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E N E U T

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN
PREESCOLAR

MATERIA:

EDUCACIÓN FÍSICA

DOCENTE:

KATHIA VELÁZQUEZ

ALUMNA:

KENIA RAMIREZ FLORES

SEMESTRE:

ACTIVIDAD: ENSAYO
La salud del niño y la niña de preescolar.

Los niños y niñas tienen derecho a la salud y a disfrutar su niñez de la mejor


forma posible. Los niños saludables tienen mejores oportunidades de crecer,
desarrollarse y aprender, y posteriormente convertirse en adultos sanos y
productivos. La Salud Pública (SP) contribuye a lograr estas aspiraciones. Sus
acciones se realizan en la etapa del desarrollo, sus efectos en el estado de salud
son inmediatos, y también en edades posteriores.

En México, las condiciones de inequidad de la población requieren que la SP


cumpla dos roles: reducir las disparidades y mejorar el estado de salud de los
niños y adolescentes. Este trabajo presenta los principios de la SP aplicables a la
práctica pediátrica, describe los cambios demográficos y epidemiológicos que
están ocurriendo en la niñez mexicana, aborda el papel de los principales
determinantes de la salud, y las herramientas modernas de la salud pública para
este grupo de edad.

En términos generales la salud del niño en edad preescolar incluye el bienestar


físico, mental y social. La mayoría de los padres conoce los aspectos básicos para
mantener a los niños sanos tales como darles alimentos saludables, asegurarse
de que duerman y se ejerciten lo suficiente y garantizar su seguridad.

La población en edad pediátrica tiene características específicas y necesidades de


salud que requieren respuestas puntuales en SP, por lo cual es indispensable
generar mayor evidencia y conocimiento para el análisis y la implementación de
soluciones a escala poblacional de los problemas de salud que afectan a este
grupo de edad.

La identificación de los aspectos que afectan la salud y el desarrollo involucran el


conocimiento de distintos ámbitos, por ejemplo las condiciones demográficas, la
influencia del estado socioeconómico y la inequidad, la cohesión social y familiar,
migración, marginalización, salud mental, calidad de vida, bienestar, estilo de vida,
el efecto de políticas de promoción de la salud, nutrición y crecimiento físico,
desarrollo (intelectual y social), registros vitales, lesiones, ambiente y acceso y
utilización de servicios5. Estos ámbitos son dinámicos y es crítico identificar y
medir su influencia en el estado de salud y definir y cuantificar los elementos
necesarios para conocer la magnitud de las necesidades en la población
pediátrica y conocer las mejores prácticas para satisfacerlas.

El Comité de Evaluación de la Salud Infantil: Medición del Riesgo, Factores


Protectores y Promotores para Evaluar la Salud de los niños en la Comunidad
propone cinco principios rectores:

1. Los niños son parte vital de la sociedad.

2. Existen diferencias fundamentales entre los niños y los adultos, lo cual debe
motivar a que se brinde especial atención a la salud de los niños.

3. La salud durante la primera infancia tiene efectos a largo plazo que se pueden
manifestar en la edad adulta.

4. Las manifestaciones e interpretaciones de la salud varían en las diferentes


comunidades y las diferentes culturas.

5. Los datos epidemiológicos de la salud de los niños y de sus determinantes son


necesarios para diseñar servicios que permitan maximizar el estado de salud
durante la niñez y consecuentemente en edades adultas.

6. Desarrollo e implementación de políticas y estrategias.

7. Colaboración en el desarrollo de la comunidad, promoviendo la salud y


reduciendo la inequidad.

8. Liderazgo estratégico para la salud y bienestar en los diferentes sectores.


9. Educación, investigación y desarrollo.

10. Gerencia y gestión del capital humano y los recursos físicos en un entorno de
ética en la práctica de la salud pública.

Las herramientas actuales de la SP permiten que el profesional de la salud tenga


un panorama conceptualmente coherente de este campo, destacando que, si bien
la mayoría de quienes atienden población pediátrica tienden a enfocarse en los
servicios personales, el conocimiento de los elementos básicos de SP facilita que
colaboren y tengan presente la perspectiva de la salud poblacional.

