Tema 10

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Tema 10

Intervención Psicológica en Tercera Edad

Evaluación e intervención
psicológica en contextos
de cuidado familiar de
personas mayores
dependientes
Índice
Esquema 3

Planteamiento del caso clínico 4


Cuidado familiar de personas mayores dependientes:
identificación de estresores y su evaluación 4

Material de estudio 5
10.1. Introducción y objetivos 5
10.2. Relevancia del problema 6
10.3. Consecuencias físicas y mentales del cuidado de
personas con demencia: modelo de estrés y
afrontamiento 8
10.4. Evaluación de los cuidadores 14
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10.5. Intervenciones psicológicas para cuidadores


familiaress de personas con demencia 25
10.6. Referencias bibliográficas 31

Resolución del caso clínico 39

A fondo 41

Test 42
Esquema
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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Esquema
Planteamiento del caso clínico

Cuidado familiar de personas mayores


dependientes: identificación de estresores y su
evaluación

Ana es una mujer de 45 años que se dedica al cuidado de su padre de 78 años, que
padece una demencia tipo alzhéimer. Ana realiza actividades de cuidado que incluyen
aseo, ayuda para vestirlo y para el movimiento a diferentes lugares (por ejemplo,
para pasar de la cama a la silla, para caminar, etc.) así como el control y supervisión
de la medicación que ha de tomar (ya que su padre suele estar desorientado y tener
dificultades para recordar cualquier información), y el manejo de reacciones
inadecuadas de incontinencia, agitación y agresividad. Ana refiere sentirse desde
hace unos meses con malestar general, como agotada y «decaída», preocupada y sin
tiempo para realizar otras actividades familiares y de ocio por dedicarse al cuidado
de su padre.

En base a la situación y problemática descrita en el caso anteriormente planteado:

 ¿Qué estresores fundamentales están presentes en las manifestaciones de la


patología del padre de Ana que pueden tener influencia en su estado de salud?
 Indica cómo evaluarías de forma específica estos estresores y la valoración
subjetiva de los mismos por parte del cuidador.
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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Caso clínico
Material de estudio

10.1. Introducción y objetivos

En el presente tema se realiza el abordaje de la relevancia que el envejecimiento y


el aumento del número de personas con demencia tiene en las necesidades de
cuidado, además del impacto que supone el cuidado de un familiar dependiente.

Posteriormente, el tema se encarga de realizar un análisis de las consecuencias del


cuidado de personas con demencia, haciendo especial referencia a los factores y
variables más destacadas que se incluyen en el modelo de estrés y afrontamiento.
Tras este punto de contenido se examinan las principales variables a examinar en
cuidadores, por estar relacionadas con las consecuencias negativas del cuidado. El
apartado final del tema describe y analiza los principales componentes de diferentes
intervenciones psicológicas utilizadas en cuidadores familiares de personas con
demencia.

Específicamente, en este tema los objetivos que se pretenden conseguir son:

 Conocer y describir el impacto personal, familiar y socioeconómico del cuidado


familiar de las personas mayores dependientes.
 Analizar las principales consecuencias para la salud del cuidado de personas
mayores dependientes y qué mecanismos explicativos de las mismas existen.
 Examinar los procedimientos de evaluación de variables clave en el cuidado
familiar de personas mayores dependientes.
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 Conocer ejemplos de intervenciones psicológicas para cuidadores familiares de


personas mayores dependientes.

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Tema 10. Material de estudio
10.2. Relevancia del problema

La población envejece. Las estadísticas muestran un importante envejecimiento de


la población asociado a factores como la reducción de la natalidad y el incremento
de la esperanza de vida. Si bien la mayoría de las personas envejecen sin problemas
de salud que impliquen dependencia, la realidad es que la vejez se asocia a fragilidad
y, en un porcentaje importante de la población, especialmente a partir de los 80 años,
a demencias.

Esta circunstancia refleja lo que ya es un hecho. Y es que el número de casos de


personas con demencia, especialmente alzhéimer, está creciendo casi de forma
exponencial. Tanto si existe demencia como en casos de problemas funcionales, las
personas mayores son cuidadas en su mayoría por las familias y, más concretamente,
por mujeres.

Las circunstancias anteriores, unidas a que en los últimos años se ha producido el


fenómeno de la incorporación de la mujer al mundo laboral, permiten entender que
cada vez exista una menor disponibilidad de redes familiares de apoyo.

A lo anterior hay que añadir que la casi inexistencia de recursos sociales y sanitarios
en nuestro país para ayudar a las personas con demencia y a sus familias contribuye
a dibujar un panorama preocupante y alarmante que, como se verá a continuación,
tiene sus principales efectos sobre la figura del cuidador familiar.

En el año 2005, aproximadamente 1 000 000 de personas eran cuidadoras de


personas mayores de 65 años en España (IMSERSO, 2005). Aproximadamente 600
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000 de personas con demencia (Pedro-Cuesta et al., 2009). Dado que se estima que
la cantidad de personas con demencia se duplica cada veinte años, se puede
considerar que, en 2025, habrá en nuestro país, al menos, 1 200 000 cuidadores
familiares de personas con demencia.

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Tema 10. Material de estudio
Un cuidador familiar o informal es aquella persona que es familiar, amigo o similar
y que presta ayuda no remunerada a otra persona por el vínculo personal que les
une. En el caso de las demencias, las personas cuidadoras realizan, entre otras, las
siguientes tareas a lo largo del proceso de la enfermedad:

 Supervisión general.
 Ayuda en actividades básicas de la vida diaria (aseo o alimentación).
 Ayuda en actividades instrumentales de la vida diaria (manejo del dinero).
 Cuidados médicos (adherencia a tratamientos farmacológicos).
 Ayuda en transferencias (caminar, entrar y salir de la cama, etc.).
 Manejo de síntomas conductuales y psicológicos de las demencias (repetición de
preguntas, tristeza, agitación, incontinencia, etc.).
 Gestionar recursos de apoyo con servicios sociales y sanitarios.
 Gestiones administrativas (papeleos, lucha con la administración, etc.).
 Un largo etcétera.

En el primer recurso de la sección de A fondo puedes conocer un espacio online


destinado a proporcionar materiales de ayuda para diferentes aspectos relacionados
con las tareas que realizan los cuidadores familiares de personas con demencia.

