Hipertensión Arterial

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Patologia general periodo I, 2015

Hipertension arterial
Introducción:

Vivimos en un entorno que cambia rápidamente. Sobre la salud humana influyen en todo el
mundo los mismos factores poderosos: envejecimiento de la población, urbanización
acelerada y generalización de modos de vida malsanos. Cada vez más, los países ricos y pobres
se enfrentan a los mismos problemas de salud. Uno de los ejemplos más notables de este
cambio es que las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el
cáncer, la diabetes o las enfermedades pulmonares crónicas han superado a las enfermedades
infecciosas como principales causas de mortalidad en el mundo.

Uno de los factores de riesgo clave de las enfermedades cardiovasculares es la hipertensión


(tensión arterial elevada). La hipertensión afecta ya a mil millones de personas en el mundo, y
puede provocar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Los investigadores
calculan que la hipertensión es la causa por la que mueren anualmente nueve millones de
personas.

En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son responsables de aproximadamente 17


millones de muertes por año, casi un tercio del total. Entre ellas, las complicaciones de la
hipertensión causan anualmente 9,4 millones de muertes. La hipertensión es la causa de por
lo menos el 45% de las muertes por cardiopatías y el 51% de las muertes por accidente
cerebrovascular.

Es fundamental saber que un paciente hipertenso puede tener la presión arterial controlada,
pero nunca deja de ser hipertenso, y si descuida las medidas de control o incumple el
tratamiento, el riesgo de complicaciones aumenta mucho.

La hipertensión es una enfermedad letal, silenciosa e invisible, que rara vez provoca síntomas.
Fomentar la sensibilización pública es clave, como lo es el acceso a la detección temprana. La
hipertensión es un signo de alerta importante que indica que son necesarios cambios urgentes
y significativos en el modo de vida. Las personas deben saber por qué el aumento de la tensión
arterial es peligroso, y cuáles son los pasos para controlarla. También deben saber que la
hipertensión y otros factores de riesgo como la diabetes a menudo aparecen juntos. Para
aumentar este conocimiento, los países deben disponer de sistemas y servicios para promover
la cobertura sanitaria universal y apoyar modos de vida saludables. Como ocurre con otras
enfermedades no transmisibles, la sensibilización ayuda a la detección temprana, y la
autoasistencia contribuye a garantizar la observancia del tratamiento farmacológico, los
comportamientos saludables y un mejor control de la enfermedad.
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad
que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones
severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede
evitar si se controla adecuadamente.

La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias, a
medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. Cuanto más alta es la tensión arterial,
más tiene que trabajar el corazón para bombear la sangre. Hipertensión es otro término empleado
para describir la presión arterial alta. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las
arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se
hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce con el
nombre de arterosclerosis. En los vasos sanguíneos, la presión alta puede provocar dilataciones
(aneurismas) y zonas de debilidad en la pared vascular, lo que aumenta las probabilidades de
obstrucción y rotura.

Las lecturas de la presión arterial generalmente se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se
registra como dos números separados por una barra. El número superior se denomina presión
arterial sistólica y el número inferior, presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80
(escrito como 120/80 mmHg).

Uno de estos números o ambos pueden estar demasiado altos.

 Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mmHg la
mayoría de las veces.
 Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando la presión arterial es de 140/90 mmHg
o mayor la mayoría de las veces.
 Si los valores de su presión arterial son de 120/80 o más, pero por debajo de 140/90, esto
se denomina prehipertensión.

En general, existen 2 tipos de hipertensión arterial:

La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta, lo cual se
denomina hipertensión esencial. También conocida como hipertensión primaria. Este tipo de
presión arterial por lo general tarda muchos años en desarrollarse y es probablemente el resultado
de su estilo de vida, entorno y cómo su cuerpo cambia a medida que envejece.
La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina
hipertensión secundaria y puede deberse a:

 Enfermedad renal crónica.


 Trastornos de las glándulas suprarrenales (como feocromocitoma o síndrome de Cushing).
 Hiperparatiroidismo.
 Embarazo o preeclampsia.
 Medicamentos como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar y algunos
medicamentos para el resfriado y para la migraña.
 Estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal).

