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GRUPO DE RESPONSABILIDAD FISCAL Y JURISDICCIÓN COACTIVA

Pereira, veintiocho (28) de diciembre de dos mil veintitrés (2023).

Auto No. 509


ARCHIVO DE LA INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA

Radicado No. P.D. 064-2022


Grupo de Responsabilidad Fiscal y Jurisdicción
DEPENDENCIA:
Coactiva

VICTOR ALONSO CANO PEREZ


INVESTIGADO Y CARGO: C.C. No. 1.087.989.341
Ex Contralor General del Risaralda
ENTIDAD: Contraloría General del Risaralda

7, 28 Y 31 de diciembre de 2021
HECHOS:

QUEJOSO: ALVARO WILLIAM LOPEZ

Presunta irregularidad en el uso y conducción de


ASUNTO: camionetas en días festivos por el Contralor encargado
de Risaralda
ARCHIVO DE LA INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA
DECISIÓN: (INC.3 ART. 213 y arts. 221de la Ley 1952 de 2019
mod. Por el art 38 de la Ley 2094 de 2021, 224 del
Código General Disciplinario).

I. ASUNTO POR TRATAR

Procede este despacho a calificar el mérito que comporta la investigación disciplinaria


adelantada contra el señor VICTOR ALONSO CANO PEREZ, identificado con C.C. No.
1.087.989.341en calidad de Secretario General de la Contraloría General del Risaralda,
para la época de los hechos.

II. COMPETENCIA

La Profesional Universitaria Grado 219-10 del Grupo de Responsabilidad Fiscal y


Jurisdicción Coactiva de la Contraloría General del Risaralda, en ejercicio de las facultades
otorgadas es competente para conocer las presentes diligencias, conforme a lo normado a
lo dispuesto en la Resolución No. 093 del 04 de mayo de 2022 establece:

ARTÍCULO SEGUNDO-COMPETENCIA EN LA ETAPA DE INSTRUCCIÓN

(…) Los funcionarios señalados en el artículo primero deberán asumir el conocimiento de


las actuaciones disciplinarias durante la etapa de instrucción, hasta la notificación del el
pliego de cargos o la decisión de archivo, según corresponda.
Así mismo, en los artículos 2, 25, 84, 86, 91 y 93 de la ley 1952- de 2019, los cuales
establecen, la titularidad de la potestad disciplinaria, destinatarios de la ley disciplinaria,
aplicación del procedimiento, oficiosidad y preferencia, factores que determinan la
competencia y el control interno disciplinario en la Contraloría General del Risaralda.