Los cuidadores dedican de media más de setenta horas a la semana al cuidado


(IMSERSO, 2005; Losada, Montorio, Izal y Márquez-González, 2006), aunque, en
algunos estudios, supera las noventa horas semanales (Losada, Márquez-González,
Romero-Moreno y López, 2014). Datos alarmantes puesto que superan incluso el
doble de la jornada laboral. Además, en el caso del alzhéimer, el proceso de la
enfermedad puede durar hasta veinte años (Alzheimer's Association, 2013).
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No es difícil imaginar qué sería de nuestras vidas si tuviéramos que destinar noventa
horas semanales (catorce diarias) al cuidado de un familiar enfermo de demencia. Sin
duda, se ven afectadas áreas personales (relación de pareja, relaciones familiares,
etc.), áreas sociales (relaciones de amistad), el bienestar (descanso, sueño, ejercicio

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Tema 10. Material de estudio
físico, ocio, etc.), la economía (el coste mensual medio del cuidado de un familiar con
demencia es de 1412,73 euros; 88 % financiado por la familia), etc.

Es fundamental tener en cuenta, además, que el cuidado no se asocia únicamente


con pérdidas como las mencionadas, sino que también el cuidador asiste al deterioro
progresivo de su familiar (en la mayoría de los casos, muy querido). El dolor que
muchas familias sufren por vivir el deterioro de sus familiares ha sido asociado
incluso al concepto de duelo anticipado, fenómeno que causa un importante
sufrimiento psicológico de una naturaleza crónica.

No hay que olvidar, por último, el limitado o casi inexistente apoyo del Estado a las
familias con familiares dependientes. El número de recursos disponibles para las
familias se ha reducido o casi desaparecido en los últimos años, haciendo que la
conocida como «ley de la dependencia» carezca de poder de acción.

10.3. Consecuencias físicas y mentales del cuidado


de personas con demencia: modelo de estrés y
afrontamiento

El ya mencionado largo período de tiempo cuidando a un familiar (unos veinte años)


durante muchas horas al día (más de diez) permite comprender por qué esto es un
ejemplo prototípico de estrés crónico (Vitaliano, Young y Zhang, 2004) y un
experimento natural de estrés extremo (Robinson-Whelen, Tada, MacCallum,
McGuire y Kiecolt-Glaser, 2001). No es extraño, por lo tanto, que sea muy frecuente
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observar en los cuidadores las siguientes consecuencias físicas y psicológicas, entre


otras:

Consecuencias físicas (Mausbach et al., 2011; Vitaliano, Zhang y Scanlan, 2003):

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Tema 10. Material de estudio
 Agotamiento.
 Bajas defensas.
 Riesgo cardiovascular.

Consecuencias psicológicas (Losada et al. 2010; Schulz, O´Brien, Bookwala y


Fleissner, 1995):

 Tristeza/depresión.
 Ansiedad.
 Estrés.
 Culpa.
 Ambivalencia.
 Incertidumbre.
 Evitación de sentimientos y emociones propias.
 Limitada activación conductual.
 Crecimiento o desarrollo personal interrumpido.

En términos de depresión, por ejemplo, se ha encontrado que la prevalencia de


problemas depresivos en cuidadores familiares de personas con demencia es de un
22,3 % (Cuijpers, 2005). Además, más de un 50 % de los cuidadores tiene
sintomatología depresiva clínicamente significativa (Schulz et al., 1995). Y, en un
estudio reciente, se ha encontrado que, en un plazo de dos años, un 60 % de
cuidadores desarrolló un trastorno depresivo o de ansiedad (Joling, van Marwijk,
Veldhuijzen, van der Horst, Scheltens, Smit y van Hout, 2015).

Modelo de estrés y afrontamiento


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Sin embargo, aunque una gran mayoría de las personas cuidadoras sufre
consecuencias negativas asociadas al cuidado, no todas las sufren con la misma
intensidad e, incluso, algunos cuidadores encuentran aspectos positivos relacionados
con el mismo (Cohen, Colantonio y Vernich, 2002). El por qué ocurre esto puede
explicarse con base en el modelo teórico que más apoyo empírico ha recibido en el

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Tema 10. Material de estudio
estudio de las consecuencias psicológicas y físicas asociadas al cuidado: el modelo de
estrés y afrontamiento (Haley, Levine, Brown y Bartolucci, 1987; Knight y Sayegh,
2010).

De acuerdo con este modelo, que se ilustra en la figura 1, los estresores no causan
directamente consecuencias negativas, sino que existen diferentes variables que
pueden influir positiva o negativamente en el efecto de los estresores sobre el
malestar.

Figura 1. Modelo de estrés y afrontamiento.

A continuación, se revisan las diferentes dimensiones incluidas en el modelo:

Contexto

 Factores sociodemográficos: la literatura científica muestra que existen


diferencias en las consecuencias del cuidado asociadas a factores
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sociodemográficos. Así, por ejemplo, es conocido que las mujeres muestran más
sintomatología depresiva y ansiosa que los hombres.

Igualmente, parece que el parentesco también introduce diferencias. Son notables


las diferencias entre hijas y el resto de cuidadores, en variables como la culpa

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Material de estudio
(Losada et al., 2010; Romero-Moreno, Losada, Márquez-González, Laidlaw,
Fernández-Fernández, Nogales-González y López, 2014). Otras variables
sociodemográficas que tienen importancia en el cuidado son la situación
socioeconómica, el nivel educativo o la edad del cuidador.

 Factores personales: algunas variables como, por ejemplo, la calidad de la


relación previa o actual con la persona cuidada, la existencia previa de
problemas psicológicos o de salud física, etc. pueden también contribuir a
comprender la situación del cuidador.

 Factores culturales: una reciente actualización del modelo de estrés y afrontamiento


muestra con claridad la importancia que tienen los factores culturales en el proceso
de estrés (Knight y Sayegh, 2010). Así, por ejemplo, variables como el familismo o los
motivos por los que se cuida tienen un efecto importante a la hora de entender las
consecuencias asociadas al cuidado. E, incluso, dentro del familismo, parecen existir
diferentes dimensiones que pueden influir de distinta forma en el cuidado.

En este sentido, como se muestra en la figura 2, un estudio de Losada et al. (2010)


mostró cómo la percepción de la familia como una fuente de obligaciones se asocia
finalmente con la depresión, mientras que la percepción de la familia como una
fuente de apoyo se asoció con la recepción de apoyo social y con una menor
depresión.
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Figura 2. Familismo, pensamientos disfuncionales y depresión.

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Tema 10. Material de estudio
Estresores

Como ya se mencionó anteriormente, los cuidadores se enfrentan en su día a día a


multitud de situaciones demandantes. Además de dedicar un importante número de
horas diarias al cuidado y hacerlo durante un número de años prolongado, existen
otras fuentes importantes de demandas o estrés:

 Capacidad funcional de la persona cuidada: incluso en casos en los que no existe


deterioro cognitivo (por ejemplo, demencias), el cuidado puede desgastar mucho.
Esto puede ocurrir por la necesidad de ayuda que puede tener una persona
dependiente, pero además porque los cuidadores se enfrentan a consecuencias
negativas asociadas a la dependencia.

