Explorando Límites Al Poder Punitivo
Explorando Límites Al Poder Punitivo
Explorando Límites Al Poder Punitivo
Introducción
De manera ordinaria, los ciudadanos nos encontramos con noticias que nos dan a
conocer hechos cada vez más violentos, fenómenos antes inusuales que se han
extendido a todos los rincones del país, y lo más preocupante de todo, es que la
población comienza a acostumbrarse y a vivir con las situaciones violentas como si
se tratase de algo natural, asociado al acontecer de la vida diaria en la Ciudad de
México.
Este artículo intenta acercar al lector al estudio y análisis del desarrollo de los medios
alternos para la solución de conflictos penales en nuestro país, como una forma de
fijarle, también, límites al Ius Puniendi. Se trata de un tema fundamental, ya que
partimos, para nuestro análisis, de una reflexión sobre las distorsiones en la
impartición de justicia debidas a la existencia de un sistema de justicia penal basado
en una concepción de justicia inquisitiva,2 que ve a los delitos como acciones contra
Este tipo de enfoque se basa en una justicia que pretende restaurar los intereses
entre las partes, como lo son: la reparación del daño y tratamientos encaminados a la
reconstrucción de las relaciones personales, dando lugar a medidas aplicables
dependiendo de la trascendencia del delito cometido; en otras palabras, se trata de
que los ofensores asuman las consecuencias que su conducta delictiva originó, en
proporción a los requerimientos de cada caso en particular.6
borrar la idea de que todo delito debe castigarse con cárcel, Diario “La Jornada”, 26 de
febrero del 2018, p. 19.
5
Sobre todo, a partir de la consideración ampliamente sustentada de que la cárcel, aquí y
ahora, no reinserta, no previene y no corrige al penitenciado.
6
La justicia restaurativa consiste en el establecimiento de un sistema por medio del cual las
partes que se han visto involucradas en un conflicto penal deciden, de manera conjunta,
cómo resolver de forma inmediata (frecuentemente con la participación de una autoridad)
sobre las consecuencias provocadas y originadas por el delito; el sistema que conocemos y
usamos, se llama “justicia retributiva” y consiste, básicamente, en castigar al responsable del
acto punido, privándolo frecuentemente de su libertad, para imponerle una pena equivalente
al daño causado (es decir, retributiva), en función de la estimación subjetiva sobre el bien
jurídico tutelado por el legislador. En este tipo de juicios, los actores principales son el
Estado y el acusado pues la víctima, su familia o la comunidad, frecuentemente ocupan
lugares secundarios.
3
sufrido el daño por la conducta; podrá pedir y obtener el perdón en una sesión
asistida por un mediador o conciliador para llegar al mejor arreglo posible, sin
menoscabar las necesidades e intereses, ni tampoco los derechos humanos, de
ninguna de las partes.
7
Nos referimos por ejemplo a los efectos que causa la privación de la libertad sobre las
personas concretas como consecuencia de la acción punitiva y entendida como
“criminalización secundaria”; también a la escasa reparación compensatoria para las
víctimas de un delito, cuya acción ha sido expropiada por la representación social del
Ministerio Público.
4
fenómeno de la justicia, han descrito también los intereses a los que obedece eso
que se supondría sería “darle a cada uno lo que le corresponde”.8
8
En términos clásicos de eso se trata la acción de decir la justicia (jurisdicción), de distribuir
los costos y los beneficios de la acción humana, de “dar lo justo”.
9
Nació en 1928 y falleció en el 2015, además de criminólogo y catedrático de la Universidad
de Oslo desde 1966, incursionó en la sociología, desde donde combatió el paradigma
prohibicionista sobre las drogas y criticó los efectos negativos de la prisión.
5
sistema de justicia penal actual, y también para proponer lo que consideramos una
válvula de escape funcional para el conflicto que genera la prisionalizacíon de la
delincuencia en la Ciudad de México.
En junio del 2008, como parte de una estrategia propuesta por el Gobierno Federal
encaminada a devolver la confianza del pueblo en las instituciones públicas
encargadas de la administración de justicia, finalmente se logró concretizar una
reforma constitucional que se había esbozado desde tiempo atrás y que encontró sus
bases tanto en los trabajos de algunos académicos interesados en proporcionar
alternativas para el funcionamiento de la justicia,10 como en la corriente de servidores
públicos -tanto de la administración pública, como de la procuración de justicia- con
aires de cambio y sensibles a las múltiples peticiones que a lo largo del tiempo han
clamado por una reforma substancial y profunda a nuestro sistema de penal,
atormentado por la corrupción, la impunidad y la desigualdad de clase, raza y
género.
10
En este caso se habla de la implementación del nuevo sistema procesal penal acusatorio
adversarial, estrategia de seguridad nacional y prevención del delito.
6
del daño y establecerán los casos en los que se requerirá supervisión judicial,11 ya
que mediante la creación de los mecanismos alternos empleados para la solución de
conflictos propuestos por la Ley de Justicia Alternativa o de otras leyes, los
problemas antijurídicos a los que los ciudadanos están expuestos a sufrir en su
cotidianidad, podrían tener un mejor arreglo si se apegan a este tipo de leyes, en
lugar de recurrir a la administración tradicional de justicia penal.
