DERECHO-La Justicia Como Drecho Hmano

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LA JUSTICIA COMO DERECHO HUMANO

Esta es encargada de realizar estudios, investigaciones y propuestas que favorezcan el


compromiso de las organizaciones de la sociedad civil con la promoción, protección y
defensa de los derechos humanos y la dignidad del ser humano, en el marco de una política
pública socialmente concertada y apegada a nuestras leyes venezolanas Para el fiel
cumplimiento de los derechos y deberes de los ciudadanos y ciudadanas dentro de una
sociedad.
Los derechos humanos son atribuciones, facultades de las personas por su condición de tal,
posibilidades reconocidas y que la afirman como sujeto frente al Estado.
El Estado no sólo está obligado a garantizar que el acceso a la justicia lo puedan gozar por
igual hombres y mujeres, sino que debe velar porque las mujeres tengan igual acceso a
ejercer los más altos niveles de la judicatura y a no sufrir discriminación en el desempeño de
sus funciones

Breve referencia a la evolución de los derechos humanos en Venezuela con bases


legales:
En tal sentido, lo primero que hay que resaltar es que ha sido la postura jusnaturalista antes
expuesta, la asumida tradicionalmente por el legislador patrio. En efecto, ya en los albores de
nuestra independencia, en la Carta de 1811 se incorporan varias disposiciones claramente
expresivas del reconocimiento de derechos y garantías que son atributos inherentes a la
persona humana. Así, leemos en el artículo 151 de ese texto constitucional que la felicidad
común es el objeto de la sociedad y es para asegurar esa felicidad al hombre que han sido
instituidos los gobiernos, debiendo proteger "la mejora y perfección de sus facultades físicas
y morales", aumentar la "esfera de sus goces" y procurarle "el más justo y honesto ejercicio
de sus derechos". Y respecto a esos derechos los identifica en el artículo siguiente (152)
como "la libertad, la igualdad, la propiedad y la seguridad". Asimismo, numerosos
documentos recogen el pensamiento del Libertador ratificatorio de tales derechos. En el
Discurso pronunciado ante el Congreso de Angostura en 1819, Bolívar opina ante los
legisladores allí reunidos que "el principio fundamental de nuestro sistema depende
inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela", que está
sancionado por la pluralidad de los sabios "que los hombres nacen todos con derechos
iguales a los bienes de la sociedad". Al pronunciarse en esa misma ocasión por la estabilidad
de los jueces y la creación de Jurados pide Simón Bolívar al Congreso "la garantía de la
libertad civil, la más preciosa, la más justa, la más necesaria; en una palabra, la única
libertad, pues que sin ella las demás son nulas". Y al presentar el Proyecto de Constitución
de Bolivia en 1826, en la cual propone la elección de los jueces por el legislativo a
proposición del pueblo por considerar que si el Poder Judicial no emana de ese origen
(popular) es imposible que conserve toda su pureza la salvaguardia de los derechos
individuales, reitera que esos derechos son "la libertad, la igualdad, la seguridad, todas las
garantías de orden social". Más expresivo aún es su idea sobre esta materia cuando en carta
del 27 de agosto de 1820 dirigida al Comandante Don Francisco Doña, enfatiza que el
hombre "no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos
y se respeta el carácter sagrado de la humanidad"; "la nuestra - dice - es la madre de todos
los hombres libres y justos sin distinción de origen y condición".

Por otra parte, en la evolución constitucional venezolana encontramos signos inequívocos de


que nuestro país, Venezuela, mucho antes de que el tema de los derechos humanos fuese,
como sucede en la actualidad, de referencia obligatoria y de concreción legislativa, aun en
épocas difíciles e incluso bajo regímenes autoritarios, se dieran muestras de reconocimiento
de los derechos esenciales del ser humano. Así sucede, en lo tocante a los derechos a la
vida y a la libertad, con el Decreto de Abolición de la Pena de Muerte dictado por José Tadeo
Monagas en 1849 y cinco años más tarde, en 1854, en el gobierno de su hermano José
Gregorio Monagas, se promulgó la Ley de Abolición de la Esclavitud en todo nuestro
territorio.

