Resumen Texto Feixas
Resumen Texto Feixas
Resumen Texto Feixas
3 El Psicoterapeuta
La pregunta por quienes son los psicoterapeutas puede formularse desde dos
puntos de vista:
1) ¿Qué se requiere para ser socialmente autorizado como psicoterapeuta?
pregunta relacionada con la formación profesional, con los requisitos
formales.
2) ¿Cuáles son las características personales asociadas con la elección de la
profesión de psicoterapeuta?
Con respecto a los aspectos formales, la psicoterapia se comenzó a consolidar
gracias al fuerte incremento de la demanda social. Se la ha llamado “la quinta
profesión” refiriendo al reconocimiento de que la psicoterapia comparte aspectos
importantes con otras profesiones como la medicina, la pedagogía, la asistencia
social y la religión, pero no puede identificarse con ninguna de ella. Por ende en la
actualidad tiende a consolidarse como una profesión autónoma.
En la actualidad la formación de los psicoterapeutas tiende a consolidarse en el
marco de la psicología científica. Para desempeñar su labor los psicoterapeutas
necesitan: poseer conocimientos específicos sobre los procesos de aprendizaje, la
dinámica de la personalidad, los procedimientos y técnicas de la evaluación
psicológica, la psicopatología, los principios de la interacción social, procesos
cognitivos y emocionales, entre otros. Esos serían los aspectos básicos de la
formación, y a su vez, hay otros aspectos que resultan específicos de cada modelo
psicoterapéutico, donde no encontramos un consenso muy claro.
Motivaciones funcionales:
● Capacidad de escuchar: principal instrumento curativo del psicoterapeuta.
● capacidad de conversar: buenas habilidades verbales y conversar les
resulta reforzante y reconfortante.
● empatía y comprensión: son capaces de reflejar el significado y la
motivación de la conducta, los pensamientos y sentimientos de sí mismo y los
demas.
● capacidad de discernimiento emocional: el conocimiento y la aceptación
de las propias emociones promueve una actitud natural y genuina que facilita
la curación psicoterapéutica de los demás.
● capacidad introspectiva: para facilitar la autoexploración del cliente.
● capacidad de autonegación: resulta beneficiosa para la práctica en el
sentido de que la tarea requiere que el terapeuta deje a un lado sus propias
necesidades personales y se centre exclusivamente en las necesidades del
paciente.
● tolerancia a la ambigüedad: capacidad de soportar lo desconocido, las
respuestas parciales y las explicaciones incompletas. El terapeuta debe
contar con la capacidad de resistir un cierre prematuro, dar respuestas
rápidas, o asumir una posición autoritaria ante el estado de confusión y crisis
del cliente.
● capacidad de cariño: actitud de paciencia y cariño hacia los demás,
acompañada de una actitud no crítica que le permite aceptar a las personas
como son.
● tolerancia a la intimidad: el terapeuta eficaz debe ser capaz de tolerar una
intimidad profunda durante largos períodos.
● confortable con el poder: puede sentirse atraido por una posición de poder,
sin embargo, el terapeuta eficaz debe saber evitar la trampa de sentirse
omnipotente.
● capacidad de reir: ya que el humor, cuando se expresa en el momento
oportuno, tiene ciertas propiedades curativas.
Motivaciones disfuncionales:
● Aflicción emocional: algunos eligen la profesión movidos por un deseo de
alcanzar mayor comprensión de sí mismos, mayor dominio de sus problemas
personales, o autocuración de sus propios trastornos emocionales. Esto
puede ser perjudicial o beneficiosa para el ejercicio de la profesión, en
función de si el futuro psicoterapeuta consigue, a través de su formación,
superar sus trastornos personales. Se debe evitar que se desarrolle un
deseo mesiánico de compartir la curación con los otros cuando la propia
parece inalcanzable. Esto puede afectar la distancia terapéutica.
● Manejo vicario: muchos eligen la profesión como modo de tratar
vicariamente con las contingencias y realidades de la vida. Intentar ayudar a
otros a superar cuestiones no superadas en su propia vida.
● Soledad y aislamiento: eligen la profesión para superar la sensación de
soledad y aislamiento. A través de la profesión, pueden satisfacer la
necesidad de contacto e intimidad en un contacto estructurado y seguro. Esto
es perjudicial.
