Sesión 7 - Signos de Puntuación

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN S U P E R I O R P R I V A D O “ARZOBISPO LOAYZA”

TEMA : LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN


DOCENTE : MG. MARIA LOURDES PUICON DEPAZ

OBJETIVO : IDENTIFICAR LAS NORMAS DE LOS DIFERENTES SIGNOS DE PUNTUACIÓN NECESARIOS PARA LA SEPARACIÓN
CORRECTA DE LAS IDEAS Y LA COMPRENSIÓN DE LAS MISMAS
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Para redactar adecuadamente es requisito indispensable saber puntuar; para lo que no hay reglas
fijas, depende mucho, dentro de ciertas normas, de la personalidad de quien escribe. Sobre este
particular Gonzalo Martín Vivaldi en su obra Curso de redacción nos dice:
“Cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿En realidad, hay reglas para puntuar?
He aquí nuestra respuesta: A pesar de que la puntuación sea materia un tanto elástica,
conviene tener en cuenta las susodichas reglas y adaptarlas luego a nuestro temperamento. Lo que
no puede hacerse en modo alguno es despreciarlas en absoluto. Estos pequeños signos –puntos y
comas- intercalados en la escritura, son a modo de hitos que ayudan a nuestra mente a seguir el
pensamiento del que escribe”.
Entonces insistimos en la necesidad de los signos de puntuación. Son tan precisos como las
“señales de tránsito” en una gran ciudad. Ayudan a caminar y evitan el desorden. Sus principales
fines son establecer pausas, cambios de tono y separación correcta de las ideas de un escrito.

1. Coma. Expresa una pausa breve. Desempeña varias funciones:


a) Separa elementos que están en un mismo nivel (enumeración):
Y la gente en el estadio corría, saltaba, vendía, pateaba, gritaba, reía y lloraba.

b) Separa el vocativo del resto de la oración:


Hijito, no rayes el piso con los dientes.
No empeñes mis muletas, mamá.

c) Separa elemento explicativo (aposiciones u otros):


Caperucita Roja, la que se comió al lobo feroz, vive feliz en el bosque.
Caperucita Roja, furiosa, embistió contra cuanto lobo había.

d) Ocupa el lugar de un verbo omitido:


Ricardo era alegre; su novia, triste.

e) Aparece ante conjunciones adversativas y consecutivas (siempre y cuando los elementos


relacionados sean simples):
Fuimos a la fiesta, pero nos aburrimos.
No es gracioso, sino pesado.
2. Punto y coma. Presenta una pausa mayor que la de la coma. Se usa en los siguientes casos:
a. Enumeración de elementos complejos que ya presentan comas intermedias.
Ellos trajeron lechugas frescas, tomates, zanahorias; nosotros, manzanas, peras, melones.

b. Para separar pensamientos opuestos no unidos por conjunción:


El error agita; la verdad da paz.
El trabajo paga las deudas; la ociosidad las aumenta.

c. Aparece ante conjunciones adversativas (siempre y cuando las construcciones sean de


cierta extensión).
Los beduinos revisaron el oasis de izquierda a derecha y de derecha a izquierda; pero solo
encontraron un camello muerto.

3. Dos puntos. Se emplean en los siguientes casos:


a. Ante una cita textual:
Cicerón en sus oficios dice a este propósito lo siguiente: “No hay cosa que tanto degrade
al hombre como la envidia”.

b. Después del vocativo. A principio de las cartas o discursos:


Estimada abuelita:
Señor Ministro:
d. Después de las palabras que anuncian algo:
El sustantivo indica la sustancia de las cosas, lo esencial; por ejemplo: hombre, papel, hijo.

4. Punto. Indica pausa completa. Señala que todo lo anterior tiene sentido completo.
a) Punto seguido: al fin de cada periodo con sentido completo.
b) Punto aparte: al cambiar de asunto o tomar este en otro aspecto.

Al escribir un libro, a la primera persona a la que deberías complacer es a ti mismo (1).


Si eres capaz de divertirte durante todo el tiempo que te lleva escribir el libro, más adelante
también divertirás a los editores y a los lectores (2).
Toda narración que conste de un principio, una mitad y un final tiene suspenso (3)

5. Puntos suspensivos. Tiene los siguientes casos:


a. Deja incompleta la idea para sugerir diversas impresiones: duda, temor,
incredulidad, sorpresa, etc.
¿Le diré que ha muerto su padre?... No tengo valor para tanto.
Quien mucho abarca…
b. Si se copia parte de un texto indican lo que se omite:
“... Al alborear, se observa en el cuartel, el ajetreo (…) previo a la salida del regimiento
que iba a realizar maniobras…”

6. Signos de interrogación y exclamación (son siempre dobles en castellano y después de


ellos no se coloca punto pues ya lo tienen incorporado):
- Si él no hubiera venido hoy, ¿qué hubieras hecho? Finalmente,
- ¿Quieres que me vaya? ¡Responde!

7. Paréntesis.
Para aclarar algún dato en un enunciado o colocar una nota marginal. Los guiones pueden
cumplir la misma función.
Le dijo (por compromiso, claro) que la quería.

8. Comillas.
a) Para encerrar toda frase tomada de algún texto:
“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

b) Para resaltar una expresión usada de modo no convencional (forma jergal, extranjerismo o
alteración del significado propio de una expresión):
Con el término “Kulturschmerz”, Freud expresó claramente ese malestar que produce el
vivir sometidos a las reglas de juego de la sociedad, a cambio, por supuesto, de su
protección…

9. Raya.
Para indicar el cambio de interlocutor en un diálogo:
- ¿Qué haces?
- Estudio para mi práctica de signos de puntuación.

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