Franquismo

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LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA.

FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES


(1939-1975).

El 1 de abril de 1939 Franco daba por terminada la Guerra Civil.


Comenzaba así una larga posguerra. Se instauró un régimen dictatorial que
perduró hasta 1975, y cuyas instituciones no permanecieron inmóviles en esos
casi cuarenta años. La dictadura estuvo dirigida por Francisco Franco, pero el
franquismo fue algo más que el gobierno personal del dictador, supuso también
un sistema político-social que evolucionó para garantizar la permanencia y la
continuidad. Los cambios del régimen vinieron forzados por las presiones
extranjeras y las transformaciones de la propia sociedad española.

1- Instauración e institucionalización del régimen franquista.

1.1 Naturaleza y fundamentos ideológicos del franquismo.


El mundo político conservador que había apoyado el levantamiento
militar era un espacio heterogéneo sobre el que Franco fue capaz de afirmar su
liderazgo personal. El franquismo fue el régimen político y social que nació
durante la Guerra Civil debido a la necesidad de los militares sublevados de
dotarse de un mando único, una estructura administrativa paralela a la
república, una legislación y un poder ejecutivo antiparlamentario y
antidemocrático. Este entramado se apoyaba en una ideología política de
partido único y un mando único encarnado en la figura de Francisco Franco.
De hecho, la franquista se distinguió de otras dictaduras europeas por su
carácter personalista. Finalizada la guerra, el nuevo Estado parecía dirigirse, a
través de la influencia de Serrano Suñer, hacia un modelo fascista, pero
aunque el franquismo seguiría utilizando la simbología fascista, Franco no se
comprometió a institucionalizar la dictadura sobre fundamentos fascistas que
habrían limitado su carácter caudillista y su poder personal. La fidelidad al líder
resultó trascendental para mantener el difícil equilibrio entre las diversas
familias políticas del franquismo.
La clave de la supervivencia del franquismo fue la habilidad de Franco
para mantener la unidad de un conjunto tan heterogéneo que supo manejar
hábilmente, repartiendo entre ellos las responsabilidades del gobierno, y
acercándose sucesivamente a unos y a otros, sin comprometerse en exceso
nunca.
El franquismo fue un régimen militar en el que siempre estuvo presente
el recuerdo de la Guerra civil y la victoria. El orden que Franco estableció no se
concibe sin el Ejército. Al mismo tiempo, el régimen configuró un verdadero
estado policial con un enorme aparato policíaco que garantizase el orden
público y persiguiese cualquier forma de disidencia.

Los fundamentos ideológicos del franquismo eran una mezcla de


totalitarismo y de integrismo religioso (como legitimación religiosa de la guerra,
el episcopado español en 1937 ya la definía como “cruzada”). Aunque el
régimen evolucionó, impulsado por las circunstancias, permaneció siempre fiel
a sus principios iniciales y nunca abandonó su carácter de dictadura personal.
Durante los años del franquismo se mantuvieron una serie de fundamentos
políticos e ideológicos, característicos algunos de los regímenes fascistas, y
otros propios del franquismo; entre ellos:

 Antiliberalismo: el franquismo es un sistema completamente opuesto a


toda clase de libertad política o social; por lo tanto se opone a la
democracia, a la separación de poderes, a que la soberanía nacional
resida en el pueblo, al laisser faire, etc.
 Totalitarismo: se suprimieron todas las garantías individuales y
colectivas y se prohibieron todos los partidos políticos y los sindicatos.
Sólo se permitió la existencia de un partido único y de un sindicato
único. Además, el régimen de Franco intentó introducirse y dominar
todos los aspectos de la vida nacional y social, mediante una serie de
organizaciones de encuadramiento social.
 Antiparlamentarismo: debido a la creencia de Franco de que la
democracia liberal y los partidos políticos habían causado la decadencia
en España. Se sustituye la democracia parlamentaria por la "democracia
orgánica", un sistema pseudodemocrático, sujeto, en realidad a la
voluntad de Franco.
 Anticomunismo: también se oponía por completo al comunismo, y de
hecho, a toda ideología de izquierdas.
 Simbología fascista: desde principios del régimen, se comenzaron a
adoptar una serie de símbolos, uniformes, etc., de inspiración fascista o
nazi, similares a los que se usaron en Italia o Alemania.
 Nacionalcatolicismo: el régimen estaba estrechamente relacionado con
la Iglesia Católica. Tras la Segunda Guerra Mundial, los rasgos
falangistas fueron atemperados y sustituidos por el componente
conservador y nacionalista. Se trataba de un discurso que entroncaba
con los viejos postulados antiparlamentarios, antiliberales y católicos,
que heredaba también la idea castellanizante de la historia de España y
la idea del Imperio católico mundial. Se trataba de un fundamentalismo
religioso según el cual Franco se consideraba a sí mismo hombre
providencial elegido por Dios para la salvación de España.
 Centralismo: opuesto a cualquier tipo de nacionalismo (ajeno al
español) o autonomías. Durante la dictadura se prohibió el uso oficial de
otras lenguas (catalán, gallego, asturiano, euskera...) además de
banderas y demás símbolos nacionalistas.
 Tradicionalismo: durante la dictadura se exaltaban las tradiciones y los
viejos símbolos (águila imperial, yugo, flechas) , rememorando
continuamente épocas gloriosas: la Reconquista, la Edad de Oro de
España, los Reyes Católicos...
 Culto al Caudillo: Se impuso una exaltación de su persona, usando
apodos como "Caudillo"; "Salvador de España"...

1.2 Las Leyes Fundamentales.


La institucionalización del régimen fue lenta y se produjo en respuesta a
acontecimientos externos y a presiones de quienes en España querían
asegurar su continuidad. Por ello, promulgó las Leyes Fundamentales que se
planteaban según las necesidades políticas del régimen.
El Fuero del Trabajo (1938), inspirado en la Carta di Lavoro de
Mussolini, que articulaba las relaciones del mundo del trabajo, estableciendo
sindicatos verticales. Éstos estaban integrados obligatoriamente por todos los
factores (trabajadores y empresarios), ordenados por ramas, y bajo la jerarquía
del Partido. En conclusión, en este aspecto el sindicalismo vertical del régimen
responde al modelo totalitario propio de los fascismos: la economía y las
relaciones de producción sometidas al Estado y dirigidas por él, negando
expresamente la lucha de clases.

Ley Constitutiva de las Cortes (1942) Tras la victoria militar fue la


primera ley fundamental promulgada. Fue aconsejada por la evolución de la
Segunda Guerra Mundial, que ya empezaba a decantarse a favor de las
democracias occidentales. Con esta ley el franquismo establecía unas “Cortes
Orgánicas” formadas por miembros en su mayor parte nombrados directamente
por Franco. Aparentemente se constituía una especie de representación de la
sociedad ante el Estado y el Partido único. En la práctica se tradujo en un
incremento del poder personal de Franco.

El Fuero de los Españoles (1945). Aprobado por las Cortes franquistas en


julio de 1945. Tras la victoria de los aliados, la dictadura intentó desvincularse
de los derrotados. El Fuero de los Españoles consistió en una especie de tabla
de derechos y deberes de los españoles. En realidad proponía un sistema
político autoritario de carácter confesional, con absoluta prohibición de las
libertades democráticas básicas (asociación, reunión y expresión). Entre sus
artículos encontramos:
 Una declaración retórica sobre la dignidad del hombre como portador de
valores eternos.
 La afirmación de la obligatoriedad de lealtad al jefe del Estado, entre
otros deberes.
 Una declaración de confesionalidad católica del Estado.
 La fijación de familia, municipio y sindicatos como vías de participación
política.
 La libertad de expresión en tanto no se expresara nada contrario al
régimen.

