20/03/2022

DE SEGUIDOR A DISCIPULO

Buen día hermanos, sean muy bendecidos en este domingo y Dios nuestro señor los cuide
siempre de todo mal.

Quisiera comenzar diciéndoles que, no se arrepientan de nada, ustedes están hoy en el lugar
correcto, en el momento correcto por lo que debemos de tener la actitud correcta. Venimos
a la presencia de Dios, y la buena noticia en esta mañana para todos nosotros es que
siempre que estamos delante de la presencia de Dios, él tendrá algo que decirnos. Nosotros
cumplimos con nuestra responsabilidad de buenos cristianos, hacemos presencia el día de
hoy porque tenemos hambre de Dios, hambre de su presencia. Le hemos cantado y ahora es
tiempo de que el tenga preparado algo para decirnos por eso no es una casualidad que usted
estoy hoy acá, eso ya estaba escrito.

Dios tiene un propósito especial para cada uno de nosotros, por eso estamos acá, así que si
pueden acompañarme a buscar en la palabra de Dios, un pasaje muy conocido que se
encuentra en LUCAS 5, versículos del 1 al 6:
1
Aconteció que, estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él
para oír la palabra de Dios.
2
Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo
descendido de ellas, lavaban sus redes.
3
Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de
tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
4
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar.
5
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada
hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.
6
Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

En esta mañana quiero compartirles acerca de una pregunta, que podemos tener en la mente
durante toda la meditación, para ver que respuesta consideramos la correcta.

¿Cuál es la diferencia entre un seguidor y un Discípulo?

Muchos autores han escrito últimamente que uno de los grandes problemas actuales de las
iglesias, así en general, uno de los problemas que hay es que las congregaciones están
llenas y creciendo día a día, pero de seguidores, más no de discípulos.

Hay mucha gente que sigue a cristo que simpatiza con Cristo, que tiene mucha información
y lo conoce bien, así como aprendemos a cepillarnos los dientes, así nos aprendimos unos
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versículos, aprendemos a localizar donde esta cada uno de los libros de la biblia, es decir,
podemos tener mucha información, pero no significa que seamos discípulos.

Por eso decía, pensemos en esa pregunta, ¿qué es lo que diferencia a un discípulo de un
seguidor?

Recordemos las palabras de Dios, ID Y HACED DISCIPULOS, eso esta en el corazón de

Dios, es el propósito de Dios para su iglesia, él espera que seamos discípulos, no
seguidores.

Como les decía, el seguidor puede tener mucha información, el seguidor puede conocer
muchos detalles, conocer de teología, pero no necesariamente ese conocimiento lo
convierte en discípulo.

La diferencia puede estar en este pasaje que leímos de la biblia, el cual nos habla de uno de
los discípulos de Jesús, se llamaba Pedro, posiblemente es el discípulo más conocido de los
12 de Jesús. Hay algo más precioso en el fondo del mensaje de este pasaje, que no solo el
hecho de que sea conocido como la pesca milagrosa, que realmente fue lo que sucedió, se
dio un milagro para poder pescar tanto, pero más que eso, también existe el mensaje de el
llamado que se le hace a Pedro para que sea discípulo de Jesús.

Aunque acá Jesús esta llamando a Pedro, ellos ya se conocían, si vemos unos versículos
antes, en el capitulo 4, específicamente en los versículos 38 y 39
38
Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de
Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. 39 E inclinándose hacia ella, reprendió a
la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.

Eran amigos con Pedro, se conocían, Jesús después de adorar fue a visitar a su amigo, se
encontró que la suegra tenía una gran fiebre, y se inclinó hacia ella y la reprendió.

Podemos ver 3 cosas, Jesús fue de visita con Pedro, la segunda es que hizo un milagro y
sanó a la suegra de Pedro, por lo que fue un testigo de un milagro y finalmente la reunión
terminó en una fiesta, les sirvió para comer, compartieron y convivían.

Pedro tenía mucha información acerca de Jesucristo, lo conocía, sabía de donde venía, pero
no había tenido un encuentro personal y profundo con Jesucristo, como cuando tuvo el
llamado para ser un discípulo.

Pedro era un pescador, era su oficio, y en ese tiempo el oficio se heredaba, por lo que toda
eran una familia de pescadores, probablemente Pedro había empezado a aprender las
destrezas de la pesca desde muy niño, por lo que podemos decir que Pedro tenía mas de 20
años de experiencia como pescador cuando se dio este pasaje.
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Pedro no pescaba por hobbie, por diversión, por deporte… para él era un oficio y de lo que
pescara en la noche dependía el alimento del día siguiente para su familia, en ese tiempo no
tenían hieleras o freezer, para poder congelar el pescado… por eso debía pescar diario en la
noche para comerlo con su familia al día siguiente.

Y veamos lo que ocurrió esa noche, en el versículo 5, Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.