Así, por ejemplo, para nadie resulta agradable ser dependiente de otros para las
actividades básicas o instrumentales de la vida diaria. Sufrir esta tragedia puede
tener efectos importantes sobre la sintomatología depresiva, ansiedad o ira de la
persona que la padece.

 Capacidad cognitiva de la persona cuidada: cuidar de una persona con deterioro


cognitivo no resulta fácil por muchos motivos. Quizá uno de los fundamentales
tiene que ver con la tristeza que se genera por el hecho de ver cómo una persona
querida sufre y cambia día a día, mostrando síntomas como la pérdida de memoria
o el no reconocimiento de personas muy próximas.

 Síntomas conductuales y psicológicos de las demencias: tal y como se mencionó


en el tema dedicado específicamente a esta variable, los síntomas conductuales y
psicológicos de las demencias son una de las principales fuentes de estrés de los
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cuidadores, generando importantes niveles de malestar. La repetición de


preguntas o peticiones, la agitación, la tristeza o comportamientos similares
desgastan mucho y la mayoría de las personas, incluidos profesionales, no cuentan
con formación para hacer frente a esta problemática (Izal, Montorio, Márquez-
González, Losada y Alonso, 2001).

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Tema 10. Material de estudio
Recursos del cuidador

Una primera variable que puede introducir diferencias en la forma en la que el


cuidado impacta sobre la salud tiene que ver con la valoración que los cuidadores
hacen de las situaciones estresantes a las que se enfrentan. Ante un mismo estresor,
un cuidador puede estresarse más que otro. Relacionado con esta cuestión está el
concepto de carga del cuidador. La valoración subjetiva de las demandas del cuidado
puede llevar a un cuidador a sentirse sobrecargado.

Por otra parte, son muchas las variables que pueden actuar como amortiguadoras o
potenciadoras del estrés. Las variables amortiguadoras más estudiadas son el apoyo
social y la activación conductual (por ejemplo, realización de actividades de ocio).
Algunas estrategias de afrontamiento centradas en los problemas actúan también
como amortiguadoras.

Por el contrario, estrategias de afrontamiento como la evitación experiencial o la


supresión parecen influir negativamente sobre la salud. Los pensamientos
disfuncionales también son desadaptativos para el afrontamiento del cuidado.

Consecuencias del cuidado

Por lo general, las consecuencias del cuidado se dividen en consecuencias físicas y


consecuencias psicológicas. Sin embargo, existen otras consecuencias relevantes
como pueden ser la decisión de ingresar al familiar en una residencia o la ocurrencia
de conflictos familiares.

 Consecuencias físicas: el cuidado tiene efectos significativos sobre la salud (en las
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hormonas de estrés, anticuerpos y medidas subjetivas de salud) (Vitaliano et al.,


2003). Las consecuencias físicas del cuidado tienen una importante relación con
los hábitos de vida (ejercicio, descanso, cuidados médicos, etc.), la salud
emocional y la respuesta fisiológica del organismo.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Material de estudio
 Consecuencias psicológicas: los cuidadores, especialmente si cuidan de personas
con demencia, tienen niveles muy superiores de malestar psicológico (depresión,
estrés, ansiedad, etc.) con respecto a los no cuidadores (Pinquart y Sörensen,
2003). Los estudios longitudinales disponibles sugieren que el malestar se
mantiene relativamente estable a lo largo del proceso del cuidado (Clay, Roth,
Wadley y Haley, 2008; Schulz y Williamson, 1991).

10.4. Evaluación de los cuidadores

Como se ha señalado en el epígrafe anterior, son muchas las variables que pueden
influir sobre la salud física y psicológica de los cuidadores. A continuación, se
describen algunas de las variables principales sobre las que existe evidencia empírica
de su influencia, tomando como referencia las dimensiones propuestas por el modelo
de estrés y afrontamiento.

Factores culturales

Familismo

El familismo hace referencia a una fuerte identificación y apego de las personas con
sus familias (nuclear y extensa) y a fuertes sentimientos de lealtad, reciprocidad y
solidaridad entre los miembros de una misma familia (Sabogal, Marín, Otero-
Sabogal, Marín y Perez-Stable, 1987).

El familismo ha sido estudiado en población cuidadora y, si bien en principio podría


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hipotetizarse que se trata de una variable que podría favorecer consecuencias


únicamente positivas en el proceso del cuidado, la realidad es que la investigación
sugiere que se compone de diferentes dimensiones, estando la dimensión de
obligaciones familiares (ver tabla 1) asociada a consecuencias negativas en

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Tema 10. Material de estudio
cuidadores (por ejemplo, mayor depresión [Losada, Márquez-González, Knight,
Yanguas, Sayegh, y Romero-Moreno, 2010]).

Ejemplos de ítems de familismo (obligaciones familiares)


Las personas deberían hacer grandes sacrificios con el objetivo de garantizar una buena educación
para sus hijos.

La mayoría de lo que hace una hija o un hijo debería ser para agradar a sus padres.

Las personas deben avergonzarse por las cosas malas hechas por sus hermanos o hermanas.

Tabla 1. Ejemplos de ítems de familismo (obligaciones familiares).

Motivos por los que se cuida

Se trata de una de las variables culturales que se ha estudiado en población


cuidadora. Se ha definido como las expresiones o significados, derivados de la
cultura, que dirigen los comportamientos del cuidado de personas dependientes
(Dilworth-Anderson, Brummett, Goodwin, Williams, Williams y Siegler, 2005).

Se relacionan con creencias y actitudes sobre el cuidado que favorecen el uso de


estrategias de afrontamiento para enfrentarse a los estresores de este. Un estudio
realizado con población cuidadora española encontró que se pueden diferenciar
motivos intrínsecos y extrínsecos para cuidar (ver tabla 2), siendo aquellos
cuidadores que cuidan con pocos motivos intrínsecos y muchos extrínsecos los que
más malestar padecen (Romero-Moreno, Brummett, Goodwin, Williams, Williams y
Siegler, 2011).
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Tema 10. Material de estudio
Ejemplos de motivos por los que se cuida

Motivos Ejemplos

Porque cuidando a los familiares mayores dependientes devuelvo lo que se


Intrínsecos me ha dado a mí.
Porque siento que estoy siendo útil y realizando una contribución a la familia.
No tengo alternativa.
Extrínsecos
Mi familia espera de mí que cuide.

Tabla 2. Ejemplos de motivos por los que se cuida.

Machismo

El machismo, sin duda, es otra variable que puede tener importantes repercusiones
en el cuidado. Así, por ejemplo, tal y como señalan Perrin et al. (2015), el machismo
puede llevar a que los hombres desarrollen estrategias de afrontamiento
desadaptativas como, por ejemplo, no informar de problemas de salud o no pedir
ayuda.

