Psicología 1
Psicología 1
Psicología 1
La psicología evolutiva
De esta manera, se calculaba la cantidad de variación y la dirección del cambio entre una
edad y la siguiente, lo que ayudaba a explicar cómo evoluciona una función o capacidad
psicológica específica. El análisis de casos clínicos fue esencial para definir las bases del
concepto de normalidad, ya que a partir de las observaciones y el registro de las mediciones
se podía establecer un estándar estadístico que definiera un rango considerado como
normal y detectar las desviaciones, identificadas como patologías y/o trastornos del
desarrollo.
Estas teorías afirmaban que el desarrollo humano sigue un camino común y predecible para
todos. La idea es que el cambio está regulado por leyes que controlan cómo crecemos y
maduramos, tanto biológica como psicológicamente. Esto implica que estamos sujetos a
influencias tanto genéticas como ambientales que determinan quiénes somos y qué
habilidades desarrollamos, siguiendo una secuencia específica. Por eso, estas teorías
hacen hincapié en conceptos como el crecimiento, la maduración y los factores innatos que
influyen en nuestro desarrollo. Siendo teorías biologicistas.
La normatividad está relacionada con la idea de lo normal, es decir, lo que se espera que
ocurra en cada etapa de la vida. Se basa en comparar a las personas con otras de su
misma edad para determinar si su desarrollo está dentro de lo esperado.
Las primeras teorías de la psicología evolutiva pensaban que las personas con un
desarrollo normal deberían tener ciertos rasgos psicológicos típicos para su edad. También
creían que todas las etapas del desarrollo deberían ser iguales en todos, sin importar el
entorno cultural.
Además, se reconoció que los eventos históricos y los valores de la sociedad influyen en
cómo se desarrolla cada persona. Pero el cambio más importante en cómo vemos el
desarrollo psicológico ha sido entender al individuo como alguien complejo, activo y capaz
de regular, entender y explicar sus propios cambios.
Para entender mejor estos cambios a lo largo de la vida, los psicólogos necesitaban nuevos
métodos de investigación. Después de la guerra, se llegó a la conclusión de que la mejor
manera de hacerlo era observar, evaluar y examinar al mismo grupo de personas durante
muchos años. Esto llevó a la idea de usar métodos longitudinales para entender con más
precisión cómo nos desarrollamos. Así, se entendió que el proceso de desarrollo humano
no solo depende de lo que pasa dentro de nosotros, como nuestras habilidades y funciones,
sino también de cómo interactuamos con el mundo que nos rodea, incluyendo factores
sociales, culturales y ambientales.
Este modelo destaca la conexión entre nosotros y el mundo que nos rodea, no como dos
cosas separadas, sino como partes que se influencian mutuamente. Vigotsky cree que el
cambio y la transformación son parte natural de la vida, y que nuestro desarrollo se
caracteriza por cambiar constantemente en lugar de buscar la estabilidad. Lo que cambia a
lo largo de nuestra vida es cómo se dan esos cambios, pero siempre están en constante
interacción.
La psicología del desarrollo, según Urbano y Yuni (2004), es una rama relativamente nueva
en la psicología que surge debido a problemas con la psicología evolutiva, que solía
centrarse solo en el "niño". Sin embargo, los niños han existido en todas las sociedades a lo
largo de la historia, lo que ha cambiado es cómo los vemos en diferentes momentos y
culturas.
Una característica importante del proceso de humanización, según Delval (1988), es que los
niños humanos pasan mucho tiempo siendo inmaduros mientras viven en una cultura, y
esto influye en cómo se desarrollan con el tiempo.
La psicología del desarrollo estudia cómo las personas cambian desde que nacen, y estos
cambios pueden ser de dos tipos: cuantitativos, como el crecimiento físico, y cualitativos,
que se refieren a cambios en la forma en que pensamos y nos comportamos, y que no se
pueden prever simplemente mirando lo que hicimos antes.
El objetivo principal de la psicología del desarrollo, según Yuni y Urbano (2004), es entender
y explicar cómo cambiamos psicológicamente a lo largo de la vida. Debido a la complejidad
de este cambio, la disciplina se basa en la colaboración entre diferentes áreas de la
psicología (psicología cultural, cognitiva, educativa, deportiva, entre otras) y otras disciplinas
como la biología, la neurociencia y la antropología. Esto nos ayuda a obtener una
comprensión completa del tema.
Antes, para entender cómo cambian las personas, se realizaban estudios comparando
diferentes grupos de edades y también analizando casos clínicos. Esto ayudaba a
establecer qué era considerado normal y a detectar problemas de desarrollo. Se pensaba
que el cambio se regía por normas que se veían como leyes biológicas.
En las últimas décadas del siglo XX, debido a problemas con la forma tradicional de estudiar
el desarrollo, surgió un enfoque llamado Ciclo Vital. A diferencia del enfoque anterior, este
considera el desarrollo humano como un proceso continuo a lo largo de toda la vida,
influenciado por los contextos en los que vivimos. Este enfoque destaca la importancia de
los cambios sociales e históricos en el desarrollo individual, y pone énfasis en factores como
la cultura y el contexto social en lugar de la edad.
La infancia es una construcción de la sociedad moderna. Sandra Carli (2000) plantea tres
corrientes teóricas que profundizan el análisis en la infancia:
- La historia de la infancia.
- La historia de la educación y sociología de la educación.
- Los estudios del psicoanálisis.
Las tres corrientes han llevado a cabo un gran aporte a los “estudios de la infancia” que son
valiosos al punto de poder desarrollar un acercamiento al concepto de infancia, el niño y la
niña.
Carli (2000) habla sobre cómo el crecimiento de los niños y niñas está relacionado con el
tiempo y la sociedad. Menciona que el crecimiento del cuerpo y la formación como individuo
están conectados con la sociedad en la que crecen. Esta conexión entre la experiencia
infantil y la influencia de los adultos es lo que hace que los niños se conviertan en sujetos
en la sociedad.
En consecuencia, cada cultura cuenta con determinados cambios ligados a las instituciones
sociales, por tal motivo no existe una infancia determinada sino que varía del tiempo y del
lugar. La relación entre familia e infancia a lo largo de la historia es importante.
¿Fin de la infancia? ¿Niños y niñas – adultos y adultas?
En sus investigaciones, Corea y Lewkowics (1999) hablan sobre cómo los medios de
comunicación están cambiando la forma en que vemos a los niños y niñas. Antes, la
infancia se asociaba principalmente con ser hijo, alumno y ciudadano. Sin embargo,
Mariano Narodowski (1999) señala que con la llegada de la tecnología, como la televisión e
Internet, los niños ya no tienen que esperar para ser adultos, ya que tienen acceso a mucha
información y experiencias como nunca antes.
Neil Postman (1988) también menciona que antes, los niños no tenían acceso a mucha
información reservada para adultos, pero con la televisión, eso ha cambiado. Postman
(1988) y Narodowski (1999) llaman a este fenómeno "infancia hiperrealizada", donde los
niños están expuestos a muchas experiencias a través de los medios de comunicación.
Además, Volnovich (2004) discute cómo los niños no solo son vistos como niños, sino que a
menudo tienen que asumir responsabilidades económicas y emocionales en sus familias.
Estos cambios no solo tienen que ver con la tecnología, sino también con cómo los niños se
están involucrando en el mundo laboral y cómo están cambiando los roles dentro de la
familia.
A finales del siglo XIX, hubo muchos cambios en la sociedad que afectaron la vida diaria,
incluyendo a los niños. Según Lucia Rabello de Castro (1999), los niños se convirtieron en
parte de la tecnología, los medios de comunicación y la cultura popular en expansión.
Gabriela Diker (2008) menciona que los niños se han convertido en un importante grupo de
consumidores en la sociedad actual. Las empresas están vendiendo productos
específicamente diseñados para ellos, como juguetes y ropa, y los medios de comunicación,
como Disney Channel y Cartoon Network, juegan un papel importante al promover estos
productos a través de anuncios publicitarios.
