doctísimo i reverendísimo padre
frai luán Mañero, ministro general de la o r -
den de san Francisco, persona en quien vie-
nen cortos los puestos, a la grandeza de sus
méritos. Parece disponía Dios con especial
providencia, las circunstancias todas, qué po-
dían conducir a la m a y o r solemnidad del auto
cosa que. se pueda bien creer, pues eo elfo
Tolvia pos su causa. El reverendísimo padíe
general, fué al tribunal, donde habló, ofrecien-
d o su persona, i religiosísima familia, al ser-
vicio del tribunal, en la ocasión grande qué
se esperaba, o f r e c i m i e n t o a que respondió el
tribunal, con muestras de- toda estimación i be-*
Vevolepcia.
D o s dias antes , cuatro ministros del
tribunal, d e orden suyo, avisaron a todas las
religiones, q u e suelea concurrir a las proco-,
siones pitblícas; asistiesen a la de la, santa C r u z , e l
domingo siguiente, por la tardo . l a estas»
i a todas las d e m á s , convidaron, pata que'sus
prelados, i seis personas d e las mas graves de
sus conventos, se hallasen at auto, ofreeien-
dolos asiento competente; a que todas ofre-
cieron, c o m o brazas d o la fé su asistencia,
i sus corazones, dedicados a la obediencia
del tribunal. Dios también a v i s o , p o r los mis-i
Bios m i n i s t r o s , a todas las iglesias parroquia-
les,, ii regulares, d e la ciudad, advirtiéndoles
»0 tuviesen misa cantada, ni sermón, el dia
früt)
tres: de Mayo,, consagrado a la celebridad del
auto..
En. estas prevenciones,, se gastaron los
días, desde, la publicación, i. ellas fueron, tan-
tas,, i de-tanto embarazo, q u e parecieron les
días pocos. Llega et. Domingo dos. ds Ma.yo, í
por la mañana.,. don Gonzalo de Flores sor
«retario,. con otros muchos ministros del tri-
bunal,, echó- bando a. v o z ds. pregonero» que
por mandado, de los señores inquisidores, des-
de aquella, hora,, hasta el Martes por. la,mar-
Sana,, ninguna persona, tsajese espada,, ni pau-
sase en coche por- las. calles destinadas para
el paso d « L sanio tribunal. Asi-, se- cumplió
i. fué prudentísima disposición, conque se o c u r -
í j ó al peligra que fácilmente ios discretos t e -
mían de pendencias, herulif, i homicidios, es-
tando, h v . Ciudad tan . llena do- fij-rasteros: loj
mas venidos, de aldeas h pueblo» cortos, gen*
te tan. seBsible, que,, el mirar, de un ciuda*-
dauo los, lastima, (i)

(i) Mucha es, según el historiador de


(159)
A las nueve de la mañana la Cofradía
de la Vera-cruz, sita en el real convento
de san Pedro A p ó s t o l , orden del serafín de
la iglesia san Francisco, con todos los re-
ligiosos de aquel numeroso, i venerable con-
vento, llevó la Cruz santa, a la capilla del
invicto mártir san Acasio, sita en los Reales
Alcázares, morada del Tribunal. Allí fué re-
cibida de mucho numero de familiares,, con
luces encendidas, i después de. colocada, que-
dó asistida de hachas, ¡lustre testimonio del
aelo ardiente que las ofrecía a la veneración
de Cristo crucificado en ella. Era la Cruz
\eide,. esperanza de penitentes arrepentidos-, i

este- auto- la delicadeza de les aldeanos: yo


no se en que pueda fundarse para hacer-
les este obsequio: acaso hablará" irónica-
mente o solo de la delicadeza fisica, que
aun puede ponerse en duda-, por que st se
trata de la moral esta ciertamente no es
por lo común prenda de aldeanos.
r
fl53)
cubríala uu velo, negro, sentimiento que tace
la iglesia por la muerte espiritual de sus b i . '
jos. Asi m i s m o la. peana de ia Cruz se v i s -
tió de luto.

PROCESIÓN DE, LA SANTA CRUZ.

A las tres de la larde, salió el tribu-


nal a la capilla, cantáronse vísperas con lodo
aparato solemne.. Acabadas entraron . los tres
grandes familiares en ella. 1 el alguacil ma-
yor entregó el estandarte al F.cselentisimo de
Priego, i las borlas, a los Ecselentisimos seño-
res, Duque de Cardona, í Márquez de los V e -
Iez , acompañándoles el Ecselentisimó señor
conde de Benavenle. I después de haber c u m -
plido mutuamente estos señores, i el tribu-
pal, las cortesías debidas, se ordenó la pro-
cesión, precediendo la compañía de los Reales
Alcázares, cuyo capitán es don Diego de C o n -
eha, marchando en forma: militar; con to>
das las galas de penachos*"! plumas que s u e -
len hermosear la milicia, pon su bandera qué
llevaba el alférez Bartolomé Camacho, i de~
m a s oficiales. Daba principio a la procesión
el estandarte en las manos, que he referido,
á quien acompañaba toda la nobleza de es-
ta Ciudad, conque he dicho una de i»s> > ina-
yores de España, cuya sangre s i e m p r e católi-
ca sirvió en nuevas demostraciones de piedad
con la ocasión de este dia. Seguían el estan-
darte las religiones sagradas.- los padres ca-
p u c h i n o s , los padres descalzos de la santísi-
ma T r i n i d a d , los padres de la orden tercera
del gran padre sari Francisco, los padres mini mos
hijos grandes de san Francisco, de Pauta,
los padres de nuestra señora de la Merced
redención de cautivos« hijos de san Pedio
Kola seo ; los padres calzados de la
santísima Trinidad redención de cauti-
vos ; los padres carmelitas calzados
Lijos del gran celador de la honra de
Dios san Elias; los hijos del gran padre i
doctor dé la iglesia san Agustín ; los hijos
del grande, I humilde seráfico padre san
Francisco; los hijos del gran padre santo
Domingo de Guzman, primer inquisidor a p o s -
tólico, én cuya mano puso la silla de san
Pedro, la espada contra los alhigeoses. Des-
pués de las religiones, iban las dos cofradías
de san Bartolomé 'apóstol, i de la. caridad
de Jesü-eC.risto, que por ser de estatuto rigo-
roso de limpieza, i sus cofrades tan notoria-
mente calificados, suelen' ir desde tiempos a n -
tiguos en actos semejantes; los hermanos de
ambas comunidades, por quitar disenciones so-,
bre la antelación, interpolaban entre si los
lugares, i de ambos lados presidian dos her-
manos, q u e cada uno era cofrade de ambas
cofradías, i de ios dos se fe dio la mano de-
recha al mas antiguo, todos con achas ardien-
tes en las manos. Entraba después la cofra-<
dia de san Pedro, mártir i en ella lodos los
familiares, notarios, i comisarios de este san-
to oficio, convocados de todo el distrito, q u e
es amplísimo, de esta inquisición, i pasaban
de quinientos, todos con cirios encendidos, i
en el pecho, i lado izquierdo la Cruz blan-
ca i negra, divisa de -su nobilísima cofradía;
(1J6)
después los calificadores- Delante d e j a . Santa
C r u z , sonaba dulcisiraamente la música, de la
Catedral,, can laúdale ' e l hirn.no en q u e . la igle-
sia la llama bandera Real, que avasalló el
mundo: . VEXULA REQIS , íaonEOKT.. .Seguíase la
Santísima Cruz hermosa, alta, í verde, .cubier-
ta de velo negro, pero transparente, .debajo de
palio, cuyas varas se dieron a. los califica-
dores, i en andas enlutadas, que se entrega-
ron a h o m b r o s de religiosos de santo Do»
Biingo. Daba fin a la procesión el señor F i s -
cal don Juan Marín de Rodesno, acompaña-
do del alguacil mayor don Iñigo Fernandez
de Córdoba, -que también asistió en esta fun-
ción , por continuarse los achaques de don
Gonzalo de Cárdenas i Córdoba , teniente de
alguacil mayor. Con este aparato verdadera-
mente m a g e s t u o s o , digno de que le viesen
los enemigos de nuestra Fé, para que les
hablase a los ojos evidencias de su verdad, ( i )

(i) Por el contrario lodo aparato de


violencia i crueldad en vez de, persuadir
(157)
llegó la santa Cruz a la plaza, donde fué
colii-ada eu el aliar prevenido. Velaron a su
veneración, i custodia, coros de religiosos
Dominicos, i escuadra de soldados, estos con
alabardas en las manos, i aquellos con ala-
banzas • divinas en los labios, en que se em-
plearon aquella noche delante de la santa C r u z ,
i le cantaron maitines i laudes, representan-
do la plaza con la multitud de achas encen-
eidas, i devoción que ecsalaba el altar, a p e -

ecsaspéra i lejos de consegir el fin hace


pertinaces e incre'dulós: Aquí tiene aplica-
ción aquello de Horacio aunque dicho a
otro propósito:

Quodcuuique ostendis tnihi sic incfedulus odi.

No sabia el tribunal o no quería saber


que

—Peüagi* tranquilla potistas


; ' Quod violenta nequít» •'
sar d e ta; noche» una ¡¡pasible ideS dé la
Gloria, v»)
Esto asi pasaba, cuando en tas cárceles
secretas estaban con iot reos que hablan de
ser lelajados, i entregados al brazo dé ta jüs-»
ticia seglar, i condenados a muerte, algunos
calificadores de los más doctos-, i graves del
santo tribunal) por orden, suyo-, para que loS
eesortaséo a la penitencia Verdadera de sus
Culpas, i dispusiesen a morir cristiana; i Cató-
licamente. Todos se dispusieron bien can el
santo Sacramento de la Penitencia, ttténot
Manuel Nuñez Bernal , hombre infeliz que
viéndose condenado a perder honra, hacienda,
i v i d a , (2) quiso voluntariamente perder con

fi). Payase por qile al Otro diá se. Dé*


>í« un simulacro del tnfierno, segwi tomüit*
mnnte se pinta.
(i) És cuanto podía perder en este
mundo i el tribunal quitarle que nó solio,
contentarse con menosí Por lo qué hace
á el alma tal Ven no til hubiera, perdido
7 m
>
ella» el alma-. Habia estado siempre negativo
en sus audiencias, trias esta noche al oír ¡a
Sentencia de su muerte, declaró su judaismo,
juntamente con su protervia, rectificándose en
su error, tan pertinaz i Ciegamente, que no
fueron bastantes con el los muchos consejos,
plácticas, i argumentos de los religiosos san-
tos, i letrados, que le convencieron muchas
veces el entendimiento, pero nuuca la volun-
tad, Era hombre sin letras, i por eso mas
difícil de persuadir, porque en viéndose con-
vencido hallaba la solución en su misma ig-
norancia, i asi respondía muchas Veces •. No
soi teólogo, i no es mucho que no sopa réspon •
der. Trabajaron con él mucho, todo en Vano»
desde el, principio de la noche el reverendo
padre 'Maestro Frai Gerónimo de Pancorbo»
de ta orden de nuestra señora del Carmen,
i el reverendo padre maestro frai Gerónimo
de A'stcte, de la saulisima Trinidad , ambos
Calificadores del santo ofiicio, i personas bien
conóeidas en esta Ciudad por sus ca-
si hubiese sido tratado da otro moilo mas
prudente i humano
(160)
tedras, i pulpitos. A las. dos de la mañana,
ya estaban los señores en el tribunal; entró
el padre maestro frai Gerónimo Pancorbo, i
avisó de la protervia del impenitente judio.
El tribunal mandó l e fuese a hablar el padre
Juan Caballero, de la eompañia de Jesús, c a -
lificador de este sunto oficio, rector del colegio
de Moa tilla» persona de aventajadas letras» c o -
mo conoce esta C iudad, que le gozo catedrá-
tico de Teología muchos, años. El padre o b e -
deció, pero el reú se estuvo pertinaz en su
error, no es fácil persuadirle qué es de dia
al que cierra obstinadamente los ojos. LaS
mismas diligencias se continuaron todo él dia
hasta su infeliz -muerte para reducirle, todas
sirvieron solo de aumentar el mérito en el
zelo católico que le hablaba, i la condena-
ción en e l . miserable que oia. Desde qué. sa-
lió de las cárceles» le asistieron, i écsortaroa
religiosos de todas l a s religiones, en especial le
fueron a hablar al tablado» él mui reverendo
padre maestro frai Antonio de Baena , prior
del convento Real de san Pablo, orden de
santo Domingo, i el reverendo padre fiai A l o n -
so Henriquez de santo T o m á s ; i el señor d o c -
(161)
tor don Fernando Gazapo, canónigo magis-
tral de esta santa iglesia , todos emplearon
sus letras en predicarle, pero ninguno pudo
conseguir el fruto de convertirle.

PROCESIÓN DÉ ZOS REOS.

Amaneció el lunes, tres de Mayo, dia


tan deseado, cuya fama dejó casi despoblada
la comarca, que toda vino a Verse junta en.la C o r -
redera de C ó r d o b a . A las seis d e la mañana
salió de los Reales Alcázares, la procesión de
los reos, en esta orden. Precedia la Cruz de
la Parroquia, con manga negra, cubierta de
un velo negro, acompañada de los curas, i
otros mochos, capellanes Con sobrepellices. Si-
guiendo la Cruz, de quien sus errores la apar-
taron, por.,principio da su penitencia, se,Se-
guían los reos , caía uno en medio de dos
familiares; i con plíos Antonio cíe AgniJar
Tiijncio del santo oficio, que h;¡ .e ofició dé alcai-
de de cárceles secretas, con su ayudante. Cotí
loS cpie habían dé ser sentenciodos a muerte,
iva a religiosos graves cal ¡Mi adores cel Santo '
oficio, por orden suyo. Después las estatuas
de difuntos,' i fugitivos ausentes, entre ellas
dos cajas de huesos, estas, i las estatuas, l l e -
vaban esculos los nombres de los que re-
presentaba», i cuyos efan los huesos, de l e -
tras bien graudes, para que todos con facili-
dad los leyesen, i después el fuego borrase
los nombres i sus memorias nefandas . Se-
guíanse dos arquillas curiosamente forradas de
terciopelo carmesí, guarnecidas' de galón de
o r o , con cerraduras i cantoneras doradas; en
las cuales se guardaban las causas que se h a -
bían de publicar. Cada una de estas arcas
ivb en manos de dos familiares . Remataba
este orden el alguacil mayor de ia santa in-
qiiisiciou, -con los secretarios del secreto, i m i -
nistros que llaman titulares, todos en briosos
caballos. Guardabau esta procesión, dos man-
gas' de soldados, una a cada' lado, asi dis-
puesta a dos fines: a la custodia de los r e o s ,
.. , ...... ... ...
i a que despejasen las calles cíe la runcha
gente) a quien la curiosidad de ver haced
inal mirada. En esta orden llegó la procesión
al cadahalso, ya estaba comenzada la misa
p o r un capellán del santo ofició, que al lle-
gar los reos; suspendió éu el introito; i dila-
tó el continuarla hasta después de la abso-
lución dé los descomulgados: tornó taburete al
ludo de la ¿pistola, i esperó en el con pa-
ciencia desdé las siete de lá mañana hasta las
Ocho dé la noche: (i) Subiérc-Ü los reos al
cadahalso, i ocupa rol) sus asientos señalados)
asistidos de las mismos familiares, i religio-
sos qué los guardaban; i ayudaron ch la pr6¿
Cesión. La compañía dé sbldados sé quedó en
dos alas repartida, que cogían desde la ptiqr-
ta principal del cadahalso, hasta la entrada dé
la Espartería; dejando coi) flO poca dificultad
el paso libré para el santo tribuüal; enánefó
Viniese. La llave de ésta puerta; i su custo*-

(i) jamái sé tmíifá dicho ana úiisa'ikAt


larde ni mas iargm
•día, se entregó a don Diego de Cárdenas i
Guzman, i a don Juan de Córdoba i Carcora»,
ambos caballeros veinticuatros de Córdoba, de
la orden de Alcántara, i familiares del santo
oficio. La escalera para el palenque de las se-
üoras, i su disposición, se entregó con la l l a -
ve de aquella puerta, a don José de Valde-
cañas i Herrera caballero veinticuatro de C ó r -
doba, i familiar, i abogado de presos de este
santo oficio.

VENIDA DEL TRIBUNAL.