De esta forma, se estaría reintegrando a cada uno de los individuos participantes del
conflicto, a la vida, no sólo jurídica, sino social y política de este país, pues de lo que
se trata, es de lograr el desarrollo de una conciencia cívica sobre las decisiones y
acciones que cada uno de ellos realizan; acciones que repercutirán en su entorno y
por lo tanto en ellos mismos, al ser parte del entorno en el que se desenvuelven
cotidianamente y para esto es importante que se tenga la seguridad de que el
gobierno y sus instituciones lo representan y se preocupan por su bienestar.
En una urbe tan grande como la Ciudad de México, sin que aún haya transcurrido
mucho tiempo, se ha logrado consolidar una nueva costumbre jurídica,
presentándola a la ciudadanía bajo el nombre de mecanismos alternativos de
solución de conflictos, los cuales han servido para alcanzar acuerdos de una manera
más simple ante conflictos que no requieren de autoridades judiciales.
11
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 2014, 171ª ed., Editorial Porrúa.
7
solicita el apoyo de dicha autoridad, no siempre se le concede su solicitud, ya sea
por motivos de corrupción; por los costos monetarios que representa llevar a cabo un
proceso frente a dicho órgano jurídico; o simplemente porque existe una excesiva
carga de trabajo en las Agencias del Ministerio Público y en los Tribunales.
Ante tal situación, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y el Consejo de
la Judicatura del Distrito Federal, tomaron medidas para solucionar los problemas
antes planteados, y desde el año 2001 han programado y realizado diversas
acciones para lograr un objetivo en común que culminó con la creación del Centro de
Justicia Alternativa del Distrito Federal (CJADF) en el año 2003.12 Esta determinación
es descrita por la Dr. María Guadalupe Márquez Algara en la siguiente cita:
12
Ahora se denomina Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad de México (CJATSJCDMX).
13
Márquez Algara, María Guadalupe. Mediación Penal en México, Editorial Porrúa, México,
2013, p. 42.
8
se trate de delitos que se persigan por querella, y así promover el uso de estos
nuevos métodos para la solución de controversias legales.
9
pena privativa de la libertad sino por una sanción constructiva negociada por medio
de la intervención de una autoridad arbitral.
Durante mucho tiempo y a lo largo de casi 500 años, desde que los españoles
llegaron a este continente, las sociedades que lo habitaban conocieron una nueva
forma de vida, con toda una serie de cambios, que fueron desde los biológicos (con
la mezcla de las razas) hasta los ideológicos (por la mezcla de culturas), atravesando
por supuesto por cambios en la estructura de la sociedad misma, cambios en la
forma de administración política, cambios en la economía y, sobre todo, cambios
culturales y sociales.
Estos últimos son de relevancia, ya que el derecho está intrínsecamente ligado a las
sociedades, pues se necesitan el uno y el otro para existir, creando una relación casi
simbiótica en la que uno es alimentado por el otro y viceversa.
Es, así pues, que al irse desarrollando el conjunto de instituciones que darían vida
posteriormente a lo que hoy en día conocemos como México, a la par se fueron
desarrollando ciertos vicios que culminaron con un sistema de administración de
justicia lento y burocratizado, ineficiente en los objetivos que persigue, y pobre en
cuanto a la satisfacción de los anhelos de justicia; lo anterior contribuye a deteriorar
la imagen de las instituciones encargadas de impartir justicia y refuerza la percepción
ciudadana sobre su incapacidad.
Esta crisis se originó, como se muestra más adelante, por múltiples factores, entre
los que destacan el propio crecimiento de la delincuencia, la mayor severidad de los
castigos, y las características propias debidas al proceso penal, con el uso excesivo
de la prisión preventiva y las escasas alternativas al uso de la prisión. Lo anterior fue
ya destacado por los principales estudiosos del tema; Michel Foucault mencionó, por
ejemplo, que:
Tal percepción originó en las instituciones de gobierno, una respuesta con dos
vertientes: la primera, en el ámbito legislativo donde se fue moldeando para
proporcionar opciones que atenuaran el uso de la prisión como forma privilegiada de
castigo y; de manera más ambiciosa, a partir de que en 2008, cuando entró en vigor
14
No fue sino hasta septiembre del año de 1900 que la Ciudad de México pudo contar con
su penitenciaría: Lecumberri. Las cárceles previas habían tenido su origen en otro tipo de
instituciones y, por lo tanto, en otro tipo de arquitecturas, principalmente de origen militar o
religioso.
15
En: Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Editorial Siglo veintiuno,
trigésimo cuarta edición en español, Buenos Aires, Argentina, 2005, p. 271.
11
una importante reforma constitucional que estableció un nuevo paradigma
adversarial que incorporó la figura de los juicios orales, propiciando un giro
importante en el sistema penal antiguo e introduciendo nuevas formas para la
solución de conflictos a través de los mecanismos de justicia denominados
alternativos.