Causas
Muchos factores pueden afectar la presión arterial, entre ellos:

Factores de riesgo relacionados con el comportamiento:

 el consumo de alimentos que contienen demasiada sal y grasa, y de cantidades


insuficientes de frutas y hortalizas;
 el uso nocivo del alcohol;
 el sedentarismo y la falta de ejercicio físico; el mal control del estrés;
 Fumar.
 Las condiciones de vida y trabajo de las personas influyen sobremanera en estos factores
de riesgo conductuales.

Además, existen algunos factores metabólicos que aumentan el riesgo de enfermedad


cardiovascular, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y otras complicaciones de la
hipertensión, como la diabetes, la hipercolesterolemia y el sobrepeso o la obesidad. El consumo de
tabaco y la hipertensión interactúan para aumentar aún más la probabilidad de padecer
enfermedad cardiovascular.
Factores socioeconómicos:

Los determinantes sociales de la salud, como los ingresos, la educación y la vivienda, repercuten
negativamente en los factores de riesgo conductuales y, en este sentido, influyen en la aparición de
hipertensión. Por ejemplo, el desempleo o el temor a perder el trabajo pueden repercutir en los
niveles de estrés que, a su vez, influyen en la tensión arterial alta. Las condiciones de vida o de
trabajo también pueden retrasar la detección y el tratamiento por la falta de acceso al diagnóstico
y al tratamiento y, además, impedir la prevención de las complicaciones. La urbanización
acelerada y desordenada también tiende a contribuir a la hipertensión, ya que los entornos
insalubres alientan el consumo de comidas rápidas, el sedentarismo, el tabaquismo y el uso nocivo
del alcohol. Por último, el riesgo de hipertensión aumenta con la edad, por el endurecimiento de
las arterias, aunque el modo de vida saludable, la alimentación saludable y la reducción de la
ingesta de sal pueden retrasar el envejecimiento de los vasos sanguíneos. También se es más
propenso a ser hipertenso si se es afroamericano.

Otros factores:

En algunos casos, la hipertensión no tiene causas específicas conocidas. Puede haber factores
genéticos, y cuando se detecta hipertensión en personas menores de 40 años, es importante
excluir una causa secundaria, como enfermedades renales y endocrinas o malformaciones de los
vasos sanguíneos. La preeclampsia es la hipertensión que sufren algunas mujeres durante el
embarazo. Por lo general, desaparece después de dar a luz, aunque algunas veces persiste. Las
mujeres que la padecen tienen más probabilidades de tener hipertensión más adelante en la vida.
En ocasiones, la tensión arterial medida es más alta de lo habitual. En algunas personas, la
ansiedad ante una consulta médica puede aumentar temporalmente la tensión arterial (“síndrome
de la bata blanca”). Para establecer si este es el caso, es posible medir la presión en el hogar,
utilizar un dispositivo para medir la tensión arterial varias veces al día o realizar diferentes
mediciones en el consultorio.

Síntomas
La mayor parte del tiempo, no hay síntomas. En la mayoría de los pacientes, la hipertensión
arterial se detecta cuando van al médico o se la hacen medir en otra parte.

Debido a que no hay ningún síntoma, las personas pueden sufrir cardiopatía y problemas renales
sin saber que tienen hipertensión arterial.
La hipertensión maligna es una forma peligrosa de presión arterial muy alta. Los síntomas
abarcan:

 Dolor de cabeza fuerte


 Náuseas o vómitos
 Confusión 
 Cambios en la visión  
 Sangrado nasal

Diagnostico
Para medir la tensión arterial se utilizan dispositivos electrónicos, de mercurio y aneroides. La
OMS recomienda el uso de dispositivos asequibles y fiables que ofrecen la opción de realizar
lecturas manuales. Los dispositivos semiautomáticos permiten realizar mediciones manualmente
cuando se agotan las baterías, un problema que no es infrecuente en entornos con recursos
limitados. Como el mercurio es tóxico, se recomienda eliminar progresivamente los dispositivos
que lo usan y reemplazarlos por dispositivos electrónicos. Para utilizar dispositivos aneroides,
como los esfigmomanómetros, es  imprescindible calibrarlos cada seis meses y capacitar y evaluar
a las personas que los usen. Es preciso medir la tensión arterial durante algunos días antes de
establecer el diagnóstico de hipertensión. La tensión se mide dos veces al día, preferiblemente por
la mañana y por la tarde. Se toman dos mediciones consecutivas, con un intervalo mínimo de un
minuto entre ambas y con la persona sentada. Las mediciones del primer día se descartan, y para
confirmar el diagnóstico de hipertensión se toma el valor promedio de todas las restantes.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial, de tal manera que tenga un menor riesgo
de complicaciones. Si se tiene prehipertensión, el médico recomendará cambios en el estilo de vida
para bajar la presión arterial a un rango normal. Rara vez se utilizan medicamentos para la
prehipertensión.