De la misma forma, las culturas machistas, como la española, esperan que las
mujeres sean sumisas y asuman, en mayor medida, el cuidado, restringiendo su ocio
y socialización, lo que les lleva a experimentar problemas de salud mental.

Espiritualidad

La espiritualidad hace referencia a una respuesta personal o individual sobre


cuestiones relacionadas con el sentido de la vida, la muerte, la enfermedad u otras
preocupaciones existenciales. La religiosidad parece estar asociada a la percepción
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de autoeficacia, de tal forma que aquellas personas espirituales con altos niveles de
autoeficacia parecen tener menores niveles de depresión (López, Romero-Moreno,
Márquez-González y Losada, 2012).

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Tema 10. Material de estudio
Estresores

Capacidad funcional y cognitiva de la persona cuidada

Para la evaluación de la capacidad funcional de las personas cuidadas es frecuente la


utilización de escalas como el Índice de Barthel (Mahoney y Barthel, 1965), mientras
que para la del estado cognitivo es frecuente también la utilización de la Escala Global
de Deterioro (GDS) (Reisberg, Ferrys, de Leon, y Crook, 1982).

Síntomas conductuales y psicológicos de las demencias (BPSD)

Existen diferentes escalas para la evaluación de los BPSD como, por ejemplo, el
Inventario Neuropsiquiátrico (Cummings, Mega y Gray, 1994), que evalúa diez
alteraciones que pueden aparecer en las demencias (delirios, alucinaciones, disforia,
etc.).

Otras escalas existentes, que incluso han sido recomendadas para su utilización por
encima de otros instrumentos, son el Inventario Revisado de Problemas de Memoria
y de Conducta (RMBPC) (Teri, Truax, Logsdon, Uomoto, Zarit y Vitaliano, 1992), que
evalúa tres dimensiones de comportamientos problemáticos (problemas disruptivos,
de memoria y depresivos, ver tabla 3) y el malestar que estos generan en el cuidador
o el Inventario elaborado por Cohen-Mansfield (1986), que evalúa específicamente
síntomas de agitación (ver tabla 4).

Ejemplos de ítems de Inventario Revisado de Problemas de Memoria y de Conducta (RMBPC)

Dimensiones Ítem
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¿Hace la misma pregunta una y otra vez?


Memoria ¿Tiene dificultades para recordar eventos recientes?
¿Pierde o cambia cosas de lugar?
¿Le despierta a usted u otros miembros de la familia durante la noche?
Disruptivos
¿Habla demasiado alto o demasiado rápido?

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Tema 10. Material de estudio
¿Realiza acciones que son potencialmente peligrosas para él o para otros?
¿Parece triste o deprimido?
Depresivos ¿Expresa sentimientos de desesperanza o tristeza respecto al futuro?
¿Habla de sentimientos de soledad?

Tabla 3. Ejemplos de ítems de Inventario Revisado de Problemas de Memoria y de Conducta (RMBPC).

Ejemplos de ítems del Inventario de Agitación

¿Camina de un lado a otro sin rumbo? ¿Deambula?


¿Es agresivo verbalmente? ¿Insulta, dice palabrotas, es maleducado, dice obscenidades o habla
enfadado?

¿Pide constantemente atención o ayuda en momentos en los que no tiene sentido?

¿Repite frases o preguntas una y otra vez?

Tabla 4. Ejemplos de ítems del Inventario de Agitación. Fuente: Cohen-Mansfield, 1986.

Valoración subjetiva de los estresores

Quizá la escala más conocida para la evaluación subjetiva del estrés del cuidador es
la Escala de Carga de Zarit (ZBI) (Zarit, Reever y Bach-Peterson, 1980) (ver tabla 5).
Evalúa aquellas áreas más mencionadas por los cuidadores como problemáticas.
Aunque se utiliza frecuentemente como una variable de resultado (consecuencia),
diferentes estudios sugieren que es un concepto que evalúa la percepción del
cuidado como estresante o no por los cuidadores (Knight, Fox y Chou, 2000).

Ejemplos de ítems de la Escala de Carga de Zarit

¿Piensa que su familiar le pide más ayuda de la que realmente necesita?

¿Piensa que debido al tiempo que dedica a su familiar no tiene suficiente tiempo para usted?
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¿Se siente agobiado por intentar compatibilizar el cuidado de su familiar con otras
responsabilidades (trabajo, familia…)?

¿Siente vergüenza por la conducta de su familiar?

¿Se siente enfadado cuando está cerca de su familiar?

Tabla 5. Ejemplos de ítems de la Escala de Carga de Zarit. Fuente: Zarit, Reever y Bach-Peterson, 1980.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Material de estudio
También para la evaluación de la percepción subjetiva de los estresores en personas
implicadas en el cuidado se utilizan las mismas escalas que evalúan BPSD (como la
RMBPC), donde mediante una segunda columna se evalúa el grado en el que cada
síntoma es percibido como estresante (en concreto el grado en el que los problemas
de comportamiento molestan o preocupan) o no por los cuidadores (Nogales, Losada
y Romero-Moreno, 2015).

Variables moduladoras

Relaciones familiares y apoyo social

Tal y como señala la literatura, más que evaluar el número o tamaño de la red social
de apoyo de las personas cuidadoras, hay que evaluar la calidad de las relaciones
que mantiene y la posible existencia de conflicto en las relaciones familiares y
personales de los cuidadores (Losada et al., 2006; Pérez, García, Rodríguez, Losada,
Porras y Gómez, 2009).

Afrontamiento

Existen numerosos estudios sobre estrategias de afrontamiento en cuidadores de


personas dependientes, pero la interpretación de los resultados obtenidos es
cuestionable y difícil (Gottlieb y Wolfe, 2002).

En un estudio realizado en España por Muela Torres y Peláez (2002) se encontró que
era mejor clasificar las estrategias de afrontamiento en función de los siguientes
criterios que hacerlo de la forma clásica (diferenciando entre centradas en emociones
y el problema):
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 Resolver el problema cuando tiene solución: adecuado.


 Resolver el problema cuando no tiene solución: inadecuado.
 No intentar resolver el problema cuando tiene solución: inadecuado.
 No intentar resolver el problema cuando no tiene solución: adecuado.

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Tema 10. Material de estudio
 Utilizar estrategias que pueden tener consecuencias perniciosas para el cuidador
o la persona cuidada: inadecuado.

Esta forma de clasificar las formas de afrontamiento de los cuidadores permite


diferenciar entre cuidadores con diferentes niveles de carga.