Despachados de las cárceles los reos, es-


tando ya los dos Cabildos en los Reales Al-
cázares, salió el tribunal accmpañado asi. La
Uiano derecha tomó el Cabildo Eclesiástico,
dando principio el p e tiguero, i dos
1
celadores
con cetros de plata: seguíanse los racioneros,
medios,.i enteros: después los canónigos, i úl-
timamente las dignidades, lodos a¡ caballo, con
'(165)
gualdrapas, ostentando la grandcz-í de esta s a n -
ta iglesia ilustiísima entre todas las. de Es-
paña. La mano izquierda tomo la Ciudad, dan-
do principio el portero, í maceíos vestidos de
ropas carmesíes con sus mazas de plata: se-
guíanse los jurados ¡veinticuatros, en hermosos
caballos; al fin de este tan lucido acompaña-
miento en medio de los dos Cabildos, iva e l
señor fiscal don Juan Marín de Rodesno, coa
el estandarte de la le, de damasco carmesí,
con la imagen del mártir inquisidor san P e -
dro, que remataba e a un santo Crucifijo, cu-
hicrto de un vela n e g r o ; llevaba a su. lado
derecho a don Pedro de . A m i e n t a , secretario
del santo, oficio, i dióse'e- este fugar por en-
fermedad, i achaques del Juez de bienes,- que
le había de ocupar. A su lado izquierdo a don
Juan Docon, secretario el mas antiguo, del se-
creto; después del señor fiscal, iva el señor
don Bartolomé Bujan. de S o m o s a , inquisidor'se*
gnndo; i llevaba a sn lado derecho al señor
don Fernando d e Villegas inquisidor tercero,
i a su lado izquierdo a don Mat ias López de
Valtabaldo, provisor, i vicario, general de este
Obispado, como juez ordinario del, i de otros
(16<>)
de^' distrito de esta inquisición! TJltim.ameTité
cercando ei acompañamiento, iva el señor don
Bemardinp de León de la Rocha , inquisidor mas
antiguo, llevando a su ina.no, derecha ai doc-
tor don, Francisco Antonio de Vañualos, con-
sultor del sanio oficio., maese escuela de esta
santa iglesia, por hallarse presidente de su c a -
b i l d o , i a su iiiano." izquierda al adelantado,
doa Juan V e l e z de Guevara, caballero de la
orden de Qílalraya, como Corregidor de esta
CruJad, i obeza de su Cabildo. 1 en. esta
forma llegaron a la plaza.
Entremos a h o r a ep el cadahalso , i si
arriba hicimos, descrlpjcio.il del c u e r p o , ahora es
fuerza representar e l a!m,a de aquel cuerpo,
qup fué* la magostad: i dignidad de las. p e r s o -
nas que le ocuparon. S u b i ó el tribunal a^_su
sitial, i púsose debajo de docel. De. las tres
sillas do terciopelo, tomó la de enmedi.o. el
señor dp.n Bernardina, de Lean d? la Rocha,
inquisidor mas antiguo; i\ su mano izquierda
se sentó., el señor don. Ra ttolonaé Bujan de
Somosin: a su ojana derecha el señor don
Fernando de Villegas: á la mano izquierda
después de las tres. silla,5. referidas inmediato
fl€7)
a ellas, en silla de baqueta de moseovia, el.
señor doclqr dan Matias López de Yoitablado
juez ordinario. A los dos lados del tribuna!,
cu grada una tercia inferior ocuparon sus
asientos los dos Cabildos. Junto al altar al
lado de la epístola, i mano derecha del tri-
bunal, l o m ó silla, de terciopelo carmesí con
clavazón dorada, el señor don Joan M; riu
de Rodesno, con tapete a los pies , i a su
inano derecha un pedestal cuitosamente dora-
do donde se puso el estandarte de l.i fé.
I en frente de él al lado del evangelio, e s -
taba olio pedestal que sustentaba la Cruz par.
roqui 4. Desde
;
los pulpitos a las gradas ha.
jas^ sobre que estaba el tribuna!, corrían, dos
«retenes de bancos, rasos,, el primero para los
secretarios, que >loa ocu-paron, teniendo -delante
U.u bufete c u r l e i t o . c!e sobremos» carmesí, i c a -
chua una de las arcas de las cursas: el s e -
gundo orden de bancos, sirvieron a los ieli-
gíosos de santo Domingo, i san (ierouíuio ( i )

C ¡J Buena, acertada elección: para el


(168)
ijue habían de leer las sentencias, ayudando
en este oficio a. los secretarios, corto núme-
ro para quien fuera insuperable el trabajo de
leerlas todas. Delante del bufete de secreta-
rios, que estaba a la mano, izquierda del t r i -
bunal en banco, raso cubierto de un. tapete, se
le dic. lugar al alguacil mayor don Iñigo F e r -
nandez de Córdoba. Las seis gradas debajo
del tribunal, ocuparon los capellanes, que a c o m -
pañaron con sobrepellices la Cruz, i muchos
calificadores, I las demás gradas debajo de los
dos Cabildos, todas las personas eclesiásticas,
' religiosas, i seculares, que tiene esta Ciudad
en- todo famosa. Lo restante del tablado se
llenó, de bancas, i en ellas asistió, lo mas s e -
lecto de toda la Ciudad. Sus dos palenques
arriba referidos ocuparon, m o c h a s señoras ^el
uno, i el otro, las mugeres de. los. ministros
del tribunal. Los. reos, subidos, en. su. media

CÍIJO ningunos mejores que los padres Geró-


nimos como gente de resistencia i de bue-
nos pulmones.
(169)
Baratija, le daban esa color con la de sus a h i -
tos penitentes, i los muchos familiares que los
guardaban con sus raras én l a s manos, le ha-
cían una fortaleza inaceaible. Ocupados todos
los asientos en la disposición dicha , quedo
formado un teatro, por la autoridad de sus
jueces apostólicos, por la gravedad de sus dos
Cabildos, por la asistencia de cuatro grandes
de España, por el n ú m e r o , de sus religiones
por la nobleza de sus caballeros, por la v i r -
tud de sus eclesiásticos,, por las letras de sus
maestros, por el concurso de todas las orde-
nes i grados de esta república, respetable, i
digno de toda veneración; motivando mil se-
cretas persuaciones al alma de la verdad de
nuestra fé, que tan religiosamente nos enseña
adorar al verdadero Dios Jesu-Cristo nuestro
señor..
A este tiempo se levantó el mui reve-
rendo padre maestro frai Alonso Heoriquez
de santa Taráis, de la orden de predicadores,
t o m o la bendición del Sacerdote que decia l a
misa, i subió al Pulpito. Tomó por testo p a -
ra el sermón, el evangelio del dia, nacido pa-
ra la oasiou. Si'cut Moíses exaltavit serpeñ.
fl7&)
tem ín deserto. Habiendo dicho el nombre
del predicador, superfino sera decir del ser-
m ó n . Baste insinuar lo que es cierto, sin qué'
l o d i g a , cumplid con todas las obligaciones que
debe a su nobleza, letras, religión, i esperan-
zas que todo el auditorio tan dignamente te-
nia concebidas de su persona, por ser. las
que España toda conoce.
El sermón so acabó con los. aplausos
que merecía , bajóse c! predicador, i subió
al mismo pulpito, que fué el de mano de-
recha del tribunal, don Juan Bocón, secreta-
rio mas antiguo del .secreto de este santo
oficio, i con un ceremonial qn la mano, for-
rado de terciopelo carmesí, en alta voz m a n -
dó a todo el auditoria hacer la protestación
de la fe. El secretario precedía, i todos le
respondían repitiendo las mismas palabras, que
todos cou los labios, i mucho mas con lo?
corazones decían, profesando á voces creer, i
tener, lo que la santa iglesia católica roma-
na, cree, i confiesa, i jurando de defender, i
nunca ofender al santo tribunal de la iuqui-
"(171)
sícion. ( i ) Bajóse el secretario don Juan 'Í>o¿
con, i en el contrario pulpito subió don P e -
dro de Armenia, secretario, i comenzó a leer
las sentencias, alternando estas e l ' uno i otra
pulpito, que son las que siguen,

REOS f SMNTENCIM*

CASADOS f>QS rXCES-i

I. 8
Gabriel del O l m o , natural del Pozue-
lo de Belmonte, vecino i mesonero de la c i u -

(0 ¿Ofender? Ta se euardarian.... ni en-


la mas mínimo, sí fallaba poco para que
creyesen en el tribunal como en un articulo
d;e
'(173)
dad' de Bujalance, de cincuenta i cinco años:
salió con insignias de casado, dos veces, a b j u -
ró de lévi, •••e le dieron doscientos azote*, i
fué desterrado por die? años d e esta Ciudad,
i de la de Bujalance, i villa de Madrid, i diez
leguas en cortorno,
2.* Juan Garcia Talavera, alias Pedro M a r -
tínez, natural de la villa de LÜlo, vecino de Iaen, de
oficio pastor, de edad de sesenta i dos años,
salió con insignias de casado dos veces, a b -
juro de levi, i se l e dieron, cíen azotes, i des-
terrado de esta-Ciudad, i de la de Jaén,
i villa de Madrid, i diez leguas en contor-
no, por tiempo de seis años.
3.' Maria- d e Aguilar, alias María Pérez,
portuguesa, vecina de Córdoba, de treinta
años, por casada dos veces, saUó con in-
signia de tal, abjura de leví, i doscientos
azotes i desterrada de está Ciudad, i villa
de Madrid diez leguas en contorno, por tiem-
po de seis años.
(173)

HECHICERAS'

4* Mariá Santiago Rabadán, natural de


Báená, de treinta i eualio años, muger de
Marcos l b á ñ e z , vecina de Arjona, por hechi-
cera, salió con iusignias de tal, i desterrada
de esta ciudad, i villa de A r j o n a , i Madrid,
seis leguas en contorno, por tiempo de cuatro
años.
5." Maria de Montes, natural de Izo a jar, v e -
cina de Alcalá la Real,de edad de cien añ'rs , s<!ió
por hechicera famosa pusósele insignia de la),
i abjuración de leví, i desterrada de esta
Ciudad, i de la de Alcalá la Real: i villa
de Madrid, i seis leguas en contorno por
cuatro años.
6.° Ana Hernández, vecina, i natural de A n -
dojar, de sesenta a ñ o s , , por hechicera salió
con iusignias de tal, abjuró de leví , se le
dieron cien azotes, i fué desterrada de las
ciudades de Córdoba i Andujar, i villa de
3I.>dri'h i disz leguas eu contorno; por t i e m -
po de seis años.
7. 1
Alaria Orliz, viuda de Diego Martin,
tabernera, de edad de treinta i seis años, v e -
cina de Ándojar, natural de Oeaiia, por he*
ehiccra ; salió con insignias de t a l , abjuración
de leví, i cien azotes, i desterrada de Cór-
doba, Andujar, i Madrid, i diez leguas en
eoatorno por tiempo de ocho años»

FJVTOBÉSé

, g>QB®39«s-M o

f).* José López Peña; natural de Órense*


vecino de Granada, mercader dé edad de v e i o -
i ciuco años, por fautor; salió en forma dé
penitente; abjuró de levi, i condenado eu qui*
nieutos ducados; i en docientos azotes; i des-
terrado de Córdoba; Granada^ Villanueva del
Arzobispo; i diez leguas en contorno; por t i e m -
p o de echo años*.
g.' Gaspar ríe Olivera, portugués, reconci-
liado, que estaba cumpliendo su penitencia,
natural de Binan, mercader, de cuarenta años»
por fautor, salió en for-ma de penitente, i con
doscientos azotes, q u e la carcelería, i hábito
perpetuo que estaba cumpliendo fuese irremi<
sible, i fué condenado en quinientos ducados,
i desterrado de Córdoba, Madrid, i diez le-
guas en eontoíno: por tiempo de echo añóS.
i O. Isabel de León, muger del dicho Gas-
par Olivera, portugués;-, vccirla de Córdoba,
de edad de treinta i cinco añüs, por f a u t o -
r¡?, salió con habito de media aspa, abjura-
ción de vehemente, i fue condenada en qui-
nientos ducados, i q u e saliese a la vergüen-
za por las calles acostumbradas de esta Ciu-
dad, desterrada de e l l a , i de Madrid por
tiempo de diez años, i diez leguas en con*
torno.
(176)

PENITENCIADOS.

ir. Jorge Méndez de C a s t r o , natural de


Piñel, vecino de Ecija donde íué administra-
dor de- algunas rentas Reales, por judaizante
salió en forma de penitente, abjuró de leví,
condenado en mil d u c a d o s , desterrado de Eci-
ja, Córdoba, i Madrid, i diez leguas en c o n -
torno, por ocho años.
12. Francisco López Peña, natural de 2 i -
dadela, i vecino de Alcalá la Real, mercader,
de edad de sesenta a ñ o s , por judaizante, s a -
lió en forma c|e penitente, abjuró de leví, fué
condenado en dos mil ducados, i desterrado
de Alcalá la R e a l , C ó r d o b a , i Madrid, i diez
leguas en contorno por tiempo de seis años.
13. Simón Fernandez Baez, portugués, na-
tural de ISoafebo, \ecino de Estepa, de v e i n -
te i seis años, mercader por judaizante, sa-
lió eu forma de penitente, i abjuro de leví,
(177)
fué condenado éti quinientos ducadoá, destéP*
rado de Corduba, Fstepa, i Midrid, í diez l e *
guas en contorno por tiempo de seis años»
\\. Manuel líaez, portugués, natural de a l -
dea dé .'oaní, vecino de Aguilar, mercader»
que sera de cincuenta años, por judaizante,
salió con hábito de media aspa, i abjuración
de vehemehti, i que estuviese eu la cárcel
perpetua por tiempo de tres años, i condena-
do en la mitad de slis bienes, i desterrado
cumplida su penitencia, de Aguilar, Córdoba 1
Madrid, i ocho leguas en Coutorno por tiem*
po de ocho años.
15. Pedro Fernandez Caballero, portugués,
natural de Alcotijosta, Vecino dé Alcalá la
Dea!, mercader, de edad de cincuenta años,
por judaizante salió con hábito dé media a s -
pa, abjuro de •vehenienli, I condenado éh mil
ducados, 1 desterrado dé Alcalá la Real) C ó r -
doba, i Áladvid, i diez leguas en coutorno
por tiempo de seis aiíos.
jó. Mateos López dé Prados, portugués na-
tural de Quíntela, Vecino de Andujarj mer-
cader dfi edad de cincuenta a ñ o s , por jurlai-
¡£aule> i revocante de sus confesiones, Salió con
M
f-1 ?8)
Sambenito fie medía aspa, abjuro de Vche*
mentí: futí condenado en la mitad de sus b i e -
nes, i en ducieutos azotes i desterrado de Andujar,
Villanueva de Andujar, Cuidaba i Madrid, por
tiempo de diez aiios.
17. Gabriel Gaspar Correa, portugués, na-
tural d e Alcaudete, vecino de A n d u j a r , hijo de.
Arias Correa, portugués, de diez i siete a ñ o s , ,
mercader, por judaizante , con sambenito da
media aspa, abjuró de vehemenli, i dester-
rado de Co'rdoba, Audujar, Alcaudete, i Ma-
drid, i ocho leguas en contorno, por tiem-
po de seis años.
18. Antonia Correa, portuguesa, natural de
Casin, vecina de Baeza, de sesenta a ñ o s , m e r -
cadera, por judaizante salió con s a m b e n i t o de
media aspa, abjuro de vehemenli, y fué con-
denada en m i l ducados, y desterrada de C ó r d o -
b a , B^eza, y Madrid, y o c h o leguas en cantor-
n o por tiempo de seis años.
ig. Catalina Correa portuguesa, hija de 'Arias
Correa portugués, vecina de Audujar con su p a -
dre, natural de Alcaudete, de edad de diez y
ocho años, por judaizante, salió con sambenito de
media aspa, y abjuración de vehemenli, y des- ,
(179)
ferrada dé Córdoba. A n d o jar, y Madrid, y diéí
leguas en contorno, por tiempo de ocho
años.

