Grupo 2 - Pruebas de Bienestar Fetal No Invasivo - Ganancia de Peso - Altura Uterina - Prueba No Estresante
Grupo 2 - Pruebas de Bienestar Fetal No Invasivo - Ganancia de Peso - Altura Uterina - Prueba No Estresante
Grupo 2 - Pruebas de Bienestar Fetal No Invasivo - Ganancia de Peso - Altura Uterina - Prueba No Estresante
INTEGRANTES:
DANA CHAVEZ
ERICK GAMBOA
IZORA MAWYIN
HILLARY SALTOS
ERICKA VELESACA
LILIANA MERCHAN
NICOLE MALDONADO
DOCENTE:
CURSO:
2020-2021 CII
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Contenido
Indicaciones .................................................................................................................. 4
Clasificación ................................................................................................................. 4
Reactivo ...................................................................................................................... 14
No reactivo .................................................................................................................. 14
Frecuencia ................................................................................................................... 15
Bibliografía ..................................................................................................................... 18
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PRUEBAS DE BIENESTAR FETAL
El estándar de oro de estas pruebas es la reducción del daño fetal evitando la necesidad
de intervención y prolongando la gestación de la etapa de prematuridad. El momento
óptimo para iniciarlas depende de la capacidad de supervivencia neonatal por lo que se
acepta el inicio de las pruebas para conocer el estado actual del feto alrededor de las 32
sem de gestación. Aunque si existen complicaciones serias puede requerirse a las 26 -28
sem.
La mayoría de las pruebas tienen una alta tasa de falsos positivos (40 – 80 %), pero una
baja de Falsos Negativos (1%).En caso de resultado verdadero positivo no se puede
descartar que ya exista daño fetal.
I N D I C A C I O N E S:
1. Disminución de los Movimientos Fetales.
2. Hipertensión y embarazo.
3. Diabetes mellitus.
4. Oligohidramnios y polihidramnios.
6. Embarazo prolongado.
7. Embarazo múltiple.
9. Asma bronquial.
CLASIFICACIÓN
1. Métodos clínicos
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b. Evaluación de la ganancia de peso materno.
2. Métodos biofísicos
b. Perfil biofísico.
d. Flujometría Doppler.
3. Métodos bioquímicos
Para la mejor interpretación de estas pruebas debe tenerse en cuenta los siguientes
aspectos:
1. MÉTODOS CLÍNICOS
La auscultación clínica de la frecuencia
cardiaca fetal es el primer elemento a tener en
cuenta para valorar el estado fetal y debe
realizarse con detenimiento. La determinación
del peso materno y de la altura uterina de cada
gestante son acciones sistemáticas durante la
consulta prenatal. Hacer un cálculo de
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ganancia periódica de peso o de la altura uterina y relacionarlos con el promedio normal
es muy simple y tiene gran valor para determinar el crecimiento fetal intrauterino.
Conteo de los movimientos fetales: El método más sencillo para determinarlos es aquel
en que la madre y otro observador cuenten los movimientos fetales.
Los sistemas que emplean ultrasonido son más precisos en la detección de la actividad
fetal y la clasificación de ésta se basa en la duración y el patrón de la misma. Aun así, el
90% de los movimientos del feto detectados por cualquier equipo son percibidos también
por la madre. (Medicina Materno Fetal , 2017)
1. Factores transitorios.
4. Localización de la placenta.
Es una técnica sencilla pero crea ansiedad en la madre. Debe existir un nivel de
comprensión de la misma por lo que debe seleccionarse a las pacientes.
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en cada período, contarlos en 12 horas: deben producirse más de diez
movimientos en este tiempo.
También se acepta como normal 4 movimientos fetales en 1 hora.
Es necesario tener presente aquellas causas no patológicas que puedan activar el
patrón de movimientos fetales.
En la actualidad no existen pruebas suficientes de su utilidad para verificar el
bienestar fetal.
