Tejido Oseo para HUMATA
Tejido Oseo para HUMATA
Tejido Oseo para HUMATA
una matriz extracelular mineralizada. El tejido óseo es una forma especializada de tejido
conjun tivo que, al igual que otros tejidos conjuntivos, se compone de células y matriz
extracelular. La característica que distingue el tejido óseo de otros tejidos conjuntivoses la
mineralización de su matriz, que produce un tejido muy duro capaz de propor cionar sostén y
protección. El mineral es el fosfato de calcio en la forma de cristales de hidroxiapatita
[Ca10(PO4)6(OH)2]. En virtud de su contenido mineral, el tejido óseo también sirve como sitio
de almacenamiento de calcio y fosfato. Tanto el calcio como el fosfato se pueden movilizar de
la matriz ósea y ser captados por la sangre según sea necesario para man tener las
concentraciones apropiadas en todo el organismo. Por lo tanto, además de sostén y
protección, el tejido óseo desempeña un papel secundario importante en la regulación
homeostática de los niveles de calcio en la sangre. GENERALIDADES DEL TEJIDO ÓSEO / 233
ESTRUCTURA GENERAL DE LOS HUESOS / 235 El hueso como un órgano / 235 Superficie
externa de los huesos / 236 Cavidades óseas / 236 TIPOS DE TEJIDO ÓSEO / 237 Hueso maduro
/ 237 Hueso inmaduro / 238 CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO / 240 Células osteoprogenitoras / 240
Osteoblastos / 241 Osteocitos / 242 Células de revestimiento óseo / 245 Osteoclastos / 245
FORMACIÓN DEL HUESO / 250 Osificación intramembranosa / 250 Osificación endocondral /
252 Crecimiento del hueso endocondral / 254 Desarrollo del sistema osteonal (de Harves) /
258 MINERALIZACIÓN BIOLÓGICA Y VESÍCULAS MATRICIALES / 260 ASPECTOS FISIOLÓGICOS
DEL TEJIDO ÓSEO / 261 BIOLOGÍA DE LA REPARACIÓN ÓSEA / 261 Cuadro 8-1 Correlación
clínica: enfermedades de las articulaciones / 236 Cuadro 8-2 Correlación clínica: osteoporosis /
256 Cuadro 8-3 Correlación clínica: factores nutricionales en la osificación / 258 Cuadro 8-4
Consideraciones funcionales: regulación hormonal del crecimiento óseo / 258 HISTOLOGÍA
101. Puntos esenciales / 263 8 Tejido óseo CH008.indd 233 07/09/2015 01:29:22 p.m. DRM
Removal 234CAPÍTULO 8 Tejido óseo GENERALIDADES DEL TEJIDO ÓSEO • Células
osteoprogenitoras, que son células derivadas de las células madre mesenquimales; dan origen
a los osteo blastos. • Osteoblastos, que son células que secretan la matriz ex tracelular del
hueso; una vez que la célula queda rodeada por la matriz secretada, pasa a llamarse osteocito.
• Células de revestimiento óseo, que permanecen en la superficie ósea cuando no hay
crecimiento activo. Derivan de aquellos osteoblastos que quedan después del cese del
depósito óseo. • Osteoclastos, que son células de resorción ósea presentes en las superficies
óseas donde el hueso se está eliminando o remodelando (reorganizando) o donde el hueso ha
sido dañado. Las células osteoprogenitoras y los osteoblastos son precur sores del desarrollo
de los osteocitos. Los osteoclastos son cé lulas fagocíticas producto de la fusión de células
progenitoras hematopoyéticas en la médula ósea, que dan origen a los lina jes granulocítico
neutrófilo y monocítico. Cada una de estas células se describe en detalle más adelante.
presión. También son responsables de la fijación de los factores de crecimiento y puede inhibir
la mineralización. Los proteoglucanos se describen en detalle en el capítulo 6 (tabla 6-3, pág.
185). • Glucoproteínas multiadhesivas, que intervienen en la adhesión de las células óseas y las
fibras colágenas a la sustancia fundamental mineralizada. Algunas de las glu- coproteínas más
importantes son la osteonectina, que sirve como adhesivo entre el colágeno y los cristales de
hidroxiapatita; la podoplanina (E11), que es producida exclusivamente por los osteocitos en
respuesta el estrés mecánico; la proteína de la matriz de dentina (DMP), que es crítica para la
mineralización de la matriz ósea y las sialoproteínas, como la osteopontina (conocida como
BSP-1), que media la adhesión de las células a la matriz ósea y la BSP-2, que media la adhesión
celular e inicia la formación de fosfato de calcio durante el proceso de mi neralización. •
Proteínas dependientes de vitamina K osteoespecífi- cas, incluida la osteocalcina, que captura
el calcio de la circulación y atrae y estimula los osteoclastos en el remo delado óseo; la
proteína S, que contribuye a la elimina ción de las células que sufren apoptosis y la proteína
Gla de la matriz (MGP), que participa en el desarrollo de las calcificaciones vasculares. •
Factores de crecimiento y citocinas, que son pequeñas proteínas reguladoras, como el factor
de crecimiento si milar a la insulina (IGF), el factor de necrosis tumoral a (TNFa), el factor de
crecimiento transformante b (TGF-b), los factores de crecimiento derivados de plaque tas
(PDGF), las proteínas morfogénicas óseas (BMP), la esclerostina (antagonista de BMP) y las
interleucinas (IL-1, IL-6). Los miembros más singulares de este grupo son las BMP debido a que
inducen la diferenciación de célu las mesenquimatosas en osteoblastos, las células
formado ras del hueso. La BMP-7 humana recombinante, también conocida como proteína
osteogénica-1 (OP-1), ahora se utiliza clínicamente para inducir el crecimiento óseo des pués
de la cirugía de defectos óseos mayores, fusiones de la columna o la implantación de
materiales de injerto. La matriz ósea contiene lagunas conectadas por una red de canalículos.
En la matriz ósea hay espacios llamados lagunas, cada una de las cuales contiene una célula
ósea u osteocito. El osteocito extiende una gran cantidad de evaginaciones en pequeños
túneles llamados canalículos. Los canalículos atraviesan la matriz mineralizada, conectando
lagunas contiguas y permi tiendo el contacto entre las evaginaciones de los osteocitos vecinos
(lámina 11, pág. 265). De esta manera, se forma una red continua de canalículos y lagunas con
células y sus eva ginaciones en toda la masa de tejido mineralizado. La mi croscopia
electrónica muestra que las evaginaciones de los osteocitos están comunicadas a través de
uniones de hendi duras. El tejido óseo depende de los osteocitos para mantener su viabilidad.
Además de los osteocitos, en el tejido hay otros cuatro tipos celulares: FIGURA 8-1 s Epífisis de
un hueso largo de adulto. Esta fo tografía muestra un corte longitudinal de la epífisis proximal
del fémur des pués de que el hueso se procesó por hidrólisis alcalina. El interior del hueso
presenta una configuración esponjosa y representa el hueso esponjoso (tra beculado). Se
compone de numerosas intercomunicaciones de cordones óseosseparadas por un laberinto de
espacios medularesintercomunicados. La orientación tridimensional de las cordones óseos no
es aleatoria, pero se correlaciona con la magnitud y la dirección de las cargas de articulación
de la cadera (fuerzas que actúan sobre la articulación de la cadera y que se transmiten a la
cabeza del fémur). La porción externa del hueso tiene una estructura sólida y representa un
hueso compacto (denso). Es particular mente bien visible en la diáfisis, que encierra la cavidad
de la médula ósea. El recuadro de la zona rectangular muestra la ampliación de interfase entre
el hueso esponjoso y el compacto. CH008.indd 234 07/09/2015 01:29:23 p.mitalsource DRM
Removal 235 CAPÍTULO 8 Tejido óseo ESTRUCTURA GENERAL DE LOS HUESOS El tejido óseo se
clasifica en compacto (denso) y esponjoso (trabeculado). Si se corta un hueso, pueden
reconocerse dos organizaciones estructurales distintas de tejido óseo (fig. 8-1 y lámina 12, pág.
267).Una capa densa, compacta, forma la superficie ósea externa (hueso compacto); una malla
de aspecto esponjoso que está compuesta por cordones (delgadas espículas del te jido óseo
anastomosadas), forma el interior del hueso (hueso esponjoso). Los espacios dentro de la
malla están comuni cados y, en un hueso vivo, contienen la médula y los vasos sanguíneos.
Los huesos se clasifican según su forma; la ubicación de los tejidos óseos compacto y
esponjoso varía de acuerdo con la forma del hueso. Los tejidos óseos compacto y esponjoso se
encuentran en par tes específicas de los huesos. Es útil, entonces, describir breve mente las
clases de huesos y comentar dónde están ubicados los dos tipos de tejido óseo. Según su
forma, los huesos se pueden clasificar en cuatro grupos: • Huesos largos, que tienen una
longitud mayor que las otras dos dimensiones y consisten en una diáfisis y dos epífisis (p. ej., la
tibia y los metacarpianos). En la figura 8-2 se muestra un diagrama esquemático de un hueso
largo cortado en sentido longitudinal a través de la diá fisis. • Huesos cortos, que tienen sus
tres dimensiones casi igua les (p. ej., los huesos carpianos de la mano). • Huesos planos, que
son delgados y anchos (p. ej., los huesos del calvario (calota craneal) y el esternón). Están
formados por dos capas relativamente gruesas de tejido óseo compacto con una capa
intermedia de tejido óseo esponjoso. • Huesos irregulares, que poseen una forma que no
per mite clasificarlos dentro de ninguno de los tres grupos anteriores; la forma puede ser
compleja (p. ej., vértebra) o el hueso puede contener espacios aéreos o senos (p. ej.,
etmoides). Los huesos largos tienen un cuerpo, llamado diáfisis y dos extremos expandidos
que reciben el nombre de epí- fisis (v. fig. 8-2). La superficie articular de la epífisis está cubierta
de cartílago hialino. La porción dilatada del hueso entre la diáfisis y la epífisis se denomina
metáfisis. Se ex tiende desde la diáfisis hasta la línea epifisaria. Una gran cavidad ocupada por
la médula ósea, llamada cavidad me- dular, forma la parte interna del hueso. En la diáfisis, casi
todo el espesor del tejido óseo es compacto; a lo sumo, sólo una pequeña cantidad de hueso
esponjoso rodea la cavidad. En las epífisis sucede lo contrario. Allí, el hueso esponjoso es
abundante y el hueso compacto apenas forma una delgada cubierta externa (v. fig. 8-1). Los
huesos cortos poseen una corteza de tejido óseo com pacto y en su interior hay tejido óseo
esponjoso y espacios medulares. Estos suelen formar articulaciones móviles con sus vecinos; al
igual los huesos largos, sus superficies articulares están cubiertas por cartílago hialino. El resto
de la superficie externa del hueso está cubierto por una cápsula de tejido con juntivo fibroso,
el periostio. ESTRUCTURA GENERAL DE LOS HUESOS El hueso como un órgano Los huesos son
los órganos del sistema esquelético; el te jido óseo es el componente estructural de los
huesos En general, el hueso está compuesto por tejido óseo y otros tejidos conjuntivos,
incluidos el tejido hematopoyético, el te jido adiposo, los vasos sanguíneos y los nervios. Si el
hueso forma parte de una articulación móvil, también llamada ar- ticulación sinovial, entonces
hay cartílago hialino. La capa cidad del hueso para llevar a cabo su función esquelética se debe
al tejido óseo, a los ligamentos y, cuando está presente, al cartílago articular (hialino).
Cartílago articular sobre la superficie articular Línea epifisaria Hueso esponjoso Cavidad
medular Periostio Epífisis proximal Diáfisis Metáfisis Cartílago articular sobre la superficie
articular Epífisis distal Metáfisis Hueso compacto Médula ósea FIGURA 8-2 s Estructura de un
hueso largo típico. La diáfisis (eje) de un hueso largo en el adulto, posee la médula ósea
amarilla en una amplia cavidad medular rodeada por un tubo de pared gruesa de hueso
compacto. La superficie interna del hueso compacto puede estar revestida por una cantidad
pequeña de hueso esponjoso. Los extremos, o epífisis, proximal y distal del hueso largo se
componen principalmente de hueso esponjoso revestido por una delgada capa externa de
hueso compacto. La metáfisis es la parte ensanchada que sirve de unión entre la diáfisis y las
epífisis. A excepción de las superficies articulares que están cubiertas de cartílago (articular)
hialino, indicado en azul, la superficie externa del hueso posee una capa fibrosa de tejido
conjuntivo llamado periostio. CH008.indd 235 07/09/2015 01:29:24 p.m. DRM Removal
236CAPÍTULO 8 Tejido óseo ESTRUCTURA GENERAL DE LOS HUESOS Superficie externa de los
huesos Los huesos están cubiertos por el periostio, una vaina de tejido conjuntivo fibroso que
contiene células osteopro genitoras. Los huesos están revestidos por el periostio excepto en
las regiones donde se articulan con otro hueso. En este último caso, la superficie articular está
cubierta por cartílago. El periostio que cubre al hueso en crecimiento activo, se com pone de
una capa fibrosa externa que se asemeja a otros te jidos conjuntivos densos y de una capa
más celular interna que contiene las células osteoprogenitoras. Si no se está for mando tejido
óseo en la superficie del hueso, la capa fibrosa es el componente principal del periostio y la
capa interna no está bien definida. Sin embargo, con el estímulo apropiado, las relativamente
pocas células que están presentes, las cé- lulas del periostio, son capaces de sufrir mitosis y
diferen ciarse a osteoblastos. En general, las fibras colágenas del periostio son paralelas a la
superficie del hueso y forman una cápsula. La naturaleza del periostio es diferente en los sitios
donde los ligamentos y los tendones se unen al hueso. Las fibras colágenas de estas
estructuras se extienden de manera oblicua o en ángulos rec tos al eje más largo del hueso, y
se continúan con las fibras colágenas de la matriz extracelular. Estas fibras se denomi nan
fibras perforadoras o de Sharpey. Se extienden hacia las laminillas intersticiales y
circunferenciales externas, pero por lo general no entran en las osteonas. En las articulaciones
móviles (sinoviales) el hueso se pro tege con cartílago. Cuando un hueso se une con otro,
como en las articulacio- nes sinoviales, las superficies óseas de contacto se conocen como
superficies articulares. Estas superficies se encuen tran cubiertas por cartílago hialino,
también denominado cartílago articular por su ubicación y función; el cartílago articular está
expuesto en la cavidad articular. Este cartílago no se encuentra revestido por pericondrio. Los
detalles del cartílago articular se comentan en el cap. 7 (pág. 214) y en el cuadro 8-1.
Cavidades óseas Las cavidades óseas están revestidas por endostio, una capa de células de
tejido conjuntivo que contiene células osteoprogenitoras. El tejido de revestimiento, tanto del
hueso compacto que delimita la cavidad medular como el de los cordones del hueso
esponjoso, se conoce como endostio. El endostio suele ser sólo de una capa de células de
espesor y consiste en células osteoprogenitoras que pueden diferenciarseen células
secreto ras de matriz ósea, los osteoblastos, y células de revestimiento óseo. Las células
osteoprogenitoras y las células de revesti miento óseo son difíciles de distinguir a nivel
microscópico. Ambas son aplanadas con núcleos alargados y características citoplasmáticas
inespecíficas. Debido a su ubicación dentro de las cavidades óseas, suelen llamarse células
endosteales. La cavidad medular y los espacios del hueso esponjoso contienen médula ósea. La
médula ósea roja se compone de células sanguíneas en diferentes etapas de diferenciación y
una red de células reti culares y fibras que funcionan como un armazón de sostén para el
desarrollo de células y vasos. Conforme el individuo crece, la cantidad de médula roja no
aumenta en propor ción con el crecimiento óseo. En etapas posteriores del cre cimiento y en
los adultos, cuando la producción de células sanguíneas disminuye, la cavidad medular es
ocupada en su mayor parte por tejido adiposo; entonces se le conoce como médula ósea
amarilla. En respuesta a estímulos adecuados, como una hemorragia grave, la médula amarilla
puede con vertirse otra vez en médula roja. En el adulto, la médula roja se restringe a muy
pocos lugares de hueso esponjoso , como son en el esternón y las crestas ilíacas. Las muestras
para el diagnóstico de médula ósea, así como para el trasplante de médula se obtienen de
estos sitios. CUADRO 8-1 Correlación clínica: enfermedades de las articulaciones La
inflamación de las articulaciones o artritis puede ser cau sada por muchos factores y puede
producir grados variables de dolor y discapacidad por la respuesta patológica del cartí lago
articular ante las lesiones. El traumatismo simple de una articulación por un único incidente o
por ataques repetidos, puede dañar el cartílago articular en un grado tal que se calcifica y
empieza a ser reemplazado por tejido óseo. Este proceso puede conducir a la anquilosis (es
decir, la fusión ósea en la articulación y la consiguiente pérdida de movimiento). Las
articulaciones del tobillo y la rodilla en los corredores y jugadores de fútbol y las articulaciones
de muñeca y dedos de músicos de ins trumentos de cuerda son especialmente vulnerables a
este trastorno. Las respuestas inmunitarias o procesos infecciosos que afectan las
articulaciones, como ocurre en la artritis reu- matoidea o en la tuberculosis, también pueden
dañar los cartílagos articulares, y producir dolor articular intenso y an quilosis progresiva. La
cirugía de reemplazo de la articulación dañada por un dispositivo protésico con frecuencia
alivia el dolor y restaura la movilidad articular en personas con disca pacidad importante. Otra
causa común de lesión del cartílago articular es la deposición de cristales de ácido úrico en las
articulaciones, en particular en las de los dedos de los pies y manos. Este trastorno se conoce
como artritis gotosa o, simplemente, gota. La gota se ha vuelto más común debido al uso
gene ralizado de los diuréticos tiazídicos en el tratamiento de la hipertensión. En individuos
con predisposición genética, la gota es el efecto colateral más común de estos fármacos. La
causa del dolor intenso e insoportable en la gota es el depósito de cristales de uratos afilados
en la articulación. La irritación también contribuye la formación de depósitos calcáreos que
deforman la articulación y limitan sus movi mientos. CH008.indd 236 07/09/2015 01:29:24
p.m. DRM Removal 237 CAPÍTULO 8 Tejido óseo TIPOS DE TEJIDO ÓSEO guiendo un patrón
radial con respecto al conducto (lámina 11, pág. 265). El sistema de canalículos que se abre al
con ducto osteonal también sirve para el intercambio desustancias entre los osteocitos y los
vasos sanguíneos. Entre las osteonas hay restos de laminillas concéntricas antiguas llamadas
lami- nillas intersticiales (v. fig. 8-3). Debido a esta organización, el hueso maduro también se
llama hueso laminillar. El eje longitudinal de una osteona suele ser paralelo al eje longitudinal
del hueso. Las fibras colágenas de cada una de las laminillas concéntricas de una osteona son
paralelas entre sí en cualquier laminilla dada, pero orientadas en una dirección diferente a la
que adoptan las fibras en las laminillas conti guas. Esta disposición le confiere un aspecto
madera terciada a la superficie de corte del hueso laminillar y le imparte una gran resistencia a
la osteona. El hueso laminillar también se encuentra en otros sitios fuera de la osteona. Las
laminillas circunferenciales siguen la totalidad de las circunferencias interna y externa de la
diáfi sis de un hueso largo, y se ven parecidas a los anillos de creci miento de un árbol (v. fig.