Las herramientas se enfocan principalmente en la medición de necesidades y del


estado de salud; la capacitación del personal en técnicas modernas de SP; el
diseño e implementación de mediciones del desempeño en SP y de las
intervenciones de mejora y sus consecuentes evaluaciones; y el desarrollo de
investigación multidisciplinaria en SP.

Conclusión

En síntesis, la niñez representa hoy un período de gran vulnerabilidad en el cual el


organismo es especialmente sensible a factores favorables y desfavorables del
entorno y con un comportamiento variable ante los determinantes de la salud, que
conlleva una expresión diferencial en los niveles de salud mediante gradientes
dentro de las subpoblaciones de los contextos en los que se produce el desarrollo
son críticos y, en ese sentido, el más inmediato y temprano, el familiar, es sobre el
que se construyen las bases. A medida que el niño crece, otros contextos
relacionales (escuela, grupos de pares, vecindario, grupos religiosos y
nacionalidades) adquieren mayor relevancia. Ante el reconocimiento de que el
individuo integra diferentes grupos o categorías simultáneas, el concepto de
ecología va cobrando relevancia4.

Finalmente La infancia es un grupo de población bastante olvidado actualmente en


México a la hora de la planificación de políticas y servicios de salud, desde la
identificación de las necesidades y problemas específicos hasta la definición de
criterios pertinentes de calidad de su atención. Por lo tanto como educadoras yo
creo firmemente de que debemos de fomentar en los niños desde el preescolar
hábitos para que aprendan a cuidar sus hábitos que van desde la alimentación
hasta la higiene personal para que de esta forma el niño vaya formándose como
una persona consiente acerca de las consecuencias de no practicar hábitos
saludables para su persona.

Recomendaciones

 Considerar los aspectos conceptuales de los determinantes de la salud, la


visión del desarrollo y el ciclo de vida y los derechos de la infancia en la
formulación, la implementación y la evaluación de políticas y servicios de
salud para la niñez.
 Profundizar en la investigación para el conocimiento de la influencia de los
determinantes micro ambientales y macro ambientales en la salud y la
calidad de vida de la niñez y en el análisis de su salud según el género y la
clase social.
 En las aulas de clases se debe fomentar la participación de niños y niñas,
su desarrollo y capacidad de decisión en las acciones dirigidas a conocer
su salud, necesidades y problemas, y a la hora de planificar, implementar y
evaluar la aplicación de actividades basadas en este aspecto.
 Alimentación saludable. es vital llevar una dieta equilibrada que contenga
los nutrientes necesarios y la energía que los niños requieren para crecer y
mantenerse sanos. aunado a esto, una alimentación saludable favorecerá
su desarrollo y rendimiento escolar. darle un buen almuerzo a tu hijo antes
de irse a la escuela garantiza que esté más atento a la clase y por lo tanto
tenga un mejor aprendizaje.
 Actividad física. el deporte y la actividad diaria es fundamental para que tu
hijo crezca más fuerte y con menos riesgos para su salud. las actividades
ayudarán a que tu hijo desarrolle sus músculos y huesos, una menor
probabilidad de sobrepeso y diabetes, y bajo colesterol y presión arterial.
 Vacunas en edad escolar. es importante que vacunes a tu hijo para
protegerlo de enfermedades que podrían ser graves. Prevé la
pediculosis. los piojos son un problema que ocurre con frecuencia en niñas
y niños durante edad escolar. si tu hijo se rasca la cabeza de manera
constante es posible que tenga pediculosis. por eso es importante que
revises su cabeza diariamente y le pases un peine fino. ¿qué hacer si tu
hijo tiene piojos? consulta al médico sobre el tratamiento más adecuado,
lava la ropa, sabanas y peines con agua caliente, no uses sustancias que
puedan ser tóxicas, el vinagre puede desprender liendres en el pelo. lo
mejor es que asistas con un médico seguro.
 Buen descanso. dormir bien ayuda a que tu hijo ponga más atención en sus
clases, y aprenda mucho mejor. recuerda que un horario ideal de descanso
para ellos es de 8 a 10 horas. fundamental para su salud.

