Qué Fue La Expropiación Petrolera
Qué Fue La Expropiación Petrolera
Qué Fue La Expropiación Petrolera
Coatzacoalcos, Ver; 10 de
Marzo del 2022
¿Qué fue la Expropiación
Petrolera y por qué se festeja
el 18 de marzo?
Se cumplen 84 años del decreto que realizó el entonces Presidente de
México, Lázaro Cárdenas. Cada 18 de marzo nuestro país conmemora uno
de los hechos más importantes a nivel histórico, la expropiación petrolera.
En esa fecha, pero de 1938, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del
Río expidió un decreto con el que se expropiaba a 17 compañías
petroleras extranjeras que operaban en México.
¿Por qué una expropiación petrolera?
La razón principal de la Expropiación Petrolera fue la constante negativa
de las compañías petroleras de mejorar las condiciones salariales y
laborales de los empleados de esta industria.
Por otro lado, la decisión de nacionalizar la industria del petróleo fue en
primer término una defensa de la Constitución. Y es que, al tratarse de
recursos propiedad de la nación representa la soberanía energética de
México que no puede ser reducida, limitada o condicionada.
La historia del petróleo en México fue una historia de una disputa entre los
intereses nacionales y los de las potencias extranjeras.
Expropiación petrolera en
México
La expropiación petrolera en México, sus antecedentes, protagonistas y cómo se
resolvió el conflicto.
Así llegamos a 1938, año en que el conflicto laboral llegó a su clímax y la
expropiación petrolera otorgó al Estado el control directo y legal sobre
armamento, instalaciones, equipos, edificios, refinerías, estaciones de distribución,
embarcaciones, oleoductos, y todos los bienes muebles e inmuebles en general
de las empresas petroleras extranjeras.
Esta medida contó con un inmenso apoyo popular, expresado en
manifestaciones multitudinarias en las que la propia gente realizó donativos para
ayudar a pagar la indemnización a los propietarios de las empresas. Incluso la
Iglesia Católica y otros sectores conservadores, opuestos generalmente al
gobierno, se mostraron de acuerdo con la expropiación.
En cambio, las protestas diplomáticas de Gran Bretaña, Países Bajos y
Estados Unidos no se hicieron esperar, negándose a reconocer la expropiación
y reclamando el pago de indemnizaciones. Los tres países reclamaban, además,
el pago no sólo de los bienes incautados, sino del combustible sin extraer en el
subsuelo, cosa a la que el gobierno mexicano se negaba, por considerarlo
un patrimonio del pueblo mexicano.
Las relaciones diplomáticas entre México y Gran Bretaña fueron suspendidas.
Aunque las negociaciones con los Estados Unidos fueron más amigables,
pronto los tres países y sus empresas petroleras iniciaron un boicot
comercial contra México, para impedirle acceder a la maquinaria y los insumos
petroquímicos necesarios para el refinamiento del petróleo.
Se embargaron bienes petroleros mexicanos depositados en puertos europeos y
estadounidenses, y la nación latinoamericana logró vender apenas una ínfima
parte del combustible que antiguamente exportaban estas empresas, a través de
negociaciones con otras empresas transportistas estadounidenses, como la Davis
& Co. y luego con otras empresas refinadoras como Eastern States Petroleum Co.
Eventualmente, las empresas se vieron obligadas a reconocer la soberanía
mexicana sobre su petróleo, y se reanudó una serie de infructuosas
negociaciones. Las corporaciones deseaban retomar un esquema de trabajo
similar al que ya tenían, involucrando al Estado mexicano como accionista, pero
jamás aceptaron el reconocimiento pleno del petróleo como propiedad exclusiva
de México.
El fin del conflicto
Roosevelt prefirió contar con México en la guerra antes que proteger a las
empresas petroleras.