Actitudes Cambios Ante La Muerte en La Infancia
Actitudes Cambios Ante La Muerte en La Infancia
Actitudes Cambios Ante La Muerte en La Infancia
información a sí mismos ... La realidad clínica tema que no han sido capaces de afrontar y
muestra que la visión que el niño tiene del resolver. Muchas personas piensan que es
proceso de morir y de la muerte son insepa- mejor que los niños no piensen en la muerte y
rables de las defensa psicológicas frente a la que sus padres les deberian proteger de situa-
realidad de la muerte. Forman una firme ciones relacionadas con ella. Esto lleva a la
matriz de creencias que toman forma pronto negación del conocimiento de la muerte, que
y de manera profunda en la vida emocional. puede ser casi inmediata o desarrollarse gra-
Parece que no se altera a lo largo de la vida" dualmente. En nuestra sociedad, la muerte se
Cuando llega el final de la vida de una considera un tabú y hablar de ella se conside-
persona, sus temores incluyen los diversos ra morboso. Hay una gran falta de comunica-
significados que la muerte ha adquirido para ción "normal" a los niños con respecto a este
ella en el curso de su vida, así como sus res- tema y lo único que se consigue es producir
puestas a los cambios físicos y psicológicos desconfianza y distancia entre el niño y los
que acompañan al proceso del morir. Las con- adultos, que lleva a aumentar el temor y el
tribuciones infantiles al temor a la muerte son rechazo a la muerte a la vez que al aislamien-
reactivadas por la regresión provocada por la to con el dolor y la ansiedad que el tema de la
enfermedad y la amenaza del peligro, temor muerte implica. El usar el miedo y negación
que se ve reforzado por la asociación asumida de la muerte, no sólo a nivel individual sino
en la infancia entre la muerte y la agresión. también colectivo, puede llevarnos a usar
Los niños carecen de un conocimiento defensas frente a ella que sólo pueden ser des-
innato sobre la muerte; el significado de la tructivas; por nuestro deseo de omnipotencia
muerte se aprende mediante la experiencia y y de inmortalidad podemos llegar a destruir a
la elaboración de modelos aprendidos. Pero el aquellos que supuestamente amenazan nues-
niño es capaz de comprender en la medida en tra seguridad (violencia, agresiones, guerras).
que los adultos no le oculten su significado. Vivimos en una sociedad empeñada en igno-
La muerte no es un fenómeno ajeno a la rar o eludir la muerte, pero en la que la inquie-
vida infantil, pues el niño entra en contacto tud ante la muerte va en aumento.
frecuentemente con situaciones que se refie- La manera en que se trata a un niño en
ren a ésta (muerte de animales, entierros que una cultura que niega la muerte y la manera
pasan por la calle, muerte de familiares, en que los padres se defienden de sus hijos
muertes en la televisión, etc). desempeña un papel significativo en el desa-
En la sociedad occidental actual, la muer- rrollo del niño. Los padres se protegen a sí
te ocupa un plano ajeno a la conciencia habi- mismos de los sentimientos de desesperanza
tual y se vive como algo accidental, ajeno al y vulnerabilidad delante de la muerte y por
proceso natural de la vida. Por lo que los ello se separan sin darse cuenta de sus hijos.
padres y los educadores tienden a evitar cual- Algunos autores recomiendan que se
quier tipo de explicación sobre el tema e impi- eduque a los niños en las primeras etapas de
den que los niños presencien situaciones que su vida acerca de la realidad y del sentido de
consideran desagradables porque ellos mis- la muerte, pues las respuestas evasivas con-
mos se sienten angustiados al pensar en un funden y producen más ansiedad. Una edu-
cación sobre la muerte proporciona un signi- violencia, hay un vínculo entre la muerte y el
ficado y unas actitudes hacia la muerte y morir y los impulsos agresivos primitivos del
unas vías de afrontamiento de ésta. Pero niño. Sus deseos de que algo o alguien que
estas enseñanzas, que son una parte esencial les incomoda desaparezca, se equiparan con
de la educación en diferentes culturas y anti- deseos de matar o de la muerte de otro.
