Trabajo Terapia Cognitiva Conductual

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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN

FACULTAD MEDICINA HUMANA


ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

TEMA:
TERAPIA COGNITIVA - CONDUCTUAL

ASIGNATURA: PSICOLOGIA
DOCENTE RESPONSABLE: JHOANA FLORES
TAPULLIMA
INTEGRANTES:
 CIEZA VAZQUEZ, CKIARA KAHORY
 FLORES LOPEZ, DIANE ALLEN
 GARCIA BRAVO, ZIZI JHASMIRY
 TELLO CAMPOS, YERSON
 TORIBIO RIOS, REY AMSTRONG UNIT

MORALES - 2023
1. LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL
La Terapia Cognitivo-Conductual es una forma de psicoterapia que se ha convertido en
una de las prácticas terapéuticas más ampliamente utilizadas y respaldadas en la
actualidad. Esta terapia se basa en la premisa de que nuestros pensamientos, emociones
y comportamientos están interconectados y que los patrones de pensamiento negativo
o disfuncional pueden contribuir a problemas emocionales y conductuales. La TCC se
enfoca en identificar y cambiar estos patrones de pensamiento y comportamiento para
ayudar a las personas a superar una variedad de problemas psicológicos y emocionales,
como la depresión, la ansiedad, los trastornos de ansiedad, las fobias, el estrés
postraumático y muchos otros.
A lo largo de una serie de sesiones terapéuticas, el terapeuta trabaja en colaboración
con el cliente para explorar y comprender sus pensamientos automáticos y creencias
subyacentes que pueden ser negativas o poco realistas. Luego, se utilizan técnicas y
estrategias específicas para desafiar y cambiar estos patrones disfuncionales, lo que a su
vez puede llevar a un mejor control de las emociones y una mejora en el
comportamiento. La TCC es una terapia orientada hacia objetivos y se centra en
proporcionar a los individuos las herramientas y habilidades necesarias para enfrentar
sus dificultades de manera efectiva en el presente y en el futuro.
La Terapia Cognitivo-Conductual ha demostrado ser eficaz en una amplia gama de
situaciones clínicas y es una terapia ampliamente utilizada en entornos clínicos y de
asesoramiento. Su enfoque en la identificación y el cambio de patrones de pensamiento
negativo la hace especialmente adecuada para abordar problemas psicológicos
relacionados con la cognición y el comportamiento, y su enfoque práctico y basado en la
evidencia la convierte en una opción terapéutica sólida para muchas personas que
buscan mejorar su bienestar mental.
1.1. Definición y conceptos fundamentales.
La Terapia Cognitivo-Conductual es un enfoque terapéutico ampliamente
utilizado en psicología que se centra en la relación entre los pensamientos, las
emociones y el comportamiento de una persona. Los conceptos fundamentales de
la TCC incluyen:
1.1.1. Cogniciones: Las cogniciones se refieren a los pensamientos, creencias y
evaluaciones internas de una persona sobre sí misma, los demás y el mundo que
la rodea. En la Terapia Cognitivo-Conductual, se reconoce que estas cogniciones
juegan un papel central en la determinación de las emociones y el comportamiento
de una persona.
1.1.2. Conducta: La conducta se refiere a las acciones y comportamientos
observables de una persona. La Terapia Cognitivo-Conductual se enfoca en
identificar patrones de comportamiento que pueden ser problemáticos o
disfuncionales y en trabajar para cambiarlos.
1.1.3. Emociones: Las emociones son respuestas subjetivas y a menudo
automáticas a situaciones y pensamientos. La Terapia Cognitivo-Conductual
reconoce que las emociones están influenciadas por las cogniciones y el
comportamiento, y viceversa. Por lo tanto, se busca cambiar las cogniciones y el
comportamiento para mejorar el estado emocional de una persona.
1.1.4. Pensamientos automáticos: Estos son pensamientos rápidos y automáticos
que surgen en respuesta a situaciones específicas. A menudo, estos pensamientos
automáticos pueden ser negativos o distorsionados, lo que contribuye a emociones
negativas y comportamientos inapropiados.
1.1.5. Esquemas cognitivos: Los esquemas son creencias centrales y duraderas
que una persona tiene sobre sí misma, los demás y el mundo. Los esquemas
pueden ser positivos o negativos y a menudo se forman en la infancia. La Terapia
Cognitivo-Conductual trabaja para identificar y cambiar los esquemas negativos
que pueden estar contribuyendo a problemas psicológicos.
1.1.6. Técnicas de modificación cognitiva: La Terapia Cognitivo-Conductual
utiliza diversas técnicas para identificar y cambiar pensamientos negativos o
distorsionados. Estas técnicas incluyen el cuestionamiento de creencias
irracionales, la reestructuración cognitiva y el reemplazo de pensamientos
negativos por pensamientos más realistas y adaptativos.
1.1.7. Técnicas de modificación conductual: Se enfoca en cambiar
comportamientos problemáticos a través de técnicas como la exposición gradual,
el entrenamiento en habilidades sociales y la resolución de problemas. Estas
técnicas buscan ayudar a las personas a enfrentar situaciones difíciles de manera
más efectiva.
1.1.8. Evaluación y seguimiento: Implica una evaluación continua del progreso
del cliente a lo largo del proceso terapéutico. Se utilizan escalas de medición y
otras herramientas para evaluar los cambios en las cogniciones, emociones y
comportamientos, y se realizan ajustes en el tratamiento según sea necesario.