2. MÉTODOS BIOFÍSICOS
La ultrasonografía constituye un
método de precisión para determinar
bienestar fetal.
Es un índice valioso del estado fetal. Existen varias técnicas para realizar esta evaluación.
A pesar de su amplio uso en la práctica no existe suficiente evidencia de estudios
controlados, en la actualidad sobre su valor como prueba de bienestar fetal.
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parálisis cerebral de 0,8 por 1000 nacimientos y que la puntuación de 0 se asocia a una
incidencia de ésta en 250 por c/1000 nacimientos (Recomendación C).Señalaremos la de
Manning que es la más empleada por nosotros.
Su técnica consiste en: Registrar durante 30 min, bajo examen ultrasonográfico, los
movimientos el tono y la respiración fetales, así como la cantidad de líquido amniótico.
Se realiza además el registro electrónico de la frecuencia cardiaca fetal.
PUNTUACIÓN DE 10:
Feto normal.
Bajo riesgo de asfixia crónica.
Debe repetirse cada semana y bisemanal en pacientes diabéticas o con embarazo
prolongado.
PUNTUACIÓN DE 8:
Indica también la existencia de un feto normal con bajo riesgo de asfixia crónica, salvo
cuando existe oligohidramnios, pues éste sí implica riesgo y debe plantearse la
interrupción de la gestación si el embarazo es de 36 semanas o más. En los embarazos de
menos de 36 semanas se repetirá diariamente el perfil biofísico.
PUNTUACIÓN DE 6:
PUNTUACIÓN DE 4:
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En ocasiones puede emplearse lo que se ha llamado perfil biofísico simplificado o
modificado”, que toma en cuenta sólo el índice de líquido amniótico y los movimientos
respiratorios del feto. También es una buena forma de evaluación predictiva realizar la
cardiotocografía con el índice de líquido amniótico.
GANANCIA DE PESO
La ganancia de peso gestacional (GPG) es
un fenómeno complejo influenciado no
sólo por cambios fisiológicos y
metabólicos maternos, sino también por el
metabolismo placentario. En los últimos
años, la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) han propuesto
evaluar el estado nutricional de la mujer
embarazada por medio del IMC, que se
obtiene dividiendo el valor del peso (kg)
por el de la talla (m) al cuadrado. Este
indicador ha demostrado una buena
asociación con el grado de adiposidad y
con el riesgo de enfermedades crónicas no
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transmisibles, y tiene la ventaja de ser fácil de calcular y de no requerir un estándar de
referencia.
Las mujeres que al momento de embarazarse tienen un índice de masa corporal (IMC)
normal y una ganancia de peso adecuada durante la gestación presentan una mejor
evolución durante el embarazo y el parto que aquellas mujeres con una ganancia de peso
mayor a la recomendada. Las mujeres con una ganancia de peso gestacional mayor a la
recomendada presentan un incremento en el riesgo de tener complicaciones obstétricas
como hipertensión, diabetes, varices, coledocolitiasis, embarazos prolongados, retardo en
el crecimiento intrauterino, mayor porcentaje de complicaciones al nacimiento,
infecciones antes y después del parto, complicaciones trombóticas, anemia, infecciones
urinarias y desórdenes en la lactancia.
Se observa que después de sumar los pesos correspondientes al desarrollo del producto
de la concepción, al desarrollo de los órganos de la reproducción y el aumento del
volumen sanguíneo, aún hay alrededor de 5 kg de aumento cuyo origen no se explica. Se
ha llegado a la conclusión de que 1 kg de la fracción inexplicada en el aumento de peso
puede ser atribuido al líquido extracelular, el resto está constituido sin duda por tejido
adiposo.