III. HECHOS DENUNCIADOS OBJETO DE INVESTIGACIÓN

Ante la Procuraduría Regional Risaralda, a través del correo electrónico


[email protected], se presentó denuncia disciplinaria por parte del señor
ALVARO WILLIAM LÓPEZ OSSA, en los siguientes términos:
Señores veeduría de la Procuraduría General de la Nación, respetuosamente
solicito investiguen:
1. Para que el señor VICTOR ALONSO CANO PEREZ funcionario que labora en la
CONTRALORÍA GENERAL DEL RISARALDA, en el cargo de SECRETARIO
GENERAL y ahora como CONTRALOR ENCARGADO, saco del parqueadero del
edificio de la gobernación de Risaralda dos camionetas (OVE 438 y OVE 452 los
días 7, 28 y 31 de diciembre de 2021 a diferentes horas, y las condujo el mismo a
pesar de que tienen conductor asignado.
2. ¿Puede esta respetable veeduría acceder a las actividades que realmente realizó
este funcionario y establecer y probar que él no las saco en esos días decembrinos
para actividades personales?
3. Por qué motivo la señora MAGDA MARIA SANCHEZ LOPEZ quien, como secretaria
general en febrero de 2022, me contesta mi petición (según orden interna 08-2022
sobre “para que actividades específicas saco y uso los vehículos el señor Víctor
Cano” y solo me dice “actividades propias del oficio” y no contesta con detalles de
donde a donde fue y que actividades realizó.
4. Si este es el concepto del Departamento Administrativo de la Función Pública
El decreto 1068 de 2015es muy claro, para el uso de vehículos como asignados a
la Contraloría General en su artículo 2.8.4.6.7.” … vehículos operativos. Lo hará de
manera exclusiva y precisa para atender necesidades ocasionales e indispensables
propias de las funciones de cada órgano y en ningún caso se podrá destinar uno o
más vehículos al uso habitual y permanente de un servidor público distintos de los
mencionados en el artículo anterior. La norma es clara: “Artículo 2.8.4.1.1. Campo
de aplicación. Se sujetan a la regulación de este título, salvo en lo expresamente
aquí exceptuado, los organismos, entidades, entes públicos, y personas jurídicas
que financien sus gastos con recursos del Tesoro Público. Y finalmente cita “será
responsabilidad de los secretarios generales, o quienes hagan sus veces, observa
a cabal cumplimiento de esta disposición. De igual modo, será responsabilidad de
cada conductor de vehículo, de acuerdo con las obligaciones de todo servidor
público, poner en conocimiento de aquel la utilización de vehículos operativos no
ajustada a estos parámetros” …entonces ¿Qué hizo realmente el señor Cano con
esos vehículos los días 7, 28 y 31 de diciembre de 2021, que en la Contraloría no
me contestan en detalle? y ¿violó este decreto?
Pregunto:
A. Si el presunto uso indebido de los vehículos oficiales del Estado por parte de los
funcionarios o servidores públicos configuran el delito de peculado de uso y sus
consecuentes sanciones jurídica y moral, que pasó aquí?, B-¿Por qué la
secretaria general de la Contraloría no informa en detalle por el uso dado a estos
vehículos oficiales? C- ¿Qué diligencias oficiales de la contraloría obligaron al
desplazamiento y uso de estos vehículos el 7, 8 y 31de diciembre si el no estaba
aún nombrado como Contralor encargado, ya que el anterior Contralor Álvaro
Trujillo entregaba el 31 de diciembre, entonces porque tomo esos vehículos? E.
¿Por qué los conductores asignados a estos dos vehículos no reportaron si hubo
uso diferente y porque Víctor Cano condujo y retiro las dos camionetas en
diciembre cuando ambas tienen conductor asignado? F- ¿Por qué no aparecen
los datos de hora de entrada y salida de estos vehículos en esas fechas de
manera completa?

En la queja se señaló como presunto infractor de la norma disciplinaria al señor: VICTOR


ALONSO CANO PÉREZ identificado con C.C. No. 1.087.989.341en calidad de Contralor
General del Risaralda en encargo, en el cual se adjuntó con la queja respuesta al derecho
de petición con oficio No. 220 por parte de la Contraloría General del Risaralda, así mismo,
información por parte de ATLAS seguridad solicitada por parte del quejoso.

En la presente causa, la línea de investigación desde la etapa de investigación disciplinaria,


se constituye contra funcionario de la Contraloría General del Risaralda, dadas las
presuntas irregularidades de carácter disciplinario con ocasión “al indebido uso y
conducción de camionetas en días festivos por el contralor encargado de Risaralda”.

Ahora bien, por parte de la Procuraduría Regional Risaralda, fue remitida mediante oficio
No. PRR-839-22 del 05 de mayo de 2022 a la Contraloría General del Risaralda.