En resumen, la Terapia Cognitivo-Conductual se centra en la identificación y


modificación de patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales para
mejorar el bienestar emocional y psicológico de una persona. Se basa en la idea
de que al cambiar la forma en que una persona piensa y se comporta, es posible
mejorar su calidad de vida y abordar una amplia variedad de problemas
psicológicos.

1.2. Historia y evolución de la terapia cognitivo-conductual.


La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) tiene una historia y evolución
interesantes que abarcan varias décadas. A continuación, se presenta un resumen
de su desarrollo a lo largo del tiempo:
1.2.1. Década de 1920-1930: Los precursores de la TCC se encuentran en el
trabajo de psicólogos como John B. Watson y Burrhus Frederic Skinner, quienes
enfatizaron la importancia de estudiar el comportamiento observable y medible.
Watson, considerado el padre del conductismo, abogó por el estudio del
comportamiento humano sin considerar los procesos mentales internos.
1.2.2. Década de 1950-1960: A pesar del enfoque del conductismo en el
comportamiento observable, comenzaron a surgir críticas hacia esta perspectiva
debido a su falta de atención a los procesos cognitivos. Albert Ellis desarrolló la
Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) en la década de 1950, que fue uno
de los primeros enfoques en incorporar la cognición en la terapia. Ellis
argumentaba que no son los eventos en sí mismos los que causan emociones, sino
las creencias irracionales que las personas tienen sobre esos eventos.
1.2.3. Década de 1960-1970: Aaron T. Beck, un psiquiatra, desarrolló la Terapia
Cognitiva en la década de 1960. Beck observó que sus pacientes con depresión
tenían pensamientos negativos automáticos y distorsionados. Su enfoque se centró
en identificar y cambiar estos patrones de pensamiento disfuncional. La Terapia
Cognitiva se convirtió en un pilar de la TCC y marcó un punto de inflexión en la
inclusión de la cognición en la terapia.
1.2.4. Década de 1970 en adelante: La TCC continuó evolucionando y
expandiéndose en las décadas posteriores. Se desarrollaron enfoques específicos
para tratar una variedad de trastornos, incluyendo la Terapia Cognitiva de la
Depresión y la Terapia Cognitiva de la Ansiedad Social. La TCC también se ha
aplicado con éxito en el tratamiento de trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-
compulsivo, trastorno de estrés postraumático y otros problemas de salud mental.
1.2.5. Integración con la Terapia de Exposición: La TCC a menudo se combina
con la Terapia de Exposición, especialmente en el tratamiento de trastornos de
ansiedad. La exposición gradual a situaciones o estímulos temidos se utiliza junto
con técnicas cognitivas para ayudar a los individuos a superar sus miedos y
ansiedades.
1.2.6. Enfoque basado en la evidencia: A lo largo de su evolución, la TCC ha
acumulado una sólida base de evidencia científica que respalda su eficacia en el
tratamiento de una amplia gama de problemas psicológicos. Esto ha contribuido
a su crecimiento y aceptación en el campo de la psicología y la psicoterapia.

