Artículos Que Hacen Referencia A La Huelga en La L
Artículos Que Hacen Referencia A La Huelga en La L
Artículos Que Hacen Referencia A La Huelga en La L
Artículo 440. Huelga es la suspensión temporal del trabajo llevada a cabo por una coalición de trabajadores.
Artículo 441. Para los efectos de este título, los sindicatos de trabajadores son coaliciones permanentes.
Artículo 442. La huelga puede abarcar a una empresa o a uno o varios de sus establecimientos.
Artículo 443. La huelga debe limitarse al mero acto de la suspensión del trabajo.
Artículo 444. Huelga legalmente existente es la que satisface los requisitos y persigue los objetivos señalados
en el artículo 450.
II. En caso de guerra, cuando los trabajadores pertenezcan a establecimientos o servicios que dependan del
gobierno.
Artículo 446. Huelga justificada es aquella cuyos motivos son imputables al patrón.
Artículo 447. La huelga es causa legal de suspensión de los efectos de las relaciones de trabajo por todo el
tiempo que dure.
Artículo 448. El ejercicio del derecho de huelga suspende la tramitación de los conflictos colectivos de
naturaleza económica pendientes ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, y la de las solicitudes que se
presenten, salvo que los trabajadores sometan el conflicto a la decisión de la Junta.
No es aplicable lo dispuesto en el párrafo anterior cuando la huelga tenga por objeto el señalado en el artículo
450, fracción VI.
Artículo 449. La Junta de Conciliación y Arbitraje y las autoridades civiles correspondientes deberán hacer
respetar el derecho de huelga, dando a los trabajadores las garantías necesarias y prestándoles el auxilio que
soliciten para suspender el trabajo.
II. Obtener del patrón o patrones la celebración del contrato colectivo de trabajo y exigir su revisión al terminar el
periodo de su vigencia, de conformidad con lo dispuesto en el capítulo III del título séptimo;
III. Obtener de los patrones la celebración del contrato-ley y exigir su revisión al terminar el periodo de su
vigencia, de conformidad con lo dispuesto en el capítulo IV del título séptimo;
IV. Exigir el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo o del contrato-ley en las empresas o establecimientos
en que hubiese sido violado;
VI. Apoyar una huelga que tenga por objeto alguno de los enumerados en las fracciones anteriores; y
VII. Exigir la revisión de los salarios contractuales a que se refieren los artículo 399 bis y 419 bis.
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II. Que la suspensión se realice por la mayoría de los trabajadores de la empresa o establecimiento. La
determinación de la mayoría a que se refiere esta fracción, sólo podrá promoverse como causa para solicitar la
declaración de inexistencia de la huelga, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 460, y en ningún caso
como cuestión previa a la suspensión de los trabajos; y
No podrá declararse la inexistencia de una huelga por causas distintas a las señaladas en las fracciones
anteriores.
Artículo 466. Los trabajadores huelguistas deberán continuar prestando los siguientes servicios:
I. Los buques, aeronaves, trenes, autobuses y demás vehículos de transporte que se encuentren en ruta,
deberán conducirse a su punto de destino; y
II. En los hospitales, sanatorios, clínicas y demás establecimientos análogos, continuará la atención de los
pacientes recluidos al momento de suspenderse el trabajo, hasta que puedan ser trasladados a otro
establecimiento.
II. Si el patrón se allana, en cualquier tiempo, a las peticiones contenidas en el escrito de emplazamiento de
huelga y cubre los salarios que hubiesen dejado de percibir los trabajadores;
III. Por laudo arbitral de la persona o comisión que libremente elijan las partes; y
IV. Por laudo de la Junta de Conciliación y Arbitraje si los trabajadores huelguistas someten el conflicto a su
decisión.
Artículo 920. El procedimiento de huelga se iniciará mediante la presentación del pliego de peticiones, que
deberá reunir los requisitos siguientes:
I. Se dirigirá por escrito al patrón y en él se formularán las peticiones, anunciarán el propósito de ir a la huelga si
no son satisfechas, expresarán concretamente el objeto de la misma y señalarán el día y hora en que se
suspenderán las labores, o el término de prehuelga;
II. Se presentará por duplicado a la Junta de Conciliación y Arbitraje. Si la empresa o establecimiento están
ubicados en lugar distinto al en que resida la Junta, el escrito podrá presentarse a la autoridad del trabajo más
próxima o a la autoridad política de mayor jerarquía del lugar de ubicación de la empresa o establecimiento. La
autoridad que haga el emplazamiento remitirá el expediente, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la
Junta de Conciliación y Arbitraje; y avisará telegráfica o telefónicamente al presidente de la Junta.
III. El aviso para la suspensión de las labores deberá darse, por lo menos, con seis días de anticipación a la
fecha señalada para suspender el trabajo y con diez días de anticipación cuando se trate de servicios públicos,
observándose las disposiciones legales de esta ley. El término se contará a partir del día y hora en que el
patrón quede notificado.
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La notificación producirá el efecto de constituir al patrón, por todo el término del aviso, en depositario de la
empresa o establecimiento afectado por la huelga, con las atribuciones y responsabilidades inherentes al cargo.
Artículo 922. El patrón, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la de la notificación, deberá
presentar su contestación por escrito ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Artículo 923. No se dará trámite al escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado
conforme a los requisitos del artículo 920 o sea presentado por un sindicato que no sea el titular del contrato
colectivo de trabajo, o el administrador del contrato ley, o cuando se pretenda exigir la firma de un contrato
colectivo, no obstante existir ya uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje competente. El
presidente de la Junta, antes de iniciar el trámite de cualquier emplazamiento a huelga, deberá cerciorarse de lo
anterior, ordenar la certificación correspondiente y notificarle por escrito la resolución al promovente.
Artículo 924. A partir de la notificación del pliego de peticiones con emplazamiento a huelga, deberá
suspenderse toda ejecución de sentencia alguna, así como tampoco podrá practicarse embargo,
aseguramiento, diligencia o desahucio, en contra de la empresa o establecimiento, ni secuestrar bienes del local
en que se encuentren instalados, salvo cuando antes de estallar la huelga se trate de:
I. Asegurar los derechos del trabajador, especialmente indemnizaciones, salarios, pensiones y demás
prestaciones devengadas, hasta por el importe de dos años de salarios del trabajador;
II. Créditos derivados de la falta de pago de las cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social;
III. Asegurar el cobro de las aportaciones que el patrón tiene obligación de efectuar al Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda de los Trabajadores; y
Siempre serán preferentes los derechos de los trabajadores, sobre los créditos a que se refieran las fracciones
II, III y IV de este precepto, y en todo caso las actuaciones relativas a los casos de excepción señaladas en las
fracciones anteriores, se practicarán sin afectar el procedimiento de huelga.
Artículo 925. Para los efectos de este capítulo, se entiende por servicios públicos los de comunicaciones y
transportes, los de luz y energía eléctrica, los de limpia, los de aprovechamiento y distribución de aguas
destinadas al servicio de las poblaciones, los de gas, los sanitarios, los de hospitales, los de cementerios y los
de alimentación, cuando se refieran a artículos de primera necesidad, siempre que en este último caso se
afecte alguna rama completa del servicio.
Artículo 926. La Junta de Conciliación y Arbitraje citará a las partes a una audiencia de conciliación, en la que
procurará avenirlas, sin hacer declaración que prejuzgue sobre la existencia o inexistencia, justificación o
injustificación de la huelga. Esta audiencia sólo podrá diferirse a petición de los trabajadores y por una sola vez.
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Artículo 927. La audiencia de conciliación se ajustará a las normas siguientes:
I. Si el patrón opuso la excepción de falta de personalidad al contestar el pliego de peticiones, la Junta resolverá
previamente esta situación y, en caso de declararla infundada, se continuará con la audiencia en la que se
observarán las normas consignadas por el procedimiento conciliatorio ante la Junta de Conciliación y Arbitraje
en lo que sean aplicables;
II. Si los trabajadores no concurren a la audiencia de conciliación, no correrá el término para la suspensión de
las labores;
III. El presidente de la Junta podrá emplear los medios de apremio para obligar al patrón a que concurra a la
audiencia de conciliación; y
IV. Los efectos del aviso a que se refiere el artículo 920 fracción II de la presente ley, no se suspenderán por la
audiencia de conciliación ni por la rebeldía del patrón para concurrir a ella.
Artículo 928. En los procedimientos a que se refiere este capítulo se observarán las normas siguientes:
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I. Para el funcionamiento del Pleno y de las Juntas Especiales se observará lo dispuesto en el artículo 620, pero
el presidente intervendrá personalmente en las resoluciones siguientes:
a) Falta de personalidad.
b) Incompetencia.
II. No serán aplicables las reglas generales respecto de términos para hacer notificaciones y citaciones. Los
notificaciones surtirán efectos desde el día y hora en que quedan hechas;
III. Todos los días y horas serán hábiles. La Junta tendrá guardias permanentes para tal efecto;
IV. No serán denunciables en los términos del artículo 710 de esta ley, los miembros de la Junta, ni se admitirán
más incidentes que el de falta de personalidad, que podrá promoverse, por el patrón, en el escrito de
contestación al emplazamiento, y por los trabajadores, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la en
que tengan conocimiento de la primera promoción del patrón. La Junta, dentro de las veinticuatro horas
siguientes a la promoción, con audiencia de las partes, dictará resolución; y
V. No podrá promoverse cuestión alguna de competencia. Si la Junta, una vez hecho el emplazamiento al
patrón, observa que el asunto no es de su competencia, hará la declaratoria correspondiente.
Los trabajadores dispondrán de un término de veinticuatro horas para designar la Junta que consideren
competente, a fin de que se remita el expediente. Las actuaciones conservarán su validez, pero el término para
la suspensión de las labores correrá a partir de la fecha en que la Junta designada competente notifique al
patrón haber recibido el expediente; lo que se hará saber a las partes en la resolución de incompetencia.
Artículo 929. Los trabajadores y los patrones de la empresa o establecimiento afectado, o terceros
interesados, podrán solicitar de la Junta de Conciliación y Arbitraje, dentro de las setenta y dos horas siguientes
a la suspensión del trabajo, declare la inexistencia de la huelga por las causas señaladas en el artículo 459 o
por no haber cumplido los requisitos establecidos en el artículo 920 de esta ley.
Si no se solicita la declaración de inexistencia, la huelga será considerada existente para todos los efectos
legales.
II. La Junta correrá traslado de la solicitud y oirá a las partes en una audiencia, que será también de
ofrecimiento y recepción de pruebas, que deberá celebrarse dentro de un término no mayor de cinco días;
III. Las pruebas deberán referirse a las causas de inexistencia contenidas en la solicitud mencionada en la
fracción I, y cuando la solicitud se hubiere presentado por terceros, las que además tiendan a comprobar su
interés. La Junta aceptará únicamente las que satisfagan los requisitos señalados;
IV. Las pruebas se rendirán en la audiencia, salvo lo dispuesto en el artículo siguiente. Solo en casos
excepcionales podrá la Junta diferir la recepción de las que por su naturaleza no puedan desahogarse en la
audiencia;
V. Concluida la recepción de las pruebas, la Junta, dentro de las veinticuatro horas siguientes, resolverá sobre
la existencia o inexistencia del estado legal de la huelga; y
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VI. Para la resolución de inexistencia, se citará a los representantes de los trabajadores y de los patrones para
que integren la Junta. La resolución se dictará por los que concurran, y en caso de empate, se sumarán al del
presidente los votos de los ausentes.
Artículo 931. Si se ofrece como prueba el recuento de los trabajadores, se observarán las normas siguientes:
I. La Junta señalará el lugar, día y hora en que deba efectuarse;
II. Unicamente tendrán derecho a votar los trabajadores de la empresa que concurran al recuento;
III. Serán considerados trabajadores de la empresa los que hubiesen sido despedidos del trabajo después de la
fecha de presentación del escrito de emplazamiento;
IV. No se computarán los votos de los trabajadores de confianza, ni los de los trabajadores que hayan
ingresado al trabajo con posterioridad a la fecha de presentación del escrito de emplazamiento de huelga; y
V. Las objeciones a los trabajadores que concurran al recuento, deberán hacerse en el acto mismo de la
diligencia, en cuyo caso la Junta citará a una audiencia de ofrecimiento y rendición de pruebas.
II. Deberá notificar lo anterior por conducto de la representación sindical, apercibiendo a los trabajadores que
por el solo hecho de no acatar la resolución, quedarán terminadas las relaciones de trabajo, salvo causa
justificada;
III. Declarará que el patrón no ha incurrido en responsabilidad y que de no presentarse a laborar los
trabajadores dentro del término señalado, quedará en libertad para contratar otros; y
IV. Dictará las medidas que juzgue convenientes para que pueda reanudarse el trabajo.
Artículo 933. En el procedimiento de calificación de ilicitud de la huelga, se observarán las normas contenidas
en el artículo 930 de esta ley.
Artículo 934. Si la Junta de Conciliación y Arbitraje declara que la huelga es ilícita, se darán por terminadas
las relaciones de trabajo de los huelguistas.
Artículo 934. Si la Junta de Conciliación y Arbitraje declara que la huelga es ilícita, se darán por terminadas
las relaciones de trabajo de los huelguistas.
Artículo 935. Antes de la suspensión de los trabajos, la Junta de Conciliación y Arbitraje, con audiencia de las
partes, fijará el número indispensable de trabajadores que deberá continuar trabajando para que sigan
ejecutándose las labores, cuya suspensión perjudique gravemente la seguridad y conservación de los locales,
maquinaria y materias primas o la reanudación de los trabajos. Para este efecto, la Junta podrá ordenar la
práctica de las diligencias que juzgue conveniente.
Artículo 936. Si los huelguistas se niegan a prestar los servicios mencionados en los artículos 466 y 935 de
esta ley, el patrón podrá utilizar otros trabajadores. La Junta, en caso necesario, solicitará el auxilio de la fuerza
pública, a fin de que puedan prestarse dichos servicios.
Artículo 937. Si el conflicto motivo de la huelga se somete por los trabajadores a la decisión de la Junta, se
seguirá el procedimiento ordinario o el procedimiento para conflictos colectivos de naturaleza económica, según
el caso.
Si la Junta declara en el laudo que los motivos de la huelga son imputables al patrón, condenará a éste a la
satisfacción de las peticiones de los trabajadores en cuanto sean procedentes, y al pago de los salarios
correspondientes a los días que hubiese durado la huelga. En ningún caso será condenado el patrón al pago de
los salarios de los trabajadores que hubiesen declarado una huelga en los términos del artículo 450 fracción VI
de esta ley.
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Artículo 938. Si la huelga tiene por objeto la celebración o revisión del contrato ley, se observarán las
disposiciones de este capítulo, con las modalidades siguientes:
I. El escrito de emplazamiento de huelga se presentará por los sindicatos coaligados, con una copia para cada
uno de los patrones emplazados, o por los de cada empresa o establecimiento, ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, o ante las autoridades mencionadas en el artículo 920 fracción II de esta ley;
II. En el escrito de emplazamiento se señalará el día y la hora en que se suspenderán las labores, que deberán
ser treinta o más días posteriores a la fecha de su presentación ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
III. Si el escrito se presenta ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, el presidente, bajo su más estricta
responsabilidad, hará llegar a los patrones la copia del escrito de emplazamiento directamente dentro de las
veinticuatro horas siguientes a la de su recibo, o girará dentro del mismo término los exhortos necesarios, los
que deberán desahogarse por la autoridad exhortada, bajo su más estricta responsabilidad, dentro de las
veinticuatro horas siguientes a su recepción. Desahogados los exhortos, deberán devolverse dentro del mismo
término de veinticuatro horas; y
IV. Si el escrito se presenta ante las otras autoridades a que se refiere la fracción I, éstas, bajo su más estricta
responsabilidad, harán llegar directamente a los patrones la copia del escrito de emplazamiento, dentro de las
veinticuatro horas siguientes a la de su recibo. Una vez hecho el emplazamiento, remitirán el expediente a la
Junta de Conciliación y Arbitraje dentro del mismo término de veinticuatro horas.
HUELGA. FECHA HASTA EN LA QUE SE DEBEN CUBRIR LOS SALARIOS CORRESPONDIENTES A LOS
DÍAS QUE HUBIESE DURADO, CUANDO RESULTA PROCEDENTE LA ACCIÓN DE DAR POR
TERMINADAS LAS RELACIONES DE TRABAJO. Si durante la tramitación de un conflicto de huelga en que
se sometió a la decisión de la Junta las causas imputables al patrón, se contrademanda la terminación de las
relaciones individuales y colectivas de trabajo, ante la procedencia de ambas acciones, la consecuencia jurídica
será que si los motivos de la huelga son imputables al patrón se condenará a la satisfacción de las peticiones
de los trabajadores en cuanto sean procedentes y cuantificables en dinero, así como al pago de los salarios
correspondientes a los días que hubiese durado el movimiento; y en cuanto a la reconvención a autorizar la
terminación de las relaciones de trabajo, calculando el pago de las prestaciones aludidas en primer término
hasta el dictado del laudo, por ser la fecha en que se aprobó por la autoridad del trabajo la conclusión del
vínculo que unía a las partes.
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HUELGA, INCIDENTE DE INEXISTENCIA DE LA. CORRESPONDE AL PATRÓN LA CARGA DE LA
PRUEBA PARA DEMOSTRAR QUE FUE LA MINORÍA DE SUS TRABAJADORES LA QUE REALIZÓ LA
SUSPENSIÓN DE LABORES. Si el patrón emplazado a huelga se opuso a la suspensión de labores efectuada
con motivo de la presentación de un pliego de peticiones mediante el incidente de inexistencia previsto en los
artículos 451, fracción II y 929 de la Ley Federal del Trabajo, bajo el argumento de que fue la minoría de sus
trabajadores quien la realizó, entonces, atento lo establecido en los numerales 459, fracción I, 930 y 931, en
relación con el 804 del propio ordenamiento jurídico, corre a su cargo la obligación procesal de acreditar la
causal de inexistencia invocada, en razón de que cuenta con más y mejores elementos de prueba que la
agrupación sindical emplazante.
INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. INTELECCIÓN DEL ARTÍCULO 947 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
RESPECTO DE LAS PRESTACIONES NO ACCESORIAS DEL DESPIDO INJUSTIFICADO. La insumisión al
arbitraje establecida por el artículo 123, apartado A, fracción XXII, constitucional, que procede aun tratándose
de despido injustificado, o por haber ingresado el obrero a una asociación o sindicato, o por haber tomado parte
en una huelga lícita, remite al artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo, y se resuelve al tenor del artículo 947 de
la propia legislación, que determina los casos en que el patrono puede ser eximido de la obligación de cumplir
con el contrato laboral mediante el pago de una indemnización. De acuerdo con el texto del último numeral
citado, si el patrón se niega a someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado, la Junta: I.
Dará por terminada la relación de trabajo; II. Condenará a indemnizar al trabajador con el importe de tres meses
de salario; III. Procederá a fijar la responsabilidad que resulte al patrón del conflicto, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 50, fracciones I y II; y IV. Además, condenará al pago de los salarios vencidos desde la
fecha en que dejaron de pagarlos hasta que se paguen las indemnizaciones, así como al pago de la prima de
antigüedad, en los términos del artículo 162 de la propia legislación de trabajo, con lo cual queda agotado el
conflicto en lo referente al despido del trabajador. Sin embargo, en el caso de que se demanden prestaciones
no generadas por el despido, y que, por ende, no se liquidaron con la indemnización hecha en los términos
citados, tales como el pago de horas extras, bonos, incentivos o incrementos salariales, entre otros, la
procedencia de la insumisión arbitral no puede dejarlas a la deriva, sino que deberá retornarse al procedimiento
ordinario y continuarlo a fin de que el tribunal obrero se pronuncie sobre su procedencia o no en el respectivo
laudo definitivo cuya materia quedará completamente abstraída de lo resuelto en el incidente relativo a la
insumisión, lo que no significa una fragmentación de la acción del trabajador, ya que tales pretensiones no
nacieron ni dependieron del despido de que fue objeto, sino que son inconexas de origen.
HUELGA POR MOTIVOS IMPUTABLES AL PATRÓN. PRESTACIONES QUE DEBEN SER MATERIA DE
CONDENA CUANDO SE AUTORIZA LA TERMINACIÓN DE LAS RELACIONES DE TRABAJO. El artículo
937 de la Ley Federal del Trabajo dispone que si la Junta declara que los motivos de la huelga sometidos a su
decisión por los trabajadores son imputables al patrón, condenará a la satisfacción de las peticiones de aquéllos
en cuanto sean procedentes, así como al pago de los salarios correspondientes a los días que hubiere durado
la huelga; sin embargo, cuando en el mismo fallo se dan por terminadas las relaciones individuales y colectivas
de trabajo por haberse actualizado la hipótesis prevista por el artículo 434, fracción V, de la Ley Federal del
Trabajo, en atención a que un Juez competente declaró legalmente la quiebra de la empresa y autorizó su
cierre, sólo podrán ser materia de condena las prestaciones señaladas en el pliego petitorio susceptibles de ser
determinadas en cantidad líquida, en razón de que la ruptura del vínculo laboral imposibilitará que el patrón dé
cumplimiento a las obligaciones que contrajo al suscribir el contrato colectivo de trabajo, consistentes en un
deber hacer o respetar determinados derechos relacionados con la vigencia de la relación; verbigracia, publicar
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el reglamento interior de trabajo, aplicar las sanciones pertinentes en los términos convenidos en el pacto
colectivo, entregar uniformes en las condiciones acordadas y otras semejantes.
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debe negar el trámite al escrito de emplazamiento relativo. La razón jurídica de tal decisión radica en que si
conforme a lo dispuesto en el artículo 451, fracción I, del aludido ordenamiento, para suspender las labores se
requiere que la huelga tenga por objeto alguno de los descritos en el numeral 450, cuya fracción II establece el
de obtener del patrón la celebración del contrato colectivo de trabajo, la demostración de su existencia
provocará que el motivo del emplazamiento, al haberse alcanzado, quede sin materia, incumpliéndose con uno
de los requisitos de procedencia para efectuar el paro. Por tanto, aun cuando la constatación de tal
circunstancia se realice con posterioridad a la admisión a trámite del emplazamiento a huelga, la autoridad
laboral debe dar por concluido el procedimiento, sin importar la etapa en que éste se halle, porque, además de
que resultaría improcedente y ocioso seguirlo si el motivo que le dio origen aparece satisfecho, su continuación,
además de ser contraria a la intención del legislador, podría provocar graves afectaciones a las partes y
terceros, consistentes en la imposibilidad jurídica de que los huelguistas puedan obtener el pago de los salarios
caídos durante el periodo que dure el paro de labores, por resolución que declare su inexistencia o falta de
justificación, así como la afectación a la producción y disposición de bienes en perjuicio del patrón y la
imposibilidad de terceros de ejecutar fallos judiciales sobre el patrimonio que conforma a la empresa.
HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las disposiciones contenidas en el título octavo,
capítulos I y II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite distinguir, con base en
los efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres principales etapas dentro del
procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son las siguientes: a) La primera, que comprende
desde la presentación del pliego petitorio por la coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al
patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica el
cumplimiento de los requisitos de procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará
su notificación al patrón o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente, dando por
concluido el procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca desde el
emplazamiento al patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio produce el
efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por la huelga, lo que le impide
realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento, asimismo, se genera la suspensión de la
ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento que recaigan sobre los tales bienes, distintas de
fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los términos previstos en la ley. También en esta etapa se
celebra la audiencia de conciliación ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el avenimiento
de las partes, sin prejuzgar sobre la existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a una solución,
previamente al estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán continuar laborando,
en los casos en que pueda verse afectada la seguridad de la empresa, los bienes de producción o la
reanudación de los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de labores
hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga suspende los efectos de las relaciones
de trabajo y la tramitación de las solicitudes y conflictos de naturaleza económica, durante el periodo de paro de
labores. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se podrá solicitar la declaración de
su inexistencia por no reunir los requisitos de procedencia y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón
quedaría libre de responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a
laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por terminadas las relaciones de trabajo. De lo
contrario, la huelga se considerará legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría
darse por acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a cargo de quien
elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería
en definitiva sobre la justificación o injustificación de la suspensión de labores.
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proporcionalmente a los salarios caídos pactados; por tanto, si en el convenio por el cual se dio por terminada la
huelga previamente a la declaración de inexistencia o legalidad de la misma, se omitió establecer pacto alguno
respecto del pago de salarios caídos, es evidente que el patrón no tiene obligación de cubrir al instituto las
cuotas obrero-patronales por el tiempo transcurrido desde el estallamiento del conflicto laboral.
HUELGA. UNA VEZ EJERCIDO ESTE DERECHO, NO PUEDEN TRAMITARSE CONFLICTOS COLECTIVOS
DE NATURALEZA ECONÓMICA, SIN EL CONSENTIMIENTO DE LOS TRABAJADORES. Si la empresa
emplazada a huelga acudió ante la Junta responsable a manifestar que ya no podía mantener abierta la fuente
de trabajo debido a problemas económicos, lo que la obligó a cerrar la negociación y a liquidar a sus
trabajadores, y ello bastó para que el órgano jurisdiccional declarara la inexistencia del movimiento obrero,
precisamente cuando iba a estallar con la colocación de banderas, tal proceder viola, por su inobservancia en
perjuicio de los trabajadores, el artículo 902 de la Ley Federal del Trabajo, que en forma categórica ordena que
una vez ejercido el derecho de huelga se suspenderán todos aquellos conflictos colectivos de naturaleza
económica que tenga pendientes la negociación, sin que las Juntas puedan dar curso a las solicitudes de esa
índole que la emplazada llegase a presentar, salvo que los trabajadores manifiesten por escrito estar de
acuerdo en someter el conflicto a su decisión.
HUELGA. TERCERO EXTRAÑO A JUICIO. El trámite de que se trata constituye la suspensión temporal de las
actividades, llevada a cabo por una coalición de trabajadores, cuyo ejercicio les permite alcanzar mejores
condiciones, prestaciones y salarios, dirigiéndose las pretensiones directamente al patrón o los patrones acorde
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al objeto que persigue dicho movimiento, como se desprende de lo estatuido en los numerales 440 y 450, del
código obrero, lo que implica que el recurrente no podía ser parte al carecer de esas calidades; y siendo ajeno a
ese conflicto, tampoco le causa agravio personal y directo y, por tanto, no le asiste la prerrogativa para
intervenir, aun cuando se haya ostentado como tercero extraño a juicio.
HUELGA, SU TERMINACION. De conformidad con el artículo 469 de la Ley Federal del Trabajo, la huelga sólo
puede terminar por alguna de las causas que de manera limitativa señala este precepto y en la forma por él
determinada, por tanto, si la ley no obliga a los trabajadores a formular la demanda de imputabilidad, es
indebido que la Junta pretenda obligar a los trabajadores huelguistas a hacerlo.
RECUENTO DE TRABAJADORES. El artículo 931, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, señala que no
se computarán en el recuento los votos de los trabajadores que hayan ingresado al trabajo con posterioridad a
la fecha de presentación del escrito de emplazamiento de huelga. Esto no debe ser interpretado tan literalmente
que se entienda que sólo quedan excluidos los trabajadores que hayan ingresado al día siguiente al del
emplazamiento, tomando en cuenta como "fecha" el día, sin considerar la hora. Esta interpretación debe ser
evitada conforme a la regla de los artículos 2o. y 18, ya que de estimarse así, habría casos en que se daría al
patrón la oportunidad de cambiar el balance del recuento con posterioridad al emplazamiento, siempre que lo
hiciera en el mismo día, y esto no sería favorable al equilibrio y a la justicia en las relaciones entre trabajadores
y patrones. Así pues, tratándose tanto de recuentos para decidir sobre huelga, como para determinar la
titularidad mayoritaria de un contrato colectivo, se debe determinar la titularidad mayoritaria de un contrato
colectivo, se debe estimar que el trabajador que haya ingresado con posterioridad al momento en que se
presenta el escrito relativo, no será tomado en consideración.
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que da derecho al sindicato del que forman parte a hacerlo, así como que laboran al estallar la huelga, ya que
de lo contrario no puede hablarse de suspensión de labores en un momento determinado cuando ninguna se
esta desarrollando. Por otra parte, la mayoría de los trabajadores que voten en favor de la huelga debe estar
formada por aquellos que presten sus servicios al patrón, sin incluir a los miembros del sindicato emplazante
cuando no laboren para el mismo patrón, ya que la Ley Federal del Trabajo dispone que la suspensión se
realice por la mayoría de los trabajadores de la empresa o establecimiento.
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HUELGA, IMPUTABILIDAD DE LOS MOTIVOS DE LA. El hecho de que se haya considerado que la huelga
tuvo por objeto el que señala la fracción II del artículo 260, o sea, obtener del patrón la celebración del contrato
colectivo de trabajo, y que por haberse cumplido los requisitos legales se haya declarado lícito el movimiento,
no significa que necesariamente le sean imputables al patrón las causas que le dieron origen; sino que es
preciso que el sindicato justifique que el conflicto fue provocado por causas que deban atribuirse al patrón, esto
es, que la huelga haya estallado por la intransigencia de éste para acceder a las peticiones que le fueron
formuladas y que estuviera en posibilidad y obligación legal de satisfacer.
HUELGA, REQUISITOS PARA QUE OPERE EL PAGO DE SALARIOS A LOS TRABAJADORES. Conforme
al artículo 271 de la Ley Federal del Trabajo, para que se pueda condenar al patrón a que pague los salarios
correspondientes a los días en que los trabajadores han holgado, es indispensable que la huelga se declare
lícita, que sus motivos sean imputables a dicho patrón y que los trabajadores hayan cumplido con los requisitos
establecidos en el Título Quinto de la Ley Federal del Trabajo, que reglamenta la materia relativa a coaliciones,
huelgas y paros, que entre otras disposiciones contiene las del artículo 265 que señala el procedimiento que
deben seguir los trabajadores antes de declarar la huelga y que, entre otros requisitos, consigna el de que
deben dirigir al patrón un escrito en que formulen sus peticiones, anuncien el propósito de ir a la huelga y
expresen concretamente el objeto de ésta.
HUELGA, ESTADO DE. Cuando la resolución de la Suprema Corte se refiere en forma expresa y exclusiva a
la declaración del estado de huelga, su cumplimiento correcto sólo puede contraerse a este punto y al derecho
de huelga ejercitado por los trabajadores, dándoles todas las garantías necesarias para el mantenimiento de la
suspensión del trabajo, con respecto al patrón demandado; pero cuando ese estado de huelga trata de
cumplirse en una empresa diferente o en bienes de persona extraña, que haya tomado en arrendamiento el
mismo local y abierto por su cuenta un negocio nuevo, con aprobación de las autoridades respectivas, no
procede mantener el estado de huelga entre los trabajadores y la nueva empresa, y tratar de hacerlo así, es
incurrir en exceso en el cumplimiento de la sentencia de la Suprema Corte y la queja es procedente, si bien la
resolución del Juez de Distrito en todo lo restante y en cuanto no afecte intereses de tercero, debe quedar firme
con todas sus consecuencias legales.
HUELGAS, REQUISITOS PARA QUE PUEDA DECLARARSE LA EXISTENCIA DE LAS. Para que una
huelga pueda considerarse legalmente existente, es preciso, entre otros requisitos, que sea declarada por la
mayoría de los trabajadores de la negociación, y por lo mismo, que le estén prestando servicios, para que sea
posible la suspensión temporal del trabajo como resultado de su coalición, puesto que no podría suspenderse
un trabajo que no se esté realizando. Por tanto, si un sindicato no tenía ninguno de sus miembros laborando al
servicio del patrón, la Junta responsable no procedió legalmente al declarar la existencia del estado de huelga,
y el Juez de Distrito obró conforme a derecho al haberlo considerado así. Esta conclusión es valida, a pesar de
que el aludido sindicato y el patrón, tuviera celebrado un contrato colectivo de trabajo y que la huelga
emplazada tuviera por objeto exigir que el patrón recibiera trabajadores sindicalizados, en sustitución de los
libres que estaba ocupando, ya que la sentencia del inferior en nada afecta a la existencia y validez del propio
contrato, en los derechos que de él se derivan en favor del mencionado sindicato, ya que se limita a conceder la
protección federal por considerar que no se llenaron los requisitos que para declarar que existe el estado de
huelga, consigna la Ley Federal de Trabajo, y sin perjuicio de que el mismo sindicato, como parte contratante,
pueda ejercitar en contra del patrón las acciones que nacen del contrato colectivo de trabajo, para exigir su
cumplimiento, en el sentido mencionado en la forma procedente, en atención a que la huelga no es un derecho
sindical, sino individual de los trabajadores, que la ejercitan por coalición.
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HUELGAS, PARA CALIFICARLAS NO DEBEN ESTUDIARSE EN EL FONDO. Si de acuerdo con el artículo
264 de la Ley Federal del Trabajo, para que se declare una huelga se requiere que tenga por objeto exclusivo
alguno o algunos de los que señala el artículo 260 del mismo ordenamiento, y los huelguistas persiguen dos
finalidades; conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción para armonizar los intereses de
éstos, y obtener la revisión de su contrato colectivo de trabajo con la celebración de una nueva contratación,
esto es, si en el pliego de peticiones se solicitó aumento de salario y revisión del contrato colectivo para la
celebración de uno nuevo, con esas condiciones se cumplió con el aludido artículo 260, toda vez que se refieren
a la I y III fracciones de este precepto; por lo que debe decirse que la Junta responsable no procedió
correctamente al resolver que las susodichas peticiones no fundan la existencia legal del movimiento de huelga,
por lo que se refiere al aumento de salarios, por estar vigente el contrato colectivo, que mantiene el equilibrio
entre los factores de la producción, y por lo que se refiere a la revisión del contrato colectivo de trabajo, porque
siendo éste revisable cada dos años, a moción de cualquiera de las partes que lo hayan celebrado, esto puede
llevarse a cabo siempre que la solicitud de revisión se haga cuando menos sesenta días antes de su
vencimiento, y se dice que la Junta responsable procedió indebidamente, porque al haber resuelto en los
aludidos sentidos, propiamente su fallo abarca el fondo de la huelga y tales razonamientos no debieron llevarla
a declarar la inexistencia del movimiento, toda vez que la exigencia de los artículos 264, fracción I, y 269 de la
Ley Federal del Trabajo, estriba, exclusivamente, en que el pliego de peticiones esté comprendido, en las
diversas fracciones del artículo 260 de la misma ley; pero en manera que se compruebe el derecho para
reclamar aumento de salarios o que aparezca una presunción en contra de ese derecho por la razón
fundamental de que esto sería precisamente materia de la resolución en cuanto al fondo. La decisión de que los
trabajadores carecen de derecho para pedir aumento de salarios entretanto no se venza la duración del contrato
colectivo o no llegue el momento de pedir la revisión, sesenta días antes del aludido vencimiento, podría servir
para que, en su caso, al dictarse la resolución final, según el criterio de la Junta responsable, establecería que
la huelga fue injustificada, esto es, que sus motivos no eran imputables al patrón y consiguientemente se
negara a los trabajadores las peticiones que hubiesen hecho. Si se aceptara que es posible decidir esas
cuestiones, a propósito de la resolución a que se refiere el artículo 29, se llegaría a concluir que en dicha
resolución puede decidirse justamente sobre los derechos controvertidos; y no es posible aceptar esa
resolución, porque, mientras el conflicto no se someta a la Junta, en la forma que proceda en derecho, para su
decisión en arbitraje, nada puede decirse sobre los derechos controvertidos, porque la resolución mencionada
no es de fondo, sino que en ella tan sólo han de considerarse los requisitos formales y los objetivos que los
trabajadores persiguen, para que puedan suspender las labores; pero nunca resolver sobre los derechos
controvertidos. Para que la Junta pudiera decidir si, en efecto, no existe el desequilibrio entre los factores de la
producción, que tratan de subsanar los huelguistas, es indispensable todo un procedimiento, en el cual se
aportaron pruebas por las partes, ya que de otra manera, se fallaría sin darles oportunidad para que rindieran
pruebas y justificaran la procedencia de sus solicitudes, con tanta mayor razón, cuanto que los huelguistas se
encargarían de aportar las pruebas en relación con su pretensión de aumento de salarios que podrían destruir,
por su propia base, la llamada presunción a que se refiere la Junta responsable en cuanto a que la existencia
del contrato colectivo demuestra que el equilibrio existe y que, en el supuesto de que no existiera, habría que
dejar pasar determinado tiempo para que los trabajadores exigieran la revisión de tal contrato; todo lo cual, de
admitirse, necesariamente implicaría la violación del artículo 14 constitucional y, notoriamente, un desacato
absoluto, sin pruebas de ninguna especie, a lo terminante prevenido por las fracciones XVII y XVIII del artículo
123 constitucional, la primera, que ha consagrado en norma constitucional inquebrantable el derecho de huelga
y la segunda, que la declara lícita precisamente cuando persigue la finalidad de lograr el equilibrio entre los
diversos factores de la producción, armonizando los derechos del trabajo con los del capital.
HUELGA, LABORES DE CONSERVACION DE LOS TALLERES, EN CASO DE. El artículo 275 de la Ley
Federal del Trabajo, no limita en tiempo ni en días las veces en las cuales deben llevarse a cabo las labores de
conservación de los talleres e implementos de la empresa en que se declara un movimiento de huelga, y por lo
mismo, si la Junta responsable resolvió que el gerente de esa empresa, debía fijar un día determinado para las
mencionadas labores, violó el citado artículo 275 de la Ley Federal del Trabajo, y lo mismo debe decirse
respecto del artículo 555 de la propia ley, si con esa resolución la Junta revocó un proveído anterior, en el cual
no había fijado limitación alguna para la realización de las indicadas labores de conservación.
HUELGAS. Aunque el pliego de peticiones no contenga una expresión categórica de que los trabajadores
tienen la intención de ocurrir a la huelga, si el patrono no se allana a satisfacer sus pretensiones, basta que
dicha intención sea notoria, como sucede cuando en el pliego se expresa que si el patrono desea algún arreglo
en conciliación, los obreros están dispuestos a ello, y esta deficiencia del pliego de peticiones, no puede dar
lugar a que se conceda el amparo simplemente para que se llene el requisito que según el patrono demandado
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se ha omitido. Por otra parte, si el patrono, al contestar el pliego de peticiones, acepta la solicitud de pago de
salarios, condicionándola a lo que declaren las autoridades del trabajo, no se esta en el caso de una
contestación negativa sino en el de una evasiva formulada con el propósito de ocultar la verdad. El hecho de
que el conflicto ante las autoridades del trabajo se haya planteado con posterioridad al movimiento de huelga,
no implica que éste haya quedado sin efecto por el ejercicio de la acción que la Ley del Trabajo concede, pues
si la huelga tuvo por causa la retención de salarios y ésta afectó a todos los trabajadores, los mismos pueden
exigir el cumplimiento del contrato colectivo por medio de la huelga, y no puede decirse que ésta sea ilícita,
porque ante las autoridades del trabajo, se haya promovido una reclamación por separado. Cuando todos los
trabajadores de una negociación exigen el pago de salarios, no puede estimarse que se trata de intereses
individuales, siempre que los salarios se encuentren establecidos en el contrato colectivo de trabajo; si la Junta
respectiva considera que la huelga perseguía el fin de exigir el cumplimiento del contrato colectivo, su
declaración es legal.
HUELGA LEGALMENTE EXISTENTE. Atento lo dispuesto por los artículos 260, fracciones I y II, 269 y
relativos de la Ley Federal del Trabajo, cuando dentro del plazo legal, el patrono se allane a acceder a las
peticiones del sindicato, y éste ha procedido llenando los requisitos que establece la ley, el estado de huelga es
legalmente existente, y esta situación de legalidad no puede ser destruida por medio de la aceptación que,
posteriormente, haga el patrono, respecto de ese punto petitorio, pues tal cosa implicaría darle a dicha
aceptación un efecto retroactivo. La aceptación del patrono, hecha con posterioridad a que estallara la huelga,
puede producir diversos efectos, pero no el de cambiar la situación jurídica del movimiento huelguístico, y en
consecuencia, si la Junta considera que la huelga declarada por la unión sindical era inexistente en virtud de
que el patrono aceptó el segundo punto del pliego de peticiones, se violan las garantías de la parte quejosa, y si
no lo estima así el Juez de Distrito y niega por ese concepto el amparo, causa agravio al interesado.
HUELGAS, REQUISITOS LEGALES EN LAS. No basta que el patrono tenga conocimiento, por otros medios,
de que sus trabajadores han pensado declararse en huelga, para que se tenga por satisfecho el requisito de
que habla el artículo 265 de la Ley Federal del Trabajo, toda vez que es indispensable, para ese efecto, que al
propio patrono le sea enviado el oficio respectivo, para que pueda conocer de modo claro y preciso, cuáles son
las peticiones de los obreros.
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BREVIARIO CULTURAL SOBRE LA HUELGA.
INTRODUCCIÓN
Huelga, paro organizado de la producción, en el marco de las relaciones laborales, llevado a efecto
por un grupo de trabajadores con el fin de obligar al empresario a acceder a sus demandas salariales
o de mejora de las condiciones laborales. A veces se emprende una huelga por motivos puramente
políticos y no laborales. Por regla general, la huelga la convoca un sindicato. También se puede
convocar una huelga para solidarizarse con los trabajadores de otro sector industrial.
2 TIPOS DE HUELGA
Los trabajadores pueden convocar una huelga o llevar a cabo otro tipo de acción sindical con el fin de
obtener mejoras en las condiciones laborales, como incrementos salariales o reducción de la jornada
laboral, o para evitar un cambio desfavorable de las condiciones laborales, como una disminución de
salarios. También se puede convocar una huelga para impedir que el empresario adopte medidas que
los trabajadores consideran perniciosas y contrarias a sus intereses, como el despido injustificado de
un trabajador. En Estados Unidos, se pueden convocar huelgas para forzar al empresario a reconocer
un sindicato como interlocutor único en la negociación colectiva, forzándole a pactar un acuerdo de
closed shop, práctica prohibida de forma terminante en Europa y en Latinoamérica. Las huelgas sólo
se convocan en situaciones extremas, cuando se han agotado las vías de dialogo, o cuando el
empresario se niega a aceptar una sentencia dictada por la magistratura de trabajo. Por otra parte,
las huelgas de tipo político se suelen convocar para forzar al gobierno a aceptar determinadas
demandas de los trabajadores, o como arma para derrocar a un gobierno durante una revolución.
3 ESTRATEGIAS DE LA HUELGA
El principal objetivo táctico de una huelga consiste en interrumpir toda la producción de la empresa o
la industria en cuestión. El medio más utilizado para conseguirlo, tras haber interrumpido el trabajo y
haber abandonado el centro de trabajo, consiste en destinar piquetes de huelguistas ante la fábrica,
para impedir que el empresario traiga trabajadores de otras explotaciones. A veces, los sindicatos
tienen fondos reservados para apoyar las huelgas, de forma que pueden dar ayuda financiera a los
huelguistas. En otros casos, los sindicatos en huelga piden ayuda a otros sindicatos o al resto de los
trabajadores para que les apoyen en el plano económico.
Los huelguistas se consideran trabajadores de la empresa, aunque durante la huelga no trabajen, por
lo que reaccionan con energía cuando el empresario intenta contratar a otros trabajadores para
reemplazarles. Esta práctica ha llegado a provocar violentos enfrentamientos entre huelguistas y
trabajadores que no apoyan la huelga.
Otra técnica consiste en realizar una sentada: los trabajadores se sientan en el puesto de trabajo y se
niegan a moverse hasta que no se resuelvan sus reivindicaciones. Esta técnica apareció en Estados
Unidos durante la década de 1930 pero, al constituir una invasión de la propiedad privada del
empresario, es considerada ilegal. No obstante es una técnica que se ha mostrado muy eficiente en
múltiples ocasiones.
4.1 Rusia
Tal vez la huelga más famosa de la historia fue la que se produjo en Rusia en 1917, que surgió a
partir de las acciones revolucionarias dirigidas por los bolcheviques. Estas huelgas representaron el
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inicio de la Revolución Rusa, provocando la caída del régimen zarista en marzo de 1917, y la del
gobierno provisional dirigido por Alexandr Kerenski en octubre del mismo año.
4.2 Francia
En este país destacó el intento de derrocar el gobierno del presidente Charles de Gaulle mediante
una huelga convocada por trabajadores y estudiantes en medio del que fue conocido como Mayo
francés. La huelga estalló como protesta por la política económica y tuvo una gran repercusión
mundial, aunque no logró sus objetivos políticos, pero sí obtuvo ciertas compensaciones económicas.
4.3 España
A lo largo del siglo XX, en España se registraron fuertes movimientos huelguistas que tuvieron
hondas repercusiones políticas. Cabe mencionar, entre otras, la relacionada con la Semana Trágica
(1909), o las huelgas generales de 1917 y la vinculada a la Revolución de Octubre de 1934.
Durante la década de 1980 varios países latinoamericanos protagonizaron violentas huelgas para
protestar contra las duras políticas de ajuste promovidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. De todas estas revueltas y huelgas, destaca la de Venezuela en 1989 en la que
murieron más de 300 manifestantes debido a la fuerte represión policial. Asimismo, la huelga obrero-
estudiantil en la provincia de Córdoba, Argentina, en 1969, concluyó con el derrocamiento del
gobierno militar del general Juan Carlos Onganía.
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