La Ley de Referéndum Nacional (1945). Aprobada en octubre de 1945,


esta ley sirvió para completar el conjunto de normas que pretendían presentar
al régimen como representativo de alguna forma, en unos años en que
comenzaba el mayor aislamiento. Por esta ley Franco podía someter a
referéndum los proyectos de leyes aprobados por las Cortes, siempre que lo
estimara oportuno.

La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947), de julio de 1947,


definía España como un “Estado católico, social y representativo que, de
acuerdo con su tradición, quedaba constituido en Reino”. La ley confirmaba a
Franco como jefe de Estado vitalicio y se le reservaba el derecho de nombrar
sucesor. La aprobación de esta ley fue fundamental, pues en un momento de
dificultades en el contexto internacional cerraba la puerta a la restauración
monárquica en la persona de don Juan de Borbón.
Una vez consolidado el régimen, a partir de la Guerra Fría y los acuerdos
con los Estados Unidos de 1953, el franquismo continuó su proceso de
institucionalización. Así, se promulgó la Ley de Principios del Movimiento
Nacional (1958), que definía el franquismo como una monarquía tradicional,
católica, social y representativa. Además esta ley recalcaba el orden, la
obediencia y la exaltación de Franco como caudillo, que continuó siendo el
único depositario de la soberanía. Todos los funcionarios eran hechos
miembros natos del Movimiento, obligados a jurar sus Principios
Fundamentales. La ideología falangista quedó relegada a un plano retórico y
simbólico. El propio concepto de Movimiento Nacional sustituía al de Falange,
que quedaba señalada como una parte más del Movimiento, es decir, se
reconocía la existencia de diferentes familias dentro de la dictadura.

La Ley Orgánica del Estado (1967) supuso una iniciativa tendente a


consolidar la imagen aperturista de una dictadura mediante la separación de la
Jefatura del Gobierno y del Estado, aunque Franco mantuvo ambas hasta
1973.

Aunque formalmente no se trate de una ley fundamental, debe señalarse


que en julio de 1969 Franco hizo que las Cortes nombrasen al príncipe Juan
Carlos su sucesor en la jefatura del Estado.

1.3 Los apoyos y pilares del Régimen


Para explicar la pervivencia de la dictadura franquista tenemos que
acudir, tanto a los apoyos estratégicos de Estados Unidos, como a una serie de
factores internos: el exterminio y situación de terror y silencio a que sometió el
régimen a cualquier posible disidencia; la falta de libertad de expresión,
resultado del severo control de la prensa, la radio, el cine y el teatro; el temor a
volver a cualquier forma de nueva guerra civil después de la tragedia vivida; la
desaparición y el exilio de las capas y minorías intelectuales y profesionales. A
estas razones “negativas” se añaden otras relacionadas con los apoyos
sociales y el nuevo consenso que el franquismo fue creando paulatinamente.

Los apoyos sociales de que dispuso el franquismo desde el primer


momento fueron:
La oligarquía financiera y terrateniente que consiguió la restauración
de su poder político y su hegemonía como clase social.
Propietarios agrícolas pequeños y medianos del Norte de España y
de Castilla, que habían apoyado el alzamiento, y que apoyaban la
defenda del orden y de las tradiciones.
Las clases medias urbanas católicas y conservadoras, beneficiadas
por las depuraciones llevadas a cabo al término de la guerra civil en la
administración, universidad, en el ejército etc.

Todos estos grupos tenían en común una mentalidad conservadora,


defensora de la familia, la propiedad privada, la religión católica y del orden
público. Estos apoyos sociales se integraron en las distintas “familias políticas”
o grupos ideológicos. Durante todo el régimen el dictador intentó compensar a
cada una de ellas dándole una parcela de poder. Todas tuvieron en común la
lealtad a Franco y la defensa de los principios del régimen (autoritarismo,
catolicismo, anticomunismo etc…), sin embargo, hubo también importantes
diferencias entre ellas. Las “familias políticas” más importantes fueron:

A) Los militares. El ejército fue el principal sostén del régimen y el artífice de la


victoria sobre la República. El ejército estuvo siempre firmemente controlado
por Franco y subordinado a su persona, por ello nunca fue un grupo de presión.
Los militares siempre estuvieron presentes en el gobierno. Solían ocupar las
carteras ministeriales de Gobernación, Defensa, Ejército o Marina, altos cargos
de la Administración civil, cargos sindicales y hasta consejos de Administración
de empresas públicas y privadas.