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En el 2010, el Ministerio de Salud dio a conocer gráficas para la evaluación nutricional
de la embarazada según su IMC y se adoptó como un modelo más fácil y conveniente
para evaluar la ganancia de peso en la gestación
Edad. Existen estudios que señalan que un embarazo a una edad mayor o igual a los 40
años tiene un riesgo mayor de complicaciones obstétricas, entre las que se encuentra la
ganancia excesiva de peso que se puede mantener e incluso aumentar después del
embarazo, resultando muy difícil a la mujer regresar a su peso ideal. En un estudio
realizado en el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos en La Habana, Cuba, en
2011, se pudo apreciar que en las mujeres con edades comprendidas entre 20-39 años
hubo mayor predominio del sobrepeso y obesidad, mientras que el grupo de las
adolescentes mostró menores porcentajes.
Influencia en la estatura. Se sabe que los promedios de talla y peso de los adultos
difieren considerablemente de una población a otra. La talla depende en gran parte de
factores genéticos y no sólo de la acción del medio, aparte de su importancia obstétrica y
de la importancia general como indicador posible del estado nutricional, la estatura de la
madre tiene un interés directo para el cálculo de las necesidades alimentarias durante la
gestación; no obstante, se considera que los actuales conocimientos existentes sobre las
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variaciones de la talla materna y del aumento de peso durante el embarazo entre una
población y otra son todavía insuficientes como para considerar la estatura como factor
clave para el aumento de peso.
ALTURA UTERINA
Esta prueba es un examen rutinario que se puede realizar en cualquier momento del
embarazo para confirmar la edad gestacional, evaluar el tamaño del feto, detectar posibles
embarazos múltiples y ver si la cantidad de líquido amniótico es normal o no.
Se realiza colocando un extremo de una cinta métrica en la parte superior del pubis y
extendiéndola por al abdomen hasta desparece la resistencia del útero al apretar la tripa.
Los centímetros que haya de la sínfisis púbica al fondo del útero expresan la altura uterina.
(Ordesa, 2016 )
Como norma general, para ver si la altura uterina es la normal para las semanas de
gestación se dice que hasta el 7º mes la altura es el mes multiplicada por 4. Es decir, si la
embarazada está en el mes 3, su altura uterina deberá ser de 12 cm. Pasados los 7 meses
aumenta 2 cm cada mes, hasta llegar a los 33 cm al final.
Sin embargo, estas medias pueden variar de una mujer a otra, o incluso en la misma mujer
en diferentes embarazos, según el peso ganado, si es un segundo embarazo, etc.
Será por lo tanto el ginecólogo o la matrona quien decida si todo va bien o no.
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MEDICIÓN DE LA ALTURA UTERINA
Se realizará la medición
uterina empleando una cinta métrica
para medir la distancia entre el hueso
púbico (sínfisis pubiana) y la parte
superior del útero (fondo
uterino), ambos determinados por
palpación. Antes de proceder a la
medición, la paciente debe
estar acostada en posición supina, con el abdomen descubierto. Después, el profesional
médico iniciará el proceso:
La tabla de la altura uterina muestra cuál es la altura del útero de cada semana del
embarazo en centímetros (cm), teniendo en cuenta que el útero crece alrededor de 1 cm
por semana. Se divide en tres percentiles:
o P10 sería el mínimo, es decir, que el 90% de las mujeres embarazadas tienen una
mayor altura del útero.
o P50 es la media de altura uterina.
o P90 significaría que el útero tiene una gran altura, ya que el 90% de las
embarazadas tendrían una altura menor. (Raquel, 2015)
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PRUEBA NO ESTRESANTE
REACTIVO
Si el patrón fetal es reactivo: Presenta al menos dos aceleraciones de 15 latidos/minuto,
indica bienestar del feto. Se repetirá la prueba en 3-7 días.
NO REACTIVO
Si el patrón no es reactivo: No presenta aceleraciones. Se prolongará el registro otros 20-
30 minutos más. Si es reactivo, se repetirá en 3-7 días. Si sigue siendo no reactivo,
se realizarán otras pruebas de control fetal o si el feto está maduro se finalizará la
gestación mediante inducción del parto o cesárea, según cada caso.