Hoy en día, la Terapia Cognitivo-Conductual sigue siendo uno de los enfoques


terapéuticos más ampliamente utilizados y respaldados en el tratamiento de
trastornos emocionales y conductuales. Ha influido en otras terapias y enfoques
terapéuticos y ha dado lugar a desarrollos posteriores, como la Terapia de
Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Cognitivo-Conductual Basada en
la Mindfulness (MBCT), que incorporan elementos cognitivos y conductuales en
combinación con enfoques de mindfulness y aceptación.
Los principios básicos de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) son fundamentales para
comprender esta forma de psicoterapia. A continuación, se describen dos de estos
principios:
El Modelo Cognitivo y el Modelo Conductual: La TCC se basa en la idea de que nuestros
pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados y que los
problemas psicológicos pueden ser el resultado de patrones disfuncionales en estos tres
componentes.

Modelo Cognitivo: Se refiere a la importancia de los pensamientos y creencias en la


determinación de nuestras emociones y comportamientos. En la TCC, se trabaja para
identificar y cambiar los pensamientos irracionales o negativos que pueden contribuir a
problemas emocionales, como la depresión o la ansiedad. Este proceso implica la
reestructuración cognitiva, que implica desafiar y cambiar creencias distorsionadas o
poco realistas.
Modelo Conductual: Este modelo se centra en cómo los comportamientos pueden ser
aprendidos y desaprendidos a través de procesos de condicionamiento. En la TCC, se
presta atención a los comportamientos problemáticos y se trabajan en estrategias para
cambiarlos. Esto puede implicar la exposición gradual a situaciones temidas (como en la
terapia de exposición para tratar las fobias) o el refuerzo positivo de comportamientos
deseables.

La Importancia de la Relación Terapéutica: Aunque la TCC se centra en la identificación


y modificación de pensamientos y comportamientos, la relación entre el terapeuta y el
cliente sigue siendo crucial. La alianza terapéutica, basada en la confianza y la
colaboración, es esencial para el éxito de la terapia. El terapeuta debe proporcionar un
entorno seguro y de apoyo donde el cliente se sienta cómodo expresando sus
pensamientos y emociones.
La relación terapéutica no solo facilita el proceso de tratamiento, sino que también
puede ser una herramienta poderosa para desafiar y cambiar patrones disfuncionales de
relación interpersonal que el cliente pueda tener. A través de la relación con el terapeuta,
el cliente puede experimentar nuevas formas de interactuar y relacionarse con los
demás, lo que puede tener un impacto positivo en su vida fuera de la terapia.

Proceso de evaluación en la terapia cognitivo-conductual.


Evaluación
Es la primera fase, cuya finalidad es la obtención de toda la información necesaria sobre
el problema objeto de la consulta. A través de preguntas guiadas, cuestionarios, tests y
registros, el psicólogo indaga en el origen del problema y su mantenimiento en el tiempo.
La duración de esta fase es variable dependiendo del paciente, el problema u otras
variables. Suele variar de dos a cuatro sesiones.
Consiste en explicar al paciente el porqué de su problema, es decir, que factores han
influido en la aparición de su conflicto y cuales lo mantienen. Esta fase es muy
importante, pues no solo supone una explicación para el paciente, sino que marcará los
objetivos a conseguir dentro de la terapia. También se podrá especificar en qué consistirá
el tratamiento y se avanzará posibles técnicas o recursos necesarios. Suele durar una
sesión.
Tratamiento
A través de técnicas adaptadas a cada problema, se enseñará al paciente los recursos
que le ayuden a obtener nuevos conocimientos, habilidades, formas alternativas de
actuar, etc., con la finalidad de que estos nuevos aprendizajes le ayuden a la resolución
o manejo de su conflicto. Estas nuevas estrategias brindarán al paciente nuevas formas
de pensamiento o actuación.