RECONCILIADOS*

•pió. Francisco Rodríguez d é Alméida-, nattt>


ral de Alnleida» vecino d e Ecíja-, m e r c a d e r , dé
edad dé sesenta años» por judaizante-, i revo-
cante dé sus confesiones, Salió reconciliado en
forma, con cárcel i habito irremisible, conde-
nado en dUcientos az otes, i desterrado de E r i -
ja, Górdoba, Madrid* i veinte leguas en con-
torno, i adentro dé los puertos de Mar» i raya
de Francia.
si. Leonor Baez» portuguesa» mUgcr de Ma-
nuel Kuñez Bernal, mercader, vecina de EcU
ja, de edad de treinta i dos afics, por judaí»
j a n t e , salió reconciliada en forma >_ con oír*
'(•180)
cel i hábito perpetuo i destierro de Ecija,
Córdoba, i Madrid o c h o leguas en contorno,
por tiempo de seis años.
11. Beatriz de Avih, portuguesa, natural de
Aluieida, i vecina de Ecija, de edad de trein-
ta i ocho a ñ o s , por judaizante, salió reconcilia-
da eu forma con hábito, i cárcel perpetua ir*
remisible, i con destierro de Ecija , Córdoba
i Madrid, i diez leguas eu contorno, por t i e m -
p o de ocho años.
20. Doña Beatriz Alvarez, natural, í veci-
na de la villa de Cabra , muger de Diego
Fernaudez Paez, confitero, de veinte i siete
años, por judaizante, salió reconciliada en f o r -
ma con habito , i cárcel perpetua, i destier-
ro de Cabra, Córdoba, i Madrid, i ocho le-
guas eu contorno por seis años.
24- Diego Fernandez Paez, coifitero, ve-
cino de Cabra, i natural de Malaga, de trein-
ta años, por judaizante, salió reconciliado en
forma, con hábito, i cárcel por un año, i des^
terrado- por seis de C a b í a , Córdoba i Ma-
drid.
•J5. Clara Correa, hija de Arias Correa,,
portugués, natural de Alcaudete, i vecina de
Andujar, de quince años, por judaizante , sa-
lió reconciliada en forma, cou hábito i ca'rcel
por dos años, i desterrada por seis de Aa.
dujar, Córdoba i Madrid, i seis leguas en c o n .
tbrno.
26. Arias Correa, portugués, natural de
Marialvarez, vecino de Andujar, mercader, de
cincuenta años, por judaizante, saiió reconci-
liado en forma, con habito i cárcel perpetua
i desterrado de Andujar, Córdoba i Madrid i
diez leguas en contorno por ocho años.
Z7. Isabel de Prados, poituguesa , d e c e n -
diente de judíos, de 5 o años, muger de Mar-
cos Lopsz de Prados, tendera, vecina de V i -
llanueva de Andujar, por judaitante, salió re-
conciliada en forma, con cárcel, i hábito por
un año, i desterrada por dos de Andujar,
Villanuevá de Andujar, Córdoba i Madiid,
ií'eis leguas en contorno.
28. María Enriquez, portuguesa, vecina de
Andujar, de edad de veinte i cinco años,
por judaizante, salió reconciliada en forma,
con hábito i cárcel por un año, i desterra-
da por tres de Andujar, Córdoba i Madrid,
i seis leguas en coutorno.
?18*J
59. Leonor de Prados, hija de Marcos L ó -
pez Prados descendiente de portugueses, na-
tural de Andujar de veinte i uu años, salid
reconciliada en forma , con habito, i cárcel
perpetua, i desterrada de Andujar, Córdoba,
i Madrid i seis leguas en contorno, p o r seis
años.
5o. Francisca de Olivera, portuguesa, de
cincuenta i tres años, natural de Bexin, v e -
cina de Alcalá la l l e a l , salid reconciliada en
forma con hábito i cárcel perpetua, i dester-
rada de Alcalá la Real, Ante quera, Grana-
da, Córdoba, i Madrid i ocho leg uas en c o n -
torno, por seis años,
5t, Simón López Blandón, portugués, na-
tural de Moutalban, vecino de Jaén, merca-
der, de cincuenta años, por judaizan te, salió
reconciliada en forma, con habito i cárcel
por dos años, i desterrado de Jaén, Córdoba
i Madrid i seis leguas en contorno, por c u a -
tro años,
52, Doña Catalina de Silva, hija da Juan
de Silva Lobo, portugués, vecino i Regidor de
Ecija, natural^ de Lisboa, i vecino de Ecija,
de veinte años, por judaizante, salió reconci-
liada con hábito, i cárcel por urj año, i d e s -
tierro p o r doa de Ecija, Cardaba, i ¡Madrid,
i seis leguas en contorno.
33. Juan de Silva Lobo, portugués, ¡natural
de Lisboa, vecino, i regidor de Ecija, de c u i -
renta i cuatro años, por judaizante, fué recon-
ciliado en forma, con hábito i cárcel perpe-
tua, i desterrado de Ecija, Córdoba, i. Madrid
i ocho leguas en contorno, por seis años.
3-}, Doña Miria Aua de Silva, muger de
Juan de Silva Lobo, vecino, i regidor de Eri-
j a , i natural de Lisboa, d e edad de cuarenta
«ños, por judaizante, salió reconciliada en for-
m a , con híbito i cárcel, por dos año.?, i d e s -
terrada por cuatro de Ecija, Córdoba, i Ma-
drid i seis leguas en coutorno.
35. Luis Márquez, portugués, natural de
Cacín, vecino de B.ieza, mercader, de treinta
i ocho años, judaizante, salió reconciliado en
f o r m a , con h á b i t o , i cárcel perpetua, i des*
terrado de Baeza, Córdoba, i Madrid, i ocho
leguas en contorno por ocho años.
56. Maria González, portuguesa, natural
de la J u n c i a , i vecina de Ecija, que servia
a la salinera, de veinte i dos años, por j u -
daizanle, salió, reconciliada en forma, con h a -
bito, i cárcel por seis meses , i desterrada
lor un año de Córdoba, Ecija, i Madrid, i
seis leguas en coi,ionio,
D7. Pedro Rodriguez de Almeida, hijo de
Francisca Rodriguez de Almeida, portugués,
natural de Moutllla, i vecino de Ecija de
edad de diez i siete a ñ o s , por judaizante,
salió reconciliado en forma, con hábito, i cor-
cel por un año, i desterrado de Ecija, Cór-
doba, i Madrid, i seis leguas eu c o o t o r u o , por
dos años,
3S, Elena de A costa, portuguesa, de veinte
años, natural } vecina de Ecija, por judai-
zante, salió reconciliada en forma, con hábi-
to i cárcel perpetua, i destierro rie Córdoba,
Ecija, i Madrid, i seis leguas en contorno,
por seis años,
33. Pedro Fernandez, hijo de portugueses,
natural, i vecino de Andujar, de cincuenta
años, de oficio cardador, por judaizante, sa-
lió reconciliado, en forma, con hábito, i cár-
cel perpetua, i destierro de Andujar, Córdo-
ba, i Madrid i seis leguas eu contorno, por
seis años.
(185)
4o- Manuel Francisco, portugués mercader,
natural de Villa flor, i vecino de Jaén, por
judaizante, salió reconciliado en forma, con
hábito i cárcel por dos años , i desterrado
por cuatro de Córdoba, Jaén i Madrid, i
ocho leguas en contorno,
41. Vasco Fernandez Bacante, hijo de por-
tugueses, uatuial de A n d u j a r , i vecino de Jaén,
mercader de treinta i tres años, por judai-
zante, salió reconciliado en fotuta, con há-
bito i cárcel por tres años, i desterrado por
seis de Jaén, Córdoba, i Madrid i seis leguas
eu contorno,
42. Doña Leonor de Andrada, vecina i na-
tural de Ecija, muger de Fernando Caballe-
ro, de cuarenta años, por judaizante, salió r e -
conciliada en forma, con hábito i cárcel per-
petua irremisible, i destierro por ocho años
de Córdoba, Ecija i Madrid, i diez leguas
en cuitóme.
45. Domingo Fernandez Cáseres, vecino i
natural de Jaén, mercader, de veinte i seis
años, por judaizante, salió reconciliado con h á -
bito i cárcel por 'un año, i desterrado por
dos de Jaco, Córdoba i Madrid, i seis leguas
\186)
(jn contorno.
' 44. Jorge Nuííez Berna!, hijo de Manuel
IS'nnez Bernal, portugués, vecino de Ecija, i
natural de san Lucar de Barrameda, de edad
de trece años, por judaizante, salió reconci-
liado eu forma, con hábito i cárcel, por
cuatro años, i desterrado de Ecija, Córdoba,
i Madrid, i cuatro leguas en contorno por
cuatro meses.
45. Miguel Martin, vecino i natural de A n -
dujar de veinte i cinco años, mercader, por
judaizante, salió reconciliado en forma con h á -
bito i cárcel por un a ñ o , i destierro p o r dos
de Córdoba, Andujar i Madrid, i seis leguas
en coutorno.
46. Micaela Antonia, mnger dol dicho Mi-
guel Martin, vecina i uaturnl de Andujarde
veinte i dos años, por judaizante, salió re-
conciliada en forma, con híbilo i cárcel per-
petua i desterrada de Andujar, Córdoba i M a -
drid, ocho leguas en contorno', por seis años.
47' Miguel. Martínez, alias Manuel, merca-
der, portugués, natural de L i m a o s , vecino de
Bujalance, de oficio mercader, de sesenta años,
por judaizante, salió reconciliado cu forma,
fi'87)
con habito i cárcel perpetua irremisible, i de*»
fierro de Andujar., Bujalance, Córdoba, i M a -
drid, i ocho leguas en contorno por seis
años,
48. D.* Isabel de Andrada, vecina: í na»
tural de Ecija, de edad de veinte i tres años,
por judaizante , fué reconciliada en forma,
con hábito i cárcel perpetua irremisible, i des-
tierro de Ecija, C ó r d o b a , i Madrid, i diez
leguas en contorno por ocho años,
49- Andrés Estevau, portugués, natural de
DarrsI, i vecino de Andujar, mercader, de
treinta i cinco años, por judaizante, salió r e -
conciliado en forma, con hábito i cárcel per-
pttua, i destierro de Audujar, Córdoba, i Ma-
drid, i seis leguas eo contorno por ocho
años.
50, Antonio A l f o n s o , portugués, natural de
Limaos, vecino de Andujar, mercader, de se-
senta i dos años, por. judaizante, salió recon-
ciliado en f o r m a , con hábito i cárcel perpe-
tua i desterrado de Andujar, Córdoba, i M a -
drid i ocho leguas en contorno, por seis
años.
51. Isabel Baez, portuguesa, natural de la
torre de Mancorbo, vecina de Jaén; que te-
nia tienda, de edad d e cincuenta a LOS , por
judaizante, i haber dado unos golpes a un
santo Cristo, salió reconciliada en forma,
con hábito i cárcel perpetua irremisible, i
condenada en doscientos azotes, i clavarle la
mano, i destierro de Jaén, Córdoba i Madrid
i veinte leguas en contorno, por diez años.
5a. Violante Diaz, hija de la dicha Isabel
Baez, vecina i natural de Jaén, de diez i sie-
te años, por judaizante salió reconciliada en
forma, hábito i cárcel perpetua, i destierro
de Jaén, Córdoba, í Madiid, i diez leguas
en contorno por cuatro años.
53. Beatriz Fernandez portuguesa natural
de Pinol, vecina de Ecija, de cuarenta i ocho
años, por judaizante, salió reconciliada en for-
ma, cou hábito i cárcel perpetua, i destier-
ro por seis años de Ecija; Córdoba, i Ma-
drid, i ocho leguas en contorno.
54- Isabel de Acosta , hija de la dicha
Beatriz Fernandez, vecina i natural de Ecija, de
veinte i tres años, por judaizante «alió reconciliada
en forma, con hábito i c.'r el perpetua i des-
terrada de Ecija, Córdoba, i Madrid, i seis
r
(189)
leguas e n ' contorno, por seis años.
55. Maria Rodríguez de Almeida, hija de
Francisco Rodriguez de Almeida , portugués,
natural de Antequera, i vecina de Ecija, de
edad de quince años, que vivía con su p a -
dre, por judaizante, salió reconciliada en for-
ma, con hábito i cárcel por seis meses, i
desterrada por un año de Ecija, Córdoba, i
Madrid, cuatro leguas en contorno.
56. Antonio Rodríguez Pereira , hijo de
Duaile Rodriguez Pereira, portugués recon-
ciliado, natural i vecino de Jaén, de veinte
i un años, mercader, por judaizante, salió re-
couci liado en forma, con hábito i cárcel por
un año, i desterrado por do i de Jaén, C o r -
doba i Madrid, i seis leguas eu contorno.
57. Antonio de Avila, hijo de portugue-
ses, natural de Osuna, vecino de Ecija, de
veinte i tres años, mercader, por judaizante,
salió reconciliado en forma, con hábito i cár-
cel perpetua irremisible, i destierro por o c h o
años de Ecij.-, Córdoba i Madrid i doce le-'
gúas en contorno.

58. T a i f a , mora de nación, que habiéndose


baptizado t o m ó por nombre Ana Maria, de
\19Ó)
edad de cincuenta i seis años» vecina de Córdoba,'
por haberse vuelta a la secta de jMahoma,
salió reconciliada en f o r m a , con hábito- i car»
cel por tres años , i destierro de Granada,
Córdoba, i Madrid, i diez leguas en con-
torno, i treinta leguas tierra dentro de los
puertos de mar por tiempo dé ocho años,
i fue' condenada en cien azotes, porque inten-
tó pasarse a Bei beria.
.59, Antonio Díaz, portugués, Vecino de Metí-
gibar, mercader, de diez i ocho años , por
judaizante, salió reconciliado en forma, con
hábito i cárcel perpetua, i destierro de M e n -
gibar, i Córdoba , i Madrid, i ocho leguas
en contorno por seis añosj
60- Miguel . Enriquez, portugués, Vecino i*
estanquero del tabaco d e la ciudad de Eci»
ja, natural de Panela, Obispado de Lamego,
<3a cincuenta i dos años p o r judaizante, salid
reconciliado en forma con hábito i cárcel p e r -
petua, i desterrado. de Córdoba, Ecija,. i M a -
drid diez leguas en contorno p o r ocho años.
61 Violante NxiñeZ de Silva, portuguesa
natural de la Guarda, muger d e Miguel JNu«
ijf,z, mercader, vecina de Marios, de cuarenta
Xi 9 q
i seis años, por judaizante, fué reconciliada
eu forma, con hábito i cárcel por un año,
i desterrada de Marios, Córdoba, i Madrid i
seis leguas en contorno, por tiempo de dos
años.
Ca- Blanca G ó m e z , portuguesa, natural de
Madrid, de veinte i cuatro años, muger de
Duarte Rodríguez Pereira, portugue's reconci-
liado en la cárcel de la .penitencia de Cor*
dóba, por judaizante, salió reconciliada en f o r -
ma, con hábito i cárcel por un año, i des-
terrada por seis de Jaén, Córdoba, i Madrid
i seis leguas en contorno.
63. Maria de Campos, portuguesa, natural
de Miranda de veinticuatro años, vecina de
Jaén, muger de Diego Nunez de C a s t r o , m e r -
cader, por judaizante, salió reconciliada en f o r -
m a , con hábito í cárcel perpetua í desterra-
da de Jaén, Córdoba i Madrid, i ocho le.»
guas eu contorno por seis años.
RELAJADOS E~N PERSONA*

i i - j a B a a s » ™ ' ;
— »

• 64' Manuel Nuñez Bernal, portugués* natu>


ral de Almeida, de cuarenta i tres anos, iner-*
oader, vecino d'< Ecija, por judaizante, nega-
tivo, pertíníz, impenitente, fué relajado a la
justicia i brazo seglar, i fué quemado vivo
porque se declaró por observante de la let'
de Moisés, i murió pertin'z en Su creencia:
sin poderse reducir a nuestra santa Fé Ca-'
tilica.
65. Elena Méndez, portuguesa, natural dé
Piñel, de edad de cincueuta años , muger da
Francisco Rodríguez de A l incida, mercader,
portugués, vecino de Ecija: por judaizante, re- 1

lapsa, negativa , impenitente, fué relajada a la


justicia i brazo seglar.
66. Blanca Rodríguez de Almeida , soltera,
?193)
hija de Francisca Rodrigue?, de 'Almeida, ett
cuya compañía vivía en Ecija, \ natural de
Alcaudcte, de treinta años, por judaizante, re-
lapsa, confítente, fué relajada a la justicia
i brazo seglar,
67. Catalina Méndez, hija de. padres por-
tugueses-, natural de Montilla, de treinta i cin-
co años, muger de Antonio Gutiérrez, m e r c a -
der, vecina de Cápete la Rea!, por judaizan-
te, relapsa, i confítente, fué relajada a la j u s -
ticia i brazo seglar.
68. Francisco I.opez de -la Cerda, natu;-:
ra de santa Olalla, vecino de Sevilla, m e r -
cader, de treinta afios, por judaizante, relapso,
i confítente, fué relajado a |a justicia i bra>
zo seglar,

ESTATUAS DE DIFUNTOS,

69, Fernando d ? Avila, portugués, Vecino


f194).
de Ecija, fué reconciliado en estatua por ju-
daizante, confitente.
70. Doña Francisca de Montiel , difunta
portuguesa, vecina de Ecija, judaizante , re-
lapsa, confitente, fué relajada su estatua i h u e -
sos a la justicia, i brazo seglar.
71. Antonio López Bsrnal, portugués, ve-
cino de Ecija, i natural de Almeida difun-
to, por judaizante negativo , impenitente ,
fué relajada su estatua i huesos, a la
justicia i brazo seglar . Todos tres murieron
presos cu cárceles secretas, i siguiéndose c o n
ellos sus causas.

ESTATUAS DE AUSENTES FUGITIVOS.

7S. Francisco Nuñez Pantójá, üieríader»


"(195 )
Diego; Alvarez, ^cajero de Manuel Nu>
ñez Bernal.
74.-' Francisco, criado del dicho Manuel Nu*
£ez Bernal, todos tres vecino* de Ecija.
75. Luis Báez, portugués, vecino de San*
lucaf.
76. Isabel Fernandez, portuguesa, vecina de
Antequera. s

77. Doña Serafina Pereira-; portuguesa, m u -


ger del Doctor Francisco de Sosa, vecina da
Antequera.
78. Martin Baez, portugués, Vecino de. Y e *
lez.
79. Pedro G-omoz, sombrerero de viejo, Vé*
ciñó dé Antequera.
80 Ana de AcostA, üiuger de Fernando
Gómez, de oficio labrador, vecina de Ciudad
Rodrigo, i natural de Castel - mendo en Por- 1

tuga!. '
fcVi. Manuel de Sosa, portugués, vecino de
Sevilla.
8-a. Rafael Luis, portugués, vecino de An-
tequera.
83. Beatriz Rodriguez, alias > Doña Beatriz.
Rodriguez, viii'ia de Antonio de Lucen», anto*
jero, vecino de Sevilla.
•84. Doña Violante Píuñez, m u g e r de Jorge
Kuñez, vecina de Sevilla.
85. Francisco Rodriguez, vecino de Mala-
ga.
86. Simón Gómez Mogueira, portugués, ve->
ciño de Antequera.
87. Ana de Robles, portuguesa, muger de
Diego López Sierra, vecina de Antequera.
88. Antonio Rodriguez, vecino i natural de
Villa vieja, Obispado de Ciudad 'Rodrigo, tra-
tante en paños. Ausentes fugitivos, cuyas es-
tatuas fueron relajadas a la justicia i brazo
seglar por judaizantes.