Autoeficacia

Junto con las estrategias de afrontamiento, la autoeficacia es una de las variables


moduladoras del estrés más estudiadas en población cuidadora. Se ha definido la
autoeficacia como las creencias de las personas sobre su capacidad para organizar
y ejecutar las acciones necesarias para conseguir ciertos logros (Bandura, 1997).

Si uno cree que es capaz de actuar de la forma necesaria para lograr un resultado
concreto, muy probablemente realizará las acciones requeridas, invertirá el tiempo y
esfuerzo necesario y persistirá en ello a pesar de los obstáculos. En la tabla 6 se
muestran algunos ejemplos de la escala revisada de autoeficacia del cuidador
(Márquez-González, Losada, López y Peñacoba, 2009).

Ejemplos de ítems de la Escala Revisada de Autoeficacia del Cuidador

Dimensión Contenido

¿Hasta qué punto cree usted que es capaz de pedirle a otra


Autoeficacia para obtener
persona cercana que se quede un día con su familiar cuando
respiro
usted necesita un descanso?
Autoeficacia para el manejo Cuando se enfada con su familiar porque repite la misma
de comportamientos pregunta una y otra vez, ¿hasta qué punto cree usted que es
problemáticos capaz de decirse cosas para tranquilizarse a sí mismo?
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¿Hasta qué punto cree usted que es capaz de controlar el pensar


Autoeficacia para controlar
sobre los aspectos negativos o desagradables de cuidar de su
pensamientos molestos
familiar?

Tabla 6. Ejemplos de ítems de la Escala Revisada de Autoeficacia del Cuidador.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Material de estudio
Activación y restricción conductual

Una de las variables clave a la hora de explicar y tratar la sintomatología depresiva (y


otras variables indicadoras de malestar psicológico) es la activación conductual. La
evaluación de la frecuencia de actividades placenteras que realizan las personas y el
grado en el que las disfrutan resulta fundamental para poder diseñar intervenciones
que tengan como objetivo potenciar la realización de estas actividades por parte de
los cuidadores.

A su vez, también es importante evaluar el grado en el que el cuidado restringe la


realización de actividades placenteras o relacionadas con los valores de las personas.
Mausbach y colaboradores elaboraron el modelo PEAR (Pleasant Events and Activity
Restriction), que permite considerar tanto la activación conductual como la
restricción de actividades (Mausbach, Roepke, Depp, Moore, Patterson y Grant,
2011).

Pensamientos disfuncionales

Determinadas formas de pensar de los cuidadores pueden influir en un modo


desadaptativo de afrontamiento del cuidado que, finalmente, genera importantes
niveles de malestar en el cuidador (Losada, Knight y Márquez-González, 2003).

Losada et al. (2006) elaboraron el cuestionario de pensamientos disfuncionales sobre


el cuidado (ver tabla 7), a través del cual se puede obtener información clínica de
interés para trabajar aspectos cognitivos concretos con los cuidadores en
intervenciones psicológicas (Losada, Márquez, Romero, Mausbach, López, Fernández
y Nogales, 2015).
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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Material de estudio
Ejemplos de ítems del Cuestionario de pensamientos disfuncionales sobre el
cuidado
Solo la persona más cercana sabe cuidar verdaderamente bien de su familiar
enfermo.
Es egoísta que un cuidador dedique tiempo para sí mismo teniendo un familiar
enfermo y necesitado.
Llegar a ser un buen cuidador significa no cometer errores en el cuidado de su
familiar enfermo.
Un buen cuidador es aquel que ayuda a su familiar en todas las tareas, incluso en
aquellas que este podría hacer por sí mismo, si eso significa facilitarle la vida.

Tabla 7. Ejemplos de ítems del Cuestionario de Pensamientos Disfuncionales sobre el Cuidado. Fuente: Losada
et al., 2006.

Evitación experiencial

Consiste en el rechazo a mantenerse en contacto con experiencias privadas


desagradables (como las sensaciones corporales, emociones, pensamientos o
predisposiciones conductuales) y tratar de alterar la forma o frecuencia de tales
eventos y los contextos que los generan.

De acuerdo con esta definición, se elaboró el cuestionario de evitación experiencial


en el cuidado (Losada et al., 2014), a través del cual se evalúa la tendencia a la
evitación experiencial de aspectos concretos del cuidado (ver tabla 8).

Ejemplos de ítems de la Escala de Evitación Experiencial en el Cuidado (EACQ)

No se deben tener malos pensamientos hacia la persona que se cuida.

Nunca me he sentido mal con motivo del cuidado de mi familiar.

Evito pensar que otros familiares se portan de forma egoísta y tiendo siempre a excusarlos
pensando cosas como: «ellos están más ocupados, pobres, tienen sus vidas…».
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Cada vez que vienen pensamientos malos sobre mi familiar o mi situación como cuidador,
intento escapar de ellos y distraerme.
En situaciones difíciles del cuidado en las que necesitaría algún tipo de apoyo, prefiero no
hablarlo con otros familiares si esto puede suponer un conflicto.

Tabla 8. Ejemplos de ítems de la Escala de Evitación Experiencial en el Cuidado (EACQ). Fuente: Losada et al.,
2014.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


22
Tema 10. Material de estudio
Valores personales

Recientemente se ha elaborado la versión adaptada al cuidado del Cuestionario de


Vivir de Acuerdo con los Valores (Romero, Gallego, Márquez y Losada, 2017). Evalúa
doce valores, que incluyen las relaciones familiares, el matrimonio, ser padre,
amistades, desarrollo personal, ocio, etc., más cuidar de un familiar y cuidar de uno
mismo.

A través de este cuestionario se puede evaluar hasta qué punto es importante cada
valor para la persona y en qué medida realiza acciones dirigidas a cumplir con cada
valor en el día a día. Tiene un importante interés clínico debido a que permite ayudar
a los cuidadores a recuperar valores importantes que fueron bloqueados con motivo
de cuidar de un familiar.

Ambivalencia

Ha sido definida como la experiencia de emociones contradictorias hacia un mismo


objeto (Weigert, 1991) y la existencia de emociones positivas y negativas
simultáneas o rápidamente intercambiables hacia un mismo objeto o actividad
(Raulin, 1984).

Tomando como punto de partida tales definiciones, Losada, Pillemer, Márquez,


Romero y Gallego (2017) han elaborado un cuestionario (ver tabla 9) para medir
sentimientos ambivalentes en cuidadores de personas con demencia. Estos
sentimientos ambivalentes permiten explicar un porcentaje de varianza significativo
de la depresión y ansiedad de los cuidadores.
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Intervención Psicológica en Tercera Edad


23
Tema 10. Material de estudio
Ejemplos de ítems del Cuestionario de Ambivalencia del Cuidador

Tengo sentimientos mixtos hacia mi familiar (ternura-rabia, amor-odio, etc.).