Este último elemento, introducido a partir de los cambios del 2008, ha originado una
inversión de recursos económicos sin precedentes realizada en los últimos años, a
efecto de rescatar y abrir nuevos espacios y centros de reclusión, que se
contraponen a la solución pacífica de conflictos por medios alternos.
Ya desde fines de la década de los años ochenta, en diversos lugares del territorio
nacional, pero en especial en el Distrito Federal, comenzó un fenómeno que se
caracterizó por el gran crecimiento y diversificación de las actividades delictivas,
generándose, de una forma casi instantánea y aparejada a esta situación, un
aumento de la intervención punitiva, traducido en el endurecimiento de la aplicación
del derecho penal, en la aparición de nuevos tipos penales, pero sobre todo, en el
aumento de la punibilidad de muchos de los delitos asociados a este fenómeno.
12
Como hemos señalado, en la mayoría de los códigos penales de las entidades de la
república, además de una punibilidad absurda para los propósitos de la reinserción, 16
lo cual impide cumplir con los propósitos constitucionales establecidos para los fines
de la pena,17 tal aumento estuvo asociado a otro fenómeno: una cantidad creciente
de los mismos fueron catalogados como delitos graves, lo cual originó una gran
aplicación de la prisión preventiva, sin dar opción para otras formas de solución de
conflictos. Lo anterior trajo aparejado un gran problema dentro del sistema de justicia
penitenciaria: la falta de espacios de reclusión y, por esta razón, la saturación de los
penales que no cuentan con el espacio suficiente para albergar a un número cada
vez mayor de internos.18
16
Además del aumento de las punibilidades por parte del legislador (Por ejemplo, el delito de
secuestro puede ser castigado con penas que van de los 40 a los 60 años de prisión),
cuando exista concurrencia de delitos, en las sentencias se permite también la acumulación
de las penas (recientemente, por ejemplo “el coqueto” fue sentenciado a 240 años de prisión
por su participación en seis feminicidios, además, previamente había obtenido una sentencia
de 61 años por violación y tentativa de homicidio, o sea, en total, 301 años. Cfr.
https://www.animalpolitico.com/2012/12/dan-a-el-coqueto-240-anos-de-carcel-su-condena-
asciende-a-301-anos-de-prision/, (consultada el 2 de marzo del 2018).
17
Establecidos en el Artículo 18, en el que se menciona que: “Sólo por delito que merezca
pena privativa de libertad habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de ésta será distinto del
que se destinare para la extinción de las penas y estarán completamente separados.
El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos,
del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios
para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir,
observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán sus penas en
lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto.”
(Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio
de 2011). Cfr. https://www.juridicas.unam.mx/legislacion/ordenamiento/constitucion-politica-
de-los-estados-unidos-mexicanos#10553. (consultada el 2 de marzo del 2018).
18
En las cárceles de la Ciudad de México alrededor de 6 mil internos esperan una condena
por el delito de robo simple por un monto menor de mil pesos, revela un informe elaborado
por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de
Diputados a nivel Federal. https://www.animalpolitico.com/2011/05/en-df-6-mil-reos-esperan-
condena-por-robar-mil-pesos-o-menos/, (consultada el 8 de enero del 2018).
Otros 12 mil internos, de los 40 mil 200 que habitan los centros penitenciarios, esperan ser
sentenciados por el mismo delito, sólo que ellos robaron cantidades que van de los mil a los
6 mil pesos, mientras que mil 200 más, están acusados por robar cantidades u
objetos mayores a los 75 mil. Además, según cifras de la Subsecretaría del Sistema
Penitenciario del Gobierno del Distrito Federal (GDF), los 10 centros de reclusión en la
Ciudad de México presentan una sobrepoblación del 70%, siendo los reclusorios Norte y
13
La sobrepoblación en las cárceles genera las condiciones ideales para la corrupción,
y en algunos casos, fomenta el surgimiento de mafias que a corto plazo logran
apoderarse de los escasos recursos y servicios mediante el comercio de drogas,
prostitución y extorsión, generando un autogobierno dentro de los centros de
reclusión que invade y administra así todos los espacios disponibles.
En alguna medida, el funcionamiento actual del sistema penal ha propiciado que los
penales estén saturados con personas que no han sido declaradas culpables,
inculpadas por delitos de baja peligrosidad o insolventes para cubrir la fianza
requerida y, por lo tanto, sobre los que pudiesen recaer sentencias menores, e
incluso solucionar su situación mediante un acuerdo formalizado a través del
CJATSJCDMX. Lo antes mencionado puede observarse en el cuadro 1.
Encarceladores intermedios
España 68,685 14.8 16
Si se habla de las propuestas del Estado mexicano para mejorar la crisis en la que se
encuentra el sistema penitenciario, podemos mencionar que desde hace varios años
se han realizado diversos esfuerzos para atenuar el uso de la prisión.