IV. ANTECEDENTES PROCESALES

4.1 De la Investigación Disciplinaria

Mediante auto del 18 de mayo de 2022, se inicia la investigación disciplinaria en contra del
señor VÍCTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Contralor encargado de la
Contraloría General del Risaralda, para la época de los hechos.
Apertura que tuvo lugar, con el fin de establecer si existe responsabilidad disciplinaria
personal de servidor público, frente a presunta irregularidad en el uso y conducción de
camionetas en días festivos (7, 28 y 31 de diciembre de 2021) por parte del contralor en
encargo.
Seguidamente, se realiza la citación para que se notifiquen de la investigación disciplinaria
al investigado y al quejoso. Folio 7-10.
El día 01 de julio de 2022 el señor Álvaro William López en calidad de quejoso, se notifica
personalmente del auto de apertura de la investigación disciplinaria. Folio12
Mediante oficio del 29 de junio de 2022 se solicitó al GRUPO ATLAS SEGURIDAD LTDA,
para que remitiera un informe detallado de las minutas del puesto de parqueadero de la
Gobernación del Risaralda, sobre la entrada y salida de los vehículos de la Contraloría los
días 7, 28 y 31 de diciembre de 2021.Folio 13
Para el día 29 de junio de 2022 se recibe la respuesta a la solicitud enviada a la empresa
ATLAS Seguridad. Folio 14-16
Mediante poder otorgado por parte del señor VICTOR CANO al abogado DAVID
EZERIGUER SANCHEZ, se da como notificado por conducta concluyente. Folio 19-20.
Que se cita al señor Álvaro William López Ossa como quejoso dentro del presente proceso,
para que amplie la queja instaurada, para el día 24 de agosto de 2022. Folio 26-27
Que se deja constancia que el señor Álvaro William López no asiste a la diligencia de
ampliación de queja el día 24 de agosto de 2022. Folio 28-29.
Que mediante auto No. 490 del 16 de diciembre de 2022 se decretan unas pruebas y se
dejan sin efecto otras.
Que el día 19 de enero de 2023 se escuchó en diligencia de declaración juramentada al
señor ALCIBIADES QUIROGA BALBUENA, en calidad de conductor del vehículo con
placas OVE 452 de la Contraloría General del Risaralda, dicha diligencia estuvo asistida
por el doctor DAVID EZERIGUER, abogado de confianza del señor VICTOR CANO.
Dentro de las respuestas dadas por el señor Quiroga, manifiesta que él está asignado al
despacho del Contralor y que, para la fecha de los hechos, el señor VICTOR CANO asistió
a laborar, pero no recuerda que el señor Cano allá utilizado la camioneta asignada a la
Contraloría y al despacho del Contralor. Folio 76
El mismo 19 de enero presenta diligencia de declaración juramentada el señor CARLOS
ALBERTO CASTAÑO, en calidad de conductor de la Secretaría General del Risaralda, del
vehículo de placas OVE 438, quien manifestó al preguntarle que si tenía algo más que
agregar contesto que si:
“Él me decía que dejara las llaves por si de pronto hay que hacer alguna vuelta o él
se vara en la Ford, entonces yo la dejaba en el cajón, eso sí muy esporádicamente porque
el andaba en el carro de él, unos las dejaba como un plan B, porque uno no sabe que pueda
pasar con el carro del despacho, si yo no dejo las llaves y me voy a viajar en el día de
descanso y necesitan la Duster yo debo dejar las llaves, y para el 31 de diciembre las llaves
se dejaron en el cajón de mi puesto” Folio 77
Que para el día 23 de enero de 2023, se lleva a cabo de forma virtual la diligencia de
declaración juramentada por parte de la señora MAGDA SANCHEZ, en calidad de ex
funcionaria de la Contraloría General del Risaralda para la época de los hechos, quien
manifestó lo siguiente:
“El señor Víctor Alonso Cano se encontraba en el cargo de Secretario General,
porque el Contralor en ese momento era el Dr. Álvaro Trujillo, loque yo conocía en ese
momento era que la camioneta con placas OVE 452 estaba asignada al despacho del señor
Contralor y la conducía el señor Alcibíades Quiroga, y, la camioneta OVE 438 estaba
asignada a la Secretaria General y al grupo de control fiscal y quien conducía la camioneta
era el funcionario Carlos Alberto Castaño Molina, sin embargo, no tengo conocimiento o no
me consta que el señor Víctor Alonso Cano haya conducido cualquiera de las dos
camionetas los días 7,, 28 y 31 de diciembre del año 2021”.
Posteriormente, mediante auto No. 31 del 23 de enero de 2023 se aplaza y se fija fecha
para llevar a cabo la diligencia de ampliación de queja, ya que por error involuntario en la
digitación de la fecha se pone una errada.
Para el día 30 de enero de 2023 se había programado la ampliación de queja, donde se
deja constancia que el señor Álvaro William López Y el Doctor David Ezeriguer no hicieron
presencia. Folio 86.
Que, para el mes de febrero de 2023, mediante escrito el señor VICTOR ALONSO CANO
presente a treves de su apoderado versión libre, en la cual manifiesta:

“Primero me gustaría aclarar que para la época de ocurrencia de los hechos me


encontraba desempeñando el cargo de Secretario General de la Contraloría General de
Risaralda, puesto que, el cargo de contralor encargado lo asumí posteriormente en el mes
de enero del año 2022. En ese sentido, como secretario general usualmente me desplazaba
a las diligencias inherentes a mis funciones en el vehículo asignado de placas OVE438
junto con el conductor, no obstante, cuando este vehículo se encontraba en mantenimiento
o estaba siendo utilizado por el grupo de control fiscal, debíamos hacer los traslados en el
vehículo de placas OVE 452 para evitar la impuntualidad en la asistencia a los compromisos
previamente agendados.
Ahora bien, para desplazarme todos los días a la Contraloría utilizaba mi vehículo
particular, incluso tenía autorización para estacionarlo en uno de los parqueaderos de la
Gobernación, jamás tuve la necesidad de utilizar vehículos oficiales para atender diligencias
personales, pues para ello tenía mi vehículo particular, utilizaba vehículo asignado
exclusivamente para cumplir mis funciones como secretario general y,
posteriormente como Contralor”. Folio 93

El 04 de julio de 2023 se declara mediante auto declarar el cierre de la investigación


disciplinaria y se corre traslado para que los sujetos procesales presenten los alegaros
precalificatorios. Folio 97

El día 17 de julio de 2023 a través del correo electrónico el abogado del señor CANO
PÉREZ, presenta los alegatos precalificatorios solicitando el archivo de la investigación al
considerar que no tiene asidero probatorio, los fundamentos fáticos más que a suposiciones
por parte del quejoso, ya que no corresponden a la verdad material y procesal, así mismo,
la conducta del señor CANO PEREZ no se encuadra con alguna de las faltas disciplinarias
previstas en la Ley, así mismo, manifiesta que esta plenamente demostrado la inexistencia
de la falta disciplinaria, en el entendido de que no se logra demostrar que la conducta fuera
constitutiva de violación a la norma jurídica. Folios 102-109

V. CONSIDERACIONES

5.1 ARCHIVO DE LA INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA

En atención a las resultas de la etapa de instrucción, se hará el análisis de responsabilidad


y se evaluará el mérito de la presente investigación disciplinaria determinando lo que en
derecho corresponda respecto de proseguir con la actuación y elevar pliego de cargos, o
por contrario disponer la terminación de la actuación y archivo definitivo del proceso a favor
del señor VICTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Contralor encargado, en virtud
a lo dispuesto en el artículo 213 de la Ley 1952 de 2019 nuevo Código General Disciplinario,
modificado por la Ley 2094 de 2021, concordante con el artículo 224 idem.

En este orden de ideas, corresponde al despacho evaluar el mérito de las pruebas


recaudadas dentro de las diligencias en relación a los servidores particularizados a fin de
determinar si se configuran los elementos para continuar con la actuación, por encontrarse
objetivamente demostrada la comisión de una falta disciplinaria, o por el contrario
corresponde ordenar el archivo definitivo de la actuación a su favor.

