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VIII Congreso SEAE Bullas (Murcia) 2008

EVALUACIÓN DE ESPECIES CULTIVADAS Y ARVENSES COMO ABONOS


VERDES

J Vadell, P Pascual, M Adrover


Departament de Biologia; Universitat de les Illes Balears, 07122 Palma de Mallorca.
[email protected]

RESUMEN
Se ha comparado la producción de biomasa aérea y el contenido mineral de la parte
aérea y sistema radicular de doce especies cultivadas y siete especies arvenses. Las
especies cultivadas son: avena (Avena sativa), cebada (Hordeum vulgare), alholva
(Trigonella foenum-graecum), guisante forrajero (Pisum sativum), haboncillo (Vicia faba
var. minor), trébol de alejandría (Trifolium alexandrinum), veza común (Vicia sativa), veza
vellosa (Vicia villosa), yero (Vicia ervilia), colza (Brassica napus spp. oleifera), mostaza
blanca (Sinapis alba) y facelia (Phacelia tanacetifolia). Las especies arvenses son:
vinagrillo (Oxalis pes-caprae), amapola (Papaver roheas), antimano (Chrysanthemum
coronarium), café de pobre (Astragalus boeticus), caléndula (Calendula arvensis), ortiga
(Urtica membranacea) y oruga silvestre (Diplotaxis erucoides).
Las producciones de biomasa aérea seca registradas en las especies cultivadas
ensayadas oscilan entre 3 y 17 t/ha y en las especies arvenses entre 2 y 6 t/ha. La
composición mineral de las raíces y parte aérea presenta diferencias importantes entre
especies, presentando la vegetación arvense niveles equivalentes a las especies
cultivadas.
Paralelamente a la cuantificación de la biomasa se ha realizado un ensayo destinado a
evaluar el efecto de los abonos verdes sobre el suelo. Los tratamientos ensayados han
sido: testigo labrado sin vegetación, avena, haboncillo, asociación veza-avena y
vegetación arvense. En general, se ha producido una mejora de los niveles de materia
orgánica, nitrógeno total, biomasa microbiana y actividades enzimáticas deshidrogenasa,
beta-glucosidasa y fosfatasa alcalina en los tratamientos con abono verde respecto al
testigo labrado.
Palabras clave: Clima mediterráneo, cubiertas vegetales, fertilidad del suelo.

INTRODUCCIóN
Los beneficios de los abonos verdes son múltiples (Domínguez et al., 2002). Las cubiertas
vegetales protegen el suelo, favoreciendo la infiltración del agua, reduciendo la erosión
hídrica (Folorunso et al., 1992) y disminuyendo el lixiviado de nutrientes (Biederbeck y
Bouman, 1994). La biomasa aérea y raíces son fuentes de compuestos de carbono para
el suelo (Sainju et al., 2006), compuestos nitrogenados (Jannink et al., 1996; Thorup-
Kristensen et al., 2003), favorecen el paso del fósforo a formas asimilables (Cavigelli y
Thien, 2003) e incrementan las poblaciones microbianas y la actividad biológica en
general (Bandick y Dick, 1999). A estas contribuciones hay que añadir la utilidad de
algunas especies en el control de plagas, enfermedades y vegetación arvense.
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En condiciones de clima mediterráneo el agua constituye el principal factor limitante de la


producción vegetal por lo que el establecimiento de cubiertas vegetales y abonos verdes
puede chocar con la conservación de este recurso escaso. Cuando el abono verde está
asociado a cultivos leñosos como la vid, el olivo o el almendro en condiciones de secano
el manejo es fundamental para evitar que constituya una competencia para el cultivo
principal. Los abonos verdes de otoño-invierno son los que se adecuan mejor a estas
exigencias al desarrollarse en el periodo del año que hay un excedente hídrico. En estas
situaciones es importante recurrir a especies con un buen crecimiento en los meses más
fríos cuando, habitualmente, el agua es menos limitante.
Los objetivos del presente trabajo son evaluar la capacidad productiva y su adecuación a
las condiciones climáticas propias de las Islas Baleares de distintas especies cultivadas y
arvenses de otoño e invierno para su uso como abonos verdes y estudiar sus efectos
sobre la fertilidad química y biológica del suelo.