Como parte de las reformas en esa materia, desde 1983 se introdujo en el Código
Penal Federal mexicano un pequeño catálogo por medio del cual se consideraron
algunas penas sustitutivas de la cárcel,19 tales como el tratamiento en libertad,
semilibertad y trabajo en favor de la comunidad, cuyo alcance establece el artículo 27
de ese Código:
19
Según el Doctor Sergio García Ramírez, “Se alentaron avances en la condena condicional
y en la libertad preparatoria, por una parte; impulsaron la adopción de la remisión parcial de
la prisión y la preliberación, por la otra; y llevaron a incorporar en la ley penal sustantiva
medidas como la semilibertad, que apareció en el Código Penal para la Federación y el
Distrito Federal en 1983, conjuntamente con el tratamiento en libertad y el trabajo en favor
de la comunidad.” Véase: García Ramírez, Sergio, Desarrollo de los sustitutivos de la
prisión, en: Cuadernos para la reforma de la justicia. Las penas sustitutivas de la prisión,
UNAM, México, 1995, p. 42.
15
sentenciado, bajo la orientación y cuidado de la autoridad ejecutora. Su
duración no podrá exceder de la correspondiente a la pena de prisión
sustituida.
La semilibertad implica alternación de períodos de privación de la libertad y
de tratamiento en libertad.
Se aplicará, según las circunstancias del caso, del siguiente modo:
externación durante la semana de trabajo o educativa, con reclusión de fin
de semana, salida de fin de semana, con reclusión durante el resto de
ésta; o salida diurna, con reclusión nocturna. La duración de la semilibertad
no podrá exceder de la correspondiente a la pena de prisión sustituida.
El trabajo en favor de la comunidad consiste en la prestación de servicios
no remunerados, en instituciones públicas educativas o de asistencia
social o en instituciones privadas asistenciales. Este trabajo se llevará a
cabo en jornadas dentro de períodos distintos al horario de las labores que
representen la fuente de ingreso para la subsistencia del sujeto y de su
familia, sin que pueda exceder de la jornada extraordinaria que determine
la ley laboral y bajo la orientación y vigilancia de la autoridad ejecutora.
El trabajo en favor de la comunidad puede ser pena autónoma o sustitutivo
de la prisión o de la multa.
Cada día de prisión será sustituido por una jornada de trabajo en favor de
la comunidad.
La extensión de la jornada de trabajo será fijada por el juez tomando en
cuenta las circunstancias del caso.
Por ningún concepto se desarrollará este trabajo en forma que resulte
degradante o humillante para el condenado.20
20
Código Penal Federal. Compilación Penal Federal y del DF. 2013, 46ª ed., Editorial Raúl
Juárez Carro Editorial, SA de CV.
21
Es oportuno recordar que los sistemas de derecho procesal penal son frecuentemente
categorizados en referencia a la familia a la cual pertenecen, es decir; la familia del sistema
acusatorio o la familia del sistema inquisitivo. Mientras el sistema acusatorio es asociado
con los Estados pertenecientes a la tradición jurídica del Common Law, el sistema inquisitivo
es relacionado con los Estados que siguen los parámetros del Civil Law.
http://biblio.juridicas. unam.mx/libros/7/3121/5.pdf., (consultada el 15 de octubre 2017).
16
Dicho sistema funciona otorgándole demasiada importancia a la declaración de la
víctima, el indiciado y la integración de expedientes escritos. En cambio, en el nuevo
sistema adversarial, se cuenta con diferentes formas de actuación más garantistas, y
a diferencia de su antecesor, permite la implementación más accesible de métodos
alternos de solución de conflictos hacia las partes involucradas en un acto criminal,
procurando de esta forma la búsqueda de la verdad jurídica, la protección de la
víctima y la reparación del daño que ha sufrido, y el menor castigo posible a los
culpables, pues el objetivo de los métodos alternos de solución de controversias es
una solución pacífica al conflicto y en la que se propicie la integración a la sociedad
del individuo que cometió el delito.
asegura que una de las razones por la que países como Noruega, Suecia,
Dinamarca y Finlandia han logrado tener índices muy bajos de reclusión,
es porque la prisión es parte de un sistema de bienestar general, lo cual
evita que dentro de los muros de las prisiones se administre sufrimiento.
Así, estos países hacen de sus prisiones instrumentos racionales en la
lucha contra el crimen y no el resultado de acuerdos político-culturales
derivados de las condiciones sociales.23
23
Christie, Nils, El umbral del dolor, en: Revista Letras Libres, No. 171, México, 2013. p. 13.
18
a quien ha sufrido el hecho delictivo, sino también permitir que aquél perpetrador de
dicho acto pueda reivindicarse ante la persona contra quien cometió el delito y al
mismo tiempo reivindicarse ante la sociedad que, de manera tradicional, lo castigaría
por su conducta infractora, permitiendo que Estado secuestre el conflicto a las partes
y debilite, sobre todo en el caso de la víctima, la acción autogestiva, reivindicadora y
reparadora de la lesión causada.