Ahora bien, en sentencia 06021 DE 2020 del Consejo de Estado Sección Segunda define
que, La responsabilidad disciplinaria surge cuando se comprueba la concurrencia de ciertos
elementos sistemáticamente organizados entre sí. Esto, se expresa en una estructura que
ha sido construida dogmáticamente desde la doctrina a partir de cinco categorías a saber:
(i) la capacidad, (ii) la conducta, (iii) la tipicidad, (iv) la ilicitud sustancial y (v) la culpabilidad.
A su vez, las cinco categorías que se acaban de enunciar pueden subdividirse a partir de
tres juicios diferentes: (i) el juicio de adecuación para determinar la tipicidad; (ii) el juicio de
valoración para definir la ilicitud sustancial; y (iii) el juicio de reproche para analizar la
culpabilidad. Respecto del primer juicio, es necesario que previamente se determinen: la
capacidad del sujeto disciplinable desde su condición como servidor público o particular en
ejercicio de funciones públicas (capacidad formal), y su imputabilidad (capacidad material);
además de las circunstancias de hecho relativas a la conducta, las cuales deben
demostrarse con las pruebas practicadas en el procedimiento sancionatorio. De allí, la
adecuación típica debe realizarse con la confrontación del comportamiento probado y el
texto legal que consagre la falta disciplinaria. Si el primer juicio arroja que un sujeto
disciplinable e imputable, con su conducta cometió una falta disciplinaria tipificada en la ley,
debe pasarse al segundo, relativo a la valoración sobre la ilicitud sustancial. Esta (…) se
configura cuando la conducta tipificada como falta afecte el deber funcional sin justificación
alguna. […] [P]ara que se configure una infracción disciplinaria no es necesario un resultado
lesivo o dañino a un bien jurídico o al Estado, sino que se exige el quebrantamiento
sustancial injustificado de los deberes funcionales encargados al servidor público, que
afecten los valores o principios de la función pública. […] [L]o anterior, desde la doctrina, se
ha sintetizado en la realización de dos análisis: uno deontológico, referido a la constatación
del cumplimiento de los deberes precisos (contenidos en reglas) que le impone el
ordenamiento jurídico a un servidor público en razón de su cargo, y otro axiológico,
relacionado con la verificación de la observancia de los principios de la función pública.
Finalmente, el juicio de reproche en sede de culpabilidad, debe realizarse a partir de la
verificación del nexo psicológico entre el autor de la falta y la conducta desplegada para su
consumación, esto es, si el sujeto disciplinable actuó con dolo o culpa y, además, si le era
exigible un comportamiento diverso al que efectivamente materializó en la realidad. De
conformidad con todo lo precedente, se hace necesario que la responsabilidad disciplinaria
se estudie de acuerdo con la estructura que se acaba de mostrar, en aras de consolidar un
análisis sistemático que le dé orden, lógica y coherencia a la materia. […]

En efecto, el objetivo principal de la acción disciplinaria es el de resguardar el buen nombre


de la administración pública, bajo los principios de eficiencia, moralidad, eficacia y celeridad.
Entonces, es claro que esta deba apresurarse a cumplir sin retardos su misión de sancionar
o absolver al presunto implicado investigado integralmente los hechos tanto favorables,
como los desfavorables al sujeto procesal.

El no hacerlo incumpliría una de las funciones del órgano de control y lo previsto en el


artículo 148 del C.G.D. (Principio de imparcialidad probatoria), según el cual, el operador
disciplinario debe de atender con rigor los hechos y circunstancias que demuestren la
existencia de la falta y la responsabilidad, así como los que se encaminen a desvirtuarla.

CONCLUSIÓN
Cuando hablamos de la incursión de un funcionario público en cualquiera de las faltas
disciplinarias contenidas en la Ley 1952 de 2019, estamos hablando de la realización de un
hecho que conlleva a la afectación al deber sustancial y por ende esta revestido de ilicitud
material, pero cuando nos referimos a una serie de hechos investigados los cuales no
fueron producto del desborde funcional del disciplinado, no habrá ligar a decir entonces que
estamos frente a la realización de una conducta de tipo disciplinaria que conlleve a un juicio
de reproche por parte de este despacho.
Si bien es cierto que, el señor VICTOR CANO como secretario general de la Contraloría
tenía asignado un vehículo para desarrollar lo correspondiente a sus funciones, el mismo
no podía hacer uso de los vehículos para diligencias personales, ahora bien, esta conducta
no se le puede indilgar al señor CANO PEREZ, pues para este despacho no existe la
certeza de que el uso de las camionetas hubiera sido con fines personales.
En cuanto a lo manifestado por el abogado del señor CANO PEREZ, en cuanto a la prueba
documental “cuadro de ingresos vehículo de la Gobernación” al considerar la falta de
autenticidad de tal documento que impide que se pueda considerar como prueba suficiente
que corrobore los hechos de la queja.

Para este despacho, no le asiste razón a lo manifestado por el Doctor EZERIGUER, no


considera valido el argumento de autenticidad del documento allegado por parte de ATLAS
SEGURIDAD, pues esta desconociendo la presunción de autenticidad. La Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia realizó algunas consideraciones sobre la presunción de
autenticidad de un documento público.

De conformidad con el artículo 425 del Código de Procedimiento Penal, un documento se


presume auténtico «cuando se tiene conocimiento cierto sobre la persona que lo ha
elaborado, manuscrito, mecanografiado, impreso, firmado o producido por algún otro
procedimiento». También gozan de esa presunción los documentos públicos, como es el
caso de las sentencias, respecto de las cuales se asume, en principio, que han sido
expedidas por un juez o tribunal competente, siguiendo las normas y procedimientos
establecidos por la ley.

Para efectos probatorios, la presunción de autenticidad de los documentos públicos goza


de tal relevancia, que incluso se permite su introducción al juicio sin necesidad de que se
haga por medio de un testigo de acreditación. Así lo ha venido sosteniendo la Sala a través
de los múltiples pronunciamientos jurisprudenciales en los que ha abordado el estudio de
este tema en particular. Por ejemplo, en la sentencia SP3601-2021 se dijo:

«En ese sentido, la línea jurisprudencial de la Sala indica que el testigo de acreditación sólo
se torna indispensable para introducir al juicio oral los documentos sobre los cuales no
recae la presunción de autenticidad. Por tanto, los que poseen esa condición pueden ser
ingresados directamente por la parte interesada, criterio invariable desde CSJ SP7732-
2017, 1 jun. 2017, rad. 46278».

Como se puede evidenciar a folios 14, 15 y 16 del expediente, los documentos allegados
fueron enviados al correo de este organismo de control, con los logos auténticos y con firma
del Director de Operaciones de la Regional Pereira, por lo tanto, este despacho lo incorpora
como prueba dentro del proceso.

Respecto a la conducta del señor CANO PEREZ, al conducir los vehículos los días 7, 28 y
31 de diciembre de 2021, según el informe por parte de ATLAS Seguridad, en la minuta se
puede apreciar que el investigado utilizó el día 07 de diciembre la camioneta de placas
OVE438 asignado al Secretario General, sin hora de ingreso al parqueadero de la
Gobernación, y, con hora de salida a las 9:25 am, posteriormente, se visualiza con hora de
ingreso del vehículo del mismo 7 de diciembre 10:00 am y sin hora de salida, lo cual no se
puede considerar como una conducta atípica teniendo en cuenta su calidad de Secretario
General y la disposición que tenía para su utilización.

Los días 28 y 31 de diciembre de 2021 también se puede evidenciar la utilización y


conducción por parte del señor CANO de las camionetas con placas OVE 438 y OVE 452,
en los siguientes horarios:

28 de diciembre de 2021 hora de ingreso 5:22 pm, sin hora de salida del parqueadero del
vehículo, el día 31 de diciembre de 2021, hora de entrada en el vehículo de placas OVE
452 asignado al Contralor General del Risaralda, quien fue utilizado por el secretario general
de la época, con hora de entrada 1:32 pm y hora de salida 2:10 pm, posteriormente, hora
de entrada 3:57 pm y sin hora de salida, lo cual no encuentra el despacho una falta al deber
funcional del señor CANO PEREZ.

Respecto a lo anteriormente enunciado, es importante precisar que el deber funcional está


integrado por (i) el cumplimiento estricto de las funciones propias del cargo, (ii) la obligación
de actuar acorde a la Constitución y a la ley; (iii) garantizar una adecuada representación
del Estado en el cumplimiento de los deberes funcionales. Se viola el deber funcional si se
incurre en un comportamiento capaz de afectar la función pública en cualquiera de esas
dimensiones. El incumplimiento al deber funcional es lo que configura la ilicitud sustancial
que circunscribe la libertad configurativa del legislador al momento de definir las faltas
disciplinarias. El derecho disciplinario está fundamentado en los artículos 6 y 123 de la
Constitución Política, los cuales consagran la cláusula de responsabilidad aplicable a los
servidores públicos, miembros de corporaciones públicas, empleados y trabajadores del
Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios, así como los
particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas. Dicha cláusula se aplica
no solo por transgredir las funciones previstas en la Constitución, la ley y el reglamento,
sino también por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones, en razón a la
relación y su servicio del Estado y de la comunidad. (Negrita fuera de texto)

Citando a Bahamón y Gómez (2017), y a Berdugo (2013), quienes manifiestan:

“La doctrina y la jurisprudencia coinciden, en primer lugar, en que el fundamento del derecho
disciplinario es la infracción del deber funcional, cuyo vínculo de obligatoriedad tiene su explicación
en una categoría especial denominada relación especial de sujeción. En segundo lugar, el derecho
disciplinario se caracteriza por ser un régimen de responsabilidad subjetiva distinto a los regímenes
sancionadores de responsabilidad objetiva. Y en tercer lugar, en materia de tipicidad, la mayoría de
faltas están contenidas en tipos abiertos; en cuanto a la antijuridicidad, el derecho disciplinario tiene
una categoría propia que es el eje más importante y que corresponde al fundamento de lo injusto o
ilícito: la ilicitud sustancial; en materia de culpabilidad y a pesar de que se mantienen los mismos
títulos de imputación subjetiva que en el derecho penal el dolo y la culpa descansan sobre los
conceptos de previsión efectiva y diligencia exigible, premisas sobre las cuales se puede concluir que
el servidor público tiene un mayor grado de exigibilidad que el de cualquier persona. “(p. 146)

Por otro lado, el artículo 9 de la Ley 1952 del 2019 modificada por la Ley 2094 del 2021
señala que la conducta del disciplinable será ilícita cuando afecte sustancialmente el deber
funcional sin justificación alguna; por ende, para este despacho el señor CANO PEREZ, no
incumplió su deber funcional, ni afecto con su actuar la función pública como servidor
público, es por ello que no se puede hablar de ilicitud sustancial en su actuar.

Para este despacho, es pertinente traer a colación lo establecido por la Corte Constitucional
con respecto al fundamento de la imputación disciplinaria que señala:

“Disciplinariamente el fundamento de la imputación disciplinaria esta dado por la


necesidad de realizar los fines estatales le impone un sentido al ejercicio de la
función pública por las autoridades. Estas deben cumplir con la Constitución y la
Ley, ponerse al servicio de los intereses generales, desarrollar los principios de la
función administrativa y desempeñar para ello los deberes que les incumben. Una
actitud contraría de las autoridades lesiona tales deberes funcionales. Como estos
deberes surgen del vínculo que conecta al servidor con el Estado y como su respeto
constituye un medio para el ejercicio de los fines estatales orientados a la realización
integral de la persona humana, es entendible que su infracción constituya el
fundamento de la imputación inherente al derecho disciplinario. De allí que la
antijuricidad de la falta disciplinaria remita a la infracción sustancial del deber
funcional a cargo del servidor o del que cumple funciones públicas”

Así las cosas, este despacho no encuentra mérito para proseguir con las diligencias en
contra del señor VICTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Secretario General de la
Contraloría General del Risaralda para la época de los hechos, en razón y con ocasión al
uso y conducción de las camionetas en días festivos como funcionario de la Contraloría
General del Risaralda, y en consecuencia ordenará la terminación de la actuación y el
archivo definitivo del proceso disciplinario de la referencia en su favor, con apego a lo
estipulado en el artículo 224 de la Ley 1952 de 2019, que en su tenor literal reza:

“ARTICULO 224. Archivo definitivo. En los casos de terminación del proceso


disciplinario, previstos en el artículo 90 y en el evento consagrado en el artículo 213 de este
código, procederá el archivo definitivo de la investigación. Tal decisión hará tránsito a cosa
juzgada. Cuando no haya sido posible identificar e individualizar al presunto autor, el archivo
hará tránsito a cosa juzgada formal.”

Encontrando sustento para el caso en concreto la aplicación el principio procesal IN DUBIO


PRO DISCIPLINADO, que consiste en que, toda duda razonable se resolverá a favor del
disciplinado, tal y como lo consagra el artículo 14 de la Ley 1952 de 2019, reformada por la
Ley 2094 de 2021, actual Código General Disciplinario.

El principio IN DUBIO PRO DISCIPLINADO, emana de la presunción de inocencia, dado


que este implica un juicio de valor en lo que hace referencia a los medios de prueba y es
obligación dar un tratamiento especial al procesado. En este punto es oportuno traer a
colación la sentencia C-097 de 1994 de la Corte Constitucional y la sentencia C-244 del 30
de mayo de 1996, magistrado ponente CARLOS GAVIRIA DÍAZ quien señala:

“El in dubio pro disciplinado” al igual que el “in dubio pro reo” emana de la presunción
de inocencia, pues esta implica un juicio en lo que atañe a las pruebas y a la
obligación de dar un tratamiento especial al procesado.
Como es del todo sabido el Juez al realizar la valoración de la prueba, lo que ha de
realizar conforme a las reglas de la sana critica debe llegar a la certeza o convicción
sobre la existencia del hecho y la culpabilidad del implicado. Cuando la
administración decide ejercer su potestad sancionatoria tiene que cumplir con el
deber de demostrar que los hechos en que se basa la acción están probados y que
la autoría y participación en la conducta tipificada como infracción disciplinaria es
imputable al procesado. Recuérdese que, en materia disciplinaria, la carga
probatoria corresponde a la administración o a la Procuraduría General de la Nación,
según el caso, dependiendo de quien adelante la investigación, y son ellas quienes
deben reunir todas las pruebas que consideren pertinentes y conducentes para
demostrar la responsabilidad del disciplinado”

Situaciones descritas que, generan una duda razonable a favor de los disciplinados, tal y
como lo señala el artículo 14 de la Ley 1952 de 2019, reformada por la Ley 2094 de 2021
que establece:

“ARTÍCULO 14. Presunción de inocencia. El sujeto disciplinable se presume


inocente y debe de ser tratado como tal mientras no se declare su responsabilidad
en fallo ejecutoriado. Durante la actuación disciplinaria toda duda razonable se
resolverá a favor del sujeto disciplinable”.

Para este despacho entonces, no se advierte irregularidades que ameriten continuar la


acción disciplinaria en contra del señor VICTOR ALONSO CANO PÉREZ, por el uso y
conducción de camionetas en días festivos 7, 28 y 31 de diciembre de 2021.

Por lo anterior, se dispondrá que no existe merito para formular pliego de cargos y, en
consecuencia, se ordenará la terminación y el archivo definitivo en favor del señor VICTOR
ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Secretario General de la Contraloría General del
Risaralda para la época de los hechos.

En mérito de lo expuesto, la instructora comisionada, en uso de sus atribuciones legales,


RESUELVE

PRIMERO: Ordenar el ARCHIVO de la investigación disciplinaria adelantada en contra de


del señor VICTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Secretario General de la
Contraloría General del Risaralda para la época de los hechos de conformidad con las
consideraciones expuestas en la parte motiva de este proveído.

SEGUNDO: Comunicar la presente decisión al señor ALVARO WILLIAM LÓPEZ OSSA,


en calidad de quejoso, informándole que contra la misma procede el recurso de apelación,
que deberá interponer y sustentar por escrito en el término de tres (3) días contados a partir
de los cinco (5) días siguientes a la fecha de entrega de la referida comunicación en la
oficina de correo. Para tal efecto, líbrese la respectiva comunicación, indicándole la
decisión tomada, la fecha de la providencia y que si lo desea podrá consultar el expediente
en la secretaría de este Despacho.

TERCERO: En firme esta decisión hágase las anotaciones pertinentes y archívese el


expediente.

NOTIFÍQUESE, COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE

PAULA ANDREA VASQUEZ HERRERA


Profesional Universitario Grado 219-10
Grupo de Responsabilidad Fiscal y Jurisdicción Coactiva

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