● Deseo de poder: Cuando el psicoterapeuta no consigue una distancia
adecuada del poder, la idealización del mismo que realiza el cliente puede
producir en el terapeuta tendencia general hacia la agresividad, el dominio y
la explotación de los demás en sus relaciones personales.
● Necesidad de amor: es perjudicial cuando va acompañada de un afán
mesiánico o cuando el psicoterapeuta entiende que su amor y aceptación por
sí mismos, se convierten en agentes curativos.
● Rebelión vicaria: es perjudicial porque puede conducir a recomendar a los
clientes actitudes contrarias a la tradición que pueden funcionar en contra de
los intereses de éstos.
También se ha estudiado la elección de la profesión en relación con determinadas
condiciones familiares. Suelen encontrarse experiencias de marginación social,
económica o religiosa durante la infancia.
El papel más importante del terapeuta es que intenta ayudar al paciente. Y tiene
que:
a) formular alguna hipótesis acerca del problema o el cliente.
b) Tomar decisiones acerca de qué hay que hacer primero y que después.
Y para ello el terapeuta necesita funcionar a partir de algún modelo terapéutico.
2.2 LA APARICIÓN DE LA PSICOTERAPIA
Aparece durante el último cuarto del siglo pasado. Los descubrimientos se dan con
rapidez y los conocimientos acumulados comienzan a ser vistos a partir de que la
medicina oficial reconoce la naturaleza psicogenética de la neurosis.
La vía que hizo posible la aparición de la psicoterapia se desarrolló al margen de la
medicina oficial y luego se integró a ésta. Este proceso culmina con la formación del
psicoanálisis.
Hay una primera etapa que va del magnetismo animal a la hipnosis, siguiendo
el camino hasta la psicogenia. La importancia de la hipnosis en la historia de la
psicoterapia reside en que representa el vínculo de unión entre las curaciones pre-
psicológicas de la antigüedad y el psicoanálisis.
Adentrándonos a la historia de la hipnosis podemos reconocer una etapa del
“magnetismo animal”, de Van Helmont (1577-1644) que sostenía la existencia de
un fluido al que la voluntad podía guiar para influir en la mente y en el cuerpo. Esta
idea fue impulsada por Mesmer (1734-1815) quien se reconoce que proporcionó un
impulso para la psicoterapia, ya que su contribución se basó en presentar lo que
hasta entonces se había considerado como “cosa del diablo y de brujas”, como cosa
de la ciencia. Su concepción era que la enfermedad se origina a causa de una
distribución desequilibrada de este fluido en el cuerpo y que la recuperación se logra
cuando se restaura el equilibrio. Trabajaba en terapia con imanes. Y tuvo muchos
seguidores que se dividían en los fluidistas y los animistas, que sostenían que los
poderes curativos tenían que ver con el poder psicológico de la fe.
Otro referente fue Puységur quien describió la amnesia post hipnótica, que luego
fue retomado por Bernheim.
Quien acuña el término de hipnosis es J. Braid (1795-1860), un médico británico,
quien intentó ofrecer una explicación científica utilizando la neurofisiología de su
tiempo y presentándola como un estado de sueño nervioso.
La revolución francesa disuelve las organizaciones creadas por los mesmeristas y
sus enseñanzas cayeron al olvido, para redescubrirse un siglo más tarde pero ya
dentro del marco de la medicina.
Resurge la hipnosis en la escuela de Nancy con Liébelaut y Bernheim, y en la
escuela de Salpetriere, con Charcot, donde realizó su investigación clínica junto a
Janet. En ambas escuelas había estudiado Freud.
Berheim investigó acerca del potencial terapéutico de la hipnosis, y sostuvo que era
producto de la sugestión, entendida ésta como la aptitud para transformar una idea
en acto. Y por ello, prescinde de la hipnosis, considerando que los resultados eran
alcanzables también por sugestión en estado de vigilia, procedimiento que la
escuela de Nancy denominó psicoterapia.
Charcot hacia 1870, comenzó a estudiar la histeria y el hipnotismo. Consideró que
en las histéricas la condición hipnótica se presentaba siguiendo tres etapas: letargo,
catalepsia y sonambulismo. Sus investigaciones apuntaban ala sistematización de
los síntomas histéricos y su distinción de los ataques epilépticos. Consiguió
demostrar que la histeria no era una enfermedad exclusiva de las mujeres como se
creía desde la antigüedad y que las parálisis histéricas podían reproducirse
experimentalmente usando la hipnosis. Sostenía que la susceptibilidad hipnótica era
un signo de degeneración neurológica y que por lo tanto las posibilidades
terapéuticas de la hipnosis quedaban muy reducidas.