Según Juan Carlos Volnovich (2004), los niños son vistos como clientes potenciales tanto
por las instituciones que trabajan en su protección como por las empresas que buscan
venderles productos. Esto forma parte de un sistema en el que los niños están
constantemente expuestos a la idea de que necesitan comprar cosas nuevas para estar
felices.
Gabriela Diker (2008) también destaca cómo el enfoque económico actual está más
centrado en la velocidad con la que los productos se vuelven obsoletos que en la
producción y consumo de los mismos. Esto coincide con las ideas de Bauman (2007) sobre
la rapidez con la que se descartan las cosas en la sociedad de consumo actual.
Metodología
En la metodología empleada, se utilizó la hermenéutica dialéctica para orientar la
investigación, recopilando información a través de observación participante, narrativas
autobiográficas y diálogos con 13 estudiantes en formación docente durante dos semestres
en el contexto de dos asignaturas universitarias. Se privilegiaron técnicas que enfocarán el
lenguaje en sus diversas manifestaciones, considerándolo como expresión individual y
como medio de apropiación de saberes culturales. La información recopilada se analizó
mediante una matriz de interpretación de contenido para cada estudiante, y se realizó una
interpretación socioestructural y socio simbólica para comprender las concepciones sobre
las infancias y su transformación a lo largo del proceso. Se destacó el papel de la cultura y
las instituciones sociales en la construcción de estas concepciones.
Resultados
1- Infancias creacionistas: basadas en la ideología religiosa, donde los niños son percibidos
como una bendición de Dios y puros, influenciados por imágenes religiosas.
Conclusiones
La psicología cultural se acerca a la vida cotidiana y a los escenarios en los que han de
conceptualizarse sus prácticas, con los siguientes supuestos:
- Los adultos de una comunidad como miembros más expertos organizan las
actividades y entornos en que los niños participan con el fin de que lleguen
progresivamente hacer miembros plenos de derecho en su comunidad
- Los entornos y actividades en los que las personas participan están definidos por las
metas. Estas no son exclusivamente individuales, sino que están inmersas en
tradiciones de las cuales no podemos prescindir.
La estructura básica de las actividades que realizan las personas en comunidad está
mediatizada por dos tipos de instrumentos:
• Uno es el físico orientado a dirigir la actividad del sujeto hacia los objetos. Son el medio
por el que la actividad humana apunta al dominio y triunfo de la naturaleza.
La cultura que los miembros de una comunidad van adquiriendo progresivamente está
constituida por un conjunto de significados.
El conocimiento humano está intrínsecamente ligado al contexto social y cultural en el que
se desarrolla. Valsiner (1988) argumenta que el entorno social no puede considerarse una
variable independiente para explicar el conocimiento, sino que es esencial para comprender
la actividad humana. Esta idea se basa en Vigotsky (1978), quien sostiene que el desarrollo
y el aprendizaje están inseparablemente vinculados a las interacciones mediadas por
herramientas que el niño tiene con otros en su vida diaria.
Desde esta perspectiva, el desarrollo del niño está interconectado con entornos
estructurados y culturalmente significativos. El niño actúa como un agente activo en estos
entornos y los modifica a través de su participación. A su vez, la estructura del entorno del
niño limita sus actividades en términos de posibilidades físicas y significados culturales
presentes. En este contexto, el desarrollo cognitivo y social no son dominios separados o
aleatorios, sino que están unidos: todo desarrollo cognitivo es inherentemente social (y está
influenciado aunque no determinado por el entorno cultural), y todo desarrollo social implica
procesos psicológicos que son cognitivos por naturaleza.
A modo de síntesis:
La cultura es el marco en el que la educación adquiere su sentido.
Observar el desarrollo desde esta perspectiva exige entender la actividad de las personas
en relación con los instrumentos que manejan, sus metas, el papel que desempeñan como
miembros en grupos sociales a los que pertenecen
Los instrumentos -signos y materiales- son mediadores de las acciones
El desarrollo y la actividad sólo puede entenderse en el contexto en el que se produce
La actividad define el contexto y varía en función de las metas de la comunidad a la que
pertenecen los individuos.
Vigotsky, al igual que Freud, estaba interesado en comprender cómo se desarrollan las
formas conscientes y voluntarias de regulación psicológica específicamente humanas, así
como el papel del lenguaje y la interacción social en este proceso. Aunque Vigotsky estaba
familiarizado con el trabajo de Freud e incluso fue miembro de una sociedad psicoanalítica,
sus teorías siguieron caminos en gran medida opuestos, aunque compartían ciertos puntos
de interés.
Influida por las ideas de la antropología marxista, la visión de Vigotsky resalta la actividad
instrumental y la interacción social como unidades fundamentales para explicar el
surgimiento de una psique específicamente humana, con capacidad de regulación
consciente y voluntaria. En su marco conceptual marxista, la categoría del trabajo de Marx
juega un papel central.
Vigotsky argumentó que, al igual que el trabajo transforma tanto al ser humano como a la
naturaleza objetiva, las herramientas psicológicas, como el lenguaje, permiten no solo
alterar el entorno material, sino también regular tanto el comportamiento psicológico de los
demás como el propio. Estas herramientas psicológicas o semióticas influyen en la
naturaleza psicológica y el comportamiento de los individuos, siendo elementos esenciales
para explicar los procesos psicológicos superiores.
El desarrollo de estos procesos refleja una tensión entre la línea natural, que impulsa los
procesos básicos, y la línea histórica o cultural, que explica la presencia de los procesos
superiores. El desarrollo ontogenético se encuentra en la intersección entre la filogénesis y
la historia, ya que el desarrollo de un niño en una cultura particular resulta tanto de la
biología humana como de las prácticas sociales de su comunidad.
El desarrollo humano avanza hacia un mayor dominio del entorno físico, social y personal
mediante la adquisición de formas de regulación psicológica, principalmente a través del
uso de signos. Este desarrollo implica un creciente predominio de las formas culturales de
regulación psicológica sobre las formas naturales y básicas que predominan en las etapas
iniciales del desarrollo.
En segundo lugar, se analiza la relación entre desarrollo natural y cultural, así como entre
los procesos rudimentarios y avanzados. Los procesos elementales, impulsados por
factores naturales, evolucionan y se reorganizan, pero tienden a subordinarse a los
procesos superiores surgidos de la vida social. El desarrollo se concibe como dialéctico y
complejo, marcado por la periodicidad, la irregularidad y la transformación cualitativa de las
funciones psicológicas.
Los procesos avanzados demandan un mayor control consciente y voluntario, así como el
uso descontextualizado de herramientas semióticas, como el lenguaje. Esto implica una
mayor conciencia de las construcciones previas y una revisión de las conceptualizaciones
cotidianas. La escuela no solo implica la adquisición de nuevos conocimientos, sino que
también promueve formas específicas de desarrollo cognitivo y motivacional, reflejando un
avance hacia un mayor dominio del entorno físico, social y personal.
La evolución natural, dirigida por nuestra dotación genética, sólo engloba las funciones
psicológicas básicas en los seres humanos. La humanización, que marca el inicio del
desarrollo de funciones psíquicas más complejas, se origina a partir de principios distintos,
principalmente a través de la mediación cultural en la línea cultura
En la memoria natural, cuando un estímulo "A" se asocia con otro estímulo "B" debido a su
proximidad temporal, sigue el principio clásico de formación de reflejos condicionados.
Después de que estos estímulos se hayan emparejado varias veces, se crea un vínculo tal
que el sujeto anticipa la presencia de "B" cuando percibe "A". Este proceso de asociación
directa es como cuando repetimos algo muchas veces para recordarlo. Por ejemplo, si
recordamos que debemos llamar a alguien en un día específico ("A" = el día), asociamos
esa acción con el nombre de la persona ("B" = a quién llamar).