8-3). Los conductos perforantes (de Volkmann) son túneles en el hueso laminillar a través de
los cuales pasan vasos sanguíneos y nervios desde las superfi cies del periostio y endostio para
alcanzar el conducto osteo nal (de Havers); también conectan los conductos de Havers entre
sí (fig. 8-4). Suelen extenderse más o menos perpendi culares al eje longitudinal de las
osteonas y del hueso (v. fig. 8-3). Los conductos de Volkmann no están rodeados por
la minillas concéntricas, una característica clave en su identifi cación histológica. El hueso
esponjoso maduro tiene una estructura similar al hueso compacto maduro. El hueso esponjoso
maduro es similar en estructura al hueso compacto maduro, excepto que el tejido se
distribuye for mando cordones o espículas; en el tejido óseo están presen tes abundantes
espacios medulares de intercomunicación de diversos tamaños. La matriz del hueso es
laminillar. La irrigación sanguínea de la diáfisis de los huesos largos está dada principalmente
por arterias que entran en la ca vidad medular a través del foramen nutricio. El foramen
nutricio es un orificio en el hueso a través del cual pasan los vasos sanguíneos para alcanzar la
médula ósea. La mayor cantidad de éstos se encuentra en la diáfisis y las epífisis (fig. 8-5). Las
arterias metafisarias complementan la irriga ción sanguínea del hueso. El drenaje venoso se
produce por medio de venas que abandonan el hueso a través del foramen nutricio o a través
del tejido óseo de la diáfisis y luego corren por el periosto. Las arterias nutricias que irrigan la
diáfisis y las epífisis aparecen durante embriogenia como los vasos principales de los brotes de
periostio. Las arterias metafisarias, en cambio, tienen su origen en vasos del periostio que se
incorporan a la metáfisis durante el proceso de crecimiento (es decir, cuando el hueso crece en
ancho). La irrigación sanguínea del tejido óseo es esencialmente centrífuga. La sangre que
nutre el tejido óseo sale de la cavidad medular hacia el hueso y después lo abandona a través
de las venas del periostio; por lo tanto, su flujo es centrífugo. Con respecto TIPOS DE TEJIDO
ÓSEO Hueso maduro El hueso maduro está compuesto por unidades estructura les llamadas
osteonas (sistemas de Havers). El hueso maduro está compuesto, en gran parte, por unida des
cilíndricas llamadas osteonas o sistemas de Havers (fig. 8-3). Las osteonas consisten en
laminillas concéntricas de matriz ósea alrededor de un conducto central, el conducto osteonal
(de Havers), que contiene el suministro vascular y nervioso de la osteona. Los canalículos que
contienen las evaginaciones de los osteocitos se disponen generalmente si Osteona Laminillas
circunferenciales externas Laminillas circunferenciales internas Laminillas intersticiales Arteria
osteonal Fibras colágenas Periostio Osteocito en laguna Conducto de Havers Endostio osteonal
Laminillas óseas Conducto de Volkman Endostio FIGURA 8-3 Diagrama de un bloque de
hueso compacto extraído de la diáfisis de un hueso largo. Las laminillas concéntri cas y el
conducto de Havers que ellas rodean, constituyen la osteona (o el sistema de Havers). Uno de
los sistemas de Havers de este diagrama se ha dibujado como una estructura cilíndrica
alargada y escalonada que sobresale del plano superior del bloque. Concurren a su formación
varias laminillas concéntricas que se han eliminado parcialmente para mostrar la orientación
perpendicular de las fibras colágenas en las laminillas contiguas. Entre los sistemas de Havers
hay laminillas intersticiales, que son restos de sistemas similares más antiguos que aparecen
como con secuencia del remodelado óseo. En las superficies interna y externa del hueso
compacto de este diagrama, se ven laminillas adicionales (las lami nillas circunferenciales
internas y externas) que se distribuyen en capas gruesas. La laminilla circunferencial más
interna está cubierta por una fina capa de endostio que se encuentra en contacto con la
cavidad medu lar, mientras que la superficie externa del hueso tiene un revestimiento de
periostio. En el interior de los conductos de Havers y Volkman se han dibujado ramas de las
arterias nutricias acompañadas de venas peque ñas. Estas arterias y vasos también irrigan el
periostio y el endostio. CH008.indd 237 07/09/2015 01:29:25 p.m. DRM Removal
238CAPÍTULO 8 Tejido óseo TIPOS DE TEJIDO ÓSEO a la nutrición misma del hueso, los
conductos de Volkmann proveen la vía de entrada principal para los vasos que atravie san el
tejido óseo compacto. Los vasos sanguíneos más peque ños se introducen en los conductos de
Havers, que contienen una arteriola y una vénula o un solo capilar. Una menor irri gación
proviene de los vasos del periostio, que suelen irrigar sólo la porción más externa del tejido
óseo compacto (v. fig. 8-5). El tejido óseo carece de vasos linfáticos; solo el periostio posee
drenaje linfático. Hueso inmaduro El tejido óseo que se forma primero en el esqueleto de un
feto en desarrollo se llama hueso inmaduro. Difiere del hueso maduro en varios aspectos (fig.
8-6): • El hueso inmaduro no exhibe aspecto laminillar orga nizado. Por la disposición de sus
fibras colágenas, esta variedad ósea se denomina no laminillar. El hueso no laminillar también
se conoce como hueso entretejido o hueso fasciculado debido a la disposición entrelazada de
las fibras colágenas. • El hueso inmaduro contiene una cantidad relativamente mayor de
células por unidad de volumen que el hueso ma duro. • Las células del hueso inmaduro tienen
la tendencia a dis tribuirse en forma aleatoria, mientras que en el hueso ma duro las células
se orientan con su eje mayor paralelo a las laminillas. • La matriz del hueso inmaduro posee
más sustancia fun damental que la del hueso maduro. La matriz del tejido óseo inmaduro se
tiñe mejor con la hematoxilina, mien tras que la matriz del hueso maduro se tiñe más
intensa mente con la eosina. Epífisis Cartílago articular Diáfisis Metáfisis Arteria epifisaria
Arterias del periostio Arteria nutricia Arteria metafisaria Hueso compacto FIGURA 8-5
Diagrama de la irrigación de un hueso largo maduro. La arteria nutricia y las arterias epifisarias
se introducen en el hueso a través de agujeros nutricios que aparecen durante la
embriogé nesis como las vías de acceso para los vasos principales de los brotes del periostio.
Las arterias metafisariastienen su origen en los vasos del perios tio que quedan incorporados
en la metáfisis conforme el hueso aumenta su diámetro. FIGURA 8-4 s Reconstrucción
tridimensional de los conductos de Havers yVolkmann de un hueso compacto. a. Esta
fotografía muestra la ampliación de la interfase entre el hueso compacto y el esponjoso de una
diáfisis del fémur. b. Con el uso de tomografía computarizada (CT) cuantitativa de alta
resolución, se obtuvo una reconstrucción tridimensional de los conductos de Havers y
Volkmann a partir de una pequeña área del hueso compacto que se indica en la fotografía
contigua. Debe notarse que todos los conductos de Havers corren de forma paralela entre sí
en la misma dirección y están intercomunicados por conductos de Volkmann orientados de
forma perpendicular. 180X. (Cortesía del Dr. Mark Knackstedt, Autralian National University).
Conductos de Havers a Hueso esponjoso Hueso compacto Conductos de Volkmannb
CH008.indd 238 07/09/2015 01:29:26 p.m. DRM Removal 239 CAPÍTULO 8 Tejido óseo TIPOS
DE TEJIDO ÓSEO Si bien no resulta obvio en cortes histológicos típicos (fig. 8-7), el hueso
inmaduro no se mineraliza completamente desde el inicio, en tanto que el hueso maduro sufre
una mi neralización prolongada. La mineralización secundaria del hueso maduro es evidente
en las microrradiografías de pre parados obtenidos por el método de desgaste, en las cuales
se observa que los sistemas de Havers más recientes están menos mineralizados que los más
antiguos (v. fig. 8-25). El hueso inmaduro se forma con una rapidez mayor que el maduro. Si
bien el hueso maduro es claramente la princi pal forma ósea en el adulto y el hueso inmaduro
es el tipo de hueso más importante en el feto, en el adulto suelen aparecer Conducto HUESO
COMPACTO de resorción MADURO HUESO ESPONJOSO MADURO HUESO INMADURO
Osteoclasto Osteona Laminilla concéntrica Osteocito Osteocito Laminilla intersticial a b c
FIGURA 8-6 Diagrama de hueso inmaduro, maduro y esponjoso. a. Los huesos (entretejido)
inmmaduros no tienen un aspecto laminar organizado debido a la disposición de entrelazado
de las fibras colágenas. Las célulastienden a distribuirse al azar. b. Las células del hueso
com pacto maduro se disponen siguiendo una forma circular que refleja la estructura
laminillar del sistema de Havers. Los conductos de resorción del hueso maduro están
revestidos por osteoclastos (en el corte de conos) y tienen sus ejes longitudinales orientados
en la misma dirección que los conductos de Havers. c. El hueso esponjoso maduro representa
una malla de cordones (espículas de anastomosis delgadas del tejido óseo). Los espacios
dentro de la malla son continuos y, en un hueso vivo, están ocupados por la médula ósea. a b
O O FIGURA 8-7 s Fotomicrografías de huesos inmaduro y maduro descalcificados. a. Hueso
inmaduro descalcificado, teñido con H&E, en donde se ve la relación de las células con la
matriz extracelular. El hueso inmaduro tiene más células y la matriz no se organiza en
laminillas osteónicas. 130X. b. En este corte transversal de hueso compacto maduro
descalcificado teñido con H&E aparecen varias osteonas (O) con laminillas concéntricas. Los
conductos de Havers contienen vasos sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo. Los osteocitos
experimentan una retracción consi derable durante la preparación de muestras de rutina,
dejando al descubierto las lagunas vacías con un pequeño núcleo adherido a sus paredes. El
hueso maduro tiene menos osteocitos por unidad de volumen que el hueso inmaduro. Cabe
destacar la presencia de laminillas intersticiales entre las osteonas vecinas. 160X. CH008.indd
239 07/09/2015 01:29:29 p.m. DRM Removal 240CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO
ÓSEO Cartílago Células de revestimiento (células del periostio) Células del endostio
Osteoblastos Osteocitos Células osteoprogenitoras Citoblasto mesenquimático Células
progenitora de granulocitos/monocitos (GMP, CFU-GM)) Osteoclastos activos Osteoclastos
inactivos FIGURA 8-8 Representación esquemática de las células asociadas con el hueso.
Todas las células, excepto los osteoclastos, se originan en las células madre mesenquimatosas,
que se diferencian en células osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y, finalmente, células
de revestimiento óseo. Las células de revestimiento óseo que están sobre las superficies
externas del hueso son parte del periostio, de ahí la denomi nación de células del periostio.
Las células de revestimiento óseo ubicadas en las superficies internas en general se denominan
células del endostio. Debe tenerse en cuenta que las células osteoprogenitoras y las células de
revestimiento óseo tienen un aspecto microscópico similar y suele ser difícil distinguir unas de
otras. Los osteoclastos se originan a partir de células progenitoras hematopoyéticas, que se
diferencian en células de resorción ósea. Los detalles específicos de la diferenciación de
osteoclastos se ilustran en la figura 8-15. FIGURA 8-9 Fotomicrografía de una espícula ósea
en crecimiento teñida con la técnica de Mallory-Azan. Los osteoci tos están incluidos en la
matriz ósea de la espícula, que se ha teñido de azul oscuro. Estas células son metabólicamente
activas y depositan la ma triz ósea no mineralizada (osteoide). Varios osteoblastos están
alineados sobre la superficie derecha de la espícula. Entre estas células y la espícula del tejido
óseo calcificado, hay una delgada capa de osteoide que se tiñe de azul pálido. Este es el
material de matriz no calcificado que producen los osteoblastos. Una de las células (flecha)
está prácticamente rodeada por el osteoide que ha producido; por tanto puede llamarse
osteocito. En la superficie izquierda de la espícula, del lado en el que ella no crece, hay
osteoblastos inactivos. Estas células tienen núcleos aplanados y un citoplasma adelgazado.
550X. regiones de tejido óseo inmaduro, en especial donde el hueso se está remodelando. Es
común encontrar hueso inmaduro en los alvéolos dentarios de la cavidad bucal del adulto y en
los sitios donde los tendones se insertan en los huesos. El hueso inmaduro de los alvéolos
dentarios es el que hace posible las correcciones ortodónticas incluso en los adultos. CÉLULAS
DEL TEJIDO ÓSEO Como ya se mencionó, los tipos celulares que existen en el tejido óseo son
cinco: células osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos, células de revestimiento óseo y
osteoclastos. Con excepción del osteoclasto, cada una de estas células puede considerarse
como una forma diferenciada del mismo tipo de célula básica (fig. 8-8). Cada una sufre una
transformación desde una forma más inmadura a una forma más madura en relación con la
actividad funcional (crecimiento óseo). En contraste, el osteoclasto se origina a partir de una
línea celular diferente y actúa en la resorción ósea, una actividad asociada con el remodelado
de los huesos. Células osteoprogenitoras La célula osteoprogenitora se deriva de células madre
me senquimatosas. La osteogénesis, es el proceso de formación del hueso nuevo, lo cual es
esencial para la función ósea normal. Se re quiere una población de células osteoprogenitoras
renova bles (células precursoras de osteoblastos) que son sensibles a los estímulos
moleculares que las transforman en células for madoras de tejido óseo. Las células
osteoprogenitoras derivan de células madre mesenquimatosas de la médula ósea que tienen
el potencial de diferenciarse en diferentes tipos celula res, incluidos fibroblastos,
osteoblastos, adipocitos, condro citos y células musculares. El factor clave que desencadena la
diferenciación de las células osteoprogenitoras es un factor de transcripción llamado factor
fijador central alfa 1 (CBFA1 = core binding factor alpha-1) o factor de transcripción 2
relacionado con runt (RUNX2). Esta proteína impulsa la expresión de genes que son
característicos del fenotipo del os CH008.indd 240 07/09/2015 01:29:30 p.m. DRM Removal
241 CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO teoblasto. Los IGF-1 e IGF-2 estimulan
la proliferación de las células osteoprogenitoras y la diferenciación en los osteoblas tos. Como
se mencionó en la página 222, las proteínas mor fogénicas óseas (BMP) también desempeñan
un papel en la diferenciación de los osteoblastos. Estudios clínicos recientes, han demostrado
que la estimulación con pulsos electromag néticos han sido beneficos en la curación de
fracturas óseas debido a un aumento en la regeneración del tejido óseo. Este efecto está
relacionado con el aumento de la diferenciación de las células osteoprogenitoras después de la
estimulación con un campo electromagnético. En el futuro, esta técnica puede ser explorada
como una estrategia eficiente en la ingeniería de tejidos para tratar defectos óseos en el
cráneo, el cuello y la columna vertebral. La célula osteoprogenitora es una célula en reposo
que puede transformarse en un osteoblasto y secretar matriz ósea. Las células
osteoprogenitoras se encuentran en las superfi cies externa e interna de los huesos y también
pueden residir en el sistema microvascular que irriga el tejido óseo. Desde el punto de vista
morfológico, comprenden las células del pe- riostio que forman la capa más interna del
periostio y las cé- lulas del endostio que revisten las cavidades medulares, los conductos
osteonales (de Havers) y los conductos perforantes (de Volkmann). En los huesosen
crecimiento, las células osteo progenitoras aparecen aplanadas o escamosas un tanto pálidas,
con un núcleo alargado u ovoide y un citoplasma acidófilo o li geramente basófilo. Las
fotomicrografías electrónicas permiten perfiles de retículo endoplásmico rugoso (RER) y
ribosomas li bres, así como un pequeño aparato de Golgi y otros orgánulos. Osteoblastos El
osteoblasto es la célula formadora de hueso diferenciada que secreta la matriz ósea. Al igual
que sus parientes cercanos, el fibroblasto y el con droblasto, el osteoblasto es una célula
secretora versátil que conserva la capacidad de dividirse. Secreta tanto el colágeno tipo I (que
constituye el 90% de la proteína ósea) como las L L CB C C Os Ob Oc Ob Opc Os Ob M FIGURA
8-10 s Fotomicrografía electrónica de formación ósea activa. Esta fotomicrografía electrónica
muestra una superficie de crecimiento similar a la de la espícula ósea de la fotomicrografía
precedente (fig. 8-9). En el ángulo inferior derecho se ve la cavidad medular (M) con sus
célulassanguíneas en desarrollo. Entre la médula y los osteoblastos(Ob)son visibleslas células
osteoprogenitoras(Opc), que tienen un núcleo alargado u ovoide. Los osteoblastos aparecen
alineados a lo largo de la porción de crecimiento del hueso, que está cubierta por una capa de
osteoide (Os). En esta misma región, una de las células(ángulo superior derecho) incluida en el
osteoide exhibe una prolongación pequeña (flecha). Esta célula, por estar completamente
rodeada de osteoide, ahora puede llamarse osteocito (Oc). El resto de la fotomicrografía
(arriba a la izquierda) muestra la matriz ósea calcificada (CB). Dentro de la matriz hay
canalículos (C) que contiene evaginaciones de osteocitos. El límite de las dos laminillas óseas
contiguas (L) formadas previamente se ve como una línea oscura irregular. 9 000X. CH008.indd
241 07/09/2015 01:29:31 p.m. DRM Removal 242CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO
ÓSEO proteínas de la matriz ósea, que constituyen la matriz no mineralizada inicial, llamada
osteoide. Las proteínas de la matriz ósea producidas por el osteoblasto incluyen proteínas
fijadoras de calcio como la osteocalcina y la osteonectina, las glucoproteínas multiadhesivas
como las sialoproteínas óseas (BSP 1 [osteopontina] y BSP 2), la trombospondina,
proteoglucanos y sus agregados y la fosfatasa alcalina (ALP). Las concentraciones de ALP y de
osteocalcina en cir culación sanguínea se utilizan en clínica como marcadores de la actividad
de los osteoblástos. El osteoblasto también es responsable de la calcificación de la matriz ósea.
Parece que el proceso de calcificación es ini ciado por el osteoblasto mediante la secreción
hacia la matriz de pequeñas vesículas matriciales, de entre 50nm a 250nm de diámetro
limitadas por la membrana. Las vesículas contie nen gran cantidad de ALP y se secretan
activamente sólo du rante el período en el que la célula produce la matriz ósea. La función de
estas vesículas se comenta más adelante en este ca pítulo (pág. 260). Los osteoblastos se
reconocen con el microscopio óptico por su forma cuboide o poliédrica y su distribución
monoes tratificada en la superficie donde se está formando tejido óseo (fig. 8-9). La matriz
recién sintetizada no es inmediatamente calcificada. Apenas se tiñe, si es que lo hace, en
comparación con la matriz madura mineralizada, que es teñida fuertemente por la eosina.
Debido a esta propiedad de tinción de la matriz recién formada, los osteoblastos parecen estar
separados del hueso por una banda clara. Esta banda representa al osteoide, la ma triz no
mineralizada. El citoplasma de los osteoblastos es notablemente basófilo, y el aparato de
Golgi, debido a su tamaño, a veces se observa como una región clara junto al núcleo. Con la
técnica del ácido peryódico-reactivo de Schiff (PAS) en el citoplasma se descubren pequeños
gránulos y con las técnicas histoquímicas adecuadas puede detectarse una reacción intensa de
ALP aso ciada con la membrana celular. En contraste con los osteoblastos secretores que se
ven donde hay depósito activo de matriz, los osteoblastos inacti vos son células aplanadas que
revisten la superficie ósea. Estas células se parecen a las células osteoprogenitoras. Los
osteo blastos responden a estímulos mecánicos para mediar los cambios en el crecimiento
óseo y el remodelado de los hue sos. A medida que se deposita la matriz osteoide, el
osteo blasto queda finalmente rodeado por ella y, por lo tanto, se convierte en un osteocito.
No todos los osteoblastos se designan para convertirse en osteocitos. Sólo del 10% al 20% de
los osteoblastos se dife rencian en osteocitos. Otros se transforman en células inac tivas y se
convierten en células de revestimiento del endostio o periostio (v. fig. 8-8.); no obstante, la
mayoría de los osteo blastos sufren apoptosis. Las evaginaciones de los osteoblastos están en
contacto con las de otros osteoblastos y osteocitos por medio de uniones de hendidura. Con el
microscopio electrónico se ve que los osteoblastos po seen evaginaciones citoplasmáticas
muy delgadas que se in troducen en el osteoide producido por la célula y entran en contacto
con las evaginaciones similares de osteocitos vecinos mediante uniones de hendidura. Esta
formación inicial de uniones entre un osteoblasto y los osteocitos contiguos (como así también
entre los osteoblastos contiguos) permite que las células vecinas dentro del tejido óseo se
comuniquen. El citoplasma del osteoblasto se caracteriza por una gran cantidad de RER y
ribosomas libres (fig. 8-10). Esto con cuerda con su basofilia en la microscopia óptica, como así
también con su función en la síntesis de colágeno y proteo glucanos para la matriz
extracelular. En el aparato de Golgi y en regiones del citoplasma, hay muchas vesículas con un
con tenido que consiste, según se presume, en precursores de la matriz. Estas vesículas
corresponden a los gránulos PAS posi tivos vistos en la microscopia óptica. Las vesículas
matriciales, también producidas por el osteoblasto, parecen originarse por un mecanismo
diferente, que consiste en la separación de eva ginaciones esféricas de la membrana
plasmática que quedan libres en la matriz. Otros orgánulos celulares incluyen mito condrias
en forma de bastón abundantes y cuerpos densos y lisosomas ocasionales. Osteocitos El
osteocito es la célula ósea madura y está rodeada por la matriz ósea que secretó previamente
como osteoblasto. Una vez que el osteoblasto queda totalmente rodeado por el osteoide o
matriz ósea cambia su nombre a osteocito (v. fig. 8-9). El proceso de transformación de los
osteoblastos en os teocitos abarca unos tres días. Durante este tiempo, el osteo blasto
produce una gran cantidad de matriz extracelular (casi tres veces su propio volumen celular),
reduce su volumen en casi un 70% en comparación con el volumen original del osteoblasto,
disminuye el tamaño y la cantidad de orgánu los y desarrolla largos procesos celulares que se
irradian de su cuerpo celular. Cada osteocito desarrolla en promedio alrede dor de 50
procesos celulares. Después de la mineralización de la matriz ósea, cada osteocitos ocupa un
espacio, o laguna, EOS BM OL FIGURA 8-11 s Lagunas de osteocitos con una extensa red de
canalículos. Esta fotomicrografía electrónica de barrido de un preparado de hueso, incluido en
resina con la técnica de grabado ácido, de un ratón de cuatro meses de edad, muestra una red
de canalículos que interconecta tres lagunas de osteocitos (OL) y células del endostio. En este
método, la resina llena los espacios de la laguna de osteocitos, de canalículos, de osteoides y
de medula ósea pero no penetra la matriz mineralizada ósea. Se suele utilizar ácido fosfórico
para eliminar el mine ral, lo que permite obtener un molde de resina. En la parte superior de
la imagen se observan células de médula ósea (BM) que están separadas del tejido óseo por el
endostio (EOS). 2 000X. (Gentileza de la Dra. Lynda Bonewald). CH008.indd 242 07/09/2015
01:29:31 p.m. DRM Removal 243 CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO que se
adapta a la forma de la célula. Los osteocitos extienden sus evaginaciones citoplasmáticas a
través de los canalículos en la matriz (fig. 8-11). Se comunican mediante estas evagi naciones
con los osteocitos vecinos y las células de revesti miento óseo, a través de las uniones de
hendidura formadas por la familia de conexinas que se expresan en el tejido óseo. Los
osteocitos también pueden comunicarse en forma indi recta con los osteoblastos, las células
endoteliales del sistema vascular de la médula ósea, los pericitos de los vasos sanguí neos y
con otras células distantes a través de la expresión de diversas moléculas de señal, como el
óxido nítrico y los trans portadores de glutamato. Además de la comunicación típica célula a
célula (uniones de hendidura que se comentaron en el cap. 5, pág. 143 a 146), los procesos de
osteocitos contienen hemiconductos (la mitad sin contraparte de los conductos de uniones de
hendidura) que proporcionan comunicación entre las células y la matriz extracelular. En los
cortes teñidos con hematoxilina y eosina (H&E) los canalículos y sus evaginaciones no se logran
observar. En cambio, en los preparados de hueso realizado con el método de desgaste, los
canalículos son muy visibles (lámina 11, pág. 265). Los osteocitos son generalmente más
pequeños que sus precursores por la cantidad reducida de citoplasma perinu clear. Con
frecuencia, en los preparados microscópicos de ru tina la célula está muy distorsionada por la
retracción y otros artefactos, producto de la descalcificación de la matriz antes de realizar los
cortes del hueso. En estos casos, el núcleo puede ser el único elemento característico
observable. En muestras bien conservadas, los osteocitos exhiben menos basofilia
ci toplasmática que los osteoblastos, pero son pocos los detalles adicionales que pueden verse
(lámina 12, pág. 267). Los osteocitos son células metabólicamente activas y mul tifuncionales
que responden a las fuerzas mecánicas apli cadas al hueso. En el pasado, los osteocitos se
consideraban células pasivas responsables únicamente del mantenimiento de la matriz ósea.