B) Monárquicos. Divididos en dos grupos:


1. Carlistas o Tradicionalistas. Mantuvieron sus señas de identidad, pero se
integraron en el partido único. Tuvieron un papel secundario y de poca
importancia dentro del régimen, sobre todo tras el decreto de unificación
con Falange, porque los principales puestos del nuevo partido estuvieron
siempre copados por miembros de Falange. Los carlistas aspiraban a
que Franco restaurara la monarquía en la persona de D. Javier, al que
nunca pensó Franco dar el trono. En esa esperanza, apoyaron al
régimen y ocuparon algunos puestos en el gobierno, pero su influencia
fue palideciendo poco a poco.
2. Donjuanistas. Defendían la restauración monárquica en don Juan de
Borbón (Alfonso XIII abdicó en favor de su hijo Juan en enero de 1941,
falleciendo el 28 de febrero), pero apoyaron a Franco y colaboraron con
el régimen. Tras el Manifiesto de Lausana, firmado por don Juan de
Borbón en 1945, en el que éste pedía el fin del régimen y la instauración
de una monarquía constitucional en España, la relación con Franco fue
muy complicada.

B) Los falangistas. Poseían una ideología cercana a los fascismos europeos,


aspiraban a un régimen totalitario controlado por un partido único. El régimen
se basó en sus ideas y adoptó su lenguaje y símbolos (yugo y flechas).
También controlaron la prensa y la sociedad a partir de sus organizaciones
(OJE, Sección Femenina...etc.), a través de las que organizaba grandes
manifestaciones de apoyo a Franco cuando éste las necesitaba. En los
primeros años, los falangistas ocuparon los puestos más importantes del
régimen, pero la derrota de las potencias fascistas en la II Guerra Mundial, hizo
que, poco a poco, su presencia en el gobierno fuera disminuyendo. Su líder en
los años 40 fue Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco.

D) Católicos. Apoyaron masivamente a Franco:


 Muchos habían militado en la CEDA durante la República.
 Otros muchos pertenecían a la «Asociación Católica Nacional de
Propagandistas», fundada en 1909 para difundir el pensamiento católico
y la obligatoriedad de la enseñanza católica. Debido a ello ocuparon
durante mucho tiempo el Ministerio de Educación.
 Más tarde, destaca el apoyo de Opus Dei, institución fundada por José
María Escrivá de Balaguer en 1928. Serán los que dominen el gobierno
a partir de los años 60, ocupando los principales ministerios, sobre todo
económicos, como Hacienda, Obras Públicas, Industria o Comercio.
Conocidos como los tecnócratas, iniciarán el desarrollo económico del
país. Para ellos, el desarrollo económico generaría un bienestar que
sustituiría a las campañas y propaganda ideológica, defendiendo,
además, que los grandes cambios económicos necesitaban de un
régimen autoritario para alcanzar el éxito.
 Muchos obispos participaron en las Cortes franquistas y en el Consejo
del Reino. Sólo a raíz del Concilio Vaticano II (1962–1965) se produjo
cierto distanciamiento entre Franco y la jerarquía eclesiástica.

Por otro lado, algunos sectores de las clases medias urbanas se habían
visto desbordadas por la revolución social durante la guerra, así, a pesar del
rechazo ideológico y político que la dictadura inspiraba en los sectores más
democráticos, buena parte de este sector social se mostró pasivo y apolítico.
En cuanto a los sectores populares, se consideraban perdedores de la
Guerra Civil y se oponían al franquismo, pero la represión, el miedo y el control
policial, junto con el hambre y la miseria, condujeron a la mayor parte de las
clases populares a la pasividad política.

