Sé Un Mayordomo Fiel
Sé Un Mayordomo Fiel
Sé Un Mayordomo Fiel
Los padres deben enseñ ar a sus hijos a ser fieles a Dios en todas las circunstancias
y lugares. {CM 142.2.}
2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará.
2Re 12:15 Ni se tomaba cuenta a los varones en cuyas manos el dinero era
entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra: porque ellos lo
hacían fielmente.
Dios desea que todos los obreros practiquen la economía y especialmente que sean
mayordomos fieles. {7TI 198.2.}
FIEL EN LO POCO
Heb 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo,
para testimonio de lo que se iba a decir.
1Co 4:2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea
hallado fiel.
Él dice: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu Señor”. {TM 166.2}
Es la atención concienzuda de lo que el mundo denomina “cosas pequeñas” lo que
hace de la vida un éxito. Los pequeños actos de bondad, las pequeñas acciones
abnegadas, el hablar palabras sencillas, útiles, la vigilancia contra los pequeños
pecados, todo esto es cristianismo. El reconocimiento agradecido de las bendiciones
diarias, un aprovechamiento sabio de las oportunidades cotidianas, el cultivo diligente
de los talentos confiados, esto es lo que el Maestro espera. {MJ 99.2.}
Seréis fieles a vuestro deber, fieles a vuestro puesto de confianza y fieles a Dios; fieles
mayordomos. {TM 264.1.}
Todo cristiano es un mayordomo de Dios que ha recibido sus recursos. Recordad las
palabras: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado
fiel”
Y sean fieles mayordomos. Se me ha mostrado que muchos en nuestras iglesias están
robando a Dios en los diezmos y las ofrendas. {LC 89.1.}
Que cada uno recuerde que debe ser leal y fiel a todos los preceptos y mandatos del
Señor en espíritu, en palabra y en obras. {6TI 193.)
El cristiano estará lleno de gozo en la medida en que sea un mayordomo fiel de los
bienes de su Señor. {CMC 142.4.}
Usted no puede descuidar este deber y ser un mayordomo fiel. Dios requiere que
usted sea fiel a él en cualquier parte donde esté. {MM 49.1; 1.}
Piensa que al haber cumplido fielmente su responsabilidad como mayordomo no ha
hecho más que cumplir con su deber. El capital era del Señor, y mediante su poder
pudo negociar con él con éxito. {CMC 117.3.}
UNA PRUEBA DE LEALTAD
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos
tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Prov.3:9, 10.
Este pasaje nos enseña que Dios, como el Dador de todos nuestros beneficios, tiene
derecho sobre todos ellos; que deberíamos considerar en primer lugar sus derechos; y
que los que honran esos derechos disfrutarán de una bendición especial. {CMC 69.2.}
Con él nos ha dado todas las cosas para que disfrutemos de ellas abundantemente. Los
productos de la tierra, las cuantiosas cosechas, los tesoros de oro y plata, son sus
dones. Ha entregado a los hombres casas y tierras, alimento y vestido. Nos pide que lo
reconozcamos como el Dador de todas las cosas, y por esta razón ha dicho: De todas
vuestras posesiones me
Reservo la décima parte para mí mismo, además de los donativos y las ofrendas, que
deben ser llevados a mi tesorería. Esto constituye la prueba de la provisión que Dios ha
hecho para promover la obra del Evangelio. {CMC 69.4.}
HAY QUE DIEZMAR LAS POSESIONES TANTO COMO LAS ENTRADAS
Tal como lo hizo Abrahán, hay que pagar el diezmo de todo lo que se posee y de todo
lo que se recibe. Un diezmo dado fielmente es la parte del Señor. Retenerlo es robar a
Dios. Cada persona debe llevar con liberalidad los diezmos y las ofrendas a la tesorería
del Señor, con
Buena voluntad y con gozo, porque al hacerlo así recibe una bendición. Es peligroso
retener como propia la parte que le pertenece a Dios. {CMC 71.1.}
El diezmo de todo lo que poseemos es del Señor. Él se lo ha reservado para que sea
empleado con propósitos religiosos. Es santo. En ninguna dispensación él ha aceptado
menos que esto. Un descuido o una postergación de este deber provocará el
desagrado divino. Si todos los cristianos profesos llevaran sus diezmos a Dios, su
tesorería estaría llena. {CMC 71.3.}
CONCEDIDO COMO UNA GRAN BENDICIÓN.
El sistema especial del diezmo se fundaba en un principio que es tan duradero como la
ley de Dios. Este sistema del diezmo era una bendición para los judíos; de lo contrario,
Dios no se lo hubiera dado. Así también será una bendición para los que lo practiquen
hasta el fin del tiempo. {CMC 72.1.}
“De todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti”. Génesis 28:22. Dios no
obliga a los hombres a dar. Todo lo que ellos dan debe ser voluntario. Él no quiere que
afluyan a su tesorería ofrendas que no se presenten con buena voluntad. {CMC 74.2.}
UN PLAN HERMOSO Y SENCILLO.