PRÁCTICAS CULTURALES PARA EL CUIDADO DE LA SALUD

El ser humano, donde quiera que se encuentre, siempre está inmerso y en


relación dinámica con la cultura que lo rodea. Este es un poderoso legado que el
hombre mismo ha ido construyendo a través de su historia y que, en relación
dinámica con él, lo influye y lo moldea. Es así como diversos autores afirman que
"sin hombres no hay cultura por cierto, pero igualmente, y esto es más
significativo, sin cultura no hay hombres".

Para los profesionales del cuidado de la salud no podría pasar desapercibida la


cultura, como una variable que no solo afecta a los receptores del cuidado, sino
también a ellos mismos. La cultura influencia nuestro desarrollo como seres
humanos desde lo biológico, lo psicológico, lo social y, por supuesto, lo cultural en
sí mismo. Frecuentemente, se asocia el término cultura a la forma en que se
espera que determinado grupo hable, se alimente, se vista, organice su familia y
se conduzca, en general para lipson ,cultura es "un sistema de símbolos que son
compartidos, aprendidos y transmitidos a través de generaciones en un grupo
social". Además, "la cultura interviene entre los seres humanos y el caos. Es la
guía dinámica para que la gente perciba el mundo y para que entienda cómo debe
comportarse con los otros". Se puede considerar, entonces, la cultura como un
elemento que condiciona el comportamiento y las decisiones de quienes están
inmersos en ella.

El antropólogo Marvin Harris (6) define la cultura como un modo socialmente


aprendido de vida que se encuentra en las sociedades humanas y que abarca
todos los aspectos de la vida social, incluidos el pensamiento y el comportamiento.
Harris afirma que William Durham (1991) y otros antropólogos contemporáneos
sostienen que la cultura consiste exclusivamente en entidades ideacionales o
mentales compartidas y transmitidas socialmente, como valores, ideas, creencias
y otras afines, "a los espíritus de los seres humanos". Sin embargo, Harris (6)
sostiene que el concepto de cultura no solo incluye las entidades ideacionales sino
también los comportamientos de las personas de un determinado grupo social.
Esto lo deduce de observar cómo, en algunas situaciones, el comportamiento guía
o modifica la forma de pensar de un grupo social respecto a ciertos asuntos en
particular. Implica, entonces, una relación dinámica entre creencias y prácticas, las
cuales se influyen mutuamente, imprimiendo a la cultura su carácter dinámico que
le permite ajustarse a las condiciones humanas.

La cultura es la totalidad de patrones de comportamiento, artes, creencias,


valores, costumbres, estilos de vida y otros productos del trabajo y el pensamiento
humanos socialmente transmitidos, característicos de una población de personas,
que guían su visión del mundo y su toma de decisiones. Esta definición concuerda
con las citadas anteriormente, desde la antropología, ya que incluye en el
concepto de cultura tanto los aspectos abstractos (las ideaciones) como lo
concreto (comportamental) de un grupo social y le atribuye a la cultura un carácter
dinámico y una fuerte influencia en la vida cotidiana de los seres humanos.
En síntesis, se puede afirmar que la cultura es desarrollada por los seres humanos
y a la vez ella influye a las personas en su pensar y en su actuar. Dentro de la
cultura, las creencias orientan (mas no siempre condicionan) las prácticas; y estas
a su vez pueden modificar las creencias. Entonces, la cultura actúa como guía
dinámica que orienta y modula la convivencia grupal humana. Por consiguiente,
para la autora, al brindar cuidados de salud, es prudente tener en cuenta la cultura
dentro de la cual la persona o el grupo poblacional están inmersos, ya que es de
esperarse que cada cultura implique un repertorio distinto de creencias y de
prácticas de cuidado de la salud, que deben respetarse y considerarse para lograr
el objetivo terapéutico del cuidado.

es decir que, según la teoría de las representaciones sociales, las creencias son
un intento individual y colectivo por comprender, controlar y mantener no solo el
entorno que les rodea sino también el propio ambiente interno de cada individuo;
las creencias surgen y evolucionan de la interacción social de los individuos (30); y
jodelet (29) afirma que es importante conocerlas "porque para entender cómo la
gente actúa en su vida, hay que ver cuál es el significado que la gente pone en su
universo". Aunque esta autora reconoce que entre las representaciones y las
prácticas no hay una relación lineal y sencilla y que por lo tanto merece ser objeto
de estudio.

