Tema 9 Tejido Oseo

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• El tejido óseo es un tejido conjuntivo que se

caracteriza por una matriz extracelular


mineralizada.
• El tejido óseo es una forma especializada de
tejido conjuntivo que, al igual que otros tejidos
conjuntivos, se compone de células y matriz
extracelular.
• La característica que distingue el tejido óseo de
otros tejidos conjuntivos es la mineralización de
su matriz, que produce un tejido muy duro capaz
de proporcionar sostén y protección.
• El mineral es el fosfato de calcio en la forma de
cristales de hidroxiapatita. En virtud de su
contenido mineral, el tejido óseo también sirve
como sitio de almacenamiento de calcio y
fosfato.
• Metabólica
(homeostasis Ca)
• Mecánica (soporte-
locomoción)
• Protección
• Hematopoyética
(progenitores)
• El principal componente estructural de la
matriz ósea es el colágeno tipo I y, en
menor medida, el colágeno tipo V.
• Todas las moléculas de colágeno
constituyen alrededor del 90% del peso
total de las proteínas de la matriz ósea.
• La matriz también contiene otras
proteínas (no colágenas) el 10% del
peso total de proteínas de la matriz
ósea, es esencial para el desarrollo, el
crecimiento, el remodelado y la
reparación ósea
Los cuatro grupos principales de proteínas no colágenas que se encuentran en la
matriz ósea son los siguientes:
Macromoléculas de proteoglucanos, que contienen una proteína central con
cantidades diversas de cadenas laterales de glucosaminoglucanos (hialuronano,
condroitín sulfato, y querantán sulfato). Contribuyen a que el hueso ofrezca resistencia
a la compresión. También son responsables de la fijación de los factores de
crecimiento y puede inhibir la mineralización.
Glucoproteínas multiadhesivas, que intervienen en la adhesión de las células óseas
y las fibras colágenas a la sustancia fundamental mineralizada. Algunas de las
glucoproteínas más importantes son la osteonectina la podoplanina la proteína de la
matriz de dentina (DMP) y las sialoproteínas, como la osteopontina
Proteínas dependientes de vitamina K osteoespecíficas, incluida la osteocalcina, ; la
proteína S, y la proteína Gl a de la matriz (MGP
Factores de crecimiento y citocinas, que son pequeñas proteínas reguladoras,
como el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF), el factor de necrosis tumoral a
(TNFa), el factor de crecimiento transformante b (TGF-b), los factores de crecimiento
derivados de plaquetas (PDGF), las proteínas morfogénicas óseas (BMP), la
esclerostina (antagonista de BMP) y las interleucinas (IL-1, IL-6).
• La matriz ósea contiene lagunas conectadas por una red de
canalículos.
• En la matriz ósea hay espacios llamados lagunas, cada
una de las cuales contiene una célula ósea u osteocito. El
osteocito extiende una gran cantidad de evaginaciones en
pequeños túneles llamados canalículos. Los canalículos
atraviesan la matriz mineralizada, conectando lagunas
contiguas y permitiendo el contacto entre las
evaginaciones de los osteocitos vecinos. De esta manera,
se forma una red continua de canalículos y lagunas con
células y sus evaginaciones en toda la masa de tejido
mineralizado.
• El tejido óseo depende de los osteocitos para mantener su
viabilidad. Además de los osteocitos, en el tejido hay otros
cuatro tipos celulares
• Los huesos son los órganos del sistema
esquelético; el tejido óseo es el
componente estructural de los huesos
• el hueso está compuesto por tejido óseo
y otros tejidos conjuntivos, incluidos el
tejido hematopoyético, el tejido adiposo,
los vasos sanguíneos y los nervios. Si el
hueso forma parte de una articulación
móvil, también llamada articulación
sinovial, entonces hay cartílago hialino.
• El tejido óseo se clasifica en compacto
(denso) y esponjoso (trabeculadoLos
espacios dentro de la malla están
comunicados y, en un hueso vivo,
contienen la médula y los vasos
sanguíneos.
Los huesos se clasifican según su forma; los huesos se pueden
clasificar en cuatro grupos:
• Huesos largos, que tienen una longitud mayor que las otras dos
dimensiones y consisten en una diáfisis y dos epífisis (p. ej., la
tibia y los metacarpianos).
• Huesos cortos, que tienen sus tres dimensiones casi iguales (p.
ej., los huesos carpianos de la mano).
• Huesos planos, que son delgados y anchos (p. ej., los huesos del
calvario (calota craneal) y el esternón). Están formados por dos
capas relativamente gruesas de tejido óseo compacto con una
capa intermedia de tejido óseo esponjoso.
• Huesos irregulares, que poseen una forma que no permite
clasificarlos dentro de ninguno de los tres grupos anteriores; la
forma puede ser compleja (p. ej., vértebra) o el hueso puede
contener espacios aéreos o senos (p. ej., etmoides).