Janet había aprendido la técnica hipnótica para estudiar la “mente subconsciente”.
Publicó en 1886 una historia clínica sobre el tratamiento de una histérica por medio
de la concentración, bajo hipnosis, en ideas subconscientes.
Durante todo este período el procedimiento terapéutico estelar fue la sugestión
hipnótica. Y hacia final del siglo, el término psicoterapia se utilizaba para referir al
tratamiento por sugestión y se convirtió en el término aceptado para todos los
métodos de curación por medio de la mente.
Aparecen a finales de los años 50, especialmente como alternativa del modelo
psicodinámico. Y se consolida aprox en los 70.
● Desarrollo histórico
> Origen: S XX I.M Schenov (creador de la escuela rusa de fisiologia), consideraba
que toda conducta podía explicarse apelando a los reflejos, sin referencia a la
conciencia u otros procesos mentales. Estableció el marco para la aplicación de los
métodos de la fisiología al estudio de los problemas psicológicos. Sus discípulos
fueron: Pavlov y Bechterev.
→ Pavlov 1848-1936
- contribuyó en: el estudio experimental de los procesos de condicionamiento,
o sea la demostración de cómo los estímulos anteriormente neutros podían
adquirir la capacidad de elicitar una respuesta (terapias de
recondicionamiento).
- Inició el estudio de las neurosis experimentales en animales, un paso
necesario para depurar métodos y principios terapéuticos en este primer
período.
→ Bechterev (1857-1927) fue el que más desarrolló la idea de que el
condicionamiento podía explicar la conducta humana.
→ Watson (1878-1958) fue el autor del manifiesto conductista que cristalizó un
movimiento que fomentaba la introducción de métodos objetivos de investigación
psicológica. Sostenía que la conducta podía investigarse estudiando los reflejos
simples y sus combinaciones. También introdujo los principios del condicionamiento
en la reducción de los miedos.
→ Thorndike hizo estudios sobre el condicionamiento instrumental, y sostenía que
el aprendizaje se entendía como un proceso que obedece a diversas leyes de
asociación estímulo-respuesta, la más importante era la ley del efecto, que afirma
que la conducta está controlada por sus consecuencias. En estos estudios se basa
Skinner para su programa de investigación sobre el condicionamiento operante.
→ Jacobson (1929) método de relajación progresiva, muy utilizado en terapia
conductual.
> años 30: se inicia una fase de búsqueda de una mayor fundamentación teórica.
Se centró el interes en el desarrollo de las teorías del aprendizaje.
> años 50: la terapia conductual aparece ya configurada como alternativa
fundamentada en los principios de la psicología científica. Es un período que se
reconoce como de latencia o incubación, de búsqueda de una ecuación conductual,
que se extiende desde 1938 hasta la publicación de la tesis doctoral de Skinner en
1958 “psicoterapia por inhibición recíproca''. se ingresa en una fase que se puede
denominar “la búsqueda de una ecuación conductual”.
Skinner establece el paradigma del condicionamiento operante, desde el cual se
toma en cuenta que el parámetro que gobierna la conducta, reside en los estímulos
reforzantes (o refuerzos) que se definen como aquellos hechos ambientales que
acompañan o se dan con las respuestas y que cambian la probabilidad de que éstas
aparezcan en el futuro. Tal vez la contribución esencial de Skinner fue que alentó
un ambientalismo radical que, en la práctica, potenció el diseño de ambientes
terapéuticos.
Se comienza a utilizar el término “terapia de conducta” y se lo aplica a enfermos
psicóticos, en laboratorios de psicoterapia tradicional y en terapias basadas en las
teorias del aprendizaje.
> años 60 y 70: se consolidó como enfoque terapéutico. Se destaca el trabajo de
Wolpe “Psicoterapia por inhibición recíproca” que fue hito fundamental en la
modificación de la conducta.
En Inglaterra se destacó Hans Eysenck que tuvo papel fundamental en la
consolidación del movimiento al sostener que el psicólogo profesional debía ser un
investigador que aplicara en su práctica clínica los resultados de la investigación
básica.