Para un buen aprendizaje es necesario un entrenamiento, consistente en la realización


de tareas entre las sesiones. Estas son necesarias para aportar más información de cómo
la persona piensa, siente, o actúa, entre otros casos.

Generalmente las sesiones son semanales, siendo posteriormente programadas de


forma quincenal, mensual, y de forma general con una menor frecuencia según la
evolución del paciente. Es difícil predecir la duración de esta fase ya que depende del
problema, el ritmo de cambio del paciente, la motivación, etc. Podemos estar hablando
de un tiempo aproximado entre 3 – 8 meses.
Seguimiento
Se produce cuando se considera que el paciente tiene todos los recursos necesarios y
hace uso de ellos para el manejo de su conflicto, o incluso cuando el mismo está resuelto.
Lo que se pretende es que el paciente aprenda a manejarse solo, poniendo en práctica
todo lo aprendido. El objetivo es apoyar al paciente durante un periodo donde nuestras
intervenciones sean menores (generalmente de 3 a 6 por año), y donde se afronten las
posibles recaídas e incluso las nuevas situaciones problemáticas donde sea necesario
nuevos aprendizajes.

Uso de herramientas y cuestionarios.


En la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se utilizan diversas herramientas y
cuestionarios como parte del proceso de evaluación y tratamiento. Estas herramientas
pueden proporcionar información objetiva y estructurada que ayuda al terapeuta a
comprender mejor los síntomas, pensamientos, emociones y comportamientos del
cliente. Aquí hay algunos ejemplos de herramientas y cuestionarios comunes utilizados
en la TCC:
Inventarios de Depresión y Ansiedad: Estos cuestionarios, como el Inventario de
Depresión de Beck (BDI) o el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI), se utilizan para
evaluar la gravedad de los síntomas de depresión y ansiedad. Los clientes completan
estos cuestionarios para proporcionar una medida objetiva de sus síntomas
Diarios de Pensamientos y Emociones: Los clientes pueden llevar un diario en el que
registren sus pensamientos automáticos y emociones a lo largo del día. Esto puede
ayudar a identificar patrones de pensamiento disfuncional y las situaciones que
desencadenan ciertas emociones.

Escala de Evaluación de Creencias Irracionales: Este tipo de cuestionario, como la Escala


de Creencias Irracionales de Ellis (IBS-R), se utiliza para evaluar las creencias irracionales
o distorsionadas que pueden contribuir a problemas emocionales. Ayuda a identificar
pensamientos negativos y poco realistas.

Registros de Conducta: Los clientes pueden llevar registros de comportamientos


específicos que deseen modificar, como conductas de evitación en casos de fobias o
compulsiones en casos de trastorno obsesivo-compulsivo. Estos registros ayudan a
identificar patrones y desencadenantes conductuales.

Escalas de Estrés y Afrontamiento: Estas herramientas evalúan el nivel de estrés y las


estrategias de afrontamiento utilizadas por el cliente. Pueden ayudar a identificar
estrategias de afrontamiento ineficaces y desarrollar alternativas más saludables.

Cuestionarios de Calidad de Vida: Estos cuestionarios miden la percepción del cliente


sobre su calidad de vida en áreas como relaciones interpersonales, salud física y
bienestar emocional. Ayudan a evaluar el impacto de los problemas en la vida global del
cliente.

Escala de Evaluación de Riesgo Suicida: En situaciones en las que existe preocupación


por el riesgo suicida, se utilizan escalas de evaluación de riesgo suicida para determinar
la gravedad de la ideación suicida y la necesidad de intervención inmediata.