• Los huesos largos tienen un cuerpo, llamado diáfisis y dos
extremos expandidos que reciben el nombre de epífisis. La
superficie articular de la epífisis está cubierta de cartílago hialino.
El hueso maduro está compuesto por unidades estructurales
llamadas osteonas (sistemas de Havers). Las osteonas consisten
en laminillas concéntricas de matriz ósea alrededor de un conducto
central, el conducto osteonal (de Havers), que contiene el
suministro vascular y nervioso de la osteona.
Los canalículos que contienen las evaginaciones de los osteocitos
se disponen generalmente siguiendo un patrón radial con respecto
al conducto.
El sistema de canalículos que se abre al conducto osteonal
también sirve para el intercambio de sustancias entre los
osteocitos y los vasos sanguíneos. Entre las osteonas hay restos
de laminillas concéntricas antiguas llamadas laminillas
intersticiales. Debido a esta organización, el hueso maduro
también se llama hueso laminillar
El tejido óseo que se forma primero en el esqueleto de un feto en
desarrollo se llama hueso inmaduro. Difiere del hueso maduro en
varios aspectos:
El hueso inmaduro no exhibe aspecto laminillar organizado. Por la
disposición de sus fibras colágenas, esta variedad ósea se
denomina no laminillar. El hueso no laminillar también se conoce
como hueso entretejido o hueso fasciculado debido a la
disposición entrelazada de las fibras colágenas.
El hueso inmaduro contiene una cantidad relativamente mayor de
células por unidad de volumen que el hueso maduro.
Las células del hueso inmaduro tienen la tendencia a distribuirse
en forma aleatoria, mientras que en el hueso maduro las células se
orientan con su eje mayor paralelo a las laminillas.
La matriz del hueso inmaduro posee más sustancia fundamental
que la del hueso maduro.
La osteogénesis, es el proceso de formación del
hueso nuevo, lo cual es esencial para la función ósea
normal. Se requiere una población de células
osteoprogenitoras renovables (células precursoras
de osteoblastos) que son sensibles a los estímulos
moleculares que las transforman en células formadoras
de tejido óseo.
Las células osteoprogenitoras derivan de células madre
mesenquimatosas de la médula ósea que tienen el
potencial de diferenciarse en diferentes tipos celulares,
incluidos fibroblastos, osteoblastos, adipocitos,
condrocitos y células musculares.
El factor clave que desencadena la diferenciación de
las células osteoprogenitoras es un factor de
transcripción llamado factor fijador central alfa 1 o
factor de transcripción 2 relacionado con runt (RUNX2)
• El osteoblasto es la célula formadora de hueso
diferenciada que secreta tanto el colágeno tipo I
como las proteínas de la matriz ósea, que
constituyen la matriz no mineralizada inicial, llamada
osteoide. es una célula secretora versátil que
conserva la capacidad de dividirse.
• Las proteínas de la matriz ósea producidas por el
osteoblasto incluyen proteínas fijadoras de calcio
como la osteocalcina y la osteonectina, las
glucoproteínas multiadhesivas como las
sialoproteínas óseas (BSP 1 [osteopontina] y BSP
2), la trombospondina, proteoglucanos y sus
agregados y la fosfatasa alcalina (ALP)..
• El osteoblasto también es responsable de la
calcificación de la matriz ósea.
Los osteoblastos se reconocen por su forma cuboide
o poliédrica y su distribución monoestratificada en
la superficie donde se está formando tejido óseo.
La matriz recién sintetizada no es inmediatamente
calcificada.
Los osteoblastos responden a estímulos mecánicos
para mediar los cambios en el crecimiento óseo y el
remodelado de los huesos. No todos los
osteoblastos se designan para convertirse en
osteocitos. Sólo del 10% al 20% de los osteoblastos
se diferencian en osteocitos. Otros se transforman
en células inactivas y se convierten en células de
revestimiento del endostio o periostio; no obstante,
la mayoría de los osteoblastos sufren apoptosis.
• El osteocito es la célula ósea madura y está rodeada
por la matriz ósea que secretó previamente como
osteoblasto. Una vez que el osteoblasto queda
totalmente rodeado por el osteoide o matriz ósea
cambia su nombre a osteocito. Este proceso abarca
unos 3 dias
• los osteocitos son células metabólicamente activas y
multifuncionales. Intervienen en el proceso de
mecanotransducción, en el cual estas células
responden a las fuerzas mecánicas aplicadas al hueso.
La disminución de los estímulos mecánico provoca la
pérdida ósea, mientras que el aumento de estos
estímulos promueve la formación de hueso, las
regiones óseas sobre las que se aplica más fuerza, son
las que tendrán una mayor deposición de hueso nuevo.