Durante la década del 70 se presentan manuales de fundamentos científicos de los
procedimientos terapéuticos, que aspiraban a unificar el campo de las terapias
basadas en las teorías del aprendizaje.
Durante las dos últimas décadas la terapia de la conducta se desarrollo en diversos
frentes. Se proliferó las técnicas de tratamiento, como así también el tipo de
desórdenes que pueden abordarse con planteamientos conductuales.
● Conceptos básicos
No existe una única teoría del aprendizaje que sirva de marco conceptual a la
terapia de conducta, sino que coexisten distintas teorías que sirven de fundamento a
distintas técnicas.
Principales características de los modelos conductuales:
- La conducta normal y la anormal son principalmente producto del
aprendizaje.
- Tienen menor importancia los factores innatos o heredados en la adquisición
de la conducta, aunque hay posible influencia de factores genéticos y
constitucionales.
- El objeto de estudio o cambio se sitúa en la conducta, que es entendida como
actividad cuantificable o evaluable, tanto en el plano motor como en el
cognitivo o fisiológico.
- El método experimental es un instrumento imprescindible en la descripción,
predicción y control de la conducta.
- Es necesaria la comprobación de la eficacia de cualquier procedimiento, tanto
de evaluación como de tratamiento.
- No se admite que existan enfermedades mentales como entidades que sean
cualitativamente distintas en cuanto a su génesis y dinámica funcional, ya
que la conducta normal y anormal se adquieren y modifican por los mismos
principios del aprendizaje.
- La evaluación y el tratamiento son funciones relacionadas y dirigidas a
modificar las conductas inadecuadas.
- El rigor científico es compatible con la responsabilidad profesional.
● Método terapéutico
El objetivo de los tratamientos conductuales es la modificación de la conducta
inadaptada. Para ello:
→ se realiza una evaluación de los parámetros y contingencias que controlan la conducta.
→ se definen las conductas en términos observables y establecen sistemas de registros.
Los tratamientos son breves y tienen un número limitado de sesiones.
La eficacia del tratamiento depende de las técnicas utilizadas y no de la relación
terapéutica.
● Relación terapéutica
La relación no tiene valor intrínseco. Se concibe como un vehículo para la
implantación de las técnicas conductuales. El terapeuta tiene el papel de instituir al
cliente en la tecnología conductual apropiada para solucionar su problema. Se lo
considera un reforzador social y un modelo (tiene prestigio social, experiencia,
status).
El terapeuta refuerza ciertas conductas o las moldea.
Esto favorece que los clientes adopten un papel activo en la terapia, tanto en la
realización de registros como en el manejo de las técnicas.
● Recursos técnicos
- I Técnicas de reacondicionamiento: se fundamentan en los principios del
condicionamiento clásico. La ansiedad es concebida como respuesta
condicionada que se encuentra en el origen de muchos trastornos
psicológicos. Por ejemplo se busca romper la asociación entre los estímulos
temidos y la ansiedad, para sustituirla por respuestas más adecuadas, a
través de diversos recursos técnicos como:
→ técnica de relajación; se entrena al cliente para que aprenda a reducir el
tono muscular mediante la tensión y la relajación.
→ desensibilización sistemática; surge de la idea de que la relajación muscular
podía inhibir la rta de la ansiedad, Se expone al sujeto cuando se encuentra
en un estado de relajación profunda, gradualmente y en la imaginación a
situaciones temidas.
→ entrenamiento asertivo; para tratar fobias sociales.Se define como la
expresión adecuada de cualquier emoción distinta a la ansiedad hacia otra
persona.
→ técnicas de implosión e inundación: consiste en que el terapeuta expone al
paciente de modo continuo a los estímulos temidos y anteriormente evitados,
con el fin de producir una respuesta emocional intensa y facilitar el proceso
de extinción.
→ Práctica masiva: repetición contínua de un habito involuntario y persistente
hasta lograr agotamiento. Se usa para eliminar tics.
→ Terapia aversiva: utilización de estímulos aversivos para modificar la
conducta.
● Formación del terapeuta: la mayor parte de los que ejercen la terapia son
psicólogos, aunque también acceden a la formación médicos y asistentes
sociales. Se accede a través de centros privados, vinculados con las
asociaciones profesionales.