Hay muchos diferentes medicamentos para tratar la hipertensión arterial.

A menudo un solo fármaco para la presión arterial no es suficiente para controlarla, y es posible
que usted necesite tomar dos o más. Si se presentan efectos secundarios, el médico puede
sustituirlos por un medicamento diferente.

Clasificación de los fármacos:

1.-ANTAGONISTAS DE CANALES DE CALCIO:

• Nifedipina
• Amlodipina
• Asradipina
• Verapamil
• Nisoldipina
• Diltiazem
• Nicardipina

2.-SIMPATOLITICOS:

 Fármacos de acción central: Metildopa, clonidina, guanabenz, guanfacina.


 Bloqueadores de neuronas adrenérgicas: Guanadrel, reserpina.

3.-BETABLOQUEADORES:

• ANTAGONISTAS B1 CARDIOSELECTIVOS: Atenolol, Betaxolol, Bisoprolol, Metoprolol.


• ANTAGONISTAS B1 ADRENÉRGICO CON ACTIVIDAD SIMPÁTICO MIMÉTICA
INTRÍNSECA: Acebutolol, penbutolol, Pindolol.
• ANTAGONISTAS DE RECEPTORES ALFA1 y BETA1 ADRENERGICO: Labetalol, Carvedilol.
• ANTAGONISTAS B 1 y B 2 ADRENERGICOS: Nadolol, Propranolol, Timolol.

4.-ECA (enzima convertidora de angiotensina):

 INHIBIDORES: Captopril, Lisinopril, Enalapril, Benazepril, Fosinopril, Moexipril,


Quinapril, Ramipril, Trandolapril, Cilasapril.
 BLOQUEDORES DE RECEPTORES: Losartan, Candesartan, Valsartan, Telmisartan,
Irbesartan, Eprosartan, Olmesartan .

5.-VASODILATADORES:

a) ARTERIAL Y VENOSO: Nitroprusiato sódico nitroglicerina.

b) VD ARTERIALES:

• HIDRALAZINA: (Acción directa) Mecanismo desconocido.


• MINOXIDIL: Acción directa/ Mec. Desconocido.
• DIAZOXIDO
• FENOLDOPAM.

6.-DIURETICOS :
• INHIBIDORES DE LA ANHIDRASA CARBONICA: Acetazolamida, Diclorfenamida,
Metazolamida

-Osmoticos: Glicerina, Isosorbida, Manitol, Urea

• INHIBIDORES DEL SIMPORTE Na+ - K+ -2Cl DIURETICOS DE ASA/LIMITE ALTO:


Bumetamida, Acido Etacrinico (Piratenida, Tripamida, Furosemida ), Torasemida,
Axosemida.

• AHORRADORES DE POTASIO :

-Inhibidores de los canales de sodio del epitelio renal: Amilorida y Triamtereno.

-Antagonistas de los receptores mineral corticoldes (aldosterona) : Espironolactona,


Canrenona, Canrenoato de Potasio, Eplerenona.

Medidas para ayudar a controlar su presión arterial en casa, como:

 Consumir una alimentación cardiosaludable, que incluya potasio y fibra.


 Tomar mucha agua.
 Hacer ejercicio con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
 Si fuma, dejar de hacerlo.
 Reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los
hombres.
 Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume; procure consumir menos de 1,500 mg
por día.
 Reducir el estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés y pruebe con meditación o
yoga para desestresarse.
 Mantener un peso corporal saludable.

El médico puede ayudar a encontrar programas para bajar de peso, dejar de fumar y hacer
ejercicio.

Visitar a un nutricionista que pueda ayudar a planear una dieta saludable.

