Archivo Cano
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7, 28 Y 31 de diciembre de 2021
HECHOS:
II. COMPETENCIA
Ahora bien, por parte de la Procuraduría Regional Risaralda, fue remitida mediante oficio
No. PRR-839-22 del 05 de mayo de 2022 a la Contraloría General del Risaralda.
Mediante auto del 18 de mayo de 2022, se inicia la investigación disciplinaria en contra del
señor VÍCTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Contralor encargado de la
Contraloría General del Risaralda, para la época de los hechos.
Apertura que tuvo lugar, con el fin de establecer si existe responsabilidad disciplinaria
personal de servidor público, frente a presunta irregularidad en el uso y conducción de
camionetas en días festivos (7, 28 y 31 de diciembre de 2021) por parte del contralor en
encargo.
Seguidamente, se realiza la citación para que se notifiquen de la investigación disciplinaria
al investigado y al quejoso. Folio 7-10.
El día 01 de julio de 2022 el señor Álvaro William López en calidad de quejoso, se notifica
personalmente del auto de apertura de la investigación disciplinaria. Folio12
Mediante oficio del 29 de junio de 2022 se solicitó al GRUPO ATLAS SEGURIDAD LTDA,
para que remitiera un informe detallado de las minutas del puesto de parqueadero de la
Gobernación del Risaralda, sobre la entrada y salida de los vehículos de la Contraloría los
días 7, 28 y 31 de diciembre de 2021.Folio 13
Para el día 29 de junio de 2022 se recibe la respuesta a la solicitud enviada a la empresa
ATLAS Seguridad. Folio 14-16
Mediante poder otorgado por parte del señor VICTOR CANO al abogado DAVID
EZERIGUER SANCHEZ, se da como notificado por conducta concluyente. Folio 19-20.
Que se cita al señor Álvaro William López Ossa como quejoso dentro del presente proceso,
para que amplie la queja instaurada, para el día 24 de agosto de 2022. Folio 26-27
Que se deja constancia que el señor Álvaro William López no asiste a la diligencia de
ampliación de queja el día 24 de agosto de 2022. Folio 28-29.
Que mediante auto No. 490 del 16 de diciembre de 2022 se decretan unas pruebas y se
dejan sin efecto otras.
Que el día 19 de enero de 2023 se escuchó en diligencia de declaración juramentada al
señor ALCIBIADES QUIROGA BALBUENA, en calidad de conductor del vehículo con
placas OVE 452 de la Contraloría General del Risaralda, dicha diligencia estuvo asistida
por el doctor DAVID EZERIGUER, abogado de confianza del señor VICTOR CANO.
Dentro de las respuestas dadas por el señor Quiroga, manifiesta que él está asignado al
despacho del Contralor y que, para la fecha de los hechos, el señor VICTOR CANO asistió
a laborar, pero no recuerda que el señor Cano allá utilizado la camioneta asignada a la
Contraloría y al despacho del Contralor. Folio 76
El mismo 19 de enero presenta diligencia de declaración juramentada el señor CARLOS
ALBERTO CASTAÑO, en calidad de conductor de la Secretaría General del Risaralda, del
vehículo de placas OVE 438, quien manifestó al preguntarle que si tenía algo más que
agregar contesto que si:
“Él me decía que dejara las llaves por si de pronto hay que hacer alguna vuelta o él
se vara en la Ford, entonces yo la dejaba en el cajón, eso sí muy esporádicamente porque
el andaba en el carro de él, unos las dejaba como un plan B, porque uno no sabe que pueda
pasar con el carro del despacho, si yo no dejo las llaves y me voy a viajar en el día de
descanso y necesitan la Duster yo debo dejar las llaves, y para el 31 de diciembre las llaves
se dejaron en el cajón de mi puesto” Folio 77
Que para el día 23 de enero de 2023, se lleva a cabo de forma virtual la diligencia de
declaración juramentada por parte de la señora MAGDA SANCHEZ, en calidad de ex
funcionaria de la Contraloría General del Risaralda para la época de los hechos, quien
manifestó lo siguiente:
“El señor Víctor Alonso Cano se encontraba en el cargo de Secretario General,
porque el Contralor en ese momento era el Dr. Álvaro Trujillo, loque yo conocía en ese
momento era que la camioneta con placas OVE 452 estaba asignada al despacho del señor
Contralor y la conducía el señor Alcibíades Quiroga, y, la camioneta OVE 438 estaba
asignada a la Secretaria General y al grupo de control fiscal y quien conducía la camioneta
era el funcionario Carlos Alberto Castaño Molina, sin embargo, no tengo conocimiento o no
me consta que el señor Víctor Alonso Cano haya conducido cualquiera de las dos
camionetas los días 7,, 28 y 31 de diciembre del año 2021”.