Desde la óptica victimal, es de vital importancia subrayar que el objetivo principal del
proceso penal, para aquellas personas que han sido objeto de algún ilícito, es
precisamente que les sea reparado el daño que causó la conducta punible. De
manera que, recurriendo a algunos de los postulados de la justicia reparadora, nos
estaríamos aproximando a una impartición de justicia más cercana y directa a los
intereses de las partes, ya que el motivo de la litis se encontraría más cercano de
regresar al estado en el cual se encontraban las cosas hasta antes de cometerse el
hecho delictivo.
Por otra parte, también se deben recalcar las graves consecuencias de continuar con
una administración de justicia “tradicional”, en la que la sola idea del dolor infringido a
través de la cárcel deba ser suficiente para evitar que se cometan ilícitos, pues, como
ya se ha visto plenamente a lo largo de los años, de continuar así la impartición de
justicia, solamente se estaría acrecentando el problema de una pronta y eficaz
administración de justicia por parte del Estado, ya que las cárceles seguirán
llenándose de personas que quizás no merezcan estar allí.
Queda claro que en México las cárceles son lugares en donde, dada la mala
administración penitenciaria, los problemas de corrupción e impunidad y el abuso del
castigo panal, los procesados y sentenciados frecuentemente se encuentran
reunidos en espacios comunes, además, los presos de baja peligrosidad se mezclan
con presos más peligrosos, viéndose los primeros en la necesidad de sobrevivir a
costa de servir a organizaciones criminales que actúan desde el interior de los
19
reclusorios, bajo un autogobierno, ó muchas veces protegidos y hasta patrocinados
por las mismas autoridades administrativas del sistema penitenciario.
Se cree que el Estado en todo tiempo vela por los intereses de los ciudadanos, que
siempre está buscando el bien común de los individuos que lo conforman, pero es
claro que esto no es del todo cierto y es preciso mencionar que las medidas de
protección que realiza no siempre son las más eficaces.
En este nuevo paradigma se establece la base que posibilita una serie de vías
diferentes o alternas como modelo de respuesta ante el delito; también, la justicia
adversarial permite un nuevo movimiento en el campo de la victimología y de la
20
criminología, tal y como ya ha sido experimentado por los sistemas de justicia penal
a esfera internacional (principalmente en Europa).
Lo anterior parte de que en los países con una distribución de la riqueza tan extrema
e inequitativa, como ocurre en el nuestro, la distancia social entre las personas de
mayores ingresos y las de percepciones más bajas, en lugar de acortarse, aumenta
considerablemente: La concentración de la riqueza en un porcentaje muy reducido
de la población, además de la brecha entre los “ricos” y los “pobres”, se traduce,
entre otras cosas, en que una persona que no tuvo las mismas oportunidades
económicas, sociales y educativas que las de un estrato social más alto, siempre
será estigmatizado, y habitualmente sus prácticas y comportamientos aparezcan
como riesgosos y delincuenciales.
Con respecto al anterior postulado, Nils Christie menciona que: “La distancia social
tiene particular importancia. La distancia aumenta la tendencia a interpretar ciertos
actos como delitos y a ver a la gente simplemente como delincuentes…”.25 Véase
grafica 1 donde se puede apreciar la distancia social que se vive en México.
24
De acuerdo con el Chileno Javier Castro Jofré, profesor de Derecho Procesal en la
Universidad de Atacama, “En el sistema antiguo rige el principio inquisitorio, ello significa
esencialmente, que la intervención del órgano juzgador se produce desde el inicio del
procedimiento, asumiendo por sí mismo y para sí la totalidad de la actividad procedimental.”
Cfr. Castro Jofré, Javier, Los principios fundamentales del sistema acusatorio, en: Revista
de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Vol 26, N° 1, Chile, 2005.
25
Christie, Nils. La industria del control del delito, Editorial Editores del Puerto, 2ª Edición,
Buenos Aires, Argentina, 1993, p. 30.
21
GRÁFICA 1. MUESTRA LOS ÍNDICES DE POBREZA EN MÉXICO DEBIDO A LA MALA
DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA, QUE EN CONSECUENCIA GENERA UNA DISTANCIA
SOCIAL ENTRE LA POBLACIÓN.
22
caso de que obtenga una sentencia condenatoria, y sobre todo, durante el tiempo de
su cumplimiento.
¿Qué motiva nuestras acciones? Es una pregunta que debe tener respuesta para
seguir con nuestra línea de argumentación. Aquello que motiva nuestras acciones es
la voluntad, que se traducirá en conductas que, a su vez, pueden ser buenas o
malas, dependiendo de la óptica con que se las mire o, mejor dicho; desde el ojo de
quien las mire: “Los actos no son por sí mismos, se convierten en. Lo mismo ocurre
con el delito. El delito no existe; se crea. Primero están los actos. Después sigue un
largo proceso en el que se les da significado a esos actos...”26
Mientras que para el Estado la toma de alguna decisión puede parecer la mejor, tal
vez sólo esté valorando las consecuencias de esa decisión en torno a sus propios
intereses y objetivos, por lo que, para los gobernados, dicha decisión podría
representar una severa afectación a sus intereses.