ANORMAL O PATOLÓGICO
Si el patrón es anormal o patológico: Presenta aumento (taquicardia) o descenso
(bradicardia) de la frecuencia cardiaca basal o desaceleraciones. Se realizarán otras
pruebas de control de bienestar fetal o se finalizará la gestación mediante inducción del
parto o cesárea.
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transductor de ultrasonidos Doppler aplicado en la zona de abdomen materno, donde se
reciba mejor la señal de la misma. El aparato dispone, además, de un dispositivo,
mediante el cual la paciente registrará los movimientos fetales, que detecte. La duración
de esta prueba es variable, y hasta que sea posible conseguir una correcta interpretación
del estado fetal.
FRECUENCIA
La frecuencia de realización de dicha prueba, se ha establecido de manera arbitraria en la
evaluación a intervalos semanales. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que dicha
prueba sólo nos indica el estado fetal en el momento de su realización y por tanto en
gestaciones con posibilidad de deterioro fetal rápido es preciso acortar este plazo. Se ha
apreciado una alta incidencia de resultados falsos negativos en casos de retraso de
crecimiento intrauterino, diabetes materna, gestación cronológicamente prolongada y
toxemia grave y es por ello, que en estas gestaciones se aconseja la realización de
controles bisemanales o cada 48 horas.
CRITERIOS INTERPRETATIVOS
Los criterios interpretativos utilizados en esta prueba, no se hallan estandarizados, siendo
muy variables para los distintos autores. El indicador reconocido como el más capaz de
predecir el bienestar fetal, es la presencia de aceleraciones transitorias en la frecuencia
cardiaca fetal. Aunque estas aceleraciones suelen acompañar o asociarse a movimientos
fetales y algunos autores exigen una determinada relación entre ambos para valorar el
estado fetal, la mayoría no valoran dicha relación en la consideración de un patrón como
reactivo.
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El bienestar fetal viene reflejado en esta prueba por la presencia de un patrón reactivo,
considerándose como tal, según los diversos autores, la presencia de 1 a 6 aceleraciones
en 20 minutos de registro.
Por todo ello, debe considerarse al test basal como una prueba de “screening” del estado
fetal, rápida, cómoda, barata, inmediata y de fácil interpretación, que en un alto porcentaje
nos dará un patrón reactivo (indicativo de bienestar fetal) y que, en aquellos casos, en que
obtengamos un patrón no reactivo, nos obligará a proseguir el estudio mediante una
prueba de oxitocina, con el fin de confirmar el estado de oxigenación fetal.
SITUACIONES CLÍNICAS
Algunas de las situaciones clínicas, que pueden condicionar que un feto bien oxigenado
presente un patrón no reactivo en la prueba basal, pueden apreciarse a continuación:
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Malformaciones del sistema nervioso central (anencefalia, hidrocefalia, etc.)
Síndrome de decúbito supino
Prematuridad extrema
Malformaciones cardíacas, que afecten al sistema de conducción
Hábitos tóxicos maternos: heroinómanas, fumadoras, etc.
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BIBLIOGRAFÍA
1. M, P. (Mayo de 2018). Obtenido de
http://files.perezmi.webnode.com.ve/200000030-
5e0c85f062/Cap%2015%20Bienestar%20fetal.pdf
8. https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/2457/TESI_03.PDF;jsessionid=FB
BF995977FE643A0BDCB4A0209A552C?sequence=3
9. Herring, S. J., & Oken, E. (2010). Ganancia de peso durante el embarazo: Su
importancia para el estado de salud materno-infantil. Annales Nestlé (Ed.
española), 68(1), 17-28
10. Meler, E., Peralta, S., Figueras, F., Eixarch, E., Coll, O., Puerto, B., & Cararach,
V. (2005). Altura uterina: curvas de normalidad y valor diagnóstico para un bajo
peso neonatal. Progresos de Obstetricia y Ginecología, 48(10), 480-486.
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