Descubrimientos recientes muestran que los osteocitos son células metabólicamente activas y
multifuncionales. In tervienen en el proceso de mecanotransducción, en el cual estas células
responden a las fuerzas mecánicas aplicadas al hueso. La disminución de los estímulos
mecánicos (p. ej., inmovilidad, debilidad muscular, ingravidez en el espacio) provoca la pérdida
ósea, mientras que el aumento de estos estímulos promueve la formación de hueso. Debido a
la poca flexibilidad ósea, las fuerzas mecánicas aplicadas (p. ej., al fémur o a la tibia durante la
marcha) cau san el flujo de líquido intersticial de los canalículos y lagu nas hacia el lado
comprimido del hueso. El movimiento del líquido intersticial a través del sistema canalicular
genera un potencial eléctrico transitorio (potencial de flujo) en el mo mento en que se aplica
la fuerza. El potencial de flujo abre los conductos de calcio dependientes del voltaje en las
membra a b c MM OL OL OL RER RER RER M M M L G OL FIGURA 8-12 Fotomicrografías
electrónicas de osteocitos en tres estados funcionales diferentes. a. Osteocito relativamente
latente que sólo contiene unas pocas cisternas de RER y mitocondrias(M) escasas. La célula
ocupa prácticamente toda la laguna en la que se encuentra; las flechas señalan los sitios donde
las evaginaciones citoplasmáticas se extienden dentro de los canalículos. La mayor parte de los
cristales de hidroxi apatita han desaparecido de la matriz, que habitualmente está
mineralizada (MM), pero todavía pueden verse algunos en el espacio pericelular. Los cristales
de hidroxiapatita ocultan las otras sustancias del espacio pericelular. La banda oscura que
marca los límites de la laguna es la lámina osmiófila (OL). 25 000X. b. Osteocito formativo que
contiene más cantidad de RER y un aparato de Golgi (G) más grande. De igual importancia es la
presencia de una pequeña cantidad de osteoide en el espacio pericelular dentro de la laguna.
En el osteoide se ven las siluetas de fibrillas colágenas (flechas) aún no mineralizadas. La
laguna de osteocitos formativos no está limitada por una lámina osmiófila. 25000X. c.
Osteocito resolutivo que posee una cantidad abundante de RER, un gran aparato de Golgi,
mitocondrias (M) y lisosomas(L). El espacio pericelular carece de fibrillas colágenas y puede
contener un poco de material floculento. La laguna de los osteocitos resortivos está limitada
por una lámina osmiófila (OL) menos obvia. 25 000X. CH008.indd 243 07/09/2015 01:29:32
p.m. DRM Removal 244CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO nas de los
osteocitos, sobre las que fluye el líquido tisular. Los aumentos resultantes en el calcio
intracelular, la adenosina tri fosfato (ATP), la concentración de óxido nítrico y la síntesis de la
prostaglandina E2 (PGE2), alteran la expresión de los genes c-fos y cox-2 responsables de la
formación de hueso. La fuerza de cizallamiento del flujo de líquido también induce la apertura
de los hemiconductos que permiten la liberación de moléculas intracelulares acumuladas hacia
el espacio extrace lular de los canalículos. Además, la expresión del gen IGF-1 genera un
aumento de la producción de si mismo, que pro mueve la conversión de células
osteoprogenitoras en osteo blastos. Por lo tanto, las regiones óseas sobre las que se aplica
más fuerza, son las que tendrán una mayor deposición de hueso nuevo. Estudios recientes
indican una posible función del cilio primario para detectar el flujo de líquido intersticial dentro
de la laguna. Al igual que en otras células, el osteocito también tiene cilios primarios (v. cap. 5,
pág. 122-124 para más detalles de la estructura y su función) que pueden inter venir en la
sensibilidad mecánica y la señalización molecular. Un osteocito responde a una fuerza
mecánica reducida al secretar metaloproteinasas de la matriz (MMP). El espacio vacío que
rodea los osteocitos es el resultado de la degradación enzimática de la matriz ósea por las
MMP. El aumento de la fuerza mecánica activa los mecanismos moleculares similares a los
encontrados en los osteoblastos productores de matriz ósea. Por lo tanto, los osteocitos son
responsables del remode lado reversible de su matriz ósea pericanalicular y perilagunar. Este
proceso se denomina remodelado osteocítico. Los osteocitos aparecen en estados funcionales
diferentes durante el remodelado osteocítico de su microambiente perilagunar y
pericanalicular. a b Adipocito Matriz ósea Unión de hendidura Lámina externa Lípidos
Membrana citoplasmática Unión de hendidura Prolongación citoplasmática FIGURA 8-13
Fotomicrografías electrónicas de células de revestimiento óseo. a. El citoplasma de una célula
de revestimiento óseo ubicada en la superficie de una trabécula de hueso maduro, está muy
adelgazado y contiene poca cantidad de RER y ribosomas libres. Entre dos células contiguas se
ve una unión de hendidura. Además, las evaginaciones citoplasmáticas que atraviesan la
matriz ósea no mineralizada (osteoide) son muy visibles. En la foto también aparece un
adipocito de la médula ósea. 8 900X. (Reproducido con autorización de Miller SC, Bowman BM,
Smith JM, Jee WS. Characterization of endosteal bone-lining cells from fatty marrow bone sites
in adult beagles. Anat Rec 1980; 198: 163–173). Rectángulo en color. Fotomicrografía óptica de
gran aumento de una trabécula ósea similar, teñida con H&E, que se muestra con fines de
orientación. Las células de revestimiento óseo (células del endostio) en la superficie de la
trabécula están señaladas por las flechas. 350X. b. Fotomicrografía electrónica de parte del
citoplasma de dos células de revestimiento óseo vistas con gran aumento. La unión de
hendidura se ve bien en donde las dos células entran en contacto estrecho. En la parte
superior de la foto aparece parte de un adipocito; son muy obvios sus lípidos, su delgado
reborde de citoplasma, su membrana plasmática y su lámina externa. 27 000X. CH008.indd
244 07/09/2015 01:29:32 p.m. DRM Removal 245 CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL
TEJIDO ÓSEO • Osteocitos formativos, que exhiben indicios de forma ción de matriz y
presentan ciertas características similares a las de los osteoblastos. Por consiguiente, el RER y
el apa rato de Golgi son más abundantes y se observa osteoide en el espacio pericelular
dentro de la laguna (fig. 8-12b). • Osteocitos resortivos, al igual que los osteocitos formati vos
contienen una gran cantidad de cisternas del retículo endoplásmico y un aparato de Golgi bien
desarrollado. Además, los lisosomas son bien visibles (fig. 8-12c). La de gradación ósea por las
MMP secretadas por los osteocitos de resorción, antes se llamaba osteólisis osteocítica. El
concepto actual de remodelado osteocítico es que la fun ción lítica de los osteocitos es
responsable de la homeosta sis del calcio y de los iones fosfato. Los osteocitos son células de
larga vida y su muerte podría atribuirse a la apoptosis, a la degeneración/necrosis, a la
se nescencia (vejez) o a la actividad de remodelado óseo por los osteoclastos. La vida media
natural de los osteocitos en los seres humanos se estima en alrededor de 10 años a 20 años. El
porcentaje de osteocitos muertos en el hueso aumenta con la edad, desde el 1% al nacer hasta
el 75% en la octava dé cada de la vida. Se plantea la hipótesis de que cuando la edad de un
individuo excede el límite superior de la vida útil de los osteocitos, estas células pueden morir
(senescencia) y sus la gunas y canalículos pueden llenarse con tejido mineralizado. Células de
revestimiento óseo Las células de revestimiento óseo derivan de los osteoblas tos y tapizan el
tejido óseo que no se está remodelando. En los sitios en los que no se está produciendo
remodelado del tejido óseo, las superficies óseas están revertidas por una capa de células
aplanadas con poco citoplasma y escasos orgá nulos más allá de la región perinuclear (fig. 8-
13a). Estas cé lulas se llaman simplemente células de revestimiento óseo. Las células de
revestimiento óseo ubicadas en las superficies externas del hueso reciben el nombre de células
del perios- teo y las que tapizan las superficies internas con frecuencia se denominan células
del endostio (v. fig. 8-8). En los sitios donde las evaginaciones de las células de revestimiento
óseo entran en contacto entre sí hay uniones de hendidura. Las células revestimiento óseo
constituyen una población ce lular que deriva de los osteoblastos. Se cree que intervienen en
el mantenimiento y el soporte nutricional de los osteo citos incluidos en la matriz ósea
subyacente y que regulan el movimiento del calcio y el fosfato desde y hacia el hueso. Estas
nociones provienen de la observación de que los proce sos celulares de las células de
revestimiento óseo se extienden dentro de los canalículos del hueso contiguo (v. fig. 8-13b) y
se comunican por medio de uniones de hendidura con las evaginaciones de los osteocitos. En
estos aspectos, las células de revestimiento óseo se parecen un poco a los osteocitos.
Osteoclastos La función del osteoclasto es la resorción ósea. Los osteoclastos son células
multinucleadas grandes que aparecen en los sitios donde ocurre la resorción ósea. Están
apoyados directamente sobre la superficie ósea en proceso de resorción (fig. 8-14). Como
resultado de la actividad de los La microscopía electrónica ha revelado osteocitos en varios
estados funcionales relacionados con el proceso de remode- lado osteocítico. De hecho,
existen indicios histológicos y microrradiológicos (aumento de las lagunas y disminución de la
radiodensidad) acerca de la capacidad de los osteocitos para remodelar la matriz ósea
circundante. Como se mencionó antes, los osteocitos pueden modificar su microambiente (el
volumen de sus lagunas o el diámetro de sus canalículos) en respuesta a estímulos
ambientales. Dado que el área de su perficie de las lagunas y canalículos dentro del hueso es
varias veces más grande que el área de superficie del hueso mismo, la eliminación de
cantidades minúsculas de matriz mineralizada por cada osteocito tendría efectos significativos
sobre las con centraciones de calcio y fosfatos en la circulación. Con el uso de microscopios
electrónicos, se han identifi cado tres estados funcionales para los osteocitos, cada uno de
ellos con una morfología característica: • Osteocitos latentes, que tienen escasez de RER y un
aparato de Golgi muy reducido (fig. 8-12a). Una lámina osmiofílica que representa la matriz
madura calcificada es vista cercanamente opuesta a la membrana celular. FIGURA 8-14 s
Fotomicrografía de un osteoclasto sobre una espícula ósea. En esta muestra teñida con la
técnica de Mallory, puede verse una espícula de cartílago calcificado (coloreada de azul pálido)
con una cubierta de tejido óseo (teñido de azul oscuro). Un os teoclasto en el lado izquierdo
de la espícula ha reabsorbido tejido óseo y ahora está en una depresión (laguna de Howship)
de la superficie es picular. La estrecha zona clara que hay entre el osteoclasto y la espícula
corresponde al borde festoneado de la célula. Las flechas en la superficie que no crece señalan
el citoplasma de las células de revestimiento óseo (células osteoprogenitoras) inactivas. Por el
contrario, en el lado opuesto de la espícula se está formando tejido óseo, como lo delata la
presencia de osteoblastos activos en la superficie y de osteocitos rodeados de ma triz recién
formada justo debajo. 550X. CH008.indd 245 07/09/2015 01:29:33 p.m. DRM Removal
246CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO osteoclastos, se forma una excavación
llamada laguna de re- sorción (laguna de Howship) que se puede observar en el hueso
directamente bajo el osteoclasto. La célula no sólo es vi sible por su gran tamaño, sino
también por su notable acido filia. También exhibe una reacción histoquímica intensa para la
fosfatasa ácida debido a los numerosos lisosomas que con tiene. Una de estas enzimas, la
fosfatasa ácida resistente al tartrato (TRAP), que pesa 35kDa y contiene hierro, se utiliza en
clínica como un indicador de la actividad y diferenciación de los osteoclastos. Los osteoclastos
derivan de la fusión de células progenito ras hematopoyéticas mononucleares bajo el efecto
de múl tiples citocinas. A diferencia delo quese creía antes, los osteoclastos no están
relacionados con los osteoblastos. Derivan de la fusión de cé lulas progenitoras
hematopoyéticas mononucleares, células progenitoras de granulocitos/macrófagos (GMP,
CFU-GM) que dan origen a los linajes de granulocitos y de monocitos (v. fig. 10-19). La
formación de osteoclastos se produce en asociación estrecha con las células del estroma de la
médula ósea. Estas células secretan citocinas esenciales para la dife renciación, tanto de los
osteoclastos como de los macrófagos, a partir de células progenitoras GMP, que incluyen el
factor estimulante de colonias de monocitos (M-CSF), el TNF y varias interleucinas. En un
principio, las células predestina das a convertirse en osteoclastos (precursores osteoclásticos)
expresan dos importantes factores de transcripción, c-fos y NFkB; más tarde, una molécula
receptora llamada receptor activador del factor nuclear k B (RANK) se expresa en su superficie.
El receptor RANK interactúa con la molécula li- gando de RANK (RANKL) que se produce y se
expresa en la superficie celular del estroma (fig. 8-15). El mecanismo de señalización RANK-
RANKL es esencial para la diferenciación y maduración de los osteoclastos. RANK-RANKL es
esen cial para la diferenciación y maduración de los osteoclastos. De modo alternativo,
durante la inflamación, los linfocitos T activados pueden producir moléculas de RANKL, tanto
uni das a la membrana como solubles. Por lo tanto, los procesos inflamatorios pueden
estimular la resorción ósea mediada por osteoclastos. Esta vía puede ser bloqueada por la
osteoprote- gerina (OPG), que funciona como un receptor “señuelo” para RANKL. La falta de
ligando disponible afecta el mecanismo de señalización de RANK-RANKL y actúa como un
inhi bidor poderoso de la formación de osteoclastos. Los osteo blastos son los productores
principales de la OPG, que está regulada por muchos reguladores metabólicos óseos, como la
IL-1, el TNF, el TGF-b y la vitamina D. La PGE2 es se cretada por osteocitos estresados y
estimula la producción de RANKL; sin embargo, los osteoblastos activos en la región de
deposición ósea producen la OPG que inactiva el RANKL. Por lo tanto, las regiones donde los
osteoblastos depositan hueso nuevo tendrán poca o ninguna actividad osteoclástica en
contraste con las regiones circundantes con mayor acti vidad osteoclástica. Todas las
sustancias que promueven el remodelado óseo por diferenciación de los osteoclastos y la
resorción ósea actúan a través del sistema OPG/RANKL en la médula ósea. Tanto la OPG como
el RANKL se detectan en una forma libre en la sangre y sus concentraciones pueden medirse
con fines de diagnóstico y para monitorizar el trata miento de muchas enfermedades óseas.
Célula progenitora mieloide común (CMP, CFU-GEMM) Osteoclastos resortivos Osteoclasto
inactivo Células progenitoras de granulocitos/monocitos (GMP, CFU-GM) NoP (CFU-G) MoP
(CFU-M) Precursor de osteoclastos Osteoblastos Célula del estroma RANKL soluble Célula del
estroma Linfocito T activado OPG RANK RANKL c-fos NF-KB M-CSF, TNF, IL FIGURA 8-15 s El
origen de los osteoclastos. Los osteoclastos derivan de la fusión de células progenitoras de
granulocitos/monocitos (GMP, CFU-GM), que provienen a partir de células progenitoras
mieloides comunes multipotenciales (CMP, CFU-GEMM). Las células GMP también dan origen
a los linajes de granulocitos y monocitos en la forma de células progenitoras de neutrófilos
(NoP, CFU-G) y progenitoras de los monocitos (MoP, CFU-M). La formación de osteoclastos se
produce en asociación estrecha con las células del estroma de la médula ósea, que secretan el
factor estimulante de colo nias de monocitos (M-CSF), factor de necrosis tumoral (TNF) y
varias interleucinas (IL). Los precursores del osteoclastos expresan c-fos, NFkB y moléculas
receptoras llamadas RANK (receptor activador del factor nuclear kB). La señal generada por la
interacción del receptor RANK con la molécula ligando de RANK (RANKL) es esencial para la
diferenciación y maduración de los osteoclastos. Durante la inflamación, loslinfocitos T
producen moléculas RANKL tanto solubles como unidas a la membrana, lo que aumenta la
resorción ósea. La osteoprotegerina (OPG) puede bloquear estos mecanismos. Debe tenerse
en cuenta que los linfocitos T activados pueden estimular la formación de osteoclastos
mediante la producción de moléculas RANKL tanto unidas a la membrana como solubles.
CH008.indd 246 07/09/2015 01:29:33 p.m. DRM Removal 247 CAPÍTULO 8 Tejido óseo
CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO B RF M M M M M M * * * * * * * * FIGURA 8-16 Fotomicrografía
electrónica de un os teoclasto. Esta fotomicrografía muestra un segmento de la superficie de
un hueso (B) y una porción de un osteoclasto que está en contacto estrecho con el tejido óseo
que ha sufrido una digestión parcial. En el frente de resorción (RF) el osteoclasto exhibe
numerosos repliegues de la membrana plasmática. Cuando se ve con el microscopio óptico,
estos repliegues aparecen como un borde festoneado. Si el plano de corte es paralelo a
losrepliegues(asteriscos), entoncesse ve una amplia extensión de citoplasma no especializado.
El citoplasma del osteoclasto contiene abundantes mitocondrias (M), muchos lisosomas y un
aparato de Golgi prominente, todos los cuales están vinculados desde el punto de vista
funcional con la resorción y la degradación de la matriz ósea. En la parte superior de la foto se
ven algunas de las fibrillas colágenas; las flechas señalan los sitios en los que son visibles las
bandas transversales con una periodicidad de 68nm. 10 000X. del aumento de la extensión de
la superficie para la exo citosis de enzimas hidrolíticas y la secreción de protones por las
bombas dependientes de ATP, al igual que para la endocitosis de los productos de degradación
y los detritos óseos. El borde festoneado se tiñe con menos intensidad que el resto de la célula
y, a menudo, aparece como una banda de luz contigua al hueso en el sitio de resorción (v. fig.