El tribunal, cuya infaligable providen-


cia sin cansarse en et cuidado de tas cosas
grandes, igualmente atendió a las mínimas,
p o r oviar l o i inconvenientes, que se pedían te-
mer, de que las sentencias de muerte en tos
quemados se ejecutasen de noclie , tiempo en
que todos los concursos de gente son pernt-
1(197)
eiosos « las costumbres, 'dispuso que las c a u -
sas de los que habían de ser relajados, se
acabasen de leer a ias cuatro de la tarde.
A ' esta hora bajaron del tablado los cinco
referidos, i diez i nueve estatuas, i el se-
ñor Alguacil ruayor, i secretario don Gero--
niino Flores, al pie de la escalera hicieron ju-
rídica entrega de ellos, al adelantado don Suvfl
Velez de Guevara, Corregidor de esta Ciu-
dad, í al alcalde de la justicia de ella ,
don Alonso del Pino, consultor del santo
oficio. I habiendo precedido las diligencias j u -
diciales, que el derecho requiere, fueron lle-
vados por el dicho alcalde, i ministros' de
la justicia Real, eu la forma acostumbrada al
campo del Marrubia! , fuera de la puerta de
Plasencia donde se habla d í ejeíutur el supli-
cio, i les esperaba la leña prevenida desde
el día antes. Acompañaron los religiosos de
casi todas las sagradas religiones, a quienes
el zelo ardiente de la salud de aquellas al-
mas, hizo insensibles al siimiuo ardor del
Sol, i deja lentos a sus i<ironmodid»de« solo
atendían al bien de aquello? rlesdicb-idos a lo
temporal, para que no perdiesen io eterno.
"(198)
Los cuatro s e aprovecharon de las ecsortacío-
,ries, i consejos de los religiosos , todos los
cuales no pudieron conseguir ni lograr su
deseo en Manuel Nuñez Bernal, protervo én
su perfidia . Viéndola el Eeselentisiiho señor
Marqués de los V e l e z , se llegó a el, i cou
un santo Crucífixo en la m a n o , i m u c h o zelo
cristiano en el pecho, le rogó por las en-
trañas de aquel Señor se convirtiese a SU
leí santa. Acción que dejó edificados, i sua-
vemente enternecidos a todos los circunstantes
i mías obstinado al i n f e l i z , que le vio, oyó,
1 pasó al fuego, donde le quemaron Vivo,
tomando posesión las llamas del Marrubial
en su cuerpo, que continuarán las eternas
del infierno en el alma. Este fué el último
que m urió, a los cuatro primeros antes se
les había dado garrote, este tíeinbo m le dio
lúas la justicia humana, ¡ divina para su p e -
nitencia , Prosiguió el verdugo en su oficio,
aplicó el fuego a lodos cinco, que prendió
velozmente eu ellos i en las estatuas , re-
duciéndolos a polvo, digno castigo a los que
del polvo de la tierra se levantaron contra
el H i j o del verdadero Dios, con el delito e o o r -
"(199 )
m e de la Magestid divina. I dejándolos en el
fuego se volvió el pueblo, que concurrió nu-
meroso a este espectáculo, a la ciudad, tristes
muchos i admirados todos.
Las siete serian de !a tarde, cuando se
acabaron de leer las sentencias. A esta ho-
ra bajaron los reos todos de su media na-
ranja, i puestos de rodillas 'a los pies de
este misericordioso tribunal; que tiene las veces
de Jesu Cristo, i de su Vicario en la tierra,
abjuraron los unos de levl, otros de v<:he-
menll, otros en forma, c o m o ,fu«ron man-
dados en sus sentencias . Hicieron pública
profesión, i confesión de los ai tirulos de la
fé, asi los que tocan á la Divinidad como
los que tocan a la Humanidad do Ciísto
Píuestro Señor, verdadero Dios , i verdadero
hombre. Tomósele3 caución juraloria , de que
se apartarían de SUS errores, que obedecerían
a la santa iglesia Católica Komana, i al Su-
mo Pontífice cabeza visible de ella en Ja
tierra. Proponiéndola en alta voz el Secreta-
rio don Pedro de Amienta por el ceremonial,
i respondiendo todos . Entonó la música el
himno, que usa la iglesia, para invocar la
asistencia del Espíritu santo: Vent creatov
Spiritus, voces que dispertaron tierna devo-
ción-, i esta muchas lágrimas en el teatro.
Después comenzó la música, t r i s t e , sonora, i
grave; a que ayudaba la noche con el si-
lencio (i no era ulücho le guardase también
tanto pueblo juntó, que la novedad, i piedad
de lo qué Veian, les tenia embargadas laj
lenguas) el Psalulo de David Miserere mei
T¡eiis. En el Ínterin, qué se Cantaba, los c a -
pellanes con varas , rito antiquísimo de la
iglesia, los azotaban. Acabado el Miserere, el
i<ñr dan Bernardi no dé León de la Rocha
inquisidor utas antiguó, habiéudósé vestido s o -
brepelliz i estola, usando dé la potestad que
este santo tribúrial tiene de la silla ápósto-
licir, los absolvió solemnemente de las censu-
ras, i eseomunion, que habían incurrido por
sus delitos, i reconcilió con la iglesia Roma-
na. En esté tiempo, cantando Ja música el
festivo Te Deum laudamus , ecos sin duda
de la fiesta que se hacia en el rielo, por
la conversión de estos miserables, sé le quitó
el velo negro a la santa Cruz. Ojalá i co-
mo la Cruz quedó sin veló, para dejarse ver,
)
queden e l l o t sin Velo en los ojos para mi»
rarla. Quítesele también el velo a la Cruz,
del estandarte dé la fe', i a la Cruz parro- ,
qúial, i se prosiguió la misa, a que asis-
tieron los penitentes en pie , i con YelaS
encendidas én las manos, correspondiéndose e s »
tas con las que tuvieron en el baptismo:
tinas, i otras significan la ti, quiera su Ma-
ge=tad no se les apagué . Acabóse la misa,
después de las ocho, i la procesión de los
penitentes se volvió a sus cárdeles én la
misma orden éon que vinieron al cadahalso;
i entregados a Antonio de Águila, nuncio da
este santo ofició, que como hemos dicho ejer-
ce él de alca! le de las cárceles Secretas, i a
Juau Muñoz Crespo sil ayudante, fueron re-
cogidos a las prisiones-, de donde salieron.
Después Fué el tiibunál acompañado de los
dos Cabildos, i én llegando a los Reales A l -
caceres, él señor den Bemardirio de León de
la B o c h a , les dio cumplidamente los agra-
decimientos debidos al señor don Francisco
Antonio Bañueío, i al adelantado don Juan
Velcz dé G u e v a i a , p o r si, i por sus ilustri-
simos Cabildos, a que los dos correspoudie-
fon con iguales muestras de toda cortesía, i
urbanidad. Aquí se concluyó la ¿grandeza de
este dia. •
El siguiente martes cuatro de Mayo, el
Real convenio de san Pablo, orden de pre«
dicadores, por la felicidad de hijos grandes
que ha tenido siempre, i oi tiene, insigue
entre todos los de A oda lucia , dispuso una
lucidísima procesión, en que llevó la santa
Cruz verde, a quien asistió infatigablemente
desde que se colocó en el aliar del cadahal-
so, al Real convento de san Pedro, orden da
san Francisco, donde fue'' recebida de sus g r a -
vísimos r e l i g i o s o s , i puesta en su capilla ,
con toda veneración, i piedad. Las nueve de
la mañana serían cuando los condenados á
cárcel perpetua, fueron entregados al alcaide
de la cárcel de la penitencia que tiene este
tribunal. I los demás condenados a azotes, i
vergüenza pública salieron de los Alcázares
Reales, a las dos de la larde, i a voz de
pregonero, que decía los delitos causas de
aquel castigo, i a mano i penca do verdugo,
pasearon las calles acostumbradas, en cabal-
gaduras a proposito. Llevaban delante de si
f3&3) '
escolta de soldados, ¡ después de si al algua>
cil mayor don Iñigo Fernandez de Cóidoba
Ponce de León, i uu secretario, ambos a ca-
ballo. Asi pascadas las calles, i sufridos los
azotes, perseguidos de muchachos, volvieron
a los Reales Alcázares de esta inquisición,
quieta Dios, escarmentados.
I aunque Isabel Baez, entre las recon-
ciliadas fué condenada eu docientos azotes, i en
que le fuese clavada la mano, se suspendió
la ejecución de esta, sentencia, por causas jus-
tísimas que habrá tenido el tribunal, que r.o es
licito discurrir, sino venerar. Este fué el acto
último en que se concluyó este día de juicio,
viva representación de aquel, en que, presen,
te la Cruz, seremos juzgados todos. Aquí
tuvieron fin las demostraciones públicas , en
que acreditó este santo tribunal,' los dos mas
propíos atribuios de Dios Juez, obrando en su
nombro misericordioso, i justo, Aquí se vio
la oliva distilar misericordia, sobre sesenta i
tres pecadores, dándoles liberalmente a muchos
de ellos la vida, admitia.idolos (a reconcilia-
ción i A^uí se vio la espada fulminar, i e j e - '
'(VOS)
etitár castigos contra los impenitentes, i re-
lapsos, que hayendo de la oliva, se entraron
por los filos de la espada. Aquí se vid la
Santa Cruz adorada, Jesu Cristo nuestro Señor
Venerado, la santa fe' católica ensalzada , las
lieregias castigadas, i confuyas. Este Santo tri-
bunal aplaudido con mil vítores, que le dio
agradecida esta república,- i le debe dar Es-
paña toda. V i v a : decían todos, i y o con todos
juntamente digo: V i v a , juzgue, castigue, t r i u n -
fa ( i ) de sus enemigos, que son los que se
«ponen a la Veneración i lei de Jesu-Cris-
to nuestro Dios, i Señor , a quien se dea
las alabanzas p o r todos ios siglos de la eter-
nidad. <2)

(i) Es decir: Viva, juzgue, castigue, triun-


fe, el fanatismo i las ideas equivocadas en.
materia de relijion.

(i) De que no hai ya santo oficio, men-


gua de la verdadera relijion que profesamos.
Domingo veinte i nueve de Febrero de
mil seiscientos sesenta, celebró auto el tribu-
nal en el convento de san Pablo i salieron
catorce penitenciados; los trece con sambenito,
i entre ellos una hechicera-

Viernes veinte i cuatro de Febrero de


m i l seiscientos sesenta i dos se celebró otra
auto en el m i s m o convento de san Pablo i s a -
lieron cuarenta penitenciados, los treinta i
ocho judíos i judias , una hechicera renegada
con sambenito i coroza , i un mágico con coro-
za, (i)

Domingo seis de Maya de mil seis»

/i) Acaso $eria algún matemática a fi.


sica, (na de los que se calentaban el meo-
llo en abstractas cavilaciones sino) de los
que principiaban a hacer esperimentos para
conocer la naturaleza. Es bien sabida lo
que sucedió al sabio don Enrique, de F~i-
'(266 )
cientos sesenta i tres se celebro otro auto
en la referida iglesia i salieron Veinte i seis
penitenciados: entre'ellos cuatro casados dos v e -
ces, una hechicera, i dos fautores. Los diez
i nueve asi h o m b r e s como inugcres llevaban
sambenitos por herejes judaizantes.

Lunes veinte i nueve de Junio -de mil


seiscientos sesenta i cinco se celebró auto en
la Corredera i fué uno de los mas famosos.

llena, aquel que

ovo noticia filosofando


Del movedor i los conmovidos
De fuego, de rayos de son de tronidos
I supo las causas del mundo velando.'

i que los Sabios médicos Pedro dé


r
Abatlo, i Enrique Cornelia Agripa fueron'
también tenidos por nnagiéos, í el primero-
Acusado i procesado por ta inquisición) sin
contar otros muchos.
'(9.07 )
que ha habido en Córdoba. Salieron cincuenta
i cinco penitenciados, siete relajados en per-
sona, i quemados vivos dos h o m b r e s , ¡i una
muger de unos veinte i cuatro a ñ o s , perti-
naz cuando se puede encarecer, ( i ) Fueron re'
lajados en estatua quince,, i veinte i uno los
que salieron con sambenito entre hombres i
mugeres, de estos seis eu estatua, por haber
muerto, un casado dos veces i otra por el
mismo delito: cuatro hechiceras embusteras
entre ellas una llamada la Santa, natural de

(t) Tal es la constancia de las mugeres


Cuando llegan a tenerla, ja sea que se
decidan, por buena,yá por mala causa. Mu-
chos i sabidos son los admirables ejemplos
de mugeres a quienes no han podido ha-
cer mudar de propósito ni los cordeles del
potro, ni lo que es mas, el sacrificio del pw
dor. No es, pues, esto consecuencia de la
debilidad del secso que tantos , especial'
mente por este capitulo, se han empeñado
en deprimir,
(208)
Granada, la roas famosa hipócrita i embus-
tera que ha salido en auto. Los judíos eran t a -
dos portugueses. Puro' desde las siete de la
mañana hasta mas de las nueve de la n o -
che. IT o de los hombres que habían de
quemar vj.vo i sé llamaba Domingo Rodrí-
guez de C'ízeres, pidió misericordia i por
esto la dieron garrote (i) i lo quemaron
muerto. El otro, que quemaron vivo se lia-;
maba Jorge Meudez de Castro, portugés veci-
no de Córdoba, i del m i s m o modo murió su
muger mas adelante, También quemaron uq
arca de huesos,

Domingo siete de Julio de mil seis-


cientos sesenta i seis se celebró auto en saq
Pablo , i salieron veinte i tres judíos entre
hombres i mugeres i uno casado dos;
veces . Eran inquisidores por este tiempo
don Pedro Yillavicencio, don Gregorio de la

(\) Na dejó de ser bastante favof.


?'M9 )
Serna i dort Fernando Villegas»

Domingo siete de Julio dé inil Séisclerl*


tos Sesenta i nueve se celebro auto en et
convento dé ta Trinidad calzada i salieron
quince péniteritiados', los trece, tahto hombres
como mugeres, con sambenitos por jndaizan.»
tes; una hechicera con coroza i un encubrí*
dor de judíos»

Domingo veinte de Julio dé mil seis-


cientos setenta, celebro Otio auto en et con-
vento de san Pablo, i Salieron Veinte i tres
penitenciados; de estos, uno con coroza por
Casado dos veces, otro Uli blasfemo mulato,
una muger por judaizante negativa sin sam-
benito, otro con Sambenito de media aspa; los
demás, h o m b r e s i mugeres por judaizantes
con sambenitos»

Jueves veinte i Uno.:, dé* Diciembre de


tnil seiscientos setenta i, nueve hizo auto el
tribunal en el monastetip.de san Basilio i
salieron diez i siete penitenciados: nueve h o m - ;
bres, cuatro mugeres, i cuatro estatuas de
O
Si
T91&)
mugereí que hablan muerto en las cárceles»
Binguno de P!\OÍ fué quemado i todos reci-
bieron la absolución del inquisidor presidente.

Martes veinte i cinco de Mario de mil


seiscientos ochenta i uno, hizo otro auto el
tribunal en el convento de sau Pab'o i sa-
lieren doce penitenciados: dos por casados dos
veces, tujsi hechicera, cinco judias i dos judíos
con sambenito, i dos alumbrados sin sambe-
nito.

•Viernes Veinte i nueve de Setiembre d é


mil seiscientos ochenta i cuatro, se celebro
otro auto én el leferido convento de san P a -
b l o i sacaron én el cuarenta i ocho, peni-
tenciados: treinta i nueve vivos, i nueve en
estatúa, la una de quema. De los treinta i
nueve eraii dos casados dos veées, tres bechU
ceras i treinta i cuatro judíos i judias.

Viernes Veinte i uno de Diciembre dé


mil seiscientos ochenta i cinco, hizo otro auto
el santo oficio, también en él convento de san
Pablo i sacaron ocho penitenciados, cinco m u -
jeres i tres hciiibrsi.
. Marte» dote* 'tíé-' ilíytt'-'ite" «hit sétscíeri-
tos noventa í ti fes se hizo otro auto én el
m i s m o convento dé sao Pabló, en que Salie-
r o n diez reos: dbs de ellos jüdiosy un here-
je motinista» i Una beata embustera famosa: ( i )
dos hechiceras, dos casados dos Veces-; uno
por casado con tviá muger ' Sabiendo qué sil
marido vivía» i otro por t j b é ' sit-vio de tes»
1

tigo falso en • esté negocio» e indujo a otros á


que también lo fuesen»

Martes Veinte i tino dé Diciembre dg


mi) seiscientos nóvenla i cuatro» celebro auto
el tributiál en la misma iglesia referida i sa«
lieron siete penitenciados) dos estatuas» i dos
casados dos veces»

MartéS d o c e dé Tiinío áé mil sé¡ScÍén¿


tos noventa i Seis se hizo otro auto én Sari

j- • • ' .-• '"• ' i ' f l r - - " —'-' i

(l) Müefcd sentimos cáreÉéP de HblkidS


de la vtda i nütajíros de ésiá beata qU9
citl(«píente serian divertidéu
(91Q)
JPablo, i salieron ocho reos: cuatro judio'»
dos casados dos. Veces, i . dos embusteras»

Domingo.: Veinte i cinco de Mayo do


mil seiscientos noventa i ocho hubo auto en
. e l . convento de san Pablo j sacaron a el dieí
reos; seis mugeres i cuatro hombies , entre
ellos un hereje judaizante, estudiante, teólogo,
natural de Granada (i) al que se le dieron al

(i) Este fué Antonio Vara "de Vergara


que ha dejado ,.nombre, siendo conocido por
el de Varillas., Estudió en , Granada su patria
i fué hombre de ingenio fiada vulgar. I
aunque el auto dice que su delito fué el de
hereje, judaizante, lo ttreemos equivacacion
por que. en cierto manuscrito que . merece
crédito, se lee, que fué haber enseñado que
la. polusion, voluntaria no era culpa mor-
tal i si un medio de conservar la salud;
i añade, que. estando en la cárcel fueron
muchos hombres doctos a disuadirlo de su
torpe i criminal opinión, lo que consiguie*
dia siguiente doscientos azotes., V él ."' mismo*''
castigo ' sufrieroav-tfír'á' j u d i ó » 3
¿trá judia.

Domingo veinte i cuatro de Mayo de


mil seiscientos - noventa "i nueve 1
celebró au-
to-el tribunal eu' él convento dé 'sari Pa-'
blo con l a ' solemnidad'dé
5
gétíéral, i salieron !

veinte i seis reos' 'éritré hombres'


:
i mügeres,
entre ellos diez i seis j u d í o s ' ide uno i otio'
secso con sambenito , dé 'los cuales?
1
uno" ertf' 1

rabino i judia de nación, o t r o casado dos


veoé's, dos m u g a r e s embusteras, 'trlái hechice-
ras* dos estatuas'"de dos judióse'fugitivos, ¿los J

con corozas i sambenitos de ilá'mas," marido i"'' T

muger que -ÍUerofi-'-quemados. 'IvaSi* todos coi''


Velas verdes como en auto gtueral i huboj '

ron, logrando que se diese 'por convenci-


do; mas que habiendo vuelto a caer en
el misma error Ja~é preso, olka vez i sen-
tenciado a muerte en et auto que se . ce-
lebró en i 5 . de Junio de 1720, lo que cons-
ta de este que insertamos en su lugar.
Sermón que lo predica el- pachfé. maestro C a -
no. del arden de .santo Domingo», i 'd'irá el
auto desde la. seis de. la mañana basta las
$iete de la, larde.. El lunes ¡.siguiente sacaron
a. azotar por. las calles., al .casado d>o& veceá»-
ai judio, rabino, i-a. fas tres, hechiceras, i a cada,
uno, de ellos dieron, doscientos «zotes..
En catorce de- F e b r e r o de m.il setecien-
tos, s e celebro' .otro auto en la misma iglesia
que. los. anteriores i salió, tina, judia que fué
quemada..
> En ocho, de Octubre de mil setecíeo-*
tos dos. celebró: auto el tribunal en su ca-
pilla, de sa.n. A.casio. sita en los reales alcaza-.
se-j. Nó. henioss adquirido noticia. <k los, reos
que, s a l e r o » . , eu. ej..
• A U T O © E F E .

celebrada en Córdoba el día veinte


i cuatro: de- lébril de- mil setecientos-
diez i ocho en el convento. d&
sa_nJPablo del orden de. santa
Domingo*