guamente lo era en la nuestra, se ha perdido Reconocimiento de que él también puede
y en su lugar no hay más que negación y morir (3-6 años, aunque la edad es muy
ocultación de la muerte. Lo cual ha redunda- variable): pero como consecuencia de que lo
do negativamente en nuestra manera de maten. Aún no es consciente de que puede
enfrentarnos a esta problemática. morir como consecuencia del hecho natural
Los estudios sobre las actitudes ante la de estar vivo. Período en el que expresan su
muerte en los niños se basan en opiniones de ansiedad con respecto al morir, ansiedad que
padres y educadores (Spinetta, 1974), redac- deriva del miedo a que sus propios impulsos
ciones sobre la muerte (Nagy, 1938, 1948), agresivos tengan consecuencias negativas
entrevistas abiertas (Kane, 1979) preguntas hacia él como castigo o consecuencia de
concretas (Weininger, 1979) y sesiones de éstos. Desarrollan pensamientos mágicos y
juego con niños (Rochlin, 1963). razonamientos fantásticos.
Conciencia de la irreversibilidad e inevita-
ETAPAS DE CONFIGURACIÓN DEL bilidad de la muerte (6-9 años). Empiezan a ver
CONCEPTO DE MUERTE: la muerte como final. Tienden a personificar la
Inicialmente (hasta los 2-3 años) los niños muerte y la consideran un agente externo.
no tienen ningún conocimiento de la muerte. Temor a morir (9-10 años): admiten el
Se sienten desconcertados ante animales hecho de la muerte como algo universal y que
muertos y hacen muchas preguntas para también les sucederá a ellos. La muerte es un
salir de su desconcierto. Creen en su invul- proceso interno, inevitable e irreversible. Esta
nerabilidad e inmortalidad personal. toma de conciencia se da cuando se desarrolla
Primera toma de conciencia: a partir de la capacidad para el pensamiento lógico y abs-
los 2-3 años, cuando el habla está bien esta- tracto, pues se tiene que haber elaborado en
blecida. Perciben la muerte como una separa- grado suficiente el concepto de muerte y
ción temporal, no son conscientes de su irre- haber definido una adecuada representación
versibilidad. Su toma de conciencia es por las del sí mismo. Algunos niños de esta edad,
respuestas de sus padres ante el hecho de la entienden la muerte como disolución y pose-
muerte y/o por contacto con objetos inani- en ideas sobre la reencarnación. A los 9 años,
mados (no vivos). Señalan la ausencia de entienden la permanencia de la muerte y
funciones que están presentes en los vivos empiezan a ver "causas potenciales" que pue-
(movimiento, respiración, etc) para definir lo den originarla. El niño busca con sus propias
muerto. Posteriormente, establecen una preguntas seguridad y conocimiento.
conexión entre la muerte y la ausencia o Fase de latencia (9-12 años): poca expresi-
separación: los muertos se han ido. Además vidad y preocupación con respecto al tema
entienden que la muerte es el resultado de la de la muerte, por una posible represión de la
ansiedad ante la muerte y negación de la Los sentimientos más frecuentes con res-
muerte personal. pecto a la muerte son: miedo (porque es un
tema desagradable en su cultura y no porque
Otras características del pensamiento lo hayan construido sobre su experiencia),
infantil sobre la muerte: tristeza o extrañeza (cuando sabe poco sobre
Naturaleza animista del pensamiento infantil: la muerte).
los menores de 7 años, atribuyen a los muer- El niño del ambiente rural, se percata de
tos, las propiedades de los vivos (creen que la realidad de la muerte antes que el del
los muertos oyen sienten, comen... "sé que ambiente urbano, pues en los pueblos la
papá está muerto, pero no puedo entender experiencia y los contactos son más directos.
por qué no viene a cenar"), incluyen razona- Los niños no tienen una imagen de la
mientos fantásticos y pensamientos mágicos. muerte: la relacionan con cosas (caja, cruz,
Por una atribución animista de emociones a etc) que no influyen en su persona.
los muertos (atribución sensaciones de desva-
limiento y soledad a los muertos) el temor a la Reglas para abordar el problema de la
muerte llega a asociarse con el temor a la sepa- muerte en los niños:
ración y el abandono. No tratar de engañar al niño.