Cuestionarios de Evaluación de Habilidades Sociales: Estos cuestionarios evalúan las


habilidades sociales del cliente y su capacidad para interactuar efectivamente con los
demás. Pueden ser útiles en el tratamiento de problemas de ansiedad social o trastornos
del espectro autista.
Estas herramientas y cuestionarios se utilizan como complemento a las entrevistas
clínicas y la interacción terapéutica para proporcionar una comprensión más completa
de la situación del cliente. Además, pueden ser útiles para realizar un seguimiento del
progreso a lo largo del tratamiento y para ajustar las intervenciones terapéuticas según
sea necesario. Es importante que el terapeuta seleccione las herramientas adecuadas en
función de las necesidades y los objetivos terapéuticos específicos de cada cliente.
Técnicas y Estrategias Terapéuticas
La reestructuración cognitiva es una estrategia empleada en terapia psicológica, con el propósito
de modificar y transformar los pensamientos negativos o aquellos patrones de pensamiento
perjudiciales para el paciente, lo cual a su vez afecta negativamente su calidad de vida. Esta
técnica se considera como una de las más viables y efectivas dentro del enfoque psicoterapéutico
cognitivo-conductual. Las tres etapas son: a) Contempla las experiencias y vivencias que un
individuo experimenta, b) Cómo las personas conciben esas experiencias, cómo las interpretan y
de alguna manera las hacen totalmente suyas y c) el individuo reacciona y actúa ante la
experiencia que ha vivido. (1)

Exposición y prevención de respuesta

Antes de comenzar, sería importante definir la Exposición y la Prevención de Respuesta por


separado según (Suriá y Meroño, 2009).

 Exposición consiste en enfrentar al paciente a situaciones de miedo o preocupación relacionadas


con sus obsesiones, para ello, se comienza con situaciones que causan mínimos de ansiedad y
posteriormente se va aumentando poco a poco.
 La Prevención de Respuesta consiste en evitar el comportamiento compulsivo con el apoyo del
terapeuta evitando los comportamientos compensatorios para disminuir la ansiedad. Por ello, la
combinación de la Exposición y la Prevención de respuesta que sea deliberado y
voluntariamente.

Técnicas de solución de problemas

Esta técnica ayudará a hacerles frente a los problemas, fue originalmente propuesta por Zurilla
y Goldfried. Que dice el proceso o los pasos a seguir para resolver los problemas cotidianos. (2)

Paso 1. Conceptos previos, es saber diferenciar lo que es un problema y una solución


Paso 2. Orientación general: identificar y reconocer el problema, asumir que los problemas
siempre habrá, ser conscientes que cada acción tiene sus consecuencias y antes de responder
pensar lo que dirás.
Paso 3. Generación de alternativas: encontrar tantas soluciones como sea posible para maximizar
la probabilidad. Teniendo en cuenta tres aspectos: cantidad, dilación y variedad.
Paso 4. Evaluar las opciones y anticipar las consecuencias a corto y largo plazo a nivel personal
y social.
Las aplicaciones clínicas de la Terapia cognitiva – conductual

a) Tratamiento de trastornos de ansiedad


b) Tratamiento de trastornos del estado de ánimo.
c) Terapia cognitivo-conductual en adicciones.
Bibliografía

1. Fernandez FJM. Reestructuración cognitiva: ¿Qué es? [Internet]. Psicólogo en Barcelona. Francisco
J. Martinez F.; 2020 [citado el 25 de septiembre de 2023]. Disponible en:
https://psicorelacional.com/reestructuracion-cognitiva-que-es/
2. Online P. Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) [Internet]. Psiquion - Plataforma de
psicología online. [citado el 25 de septiembre de 2023]. Disponible en:
https://www.psiquion.com/blog/exposicion-prevencion-respuesta-epr
1. Terapia Cognitivo-Conductual en Poblaciones Específicas:

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una forma de psicoterapia ampliamente utilizada que


se ha adaptado con éxito para tratar a diversas poblaciones específicas, incluyendo:

Terapia con niños y adolescentes: La TCC se ha demostrado efectiva en el tratamiento de


trastornos comunes en niños y adolescentes, como el trastorno de ansiedad, la depresión, el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos del espectro autista
(TEA). Los terapeutas cognitivo-conductuales que trabajan con esta población a menudo
utilizan técnicas adaptadas a la edad, como el juego terapéutico, el dibujo y la narración de
cuentos, para facilitar la comunicación y la comprensión.