En síntesis, las creencias se originan en la interacción social cotidiana, la cual


propicia en las personas una manera particular de entender el mundo que las
rodea así como su propio mundo interno, es decir, son representaciones sociales
que pretenden integrar lo individual y lo social. Estas representaciones están
cargadas de información cualitativa y cuantitativa de la realidad que puede ir
desde la más estereotipada hasta la más original. Y dichas representaciones
cumplen la función social de orientar la conducta de los individuos, guiar las
relaciones y las comunicaciones sociales. Con frecuencia las creencias se
denominan supersticiones que, por ubicarse en el plano de lo mitológico, son
menospreciadas.
Las creencias sobre el cuidado de la salud pueden considerarse desde las ideas
que las personas aceptan y expresan sobre cómo conservan o recuperan su salud
o como conductas verbales que las personas expresan. Las creencias emergen y
evolucionan dentro del contexto social del individuo, pero es de esperarse que
cada persona elabore, acepte, conserve y utilice un repertorio propio de creencias
de cuidado de la salud, que dependerá, también, de su posición social. Además
las creencias de una persona o de un grupo social no son estáticas, pueden
cambiar parcial o totalmente a través del tiempo dentro de una misma cultura o
entre culturas.

Conclusión personal:

Es verdad que las practicas del cuidado de la salud o de crianza dependen del
lugar de las personas, ya que por ejemplo en algunos lugares una madre de
familia que da de tomar té de manzanilla a su hijo puede servir para curar un dolor
de estómago que se tiene mientras que en otro país puede resultar una
negligencia no llevar al doctor a la persona que está padeciendo del dolor de
estómago, es decir que todo depende de los hábitos y las creencias de cada grupo
de personas, pero eso no quiere decir que sean buenas o malas prácticas del
cuidado de la salud o crianza, sino que todo es con el fin de preservar la vida y sus
formas, por lo tanto como educadoras debemos respetar esas tradiciones y
simplemente orientar a las madres de familia para que esas prácticas nos sean
riesgosas para el alumnado.
ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN EN EDUCACIÓN PREESCOLAR CON
PERTINENCIA CULTURAL.

En el contexto de la educación alimentaria y nutricional, el ser humano recibe,


desde su nacimiento y durante toda su vida, una serie de normas de conducta y
refuerzos, positivos o negativos, determinantes para la toma de decisiones en la
elección y consumo de sus alimentos., adicionalmente constituye una propuesta
estratégica, en la formación humana para la vida. Es una línea de trabajo
pedagógico que permite adquirir mayor consciencia acerca de la importancia de la
primera necesidad humana y nos induce a revalorar la propia cultura alimentaria.

Por ello, la educación en alimentación y nutrición debe orientarse a potenciar o


modificar los hábitos alimentarios, involucrando a todos los miembros de la
comunidad educativa; niños, padres, maestros y directivos. educar sobre la
necesidad e importancia de una buena alimentación implica: descubrir y erradicar
creencias, mitos y conductas erróneas; promoviendo una mayor consciencia sobre
las múltiples funciones o roles que juega o debe jugar la alimentación en las
diversas esferas de la vida, la salud, los aprendizajes, la producción, distribución y
consumo de alimentos; y el énfasis que la educación debe asumir, sobre todo en
la infancia, en el fomento de conceptos, actitudes y conductas claras y
fundamentales sobre la alimentación.