2- Exilio y represión.
Cuando la guerra entraba en su fase final los defensores de la República
empezaron a abandonar España, en torno a 500.000, para evitar represalias de
los vencedores.
La sociedad de la posguerra estaba dividida entre vencedores y
vencidos. Los vencedores inmediatamente dieron muestras de su intención de
llevar a cabo su victoria hasta las últimas instancias. La Ley de
Responsabilidades Políticas de 1939 sirvió para dejar claro que los vencidos no
tenían cabida ni eran admitidos en la “nueva España”. En 1940 se aprobaba la
Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, que confirmaba la
animadversión de Franco hacia el comunismo y el liberalismo.
Estas leyes dieron lugar a una represión brutal, por la que fueron
ejecutadas miles de personas y encarcelados centenares de miles. Los
sospechosos que permanecieron en libertad fueron depurados por sus ideas,
especialmente funcionarios, empleados de instituciones, intelectuales. Huyendo
de la represión, cientos de miles de españoles partieron al exilio. Muchos hacia
Francia, algunos de los cuales se sumaron a la resistencia francesa para luchar
contra el nazismo. Otros se marcharon a América, donde en países como
México encontraron asilo.

3. La primera oposición a la dictadura.


La oposición estaba disgregada y confrontada, pero intentó dar una
imagen de cohesión para persuadir a los aliados de su legitimidad. Para ello se
convocaron Cortes republicanas en México en 1945. Además hubo un intento
de restauración de una monarquía parlamentaria en la figura de don Juan de
Borbón, quien difundió el Manifiesto de Lausana en 1945, para reclamar una
monarquía parlamentaria. Franco reaccionó promulgando la Ley de Sucesión a
la Jefatura del Estado.
También desarrolló una oposición armada, protagonizada por el maquis.
Su principal actuación fue la incursión el valle de Arán en 1944. El fracaso de la
lucha guerrillera dio lugar a un cambio de estrategia basado en la movilización
de las masas y en la táctica de la infiltración (entrismo) en las instituciones
franquistas. Desde 1946 aparecen los primeros síntomas de conflictividad
laboral.

4- La economía autárquica.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno francés cerró
temporalmente la frontera de los Pirineos. Además, las Naciones Unidas votó la
retirada de todo reconocimiento diplomático internacional al régimen. El
aislamiento internacional de España hizo que la economía española se viera
abocada a la autarquía o autosuficiencia económica. El Estado asumió la
dirección de la economía, pero sus fondos eran tan exiguos que el proceso de
recuperación resultó extraordinariamente lento.
La economía española se hizo rural, rompiendo la tendencia migratoria a
las ciudades, debido a las dificultades de abastecimiento de los núcleos
urbanos.
A pesar de esto, la política económica del gobierno se centró en grandes
proyectos industriales de escasa eficacia, como quedó plasmado con la
creación del INI (Instituto Nacional de Industria). No hubo capital suficiente para
acometer la modernización del campo español. Debido a estas dificultades, se
produjo una carestía de alimentos y el régimen se vio obligado a comprarlos en
los mercados extranjeros dispuestos a vender, como Argentina. Se recurrió al
racionamiento de productos básicos a través de cartillas de racionamiento, que
se mostraron insuficientes, por lo que la población hubo de recurrir en muchas
ocasiones al mercado negro (conocido también como estraperlo).

5- La política exterior franquista.


