62.pensamiento Filosofico Caribe
62.pensamiento Filosofico Caribe
62.pensamiento Filosofico Caribe
Enrique Dussel
Todos los pueblos tienen “núcleos proble- universales que no pueden faltar en ningu-
máticos”, que son universales y consisten na cultura o tradición.
en aquel conjunto de preguntas fundamen- El contenido y el modo de responder a
tales (es decir, ontológicas) que el homo sa estos núcleos problemáticos disparan de
piens debió hacerse llegado a su madurez sarrollos muy diversos de narrativas racio
específica. Dado su desarrollo cerebral, con nales, si por racionales se entiende el simple
capacidad de conciencia, autoconciencia, “dar razones” o fundamentos que intentan
desarrollo lingüístico, ético (de responsabi interpretar o explicar los fenómenos, es de-
lidad sobre sus actos) y social, el ser huma- cir, lo que “aparece” en el nivel de cada uno
no enfrentó la totalidad de lo real para poder de esos “núcleos problemáticos”.
manejarla a fin de reproducir y desarrollar Siempre e inevitablemente, la humani-
la vida humana comunitaria. El desconcier dad — fuera cual fuese el grado de desarro-
to ante las posibles causas de los fenómenos llo y en sus diversos componentes— expuso
naturales que debía enfrentar y lo impre lingüísticamente las respuestas racionales
visible de sus propios impulsos y compor (es decir, dando fundamento, el que fuera y
tamientos lo llevó a hacerse preguntas en mientras no se refutara) a dichos núcleos
torno a algunos núcleos problemáticos ta- problemáticos por medio de un proceso de
les como: ¿Qué son y cómo se comportan “producción de mitos” (una mitopoiesis).
las cosas reales en su totalidad, desde los fe- La producción de mitos fue el primer tipo
nómenos astronómicos hasta la simple caí- racional de interpretación o explicación del
da de una piedra o la producción artificial entorno real (del mundo, de la subjetividad,
del fuego? ¿En qué consiste el misterio de del horizonte práctico ético, o de la referen-
su propia subjetividad, el yo, la interioridad cia última de la realidad que se describió
humana? ¿Cómo puede pensarse el hecho simbólicamente).
de la espontaneidad humana, la libertad, el Los mitos, narrativas simbólicas enton-
mundo ético y social? Y, al final, ¿cómo pue- ces, no son irracionales ni se refieren sólo a
de interpretarse el fundamento último de fenómenos singulares. Son enunciados sim
todo lo real, del universo? —lo que levanta bólicos y por ello de “doble sentido”, que
la pregunta sobre lo ontológico en aquello exigen para su comprensión todo un proce-
de que: “¿Por qué el ser y no más bien la so hermenéutico que descubre las razones, y
nada?”. Estos “núcleos problemáticos” de- en este sentido son racionales y contienen
bieron de hacerse inevitablemente presen- significados universales (por cuanto se re-
tes cuestionando a todos los grupos huma- fieren a situaciones repetibles en todas las
nos desde el más antiguo Paleolítico. Son circunstancias) y construido con base en
“núcleos problemáticos” racionales o pre- conceptos (categorizaciones cerebrales de
guntas, entre muchas otras, de los “por qué” mapas neocorticales que incluyen millones
[15]
16 primera parte: periodos
de grupos neuronales por los que se unifi- riores (aun en la edad de los discursos ca
can en su significado múltiples fenómenos tegoriales filosóficos y de la ciencia de la
empíricos y singulares que enfrenta el ser modernidad misma), hasta el presente. Nun-
humano). ca desaparecerán todos los mitos, porque
Los numerosos mitos que se ordenan en algunos siguen teniendo sentido, como bien
torno a los núcleos problemáticos indicados lo anota Enst Bloch en su obra El principio
se guardan en la memoria de la comunidad, esperanza (Bloch, 1959).