Un osteocito responde a una fuerza mecánica reducida al secretar
metaloproteinasas de la matriz (MMP). En el remodelado
osteocítico.
se han identificado tres estados funcionales para los osteocitos,
cada uno de ellos con una morfología característica:
• Osteocitos latentes, que tienen escasez de RER y un aparato
de Golgi muy reducido
• Osteocitos formativos, que exhiben indicios de formación de
matriz y presentan ciertas características similares a las de los
osteoblastos
• Osteocitos resortivos, al igual que los osteocitos formativos
contienen una gran cantidad de cisternas del retículo
endoplásmico y un aparato de Golgi bien desarrollado.
El concepto actual de remodelado osteocítico es que la función
lítica de los osteocitos es responsable de la homeostasis del calcio
y de los iones fosfato.
Los osteocitos son células de larga vida y su muerte podría
atribuirse a la apoptosis, a la degeneración/necrosis, a la
senescencia (vejez) o a la actividad de remodelado óseo por los
osteoclastos. La vida media natural de los osteocitos en los seres
humanos se estima en alrededor de 10 años a 20 años
La función del osteoclasto es la resorción ósea. Los
osteoclastos son células multinucleadas grandes que aparecen
en los sitios donde ocurre la resorción ósea. Están apoyados
directamente sobre la superficie ósea en proceso de resorción.
Como resultado de la actividad de los osteoclastos, se forma una
excavación llamada laguna de resorción (laguna de Howship)
que se puede observar en el hueso directamente bajo el
osteoclasto
El osteoclasto recién formado tiene que activarse para convertirse
en una célula de resorción ósea. Cuando resorben hueso en forma
activa, los osteoclastos exhiben tres regiones especializadas:
• Borde festoneado, que es la porción de la célula en contacto
directo con el hueso.
• Zona clara (zona de sellado), un perímetro de citoplasma en
forma de anillo que delimita la superficie ósea en resorción y
donde se produce la resorción y degradación de la matriz
• Región basolateral, que interviene en la exocitosis del material
digerido.
Sistema de Havers es la unidad anatómica y funcional
del tejido óseo. Está constituido por un canal de Havers,
alrededor del cual se agrupan laminillas con lagunas que
contienen células óseas, ya sean osteocitos u
osteoblastos. Este sistema es característico del hueso
compacto
Las osteonas normalmente se forman en el hueso
compacto preexistente. El hueso compacto puede
adoptar diferentes formas. Se puede formar a partir de
hueso esponjoso fetal por depósito constante de tejido
óseo sobre las espículas; puede depositarse
directamente como hueso compacto maduro (p. ej., las
laminillas circunferenciales de un hueso adulto) o podría
ser hueso compacto más antiguo compuesto por
osteonas y laminillas intersticiales.
Las células de revestimiento óseo derivan de los osteoblastos
y tapizan el tejido óseo que no se está remodelando. están
revertidas por una capa de células aplanadas con poco
citoplasma y escasos orgánulos más allá de la región
perinuclear.
Las células de revestimiento óseo ubicadas en las superficies
externas del hueso reciben el nombre de células del periostio.
Se cree que intervienen en el mantenimiento y el soporte
nutricional de los osteocitos incluidos en la matriz ósea
subyacente y que regulan el movimiento del calcio y el fosfato
desde y hacia el hueso.
El periostio que cubre al hueso en crecimiento activo, se
compone de una capa fibrosa externa que se asemeja a otros
tejidos conjuntivos densos y de una capa más celular interna
que contiene las células osteoprogenitoras. En general, las
fibras colágenas del periostio son paralelas a la superficie del
hueso y forman una cápsula.
Las cavidades óseas están revestidas por endostio, una capa
de células de tejido conjuntivo que contiene células
osteoprogenitoras. El tejido de revestimiento, tanto del hueso
compacto que delimita la cavidad medular como el de los
cordones del hueso esponjoso, se conoce como endostio. El
endostio suele ser sólo de una capa de células de espesor y
consiste en células osteoprogenitoras que pueden
diferenciarse en células secretoras de matriz ósea, los
osteoblastos, y células de revestimiento óseo.
La cavidad medular y los espacios del hueso esponjoso
contienen médula ósea. La médula ósea roja se compone de
células sanguíneas en diferentes etapas de diferenciación y
una red de células reticulares y fibras que funcionan como un
armazón de sostén para el desarrollo de células y vasos.
Conforme el individuo crece, la cantidad de médula roja no
aumenta en proporción con el crecimiento óseo. En el adulto,
la médula roja se restringe a muy pocos lugares de hueso
esponjoso , como son en el esternón y las crestas ilíacas
El desarrollo del hueso tradicionalmente se clasifica en
endocondral o intramembranosa.