La política exterior franquista muestra su pragmatismo, basado en la
conservación del poder.
1. En la primera etapa España estuvo alineada con Italia y Alemania. Tras
una primera fase de neutralidad, se pasó a la no beligerancia. Esta es la
época de las entrevistas de Franco con Hitler y Mussolini, en las que se
planteó la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial. Las
derrotas del Eje forzaron la nueva declaración de neutralidad, si bien
España siguió proporcionando wolframio a Alemania.
2. Finalizada la guerra, la dictadura se vio aislada y presionada a nivel
internacional. La ONU aprobó una resolución de condena, Francia cerró
las fronteras y se recomendó la retirada de embajadores. La reacción del
franquismo fue la búsqueda propagandística de las masas con
demostraciones multitudinarias.
3. La lógica impuesta por la guerra fría propició la progresiva aceptación de
la dictadura. La firma del Concordato (1951) y del acuerdo con Estados
Unidos (1953) fueron los espaldarazos definitivos.
6- La consolidación del régimen: desarrollismo económico y social.
Los acuerdos con Estados Unidos propiciaron la recuperación
económica y la transformación del modelo autárquico hacia medidas liberales.
Este crecimiento generó graves desajustes en la inflación y la balanza de
pagos.
Como solución, el nuevo Gobierno con presencia destacada de
tecnócratas del Opus Dei puso en marcha el Plan de Estabilización Económica.
El plan se basaba en la fórmula “stop and go” y aunque logró sus objetivos,
tuvo un enorme impacto social (su primera consecuencia fue el crecimiento
masivo del desempleo).

La década de los sesenta estuvo dominada por los planes de desarrollo,


en los que el Estado adquirió un gran protagonismo en la planificación
económica. Estos planes se centraron en el crecimiento urbano, en el fomento
de la industria pesada y los bienes de equipo, y en la expansión de la actividad
industrial mediante los polos de desarrollo. Entre 1960 y 1975 la economía
creció una tasa anual media del 7%. Esta circunstancia fue posible por la
combinación de tres factores: emigración, turismo e inversión extranjera.

El crecimiento económico cambió la naturaleza de la economía y de la


sociedad, e hizo que España ingresara en el club de los países industriales.
Surgió una sociedad de clases medias que comenzó a disfrutar de las
bondades del consumo. Pero la distribución de la riqueza fue desigual y el
aumento del poder adquisitivo se fundamentó en el pluriempleo. Los sectores
económicos clave fueron el industrial, el financiero y la construcción, gracias a
la expansión turística.

El desarrollismo tuvo como efecto inmediato la aceleración de intensos


flujos migratorios. Las consecuencias de este proceso fueron la aparición de
graves contrastes económicos entre las distintas zonas, la despoblación de los
núcleos emisores y las dificultades de asimilación en las áreas receptoras. La
modernización socioeconómica supuso el inicio del fin del régimen. Hubo un
cambio colectivo de mentalidad que acabó alejándose de los patrones sobre
los que se sustentaba el franquismo.

7- La oposición al franquismo.
A lo largo de los años sesenta la oposición al franquismo copó todos los
sectores. A la oposición tradicional de la izquierda se sumó la surgida del
interior del propio régimen: las nuevas generaciones que no habían vivido la
guerra civil y sectores católicos. El régimen mantuvo su carácter represivo,
aunque suavizó la represión en comparación con la etapa de posguerra.

Los diferentes ámbitos de la oposición al régimen fueron:


 La Iglesia española mostró una actitud cada vez más independiente del
régimen. Surgieron los curas obreros, opuestos a la dictadura. En las
jerarquías, Enrique Tarancón o Antonio Añoveros mostraron su oposición
al franquismo.
 El mundo obrero superó el sindicalismo vertical y organizó sindicatos
alternativos (CCOO).
 En la universidad se creó el Frente de Liberación Popular; las protestas
se intensificaron y la institución fue tomada por la policía y sumida en un
proceso de tensión constante.
 El movimiento ciudadano se organizó gracias a la promulgación de la
Ley de Asociaciones (1964), y se convirtió en otro foco de oposición.
 Los partidos políticos en el exilio también intensificaron su oposición. En
1962 se celebró el coloquio de Múnich.
 Renacen los nacionalismos en Cataluña y en el País Vasco. En este
último se creó una organización, ETA (Euskadi ta Askatasuna= Euskadi y
Libertad), que organizó una oposición violenta contra el régimen.
 Otros grupos armados los constituyeron: FRAP (Frente Revolucionario
Antifascista y Patriota) y GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista
Primero de Octubre), ambos de extrema izquierda.

