Lubian Resumen Freud

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La teoría freudiana:

La construcción de la teoría se entrama con el descubrimiento del inconsciente.

Focault destaca que las modalidades en que se constituye la subjetividad, se entraman con
practicas reales que son analizables históricamente. Estas practicas son el producto de un
entramado en el que participan lo histórico, social, económico y político.

Desde que surgio la teoría freudiana hasta ahora, se produjeron cambios científicos,
tecnológicos, económicos, políticos y sociaes que modificaron la lógica del mercado y sus
modos de producción, asi como también las configuraciones subjetivas y modos de lazo al
semejante.

En este nuevo escenario, surgen nuevos problemas y nuevas formas de padecimiento y, por lo
tanto, distintos cuestionamientos a la teoría freudiana.

Desde fines del siglo xx, con la consolidación de las neurociencias, la eficacia del psicoanálisis y
su pertenencia al campo de las ciencias vuelve a ser cuestionada. Se objeta el proceder
metodológico y la validez científica de la practica analítica.

La relevancia de las reivindicaciones sostenidas por distintos colectivos ligados al feminismo,


en conjunción con desarrollos provenientes de los estudios y teorías de genero, interrogan y
cuestionan las conceptualizaciones freudianas relativas a la sexualidad femenina y al “falo” en
relación con efectos y consecuencias derivados del sistema patriarcal.

Psicoanalisis:

La hipótesis del psicoanálisis esta expuesta a parecer muy extraña a los modos ordinarios de
pensamiento, según Freud.

Los términos: inconciente, sexualidad, represión, angustia, sentimiento de culpa, pulsión de


muerte, entre otros, pasaron a formar parte de representaciones a través de las cuales, incluso
hoy en dia, se nombra cierto malestar inherente a la existencia humana.

La teoría freudiana, ademas de redefinir el campo de la psicología, dejo sus marcas en la


literatura, cine y arte en general, hasta en la vida cotidiana.

Freud decía que el psicoanálisis, al comienzo, se proponía solo como un nuevo tratamiento
para enfermedades neuróticas pero, el psicoanálisis termino yendo mas alla de su meta inicial.
Al final coloco sobre una nueva base la concepción de la vida anímica.

El señala que el fracaso de las terapéuticas tradicionales en el tratamiento de las


perturbaciones neuróticas se enlaza con el desconocimiento del factor psíquico.

La filosofía y la psicología prefreudiana entendían lo psíquico como un fenómeno de la


conciencia, por lo que la existencia de un psiquismo inconciente resultaba una contradicción.

Freud y la ciencia
Freud no cuestiona en principio, los postulados materialistas y positivistas sobre los que se
asienta la ciencia de su época, sino el enfoque fragmentario que la lleva a desestimar el factor
psíquico.

Los procesos psíquicos, desde la perspectiva freudiana, se prestan a una observación que no se
asienta en lo visible, sino en lo que se hace oir a través de los síntomas. Decia Freud que el
tratamiento psicoanalítico aparece como un intercambio de palabras entre el paciente y el
analista.

Freud no solo cuestiona los principios básicos sobre los que se asienta la ciencia de su época,
sino que considera que el psicoanálisis desciende de la ciencia y se sirve de sus principios, sin
embargo se dirige a lo que la ciencia rechaza: el sujeto.

Del campo del psicoanálisis quedan excluidas la predictibilidad y la constitución de un saber


universal que funcione en términos de absoluto.

Desde la perspectiva ideologica, el positivismo influenciado por la ilustración, tenían como


primacia la razón, dictaminada como único principio valido para explicar el mundo, la
naturaleza, sociedad y el hombre.

El psicoanálisis sostiene la existencia del inconciente, es decir, de pensamientos que se piensan


sin un pensador que se reconozca como tal. Pensamientos que tienen una incidencia decisiva
en la vida del sujeto. Estos pensamientos no sabidos destituyen la ilusión del hombre como
amo de sus actos y además son testimonio del papel que la sexualidad y la muerte juegan en el
campo de la subjetividad.

Las hipótesis fundamentales del psicoanálisis:

La singularidad del descubrimiento freudiano implica la construcción de un método para


abordar síntomas neuróticos y, a la vez, una nueva concepción de los procesos anímicos.

Desde una perspectiva filosófica, epistemológica y psicológica, el sentido de “conciencia”


remite a percatarse o reconocer algo, ya sea exterior o interior. En un sentido meramente
psicológico, la conciencia es “la percepción del yo por si mismo”.

La psicología de su época, según Freud, establece una identidad entre lo psíquico y lo


conciente. Se perfila una concepción de sujeto que lo presenta como alguien que sabe de sí y
que dirige sus propios actos.