Luis de Castro,, natural cíe Arco», de ta,


Frontera, casado, de edad de treinta, i seis
a ñ o s , hereje,, judaizante,
Sebastian de Torres,, natural d e la. V i -
lla de ülirique de- edad de treinta años,, h e -
reje, ¡judaizante.
Josefa, de T o r r e s , m e z a soltera, Lerma--
sa del' antecedente,, natural do Estepa de «dad
de veinte i cuatro añes, hereje,, judaizante.
Isabel de Torres, hermana de la. re-
fétida, soltera, de la misma naturaleza i de
Veinte i dos años do edad.
Isabel del Castillo, casada con Miguel de
Herrera, natural de Ecija, i vecina de.Córdo-
b a , de edad de treinta i tres años, hereje,
luterana, calvinista, motinista alumbrada, sa-
cramentaría, ( i ) agapele. (2)Ponatista, blasfe-

mo Si ios. sacramentarios niegan la pre-


sencia real de Jesu Crista en la Eucaristía
i ella decía que es taha en (a hostia con
el Señor, no sabemos como conciliar esta
contradicción- los. señores, inquisidores. , que
serian teo!o.¿us, lo sabrían-
(i) Esta palabra griega que en SU pri-
mitiva acepción significa personas que se
aman: se ha aplicado, a una rania de los.
Gnósticos, que ecsistieron hacia el fin del siglo
cuarto. San Gerónimo describe esta especie de
secta como compuesta principalmente de
mugeres que seducían a los jóvenes ense-,
ffandolcs que las conciencias puras no sé
manchan con ningnn género de obscenidad
(Ü17)
m», maestra inventora de nuevos errores, r e -
copilando todos" los de los hereciareas i au-
mentando otros muchos sugerida del demo-
nio, madre i directora de espíritus diciendo,
que su cuerpo era lo mismo que el Santísi-
mo Sacramento, que estaba ella en la hos-
tia, que era principio unida a Cristo e hija
espiritual del Padre eterno, el cual le habia
entregado todo su poder i sabiduría; que en
su vientre tenia a la Santísima Tiinidad, i
que desde que nació tenía treinta i seis a n -
geles de guarda ; que era persona embiada
por Cristo a este mundo para redimir a) g é -
nero humano; que habia de pasar todo lo que
paso C'isto nuestro redentor en la pasión;
que ella podía comunicar luz i gracia a to-

des ni de impureza. Acaso esta ramera


de los Gnósticos deriva ÍU nombre de una
muger llamada Agapia, que instruida por
un tal Marcos, permitió en España muchas
mugeres, o mas bien del griego ag apelos,
el que significa amado, querido.
?S18J
dos. para qne se salvasen precediendo prima-.,
ro la entrega que de sus potencias, sentí-
dos i libre aív»dr¡o le habían de hacer a
ella: que desde el dia que le hacían esta e n -
trega sus hijos espirituales quedaban biena-
venturados c o m o el día que recibieron el S a -
cramento del bautismo; entra los cuales i las
bienaventurados del cielo no había mas dife-
rencia qu'i U de que aquellos estaban mere-
ciendo i los otros gozando de la presencia
divina i que se debían llamar hermanos: q u e
en la oración que tuvieren sus hijos espi-
rituales le habían de tener por principio p o r
que ella l o era unida a Cristo, i que cuan-
do sus hijos comulgaban la comulgaban a
ella por que estaba identificada con el San-
tísimo Sacramento de la Eucaristía,' que sus
hijos para salvarse no tenían necesidad de
ayunos, ni penitencias, sino que todos sus
pecados se los hechasen n ella, que ella daría a D i o s
cuenta de ellos: que habia de salvar a los.
hombres por el camino que todos se perdían
que era la sensualidad , Aseguraba que los
actos carnales, tactos, ósculos qiie con ella t u -
viesen no eran pecados por que Dios la ha-
"(219)
tía dispensada a ella a quien se \e debía
la sai vacio,n por la justicia i no por la rai-
sqricordia; que; a su bautismo habia asistido
la Santísima .Trinidad i que la habia tenido
en sus brazos María Satitísima quien la ha-
bia presentado al Padre Eterno i que esta
Señora la trataba c o m o hermana; que su m a -
trimonio can Cristo se habia celebrado en el
Cielo; que Cristo se había, puesta de cele-
brante, san Psdro de diácono i san Fran-
cisca do suhdiacana, ¡ que, san Pablo había
predicado i los hijos espirituales que ella t e -
nia en el cielo le habían servido de acó-
litos. Decía que Dios la habia de manifes-
tar al mundo resucitando oneye muertos pa-
ra, que la publicasen, i que las campanas de
cierta c o n v e n t o , hasta la del refectorio se h a -
bí ?u de repicar por sí, o habían do "etiir los
hijos espirituales quo tenia en la gloría a re-
picarlas» qúei ella se miraba como dos; u n a -
q u e estaba eu la bienaventuranza en el cielo
i otra en ta tierra cuidando de sus hijos, i
aseguraba que por una senda oculta entraba
ella en la glotis) i veía a los bienaventura-
dos, Refiriéronse en su, causa innumerable!
(iwj
errores los que no es fácil comprehéndér aquí:
solo si se pondera que su cáasá" • tuvo 1
nías
de ciento ochenta fojas i duró su lectura
cerca de ciaco horas/ Fué adniitidá a recon-
ciliaciou i salió al auto con sambenito de dos
aspas vela i coroza d« embustera i soga a el
cuello. Se le dio de penitencia hábito i cár-
cel perpetua i al siguiente dia" que se le
diesen doscientos azotes, los que según el de-
seo del pueblo i" el ejecutor de la justicia
principió a darlos, lograra esta república con-
cluir cou esta piedra de escáVidáló, a no h a - •
be r ¿ido por la piedad de don Francisco del
Caátillo i Escalerá, Piedra ciertamente de es-
cándalo i ruina por la multitud de errores
qué se seguía i enseñaba con las :
fabulosas
apariencias de m u c h o ? milagros Con que alu-
cinaba, para cuya ejecución parecía estar a s i s -
tida' de los malignos espíritus'.'
TV. Carlos Moreno'religioso profesó de'cíertó c o n - *!
vento ( i ) sacerdote; confesor, predicador, lector de '

(i^ Da san Pablo, como torios las demás .


qué salieron al auló sus hijos espirituales.
vísperas, estimado i tenido por honibre de vir-
tud i literatura, natural de Córdoba , bijo
de padres cristianos viejos, de edad de trein-
ta i cuatro años e bijo espiritual de la di-
cha Isabel, i su confesor; por creer su d o c -
trina, i aplaudirla por buena con otras co-
sas que se omiten i no son dignas de re fe»
rirse, salió al auto con sambenito de dos as-
pas, vela, hábito suelto i sin capilla. F u é ad-
mitido a reconciliación i condenado a priva-
ción por toda su vida de voz activa i pa-
siva, del ejercicio de sus ordenes , confesar,
predicar i dirigir almas por escrito , ni de
palabra; a cárcel perpetua irremisible en el
convento de su orden que por el tribunal se
le señalase, i luego que llrgó de vuelta al
tribunal se le quitó el sambenito . Abjuró
formalmente.

Fr . Pedro Montoro de la misma


«asa i religión, profeso, hijo de padres cris-
tianos viejos, natural de la Villa de Pedroche,
de edad de treinta i ocho añrs , sacerdote,
confesor, predicador, lector de prima, hombre
tenido i e s t i m a d o ' en la religión , i forra de
ella por virtud i letras, h i j o espiritual de la
«jcna Isabel del Castillo» cuya doctrina creía
seguía, i aprobaba por buena J fufe admitido
a reconciliación i saco las mismas insignias i
fué condenado a las mismas penitencias i c a s -
tigos que el antecedente, abjuré foiiiialbaentét
Frai Francisco Mole) o , de la misma
relig oti i casa» natural
;
dé la villa dé Marios»
de edad de treinta años, hijo de padres c r i s -
tianos viejos conocidos, fué admitido a recon-
ciliación i condenado á las mismas peniten-
cias a ecepcioti de qué la cártel no friese
irremisible i perpetua» i csucluiríos los afíos
de destierro privado dé sus ordenes por toda
8ü vida,
F r . titán dé t u q u e Garcia, natural d é
Malaga» de la misma religión i rasa, dé edad
de veinte i ocho añbs» sacerdote, hijo de p a -
dres cristianos viejos, vicario dé cOro de sU
convento» fué admitido a reconciliación . Saca
las' mismas insignias i fué condenado á la
misma penitencia que el anterior* abjuró for-
malmente,
Don Francisco dé H e r r e r a » natural «
vecino dé Córdoba, dé familia COnoCidá» hija
de padres cristianos Viejos* sin oficio, do «dad
r
m3)
Se cuarenta i cuatro años, hijo í observan-
té de la doctrina de la dicha Isabel, como
los antecedentes. ¡Salió al unto con sambeni-
tó de un aspa-, el cual después se lé quitó.
A b j u r ó de vekente'ná i Fué desterrado p o r seis
años, los cuatro precisos i los dos volunta-
rios i mandado restituir a la cárcel obispal
donde se hallaba preso cuando él tribunal
Ib arrestó.
María Antonia de Peñalosa, natural i
Vecina dé Córdoba, hija dé padres cristianos
Viejos, de edad de cincuenta años, hija éspi«
ritual de la dicha Isabel a quien seguía i
creía. F u é admitida a reconciliación i salió al
auto cou sambenito de dos aspas, un año
de cárcel» hábito i cuatro años de destierro.
Abjuró formalmente.
Rosa María de Peñalosa , hermana de
la antecedente de edad de treinta i cuatro»
años, salió al autu c o m o su hermana i fue*
Condenada a las mismas penitencias i casti*

Pedio O r t i í , natura) del Reino de Va-


lencia, \ecino de Jaén , de oficio guitarrista,
betejé, luterano, fn« admitid» » ríeoBcíLaeloa
i salió al anta con sambenito da 'dos aspas
hábito í cárcel perpetua. Abjuro formalmen-
te.
Ana González, natural de Castuera, v e -
cina de Andujar, de edad de treinta i cua-
tro a ¡jos, salió al auto por casada dos receq,
con soga i coroza í fué candenada a dos-
cientos azotes i seis anos de destierro.
Ana Rodríguez, natural dé Segura cte
León, da cincuenta i tres años d e edad i v e -
cina de Ecija, salió al auto por casada dos
Veces, con soga i coroza, abjuró i fué conde-
nada a doscientos azotes i seis años de des*
tierro a Ceuta.

En veinte de Abril de m i l setecientos


veinte i uno se celebró auto en san Pablo
i salieron veinte i siete reos todos judíos de
nación: (i) de ellos diez i siete hombres i

(i) ¿Que se entenderá por judíos de na-


ción? Nosotros creemos que no ecsistiendo
propiamente en el dia ninguna nación de
ocho, mugares,. otra que la quemaron i una
•status. Dos mugeres i un hombre que es-
taban sentenciados al fuego , sin duda por

. . .
judias, debe entenderse a los hijos i des-
rendientes de tales, i siendo eUo asi; :cd-
mo es que algunos apologistas de la in-
quisición se han atrevido a afirmar que
ésta solo castigaba a los que habiendo si-
do miembros de la iglesia por haber pro •
metido solemnemente en el bautismo observar
la religión cristiana, fallaban a esta obli-
gación Uno de estos apologistas dice asi:
Quedamos, pues, en que la iglesia uo m a n -
da ni consiente que a pretesto de religión
se le cause la uieuor molestia ni perjuicio al
mahometano, al judio, al idclatr¡', ni a n i n -
gún otro que no esté bautizado: ¿Quid m¡-
h ¡ , dice esta santa Madre después de su gran
maestro san Pablo, quid mibi de lis qui
foris sunt? De lo cual, legítimamente se
infiere o que la inquisición obraba mui
mal contra el espirita de la iglesia, ha-
fM6 )
malos confitentes, pidieron naisericordia dicien»
di) que coufesari*n i fueron oídos.

~—~T " '


viendo violencia a los (pie seguían otra re-
ligión, o que los apologistas defendían este
tribunal sin conocimiento de los /tedios, it
ocultándoles maliciosamente; i sino el testo
caula.
del áúlb de fe'que s¿ r celebró por el
tribunal del santo oficio de la. in-,
quisicíon de Córdoba , en el • Real
"convenio de San Pablo, orden de
. Sfinto DomingQ^ cn, t I2.de,
'-- • Abril de 1722.- <•••->•

.••\. >•-.

« RELAJADOS £N PERSONA.

i. Catalina de Reina i Medina, viuda da


Francisco Gabriel de Torres, natural de Bur-
deos, vecina de Córdoba, de cincuenta i ocbo
años de edad, reconciliada que . fué por et
tribunaf de Toledo eu el auto general S é m i l
(228 )
seiscientos noventa i uno, fué relajada a la
justicia seglar, por judaizante, convicta, nega-
lira; i antes confesó' i dio señales .de con-
trición í arnepehtimien'tp-.
4. Diego Herrera» natural de Jaén vecino
de Córdoba, de oficio botonero de metales, de
edad de cincuenta i cinco años, reconciliado
que fné pnV el tribunal de corte el año de
Jiíil seiscientos noventa i tres, fué relajado
por ¡líeleje, judaizante»' convicto; i confesó et
judaismo, , i m u r i ó c o n ' Señales de arrepenti-
miento.
3. t/eonór de las Varillas i Lamerá,
muger del antecedente».'.natural, d e Madrid v e -
cina de Córdoba, de cincuenta años de edad,
reconciliada que fué por el tribunal de Tole-
do el año de mil seiscientos noventa i cua-
tro, fué relajada por hereje, judaizante, con-
victa, rogativa; confesó después dé notificada
la sentencia i murió arrepentida.
4- Antonio Gabriel de T o r i e s Xav»|los, n a -
tural ele Ocatia, vecino de Córdoba, con el
ejercicio de ¡a t r e c e n a del
v
tabaco en la ad-
ministración general de ella, en el tiempo
de Manuel Alvarez Peí eirá, de edad de veinte
i nueve. años,, de. estado casado,, Judaizante
convicta,, revocante,, i pertinaz hasta habérsele
leido su sentencia que W * arrepintió, con Un
copiosas lágrimas, i actos d.e contrición qué
enterneció a todos umversalmente , i es.ta.ndo
procsuna para morir, hizo de su m.otu. p r o -
pio a grandes voces protestación de nuestra
santa fé publicando las misericordias de- Diiis
i del santo., oficio, siii permitir que ¿ i :
.ver-
dugo, lé hesase loa pio-s, i habiéndole mao^
dado su confesor- obedeciese.J>¡,lo. ejecutó": be-
«ándaselos' al dicho verdugo, al misino tiem-
po, i pidió l o quemasen vivo, (que na)'- ' sclé
concedió.) para tener ese. poco, d e dotar-, que
ofrecer en satisfacción' d<4 • sus graves" eulpás,
i dio su alma a Dios, con gran-consuelo'
i edificación de todo el-pueblo, :b., •
5. Juan Nicolás. López de la Peña, natu-
ral de la Villa de Infantes,, vecino «te U b é - ' ;

da, de oficia zapatero , do- edad de veiiilo i


siete años, salid también con i n s i g n i a s - d e re-
lajado, i antes de leerle la sonteuc.ia i ¿ ' p i d i ó -
misericordia, i se suspendió 1
la , ejecución de
ella, i se le repitió a cárceles secretas. ">
r
(23&)

RECONCILIADOS^

6. D i e g o Rodríguez de Várela de Miranda,


natural d e Bujalance, administrador de la R e a -
ta del tabaco de la villa de la Rambla, de
edad de sesenta i seis a ñ o s , fué reconciliado
por judaizante, con confiscación de bienes, há-
b i t o i cárcel perpetua irremisible.
y. José de Sitvera, de treinta i un años,
natural de A r c h i d o n a , i vecino de J a é n , ad-
ministrador general de la renta del tabaco
de aquel : reino, que estuvo para ser relaja-
do en el auto del año pasado de setecientos
veinte i- uno p o r judaizante, protorvo , i pi-
dió misericordia, por lo que ítié vuelto a las
cárceles, ,fué -reconciliado con coruscación de
bienes, hábito i cárcel perpetua irremisible i
ducieiiios ¡izotes,
8- Josefa de H e r r e r a , natural de Toledo
Vecina de Córdoba, de veinte i ocho, años, m u -
ger de Diego Gutiérrez, reconciliado en el d i -
cho auto do veinte i uno, i hija- de los d i -
chps Diego de ; Herrera, i Leonor de las
Varillas, f u é reconciliada por judaizante, coa
confiscación de bienes, hábito i cárcel perpe-
tua •¡éyrpmisible,. i dúdenlos- azotes'.
. g» Magdalena de l l e n e r a , hermana de la
antecedente*- doncella, de edad de veinte años,
natural de Grauarfa, vecina de Córdoba , fué
reconciliada p o r judaizante, habito- i cárcel por
•doe años.
L ¡io. Damiana Fernandez, natural de Clan-
.diljapes,, Arzobispado de Toledo, vecina de
Yitches, viuda de Melchor de Keja-s i Tole-
do, reconciliado que fué en estatua en el
dicho auto de setecientos veinte i uno; de
ed/,ad de ti'fiuta r tres aSc-s, fue reconciliada
por judaizante, hábito i cárcel perpetua ir-
remisible, i ducientos azotes.
, ii. Maria de la Peña, que comunmente íe
decían tia Peña, no supo su naturaleza, ve-
ri ua de Cbeda, viuda de Simón Pequeño, i
de Baltasar López, de edad de setenta años,
que estuvo para ser relajada eu el dicho
auto del año pasado de \£¿ ÍS5Hfc**lí.
B U0
P o r
í "
u
(232 )
¿alzante, impenitente, convicta , negativa, lo
que no se ejecutó por haber pedido miseri-
cordia, fué reconciliada, habito i cárcel" per-
petua irremisible, i q u é saliese a la Ver-
güenza, por no poder llevar azotes én tan
crecida edad. # '
12 Blanca Maria de la Peña, hija He .Ta
antecedente, de edad de treinta i dos años,
soltera, natural de Villanueva de los Infantes,
vecina de fjbeda, que estuvo para ser relaja-
da en el referido ' auto, por judaizante , con-
victa, n e g i t w a , lo que no se ejecutó por l i á -
her pedido misericordia, fué r e c o n c i l i a d a , ' " h á -
bito i cárcel perpetua irremisible, i ducientos
azotes.
13. Litis de Castro, natural de Arcos, re-
conciliado, que fué en e l auto q u e se cele-
b r ó eu esta Ciudad en Abril de m i l setecien-
tos diez i ocho por diminuto en la dicha
causa de su reconciliación, salió con ~ él mis-
mo sambenito que antes tenia, abjuró de le-
•vi, fué absuello ad cautelam i condenado
en bíbito i cárcel perpetuo irremisible.
14. loscfa de T o r r e s , hermana de la m u -
ger del antecedente, natural de Estepa, sol-
+233)
tera de veinte i siete a ñ o s , reconciliada que
fué en el referido auto de setecientos diez i
ocho, se. le siguió causa por diminuta eu
la de su reconciliación, abjuró de leví, fué
absuelta a el cautelam, i condenada a hábito
i cárcel perpetua irremisible.
r
{2-35)

del'auto de fe'^ celebrado én la ciu-


dad dé Córdoba él trece de Junio dé
i mil. setecientos veinte i lj;es en el
convento- de san Pablo,-or-*
¡y" den de'predicadores.

:
RELAJADOS EN PERSONA.