Cuán baja debe estar su presión arterial y a qué nivel necesita comenzar el tratamiento es algo
individual, con base en la edad y cualquier problema médico que tenga.
Hipertensión arterial infantil (tensión alta en niños)
La hipertensión arterial infantil afecta a entre un 2 y un 3 % de
la población pediátrica. Su incidencia está aumentando
considerablemente en los últimos años debido a las crecientes
tasas de sobrepeso y obesidad entre los niños, al sedentarismo y
al exceso de sal en la dieta. Así, se estima que actualmente el
riesgo de que los niños y los adolescentes presenten hipertensión
arterial ha crecido un 30%. Este incremento se ha dejado notar
sobre todo entre las niñas, a pesar de que son los varones los que
tienen más probabilidades de sufrir hipertensión arterial.

La tensión alta infantil puede estar ocasionada por otra enfermedad (hipertensión secundaria) o
bien aparecer por un estilo de vida inadecuado que actúa de catalizador ante determinados
factores de riesgo familiares o personales (hipertensión esencial).

Para tratar la hipertensión infantil, y dependiendo de la causa, pueden llevarse a cabo medidas de
reeducación en el estilo de vida, tratamiento farmacológico y cirugía en algunos casos. Los niños
que desarrollan hipertensión tienen más probabilidades de padecerla también durante la edad
adulta, con los problemas de salud que esto conlleva.

Para determinar si la tensión arterial de un niño es correcta o elevada hay que fijarse en tres
factores: su edad, su sexo y su talla.

Así, según la Academia Americana de Pediatría, hay hipertensión arterial infantil cuando los
valores de la tensión arterial sistólica (TAS) y/o la tensión arterial diastólica (TAD) se sitúan por
encima del percentil 95 de TAS y/o TAD para la edad, el sexo y la talla del niño.

Para corroborar que se trata de hipertensión arterial infantil, no basta con una sola medición de la
presión arterial, pues hay que determinar que los valores son altos en tres ocasiones o más de
forma sucesiva.

Hay dos estadios en la hipertensión infantil:

 Hipertensión en estadio I: si el niño se sitúa entre los percentiles 95 y 99 de TAS y/o TAD más
5mmHg.

 Hipertensión en estadio II: si el niño está por encima del percentil 99 de TAS y/o TAD más
5mmHg.

Además, se habla de prehipertensión infantil en dos circunstancias:

 Cuando el niño está entre los percentiles 90 y 95 de TAS y/o TAD, de acuerdo con su edad, sexo
y talla.
 Cuando el niño registra unos valores de presión arterial de 120/80, aunque esté por debajo del
percentil 90 de TAS y/o TAD.

La normotensión (tensión arterial normal) correspondería a una situación en que el niño está por
debajo del percentil 90 de TAS y/o TAD.

En la siguiente tabla se pueden observar las causas más frecuentes de hipertensión infantil por
grupos de edad:

Por edades Causas

Recién nacidos Lesión renal congénita 


Coartación de aorta 
Displasia bronco-pulmonar
Trombosis de arteria renal

Entre un mes y 6 años Enfermedad renal


Coartación de aorta
Estenosis de la arteria renal

Entre lo 6 y los 10 Enfermedad del parénquima renal


años Estenosis de la arteria renal
Hipertensión esencial (por factores
externos)

Entre los 10 y los 18 Hipertensión esencial


años Enfermedad del parénquima renal
Estenosis de la arteria renal
Hipertensión arterial secundaria

Cuanto menor es el niño y más elevadas son las cifras de tensión arterial es más probable que su
hipertensión esté provocada por otra enfermedad. Las patologías que con más frecuencia pueden
ocasionan hipertensión arterial son las renales, ya sean vasculares o parenquimatosas (lesiones
inflamatorias). Un 28% de los afectados por hipertensión arterial infantil se engloban en este
grupo.

Hipertensión arterial esencial

La hipertensión arterial esencial está provocada, generalmente, por el estilo de vida, y es la que


más está aumentando en la actualidad. Entre los factores más importantes que condicionan su
aparición están:

 Sobrepeso/obesidad. El sobrepeso y la obesidad están directamente relacionados con la


hipertensión arterial infantil. La presión arterial se relaciona de forma inequívoca con el peso
corporal. Además, en la aparición de la hipertensión arterial infantil juega un gran papel la
distribución de la grasa corporal, ya que cuanto más se acumule en la cintura y la cadera hay
más probabilidades de padecer tensión alta. De hecho, los niños con amplia circunferencia
abdominal tienen el doble de probabilidades de sufrir hipertensión, en relación con aquellos
que tienen el mismo índice de masa corporal, pero una cintura más estrecha.