Dentro de los desarrollos freudianos, los síntomas neuróticos ocupan un lugar importante.
Freud los define como actos nocivos que llevan a experimentar sensaciones dolorosas, cuyos
síntomas hacen daño al sujeto. La lucha entre las tendencias que llevan a cabo esas conductas
y las que lo quieren impedir, concentran toda la energía psíquica del paciente y lo incapacita
para dedicarse a toda actividad.

Los sueños también ocupan un importante lugar en la teoría psicoanalítica. Su carácter


enigmático y los acontecimientos que en ellos ocurren, muchas veces se apartan de la
intención del sujeto y sin embargo, remiten a la cuestiones cruciales de la existencia.
Hasta los chistes, al producir un sentido inesperado, permiten a Freud ahondar en el estudio
de lo psíquico.

Freud sostendrá que los síntomas, olvidos, sueños, actos fallidos y chistes, tienen un sentido
qaue responde a una legalidad que los vuelve abordables no sólo a través de la teoría sino
también por la practica psicoanalítica.

Primera afirmación: La teoría psicoanalítica asevera que los procesos psíquicos son
inconcientes y los procesos concientes son actos aislados o fracciones de la vida anímica total.

Segunda afirmación: determinadas mociones pulsionales que pueden designrarse sino como
sexuales, desempeñan un papel grande, en la causación de enfermedades mentales y
nerviosas. Las mismas mociones sexuales participan en creaciones culturales, artísticas y
sociales del espíritu humano.

El psicoanálisis entonces introduce el inconciente y la sexualidad, otorgándoles un papel


preponderante en la existencia humana.

En los comienzos de la vida, el modo habitual de llamar al otro es a través del llanto. Este
“otro” ira interpretando el llanto y construyendo las demandas del recién nacido.

El mundo que habitamos es signado por palabras y estas posibilitan la ilusión de la


comunicación entre humanos y tiene efectos sobre su psiquismo y su constitución.

En ocasiones el mismo Freud define al psicoanálisis como “cura por la palabra”.

En 1893 Freud no disponía aun del termino psicoanálisis, lo cual se prolonga hasta 1939 (su
muerte).

Antecedentes:

Freud comenzó a usar la hipnosis con un fin diferente al de la sugestión hipnótica. Se servía de
ella para averiguar sobre la historia genética del síntoma del enfermo, por lo que le permitía
recuperar cierto saber que no se encontraba disponible. Freud consideraba que este saber
acerca del origen lo orientaría con respecto del origen del fenómeno patológico.

Desde el comienzo, el camino que construye la teoría psicoanalítica se presenta como la


construcción de los principios y supuestos que permiten explicar y abordar aquello con lo que
Freud se va encontrando en su práctica.

El método catártico de Breuer, en el que en la hipnosis se descubria la conexión buscada


(haciendo que el paciente contara lo que oprimia su animo, cancelara sus inhibiciones y
perturbaciones corporales), fue aplicado por Freud, el cual proponía que la causa de la histeria
debe buscarse en un trauma psíquico.

Toda vez que la reacción frente a una impresión psíquica resulte obstaculizada, fracasará
también la posibilidad de la tramitación del afecto. Toda impresión que el sistema nervioso se
vea imposibilitado de resolver, se convertirá en un trauma psíquico.
En la base de los síntomas histéricos, Freud decía que existe una historia de padecimientos que
esconde vivencias teñidas de afecto que valen como trauma. Para estos presupuestos, utilizará
el método catártico. El objetivo era lograr la desaparición del síntoma mediante propiciar la
tramitación del afecto producto de la situación traumatica, recuperando el recuerdo de la
escena que había quedado fuera de la memoria del paciente.

Desde la visión freudiana, la histeria no es un producto de factores congénitos o de una


alteración fisiológica, sino de la defensa frente a representaciones de carácter sexual que
resultan intolerables para el aparato psíquico.

Freud al comienzo de su practica, conjetura que en el origen de la psiconeurosis existió un


acontecimiento de carácter sexual ocurrido en la infancia. La teoría traumatica o de la
seducción será pronto abandonada como causa de síntomas histéricas. El abuso sexual y las
mortificaciones tempranas, darán lugar a cuadros diversos de la histeria que llevan a un
padecimiento mayor.

El inconciente freudiano:

Freud advierte las limitaciones del método catártico y señala su insuficiencia: si bien permitia
descubrir los traumas iniciales, estos persistían ya que no dependen de los mismos sino de una
cadena de recuerdos asociados a ellos, ademas de dejar intacta la capacidad del paciente de
contraer nuevos traumas. Otra complicación era que no todos los pacientes eran pasibles de
ser hipnotizados.

Freud relata que a partir de esto, tenia obstáculos para recuperar recuerdos, por lo que él
establece una relación entre la resistencia a recordar y el proceso defensivo que desencadenó
el síntoma. La defensa se ejerce ante representaciones del índole sexual que resultan
inconciliables.

Hipotesis: una representación de índole sexual que resulta inconciliable con el yo, se torna
patógena por haber sido expulsada de la conciencia por un proceso defensivo.