8-14). Con el microscopio electrónico, los cristales de hidroxiapatita de la matriz ósea se ven
entre los procesos del borde festoneado (fig. 8-16). En el interior del borde festoneado y en las
proximidades hay una gran cantidad de mitocondrias y lisosomas. Los núcleos se encuentran
normalmente en el región de la célula más alejada de la superficie ósea. En esta misma región
se ven cisternas de RER, abundantes dictiosomas del aparato de Golgi y mu chas vesículas. •
Zona clara (zona de sellado), un perímetro de citoplasma en forma de anillo contiguo al borde
festoneado que de limita la superficie ósea en resorción. En esencia, la zona clara es un
compartimento a la altura del borde festoneado donde se produce la resorción y degradación
de la matriz. Contiene abundantes microfilamentos de actina pero bá sicamente carece de
otros orgánulos. Los microfilamentos de actina están dispuestos en una estructura en forma
de anillo rodeada en ambos lados por proteínas fijadoras de actina, como la vinculina y la
talina (fig. 8-17). La mem brana plasmática a la altura de la zona clara contiene mo- léculas de
adhesión célula-matriz extracelular que son responsables de proporcionar un sello hermético
entre la membrana celular y la matriz ósea mineralizada. Varias clases de receptores
extracelulares de integrinas (es decir, receptor ayb3 para vitronectina, receptor a2b1 para
colá geno tipo I o receptor ayb1 para vitronectina/fibrinógeno) contribuyen a mantener el
sello hermético. • Región basolateral, que interviene en la exocitosis del material digerido (v.
fig. 8-17). Las vesículas de transporte que contienen material óseo endocitado y degradado a la
altura del borde festoneado, se fusionan aquí con la mem brana celular para liberar su
contenido. Dentro de estas vesículas se ha encontrado TRAP, lo que indica su papel en la
fragmentación del material incorporado por endo citosis. Los osteoclastos resorben el tejido
óseo mediante la libe ración de protones e hidrolasas lisosómicas hacia el mi croambiente
restringido del espacio extracelular. Algunas, si no la mayoría, de las vesículas del osteoclasto
son los lisosomas. Sus contenidos se liberan en el espacio extra celular de las hendiduras que
hay entre los pliegues citoplas máticos del borde festoneado, un claro ejemplo de enzimas
lisosómicas que funcionan fuera de la célula. Una vez libe radas, estas enzimas hidrolíticas,
que incluyen la catepsina K (una cisteína proteasa) y las metaloproteinasas de la matriz,
degradan el colágeno y otras proteínas de la matriz ósea. Sin embargo, antes de que pueda
producirsela digestión, la matriz ósea tiene que descalcificarse a través de la acidificación de la
superficie ósea, que inicia la disolución de la matriz mi neral. El citoplasma del osteoclasto
contiene anhidrasa car- bónica II, la cual produce ácido carbónico (H2CO3) a partir de dióxido
de carbono y agua. A continuación, el ácido car Los osteoclastos de formación reciente sufren
un proceso de activación para convertirse en células capaces de reali zar la resorción ósea. El
osteoclasto recién formado tiene que activarse para conver tirse en una célula de resorción
ósea. Durante este proceso, se torna muy polarizado. Cuando resorben hueso en forma activa,
los osteoclastos exhiben tres regiones especializadas: • Borde festoneado, que es la porción de
la célula en con tacto directo con el hueso. Contiene abundantes pliegues profundos de la
membrana plasmática que forman estruc turas del tipo de las microvellosidades y son
responsables CH008.indd 247 07/09/2015 01:29:34 p.m. DRM Removal 248CAPÍTULO 8 Tejido
óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO Exocitosis del material digerido Lisosomas Filamentos de
actina Vinculina, talina Receptores de integrinas avb3 Anhidrasa carbónica Canal de cloro Zona
clara Borde festoneado Bomba de protones dependiente de ATP Cl2 HCO3 2 HCO3 2 Cl2 H1 H1
CO2 1 H2O H2CO3 K Cat epsina Metaloproteínas de la matrizm etallo pr oteinas FIGURA 8-17 s
Representación esquemática de un osteoclasto. En este diagrama se ilustra la estructura del
osteoclasto con sus tres regiones: borde festoneado, zona clara y región basolateral. Debe
observarse que la zona clara contiene una abundancia de microfilamentos orga nizados en
una estructura anular rodeada en ambos lados por proteínas ligadoras de actina, como la
vinculina y la talina. La membrana celular en la región de la zona clara contiene moléculas de
adhesión célu las-matriz extracelular (integrinas) que for man un sello apretado entre la
membrana plasmática y la matriz ósea mineralizada. En el texto se describen los mecanismos
para el transporte de protones y cloro. Características Osteoblasto Osteocito Osteoclasto
features osteoblast osteocyte osteoclast Location Bone surface; closing cone of resorption
canals lacunae and canaliculi of bone matrix Bone surface; cutting cone of resorption canals
Percentage of all cells in the bone > 5% ~95% > 1% Function Deposits bone matrix; Initiates
mineralization by releasing matrix vesicles Maintains bone matrix; senses mechanical stress;
regulates calcium and phosphate hemostasis Resorbs bone by enzymatic hydrolysis of the
mineralized bone matrix Cell morphology Cuboidal or polygonal, mononuclear cell; basophilic
cytoplasm; negative Golgi Small, oval, mononucleated cell; pale cytoplasm; long cell processes
Large, multinucleated cell, acidophilic cytoplasm; ruffled border; underlying Howship’s lacuna
Differentiation process/transcription factors CBFA1 (RUNX2); IGF-1. Selection process from
osteoblasts not known c-fos; NF_B; RANK-RANKL signaling Major hormonal/regulatory
receptors RANKL, PTH receptors RANKL, PTH receptors RANK, Calcitonin receptors Life span
Weeks (~12 days) Months (~150 days) Few days (~3 days) Biochemical markers Osteocalcin;
Bone sialoprotein (BSP-2) Dentin matrix protein-1 (DMP-1); Podoplanin (E11 protein);
Sclerostin Tartrate-resistant acid phosphatase (TRAP Precursor cells osteoprogenitor cell
osteoblast hemopoietic cells (GMP, CFU-GM) features osteoblast osteocyte osteoclast Location
Bone surface; closing cone of resorption canals lacunae and canaliculi of bone matrix Bone
surface; cutting cone of resorption canals Percentage of all cells in the bone > 5% ~95% > 1%
Function Deposits bone matrix; Initiates mineralization by releasing matrix vesicles Maintains
bone matrix; senses mechanical stress; regulates calcium and phosphate hemostasis Resorbs
bone by enzymatic hydrolysis of the mineralized bone matrix Cell morphology Cuboidal or
polygonal, mononuclear cell; basophilic cytoplasm; negative Golgi Small, oval, mononucleated
cell; pale cytoplasm; long cell processes Large, multinucleated cell, acidophilic cytoplasm;
ruffled border; underlying Howship’s lacuna Differentiation process/transcription factors
CBFA1 (RUNX2); IGF-1. Selection process from osteoblasts not known c-fos; NF_B; RANK-
RANKL signaling Major hormonal/regulatory receptors RANKL, PTH receptors RANKL, PTH
receptors RANK, Calcitonin receptors Life span Weeks (~12 days) Months (~150 days) Few days
(~3 days) Biochemical markers Osteocalcin; Bone sialoprotein (BSP-2) Dentin matrix protein-1
(DMP-1); Podoplanin (E11 protein); Sclerostin Tartrate-resistant acid phosphatase (TRAP
Precursor cells osteoprogenitor cell osteoblast hemopoietic cells (GMP, CFU-GM) features
osteoblast osteocyte osteoclast Location Bone surface; closing cone of resorption canals
lacunae and canaliculi of bone matrix Bone surface; cutting cone of resorption canals
Percentage of all cells in the bone > 5% ~95% > 1% Function Deposits bone matrix; Initiates
mineralization by releasing matrix vesicles Maintains bone matrix; senses mechanical stress;
regulates calcium and phosphate hemostasis Resorbs bone by enzymatic hydrolysis of the
mineralized bone matrix Cell morphology Cuboidal or polygonal, mononuclear cell; basophilic
cytoplasm; negative Golgi Small, oval, mononucleated cell; pale cytoplasm; long cell processes
Large, multinucleated cell, acidophilic cytoplasm; ruffled border; underlying Howship’s lacuna
Differentiation process/transcription factors CBFA1 (RUNX2); IGF-1. Selection process from
osteoblasts not known c-fos; NF_B; RANK-RANKL signaling Major hormonal/regulatory
receptors RANKL, PTH receptors RANKL, PTH receptors RANK, Calcitonin receptors Life span
Weeks (~12 days) Months (~150 days) Few days (~3 days) Biochemical markers Osteocalcin;
Bone sialoprotein (BSP-2) Dentin matrix protein-1 (DMP-1); Podoplanin (E11 protein);
Sclerostin Tartrate-resistant acid phosphatase (TRAP Precursor cells osteoprogenitor cell
osteoblast hemopoietic cells (GMP, CFU-GM) Ubicación Superficie ósea; cono de cierre de los
conductos de resorción Lagunas y canalículos de la matriz ósea Superficie ósea; cono de corte
de conductos de resorción Porcentaje celular total en el hueso .5% ~95% .1% Función
Depósitos de la matriz ósea; ini cia la mineralización mediante la liberación de vesículas
matri ciales Mantiene la matriz ósea; detecta la tensión mecánica; regula la ho meostasis de
calcio y fosfato Resorción ósea por hidrólisis enzimática de la matriz ósea mineralizada
Morfología celular Células mononucleares, cúbicas o poligonales; citoplasma basó filo; Golgi
negativo Célula mononuclear pequeña y ova lada; citoplasma pálido; procesos celulares
extensos Célula multinuclear grande; ci toplasma acidófilo; borde fes toneado; laguna de
Howship subyacente Células precursoras Célula osteoprogenitora Osteoblasto Células
hematopoyéticas (GMP, CFU-GM) Procesos de diferen- ciación/factores de transcripción
CBFA1 (RUNX2); IGF-1 Se desconocen los procesos de se lección desde los osteoblastos c-fos;
NF-kB; señalización RANK-RANKL Principales recepto- res hormonales/ reguladores RANKL,
receptores de PTH RANKL, receptores de PTH RANK, receptores de calcito nina; receptores de
fosfatasa resistente al tartrato (TRAP) Expectativa de vida Semanas (~12 d) Años (~10–20 a)
Días (~3 d) Marcadores bioquí- micos Osteocalcina; sialoproteína ósea (BSP-2) Proteína de la
matriz de dentina 1 (DMP-1); podoplanina (proteína E11); esclerostina; factor de creci miento
fibroblástico 23 (FGF-23) Fosfatasa resistente al tar trato (TRAP); catepsina K;
metaloproteinasa matricial 9 (MMP-9) CBFA1, factor fijador central alfa 1; GMP/CFU-GM,
célula progenitora de granulocitos/macrófagos; IGF-1, factor de crecimiento similar a la
insulina 1; HPT, hormona paratiroide; RANK, receptor activador del factor nuclear kB; RANKL,
molécula ligando de RANK; RUNX2, factor de transcripción 2 relacio nado con runt. TABLA 8-1
Reseña de las características de osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. CH008.indd 248
07/09/2015 01:29:35 p.m. 249 CAPÍTULO 8 Tejido óseo CÉLULAS DEL TEJIDO ÓSEO a b c d
Centro de osificación Tejido conjuntivo mesenquimatoso Osteoide Células osteoprogenitoras
mesenquimatosas Osteoblasto Vaso sanguíneo Cordones de hueso reticular Células
endosteales Osteoclasto Osteoblasto Osteoide Osteoblasto Periostio Placa de hueso compacto
Hueso esponjoso que contiene médula Osteocito Matriz ósea recién calcificada FIGURA 8-18 s
Osificación intramembranosa. a. En el tejido conjuntivo mesenquimático aparece un centro de
osificación. Se compone de una aglomeración de células osteoprogenitoras, derivadas de
células mesenquimatosas, que además se diferencian en células óseas secretoras, los
osteoblastos. Comienzan a depositar la matriz ósea mineralizada, el osteoide. b. Los
osteoblastos se acumulan en la periferia del centro de osificación y continúan secretando
osteoide hacia el centro del nódulo. A medida que continúa el proceso, el osteoide sufre la
mineralización y los osteoblastos atrapados se convierten en osteocitos. Los osteocitos
exhiben procesos que se comunican entre sí y con los osteoblastos. c. El tejido recién formado
tiene una estructura microscópica de un hueso inmaduro (entretejido) con cordones gruesos
revestidos por osteoblastos y células endosteales. d. El posterior crecimiento y remodelado del
hueso produce la sustitución del tejido óseo por capas interiores y exteriores de hueso
compacto con hueso esponjoso entre ellas. Los espacios entre los cordones quedan ocupados
por células de la médula ósea que llegan con los vasos sanguíneos. Debe tenerse en cuenta
que un espacio está revestido por células endosteales inactivas y el otro por osteoblastos,
osteoclastos y células endosteales, una indicación del proceso de remodelado activo. bónico se
disocia en bicarbonato (HCO3–) y un protón (H+ ). Con la ayuda de las bombas de protones
dependientes de ATP, los protones se transportan a través del borde festo neado, generando
un pH bajo (de 4 a 5) en el microambiente de la laguna de resorción. Este ambiente ácido local,
creado en el espacio extracelular entre el hueso y el osteoclasto, está protegido por la zona
clara. Los conductos de cloro, junto con las bombas de protones facilitan la electroneutralidad
de la membrana del borde festoneado (v. fig. 8-17). El exceso de bicarbonato se elimina por
intercambio pasivo con iones de cloro a través de proteínas intercambiadoras de
cloro carbonato ubicadas en la membrana basolateral. El medio ácido inicia la degradación del
componente mi neral del hueso (principalmente hidroxiapatita) para conver tirlo en iones de
calcio, fosfatos inorgánicos solubles y agua. Cuando la resorción del tejido óseo se ha
completado, los os teoclastos sufren apoptosis. Estudios recientes indican que muchos de los
fármacos utilizados para inhibir la resorción ósea en la osteoporosis (es decir, bisfosfonatos y
estrógenos) promueven la apoptosis osteoclástica (cuadro 8-2). La función de los osteoclastos
es regulada por muchos fac tores. Los materiales digeridos del hueso resorbido, se
transportan en vesículas endocíticas por todo el osteoclasto. El contenido de las vesículas
endocíticas que se originan en el borde festo neado se libera en la membrana basal (v. fig. 8-
17), que, por lo general, está en contacto con los vasos sanguíneos. Por lo tanto, en el borde
festoneado están presentes muchas depre siones y vesículas revestidas. Los osteoclastos se
observan en los sitios donde se produce el remodelado óseo. (El proceso de remodelado se
describe con más detalle un poco más ade lante.) Así, en los sitios donde las osteonas están
siendo alte radas o donde el hueso está experimentando cambios durante el proceso de
crecimiento, los osteoclastos son relativamente abundantes. La hormona paratiroidea (PTH)
secretada por las células principales de la glándula paratiroides, es el regulador más
importante de los niveles de calcio y fosfato en el líquido ex tracelular. Debido a que los
osteoclastos no tienen receptores de PTH, esta hormona sólo ejerce un efecto indirecto sobre
los osteoclastos. En cambio, los osteocitos, los osteoblastos y los linfocitosT tienen receptores
para la PTH que activan a la adenilato ciclasa y se produce el aumento de las concentracio nes
intracelulares de AMPc. Una exposición con lapsos bre ves e corta e intermitentes a la PTH
aumenta la masa ósea a través de la vía del monofosfato de adenosina cíclico (AMPc)/ IGF-1 en
osteocitos y osteoblastos. Sin embargo, la exposi ción continua y prolongada a la PTH,
aumenta la producción de RANKL por de los linfocitos T (v. fig. 8-15) y los osteo blastos, lo que
conduce a la hiperactividad de los osteoclastos y finalmente a la osteoporosis. El estrógeno
suprime la pro ducción de RANKL por los linfocitos T. La calcitonina, se cretada por las células
parafoliculares de la glándula tiroides, tiene el efecto de reducir la actividad de los
osteoclastos. Otras moléculas que desempeñan un papel importante en la regulación de la
actividad de los osteoclastos son la catep sina K, la anhidrasa carbónica II y las proteínas que
codifican CH008.indd 249 07/09/2015 01:29:37 p.m. DRM Removal 250CAPÍTULO 8 Tejido
óseo FORMACIÓN DEL HUESO precursor óseo (osificación endocondral) o si el hueso está
formado por un método más sencillo, sin la intervención de un cartílago precursor (osificación
intramembranosa). Los huesos de las extremidades y las partes del esqueleto axial que
soportan peso (p. ej., las vértebras) se desarrollan por osifica ción endocondral. Los huesos
planos del cráneo y de la cara, la mandíbula y la clavícula se desarrollan por osificación
in tramembranosa. La existencia de dos tipos distintos de osificación no im plica que el hueso
existente sea de membrana o endocondral. Estos nombres sólo se refieren al mecanismo por
el cual se forma inicialmente un hueso. Debido a la remodelacion que se produce más tarde, el
tejido óseo que inicialmente fue de positado por osificación endocondral o intramembranosa
se reemplaza en corto tiempo. El tejido óseo de reemplazo crece por aposición sobre el hueso
preexistente y es idéntico en ambos casos. Si bien se considera que los huesos largos se
for man por osificación endocondral, en su desarrollo continuo se verifica la histogénesis
tanto del hueso endocondral como del intramembranoso, siendo este último producto de la
acti vidad del tejido del periostio (membrana). Osificación intramembranosa En la osificación
intramembranosa, la formación del hueso es iniciada por la acumulación de células
mesenquimato sas que se diferencian a osteoblastos. La primer evidencia de la osificación
intramembranosa en los seres humanos se ve alrededor de la octava semana de ges tación
dentro del tejido conjuntivo embrionario, el mesén quima. Algunas células, alargadas y de
tinción pálida migran y se acumulan en áreas específicas, células mesenquimato- sas (p. ej., la
región de desarrollo de los huesos planos en la cabeza), donde forman los centros de
osificación. Esta acumulación celular dentro del tejido mesenquimatoso ini cia el proceso de
osificación intramembranosa (fig. 8-18a). Las células mesenquimatosas en estos centros de
osificación se alargan y se diferencian en células osteoprogenitoras. Estas células expresan el
factor de transcripción CBFA1, que es esencial para la diferenciación de osteoblastos y para la
ex presión de los genes necesarios para la osificación tanto intra membranosa como
endocondral. El citoplasma de las células osteoprogenitoras cambia de eosinófilo a basófilo, y
el aparato Golgi se observa como una región clara muy evidente. Estos cambios citológicos
resultan del osteoblasto diferenciado que, entonces, secreta los colágenos (sobre todo
moléculas de colágeno tipo I), las sialoproteínas óseas, la osteocalcina y los otros componentes
de la matriz ósea (osteoide). Los osteo blastos se acumulan en la periferia del centro de
osificación y continúan secretando osteoide en el centro del nódulo. A medida que continúa el
proceso, el osteoide se somete a mi neralización y los osteoblastos atrapados se convierten en
os teocitos (fig. 8-18b). Dentro de la matriz ósea, los osteocitos se separan cada vez más unos
de otros conforme se produce más matriz, pero permanecen en contacto a través de
evagi naciones citoplasmáticas delgadas. Con el tiempo, la matriz se calcifica y los procesos
citoplasmáticos intercomunicados de los osteocitos quedan contenidos dentro de los
canalículos. las bombas de protones (TCIRG1). La insuficiencia de estas proteínas causa
osteopetrosis, una enfermedad congénita rara caracterizada por el aumento de la densidad
ósea y defec tos en la función de los osteoclastos. En los individuos con os teopetrosis, los
osteoclastos no funcionan en forma adecuada, lo que hace que los huesos aparezcan densos
en la radiogra fía; sin embargo, en realidad son muy frágiles y se fracturan con facilidad.
Investigaciones recientes indican que los osteocitos sanos como los que están en proceso de
muerte, se pueden comu nicar con los osteoclastos y reclutarlos para el remodelado óseo. La
muerte de los osteocitos por apoptosis se produce en los sitios de lesión ósea, generando
cuerpos apoptóticos que expresan moléculas RANKL. Estas moléculas, actúan a través de la vía
de señalización RANK-RANKL, aumentan la actividad de los osteoclastos (tabla 8-1).
