Las Relaciones de Poder en La Organización

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LAS RELACIONES DE PODER EN LA ORGANIZACIÓN

Como ya se ha comentado en capítulos anteriores, el poder es un fenómeno humano que sucede en


momentos de relaciones interpersonales; es la capacidad para influir y conseguir que otros hagan lo
que uno pretende. En otro sentido, el poder es libertad en el sentido de control sobre la vida
cotidiana y el ambiente personal, que se manifiesta en forma de imagen, símbolos y palabras. Por lo
tanto, el uso del poder es un elemento fundamental para la motivación del colectivo enfermero, ya
que se entiende que el poder requiere de reconocimiento por parte del entorno donde se ejercita.

El poder en las relaciones con otros profesionales

En gran parte de los conflictos que se generan en las organizaciones existe una relación de buen o
mal uso del poder de cada persona o colectivo. Un poder conflictivo está directamente relacionado
con la percepción de la fuerza o la magnitud de poder que posee el otro. Pero, en los momentos de
uso del poder personal o profesional, se puede actuar en dos direcciones: desde la confrontación o
desde una actitud de cooperación.

Si bien la confrontación es una estrategia inicial de lucha por un poder que se puede considerar
propio, el mantenimiento de la confrontación establece una relación de pérdida del poder. La
negociación surge cuando el respeto mutuo por el poder se reconoce y hay intención de resolver la
situación. La colaboración ocurre cuando el poder de un individuo se une al de los demás para
alcanzar metas comunes, pero, en cualquier caso, el poder individual en el contexto de un grupo
implica el riesgo de la toma de decisiones y su asunción de forma responsable.

El poder de la ciencia y el arte de la enfermería

El poder está relacionado con la capacidad de resolver problemas y con la capacidad de comunicar a
la sociedad esa fuente de poder. El poder está también ligado a la empatía del saber hacer y del
saber estar de la enfermera cuando presta atención de salud. Por lo tanto, el conocimiento
enfermero y la capacidad para comunicarlo a través de la investigación aplicada es un elemento de
poder.

El arte de la enfermera y la sabiduría del cuidado de la salud al lado de las personas es un elemento
de poder que la enfermera debe potenciar a través del talante humano en las relaciones de atención
de salud. La competencia asentada en el conocimiento enfermero y el prestigio profesional de la
enfermería deberá gestionarse por parte de la dirección enfermera como un elemento de poder en
la organización

El poder en los puestos de trabajo

Algunas enfermeras carecen de percepción de poder. El reconocimiento del poder de la enfermera


para sí misma afecta a las actitudes y a la efectividad de las conductas en el desempeño de un puesto
de trabajo.

La enfermera de asistencia directa, cuando reconoce el poder de los cuidados que aplica, desarrolla
una motivación por el crecimiento profesional y científico de su ejercicio.

La enfermera que ocupa un cargo de responsabilidad en el nivel intermedio o en la dirección


enfermera de una organización, cuando hace uso del poder, utiliza estrategias para tratar que otros
hagan enfermería en términos de compromiso y realización profesional y científica.
4.6. Gestión por competencias.

Las competencias se definen como atributos personales que tienen una relación causal con los
resultados de una organización y de un determinado ámbito de trabajo. Se entiende por
competencia los conocimientos, capacidades y valores asociados a un determinado ámbito del
quehacer humano. Las competencias llevan implícito cinco elementos fundamentales:

1-Saber: es el conjunto de conocimientos de carácter técnico o social implicados en la competencia,


donde juega un papel fundamental la experiencia.

2-Saber hacer: es el conjunto de habilidades que permiten poner en práctica los conocimientos que
se poseen.

3-Saber estar: son un conjunto de actitudes acordes con las principales características del entorno
organizacional y social. Es tomar en cuenta los valores, creencias, actitudes, como elementos que
favorecen o dificultan determinados comportamientos en un contexto dado.

4-Querer hacer: encierra todos los aspectos motivacionales responsables de que la persona quiera o
no realizar los comportamientos propios de la competencia. Son factores internos y externos de las
personas que determinan el esfuerzo de esta para mostrar una competencia.

5-Poder hacer: es un conjunto de factores personales (aptitudes y rasgos individuales) que se


aprecian como potencialidades o rasgos situacionales que comprende el grado en que el entorno de
trabajo favorece y facilita la utilización de la competencia.

En el ámbito de la salud se puede definir la competencia como la aptitud del profesional de la salud
para integrar y aplicar los conocimientos, habilidades y actitudes a la buena práctica para resolver las
situaciones que se le plantean.

Los profesionales de enfermería, con cargos en la gerencia de los cuidados de enfermería en el


ámbito hospitalario, deben desarrollar algunas competencias para lograr cumplir funciones
inherentes al cargo. Esto conlleva aspectos como el conocimiento, valores, habilidades y destrezas e
implica el manejo de elementos cognitivos, procedimentales y actitudinales con el propósito de
lograr un desempeño eficiente y seguro tanto para los pacientes como para los miembros del equipo
de enfermería.

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