El Dolor y Emociones
El Dolor y Emociones
El Dolor y Emociones
El dolor crónico puede limitar sus actividades cotidianas y dificultar su trabajo. También puede
afectar la manera de vincularse con los amigos y los miembros de la familia. Es posible que los
compañeros de trabajo, la familia y los amigos tengan que realizar más del aporte habitual cuando
usted no pueda hacer las cosas que normalmente hace. Puede sentirse aislado de las personas que
lo rodean.
Con frecuencia, esto da como resultado sentimientos indeseados, como frustración, resentimiento
y estrés. Estos sentimientos y emociones pueden empeorar su dolor de espalda.
La mente y el cuerpo trabajan juntos y no se pueden separar. La forma como la mente controla los
pensamientos y las actitudes afecta la manera como su cuerpo controla el dolor.
El dolor en sí, y el miedo al dolor, pueden llevar a que usted evite tanto las actividades físicas como
sociales. Con el tiempo, esto lleva a menos fuerza física y a relaciones sociales más débiles.
También puede causar mayor falta de funcionamiento y dolor.
Estrés
El estrés tiene efectos tanto físicos como emocionales en nuestros cuerpos. Puede aumentar la
presión arterial, incrementar nuestra frecuencia respiratoria y cardíaca, y causar tensión muscular.
Estas cosas son difíciles para el cuerpo. Pueden conducir a fatiga, problemas para dormir y
cambios en el apetito.
Si se siente cansado, pero tiene dificultad para conciliar el sueño, es posible que tenga fatiga
relacionada con el estrés. O puede notar que es capaz de conciliar el sueño, pero que tiene
dificultad para permanecer dormido. Todas estas son razones para hablar con su proveedor de
atención médica acerca de los efectos físicos que el estrés está teniendo en su cuerpo.
El estrés también puede llevar a ansiedad, depresión, dependencia de los demás o una
dependencia malsana de los medicamentos.
Depresión
La depresión es muy común entre las personas que tienen dolor crónico. El dolor puede causar
depresión o empeorar la existente. La depresión también puede empeorar el dolor existente.
Si usted o los miembros de su familia tienen o han tenido depresión, hay un riesgo mayor de que
usted entre en depresión a raíz de su dolor crónico. Busque ayuda ante el primer signo de
depresión. Incluso la depresión leve puede afectar la capacidad de manejar de forma efectiva el
dolor y permanecer activo.
Los signos de depresión incluyen:
Un tipo común de terapia para las personas con dolor crónico se llama terapia cognitiva
conductual. Buscar la ayuda de un terapeuta puede servirle para:
Si usted piensa que puede estar deprimido o si tiene dificultades para controlar sus emociones,
hable con su proveedor. Consiga ayuda más temprano que tarde. Su proveedor también puede
sugerir medicamentos para ayudar con los sentimientos de estrés o tristeza.