LA QUINTA DICIPLINA PETER SENGE 5,6 y 7

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LA QUINTA DICIPLINA PETER SENGE

CAPITULO 5
UN CAMBIO DE ENFOQUE
VER EL MUNDO DE NUEVO
El pensamiento sistémico es una disciplina para ver totalidades. Es un marco para ver
interrelaciones en vez de cosas, para ver patrones de cambio en vez de “instantáneas”
estáticas. Es un conjunto de principios generales destilados a lo largo del siglo veinte, y
abarca campos tan diversos como las ciencias físicas y sociales, la ingeniería y la
administración de empresas. Hoy el pensamiento sistémico se necesita más que nunca
porque la complejidad nos abruma. Quizá por primera vez en la historia, la humanidad
tiene capacidad para crear más información de la que nadie puede absorber, para alentar
mayor interdependencia de la que nadie puede administrar y para impulsar el cambio
con una celeridad que nadie puede seguir. Esta escala de complejidad no tiene
precedentes.
La complejidad puede erosionar la confianza y la responsabilidad, según lo demuestran
muletillas tales como “es demasiado complejo para mí” o “no puede hacer nada, es el
sistema”. El pensamiento sistémico es el antídoto para esta sensación de impotencia que
sienten muchos mientras ingresamos en la “era de la interdependencia”. El pensamiento
sistémico es una disciplina para ver las “estructuras” que subyacen a las situaciones
complejas, y para discernir cambios de alto y bajo apalancamiento. Al ver la totalidad
aprendemos a alentar la salud. El pensamiento sistémico ofrece un lenguaje que
comienza por la reestructuración de nuestro pensamiento. Denomino al pensamiento
sistémico la quinta disciplina porque es la piedra angular conceptual de las cinco
disciplinas de aprendizaje expuestas en este libro. Todas se relacionan con un cambio de
enfoque: ver totalidades en vez de partes. En vez de ver a las personas como seres que
se limitan a reaccionar con impotencia, las vemos como partícipes activos en la
modelación de la realidad. En vez de reaccionar ante el presente, se crea el futuro. Sin
pensamiento sistémico, no hay incentivos ni medios para integrar las disciplinas de
aprendizaje una vez que se introducen en la práctica. Como quinta disciplina, el
pensamiento sistémico constituye la piedra angular del modo en que una organización
inteligente piensa acerca del mundo.
El pensamiento sistémico ofrece un rico lenguaje para describir una vasta gama de
interrelaciones y patrones de cambio. En última instancia, simplifica la vida porque
ayuda a ver los patrones más profundos que subyacen a los acontecimientos y los
detalles. El aprendizaje de un nuevo lenguaje es difícil al principio, pero se facilita
cuando uno domina los rudimentos. Las investigaciones con niños han demostrado que
muchos de ellos aprenden el pensamiento sistémico con notable rapidez.40 Parece que
tenemos aptitudes latentes como pensadores sistémicos, que no están desarrolladas, e
incluso están reprimidas por una educación formal en el pensamiento lineal. Espero que
nuestra exposición ayude a redescubrir algunas de esas aptitudes latentes y permita
aflorar al pensador sistémico que hay dentro de todos nosotros.
CAPITULO 6
Configuraciones naturales: patrones que controlan acontecimientos
Uno de los conceptos más importantes y decisivos en el joven campo del pensamiento
sistémico es la idea de que ciertos patrones estructurales son recurrentes. Estos
“arquetipos sistémicos” o “estructuras genéricas” constituyen la clave para aprender a
ver estructuras en nuestra vida personal y laboral. Los arquetipos sistémicos cuyo
número es relativamente pequeño sugieren que no todos los problemas administrativos
son únicos, algo que los directivos experimentados saben intuitivamente. Como los
arquetipos son sutiles, cuando surgen en una familia, un ecosistema, un artículo
periodístico o una empresa, es más fácil sentirlos que verlos. A veces producen una
sensación de déjà vu, la corazonada de que ya vimos antes este patrón de fuerzas. “Allá
vamos de nuevo”, nos decimos. Aunque los directivos experimentados “huelen” muchas
de estas tramas recurrentes, a menudo no saben cómo explicarlas. Los arquetipos
sistémicos proporcionan ese lenguaje. Pueden volver explícitas muchas cosas que de lo
contrario son simplemente juicios intuitivos.
ARQUETIPO 1: LIMITES DEL CRECIMIENTO
Principio administrativo: No precipites el crecimiento; elimina los factores que limitan
el crecimiento.
En los casos de límites del crecimiento, hay un proceso reforzador (amplificador) de
crecimiento o perfeccionamiento que opera por sí mismo durante un tiempo. Luego se
topa con un proceso compensador (estabilizador), que opera para limitar el crecimiento.
Cuando eso ocurre, la tasa de perfeccionamiento disminuye e incluso se detiene.
ARQUETIPO 2: DESPLAZAMIENTO DE LA CARGA
Principio administrativo No solucione los síntomas. Las soluciones que abordan los
síntomas y no las causas fundamentales del problema a lo sumo brindan beneficios de
corto plazo. Eventualmente el problema resurge y crece la presión por una respuesta
ante el síntoma. Entretanto, la capacidad para dar soluciones fundamentales se puede
atrofiar.
Las estructuras de “desplazamiento de la carga” son comunes en nuestras vidas
personales y laborales. Entran en juego cuando hay obvios “síntomas de problemas” que
exigen atención, y soluciones rápidas que eliminan los síntomas, al menos por un
tiempo.
Cómo aplicar la palanca: Para afrontar una estructura de “desplazamiento de la carga”
se requiere fortalecer la respuesta fundamental al tiempo que se debilita la respuesta
sintomática. El temple de las organizaciones a menudo se revela en su capacidad (o
incapacidad) para enfrentar estas estructuras. El fortalecimiento de respuestas
fundamentales casi siempre requiere una orientación de largo plazo y una visión
compartida. Sin una visión del éxito alcanzado mediante la innovación en productos
nuevos, las presiones para desviar inversiones hacia soluciones de corto plazo serán
abrumadoras. Sin una visión de gerentes capaces “orientados hacia las personas”, no se
hallará tiempo ni energías para desarrollar tal capacidad. Sin una visión compartida del
papel que puede y debe cumplir el gobierno, y para el cual los ciudadanos aportarán sus
impuestos, no puede haber solución de largo plazo para los gastos e ingresos
gubernamentales.