Posteriormente, mediante auto No. 31 del 23 de enero de 2023 se aplaza y se fija fecha
para llevar a cabo la diligencia de ampliación de queja, ya que por error involuntario en la
digitación de la fecha se pone una errada.
Para el día 30 de enero de 2023 se había programado la ampliación de queja, donde se
deja constancia que el señor Álvaro William López Y el Doctor David Ezeriguer no hicieron
presencia. Folio 86.
Que, para el mes de febrero de 2023, mediante escrito el señor VICTOR ALONSO CANO
presente a treves de su apoderado versión libre, en la cual manifiesta:
El día 17 de julio de 2023 a través del correo electrónico el abogado del señor CANO
PÉREZ, presenta los alegatos precalificatorios solicitando el archivo de la investigación al
considerar que no tiene asidero probatorio, los fundamentos fáticos más que a suposiciones
por parte del quejoso, ya que no corresponden a la verdad material y procesal, así mismo,
la conducta del señor CANO PEREZ no se encuadra con alguna de las faltas disciplinarias
previstas en la Ley, así mismo, manifiesta que esta plenamente demostrado la inexistencia
de la falta disciplinaria, en el entendido de que no se logra demostrar que la conducta fuera
constitutiva de violación a la norma jurídica. Folios 102-109
V. CONSIDERACIONES
Ahora bien, en sentencia 06021 DE 2020 del Consejo de Estado Sección Segunda define
que, La responsabilidad disciplinaria surge cuando se comprueba la concurrencia de ciertos
elementos sistemáticamente organizados entre sí. Esto, se expresa en una estructura que
ha sido construida dogmáticamente desde la doctrina a partir de cinco categorías a saber:
(i) la capacidad, (ii) la conducta, (iii) la tipicidad, (iv) la ilicitud sustancial y (v) la culpabilidad.
A su vez, las cinco categorías que se acaban de enunciar pueden subdividirse a partir de
tres juicios diferentes: (i) el juicio de adecuación para determinar la tipicidad; (ii) el juicio de
valoración para definir la ilicitud sustancial; y (iii) el juicio de reproche para analizar la
culpabilidad. Respecto del primer juicio, es necesario que previamente se determinen: la
capacidad del sujeto disciplinable desde su condición como servidor público o particular en
ejercicio de funciones públicas (capacidad formal), y su imputabilidad (capacidad material);
además de las circunstancias de hecho relativas a la conducta, las cuales deben
demostrarse con las pruebas practicadas en el procedimiento sancionatorio. De allí, la
adecuación típica debe realizarse con la confrontación del comportamiento probado y el
texto legal que consagre la falta disciplinaria. Si el primer juicio arroja que un sujeto
disciplinable e imputable, con su conducta cometió una falta disciplinaria tipificada en la ley,
debe pasarse al segundo, relativo a la valoración sobre la ilicitud sustancial. Esta (…) se
configura cuando la conducta tipificada como falta afecte el deber funcional sin justificación
alguna. […] [P]ara que se configure una infracción disciplinaria no es necesario un resultado
lesivo o dañino a un bien jurídico o al Estado, sino que se exige el quebrantamiento
sustancial injustificado de los deberes funcionales encargados al servidor público, que
afecten los valores o principios de la función pública. […] [L]o anterior, desde la doctrina, se
ha sintetizado en la realización de dos análisis: uno deontológico, referido a la constatación
del cumplimiento de los deberes precisos (contenidos en reglas) que le impone el
ordenamiento jurídico a un servidor público en razón de su cargo, y otro axiológico,
relacionado con la verificación de la observancia de los principios de la función pública.