MATERIAL Y MÉTODOS

Producción y contenido mineral de especies cultivadas y arvenses


La siembra de los cultivos destinados a abono verde se realizó entre los días 18 y 20 de
noviembre de 2006 sobre un luvisol cálcico en una finca de Agricultura Ecológica en la isla
de Mallorca (UTM ED50 31S X:508650 Y:4372150). Las especies ensayadas y las dosis
de siembra son las indicadas en la Tabla 1.
Previo a la siembra se realizaron dos labores de cultivadores para preparar el terreno con
rastrojos de trigo. No se aplicó ningún fertilizante. Las características químicas y
biológicas de la capa arable del suelo (0-20 cm) son las referidas al estado inicial en la
Tabla 5.
La siembra se realizó con una sembradora de líneas de 210 cm de anchura total con una
separación entre líneas de 14 cm. Los cultivos se establecieron en parcelas de 225 cm de
ancho y 36 m de largo, con tres repeticiones, en los respectivos bloques, en los
tratamientos en que se realizó un seguimiento de la fertilidad del suelo y una única
parcela de 81 m2 para cada uno de los cultivos restantes.
Debido a la escasez de lluvias durante el otoño en la zona donde se realizó el estudio se
aplicó un riego por aspersión de 30 mm para facilitar la germinación. Posteriormente, no
se realizó ningún riego adicional.
Las condiciones meteorológicas fueron extraordinariamente secas en los meses
anteriores, registrándose una lluvia de 15 mm en octubre, ninguna precipitación durante el
mes de noviembre (hechos que provocaron el retraso de la siembra), 124 mm durante el
mes de diciembre, 10 mm en enero, 43 mm en febrero, 68 mm en marzo y 59 mm en
abril. Las temperaturas medias oscilaron entre 9,8 ºC en enero y 13,3 ºC en abril,
registrándose varias heladas en los meses de diciembre, enero y febrero.
Para evaluar la producción de biomasa de especies arvenses se seleccionaron zonas en
parcelas de dos fincas de Agricultura Ecológica (una es donde se realizó el ensayo con
especies cultivadas y la otra está situada a 15 km con unas características climáticas y
edáficas similares). Las especies arvenses evaluadas son las indicadas en la Tabla 1.
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Para cuantificar la producción de biomasa se estableció como criterio preferente el estado


fenológico, en floración, excepto en el caso del trébol de Alejandría y la veza vellosa que
se muestrearon e incorporaron al suelo antes, debido a su floración tardía.
Se siguió el mismo criterio en los cultivos y en la vegetación arvense. Se recogieron tres
muestras de áreas de un cuadrado de 60 x 60 cm sobre las que se determinaba el peso
fresco y se recogía una muestra representativa para determinar el porcentaje de humedad
y poder calcular la producción de masa seca. La muestra seca se molió y utilizó para
determinar el contenido mineral.
Paralelamente a la recogida de cada muestra de biomasa aérea se recogió una muestra
representativa de raíces para determinar su contenido mineral.