FORMACIÓN DEL HUESO El desarrollo del hueso tradicionalmente se clasifica en en docondral
o intramembranosa. La distinción entre desarrollo endocondral y intramem branoso radica en
si un modelo de cartílago sirve como el hueso FIGURE 8-19 Corte de una mandíbula que se
está for mando por el proceso de osificación intramembranosa. En esta fotomicrografía se ve
un corte de una mandíbula en desarrollo teñida con H&E. En esta etapa más o menos
temprana del desarrollo, la mandíbula está compuesta por espículas óseas de formas y
tamaños diversos. Las espículas óseas se anastomosan entre sí para formar cordones que le
im parten la forma general al hueso en desarrollo (no hay modelo de cartí lago). Los
osteoblastos abundantes que tienen a su cargo el crecimiento de esta región de espículas se
ven en la superficie del tejido óseo recién formado. La porción de las espículas más antigua,
que está calcificada, contiene osteocitos rodeados de matriz ósea. A la derecha de la foto,
junto a las espículas óseas, el tejido conjuntivo es muy celular y se está convirtiendo en el
periostio inicial. 250X. CH008.indd 250 07/09/2015 01:29:37 p.m. DRM Removal 251 CAPÍTULO
8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Collar óseo Centro primario de
osificación Disco epifisario Línea epifisaria Centro secundario de osificación Cartílago hialino
Cartílago calcificado Hueso FIGURA 8-20 Representación esquemática del desarrollo de un
hueso largo. Lasilustraciones del 1 al 10 son corteslongitudinales del hueso largo. El proceso
comienza con la formación de un modelo de cartílago (1); a continuación se forma un collar
óseo subperiosteal (subperi condrial) alrededor de la diáfisis del modelo cartilaginoso (2);
después, la matriz cartilaginosa de la diáfisis comienza a calcificarse (3). El cartílago
calci ficado, entonces, es erosionado e invadido por vasos sanguíneos y células de tejido
conjuntivo perivascular (4) y se crea una cavidad medular primitiva en la que quedan restos de
espículas de cartílago calcificado en sus extremos proximal y distal. El tejido óseo en ambos
extremos de la cavidad medular en desarrollo constituye la metáfisis. Todavía se sigue
formando hueso subperiosteal (5). Puede reconocerse en los preparados histológicos debido a
que no se acompaña de erosión cartilaginosa ni se forma sobre espículas de cartílago
calcificado. Vasos sanguíneos y células perivasculares invaden el cartílago en la epífisis
proximal (6) y se forma un centro secundario de osificación (7). En la epífisis distal del hueso
aparece otro centro de osificación (secundario) similar (8) y de ese modo queda formada una
placa o disco epifisario entre cada una de las epífisis y la diáfisis. El hueso largo continúa
cre ciendo y con el tiempo el disco epifisario desaparece (9). Cuando por fin cesa el
crecimiento óseo, también desaparece el disco epifisario proximal (10). En este momento ya
no hay separación entre la metáfisis y la epífisis. En donde estaban los discos epifisarios ahora
sólo quedan las líneas epifisarias. CH008.indd 251 07/09/2015 01:29:38 p.m. DRM Removal
252CAPÍTULO 8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO 8-18d). Los espacios entre los cordones
son ocupados por célu las de médula ósea quellegan con los vasos sanguíneos. El tejido óseo
formado porel proceso quese acaba de describir, se conoce como hueso membranoso o
intramembranoso. Osificación endocondral La osificación endocondral también comienza con
la prolife ración y acumulación de células mesenquimatosas en el sitio donde se desarrollará
el futuro hueso. Bajo la influencia de los factores de crecimiento de fibroblastos (FGF) y
diferentes proteínas morfogénicas óseas (BMP),(v. pág. 234) las células mesenquimatosas
expresan inicialmente colágeno tipo II y se diferencian en condroblastos que, a su vez,
producen matriz cartilaginosa. Inicialmente, se desarrolla un modelo de cartílago hialino con la
forma general del futuro hueso. Una vez establecido, el modelo cartilaginoso (una versión en
miniatura del hueso definitivo) experimenta crecimiento in tersticial y por aposición (lámina
13, pág. 269). El aumento en la longitud del modelo cartilaginoso se atribuye al cre cimiento
intersticial. El aumento de espesor se debe, en su mayor parte, a la adición de matriz
cartilaginosa producida por los nuevos condrocitos diferenciados a partir de la capa
condrogénica del pericondrio que rodea la masa de cartílago. La ilustración 1 de la figura 8-17
muestra un modelo cartila ginoso inicial. La primera señal de osificación es la aparición de una
cu bierta de tejido óseo alrededor del modelo cartilaginoso. En esta etapa, las células del
pericondrio en la región media del modelo cartilaginoso dejan de producir condrocitos. En su
lugar, se originan células formadoras de tejido óseo u osteoblastos. Por ende, el tejido
conectivo que rodea esta porción del cartílago funcionalmente ya no es pericondrio sino que,
por su alteración funcional, ahora es conocido como pe riostio. Además, las células dentro de
esta capa se diferencian hacia osteoblastos, por lo que ahora se puede identificar una capa
osteogénica en el periostio. Como consecuencia de estas modificaciones se forma una delgada
capa de tejido óseo al rededor del modelo cartilaginoso (lámina 13, pág. 269). Este tejido
puede denominarse hueso perióstico o subperióstico, por su ubicación, o hueso
intramembranoso, por su meca nismo de desarrollo. En el caso de un hueso largo, alrededor
del modelo cartilaginoso en la porción de la diáfisis del hueso en desarrollo, se forma una
cubierta distintiva de tejido óseo subperióstico, llamado collar óseo. El collar óseo se muestra
en la ilustración 2 de la figura 8-20. Con el establecimiento del collar óseo perióstico, los
con drocitos en la región media del modelo cartilaginoso se hipertrofian. A medida que los
condrocitos aumentan de tamaño, la ma triz cartilaginosa circundante se resorbe, formando
delgadas placas de cartílago irregulares entre las células hipertrófi- cas. Estas células
comienzan a sintetizar fosfatasa alcalina; al mismo tiempo, la matriz cartilaginosa circundante
se calci fica (v. ilustración 3 de la fig. 8-20). La calcificación de la ma triz cartilaginosa no debe
confundirse con la mineralización que se produce en el tejido óseo. Inicialmente, la matriz
ósea recién formada aparece en los cortes histológicos como pequeñas espículas y cor dones
de forma irregular. En los cortes histológicos la matriz ósea aparece como pequeñas espículas
y cordones de forma irregular, que son características del hueso esponjoso. Algunas de las
células osteoprogenitoras se adosan a las espículas formadas inicialmente, se transforman en
osteoblastos y producen más matriz (fig. 8-19 y lámina 15, pág. 273). Poreste proceso, llamado
crecimiento por aposición, las espículas aumentan de tamaño y se unen en una red trabecular
que adquierela forma general del hueso en desarrollo. Por medio de su actividad mitótica
continua, las células osteoprogenitoras mantienen su cantidad y, por lo tanto, proporcionan
una fuente constante de osteoblastos para el crecimiento de las espículas óseas. Los nuevos
osteoblastos, a su vez, establecen la matriz ósea en capas sucesivas, dando lugar a hueso
inmaduro (fig. 8-18c). Este hueso inmaduro, que se comenta en la pág. 238, se caracteriza
internamente por tener espacios interconectados que contienen tejido conjuntivo y vasos
sanguíneos. Con mayor crecimiento y remodelado posteriores, se produce la sustitución de
hueso inmaduro por hueso compacto en la periferia y hueso esponjoso en el centro del hueso
recientemente formado (fig. Hueso Cartílago calcificado FIGURA 8-21 Fotomicrografía de una
trabécula mixta formada durante la osificación endocondral. En este corte teñido con la
técnica deMallory-Azan se ve que se ha depositado tejido óseo sobre espículas de cartílago
calcificado. En el centro de la fotomicrografía las dos espículas se anastomosan para formar
una trabécula. Esta trabécula inicial todavía contiene restos de cartílago calcificado, como
muestra la tinción de color azul claro de la matriz cartilaginosa calcificada en comparación con
la tinción en azul oscuro del hueso. En la parte superior de la espícula, debe notarse el
osteoclasto solitario (flecha) alineado cerca de la superficie de la trabécula, donde está por
iniciarse el remodelado. 275X. CH008.indd 252 07/09/2015 01:29:39 p.m. Removal 253
CAPÍTULO 8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO La matriz cartilaginosa calcificada impide la
difusión de las sustancias nutritivas y causa la muerte de los condrocitos en el modelo de
cartílago. Con la muerte de los condrocitos, gran parte de la matriz se degrada y las lagunas
vecina confluyen para formar una cavi dad cada vez más grande. Mientras se producen estos
fenó menos, uno o varios vasos sanguíneos proliferan a través del delgado collar óseo en la
diáfisis para vascularizar la cavidad (v. ilustración 4 de la fig. 8-20). Las células madre
mesenquimatosas migran hacia la cavi dad junto con los vasos sanguíneos proliferantes. Las
células madre mesenquimatosas queresiden en el periostio en desarrollo, migran junto con los
vasos sanguíneos invaso res y se diferencian en células osteoprogenitoras en la cavidad
medular. Las células madre hematopoyéticas (HSC) también llegan a la cavidad a través del
nuevo sistema vascular y aban donan la circulación para dar origen a la médula ósea que
incluye todos los linajes de células sanguíneas. A medida que el cartílago calcificado se degrada
y se elimina parcialmente, quedan restos con el aspecto de espículas irregulares. Cuando las
células osteoprogenitoras se adhieren en forma aposicio nal a las espículas residuales de
cartílago calcificado, se con vierten en osteoblastos y comienzan a sintetizar tejido óseo
(osteoide) que se deposita sobre el armazón espicular. Por lo tanto, el hueso formado de esta
manera se le denomina hueso endocondral. Este primer sitio donde comienza a formarse
tejido óseo en la diáfisis de un hueso largo, se llama centro primario de osificación (v.
ilustración 5 de la fig. 8-20). La combinación de tejido óseo, que en un principio sólo es una
Zona de cartílago resorbido Zona de proliferación Zona de hipertrofia Zona de resorción
Osteoblastos Osteoclastos Zona de cartílago calcificado Espículas cartilaginosas Médula ósea
Cartílago calcificado Osteocitos Hueso Osteoide FIGURA 8-22 Corte longitudinal a lo largo del
lado de la diáfisis del disco epifisario de un hueso metacarpiano fetal. La fotomicrografía de la
derecha muestra una formación ósea activa en el lado de la diáfisis del disco epifisario. La
zonificación es evidente en esta muestra teñida con H&E (180X), ya que los condrocitos sufren
divisiones, hipertrofia y, finalmente, apoptosis, dando espacio a las células invasoras de
formación ósea. En la ilustración de la izquierda, las células de la médula ósea se han
eliminado, lo que permite a los osteoblastos, osteoclastos y células endoste ales revestir las
superficies internas del hueso. Debe tenerse en cuenta que el cartílago calcificado (azul) está
presente en las espículas óseas. CH008.indd 253 07/09/2015 01:29:40 p.m. DRM Removal
254CAPÍTULO 8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO gestación. En la siguiente sección se
describe el proceso de crecimiento continuo que se extiende hasta la edad adulta temprana. El
crecimiento en longitud de los huesos largos depende de la presencia de cartílago epifisario. A
medida que la cavidad medular de la diáfisis se agranda (v. ilustración 6 de la fig. 8-20), pueden
reconocerse distin tas zonas de cada extremo de la cavidad. El remanente tejido cartilaginoso,
es denominado cartílago epifisario, muestra zonas bien definidas, como se ilustra en la figura
8-22 y en la lámina 14, pág. 271. Durante la osificación endocondral, el cartílago avascular se
reemplaza gradualmente por tejido óseo vascularizado. Este reemplazo es iniciado por el
factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y se acompaña de la expresión de los genes
responsables de la producción del colágeno tipo X y de las metaloproteinasas de la matriz
(enzimas responsables de la degradación de la matriz cartilagi nosa). Las zonas del cartílago
epifisario, comenzando desde la más distal con respecto al centro de osificación de la diáfisis y
prosiguiendo hacia ese centro, son los siguientes: • Zona de cartílago de reserva, en la cual no
se comprueba proliferación celular ni producción activa de la matriz. • Zona de proliferación,
que es contigua a la zona de car tílago de reserva en dirección a la diáfisis. En esta zona, los
condrocitos sufren mitosis y se organizan en columnas bien definidas. Estas células son más
grandes que las de la zona de reserva y sintetizan activamente colágeno (sobre todo de los
tipos II y XI) y otras proteínas de la matriz cartilaginosa. • Zona de hipertrofia, que contiene
condrocitos cuyo ta maño ha aumentado mucho (hipertróficos). El citoplasma de estas células
es claro debido al glucógeno que normal mente acumulan (el cual se pierde durante la
preparación histológica de la muestra). Los condrocitos en esta zona permanecen
metabólicamente activos; continúan la secre ción de colágeno tipo II mientras aumentan la
producción de colágeno tipo X. Los condrocitos hipertróficos también secretan VEGF, que
inicia la invasión vascular. La matriz del cartílago se comprime para formar bandas lineales
entre las columnas de células de cartílago hipertrofiadas. • Zona de calcificación del cartílago,
en la cual las célu las hipertrofiadas empiezan a degenerarse y la matriz se calcifica. El
cartílago calcificado sirve, entonces, como un armazón inicial para la deposición de hueso
nuevo. Los condrocitos situados en la parte más proximal de esta zona sufren apoptosis. •
Zona de resorción, que es la zona más cercana a la diáfi sis. En este punto, el cartílago
calcificado está en contacto directo con el tejido conjuntivo de la cavidad medular. En esta
zona, los vasos sanguíneos de pequeño calibre y las células osteoprogenitoras acompañantes
invaden la re gión que anteriormente era ocupada por los condrocitos. Forman una serie de
puntas de lanza que deja el cartílago calcificado como espículas longitudinales. En un corte
transversal, el cartílago calcificado aparece como un panal de abejas debido a la ausencia de
las células cartilaginosas. Los vasos sanguíneos invasores son la fuente de las células
osteoprogenitoras, que se diferencian en osteoblastos, las células productoras de hueso. capa
delgada, con el cartílago calcificado subyacente forma lo que se conoce como espícula mixta.
Desde el punto de vista histológico, las espículas mix tas pueden reconocerse por sus
características de tinción. El cartílago calcificado tiende a ser basófilo, mientras que el hueso es
claramente eosinófilo. Con la técnica de tinción de Mallory, el tejido óseo se tiñe de un azul
intenso y el cartílago calcificado de un azul pálido (fig. 8-21). Además, el cartílago calcificado ya
no contiene células, mientras que en el hueso de reciente formación se pueden observar los
os teocitos en la matriz ósea. Estas espículas persisten durante un corto tiempo antes de que
se elimine el componente de cartílago calcificado. El componente óseo remanente de la
espícula continúa su crecimiento por aposición, aumenta de tamaño y se torna más fuerte, o
puede sufrir resorción a medida que se forman nuevas espículas. Crecimiento del hueso
endocondral El crecimiento del hueso endocondral se inicia en el se gundo trimestre de la vida
fetal y continúa después del na cimiento hasta el principio de la vida adulta. Los fenómenos
que se acaban de describir corresponden a la etapa inicial de la osificación endocondral que se
produce en el feto, y comienza alrededor de la duodécima semana de La epífisis crece por
proliferación del cartílago epifisario Región de adición ósea Región de resorción ósea Disco
epifisario Hueso antes del remodelado Hueso después del remodelado FIGURA 8-23
Diagrama del remodelado externo de un hueso. Este diagrama muestra dos períodos en el
proceso de cre cimiento óseo. A la derecha un corte longitudinal del hueso más joven (antes
del remodelado); a la izquierda se muestra uno de hueso más viejo (después del remodelado).
Superpuesta en el lado izquierdo de la figura está la silueta del hueso (solo la mitad izquierda)
como era antes. El hueso ahora es más largo pero ha retenido su forma general. Para que un
hueso crezca en largo y retenga su forma general, es necesario que se resorba tejido óseo en
algunassuperficies y que se forme en otras, como se indica en este diagrama (basado en Ham
Aw. Some histophysiological problems peculiar to calcified tissues.J. Bone Joint Surg. Am
1952;34:701-728). CH008.indd 254 07/09/2015 01:29:40 p.m. DRM Removal 255 CAPÍTULO 8
Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO Cono de cierre Cono de corte a b c d Osteoclastos
Osteona nueva Osteoblastos Osteoide Osteoblastos Osteoide Hueso mineralizado Células
endósticas Hueso mineralizado Líneas de inversión del crecimiento FIGURA 8-24 Diagrama
de una unidad de remodelado óseo. Una unidad de remodelado óseo se compone de un cono
de corte que avanza y un cono de cierre que le sigue. El cono de corte formado por
osteoclastos se encarga de perforar el túnel o cavidad de resorción a través del hueso
compacto. Su acción comienza dentro del hueso compacto en la parte izquierda del diagrama
(en la zona que corresponde a la sección a). El cono de corte avanza a lo largo de las osteonas,
en la dirección indicada por la flecha, hasta la región correspondiente a la sección d. La sección
d muestra un corte transversal a través del cono de corte revestido por los osteoclastos
(células verdes). La cavidad de resorción es el sitio donde se formará la osteona futura por la
acción del cono de cierre, que consiste en los osteoblastos (células púrpuras). Estas células
comienzan a depositar el osteoide sobre las paredes del conducto en laminillas sucesivas. La
formación gradual del tejido óseo nuevo rellena la cavidad de resorción. Debe tenerse en
cuenta la deposición del osteoide, profundo con respecto a los osteoblastos visto en las
secciones b y c y, en las secciones a y b, la presencia del hueso mineralizado. Conforme se
depositan laminillas óseassucesivas, el conducto por fin alcanza el diámetro relativamente
estrecho del conducto de Havers maduro bordeado por las células endósticas (células rosa),
como las que se muestran en la sección a. La línea de inversión de crecimiento que aparece en
el límite externo de una osteona recién formada representa una frontera entre la actividad
resortiva del cono de corte y la matriz ósea no remodelada por esta actividad. En las espículas
cartilaginosas la formación de tejido óseo ocurre de la misma manera que se describe para el
centro de la osificación inicial. Conforme el tejido óseo se deposita en las espículas
calcifica das, el cartílago se reabsorbe y al final queda hueso esponjoso primario. Este hueso
esponjoso se reorganiza por actividad os teoclástica y adición de nuevo tejido óseo,
adaptando el creci miento continuo y el estrés físico que se genera sobre el hueso.
Inmediatamente después del nacimiento, en la epífisis proximal aparece un centro secundario
de osificación. Los condrocitos se hipertrofian y se degeneran. Al igual que en la diáfisis, la
matriz se calcifica y hay invasión local de vasos san guíneos y células osteogénicas
provenientes del pericondrio, creando una nueva cavidad medular (v. la ilustración 7 de la fig.
8-20). Más tarde, un centro de osificación epifisario si milar es formado en el extremo distal
del hueso (v. la ilustra ción 8 de la fig. 8-20). Éste también es considerado un centro de
osificación secundario, aunque aparezca después. Con el desarrollo de los centros secundarios
de osificación, la única porción del tejido cartilaginoso que queda del modelo origi nal es el
cartílago articular en los extremos de los huesos y una placa transversal, llamada disco
epifisario, el cual separa las cavidades de la epífisis y de la diáfisis (lámina 13, pág. 269). El
cartílago del disco epifisario tiene la función de mante ner el proceso de crecimiento. Para que
un hueso mantenga sus proporciones y forma única, debe ocurrir un remodelado tanto interno
como externo cuando éste creceen longitud. La zona de proliferación del disco epifisario
CH008.indd 255 07/09/2015 01:29:41 p.m. DRM Removal 256CAPÍTULO 8 Tejido óseo
FORMACIÓN DEL HUESO genera el cartílago sobre el cual se desarrollará el hueso más
ade lante. En cuanto al proceso de crecimiento, es importante tener en cuenta lo siguiente: •
El espesor del disco epifisario se mantiene relativamente constante durante el crecimiento. •
La cantidad de nuevo cartílago producido (zona de proli feración) es igual a la cantidad de
cartílago resorbido (zona de resorción). • El cartílago resorbido es, desde luego, reemplazado
por hueso esponjoso. El alargamiento del hueso se produce cuando se sinte tiza nueva matriz
cartilaginosa en el disco epifisario. La pro ducción de matriz cartilaginosa empuja la epífisis
lejos de la diáfisis, alargando el hueso. Los eventos que siguen a este cre cimiento
incremental, son, hipertrofia, calcificación, resor ción y osificación, involucran simplemente
los mecanismos por los cuales el cartílago recién formado es sustituido por te jido óseo
durante el desarrollo. El hueso aumenta su ancho o diámetro cuando el creci miento
aposicional del nuevo hueso ocurre entre las laminillas corticales y el periostio. La cavidad de
la médula se agranda, por resorción ósea de la superficie del endostio de la corteza del hueso.
A medida que los huesos se alargan, su remodela ción es requerida. Éste se compone de la
resorción preferen cial en algunas zonas del hueso y la deposición en otras zonas, como se
comentó antes y como se ilustra en la fig. 8-23. Cuando una persona alcanza su máximo
crecimiento, la producción de cartílago en el disco epifisario finaliza. Cuando la proliferación de
un nuevo cartílago cesa, el cartí lago que ya se ha producido en el disco epifisario continúa
sufriendo los cambios que conducen a la deposición de nuevo hueso hasta que, finalmente,
desaparece por completo. En este punto, confluyen las cavidades medulares de la epífisis y la
diáfisis. La eliminación del disco epifisario se conoce como cierre epifisario. En la ilustración 9
de la figura 8-20, ya no hay cartílago epifisario; en la ilustración 10, ambos cartílagos epifisarios
han desaparecido. El crecimiento se ha completado y el cartílago restante se encuentra sólo en
las superficies arti CUADRO 8-2 Correlación clínica: osteoporosis La osteoporosis, que significa
literalmente hueso poroso, es la enfermedad ósea más común y se caracteriza por la pérdida
progresiva de la densidad ósea normal acompañada por el deterioro de su microarquitectura.