Terapia con adultos mayores: La TCC también puede ser beneficiosa para los adultos mayores
que enfrentan desafíos de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés
postraumático (TEPT) y la demencia. Los terapeutas pueden adaptar las sesiones para abordar
las preocupaciones y las limitaciones específicas de esta población, como la pérdida de la
memoria y las dificultades de movilidad. La TCC puede ayudar a mejorar la calidad de vida y la
adaptación a las transiciones y cambios en la vida de los adultos mayores.

2. Efectividad y Evidencia Empírica:

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una de las modalidades de tratamiento psicológico


más estudiadas y respaldadas por la investigación empírica. A lo largo de las décadas,
numerosos estudios clínicos y revisiones sistemáticas han demostrado su eficacia en una
variedad de trastornos mentales y condiciones emocionales. Algunos puntos clave relacionados
con la efectividad y la evidencia empírica de la TCC incluyen:

Trastornos de ansiedad: La TCC se ha mostrado altamente efectiva en el tratamiento de


trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el
trastorno de ansiedad social y las fobias específicas.

Depresión: La TCC es una terapia de primera línea para la depresión y ha demostrado ser tan
efectiva como la medicación antidepresiva en muchos casos. También se ha utilizado con éxito
en la prevención de recaídas.

Trastornos del estado de ánimo: La TCC se ha aplicado con éxito en el tratamiento de


trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar y el trastorno depresivo mayor.

Trastornos de la alimentación: La TCC es una de las terapias más efectivas para tratar
trastornos de la alimentación, como la bulimia nerviosa, la anorexia nerviosa y la alimentación
compulsiva.
Trauma y TEPT: La TCC, especialmente la Terapia de Exposición Prolongada y la Terapia
Cognitivo-Conductual para el TEPT (TCC-TEPT), ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de
trastornos de estrés postraumático.

Adicciones: La TCC se ha utilizado con éxito en el tratamiento de trastornos por uso de


sustancias y comportamientos adictivos, como el abuso de alcohol, drogas y el juego
patológico.

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es una modalidad de tratamiento psicológico respaldada


por una amplia evidencia empírica. A continuación, te proporciono algunas citas de psicólogos
y referencias a estudios que destacan la efectividad de la TCC:

Aaron T. Beck, fundador de la TCC:

"La Terapia Cognitiva se ha demostrado efectiva no solo en el tratamiento de la depresión y la


ansiedad, sino también en una amplia gama de trastornos psicológicos, incluidos los trastornos
de la personalidad, los trastornos alimentarios y el trastorno de estrés postraumático."

Martin Seligman, pionero de la Psicología Positiva:

"La Terapia Cognitivo-Conductual ha demostrado ser una de las terapias más eficaces para
tratar una amplia gama de problemas psicológicos, y su enfoque en el cambio de pensamientos
y comportamientos negativos es una parte fundamental de la Psicología Positiva."

En resumen, la Terapia Cognitivo-Conductual cuenta con una sólida base de evidencia empírica
que respalda su eficacia en una amplia gama de trastornos y poblaciones. Sin embargo, es
importante recordar que la elección de la terapia adecuada depende de las necesidades
individuales de cada paciente, y la terapia cognitivo-conductual puede ser más efectiva para
algunas personas que para otras.
8. DESAFIOS Y CRÍTICAS
8.1. Limitaciones y posibles críticas a la terapia cognitivo-conductual.