Finalmente, el juicio de reproche en sede de culpabilidad, debe realizarse a partir de la
verificación del nexo psicológico entre el autor de la falta y la conducta desplegada para su
consumación, esto es, si el sujeto disciplinable actuó con dolo o culpa y, además, si le era
exigible un comportamiento diverso al que efectivamente materializó en la realidad. De
conformidad con todo lo precedente, se hace necesario que la responsabilidad disciplinaria
se estudie de acuerdo con la estructura que se acaba de mostrar, en aras de consolidar un
análisis sistemático que le dé orden, lógica y coherencia a la materia. […]
CONCLUSIÓN
Cuando hablamos de la incursión de un funcionario público en cualquiera de las faltas
disciplinarias contenidas en la Ley 1952 de 2019, estamos hablando de la realización de un
hecho que conlleva a la afectación al deber sustancial y por ende esta revestido de ilicitud
material, pero cuando nos referimos a una serie de hechos investigados los cuales no
fueron producto del desborde funcional del disciplinado, no habrá ligar a decir entonces que
estamos frente a la realización de una conducta de tipo disciplinaria que conlleve a un juicio
de reproche por parte de este despacho.
Si bien es cierto que, el señor VICTOR CANO como secretario general de la Contraloría
tenía asignado un vehículo para desarrollar lo correspondiente a sus funciones, el mismo
no podía hacer uso de los vehículos para diligencias personales, ahora bien, esta conducta
no se le puede indilgar al señor CANO PEREZ, pues para este despacho no existe la
certeza de que el uso de las camionetas hubiera sido con fines personales.
En cuanto a lo manifestado por el abogado del señor CANO PEREZ, en cuanto a la prueba
documental “cuadro de ingresos vehículo de la Gobernación” al considerar la falta de
autenticidad de tal documento que impide que se pueda considerar como prueba suficiente
que corrobore los hechos de la queja.
«En ese sentido, la línea jurisprudencial de la Sala indica que el testigo de acreditación sólo
se torna indispensable para introducir al juicio oral los documentos sobre los cuales no
recae la presunción de autenticidad. Por tanto, los que poseen esa condición pueden ser
ingresados directamente por la parte interesada, criterio invariable desde CSJ SP7732-
2017, 1 jun. 2017, rad. 46278».
Como se puede evidenciar a folios 14, 15 y 16 del expediente, los documentos allegados
fueron enviados al correo de este organismo de control, con los logos auténticos y con firma
del Director de Operaciones de la Regional Pereira, por lo tanto, este despacho lo incorpora
como prueba dentro del proceso.
Respecto a la conducta del señor CANO PEREZ, al conducir los vehículos los días 7, 28 y
31 de diciembre de 2021, según el informe por parte de ATLAS Seguridad, en la minuta se
puede apreciar que el investigado utilizó el día 07 de diciembre la camioneta de placas
OVE438 asignado al Secretario General, sin hora de ingreso al parqueadero de la
Gobernación, y, con hora de salida a las 9:25 am, posteriormente, se visualiza con hora de
ingreso del vehículo del mismo 7 de diciembre 10:00 am y sin hora de salida, lo cual no se
puede considerar como una conducta atípica teniendo en cuenta su calidad de Secretario
General y la disposición que tenía para su utilización.
28 de diciembre de 2021 hora de ingreso 5:22 pm, sin hora de salida del parqueadero del
vehículo, el día 31 de diciembre de 2021, hora de entrada en el vehículo de placas OVE
452 asignado al Contralor General del Risaralda, quien fue utilizado por el secretario general
de la época, con hora de entrada 1:32 pm y hora de salida 2:10 pm, posteriormente, hora
de entrada 3:57 pm y sin hora de salida, lo cual no encuentra el despacho una falta al deber
funcional del señor CANO PEREZ.