Efecto de los abonos verdes sobre el suelo


El efecto de los abonos verdes sobre el suelo se evaluó en cinco tratamientos: barbecho
limpio (realizando una labor adicional de cultivadores para limitar el desarrollo de la
vegetación arvense), avena, haboncillo (Tabla 1), mezcla de avena y veza común
(proporción 1:1; dosis de siembra de 140 kg/ha) y vegetación arvense (sin cultivo). El
tratamiento de vegetación arvense estaba dominado, al final del ensayo, por las especies
Papaver rhoeas, Lolium rigidum, Medicago polymorpha y Medicago scutellata.
Las labores de siembra fueron las descritas en el apartado anterior, estableciendo tres
repeticiones, en los respectivos bloques, para cada uno de los tratamientos.
Los cultivos fueron triturados día 5 de mayo de 2007 e incorporados mediante dos labores
de cultivador.
La determinación de los parámetros químicos y biológicos de la capa arable (0-20 cm) de
cada tratamiento se realizó sobre tres muestras compuestas. Las fechas de muestreo del
suelo son las indicadas en las Tablas 5 y 6.
El carbono orgánico total y el fósforo soluble (método Olsen) se determinaron de acuerdo
al MAPA (1994).
El carbono de la biomasa microbiana se extrajo por el método de fumigación con
cloroformo (Vance et al., 1987) y medido el extracto mediante „Total Organic Carbon
Analyzer Shimadzu 5000A‟.
La determinación de la actividad enzimática proteasa se llevó a cabo mediante el método
de Kandeler y Gerber (1988) usando N-alfa-benzoil-L-argininamida. Para el resto de
actividades enzimáticas se siguieron las metodologías descritas por Tabatabai (1982).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Producción de biomasa
Las producciones de biomasa registradas son, en general, elevadas. Destacan las
producciones de masa seca, extraordinariamente altas, de los haboncillos y la cebada con
17,2 y 15,9 t/ha. Estas producciones han estado favorecidas por las condiciones
meteorológicas durante el ensayo. La incorporación de los cultivos al suelo se retrasó
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debido a las continuas precipitaciones que se produjeron en marzo y abril. Esto favoreció
una importante producción de biomasa en las especies que se muestrearon la segunda
quincena de abril (Tabla 2). Como ejemplo de este hecho se puede apreciar en el caso de
los haboncillos, inicialmente recogidos el 13 de marzo con una producción de 2,9 t/ha y
sextuplicando la producción en 40 días.
Entre las especies que presentaron un desarrollo más rápido destaca la mostaza blanca
que alcanzó una altura de 140 cm y una producción de masa seca de 8,3 t/ha en 100
días. Esta especie presentó una tasa de crecimiento elevada durante los meses de
diciembre y enero cuando las condiciones de radiación y temperatura eran más
desfavorables. En el extremo opuesto se sitúa la veza vellosa, con un desarrollo muy
tardío por lo que resulta una especie interesante en zonas donde el agua no es un factor
limitante durante la primavera.
Entre las especies arvenses destaca, especialmente, la capacidad de crecimiento en los
meses más fríos de Calendula arvensis y Diplotaxis erucoides, pudiendo alcanzar
producciones interesantes sin ningún gasto de cultivo.
Oxalis pes-caprae constituye otra especie de interés como cubierta vegetal de invierno. La
producción de biomasa es limitada, incluso en condiciones favorables como las
registradas en este estudio, pero puede ejercer una función protectora del suelo muy
beneficiosa y al ser muy sensible ante el estrés hídrico, se marchita al aparecer los
primeros días de calor dejando de ser una competencia para los cultivos.

Contenido mineral
El contenido de cenizas presenta un rango de variación importante, desde 80 g/kg en el
caso de los guisantes a 238 g/kg en la ortiga. El valor medio de las especies ensayadas
ha sido de 115 g/kg, presentando niveles, en general, más elevados las especies
arvenses (Tabla 3).
En general el contenido en nitrógeno de la biomasa aérea es elevado, en parte favorecido
por el momento de muestreo, en torno a la floración o inicio de la fructificación. Destacan
las leguminosas sin desmerecer los niveles de otras especies como es el caso de
Diplotaxis y Sinapis con 27,7 y 23,6 g/kg, respectivamente. Los contenidos más bajos
corresponden a las dos gramíneas ensayadas y a la facelia (Tabla 3).
Los niveles de fósforo y potasio presentan valores muy paralelos siendo máximos en Vicia
villosa, V. sativa, V. ervilia, Trigonella y Brassica napus. En el extremo inferior se sitúan
Vicia faba var. minor, Avena y Hordeum.
Los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio de las raíces son más bajos a los registrados
en la biomasa aérea. Entre las especies cultivadas, las leguminosas presentan contenidos
en nitrógeno claramente más elevados que el resto de especies (Tabla 4). En cuanto a los
contenidos de fósforo y potasio no siguen la misma pauta, presentando los valores más
bajos las gramíneas.
Las especies arvenses, en general presentan contenidos minerales elevados. Destaca,
especialmente, Urtica membranacea con valores elevados en nitrógeno y presentando los
contenidos más altos de la biomasa aérea en fósforo, potasio, calcio, magnesio e hierro.
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Efecto sobre el suelo