A pesar de ser ampliamente utilizada y respaldada en el campo de la psicología,


la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) no está exenta de críticas y limitaciones.
Algunas de las críticas y limitaciones más comunes incluyen:

8.1.1. Enfoque reduccionista: Una crítica común a la TCC es que tiende a


simplificar los problemas psicológicos al centrarse principalmente en los
pensamientos y comportamientos, dejando de lado factores emocionales,
culturales y sociales importantes. Esto puede llevar a una comprensión limitada
de la complejidad de las experiencias humanas.

8.1.2. Énfasis en lo superficial: Al enfocarse en los síntomas y


comportamientos observables, la TCC a veces puede pasar por alto las causas
subyacentes más profundas de los problemas emocionales. Esto puede llevar a
tratamientos que alivian temporalmente los síntomas sin abordar las raíces del
problema.

8.1.3. Falta de atención a la relación terapéutica: Algunos críticos argumentan


que la TCC se centra en las técnicas y estrategias en lugar de la relación entre el
terapeuta y el cliente. La calidad de la relación terapéutica es un factor
importante en cualquier forma de terapia, y algunas personas pueden sentir que
la TCC no presta suficiente atención a esta dimensión.

8.1.4. No es adecuada para todos: La TCC es altamente estructurada y


orientada hacia objetivos, lo que puede no ser adecuado para todas las personas.
Algunas personas pueden preferir enfoques más holísticos o exploratorios en la
terapia.

8.1.5. Éxito limitado en trastornos graves: Aunque la TCC ha demostrado ser


eficaz para una amplia variedad de problemas psicológicos, puede no ser la
terapia más adecuada para trastornos graves como la esquizofrenia o el trastorno
bipolar, que requieren enfoques más especializados.
8.1.6. Énfasis en la autorresponsabilidad: Si bien el enfoque en la
autorresponsabilidad puede ser empoderador para muchas personas, algunas
críticas argumentan que puede llevar a la culpabilización de los individuos por
sus problemas psicológicos, especialmente en casos donde factores externos,
como el entorno socioeconómico, desempeñan un papel importante.

8.1.7. Necesidad de recursos y tiempo: La TCC a menudo requiere un


compromiso de tiempo y recursos significativo. Algunas personas pueden no
tener acceso a terapeutas capacitados en TCC o pueden no tener los recursos
para participar en un tratamiento a largo plazo.

8.1.8. Falta de consideración de la espiritualidad: La TCC tiende a centrarse


en aspectos cognitivos y conductuales y puede no abordar adecuadamente las
cuestiones espirituales o existenciales que son importantes para algunas
personas.

Es importante destacar que estas críticas y limitaciones no invalidan la utilidad


de la TCC, sino que resaltan la importancia de considerar los enfoques
terapéuticos de manera individualizada y adaptarlos a las necesidades y
preferencias de cada persona. Además, la TCC sigue siendo una de las terapias
más respaldadas por la evidencia científica y ha demostrado ser efectiva en una
amplia variedad de situaciones clínicas.
9. Ética y Consideraciones Profesionales
 Aspectos éticos en la terapia cognitivo-conductual:
El trabajo de un terapeuta requiere apertura y aceptación hacia las personas que
llegan hasta su consulta. La terapia cognitivo-conductual lleva a ver a las personas
más allá del ente físico que se encuentra en frente a ellos, saber que piensa, como
piensa, que siente y como lo expresa, esa es la esencia de la TCC (terapia
cognitivo-conductual).
Aunque como terapeutas tienen una estructura a seguir, es importante saber ser
flexible, pero siempre profesional. Es prioridad lograr distinguir cuando se está
siendo éticos, cuando morales, cuando profesionales, y también, cuando no. (1)
La profesionalidad incluye, una rigurosa preparación científico-técnica para el
desempeño de las actividades, también es necesario apartarse de intereses,
imperativos o criterios personales. Esto significa, dejar de lado creencias propias
que podrían afectar el desempeño de la labor, no tratar de inculcar o someter a
ideas y valores personales. La intervención del terapeuta cognitivo-conductual
implica saber discernir cuando si y cuando no aplicar toda la estructura que se dice
deben seguir. (1)
Abstener de establecer relaciones múltiples no profesionales con sus pacientes,
pero ¿qué es exactamente relación múltiple? En gran parte el éxito de su labor
depende de la alianza establecida, y esta alianza requiere socialización (dentro de
la consulta), establecer un lazo más que de terapeuta-paciente, obviamente sin
llegar a ser “compas”. Los juicios morales deberán quedar fuera de la práctica
profesional, porque incluso, por ética tienen que respetar y aceptar a sus clientes
y no causar daños irreparables con posturas propias. (1)