8- La agonía del franquismo.


Las tensiones internas del régimen fueron creciendo hasta la muerte de
Franco. Existían diferentes posiciones (aperturistas, inmovilistas y
conservadores) sobre el rumbo que tenía que tomar el régimen.
En 1969 estalló el asunto MATESA, un escándalo de tipo financiero en el
que se vieron implicados organismos del Estado. Este escándalo descubrió la
corrupción y miserias del franquismo y transmitió la sensación de inestabilidad
política. La crisis general obligó a Franco a formar un nuevo gobierno, en el que
Carrero Blanco se erigió en el hombre fuerte.

En 1973, Luis Carrero Blanco fue nombrado presidente del Gobierno. Su


asesinato el 20 de diciembre del mismo año conmocionó a la opinión pública,
pero no significó ningún cambio político o institucional sustancial. Ante los
intentos de continuismo, se incrementó la oposición. Iniciativas como la Junta
Democrática o la Assemblea de Catalunya demostraron la creciente pujanza de
la oposición democrática. Franco nombró a Arias Navarro presidente del
gobierno en enero 1974. Este gobierno pretendió dar una imagen aperturista,
pero mostró pronto su carácter represivo e inmovilista.

En 1975, la crisis económica se dejaba sentir con fuerza y el incremento


de la conflictividad aumentaba, toda vez que la enfermedad del dictador, la
pujanza del inmovilismo y la intranquilidad del Ejército presagiaban una crisis
política. Esta crisis fue aprovechada por Hasan II para llevar a cabo la Marcha
Verde y anexionarse el Sahara español. En julio de 1975, Juan Carlos I asumió
de forma interina la jefatura del Estado. Franco, cada vez más débil, fue
ingresado en octubre y, tras una prolongada agonía, falleció el 20 de noviembre
de 1975. A partir de este momento se inició un período de fuerte incertidumbre
e inestabilidad, que acabaría desembocando en el proceso de transición de la
dictadura a la democracia.

CONCLUSIÓN
El franquismo fue una dictadura que rompió con el primer sistema
verdaderamente democrático de la historia de España: la II República. Con ello
rompió el libre juego democrático, mantuvo unas cortes–títere, suprimió los
sindicatos obreros, suprimió los estatutos de autonomía y persiguió a los
verdaderos demócratas, los defensores de la República. Mientras la Iglesia y la
Escuela adoctrinaban a niños y jóvenes en las bondades del régimen. Para
muchos antiguos republicanos la supervivencia diaria se convirtió en el único
objetivo. Supervivencia no solo ante la represión de los tribunales franquistas
(como el tribunal de Responsabilidades Políticas y el Tribunal de Represión de
la Masonería y el Comunismo) sino también ante el hambre y la miseria (no
había trabajos para ellos).

GLOSARIO

A- Movimiento Nacional es el nombre que recibió durante el franquismo el


mecanismo totalitario de inspiración fascista que pretendía ser el único cauce
de participación en la vida pública española. Respondía a un concepto de
sociedad corporativa en que únicamente debían expresarse las llamadas
entidades naturales: Familia, municipio y sindicato.

"... El Movimiento Nacional es la comunión de los españoles en los ideales que


dieron vida a la Cruzada y constituyen el Movimiento social y político de esa
integración."