Al tenor de los cambios sociales, políticos y económicos por los que atraviesa no sólo
la Ciudad de México, sino el resto del país, el gobierno debe proponer, fomentar,
desarrollar, y sobre todo mantener nuevos mecanismos de justicia; dispositivos que
ayuden a las personas a convivir cada vez mejor y, en el caso de la justicia penal, en
los que las partes que se vieron involucradas sean las protagonistas de las
soluciones a sus propios conflictos. A nivel social, lo anterior puede traducirse en un
26
Christie, Nils. La industria del …, op. cit. p. 30.
23
proceso reparador para la víctima y la sociedad, sobre todo cuando se piensa en
soluciones autogestivas que apunten al crecimiento de la civilidad y al fortalecimiento
de la sociedad, mismas que permitan ir reduciendo, poco a poco, el excesivo uso del
derecho penal. A final de cuentas, ¿Qué es un gobierno sin gobernados?
Así las cosas, es necesario que nos preguntemos: ¿La forma escrita y burocratizada
en nuestro sistema judicial ha sido un factor determinante en la mala impartición de lo
que en nuestros tiempos se considera justicia? La respuesta a esta interrogante
apunta a que la forma de derecho escrito y la excesiva carga de trabajo, así como su
acumulación, no necesariamente constituyen los únicos factores y, por lo tanto,
tampoco se consideran los más determinantes; simplemente esto revela que hemos
arribado al punto de saturación y que debemos replantear la manera de resolver
nuestros conflictos penales.
Asimismo, se espera lograr que la persona, con ese conocimiento previo, lo transmita
a otros individuos que en determinado momento tengan la mala fortuna de verse
inmiscuidos en algún litigio, y de esta manera, transmitir entre la población la posible
solución no penal a sus conflictos. Un uso limitado del derecho penal puede
traducirse, además, en formas menos desgastantes y más expeditas y económicas
para las artes involucradas, sobre todo si se contemplan de manera principal los
mecanismos alternos de justicia como la mediación y la conciliación.
Los medios alternativos serán aplicables sólo cuando se trate de derechos que
afecten a determinada persona en su esfera jurídica, esto es, por exclusión, aquellos
derechos que no afecten al orden público, derechos de terceros o aquellos que
contravengan disposiciones expresas.
Debemos entonces entender que los métodos que forman a la justicia alternativa son
procedimientos voluntarios, en los que se facilita la comunicación entre las partes
involucradas en un delito, siempre tendientes a la búsqueda de soluciones surgidas
de ellas mismas, guiándolas con el objetivo de generar un bien común o general entre
la población. De esta manera, la ley señala los principios que deben imperar en los
medios de justicia alternativa:
25
Artículo 8: Son principios rectores…
a) Voluntariedad: La participación de los particulares dentro de la
mediación deberá ser por propia decisión, libre y auténtica.
b) Confidencialidad: La información generada por las partes durante la
mediación no podrá ser divulgada.
c) Flexibilidad: La mediación carecerá de toda forma rígida, ya que parte
de la voluntad de los mediados.
d) Neutralidad: Los mediadores que conduzcan la mediación deberán
mantener a ésta exenta de juicios, opiniones y prejuicios propios respecto
de los mediados, que puedan influir en la toma de decisiones.
e) Imparcialidad: Los mediadores que conduzcan la mediación deberán
mantener a ésta libre de favoritismos, inclinaciones o preferencias
personales, que impliquen la concesión de ventajas a alguno de los
mediados.
f) Equidad: Los mediadores propiciarán condiciones de equilibrio entre los
mediados, para obtener acuerdos recíprocamente satisfactorios.
g) Legalidad: La mediación tendrá como límites la voluntad de las partes, la
ley, la moral y las buenas costumbres.
h) Economía: El procedimiento deberá implicar el mínimo de gastos,
tiempo y desgaste personal.27
No niego que algunas personas reciben balas en sus cuerpos debido a las
armas disparadas por otras personas. Tampoco niego que hay gente que
muere debido a los automóviles de otra gente; que es tomado dinero de los
bolsillos ajenos o de sus cuentas bancarias sin su consentimiento. Ni
tampoco niego que tenga fuertes objeciones morales contra la mayoría de
estos actos, que trate de detenerlos o prevenirlos. Ni niego que pueda ser
útil ver alguno de estos actos como delitos.28
Sin embargo, la promoción de los medios alternos busca generar conciencia social
para que la ciudadanía sepa que existen otras opciones, las conozca y las aplique en
un intento de bienestar común, esto es, fomentar armonía social, sin pretender
27
Ley de Justicia Alternativa del Distrito Federal. 2013, 6ª ed., Editorial ISEF.
28
Christie, Nils. Una sensata cantidad de delito, Editorial Editores del Puerto, Buenos Aires,
Argentina, 2004, p. 29.
26
menospreciar o criticar el sistema judicial tradicional. El objetivo central del nuevo
modelo adversarial, así como su implementación y desarrollo, debe partir de
reconocer que se trata del ofrecimiento de un mayor número de alternativas dirigidas
a la sociedad para que en ellas encuentre solución a sus problemas.