Su causa es un desequilibrio entre la resorción ósea mediada por osteoclas tos y la deposición
ósea mediada por osteoblastos, lo que produce la disminución de la masa ósea, el aumento de
la fragilidad de los huesos y el aumento del riesgo de fractura. En individuos sanos, la actividad
de los osteoclastos está regulada principalmente por la PTH y en menor medida por la IL-1 y el
TNF. Además, la diferenciación de precursores de osteoclastos se encuentra bajo la influencia
del M-CSF y la IL-6. Las hormonas femeninas conocidas como estrógenos (especialmente
estradiol) inhiben la producción de estas citocinas, y por lo tanto, limitan la actividad de los
osteoclas tos. En las mujeres posmenopáusicas, en quienes las con centraciones de estrógeno
están reducidas, la secreción de estas citocinas se incrementa, generando una mayor
activi dad de los osteoclastos que conduce a la intensificación de la resorción ósea. La
osteoporosis es una enfermedad que afecta a unos 75 millones de personas en Estados
Unidos, Europa y Japón, entre ellas una tercera parte son mujeres posmenopáusicas y la
mayoría de la población de edad avanzada. Es la causa de más de 1,3 millones de fracturas
anuales en Estados Unidos. Hay tres tipos generales de osteoporosis. • Osteoporosis primaria
tipo I, que se produce en mujeres posmenopáusicas. Debido a que este tipo aparece en una
etapa más temprana de la vida que la de tipo II, su efecto a largo plazo suele ser más grave que
la osteoporosis que se desarrolla en los años posteriores de la vida. (Continúa en pág. 257)
FIGURA 8-25 Microrradiografía del corte transversal de un hueso. Este corte transversal
200mm de espesor del hueso de un varón saludable de 19 años, muestra diversos grados de
mineralización en diferentes osteonas. El hueso compacto maduro está reemplazando
activamente el hueso inmaduro, que se ve en la superficie perióstica (ar riba). El grado de
mineralización está reflejado por los tonos claros y oscu ros de la microrradiografía. Por lo
tanto, las zonas muy claras representan el tejido altamente mineralizado que desvía los rayos X
y les impide que incidan sobre la película fotográfica. Por el contrario, las zonas oscuras
contienen menos mineral y, por ende, son menos eficaces en desviar los rayos X. Debe tenerse
en cuenta que las laminillas intersticiales (el hueso más antiguo) son muy claras, mientras que
algunas de las osteonas son muy oscuras (éstas son las formadas más recientemente). Los
conductos de Havers se ven negros porque solo contienen tejidos blandos
radio transparentes. 157X. (Cortesía de la Dra. Jenifer Jowsey). CH008.indd 256 07/09/2015
01:29:41 p.m. DRM Removal 257 CAPÍTULO 8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO CUADRO 8-
2 Correlación clínica: osteoporosis (continuación) a b FIGURA C8-2.1 Fotomicrografía
electrónica de barrido de hueso trabecular. a. Esta imagen muestra un corte de hueso
trabecular obtenido de un cuerpo vertebral de una persona sana. b. Esta muestra se obtuvo de
un cuerpo vertebral de una mujer anciana y permite comprobar signos importantes de
osteoporosis. Debe compararse el patrón de la arquitectura trabecular en la osteoporosis y en
el hueso vertebral normal (Gentileza del Dr. Alan Boyd). • Osteoporosis primaria tipo II, que
ocurre en individuos de edad avanzada en su séptima u octava década de vida y es la causa
principal de morbilidad grave y pérdida funcio nal en este grupo de edades. • Osteoporosis
secundaria, que surge como resultado del tratamiento con fármacos (es decir,
corticosteroides) o procesos patológicos que pueden afectar el remodelado óseo, incluidas la
desnutrición, la inmovilización prolon gada, la ingravidez (es decir, con los viajes espaciales) y
las osteopatías metabólicas (es decir, hiperparatiroidismo, cánceres metastásicos). El hueso
osteoporótico tiene la estructura histológica normal; sin embargo, hay menos masa tisular (fig.
C8-2.1), lo que resulta en huesos debilitados que son más propensos a las fracturas después de
un traumatismo menor. Las frac turas de la cabeza y el cuello del fémur (conocidas
común mente como fracturas de cadera), las fracturas de muñeca y las fracturas por
compresión vertebral son lesiones co munes que a menudo incapacitan y confinan a una
persona mayor a una silla de ruedas. Las personas que sufren fractu ras se encuentran en
mayor riesgo de muerte, no en forma directa por causa de la fractura, sino debido a las
complica ciones de la hospitalización a causa de la inmovilización y un mayor riesgo de
neumonía, trombosis pulmonar y embolia. El tratamiento tradicional de las personas con
osteoporosis incluye una mejora de la dieta con suplementos de vitamina D y calcio y ejercicio
moderado para ayudar a frenar la pérdida ósea. Además de la dieta y el ejercicio, se utiliza el
tratamiento farmacológico orientado a desacelerar la resorción ósea. Hasta hace poco, el
tratamiento de elección en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis era la terapia de
reem- plazo hormonal con estrógenos y progesterona. Se sabe que el estrógeno retrasa la
resorción ósea, y disminuye así la pérdida de hueso. Los resultados de la Women’s Health
Initiative han demostrado que la terapia de reemplazo hor monal en efecto puede reducir el
riesgo de fracturas; sin embargo, causa un mayor riesgo de enfermedades cardio vasculares
adversas, así como un mayor riesgo de cáncer de mama. Los moduladores selectivos de los
receptores de estrógeno (SERM), como el raloxifeno, están reempla zando lentamente la
terapia de estrógeno. Este grupo de agentes farmacológicos se une a receptores de estrógeno
y actúa como un agonista (que imita la acción del estrógeno) en el hueso; en otros tejidos,
actúa inhibiendo la acción del receptor de estrógeno (que actúa como un antagonista de los
estrógenos). La terapia SERM tiene el mismo efecto benéfico que los estrógenos sobre el tejido
óseo, pero no causa los mismos efectos adversos como el estrógeno en otros tejidos (como el
aumento del riesgo de cáncer de mama). Otros tratamientos no estrógenos comprenden los
bisfosfonatos (es decir, el alendronato y el risedronato), que inhiben la actividad osteoclástica
mediante la inducción de la apoptosis de los osteoclastos. El tratamiento hormonal en la
osteoporosis incluye el uso de la hormona paratiroidea humana recombinante (es decir, la
teriparatida), que tiene la misma acción fisiológica sobre el hueso y los riñones que la
hormona. En dosis intermitentes, promueve la formación de hueso mediante el aumento de la
actividad osteoblástica y la mejora del espesor del hueso trabecular. La liberación de PTH es
modificada por el ejerci cio físico y depende de la intensidad y duración de éste. El ejercicio de
corta duración y de alta intensidad, y el ejercicio de larga duración y de baja intensidad
parecieran no tener impacto alguno en la secreción de PTH. En la actualidad, se están
estudiando en ensayos clínicos nuevos tratamientos que tienen como diana las moléculas de
RANK, RANKL y OPG que controlan el desarrollo, el compromiso, la diferenciación y la función
de las células del linaje de los osteoclastos. Éstos incluyen anticuerpos monoclonales
neutralizantes contra RANKL (denosumab) que se ha demostrado que reducen la cantidad de
os teoclastos en diferenciación por inhibición de su activación y supervivencia, con lo cual se
impide la resorción ósea. CH008.indd 257 07/09/2015 01:29:42 p.m. DRM Removal
258CAPÍTULO 8 Tejido óseo FORMACIÓN DEL HUESO culares de los huesos. En el sitio donde
estaba el disco epifi sario perdura como un vestigio la línea epifisaria, la cual está compuesta
de tejido óseo (v. fig. 8-2). Desarrollo del sistema osteonal (de Havers) Las osteonas
normalmente se forman en el hueso com pacto preexistente. El hueso compacto puede
adoptar diferentes formas. Se puede formar a partir de hueso esponjoso fetal por depósito
constante de tejido óseo sobre las espículas; puede depositarse directamente como hueso
compacto maduro (p. ej., las lami nillas circunferenciales de un hueso adulto) o podría ser
hueso compacto más antiguo compuesto por osteonas y laminillas intersticiales. El proceso en
el cual se forman nuevas osteonas se conoce como remodelado interno. Durante el desarrollo
de osteonas nuevas, los osteosclas tos perforan un túnel a través del hueso compacto. La
formación de una osteona nueva en el hueso compacto implica en un principio la creación de
un espacio en forma de túnel, la cavidad de resorción, por actividad de los osteoclas tos. Esta
cavidad de resorción tendrá las dimensiones de la osteona nueva. Cuando los osteoclastos han
producido un túnel cilíndrico de tamaño apropiado por resorción de hueso compacto, vasos
sanguíneos junto con su tejido conjuntivo circundante ocupan su luz. Conforme se ocupa el
túnel, casi de inmediato comienza la nueva formación ósea. Estos dos aspectos de la actividad
celular, o sea, resorción osteoclástica y síntesis osteoblástica constituyen una unidad de
remodelado óseo. La unidad de remodelado óseo consiste en dos partes distintas: un cono de
corte (también llamado conducto de resorción) y un cono de cierre (fig. 8-24). CUADRO 8-4
Consideraciones funcionales: regulación hormonal del crecimiento óseo. Otras hormonas
además de la PTH y la calcitonina, tienen efectos importantes sobre el crecimiento óseo. Una
de ellas es la hormona hipofisaria de crecimiento (GH, somatotro fina). Esta hormona estimula
el crecimiento en general y, en especial, el crecimiento del cartílago epifisario y del hueso.
Actúa directamente sobre las células osteoprogenitoras y las estimula para que se dividan y se
diferencien. Los con drocitos en los discos epifisarios son regulados por el factor de
crecimiento similar a la insulina (IGF-I) el cual es produ cido principalmente por el hígado en
respuesta a la GH. Ade más de la IGF-I, la insulina y las hormonas tiroideas también estimulas
la actividad de los condrocitos. La hipersecreción (secreción excesiva) en la infancia, causada
por un defecto del mecanismo regulador de la secreción de STH o tumor productor de GH en la
glándula hipófisis, produce gigan- tismo, cuya característica es un aumento anómalo en la
lon gitud de los huesos. La falta o la hipersecreción de la GH en los niños conducen a una
detención del crecimiento de los huesos largos y a un enanismo hipofisario. La carencia o la
hiposecreción grave de la hormona tiroidea durante el desa rrollo del feto y del lactante
también conducen a una falta de crecimiento óseo y a enanismo, un trastorno que se conoce
como hipotiroidismo congénito. Cuando la hipersecreción de GH ocurre en un adulto, los
huesos no crecen en longitud a causa del cierre de los discos epifisarios. En cambio, se
comprueba engrosamiento óseo anómalo y agrandamiento selectivo de las manos, pies,
mandíbula, nariz y huesos de la membrana del cráneo. Esta enfermedad, conocida como
acromegalia, es producida por el aumento de la actividad de los osteoblastos en las superficies
óseas. CUADRO 8-3 Correlación clínica: factores nutricionales en la osificación Tanto los
factores nutricionales como los hormonales afec tan el grado de mineralización ósea. La
insuficiencia de calcio durante el crecimiento causa raquitismo, un trastorno en el que la
matriz ósea no se calcifica con normalidad. El raquitismo puede ser la consecuencia de
cantidades insufi cientes de calcio en la dieta o de la falta de vitamina D (una prohormona
esteroide), que es necesaria para la absorción de calcio en el intestino. Una radiografía de un
niño con raquitismo avanzado presenta signos radiológicos clásicos: genu valgo (curvatura de
concavidad interna de los huesos largos de los miembros inferiores), deformación torácica o
craneal (a menudo con un aspecto “cuadrático” distintivo). Si el raquitismo no se trata
mientras los niños todavía se encuentran en etapa de crecimiento, las deformidades
esqueléticas y la estatura baja pueden ser permanentes. En el adulto, en cambio, la misma
insuficiencia nutricional o vitamínica produce osteomalacia. Si bien el raquitismo y la
osteomalacia ya no son un problema importante en las comunidades con alimentación
adecuada, en muchos países en vías de desarrollo el raquitismo es una de las enfermeda des
más frecuentes de la infancia. Además de su efecto sobre la absorción intestinal de calcio, la
vitamina D también es necesaria para la calcificación normal. Otras vitaminas que se sabe que
actúan sobre el hueso son la vitamina A y C. La insuficiencia de vitamina A suprime el
crecimiento endocondral del hueso, mientras que su exceso produce fragilidad ósea y
aumenta la frecuencia de las frac turas de huesos largos. La vitamina C es indispensable para
la síntesis de colágeno y su deficiencia causa escorbuto. La matriz ósea producida en el
escorbuto no se puede calcificar. Otra forma de mineralización ósea insuficiente que se ve con
frecuencia en las mujeres posmenopáusicas es el trastorno conocido como osteoporosis (v.
cuadro 8-2). CH008.indd 258 07/09/2015 01:29:42 p.m. DRM Removal 259 CAPÍTULO 8 Tejido
óseo FORMACIÓN DEL HUESO El extremo del cono de corte está formado por osteoclas tos
que avanzan, y a los que les siguen de cerca un asa capi lar y pericitos. También contiene
muchas células en proceso de división celular que dan lugar a osteoblastos, pericitos
adi cionales y células endoteliales (se debe recordar que los os teoclastos derivan de las
células progenitoras hematopoyéticas mononucleares). Los osteoclastos perforan un conducto
de unos 200mm de diámetro. Este conducto establece el diáme tro del futuro sistema
osteonal (de Havers). El cono de corte constituye sólo una pequeña fracción de la longitud de
la uni dad de remodelado óseo; por lo tanto, se ve con una frecuen cia mucho menor que el
cono de cierre. Una vez establecido el diámetro del futuro sistema de Ha vers, los
osteoblastos empiezan a llenar el conducto mediante el depósito de matriz orgánica del hueso
(osteoide) en sus pa redes en laminillas sucesivas. Con el tiempo, la matriz ósea de cada una
de las laminillas se mineraliza. Dado que las lamini llas óseas sucesivas se depositan desde la
periferia hacia el in terior, el conducto alcanza por fin el diámetro relativamente angosto del
conducto osteonal maduro. El hueso compacto maduro contiene sistemas de Havers de
diferente tamaño y antigüedad. El análisis microrradiográfico de una preparación de hueso por
desgaste revela que los sistemas de Havers más jóvenes ex hiben menos mineralización que
los sistemas más viejos (fig. 8-25). Los sistemas de Havers se someten a una mineraliza ción
secundaria progresiva que continúa (hasta cierto punto) incluso después de que la osteona ha
completado su forma ción. La figura 8-25 también ilustra el remodelado interno di námico al
que está sometido el hueso compacto. En el adulto, la formación ósea está en equilibrio con la
resorción. En una persona anciana, la resorción a menudo excede la formación. a b d c e hueso
compacto coágulo de sangre necrosis ósea hueso esponjoso fibrocartílago tejido de
granulación hueso compacto nuevo formación del callo blando cavidad de la médula ósea
periósito arteria nutricia hueso normal hematoma de fractura callo duro callo blando
remodelado óseo FIGURA 8-26 Fractura ósea y etapas del proceso de curación del hueso. a.
Un hueso sano visto antes de la fractura. b. La respuesta inicial a la lesión produce un
hematoma de fractura que rodea los extremos del hueso fracturado. Los extremos de los
fragmentos de hueso sufren necrosis. Se desarrolla la reacción inflamatoria aguda y se
manifiesta por la infiltración de neutrófilos y macrófagos, la activación de fibroblastos y la
proliferación de capilares. El hematoma de fractura es reemplazado gradualmente por tejido
de granulación. c. A medida que el tejido de granulación se hace mayor, se deposita la matriz
fibrocartilaginosa. El fibrocartílago neoformado llena el vacío en el sitio de la fractura
produciendo un callo blando. Esto estabiliza y une los extremos fracturados del hueso. d. Las
células osteoprogenitoras del periostio se diferencian en osteoblastos y comienzan a depositar
hueso nuevo en la superficie exterior del callo (proceso intramembranoso) hasta que el hueso
nuevo forma una envoltura ósea sobre el callo blando fibrocartilaginoso. El cartílago en el callo
blando se calcifica y es sustituido en forma gradual por el hueso como en la osificación
endocondral. El nuevo depósito de hueso forma un callo óseo duro. El remodelado óseo del
callo duro transforma tejido óseo en la estructura lamelar madura con una cavidad central de
médula ósea. El callo duro se sustituye gradualmente por la acción de los osteoclastos y
osteoblastos que restaura el hueso a su forma original. CH008.indd 259 07/09/2015 01:29:43
p.m. DRM Removal 260CAPÍTULO 8 Tejido óseo MINERALIZACIÓN BIOLÓGICA Y VESÍCULAS
MATRICIALES biológica y el hecho de que factores fisicoquímicos son fun damentales para el
proceso, la mineralización biológica es un fenómeno regulado por células. La mineralización
comprende la liberación de vesículas matriciales hacia la matriz ósea. En los sitios donde se
inicia la mineralización de hueso, car tílago, dentina y cemento, la concentración local de
iones Ca2+ y PO4 3– en la matriz deben exceder el nivel del umbral normal. Varios
acontecimientos son responsables de esta mi neralización: • La fijación de Ca2+ extracelular
por la osteocalcina y otras sialoproteínas crea una concentración local alta deesteión. • La
concentración alta de Ca2+ estimula los osteoblastos para que secreten fosfatasa alcalina
(ALP), que aumenta la concentración local de iones PO4 3–. La concentración alta de PO4 3–
estimula el aumento adicional de la con centración de Ca2+ en donde se iniciará la
mineralización. Si este desequilibrio es excesivo, entonces se desarrolla la os teoporosis (v.
cuadro 8-2). MINERALIZACIÓN BIOLÓGICA Y VESÍCULAS MATRICIALES La mineralización es un
fenómeno extracelular regulado por células. La mineralización se lleva a cabo en la matriz
extracelular del hueso y del cartílago, y en la dentina, el cemento y el esmalte de los dientes.
La matriz de todas estas estructuras, excepto el esmalte, contiene fibrillas colágenas y
sustancia fundamental. La mineralización se produce al mismo tiempo en las fibrillas colágenas
y en la sustancia fundamental que las rodea. En el esmalte, la mineralización se produce
dentro de la matriz extracelular secretada por el órgano del esmalte. A pesar de la localización
extracelular de la mineralización a c b hueso antiguo cartílago callo blando hueso antiguo sitio
de fractura hueso antiguo callo blando hueso antiguo sitio de fractura hueso antiguo FIGURA
8-27 Fotomicrografía de un hueso largo fracturado en proceso de reparación. a. Esta
fotomicrografía de poco aumento de un preparado teñido con H&E de una fractura ósea de 3
semanas de evolución, muestra los fragmentos del hueso unidos por el callo
fibrocartilagi noso. En esta etapa, el cartílago sufre osificación endocondral. Además, los
osteoblastos del periostio intervienen en la secreción de matriz ósea nueva en la superficie
externa del callo. A la derecha de la foto, el callo fibrocartilaginoso está cubierto por periostio,
que también sirve como sitio de fijación para el músculo esquelético. 35X. b. Más aumento de
la región del callo contenida en el rectángulo superior de la foto a que permite ver
osteoblastos que revisten cordones. La mayor parte de la matriz fibrosa y cartilaginosa original
en este sitio ya ha sido reemplazada por tejido óseo. El hueso inicial se deposita en la forma de
tejido óseo inmaduro, que luego es reemplazado por hueso compacto maduro. 300X. c. Más
aumento de la región del callo contenida en el rectángulo inferior de la foto a. Un fragmento
de hueso antiguo extraído del sitio de la fractura por el periostio ahora es contiguo al cartílago.
Será eliminado por actividad osteoclástica. El cartílago se calcificará y será reemplazado por
trabéculas óseas nuevas como se ve en la foto b. 300X. CH008.indd 260 07/09/2015 01:29:44
p.m. DRM Removal 261 CAPÍTULO 8 Tejido óseo BIOLOGÍA DE LA REPARACIÓN ÓSEA • En esta
etapa de concentraciones extracelulares altas de Ca2+ y PO4 3– los osteoblastos liberan
pequeñas vesículas matriciales (de 50nm a 200nm de diámetro) hacia la ma triz ósea. Estas
vesículas contienen ALP y pirofosfatasa que escinden iones PO4 3– de otras moléculas de la
matriz. • Las vesículas matriciales que acumulan Ca2+ y escinden iones PO4 3– causan un
aumento del punto isoeléctrico local, lo cual produce la cristalización de CaPO4 en las vesículas
matriciales circundantes. • Los cristales de CaPO4 inician la mineralización de la ma triz por
formación y depósito de cristales de hidroxiapatita [Ca10(PO4)6(OH)2] en la matriz que rodea
a los osteoblas tos. Las vesículas matriciales derivadas de los osteoblastos son los factores
esenciales que controlan el sitio donde se inicia el depósito del mineral en el osteoide. Una vez
que los pri meros cristales de hidroxiapatita han precipitado, crecen con rapidez por acreción
hasta que se unen con los cristales veci nos producidos alrededor de otras vesículas
matriciales. De esta manera, una onda de mineralización recorre el osteoide. Otras células que
producen osteoide son los ameloblastos y los odontoblastos de los dientes en desarrollo.
ASPECTOS FISIOLÓGICOS DEL TEJIDO ÓSEO El hueso sirve como reservorio corporal de calcio.
El mantenimiento de la concentración normal sanguínea de calcio es fundamental para la salud
y la vida. El calcio puede llevarse desde la matriz ósea hasta la sangre si el nivel de calcio
circulante en sangre disminuye por debajo de un punto crítico (rangos de concentración de
calcio fisiológicos 8,9mg/dl – 10,1mg/dl). Por el contrario, si hay un exceso de calcio en sangre,
este puede removerse de la sangre y almace narse en el hueso. Estos procesos están
regulados por la hormona paratiroi- dea (PTH), secretada por las células principales de la
glándula paratiroides, y la calcitonina, secretada por las células parafo liculares de la glándula
tiroides (cuadro 8-4). • La PTH actúa sobre el hueso para elevar el nivel bajo del calcio en
sangre hasta alcanzar la normalidad. • La calcitonina actúa para bajar el nivel elevado de calcio
en sangre hasta llegar a la normalidad. La PTH estimula a los osteocitos y osteoclastos
(indirecta mente a través de vías de señalización de RANK-RANKL, de bido a que los
osteoclastos no tienen receptores de PTH) para que resorban el hueso, lo que permite la
liberación de calcio hacia la sangre. Como ya se comentó (v. pág. 244-245), la re sorción del
hueso por los osteocitos se produce durante el re modelado osteocítico. La PTH también
reduce la excreción de calcio por el riñón y estimula la absorción de calcio por el intestino
delgado. La PTH actúa, para mantener la homeos tasis mediante la estimulación del riñón para
que excrete el exceso de fosfato producido por la resorción ósea. La calcito- nina inhibe la
resorción ósea, específicamente inhibiendo los efectos de la PTH sobre los osteoclastos. El
concepto clásico sobre la acción de la PTH en relación con la regulación de el nivel de calcio en
suero y la resorción ósea, es más complejo. Durante algún tiempo, se ha conocido que la PTH
también puede estimular la formación ósea. En otras palabras, tiene una acción anabólica
(aumenta la osi ficación) en contraste con su acción catabólica que causa la resorción ósea. De
hecho, en ensayos clínicos en los que se administró PTH en dosis subcutáneas intermitentes a
mu jeres posmenopáusicas con osteoporosis, han mostrado un aumento significativo en la
formación ósea y la densidad mi neral de los huesos. Los aumentos en la cantidad de hueso
es ponjoso debido al tratamiento con PTH se han mostrado en el hueso ilíaco, cuerpos
vertebrales y los ejes del radio y fémur (v. cuadro 8-2). Los mecanismos probables detrás de
esta ac ción anabólica de la PTH contraria a lo esperado, es posi ble que esté relacionado con
su dosificación. El tratamiento corto o intermitente con PTH es anabólico; estimula la
de posición ósea a través de las vías AMPc/IGF-1 en osteocitos y osteoblastos. Por el
contrario, el tratamiento prolongado y continuo es catabólico; aumenta la producción de
moléculas de RANKL por los osteoblastos y los linfocitos T, lo que con duce a la activación de
los osteoclastos y a la resorción ósea. Las células óseas producen hormonas endocrinas que
par ticipan en la regulación del metabolismo de fosfato y glu cosa. Descubrimientos recientes
de nuevas hormonas producidas por los osteoblastos y osteocitos, incluyen el esqueleto en el
grupo de los órganos endocrinos que son responsables de la homeostasis mineral y nutricional.