El "Movimiento Nacional" se componía esencialmente de:


1. El partido único, cuyo nombre completo era Falange Española
Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista
2. La organización sindical o Sindicato Vertical, conjunto también único de
organizaciones corporativistas que agrupaban tanto a empresarios como
trabajadores.
3. Todos los cargos públicos del Estado, las diputaciones provinciales o los
municipios, fueran funcionarios de carrera o cargos de libre designación,
incluidos los profesores universitarios o los miembros de las Reales
Academias. Todos tenían que jurar fidelidad a los Principios recogidos
en la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en teoría inmutables.
4. Múltiples organismos de encuadramiento social, que pretendían hacerse
omnipresentes en la vida pública y privada: el Frente de Juventudes
(que encuadraba a los Flechas y los Pelayos: niños y adolescentes), la
Sección Femenina (con una celebrada sección de Coros y Danzas para
rescatar el folclore y amenizar las "demostraciones sindicales", y un
programa de Servicio Social requisito obligatorio para las mujeres que
quisieran hacer una carrera universitaria), el Auxilio Social (que
organizaba el reparto de alimentos, la asistencia a huérfanos...),
Educación y Descanso...
5. La cúspide sería el propio Franco como Jefe Nacional del Movimiento,
secundado por un miembro del gobierno llamado Ministro Secretario
General del Movimiento.

B- El maquis, también conocido como la guerrilla, Resistencia española o GE


(Guerrilleros Españoles), fue el conjunto de movimientos guerrilleros
antifascistas de resistencia en España que comenzó durante la Guerra Civil. El
casi inmediato estallido de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a gran parte
de los excombatientes republicanos en territorio francés; muchos de ellos se
incorporaron a la Resistencia francesa en lo que fue la Agrupación de
Guerrilleros Españoles. A partir de 1944, con los ejércitos alemanes en retirada,
muchos de estos guerrilleros reorientaron su lucha antifascista hacia España.
Pese al fracaso de la invasión del Valle de Arán en ese año, algunas columnas
consiguieron progresar hacia el interior y enlazar con las partidas que habían
permanecido en el monte desde 1939. El periodo de máximo apogeo guerrillero
fue el comprendido entre 1945 y 1947. A partir de este año se intensificó la
represión franquista, que poco a poco fue terminando con las partidas o
grupos. Muchos de sus integrantes murieron o fueron detenidos (lo que en
muchos casos supuso igualmente la muerte), otros escaparon a Francia o
Marruecos.

C- Incursión en el Valle de Arán. Bajo la dirección del PCE, miles de


guerrilleros que habían participado en la resistencia antinazi en Francia
entraron en España para promover un levantamiento popular como prólogo de
la intervención aliada. Ninguna de las dos premisas se produjo. El ejército
franquista y la guardia civil sofocaron la rebelión en pocos días.

D- Autarquía: o autosuficiencia es un término comúnmente usado en la


economía que indica la condición de las personas, lugares, mecanismos,
sociedades, sistemas industriales o naciones que luchan por su auto-
abastecimiento o que rechazan toda ayuda externa.

E- Tecnocracia: ideología política que defiende la idoneidad de que los cargos


públicos sean desempeñados por expertos técnicos.

F- Opus Dei: Institución religiosa fundada en 1928 por José María Escrivá de
Balaguer, que se caracteriza por sus posturas ultraconservadoras.

G- “Stop and go”: fórmula preconcebida que consta de dos etapas básicas: en
la 1ª, el Gobierno frena el crecimiento económico para que desaparezcan las
empresas ineficaces; en la 2ª etapa, el Gobierno relanza la economía con las
empresas saneadas, que serán motores del crecimiento económico.

H- Contubernio de Munich: el denominado contubernio (por los franquistas)


emanó del Congreso del Movimiento Europeo (5 al 8 de junio de 1962), en el
que los delegados españoles lograron una declaración política de condena de
la dictadura. Fueron 118 representantes de todos los partidos políticos y grupos
de oposición, excepto el PCE. En dicha reunión se hizo una petición de que no
se aceptase a España como socio de la CEE, mientras no se homogeneizase
su régimen con los de los países comunitarios. La reacción del régimen fue de
destierro de los asistentes al congreso.

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