La distinción entre desarrollo endocondral y
intramembranoso radica en si un modelo de cartílago sirve
como el precursor óseo (osificación endocondral) o si el
hueso está formado por un método más sencillo, sin la
intervención de un cartílago precursor (osificación
intramembranosa). Los huesos de las extremidades y las
partes del esqueleto axial que soportan peso (p. ej., las
vértebras) se desarrollan por osificación endocondral. Los
huesos planos del cráneo y de la cara, la mandíbula y la
clavícula se desarrollan por osificación intramembranosa.
Estos nombres sólo se refieren al mecanismo por el cual
se forma inicialmente un hueso.
En la osificación intramembranosa, la formación del hueso
es iniciada por la acumulación de células
mesenquimatosas llamados centros de osificación , las
células son , alargadas y de tinción pálida migran y se
acumulan en áreas específicas, células mesenquimatosas
(p. ej., la región de desarrollo de los huesos planos en la
cabeza . La primer evidencia de la osificación
intramembranosa en los seres humanos se ve alrededor
de la octava semana de gestación dentro del tejido
conjuntivo embrionario, el mesénquima.
Los osteoblastos se acumulan en la periferia del centro de
osificación y continúan secretando osteoide en el centro
del nódulo. A medida que continúa el proceso, el osteoide
se somete a mineralización y los osteoblastos atrapados
se convierten en osteocitos.
Algunas de las células osteoprogenitoras se adosan a las espículas
formadas inicialmente, se transforman en osteoblastos y producen
más matriz .
Por medio de su actividad mitótica continua, las células
osteoprogenitoras mantienen su cantidad y, por lo tanto,
proporcionan una fuente constante de osteoblastos para el
crecimiento de las espículas óseas.
Los nuevos osteoblastos, a su vez, establecen la matriz ósea en
capas sucesivas, dando lugar a hueso inmaduro. Este hueso
inmaduro, se caracteriza internamente por tener espacios
interconectados que contienen tejido conjuntivo y vasos sanguíneos.
Con mayor crecimiento y remodelado posteriores, se produce la
sustitución de hueso inmaduro por hueso compacto en la periferia y
hueso esponjoso en el centro del hueso recientemente formado.
El tejido óseo formado por el proceso que se acaba de describir, se
conoce como hueso membranoso o intramembranoso
Inicialmente, se desarrolla un
La osificación endocondral modelo de cartílago hialino con la
también comienza con la Bajo la influencia de los forma general del futuro
proliferación y acumulación de factores (FGF) y diferentes experimenta crecimiento intersticial
células mesenquimatosas en el proteínas morfogénicas óseas y por aposición. El aumento en la
sitio donde se desarrollará el (BMP) longitud del modelo cartilaginoso se
futuro hueso atribuye al crecimiento intersticial.

pericondrio periostio
La primera señal de osificación
es la aparición de una cubierta
de tejido óseo alrededor del condrocitos
modelo cartilaginoso
Celulas del
pericondrio
osteocitos
En el caso de un hueso largo, alrededor del modelo cartilaginoso en la porción de la
diáfisis del hueso en desarrollo, se forma una cubierta distintiva de tejido óseo
subperióstico, llamado collar óseo. Con el establecimiento del collar óseo perióstico, los
condrocitos en la región media del modelo cartilaginoso se hipertrofian. A medida que los
condrocitos aumentan de tamaño, la matriz cartilaginosa circundante se resorbe,
formando delgadas placas de cartílago irregulares entre las células hipertróficas.
La matriz cartilaginosa calcificada impide la difusión de las sustancias nutritivas y causa
la muerte de los condrocitos en el modelo de cartílago. Con la muerte de los condrocitos,
gran parte de la matriz se degrada y las lagunas vecina confluyen para formar una
cavidad cada vez más grande. Mientras se producen estos fenómenos, uno o varios
vasos sanguíneos proliferan a través del delgado collar óseo en la diáfisis para
vascularizar la cavidad.
Las células madre mesenquimatosas estas residen en el periostio en desarrollo, migran
junto con los vasos sanguíneos invasores y se diferencian en células osteoprogenitoras
en la cavidad medular.
Las células madre hematopoyéticas (HSC) también llegan a la cavidad a través del nuevo
sistema vascular y abandonan la circulación para dar origen a la médula ósea que incluye
todos los linajes de células sanguíneas. A medida que el cartílago calcificado se degrada
y se elimina parcialmente, quedan restos con el aspecto de espículas irregulares. Cuando
las células osteoprogenitoras se adhieren en forma aposicional a las espículas residuales
de cartílago calcificado, se convierten en osteoblastos y comienzan a sintetizar tejido
óseo (osteoide) que se deposita sobre el armazón espicular. Por lo tanto, el hueso
formado de esta manera se le denomina hueso endocondral. Este primer sitio donde
comienza a formarse tejido óseo en la diáfisis de un hueso largo, se llama centro primario
de osificación .

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