En la actualidad, los principales problemas nutricionales de la población mundial y


mexicana se deben a dos factores fundamentales: (a) carencias que derivan en
distintos grados de desnutrición; y (b) excesos o desequilibrios que se traducen en
distintos trastornos. Las causas de estas caras de la realidad alimentaria son
múltiples y sus efectos en la salud de la población en general impiden alcanzar los
objetivos de programas educativos, científicos e industriales.

en tal sentido, es importante considerar que: los hábitos alimentarios, la higiene y


los estilos de vida saludables; se asimilan e integran a la personalidad durante los
primeros años, consolidándose hasta perdurar incluso en la edad adulta; de ahí la
importancia de brindar una orientación adecuada y oportuna a los docentes, la
familia y otros adultos significativos en cuanto a qué y cómo hacer para promover
la enseñanza y el aprendizaje de hábitos saludables que ayuden a proteger y
cuidar la salud.

Razón por la cual la promoción, formación y consolidación de los hábitos


alimentarios y estilos de vida saludables de forma sistemática contribuye a:

1. prevenir desde las primeras etapas de la vida la aparición de trastornos y


enfermedades vinculadas con la alimentación y nutrición.

2. lograr conocimientos en materia de salud, nutrición y estilos de vida saludables


adaptados al nivel de aprendizaje de los niños, las niñas, docentes y adultos
significativos, para su aplicación en la rutina escolar y familiar.

3. favorecer una relación alimentaria sana y estimuladora de actitudes positivas en


los niños y las niñas hacia una alimentación saludable.

4. valorar y aprender las pautas de conducta y actitudes que contribuyan a


estimular la protección y cuidado de su salud integral.

los hábitos aportan a los niños: (a) la capacidad de elaborar sus propios rasgos
personales de forma original, al mismo tiempo les identifica con el grupo social en
el que han nacido, con sus valores y cultura; (b) se convierten en un recurso para
dinamizar sus operaciones mentales y hacerlos más creativos; (c) dan marcos de
referencia y pautas de comportamiento ante situaciones diversas y diferentes; (d)
proporcionan a la estructura mental del niño, una trama sólida a partir de la cual se
hace posible el progreso del pensamiento; (e) los hábitos mantienen el equilibrio
psíquico de los niños e incrementan sus posibilidades de desarrollo y aprendizaje;
y (f) los hábitos facilitan al niño la comparación de su conducta con la de otros
niños de su grupo, también con lo que hacen los adultos. Es decir, les
proporcionan un recurso para poder evaluar, su propio aprendizaje y forma de
comportamiento.

Conclusión personal:

Creo que es importante tener muy en claro la diferencia entre alimentarse y


nutrirse, ya que alimentarse es solamente saciar el hambre en nuestro cuerpo
mientras que alimentarse se refiere a un proceso biológico por el cual nuestro
organismo obtiene los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento de
los alimentos y líquidos ingeridos.

En el contexto de la escuela, como docentes en general, a la hora de comer, uno


debe propiciar actitudes positivas en los niños y niñas. Es importante recordarles
tanto a alumnos como a los padres de familia, que se tienen patrones
alimenticios, y preferencias por algunas comidas, pero que deben respetarse,
siempre y cuando no representen riesgo para su salud; en uno u otro caso, debe
irse corrigiendo de ser necesario con la incorporación de nuevos alimentos.

Por ello, en la educación preescolar, como futuras educadoras debemos de


orientar y potenciar o modificar los hábitos alimentarios del alumnado,
involucrando a todos los miembros de la comunidad educativa; niños, padres,
maestros, directivos y sociedad en general puesto que creo personalmente que
educar sobre la necesidad e importancia de una buena alimentación implica:
descubrir y erradicar creencias, mitos y conductas erróneas; el conocimiento, el
respeto y la valoración de la cultura gastronómica; concientizar sobre las diversas
funciones o roles que juega o debe jugar la alimentación en la vida, la salud, los
aprendizajes, la producción, distribución y consumo de alimentos; fomentar
conceptos, actitudes y conductas claras y fundamentales sobre la alimentación y
la nutrición.

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