“La doctrina y la jurisprudencia coinciden, en primer lugar, en que el fundamento del derecho
disciplinario es la infracción del deber funcional, cuyo vínculo de obligatoriedad tiene su explicación
en una categoría especial denominada relación especial de sujeción. En segundo lugar, el derecho
disciplinario se caracteriza por ser un régimen de responsabilidad subjetiva distinto a los regímenes
sancionadores de responsabilidad objetiva. Y en tercer lugar, en materia de tipicidad, la mayoría de
faltas están contenidas en tipos abiertos; en cuanto a la antijuridicidad, el derecho disciplinario tiene
una categoría propia que es el eje más importante y que corresponde al fundamento de lo injusto o
ilícito: la ilicitud sustancial; en materia de culpabilidad y a pesar de que se mantienen los mismos
títulos de imputación subjetiva que en el derecho penal el dolo y la culpa descansan sobre los
conceptos de previsión efectiva y diligencia exigible, premisas sobre las cuales se puede concluir que
el servidor público tiene un mayor grado de exigibilidad que el de cualquier persona. “(p. 146)
Por otro lado, el artículo 9 de la Ley 1952 del 2019 modificada por la Ley 2094 del 2021
señala que la conducta del disciplinable será ilícita cuando afecte sustancialmente el deber
funcional sin justificación alguna; por ende, para este despacho el señor CANO PEREZ, no
incumplió su deber funcional, ni afecto con su actuar la función pública como servidor
público, es por ello que no se puede hablar de ilicitud sustancial en su actuar.
Para este despacho, es pertinente traer a colación lo establecido por la Corte Constitucional
con respecto al fundamento de la imputación disciplinaria que señala:
Así las cosas, este despacho no encuentra mérito para proseguir con las diligencias en
contra del señor VICTOR ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Secretario General de la
Contraloría General del Risaralda para la época de los hechos, en razón y con ocasión al
uso y conducción de las camionetas en días festivos como funcionario de la Contraloría
General del Risaralda, y en consecuencia ordenará la terminación de la actuación y el
archivo definitivo del proceso disciplinario de la referencia en su favor, con apego a lo
estipulado en el artículo 224 de la Ley 1952 de 2019, que en su tenor literal reza:
“El in dubio pro disciplinado” al igual que el “in dubio pro reo” emana de la presunción
de inocencia, pues esta implica un juicio en lo que atañe a las pruebas y a la
obligación de dar un tratamiento especial al procesado.
Como es del todo sabido el Juez al realizar la valoración de la prueba, lo que ha de
realizar conforme a las reglas de la sana critica debe llegar a la certeza o convicción
sobre la existencia del hecho y la culpabilidad del implicado. Cuando la
administración decide ejercer su potestad sancionatoria tiene que cumplir con el
deber de demostrar que los hechos en que se basa la acción están probados y que
la autoría y participación en la conducta tipificada como infracción disciplinaria es
imputable al procesado. Recuérdese que, en materia disciplinaria, la carga
probatoria corresponde a la administración o a la Procuraduría General de la Nación,
según el caso, dependiendo de quien adelante la investigación, y son ellas quienes
deben reunir todas las pruebas que consideren pertinentes y conducentes para
demostrar la responsabilidad del disciplinado”
Situaciones descritas que, generan una duda razonable a favor de los disciplinados, tal y
como lo señala el artículo 14 de la Ley 1952 de 2019, reformada por la Ley 2094 de 2021
que establece:
Por lo anterior, se dispondrá que no existe merito para formular pliego de cargos y, en
consecuencia, se ordenará la terminación y el archivo definitivo en favor del señor VICTOR
ALONSO CANO PÉREZ, en calidad de Secretario General de la Contraloría General del
Risaralda para la época de los hechos.