En las sociedades en las que la tendencia a percibir los actos como delitos
es limitada, y en las que el ojo de Dios, los vínculos entre los vecinos y las
restricciones situacionales frenan la mayor parte del potencial de esos
actos, la ley puede ser vista como la receptora del remanente. La ley
recibe la totalidad de lo poco que se escapó de la primera línea de control
y que llama la atención de las autoridades. En esta situación no hay lugar
ni necesidad de discutir la selección de casos. Los jueces tienen que tomar
lo que llega hasta ellos.29
Con esta nueva percepción de algunos actos que pueden ser considerados como
delitos por las sociedades, se crea una oferta ilimitada de “materia prima” para la
industria del control del delito.30 En la que en primer lugar -o mejor dicho, el primer
29
Christie, Nils. La industria del …, op. cit., p. 31.
30
En una explicación de concepto de: Industria del control del delito podemos decir que son
todas aquellas actividades empresariales encaminadas a ofrecer tanto servicios como
productos de seguridad en el mundo. Desde los más pequeños y baratos, hasta los más
costosos y elaborados.
27
actor- no es el delincuente mismo, sino el Estado, que ha generado las condiciones
necesarias para la existencia de ese delincuente, alimentando la distancia social
entre los mismos gobernados, generando actores entre la población que se
transforman en los engranes que harán funcionar la gran maquinaria de la
prevención, comisión y persecución de conductas ilícitas. En segundo lugar, pero no
por eso menos importante, se encuentran los grandes capitales (grandes empresas,
industrias, el sector financiero) dedicados a obtener ganancias al ofrecer “n” cantidad
de productos y servicios de seguridad como nos lo hace ver el criminólogo Nils
Christie a continuación:
Ya es obvio, así que voy a ser breve: cárcel quiere decir dinero. Mucho
dinero. En los edificios, en los equipamientos y en la administración. Esto
es así, se trate de una cárcel privada o estatal. En los sistemas
occidentales siempre intervienen empresas privadas, de una manera u
otra. El dinero de las empresas privadas está presente en todo el
sistema…31
31
Christie, Nils. La industria del …, op. cit., pp. 106-107.
28
Conclusiones
Al finalizar este artículo, hemos intentado dar a conocer las ventajas que ofrecen los
medios de justicia alternativa para la solución de conflictos penales sobre aquellas
que proporciona el proceso tradicional de administración de justicia en la Ciudad de
México. La preocupación no es únicamente de los intelectuales y académicos,
afortunadamente también ha sido recogida e impulsada por las propias autoridades
responsables de impulsar el nuevo sistema:
Un punto clave para entender cómo funciona este nuevo sistema procesal penal
acusatorio, y cuáles son las ventajas que representa en comparación con el sistema
inquisitorio, es la participación activa del juzgador durante el proceso penal, pues
ahora tiene la oportunidad de escuchar el relato de los hechos ocurridos
directamente de la voz de ambas partes, provocando así un acercamiento con la
persona que se está juzgando, y cuya resolución afectará a toda la sociedad en la
cual se desarrolla ese individuo. Ese acercamiento con el acusado permitirá la
posibilidad de que el juzgador comprenda que está tomando una decisión sobre la
vida de un ser humano y no sólo de un expediente que involucra a actores sin rostro
y singularidad.
32
http://www.setec.gob.mx/work/models/SETEC/docs/DGPCD/Revista01.pdf., (consultada el
3 de enero del 2014).
29
medios de comunicación puedan estar presentes durante el desarrollo del
procedimiento y documentar así ante los ojos de otras autoridades y de la ciudadanía
en general lo que ha ocurrido en el caso en particular; además, por supuesto, de la
posibilidad de contar con las grabaciones de todas y cada una de las audiencias que
se lleven a cabo. Como sabemos, las personas suelen encontrar formas de evadir
los aspectos legales de algún procedimiento formal, sin embargo, como ya
mencionamos, ahora esto será más difícil de llevar a buen éxito.
Otro de los puntos clave ha sido entender y explicar qué función tienen las cárceles
no sólo en México, sino alrededor del mundo, pues son un pilar del sistema procesal
penal actual en la mayoría de los países. Según los estudios del Profesor Nils
Christie,33 la existencia y propósito de las cárceles obedece mayoritariamente a fines
económicos, y no a los fines declarados por los gobiernos del mundo, que son: la
prevención general y la reinserción social, pues el resultado, para el penitenciado, es
el de ser percibido como un “mal” que debe ser señalado, distinguido, marcado,
aislado, controlado y, en el último caso, erradicado con el mayor rigor posible y con
nulas posibilidades de reinsertarse en su sociedad.
33
Profesor de Criminología de la Universidad de Oslo, presidente del Consejo Escandinavo
de Investigación de la Criminología, es un destacado sociólogo y criminólogo abolicionista,
cuenta con diversas publicaciones sobre la función del derecho penal.
http://blogcriminal.com/?p=56., (consultada el 3 de noviembre del 2017).