Los terapeutas entienden la formación del terapeuta como una formación
técnica que abarca tanto el diagnóstico y la evaluación conductual como las
técnicas de tratamiento.
● Investigación terapéutica: unido intrínsecamente al diagnóstico y la
evaluación de la conducta. En lugar del diagnóstico tradicional que asigna
una etiqueta diagnóstica a un individuo, los terapeutas de conducta han
desarrollado el diagnóstico conductual, que se centra en las conductas
específicas y las condiciones en las que se realizan, para elegir un
tratamiento útil.
Siempre los terapeutas realizan una minuciosa evaluación del problema antes de
llevar a cabo el tratamiento. Hay un sistema diagnóstico que puede consistir en:
evaluación conductual, métodos de observación; se le puede pedir al cliente que
realice tareas o escenifique una situación; se le puede solicitar que observe y
registre pensamientos, sentimientos, etc. También se pueden utilizar medidas de
autoinforme y registros psicofísicos.
Luego de la investigación se establecen los objetivos del tratamiento en función de
los cuales se va a juzgar la eficacia del mismo.
El problema de la eficacia terapéutica es entendido como el problema de demostrar
empíricamente la relación entre el cambio en la conducta “X” y la técnica utilizada
“y”.
Para que la relación sea verdaderamente terapéutica, debe ser diferente de otras
relaciones en la vida del cliente. La diferencia esencial reside en que se trata de una
relación profesional: el terapeuta se interesa genuinamente por el cliente, pero no
forma parte de sus relaciones interpersonales cotidianas. De su carácter profesional
se desprenden otras características de la relación terapéutica, tales como su
asimetría, su carácter retributivo y su encuadre.
Los tres aspectos, vínculo, acuerdo en los objetivos y en las tareas, no son
independientes sino que se influyen mutuamente.
APROXIMACIÓN HISTÓRICA
“El campo de la psicoterapia ha llegado a ser tan amplio y variado que parece una
“torre de Babel” que desafía la comprensión humana” (Masterson, 1990).
De hecho, estas dos últimas formas de eclecticismo forman parte, junto con la línea
de los factores comunes, del movimiento integrador en psicoterapia.
Según estudios sobre efectividad terapéutica, resultan tan efectivas las terapias de
larga duración como las breves.
Si las terapias de larga duración no han demostrado ser más efectivas que las
breves, las segundas resultan ser preferibles por varios motivos.
Desde el punto de vista teórico, el concepto básico que sirve para unificar las
aportaciones de los distintos enfoques es el concepto de sistema.
Desarrollo histórico
Los inicios más serios de la terapia familiar vinieron de la mano del antropólogo
Gregory Bateson y su equipo del Veterans Administration Hospital de Palo Alto, que
trabajaron juntos en una investigación sobre la comunicación entre el esquizofre
´nico y su familia.
Hay que destacar su valor histórico al facilitar la adopción del enfoque de la Teoría
General de Sistemas (TGS) como marco conceptual adecuado para pensar sobre
los problemas de índole clínico, y que sirvió de fundamento para el desarrollo de la
teoría de la comunicación humana.
También por esos años Salvador Minuchin, impulsado por Ackerman, inicia un
proyecto de investigación con familias de bajo nivel social. Ello permitió e desarrollo
de un estilo particular de hacer la terapia familiar, actualmente conocido como
escuela estructural.
Pero la aportación más importante del modelo sistémico, hecha desde el viejo
continente, corresponde a los italianos. En 1967, Mara Selvini-Palazzoli, Luigi
Boscolo, Gianfranco Cecchin y Giulana Prata, conocidos como el grupo de Milán,
ponen en marcha un centro de investigación en terapia familiar de amplias
repercusiones para el movimiento sistémico internacional. Su impacto es tan
poderoso que se constituyen en la tercera escuela de importancia, la escuela de
Milán.
Conceptos básicos
Junto a estos conceptos derivados de la TGS, los principios teóricos básicos de los
modelos sistémicos en psicoterapia se formularon en el marco de lo que se presentó
como una teoría clínica de la comunicación humana divulgada principalmente
gracias a la obra de Watzlawick, Beavin y Jackson, de la escuela de Palo Alto.
Método terapéutico
Esta intervención no pretende ser sólo superficial sino afectar a las estructuras del
sistema.
Las soluciones aplicadas por la familia son vistos como meros cambios 1, mientras
que los cambios 2 suponen su resolución.
