Sentencia DDHH Grijalva Bueno Vs Ecuador 24 Sep 2021
Sentencia DDHH Grijalva Bueno Vs Ecuador 24 Sep 2021
Sentencia DDHH Grijalva Bueno Vs Ecuador 24 Sep 2021
presentes, además,
*
El Juez L. Patricio Pazmiño Freire, Vicepresidente de la Corte, de nacionalidad ecuatoriana, no
participó en la deliberación y firma de la presente Sentencia, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 19.2 del Estatuto y 19.1 del Reglamento de la Corte.
TABLA DE CONTENIDO
2
I
INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA
3
plazo de dos meses para que informara sobre el cumplimiento de las
recomendaciones. La Comisión indicó que otorgó a Ecuador una primera prórroga de
tres meses a fin de que informara sobre el cumplimiento de las recomendaciones. En
su informe, el Estado no aportó información actualizada y detallada sobre el
cumplimiento de todas las recomendaciones.
II
PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE
3
La Comisión designó como sus delegados ante la Corte a la Comisionada Esmeralda Arosemena de
Troitiño y al entonces Secretario Ejecutivo Paulo Abrão, y como asesor legal a Erick Acuña Pereda.
4
El 8 de octubre de 2019 el Estado designó como agente a la señora María Fernanda Ávarez Alcivar,
y como agentes alternos a los señores Carlos Alonso Espin Arias y Juan Carlos Álvarez León.
5
El representante de la presunta víctima es el señor Francisco López-Bermúdez.
6
El 21 de noviembre de 2019 el representante solicitó una prórroga para la presentación del escrito
de solitudes y argumentos por la situación del Ecuador. Ese mismos día y año, siguiendo instrucciones de la
Presidenta y en consulta con el Pleno de la Corte, se concedió en esa oportunidad una prórroga para
presentar el referido escrito el 2 de diciembre de 2019.
7
Es preciso aclarar que el 17 de marzo de 2020, por medio del Acuerdo 1/20, la Corte decidió
suspender, hasta el 21 de abril de 2020 inclusive, el cómputo de los plazos procesales que estaban en
curso, en atención a las consecuencias de la pandemia COVID-19, situación de público y notorio
conocimiento. El 16 de abril de 2020, por medio del Acuerdo 2/20 de este Tribunal, la suspensión de
términos fue ampliada hasta el 20 de mayo de 2020 inclusive.
4
presentaron observaciones a la excepción preliminar, pidiendo que fuera desestimada,
y al allanamiento parcial.
III
COMPETENCIA
14. La Corte es competente para conocer el presente caso, en los términos del
artículo 62.3 de la Convención, en razón de que Ecuador es Estado Parte de dicho
instrumento desde el 28 de diciembre de 1977 y reconoció la competencia
contenciosa de la Corte el 24 de julio de 1984.
IV
EXCEPCIÓN PRELIMINAR
8
Cfr. Caso Grijalva Bueno Vs. Ecuador. Resolución de la Presidenta de la Corte de 20 de octubre de
2020. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/docs/asuntos/grijalva_bueno.pdf.
9
Debido a las circunstancias excepcionales ocasionadas por la pandemia COVID -19, esta Sentencia
fue deliberada y aprobada durante el 142 Período Ordinario de Sesiones, el cual se llevó a cabo de forma no
presencial utilizando medios tecnológicos, de conformidad con lo establecido en el Reglamento de la Corte.
5
A. Alegatos de las partes y de la Comisión
16. El Estado alegó que, en el caso concreto del señor Grijalva Bueno, resulta
evidente su intención de pretender utilizar primero a la Comisión Interamericana y
ahora a la Corte como una jurisdicción de alzada respecto a la sentencia condenatoria
emitida dentro de un proceso penal por una autoridad jurisdiccional interna. Sostuvo
que el señor Grijalva Bueno desde la petición inicial y durante el trámite ante la
Comisión, tanto en la fase de admisibilidad como en la de fondo, presentó una serie de
argumentos que demuestran el cuestionamiento a la apreciación probatoria realizada
por las autoridades jurisdiccionales internas10.
17. Agregó que de la revisión del proceso penal militar se desprende que, durante
la tramitación del juicio, el señor Grijalva Bueno actuó prueba testimonial y
documental, contradijo testimonios y demás prueba contraria, y ejerció los recursos
impugnatorios previstos en la ley. Sin embargo, el Estado consideró que en el proceso
interno no cuestionó directamente la ineficacia probatoria del contenido del informe
del Servicio de Inteligencia de la Armada y “no puede ahora pretender que una
instancia internacional se ocupe de realizar una apreciación probatoria o de
determinar la relevancia de ciertos hechos en la fundamentación del fallo dentro del
ordenamiento jurídico interno, tarea que es reservada al juez nacional”. Alegó
también que la presunta víctima ha controvertido la apreciación realizada por los
juzgadores en torno a la aplicación del derecho interno con relación a la
determinación del tipo penal, así como también ha cuestionado la sentencia de la
Corte de Justicia Militar que rechazó el recurso de apelación, todas estas cuestiones
relativas a la valoración probatoria dentro del proceso y a la interpretación de la
legislación nacional por los jueces que sustanciaron la causa.
10
Por ejemplo, en su escrito de junio de 2008 del señor Grijalva Bueno, remitido a la Comisión,
indicó que: “[n]inguna de las pruebas anteriores que desmentían claramente las falsedades fraguadas en
contra de Vicente Grijalva Bueno fueron tomadas en cuenta. En cambio, sí se recogieron pruebas ilegales y
en momentos procesales que correspondían, de influyentes actores. Adjuntamos el oficio N° COGMAR-CDQ-
005-R de 14 de mayo de 1996 del Comandante General de la Marina […] este “informe” fue utilizado por
los juzgadores del Capitán Vicente Grijalva Bueno. […]
Como se observará, el Juez de Derecho no se preocupó por hacer un razonamiento sobre los aspectos
fácticos y jurídicos del caso. Tampoco razonó sobre la relevancia de la prueba ni se pronunció sobre la
pertinencia de la misma, es decir sobre la existencia de los hechos y la participación de los imputados. Con
todo eso, no fundamentó ni motivó su sentencia.
En cambio, validó todo lo injusta e ilegalmente actuado durante el proceso disciplinario y el proceso penal
militar […] realizando además presunciones emergentes de los procesos anteriores […]”. Cfr. Comunicación
del señor Grijalva Bueno remitida a la Comisión en junio de 2008 (expediente de prueba, folios 509 a 545).
6
20. La Comisión adujo que la convencionalidad de la totalidad de los procesos
seguidos a nivel interno, en tanto actos estatales, puede ser analizada por los órganos
del sistema interamericano, análisis que corresponde a cuestiones de fondo. En
consecuencia, la Comisión solicitó a la Corte que declare la improcedencia del alegato
del Estado, el cual no tiene carácter preliminar.
B. Consideraciones de la Corte
V
RECONOCIMIENTO DE RESPONSABILIDAD
7
- Acepta que en los informes que fueron utilizados para la destitución del señor
Grijalva Bueno de las filas de las Fuerzas Armadas, estuvo involucrado un agente
militar quien había sido denunciado por la víctima meses atrás de haber cometido
graves violaciones de derechos humanos. Así también, acepta que otras autoridades
que fueron denunciadas por el señor Grijalva Bueno por la presunta comisión de
violaciones a derechos humanos y que formaron parte del Consejo de Oficiales
Superiores que dispuso su destitución, tenían interés directo en el resultado de la
investigación al estar involucrados en una controversia con la [presunta] víctima. Por
tanto, la participación de dichos agentes violó el derecho del señor Grijalva Bueno de
contar con una autoridad imparcial durante el proceso de destitución.
- Acepta que el señor Grijalva Bueno no contó con un recurso eficaz para examinar la
decisión de destitución de las Fuerzas Armadas.
- Acepta que pese a existir una resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales
que dispuso la reincorporación del señor Grijalva Bueno a las Fuerzas armadas, esta
no fue ejecutada por lo que este no ha sido reincorporado ni se ha efectuado pago
alguno a su favor.
27. Por último, solicitó a la Corte que acepte su reconocimiento en virtud del
allanamiento parcial en los términos señalados.
28. Por otra parte, el Estado expresó que no acepta los hechos presuntamente
violatorios de derechos establecidos en el sometimiento, que tienen relación con la
investigación y proceso penal militar en contra del señor Grijalva Bueno, los cuales se
encuentran en los párrafos 77 a 86; 87 a 89; 97 a 99; y 102 del Informe de Fondo N°
8
152/18, y consideró que sobre estos hechos debe fijarse la controversia internacional
en el presente caso. En consecuencia, el Estado indicó que no violó los derechos a las
garantías judiciales, a la protección judicial y a la libertad de expresión establecidos
en los artículos 8.1, 8.2, 8.2.b), 8.2.c), 8.2.g), 25.1, y 13.1 de la Convención
Americana, en relación al artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del señor Grijalva
Bueno. A la vez, adujo que sobre los hechos vinculados al proceso penal militar en
contra del señor Grijalva Bueno, plantearía una excepción preliminar sobre la
incompetencia de la Corte, por la utilización del sistema interamericano de derechos
humanos como una cuarta instancia (supra párrs. 16 a 18).
B. Consideraciones de la Corte
13
Cfr. Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008.
Serie C No. 177, párr. 24, y Caso Almeida Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de
noviembre de 2020. Serie C No. 416, párr. 18.
9
víctima. En consecuencia, la Corte al momento de evaluar el alcance de allanamiento
parcial del Estado, no considerará aquellos hechos que se encuentran fuera del marco
fáctico señalado por la Comisión en el Informe de Fondo, ni las alegaciones de
derecho, y las solicitudes de reparaciones argüidas por el representante.
34. Por otra parte, el Estado alegó que no aceptaba los hechos violatorios de
derechos que tienen relación con la investigación y proceso penal militar en contra del
señor Grijalva Bueno, los cuales se encuentran en los párrafos 77 a 86; 87 a 89; 97 a
99; y 102 del Informe de Fondo N° 152/18. Este Tribunal observa que los referidos
párrafos se encuentran en el apartado IV del Informe denominado “Análisis de
Derecho”, y más concretamente en el análisis de derecho del caso, en donde la
Comisión realizó el examen de los hechos para derivar las consecuencias jurídicas
correspondientes. En razón de ello, la Corte considera que aún subsiste la
controversia en cuanto a los hechos referidos en los mencionados párrafos, así como
aquellos que se vinculen con las alegadas vulneraciones a los derechos en el proceso
penal militar.
35. Teniendo en cuenta las violaciones reconocidas por el Estado, así como las
observaciones del representante y de la Comisión, la Corte considera que la
controversia ha cesado respecto de la violación de los derechos del señor Grijalva
Bueno por: a) no contar con una autoridad imparcial durante el proceso de
destitución; b) no contar con una comunicación previa y detallada de la acusación
formulada en su contra, ni con el tiempo y medios adecuados para la preparación de
su defensa en el proceso de destitución; c) incumplimiento del principio de presunción
de inocencia en el proceso de destitución; d) incumplimiento del deber de motivar la
resolución de destitución, y e) no contar con un recurso eficaz para examinar la
decisión de destitución de las Fuerzas Armadas. Por último, al existir una resolución
del Tribunal de Garantías Constitucionales que dispuso la reincorporación del señor
Grijalva Bueno a las Fuerzas Armadas, esta no fue ejecutada por lo que este no ha
sido reincorporado ni se ha efectuado pago alguno a su favor. En consecuencia, el
Estado reconoció parcialmente su responsabilidad internacional por la violación de los
artículos 8.1, 8.2, 8.2.b) y 8.2.c) de la Convención Americana, así como la violación al
derecho establecido en los artículos 25.1 y 25.2.c) de la Convención, todos en
10
relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio del señor Grijalva
Bueno, en el proceso disciplinario que concluyó con su baja.
VI
PRUEBA
14
Cfr. Caso Benavides Cevallos Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de junio
de 1998. Serie C No. 38, párr. 57, y Caso Spoltore Vs. Argentina, Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 9 de junio de 2020. Serie C No. 404, párr. 44.
15
Los siguientes documentos fueron incorporados como prueba para mejor resolver: 1) Auto cabeza
del proceso emitido el 15 de junio de 1994 dictado por el Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval, que
ordenó instruir el sumario de Ley, así como las actas o boletas de notificación para los sindicados o sus
representantes correspondientes; 2) Dictamen fiscal de 16 de julio de 1996 con las respectivas actas o
11
cuya autenticidad fue puesta en duda 16. Por resultar útiles y públicas, la Corte
incorpora también, con base en el artículo 58.a) del Reglamento, dos documentos
sobre normativa interna17.
40. Por otra parte, el representante, junto con la declaración rendida ante
fedatario público presentó una serie de documentos (15 grupos de documentos). Al
respecto, el Estado cuestionó la presentación de los documentos por considerar que
se relacionan con el fondo del caso y las pretensiones de reparaciones. La Corte
recuerda que no es admisible la prueba remitida fuera de las debidas oportunidades
procesales, salvo en las excepciones establecidas en el referido artículo del
Reglamento, a saber, fuerza mayor, impedimento grave, o si se tratare de un hecho
ocurrido con posterioridad a los citados momentos procesales 18. En ese sentido, este
Tribunal nota, por un lado, que el representante no justificó la presentación de los
documentos adjuntos a la declaración de la presunta víctima, y por otra, que algunos
documentos adjuntos a la declaración tienen relación con las pretensiones de la
presunta víctima sobre las reparaciones. Este Tribunal inadmite los documentos19 por
su presentación extemporánea.
41. Además, el representante presentó, junto con sus alegatos finales escritos,
cuatro anexos, nuevamente los anexos 1 y 220, que ya habían sido declarados
12
inadmisibles, así como el anexo 3 (resumen de escenario caso Cap. Grijalva Bueno
Vicente Aníbal) y el anexo 4 (fotografía del certificado de acreditado como “héroe
nacional” otorgado por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social). La
Comisión no presentó observaciones. Por su parte, el Estado en sus observaciones
adujo que “sobra decir que son inadmisibles” los anexos 1 y 2, que el anexo 3 tiene
relación con las reparaciones, y ha quedado establecido que la oportunidad procesal
precluyó, y que el anexo 4 se refiere a un hecho que resulta ajeno al marco fáctico,
por lo que no debe ser considerado por la Corte. Respecto a los cuatro documentos
cuya admisibilidad fue cuestionada por el Estado, la Corte constata que efectivamente
los anexos 1 y 2 ya habían sido presentados y declarados inadmisibles, por lo que se
mantiene esa decisión, y respecto a los anexos 3 y 4, esta Corte considera que son
inadmisibles en tanto que tienen relación con las alegadas reparaciones en el presente
caso y, por lo tanto, fueron presentados de manera extemporánea.
42. En cuanto a la declaración rendida ante fedatario público por el señor Aníbal
Vicente Grijalva Bueno, el Estado en sus alegatos finales adujo que la presunta
víctima se excedió en el objeto de la declaración, ya que en varias partes de la misma
se refiere a hechos y a situaciones ajenas al presente asunto, así como a sus
pretensiones reparatorias. Agregó que la presunta víctima en lo restante de su
declaración relató, por un lado, el trámite del proceso administrativo de baja que se
sustanció en su contra, respecto del cual el Estado reconoció su responsabilidad
internacional, por lo que no existe controversia, y por otro, sobre el proceso penal
desarrollado en la jurisdicción militar, respecto del cual el Estado ha rebatido las
alegaciones y ha demostrado la inexistencia de vulneraciones de derechos en el
mismo. Al respecto, la Corte estima pertinente admitir la referida declaración, en lo
que se ajuste al objeto definido por la Resolución que ordenó recibirla (supra párr. 10)
y al objeto del presente caso.
43. Además, el Estado señaló, en sus alegatos finales escritos, respecto al peritaje
del señor Michael J. Camilleri, que “es evidente que lo manifestado en el peritaje
busca acompañar la hipótesis sostenida por la [Comisión] y la presunta víctima,
según la cual, se ordenó el inicio de un proceso penal en contra del señor Grijalva
Bueno en la jurisdicción militar debido a que la presunta víctima denunció la
participación de militares en graves violaciones de derechos humanos[, s]in embargo
tal aseveración carece de veracidad”. Además, se refirió a las consideraciones que
realizó el perito respecto a las personas defensoras de derechos humanos frente a la
situación del señor Grijalva Bueno. La Corte nota que las consideraciones del Estado
respecto al peritaje se refieren a su valor probatorio, no a la admisibilidad de la
prueba. En consecuencia, la Corte lo admite y las consideraciones efectuadas por
Ecuador serán tenidas en consideración en la valoración de la prueba.
VII
HECHOS
44. En este capítulo, la Corte establecerá los hechos del caso con base en el marco
fáctico sometido al conocimiento de la Corte por la Comisión Interamericana, tomando
en cuenta los hechos reconocidos por el Estado, así como aquellos señalados por el
Estado en relación con el proceso penal militar, sobre: A) el señor Vicente Aníbal
Grijalva Bueno; B) Proceso administrativo de destitución del señor Grijalva Bueno; C)
Recurso ante el Tribunal de Garantías Constitucionales, y D) Proceso penal militar
contra el señor Grijalva Bueno.
13
A. El señor Vicente Aníbal Grijalva Bueno
45. El señor Vicente Grijalva Bueno21 era miembro de la Fuerza Naval del Ecuador,
con el cargo de Capitán de Corbeta perteneciente a la Dirección General de la Marina
Mercante. El señor Grijalva en ejercicio de sus funciones tuvo conocimiento de
detenciones ilegales, y arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y asesinatos de
tres personas por parte de miembros de la marina, por lo que denunció la comisión de
dichas violaciones de derechos humanos a su superior jerárquico 22 en diciembre de
1991. En el año 1994, el señor Grijalva Bueno expuso públicamente en los medios de
comunicación las denuncias que había efectuado anteriormente en el interior de la
institución23.
46. En febrero de 1992 el señor Vicente Aníbal Grijalva Bueno fue designado
Capitán del Puerto Bolívar, provincia de El Oro 24. Según lo manifestado por la fuerza
Naval en oficio de 27 de agosto de 2007, en julio de 1992 el Servicio de Inteligencia
(en adelante también “SERINT”) inició una investigación contra el señor Grijalva
Bueno y otros agentes por: i) la publicación de notas periodísticas en las que se
señalaba que pescadores manifestaron ser víctima de extorsiones por parte del
personal naval en Puerto Bolívar; y ii) las denuncias del jefe de inteligencia EG y otras
personas sobre un presunto contrabando de combustible realizado por personal naval
21
Respecto a los familiares del señor Grijalva, en su declaración ante fedatario público, el señor
Grijalva Bueno indicó que su esposa es la señora María Dolores Ycaza Columbus y que tiene 4 hijos: Alex
Vicente, Jennifer Zulay, Stefano Martin y Jamileth Adriana, todos apellidos Grijalva Ycaza Cfr. Declaración
de Vicente Aníbal Grijalva Bueno rendida mediante affidavit para la Corte el 30 de noviembre de 2020
(expediente de prueba, folios 4681 a 4761).
22
En su declaración rendida ante la Corte mediante affidavit, el señor Grijalva Bueno manifestó que
en agosto de 1991 dos oficiales BF y FAB “denunciaron verbalmente las atrocidades cometidas por los
miembros del Servicio de Inteligencia Naval, dirigidos por [FM]; entre ellas se incluían los casos de Élito
Véliz, Manuel Stalin Bolaños y Consuelo Benavides Ceballos. [… E]n diciembre de 1991, inform[ó] por
órgano regular sobre estas atrocidades al Almirante TL, jefe de la Primera Zona Naval[, quien] le comunicó
que iba a informar al Comandante General de la Marina sobre estas denuncias para que sean investigadas”
Cfr. Declaración de Vicente Aníbal Grijalva Bueno rendida mediante affidavit para la Corte, supra.
(expediente de prueba, folios 4681 a 4761). Además, en una comunicación del señor Grijalva, dirigida al
Ministro de Defensa Nacional, menciona las distintas ocasiones en que internamente hizo saber a sus
superiores sobre el “comportamiento delictivo de CPCB –AD- [FM], y refiere, entre ellas, que el 7 de
octubre de 1992, “ya iniciado el trámite que termina con [su] baja sin juicio, declar[ó] ante la COMISIÓN
INVESTIGADORA compuesta por los señores [HC] , CPNV [DR] , CPNV [JL], CPNV [HM] y como Secretario
el CPCB [ES], que el señor CPCB –AD- [FMV], en ese momento SUB-DIRECTOR DE INTELIGENCIA NAVAL y
director del operativo Inteligencia que investigaba [sus] supuestas irregularidades como CAPITÁN DE
PUERTO DE PUERTO BOLIVAR, era el responsable de varias muertes y desapariciones” (mayúsculas del
original). Cfr. Comunicación de Grijalva Bueno dirigida al Ministro de Defensa Nacional de 24 de febrero de
1994 (expediente de prueba, folios 640 y 641).
23
Cfr. DVD Caso Vicente Grijalva Bueno, anexo 2 del contenido del DVD. Lista de artículos de
prensa: “Se esclarece muerte de Consuelo Benavides”, El Universo, viernes 19 de agosto de 1994
(expediente de prueba, folio 379); “AVC mató a Consuelo Benavides, dice Morales”, Diario Universal,
Sucesos, (expediente de prueba, folio 380); “Entre Verdad y el miedo” por José Gómez Izquierdo, Vida y
Palabra, (expediente de prueba, folio 381); “Que se haga Justicia”, Opinión de 27 de septiembre de 1997
(expediente de prueba, folio 425); “Derechos Humanos denuncia fallas en el Juicio de Cap. Vicente
Grijalva”, Diario Universo de 18 de marzo (expediente de prueba, folio 426); “Anuncian registro de 456
víctimas en su informe”, El Universo, Actualidad martes 8 de junio de 2020; “Mandatario pidió Perdón a las
víctimas” (expediente de prueba, folio 428); carta de la hermana de Consuelo Benavides dirigida al señor
Grijalva Bueno, y Comunicación de JSR dirigida al señor Ministro de Defensa de 27 de mayo de 1994
(expediente de prueba, folios 653 a 657).
24
Cfr. Declaración de Vicente Aníbal Grijalva Bueno rendida mediante affidavit para la Corte, supra.
14
en Puerto Bolívar, y iii) el cobro a trabajadoras sexuales para permitirles ingresar a
los buques en dicho lugar25.
25
Cfr. Fuerza Naval, Oficio No. COGMAR-JER-484-O de 27 de agosto de 2007 (expediente de prueba,
folios 6 a 19).
26
Cfr. Armada del Ecuador, Servicio de Inteligencia Naval, “Informe Final de las investigaciones
realizadas sobre las anomalías detectadas en la Capitanía de Puerto Bolívar”, Reservado, sin fecha
(expediente de prueba, folios 21 a 22).
27
Cfr. Armada del Ecuador, Servicio de Inteligencia Naval, “Ampliación al Informe de la Comisión
Investigadora”, Reservado, de 2 de octubre de 1992 (expediente de prueba, folios 24 a 28).
28
Cfr. Juzgado Penal Militar de la Primera Zona Naval, declaración de JL ante Juez Penal Militar,
Causa Penal 06-94, de 27 de noviembre de 1995 (expediente de prueba, folios 30 a 43).
15
que el señor Grijalva Bueno cometió delitos, por lo cual recomienda que el Juzgado de
la Primera Zona Naval iniciara la acción legal29.
53. Ante esta situación, el 8 de septiembre de 1994 el señor Grijalva junto con
otras personas, presentó un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal de
Garantías Constitucionales. Dicho Tribunal, mediante la resolución No. 181-95-CP de
12 de septiembre de 1995, constató que al señor Grijalva y otras personas:
[…] se les sancionó por mala conducta, en un proceso informal en el cual se coartó el
derecho de defensa de los inculpados, no solamente por no habérseles notificado
oportunamente con todas las acusaciones, que se habían formulado contra ellos, sino que
también por el hecho de que no se presentaron los correspondientes expedientes de
juzgamiento, pese a la insistencia del pedido que se hizo oportunamente al respecto33.
29
Cfr. Fuerza Naval, Oficio No. COGMAR-JER-484-O, supra.
30
Cfr. Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, “Ampliación del Informe de la Comisión”, sin fecha
(expediente de prueba, folios 71 a 74) y Armada del Ecuador, Consejo de Oficiales Superiores, Oficio No.
COSUPE–SEC–007-R, de 27 de octubre de 1992 (expediente de prueba, folio 616). Cabe señalar que el
artículo 74 de la Ley de Personal de Fuerzas Armadas de Ecuador respecto a la disponibilidad señala “es la
situación transitoria en que se coloca al militar, sin mando y sin cargo efectivo, sin excluirle del escalafón
de las Fuerzas Armadas Permanentes, hasta la publicación de su baja”. Se consultó
https://www.defensa.gob.ec/wpcontent/uploads/downloads/2017/08/LEY_PERSONAL_FUERZAS_ARMADAS.
pdf
31
Cfr. Tribunal de Garantías Constitucionales. Resolución No. 181-95–CP, de 12 de septiembre de
1995 (expediente de prueba, folios 68 a 69).
32
Cfr. Tribunal de Garantías Constitucionales. Resolución No. 181-95–CP, supra.
33
Cfr. Tribunal de Garantías Constitucionales. Resolución No. 181-95–CP, supra.
34
Cfr. Tribunal de Garantías Constitucionales. Resolución No. 181-95–CP, supra.
16
está fomentando deliberadamente la indisciplina, el irrespeto a la jerarquía militar y a
sus Organismos”35. En octubre de 1995 el Comandante General de Marina solicitó al
Tribunal de Garantías Constitucionales la suspensión del cumplimiento de la
mencionada resolución, hasta que existiera el pronunciamiento definitivo de la Justicia
Militar36. El 12 de marzo de 1996 el referido Tribunal rechazó dicha solicitud dando las
siguientes razones:
56. Posteriormente, el señor Grijalva Bueno remitió entre junio y octubre de 1998
una serie de comunicaciones a la Comisión Anticorrupción, al Procurador General del
Estado, al Presidente del Tribunal Constitucional, al Ministro Fiscal General del Estado
y al Presidente de la República, para reclamar el desacato de la Fuerza Naval respecto
a las resoluciones del Tribunal de Garantías Constitucionales y denunciar las
irregularidades del proceso administrativo que fue llevado en su contra 38.
35
Cfr. Ministerio de Defensa Nacional, oficio enviado por el Ministro de Defensa Nacional al
Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales (expediente de prueba, folios 158 a 160).
36
Cfr. Comandancia General de la Marina, solicitud de suspensión de cumplimiento de Resolución No.
181-95–CP (expediente de prueba, folio 162).
37
Cfr. Tribunal de Garantías Constitucionales, caso No. 83/93, de 12 de marzo de 1996 (expediente
de prueba, folios 68 a 69 y 164).
38
Cfr. Comunicaciones enviadas entre junio y octubre de 1998 por el señor Grijalva Bueno
(expediente de prueba, folios 167 a 188).
39
Cfr. Fuerza Naval, Oficio No. COGMAR-JER-484-O, supra.
40
Actualmente así de denomina el Tribunal de Garantías Constitucionales.
41
Cfr. Corte Constitucional para el Período de Transición, Sentencia No. 001-12-SIS-CC de 5 de
enero de 2012 (expediente de prueba, folios 190 a 197).
17
propósito de llegar a un acuerdo respecto al monto de la indemnización pecuniaria en
un término no mayor a treinta días42. Los actores se sometieron a dicho
procedimiento de mediación y cada uno recibió una indemnización pecuniaria.
Además, se acordaron las siguientes medidas: a) disculpas públicas; b) ceremonia en
la Primera Zona Naval, en donde se colocó una placa de disculpas públicas en un
recinto militar y c) mediante oficio No. ARE-DIGREH-AJU-2015-0196-O de 16 de abril
de 2015, se dispuso a los departamentos de Oficiales y Tripulantes que se excluyan
de la Orden General la calificación de baja por “mala conducta y convenir al buen
servicio”.
18
militar”47, concordando con el criterio de la Resolución del Consejo de Oficiales
Superiores de haberle puesto en disponibilidad48.
63. El 15 de junio de 1994 el Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval dictó auto
cabeza de proceso y ordenó instruir el sumario de ley en contra de los referidos
sindicados, ordenando la citación de los sindicados, y la práctica de algunas
diligencias investigativas, como las declaraciones instructivas de varias personas49.
Además, el juez dispuso la detención provisional del señor Grijalva Bueno con base en
el artículo 25 del Código de Procedimiento Penal Militar50.
47
Los delitos contra la fe militar estaban tipificados en la época de los hechos en el Código Penal
Militar, en los artículos 147 a 158. Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, escrito de 19 de agosto
de 1994 del señor Grijalva Bueno y JS solicitando caución (expediente de prueba, folios 4370 a 4371).
48
Cfr. Juzgado Penal Militar de la Primera Zona Naval, auto de 13 de junio de 1994 (expediente de
prueba folios 4363 a 4368).
49
Cfr. Auto cabeza del proceso del Juzgado Militar de la Primera Zona Naval emitido el 15 de junio de
1994 (expediente de prueba, folios 4823 a 4825).
50
Código de Procedimiento Penal Militar, Registro Oficial Suplemento 356 de 6 de noviembre de
1961, Art. 25.- “Probada la existencia del cuerpo del delito o de un hecho que presente los caracteres de la
infracción que se pesquisa, si hubiere indicios o presunciones para reputar a alguien como autor, cómplice o
encubridor, se ordenará su detención” (expediente de prueba, folios 4924 a 4946).
51
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, escrito del señor Grijalva Bueno y JS solicitando
caución, de 19 de agosto de 1994 (expediente de prueba, folios 4370 a 4371).
52
Código de Procedimiento Penal, Registro Oficial 511 de 10 de junio de 1983, Art. 180.- “No se
librará auto de prisión preventiva, o se revocará el que se hubiese dictado, en los procesos que tengan por
objeto delitos sancionados con prisión, cuando el sindicado o el procesado rindiere caución a satisfacción
del Juez competente, caución que podrá consistir en fianza, prenda o hipoteca” (expediente de prueba,
folios 4948 a 5008).
53
Cfr. Juzgado de Derecho de la Primera Zona Naval, auto de 29 de noviembre de 1994 (expediente
de prueba, folio 4375).
54
Cfr. Testimonio Indagatorio de Aníbal Vicente Grijalva Bueno ante el Juzgado Militar de la Primera
Zona Naval de 5 de julio de 1995 (expediente de prueba, folios 4377 a 4385).
55
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, escrito del señor Grijalva Bueno de 17 de julio de
1994 (expediente de prueba, folios 4387 a 4388), y Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, auto de 29
de febrero de 1996 (expediente de prueba, folios 4396 a 4397).
56
Cfr. Juzgado Penal Militar de la Primera Zona Naval, declaración de JL ante Juez Penal Militar,
Causa Penal 06-94, de 26 de noviembre de 1995 (expediente de prueba, folios 30 a 43).
19
67. El 14 de mayo de 1996 el señor Grijalva solicitó al Juez Penal Militar que
llamara a rendir testimonio a ER y RG, quienes fueron las personas que denunciaron
inicialmente los presuntos hechos ilícitos cometidos por la presunta víctima57. El Juez
de Instrucción ordenó dicha prueba y para su recepción se trasladó a Puerto Bolívar a
recibir las referidas dos declaraciones58.
68. El 2 de julio de 1996 el Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval declaró
concluido el sumario59. El 5 de julio de 1996, el Juez Penal Militar rechazó la solicitud
del señor Grijalva de continuar con el sumario60.
[…] lo acuso de ser el autor de las infracciones tipificadas en el Art. 146 numeral cuatro y
octavo del Código Penal Militar, ya que como más antiguo del Reparto Naval “la Capitanía
de Puerto Bolívar” y como Autoridad cometió abuso de facultades, al extralimitarse en sus
atribuciones legales, cometió abusos de autoridad extorsionó y permitió que se extorsione a
los ciudadanos que obligatoriamente tienen que concurrir ante la Autoridad Marítima […]62.
57
Cfr. Solicitud ante Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval por parte del abogado defensor del
señor Grijalva Bueno, de 14 de mayo de 1996 (expediente de prueba, folio 98).
58
Cfr. Escrito del señor Grijalva Bueno presentado ante el Juzgado Militar de la Primera Zona Naval
de 16 de julio de 1996 (expediente de prueba, folios 225 y 4451) y las declaraciones ER y RG rendidas el
13 de abril y 5 de octubre de 1994 en Puerto Bolívar (expediente de prueba, folios 4870 a 4884).
59
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, auto de 2 de julio de 1996 (expediente de prueba,
folio 4408).
60
Cfr. Juzgado de Derecho de la Primera Zona Naval, auto de 5 de julio de 1996 (expediente de
prueba, folio 4410).
61
Cfr. Código de Procedimiento Penal Militar, Art. 65.- “Recibido el sumario por el Superior, se
correrá traslado al Fiscal, para que emita su dictamen, dentro del término que se le concederá. Este
término puede prorrogarse en atención a la importancia, volumen y complejidad del proceso”. Cfr.
Dictamen fiscal de 16 de julio de 1996 (expediente de prueba, folios 4413 a 4448).
62
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, dictamen fiscal de 16 de julio de 1996 (expediente
de prueba, folios 4413 a 4448).
63
Cfr. Solicitud ante Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval por Vicente Grijalva Bueno y JS,
Juicio Militar No. 06-94, sin fecha (expediente de prueba, folio 112). Dicho escrito no tiene una fecha
plasmada en su contenido, si no que en bolígrafo se lee “15 Julio 196”, por lo que se entendería que fue
presentado de forma anticipada a la emisión del dictamen Fiscal.
64
Cfr. Cédula de notificación del dictamen fiscal de 23 de julio de 1996 (expediente de pruebas, folio
4868).
65
Se observa que el referido escrito es de julio de 1996, pero no consta la fecha exacta. Cfr.
Contestación al dictamen del señor Fiscal, Enviado al Juez de Derecho de la Primera Zona Naval por Vicente
Grijalva Bueno y SR, Causa Penal No. 06-94, julio de 1996 (expediente de prueba, folios 114 y 115).
20
[…] el señor Fiscal no hace sino mencionar y repetir los únicos cargos concretos que se han
planteado [en su] contra […]: las denuncias de [ER] y de [RG]. […] [Por otro lado,] todas
las· investigaciones, averiguaciones, comprobaciones se reducen siempre a lo mismo: las
propias denuncias de aquellos [… sin que] pudier[a]n comprobar absolutamente nada con
respecto a los cargos de [ER] y de [RG] [… siendo esto fundamental, ya que,] la ley exige
que el juez para condenar debe haber encontrado pruebas de lo que sostienen los
acusadores […] [según] el [artículo] 124 del Código de Procedimiento Penal común, aplicable
a los procesos militares. [Además,] solicita[r]on repetidas veces que los mencionados [ER] y
[RG], compare[cieran] personalmente a Guayaquil para que declaren delante de [ellos y su]
abogado; pero el señor Juez de Instrucción, en vez de exigir su comparecencia haciendo uso
de las atribuciones que le da la ley, prefirió trasladarse a Puerto Bolívar para recibir las
declaraciones66.
72. Según la nota del sacerdote JP, el 9 de julio de 1996 remitió una comunicación
al Comandante de Marina indicándole que RG le manifestó no conocer al señor
Grijalva y que un agente militar le habría dado dinero a cambio de utilizar su nombre
para presentar la denuncia67.
66
Cfr. Contestación al dictamen del señor Fiscal, julio de 1996, supra.
67
Cfr. Carta de sacerdote JP para el Comandante de Marina, de 9 de julio de 1996 (expediente de
prueba, folio 100).
68
Cfr. Auto a llamamiento a juicio plenario emitido por el Juzgado Militar de la Primera Zona Militar
de 7 de agosto de 1996 (expediente de prueba, folios 4453 a 4482).
69
"Artículo. 146. Son responsables de abuso de facultades y serán sancionados con prisión de tres
meses a dos años: [...]
4. Los que, en el ejercicio de su autoridad o mando, se extralimitaren en sus atribuciones legales o se
apartaren de las instrucciones de la superioridad;
8. Los que hicieren requisiciones, impusieren contribuciones ilegales de guerra, tomaren botín o cometieren
otros abusos o extorsiones”. Cfr. Código Penal Militar vigente al momento de los hechos (expediente de
prueba, folio 4908).
70
Cfr. Escrito del señor Grijalva Bueno y otro presentado ante el Juzgado Militar de la Primera Zona
Militar de 8 de agosto de 1996 (expediente de prueba, folio 4485).
71
Cfr. Auto de elevación del recurso de apelación presentado a la Corte de Justicia Militar de 2 de
septiembre de 1996 (expediente de prueba, folio 4487).
72
Cfr. Auto de la Corte de Justicia Militar de 5 de junio de 1998 (expediente de prueba, folios 4490 a
4493).
73
La legislación penal militar ecuatoriana vigente al momento de los hechos empleaba el término
confesión para referirse a la declaración del imputado. En este sentido el artículo 73 del Código de
Procedimiento Penal Militar señala: “La confesión del sindicado se rendirá sin juramento, y contendrá:
1. El nombre y apellido del confesante y,
2. Su religión, edad, lugar de su nacimiento y domicilio, su estado, grado, cuerpo y plaza a que pertenece.
El Comandante de Zona le interrogará sobre los hechos que motivan su presencia en el Juzgado; le hará las
preguntas y reconvenciones conducentes; le requerirá para que las conteste, aun refiriéndole las pruebas
que en contra de sus dichos obren en la causa, o leyéndole las constancias que juzgue pertinentes”. Cfr.
21
imputados74. El 19 de octubre del mismo año, la presunta víctima rindió su
declaración en donde reiteró que en varias ocasiones no se había cumplido con el
“legítimo derecho a la defensa” y “no […les fue] proveído de la presencia de testigos
claves”75.
77. Una vez recibidas las declaraciones, el 26 de octubre de 1998, el Juez Militar
de Primera Zona Naval abrió la causa a prueba por el plazo de diez días76.
[…] a) Que el CPCB-IM VICENTE ANIBAL GRIJALBA BUENO, cuyo estado y condición obran
de autos, es el autor del delito que se encuentra tipificado y sancionado en el Art 146,
numerales 4to. Y 8vo. Del Código Penal Militar por lo que se impone la pena de
DOSCIENTOS DÍAS DE PRISIÓN CORRECCIONAL, la misma que la cumplirá en la Cárcel
Naval de San Eduardo del Cuerpo de Infantería de Marina de esta ciudad de Guayaquil
[…]78.
Código de Procedimiento Penal Militar vigente al momento de los hechos (expediente de prueba, folio
4934).
74
Cfr. Juzgado Penal Militar de la Primera Zona Naval, auto de 10 de septiembre de 1998
(expediente de prueba, folio 122).
75
Cfr. Juez de Derecho de la Primera Zona Naval, Confesión no juramentada del señor Grijalva
Bueno de 19 de octubre de 1998 (expediente de prueba, folios 124 a 132).
76
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, auto de 26 de octubre de 1998 (expediente de
prueba 4495 a 4496).
77
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, dictamen fiscal de 28 de abril de 1999 (expediente
de prueba, folios 148 a 151, folios 4507 a 4519).
78
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, sentencia de 13 de marzo de 2000 (expediente de
prueba, folios 148 a 151).
79
Cfr. Juzgado Militar de la Primera Zona Naval, escrito de recurso de apelación presentado por el
señor Grijalva Bueno y otro de 15 de marzo de 2000 (expediente de prueba, folio 4527).
22
encausado se limitó a esgrimir asuntos ajenos al juicio tales como revanchismos y
enemistades de varios miembros de la Marina que le habrían perjudicado, hechos que
resultaron ser totalmente inconexos en relación al proceso” 80. Agregó que "los
testimonios vertidos en el proceso son concordantes en cuanto a la forma,
circunstancias y sucesión de hechos, los que se ajustan perfectamente con la prueba
documental […]. La defensa de los encausados, frente a los hechos imputados, no
logra desvanecer los cargos en su contra […] 81”.
VIII
FONDO
83. El presente caso trata sobre la alegada responsabilidad estatal por la falta de
las garantías judiciales en el proceso penal militar por “delitos contra la fe militar”
seguido en contra del señor Vicente Aníbal Grijalva Bueno, así como la violación a la
libertad de pensamiento y de expresión.
VIII.1
GARANTÍAS JUDICIALES83
23
proceso de destitución de la víctima. La Corte entiende que ese reconocimiento
conlleva la admisión de la violación de los referidos derechos consagrados en los
artículos 8.1, 8.2, 8.2.b) y 8.2.c) de la Convención Americana, así como la violación al
derecho establecido en los artículos 25.1 y 25.2.c) de la Convención, todos en
relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio del señor Grijalva
Bueno, debido a: a) que en los informes utilizados para la destitución del señor
Grijalva, estuvo involucrado un agente militar y otras autoridades que formaron parte
del Consejo de Oficiales Superiores para disponer su destitución, en violación al
derecho del señor Grijalva de contar con una autoridad imparcial durante el proceso
de destitución; b) no contar con una comunicación previa ni detallada de la acusación
formulada en su contra, ni con el tiempo y medios adecuados para la preparación de
su defensa; c) no garantizarle el principio de presunción de inocencia; d) el
incumplimiento del deber de motivar la resolución de destitución; e) no contar con un
recurso eficaz para examinar la decisión de destitución de las Fuerzas Armadas, y f)
no haberse ejecutado la resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales que
dispuso la reincorporación del señor Grijalva Bueno a las Fuerzas Armadas y la
restitución de sus derechos, por lo que el señor Grijalva no ha sido reincorporado ni
ha recibido pago alguno a su favor.
86. En este capítulo, la Corte examinará las alegadas vulneraciones a las garantías
judiciales en contra del señor Grijalva Bueno en el proceso penal militar respecto al
derecho de defensa, principio de presunción de inocencia, derecho de contar con
decisiones debidamente motivadas, y el plazo razonable, las cuales no han sido
reconocidas por el Estado.
87. La Comisión adujo que el señor Grijalva Bueno i) no contó con información
completa y detallada sobre la acusación y su fundamentación para poder ejercer
plenamente su derecho a la defensa; ii) no fue notificado del dictamen del Ministro
Fiscal, y iii) no fue acreditada la declaración de la presunta víctima, pese que se le
tomó de manera inmediata al inicio de la investigación.
84
Dado que se inadmitió el escrito de solicitudes y argumentos, no se incluyen los alegatos
correspondientes al representante de la presunta víctima.
24
del investigado señor Grijalva Bueno y del personal subordinado, la declaración
testimonial de los agentes de la Agencia de Inteligencia de Puerto Bolívar y de las
personas que, de acuerdo a los antecedentes, habían participado de una u otra forma,
incluso trasladándose hasta Puerto Bolívar, lugar de los hechos. Contradijo lo
afirmado por la Comisión y adujo que todas las actuaciones judiciales fueron
notificadas en legal y debida forma al señor Grijalva Bueno a través de su abogado
defensor, lo cual se puede verificar en la prueba documental presentada por el
Estado. Además, negó que el señor Grijalva Bueno declarara una sola vez en el
transcurso del proceso, ya que durante la etapa del sumario el juez instructor dispuso
la práctica de varias diligencias probatorias, como la declaración indagatoria del señor
Grijalva Bueno, quien también rindió su declaración bajo juramento en la etapa de
juicio. Concluyó que el proceso penal militar se desarrolló de conformidad a las
normas legales preexistentes.
92. El Estado adujo que, de la prueba documental presentada por el Ecuador, las
resoluciones de la jurisdicción militar contienen la descripción clara de los hechos y su
relación con los elementos de prueba actuados durante el proceso y la adecuación con
la norma penal a través de un razonamiento motivado, lo cual corresponde al
parámetro establecido por la Corte. En cuanto a la falta de motivación, el Estado
85
La Comisión remarcó que en la sentencia condenatoria el juzgado consideró que el señor Grijalva
Bueno “ha expresado […] afirmaciones sobre los hechos investigados en este proceso, sin que se haya
preocupado de demostrarlos en la presente estación, a fin de excluir o atenuar su responsabilidad”, por lo
que consideró que “el lenguaje expresado por el juzgado invierte la carga de la prueba en el sentido de
colocarle la responsabilidad al señor Grijalva Bueno de probar su inocencia, lo cual también resulta
contrario al principio de presunción de inocencia”.
25
arguyó que la presunta víctima mostraba una apreciación subjetiva al declarar que la
justicia militar evitaba que se juzgue a los culpables y que, de esta manera,
fomentaba la impunidad. Controvirtió lo alegado por la Comisión, en el sentido que la
sentencia condenatoria contra el señor Grijalva no se basó exclusivamente en el
informe de la comisión de la Inspectoría General de la Armada86.
93. La Comisión resaltó que, para efectos de justificar la complejidad del proceso,
el Estado debe indicar información específica que vincule directamente los elementos
de complejidad invocados con las demoras en el proceso, lo cual no ha sucedido en el
presente caso. En cuanto a los recursos presentados por la defensa de la presunta
víctima, la Comisión remarcó que la interposición de recursos ordinarios para
cuestionar posibles afectaciones al debido proceso, no puede considerarse como un
factor para el análisis del plazo razonable. A ello se suma que no existen elementos
en el expediente que indiquen que la defensa del señor Grijalva Bueno obstaculizó el
proceso mediante la presentación de diversos recursos. Agregó que la conducta de las
autoridades revela unas demoras prolongadas, no justificadas, durante el proceso y,
en particular, afectan la situación jurídica del defensor o de la defensora de derechos
humanos, y disuaden el ejercicio de dicho derecho. Por lo señalado, la Comisión
consideró que los siete años y dos meses que transcurrieron desde el inicio de la
investigación hasta la confirmación de la sentencia constituyó un plazo irrazonable.
86
Agregó que en dicho fallo “consta la denuncia escrita de GR y otros documentos que prueban lo
manifestado por varios declarantes; autorizaciones para transportar combustible; comprobantes de ingreso
a caja; los testimonios de [GR]; [RG]; [VR] [,] entre otros […]”.
26
declare la responsabilidad del Estado por la violación de los artículos 8.1, 8.2, 8.2 b),
8.2 c), 8.2 f), y 25.1 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 del
mismo instrumento, en perjuicio del señor Aníbal Vicente Grijalva Bueno. Por su
parte, el Estado sostuvo que no vulneró los derechos alegados por la Comisión.
97. La Corte observa que el proceso que culminó en la imposición de una pena al
señor Grijalva Bueno, fue resuelto por funcionarios que se encontraban en
dependencia jerárquica del Poder Ejecutivo y, por ende, no eran jueces
independientes. No obstante, la Corte no abundará en esta consideración debido a las
irregularidades procesales que descalifican el proceso y a que el Estado ha derogado
la legislación que establecía esas competencias89.
98. La Corte destaca que el proceso militar contra el señor Grijalva se inicia por
disposición de la jerarquía de la Marina de Ecuador. En consecuencia, es parte de la
actuación del mando militar contra la presunta víctima y, además, tiene como
fundamento hechos imputados en el proceso disciplinario de destitución, violatorio de
la Convención Americana, como lo admite el Estado en su allanamiento. Estos
elementos resultan trascendentes para el análisis que a continuación se realizará.
100. El derecho de defensa es un componente central del debido proceso que obliga
al Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del
87
Cfr. Caso Maldonado Ordóñez Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 3 de mayo de 2013. Serie C No. 311, párr. 79, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 103.
88
Cfr. Caso Rosadio Villacencio Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 14 de octubre de 2019. Serie C No. 388, párr. 126.
89
La Corte ha señalado que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter
materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del
debido proceso legal en los términos del artículo 8.1 de la Convención Americana. Además, en relación con
la estructura orgánica y composición de los tribunales militares, la Corte ha considerado que carecen de
independencia e imparcialidad cuando “sus integrantes sean militares en servicio activo, estén
subordinados jerárquicamente a los superiores a través de la cadena de mando, su nombramiento no
depende de su competencia profesional e idoneidad para ejercer las funciones judiciales, no cuenten con
garantías suficientes de inamovilidad y no posean una formación jurídica exigible para desempeñar el cargo
de juez o fiscales”. Cfr. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 155, y Caso Argüelles y otros Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 288,
párrs. 146 y 149.
27
proceso, en el más amplio sentido de este concepto, y no simplemente como objeto
del mismo. El derecho a la defensa debe necesariamente poder ejercerse desde que
se señala a una persona como posible autor o partícipe de un hecho punible y sólo
culmina cuando finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa de ejecución de la
pena90. El derecho a la defensa se proyecta en dos facetas dentro del proceso penal:
por un lado, a través de los propios actos del inculpado, siendo su exponente central
la posibilidad de rendir una declaración libre sobre los hechos que se le atribuyen y,
por el otro, por medio de la defensa técnica, ejercida por un profesional del Derecho,
quien cumple la función de asesorar al investigado sobre sus deberes y derechos y
ejecuta, inter alia, un control crítico y de legalidad en la producción de pruebas 91.
90
Cfr. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de
noviembre de 2009. Serie C No. 206, párr. 29, y Caso Ruano Torres y otros Vs. El Salvador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 303, párr. 153.
91
Cfr. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 61, y Caso
Valenzuela Ávila. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de octubre de 2019. Serie C No. 386,
párr. 111.
92
Cfr. Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de junio
de 2005. Serie C No. 126, párr. 67, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 113.
93
Cfr. Caso Maldonado Ordóñez Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
supra, párr. 80, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 113.
94
Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 170, y Caso Álvarez
Ramos Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de
2019. Serie C No. 380, párr. 153.
28
Naval abrió la investigación sumaria, indicó los actos cometidos por los acusados y
ordenó una serie de diligencias, entre ellas la toma de declaraciones de los acusados,
por lo cual se citó al señor Grijalva y se ordenó rendir su declaración sin juramento.
Además, el 15 de junio de 1994 se dictó el auto cabeza del proceso, el cual fue
notificado al señor Grijalva el 5 de julio de 1995. Asimismo, el 16 de julio de 1996 se
dictó el dictamen fiscal, sobre el cual, de acuerdo a los hechos, los sindicados
solicitaron su notificación. Dicho dictamen fue notificado el 23 de julio de 1996 y el 31
de julio de 1996 los señores Grijalva Bueno y JS presentaron sus observaciones
escritas (supra párrs. 70 y 71).
105. Por otra parte, en cuanto a la falta de notificación del dictamen fiscal alegado
por la Comisión, de acuerdo a la prueba, esta Corte ha constatado que como se
indicó, el señor Grijalva solicitó su notificación, la cual fue efectuada el 23 de julio de
1996, luego de la cual, el 31 de julio de 1996, presentó las observaciones al mismo.
Por lo tanto, la Corte no encuentra ninguna vulneración al respecto.
107. El inciso f) del artículo 8.2 de la Convención consagra la “garantía mínima” del
“derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de
obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan
arrojar luz sobre los hechos”, la cual materializa los principios de contradictorio e
igualdad procesal. La Corte ha señalado que, entre las garantías reconocidas a
quienes hayan sido acusados, está la de examinar los testigos en su contra y a su
favor, bajo las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su defensa 97.
108. En la prueba aportada del proceso penal militar referente a los testigos, el
señor ER y la señora RG, quienes denunciaron al señor Grijalva por las supuestas
irregularidades cometidas en el desempeño en la Capitanía de Puerto de Puerto
95
Cfr. Caso Tibi Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114, párr. 187, y Caso Montesinos Mejía Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de enero de 2020. Serie C No. 398, párr. 190.
96
Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 31, y Caso J Vs.
Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C
No. 275, párr. 199.
97
Cfr. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de
1999. Serie C No. 52, párr. 154, y Caso Amrhein y otros vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de abril de 2018. Serie C, No. 354, párr. 449.
29
Bolívar, consta que en dos oportunidades testificaron: a) el 13 de abril de 1994 el
señor ER y la señora RG rindieron sus testimonios en Puerto Bolívar ante el Juez Penal
Militar de la Primera Zona Naval y, b) el 5 de octubre de 1994 el señor ER rindió su
testimonio en Huatalco ante el Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval y la señora
RG rindió su testimonio en Puerto Bolívar ante el mismo juez. Estas diligencias fueron
realizadas sin la participación de la defensa del señor Grijalva.
109. Por otra parte, la Corte constató que el señor Grijalva solicitó el 14 de mayo de
1996 al Juez Militar de la Primera Zona Naval que llamara a rendir testimonio a las
personas mencionadas. Mediante auto del Juzgado Penal Militar de la Primera Zona
Naval de 27 de junio de 1996, se dispuso “recepcionar los testimonios de […] [ER] y
RG (para el lunes 01 de julio de 1996 a las […] 10H00 y 12H00, en su orden”. No
obstante, el Estado no aportó prueba de que estas diligencias fueran practicadas, sino
que se limitó a señalar que los testimonios habían sido recibidos en Puerto Bolívar. En
congruencia con lo anterior, el señor Grijalva resaltó que las testimoniales fueron
tomadas en Puerto Bolívar en la Capitanía del Puerto, y que la diligencia se realizó sin
la presencia de su abogado, ni del otro imputado y su abogado.
110. Esta Corte advierte que, de acuerdo a los hechos, la defensa del señor Grijalva
no pudo ejercer su derecho de contrainterrogar a los testigos y, por lo tanto, no pudo
ejercer el respectivo control sobre el contenido de sus declaraciones, las cuales
sirvieron para fundamentar la sentencia condenatoria en el proceso penal militar. La
Corte ha señalado que entre las garantías reconocidas a quienes hayan sido acusados
está la de examinar los testigos en su contra y a su favor, bajo las mismas
condiciones, con el objeto de ejercer su defensa sobre los hechos, la cual materializa
los principios de contradictorio e igualdad procesal 98. Además, esta Corte advierte que
la sola presencia del defensor en dicha diligencia, es una garantía indispensable para
el ejercicio del derecho de defensa mediante el control del contenido de las
declaraciones que se rindan.
30
descripción clara de los hechos y su relación con los elementos de prueba actuados
durante el proceso y la adecuación con la norma penal a través de un razonamiento
motivado, lo cual corresponde al parámetro establecido por la Corte.
99
Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69, párr.
120, y Caso Zegarra Marín Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr.
122.
100
Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo, supra, párr. 121, y Caso Zegarra Marín Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 122.
101
Cfr. Caso Ruano Torres Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 127, y Caso
Zegarra Marín Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 122.
102
Cfr. Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto
de 2004. Serie C No. 111, párr. 154, y Caso Zegarra Marín Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 138.
103
Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, párr. 107, y Caso Amrhein y otros Vs.
Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 268.
104
Cfr. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182,
párr. 77, y Caso Cordero Bernal Vs. Perú. Excepción Preliminar y Fondo, supra, párr. 79.
105
Cfr. Caso Yatama Vs. Nicaragua, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127, párrs. 152 y 153, y Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C
No. 227, supra, párr. 118.
31
debe expresar la suficiencia de prueba de cargo para confirmar la hipótesis
acusatoria; la observancia de las reglas de la sana crítica en la apreciación de la
prueba, incluidas aquellas que pudieran generar duda de la responsabilidad penal; y
el juicio final que deriva de esta valoración. En su caso, debe reflejar las razones por
las que fue posible obtener convicción sobre la imputación y la responsabilidad penal,
así como la apreciación de las pruebas para desvirtuar cualquier hipótesis de
inocencia, y solo así poder confirmar o refutar la hipótesis acusatoria. Lo anterior,
permitiría desvirtuar la presunción de inocencia y determinar la responsabilidad penal
más allá de toda duda razonable. Ante la duda, la presunción de inocencia y el
principio in dubio pro reo, operan como criterio decisorio al momento de emitir el
fallo106.
119. Además, cabe destacar que ya la Corte ha señalado que la carga de la prueba
se sustenta en el órgano del Estado, quien tiene el deber de probar la hipótesis de la
acusación y la responsabilidad penal, por lo que no existe la obligación del acusado de
acreditar su inocencia ni de aportar pruebas de descargo 107.
106
Cfr. Caso Zegarra Marín vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra,
párr. 147, y Caso Rodríguez Revolorio y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 14 de octubre de 2019. Serie C No. 387, párr. 120.
107
Cfr. Caso Zegarra Marín vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra,
párr. 140.
32
120. La Corte constató que la sentencia del presente caso carece de una debida
motivación, de un análisis de los hechos y del derecho, así como de la apreciación de
la prueba que permitió al juzgador establecer la responsabilidad penal del acusado y
la decisión final condenatoria. Del fallo no se desprenden las razones por las cuales el
juzgador consideró que los hechos atribuidos al señor Grijalva Bueno se subsumían en
las normas penales aplicadas. Es decir, no se desprende motivación alguna respecto a
las consideraciones jurídicas sobre la tipicidad, su relación con las pruebas y su
apreciación108.
122. Por otra parte la Comisión alegó que “existen diversas irregularidades [en el
informe de la comisión de la Inspectoría General de la Armada], incluyendo la
aplicación de actos de tortura y coacción en contra de diversas personas que
declararon en contra del señor Grijalva[, lo cual] tampoco fue analizado por el
juzgador. A pesar de ello […] también se otorgó plena validez a dichas declaraciones
no se adoptó ninguna medida a la luz de los estándares relativos a la regla de
exclusión”. Asimismo, recalcó que “la sentencia condenatoria se basó exclusivamente
en el [citado informe], el cual fue recogido por el fiscal de caso, a pesar de que, […]
uno de sus redactores señaló que los hechos no fueron acreditados”. Lo anterior fue
contradicho por el Estado, quien en específico señaló que la sentencia condenatoria no
se basó exclusivamente en el informe de la comisión de la Inspectoría General de la
Armada.
108
Cfr. Caso Norín Catrimán y otros Vs. Chile (Dirigentes, Miembros y Activista del Pueblo Indígena
Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014, párr. 278, y Caso
Zegarra Marín vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 153.
109
Cfr. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220, párr. 167, y Caso Montesinos Mejía Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 198.
33
obtenida mediante coacción, garantiza de manera adecuada el derecho a un juicio
justo110.
126. Según el informe de la CEV “Sin verdad no hay justicia”, en agosto de 1991,
dos sargentos informaron al señor Grijalva de la eventual responsabilidad del Capitán
FM y otros miembros de la Fuerza Naval en las detenciones ilegales y arbitrarias,
torturas y asesinatos de tres personas. La CEV indicó que, en diciembre de 1991, el
señor Grijalva denunció estos hechos a su superior inmediato, Vicealmirante TL113,
hechos que devinieron en una persecución en contra del señor Grijalva, declarándose
el revelo del señor Grijalva en octubre de 1992 (supra párr. 51), en donde también
fueron relevados una serie de tripulantes, como secuencia de denuncias por
supuestas irregularidades cometidas por parte del grupo de marinos comandados por
el señor Grijalva Bueno. La CEV indica que ninguna de estas acusaciones fue probada
y más bien fueron negadas por los supuestos denunciantes.
127. Además, la CEV afirmó que entre el 7 y 16 de octubre de 1992 los marinos
debieron comparecer al Servicio de Inteligencia Naval en Quito, donde fueron
interrogados y torturados por los oficiales FM y DS, y los agentes EG, MG, LP, SA, JS,
AN y EP. Los primeros en llegar al SERINT fueron JA, FA y HM, quienes fueron
trasladados hasta el Agrupamiento Escuela de Inteligencia Militar (AEIM), en las
cercanías de Quito, donde se les sometió a interrogatorio bajo tortura durante los tres
días que permanecieron en ese lugar114.
110
Cfr. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 167.
111
Cfr. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 165, y Caso Montesinos Mejía Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 196.
112
Cfr. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 166, y Caso Montesinos Mejía Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 197.
113
Cfr. Informe de la Comisión de la Verdad, “Sin Verdad no hay Justicia”, Tomo IV: Relatos de casos
(expediente de prueba, folio 3559).
114
Además, se transcriben las declaraciones de otros marinos DS, FCh, JS, LV, JCh, quienes acudieron
a rendir declaración y en las que indican que también fueron objeto de dicho trato. Cfr. Informe de la
Comisión de la Verdad, “Sin Verdad no hay Justicia”, Tomo IV: Relatos de casos (expediente de prueba,
folios 3560 a 3562).
34
contra del señor Grijalva Bueno no implican de forma alguna un reconocimiento de
responsabilidad internacional del Estado sobre esos hechos.
130. Ahora bien, en el presente caso está demostrado que en julio de 1992 el
SERINT inició una investigación en contra del señor Grijalva y otros miembros de la
Fuerza Naval del Ecuador y emitió un informe de carácter reservado, en el cual
concluyó que dichas personas habrían cometido diversos actos ilícitos en sus
funciones. En el SERINT el superior jerárquico era el Capitán FM, quien había sido
denunciado por el señor Grijalva. La Inspectoría General de la Armada creó una
comisión a efectos de investigar estos hechos, en la cual también concluyó que el
señor Grijalva y otros marinos presuntamente participaron en dichos hechos ilícitos.
Con base en los mencionados informes y asumiendo como propios sus contenidos, el
Consejo de Oficiales Superiores destituyó al señor Grijalva, decisión que quedó en
firme el 18 de mayo de 1993. Posteriormente, el 15 de junio de 1994, se dictó el auto
cabeza del proceso, que inició el proceso penal militar contra el señor Grijalva y otro
sindicado.
131. Del informe final de la CEV se desprende que el Capitán FM amenazó y utilizó
medidas coercitivas en contra de diversos agentes públicos y otras personas a efectos
de que declararan en contra del señor Grijalva.
132. En este sentido, una de las personas que declaró en contra del señor Grijalva,
el señor FCh, posteriormente, en una declaración voluntaria, presentada en el
Juzgado de Derecho de la Primera Zona Militar, manifestó que compareció ante el
Servicio de Inteligencia Naval en Quito, donde fue “sometido a severas
investigaciones” y fueron “utiliza[dos] medios de grave intimidación, de irreversible
presión psicológica” para obligarlo a suscribir un escrito previamente elaborado, en
contra del señor Grijalva Bueno. Afirmó que le fue indicado de forma amenazante que
“si quería que es[e] escrito [fuera] realizado con sangre o sin sangre” y,
posteriormente, apagaron las luces del lugar en donde se encontraba y comenzaron a
golpear las paredes, la puerta de la entrada y el escritorio para luego advertirle “que
de ahí no iba a salir hasta [no] redact[ar] el escrito”. A los pocos días, fue llevado
hasta el SERINT en Quito, donde permaneció por un plazo aproximado de dos
semanas, donde volvió a ser sometido a “presiones psicológicas indirectas ya que no
se [le] tomaba en cuenta para nada y […] todos los días era interrogado por el
Capitán [FM] y el [Teniente DS], los cuales hacían referencia permanentemente [al]
115
Cfr. Caso Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio
de 2007. Serie C No. 166, párr. 128, y Caso Vásquez Durand Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de febrero de 2015. Serie C No. 332, párr. 114.
116
Cfr. Caso Ríos y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 194, párr. 101, y Caso Vásquez Durand Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo Reparaciones y Costas, supra, párr. 114.
35
escrito que [le] hicieron redactar” y le indicaban que “debía prepararse para cuando lo
llamaran a declarar a Guayaquil y que en dicha declaración debía mantenerse firme
respecto al escrito y tranquilo”117. Por último, el señor FCh en su declaración
voluntaria presentada al Juez de Derecho de la Primera Zona Naval manifestó que, se
“retractaba de lo dicho en [su] escrito inicial forjado por los antes nombrados
miembros de inteligencia Naval por reconocer que declar[ó] bajo severas medidas
coercitivas e irresistibles presiones psicológicas de algunos elementos negativos de
[su] superioridad”118.
133. Además, el señor JL rindió una declaración ante el Juez Penal de la Primera
Zona Naval, en la cual manifestó que el Inspector General de la Armada le ordenó
integrar una comisión compuesta por él como jefe del Departamento de Auditoría
Operativa de la Inspectoría General de la Armada y por dos jefes, uno del Segundo y
otro del Tercer Departamento de COOPNA. La comisión “debía cumplir una disposición
dada por el señor Comandante General de Marina, en el sentido de viajar a Puerto
Bolívar para verificar los hechos narrados en un informe presentado por SERINT”.
Adujo que lo que consta en el informe de la comisión, “fue producto de las entrevistas
realizadas a los tripulantes y al personal civil y al Teniente [T]como oficial”. Además,
en su declaración indicó que “al elaborar el informe con sus conclusiones y
recomendaciones, lo hici[eron] […] señalando que en cuanto al cometimiento de
ilícitos, lo que señal[aban] eran presunciones y justamente [se] preocupa[ron] porque
qued[ara] así escrito[;] [su] tarea era clara, verificar si efectivamente habían
denuncias de irregularidades [y] verifica[ron] esas denuncias en las personas que
entrevista[ron]”, es decir, “verific[aron] que se trataban de hechos reales […] que
exist[ían] PRESUNCIONES DE RESPONSABILIDAD” (mayúsculas del original). Agregó
que lo que escribieron en el informe “no es una prueba de que, efectivamente, así se
hizo, eso corresponde a nivel de juzgado, o nivel de ejercicio de justicia”. Por último,
dijo que el Informe de la Inspectoría se hizo el 30 de octubre de 1992, aunque
también declaró que la Inspectoría de la comisión investigadora hizo dos informes. El
primero, “relacionado al Capitán Grijalva, el cual se fue a Quito, lo que resolvieron
posterior a ese informe fue de decisión y responsabilidad exclusiva del Consejo que
vio [el] caso”. El segundo informe, “fue relacionado con los tripulantes en el cual se
solicita a la Primera Zona Naval que inicie los trámites correspondientes en vista, de
que hay presunción de delito, asunto que ya no correspondía a la Inspectoría”. Por
otro lado, señaló que entrevistó a uno de los tripulantes, al señor FCh.
117
Cfr. Declaración voluntaria FCh presentada al Juez de Derecho de la Primera Zona Naval, 2 de
noviembre de 1998 (expediente de prueba, folios 51 a 52).
118
Cfr. Declaración voluntaria de FCh presentada al Juez de Derecho de la Primera Zona Naval, supra.
36
de su entrevista, adujo que fue sometido a severas presiones para firmar un
documento previamente confeccionado en contra del señor Grijalva, y
d) que las presiones y apremios denunciados por el señor FCh nunca
fueron investigados como tampoco las torturas a las que habrían sido
sometidos los marinos que declararon contra el señor Grijalva, a las que se
hace alusión en el informe de la CEV.
135. Aunado a lo anterior, esta Corte hace notar que, en su declaración indagatoria
rendida el 5 de julio de 1995 ante el Juez Penal Militar de la Primera Zona Naval, el
señor Grijalva Bueno manifestó que “ha[ce] entrega para que sea agregada al
proceso y como testimonio de las declaraciones rendidas por el Cabo [FCh], Sgto.
[FB] y Sgto. [HM], en la que se indica como el Servicio de Inteligencia condujo,
presionó y torturó a los mencionados tripulantes para que hablarán en contra [su]
persona, tal como entreg[ó un] cassete para que sea parte del proceso”. Igualmente,
en su declaración rendida el 19 de octubre de 1998 ante el Juez Penal Militar de la
Primera Zona Naval, el señor Grijalva expresó que “[e]n los videos entregados como
prueba en [el] proceso, constan la declaración del ex agente del servicio de
inteligencia [FCh] , en la que indica que le ordenaron forjar documentación en contra
del capitán Vicente Grijalva y del grupo de tripulantes que fueron sancionados, por los
informes obligados a hacer él y que fueron la base para los informes de INSGAR”. Lo
anterior fue reiterado en su declaración rendida ante este Tribunal, en la cual
manifestó que “[a] partir de octubre de 1992 también comenzaron las torturas a los
sargentos entre los que estaban HM y los sargentos del Servicio de Inteligencia: [FB],
[FA], [FCh]”. De lo anterior, la Corte desprende que el juzgador tomó conocimiento de
las irregularidades cometidas al momento de la recepción de las declaraciones de
algunos tripulantes, contenidas en los informes.
137. En consecuencia, al haberse apreciado prueba que habría sido obtenida bajo
coacción y tortura en la sentencia condenatoria de 13 de marzo de 2000, se hace
evidente que la condena tiene como fundamento una prueba ilícita obtenida de
manera irregular, la cual no puede ser admitida como medio de prueba 119.
119
En ese sentido, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reiterado que “no tiene como misión
pronunciarse en principio sobre la admisión de determinados medios de prueba -por ejemplo las pruebas
obtenidas de forma ilegal con relación al derecho interno. Debe examinar si el proceso, incluida la forma de
obtención de las pruebas, fue equitativo en su conjunto […] Para determinar si el proceso ha sido equitativo
en su conjunto, es preciso también investigar si los derechos de la defensa han sido respetado[s]. Procede
preguntarse en particular, si el demandante ha gozado de la posibilidad de rebatir la veracidad de las
pruebas y de oponerse a su utilización. Es preciso también tener en cuenta la calidad de las pruebas y en
especial verificar, si las circunstancias en las que han sido obtenidas, arrojan alguna duda sobre su
credibilidad o exactitud. Si bien no se plantea necesariamente un problema de equidad cuando la prueba
37
138. En este sentido el artículo 10 de la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura (CIPST) señala que “[n]inguna declaración que se compruebe
haber sido obtenida mediante tortura podrá ser admitida como medio de prueba en
un proceso, salvo en el que se siga contra la persona o personas acusadas de haberla
obtenido mediante actos de tortura y únicamente como prueba de que por ese medio
el acusado obtuvo tal declaración”.
obtenida no se ve corroborada por otros medios, es preciso señalar que cuando es muy sólida y no da lugar
a ninguna duda, disminuye la necesidad de otros elementos de apoyo”. Cfr. TEDH, Caso Gäfgen Vs.
Alemania. No. 22978/05. Sentencia de 1 de junio de 2010, párr. 163 y 164; Caso Khan Vs. Reino Unido.
No. 35394/97. Sentencia de 12 de mayo de 2000, párr. 34 y 35, y Caso Allan Vs. Reino Unido. No.
48539/99. Sentencia de 5 de noviembre de 2002, párr. 42 y 43.
120
Cfr. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs. Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de junio de 2002. Serie C No. 94, párr. 145, y Caso Guzmán Albarracín y otras Vs.
Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2020. Serie C No. 405, párr. 180.
121
Cfr. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35,
párr. 71, y Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 181.
122
Cfr. Caso de las comunidades afrodescendientes desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica
(Operación Génesis) Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
20 de noviembre de 2013. Serie C No. 270, párr. 403, y Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador.
Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 181.
123
Cfr. Caso Genie Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de
1997. Serie C No. 30, párr. 77, y Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 181.
38
“que la interposición de recursos constituye un factor objetivo, que no debe ser
atribuido ni a la presunta víctima ni al Estado demandado, sino que debe ser tomado
como un elemento objetivo al determinar si la duración del procedimiento excedió el
plazo razonable”124.
144. Sobre la complejidad del caso, debe señalarse que este no ofrecía elementos
de complejidad, pues se trataba de dos sindicados, identificados y localizados. En lo
referente a la actividad procesal de las personas interesadas, la Corte nota que no
hay evidencia de que el señor Grijalva o sus representantes hubieran realizado
acciones que dificultaran el avance del proceso penal militar.
124
Cfr. Caso Memoli Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie C No. 265, párr. 174, y Caso Montesinos Mejía Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 184.
125
Cfr. Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 138, y Caso Luna López Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 10 de octubre de 2013. Serie C No. 269, párr. 195.
39
B. Conclusión
VIII.2
DERECHO A LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO Y DE EXPRESIÓN126
149. La Comisión consideró que las declaraciones realizadas por el señor Grijalva a
su institución y ante los medios de comunicación corresponden a una de las
actividades que pueden ser emprendidas por defensores y defensoras de derechos
humanos. La Comisión señaló que la destitución del señor Grijalva y el proceso penal
militar iniciado en su contra “constituyeron actos de represalia”, pues ambos se
iniciaron luego de que el señor Grijalva realizara denuncias en contra de la
participación de militares en graves violaciones de derechos humanos. Además, la
Comisión indicó que la duración de más de siete años del proceso penal no fue
razonable, lo cual tiene particular relevancia a la condición de un defensor o defensora
de derechos humanos, debido a la afectación que el curso del tiempo produce en la
situación jurídica del mismo. La Comisión concluyó que las declaraciones realizadas
por el señor Grijalva corresponden al tipo de actividades que pueden ser efectuadas
por defensores y defensoras de derechos humanos al margen de su condición de
miembro de la Fuerza Naval. En consecuencia, la Comisión consideró que las
declaraciones efectuadas por el señor Grijalva están protegidas por el artículo 13.1 de
la Convención Americana y el Ecuador vulneró dicho artículo.
126
Artículo 13 de la Convención Americana.
40
150. El Estado adujo que el proceso penal contra el señor Grijalva Bueno se inició
formalmente más de un año después de producirse su destitución de las filas
militares, y por encontrarse fundamentos fácticos y jurídicos de su participación en
una infracción penal establecida en el Código Penal Militar mientras cumplía sus
funciones en la Capitanía de Puerto Bolívar. Tales elementos surgieron de
declaraciones testimoniales e indicios documentales que hacían presumir la existencia
de un delito militar y la consecuente responsabilidad penal en los hechos.
151. El Estado insistió en que de ninguna forma el proceso penal militar fue un acto
de represalia en contra del señor Grijalva Bueno. Sostuvo que en el presente caso no
existió la invención de cargos penales, tampoco sanciones desproporcionadas, no
existió ningún arresto o detención arbitraria, sino que se siguió el debido proceso
establecido en el ordenamiento jurídico nacional, por lo que cualquier acto de
represalia que se pretenda hacer aparecer obedece únicamente a criterios subjetivos,
sin sustento real y por ende debe quedar descartado. Recalcó que el inicio, la
sustanciación del proceso y la posterior condena, ratificada en doble instancia, no
puede ser considerados de modo alguno como hechos que constituyan vulneración del
derecho a la libertad de expresión. Por consiguiente, solicitó a la Corte declarar que el
Estado no violó el derecho consagrado en el artículo 13.1 de la Convención
Americana, en perjuicio del señor Grijalva Bueno.
B. Consideraciones de la Corte
153. Del acervo probatorio se estableció que el señor Grijalva Bueno era miembro
de la Fuerza Naval del Ecuador, con el cargo de Capitán de Corbeta perteneciente a la
Dirección General de la Marina Mercante, y que en febrero de 1992 el señor Grijalva
fue designado Capitán de Puerto de Puerto Bolívar. En ejercicio de sus funciones tuvo
127
Cfr. Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 53, y Caso Urrutia
Laubreaux Vs. Chile. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 76.
128
Cfr. Caso "La Última Tentación de Cristo" (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, párr. 67, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 80.
129
Cfr. Caso Ríos y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,
supra, párr. 105, y Caso Carvajal Carvajal y otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 13 de marzo de 2018. Serie C No. 352, párr. 174.
130
Cfr. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr. 120, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile, supra,
párr. 81.
131
Cfr. Caso Tristán Donoso Vs. Panamá. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie C No. 193, párr. 114, y Caso Urrutia Laubreaux Vs. Chile.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 82.
41
conocimiento de detenciones ilegales, arbitrarias, torturas y asesinatos de tres
personas por parte de miembros de la marina, por lo que denunció la comisión de
dichas violaciones de derechos humanos a su superior jerárquico de la institución en
diciembre de 1991 (supra pie de página 22). Posteriormente, por resolución del
Consejo de Oficiales Superiores de la Fuerza Naval estuvo en su cargo hasta el 27 de
octubre de 1992, y puesto oficialmente en disponibilidad el 17 de noviembre de 1992.
Finalmente, el 18 de mayo de 1993 por medio del Decreto Ejecutivo No. 772 se le dio
de baja permanente (supra párrs. 51 y 52).
155. En el año 1994, el señor Grijalva Bueno expuso públicamente en los medios de
comunicación las denuncias que había efectuado anteriormente en el interior de la
institución (supra pie de página 23). Dicha información contribuyó al esclarecimiento
de las mencionadas muertes. Por otra parte, el informe de la Comisión de la Verdad
señaló que el señor Grijalva fue objeto de diversos actos de hostigamiento132.
132
El 15 de diciembre de 1994 la Comisión otorgó medidas cautelares a su favor y de otros 4 ex
miembros de las Fuerzas Armadas, debido a información recibida por la Comisión respecto a amenazas
contra sus vidas y acoso contra familiares a raíz de declaraciones sobre los hechos y responsables de la
desaparición, tortura y muerte de Consuelo Benavides. La Comisión manifestó que, en ese caso, dos
testigos fallecieron y otro desapareció (expediente de prueba, folios 572 a 573).
42
c) en los informes utilizados para la destitución del señor Grijalva estuvo
involucrado un agente militar denunciado meses atrás por la presunta víctima
por haber cometido graves violaciones de derechos humanos, así como de la
participación de otras autoridades que habían sido denunciadas por él, que
formaron parte del Consejo de Oficiales Superiores que dispusieron su
destitución, ya que tenían un interés directo en el resultado de la investigación
por estar involucrados en la controversia, como el Estado lo reconoció;
d) el TGC ordenó la reincorporación del señor Grijalva y que se le restituyera
en sus derechos, respecto de lo cual el Ministerio de Defensa mostró su
inconformidad con lo resuelto, al indicar que el Concejo Supremo de las
Fuerzas Armadas no cometió actos inconstitucionales e ilegales y solicitó la
suspensión de la resolución del TGC hasta que emitiera un pronunciamiento
definitivo en la justicia militar. Dicha solicitud fue rechazada, y aseveró el TGC
que “aceptar que un enjuiciamiento penal pueda suspender el cumplimiento de
una decisión del Tribunal sería violentar el principio de constitucionalidad de la
presunción de inocencia”;
e) con base en los informes usados en el proceso administrativo de
destitución, se dictó el auto cabeza del proceso en junio de 1994 contra el
señor Grijalva y otro sindicado, siete meses después de que el Comandante
General de la Marina ordenara el 19 de noviembre de 1993 iniciar un proceso
penal militar en su contra y otras diez personas, y
f) en el año 1994, el señor Grijalva expuso públicamente en los medios de
comunicación las denuncias sobre graves violaciones de derechos humanos
cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas.
158. La Corte advierte que temporalmente coinciden las denuncias efectuadas por el
señor Grijalva y las distintas actuaciones realizadas por el Estado en el proceso
administrativo de destitución y en el proceso penal militar. Ambos procesos se
iniciaron poco tiempo después de que la presunta víctima realizara denuncias sobre la
participación de militares en graves violaciones de derechos humanos. Así se abrió un
proceso administrativo arbitrario e inconvencional que, como fue reconocido por el
Estado, resultó en la destitución del señor Grijalva, y con base en los mismos
argumentos se instauró el proceso penal militar, en el cual también se vulneraron las
garantías judiciales, el cual culminó con una sentencia condenatoria en contra de la
presunta víctima. Los procesos estuvieron viciados por distintas irregularidades
violatorias de las garantías procesales del señor Grijalva, entre ellas los informes que
fueron utilizados en los que se incluyeron testimonios de oficiales que habrían sido
coaccionados o torturados para que declararan contra el señor Grijalva, lo cual
demuestra que existía un ánimo de retaliación en contra de la presunta víctima y el
propósito de silenciarlo por las denuncias de graves violaciones de derechos humanos
que había hecho contra integrantes de la institución a la cual pertenecía para de esta
forma resguardar la institucionalidad militar. La respuesta corporativa de la institución
militar consistió en la exclusión del señor Grijalva de la misma.
159. Asimismo, la Corte estima que, por la naturaleza de las graves violaciones de
derechos humanos que denunció el señor Grijalva Bueno en su desempeño en el
cargo naval y como funcionario público, estaba ejerciendo su libertad de expresión.
En consecuencia, este Tribunal considera que los hechos ilícitos cometidos por
autoridades militares denunciados por el señor Grijalva tanto en el ámbito
institucional como públicamente, así como que las violaciones a las garantías
judiciales del proceso de destitución se trasladaron al proceso penal militar, pudieron
haber generado un efecto intimidador o inhibidor en el libre y pleno ejercicio de su
libertad de expresión. A la vez pudieron tener un efecto intimidador respecto de las
43
denuncias de violaciones de derechos humanos realizadas por integrantes de las
fuerzas armadas, lo que a su vez habría afectado la dimensión social del derecho a la
libertad de expresión. En consecuencia, la Corte estima que el Estado violó en
perjuicio del señor Grijalva Bueno el artículo 13.1 de la Convención Americana.
161. El Estado debe garantizar las condiciones fácticas para que los funcionarios
públicos realicen las denuncias libremente sin que sean víctimas de amenazas u otros
tipos de hostigamiento. Por lo tanto, como lo ha señalado la Corte respecto a los
defensores de derechos humanos, mutatis mutandis, las represalias producen un
efecto social de intimidación y temor, teniendo como resultado el amedrentamiento,
pues silencian e inhiben la labor de éstas personas 133. En este sentido es fundamental
que el Estado no use indebidamente los procesos sancionatorios ni los penales, o
militares como el presente caso, para someter a juicios infundados a los funcionarios
públicos y debe garantizarles la vigencia de las garantías judiciales. Por lo tanto, el
Estado en el presente caso debió brindar la protección debida para que el señor
Grijalva realizara las denuncias de violaciones de derechos humanos a las que tuvo
conocimiento libremente sin represalia alguna.
IX
REPARACIONES
133
Cfr. Caso Escaleras Mejía y Otros Vs. Honduras. Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C
No. 361, párrs. 69 a 70.
134
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de julio de
1989. Serie C No. 7, párr. 25, y Caso Guachalá Chimbó y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 423, párr. 222.
44
Además, este Tribunal ha establecido que las reparaciones deben tener un nexo
causal con los hechos del caso, las violaciones declaradas, los daños acreditados, así
como las medidas solicitadas para reparar los daños respectivos. Por tanto, la Corte
deberá analizar dicha concurrencia para pronunciarse debidamente y conforme a
derecho135.
165. La Corte ha establecido que las reparaciones deben tener un nexo causal con
los hechos del caso, las violaciones declaradas, los daños acreditados, así como las
medidas solicitadas para reparar los daños respectivos. Por lo tanto, la Corte deberá
observar dicha concurrencia para pronunciarse debidamente y conforme a derecho138.
A. Parte Lesionada
167. Este Tribunal considera parte lesionada, en los términos del artículo 63.1 de la
Convención, a quienes han sido declaradas víctimas de la violación de algún derecho
reconocido en la misma. En este caso, la Corte considera como “parte lesionada” al
señor Vicente Aníbal Grijalva Bueno, quién en su carácter de víctima de las violaciones
declaradas en el capítulo VIII será beneficiaria de las reparaciones que la Corte
ordene.
135
Cfr. Caso Ticona Estrada y otros Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 191, párr. 110, y Guachalá Chimbó y otros Vs. Ecuador. Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 222.
136
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Reparaciones y Costas, supra, párr. 24, y Caso Vicky
Hernández y otras Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 145.
137
Cfr. Caso de la Masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211, párr. 226, y Caso Vicky
Hernández Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 145.
138
Cfr. Caso Ticona Estrada Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 110, y Caso
Martínez Esquivia Vs. Colombia. Excepciones preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 6 de octubre
de 2020. Serie C No. 412, párr. 149.
139
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Reparaciones y Costas, supra, párrs. 25 a 27, y Caso
Martínez Esquivia Vs. Colombia. Excepciones preliminares, Fondo y Reparaciones, supra, párr. 150.
140
Al respecto, este Tribunal hace notar que, si bien en sus alegatos finales escritos el representante
del señor Grijalva Bueno presentó una serie de alegaciones relativas a las reparaciones, estas peticiones no
son admitidas, ya que el momento procesal oportuno correspondía al escrito de solicitudes, argumentos y
pruebas que fue presentado de forma extemporánea (supra, párr. 7).
45
B. Medidas de restitución
1. Aceptar la queja presentada por [los actores]; declarar inconstitucionales los actos
que determinaron su disponibilidad y baja y observar al Presidente de la República, al
Consejo de Personal de Tripulación, al Consejo de Oficiales Superiores de la Marina, al
Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y al Comandante General de la Marina”.
2. Concederles el término de treinta días para que los reintegren a las Fuerzas Armadas
y les restituyan todos los derechos, salvo aquellos que ya habían sido reintegrados y
restituidos142.
46
apuntar la reparación del daño ocasionado. No obstante, esta Corte también ha
reconocido que existen circunstancias objetivas por las cuales esto podría no ser
posible143.
173. Debido al transcurso del tiempo, más de 28 años desde la baja de la Fuerza
Naval del señor Grijalva Bueno, en el presente caso la Corte no ordenará una medida
de restitución para su reincorporación al servicio activo, pero será tomado en cuenta
al momento de determinar la indemnización compensatoria por daño material.
C. Medidas de satisfacción
174. La Comisión en este punto, si bien solicitó que para reparar adecuadamente
las violaciones de derechos humanos se incluyan medidas de satisfacción, no
mencionó medidas específicas.
176. Al respecto, esta Corte toma nota y valora las medidas de reparación
realizadas por el Estado, en el marco de acuerdos alcanzados con otros militares, en
donde se incluyó al señor Grijalva Bueno. Sin perjuicio de lo anterior, este Tribunal
considera pertinente, como consecuencia de las violaciones declaradas en la presente
Sentencia ordenar las medidas que a continuación se detallan.
177. La Corte dispone, como lo ha hecho en otros casos 144, que el Estado publique,
en el plazo de seis meses, contado a partir de la notificación de la presente Sentencia,
en un tamaño de letra legible y adecuado: a) el resumen oficial de la presente
Sentencia elaborado por la Corte, por una sola vez, en el Diario Oficial; b) el resumen
oficial de la presente Sentencia elaborado por la Corte, por una sola vez, en un diario
de amplia circulación nacional, y c) la presente Sentencia en su integridad, disponible
por un período de un año, en el sitio web oficial del Ministerio de Defensa Nacional. El
Estado deberá informar de forma inmediata a este Tribunal una vez que proceda a
realizar cada una de las publicaciones dispuestas, independientemente del plazo de un
año para presentar su primer informe dispuesto en el punto resolutivo 10 de la
presente Sentencia.
178. La Corte considera que dichas medidas de satisfacción son suficientes para
reparar este aspecto en el presente caso.
143
Cfr. Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315, párr. 221.
144
Cfr. Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Reparaciones y Costas, supra, párr. 79, y Caso Guachalá
Chimbó y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 236.
47
D. Otras medidas
E. Indemnizaciones compensatorias
145
Cfr. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de febrero de
2002. Serie C No. 91, párr. 43, y Caso Guachalá Chimbó y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas, supra, párr. 257.
48
por parte del Estado tienen como consecuencia el despido y la consiguiente pérdida
del puesto de empleo de la víctima, en el marco de daño material se debe reconocer
los salarios y prestaciones sociales dejados de percibir por la víctima desde el
momento de su remoción arbitraria hasta la fecha de emisión de la Sentencia,
incluyendo los intereses pertinentes y otros conceptos anexos 146.
186. Este Tribunal considera que el señor Vicente Aníbal Grijalva Bueno no ha sido
reincorporado al servicio activo, en razón de lo cual el monto que se fije de la
compensación por daño material, comprenderá también una compensación al
respecto. En el marco de las circunstancias del presente caso, en donde no ha sido
ejecutada la resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales que dispuso la
reincorporación del señor Grijalva Bueno a las Fuerzas Armadas, y la restitución de
sus derechos, luego de haber sido destituido de forma arbitraria, como el mismo
Estado reconoció, la Corte dispone que el Estado deberá pagar al señor Grijalva
Bueno la cantidad de USD$350.000 (trescientos cincuenta mil dólares de los Estados
Unidos de América) por concepto de daño material.
187. La Comisión, como se indicó (supra párr. 182), solicitó la reparación del daño
inmaterial.
188. El Estado indicó que la Corte no puede ordenar un monto mayor al ordenado
en el caso Flor Freire Vs. Ecuador, cuyos hechos se asimilan al caso actual. En dicha
ocasión, la Corte impuso una cantidad de USD$10.000,00 (diez mil dólares de los
Estados Unidos de América).
191. Por otra parte, dado que no es posible asignar al daño inmaterial un
equivalente monetario preciso, sólo puede ser objeto de compensación, para los fines
de la reparación integral a la víctima, mediante el pago de una cantidad de dinero o la
entrega de bienes o servicios apreciables en dinero, que el Tribunal determine en
aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos de equidad 148.
146
Cfr. Caso Chocrón Chocrón Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
supra, párr. 184, y Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
supra, párr. 251.
147
Cfr. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala. Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2001. Serie C No. 77, párr. 84, y Caso Guachalá Chimbo Vs. Ecuador.
Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 261.
148
Cfr. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala. Reparaciones y
Costas, supra, párr. 84, y Caso Fernández Prieto y Tumbeiro Vs. Argentina. Fondo y Reparaciones.
Sentencia de 1 de septiembre de 2020. Serie C No. 411, párr. 137.
49
192. Por ello, considerando las circunstancias del presente caso en tanto que el
señor Grijalva Bueno fue objeto de un proceso de destitución arbitraria y de un
proceso penal militar contrarios a las garantías judiciales, así como de otras
violaciones declaradas (supra párrs. 147, 148 y 162), este Tribunal pasa a fijar en
equidad la indemnización por daño inmaterial a favor de la víctima. En función de ello,
la Corte ordena, en equidad, el pago de la suma de USD$75.000,00 (setenta y cinco
mil dólares de los Estados Unidos de América) por concepto de daño inmaterial a
favor del señor Grijalva Bueno.
F. Costas y Gastos
197. En caso de que el beneficiario haya fallecido o fallezca antes de que les sea
entregada la cantidad respectiva, esta se entregará directamente a sus
derechohabientes, conforme al derecho interno aplicable.
198. El Estado deberá cumplir con las obligaciones monetarias mediante el pago en
dólares de los Estados Unidos de América.
149
Cfr. Artículo 40.d) del Reglamento de la Corte. Véase también, Caso Garrido y Baigorria Vs.
Argentina. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de agosto de 1998. Serie C No. 39, párrs. 79 y 82, y
Caso Valle Ambrosio y otro Vs. Argentina. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 20 de julio de 2020. Serie C
No. 408, párr. 81.
150
Cfr. Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214, párr. 331, y Guachalá Chimbo Vs. Ecuador. Fondo,
Reparaciones y Costas, supra, párr. 271.
50
certificado de depósito en una institución financiera ecuatoriana solvente, en dólares
de los Estados Unidos de América, y en las condiciones financieras más favorables
que permitan la legislación y la práctica bancaria. Si no se reclama la indemnización
correspondiente una vez transcurridos diez años, las cantidades serán devueltas al
Estado con los intereses devengados.
201. En caso de que el Estado incurriera en mora deberá pagar un interés sobre la
cantidad adeudada, correspondiente al interés bancario moratorio en Ecuador.
X
PUNTOS RESOLUTIVOS
LA CORTE
DECIDE,
Por unanimidad:
DECLARA,
51
5. El Estado es responsable por la violación del derecho a la libertad de pensamiento y
de expresión reconocido en el artículo 13.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación las obligaciones previstas en el artículo 1.1 de la misma
Convención, en perjuicio de Vicente Aníbal Grijalva Bueno, en los términos de los
párrafos 153 a 162 de la presente Sentencia.
Y DISPONE:
9. El Estado pagará las cantidades fijadas en los párrafos 186 y 192 de la presente
Sentencia por concepto de indemnización de los daños material e inmaterial, en los
términos de los párrafos 185, 186 y 190 a 192 del presente Fallo.
10. El Estado, dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de esta
Sentencia, rendirá al Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con
la misma, sin perjuicio de lo establecido en el párrafo 177 de la presente Sentencia.
52
Corte IDH. Caso Grijalva Bueno Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de junio de 2021.
Comuníquese y ejecútese,