Otra manifestación de lo antes dicho la encontramos en la Ley del 25 de mayo de 1850 sobre
"Disposiciones Generales del Código de Tribunales" que consagra un esbozo del instituto del
habeas corpus, al establecer que "cuando cualquier funcionario público estuviere formando
actuación criminal contra cualquier persona, o hubiese dictado decreto de prisión, el
interesado y cualquiera a su nombre, pueden ocurrir a la Corte Superior respectiva por vía de
amparo y protección, y ésta, mandando a suspender el procedimiento, pedirá la actuación, y
en su visita, si lo encuentra de justicia, podrá levantar la providencia opresiva" (Art. 10);
disponiéndose en el Código Orgánico de Tribunales del 25 de mayo de 1857, que de tales
asuntos conocería en segunda instancia la Corte Suprema de Justicia (Art. 2º, ordinal 12).

Igualmente, en el "Código Orgánico de la Corte Federal, Corte de Casación y demás


Tribunales Federales de la República", del 14 de mayo de 1902, atribuye competencia a la
Corte de Casación para "conocer por vía de amparo y protección, de las providencias de
detención que dicten los Presidentes de los Estados, el Gobernador del Distrito Federal y las
Cortes Supremas de aquellas y del Distrito Federal".

Tras estas importantes referencias históricas sobre la regulación constitucional y legislativa


de los derechos humanos en el pasado, entro a examinar cuál es el marco jurídico básico
que actualmente rige la materia.
Marco jurídico actual de los derechos humanos:

En este acápite debemos distinguir la normativa supranacional y los textos nacionales que
contemplan y regulan lo atinente a los derechos humanos. Así, tenemos:

A.- Derecho Supranacional

- Textos aplicables al continente americano en general


Los derechos humanos reconocidos nacen de instrumentos sin otra fuerza vinculante que no
sean los principios éticos que recogen de la evolución histórica de la sociedad humana, como
son la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General
de la Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 y la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, aprobada por la Novena Conferencia Internacional
Americana, también en 1948, que consagran los principios éticos que luego han sido
desarrollados tanto por las Naciones Unidas como por la Organización de Estados
Americanos a través de instrumentos de obligatorio cumplimiento por los Estados signatarios,
por ser Tratados, constituidos por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que
entró en vigor el 23 de marzo de 1976 (en Venezuela desde el 10 de mayo de 1978) y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, adoptada el 22 de noviembre de 1969 y
ratificada por Venezuela el 09 de agosto de 1977. 

Existen otros instrumentos normativos de protección de los derechos humanos, como


Declaraciones, Reglas Mínimas, Códigos de Conducta y Resoluciones, que son adoptadas
por organismos del sistema universal, (ONU, OEA) cuya obligatoriedad para los Estados
suscriptores es discutida, por no ser propiamente Tratados, ya que la mayor parte de las
legislaciones nacionales contemplan un mecanismo específico de aprobación de éstos.

De los Tratados, surgen procedimientos convencionales y no convencionales. Los primeros,


contemplan la creación de Comités específicos. Así, del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, el órgano convencional más importante es el Comité de Derechos
Humanos, ante el cual toda persona que alegue violación de derechos humanos puede
acudir, cumpliendo ciertos requisitos de admisibilidad. Otros Comités son: El Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (creado por la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer); el Comité contra la
Tortura (creado por la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos y degradantes); Comité de los Derechos del Niño (creado por la Convención
sobre los Derechos del Niño). La competencia de estos Comités depende del reconocimiento
expreso de los Estados.

- Textos suscritos por Venezuela incorporados al derecho positivo venezolano

Venezuela, al amparo de los Tratados suscritos (PIDCP y CADH) y de la Declaración


Universal de los Derechos Humanos y Convención Americana sobre Derechos Humanos, ha
firmado diversas Convenciones y Protocolos, ratificando su disposición a cumplirlas, entre las
que destacan:

Segundo Protocolo facultativo del PICDCP, relativo a la abolición de la pena de muerte, el


22-02-93; la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, el 12-07-60;
la Convención sobre derechos políticos de la mujer, el 31-05-83; la Convención
Interamericana sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, el
02-05-83; la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles y degradantes, el 29-
07-91; la Convención sobre los derechos del niño, el 13-09-90; la Convención Interamericana
para prevenir y sancionar la tortura, el 26-08-91; la Convención Interamericana sobre
desaparición forzada de personas, el 09-09-94, entre otras.