al comienzo por tradición oral, y desde el Se nos tiene acostumbrados, en referen-
iii milenio a.C. (en Mesopotamia o Egipto, cia al pasaje del mythos al logos (dando en
y desde antes del i milenio a.C., en Meso este ejemplo a la lengua griega una prima-
américa y en otras regiones) ya escritos, se- cía que pondremos enseguida en cuestión),
rán colectados, recordados e interpretados de ser como un salto que parte de lo irracio
por comunidades de sabios que se admiran nal y alcanza lo racional; de lo empírico
ante lo real, “pero el que no halla explicación concreto a lo universal; de lo sensible a lo
y se admira reconoce su ignorancia, por lo conceptual. Esto es falso. Dicho pasaje se
que el que ama el mito (filomythos) es como cumple desde una narrativa con un cierto
el que ama la sabiduría (filósofos)”, según ex- grado de racionalidad a otro discurso con
presión de Aristóteles (Metafísica i, 2, 982b, un grado diverso de racionalidad. Es un
pp. 17-18). Nacen así las “tradiciones” míti- progreso en la precisión unívoca, en la clari-
cas que dan a los pueblos una explicación dad semántica, en la simplicidad, en la
con razones de las preguntas más arduas que fuerza conclusiva de la fundamentación,
acuciaban a la humanidad y que hemos de- pero es una pérdida de los muchos sentidos
nominado los “núcleos problemáticos”. Pue- del símbolo que pueden ser hermenéuti
blos tan pobres y simples como los tupinam- camente redescubiertos en momentos y lu-
bas de Brasil, estudiados por Levy-Strauss, gares diversos (característica propia de la
cumplían sus funciones en todos los momen narrativa racional mítica). Los mitos pro-
tos de su vida gracias al sentido que les otor- meteico o adámico (véase Ricoeur, P., 1963)
gaban sus numerosísimos mitos. siguen teniendo todavía significación ética
Las culturas, al decir de Paul Ricoeur, en el presente.
tienen por su parte un “núcleo ético-mítico” Entonces, el discurso racional unívoco o
(Ricoeur, P., 1964), es decir, una “visión del con categorías filosóficas, que de alguna ma-
mundo” (Weltanschauung) que interpreta nera puede definir su contenido conceptual
los momentos significativos de la existencia sin recurrir al símbolo (como el mito), gana
humana y que los guía éticamente. Por otra en precisión pero pierde en sugestión de
parte, ciertas culturas (como la china, la in- sentido. Es un avance civilizatorio impor-
dostánica, la mesopotámica, la egipcia, la tante, que abre el camino en la posibilidad
azteca, la maya, la inca, la helénica, la ro- de efectuar actos de abstracción, de análi-
mana, la árabe, la rusa, etc.) alcanzaron, sis, de separación de los contenidos semán-
debido a su dominio político, económico y ticos de la cosa o del fenómeno observado,
militar, una extensión geopolítica que subsu del discurso, y en la descripción y explica-
mió otras culturas. Estas culturas con cierta ción precisa de la realidad empírica, para
universalidad sobrepusieron sus estructu- permitir al observador un manejo más efi-
ras míticas a las de las culturas subalternas. caz en vista de la reproducción y desarrollo
Se trata de una dominación cultural que la de la vida humana en comunidad.
historia constata en todo su desarrollo. La mera sabiduría, si por sabiduría se en-
En estos choques culturales, ciertos mi- tiende poder exponer con orden los diversos
tos habrán de perdurar en las etapas poste- componentes de las respuestas a los núcleos
Introducción a la primera época 17
zando con la primera ruptura filosófica de la latino en París, por ejemplo, tiene su origen
humanidad […] La imagen que caracteriza a en los textos griegos y los comentaristas
la filosofía en un estadio originario queda ca- árabes traducidos en Toledo (por especia-
racterizada por la filosofía griega, como la pri- listas árabes), textos utilizados (los griegos)
mera explicación a través de la concepción y creados (los comentarios) por la “filosofía
cognitiva de todo lo que es como universo (des occidental” árabe (del Califato de Córdo-
Seienden als Universum).1 ba, en España), que continuaba la tradición
“oriental” procedente de El Cairo, Bagdad o
En América Latina, David Sobrevilla sos- Samarcanda, y que entregó el legado grie-
tiene la misma posición: go, profundamente reconstruido desde una
tradición semita (como la árabe), a los euro
Pensamos que existe un cierto consenso sobre peos latino-germánicos. Ibn Rushd (Ave-
que el hombre y la actividad filosófica surgie- rroes) es el que origina el renacimiento filo-
ron en Grecia y no en el Oriente. En este sen- sófico europeo del siglo xiii.