-•••ti Antonio. Vara de V c r g a r a , natural 3*


Granada, de profesión estudiante, de edad de
cincuenta i siete años, reconciliado que fue"
p o r i dicho tribunal el año de mil seiscientos
tioveuta i o c h ó por proposiciones heréticas, por
f2 36 )
relapso en ellas, salió al auto con insignias
de relajado, i fue entregado a la justicia í b r a -
zo s e g l a r - i condenado en confiscación ,de bie-
nes: murió confeso i con señales de j arre-
pentimiento.
2. Juan Fernandez Diaz, natural del Col-
menar, Obispado de Malaga, veciuo de Cór-
doba, dé oficio tratante >dé 'seda, de edad de
sesenta i ocho años, reconciliado por el mismo t r i -
bunal et año mil seiscientos noventa í tres
por delitos de j u d a i s m o ' , fue' relajado "a 1
ta
justicia i brazo seglar, i condenado, en con-
fiscación de bienes, por relapso en los mis-
mos delitos: murió confitente de ellos, i con
señales de arrepentimiento.
5. Juan Félix del Castillo, natural de Gra-
nada, de oficio tratante de seda, en Córdoba
de edad de treinta i siete, años, reconciliado
en Granad.), por delitos de judaismo, el año
mil setecientos nueve, fué relajado a la j u s -
ticia seglar, .por relapso; i, condenado én con-
fiscación dé bienes: murió, confeso de sus cul»
pas, i con señales de arrepentimiento. :• .">
4" Simón de Molina ,> natural de Malaga,
veciuo i admniarador del tabaco en la ciü-
dad. de Bujalance, de edad de sesenta i eua»
^ro años, salió en el auto público, que csle?
brd la inquisición de Sevilla el año de rail
setecientos, con sambenito de media aspa, ab-
juró de vehemenli la sospecha de judaizan- (

te, i por relapso en los miamos delitos, fué


relajado a la justicia seglar, con confisca-.
ciou de bienes: murió" confitente de sus de- ¡
litps, i con señales de arrepentimiento.
5. Miguel, de Soto i Herrera , natural de
Burdeos, en Francia, vecino i mercader en la


ciudad de Ecijá, de edad de sesenta i tres
años, reconciliado por judaizante en la i n q u i -
sición dé' Corté el año de nYil ' seiscientos
noventa i tres , i después penitenciado en
Granada, el año mil setecientos tres, por re-
lapso en el judaismo, fué relajado a la jus-
ticia seglar con confiscación de. bienes: ' n.ui-
rió confitente . de sus delitos , i : cou señales
de arrepentimiento.
6. Juan Nicolás López de la Peña, na.
toral de Villanueva de Ins Infantes, vecino
de Uheda, de oficio zapa'.ero , do edad de
veinte 1 ocho años, salió en el auto
que dicho tiibunal celebró el año pasado de
f23¿ )
m i l setecientos veinte i dos con insignias d «
relajado por judaizante, convicto, pertinaz, í
negativo; i habiendo pedido misericordia ,'í
manifestado deseos de convertirse a nuestra
santa fé i confesar sus delitos, fué reduci-
do a las •' corceles , i habiéndose mantenido
pertinaz, e impenitente, después de muchas
diligencias caritativas de predicación i desem-
peño, fué relajado a la justicia seglar i cotí-'
deuado en confiscación de bienes.
• .-• ; • ..ír

RELAJADOS EN ESTATUAS. _,,'„'

7. Manuel' dé Oliveros Ac'osta i Meneses,'


alias Nuñez de Soria, natural de Murcia i
vecino de Lucena, administrador del tabaco,
de sesenta i tres años, reconciliado por ju-
daizante en la inquisición de Granada el
año d é " mil seiscientos noventa i siete , fué
preso por relapso én los mismos d e l i t o s , i h a -
biendo muerto en 'cárceles,' «a siguió cania da
+239}
rdapsia, contra su memoria , i fama i fué
condenada su estatua a relajación a la jus-
ticia seglar, cou confiscación de bienes. •
8. Diego Antonio Montañez, natural de Jaén,
estanquero del tabaco en las Villas de Man-
cha Real i Alcaudete , difunto en edad de
seseuta años, fué reconciliado por judaizante
en la inquisición de Granada, el año de mil
seiscientos sesenta i nueve, i penitenciado p o r
la de Córdoba el año de mil setecientos
uno, i por haber constado de la causa quo
se siguió contra su memoria i faina, que m u -
rió judaizante relapso, fué relajada su estatua
i luie503 a la justicia seglar, con confiscación
de bienes.

RESTITUIDO 'A LA CÁRCEL*

g. • Gaspar Enriquez, vecino de Casada, c o n -


denado a relajación por judaizante, convicto.
+240)
impenitente i negativo: estando en el tablado
'pidió' audiencia i fué mandado rostituir a m
cárcel.

RECONCILIADOS EN FORMA*

io Clara Serafina Carrillo, natural dé Ecí-»


ja, muger de Juan José del Pozo, reconcilia-
d o , le edad de diez i siete años, judaizante,
fué reconciliada, i 'condenada eu confiscación:
de hieies, hábito i oárcel por seis meses.
11. Félix Miranda, natural de Madrid, m e r -
cader en la villa de Unte, obispado de C o r -
duba, de' edad de treinta i dos años, fué r e -
conciliado- estando con sambenito de dos as-
pas, i condenado en confiscación de bienes,
hábito i cárcel perpetua.
12. Pedro José de Torres, natural i veci-
no de la Villa da Alcaudale, de oficio boli->
cario, de edad de treinta i 'cinco años» Salió
al auto con sambenito de dos. aSpas, fué re-
conciliado i condenado en confiscación de hie»
nes, hábito i cárcel perpetua irremisible» i que
al dia siguiente le diesen ducientos azotes-.
i3. María Lima, natural de Eslepa, Veci-
na de R u t e , muger del dicho Feli* de M¡>
randa, de edad de veinte i cuatro años»
salió al auto con s a m b e n i t o . . de dos aspas»
fué reconciliada i condenada a hábito i cár-
cel perpetua irremisible, 1 que ál día si»
guiente le iuesen dados ducientos azotes. .
i4- Ana G ó m e z , natural de Fregensl de la
Sierra,, Provincia de Estremadura, de edad dé
veinte i seis años, muger del dicho Pedro
José de Torres, salid al auto con sambenito
de dos aspas, i fué condenada en confisca*
cion de bienes, hábito i cárcel perpetua.
i5. Catalina Antonia de Acosta , natural
de Murcia, vecina de Lucena , de edad de.
veinte i o c h o años, muger de Manuel da
Acosta, reconciliado por el santo oficio, salid
al auto con sambenito de dos aspas, fué re*
conciiiada, condenada en confiscación de bienes,
hábito i cárcel perpetua irremisible, , 1 dus*
f242)
cientos azotes.
16. Beatriz Golnez; fislifral de la villa íre
TPorcu'na, muger del dicho ,'uaTi F e : rlanáez D i a z ,
relajado, de edad de sesenta i dos afios, se US
el auto cdn sambenito de dos a s p a s , *i fue
T'ecoticiüadii i condenada en conifistáeion d e . b i e -
nes, hábito i cárcel perpetua irreiirisiljle,i dus»
"cielitos azotes.
17. Estefa"riio del Pozo, nstuYal de la villa
de Pedreía, d e ' l á "Vicaria de Estepa, vecina
dé Córdoba, soltera, de edad de tiiez i ocho
años, salió al ' auto con 'sambenito de dos a s -
p a s , fué recondtiada i condenada en cofifis-
icaciou de bienes > h a b i t o i cárcel' por tra
«ño. ^ '
r8. Beatriz Antonia' Fernandez, batuTal de
Almería, Vecina dé Córdoba, soltera, de edad
de veinte i nueve años salió al aaio con
sambenito de dos aspas, i fué rtecoiici'iada i
condonada én confiscación dé bienes, hábito i
cárrel perpetua ¡rYe'misibfe.
1.9. Leonor de Valenzucla Monlanéz, natu-
ra) de Alcolea, Arzobispado de Sevillajvecina de la
villa de Alcaudete, soltera, de edad dé veinte años,
salió al auto con sambenito 'ble dos aspas,
•fué reconciliarla i condenada en confiscación
•de bienes, hábito i cárcel por un año»
> 20. Manuela de T o r r e s Motitañe'a , natura!
de Sevilla, i vecina de Alcaudete, soltera, de
edad de veinte i cuatro años, salió al auto
con sambenito de dos aspas, fué* reconciliada
i condenada en confiscación de bienes, hábito i
cárec! parpetua irremisible.
2t. Leonor de T o r r e s Montaijez, natural de
la villa de Porcuna, vecina de Alcaudete, de
«dad de treinta i ocho a ñ o s , muger de. Ma-
nuel Andrade, salió al auto con sambenito de
dos aspas; fué reconciliada i condenada en c o n -
fiscación de bienes, hábito i cárcel perpetua
irremisible.
22. Beatriz de Medina, natural da Sevilla
,i vecina de la Puente de don Gonzalo , de
,edad de ochenta años» muger d<; P e d i o La-
rvado, trabajador del c a m p o , salió a l auto con
sambenito de dos aspas, i fué reconciliada i
condenada en confiscación de bienes, hábito..1
cárcel perpetua» i al dia siguiente ducientos
azotes.
23. Beatriz G ó m e z de Torres Montañez, na-
tural i vecina de Alcaudete, soltera, de edad
de cuarenta años, salió al auto 'con sambeni-
to de dos aspas, i fué reconciliada i condena-
da en coufiscacio'n de bienes, bábi'to i cárcel
perpetua, i ep. -duscientos azotes.;

•PENITENCIADOS POR FAUTORÍA.

1
' 24. Carlos F e l i p e , natural dé Madrid de
'edad dé cuarenta i -nueve afios, de oficio e j e -
cutor d e justicia, por fautor dé herejes, e i n -
fiel en su oficio en favor d e ellos, salió a l a n -
te, i se le leyó su sentencia con m é r i t o s , a b -
j u r ó dé Itvt i 'fué ahsuelto ad cavtelam, i
"cbndéii«dó en bclio afros dé destierro, i ocho
'leguas éh irmtorrió de Madrid, i Sevilla i los
cinco primeros los cumpla' éri las galeras de
S. M. ál "réiiro'i siu- sueldo, i al dia' siguienP-
:

té- se le dieron dus'ciénlos «zotes por las ca>


Ufes' publicas.- • • : . '- . ' - " i ; " - ' : j
"(US y

PENITENCIADOS; PQ® CASADO s

DOS: VECES.

Q5. Alonso. Martin,, natural, de Llerena, ve-


cino dé- Córdoba,, oficial- del matadero, de edad
de cuarenta, años,, salió cou insignias, de casa-
do, dos. v e c e s H abjuró de levf .i fué gravemen-
te advertido, reprehendido i conuiíjiado, i con-
denado, en seis años de destierro,, i ocho le-
guas, en. contorno, de Llereua, Metida i Madrid
i que- los, cinco primeros los cumpla' en las
galeras, de S. ¡VL al remo i sin, sueldo, i al
dia siguiente.: le fuesen, dados, doscientos azo-
tes.
a/3, C r i s t o v a l , Xjmenez,. natural de la, villa
d e Aguilar, de oficio vender coplas, i- c o m e -
dias, por. los lugares, de edad, de treinta, i un
años, salió, al auto cou insignias de casado dos
veces, abjuró, de- levi¡ i fué gravemente adver-
tido, reprehendido- i c o n m i n a d o , . i. condenado
en ocho, años, de destierro ,. i. o c h o leguas en
r
(U6)
contorno de Barbastro, Aguilar i Madrid i que
los cinco primeros los cumpla en Jas galeras
de S. M- al remo i sin sueldo, i al dia si-
guiente le fuesen dados ducientos azotes por
las calles publicas.

En veinte i tres de. A b r i l de mil sete-


tientos veinte i cuatro se celebró auto en que
quemaron los buesos de Maria Josefa Fernan-
d e z , hija d e J f . a u Fernandez que fue quema-
d o en mil setecientos veinte i lies, los cuales
fueron exhumados en catorce de Abril'
del mismo año de la parroquial de san''
Ricotas de la Villa doríde estaba enterra-;
da desde mil setecientos diez i nueve en que
habia muerto.

En dos de Julio del m i s m o año de mil


setecientos veinte i cuatro sé celebró otro a u -
to en la capilla del tribunal.' '
del auto de fe que eV Ufomihgo doce
T

de Mayo de• esté présenle aña de


mil setéc/entos veinte ¿' seis fia ce-
lebrado, e.1 santo., oficio de la
ínquisicionr de la ciudad i rei-
no dé Córdoba, en la ca~\ :

pilla de- san • Aiasia de?


los Reales Jlcazeres.

RECONCILIADOS EN PERSONA.

l¡. Manuel Porez Ebriquez-, natural" de la V i -


Ha de Lumbrales, obispado de Ciudad Rodri-
go,, vecino í mercader cri la villa d& Raería»
efe edad de cincuenta S cuatro años , p o r de-
litos "¿fe" judaísriro; fié reconciliado^ cbn confia-
cactos* cíe bienes,, hábito i cárcel perpetua ir.
remisible.
2. Francisco Peres. Enriquez, hermano del
antecedente, natural. d e Ciudad-Real, vecino i
mercader de dicha villa de Baena, de edad de
sesenta i dos. a ñ o s , p o r los mismos, delitos de
judaismo, fue reconciliado con confiscación de
bienes, hábito i cárcel perpetua irremisible..
3 A n a de A g u i l a r , muger del d i c h o . Ma-
nuel Pérez. Enriquez , natural d e la villa de
Miguel Turra (en la Mancha) vecina d e Baena,
de edad de treinta i Ocho años, por dichos d e -
litos de judaismo, fué; reconciliada con. confis-
cación de bienes, h á b i t o i cárcel perpetua ir-
remisible.
4- Mariana López Porras» natural i vecina
de R u l e , soltera, de edad de treinta años, sin
oficio, por los mismos delitos de judaismo, fué"
reconciliada eu forma c o n confiscación d e b i e -
nes, hábito i cárcel perpetua irremisible.
5. Catalina López d e P o r r a s , hermana de
la antecedente, natural i vecina de la villa de
R u t e , soltera, sin oficio, de edad de 'veinte ¡
cuatro años, p o r . los mismos delitos dejiidais*.
m o , fué reconciliada en forma» con confisca-
'(S49-)
cion de bienes, hábito i cárcel perpetua irre-
misible.
6- Violante Maria de Matos, natural de l a
villa del Barco, obispado de A v i l a , , vecina del
lugar de Sierra de las Yeguas, de la vicaria
de Estepa, de edad de cuarenta i ocho años,
Soltera, sin oficio, por los mismos delitos, fué
reconciliada en forma, cou confiscación de b i e -
nes, hábito i cárcel perpetua irremisible, i d u -
cientos azotes.
' j . Juana Barbara de Castro, natural de A i »
becete vecina de la Vdla de Quesada, soltera,
sin oficio, d e edad de treinta i o c h o años, fué
reconciliada en forma c o a confiscación de bienes,
hábito i cárcel perpetua irremisible, por di-
chos delitos de judaismo,

Reconciliados ek forma.

8. Diego de Matos, natural de la villa del


Barco (obispado de Avila) vecino que fué del
lagar de la Sierra da Yegua'*, de la vicaria
de Eslepa, de oficio Boticario, i I»otar¡o Apósr
tolico, difunto, en edad de cuarenta i ocho
años, murió cu estas cárceles, confitente en
e l judaismo con señales de.arrepentimiento i
se le administraron los santos • Sacramentos,
salió reconciliado en estatua, con confiscación
de bienes 1
.
9. I n é s de Castro i Aluieida , natural, i
Vecina que fué de la villa de Alcau-
dete, obispado de Jaén, i muger de Francisco
de T o r r e s , arrendador del tabaco, 1 alcabalas,'
en dicha villa, i presa ea este tribunal, -mu-
rió en estas cárceles en edad de cincuenta i
tres años confitente en . el judaismo, dando
muestras de su arrepentimiento, habiéndosele'ad-
ministrado los santos Sacramentos. Salió recon-
ciliada en estatua, con confiscación de bie.
nes. .. . .

PENITENCIADOS POR BIGAMIA.

!*)• José Sánchez de Rivera, natural de Ma-


C%51)
luga, residente al tiempo de su prisión én E c i -
ja, de oficio tonelero, de edad de cincuenta i
dos años, por casado dos veces, abjuró de la-
vi, i fué gravemente advertido , reprehendida
i conminado, i desterrado de esta Ciudad, las
de Ecija, i Malaga, i villa de Madrid, i ocho
leguas eu c o i toma por o c h o , años i ios ciuco p r i -
meros los cumpliese en las galeras de S. M-
al remo i sin sueldo, i al dia siguiente a e l
aulo, ducientos azotes.
del auto de fe que ti Domingo quince
de Mayo de este presente ario dé
mil setecientos veinte i ocho ha ce-
lebrado el santo oficio de la
inquisición de la ciudad i rei-
no de Córdoba, en la ca-.
pilla de san Acasio de
los Reales Alcázares.

RECONCILIADOS POR HEREJES


JUDAIZANTES.

t. Anastasia Francisca Fernandez, natural


de la villa del Colmenar , obispado de Ma-
laga, vecina de la de Cabra, soltera, de trein-
ta i nueve años, salló al auto con sambeni-
t o de dos aspas, fute' reconciliada en foruia 3
ten confiscscion de bienes, por hereje Judai-
zante, i condenado a habite i cárcel perpetua
irremisible.
2. Violante López de Medina, natural de la
villa de Estepa i residente al tiempo de su
prisión en la de Fernán JVuñez, de edad de c u a -
renta i seis años, íiiu.ger de Rodrigo de Tapia,
mercader de nie.ceria, salid al auto con sam-
benito de dos aspas, fué reconciliada en for-
ma, con coníisct.cion de bienes, por hereje, j u -
daizante, i condenada á hábito i cárcel per-
petua Irremisible.
3. Paula Gómez del Castillo, natural del
Colmenar, obispado de Malaga, vecina de C a -
bra, de edad de cincuenta i cinco años, viuda
de Diego Fernandez G ó m e z , salió al auto con
sambenito de dos aspas, fué reconciliada en
forma con confiscación d e bienes, por hereje,
judaizante, i condenada a habito i cárcel per»
petua irremisible.
4. Inés Pérez, natural de Lumbrales, ó b í s -
-pado de Ciudad Rodrigo i vecina de la vill*
de Baena, de edad de cincuenta i cinco años, muger
de Diego del C a m p o , mercader de rfipas, sa<-
l i ó al auto con sambenito de dos . aspas, fui
(25 S)
reconciliada en forma con confiscación de b i e -
nes, por hereje, judaizante i condenada a he-»
hito i cárcel perpetua irremisible.
5. Inés de IS'ieves, natuial de esta Corte)
Vecina de la Sierra de las Yeguas, de la c o m a r -
ca de Estepa, muger de Diego de Matos, de
oficio boticario , de edad de cincuenta i siete
años, salió al a u t o con sambenito de des as-
pas, fuá reconciliada en forma, ion confisca-
ción de bienes, por hereje judaizante, i con-
denado a hábito i cárcel perpetua irremisible.
RELACIÓN
irrryí^fyn— ——•

dé los mitos particulares de fe' que


se han celebrado en la inquisición
de Córdoba , el dia tres de Mayo da
mil setecientos treinta en la iglesia
del Real concento de san Pablo,
orden de predicadores de dicha
Ciudad.