Me siento dividido o en conflicto con respecto a cuestiones relativas a mi familiar.

Siento tanto satisfacción como resentimiento (rabia) por ser cuidador.

Tengo a la vez sentimientos positivos y negativos hacia mi familiar.

Tabla 9. Ejemplos de ítems del Cuestionario de Ambivalencia del Cuidador. Fuente: Losada et al., (2017).

Consecuencias psicológicas

Depresión y ansiedad

La depresión y, en menor medida, la ansiedad, son las variables de malestar


psicológico más habitualmente evaluadas en población cuidadora. Una de las
escalas más frecuentemente utilizadas es la escala de depresión del Centro de
Estudios Epidemiológicos (CES-D) (Radolff, 1977), de la que existe una versión en
castellano (Losada et al., 2012).

Culpa

La culpa se ha descrito como una sensación disfórica asociada al reconocimiento de


que se ha violado un estándar moral o social relevante para la persona.

A pesar de que se trata de una emoción muy frecuente en cuidadores, que genera
mucho malestar (se asocia con depresión, ansiedad y otras variables relevantes para
la salud mental y física de los cuidadores [Losada et al., 2010]), apenas ha sido
estudiada. En la tabla 10 se presentan ejemplos de ítems de la escala de culpa del
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cuidador (Losada, Márquez, Peñacoba y Romero, 2010).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


24
Tema 10. Material de estudio
Ejemplos de ítems de la Escala de Culpa del Cuidador.
Debido al cuidado, me he sentido mal por no atender a mis otros familiares (marido,
mujer, hijos...) como debería.
Debido al cuidado, me he sentido mal por no poder dedicar más tiempo a mi familia
(marido, mujer, hijos...) como debería.
Cuando he salido a hacer alguna actividad agradable (ir a cenar a un restaurante), me
he sentido culpable y no he dejado de pensar que debería estar cuidando o atendiendo
a mi familiar.
Me he sentido mal por cosas que quizá había hecho mal con la persona a la que estoy
cuidando.

Tabla 10. Ejemplos de ítems de la Escala de Culpa del Cuidador. Fuente: Márquez-González et al., 2010.

10.5. Intervenciones psicológicas para cuidadores


familiaress de personas con demencia

En relación a la eficacia de las intervenciones psicológicas para cuidadores, Gallagher-


Thompson y Coon (2007) realizaron una revisión de la literatura científica dirigida a
valorar si existen intervenciones psicológicas basadas en la evidencia para el trabajo
con cuidadores familiares de personas mayores dependientes. Encontraron
evidencia para programas psicoeducativos dirigidos a la modificación de conducta
de síntomas conductuales y psicológicos de las personas con demencia, manejo de
la depresión y de la ira.

Igualmente, se obtuvo respaldo para el trabajo con cuidadores a través del modelo
del umbral de estrés progresivamente reducido y para la terapia cognitivo-
conductual. También se obtuvo evidencia empírica para programas
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multicomponente que incluían al menos dos aproximaciones teóricas diferentes


(por ejemplo, consejo individual y grupos de apoyo).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


25
Tema 10. Material de estudio
Características de las intervenciones asociadas a una mayor eficacia

En primer lugar, una intervención debe estar sostenida por un marco teórico sólido
que permita identificar qué dimensiones son clave a la hora de diseñar una
intervención para cuidadores.

Con respecto a los contenidos que la intervención debe incluir, la decisión de qué
tratar no debería responder al criterio de «cuanto más, mejor», sino al de en qué
área deben cambiar especialmente las cosas para que el malestar del cuidador se
reduzca o se proteja con respecto al futuro. Interesa considerar aquellos aspectos
«llave» que, de ser tratados, permitan obtener generalizaciones de lo analizado a
áreas que no han sido examinadas.

Por otra parte, se asocia con mejores resultados un estilo psicoterapéutico por
encima de uno educativo. La participación activa de los cuidadores es clave a la hora
de explicar la eficacia de las intervenciones. A su vez, la realización de tareas o
actividades entre sesiones permite obtener información sobre el grado en el que los
participantes en las intervenciones están realmente comprendiendo y sabiendo
aplicar lo tratado en las mismas, lo que contribuye a aumentar la adherencia
terapéutica.

La literatura científica disponible muestra que a través de intervenciones


individuales se obtienen mejores resultados que a través de intervenciones
grupales. Por último, parece que las intervenciones que superan las siete o nueve
sesiones son especialmente eficaces (Sörensen, Pinquart y Duberstein, 2002).

En el siguiente vídeo se describe un caso de intervención psicológica para ayudar a


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cuidadores (características, análisis…).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


26
Tema 10. Material de estudio
Intervención psicológica con una cuidadora con altos niveles de malestar.

Accede al vídeo a través del aula virtual

Ejemplos de intervenciones

A continuación, se describen algunas intervenciones que se han realizado en nuestro


país a través de las cuáles se han obtenido resultados positivos para la reducción del
malestar psicológico de los cuidadores.

Programa Cuidar Cuidándose

Terapia cognitivo-conductual para cuidadores familiares de personas con demencia

Esta intervención está basada en trabajos previos realizados por Gallagher-Thompson


et al. (2003) y fue desarrollada de acuerdo con el modelo cognitivo-conductual del
malestar psicológico en cuidadores (Losada et al., 2006). Ha demostrado ser eficaz
tanto en formato grupal (Márquez-González, Losada, Izal, Pérez-Rojo y Montorio,
2007) como individual (Losada et al., 2015). Está compuesta por cuatro módulos
principales:
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 Reestructuración cognitiva: se entrena a los cuidadores en el reconocimiento,


análisis y reformulación de pensamientos desadaptativos hacia otros que sean
más adaptativos y que faciliten un afrontamiento adecuado del cuidado.
 Entrenamiento en habilidades para pedir ayuda.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


27
Tema 10. Material de estudio
 Relajación.
 Aumento de la realización de actividades agradables.

En la tabla 11 se muestra información algo más detallada sobre la intervención:

Programa de terapia cognitivo-conductual (TCC)

Sesión Título de la sesión Contenidos fundamentales

Evaluación de conocimientos e introducción al


1 Presentación.
modelo de estrés.
Darse cuenta de la necesidad de cuidarse:
Importancia de cuidarse a uno importancia y necesidad del autocuidado.
2
mismo. Exploración de barreras cognitivas hacia el
autocuidado.
El ABC del cambio emocional: Distinguir los conceptos: situación, pensamiento y
3 situaciones pensamientos y emoción. Concepto de pensamientos automáticos.
emociones.
Identificación, comprensión y aprendizaje de las
4 Errores de pensamiento.
principales distorsiones cognitivas.
Hacer lo que me gusta me hace Relación entre las actividades de la vida diaria y el
5 sentir bien: actividades estado de ánimo.
agradables y estado de ánimo.
Qué son los «deberías» y por qué son importantes,
Descubriendo los propios
identificación de los mismos, formas en que
6 «deberías»: mis normas y mis
pueden aparecer, de dónde vienen y cómo se han
sentimientos de culpa.
formado…
Análisis y discusión de los derechos de los
Los derechos del cuidador y la cuidadores y las dificultades para aplicarlos en sus
7
importancia de pedir ayuda. vidas, dificultades para pedir ayuda, razones para
no pedirla y cómo pedirla.
Aprendiendo a pedir ayuda (II) y Cómo pedir ayuda (II). Repaso general de lo
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8
repaso. tratado en el programa.