Las fantasías ligadas a deseos inconcientes participan en la producción de síntomas neuróticos.

La represión es definida como el proceso que expulsa de la conciencia a representaciones que


conllevan “un deseo opositor a los demás deseos del individuo” por lo que resulta inconciliable
con las exigencias éticas de la personalidad. Frente al conflicto, la represión es un modo de
ahorrar el displacer que este conflicto ocasiona.

La tarea del método psicoanalítico apuntará a esclarecer los efectos enigmáticos de la vida
psíquica al deshacer todas las represiones.

En 1915 formaliza acepciones del término inconciente: descriptiva, dinámica y sistemática.

El termino inconciente en el sentido descriptivo a<lude al estado de una representación


ausente de la conciencia. Una representación ausente de la conciencia pero susceptible de ella
pertenece al “preconciente”.
El sentido dinamico: representaciones intensas que no logran devenir concientes por efecto de
un proceso represivo previo, por lo que no devienen concientes porque la represión se opone
a ello (censura).

Freud plantea que en el inconciente, la asociación entre representaciones que se llevan a cabo
por una lógica diferente a la de la conciencia, los enlaces se producen a través de cadenar de
materialidad fónica. Esto se denomina asociación externa y en contraposición, la lógica del
sistema preconciente-conciente, exige que las asociaciones entre representaciones se
establezcan por su relación conceptual de las “asociaciones internas”.

Según Freud, Las palabras se prestan para expresar simbólicamente los conflictos psíquicos.

Las formaciones del inconciente (síntomas, olvidos, actos fallidos, sueños, chistes) son
formaciones que ocultan e indican representaciones reprimidas. Han conseguido burlar la
censura.

El estatuto de la sexualidad:

Freud diferencia la sexualidad de la genitalidad.

Existe una opinión vulgar acerca de la sexualidad instalada en la sociedad y compartida por la
ciencia de la época, que concibe a la sexualidad desde ciertas representaciones establecidas:
surge en la pubertad.

Un análisis detenido de la sexualidad humana devela que hay varias conductas que se apartan
del objeto como de su meta.

El termino perversión, que no reviste a una connotación moral, circunscribe la característica


distintiva de las prácticas sexuales en las que se ha renunciado a la meta de reproducción, solo
queriendo placer.

Nada establece de antemano que sucitará la atracción sexual en el sujeto humano. Las
condiciones eróticas son singulares.

El objeto humano suscita deseos que no se limitan al terreno de la genitalidad.

Freud resalta el papel primordial que cobra la obtención de placer, mas alla del objeto o del fin
a través del cual se logre.

La noción de zona erógena, diversas zonas del cuerpo que participan del placer, constituyen
una sede en la exitación sexual. Por su parte, el término libido nombra la fuerza en la cual se
exterioriza la pulsión sexual.

La experiencia del placer sexual está presente desde el comienzo de la vida. La sexualidad
infantil presenta características especificas: el niño busca y encuentra sus objetos en el cuerpo
propio (autoerotismo) en lugares del cuerpo estimulables: genitales, aberturas de la boca, ano
y uretra.

La primera vivencia de placer se produce por la recepción de alimento, pero el chupeteo luego
se independiza de la alimentación (boca y labios: zona erógena).
Freud distingue 3 fases: oral, anal y fálica. Si bien siguen un orden, a veces coexisten. En la
fálica, adquieren relevancia los genitales. Sin embargo, Freud avierte que el niño carece de
representación que permite diferenciar los dos sexos. El complejo de Edipo y de castración
cobran su significación en relación a esa etapa.

Luego de la etapa fálica, Freud ubica una etapa de latencia, dominada por la declinación del
interés sexual (propio de la infancia) hasta el surgimiento de la pubertad. Con la pubertad se
afianza la cuarta fase, la cual es la genital, en la que se producirían ciertas pulsiones en los
genitales, posibilitando la reproducción. Los modos de satifacción en la infancia, ligados a la
historia individual, inciden en la sexualidad del adulto.

Pulsión: representante psíquico de los estímulos procedentes del interior del cuerpo que se
manifiesta como una fuerza constante.

La madre del niño, o quien ocupe ese lugar, erogeniza el cuerpo del niño al acariciarlo,
mimarlo, etc. La practica sexual infantil marca la dirección que seguirá la vida sexual tras la
madurez.

Puntualizaciones sobre desarrollos freudianos:

Transferencia: designa la relación entre el analista y el analizante. El lugar que el analista ocupa
en la cura, ligado al inconciente, propicia que se reediten los modos y demandas de amor del
sujeto hacia otros. En este marco transcurre la cura.

Freud a lo largo de su práctica, se topo con resistencias que dificultaron el objetivo de un


análisis. Subraya que ciertas dificultades hacen que la técnica no sea la misma para todos los
casos de psiconeurosis.

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