El animismo infantil va siendo reemplaza- Procurar dar a las preguntas del niño, res-
do por un concepto más realista y causal, pero en puestas simples y directas.
el inconsciente permanecen las creencias y Intentar tener en cuenta el contexto emo-
procesos mentales más primitivos. Esto se cional y el grado de desarrollo del niño para
refleja en los sueños y en las metáforas de los responder adecuadamente a sus preguntas.
poetas en los que se da a la muerte la signifi- Permitirle la asistencia al funeral en el
cación que tuvo en la infancia. Aunque las caso de que muera alguna persona cercana.
visiones animistas de la muerte persisten hasta Propiciar y animar a los niños a que
la vida adulta en las sociedades primitivas. comuniquen lo que saben, sienten y piensan
Cuando el niño descubre la mortalidad, pri- acerca de la muerte. Los adultos deben
mero la de sus padres y luego la propia, des- comunicar sus incertidumbres al respecto.
troza su ilusión de autosuficiencia y omnipo- Comunicar al niño el fallecimiento de
tencia. algún familiar. El no hacerlo, puede indicar
A veces la muerte se equipara por seme- falta de confianza en la capacidad del niño
janza al dormir. para afrontar situaciones reales. Si se le res-
No existen diferencias entre ambos sexos. ponde con evasivas y/o no se le dice toda la
Tres etapas de Cousinet: negativa, verdad verdad, puede producir en él ira y resenti-
parcial y aceptación. miento (Grollman, 1974).
El concepto infantil de la muerte se desa- Evitar descripciones terroríficas o maca-
rrolla en función de la madurez cronológica. bras.
Las experiencias infantiles con la muerte Pero lo principal para conseguir una edu-
desarrollan más rápidamente el proceso, cación adecuada sobre el tema de la muerte
pero sólo hasta los 6 años. es que los adultos aprendan a asumir este
tema y a superar sus propios temores, crisis que debemos afrontar y que sólo
poniendo énfasis en el sentido de la vida y su podremos conocer en primera persona cuan-
belleza, buscando un significado personal do nos llegue la hora.
para la propia vida y para la propia muerte.
y si no hemos sido capaz de clarificar nues- BIBLIOGRAFÍA:
tras ideas al respecto, es preferible mostrar Allport, G.w., "Attitudes", En Handbook of Social
nuestra incertidumbre que el eludir hablar Psychology; Worcester, Mass: Clark University Press, 1935
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nosotros nos abre una puerta hacia la madu- Epele, María E.; La relación médico-paciente en el
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Hay una gran semejanza entre algunas
Internet, 1998
etapas infantiles de descubrimiento de la
Grollman, E.; Diálogo sobre la muerte entre padres e
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Kane, B.; Children's Concepts of Death; The Journal
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Muerte del otro: sensación de que la
Levin, S. y Kahana, R.; Procesos psicológicos en el
muerte no le puede afectar a uno, pues quie- envejecimiento
nes mueren son los otros.
Mc Guire, W.J.; "Attitudes and attitude change", en
El temor a la muerte, se asocia al deseo de G.Lidnzey y E. Aronson (comps.J. The handbook of social
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Animismo: persistía en la vida adulta en
Margan, John D.; Death Education; Internet, 1998
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comida a los muertos, realizaban rituales Nagy, M.; The Child and Death; Psychol. Stud., Univ.
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