30
no encuentran fácilmente un medio de sustento, y muy probablemente vuelven a ser
ingresados en algún centro de “readaptación social”, lo cual crea un círculo vicioso
que afecta directamente a ese individuo en particular, y en consecuencia a la
sociedad de la cual es parte. En conclusión, la cárcel no corrige ni previene, sirve
para cualquier otro propósito no explícito, que evidentemente no es aquel establecido
por el legislador en el artículo 18 constitucional y que declarativamente se asocia con
la reinserción del penitenciado.34
Los argumentos que nos proporciona Nils Christie en sus obras La industria del
control del delito y Una sensata cantidad de delito, sin lugar a duda apuntan a
evidenciar que detrás de todo el sistema occidental de justicia penal moderna, se
esconde un propósito de carácter principalmente político-económico: abastecer a la
industria del control del delito con su “materia prima de trabajo”, la cual se nutre del
delito y del penitenciado. Ambos vinculados con la producción de consensos que se
relacionan con la reproducción de la conformidad; es decir, para asegurar la
continuidad del sistema de justicia.
34
De los propósitos no explícitos asociados a la reproducción de la cárcel como modelo útil
para el control social destacamos algunos: refuerza la moral del futuro, sirve para fomentar la
cohesión social y para consolidar el principio de autoridad.
31
De alguna manera, el nuevo paradigma de justicia penal adversarial permite
recuperar parcelas para la sociedad y los particulares que hoy le son propias y
exclusivas a esta industria del control del delito; si no logramos su consolidación
podrá seguir funcionando, y no sólo eso, sino generando aflicción para los
penitenciados y ganancias multimillonarias para sus dueños.35 ¿Cómo lo sabemos?
porque como dice Nils Christie; esta es una industria privilegiada, pues el “recurso
natural” que le da origen, es ilimitado.
Como hemos ya visto, se trata de comenzar con los delitos de baja cuantía, que
paradójicamente son los que constituyen el mayor volumen y los que aportan la
mayor cantidad de sujetos penitenciados en nuestro país (y no los delitos de gran
ofensa para la sociedad, en los que se cometen fraudes multimillonarios o
afectaciones graves a la ecología), lo cual tiene relación directa con las explicaciones
de Nils Christie, pues en comparación con el índice de los delitos considerados de
baja cuantía, las transgresiones de los poderosos son numéricamente mucho
menores y, por lo tanto, no proporcionan una ganancia significativa para la Industria
del control del delito.
Entender este aspecto, es fundamental para lograr comprender las razones por las
cuales la implementación de los métodos de justicia alternativa en los sistemas
penales y procesales penales del sistema jurídico constituye una tarea complicada,
pues compite directamente con los intereses económicos de aquellos que toman
muchas de las decisiones que afectan nuestras vidas.
Esto nos lleva de nuevo a un tema de vital importancia para entender por qué el país
atraviesa por una crisis no sólo económica, sino que, como resultado de ese
desajuste económico, ha venido un desequilibrio social y cultural, al punto de
extinguir el Estado de Bienestar. Si el Estado mexicano tuviera una política
construida para priorizar el bienestar público, muchas de las personas que ahora
cumplen una pena en algún centro de reclusión podrían haber tenido más recursos
para evitar las conductas que los llevaron a ese lugar; pero no ha ocurrido así, y
parece que no va a ocurrir en un futuro inmediato pues lo acontecido apunta, más
bien, a que se ha desdibujado su carácter social a pasos acelerados y se ha perdido
gran parte de su identidad con las causas de las mayorías y de los gobernados.
36
Christie, Nils. Una sensata …, op. cit., p. 43.
33
desarrollo humano del que tanto se habla solo es concebible si desarrollamos
armónicamente nuestras habilidades empáticas.
34
Bibliografía
Christie, Nils. La industria del control del delito, Editorial Editores del Puerto, 2ª
Edición, Buenos Aires, Argentina, 1993.
Christie, Nils. Una sensata cantidad de delito. Editorial Editores DEL PUERTO,
Buenos Aires, Argentina, 2004.
Cohen, Stanley, Visiones de control social; Edit. PPU, Barcelona, España, 1988.
Hemerografía
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de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Vol 26, N° 1, Chile,
2005.
Christie, Nils. El umbral del dolor, en: Revista Letras Libres. No. 171, correspondiente
al mes de marzo del 2013.
35
Jiménez, Néstor, Hay que borrar la idea de que todo delito debe castigarse con
cárcel, Diario “La Jornada”, 26 de febrero del 2018.
Consulta Legal
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 2014, 171ª ed., Editorial
Porrúa.
Código Penal Federal. Compilación Penal Federal y del DF. 2013, 46ª ed., Editorial
Raúl Juárez Carro, S.A. de C.V.
Ley de Justicia Alternativa del Distrito Federal. 2013, 6ª ed., Editorial ISEF.
Cibergrafía
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11 de diciembre del 2017.
http://archivo.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/periodismo-de-investigacion-
sin-control-empresas-de-seguridad-993642.html, consultada el 6 de diciembre del
2017.
http://www.psicologia-online.com/pir/clasificacion-de-las-emociones-y-
caracteristicas.html, consultada el 25 de octubre del 2017.
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37