Las actividades de organismos no Convencionales, como la Comisión de Derechos


Humanos, dependiente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, no generan
responsabilidad jurídica y sus exámenes y recomendaciones sobre la situación de los
derechos humanos en determinados Estados, no pasan de ser sanciones políticas y éticas.

El sistema de protección de los derechos humanos recogido en normas supranacionales, a


nivel regional, está constituido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la
Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El sistema europeo de protección de los derechos humanos está conformado por la


Convención para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
(Roma, 1950) y la Carta Social Europea (Turín, 1961) y el mecanismo de defensa de los
derechos humanos lo constituye el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

B.- Derecho Nacional

- Constitución de 1961 (Título III Capítulo III: Derechos Individuales; Capítulo IV: Derechos
Sociales; Capítulo V: Derechos Económicos; Capítulo VI: Derechos Políticos)

El constituyente venezolano de 1961 advierte que los derechos y garantías consagrados en


los indicados Capítulos son sólo a título enunciativo, y por tanto, no debe entenderse como
negación de otros que aunque no figuren expresamente en la Constitución son inherentes a
la persona humana (Art. 50). En tal sentido declara que la ausencia de una Ley que
reglamente tales derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos.

En la disposición anterior (Art. 49) se consagra el amparo constitucional que constituye uno
de los institutos jurídicos más importantes de que se dispone sobre la materia. La redacción
de la fórmula empleada según la cual: "los Tribunales ampararán a todo habitante de la
República en el goce y ejercicio de los derechos y garantías que la Constitución establece,
en conformidad con la Ley", ocasionó, durante largo tiempo, muchas disquisiciones tanto a
nivel doctrinario como jurisprudencial acerca de su real operatividad, pues se sostenía,
desacertadamente en mi criterio, que mientras no fuese emitida la Ley a la que alude el
constituyente, tal disposición tenía simplemente carácter programático. Varias sentencias del
Supremo Tribunal y hasta un Acuerdo con carácter vinculante dictado en 1972 por la misma
Corte, reflejan ese criterio, como veremos más adelante. 

En todo caso, haciendo abstracción de la jurisprudencia favorable a la admisión y


procedencia del amparo emanada en los últimos años tanto de los tribunales de instancia
como del Supremo Tribunal, la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales que entró en vigencia 27 años más tarde (en 1988) solventó definitivamente
el problema, al legitimar (Art. 1º) a toda persona que habite en Venezuela, sea natural o
jurídica, para solicitar ante los tribunales ese amparo al goce y ejercicio de sus derechos y
garantías constitucionales, aun de aquellos derechos fundamentales de la persona humana
que no figuren expresamente en la Constitución; con lo cual, obviamente, se satisfacen los
postulados de los artículos 49 y 50 constitucionales antes aludidos. 

- Textos legislativos de menor rango también contemplan normas protectoras de los


derechos humanos. Tales son, a título enunciativo 

La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, que por mandato constitucional establece
y desarrolla los distintos mecanismos de control concentrado de la constitucionalidad. Y, por
otro lado el Código de Procedimiento Civil, en su artículo 20, consagra el control difuso de la
Constitución, al atribuir al juez la potestad de desaplicar normas que colidan con la
Constitución en un caso concreto. Otras leyes nacionales desarrollan un conjunto protector
de los diversos derechos y garantías, tales son: La Ley Orgánica del Trabajo, la Ley
Orgánica del Ambiente, Ley Tutelar del Menor, etc.

En este punto cabe acotar que también creo ya superada la controversia acerca de la
distinción entre "derechos" y "garantías" surgida en virtud de que la Constitución de 1961 no
contiene ningún Título relativo específicamente a las garantías, por lo cual, según algunos,
estas últimas, es decir, las garantías, son asimilables a los deberes. No obstante, la tesis
predominante, la cual acojo, es que, por una parte, se consagra el "derecho" o los "derechos"
que corresponden a las personas, y la garantía constituye la protección que se otorga para el
ejercicio de esos derechos, es decir, no es un derecho en sí, sino la forma de proteger
aquél. 

