La historia de Mesopotamia abarca desde los primeros asentamientos agrícolas alrededor del 7000 a.C. hasta la conquista por los persas en 539 a.C. Los sumerios desarrollaron la agricultura y las primeras ciudades como Uruk. Luego hubo una sucesión de imperios como el acadio, el de Ur y el paleobabilónico de Hammurabi, seguidos por períodos de fragmentación política. Finalmente, los asirios y luego los babilonios dominaron la región hasta su conquista por los persas.
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La historia de Mesopotamia abarca desde los primeros asentamientos agrícolas alrededor del 7000 a.C. hasta la conquista por los persas en 539 a.C. Los sumerios desarrollaron la agricultura y las primeras ciudades como Uruk. Luego hubo una sucesión de imperios como el acadio, el de Ur y el paleobabilónico de Hammurabi, seguidos por períodos de fragmentación política. Finalmente, los asirios y luego los babilonios dominaron la región hasta su conquista por los persas.
La historia de Mesopotamia abarca desde los primeros asentamientos agrícolas alrededor del 7000 a.C. hasta la conquista por los persas en 539 a.C. Los sumerios desarrollaron la agricultura y las primeras ciudades como Uruk. Luego hubo una sucesión de imperios como el acadio, el de Ur y el paleobabilónico de Hammurabi, seguidos por períodos de fragmentación política. Finalmente, los asirios y luego los babilonios dominaron la región hasta su conquista por los persas.
La historia de Mesopotamia abarca desde los primeros asentamientos agrícolas alrededor del 7000 a.C. hasta la conquista por los persas en 539 a.C. Los sumerios desarrollaron la agricultura y las primeras ciudades como Uruk. Luego hubo una sucesión de imperios como el acadio, el de Ur y el paleobabilónico de Hammurabi, seguidos por períodos de fragmentación política. Finalmente, los asirios y luego los babilonios dominaron la región hasta su conquista por los persas.
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La historia de Mesopotamia va desde la prehistoria y el asentamiento de los
primeros nómadas en la región, hasta la conquista del Oriente Próximo por los persas.
Orígenes. Las primeras comunidades agrícolas mesopotámicas surgieron alrededor del
7.000 a. C., desarrollando una agricultura simple, que luego fue mejorada por los agricultores sumerios valiéndose del Tigris y del Éufrates para el riego, no dependiendo así de las lluvias. De este modo nacieron los primeros asentamientos permanentes de la región: Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim Tappeh, así como las primeras culturas menores mesopotámicas: la Hassuna-Samarra (5.600-5.000 a. C.) y la Halaf (5.600-4.000 a. C.). Período El Obeid (5500-4000 a. C.). La fundación de los primeros asentamientos de edificaciones de barro cocido, llamada el-Obeid, y de los primeros zigurats, edificios de veneración religiosa que serían luego característicos de la civilización mesopotámica. El más antiguo de estos templos sería Eridu, al sur de Sumeria. Período de Uruk (4.000-2.900 a. C.). Este período inicia con el surgimiento de la primera ciudad de la historia: Uruk, junto con los primeros registros escritos cuneiformes y la aparición del metal (cobre, estaño, bronce), y de la rueda, que revolucionó el transporte para siempre. Esta es la época de nacimiento de la vida urbana. Período Dinástico Arcaico (2.900-2.350 a. C.). Inicia con el surgimiento de las primeras ciudades-estado, que compitieron con Uruk en importancia, como Ur y Kish, alcanzando poblaciones de entre diez y cincuenta mil habitantes. Se trata de un período de expansión de las técnicas agrícolas y del modo de vida sumerio al resto de la región fértil mesopotámica, hasta llegar a Siria. La construcción de los primeros palacios y las primeras murallas en torno a las ciudades sólo pueden indicar que fue también un período de constantes guerras y disputas políticas, en el que las ciudades de Uruk, Ur, Kish, Lagash y Umma se disputaron la supremacía sucesivamente. Imperio acadio (2.350-2.160 a. C.). Este fue el nombre de la dinastía semítica que se instaló en sumeria y conquistó las ciudades bajo el mandato del rey Sargón I de Acadia. Durante su reinado, Mesopotamia construyó redes de intercambio con las civilizaciones del Valle del Indo, Egipto y Anatolia. Período de los gutis (2.150-2.100 a. C.). El Imperio acadio sucumbió durante el reinado del rey Ur-Utu, fruto de tensiones internas y de las invasiones de los pueblos nómadas gutis y lullubis, provenientes de la cordillera de Zagros. Los gutis gobernaron brevemente, haciendo de Lagash su centro político, gobernado por un hombre de nombre Gudea, quien no aceptó el título de rey y llevó a cabo un gobierno pacífico y de crecimiento. III Dinastía de Ur (2110-2000 a. C.). Eventualmente los gutis fueron expulsados por el rey de Uruk, Utu-Hegal, quien sería a su vez destronado por Ur-Nammu, gobernador de Ur, quien reunificaría el territorio y presenciaría un renacimiento sumerio. Esta dinastía culminaría debido a un proceso de desintegración política que entre 2000 y 1800 a. C. condujo a la disolución de la dinastía de Ur, en parte debido a las invasiones de los Amurru o Amoritas provenientes del oeste. Imperio paleobabilónico (1800-1590 a. C.). Los Amurru fundaron nuevas dinastías mesopotámicas, y el Imperio paleobabilónico surgió de la mezcolanza. Su sexto rey, Hammurabi, fue célebre por su gobierno floreciente en artes y ciencias, así como conquistas militares; a punto tal que la región dejó de llamarse Sumeria o Acadia para empezar a ser Babilonia. La lengua sumeria sobrevivió en los registros escritos, pero no era hablada ya en la época, y nuevos dioses amoritas se sumaron al panteón mesopotámico. Período de segregación (1590-1000 a. C.). La muerte de Hammurabi condujo al debilitamiento de Babilonia y a las invasiones de los pueblos casitas, de orígenes enigmáticos. Estos invasores fundaron nuevas dinastías, fundando así la Babilonia casita (1590-1160 a. C.), a medida que se integraron con la cultura local. A ellos siguieron nuevos recién llegados indoeuropeos, que fundaron reinos periféricos en Mesopotamia, como los Hititas, Hurritas, Peselet. También surgieron gradualmente los asirios, de quienes se desconoce el origen, y cuyos territorios quedaron inicialmente bajo dominio babilónico. Imperio neoasirio (1000-650 a. C.). Luego del año 900 a. C., los Asirios expulsaron a los arameos de la región y cobraron el dominio de las rutas comerciales mesopotámicas, bajo el mandato del primer rey neoasirio: Salmanaser III, quien los condujo a expandir su dominio sobre Mesopotamia entera, Siria y Palestina. A esta expansión prosiguió un período de enorme conflictividad política y pugnas internas y externas, que conducirá a la Guerra con Judá y la decadencia asiria. Así resurgió la cultura babilónica, bajo la conducción del rebelde caldeo Nabopolasar. Los asirios fueron barridos del mapa político, su lengua borrada y su imperio dividido entre los medos y los caldeos. Imperio neobabilónico (612-539 a. C.). Los babilonios resurgieron en la región y florecieron bajo el mandato del hijo de Nabopolasar, el célebre Nabucodonosor II, quien conquistó el reino de Judá y destruyó Jerusalén. Sin embargo, después fue destronado y reemplazado por el rey Nabonido, considerado un rey enloquecido que no supo hacer frente a la conquista de Babilonia por Ciro el Grande, emperador persa, en 539 a. C. Bajo el dominio persa se puso fin a la civilización mesopotámica.
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