Ese era su testimonio cuando se encontró con Jesús, y le dio a conocer 2 afirmaciones, la
primera… he estado pescando toda la noche, no es que haya ido solo un rato, o se le fue la
mejor hora para pescar, sino que el había pasado toda la noche intentando pescar, y viene la
segunda afirmación: nada hemos pescado. No tiene nada que llevar a su familia, no pudo
pescar en esa noche difícil.

Pedro, aquella mañana estaba regresando de esa mala noche intentando pescar, pero ocurre
algo muy interesante, Jesús vio 2 barcas que estaban cerca de la orilla del lago, y vio
descender a los pescadores para lavar sus redes.

Lavar sus redes en las orillas del lago, era como un ritual para los pescadores, tiraban su
red, pescaban, pero los peces se defienden, luchan, no se quieren dejar agarrar, hasta que
finalmente los pescadores sacan la red y los llevan a todos, pero después de toda esa lucha
de los peces, queda llena de escamas, de restos de pescados y lo que hacen es que al volver
a la orilla sacan los peces los ponen en canastas y limpian sus redes, para que la próxima
noche que vuelvan a pescar, tengan una red limpia de escamas, de olor a pescado para que
los nuevos peces que buscar pescar caigan y no sientan olor a pez.

Ahora usted dirá, ¿por qué Pedro lavaba la red si esa noche no pesco nada? Y pues resulta
que en este pasaje también podemos encontrar algo de APARIENCIA, un pescador tan
experimentado como Pedro, con mas de 20 años de experiencia, quería aparentar que había
sido una noche productiva y de mucha pesca, aunque la realidad era otra, su canasta estaba
vacía y ese día no tendría como alimentar a su familia, pero estaba ahí lavando las redes,
tratando de demostrar a los otros pescadores de que las cosas estaban bien.

A veces nos llenamos de una vida de apariencias, cuando éramos niños y hacíamos una
travesura, era muy difícil engañar a los papas y aparentar que nada pasaba, la mayoría de
seguro que rápido confesaba lo que había hecho, pero mientras más vamos creciendo y
tenemos más años de edad, cada día nos volvemos más expertos en aparentar y camuflar la
realidad, y si nos cruzamos a alguien en la calle y nos pregunta ¿todo bien? ¿estás bien?, la
respuesta siempre será…. Todo bien, estamos bien.

Somos tan expertos, que tenemos varías mascaras para poder utilizar, y depende el
momento o donde estemos o con quién estemos, cambiamos la máscara que usaremos.
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Reuniones familiares, mascara de familia perfecta. Reuniones laborales, mascara de

trabajador perfecto, pero en el fondo ni nosotros mismos nos creemos eso de ser perfectos.
Pero hay que tener cuidado, aparentar es tan delicado que puede alcanzarnos en nuestra
vida espiritual y afectarnos en nuestra relación con Dios. Nuestra relación con Dios debe
ser genuina, que este inundada de realidad, no nada mas una actuación que nos sirva para
impresionar a otros.

En el pasaje que leemos, si se dan cuenta Jesús sabía que Pedro estaba aparentando,
prácticamente sin cruzar palabras antes con él, se acercó y posiblemente en la mente de
Jesús pasaba: ¿por qué estas lavando las redes si no pescaste nada? ¿A quien quieres
impresionar?, ¿qué quieres pretender ser, a quién quieres mentir?

Dios nos conoce, no tenemos que aparentar delante de él, que somos los mejores cristianos,
los mejores trabajadores, los mejores familiares, tenemos que entender que para dejar de ser
seguidores y transformarnos en discípulos, el Señor nos conoce y sabe todas las cosas, sabe
nuestras frustraciones, nuestras luchas, los momentos difíciles, él sabe las cosas que no
salieron como nosotros hubiéramos querido.

Que Significa ser un discípulo de Cristo, un discípulo de cristo no es aquel que conoce
mucha teología, el hecho de que sepa mucho de la escritura no lo hace necesariamente un
discípulo de Cristo, de hecho tampoco es un discípulo de cristo, aquel que tiene una buena
vida, moralmente hablando, es decir, no toma, no fuma, no engaña, no hace cosas malas,
hace buenas acciones, pero eso tampoco nos hace un discípulo de Cristo, y por último
también llama la atención que tampoco nos hace discípulos de Cristo, participar
regularmente de las actividades de la iglesia, saber versículos, alabanzas, saber como adorar
a Dios, dar diezmos pero no necesariamente nos hace un discípulo.

Y lo que debemos entender es que un Discípulo, es aquel que ha tenido un encuentro cara a
cara con Dios, aquel que tiene una relación profunda e íntima con Dios… alguien que debe
reunir todo lo que dije antes, pero no solo una parte, sino todo al mismo tiempo, conocer de
teología, de la escritura, tener una buena vida moral, no hacer nada malo y participar en la
iglesia, leer, meditar, adorar, ofrendar, etc. Etc. Etc.

Un discípulo de Cristo, no vive de apariencia, no trata de impresionar al resto, sabe que

entre nosotros los humanos es tan fácil impresionar a los demás, pero un discípulo, es aquel
que como Pedro, que cuando el señor nos mira, nos desnuda con su presencia, quedamos
expuestos ante su mirada, y el no lo hace para avergonzarnos, sino para mostrarnos su amor
y querer tener una relación especial e intima con cada uno de nosotros.

Probablemente en nuestras vidas, hay un pasado que no fue el mejor, cada uno conoció a
Cristo en algún momento de su vida, posiblemente algunos desde muy pequeños y otros ya
más grandes, lo que si es cierto, es que nuestra vida antes de Cristo no fue la más feliz.
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Todos a lo largo de nuestra vida nos equivocamos, algunos posiblemente nos equivocamos
más que otros, y esos recuerdos de nuestra vida pasada nos traen dolor al presente, y eso
nos afecta, y el enemigo se aprovecha de eso, trata de desanimarnos y sacarnos del camino
de Jesucristo.

Nosotros que queremos ser discípulos, sabe, no importa la vida pasada que hayamos tenido,
Cristo quiere redimir nuestra vida pasada, transformar la vida de cada uno de ustedes en un
instrumento de bendición a otros. Aun con lo dolorosa que ha sido y con las heridas que
parece que nunca sanarán, por nuestros propios errores, el Señor quiere redimir todo en
nuestra vida.

Pedro dice, que maravilla que Jesús no solamente hizo un milagro en mi casa, sino que
ahora está haciendo un milagro en mi propia vida, enseñando desde mi barca, en la que una
noche antes no he podido pescar, es una forma de redimir la vida de Pedro le da un nuevo
significado en su vida, hasta dice en su palabra: De modo que, si alguno está en Cristo
nueva criatura es.

Un discípulo es aquel que ha comprendido que nuestra vida cualquiera que sea, aunque
parezca tarde, puede ser un instrumento de bendición a otros.

Finalizando nuestro pasaje, vemos que Jesús le dice a Pedro que lleve su barca a la parte
honda del lago, y que lanzara las redes, y aunque Pedro tenía experiencia y sabia que en la
mañana era la peor hora para pescar, pudo haber dicho también a Jesus, disculpa Jesús pero
con mi experiencia puedo decirte que no pescaremos nada a esta hora, yo soy pescador se
de lo que hablo, en cambio tu eres Carpintero, puedes saber mucho de madera, de puertas,
pero de pesca no creo que sepas mucho, así que te agradezco por tu consejo pero no
funcionará.

Pero lea las palabras de Pedro a Jesus, en el versículo 5… Pedro se rinde a Jesus y le cree
con su corazón. Señor en tu palabra echare la red; pero, si tú lo mandas voy a echar las
redes.

Y estas ultimas palabras son la marca esencial y definitiva, de un discípulo de Jesucristo,

porque es aquel que ha aprendido que al Señor vale la pena obedecerle, y aun en los
momentos más difíciles y en las situaciones más descabelladas, se le tiene fe y se le cree,
aunque nuestra mente diga otra cosa, aunque nuestra experiencia diga otra cosa.

Aquel que ha rendido todos sus argumentos delante del señor, donde terminen tus
argumentos y donde se acaben tus excusas, empieza tu obediencia.

Y como resultado de creer la palabra del señor y de rendirse a él, viene en el versículo 6 lo
que ocurre siempre que obedecemos a Dios y le tenemos fe.
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Ocurre lo inesperado, lo milagroso, lo increíble, porque lo que en nuestro entendimiento

parece imposible, para el entendimiento de Dios es posible… más allá de destrezas y
habilidades, la mano de Dios puede hacer cualquier cosa.
6
Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

Un seguidor, es aquel que espera ver las cosas para levantar sus manos y creer, un discípulo
es el que dice como Pedro, Señor, aunque parece imposible y la realidad dice que no se
puede, yo me arriesgo y creo en ti y en tu Palabra, me rindo a ti, te entrego mi vida y confío
en ti.

Un discípulo es aquel que, ha reconocido que Jesucristo es el Señor y que vale la pena creer
en su palabra y someterse a su palabra y obedecerle para tener resultados.

Les dejo la pregunta… ¿Qué queremos ser, seguidores o discípulos? Queremos ser
solamente personas que tienen mucha información de Jesucristo o queremos ser personas
que hemos dicho Señor acá estoy rendido delante de ti, di tu la palabra y yo la voy a
obedecer y cumplir.

LUCAS 5, versículos del 7 al 11: 7Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban
en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal
manera que se hundían. 8Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo:
Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9Porque por la pesca que habían hecho,
el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo
y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. 10Pero Jesús dijo a Simón: No
temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11Y cuando trajeron a tierra las barcas,
dejándolo todo, le siguieron.

Hizo de Pedro un instrumento poderoso de salvación a otras personas, en lugar de pescar

miles de peces, ganaras personas para mí.

Vamos a rendirnos delante de Dios, dejemos que el conduzca nuestra vida, si el dice a
donde ir, creamos en él, si él dice que hacer tengamos fe que todo saldrá bien.

Vale la pena obedecer a Jesús.

Amén.