tido Hegel y Heidegger parecen tener razón Hay entonces filosofías en las grandes
contra un pensador como Jaspers, quien pos- culturas de la humanidad, con diferentes
tula la existencia de tres grandes tradiciones estilos y desarrollos, pero todas producen
filosóficas: la de China, la India y la de Grecia (algunas de manera muy inicial, otras con
(Sobrevilla, D., 1999, p. 74). alta precisión) una estructura categorial con
ceptual que debe llamarse filosófica.
La filosofía del Oriente o de Amerindia El discurso filosófico no destruye el mito,
sería filosofía en sentido amplio; la de Gre- aunque sí niega aquellos que pierden ca
cia, en sentido estricto. Se confunde el ori- pacidad de resistir el argumento empírico
gen de la filosofía europea (que puede en de dicho discurso. Por ejemplo, los mitos de
parte situarse en Grecia) con el de la filoso- Tlacaélel entre los aztecas, que justificaban
fía mundial, que tiene diversas ramificacio- los sacrificios humanos, para los que había
nes, tantas como tradiciones fundamentales buenas razones (sobre Bartolomé de Las
existen. Además, se piensa que el proceso Casas y los sacrificios humanos véase Dus-
fue siguiendo linealmente la secuencia “fi- sel, 2007, pp. 203 ss.), se derrumbaron com-
losofía griega, medieval latina y moderna pletamente una vez que se demostró su im-
europea”. Pero el periplo histórico real fue posibilidad, y además su inoperancia.
muy diferente. La filosofía griega fue culti- Por otra parte, hay elementos míticos
vada posteriormente por el Imperio bizan- que contaminan también los discursos, aun
tino, principalmente. La filosofía árabe fue los de los grandes filósofos. Por ejemplo, I.
la heredera de la filosofía bizantina, en es- Kant argumenta, en la “Dialéctica trascen-
pecial en su tradición aristotélica. Esto dental” de su Crítica de la razón práctica, en
exigió la creación de una lengua filosófica favor de la “inmortalidad del alma” para so-
árabe en sentido estricto.2 El aristotelismo lucionar la cuestión del “bien supremo” (ya
que recibiría el alma después de la muerte
1
Husserl, E., 1970, pp. 338-339 (párr. 73, Die Krisis
la felicidad merecida en esta vida terrenal
der europäischen Wissenschaften, 1962, Nijhoff, Haag, virtuosa). Pero una tal “alma”, y mucho más
Husserliana, vol. 6, p. 273). El mismo texto que aparece
en The Crisis of European Sciences, párr. 8, pp. 21 ss. (en
el original alemán, pp. 18 ss.). Debe pensarse, en contra- to, nos dan una idea de la “precisión terminológica” de
rio, que el llamado “teorema de Pitágoras” fue formulado la falasafa (filosofía) árabe. La última es: “792: Yaqini,
por los Asirios en 1000 a.C. (véase Semerano, G., 2005). certain, connu avec certitude, relatif à la connaissance
2
Véase por ejemplo el Lexique de la langue philoso certaine […]”; y siguen 15 líneas de explicación con las
phique d’Ibn Sina (Avicenne), 1938. Los 792 términos expresiones árabes, en escritura árabe, en el margen
analizados por el editor, en 496 páginas de gran forma- derecho.
20 primera parte: periodos