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LECCIÓN 5

SISTEMAS ÉTICOS TRASCENDENTALES

1. Definición

Los sistemas éticos trascendentales son aquellos en que se aplica alguna


metafísica a la conducta humana, tratando a ésta como parte de un sistema que
engloba toda la filosofía.

2. Etica de Platón

La Etica de Platón es producto de su metafísica. Se basa en la metafísica de un


Universo teleológico en el cual todo tiende hacia su forma perfecta. Asimismo, el
hombre debe dirigirse a obtener la forma del hombre justo? y, en último lugar, a la
forma del Bien. De esta manera alcanzará la felicidad. Se basa además en el
concepto de la materia como inferior y negativa, oscurecedora de la realidad
espiritual. En cuanto a la conducta humana, esto significa que la razón debe regir
de manera absoluta, dominando al cuerpo hasta el máximo; de aquí el concepto
del hombre justo en perfecta armonía en todo su ser, gobernado por la razón
(sabiduría), mantenido en orden por el espíritu (valor), y controlando sus apetitos
(templanza), con el resultado general de la justicia.

3. Crítica de la Etica platónica

La motivación platónica resulta equilibrada, porque es cierto que el cumplimiento


del deber tiene por resultado la felicidad, pero el método para obtener el equilibrio
en el ser humano es equivocado, pues tiende a suprimir el cuerpo, basado en un
concepto negativo de materia. Este concepto platónico de materia influyó
decisivamente en la ascesis monástica, la cual se esforzaba en subyugar el
cuerpo a fuerza de incomodidades, ayunos y disciplinas.

4. Etica de Aristóteles

Aristóteles desarrolla la noción, presente ya en Platón, de que el hombre debe


realizarse y cumplir con su naturaleza de animal racional, distinguiéndose de las
bestias por el ejercicio de la razón. Sólo así llegará a la felicidad. De esta manera,
la conducta más alta es la contemplación filosófica, reservada, como es natural, a
los filósofos. Así pues, Aristóteles formula dos principios importantes: el de la
doble norma, según la cual unos pocos pueden as- pirar a la perfección, pero no
los demás, y el de la formación moral necesaria para todos.

5. Crítica de la Etica aristotélica

La Etica aristotélica es muy equilibrada y práctica, pero tiene varios defectos. En


primer lugar, la aprobación general es un criterio inadecuado; la mayoría no
siempre tiene razón. Después, el medio aristotélico carece de normas absolutas
de justicia; muy fácilmente se convierte en un sacrificio de principios éticamente
firmes. Básicamente, es un principio egoísta, pues tiende fundamentalmente a la
realización del individuo, sin mirar hacia los demás.

LECCIÓN 6 .

ÉTICA TEOCRATICA O TEOLOGICA

1. Definición

Llamamos Etica teocrática o teológica a la que identifica el bien con la voluntad


santa de Dios. Incluye las éticas hebrea y cristiana.

2. Su relación con las demás éticas

El elemento común con las demás éticas es que tratan de los mismos temas: la
conducta humana y sus normas, también el mismo propósito: elaborar un sistema
de buena conducta; consideran cuestiones de vida personal y social, y las
responsabilidades cívicas. La Etica teocrática funda sus normas en el mismo
carácter de Dios, tal como se revela en su Palabra.

3. Presupuestos fundamentales de la Etica hebreo-cristiana

A) La naturaleza moral del hombre. Se considera en primer lugar por ser el punto
de contacto más importante con las demás éticas. Estas dan por sentado que el
hombre tiene una naturaleza moral; de otra manera no tendrían razón de existir
como ciencias de la conducta. A pesar de su enorme diversidad, este hecho es un
presupuesto de todas. "La universalidad de los códigos morales es un hecho más
profundo que el hecho de que están en desacuerdo." Es también un presupuesto
de la Etica hebreo-cristiana. Esta enseña que el hombre fue creado a imagen de
Dios, y que un elemento de esta imagen es la naturaleza moral del hombre. En su
condición anterior al pecado no poseía "la ciencia del bien y del mal", pero sí era
capaz de recibir, obedecer y desobedecer los mandamientos divinos. Después de
la caída, retiene por la gracia de Dios su naturaleza moral creada según la imagen
divina, y tiene además conciencia de su propia culpabilidad y pecado, en contraste
con la justicia de Dios (nótese su conducta después de la caída). Aunque siguen
pecando, los hombres tienen nociones de justicia.

B) La naturaleza de Dios. La naturaleza moral del hombre no es el presupuesto


más importante de la Etica hebreo- cristiana. Su principio característico es que el
bien se identifica con la voluntad santa de Dios. La obligación moral del hombre es
obedecer a Dios, y la buena conducta es la que él aprueba, lo que la Biblia llama
"lo recto ante los ojos de Jehová", mientras que la mala conducta es el pecado
contra él —"contra ti solo he pecado" —dice David (Sal. 51:4). Cristo nos exhorta a
buscar el reino de Dios y su justicia (Mat. 6:33), y Pablo nos intima que
comprobemos "cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Rom.
12:2), con el pensamiento de que El será un día el Juez de toda conducta
humana. Una de las críticas más comunes a este presupuesto básico es que el
hecho de que Dios mande hacer o no hacer algo, no es razón suficiente para
obligar al hombre a obedecer, pues hace falta saber también que El es
perfectamente bueno.

El concepto de un Dios personal absoluto, fuente de todo ser, y, por tanto, de la


Verdad y del Bien, implica que lo bueno se funda, no en una noción abstracta de
"justicia eterna", sino en lo que El es, y no viceversa, y de aquí que sea bueno lo
que El hace y manda. A los hombres nos parece también bueno en cuanto que
somos creados a Su imagen y semejanza.

C) La revelación divina. Un tercer presupuesto, que depende del anterior, es que


Dios ha revelado su voluntad en las Sagradas Escrituras. El argumento de
Knudson mencionado arriba es que la naturaleza moral humana es más
fundamental porque son muchos los que han hablado en nombre de Dios, y
tenemos que atenernos a nuestro juicio moral para saber cuáles son los
mandamientos divinos auténticos. A esto respondemos que, si tanto el Antiguo
Testamento como el Nuevo Testamento son considerados como la revelación
auténtica de Dios, entonces lo que dicen de su voluntad puede ser recibido como
tal. Empieza el Decálogo con la aseveración inequívoca: "Y habló Dios todas estas
palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios...". La palabra he- brea que traducimos
por ley es torah y significa instrucción revelada.

La ética revelada del Nuevo Testamento es también parte integrante del propósito
redentor de Dios, pero como uno de los fines de la redención. Dios re- vela que ha
salvado a Su pueblo, para que sean semejantes a Cristo en su vida moral: "Este
es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado" (Jn.
15:12); "se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas a obras" (Tito 2:14, comp. con
Ef. 1:4; 2:10; 1. Ped. 2:24, etc.).

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