RELAJADOS EN ESTATUA,

i. Beatriz G ó m e z , muger de Manuel Ro-


dríguez, difunta, se la siguió causa contra su
memoria, i fama, i fué condenada a que sa-
liese al auto con estatua que representase su
persona, sambeuito i coroza de llamas, por
R
+258)
¡hereje judaizante, convicta, con confiscación de
bienes, i fué relajada en estatua, con sus h u e -
sos, a la justicia seglar,
2. Clara G ó m e z , muger de Jorge de Tor-
res, veciía que fué de Alcaudete, difunta, s a -
lió al auto en estatua, con sambenito i coro-
za de llamas, por hereje judaizante, convicta,
con confiscación de bienes, habiéndosela segui-
do «¡ausa contra su memoria i fama, i fué
relajada, con sus huesos, a la justicia seglar.
3. Isabel G ó m e z , de estado soltera, vecina
que fué de Alcaudete, difunta, se la Siguió
•causa contra su memoria i fama, i fué con-
denada a que saliese al auto con estatua, que
representase su persona, sambenito i coroza dé
llamas, con confiscación de bienes, por here-
j e , judaizante, convicta, i fue relajada,con sus
huesos a la justicia seglar.
4. Maria G ó m e z de estado soltera , vecina
que fué de Alcaudete, difunta, se la siguió
causa contra su memoria i fama, i fué con-
denada a que saliese al auto en estatua qué
representase su persooa con sambenito i co-
roza de llamas, con confiscación de bienes,
por hereje, judaizante, convicta, i fue relaja-
f2£.9JÍ
da, con sus huesos a la justicia seglar.
5. Violante Gómez , muger que fué de
Diego Antonio R o d r í g u e z , reconciliado por d i -
cho santo oficio, i vecina de Alcaudete, difun-
ta, se la siguió causa contra su memoria i
farpa, i fué condenada a que saliese al auto,
en estatua que representase su persona , cou
sambenito i coroza de llamas, i en confisca-
ción de bienes, por hereje, judaizante , con-
victa, i fué relajada, con sus huesos a la jus*
ticia i brazo seglar,
6. Blanca Gómez Fernandez, natural de es-
tá Corte, 1 vecina de Alcaudete', de estado
soltera, de ofició costurera, i de edad de cien
años, difunta en las cárceles, fué condenada a
que saliese al auto en estatua que representa-
se su persona, con sambenito i coroza de l l a -
mas, i en confiscación de bienes, por hereje
judaizante, convicta, negativa i fué relajada,
con sus, huesos a la justicia seglar,
7. Diego del Campo, natural de Miguel
Tuna, i vecino que fué de Baena, de oficio
cajero en tienda de mercader, de estado casa-
do, i dé edad de cincuenta años, difunto on las
cárceles) fué coudeiiado a que saliese al aula
en estatua, que representase su persona, con
sambenito i coroza de llamas, i en confis-
cación de bienes, por hereje, judaizante, ne-
gativo, coovicto, i fué relajado, con sus hue-
sos a la justicia seglar.
8. Francisco Antonio de Porras , natural i
vecino de la villa de R u t e , de oficio moli-
nero de pan, de estado casado, i de edad de
cincuenta años, difunto en cárceles, fué con-
denado en que saliese al auto en estatua, q u e
representase su persona, con sambenito i co-
roza de llamas, i confiscación de bienes, por
hereje: judaizante, negativo, convicto, i fué re-
lajado con sus huesos, a la justicia se-
glar .
y, Blanca Maria Méndez, natural de Ma-
laga, i vecina de Cabra, viuda de JN'uño F e r -
nandez, sin oficio, i de edad de ochenta i tres
años, difunta eu las cárceles, fué condenada
a que saliese al auto en estatua que repre-
sentase su persona, con sambenito i coroza
de llamas, i eu confiscación de bienes, por
hereje, judaizante, convicta, negativa i relapsa,
i fué relajada' con sus huesos a la justicia
seglar.
•(SUtls

' R E L A J A D A EN PERSONA.

io. Rafaela María Fernandez » nalural de


Malaga i vecina de Córdoba, de oficio costu-
rera , viuda dé Francisco Fernandez, relaja-
do que fué en estatua, por dicha inquisición
en veinte i tres de Abril de mil setecien-
tos veinte i cuatro, i de edad de sesenta i
seis años, salió al auto con sambenito, i co-
roza de l l a m a s , por hereje, judaizante, convic-
ta, negativa, relapsa, i fué condenada eu c o n -
fiscación de bienes , i relajada a la justicia
seglar, i habiéndosela notificado la sentencia
confesó en parte sus delitos i dio señales
de arrepentimiento.
+262.)

RECONCILIADA EN ESTATUA ,

. it. tsabel Porras, hermana del dicho F r a n -


cisco Antonio de Porras, número 8. natural i
Vecina de la Villa de Rute, muger de Pe-
dro de Llama, si o oficio i de edad de ciu*
cuenta i tres años, hereje, judaizante , con-
fesa , difunta en las cárceles, donde antes de
morir, por haber dado muestras de arrepen-
timiento i conversión, fue' reconciliada en f o r -
ma, abjuró sus errores, i se le administra-
ron los santas Sacramentos. Salió al auto en
estatua, que representó su persona, con sam-
benito de dos aspas, se la leyó su sentencia,
en señal de haberse convertido a Duestra
santa fé Católica, i fué condenada en c o n f i s -
cación de bienes, i a su cadáver se le dio
sepultura eclesiástica.
RECONCILIAD!) EN PERSONA'.

12. Diego Fernandez del C a s t i l l o , natural


de dicha ciudad de Córdoba, i vecino de Ca-
b r a , sin -ofieio, sortero, de edad- de cuarenta i
ocho años, salió al auto con sambenito de-
dos aspas, 'fue reconciliado en forma, por h e -
reje, judaizante, confesó, i condenado en confis*»
caoion.de bienes, hábito- i. cárcel- pespetoa,ir-
remisible, i en duscientos azotes, que no se
la dieron por sus achaques.

ABJURACIÓN DE YEHEMENTI,;

i3. Francisco Diaz, natural de Villa-Mayor


en la Mancha, vteino de Alcaudete, soltero,
sin oücio, de edad de treinta años, salió al
auto con sambenito de media aspa, abjuró de
r
f864)
Vehemenli, por culpas de judaismo , fué ab-
suelto ail caulelam, i condenado en perdi-
miento de la mitad de sus b i e n e s , i dester'
rado de esta Ciudad, i las villas de Alcaudete,
Tilla-Mayor i esta Corte con o c h o leguas en
contorno p o r espacio de cinco años.

'ABJURACIÓN DE LEV!.

«£ Francisco Rodriguez Matos, natural de


V i l l a mayor en la Mancha, vecino de Salobrar,
en el obispado de Córdoba, soltero, de edad
de cincuenta i un a ñ o s , i oficio de hacer c a -
jas de concha, reconciliado que fué por la i n -
quisición de Cuenca eu cuatro de Setiembre
de mil setecientos uno por judaizante, salió at
auto en forma de peuitente, abjuró de levi
la sospecha de relapsia en el misino delito,
fué gravemente reprehendido, advertido i con-
minado, i desterrado de dicha ciudad de Cór-
doba, villas de Alcaudete, Luque, Villa m a -
+&6SJ
yor, i esta Corte coa ocho leguas en con-
torno, por tiempo de seis años.
i5. María Inés Guerrero de Gaivez, natu-
ral de la villa de Aguilar , i vecioa de la
ciudad de Ecija, de oficio costurera, i de edad
de cuarenta años, salió al auto con una vela
en sus manos, en forma de penitente, por
él delito de la Poligamia, se la leyó su sen-
tencia con méritos, i fué gravemente repre-
hendida, advertida i conminada, i desterrada
de dicha ciudad de Córdoba, la de Ecija i
villas de Aguilar, Baena, i esta Corte i ocho
leguas en contorno, por tiempo i espacio da
íeis años.
r
(2W)

DOMINGO CUATRO BE MAR-


%o de mil setecientos treinta i
uno celebró auto el tribunal
en el convento de san Pa-
blo i salieron las perso~
ñas siguientes.

RELAJADOS EN ESTATUA'.

José de Saba riego, alias el R u b i o , au-


sente, fugitivo, de edad de cuareula años, q u e
tuvo los tabacos en Murcia i Baeza, saltó al
auto p o r culpas de judaismo, con sambenito i
coroza de llamas. Su estatua fue relajada a
la justicia SegUr i él condenado en confisca-
ción de bienes.
Antonio del Águila, natural de Beas c u
Murcia, médico, i vecino de Bacna, de edad
de setenta años, difunto en cárceles secretas,
fué condenado a relajación en estatua, con sus
huesos, p o r hereje, judaizante, convicio i ne-
(268)
gativo, i en confiscación de bieies.
Ana di Matos, natural de Villa-mayor
en la Mancha, obispado de Cuenca , vecina
de Alcaudete, viuda de Diego Diaz de edad
de sesenta años, difunta en cárceles del san-
to oficio, fué condenada a relajación en e s -
tatua, con sus huesos, por hereje, judaizan-
te, convicta, negativa i relapsa , i en con-
fiscación de bienes.
Ana López Violante, natural de Lorca,
vecina de Rute, viuda de Salvador de Por-
ras, panadera, de edad de setenta i tres años
difunta en cárceles secretas, fué condenada a
relajación en estatua, con sus huesos, p o r h e -
reje, judaizante, convicta i negativa, i en c o a -
fiscacion de bienes.

RECONCILIACIÓN POR MAHOME-

TISMO.

Ana del Castillo, natural de Granada,


veciua de Jaén, soliera, de edad de veinte i
(269 )
cuatro aiíos, hereje mahometana, salió al a u -
to con sambenito de dos aspas, i fué recon-
ciliada eu forma con confiscación de bienes,
hábito i cárcel perpetua irremisible, i encar-
gada a persona docta que la instruya i for-
tifique en los misterios de nuestra santa f é .

RECONCILIACIÓN POR JUDAISMO.

José Manuel Suarez Breñales, natural i


vecino de Alcaudete, sin oficio, soltero, i de
edad de cuarenta i un años, fué reconciliado
en forma por hereje judaizante, i condenado
a hábito i cárcel perpetua irremisible, con-
fiscación de bienes, ducientos azotes, i cinco
años de galeías.

ABJURACIÓN DE VEHEMENTI.

Luis, Antonio de Castro, natural de A l -


"(276)
bacete, vecino de Quesada, boticario de esta-
do casado, de edad de cincuenta i tres años,
salid con sambenito de media aspa , abjuró
de vehementi por culpas ele judaismo, fué
absiielto ad caulelam, i condenado a perdi-
miento de la mitad de sus bienes, i dester-
rado de esta Ciudad, las de Granada , Baza
i Loica, i las villas de Albacete , CazÓrla,
QurSada i Madrid con ocho leguas en c o n -
torno, por tiempo d e o c h o años i que cum-
pla los dos primeros con el hábito en la
casa de penitencia, encargado a persona docta
que le desengañe, instruya i fortifique en
nuestra santa fe, i que el dia siguiente al a u -
t o se le diesen ducieutos azotes.
Juan Vicente Esquivél i Morales, alias,
don Casimiro de Austria, Conde de Salda ña,
alias, Vicente de santa Teresa, alias, el her-
mano José de santa Teresa, natural de R o n -
da, i sin oficio, de edad de treinta años, sol-
dado que fué de infantería- i viandante, pe-
nitenciado que fué por el santo oficio de la
inquisición de Granada en diez i ocho de M a -
y o de mil setecien tos veinte i siete por deli-
to de haber celebrado misa, sin estar orde-
"(271)
nado. Salió al nulo con sambenito de media
aspa, abjuró de tchcmenti por reinciJencia en
los del m i s m o crimen, fué absuelto ad caute-
lara, privado de traer hábitos eclesiásticos , i
desterrado de esta Ciudad , las de Granada,
Ronda i Antequera, i villa ',de Madrid coa
ocbo leguas en contorno p o r tiempo de diez
años, los cuales cumpliese en las galeras de
S. M. i que el dia siguiente se le diesen
ducientos azotes.
R
AVTO PUBLICO DE FÉ

celebrado en Córdoba el domingo cinco


de Diciembre de mil setecientos cua-
renta i cinco en el convento de san
Pablo del orden de predicadores.

RECONCILIACIÓN POR JUDAISMO.

Manuel de Acuña, natural de Lisboa


i vecino de Jaén, de profesión m e'dico, de edad
de cuarenta i un años, reconciliado en fotuta
p o r hereje judaizante, condenado á confisca-
ción de bienes, hábito i cárcel perpetua ir-
remisible i ducientos azotes. Eran sus delitos
ser observantisimo de la lei de Moisés, s i g -
narse con la siniestra mano en desprecio de la
Cruz, haber dado lado siniestro, á los c a t ó l i -
cos en deshonor de su lei, i comulgado sa-
crilegamente desde edad de catorce años, m
desprecio del Sacramento , i por ocultar su
secta-) haber aplicado una receta de J« cual
se ereia babee resultado algunas muertes, i
haber ido a curar a un e n f e r m o i sospechan-
do que era judio, después -
de haber visto
que dicho enfermó habia vomitado las es-
pecies sacramentales, i que sü muger las h a -
bía recogido con mucho desprecio, para cer-
tificarse si lo era, pidió un crucifijo i ponién-
dolo en la boca del enfermo, volvió este a
o t r o lado la 'cara con lo que conoció que era judio.
I habiéndose luauteuido eu la casa hasta que es*
piTo'el enfermo, cohabitó después con la mú£ér
del difunto que también era judia para c u m -
plir con la escritura . ( i ) Tuvo juntas coa

fi) El Doctor tenia ¿leu presente el pre-


'•cüplo tjve dice: Quando habitaverint fratres
siiiiul et \mtts' ex eis absqué liberis mortuus
'fuerit, uxor defuncti, non nubet alleri; sed ao-
'cípiet eam • ÍYáter ejus et suscita bit semen f r a -
tría sui. Deülcrortomio cap. a 5 . v. 5.
otros de su secta, en las que se decía no
h a b e r ' venido el Mesías, por que cuando vinie-
ra habían de ver los c i e g o s , audar los
cojos, i hablar los mudos. Decian también
que el Mesías había de nacer en Ebora de
Portugal, (i) otros en Segovia, otros en Paris.
£o pena d e estos delitos que son de hereje
judaizante, fue' condenado a la pena susodi-
cha í a que saliese al auto con sambenito,
vela amarilla i soga al cuello , i a quedar
privado de oficios honrosos, vestir seda, usar
plata, oro, perlas, paño fino, montar a caba-

(i) Hasta en esto se- nota el ridículo


orgullo nacional de los portugueses, pues que
los ju'liof de esta nación creían que en
ningún pais del mundo podia el Mesías na-
cer mas dignamente que en Ebora de Por :

tugnl. Es probable, que los que estaban por


Segovia fuesen españoles, i los que por Pa-
ris franceses: divergencia que serla motivo
para que sus juntas fuesen una, intermina-
ble disputa.
\%76)
fio i traer armas. ''
Maria Garcia, natural d e ' la villa de
Pedro Bermudo del obispado d e A v i l a ; vecina
de Jaeo, muger de Manuel Acuris, d e trein-
ta i siete años,reconciliada en forma, por
hereje judaizante, confiscación de bienes, Sam-
benitó d e d o s aspas, hábito i cárcel' irremi-
sible. Esta tuvo ios mismos delitos de su ma-»
rido.

ABJURACIÓN DE LEVI.