4.- Organos y mecanismos de protección

De la normativa anteriormente reseñada como de los preceptos contenidos en la Ley


Orgánica de la Corte Suprema de Justicia y en otros instrumentos de derecho positivo, se
desprende que los órganos o tribunales ante los cuales se puede acceder para la protección
de los derechos fundamentales y las vías o mecanismos para ello, son: 

A.- A nivel interno 

La Corte Suprema de Justicia en Sala Plena (recursos de inconstitucionalidad contra los


actos normativos); la Sala Político-Administrativa del Supremo Tribunal y los demás órganos
de la jurisdicción contencioso administrativa (recursos contencioso-administrativos contra
actos de efectos particulares de la Administración Pública); y cualesquiera de las cuatro
Salas de la Corte (Plena, Político-Administrativa, Casación Civil y Casación Penal) en
ejercicio de la acción de amparo constitucional en la materia afín a la Sala correspondiente.

Ante cualquier Juez de la República, en los términos indicados en la Ley Orgánica de


Amparo, en ejercicio de la acción de amparo. También cualquier Juez de la República, por
vía de la excepción de inconstitucionalidad o de ilegalidad.

B.- A nivel supranacional

Ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, con sede en Washington. Y la


Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José de Costa Rica.

Referencia especial merecen las Organizaciones No Gubernamentales de Derechos


Humanos tanto mundiales como nacionales, entre las cuales las más representativas, por
activas en nuestro país son: El Comité Venezolano de Defensa de los Derechos Humanos;
Amnistía Internacional; Cruz Roja Internacional; Grupo de Derechos Humanos de la
Arquidiócesis de Carora en el Edo. Lara; Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, dedicada
fundamentalmente a asistir a los familiares de las víctimas de los atropellos de funcionarios
policiales; Provea; Cofavi, Comité de familiares de víctimas del Amparo; Aprodec; etc.

Asimismo, existen, con carácter oficial, la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos
del Congreso de la República, y la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio Público, e
instituciones del mismo género en algunos Estados y Municipalidades del país.

Los Derechos asociados a la Justicia:

El accseso a la justicia, ademas de garantizar el ejercicio de otros derechos, se encuentra


conectado con un conjuto de Derechos humanos. Al respecto, el derecho que primera y
fundamentalmente debe ser conciderado es el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva o
derecho a un juicio justo, consagrado en los articulos XVIII de la declaracion americana de
los Derechos y Deberes del hombre, 10 de las declaraciones universal de derechos
humanos, 8 de la convencion Americana sobre los derechos humanos y 14 del pacto
internacional de los derechos civiles y politicos. Conviene reproducir el articulo 10 de la
declaracion universal, que resume muy bien el alcance de estos derechos:
Toda persona tiene Derecho, en condiciones de plena igualdad, aser oida publcamente y con
justicia por un tribunal independientemente e imparcial, para la determinacion de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusacion contra ella en materia
penal. 
A diferencia de las declaraciones mensionadas , la convencion Americana y el pacto de los
Derechos Civile y politicos incluyen en un mismo presecto tanto ese alcance general del
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva como las garantias del debido proceso en materia
penal, que la Declaracion Universal y la Declaracion Americana enuncian en los arituculos
11.1 y XXVI respectivamente. 
Aunque el tenor de cada una de estas disposiciones no es identico, el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva implica, en esencia, la posibilidad real de acceder, en condicciones de
igualdad, a un organo jurisdiccional dotado de independencia e imparcialidad y cuya
competencia halla sido establecida con anterioridad por la ley, facultado para pronunciarse
con base en el derecho y mediante un procedimiento que asegure ciertas garantias
procesales, sobre las obligaciones civiles o del otro carácter de una persona, o sobre
acusacion penal formulada en su contra. 
Por consiguiente, este Derecho comprende la proteccion judicial, con las debidas garantias
del conjunto de derechos o interese legitimos de una persona, no solo de sus derechos
humanos. Adicionalmente , sus principios y sus exigencias no se circunscriben a un
instrumento judiccial especifico, sino son aplicable a todos los medios procesales tenientes al
establecimiento de la responsabilidad penal de una persona o de la determinacion de sus
obligaciones civiles,laborales, fiscales,administrativas o de otra naturaleza. 
El titular o beneficiario de Derecho es toda una persona, natural o jurídica, que pretenda una
acción en defensa de sus derechos o intereses legítimos, incluyendo a la denuncia o
acusación penal, o que sea demanda ante una instancia jurisdiccional o acusada
penalmente. La justicia de los Derechos humanos garantiza a la persona a ser oída por los
órganos que reúnan las siguientes características señaladas. 
Como antes indicamos el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva tiene, entre otras las
siguientes manifestaciones: el acceso al órgano jurisdiccional ; las condiciones que dicho
órgano debe poseer, en cuanto a su independencia e imparcialidad y a su competencia
determinada con la antelación por la ley ; el desarrollo del procedimiento con arreglo al
principio contradictorio y a los demás principios del debido proceso ; la resolución de las
controversia en un tiempo razonable; la obtención de una decisión congruente con lo
solicitado y basada en la justicia del derecho, y la cabal ejecución de la sentencia. De allí que
se haya sostenido que el Derecho bajo análisis despliega sus efectos en tres momentos
diferentes:
*Primero en el acceso a la justicia.
*Segundo una vez en ella que sea posible la defensa obtener solución en un plazo
razonable.
*Tercero una vez dictada la sentencia la plena efectiva de sus pronunciamientos, acceso a la
jurisdicción al proceso debido y la eficacia de la sentencia.
A lo anterior hay que añadir la necesidad de asegurar la igualdad en el acceso y en el
completo recorrido por la jurisdiccion, y al exigirlo de la manera expresa y especifica en el
articulo 14 del pacto internacional de los Derechos Civiles y politicos y el articulo 10 De la
Declaracion Universal de los Derechos humanos . Adiccionalmente, tanto el pacto de
Derechos Civiles y Politicos como la Convencion Americana sobre los Derechos humanos
disponen que la obligaciones de respeto y garantia de los Derechos consagrados han de
cumplirse sin discriminacion (Arts. 26 y 24 respectivamente).
Los contenidos de la Justicia como derecho humano:
Equidad y disfrute de los derechos humanos: Son multiples relaciones existentes entre la
equidad y los Derechos humanos. La primera que merece ser subrayada es que ambos son
componentes necesarios de un concepto integral del desarrollo. El crecimiento económico
sin equidad no satisface los estándares preponderamente a nivel internacional para la
medición del desarrollo de los pueblos; por otro lado, hoy no puede ser concebido al margen
de las libertades y derechos fundamentales de la persona, hasta el punto de que el desarrollo
es entendido como un proceso de ampliación de la libertad humana. El ejercicio de los
Derechos humanos contribuye al desarrollo no solamente por el valor instrumental que a
estos efectos sin duda posee, en virtud de su utilidad para hacer sentir la voz de los
excluidos o para reforzar reindivicasiones sociales, sino porque el disfrute de esos derechos
constituyen en sí mismo un elemento esencial y un fin del desarrollo. Tanto en obras
científicas, como en informes de Organismos de las Naciones Unidas y de entes
multilaterales destinados a la promocion del desarrollo, se admite cada vez mas la
interconexion entre los Derechos Humanos y el desarrollo,integridad, conciderando tambien
los Derechos economicos,sociales,culturales y su independencia con los Derechos Civiles y
politicos.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, la relacion entre estos y la equidad han sido
reconocida ampliamente, y ha sido puesta de manifiesto en la conferencia mundial de los
Derechos Humanos de viene de (1993) y en instrumento como la Carta Democratica
Interamericana. Adicionalmente, la vertiente de la equidad que se traduce en una prohibicion
de la discriminacion se hace presente en la propia proclamacion internacional de los
derechos humanos, las cuales deben ser asegurados sin discriminacion alguna. 
Desde la óptica de la equidad como componente del desarrollo humano, la igualdad en el
acceso a los bienes y servicios necesarios para gozar de una adecuada calidad de vida
presupone el pleno reconocimiento de la condicion de persona de cada ser humano y de su
dignidad, la cual se expresa primordialmente en el conjunto de los derechos humanos.
Derecho que han de operar como libertades reales, tangibles y accesibles para todos. 
El papel del Juez en la protección de los Derechos Humanos:
Funciones :
Conforme al artículo 40 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, la Dirección General de Derechos Humanos depende de la Subprocuraduría Jurídica
y es la unidad administrativa responsable de realizar las acciones que garanticen el respeto a
los derechos humanos en la Institución y de brindar la debida atención a víctimas y ofendidos
por delitos a través del Centro de Orientación, Protección y Apoyo a Víctimas de Delitos,

Sus principales funciones son:


Establecer los vínculos interinstitucionales con la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y cualquier otra dependencia pública
o privada en materia de derechos humanos.

Establecer y coordinar, con el resto de las unidades administrativas de la Procuraduría,


medidas generales de prevención a violaciones de los derechos humanos, vigilando su
cumplimiento y proporcionándoles orientación en la materia.

Proporcionar orientación y asesoría jurídica, así como atención médica y psicológica a las
víctimas y ofendidos por delitos y en caso de así ser necesario, a sus familiares.

Coordinarse con las áreas competentes de la Institución para promover que se garantice y
haga efectiva la reparación de los daños y perjuicios a las víctimas y ofendidos por delitos, de
conformidad con las disposiciones legalmente aplicables.

Canalizar a las víctimas y ofendidos por delitos, así como a otras personas cuando resulte
necesario, a las dependencias y entidades que proporcionen servicios de carácter tutelar,
asistencial, preventivo, médico, psicológico y educacional, vigilando su debida atención.
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos y su aplicación por los jueces
nacionales.

El movimiento internacional de los derechos humanos se fortaleció con la aprobación de la


Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Redactada como “un ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse”, en la Declaración, por primera vez en la
historia de la humanidad, se establecen claramente los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales básicos de los que todos los seres humanos deben gozar.
A lo largo de los años lo establecido en la Declaración ha sido ampliamente aceptado como
las normas fundamentales de derechos humanos que todos deben respetar y proteger. La
Declaración Universal, junto con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus
dos protocolos facultativos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, forman la llamada “Carta Internacional de Derechos Humanos”.  
Una serie de tratados internacionales de derechos humanos y otros instrumentos adoptados
desde 1945 han conferido una base jurídica a los derechos humanos inherentes y han
desarrollado el conjunto de derechos humanos internacionales. En el plano regional se han
adoptado otros instrumentos que reflejan las preocupaciones específicas en materia de
derechos humanos de la respectiva región, y en los que se establecen determinados
mecanismos de protección. La mayoría de los Estados también ha adoptado constituciones y
otras leyes que protegen formalmente los derechos humanos fundamentales. Si bien los
tratados internacionales y el derecho consuetudinario forman la columna vertebral del
derecho internacional de derechos humanos, otros instrumentos, como declaraciones,
directrices y principios adoptados en el plano internacional contribuyen a su comprensión,
aplicación y desarrollo. El respeto por los derechos humanos requiere el establecimiento del
estado de derecho en el plano nacional e internacional. 
El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que los
Estados deben respetar. Al pasar a ser partes en los tratados internacionales, los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar,
proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los
Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de
limitarlos. L a obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los
derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los
Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos
básicos. 
A través de la ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos, los
gobiernos se comprometen a adoptar medidas y leyes internas compatibles con las
obligaciones y deberes dimanantes de los tratados. En caso de que los procedimientos
judiciales nacionales no aborden los abusos contra los derechos humanos, existen
mecanismos y procedimientos en el plano regional e internacional para presentar denuncias
o comunicaciones individuales, que ayudan a garantizar que las normas internacionales de
derechos humanos sean efectivamente respetadas, aplicadas y acatadas en el plano local. 
La formación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Desde la controvertida intervención de los cascos azules en Somalia (UNOSOM), la
obligación, para las fuerzas de las Naciones Unidas participantes en una operación de
mantenimiento de la paz, de respetar el derecho internacional humanitario ha sido objeto de
la formacion múltiples de debates. El autor examina las diferentes acciones armadas
emprendidas bajo la égida de la ONU, así como las medidas tomadas en el ámbito de la
preparación de las fuerzas participantes al respeto de las normas esenciales de ese derecho.
Se apoya, en particular, en los resultados de la investigación realizada por las autoridades
canadienses tras los incidentes acaecidos en Somalia. Esta investigación puso de relieve
que para cumplir bien una misión de cascos azules no basta ser un “buen soldado”, sino que
hay que impartir a estas tropas una formación especial. Así pues, los lamentables sucesos
de Somalia dieron lugar a una evolución positiva y hoy la formación en derecho internacional
humanitario de las tropas participantes en operaciones de mantenimiento de la paz es
ampliamente aceptada.
En el ámbito universal, tuvieron que darse los horrores de la Segunda Guerra Mundial para
que la comunidad internacional tomara conciencia de la necesidad de realizar esfuerzos
coordinados y conjuntos a fin de velar por la paz y la seguridad internacionales. En nuestro
país y en la región, también se tuvo que pasar por una experiencia que conmovió y horrorizó
a nuestros pueblos para que se tomara conciencia de las consecuencias del ejercicio
arbitrario e ilimitado del monopolio de la fuerza por parte del Estado.Los derechos humanos
tuvieron su marca de fuego y horror en nuestro país a partir de la represión desatada desde
el gobierno de facto que usurpó el poder entre 1976 y 1983. Fue como consecuencia de la
sistemática y masiva violación de los derechos elementales de las personas que los
argentinos comenzaron a tomar conciencia de los derechos humanos; en el nivel
internacional, lamentablemente, Argentina tiene el triste privilegio de haber nutrido al derecho
internacional de los derechos humanos con dos figuras que dan testimonio de lo ocurrido en
aquellos años: la figura de la desaparición forzada de personas (creación del Grupo de
Trabajo de Naciones Unidas en 1980) y la incorporación a la Convención Internacional sobre
los Derechos del Niño del derecho a la identidad consagrado en su artículo 8.

Ahora bien, lo ocurrido en Argentina no fue un caso aislado; la región sufrió en esos años
golpes militares y represión estatal. Recurriendo a la terminología que utiliza el Dr. José
Zalaquet, las dictaduras militares desataron a partir de los años setenta una epidemia en
materia de violaciones a los derechos humanos en toda la región. La reacción de los
familiares de las víctimas comenzó a hacerse sentir al igual que la presión internacional. Ello,
entre otras causas, así como la debacle militar en la guerra de las Malvinas con relación a
Argentina, hicieron posible la recuperación de la democracia.

La paulatina recuperación del Estado de derecho en los años ochenta en Sudamérica dio
paso a gobiernos democráticos que fueron delineando las respuestas a las violaciones
masivas

Características del derecho Internacional de los Derechos Humanos


* Se aplica a toda persona humana
* Se aplica en todas las circunstancias
* La normatividad sólo vincula a los Estados

Las fuentes del derecho internacional de los derechos humanos:

La doctrina

La doctrina son los pronunciamientos adoptados por un órgano


competente a fin de interpretar o aclarar el contenido, alcance o valor
jurídico de una disposición contenida en la normativa internacional
o, eventualmente, una regla o principio del derecho consuetudinario
vigente.Para comprender las fuentes de doctrina citadas en esta obra es
preciso entender la estructura del sistema universal de derechos
humanos, el cual está dotado de cuatro tipos de órganos:
• Los comités de expertos independientes establecidos por ciertos
tratados sobre derechos humanos y cuya competencia se
limita a éstos.

• Los órganos políticos de las Naciones Unidas, y en particular la


Comisión de Derechos Humanos, único órgano político especializado
en derechos humanos.
• La Subcomisión de Derechos Humanos, órgano subsidiario
de la Comisión de Derechos Humanos que tiene un mandato
amplio y está compuesta por expertos independientes.
• Los mecanismos temáticos, cuya competencia, definida por la
Comisión de Derechos Humanos, se limita a temas específicos
pero se extiende a todos los Estados miembros de la Organización.
La doctrina universal presentada en esta obra consiste principalmente
en la elaborada por algunos de los comités de expertos independientes.

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