 Formación y requisitos para terapeutas:


El ámbito de la Terapia Cognitivo Conductual hace falta buena formación en
Ciencias del Comportamiento. Para ser más claros, el conocimiento de unos pocos
autores o de un solo paradigma de investigación no resulta suficiente para la
formación de un terapeuta cognitivo conductual, tampoco el conocimiento de
técnicas terapéuticas a partir de la lectura aislada de algún texto. (2)
Ser terapeuta cognitivo conductual requiere de una formación amplia y
sistemática en Ciencias del Comportamiento y Psicología Básica Experimental.
- Los paradigmas más utilizados son:
1. Teorías del aprendizaje: Condicionamiento clásico, operante y vicario.
2. Modelos de condicionamiento encubierto.
3. Terapias cognitivas.
4. Paradigmas del proceso de la información.
5. Psicología social experimental.
6. Psicología de las diferencias individuales.
7. Evaluación psicométrica y conductual.
8. Neurociencias, psicobiología y psicofisiología. (2)
10. Futuros Desarrollos y Tendencias
 Nuevas direcciones en la terapia cognitivo-conductual e integración con
otras modalidades terapéuticas:
Son pocos los artículos de investigación peruanos sobre eficacia en TCC durante
los últimos cinco años en las siguientes fuentes de acceso a la información: Scielo,
EBSCO, Proquest, E-libro y Google Académico.

Sin embargo, las publicaciones son extensas en otras partes del mundo,
especialmente en países de habla inglesa. Todos los estudios revisados demuestran
la eficacia de las TCC para diferentes cuadros psicológicos.
Los modelos de TREC, terapia cognitiva, terapia de aceptación y compromiso y
terapia dialéctica conductual, son los que evidencian mayor eficacia en sus
tratamientos, además de ser los más usados en el ejercicio profesional en la
actualidad de un terapeuta cognitivo conductual. (3)

No se conoce ningún autor que plantee un modelo integrativo de TCC a nivel


filosófico, tecnológico y experimental. Solo se realizan unificaciones de técnicas.
La inserción de la tecnología en las TCC es una realidad en muchas partes del
mundo. Los dispositivos móviles, las teleterapias (en vivo por medio de web o
videos grabados), los equipos de biofeedback para la precisión de medición de
respuestas fisiológicas y los dispositivos de realidad virtual son los más usados.(3)

Ref:
1. Ortiz, Williams. Ética y Moral en Terapia Cognitivo-Conductual. [internet] 2016
[citado el 24 de septiembre de 2023]; disponible en:
https://www.researchgate.net/publication/335966008_ETICA_Y_MORAL_EN_
TERAPIA_COGNITIVO-CONDUCTUAL
2. Rivadeneira, Carmela. Formación del terapeuta cognitivo conductual. Revista
CETECIC [Internet]. 2007 [citado el 24 de septiembre de 2023]. Disponible en:
https://cetecic.com.ar/revista/wp-content/uploads/2022/08/formacion-del-
terapeuta-cognitivo-conductual.pdf
3. Trabajo Investigación Terapia Cognitivo Conductual: Actualidad, tecnología.
UPCH [Internet]. 2020 [citado el 24 de septiembre de 2023]. Disponible en:
https://repositorio.upch.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12866/8907/Terapia_Me
ndozaFernandez_Ingrid.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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