El Fenomeno Del Conocimiento

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UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

EPISTEMOLOGIA
PROFESOR: JESUS ARMANDO MONTAÑEZ R

EL FENOMENO DEL CONOCIMIENTO


En el transcurrir de nuestra vida ejecutamos una serie de acciones cotidianas sobre las
cuales no desarrollamos interrogantes profundos pues las consideramos tan comunes que
no suscitan una mayor indagación. Comemos sin conocer las leyes de la digestión,
respiramos sin conocer las leyes de la respiración e incluso pensamos sin conocer las leyes
ni la naturaleza del pensamiento y en ese mismo camino se puede conocer sin conocer el
conocimiento. Ahora, la diferencia en la consecuencia de estas situaciones es que nos
podemos asfixiar o intoxicar y ello lo sentimos inmediatamente en la respiración y la
digestión pero en el proceso del conocimiento y del pensamiento muchas veces
cometemos errores o caemos en ilusiones y no nos percatamos ni tarde ni temprano de
ello puesto que lo propio del error y la ilusión es no manifestarse como tales. Descartes
aseveró que el error solo consiste en no parecerlo y en general la filosofía mantiene un
permanente interés en que los hombres no elaboren falsas concepciones de sí mismos, de
lo que hacen, de lo que deben hacer y del mundo en que viven.
Cuando el pensamiento descubre el problema de los errores e ilusiones que no han
dejado ni dejan de imponerse como verdades en el curso de la historia humana, cuando
descubre que él lleva en si mismo el riesgo permanente del error y la ilusión, entonces
debe procurar saber que es el conocimiento. Y debe hacerlo tanto más cuanto que en la
actualidad ya no se pueden atribuir las ilusiones y los errores únicamente a los mitos,
creencias religiosas y tradiciones heredadas del pasado, como tampoco únicamente al
subdesarrollo de las ciencias o de la educación.

La ciencia presente ha desarrollado gigantescos procesos de conocimiento pero ello


mismo nos acerca al problema de lo incognoscible, al problema de los límites de ese
conocimiento. Nuestra razón que nos parecía el medio de conocimiento más seguro es
cuestionada en los últimos tiempos por el papel que ha jugado en el desarrollo de la
sociedad moderna y que en aras de la racionalidad y la eficiencia ha olvidado el hombre.
Acaso vivimos un mundo que exige cuestionar todo lo que nos parecía evidente y
reconsiderar todo lo que fundamentaba nuestras verdades?. Es necesario situar,
reflexionar, re interrogar nuestro conocimiento, es decir conocer las condiciones,
posibilidades y límites del mismo para alcanzar la verdad a la que se tiende. Es necesario
interrogar la naturaleza del fenómeno del conocimiento para examinar su validez que es
el núcleo de dicho proceso.

La noción de conocimiento nos parece una y evidente, pero en el momento en que se la


interroga se diversifica en nociones innumerables planteando cada una de ellas una
nueva interrogación: conocimiento, saber, conceptualización, juicio, análisis, observación,
experiencia, aprendizaje, investigación, descubrimiento, inteligencia, certidumbre,
convicción, ect…. De este modo, a partir de una pregunta simple, la noción de
conocimiento se hace astillas. Si se quiere intentar considerarla en profundidad se vuelve
cada vez más enigmática, ¿Es un reflejo de las cosas? ¿Una construcción del espíritu?
¿Una traducción? ¿Qué tipo de traducción? ¿Cuál es la naturaleza de aquello que
traducimos como representaciones, nociones, ideas, teorías? ¿ Captamos lo real o
únicamente su sombra?. Ignorancia, desconocimiento, sombras eso es lo que a veces
encontramos en la idea de conocimiento. Nuestro conocimiento tan íntimo y familiar para
nosotros mismos nos puede resultar extraño cuando se le quiere conocer.

EL CONOCIMIENTO FENOMENO MULTIPLE.