Teniendo estas ideas en mente, Minuchin dibuja los llamados mapas estructurales
de la familia, que delinean los límites de los distintos miembros de la familia,
dibujándose así las alianzas y coaliciones.
Entre las técnicas utilizadas, Minuchin sugiere que en una primera fase hay que
conseguir “entrar” en el sistema mediante la unión y acomodación que puede
materializarse en los procedimientos de rastreo, mantenimiento y mimetismo.
La terapia comienza por parte del equipo con una hipótesis previa acerca d elos
motivos por los que la familia busca ayuda, lo que espera del equipo en función de
su estructura actual. Esta hipótesis inicial se revisa en el trascurso de la sesión, de
modo que gran parte de las preguntas del terapeuta van dirigidas a confirmar
refutar la hipótesis inicial.
Una de ellas reside en que la propia búsqueda de un diagnóstico formal puede ser
una de las formas en las que la familia intenta confirmar el carácter desviado del
paciente identificado, legitimado oficialmente su desviación.
En este enfoque no se enfatizan las técnicas per se, sino la estrategia a la cual
sirven, y ésta resulta del estudio minucioso de la situación de la familia.
· Prescripción de no cambio.
La paradoja terapéutica (el mensaje “no cambie” dicho por un agente de cambio)
como respuesta a la comunicación paradójica de la demanda terapéutica, se trata
de un procedimiento poderoso que puede ser muy beneficioso, pero también muy
perjudicial, y que en ningún caso debe utilizarse sin haber realizado un minucioso
análisis del valor funcional de los procesos de resistencia y una consideración de
sus posibles efectos perjudiciales.
Las directrices que utilizan los terapeutas sistémicos pueden dividirse en dos tipos:
a) aquellas que indican a los clientes lo que deben hacer con la expectativa de que
lo cumplan y b) aquellas que indican a los clientes lo que deben hacer con el
propósito de que no lo cumplan, esto es, de que se produzca un cambio por la vía
de la rebelión.
Desarrollos actuales
Cecchin afirma que “los mayores cambios en la terapia familiar vienen cuando
consigues operar al nivel de las premisas profundas”. Penn también las considera
centrales para generar un cambio en el sistema puesto que la premisa es “una idea
contextual inclusiva de un sistema que parece organizar o limitar las conductas
vinculadas al problema”
Según los aportes de Procter, cada familia debe construir una realidad común, y la
designa como Sistema de Constructos Familiares (SCF).
Una de las ventajas del modelo de Procter es su capacidad para integrar muchas
aportaciones de los terapeutas sistémicos, como la noción estructural de fronteras.
Sin embargo, no todos los terapeutas familiares han seguido esta tendencia
constructivista, lo que lleva a Anderson y Goolishian a percibir el movimiento
sistémico en una encrucijada entre aquellos que entienden la organización familiar
en términos de alianzas de poder y conductas encadenadas funcionalmente, y los
que consideran la familia como un sistema de creencias compartido en el cual tiene
sentido el síntoma.
Investigación terapéutica
La década de los sesenta respondió a esta promesa, pero sólo en parte. Si bien es
verdad que las investigaciones progresaron y se afrontaron las dificultades
metodológicas que supone la investigación observacional de la interacción familiar,
también es cierto que los practicantes y líderes de la terapia familiar no esperaron a
tener estas cuestiones resueltas para basar en ellas sus propuestas terapéuticas.
Hay que reconocer que el enfoque sistémico, a pesar de la transparencia que aporta
la posibilidad de su observación directa, implica más variables y complejidad que los
tratamientos individuales. Ello dificulta aún más la investigación controlada.
Valoración crítica
Por otro lado, los desarrollos sistémicos recientes que han vuelto los ojos hacia el
individuo reconocen que la actuación sobre los patrones de comunicación por sí
misma no es suficiente en muchos casos. Éste es un hecho importante porque sirve
para sentar las bases de una colaboración entre perspectivas, como la sistémica y
la cognitiva, que, al fin y al cabo, son complementarias y compatibles,
especialmente si comparten un marco epistemológico común.
Los modelos sistémicos en psicoterapia son, de los modelos revisados hasta ahora,
los únicos que, al menos, reconocen la existencia del nuevo marco creado por la
emergencia de la complejidad en nuestra historia.