El documento describe el taller como un dispositivo estratégico de formación y socialización que permite la reflexión crítica, la construcción y reconstrucción de marcos teóricos y significados. El taller ofrece un espacio de comunicación donde los participantes pueden analizar sus prácticas, intercambiar experiencias e ideas, y trabajar de forma cooperativa para modificar y enriquecer sus conocimientos y relaciones.
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El documento describe el taller como un dispositivo estratégico de formación y socialización que permite la reflexión crítica, la construcción y reconstrucción de marcos teóricos y significados. El taller ofrece un espacio de comunicación donde los participantes pueden analizar sus prácticas, intercambiar experiencias e ideas, y trabajar de forma cooperativa para modificar y enriquecer sus conocimientos y relaciones.
El documento describe el taller como un dispositivo estratégico de formación y socialización que permite la reflexión crítica, la construcción y reconstrucción de marcos teóricos y significados. El taller ofrece un espacio de comunicación donde los participantes pueden analizar sus prácticas, intercambiar experiencias e ideas, y trabajar de forma cooperativa para modificar y enriquecer sus conocimientos y relaciones.
El documento describe el taller como un dispositivo estratégico de formación y socialización que permite la reflexión crítica, la construcción y reconstrucción de marcos teóricos y significados. El taller ofrece un espacio de comunicación donde los participantes pueden analizar sus prácticas, intercambiar experiencias e ideas, y trabajar de forma cooperativa para modificar y enriquecer sus conocimientos y relaciones.
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“EL TALLER COMO DISPOSITIVO DE FORMACIÓN Y DE
SOCIALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICA”
ANA MARÍA HERNÁNDEZ
El taller constituye un dispositivo provocador de cambios porque es una
forma de trabajo que permite proponer acciones pedagógicas tendientes a lograr la circulación de significados diversos, la toma de conciencia, la comprensión, la elaboración de interpretaciones y, específicamente, la iniciación de procesos de reflexión. El taller como un dispositivo estratégico de construcción y reconstrucción permanente para la formación docente. Espacio, que, en todos los casos, está sostenido por análisis críticos y reflexivos basados en diferentes marcos teóricos y a partir de situaciones prácticas concretas. En él, cada sujeto puede transitar su camino en forma individual, pero en un espacio compartido. El taller se entiende, entonces, como un espacio de comunicación pedagógica en el que permanentemente se construyen y reconstruyen categorías teóricas, significados y discursos. Un dispositivo de formación en el que se integran diferentes estrategias para la enseñanza, con la intensión de abordar las tensiones propias entre la teoría y la práctica a partir de instancias de reflexión, posibilitando la ampliación, profundización y/o construcción de marcos referenciales. El taller es un espacio estratégico que permite modificaciones, ya sea en marcos teóricos como en las relaciones, tanto emocionales como sociales. La palabra “taller” proviene del francés “atelier” que significa estudio, obrador, oficina. También define una escuela o seminario de ciencias, al cual asisten los estudiantes. Se presenta como un dispositivo de formación que facilita no sólo el desarrollo personal integral sino los procesos de socialización. “Se caracteriza por el pensar-sentir-haciendo, con lo cual se pretende abrir espacios de reflexión compartiendo experiencias, intercambiando inquietudes y cuestionando el hacer profesional. Con respecto al taller como dispositivo para el perfeccionamiento docente o desarrollo profesional, Rodrigo Vera expresa que “las actividades de perfeccionamiento pueden constituirse en un factor significativo del cambio educacional en la medida en que éstas contribuyan a crear condiciones teóricas y prácticas para que el sector docente asuma una posición activa en el análisis crítico de su propia práctica y en la formulación e implementación de alternativas de acción. “El taller de educadores consiste en un grupo de docentes que se reúnen para analizar críticamente sus respectivas prácticas con el objeto de transformarlas hacia formas menos autoritarias, menos dogmáticas, menos burocráticas de aprendizaje. Diker y Terigi señalan que es un accionar que está determinado por teorías que a su vez se modifican a través de las acciones. Se entiende así como una práctica compleja y dinámica que requiere de acciones deliberadas. Se sustenta la idea de sustitución del docente como ejecutor de proyectos decididos por otros, por la docente investigadora que colabora, redefine y reconstruye formas de intervención pedagógica, no solo en el aula sino también en reformas curriculares e institucionales. Podemos considerar el dispositivo de taller como una propuesta pedagógica que promueve la creatividad tanto en los estudiantes como en los docentes, complejizando los procesos de razonamiento a partir de la participación activa en las diferentes actividades, de las intervenciones entre los compañeros, del trabajo cooperativo, así como desde una tarea de investigación. Se fomenta de este modo la construcción de un conocimiento crítico, la estimulación y desarrollo de la curiosidad, de la argumentación, de la discusión y el desarrollo de la capacidad para trabajar en equipo, así como la posibilidad de transformar las propias prácticas cotidianas. El taller ofrece así la oportunidad de construir vínculos, de comprometerse en distintas acciones, de elaborar proyectos comunes, de interactuar con otros, de escuchar comentarios distintos de los propios, posibilitando la modificación de marcos de referencia o construcción de nuevos conocimientos. Con el trabajo en taller, se logra efectivizar la socialización de saberes en un trabajo en grupo a través de procesos de comunicación entre los miembros, donde las aportaciones de cada uno enriquecen y/o potencian la producción grupal. Se promueve no sólo la relación vincular, sino la construcción de saberes. El trabajo en taller posibilita la implementación de otros dispositivos como la dramatización, el análisis de campos, la construcción de estrategias de intervención didáctica, el cine debate, el análisis de incidentes críticos, entre otros. Es así que este espacio mediador en la formación docente ofrece la oportunidad para que cada estudiante se movilice a partir de desequilibrios y equilibrios continuos, logre ponerse en el lugar del otro, considere las situaciones desde diferentes puntos de vista, tome conciencia de sus propias creencias, participe de manera activa en el pequeño grupo, desarrolle procesos de socialización potenciando a la vez la autonomía y la creatividad en función de las representaciones, análisis, resolución de problemas. El trabajo en taller implica que, como docentes de estos espacios, debemos tener siempre en cuenta el encuadre teórico de las problemáticas a abordar, para desde allí proponer las diferentes actividades a los estudiantes, manteniendo el espacio con las características de contención, escucha, análisis, interpretación y construcción de significados, permitiendo así el desarrollo de los procesos teórico-práctico para la formación profesional docente. Se parte de contenidos teóricos propios de cada taller además de ser el espacio de organización de experiencias, lugar de concretización de comentarios, de escritura de narrativas, de elaboración de proyectos, de desarrollo de la reflexión, entre otros. Con el trabajo en taller se trata de alejarnos de un pensamiento mecanicista, lineal, determinista o de repetición acrítica de teorías pedagógicas, para comprometernos cada vez más con los propios pensamientos, movidos continuamente por la curiosidad en la búsqueda de respuestas creativas, esclarecedoras de problemas y/o situaciones real. Desde el trabajo en taller, se sostiene que enseñar no es transferir, en el sentido de depositar conocimientos, sino que se trata de crear las condiciones para que puedan ser construidos por los mismos sujetos, es decir, ofrecer posibilidades para desafiar a los estudiantes para que interpreten y comprendan en función de la realización de diferentes actividades, sostenidas por la curiosidad, atendiendo a la integración de saberes, rescatando los aportes teóricos y prácticos de los otros espacios curriculares.