Estas hormonas son las si guientes: • El factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF-23), que
es producido por los osteocitos, regula las concen traciones de fosfato sérico mediante la
alteración de las concentraciones de vitamina D activa y la actividad de los transportadores de
fosfato específicos en el riñón. El FGF-23 es un factor importante al colaborar con la PTH en la
eliminación del exceso de fosfato liberado de las hi droxiapatitas durante la resorción ósea. •
La osteocalcina, que es producida por los osteoblastos, está vinculada con una nueva vía de
regulación energética y metabólica de la glucosa. Su objetivo son los adipocitos y las células
productoras de insulina en el páncreas. Tanto el FGF-23 como la osteocalcina funcionan como
hormonas endocrinas clásicas; es decir, que se producen ex clusivamente en el tejido óseo y
actúan sobre órganos blanco distantes mediante un mecanismo regulador de
retroalimen tación. El entendimiento de la función endocrina del tejido óseo mejorará el
diagnóstico y tratamiento de pacientes con osteoporosis, diabetes mellitus y otros trastornos
metabólicos. BIOLOGÍA DE LA REPARACIÓN ÓSEA El hueso puede repararse a sí mismo
después de la lesión, ya sea por un proceso de curación ósea directa (primaria) o indirecta
(secundaria). La reparación de la fractura ósea puede ocurrir en dos pro cesos: la curación del
hueso en forma directa o indirecta. La curación ósea directa (primaria) se produce cuando el
hueso CH008.indd 261 07/09/2015 01:29:44 p.m.Removal 262CAPÍTULO 8 Tejido óseo
BIOLOGÍA DE LA REPARACIÓN ÓSEA fracturado se estabiliza quirúrgicamente con placas de
com presión y se restringe por completo el movimiento entre los fragmentos fracturados del
hueso. En este proceso, el hueso sufre un remodelado interno similar al del hueso maduro. Los
conos de corte formados por los osteoclastos cruzan la línea de fractura y generan conductos
de resorción longitudinales, que después se llenan con osteoblastos productores de hueso que
residen en los conos de cierre (v. la pág. 260 para más detalles). Este proceso da lugar en
forma simultánea a la ge neración de una unión ósea y a la restauración de los sistemas de
Havers. La curación ósea indirecta (secundaria) implica res puestas del periostio y de los
tejidos blandos circundantes, así como la formación de hueso endocondral e
intramembra noso. Este tipo de reparación ósea se produce en las fractu ras que son tratadas
con fijación ósea no rígida o semirrígida (es decir, el tratamiento con escayolas, aparatos
ortopédicos de fractura, fijación externa, enclavado intramedular o aplica ción de placas de
metal sobre el espacio de fractura). Las prin cipales etapas de la cicatrización ósea indirecta se
muestran en la figura 8-26. La fractura de hueso inicia una respuesta inflamatoria aguda que es
necesaria para la curación del mismo. La respuesta inicial a la fractura ósea es similar a la
respuesta frente a cualquier lesión que produce destrucción de tejido y hemorragia.
Inicialmente, se forma un hematoma de frac- tura (acumulación de sangre que rodea extremos
de la frac tura de los huesos) (fig. 8-26b) y se observa necrosis ósea en los extremos de los
fragmentos del hueso fracturado. La lesión de los tejidos blandos y la desgranulación de las
plaquetas de los coágulos sanguíneos, son responsables de la secreción de citocinas (p. ej.,TNF-
a, IL-1, IL-6, IL-11, IL-18) y del inicio de la respuesta inflamatoria aguda. Este proceso se refleja
por la infiltración de los neutrófilos seguida por la migración de los macrófagos. A
continuación, los fibroblastos y los capilares proliferan y crecen en el sitio de la lesión. Además,
las células madre mesenquimatosas especí ficas llegan al lugar de la lesión desde los tejidos
blandos cir cundantes y la médula ósea. El hematoma de fractura, que en un principio
contenía eritrocitos atrapados dentro de una red de fibrina, se sustituye en forma gradual por
tejido de granu- lación, un tipo de tejido conjuntivo laxo recién formado que contiene fibras de
colágeno de tipo III y tipo II. Tanto los fi broblastos como las células del periostio participan
durante esta fase de la curación. El tejido de granulación se transforma en callo blando
fi brocartilaginoso, que contribuye a que la fractura tenga una estructura estable y
semirrígida. A medida que el tejido de granulación se vuelve más denso, los condroblastos se
diferencian del revestimiento del perios tio y la matriz del cartílago recién producida invade la
perife ria del tejido de granulación. El tejido conjuntivo denso y el cartílago recién formado
crecen y cubren el hueso en el sitio de fractura y producen un callo blando (fig. 8-26c). Este
callo se forma con inde pendencia de las zonas fracturadas que están en aposición in mediata
la una de la otra, y contribuye a estabilizar y unir el hueso fracturado (fig. 8-27). El callo óseo
reemplaza el fibrocartílago en el sitio de frac tura y permite la carga de peso. Mientras el callo
se está formando, las células osteoprogeni toras del periostio se dividen y se diferencian en
osteoblastos. Los osteoblastos recién formados comienzan a depositar os teoide en la
superficie exterior del callo (proceso intramem branoso) a una distancia de la fractura. Esta
nueva formación de hueso progresa hacia el sitio de la fractura hasta que el hueso nuevo
forma una envoltura sobre el callo fibrocartilagi noso. Los brotes osteogénicos de este nuevo
hueso invaden el callo y comienzan a depositar tejido óseo dentro del mismo, con lo que se
reemplaza gradualmente el callo fibroso y car tilaginoso original por un callo duro (fig. 8-26d).
Además, la proliferación y la diferenciación del endostio se producen en la cavidad medular y
el hueso crece desde ambos extremos de la fractura hacia el centro. Cuando este hueso se
une, la unión ósea del hueso fracturado, producida por los osteoblas tos y derivada tanto del
periostio como del endostio, consiste en hueso esponjoso. Al igual que en la formación de
hueso endocondral, el hueso esponjoso se reemplaza gradualmente por tejido óseo. El callo
duro se torna más sólido y mecáni camente rígido. El proceso de remodelado restaura la
forma original del hueso. Si bien el callo duro tiene una estructura rígida que propor ciona
estabilidad mecánica a la zona de la fractura, no restaura por completo las propiedades del
hueso normal. El callo duro se somete al remodelado óseo a fin de transformar el depósito de
nuevo tejido óseo en un hueso maduro lamelar. Después de esto, la cavidad de la médula ósea
necesita restaurarse. Mientras se está formando hueso compacto, se eliminan los restos del
callo duro por la acción de los osteoclastos y el re- modelado óseo gradual restaura el hueso a
su forma original (fig. 8-26e). En personas sanas, este proceso suele durar de 6 a 12 sema nas,
según la gravedad de la fractura y el hueso específico que se haya fracturado. El proceso
inflamatorio tiene una dura ción de aproximadamente 1 semana. Por lo general, se
acom paña de dolor e inflamación, y conduce a la formación de tejido de granulación. El callo
blando se forma en unas 2 a 3 semanas después de la fractura, y el callo duro en el que los
fragmentos fracturados están firmemente unidos por hueso nuevo, requiere de 3 a 4 meses
para desarrollarse. El proceso de remodelado óseo puede durar desde unos pocos meses a
varios años hasta que el hueso vuelve por completo a su forma original. Ajustar el hueso (es
decir, devolverlo a la configura ción anatómica normal) y mantener las piezas en su lugar por
medio de fijación interna (con clavos, tornillos o placas) o fi jación externa (con férulas,
escayolas o tutores externos), ace lera el proceso de curación. CH008.indd 262 07/09/2015
01:29:44 p.m. DRM Removal 263 Puntos esenciales El tejido óseo CAPITULO 8 Tejido óseo
HISTOLOGÍA 101 GENERALIDADES DEL TEJIDO ÓSEO ◗ El tejido óseo es un tipo de tejido
conjuntivo especializado que se caracteriza por una matriz extracelular mineralizada que
almacena el calcio y fosfato. El tejido óseo contribuye a la estructura esquelética, que soporta
el cuerpo, protege las estructu ras vitales, proporciona bases mecánicas para el movimiento
corporal, y alberga la médula ósea. MATRIZ CELULAR Y EXTRACELULAR ◗ Los osteoblastos se
diferencian a partir de células osteoprogeni toras y secretan osteoide, una matriz ósea no
mineralizada que sufre mineralización desencade nada por vesículas matriciales. ◗ Los
osteocitos son células óseas maduras encerradas dentro de la gunas de la matriz ósea. Se
co munican con otros osteocitos por una red de procesos celulares lar gos que ocupan
canalículos, y que responden a las fuerzas mecá nicas aplicadas al hueso. ◗ Los osteoclastos
se diferencian a partir de células progenitoras he matopoyéticas; reabsorben la ma triz ósea
durante la formación y el remodelado del hueso. Se dife rencian y maduran bajo el control del
mecanismo de señalización de RANK–RANKL. ◗ La matriz ósea contiene princi palmente
colágeno tipo I junto con otras proteínas no colágenas y proteínas reguladoras. ESTRUCTURA
GENERAL DE LOS HUESOS ◗ Los huesos se clasifican según su forma. Los huesos largos son de
forma tubular y se componen de dos extremos (epífisis proximal y distal) y un eje largo
(diá fisis). ◗ La unión entre la diáfisis y las epífisis es la metáfisis. ◗ El hueso está cubierto por
el periostio, una membrana de tejido conjuntivo que se adhiere a la superficie exterior
mediante las fibras de Sharpey. El periostio contiene una capa de células osteoprogenitoras
(periosteales) que pueden dife renciarse en osteoblastos. ◗ Las cavidades óseas están
revestidas por el endostio, una sola capa de células que contiene células osteoprogenitoras
(endosteales), osteoblastos y osteoclastos. ◗ Los huesos se articulan con huesos vecinos
mediante articulaciones sinoviales, una conexión móvil. Las superficies articulares que forman
zonas de contacto entre dos huesos están cubiertas por hialina (articular) del cartílago.
ESTRUCTURA GENERAL DEL TEJIDO ÓSEO ◗ El tejido óseo formado durante el desarrollo se
denomina hueso inmaduro (te jido). ◗ Se diferencia del hueso maduro (lamelar) en la
disposición de las fibras colá genas. ◗ El tejido óseo se clasifica ya sea como compacto
(denso) o esponjoso (trabecu lar). El hueso compacto está por fuera y por debajo del
periostio, mientras que una malla esponjosa interna de cordones forma el hueso esponjoso. ◗
El hueso maduro (lamelar) está compuesto principalmente por osteonas (sis temas de
Havers). Estas estructuras lamelares concéntricas se organizan alrede dor de un conducto
osteonal (de Havers) que contiene el suministro nervioso y vascular de la osteona. Los
conductos de perforación (de Volkmann) están dispuestos perpendicularmente y conectan los
conductos osteonales uno con otro. ◗ Las lagunas entre laminillas concéntricas contienen
osteocitos que están inter comunicados con otros osteocitos y con el conducto osteonal
mediante cana lículos. CH008.indd 263 07/09/2015 01:29:47 p.m. DRM Removal
264CAPÍTULO 8 Tejido óseo HISTOLOGÍA 101 CRECIMIENTO, REMODELADO Y REPARACIÓN
ÓSEA ◗ El alargamiento del hueso endocondral depende del crecimiento intersticial del
cartílago en el disco epifi sario. ◗ El hueso aumenta su ancho (diámetro) mediante el
cre cimiento por aposición de nuevo hueso que se produce entre el hueso compacto y el
periostio. ◗ El hueso está en constante remodelación durante toda la vida por las unidades de
remodelado óseo compues tas por osteoclastos y osteoblastos. Este proceso permite que el
hueso cambie de forma en respuesta a la carga mecánica. ◗ El hueso se autorrepara después
de la lesión, ya sea por un proceso de curación ósea directo (primario) o indi recto
(secundario). ◗ Después de la lesión, las células del periostio se activan para producir un callo
blando (fibrocartílago), que se sustituye posteriormente por un callo duro (óseo). ASPECTOS
FISIOLÓGICOS DEL HUESO ◗ El hueso sirve como un depósito de Ca2+ en el cuerpo. El Ca2+
puede ser retirado de hueso si la concentración sanguínea circulante del mismo cae por debajo
del valor crítico. Asimismo, el exceso de Ca2+ puede eliminarse de la sangre y almacenarse en
el hueso. ◗ El mantenimiento de la concentración sanguínea Ca2+ está regulado por la
hormona paratiroidea (PTH), secre tada por las glándulas paratiroides y por la calcitonina,
secretada por la glándula tiroides. ◗ La PTH estimula tanto los osteocitos como los
osteoclas tos (indirectamente a través de vías de señalización de RANK-RANKL ya que los
osteoclastos no tienen re ceptores de PTH) para resorber hueso, y aumenta, de este modo, la
concentración sanguínea de Ca2+. ◗ La calcitonina inhibe la resorción ósea mediante la
in hibición de los efectos de la PTH sobre los osteoclas tos, lo que reduce la concentración
sanguínea de Ca2+. FORMACIÓN ÓSEA ◗ El desarrollo de hueso se clasifica como endocondral
(un modelo cartilaginoso sirve como precursor óseo) u osificación intramembranosa (sin la
participación de un precursor cartilaginoso). ◗ Los huesos planos del cráneo, mandíbula y
clavícula se desarrollan por osificación intramembranosa; todos los otros hue sos se
desarrollan por osificación endocondral. ◗ En la osificación endocondral, se forma el modelo
de cartílago hialino. A continuación, las células osteoprogenitoras que rodean este modelo se
diferencian en células formadoras de hueso que inicialmente depositan hueso en la superfi cie
del cartílago (collar óseo periosteal) y después penetran en la diáfisis para formar el centro de
osificación primario. ◗ Los centros primarios y secundarios de osificación están separados por
el disco epifisario, que provee una fuente de car tílago nueva involucrada en el crecimiento
óseo que se observa en niños y adolescentes. ◗ El disco epifisario tiene varias zonas (cartílago
de reserva, proliferación, hipertrofia, cartílago calcificado y resorción). El cartílago calcificado y
resorbido se sustituye por hueso. CH008.indd 264 07/09/2015 01:29:49 p.m. DRM Removal
265LÁMINA 11 Hueso, mét odo de desgast e LÁMINA 11 Hueso, método de desgaste El hueso
es un tejido conjuntivo especializado que se caracteriza por una matriz extracelular
mineralizada. El fosfato de calcio, en forma de cristales de hidroxiapatita [Ca10 (PO4)6OH2], se
deposita a lo largo de las fibrillas de colágeno y en la sustancia fundamental de
proteoglucanos. El hueso sirve como sitio de almacenamiento de calcio y fosfato, que pueden
liberarse en la sangre para mantener las concentraciones homeostáticas. Los osteocitos
residen en lagunas en la matriz ósea y extienden evaginaciones celulares finas en canalículos
que comunican las lagunas, formando así una red continua de las células dentro del tejido
mineralizado. Los huesos son órganos del sistema esquelético; el tejido óseo es el componente
estructural de los huesos. Los preparados de hueso por desgaste se obtienen sin el uso de
fijadores; simplemente se deja que el tejido se seque. Luego se cor tan rebanadas delgadas de
huesos secos con una sierra y se desgastan a una delgadez que permita la visualización con un
microscopio óptico. Las muestras se pueden tratar con tinta china para definir los espacios que
antes estuvieron ocupados por materia orgánica, por ejemplo, células, vasos sanguíneos y
matriz no mineralizada. Un método más sencillo es montar el tejido desgastado en un
portaobjetos con un medio viscoso que mantenga el aire atrapado en algunos de los espacios,
como en la muestra de esta lámina. Aquí, algunos de los conductos osteonales y un conducto
de perforación se llenan con el medio de montaje, lo cual los torna translúcidos en lugar de
verse negros. El valor de las muestras preparadas de esta manera reside en que permiten ver
la arquitectura del hueso compacto. Hueso desgastado, hueso largo, ser humano, 80X. Esta
figura muestra un corte transversal de un hueso largo visto con poco aumento e incluye el
aspecto exterior o pe riférico, identificado por la presencia de laminillas circun- ferenciales
(CL). (La superficie externa o perióstica del hueso no está incluida en la fotomicrografía.) A la
derecha están las osteonas (O) o los sistemas de Havers que aparecen como siluetas circulares.
Entre las osteonas están las laminillas intersticiales (IL), que son los restos de osteonas
antiguas. Las osteonas, en esencia, son estructuras cilíndricas. En la diáfisis de un hueso largo,
el eje mayor de las osteonas está orientado en paralelo al eje mayor del hueso. Por lo tanto, un
corte transversal a través de la diáfisis de un hueso largo mostrará las osteonas en secciones
transversa les, como en esta figura. En el centro de cada osteona está el conducto osteonal
(de Havers) (HC) que contiene vasos sanguíneos, tejido con juntivo y células que recubren la
superficie del material óseo. Debido a que el material orgánico no se conserva en los
preparados por desgaste, los conductos de Havers y otros espacios se verán en negro, como lo
hacen aquí, si se llenan con tinta china o aire. Las capas concéntricas de sustancia
mineralizada, las laminillas concéntricas, que rodean el con ducto de Havers se parecen a los
anillos de crecimiento de un árbol. El conducto también está rodeado por lagunas de
disposición concéntrica. Éstas aparecen como pequeñas estructuras, oscuras y alargadas.
Durante el período de crecimiento óseo y durante la vida adulta, se produce un remodelado
interno constante del hueso. Esto involu cra la destrucción de osteonas y la formación de
otras nuevas. Sin em bargo, la degradación de una osteona suele no ser completa; parte de
ella puede permanecer intacta. Por otra parte, porciones de osteonas contiguas también
pueden estar parcialmente destruidas. Una osteona nueva vuelve a ocupar el espacio creado
por el proceso de degradación. Los restos de los osteonas anteriores se convierten en las
laminillas in tersticiales. LosvasossanguíneoslleganalosconductosdeHaversdesdelamédulaa
travésdeotrostúnelesllamados conductosperforantes (deVolkmann) (VC). En algunos casos,
como éste, los conductos de Volkmann viajan de un conducto de Havers a otro. Los conductos
de Volkmann pueden distinguirse de los conductos de Havers porque atraviesan las laminillas,
mientras que conductos de Havers están rodeados por anillos concén tricos de estas
laminillas. Hueso largo desgastado, osteona, ser humano, 300X. Esta figura muestra una mayor
ampliación de la fotomi crografía de la osteona señalada en la parte superior de la figura.
Incluye algunas de las laminillas intersticiales (IL) que ahora se ve en la parte inferior de la
fotomicrografía (la fotomicro grafía se ha reorientado). Nótense las lagunas (L) y las finas
proyeccio nes filiformes que emanan de ellas. Estas proyecciones representan los canalículos,
espacios dentro de la matriz ósea que contienen evaginacio nes citoplasmáticas del osteocito.
Los canalículos de cada laguna están comunicados con los de las lagunas vecinas para formar
un sistema de conductos en tres dimensiones a lo largo del hueso. Hueso largo desgastado, ser
humano, 400X. En un aumento aún mayor, las laminillas circunferen- ciales se encuentran
alrededor de la diáfisis del hueso largo en las superficies óseas externa e interna. Los
osteoblastos que contribuyen a la formación de laminillas circunferenciales en estos sitios
provienen del periostio y del endostio, respectivamente; mientras que las osteonas son
formadas por osteoblastos del conducto del sistema de Havers en desarrollo. Esta figura revela
no sólo los canalículos sino también las laminillas del hueso. Estas últimas están apenas
definidas por las líneas tenues (flechas) que se extienden por la fotomicrografía. Las fibras de
colágeno en las laminillas vecinas están orientadas en di ferentes direcciones. Este cambio de
orientación es la causa de la línea tenue o interfaz entre las laminillas contiguas. CL, laminillas
circunferenciales HC, conducto de Havers IL, laminillas intersticiales L, laguna O, osteona, VC,
conducto de Volkman Flechas, limites laminillares CH008.indd 265 07/09/2015 01:29:50 p.m.