En la memoria artificial o mediada, se introduce un estímulo adicional, "X", que actúa como
mediador entre los estímulos originales asociados. Por ejemplo, un truco mnemotécnico
cómo atar un nudo en un pañuelo pertenece a este tipo de estímulo adicional, que altera la
relación con los estímulos originales. Desde el evento "A" (estar en un día específico), la
acción se centra en "X" (atar un nudo en el pañuelo), y luego, cuando sentimos el nudo en
el bolsillo ("X" como estímulo), recordamos la tarea relacionada con "B" (llamar a la persona
en cuestión). En este caso, "X" actúa como un puente entre los eventos "A" y "B", facilitando
el recuerdo de la tarea a realizar.
En la historia de la humanidad hay una gama de ESTÍMULOS INTERMEDIOS que sin tener
la riqueza de los lenguajes naturales o la precisión de los formales, definen una nueva
forma de memorizar que es propia de los seres humanos.
Si volvemos a la figura 1, en ella cada una de las flechas puede representar correctamente
un reflejo establecido de modo condicionado. Existiría una misma base neurofisiológica para
ambos tipos de procesos, la más compleja refinación cultural no quita su condición material
de ser vivo a los seres humanos, y las leyes biológicas que rigen lo orgánico, pero la
cultura establece nuevas normas que reorganiza los anteriores
Vigotsky situaba el núcleo central de los procesos de internalización en la operación con los
signos. Todo signo tiene su origen en medios de comunicación, influencia y otros individuos.
Cuando se traslada al ámbito individual, el signo se convierte en el medio que une las
funciones de uno mismo, permitiendo que el cerebro y sus conexiones iniciales se
conviertan en relaciones complejas gracias al lenguaje.
La ley del desarrollo ontogenético, conocida como la ley de la doble formación o ley general
del desarrollo cultural, establece que cada función cultural del niño aparece dos veces:
primero a nivel social y luego a nivel individual, primero entre las personas y luego dentro
del niño mismo. Esta ley se aplica a la memoria, la atención y la formación de conceptos.
En los trabajos de Vigotsky (Baquero, 1997), se introduce una nueva distinción dentro de los
Procesos Psicológicos Superiores (PPS): los Procesos Psíquicos Superiores Rudimentarios
(PPSR) y los Procesos Psíquicos Superiores Avanzados (PPSA).
Los PPS Rudimentarios incluyen el lenguaje oral como un PPS adquirido en la vida social
en general y por todos los miembros de la especie. Esta adquisición se produce mediante la
internalización de actividades socialmente organizadas, como el habla, que parecen poseer
cierto atributo de "universalidad" y están vinculadas a lo constitutivo de lo humano.
Vigotsky propone que los procesos que guían el desarrollo de los procesos superiores se
explican mediante la ley de doble formación o ley de interiorización. Según esta ley, en el
desarrollo cultural del niño, toda función surge primero a nivel social, entre personas, y
luego a nivel individual, dentro del propio niño. La interiorización implica una reorganización
interna de una operación previamente externa, variando tanto su estructura como su
función, y se basa en el uso de signos.
La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), otro concepto clave de Vigotsky, se define como la
diferencia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver
independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado mediante
la resolución de un problema con la guía de un adulto o un compañero más capaz. Esta
zona representa un nivel de desarrollo alcanzable con la ayuda adecuada y constituye una
ley genética del desarrollo.
El juego y el trabajo también se señalan como actividades que generan ZDP. El juego de
simulación, en particular, promueve el desarrollo al representar situaciones que exceden el
nivel de desarrollo real del niño, obligándolo a asumir roles y seguir reglas, lo que implica
una mayor conciencia y control de su comportamiento.
La ZDP no solo se refiere a la evaluación de los niveles de desarrollo del niño, sino también
a las características de los sistemas de interacción que promueven su desarrollo. Aunque
Vigotsky originalmente vincula la generación de ZDP con la enseñanza escolar, esta
categoría se ha extendido a prácticas de crianza y actividades culturales como el juego, que
también son generadoras de ZDP debido a su papel en la apropiación cultural.
VIGOTSKY: EL JUEGO
Vigotsky destaca en el desarrollo del niño una relación intrínseca entre el plano social,
donde se comparte con otros, y el plano individual, donde se internalizan las herramientas
semióticas para controlar las operaciones psicológicas.
En resumen, el juego marca el ingreso del niño al mundo simbólico humano, donde el
significado prevalece sobre los objetos y la acción, y donde el lenguaje adquiere un papel
versátil, tanto comunicativo como regulador del comportamiento.
Texto de Valdés Arriagada “La teoría de L. Vygotsky como soporte para la psicomotricidad.”
El juego también implica cooperación, donde cada participante necesita del otro para iniciar
la actividad lúdica, lo que facilita la construcción de reglas y la representación de roles. La
aparición de las reglas durante el juego está directamente relacionada con el papel asumido
por el niño y está intrínseca en él.
2. **Creatividad:** Hace referencia a la expresión dirigida hacia los demás, que puede
manifestarse de diversas maneras, como gestos, vocalizaciones, dibujos o palabras. La
creatividad se manifiesta mediante la capacidad de captar estímulos sensoriales y
transformarlos en ideas originales e imaginativas, aportando nuevas significaciones al
mundo.
Por otro lado, la actividad combinadora o creadora del ser humano implica la capacidad de
imaginar y crear nuevas ideas o acciones, distintas de las experiencias pasadas. Esta
función cerebral no se limita a reproducir el pasado, sino que permite proyectarse hacia el
futuro y transformar el presente. Esta capacidad, denominada imaginación o fantasía, es
fundamental en la creación artística, científica y técnica, y constituye la base de toda la
actividad creativa humana en la cultura.
Creación e imaginación
La actividad creadora la define como la capacidad de producir algo nuevo, pudiendo ser una
imagen, una acción, un objeto, un pensamiento)
Como humanos nuestro contexto es complejo y cambiante, por lo que Vigotsky sostiene que
necesitamos de la actividad combinatoria o creadora.
En este caso la imaginación representa lo que no existe en la experiencia .
Históricamente se ha subestimado a la fantasía por irreal o infantil, pero la
imaginación/fantasía es lo que transforma al humano proyectado a futuro; es lo que permite
superar la realidad existente.
En este sentido, Vigotsky, se plantea una doble unidad de análisis: por un lado esta
imaginación creadora supone por un lado una producción personal pero también una
producción colectiva.
Esta imaginación creadora existe en lo cotidiano, es la regla más que la excepción. Todos
los objetos de la vida cotidiana, sin excluir a los más simples y ordinarios, son imaginación
cristalizada.
La educación artística
Le da importancia al trabajo creador para el desarrollo general del sujeto.
Específicamente el juego de roles, la imitación de lo que ha visto, es el primer artefacto
superador de la experiencia
La habilidad para organizar los elementos, combinar lo viejo con lo nuevo, constituye la
base de la creación.
Vigotsky dice: no es el simple recuerdo de lo vivido sino la transformación creadora de las
impresiones vividas, la combinación y organización de esas impresiones para la formación
de una nueva realidad que responda a las exigencias e inclinaciones del propio niño.
Es un proceso, una historia, un desarrollo, que tiene sus inicios en la infancia. A su vez
existe una complejidad creciente, en cada etapa de la vida la complejidad es mayor; este
desarrollo es lento y paulatino, y fundamentalmente cada edad tiene su expresión particular.
RELACIÓN 3: La relación emocional entre imaginación y realidad. Aquí pueden ser 2 casos:
- 1er caso: “Ley de doble expresión de los sentimientos”. Debido a que el sentimiento
puede expresarse internamente como la imaginación, selección de imágenes de
acuerdo con lo emocional; y también externamente a través de los movimientos
corporales, la gestualización y vocalización.