CAPITULO 7
EL PRINCIPIO DE LA PALANCA
La clave del pensamiento sistémico es la palanca: hallar el punto donde los actos y
modificaciones en estructuras pueden conducir a mejoras significativas y duraderas. A
menudo la palanca sigue el principio de la economía de medios, buscando el lugar
donde los mejores resultados no provienen de esfuerzos en gran escala sino de actos
pequeños y bien focalizados. El pensamiento asistémico resulta perjudicial porque nos
induce a efectuar cambios de bajo apalancamiento: nos concentramos en los síntomas
donde la tensión es mayor y reparamos o aliviamos los síntomas. Pero esos esfuerzos
mejoran la situación en el corto plazo, a lo sumo, y la empeoran en el largo plazo.
CUANDO CREAMOS NUESTRAS PROPIAS “LIMITACIONES DE MERCADO”
En una estructura de límite del crecimiento, lo peor que se puede hacer es presionar
sobre el proceso reforzador, y eso es precisamente lo que hicieron los managers de
WonderTech. Trataron de activar nuevamente el “motor del crecimiento” mediante
incentivos de ventas, promociones de marketing y pequeñas mejoras del producto, pero
ninguno de estos factores movía ninguna palanca. El punto de apalancamiento está en el
proceso compensador. ¿Por qué nadie reparó en ese proceso compensador? Primero, los
directivos de WonderTech, orientados hacia las finanzas, no prestaban mucha atención
al servicio de distribución. Observaban principalmente las ventas, las ganancias, el
retorno sobre la inversión y la participación en el mercado. Mientras estos factores
gozaran de buena salud, los tiempos de entrega no les preocupaban. Cuando el
desempeño financiero se debilitaba, las presiones enfatizaban el aumento de pedidos.
Habitualmente, a estas alturas, los tiempos de entrega empezaban a acortarse porque los
pedidos bajaban. Así, tanto en tiempos favorables como desfavorables, los directivos
prestaban poca atención al tiempo que los clientes debían esperar para obtener sus
ordenadores.
LA OPCIÓN ENTRE CRECIMIENTO AUTOLIMITADO Y CRECIMIENTO
AUTOSOSTENIDO
La estructura sistémica que subyace al problema de WonderTech explica muchas
situaciones complejas donde las compañías que antes crecían rápidamente y gozaban de
gran éxito fracasan misteriosamente. Esta estructura es otro arquetipo sistémico llamado
crecimiento y subinversión, un poco más complejo que los dos arquetipos citados. Este
arquetipo opera cada vez que una compañía limita su propio crecimiento mediante la
subinversión. Subinversión significa construir menos capacidad de la necesaria para
satisfacer la demanda creciente. Se reconoce la estructura de crecimiento y subinversión
cuando una empresa no logra alcanzar su crecimiento potencial a pesar de que todos
trabajan con empeño (un indicio de subinversión). Habitualmente hay continua tensión
financiera, la cual, irónicamente, es causa y consecuencia de la subinversión. La tensión
financiera dificulta o imposibilita la inversión agresiva, pero la tensión financiera de
hoy se origina en la subinversión de ayer. Si miramos con atención, también veremos
pautas erosionadas o decadentes, dentro de la compañía o de la industria, en la
“calidad”. (Por calidad aludimos a todo aquello que interesa al cliente, como calidad del
producto, calidad del servicio y confiabilidad de la entrega.) Las pautas se erosionan, o
dejan de mejorar con la competencia, lo cual redunda en una incapacidad para invertir
en capacidad de construcción para satisfacer las necesidades de la clientela. (“Inversión”
puede significar aumento o mejora de la capacidad física, adiestramiento del personal,
mejora de los procesos laborales o mejora de las estructuras organizacionales.) Los
clientes insatisfechos se largan. Si no tienen adonde ir, como cuando se erosionan las
pautas de toda una industria, los clientes dejan de pedir aquello que no pueden obtener.
La demanda reducida elimina los síntomas de la demanda insatisfecha. También reduce
los recursos financieros para invertir en más capacidad.
El arte del pensamiento sistémico consiste en ser capaz de reconocer estructuras sutiles
de complejidad creciente (dinámica), tales como las de WonderTech, en medio de la
abundancia de detalles, presiones y correntadas que son propias del ámbito empresarial.
De hecho, la esencia de dominar el pensamiento sistémico como disciplina
administrativa radica en ver patrones donde otros sólo ven hechos y fuerzas ante las
cuales reaccionan. Ver el bosque además de los árboles es un problema fundamental que
aqueja a todas las empresas.

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