Tabla 11. Programa de terapia cognitivo-conductual (TCC). Fuente: Losada et al., 2015.

En el segundo recurso disponible en la sección A fondo puedes profundizar en los dos


tipos de intervenciones que se describen en este apartado (cognitivo-conductual y de

Intervención Psicológica en Tercera Edad


28
Tema 10. Material de estudio
aceptación y compromiso) dirigidas a reducir el malestar psicológico de los
cuidadores familiares de personas con demencia consultando el trabajo de Losada et
al. (2015).

Terapia de aceptación y compromiso (ACT) para cuidadores

Esta intervención ha sido específicamente diseñada para cuidadores (Márquez-


González, Romero y Losada, 2010). La intervención se estructura en tres pilares
básicos de la terapia de aceptación y compromiso (ACT):

 Aceptación de eventos aversivos internos y de las circunstancias que los activan.


 Elegir cursos de acción con significado personal consistentes con los valores
personales.
 Realizar acciones dirigidas a los valores personales elegidos.

Para lograr la aceptación se sigue el siguiente proceso terapéutico:

 Identificación de patrones personales de evitación experiencial.


 Análisis de la «trampa del control» de los eventos aversivos internos.
 Reconocer el coste de la evitación.
 Aprender una alternativa al control (la aceptación) utilizando metáforas, defusión
cognitiva y técnicas de mindfulness.

Para lograr elegir cursos de acción con significado consistentes con los valores
personales se entrena a los cuidadores a identificar sus valores y las barreras
existentes para actuar en su dirección.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Para fomentar la acción orientada hacia los valores se promovía en los cuidadores el
compromiso con los mismos y la realización de acciones consistentes con ellos. En
la tabla 12 se describe la terapia ACT y se puede encontrar una información mucho
más detallada sobre la misma en el trabajo de Márquez et al. (2010).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


29
Tema 10. Material de estudio
Programa de terapia ACT para cuidadores.

Sesión Título de la sesión Contenidos fundamentales

 Facilitar y validar la expresión/apertura emocional del


Identificando las cuidador.
1 dificultades de aceptación  Explorar la evitación experiencial con preguntas abiertas.

y los valores.  Evaluación de los valores del cuidador: cuestionario

narrativo de valores.
 Revisión de tareas para casa.
Creando un contexto de
 Trabajo en valores: metáfora del jardín.
2 aceptación para caminar
 El coste de la evitación.
hacia los valores (I).
 Trabajo en aceptación como alternativa a la evitación.

Creando un contexto de  Trabajo en valores.

3 aceptación para caminar  Trabajo en aceptación.


hacia los valores (II).  Atención plena.

 Trabajo en valores y análisis de barreras para la acción

Análisis y afrontamiento comprometida.


4 de barreras para la acción  Trabajo en aceptación. Ejercicio: invitar a una dificultad y

comprometida. trabajar con ella corporalmente.


 Atención plena.

 Trabajo en aceptación. Metáforas: «malas hierbas» y

Distanciándome de mi «pasajeros en el autobús».


pensamiento para  Ejercicios de defusión cognitiva.
5
caminar hacia mis valores  Trabajo en valores: análisis de barreras para la acción

(I). comprometida y posibles soluciones.


 Atención plena.

 Trabajo en aceptación: exposición guiada a la emoción

(focalización).
Trabajando el yo como
6  Trabajo en defusión cognitiva.
contexto (I).
 Trabajo en yo como contexto.

 Atención plena.

 Trabajo en el yo como contexto: ejercicio del yo


© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

observador.
Trabajando el yo como
 Trabajo en valores: análisis de barreras para la acción
7 contexto (II) y comienzo
comprometida y posibles soluciones.
de la recapitulación.
 Recapitulación: «mis puntos débiles» (barreras más
habituales).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


30
Tema 10. Material de estudio
 Atención plena.

Consolidando el nuevo  Atención plena.

8 enfoque de aceptación en  Integración de lo aprendido.

mi vida.  Conclusión: elaboración de la «constitución personal».

Tabla 12. Programa de terapia ACT para cuidadores. Fuente: Losada et al., 2015.

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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Intervención Psicológica en Tercera Edad


38
Tema 10. Material de estudio
Resolución del caso clínico
Resolución del caso clínico

En relación con las cuestiones planteadas en este caso práctico:

 ¿Qué estresores fundamentales están presentes en las manifestaciones de la


patología del padre de Ana que pueden tener influencia en su estado de salud?

De forma general, atendiendo a lo expuesto en la presente unidad temática, en el


caso de Ana podemos ver la existencia de diferentes fuentes de demandas (o fuentes
de estrés) relacionadas con la manifestación de la enfermedad de su padre, según el
modelo de estrés y afrontamiento. En concreto, estas fuentes de demanda-estrés
que se presentan con relación al cuidado serían específicamente:

• Capacidad funcional de la persona cuidada. En este caso, el padre de Ana

presenta dependencia en diferentes actividades básicas e instrumentales de la


vida diaria (como pueden ser las que se indicar de aseo, ayuda para el vestido,
transferencias, toma de medicación, etc.).
• Capacidad cognitiva de la persona cuidada. También se observa en la

descripción del caso la presencia de desorientación, dificultad para recordar


cualquier información, que puede contribuir a dificultar el cuidado y al hecho
de observar diariamente como el familiar va deteriorándose en estos aspectos
atencionales, mnésicos comentados.
• Síntomas conductuales y psicológicos en demencias. Otra manifestación de
crucial importancia en el caso presentado son los síntomas conductuales y
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psicológicos que se indican (incontinencia, agitación y agresividad). Este


conjunto de manifestaciones es vivido como una de las principales fuentes de
estrés por parte de los cuidadores (por ser incontrolables, poco predecibles,
porque dificultan las labores de asistencia y supervisión del familiar

Intervención Psicológica en Tercera Edad


39
Tema 10. Resolución del caso clínico
dependiente, y porque tampoco se cuenta con formación específica para poder
hacer frente a esta problemática).

