Protocolo Respiración
Protocolo Respiración
Protocolo Respiración
Antes de comenzar con este pequeño plan, haremos una recomendación clave: en nuestro día
a día es muy importante hacer una respiración nasal, es decir… inspirar y expirar por la nariz.
Estos ejercicios tienen como objetivo devolver la movilidad a la caja torácica que en
demasiadas ocasiones está restringida y tomar conciencia de los movimientos que nuestro
cuerpo realiza al inhalar y exhalar.
Expansión costal
Boca arriba en una posición cómoda y relajada para la columna vertebral. Coloca ambas
manos alrededor de las costillas para poder percibir el movimiento de expansión. Inspira de
forma profunda tratando de maximizar el movimiento de apertura de las costillas. Siente
como se abren y separan las carillas costales. Exhala suavemente por la boca y ahora percibe
cómo se cierran las costillas de forma natural. La diferencia entre la máxima y mínima
apertura de la caja torácica se denomina expansión o movilidad torácica. Este ejercicio te
ayudará a conocer el grado de movimiento costal y si está restringido (la apertura máxima se
sitúa entre 2 y 3 cm) practica hasta conseguir aumentar la expansión costal. Repite 7 veces.
Expansión esternal
En la misma posición, coloca tus dedos a lo largo de las carillas costales. Durante la
exhalación, realiza un suave masaje por los bordes de las carillas desde la apófisis xifoides
hasta las últimas costillas. A medida que vas realizando el automasaje notarás cómo se
flexibiliza más el tejido. Para mejorar el movimiento respiratorio, se recomienda en primer
lugar estirar y liberar las posibles tensiones miofasciales que pudiesen existir. Se realizará
tanto sobre los principales músculos respiratorios (diafragma torácico) como en los músculos
accesorios de la respiración (músculos cervicales, pectoral, abdominales).
Coloca ambas manos en las costillas. Realiza una inspiración costal profunda y al mismo
tiempo resiste ligeramente la apertura con las manos. A medida que realices más respiraciones
puedes incrementar la intensidad en la resistencia a la apertura. Es un ejercicio ideal para
mejorar la fuerza de los músculos inspiradores como el serrato anterior y los intercostales.
Puedes realizar el ejercicio anterior con una banda elástica alrededor de las costillas. Durante
la inspiración, sentirás la fuerza que te opone la resistencia elástica progresiva de la banda y
durante la exhalación esta misma energía elástica ayudará al cierre de las costillas.
Al despertar a primera hora de la mañana, colocarse mirando al sol frente a una ventana
abierta y hacer 5 – 10 respiraciones profundas. Llenar a tope los pulmones y vaciarlos por
completo, con el fin de aumentar o de impedir que nuestra capacidad pulmonar disminuya.