 Exceso de sodio en la dieta. Los niños que consumen demasiada sal tienen un 36% más de riesgo
de padecer hipertensión. El exceso de sal (sodio) en la dieta puede observarse, según algunos
estudios, en un 80% de los niños con hipertensión.

 Las reacciones a la administración de algún medicamento o el consumo de drogas en


adolescentes son factores que también pueden condicionar la aparición de hipertensión arterial
en edad pediátrica

Además, la presión arterial parece tener una correlación clara con el peso al nacimiento del niño,
de tal modo que cuanto menos pese el bebé al nacer, más alta puede ser su presión arterial
(especialmente la sistólica). Esta condición se acentúa en niños nacidos con CIR (crecimiento
intrauterino retardado), y tiene influencia no solo durante la infancia, sino también durante la
vida adulta.

Factores de riesgo familiar

La hipertensión arterial infantil puede estar causada también por factores hereditarios. Ocurre, sin
embargo, en un porcentaje muy escaso de niños en los que la mutación de un gen provoca la
elevación de la presión arterial, afectando a varios miembros de la misma familia.
Es más común, sin embargo, que pueda haber una predisposición familiar a la hipertensión, que
se acabaría desarrollando o no en función de una serie de factores que tienen que ver con el estilo
de vida.

Si ambos padres son hipertensos, la mitad de sus descendientes puede serlo también. Si solo uno de
los dos padres tiene hipertensión, uno de cada tres descendientes podría heredar esta condición.

Síntomas:
La hipertensión arterial infantil puede mantenerse sin síntomas durante mucho tiempo.
Habitualmente, la tensión arterial elevada se hace evidente cuando los valores han subido mucho.

Algunos de los síntomas que pueden avisar de hipertensión arterial infantil son:

 Cefalea occipital al despertar (va desapareciendo a lo largo del día).

 Fotopsias (sensación visual de luces o destellos).

 Tinitus (percepción de ruidos sin que haya fuente externa que los origine).

 Epistaxis (sangrado nasal).

En lactantes, los síntomas de una tensión arterial muy alta pueden ser dificultades respiratorias,
irritabilidad y convulsiones.

Diagnóstico:
Para medir la presión arterial en un niño, el método de elección es el auscultatorio, con un
aparato que mide en el brazo la tensión sistólica y la diastólica. Es un método no invasivo que se
utiliza también para los adultos.

Sin embargo, en los recién nacidos y los lactantes hay que utilizar otros métodos más precisos
mediante aparatos automatizados, como el Doppler, la medición directa (con un transductor de
presión conectado a un catéter arterial), el método oscilométrico (muy usado en los hospitales y
que permite muchas mediciones en periodos continuados de tiempo) o el registro continuo, a
través de una monitorización durante 24 horas.

Se confirmará que hay presión arterial elevada si se obtienen los mismos valores en la medición
durante tres ocasiones sucesivas. El grupo Previnfad, de la Asociación Española de Pediatría de
Atención Primaria (AEPap), recomienda hacer dos mediciones de presión arterial durante la
infancia: una entre los 3 y los 6 años y otra a partir de los 11 años.

Tratamiento:
El tratamiento de la hipertensión arterial infantil puede abordarse desde tres frentes: cambios en
el estilo de vida, medidas farmacológicas y cirugía o procedimientos invasivos.

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida están especialmente indicados cuando la hipertensión es esencial,
es decir, cuando no está provocada por otra enfermedad. Así, es necesario abordar una pérdida de
peso para el niño con obesidad y con sobrepeso, así como la práctica de ejercicio físico regular, ya
que se ha demostrado que ambas medidas que conllevan una reducción significativa de la presión
arterial.

Igualmente es necesario llevar a cabo una reducción de la cantidad de sal (sodio) en la dieta


infantil. Esta medida se ha demostrado especialmente eficaz en niños con hipertensión o con
riesgo de padecerla. Las actuales recomendaciones señalan que la cantidad de sodio en la dieta no
puede exceder de 1,2 gramos diarios para niños entre 4 y 8 años, y 1,5 g/diarios para niños
mayores de 8 años.

Prevención:
La prevención de la tensión arterial alta infantil debe dirigirse tanto a los grupos de riesgo como a
la población general. Se considera población de alto riesgo de hipertensión arterial a los niños con:

 Antecedentes familiares de hipertensión.

 Historia clínica de prehipertensión.

 Sobrepeso/obesidad.

 Estilo de vida sedentario.

 Dieta con exceso de sodio.

 Antecedentes familiares afroamericanos.

En general, las medidas de prevención ante la hipertensión arterial infantil que han demostrado
su eficacia son:

 Reducir la obesidad y el sobrepeso (promover un índice de masa corporal adecuado a la edad


del niño, y consumir una dieta rica en productos frescos y con productos bajos en grasas).

 Evitar el sedentarismo (menos de dos horas diarias de tabletas, ordenador y televisión).

 Aumentar la práctica de ejercicio físico, con 30-60 minutos diarios.


 Limitar la cantidad de sal (sodio) en la dieta (reduciendo la cantidad de alimentos procesados y
precocinados, que son los que contienen una mayor cantidad de sodio y procurando no añadir
demasiada sal al cocinar y/o consumir los platos). El objetivo es que la cantidad total de sal
(sodio) no exceda de 1,2 g/día (4-8 años) y 1,5g/día (en los mayores de 8 años).

 Elevar la cantidad de potasio en la dieta (con presencia de vegetales y frutas frescas). Cuando en


la alimentación hay un exceso de sodio y un déficit de potasio se favorece la hipertensión
arterial.

 Lactancia materna. Los niños que son alimentados al pecho muestran una reducción de sus
niveles de presión arterial sistólica. Este efecto protector va incrementándose conforme
aumentan los meses de lactancia, y se produce, probablemente, por la menor concentración de
sodio que contiene la leche materna en comparación con la leche artificial y por su especial
composición nutricional, con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, que son
beneficiosos para el endotelio vascular.

 Tomar la tensión arterial al menos dos veces antes de los 14 años, para detectar el problema en
fases tempranas.

Pruebas y exámenes de HTA


El médico medirá la presión arterial muchas veces antes de diagnosticarle hipertensión arterial. Es
normal que su presión arterial sea distinta según la hora del día.

 Todos los adultos deben hacerse revisar la presión arterial cada 1 o 2 años si ésta
fue menor de 120/80 mmHg en la lectura más reciente.
 Si tiene presión arterial alta, diabetes, cardiopatía, problemas renales o algunas otras
afecciones, hágase revisar la presión arterial con mayor frecuencia, por lo menos una vez
al año.

Las lecturas de la presión arterial que usted se toma en su casa pueden ser una mejor medida de
su presión arterial habitual que las que se toman en el consultorio médico.

 Cerciórese de conseguir un tensiómetro casero de buen ajuste y de buena calidad. Debe


tener el manguito del tamaño apropiado y un lector digital.
 Practique con el médico o con el personal de enfermería para verificar que esté tomando
su presión arterial correctamente. 
 Lleve el tensiómetro casero a sus citas médicas para que el médico pueda verificar si está
funcionando correctamente.
El médico llevará a cabo un examen físico para buscar signos de cardiopatía, daño en los ojos y
otros cambios en el cuerpo.

También se pueden hacer exámenes para buscar:

 Niveles altos de colesterol.


 Cardiopatía, mediante exámenes como ecocardiografía o electrocardiografía.
 Nefropatía, mediante exámenes como pruebas metabólicas básicas y análisis de orina o
ecografía de los riñones.

CONSECUENCIAS PATOLÓGICAS DE LA
HIPERTENSIÓN

CORAZÓN
Las enfermedades del corazón o cardiopatías constituyen la causa más frecuente de muerte en
hipertensos. Las cardiopatías por hipertensión son consecuencia de adaptaciones estructurales
y funcionales que culminan en hipertrofia de ventrículo izquierdo, disfunción diastólica, CHF,
anormalidades del flujo de sangre por ataque ateroesclerótico de arterias coronarias y enfermedad
microvascular en ellas y arritmias.