- 2do caso: es cuando la imaginación provoca al sentimiento, esto se da por ejemplo
cuando se tiene miedo a lo imaginario.
Vigotsky describe la educación como el desarrollo artificial del niño, donde se interviene de
manera ingeniosa en los procesos naturales de desarrollo. La educación no solo influye en
estos procesos, sino que también reestructura todas las funciones de la conducta de
manera fundamental.
Según Cristina Erausquin y Verónica Zabaleta (2016), inspiradas en Vigotsky, destacan que
en las interacciones sociales mediadas por herramientas, dentro del marco de la ZDP, se
produce la interiorización, lo que lleva a entender el aprendizaje como inherente al
desarrollo. Es un aspecto esencial y universal de los procesos psicológicos.
Vygotsky (1995) señala que la adquisición del lenguaje ejemplifica la relación entre
aprendizaje y desarrollo. El lenguaje surge inicialmente como un medio de comunicación
social en la interacción con el entorno. Al interiorizarse, se convierte en lenguaje interno,
contribuyendo a organizar el pensamiento del niño, transformándose así en un proceso
psicológico interno.
La conducta voluntaria se desarrolla primero en la capacidad del niño para seguir reglas en
juegos grupales, y luego en su habilidad para autorregular su comportamiento. Estos
avances indican que la ZDP y la interiorización son los motores del desarrollo ontogenético
según la teoría de Vigotsky.
¿Por qué cada individuo tiene acceso a diferentes herramientas? Esta pregunta nos lleva a
considerar las diferencias culturales e institucionales. El concepto de juego de herramientas
implica un conjunto de instrumentos mediadores que varían según el acceso y la
disponibilidad de las personas. A veces, aquellos a quienes no se les atribuye cierta
capacidad, pueden dominarla en contextos específicos, lo que demuestra que el uso de
herramientas varía según el contexto y las experiencias individuales.
¿Por qué se activa un instrumento mediador en un contexto particular? María José Rodrigo
(1997) sugiere que esto se debe a diferencias en los escenarios socioculturales y en los
modos de funcionamiento cognitivo construidos con diferentes propósitos y funcionalidades.
En el juego de herramientas, algunos instrumentos pueden constituirse antes que otros,
pero esto no implica una única escala de poder o eficacia.
- **Implicaciones educativas:**
- Enriquecimiento instrumental:
El Programa de Enriquecimiento Instrumental (EI), basado en las teorías de Feuerstein y
Vygotski, busca desarrollar habilidades cognitivas en adolescentes en riesgo social
mediante la experiencia de aprendizaje mediado. Utiliza materiales gráficos y simbólicos
para facilitar la transición a un aprendizaje simbólico. A través de actividades como
categorización y comparaciones, el programa promueve el desarrollo de funciones
cognitivas superiores.
- Actuación:
Lois Holzman fusiona la "zona de desarrollo próximo" de Vygotski con el juego y el
desarrollo, argumentando que ambos contribuyen al crecimiento emocional, psicológico y
social. Se basa en la idea de que el juego, al superar el comportamiento habitual, es una
experiencia educativa. Utiliza la intervención educativa para acercar actividades colectivas y
representaciones teatrales que promueven el aprendizaje y el desarrollo psicológico.
La teoría piagetiana del conocimiento está basada en una tendencia hacia el equilibrio cada
vez mayor entre los procesos de asimilación y de acomodación, con lo cual explica no sólo
como conocemos el mundo sino también cómo cambia nuestro acto de conocimiento
sobre el mundo. En relación a ambos aspectos, el acto de conocer y el cambio de
conocimiento sobre el mundo, Piaget asume una posición constructivista tanto de tipo
estática (por ejemplo la categorización) como de tipo dinámica (la formación de categorías)
debida a la tendencia del equilibrio entre los dos proceso de asimilación y acomodación.
Texto: Rosas; R. Sebastián. C. (2001). Piaget Solista. En constructivismo a tres voces
Piaget, Vigotsky y Maturana (pp.11 a 27). Aique
Jean Piaget
Estructura cognitiva
Una estructura cognitiva, según Piaget, es el patrón o forma que toma la cognición en cada
etapa de desarrollo. Son abstractas y se infieren a partir de la observación de conductas. Lo
que define a una estructura son las relaciones entre sus elementos más que la presencia de
estos. Estas relaciones se rigen por leyes de composición que son abstractas y regulan la
interacción entre los elementos. Por ejemplo, la reversibilidad de las operaciones cognitivas
es una propiedad de la estructura que implica una relación de orden entre los elementos,
independientemente de cuáles sean estos elementos.
Las estructuras son sistemas de transformaciones, lo que implica que cambian de un estado
a otro a través de ciertas operaciones. Estas transformaciones pueden ser temporales o
intemporales. En las estructuras matemáticas, por ejemplo, las transformaciones son
intemporales y perfectamente reguladas, mientras que en las estructuras familiares son
temporales y más complejas.
- Esquemas:
Piaget distingue dos formas de entender los esquemas: como figura y como plan. Como
figura, se refieren a la coordinación de percepciones diversas para configurar una imagen
unitaria de una entidad concreta. Por ejemplo, un niño reconoce a su padre en diferentes
situaciones y posturas. Como plan, los esquemas son coordinaciones de acciones
concretas hacia una meta, aunque Piaget enfatiza que la meta no está representada
conscientemente por el niño, sino que se manifiesta en su comportamiento motor.
Una característica importante de los esquemas es su movilidad y flexibilidad. No son moldes
rígidos, sino entramados flexibles que se ajustan a diversos contenidos. Por ejemplo, la
forma en que un bebé agarra objetos variará según el tamaño, la forma y el peso de los
objetos, pero habrá una forma básica común en cada repetición de la acción de agarrar.
Estos esquemas básicos se coordinan para formar estructuras cognitivas más complejas, lo
que implica no sólo la yuxtaposición de esquemas, sino la creación de una nueva forma de
acción que puede aplicarse en diversas situaciones.
- Operaciones:
Es importante destacar que las acciones dentro del marco piagetiano son aquellas
reconocidas como conducta humana, ejercidas sobre objetos externos, guiadas por
objetivos definidos en relación con la naturaleza del objeto. Además, las estructuras
cognitivas, aunque no sean observables directamente, se reflejan en las acciones que el
sujeto realiza de manera coherente frente a los problemas, lo que permite una formalización
por parte del observador. Piaget enfatiza que estas estructuras no son meras
construcciones arbitrarias, sino que se reflejan en la capacidad del sujeto para realizar
acciones consistentes, independientemente de sus pensamientos o expresiones sobre ellas.
Funciones cognitivas
La adaptación, por otro lado, se ocupa de cómo el organismo interactúa con el medio
ambiente y se transforma, manteniendo su organización básica. Esto implica ajustar sus
estructuras cognitivas para enfrentar nuevas demandas y situaciones, permitiendo una
continuidad en el desarrollo a pesar de los cambios.
- Organización:
Piaget, basándose en su perspectiva de biólogo, sostiene que toda materia viva implica
organización, incluida la cognición humana. La organización es el principio por el cual un
organismo conserva su identidad a través del tiempo, manteniendo una estructura
subyacente constante. Esta continuidad se logra incluso a pesar de los cambios internos y
externos mediante la función de conservación, que implica la renovación constante de los
elementos de la organización.
- Adaptación:
- Equilibración:
Cuando los elementos externos no son compatibles, se activa la acomodación, que implica
modificar la estructura para asimilar el nuevo elemento. Este proceso de equilibración entre
asimilación y acomodación es constante y se da tanto a nivel de esquemas de acción como
a nivel de estructuras cognitivas en el desarrollo.
Contenidos de la cognición
Los contenidos de la cognición son elementos que representan desde percepciones
sensoriales hasta conceptos abstractos como los matemáticos o lógicos. Estos elementos,
organizados según ciertas relaciones, encarnan las estructuras cognitivas, que son la base
del pensamiento y la comprensión del mundo que nos rodea.