Siguiendo la evolución de los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno del suelo (Tabla
5) se aprecia un descenso entre el estado inicial (antes de establecer los cultivos) y al
final del cultivo. Este hecho puede venir generado por mineralización de la materia
orgánica procedente de los residuos del cultivo anterior, hecho favorecido por las
condiciones de humedad del suelo y la actividad biológica generada a partir de las raíces.
Del mismo modo ocurre con el contenido de fósforo soluble, detectándose un descenso
importante durante el cultivo.
Una vez incorporado el abono verde el nivel de carbono orgánico ha aumentado de forma
apreciable. Únicamente en el tratamiento de barbecho limpio en el que no se ha
incorporado biomasa vegetal se detecta un descenso respecto al estado inicial.
El contenido en nitrógeno total también se ha visto incrementado, especialmente en los
tratamientos con presencia de leguminosas (haboncillos, avena + veza y vegetación
arvense) manteniéndose un nivel similar en la avena y una disminución en el barbecho
blanco.
La evolución del contenido en fósforo soluble ha pasado por un descenso al final del
cultivo a una recuperación y mejora de los niveles una vez incorporado el abono verde.
La relación C/N del suelo se ha movido en un estrecho margen, con valores medios entre
9,3 y 10,0. Al final del cultivo se presentan los valores más bajos y después de la
incorporación de los cultivos se produce un ligero aumento pero oscilando en el estrecho
rango, antes indicado.
Comparando los distintos tratamientos únicamente se aprecian diferencias
estadísticamente significativas en los niveles de carbono orgánico y nitrógeno total una
vez incorporados los cultivos. Se diferencia el tratamiento de barbecho limpio (valores
mínimos) del cultivo de haboncillos (valores máximos) mientras que los tres tratamientos
restantes se sitúan en posiciones intermedias sin diferenciarse de ambos tratamientos
(Tabla 5).
La biomasa microbiana presenta los niveles más elevados al final del cultivo, sufriendo un
descenso considerable un mes después de la incorporación. Este fuerte descenso es
atribuible al reducido nivel de humedad del suelo al final de la experiencia (Tabla 6).
La actividad deshidrogenasa presenta los niveles más elevados en los tratamientos con
cultivo respecto al barbecho limpio. Estas diferencias son atribuibles a una mayor
disponibilidad de sustratos que generan más actividad biológica (Badick i Dick, 1999).
El resto de actividades enzimáticas (beta-glucosidasa, fosfatasa alcalina y proteasa
presentan comportamientos similares con rangos de variación estrechos. En general el
barbecho limpio presenta los valores más bajos si bien no alcanzan una diferenciación
estadísticamente significativa.
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CONCLUSIONES
Las producciones registradas en el presente estudio son muy elevadas, correspondiendo
a condiciones ambientales muy favorables, destacando el haboncillo y la cebada.
Sinapis alba, Calendula arvensis y Diplotaxis erucoides son las especies que han
presentado un mayor crecimiento en los meses de invierno.
El contenido mineral es muy variable. Las gramíneas, con producciones elevadas,
presentan contenidos minerales, en general, bajos. En contraposición, las leguminosas
presentan contenidos en nitrógeno, fósforo y potasio más elevados.
Las especies arvenses evaluadas presentan producciones considerables y los contenidos
minerales son elevados.
Los beneficios de los abonos verdes, sobre el suelo, son patentes: se registran
incrementos estadísticamente significativos en el contenido de materia orgánica, nitrógeno
total, biomasa microbiana y actividad deshidrogenasa. En otros parámetros: fósforo
soluble y actividades enzimáticas beta-glucosidasa, fosfatasa alcalina y proteasa, también
se aprecian incrementos, respecto al suelo desnudo, pero no alcanzan significación
estadística.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por la Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno de
las Islas Baleares.

