Franquismo
Franquismo
Franquismo
Tras la victoria de Franco en la guerra civil se instauró una dictadura. El Decreto del 1 de octubre de
1936 designa a Franco como jefe del estado español y Generalísimo de los ejércitos.
La ley de agosto de 1939 le otorgará la potestad de promulgar decretos. Además, creó el Movimiento
Nacional a partir del Decreto de Unificación (1939). El Estado franquista era antiliberal y
antimarxista, con similitudes a los regímenes fascistas. Se suprimieron derechos y libertades. No
había constitución y se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos.
Entre los grupos que apoyaban el régimen podemos encontrar a la alta burguesía, la iglesia católica
(se declaró el Estado confesionalmente católico) y el ejército, que será la columna vertebral del
Estado franquista. Los militares ocuparon diversos ministerios, se encargaron del orden público y
tribunales militares.
El poder personalista de Franco se afianzó gracias a las “leyes fundamentales”, que se promulgaron
entre 1938 y 1947. Encontramos el Fuero del Trabajo (1938), donde el Estado controla las relaciones
laborales y prohíbe la lucha de clases, la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), donde adoptan un
carácter consultivo, el Fuero de los Españoles (1945), que reúne un conjunto de deberes y derechos de
los ciudadanos a fin de suavizar su imagen, la Ley de Referéndum Nacional (1947) y la Ley de
Sucesión de la Jefatura del Estado (1947), donde España se define como reino, pero Franco puede
elegir a su sucesor.
Otra cosa que trajo consigo la dictadura fue una fuerte represión contra los republicanos vencidos en
la guerra civil con leyes como la Ley de Responsabilidades Políticas (1939) o la Ley de Represión de
la Masonería y el Comunismo (1940)
Este régimen podemos dividirlo en cuatro etapas.