El plan de Dios en el sistema del diezmo es hermoso por su sencillez e igualdad. Todos
pueden practicarlo con fe y valor porque es de origen divino. {CMC 78.1.}
TANTO PARA LOS RICOS COMO PARA LOS POBRES
En el sistema bíblico de los diezmos y las ofrendas las cantidades pagadas por distintas
personas variarán enormemente, puesto que estarán en proporción a sus entradas. En
el caso del pobre, el diezmo será comparativamente pequeño, y hará su donativo en
proporción a sus posibilidades.
No se haga sentir a los pobres que sus donativos son tan pequeños que no son dignos
de tomarse en cuenta. Que elles den de acuerdo con sus posibilidades, sintiendo que
son siervos de Dios y que él aceptará su ofrenda. {CMC 78.3.}
Ruego a mis hermanos y hermanas de todo el mundo que despierten a la
responsabilidad que descansa sobre ellos en lo que se refiere al pago fiel del diezmo...
Llevad fielmente la cuenta con vuestro Creador. {CMC 79.3.}
El plan de Dios concerniente a los diezmos y ofrendas está claramente establecido en
el tercer capítulo de Malaquías. Dios pide que sus instrumentos humanos sean fieles al
contrato que él ha hecho con ellos. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento
en mi casa.
PRIMERO EL DIEZMO Y LUEGO LAS OFRENDAS
Ha especificado que los diezmos y las ofrendas constituyen nuestra obligación, y desea
que demos en forma regular y sistemática... Que cada uno examine periódicamente
sus entradas, las que constituyen una bendición de Dios, y aparte el diezmo para que
sea del Señor en forma sagrada. Este fondo en ningún caso debería dedicarse a otro
uso; debe dedicarse únicamente para el sostén del ministerio evangélico. Después de
apartar el diezmo hay que separar los donativos y las ofrendas, “según haya
prosperado” Dios. {CMC 86.1.}
EL PRIMER DEBER HACIA DIOS
Algunos piensan que tienen obligaciones inviolables hacia sus hijos. Deben dar a cada
uno su parte, pero se sienten incapaces de reunir recursos para ayudar la causa de
Dios. Presentan como excusa que tienen un deber hacia sus hijos. Esto puede ser así,
pero su primer deber se refiere a Dios... No permitáis que nadie presente sus
pretensiones y os induzca a robar a Dios. No permitáis que vuestros hijos roben
vuestra ofrenda del altar de Dios para usarla en su propio beneficio. {CMC 99 .1.}
Muchas personas durante largo tiempo no han tratado honradamente con Dios. Al no separar
el diezmo cada semana han dejado que éste se acumule hasta constituir una suma voluminosa,
y ahora se resisten a pagarlo. Conservan esos diezmos atrasados y los utilizan como si les
pertenecieran. {CMC 101.2.}
Se me ha indicado que diga al pueblo de Dios que redima su honor devolviendo a Dios
fielmente el diezmo. {CMC 101.3.}
El ministro, por precepto y ejemplo, debe enseñar a la gente a considerar el diezmo como algo
sagrado. Este no debe pensar que puede retenerlo y usarlo según su criterio personal, porque
es un ministro. No le pertenece. No está en libertad de dedicarlo para sí mismo sea lo que
fuere que piense que se le debe. No debe respaldar con su influencia ningún plan para apartar
de su uso legítimo los diezmos y las ofrendas de Dios. Estos deben colocarse en su tesorería y
considerarse sagrados para su servicio tal como él lo ha designado. {CMC 106.2. }
Algunos piensan que el diezmo puede aplicarse a las escuelas. Otros suponen que los
colportores deberían ser sostenidos con el diezmo.
Pero se comete un grave error cuando el diezmo se aparta del objetivo para el que ha sido
destinado: el sostén de los ministros. {CMC 107.2.}
El diezmo ha sido puesto aparte con un propósito especial. No debe considerarse como un
fondo para pobres. Debe dedicarse especialmente al sostén de los que predican el mensaje de
Dios al mundo; y no hay que desviarlo de este propósito. {CMC 108.2.}
Se me mostró que es un error emplear el diezmo para satisfacer los gastos ocasionales de la
iglesia. En esto ha habido un alejamiento de los métodos correctos. Sería mucho mejor vestirse
con más sencillez, eliminar la complacencia, y practicar la abnegación a fin de satisfacer esas
necesidades. Al hacerlo así tendréis una buena conciencia. Pero estáis robando a Dios cada vez
que ponéis vuestras manos en la tesorería y extraéis fondos para satisfacer los gastos
corrientes de la iglesia. {CMC 188.1.}
Hay una gran necesidad de instrucción concerniente a las obligaciones y los deberes hacia
Dios, especialmente con respecto a pagar honradamente el diezmo.
¿Cómo puede descuidar su deber de instruirlo y amonestarlo? Cada miembro de iglesia
debería ser enseñado a ser fiel en el pago honrado del diezmo. {CMC 109.2.}
Que los ancianos y los dirigentes de la iglesia sigan las instrucciones de la Palabra Sagrada, e
insten a sus miembros acerca de la necesidad de ser fieles en el pago de las promesas, los
diezmos y las ofrendas. {CMC 111.3.}