A medida que el desarrollo cognitivo avanza, las estructuras cognitivas se vuelven más
complejas y sofisticadas. Lo que inicialmente es una estructura cognitiva en una etapa de
desarrollo, puede convertirse en contenido en una etapa posterior. Por ejemplo, en la etapa
sensoriomotriz, los bebés exploran el mundo a través de sus sentidos y coordinan acciones
simples. Estas acciones coordinadas se convierten en símbolos en la etapa preoperacional,
donde los niños comienzan a usar palabras y representaciones mentales para expresar sus
ideas.
2- ETAPA PREOPERACIONAL: (2-7 años), cuyo máximo logro es la preparación a partir del
ejercicio activo del uso de símbolos, para la adquisición de las “operaciones mentales”, las
que son descritas por Piaget como estructuras cognitivas que le permiten al individuo operar
en el ambiente de manera lógica y reversible.
ETAPA SENSORIOMOTRIZ
El sujeto dispone de una serie de mecanismos denominados reflejos, son conductas que se
ponen en marcha cuando se producen determinadas condiciones.
Los reflejos de los recién nacidos son muy numerosos y variados, algunos se parecen
mucho a los de los adultos. Lo característico de los reflejos del recién nacido es que se trata
de conductas que se ponen en funcionamiento cuando aparece un estímulo interno
(hambre, dolor, sueño) o externo (luz, ruidos, contacto físico). Una característica es que
algunos reflejos splp se producen ante un estímulo muy específico y consisten en una
respuesta igualmente específica, mientras que otros son producidos por una gran variedad
de estímulos.
Algunos reflejos son:
A pesar de parecer indefenso al nacer, el niño dispone de capacidades innatas para actuar,
recibir información y expresar estados, lo que le permite adaptarse eficazmente a un
entorno donde los adultos satisfacen sus necesidades y buscan su bienestar.
El recién nacido comienza utilizando reflejos básicos que le ayudan a interactuar con su
entorno. El reflejo de succión no solo permite alimentarse, sino también explorar el mundo a
través de la boca. El reflejo de prensión le ayuda a explorar táctilmente su entorno. Estos
reflejos se activan por estímulos internos y externos, y a veces se ejercitan sin un estímulo
aparente, lo que permite al niño consolidar conductas incipientes.
Las repetitivas acciones del niño no son arbitrarias; son cruciales para su desarrollo,
ayudando a afianzar conductas hasta dominarlas completamente. Una vez que una acción
es dominada, el interés por su repetición cesa o se modifica para explorar nuevas
posibilidades.
Durante el primer año y medio, en la etapa sensorio-motora, la repetición de acciones en
situaciones ligeramente distintas y su modificación es esencial para el progreso psicológico.
Este proceso se explica a través de los mecanismos de asimilación y acomodación.
Los reflejos iniciales del bebé, considerados disposiciones innatas, se consolidan mediante
la práctica y se organizan en esquemas de acciones. Aunque estos esquemas tienen ciertas
características innatas, no se adaptan automáticamente a nuevas situaciones. Los
esquemas se modifican y adaptan a través de la interacción con el entorno, especialmente
cuando los resultados esperados no se obtienen.
Por ejemplo, el reflejo de prensión inicial del bebé, que consiste en cerrar la mano cuando
un objeto toca su palma, se desarrolla con el tiempo. El bebé empieza a ajustar su agarre a
las características del objeto. A lo largo de los meses, el bebé ejercita esta capacidad con
diferentes objetos, descubriendo sus propiedades mediante acciones como arañar, agitar,
golpear y arrugar. Esto le permite modificar sus esquemas iniciales y aprender cómo
interactuar con distintos objetos, ampliando su repertorio de acciones.
Esta exploración no se limita a los objetos inanimados; el bebé también interactúa con
personas, descubriendo que responden de manera más activa que los objetos. A través de
estas interacciones, el bebé aprende a anticipar respuestas y a actuar de manera que
obtiene atención y cuidados, como ser alimentado y acariciado. Los adultos proporcionan
estímulos ricos y experiencias que favorecen su desarrollo, siendo esenciales para un
crecimiento armonioso.
Desarrollo motor
El desarrollo motor del recién nacido sigue una secuencia específica: primero se controlan
los movimientos de la cabeza, luego los de los brazos, manos, abdomen, piernas y pies.
Inicialmente, el bebé no tiene suficiente fuerza muscular para mantener una posición
estable, por lo que pasa la mayor parte del tiempo acostado.
Alrededor de los dos meses, el bebé empieza a levantar la cabeza, los hombros y el pecho,
pero aún no puede mantenerse sentado. A los tres o cuatro meses, puede sentarse con
ayuda y mantener la cabeza erguida en esta posición. Para los siete u ocho meses, ya
puede sentarse sin ayuda.
La locomoción también sigue una progresión: aunque los recién nacidos tienen un reflejo de
reptación, deben aprender nuevamente a arrastrarse. Hacia las 34 semanas, comienzan a
desplazarse voluntariamente y alrededor de las 40 semanas, empiezan a gatear. Entre las
36 y 40 semanas, pueden sostenerse de pie con apoyo y, hacia las 48 semanas, pueden
mantenerse de pie solos. Al final del primer año, pueden caminar cogidos de la mano y, uno
o dos meses después, comienzan a caminar solos. A los 18 meses, son capaces de subir y
bajar escaleras sin ayuda, y a los dos años, pueden recoger objetos sin caerse.
El juego
Estas acciones se pueden realizar tanto con objetos como sin ellos:
- Desarrollo sensorial
- Coordinación de los movimientos y los desplazamientos
- Desarrollo del equilibrio estático y dinámico
- Comprensión del mundo que lo rodea
- Autosuperación
- Interacción social con el adulto de referencia
- Coordinación óculo-manual
Desde el nacimiento hasta el primer mes de vida, el bebé tiene reflejos involuntarios que se
activan ante cualquier estímulo, como reaccionar a un ruido súbito. Estos reflejos
comienzan a ser más útiles con el tiempo; por ejemplo, el bebé empieza a girar la cabeza
hacia un sonido. Los adultos suelen presentar objetos luminosos y sonoros para estimular
su visión y audición, captando así la atención del bebé hacia su entorno.
Entre los 2 y 4 meses, el bebé desarrolla la "reacción circular primaria", una conducta que,
realizada inicialmente al azar, produce un resultado placentero y se repite deliberadamente.
Un ejemplo es cuando el bebé se chupa la mano accidentalmente y luego repite la acción
por placer. En esta etapa, el bebé empieza a jugar con su cuerpo y emite conductas
repetidas como balbuceos, sonrisas y movimientos de cabeza y manos.
Al finalizar este período, el bebé demuestra competencias como intentar coger un objeto a
la vista, localizar la fuente de un sonido y mirar objetos.
Entre los 4 y 8 meses, el bebé desarrolla la "reacción circular secundaria", donde descubre
conductas interesantes sobre el entorno físico y social y las repite deliberadamente. Por
ejemplo, si accidentalmente toca un objeto en su cuna, intentará repetir el movimiento. Este
proceso se extiende a sacudir un brazo para hacer sonar un sonajero.
Los adultos proporcionan diferentes objetos como sonajeros y muñecos para estimular la
exploración sensorial del bebé (chupar, oler, tocar, mirar). Además, comienzan juegos de
interacción social, como "misito gatito" o "a la buena ventura". Si el adulto interrumpe la
actividad, el bebé puede balbucear o moverse para que el adulto reinicie el juego, en una
conducta llamada "procedimiento para prolongar un espectáculo interesante".
A medida que el bebé empieza a imitar, aunque solo las acciones que puede ver, se
fomenta su participación activa en juegos como "palmas-palmitas" o "cinco lobitos", donde
se anima al bebé a mover las manos o entrechocar las manos.