BIBLIOGRAFÍA
Bandick A.K., R.P. Dick. 1999 Field management effects on soil enzyme activities. Soil
Biology and Biochemistry, 31:1471-1479.
Biederbeck V.O., O.T. Bouman. 1994 Water use by annual green manure legumes in
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Cavigelli, M.A., S.J. Thien. 2003 Phosphorus bioavailability following incorporation of
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Domínguez, A., J. Roselló, J. Aguado. 2002 Diseño y manejo de la diversidad vegetal en
Agricultura Ecológica. Ed. Phytoma – SEAE. Valencia. 132 pp.
Folorunso O. A., D.E. Rolston, T. Prichard, D.T. Loui. 1992 Soil surface strength and
infiltration rate as affected by winter cover crops. Soil Technology, 5:189-197
Jannink J.L., M. Liebman, L.C. Merrick. 1996 Biomass production and nitrogen
accumulation in pea, oat, and vetch green manure mixtures. Agronomy J., 88:231-
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Kandeler E., H. Gerber. 1988 Short-term assay of urease activity using colorimetric
determination of ammonium. Biology and Fertility of Soils, 8:199-202.
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MAPA 1994 Métodos Oficiales de Análisis de Suelo y Plantas. Tomo III. Madrid.
Sainju, U.M., B.P. Singh, W.F Whitehead, S. Wang. 2006 Carbon Supply and Storage in
Tilled and Nontilled Soils as Influenced by Cover Crops and Nitrogen Fertilization.
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Tabatabai M.A. 1982 Soil Enzymes. En Page, A.L., Miller, R.H., Keeney, D.R. (Eds.),
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Agronomy no. 9, ASA – SSSA, Madison, pp. 903-947.
Thorup-Kristensen, K., J. Magid, L.S. Jensen. 2003 Catch crops and green manures as
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Agronomy, 79:227-302
Vance E.D., P.C. Brookes, D.S. Jenkinson. 1987 An extraction method for measuring soil
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TABLAS

Tabla 1. Especies estudiadas y dosis de siembra (DS; kg/ha).


Nombre común DS
a) Especies cultivadas
Avena sativa L. Avena 120
Brassica napus L. spp. oleifera Colza 20
Hordeum vulgare L. Cebada 110
Phacelia tanacetifolia Benth. Facelia 13
Pisum sativum L. Guisante 173
Sinapis alba L. Mostaza blanca 17
Trifolium alexandrinum L. Trébol de Alejandría 23
Trigonella foenum-graecum L. Alholva 60
Vicia ervilia (L.) Willd. Yero 70
Vicia faba L. var. minor (Peterm.) Bull Haboncillo 143
Vicia sativa L. Veza común 130
Vicia villosa Roth. Veza vellosa 60
b) Especies arvenses
Astragalus boeticus L. Café de pobre -
Calendula arvensis L. Caléndula -
Chrysanthemum coronarium L. Antimano -
Diplotaxis erucoides (L.) DC. Oruga silvestre -
Oxalis pes-caprae L. Vinagrillo -
Papaver roheas L. Amapola -
Urtica membranacea Poiret Ortiga -
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Tabla 2: Fecha de muestreo, estado fenológico (EF), producción de biomasa fresca aérea
(PMF; t/ha), porcentaje de masa seca de la biomasa fresca (%MS) y producción de
biomasa seca (PMS; t/ha).
Fecha EF PMF %MS PMS
a) Especies cultivades
Avena sativa 19/4/07 Inicio flor 63,5 18,1 11,5
Brassica napus spp. oleifera 17/4/07 Inicio flor - 11,7 -
Hordeum vulgare 19/4/07 Inicio flor 79,3 20,1 15,9
Phacelia tanacetifolia 17/4/07 Plena flor 68,8 15,4 10,6
Pisum sativum 13/3/07 Inicio flor 24,7 15,8 3,9
Sinapis alba 13/3/07 Inicio flor 45,5 18,3 8,3
Trifolium alexandrinum 24/4/07 Preflor 46,5 14,0 6,5
Trigonella foenum-graecum 19/4/07 Plena flor 96,0 12,3 11,8
Vicia ervilia 24/4/07 Inicio flor 53,5 14,1 7,6
Vicia faba var. minor 1 13/3/07 Plena flor 21,8 13,4 2,9
Vicia faba var. minor 2 24/4/07 Fructific. 109,0 15,8 17,2
Vicia sativa 19/4/07 Plena flor 68,5 14,2 9,7
Vicia villosa 24/4/07 Preflor 83,0 12,2 10,1
b) Especies arvenses
Astragalus boeticus 19/4/07 Plena flor - 14,3 -
Calendula arvensis 3/3/07 Flor fructif. 32,3 13,4 4,3
Chrysanthemum coronarium 15/3/07 Inicio flor 33,6 17,2 5,8
Diplotaxis erucoides 3/3/07 Flor fructif. 28,2 15,3 4,3
Oxalis pes-caprae 3/3/07 Plena flor 22,2 10,3 2,3
Papaver roheas 17/4/07 Inicio flor 49,2 10,2 5,0
Urtica membranacea 3/3/07 Plena flor 21,3 12,8 2,7
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Tabla 3: Contenido en cenizas (Cen; g/kg) y mineral (g/kg) de la biomasa aérea.


Cen N P K Ca Mg Na Fe
a) Especies cultivadas
Avena sativa 91 9,9 2,0 17,4 1,8 0,8 4,9 0,012
Brassica napus spp. oleifera 120 24,4 4,1 30,4 18,4 2,9 2,6 0,030
Hordeum vulgare 93 12,4 3,1 17,9 3,3 1,0 5,1 0,020
Phacelia tanacetifolia 129 10,5 3,1 23,0 26,4 1,7 1,1 0,090
Pisum sativum 80 30,2 2,7 21,9 10,6 2,0 1,1 0,040
Sinapis alba 112 23,6 3,0 25,7 17,6 2,2 3,7 0,049
Trifolium alexandrinum 128 22,4 2,8 31,8 18,2 1,8 5,4 0,072
Trigonella foenum-graecum 105 34,6 4,3 29,3 12,9 2,7 3,0 0,119
Vicia ervilia 100 28,8 4,0 33,6 6,7 2,0 1,3 0,118
Vicia faba var. minor 1 88 30,6 2,0 19,0 8,5 1,9 8,9 0,055
Vicia faba var. minor 2 86 25,0 2,7 15,8 15,4 2,6 3,6 0,106
Vicia sativa 102 31, 7 4,3 34,6 10,2 2,2 1,6 0,143
Vicia villosa 120 37,4 4,4 39,0 10,9 2,5 0,6 0,167
b) Especies arvenses
Astragalus boeticus 102 24,8 2,4 31,8 10,8 2,0 3,9 0,093
Calendula arvensis 139 21,8 3,1 41,4 11,9 2,9 7,7 0,055
Chrysanthemum coronarium 137 20,9 2,2 35,9 9,5 2,0 12,5 0,064
Diplotaxis erucoides 122 27,7 3,1 28,2 18,9 1,8 2,5 0,060
Oxalis pes-caprae 112 20,1 2,9 32,0 9,2 3,1 1,3 0,103
Papaver roheas 147 23,6 3,6 40,4 12,6 2,4 8,5 0,113
Urtica membranacea 238 29,5 7,5 54,2 37,3 5,6 3,3 0,173
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Tabla 4: Contenido mineral (g/kg) de las raíces.


N P K Ca Mg Na
a) Especies cultivadas
Avena sativa 4,3 1,7 7,0 55,4 1,9 1,0
Brassica napus spp. oleifera 4,6 2,6 13,6 6,2 1,7 1,2
Hordeum vulgare 5,5 1,4 6,1 66,1 1,6 0,4
Phacelia tanacetifolia 3,6 2,6 22,2 6,8 1,0 1,6
Pisum sativum 21,0 2,4 28,2 21,6 4,1 2,7
Sinapis alba 8,7 2,3 20,8 9,4 1,2 3,8
Trifolium alexandrinum 33,0 3,7 19,7 12,2 3,7 5,4
Trigonella foenum-graecum 23,1 2,8 20,2 9,4 2,7 1,8
Vicia ervilia 21,0 3,5 16,7 12,3 2,4 5,6
Vicia faba var. minor 1 24,5 2,1 17,5 24,9 2,6 6,7
Vicia sativa 10,6 2,6 27,8 10,6 2,2 8,6
Vicia villosa 29,5 3,6 25,3 12,2 2,7 3,0
b) Especies arvenses
Astragalus boeticus 12,2 1,5 21,5 3,2 0,6 3,3
Calendula arvensis 12,0 2,3 23,4 8,6 1,5 6,2
Chrysanthemum coronarium 16,3 2,7 50,9 5,9 1,4 8,8
Diplotaxis erucoides 13,9 2,2 33,7 10,8 1,1 2,2
Oxalis pes-caprae 17,5 1,5 32,9 25,8 2,9 1,2
Urtica membranacea 18,3 5,9 46,4 12,7 3,4 2,9
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Tabla 5: Carbono orgánico total (CO; g C / kg), nitrógeno total (N; g N / kg), relación C/N y
fósforo soluble Olsen (P; mg P / kg) al inicio de la experiencia (18/11/06), al final del
cultivo (23/04/07) y 30 d después de la incorporación (6/06/07) en los cinco tratamientos
ensayados. Valores medios ± error típico. Valores con distinta letra son significativamente
distintos al nivel p<0,05 de acuerdo al test de Tukey.
CO N C/N P

Inicial 18,9±0,9 1,99±0,03 9,5±0,1 48,4±3,2

Cultivo
Barbecho limpio 17,3±0,6 1,86±0,05 9,3±0,1 43,5±2,1
Avena 18,0±0,8 1,88±0,08 9,6±0,2 40,8±2,6
Haboncillo 18,6±1,0 1,93±0,07 9,6±0,1 40,7±3,0
Avena + veza 18,0±1,2 1,92±0,02 9,4±0,1 38,4±4,5
Veg. arvense 17,3±0,3 1,83±0,08 9,5±0,2 38,7±1,3

Incorporado
Barbecho limpio 17,9±0,6b 1,91±0,06b 9,4±0,1 48,1±2,6
Avena 19,7±1,2ab 1,98±0,11ab 10,0±0,3 52,4±2,8
Haboncillo 20,9±0,5a 2,15±0,04a 9,7±0,4 55,3±3,6
Avena + veza 20,3±0,3ab 2,12±0,06ab 9,5±0,2 49,1±4,8
Veg. arvense 20,4±0,7ab 2,03±0,01ab 10,0±0,2 52,5±3,3

Tabla 6: Biomasa microbiana (BM; mg C / kg), actividad deshidrogenasa (DH; mmol


tpf/kg), actividad beta-glucosidasa (BG; mmol pnf/kg), actividad fosfatasa alcalina (PA;
mmol pnf/kg) y actividad proteasa (PR; mmol N-NH4/kg) al inicio de la experiencia
(18/11/06), al final del cultivo (23/04/07) y 30 d después de la incorporación (6/06/07) en
los cinco tratamientos ensayados. Valores medios ± error típico. Valores con distinta letra
son significativamente distintos al nivel p<0,05 de acuerdo al test de Tukey.
BM DH BG PA PR

Inicial 565±48 1,90±0,08 2,32±0,16 5,16±0,23 31,6±2,5

Cultivo
Barbecho limpio 600±19 1,76±0,06 2,14±0,11 5,37±0,25 30,4±1,2
Avena 641±60 2,22±0,08 2,31±0,13 5,51±0,23 35,6±3,7
Haboncillo 616±57 2,18±0,14 2,20±0,13 6,12±0,27 36,5±2,9
Avena + veza 728±53 2,26±0,17 2,42±0,28 5,76±0,34 32,8±4,9
Veg. arvense 607±47 2,03±0,07 2,01±0,14 5,50±0,20 36,6±2,5

Incorporado
Barbecho limpio 359±17b 1,85±0,09b 2,44±0,43 5,27±0,27 23,2±2,6
Avena 553±57a 2,65±0,06a 2,61±0,20 5,68±0,18 26,7±2,8
Haboncillo 445±45ab 2,69±0,10a 3,08±0,08 6,16±0,06 24,2±2,9
Avena + veza 434±4ab 2,29±0,16ab 2,79±0,26 5,71±0,33 23,0±1,6
Veg. arvense 448±23ab 2,43±0,03a 2,76±0,15 5,83±0,11 25,6±1,4

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