DRM Removal 266LÁMINA 11 Hueso, método de desgaste IL VC HC CL O IL IL VC L L L LL HC HC
CH008.indd 266 07/09/2015 01:29:53 p.m. DRM Removal 267LÁMINA 12 Tejido óseo y huesos
LÁMINA 12 Tejido óseo y huesos El hueso representa uno de los tejidos conjuntivos
especializados. Se caracteriza por una matriz extracelular mineralizada. La mineralización de la
matriz distingue el tejido óseo de otros tejidos conjuntivos y lo convierte en un tejido muy
duro capaz de proporcionar soporte y protección al cuerpo. El mineral es fosfato de calcio en
forma de cristales de hidroxiapatita. El hueso también proporciona un sitio de almacenamiento
para el calcio y el fosfato. Ambos ele mentos pueden movilizarse desde la matriz ósea y ser
captados por la sangre, para mantener las concentraciones normales según la necesidad. La
matriz ósea contiene colágeno tipo I y, en pequeñas cantidades, varios tipos de colágeno, es
decir, los tipos V, III, XI y XIII. Otras pro teínas de la matriz constituyen la sustancia
fundamental del hueso, como macromoléculas de proteoglucanos, glucoproteínas
multiadhesivas, factores de crecimiento y citocinas. El hueso se estudia normalmente en
preparados histológicos en los que se ha eliminado el contenido de calcio (hueso
descalcificado), lo que permite cortarlo como otros tejidos blandos. Fotomicrografía DE
ORIENTACIÓN: La fotomicrografía de orientación muestra el extremo proximal de un húmero
descalcificado de un lactante. El interior de la cabeza del hueso, la epífisis (E), consiste en
tejido óseo esponjoso (trabecular) de hueso compuesto por una red anastomosada de
cordones (T) en forma de espículas óseas. La porción externa consta de una capa densa de
tejido óseo conocido como hueso compacto (CB). Su espesor varía en diferentes partes del
hueso. La porción más amplia del hueso adyacente al disco epifisario (EGP), conocida como
metáfisis (M) contiene hueso esponjoso (SB). El cuerpo de este hueso, la diáfisis (D), también
se compone de hueso compacto (CB) y la cavidad está llena de médula ósea (BM), que en esta
etapa de la vida se compone de tejido hematopoyético activo. El tejido cartilaginoso también
es un componente del hueso y se encuentra como cartílago articular (AC) y como un disco
epifisario (EGP) de los huesos en crecimiento. Hueso compacto, hueso largo, ser humano, H&E,
135X. Aquí se muestra con más aumento el tejido óseo de la diáfi sis en el rectángulo inferior
derecho de la fotomicrografía de orientación. La superficie externa del hueso está cubierta por
tejido conjuntivo denso conocido como periostio (P). El tejido restante en la fotomicrografía es
hueso compacto (CB). Los conduc tos de Havers (HC) están rodeados por osteocitos (Oc) y se
identifican por sus núcleos dentro de la matriz ósea. Otra característica que vale la pena
señalar en este hueso en crecimiento, es la presencia de células de resorción ósea conocidas
como osteoclastos (Ocl). Son grandes células multinucleadas encontradas en los sitios donde
se está llevando a cabo el remodelado óseo (v. lámina 14). Hueso esponjoso, hueso largo, ser
humano, H&E, 135X. El área en el rectángulo superior izquierdo de la fotomicro grafía de
orientación, contiene hueso esponjoso en la epífi sis que aquí se muestra con más aumento. Si
bien el tejido óseo en este sitio forma una estructura tridimensional que consiste en cordones
ramificados, su organización estructural y los componentes son los mismos que los observados
en el hueso compacto. Nótense los núcleos de los osteocitos (Oc). A medida que el hueso
madura, el te jido óseo se reorganiza y forma osteonas (O), que consisten en conduc tos de
Havers (HC) y capas circundantes (laminillas) de la matriz ósea. Los dos espacios circulares son
los conductos de resorción (RC), en los que el tejido óseo se ha resorbido para ser
reemplazado por tejido nuevo en forma de osteonas. Los espacios que rodean el hueso
espon joso contienen médula ósea que consiste principalmente en adipocitos. También están
presentes otras células que tienen la capacidad de formar tejido óseo o hematopoyético. AC,
cartílago articular BM, médula ósea CB, hueso compacto Ch, condrocitos D, diáfisis E, epífisis
EGP, disco epifisario HC, conducto de Havers M, metáfisis O, osteonas Oc, osteocitos Ocl,
osteoclastos P, periostio RC, conducto de resorción SB, hueso esponjoso T, cordones E CB CB
CB SB BM T E CB M CB CB SB BM T AC EGP M D Superficie articular, hueso largo, ser humano,
H&E, 178X. Aquí se muestra con más aumento, la superficie articular de la epífisis incluida en
el rectángulo superior derecho en la fotomi crografía de orientación que contiene cartílago
articular y el te jido óseo subyacente. La zona detinción más clara esel cartílago articular (AC)
de la articulación glenohumeral (hombro). Obsérvese la presencia de grupos isógenos de
condrocitos (Ch), un rasgo característico del cartílago en crecimiento. Por debajo del tejido
cartilaginoso se halla una zona de tinción más oscura de hueso compacto (CB). Se puede
distinguir del cartílago por la presencia de conductos de Havers (HC) y por la disposición de los
osteocitos (Oc). Los osteocitos se encuentran dentro de la matriz ósea, pero normalmente sólo
se reconocen por sus núcleos. Debido a que la matriz ósea se establece en capas (laminillas),
es característico que el hueso exhiba patrones lineales o circulares querodean los conductos
de Havers. Losespa cios irregulares vistos en el tejido óseo son conductos de resorción (RC)
que contienen, además de los vasos sanguíneos, los osteoclastos y los osteo blastos. La
presencia de conductos deresorción indica un proceso activo del remodelado óseo.
CH008.indd 267 07/09/2015 01:29:58 p.m. DRM Removal 268LÁMINA 12 Tejido óseo y huesos
Oc Ch Ch Oc RC CB Oc Ch Oc Oc P Ocl O RC CB HC AC RC Oc HC RC RC HC CB CH008.indd 268
07/09/2015 01:30:00 p.m. DRM Removal 269LÁMINA 13 Osificación endo condral I LÁMINA 13
Osificación endocondral I La osificación endocondral implica un modelo de cartílago que
representa un precursor cartilaginoso del hueso recién formado. El modelo de cartílago
aparece como una versión en miniatura del hueso futuro. El hueso que surge mediante este
proceso se forma por eliminación del modelo de cartílago y, al mismo tiempo, su sustitución
por tejido óseo. El primer signo de formación de hueso es la aparición de células formadoras
de hueso alrededor del eje (diáfisis) del modelo de cartílago. Las células formadoras de hueso,
lla madas osteoblastos, derivan de las células osteoprogenitoras en el mesénquima
circundante. Los osteoblastos secretan colágenos, sialoproteínas óseas, osteocalcina y otros
componentes de la matriz ósea. La deposición inicial de estos productos se conoce como collar
óseo periosteal y contiene osteoide (hueso no mineralizado), que más tarde se mineraliza. Con
el establecimiento inicial de este collar óseo periosteal, los condrocitos en el centro del
modelo de cartílago se hipertrofian (v. fig. superior), lo que conduce a su muerte, y la matriz
cartilaginosa en esta región se calcifica. Al mismo tiempo, los vasos sanguíneos crecen a través
del collar óseo delgado y vascularizan el centro de la diáfisis del hueso, lo que permite la
infiltración de las células precursoras de la médula ósea. Las células osteoprogenitoras entran
en la cavidad medular con los vasos sanguíneos y se diferencian en osteoblastos. En los huesos
largos, este proceso se repite en las epífisis del modelo de cartílago (v. fotomicrografía
inferior). El proceso de la deposición real de hueso se describe y se ilustra en la siguiente
lámina. Hueso en desarrollo, epífisis proximal del hueso largo, ser humano, H&E 60X; recuadro
200X. Esta fotomicrografía muestra un considerable avance en el desarrollo óseo en relación al
hueso de la fotomicrografía anterior. Se ha establecido un centro de osificación secundario
(SOC) en la epífisis proximal de este hueso largo. Un poco más tarde, se for mará un centro de
osificación epifisaria similar en el extremo distal del hueso. El proceso de formación de hueso
endocondral se produce de la misma manera que en la diáfisis. Con el tiempo, estos centros de
osifi cación epifisaria aumentarán de tamaño para formar cavidades mucho más grandes
(línea discontinua). La consecuencia de esta actividad es la formación de un disco epifisario
(EGP). Este disco, que consiste en te jido cartilaginoso, separa los centros de osificación
secundarios en el ex tremo proximal del hueso del centro de osificación primaria formado en
el eje del hueso. Este disco cartilaginoso es esencial para el crecimiento longitudinal del hueso
y persistirá hasta que el crecimiento cese. El re cuadro muestra el centro de osificación
secundario con más aumento. Dentro de esta zona, ya se está produciendo nuevo hueso
endocondral (EB). El hueso nuevo aparece eosinófilo en contraste con la apariencia más
basófila del cartílago (C) circundante. Nótese que el patrón de tinción del hueso endocondral
en el centro de osificación secundario es idéntico al del hueso endocondral (EB) más
abundante, que reem plaza el cartílago calcificado (CC) en el extremo superior de la diáfisis.
Hueso en desarrollo, dedo fetal, ser humano, H&E, 60X. El hueso que se muestra en esta
fotomicrografía representa una etapa posterior del desarrollo. La mayor parte de la diá fisis
del hueso contiene cavidad medular ósea (Cav) llena de médula ósea, parte de la cual es
altamente celular y representa las acu mulaciones de células de la médula ósea (BMC) que son
hematopoyé ticas. Las zonas que no se tiñen consisten en tejido adiposo, que ocupa la mayor
parte del resto de la cavidad de la médula ósea. El collar óseo del gado visto antes ahora se ha
convertido en una masa relativamente más gruesa del hueso diafisario (DB). La parte del hueso
en el que el tejido óseo se está depositando por la formación de hueso endocondral (EB) se ve
en ambos extremos de la cavidad medular ósea. Debe tenerse en cuenta que su carácter
eosinófilo es similar al hueso diafisario. A medida que estos procesos continúan en el eje del
hueso, el cartílago (C) tanto en la epífisis proximal como distal está invadido por vasos
sanguíneos y tejido conjuntivo a partir del periostio (brote perióstico), y sufre los mismos
cambios que se produjeron anteriormente en el eje (excepto que no se forma el collar óseo
periosteal). BC, bony collar BC, collar óseo BMC, células de la médula ósea C, cartílago Cav,
cavidad medular CC, cartílago calcificado CCM, matriz de cartílago calcificada DB, hueso
diafisario E, epífisis EB, hueso endocondral Hueso en desarrollo, dedo fetal, simio, H&E, 240X.
En esta fotomicrografía se ve una etapa inicial en el proceso de formación de hueso
endocondral en el dedo fetal. La epífisis (E) proximal y distal de este hueso en desarrollo están
hechas de cartílago. Este hueso del dedo fetal está comunicado por articulaciones con otros
huesos; obsérvense las cavidades articu- lares (JC) en ambos bordes de esta fotomicrografía. La
zona intermedia de este hueso largo revela condrocitos que han sufrido una hipertrofia
marcada (HCh). El citoplasma de estos condrocitos aparece muy claro. Sus núcleos, cuando se
incluyen en el plano de corte, parecen pequeños cuerpos basófilos condensados. Nótese cómo
la matriz del cartílago en esta región se calcifica y se comprime en bandas lineales estrechas de
tejido circundante a los condrocitos. La matriz de cartílago calcificada (CCM) se tiñe más
intensamente con hematoxilina en preparados rutina con H&E y parece más oscura. En esta
etapa de desarrollo, el tejido óseo se ha producido para formar el collar óseo periosteal (BC)
alrededor del modelo de cartílago. Este tejido óseo se produce por el crecimiento por
aposición de células formadoras de hueso que derivaron del me sénquima en el tejido que
rodea el cartílago. Este proceso representa la formación de hueso intramembranoso, que se
describirá más adelante. EGP, disco epifisario HCh, condrocitos hipertróficos JC, cavidad
articular SOC, centro de osificación secundario Línea discontinua, centro de osificación
epifisaria CH008.indd 269 07/09/2015 01:30:01 p.m. DRM Removal 270LÁMINA 13 Osificación
endo condral I EB EB Cav E BC HCh CCM JC E BC DB DB C C Cav JC EB EB EB EB JC SOC CC EB BC
HCh CCM JC BMC SOC JC C C EGP CH008.indd 270 07/09/2015 01:30:04 p.m. DRM Removal
271 lámina 14 Osificación endo condral II Osificación endocondral, epífisis de hueso largo, ser
humano, H&E 150X; recuadro 380X. Se trata de un aumento mayor del área inferior de la
figura anterior. Se muestran espículas de cartílago calcificado en las que se ha depositado
hueso. En la parte inferior de la foto, las espí culas ya han crecido para crear cordones (T)
óseos que se anastomosan. Estos cordones iniciales todavía contienen restos de cartílago
calcificado, como señala el color azulado de la matriz del cartílago (comparado con la tinción
roja del hueso). Los osteoblastos (Ob) están alineados en la superficie de las espículas, donde
la formación de hueso está activa. El recuadro revela varios osteoclastos (Ocl) con un aumento
mayor. Están en aposición a las espículas, que son, en su mayor parte, cartílago cal cificado. Se
observa una pequeña cantidad de hueso, que es el material teñido de rojo. El área clara
(flecha) corresponde al borde festoneado de los osteoclastos. LÁMINA 14 Osificación
endocondral II La osificación endocondral es el proceso principal por el cual los huesos largos
(p. ej., los huesos apendiculares y de los dígitos) aumentan en longitud para alcanzar sus
dimensiones adultas. Mientras haya un disco epifisario entre los centros primarios (diáfisis) y
secundarios (epífisis) de osificación, el hueso seguirá creciendo en longitud. Durante el
crecimiento del hueso, se puede identificar una zonificación definida en el disco epifisario en
ambos extremos de la cavidad ósea de formación inicial. En la parte del cartílago que está más
alejada de la cavidad medular ósea en ambos extremos de los huesos en crecimiento, los
condrocitos individuales, separa dos por la matriz cartilaginosa, aún no han comenzado a
participar en el proceso de osificación. Esta región se llama zona de cartílago de reserva. A
medida que estos condrocitos sufren cambios que llevan a su proliferación, a su hipertrofia y,
finalmente, a su muerte, su apariencia microscópica y los cambios en la matriz extracelular
definen diferentes zonas funcionales de la osificación endocondral. Osificación endocondral,
epífisis de hueso largo, ser humano, H&E 80X; recuadro 380X. Esta es una fotomicrografía de
una epífisis vista con un aumento mayor que la observada en la lámina 13. Las diferentes zonas
del cartílago del disco epifisario reflejan los cambios progresivos que se producen en el
crecimiento endocondral activo del hueso. Estas zonas no están bien delineadas, y los límites
entre ellas son algo arbitrarios. Progresan hacia la cavidad medular (BM), de modo que la
primera zona es la más alejada de la cavidad. Hay cinco zonas: • Zona de cartílago de reserva
(ZRC). Las células del cartílago de esta zona aún no han comenzado a participar en el
crecimiento del hueso; por lo tanto, son células de reserva. Estas células son peque ñas, por lo
general sólo una por laguna, y no están agrupadas. En algún momento, algunas de estas
células proliferan y se someten a los cambios descritos para la siguiente zona. • Zona de
proliferación (ZP). Las células de esta zona sufren divi siones y aumentan en cantidad; son un
poco más grandes que los condrocitos en la zona de reserva del cartílago y están cerca de sus
vecinas; comienzan a formar hileras. • Zona de hipertrofia (ZH). Las células de esta zona están
alineadas en hileras y tienen un tamaño bastante mayor que las células en la zona precedente.
• Zona de cartílago calcificado (ZCC). En esta zona, la matriz del cartílago se impregna con sales
de calcio. El cartílago calcificado ser virá como una estructura inicial para la deposición de
hueso nuevo. Los condrocitos situados en la parte más proximal de esta zona su fren
apoptosis. • Zona de resorción (ZR). Esta zona está representada por el cartílago erosionado
que está en contacto directo con el tejido conjuntivo de la cavidad medular. Los pequeños
vasos sanguíneos y las células os teoprogenitoras que acompañan, invaden la región ocupada
previa mente por los condrocitos que mueren. Forman una serie de puntas de lanza, dejando
ambos lados del cartílago calcificado (CC) como espículas longitudinales. Las células
osteoprogenitoras dan lugar a osteoblastos que comienzan a revestir las superficies de las
espícu las expuestas. Luego, los osteoblastos depositan hueso endocondral (EB) sobre las
superficies de estas espículas de cartílago calcificado y forman, así, espículas mixtas como se
ve en el recuadro. Nótense los osteoblastos (Ob), algunos de los cuales están empezando a
producir hueso en aposición al cartílago calcificado (CC). La parte inferior derecha del detalle
muestra el hueso endocondral (EB) con un osteo cito (Oc) ya integrado en la matriz ósea. BM,
médula ósea CC, cartílago calcificado EB, hueso endocondral Ob, osteoblasto Oc, osteocito Ocl,
osteoclasto T, trabécula ZCC, zona de cartílago calcificado ZH, zona de hipertrofia ZP, zona de
proliferación ZR, zona de resorción ZRC, zona de cartílago de reserva Flecha, borde festoneado
del os teoclasto CH008.indd 271 07/09/2015 01:30:06 p.m. DRM Removal 272lámina 14
Osificación endo condral II Ob Oc Ob Ocl Ocl BM EB CC Oc EB CC Ob Disco de crecimiento
epifisario ZH ZP ZRC Ob CC EB Oc ZP ZH M BM EB CC ZH Ocl Ob Oc Ob Ocl Disco de crecimiento
epifisario ZCC CC EB ZR Ocl ZH T T Ocl CH008.indd 272 07/09/2015 01:30:07 p.m. DRM
Removal 273LÁMINA 15 Osificación intramembranosa Osificación intramembranosa, cabeza
fetal, ser humano, tricrómica de Mallory, X175. Esta vista con más aumento del contenido del
rectángulo de la fotomicrografía superior muestra las interconexionesentre las espículas óseas
(BS) de la mandíbula en desarrollo. En los espacios delimitados por las espículas en desarrollo y
a su alrededor hay tejido mesenquimático. Estas células mesenquimato sas contienen células
madre que formarán los componentes vasculares del hueso, así como células
osteoprogenitoras que darán origen a nuevos osteoblastos. El tejido conjuntivo (CT) denso se
diferencia en el perios tio en un lado de la mandíbula en desarrollo. Otras estructuras que se
muestran en este campo incluyen numerosos vasos sanguíneos (BV) y el órgano del esmalte de
un diente en desarrollo (DT). LÁMINA 15 Osificación intramembranosa La osificación
intramembranosa se limita a los huesos que no necesitan desempeñar una función precoz de
sostén, por ejemplo, los huesos planos del cráneo. Este proceso requiere la proliferación y
diferenciación de células del mesénquima para convertirse en osteoblastos, las células
formadoras de hueso. Estas células producen la matriz extracelular específica del hueso. Esta
matriz inicial, llamada osteoide, se calcifica para formar hueso. A medida que los osteoblastos
continúan secretando su producto, algunos quedan atrapados dentro de la matriz y comienzan
a llamarse osteocitos. Estas células son las encargadas del mantenimiento del tejido óseo
recién formado. El resto de los osteoblastos continúan el proceso de deposición ósea en la
superficie del hueso. Son capaces de multiplicarse para mantener una población ade cuada
para el crecimiento continuo. Este hueso neoformado aparece primero como espículas que
aumentan de tamaño y se conectan a medida que el crecimiento progresa, con lo que se forma
una estructura trabecular tridimensional de forma semejante al futuro hueso maduro. Los
intersticios contienen vasos sanguíneos y tejido conjuntivo (mesénquima). Conforme el hueso
continúa creciendo, se produce el remodelado. Éste comprende la resorción de regiones
focales de tejido óseo por los osteoclastos, para mantener la forma adecuada en relación con
el tamaño y para permitir la irrigación vascular durante el proceso de crecimiento. Osificación
intramembranosa, cabeza fetal, ser humano, tricrómica de Mallory, 45X. Un corte transversal
de la mandíbula fetal, como se ve en esta etapa relativamente temprana del desarrollo, se
com pone de espículas óseas (BS) de formas y tamaños diver sos. Las espículas óseas se
interconectan y, en tres dimensiones, tienen la forma general de la mandíbula. Otras
estructuras presentes que sirven para la orientación incluyen los dientes en desarrollo (DT), el
car- tílago de Meckel (MC), visible en el lado izquierdo y la cavidad oral (CO). La superficie
inferior del espécimen muestra la epidermis (Ep) de la región submandibular del cuello. Una
gran parte de la lengua en desa rrollo se ve en la mitad superior de la figura. La lengua
consiste principal mente en fibras musculares estriadas viscerales en proceso de desarrollo,
que se organizan tridimensionalmente con una disposición ortogonal que es característica de
este órgano. AOb, osteoblasto activo BS, espículas óseas BV, vasos sanguíneos CT, tejido
conjuntivo DT, diente en desarrollo Ep, epidermis IOb, osteoblasto inactivo MC, cartílago de
Meckel MeC, células mesenquimatosas Oc, osteocito OC, cavidad ora