Entre los 8 y 12 meses, el bebé desarrolla una mayor atención a su entorno y comienza a
realizar acciones intencionales para alcanzar objetivos específicos. Ya no se trata de
efectos surgidos al azar, sino de acciones deliberadas, como apartar un objeto para
alcanzar un muñeco.
El interés del bebé por los objetos aumenta significativamente, y a través del juego, empieza
a comprender mejor la realidad. Algunas habilidades que se desarrollan en esta etapa
incluyen:
Las habilidades de locomoción del bebé también mejoran, permitiéndole arrastrarse, gatear
e incluso comenzar a caminar, lo que amplía su exploración del espacio y de nuevos
objetos.
En cuanto a la interacción social, los adultos continúan con juegos tradicionales, pero ahora
el bebé tiene un papel más activo. Por ejemplo, en el juego del "cucu-trás", el bebé puede
destaparse la cabeza o invertir los roles con el adulto. En "aserrín-aserrán", el adulto espera
a que el bebé haga un gesto para iniciar el juego.
El niño utiliza objetos para alcanzar otros que le interesan para jugar. En sus juegos, los
niños de estas edades pueden:
Además, el niño empieza a imitar gestos o movimientos que no puede ver en sí mismo,
como sacar la lengua o mover los ojos. Los adultos aprovechan esta habilidad para iniciar
canciones en juegos de interacción social que hacen referencia al esquema corporal, como
"en mi carita redondita" o "el sapito".
En esta etapa, las acciones que antes se realizaban automáticamente ahora son
planificadas mentalmente por el niño antes de actuar. Por ejemplo, puede prever el
movimiento de una pelota antes de lanzarla. Las competencias observadas en el juego
incluye:
La imitación, que ha sido fomentada por los juegos de interacción social, ahora se vuelve
diferida. El niño puede imitar acciones en ausencia del modelo, como fingir que come de un
plato vacío, hablar por teléfono o se acuesta para dormir. Estas acciones son
representaciones simbólicas del comportamiento cotidiano, marcando el inicio del juego
simbólico.
ETAPA PREOPERACIONAL
Al final del período senso-motor, hacia los 18-24 meses, los niños desarrollan una función
crucial para futuras conductas: la capacidad de representar mentalmente objetos, eventos o
conceptos usando un "significante" diferenciado, como el lenguaje, imágenes mentales o
gestos simbólicos. Esta capacidad, conocida como "función simbólica" o "función
semiótica", implica el uso de significantes específicos para representar significados.
Durante el período senso-motor, los niños no pueden representar objetos ausentes. Hacia
los 9-12 meses, desarrollan el concepto de permanencia del objeto y buscan objetos
desaparecidos que acaban de ver. Aunque esto implica la comprensión de significaciones,
no es aún representación simbólica, ya que los significantes en esta etapa son perceptivos
e indiferenciados. Estos significantes actúan como "indicios" más que como símbolos o
signos, como el sonido de una campana que anuncia comida.
Aparición de la función semiótica
2- Juego simbólico: El niño realiza acciones ficticias, como simular que duerme o hacer
dormir a un oso de peluche, usando objetos simbólicamente.
3- Dibujo o imagen gráfica: Surge como una transición entre el juego y la imagen mental,
apareciendo alrededor de los dos años.
Papel de la imitación
La función semiótica surge a través de la imitación, la cual actúa como un puente entre el
período sensomotor y las conductas representativas. Las primeras manifestaciones de la
función semiótica, como la imitación diferida, el juego simbólico, el dibujo y la imagen
mental, dependen de la imitación. Aunque el lenguaje no es inventado por el niño, se
adquiere también mediante la imitación.
La función semiótica genera dos tipos de instrumentos: símbolos y signos. Los símbolos,
que son motivados, tienen alguna semejanza con sus significados y pueden ser creados
individualmente. Ejemplos de esto son la imitación diferida, el juego simbólico y las
imágenes gráficas o mentales, que surgen a través de la imitación. Por otro lado, los signos
son arbitrarios o convencionales y deben ser colectivos. El niño los adquiere mediante la
imitación de modelos externos y luego los adapta y utiliza.
El juego simbólico
El juego simbólico es esencial en la vida infantil, ya que permite al niño adaptar la realidad a
sus necesidades sin las restricciones del mundo real. Este tipo de juego ayuda a satisfacer
las necesidades afectivas e intelectuales del niño, que no puede adaptarse completamente
al mundo adulto y físico. En el juego simbólico, el niño crea un sistema de símbolos
personales para expresar sus deseos y experiencias, lo que refuerza su asimilación de la
realidad.
Las teorías sobre el juego infantil han variado, desde ver el juego como un pre-ejercicio de
actividades futuras (Karl Groos) hasta vincularlo a dinámicas infantiles (J. J. Buytendijk). El
simbolismo lúdico también ha sido estudiado por el psicoanálisis infantil, mostrando su
relación con el simbolismo del sueño. La interpretación de estos símbolos ha sido debatida,
con enfoques desde Freud hasta Jung, quienes ven en estos símbolos un lenguaje primitivo
y generalizado.
El dibujo
El dibujo infantil, según LUQUET, se sitúa entre el juego simbólico y la imagen mental,
combinando el placer del juego con la imitación de la realidad. A diferencia del juego
simbólico, el dibujo se orienta hacia la representación de lo real, sirviendo como preparación
y resultado de la imitación.
LUQUET identificó estadios en el dibujo infantil que reflejan una progresión desde el
"realismo fortuito" (garabatos con significación descubierta posteriormente) hasta el
"realismo visual" (dibujos con perspectiva y proporciones métricas correctas). Entre estos,
se encuentran el "realismo frustrado" (dibujos con elementos descoordinados) y el "realismo
intelectual" (dibujos conceptuales sin perspectiva visual).
El interés de los estudios de LUQUET radica en que estos estadios del dibujo infantil
también revelan el desarrollo de la imagen mental y las capacidades espaciales, mostrando
una notable convergencia con la evolución de la geometría espontánea en los niños.
Luquet
3- Tipo: Representa la evolución gráfica del dibujo infantil, con partes estables
(conservación del tipo) y partes cambiantes (modificación del tipo), influenciadas por nuevas
observaciones o modelos. Este término se refiere a la evolución gráfica en los dibujos de los
niños. Hay elementos que se mantienen estables a lo largo del tiempo (conservación del
tipo) y otros que cambian a medida que los niños adquieren nuevas experiencias y
observaciones (modificación del tipo). Los dibujos evolucionan con la incorporación de
nuevos conocimientos y modelos observados en su entorno.
4- Modelo Interno: Es la imagen mental que guía el dibujo, influenciada por experiencias y
recuerdos, y no es una copia fiel de la realidad. Este modelo se sintetiza y jerarquiza
elementos esenciales del objeto a representar. El modelo interno es la representación
mental que los niños tienen de lo que quieren dibujar. Este modelo no es una copia exacta
de la realidad, sino una síntesis de los elementos que consideran esenciales. Está
influenciado por sus experiencias y recuerdos, y sirve como guía para su dibujo, priorizando
ciertos detalles que consideran más importantes para representar el objeto o idea.
Estos conceptos ayudan a comprender cómo los niños perciben y representan su mundo a
través del dibujo, destacando la importancia de la evolución mental y gráfica en este
proceso.
Realismo en Luquet
Luquet propone cuatro etapas en la evolución del dibujo infantil, basadas en su concepción
de realismo:
1- Realismo fortuito: Los niños realizan trazos sin intención figurativa hasta que, por
casualidad, encuentran una semejanza con un objeto real, lo que les lleva a considerar sus
trazados como representaciones.
2- Realismo fallido: A pesar de su intención de ser realistas, los dibujos de los niños en esta
etapa presentan errores debido a limitaciones físicas, psíquicas y de atención, resultando en
desproporciones y relaciones incorrectas entre los elementos del dibujo.