Diego Moreno, alias, Serrano, d e nación


gitauo, natural i vecino d e la ciudad d e Bae-
za, sin oficio, d e edad d e cuarenta i cuatro
anos,. absuel.to ad cautela tA y advertido i con-
minado i destenado de esta ciudad, la d e B a e -
za, i villa, de Madrid o c h o leguas en c o u t o r -
no por echo añof, i los cinco primeros los
7277)
eumpla e n el presidio de. Ceuta, c o n ducientos,
azotes i mordaza por blasfemo.
F u é su • delito que- queriendo conocer t o r -
pemeute a una muger c u y a casa frecuentaba,
habiéndose ella negado a condescender con su
lascivo ; apetito,.; prorrumpió, e n blasfemias c o n -
tra e l copón del.Santísimo Sacramento, centra,
Dios, nuestro señor Jesu Cristo, i la santísi-
ma V i r g e n , i no. desistiendo de su t o r p e por"
fia, habiendo buscado a la dicha, muger coa
noticia que. tuvo de que. habia i d o por ua
Cántaro d e agua, la hallo,, i. queriendo como
anteriormente saciar su a p e t i t o , i encontrando
la misma resistencia, volvió a prorrumpir en
iguales blasfemias con escándalo, de los. q«e
le oyeron i de otras, mugeres que' acompaña-
ban a la referida resistente; i no contenta con
esto habia ido con este mismo ñn a casa de
la su-o d'cha el dia de los Dolores de María
Santísima, i habiendo huido aquella, vengó su
enojo en la divina imagen de nuestra señora
de los Dolores que habia en el cuarto, con
muchas blasfemias i cprobios;- por cuyos d e -
litos, i otros de la misma especie que no le
leyeron en su causa, f u é .sentenciado a, salir
al anta con Mordaza ', soga al cuello, i Te-
la amarilla, i a la pena leferida.
Pedro Alonso Jurado, natural i vecino de e s -
ta ciudad, de ofició sombrerero , de edad de
treinta i cuatro años, abjuró de leví por su-
perticioso, desterrado de esta Ciudad, i villa
de Madrid por seis años, los tres primeros
en el presidio de Ceuta, coroza con ducientos
azotes. Fué su delito haberse valido d e una
Vieja maestra de hechizos, para que con ellos
le alcanzase volviese a ser monjero del con-
vento de santa Clara, de donde las religiosas
lo habían h e c h a d o por conocerle que estaba
amancebado. Habia reíado partes de rosario al
demonio i escrito un papel c u y o contenido fué
e s t e : Yo Pedro Jurado me prometo a Lu-
cifer, como me consiga lo que te pido, aun-
que no quiera el Obispo, el Dean, el Pro-
visor, ni el Alcalde mayor.—Pedro Jurado.—
U n o de los hechizos que hizo la vieja para
este fin fué hacer unas tortas de manteca dé
puerco, azúcar, i arroz, i dos huevos de una
gallina que le mandó comprar a este reo, la
que había de ser negra i tuerta, i solo habí a
de touiec dos granos] de pimienta sin b e ber
(279)
agua. Estas tortas eran[! para introducirlas es
una alacena de la abadesa de santa Clara e n -
tre otras que ella tenia, para que comiéndolas
se moviese a restituir al monjero , las. cuales
introdujo por arte del diablo, que al mismo
tiempo se trajo una libra de chocolate que
en dicha alacena tenia la Abadesa. (\) Traia
también el dieho Pedro- Jurado una piedra a d o -
bada por la vieja, su maestra para ganar s i e m -
pre a los naipes, l o q u e asi sucedió la pri-
m e r a ves que jugó; pero no ganó las demás
porque habiendo tratado con la.vieja darle la t e r -
cera paite no lo cumplió legalmente. En p e -
la* d e estos delitos se le dio l a pena suso-
dicha.
Maria Sánchez, natural i vecina, del lu-
gar de las Navas de Tolosa, chispado de Jaca,
de estado viuda, de mas de setenta años de
edad, con insignias de sortílega , supersticiosa,
desterrada o c h o leguas de C ó r d o b a , las Navas

(i) En señal, acaso, deque habia llega-


do a ella para poner las tortas.
fS80J
í Madrid por seis años, i los eineo primeros
los cumpla donde el tribunal le señalase i le
den ducientos azotes. F u é su delito rezarle un
padre nuestro i un ave Maria ai demonio i
va leí se para curar el mal de madre de la
oración siguiente:

En el nombre de la Trinidad, .
De la misa de cada dia,
1 el evangelio de san Juan,
Madre dolorida.
Vuélvete a tu lugar, (i)

(i) Entrp los errores anatómicos en que


cayeron A.s antiguos se cuenta el haber
creído que el ¿itero, o sea la madre , (de
donde vino el nombre de mal de madre)
era capaz de ta comodón; i asi, que, de-
jando su sitio natural, vagaba por donde
quería causando los estraños i caprichosos
sintonías del histerismo. Este error , como
oí/OÍ muchos, de los hombres de letras se
transmitió al vulgo, qu? aun lo conserv a; en
(.281)
. Para hallar las cosas perdidas decía lo
«,ue sigue:

Señor san Antonio de Padua,


En Padua naciste,
E u Padua os criaste,
Escribano de Cristo fuiste.
Él breviario perdiste,
Al carúpo fuiste,
Tres pasos atrás diste,
I como esto es verdad
L o perdido se hallará,
1 lo alejado
Será acercado.

Hacia m u ñ e c o s i traia las personas de


un lugar a otro. Habiéndose valido de ella
para traer un soldado de donde estaba al la»

tuyo supuesto, hacen las viejas mil reme-


dios estravagantes, i dicen oraciones para,
conseguir que vuelua la madre a su lu-
gar i de este modo verificar la curación.
+289,)
gtt que querían, les Jijo: Vengan conmigo e s -
ta noche al corral i l o verán en la luna; í
habiendo ido, vieron en ella dos bultos, uno
que se movía, i otro que n o ; i habiéndole, p r e -
guntado, respondió que el que se movía era
un soldado que estaba de ceatincla, i el otro
el que le habían pedido trajese d e la g u e r r a ,
i después lo volvió donde estaba.
Habiéndoselo perdido a una persona una
gata, buscó a esta vieja i le pidió lo dijese
donde estaba la gata, i respondió- que ella lo
diría, f que si la quería ver que fuese con
ella, i llevó a la tal muger a uu euarta d o n -
de estaba el Sol: i asi que comenzó a decir
la vieja algunas palabras que no sé entendían,
el Sol se iba obscureciendo i abriéndose en el
una boca terrible, (i) Atemorizada la muger

(i) Si antes de este tiempo no se hu-


bieran descubierto las manchas del Sol, di-
ríamos que las tiene desde que esta vieja
hechicera lo despojo de sus resplandores i
lo señaló con la obscuridad de esta lerri-
(Q83)
cayo* al suelo i le dijo la vieja: lonlilla, sí-
no hubieras hecho estos espantos hubieras
visto tu gatíca en la boca del Sol, i para
señal que esto es verdad, un buei que tstd
en el Sol arando asi que lo suelten se ha
de poner en dos pies i ha de dar dos
bramidos espantosos, lo que asi sucedió, (ij
Estando cierta persona enferma se en-

ble boca, Si hubieran ecsistido las hechi-


ceras por mas tiempo, algún dia se tet
pone apagar el Sol como quien, apaga un
candil i nos dejan a buenas noches. ,

(\) Si hai bueyes que aren los campos


del Sol, habrd también labradores i quien
consuma los frutos: argumento concluiente
de que esl&n habitados los planetas pues
que lo está el Sol¡ en lo que han encon-
trado muchos mayor dificultad . Con este
fundamento están demás todos los otros
con que se ha querido persuadir esta opi.
nion. 1
' '
(284)
tro" e*ta vieja por una ventana del cuarto
que estaba cerrada, la que espiro a las tres
noches; por lo cual, i otras muchas cosas.fué
sentenciada a. salir al auto con coroza, soga al
euello i vela amarilla, i a la pena referida.
Isabel Esrobedo, natural de la ciudad
de Bujalance, vecina de esta Ciudad , muger
¿e Diego Martin IVionches, de nación . gitano,
de edad de cincuenta i siete años, con i n s i g -
nias de sortílega, supersticiosa, desterrada per-a
petuamente de esta Ciudad, i por seis años de
Bujalance, i Madrid, ocho leguas en contorno
i ducientos azotes. Salió al auto por rezarle
el rosario a l " ánima sola i adobar granos de
helécho para' ¿"traer voluntades al amor car*
nal. ( i j Hizo un hechizo para entontar hotn-

(i) Si • difícil es atraer las, voluntades


tío lo es un punto menoi saber lo futuro,
cosas en cuya consecución han puesto en
todos tiempos su conato tas hechiceras. Es-
to segundo, en vez de desearlo, podemos
dar al cielo gracias eternas por que no nos
'(98 S)
bres, i en especial pjr» uno que zelaba asa
muger, e) cual era guisar asadura de vaca c o a
sangre menstrual, i en ei caldo ecliar rebana-
das i darlas de comer si marido. Habiéndole
pedido una muger compusiese que su com>
padre i su marido no la zelaseu, le dijo:

lo ha concedido. ¿Habría martirio igual d


estar siempre previendo los males que nos
habían de venir? Jiien conoció esto aquel
célebre poeta Cordobés que dijo:

Sil subitum quodcumque paras: sit c<eca futuri


Me os hoininum fali: liceat sperare tímenti.

Lo primero, acaso, solo puede conse-


guirse poniendo en practica aquella senten-
cia moral: ut ame.is, ama bilis esto. Tan im-
posible es atraer las voluntades con sorti-
legios, pócimas, conjuros, i hechizos com»
forzar la suerte o el deslino de los mor-
tales.
c o m p r e , usted tres
yssej
cuarterones de tocino, me-
dia libra de queso añejo, i un huevo que se
há de echar en un lebrillo prieto con agua
fría, i orines da la tal zelada, i tierra de la
puerta de la tal zelada, 1 de la escalera • i
cuatro realillos de a ocho cuartos, i con t o -

Venena, magnum fas nefasque, non valent


Coñvcrlere humana ui vicém;

le deeia a la. maga Canidia aquel desdicha -


do niño que introduce Horacio en la oda
V. del Epodon, a quien esta trataba de matar
de hambre para hacer de sus tuétanos i de
su higado una confección amatoria . Para
conseguir estos fines, fueron siempre las
hechiceras mui devolas d?l helécho que es
para ellas planta de admirables i heroicas
virtudes, de las que hasta en nuestros tan'
aciagos como nada crédulos tiempos, le ha
quedado nombre. .1 este proposito no que-
remos dejar de referir aqui lo que cuenta
do habia rl« regar , defde la puerta de la ca-
lle hasta el asiento del compadre* con lo cual
«juedó el dicho tan simple como un niño. '.Tam-
bién decía esta tración:

tratando del helécho, el ya citado Andrés


'de LagUha.
No puedo disimular, dice, la vana su-
perstición, abuso i grande maldad (no quie-
ro decir hercgia) de algunas vejezuelas en-
demoniadas , las cuales tienen ya persuadido
a los populares que la víspera de san Juan
én puntó a la media noche florece i gra-
na el helécho, i que si el hombre allí no
Be halla én aquél momento, se cae su si-
miente i se pierde, la cual alaban para in-
finitas hechicerías- Yo digo a Dios mi cul-
pa, continúa el desenfadado Laguna , que
para verla coger, una vez acompañé a cier-
ta vieja lapidaria, i barbuda, tras la cual
iban otros' muchos mancebos, i cinco o seis
r
(288)

Señor san Onofre,


fie Dios sacerdote,
AI monte Olívete iréis
Tres varitas de mimbra cortareis»
I coa ellas

doncelluelas mal avisadas, de las cttales al-


gunas volvieron dueñas a casa . Del resta
no puedo testificar otra cosa, sino que aque-
lla madre reverenda i honrada, pasando
por el helécho las manos, lo cual no nos
era a nosotros licito, nos daba descarada-
mente a entender que cogia cierta simien-
te como aquella déla moslazi, la cual et
mi parecer se habia llevado ella mesma
en la bolsa: dado que ya pudo ser que
realmente se desgranase el helécho enton-
ces
Si en vez de preciarse las hechizeras
de hacer nacer o escilar al amor, hubiesen
ejecutado lo contrario, es decir , estinguirlo
o curarlo, hubieran hecho mayor prueba de
(289)
A. quien quisiereis
Eu el pecho le daréis,
I a la caldera
De Pedro Botero
Las llevareis,
1 allí las afilareis.

Por lo cual fué sentenciada a salir «1


auto con coroza, soga al cuello, i vela ama.
rula, i coudeuaia a la pena referida. A .

su habilidad. Los Griegos i Romanos, si po-


seían fdtros para hacerse amar , tambitn -
los tenían para curar esta pasión i asi es
que empleaban con tal Jin yerbas i raices.
El aguo casto se preconizo mucho como
dotado de ésta virtud; pero parece que ad-
ministrada a algunas jóvenes no ha prcdu-.
cido efecto alguno. Un medico célebre del.
siglo i 8 tuvo el raro capricho de proponer
en la Universidad de Mompeller la cues-,
lion- de si el amor podía ser curado con re-
medios sacados del reino vegetal, olvidado sin
T
•Catalina Teresa Pérez, natural de. la
Villa de Aguilar, Tecina de esta Ciudad, m u -
g e r de Andrés Tercero-, -de edad de cuarenta
i seis años, por hechicera, i supersticiosa-, des-
tellada por seis años o c h o l e g u a s en contor-
no de C ó r d o b a , A g u i a r i Madrid, « c r o z a i d u -
cientos a-zotes.
Juana Tercero, natural de la •villa de
!
la 'Rambla i reciña de esta Ciudad, nrtrger de
Manuel de Loque, de edad de veíate i cinco
años, p o r hechicera, supersticiosa , desterrada
o c h o leguas en contorno de C ó r d o b a , la R a m -
bla, i Madrid i ducientos azotes.
Esta i la aoierior, Catalina Teresa Pé-
rez, so madre, salieron al auto por usar de
.los hechizos que la vieja su maestra les ha»

duda de que el mismo Apolo se quejaba


de la imposibilidad de tonseguirío cuando
decía;

¡rlei uiihil quod nullis amor est medícabilis herbisl


cía para que los que entraran en su «asa b »
se viesen unos a otros; por traer helécho en-
Jas enaguas, estomago i pecho para atiaer at
amor cama).
Estando el marido de esta Juana zela*
so por que estaba divertida con un su c o m -
padre, le pidió a le vieja, s u maestra hiciese
de modo que su m a r i d o no le impidiese la
entrada a su compadre. Pidióle la vieja diver-
sas cosas i regando con ellas la casa no v.ei»
el maiido al compadre.
A otra muger vecina de la dicha, .lua-
na, teniendo la misma vida que esta, i bailán-
dose maltratada, de s u marido, i de su c o m p a -
dre le dijo esta Juana:, válele de la lia Isa-
bel mi maestra, i ella le dará un remedio
para que cese la inquietud i d i s g u s t o de a m -
bos, tuzólo asi la vecina L habiéndole habla-
do a la vieja, esta le m a n d ó traer dos cuar-
terones de tocino, i media libra de queso
añejo i cuatro realil'os de a ocho cuartos i
e c h a r l o lodo en un lebrillo prieto con agua
fría, i crines, i echadle allí un huevo fresco
basta que se cuajara, a lo que dijo la, que.
habia pedido el hechizo, por que no tenia
'(29%)
para comprar el tocino, ni los cuatro reali-
llos: Tía Isabel, ¡que sea V . tan interesada que
en faltando algo de lo que pide no quiere h a -
cer el remedid A que respondió la vieja: h i -
ja, yo no quiero nada para mí; i para que
Veas lo que puede mi Virtud, lo h a i é sin lo
que te he pedido: 1 dijo unas palabras con
que hizo el remedio sin los requisitos que
faltaban. Pusóio eu ejecución i surtió el e f e c -
to de tal forma que nunca volvió el marido
mas a zelaria: por lo cual fueron sentenciadas
asi la madre, como la hija a salir al auto
i condenadas a las penas referidas.

El Domingo trece d e Julio de mil s e -


tecientos cuarenta i nueve se celebró auto en
la iglesia del c o n v e n t o de Jesús Crucificado en
que salió únicamente Maria de La ra, soltera,
natural de la villa de Montoro, de oficio c o s -
turera', cuya prolija causa se lejó eu cuatro
horas i media, siendo iecesaiiortmudar.se tres
religiosos de santo Domingo, i un secretario,
i el e s t r a d o de ella llenaba diez i o. b o cua-
dernos de papel. En dicha causa se le acusa-
ba de infinitos errores q u e llegaron a creer
(293)
hasta sus confesores, por lo cual fué castigarlo
uno de ellis eu auto secreto, aunque era s u -
jeto de mucha graduación. Fué el principal
de sus errores haber cieido que eu su vien-
tre habia encarnado segunda vez la segunda
persona de la santísima Trinidad, i que a los
nueve meses habia paiido cou las mismas
circunstancias que cuando verdaderamente na-
ció de la beatísima Virgen María. Fué senten-
ciada a salir en dicho auto cou sambenito de
un aspa, soga al cuello de dos nudos i vela
amarilla. Abjuró de ve/iemenli, i fué absi.el-
t » , i condenada a diez años de desliei 10 de
C ó r d o b a , Monloro, i Madiid; los tres primeros
a cumplirlos e n el hospital de Jesús ¡Naza-
reno de esta Ciudad, encomendada a sujeto de
virtud i letras que la instruyela i diiíjieía
Sin permitir en los tres años que comulgase,
a no ser e n las pascuas, e 11 articulo mor •
tis, i a ducientos azotes que se le manda-
ren dar al dia siguiente por Jas calles públicas,
los cuales se le perdonaron por el tribunal
por justos motivos, (i)

En mil setecientos noventa i nueve sé


celebró auto general de fé en la capilla del
tribunal eu que salió únicamente Fulana de M. n a -
tural de Lucena, de edad d e ' cuaieuta i cinco a c i n -

(\) Estraño parecerá que en estos autos


no saliesen también algunos brujos i brujas:
acaso no será esta tierra la qué mas abun~
dase en esta casia de pájaros. Sin embar-
co no han faltado del lodo estas aves da*
iiinas que

Siocte votant, puerosque pelunt nutricis egentes,


Et vitianl cuuis corpora rapta suis.
' Carpere dicuutur lactentia corpora tostris
E l pleuuui poto sanguino guttur habent.

Las viejas todavía suelen contar en


él hogar d los chiquillos - embelesados las'
habilidades i travesuras de las brujas. No
ha muchos años, que según afirman inui se-
'(S9SJ
suputa años. F u é su delito haber hecho creer
que ella podía hacer que el agua de los po-
zos subiese basta derramarse i producir
una inundación', juclarse de hacer invisible» a
las persor as , i convertirlos en cualquier r o s o ,
por pequeña que fuese, c o m o n o palillero &c

riamenl*, las oyó pasar por l(-s aires, a des-


hora de la noche ie entiende, con la gran,
algazara de voces e' instrumentos que acos-
tumbran, Juan de Carmona panadero del
adarve, que \ior zumbarse de ellas les di-
jo: bailad, picaronas; de cuyas espresiones pi-
cadas grandemente las brujas quisieron lo*
mar venganza del pobre Juan de Carmona,
i viniendo la noche siguiente sobre el patio
del horno se dijeron unas a otras:

Muchachas, ahoguemos a Juan de C a r m o n a ,


Por que nos dijo: bailad, picaronas.

/ dejándose caer sobre el desdichado pa-


nadero lo zabulleron en el pozo donde, se
hubiera ahogado a no haber sido pronta'
mente socorrido. Esta es, sin duda, unaj^£\OTe~q-*
las ultimas hasq/ias de las brujas.
&c. & c . Salió con coroza de hechicera, vela
amarilla, i soga al cuello, i fué condenada a
ducientos azotes, i diez años de destierro de
Lucena, Córdoba, ¿Ve aunque los azotes le
fueron perdonados. El deseo de presenciar un
auto, por no haberse celebrado ninguno en
mucho tiempo, hizo que el concurse fuese tan
numeroso que no bastando las guardias a c o n -
couteoer la gente hubo peligro de que algunas
personas se sufocasen. Fué el último auto que
se celebró en esta Ciudad.

Los últimos presos que ocuparon las


cárceles del santo oficio hieren dos beatas de
Lucena, a l a s q u e , sin haber llegado a ser senten-
ciadas se les dio libertad asi que se
estableció el gobierno constitucional eu mil,
ochocientos veinte.

N. A esta colección de autos seguirá en un tonil-


lo de igual tamaño i letra el modo de procesar
del tribunal de la inquisición.

Por L . M . Ramírez.

También podría gustarte