ENCÉFALO
La hipertensión es un factor importante de riesgo de infarto y hemorragia del encéfalo. En
promedio, 85% de los accidentes vasculares cerebrales provienen de infarto y el resto, de
hemorragia, sea intracerebral o subaracnoidea. La incidencia de accidente vascular cerebral
aumenta de manera progresiva conforme lo hacen los niveles de la presión arterial, en particular
la sistólica en sujetos mayores de 65 años. El tratamiento de la hipertensión disminuye
convincentemente la incidencia de accidentes hemorrágicos e isquémicos.
La hipertensión también se acompaña de deficiencias en la esfera cognitiva en la población de
ancianos, y datos de estudios longitudinales refuerzan el vínculo entre la hipertensión en la etapa
media de la vida y el deterioro en dicha esfera en el tramo final de la existencia. La deficiencia
cognitiva y la demencia senil vinculadas con la hipertensión pueden ser consecuencia de un solo
infarto por oclusión de un vaso grande "estratégico" o de múltiples infartos lacunares por
enfermedad oclusiva de vasos finos, de lo que surge isquemia de la sustancia blanca subcortical.
Algunos estudios en seres humanos han sugerido que la terapia antihipertensiva tiene algún
efecto beneficioso en la función cognitiva, si bien todavía es un área de investigación.
La corriente sanguínea cerebral no cambia en un rango muy amplio de presiones arteriales
(presión media de 50 a 150 mmHg); gracias a un proceso denominado autorregulación de dicha
corriente. En sujetos con el síndrome clínico de hipertensión maligna, la encefalopatía depende de
la ineficacia de la autorregulación de la corriente cerebral, en el límite superior de presión, de lo
cual surgen vasodilatación y exceso de riego (hiperperfusión). Los signos y los síntomas de la
encefalopatía por hipertensión pueden incluir cefalea intensa, náusea y vómito (a menudo de tipo
proyectil), signos neurológicos focales y alteraciones en el estado psíquico. Sin tratamiento, dicha
encefalopatía puede evolucionar y llegar al estupor, al coma, a convulsiones y a la muerte en
término de horas. Es importante diferenciar entre la encefalopatía por hipertensión y otros
síndromes neurológicos que a veces se acompañan de esta última como isquemia cerebral,
accidente hemorrágico o trombótico, cuadros convulsivos, masas en expansión, hipertensión
intracraneal, delirium tremens, meningitis, porfiria intermitente aguda, lesión traumática o
química del encéfalo y encefalopatía urémica.

RÍÑONES
La nefropatía primaria constituye la causa más frecuente de hipertensión secundaria. Por lo
contrario, la hipertensión constituye un factor de peligro de lesión renal y ESRD. El mayor riesgo
que conlleva la presión arterial alta es gradual, continuo y aparece en toda la distribución de
niveles de presión arterial por arriba de la óptima. El peligro para los riñones al parecer guarda
relación más íntima con la presión sistólica que con la diastólica, y los varones de raza negra están
expuestos a un mayor peligro que los de raza blanca, a presentar ESRD en todos los niveles de la
presión arterial.
Las lesiones vasculares ateroescleróticas en el riñón vinculadas con la hipertensión afectan
predominantemente las arteriolas preglomerulares, de lo cual surgen cambios isquémicos en los
glomérulos y estructuras posglomerulares. La lesión glomerular puede ser consecuencia de daño
directo a los capilares del glomérulo por deficiencias de riego a él. Las alteraciones glomerulares
evolucionan hasta la forma de glomeruloesclerosis y al final los túbulos renales pueden mostrar
isquemia y poco a poco atrofia. La lesión renal que acompaña a la hipertensión maligna consiste
en la necrosis fibrinoide de las arteriolas aferentes, que a veces se extiende al interior del
glomérulo y puede originar necrosis focal del ovillo glomerular.

ARTERIAS PERIFÉRICAS
Los vasos sanguíneos, además de contribuir a la patogenia de la hipertensión, pueden ser el
destino en que se localice la enfermedad ateroesclerótica que surja como consecuencia de la
hipertensión de vieja fecha. Los hipertensos con arteriopatías de extremidades pélvicas están
expuestos a un mayor peligro futuro de enfermedades cardiovasculares. Los sujetos con lesiones
estenóticas de extremidades pélvicas posiblemente no tengan síntomas, pero el signo clásico de
PAD es la claudicación intermitente; se caracteriza por dolor sordo en las pantorrillas o glúteos,
durante la marcha, que cede con el reposo. El índice tarsohumeral es un elemento útil para
evaluar PAD y se define como la razón de la presión sistólica evaluada por métodos no penetrantes
entre el tarso y el brazo (arteria humeral). El índice mencionado que sea <0.90 se considera como
confirmatorio de PAD y se acompaña de estenosis mayor de 50% de un gran vaso de la extremidad
pélvica, como mínimo. Algunos estudios sugieren que el índice tarsohumeral <0.80 se acompaña
de aumento de la presión arterial, en particular la sistólica.

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