 Indica cómo evaluarías de forma específica estos estresores y la valoración


subjetiva de los mismos por parte del cuidador.

En relación con la evaluación de los estresores anteriormente comentados y de la


valoración subjetiva por parte del cuidador, podemos realizar una síntesis de algunos
instrumentos que podrían utilizarse para obtener un conocimiento más concreto de
cada uno de ellos. La tabla 13 presenta algunas de las medidas relacionadas que
serían de interés.

Instrumentos específicos para examinar diferentes fuentes de estrés relacionadas con el


cuidado del familiar dependiente en el caso de Ana

Fuente de estrés Instrumentos de evaluación

 Índice de Barthel (para ABVD en personas mayores).


Capacidad funcional
 Índice de Lawton y Brody (para AIVD con población anciana).

 Escala Global de Deterioro (GDS) (o también otros como, por

Estado cognitivo ejemplo: MMSE, Short Portable Mental Status de Pfeiffer-SPMSQ;


Test de los Siete Minutos, etc.).
 Inventario Neuropsiquiátrico (sintomatología neuropsiquiátrica y

conductual en frecuencia e intensidad).


 Inventario de Agitación de Cohen-Mansfield (exploración de
Síntomas conductuales y
sintomatología relacionada con agitación).
psicológicos (BPSD)
 Inventario Revisado de Problemas de Memoria y de Conducta
(RMBPC) (frecuencia de manifestación de diferentes síntomas
informada por el cuidador).
 Escala de Carga de Zarit (ZBI) (percepción del cuidado como

Valoración subjetiva de estresante).


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estresores por el  Inventario Revisado de Problemas de Memoria y de Conducta

cuidador (RMBPC) (grado en que cada síntoma es percibido como estresante


por parte del cuidador).

Tabla 13. Instrumentos específicos para examinar diferentes fuentes de estrés relacionadas con el cuidado del
familiar dependiente en el caso de Ana.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


40
Tema 10. Resolución del caso clínico
A fondo
Ser cuidadorA

Cruz Roja (2019). Ser CuidadorA [página web]. Recuperado de


https://www.cruzroja.es/principal/web/ser-cuidador

Recurso web de Cruz Roja dirigido a cuidadores no profesionales en el que se


muestran diferentes contenidos de interés como guías de cuidado, infografías,
videos, noticias, documentos guía de recursos de apoyo, etc.

Intervenciones cognitivo-conductual y de aceptación y compromiso para


cuidadores

Losada, A., Márquez, M., Romero, R., López, J., Fernández, V. y Nogales, C. (2015).
Atendiendo a las variadas problemáticas de los cuidadores familiares de personas con
demencia: aportaciones de la terapia cognitivo-conductual y de la terapia de aceptación
y compromiso. Clínica y Salud, 1, 41-48. Recuperado de
http://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v26n1/v26n1a06.pdf
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

En el artículo se describen dos intervenciones para cuidadores familiares de personas


con demencia, una cognitivo-conductual y otra de aceptación y compromiso.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. A fondo
Test
1. De acuerdo con las estadísticas:
A. Las redes familiares de cuidadores se ampliarán en el futuro y se reducirá el
porcentaje poblacional de personas mayores dependientes.
B. Las redes familiares de cuidadores se reducirán en el futuro y se ampliará el
porcentaje poblacional de personas mayores dependientes.
C. No se esperan cambios significativos en número de cuidadores disponibles
ni en número de personas que padezcan demencia.
D. El número de casos de personas con demencia, especialmente alzhéimer,
disminuye exponencialmente.

2. Los cuidadores familiares de personas con demencia:


A. Dedican de media más de setenta horas a la semana a diversas tareas
relacionadas con el cuidado.
B. Dedican un número escaso de horas, fundamentalmente a tareas de
supervisión.
C. Tienen un importante número de recursos de apoyo que amortiguan sus
niveles de estrés.
D. Realizan únicamente ayudas en las actividades básicas de la vida diaria
durante siete horas de media a la semana.

3. En el modelo de estrés y afrontamiento, la autoeficacia es:


A. Una variable de valoración subjetiva del estrés.
B. Una variable del contexto.
C. Una consecuencia psicológica.
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D. Una variable moduladora.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Test
4. Las mujeres y hombres cuidadores:
A. Manifiestan los mismos niveles de sintomatología depresiva.
B. Las mujeres manifiestan mayores niveles de sintomatología depresiva.
C. Los hombres manifiestan mayores niveles de sintomatología depresiva.
D. Las mujeres manifiestan menores niveles de sintomatología depresiva.

5. El pertenecer a una cultura familista como la española:


A. Plantea únicamente ventajas al cuidar por aumentar el apoyo recibido.
B. No tiene implicaciones en el cuidado.
C. Puede incrementar el malestar de muchos cuidadores por la percepción de
obligación asociada al familismo.
D. Tiene relevancia en el cuidado porque se ha identificado como una situación
estresante relacionadas con las demandas que realiza la persona con demencia.

6. ¿Quién es más probable que se deprima?


A. Un cuidador que cuida por motivos extrínsecos.
B. Un cuidador que cuida por motivos intrínsecos.
C. Un cuidador con altos motivos intrínsecos y bajos extrínsecos.
D. Un cuidador que cuide por el mismo número de motivos extrínsecos que
intrínsecos.

7. ¿Cuál es la escala más utilizada para la evaluación subjetiva del estrés del
cuidador?
A. La escala de pensamientos disfuncionales.
B. La CES-D.
C. El índice de Barthel.
D. La entrevista de carga de Zarit.
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Intervención Psicológica en Tercera Edad


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Tema 10. Test
8. En la terapia psicológica con cuidadores, se ha comprobado que lo que mejor
funciona es:
A. El componente terapéutico que promueve la participación activa del
cuidador.
B. El componente educativo que proporciona información al cuidador.
C. Ofrecer al cuidador cuanta más ayuda posible.
D. Realizar intervenciones de corta duración que no superen las dos sesiones.

9. El trabajo en valores y en acciones comprometidas con ellos es característico de:


A. La terapia cognitivo-conductual.
B. La terapia ABC.
C. La terapia de aceptación y compromiso.
D. Las técnicas de relajación utilizadas en cuidadores.

10. ¿Cuál de las siguientes opciones haría recomendable utilizar la reestructuración


cognitiva con el cuidador?
A. El familiar con demencia manifiesta un comportamiento muy agitado.
B. El cuidador no acepta que su familiar está enfermo.
C. El cuidador manifiesta que no debe pedir ayuda porque el cuidado debe ser
llevado a cabo en la familia.
D. El cuidador no realiza ningún tipo de actividades agradables o de ocio.
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Tema 10. Test

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