La noción de conocimiento es diversa y múltiple por que conlleva esas características. No


puede ser reducida a una sola noción como información o descripción, o percepción, o
idea, o teoría, más bien hay que concebir en ella diversos modos o niveles ya que todo
conocimiento contiene necesariamente:
A) Una competencia (aptitud para producir conocimientos)
B) Una actividad cognitiva que se efectúa en función de esa competencia
C) Un saber que es resultante de esas actividades.
Las competencias y actividades cognitivas humanas necesitan un aparato cognitivo el
cerebro, que a su vez necesita la existencia biológica de un individuo. Las actitudes
cognitivas humanas solo pueden desarrollarse en el seno de una cultura que ha
producido, conservado y transmitido, un lenguaje, una lógica, un conjunto de saberes. Es
en este marco donde el espíritu humano elabora y organiza su conocimiento utilizando los
medios culturales de que dispone. Además, en toda la historia humana, la actividad
cognoscitiva se ha visto en interacciones complementarias y antagónicas con la ética, el
mito, la religión, la política, y el poder con frecuencia ha controlado el saber para controlar
el poder del saber. Así todo evento cognitivo necesita la conjunción de procesos
comprendidos en los anteriores aspectos, por ello se puede afirmar que el conocimiento
es un fenómeno multidimensional en el sentido de que de manera inseparable es a la vez
físico, mental, psicológico, cultural y social.
Ahora, en el interior de nuestra cultura ese fenómeno, por la misma organización que
presenta, se rompe, ya en la misma disyunción entre ciencia y filosofía, ya en la separación
que se hace entre ciencias físicas, biológicas humanas, que no se comunican entre sí, que
se excluyen unas a otras, considerándose como campos separados ignorando el mundo
global del que hacen parte, el mundo del conocimiento. El conocimiento se parcela en una
disciplinariedad cerrada, si bien hay un crecimiento de los saberes este se hace
generalmente en forma cerrada, especializada, lo cual conduce a que las comunicaciones
entre ciencias naturales y ciencias humanas, por ejemplo, sean difíciles, teniendo
consecuencias para el desarrollo integral de la sociedad, para el conocimiento de nosotros
mismos, del mundo y sobre todo para comprensión de la multiplicidad del proceso del
conocimiento.
Lo expresado anteriormente nos señala que el proceso del conocimiento no es aislado,
insular, producido en esferas cerradas, sino que ante todo el acto de conocimiento es a la
vez biológico, cultural, espiritual. Lógico, social, histórico y no puede ser disociado de la
vida humana ni de la relación social. En el conocimiento se implica y problematiza la
relación entre el hombre, la sociedad, la vida y el mundo. El esfuerzo por encontrar un
fundamento del conocimiento siempre ha sido una preocupación filosófica
particularmente desde la revolución copernicana de Kant y su planteamiento sobre las
posibilidades y limites del conocimiento, pero al abordar la filosofía de una manera critica
el problema del conocimiento como conocimiento de la realidad, se encuentra
confrontada con la ciencia en general, produciéndose una tensión entre ambos campos
que aparentemente termina ganando la ciencia por sus resultados “ más evidentes” para
el desarrollo de la humanidad.
Pero no se trata de establecer legitimidades pragmáticas respecto de quien debe jugar un
papel predominante en la comprensión del conocimiento. Atrás hemos afirmado que el
conocimiento es un fenómeno múltiple, entonces su comprensión no debe excluir ni la
ciencia ni la filosofía. Si caracterizamos la ciencia desde el punto de vista de la observación
y la experiencia y la filosofía desde el punto de vista de la reflexión y la especulación, sería
erróneo afirmar tajantemente que en la actividad científica no hay reflexión ni
especulación o que la filosofía desprecia por principio la observación y la experimentación.
Por muy separadas que estén no se puede olvidar que ambas son producto del
hombre,son dos caras del desarrollo de una misma facultad humana, el pensamiento, y
como tal las dos son necesarias para conocer el mundo.

Esta reflexión solo pretende el hecho del conocimiento, no como un fenómeno o proceso
simple, que se identificas en sinónimos, sino como un proceso que es necesario
comprender en su complejidad, que depende de un conjunto de condiciones, físicas,
antropológicas, culturales, históricas, para su producción y que se enriquece diariamente.
Todo el que conoce debe conocer los fundamentos del conocimiento, reconocer su
problemática y entender que el proceso de aprehensión de la realidad objetiva por parte
del sujeto no es simplemente un proceso mecánico sino que conlleva una responsabilidad
histórica pues encierra la posibilidad de progreso de la sociedad en la cual se produce.

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