3- Realismo intelectual: Desde los cuatro hasta los diez o doce años, los niños intentan
incluir todos los elementos reales del objeto, aunque no sean visibles desde un solo punto
de vista. Emplean técnicas como la transparencia, la vista de pájaro y el abatimiento para
representar detalles importantes, pero con perspectivas imposibles.
4- Realismo visual: Finalmente, los niños comienzan a emplear la perspectiva visual propia
de los adultos, eliminando los procedimientos del realismo intelectual. Aunque aún pueden
cometer errores, ya que dibujan de memoria y no del natural, sus dibujos se aproximan más
a una representación visual exacta.
El juego
1- Resúmenes de la realidad social: Juegos que simplifican la vida cotidiana, como jugar a
las casitas, las tiendas o los colegios. Estos sólo requieren recordar roles e interacciones
familiares.
2- Argumentos menos ligados a la realidad: Juegos como super héroes, que exigen crear un
mundo de ficción compartido, con poca conexión directa con la experiencia personal de los
niños.
3- Argumentos inventados por los niños: Juegos originales que, con la repetición, adquieren
una identidad propia, como el juego de los amigos o las princesas Disney.
Cuando los argumentos son menos cotidianos y provienen de fuentes comunes (películas,
cuentos), es necesaria una negociación explícita entre los niños para definir el significado
de las situaciones, el valor de los objetos y los roles asignados.
En el juego simbólico las relaciones que se establecen entre los niños cuando juegan
siguen un proceso:
- Al principio, el niño juega solo, hace un juego individual sin tener en cuenta a los
demás. Este tipo de j uego es frecuente antes de los dos años
- Después, los niños hacen un juego paralelo que es un tipo de juego individual, ya
que aunque parece que los niños juegan juntos no hay relación entre ellos. Pero los
niños observan a sus pares, modificando a veces el propio juego para imitar el de los
demás. Este tipo de juego se da entre los 2 y 4 años.
- Finalmente, los niños juegan organizando entre todos el juego, dando lugar al juego
compartido. Este tipo de juego se observa a partir de los 4 años.
- Sincretismo
- Yuxtaposición / Precausalidad
- Animismo
- Artificialismo
- Predominio de la imaginación sobre la razón y las variables de la realidad
Limitaciones en el pensamiento:
- Egocentrismo
- Centración
- Irreversibilidad
Piaget (1952) plantea que los/as niños/as no son capaces de pensar en forma lógica porque
su pensamiento está ligado a la percepción y no han adquirido la noción de conservación.
Este ejemplo muestra cómo es que los niños no pueden considerar la altura y el ancho al
mismo tiempo, ni entienden que a mayor altura, menos ancho y viceversa. Se fija
exclusivamente en los estados de "antes" y "después", no en el proceso de transformación
que un logro de la inteligencia operacional.
La irreversibilidad del pensamiento no les permite entender que pueden transvasar al primer
recipiente manteniendo la misma cantidad (argumentando la reversibilidad por inversión) o
que ambos tienen la misma cantidad de agua porque uno es más ancho compensando
ambas dimensiones y el otro más largo (argumentando la reversibilidad por reciprocidad).
La capacidad de conservar revela la habilidad para reconocer que ciertas propiedades como
el número, la longitud y la sustancia, la longitud, cantidad contínua, número, área, peso y
volumen, permanecen invariables aún cuando sobre ellas se realicen transformaciones.
Piaget (Delval, 2016) investiga el pensamiento infantil, utiliza el método clínico y realiza un
Protocolo, en este caso. para indagar las nociones de conservación: sustancia, longitud,
cantidad contínua, número, área, peso y volumen). En primer lugar utiliza objetos cuya
manipulación produzca transformaciones (alargar, acortar, descomponer, recomponer,
desplazamientos en sentido contrario) que pudieran llegar a ser compuestas
inferencialmente por los/as niños/as. Luego se realiza una secuencia de preguntas,
repuestas y argumentos manteniendo un vínculo estrecho con la acción del niño sobre el
material.
Una vez que el experimentador realiza una transformación del material, le hacen tres tipos
diferentes de preguntas:
Nociones de conservación
Edades en las que los sujetos adquieren las diferentes conservaciones: sustancia, Líquido,
Longitud, Cantidad continua, Número, Área, Peso y Volumen
Las clasificaciones
Inhelder y Piaget distinguen diferentes momentos para inferir el logro de una estructura
operatoria de clasificación:
● colecciones figurales
● colecciones no figurales
● ( cuantificación de la inclusión)
Técnica:
Consigna: se le pide que ordene como una escalera de la más pequeña a las más grande.
b) discriminan algunas categorías y arman subgrupos, (el de los más grandes y el de los
más chicos);
c) toman un palito y por comparación de cada uno con los restantes va armando una
serie;
d) toman el palito más grande y lo ponen sobre la mesa, luego toman el más grande de
los restantes y lo ubican junto al anterior y así sucesivamente, hasta agotar el conjunto de
palitos.
En este último nivel el niño construye un orden correcto sin ninguna vacilación y esta
construcción involucra un orden reversible. Es decir, un elemento o cualquier conjunto de
palitos es a la vez más pequeño que el que viene antes y más largo el que sigue. Piaget
considera que esta descripción del estado final de la formación de la seriación es un buen
ejemplo de lo que él entiende por estructura.
La noción de número (Delval, 2007) está relacionada con las actividades lógicas de
clasificación y seriación. Los niños antes de los 6 años no tienen la conservación de
número.
Los objetos pueden ser cucharas tenedores o fichas blancas y negras. Se colocan en dos
hileras del mismo tamaño y número de objetos. Consigan se pregunta si hay los mismos
objetos. Luego se separa una de la filas y se pregunta que hay más. La cantidad puede
aparecer ligada a la disposición espacial de los elementos y solo puede hablarse de
número cuando se independiza de la posición espacial.
Para construir la noción de número los sujetos tienen entonces que concebir que cada
número constituye una clase de todos los conjuntos de objetos con los que se puede
establecer una correspondencia biunívoca (el cuatro es coordinable con todos los conjuntos
que tienen cuatro elementos) y está incluido en los siguientes (que 1 está incluido en 2 , 2
en 3 y así sucesivamente). Pero la noción de número implica también una seriación que
corresponde al número ordinal y que es lo que permite distinguir unos números de otros y
disponer de un procedimiento generativo que hace posible, no aprender los números
independientemente unos de otros, sino producir números indefinidamente. Según Piaget,
el número constituye una síntesis nueva de las operaciones de clasificación y seriación."
Es un pensamiento proposicional.
Es un pensamiento hipotético
● identidad
● negación
● reciproca
● correlativa
a) Los sujetos adquieren mayor poder de abstracción, de tal manera que pueden
comprender nociones más complejas que poseen una mayor demanda cognitiva.
Los cuatro factores generales del desarrollo (Carretero, 2005) están relacionados con la
afectividad, que es esencial para todo comportamiento. Piaget (Sousa, 2003) se centró en la
construcción del conocimiento, aunque reconoció la importancia de la afectividad como la
energía que impulsa la acción. Según Piaget, el desarrollo incluye una dimensión afectiva
(energética) y una cognitiva (estructurada por asimilación y acomodación), que interactúan
para facilitar la adaptación.
Piaget señaló que, aunque la afectividad regula la inteligencia, no crea nuevas estructuras
cognitivas por sí sola; esto lo hace la inteligencia a través de la asimilación y acomodación
tras un conflicto cognitivo. Utilizó el término "cathexis" para describir cómo la energía
afectiva otorga significado personal a los objetos.
Bowly, en el informe publicado como Maternal Care and Mental Health en 1951,
acuña el concepto de deprivación materna y concluye que es esencial para la salud
mental que el infante experimente una cálida, intima y continua relación con su
madre, en donde ambos se sientan satisfechos.
Constitución subjetiva
Yuni y Urbano La constitución subjetiva pp. 53 a 66
- Introduccion:
La palabra "sujeto" tiene una doble significación: es quien realiza la acción (protagonista) y
quien está sujeto o sujetado (sobre quien se aplica la acción). Devenir sujeto y mantenerse
como tal durante la vida es producto de la dialéctica entre ser-sujeto-sujetado. El proceso de
subjetivación abarca toda la vida, donde los seres humanos se subjetivan al estar sujetos a
estructuras que constituyen su Yo, realizando un trabajo constante para no claudicar y
ligarse a redes que sostienen su evolución.
El sujeto no es una entidad fija, sino que se constituye en una red de interacciones
dinámicas con el mundo interno y externo.
El proceso de constitución del sujeto, se enfoca en los procesos psíquicos básicos que
transforman al individuo en sujeto, prestando atención a la función materna, paterna y el
campo social. Ademas, el proceso de complejización psíquica que lleva a la constitución
progresiva del Yo, establece una dinámica de intercambio intrasubjetivo, intersubjetivo y
transubjetivo que continúa durante toda la vida.
Los individuos son productos de la reproducción, pero también son productores de su propio
desarrollo. La biología molecular ha identificado en los genes información cognitiva que
juega un papel crucial en la organización de la vida. Así, los humanos son "informados"
internamente y se relacionan recíprocamente con el mundo exterior. La auto-organización
del individuo humano depende de esta interacción con el medio.
La constitución del sujeto implica que no nacemos como tales, sino que nos hacemos
sujetos a través de la socialización. Este proceso se realiza mediante la función materna, la
intervención de la función paterna y el campo social, todos ellos representantes de un orden
social, cultural y simbólico específico. La socialización permite que la sociedad imprima sus
matrices sobre el individuo, trascendiendo lo meramente natural hacia estructuras
simbólicas.
El ser humano es acogido en un cuerpo biológico atravesado por el lenguaje desde antes
de nacer. La coexistencia de materialidad biológica e inmaterialidad simbólica es necesaria
para la socialización, pero la calidad del contacto socializador determinará la adscripción del
individuo al universo simbólico. Según Piera Aulagnier, el ser humano nace y se constituye
en un universo habitado por otros, cuya asistencia es crucial para su supervivencia y para
que pueda convertirse en sujeto capaz de representar la realidad mediante símbolos.
El lenguaje, los gestos y las ritualizaciones que la madre emplea al cuidar del infante
no solo satisfacen sus necesidades inmediatas, sino que también le presentan un
mundo cargado de significaciones. Este proceso de socialización temprana es
fundamental para el desarrollo del pensamiento, el lenguaje y las diversas formas de
simbolización que constituyen al sujeto.
JUEGOS DE CRIANZA
Los juegos corporales articulan lo individual y lo social y conforman una matriz lúdica
colectiva.
Para jugar se necesita un " Otro", interactivo que introduzca al bebé/a en situación lúdica,
aún antes que pueda jugar. El "Otro" estructurante, único y singular, mira al bebe/a y
siendo parte de esa escena, le ofrece una posición espejante en la cual se despliega el
juego corporal conformando el proceso de corporalización en el sujeto.
Once características el acto de jugar, cada una vinculada a procesos de aprendizaje que
facilitan el conocimiento a partir de la experiencia. Las características son:
1. **Como sí, imaginación**: El juego nutre la imaginación permitiendo a los niños acceder a
la ficción y desarrollarla, diferenciándola de la fantasía superficial.
4. **Posición activa de lo vivido pasivamente**: Los niños expresan y controlan sus miedos
a través del juego, transformando experiencias displacenteras en placenteras y creativas.
6. **Construcción del cuerpo**: A través del juego corporal, los niños construyen su cuerpo
expresivo y comunicativo, desarrollando su corporeidad en relación con otros.
8. **Legado cultural**: Jugar introduce a los niños en el mundo cultural, conectándolos con
generaciones pasadas y con sus pares, facilitando la transmisión de juegos y juguetes
tradicionales.
9. **Placer**: El juego es una práctica placentera que se aleja de la obligación y del deber,
aunque puede ser afectado por emociones negativas como la cólera o la violencia.
El "campo social" es una red de relaciones e interacciones que se establecen entre grupos
e instituciones según su posición en la estructura social. Este campo no es estático; es un
espacio de fuerzas en constante tensión y movimiento que tiene una relativa estabilidad en
un contexto histórico particular. En este sentido, la subjetividad de un individuo, su sentido
de sí mismo, se desarrolla en relación con este campo social. Piera Aulagnier sostiene que
lo social no es simplemente un contexto externo, sino una parte esencial de la subjetividad
del sujeto. La estructura social se inscribe en el individuo, sometiéndolo a un universo
organizado por reglas y convenciones simbólicas.
Históricamente, las funciones materna y paterna se han estructurado principalmente dentro
de la institución de la familia. La familia actúa como el primer grupo social en el que el
individuo se inserta y a través del cual comienza su proceso de socialización. Este proceso
implica la internalización de los valores, normas, creencias y saberes de la cultura, los
cuales son transmitidos a través de las prácticas y relaciones familiares. Así, la cultura deja
su "matriz" en el individuo, modelando su pensamiento y comportamiento.
La cultura tiene un papel estructurante crucial en la formación psíquica del individuo. Define
y organiza las posiciones de los sujetos dentro de la sociedad a través de un "contrato
fundante" que liga al individuo con su grupo social de pertenencia. Este contrato anticipa el
lugar que ocupará el individuo en la estructura social, incluso antes de su nacimiento, y
proporciona los recursos necesarios para que el infante encuentre referentes culturales que
trasciendan a las figuras parentales.
A medida que el individuo crece y se aleja de la influencia directa de las figuras parentales,
busca en el discurso social y en la cultura objetos de identificación que le permitan formar
un proyecto futuro. Estos objetos pueden ser ideas, creencias o emblemas que ofrecen una
gratificación simbólica y permiten al sujeto proyectarse más allá del ámbito familiar. Este
proceso de sustitución de objetos privados por objetos públicos es fundamental para la
complejización psíquica y para el desarrollo de la capacidad de pensar y simbolizar.
COMPLEJO DE EDIPO
Primer Tiempo:
En esta etapa, el padre no está plenamente presente en la estructura familiar como figura
significativa. El niño y la madre están en una simbiosis sin la intervención del padre.
Segundo Tiempo:
- La Función Paterna:
El padre actúa como el "Nombre del Padre" (Nom-du-Père), una función simbólica que
introduce la Ley y rompe la relación exclusiva entre madre e hijo. Esto es esencialmente
una prohibición del incesto, que estructura el deseo y la sexualidad.
- La Castración Simbólica:
El niño comprende que la madre tiene un deseo que no puede ser completamente
satisfecho por él mismo. El deseo de la madre se dirige hacia el padre o hacia algo fuera de
la relación diádica. Esta comprensión es lo que Lacan denomina "castración simbólica", que
implica aceptar la Ley y el hecho de que no se puede ser el objeto exclusivo de deseo de la
madre.
Tercer Tiempo:
En esta fase final, el niño internaliza la ley simbólica y se separa de la madre como el
objeto exclusivo de su deseo.
El niño acepta la prohibición del incesto y se identifica con el padre o con la función paterna,
lo que permite su entrada en el orden simbólico de la cultura y el lenguaje.
El deseo del niño se desplaza desde la madre hacia otros objetos de deseo en el mundo
exterior. Esto significa que el niño empieza a buscar objetos de amor y deseo fuera de la
estructura familiar.
La posición subjetiva del docente (Rosbasco, 2000), generalmente propicia un lazo social y
desde allí puede asumir las mismas funciones que los padres al interior de la familia. La
función subjetivante del docente es capaz de posicionar a un sujeto, desde su singularidad,
frente al:
- conocimiento
- a la autoridad,
- a los adultos
- a los pares.
En algunas situaciones los/as docente pueden asumir: