Resumen de Salicilatos

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UNIVERSIDAD CENTRAL DE NICARAGUA

Facultad de Ciencias Médicas

RESUMEN DE SALICILATOS Y PARACETAMOL

INTEGRANTES: Keytlin Lalesca Torres Pérez

FECHA: 27/09/24

DOCENTE: Dra. Annia García

MATERIA: Toxicología
Resumen de Salicilatos

La intoxicación por Aspirina® es un hecho común, debido a que es un


medicamento común que puede adquirirse sin receta en casi cualquier
comercio, lo cual ocasiona que la gente crea que es una sustancia inocua y la
consuman sin control médico. Los nombres comerciales de los medicamentos
a base de ácido acetilsalicílico son Algimida, Aspirina®, Asawin®, Alka-Seltzer®
y Bufferin®.

El ácido acetilsalicílico es un analgésico, antipirético y antiinflamatorio del que


se estima que en EUA se consumen 20 toneladas cada año, siendo el
analgésico casero que se obtiene con mayor facilidad en ese país y en Gran
Bretaña, por lo que el número de intoxicaciones por salicilatos representa 62%
de las intoxicaciones mortales en niños menores de cinco años de edad.

Los salicilatos contenidos en la corteza del sauce se utilizaron como


analgésicos durante la época de Hipócrates, y su efecto antipirético se conoce
desde hace más de 200 años. El sauce crece en pantanos y zonas húmedas;
el ingrediente activo de la corteza del sauce es un glucosido amargo llamado
salicina, que Leroux aisló en 1829, demostrando su efecto antipirético; en 1874,
en Alemania, Kolbe lo sintetizó por primera vez, y MacLagan y Stricker
demostraron su efectividad en la fiebre reumática y la gota.

En 1899 Félix Hoffman, químico al servicio de Bayer, le agregó el ácido acéti-


co al ácido salicílico y dio origen al ácido acetilsalicílico, el cual demostró ser
analgésico, antipirético y antiinflamatorio. Le dio el nombre de Aspirina®, que o
nula habilidad para biosíntesis de proteínas, no regeneran la ciclooxigenasa y
una sola dosis de 40 mg inhibirá a la ciclooxigenasa plaquetaria durante toda la
vida de la plaqueta (8 a 11 días). La inhibición de las plaquetas con una dosis
pequeña depende del bloqueo presistémico de la ciclooxigenasa en la
circulación portal antes de que la Aspirina sea desacetilada en el hígado hasta
dar salicilato.

FARMACOCINÉTICA
La vida media del ácido acetilsalicílico en plasma es de 15 min, mientras que la
de los salicilatos es de dos a tres horas en dosis bajas, de 12 h en dosis
usuales y puede ser de 30 h en dosis terapéuticas elevadas. La dosis
terapéutica en niños como analgésico es de 10 a 15 mg/kg cada cuatro a seis
horas. Como antiinflamatorio las dosis son de 60 a 100 mg/kg/día. En los
adultos la dosis va de 325 a 1 000 mg cada cuatro a seis horas, no superando
los 4 g/día

Absorción

Cuando se administran por vía oral los salicilatos se absorben rápidamente


iniciando en el estómago, pero la mayoría se absorben en el intestino (yeyuno);
en el plasma se identifican concentraciones importantes en menos de 30 min y
se alcanza una cifra máxima en dos horas. Los factores a considerar en su
absorción son la velocidad de desintegración y disolución de la tableta, el pH
gástrico y el tiempo de vaciamiento gástrico; su ingestión de manera
concomitante con alcalinos disminuye la absorción del fármaco por aumento de
ionización, lo que se compensa parcialmente porque aumenta la solubilidad y el
salicilato es puesto más en contacto directo con la mucosa gástrica y el paso al
intestino delgado se acelera; con sobredosis masivas se forman concreciones,
las cuales dificultan tanto la absorción como la eliminación mediante el lavado
gástrico.

Las preparaciones con cubierta entérica o de liberación prolongada son de


poco uso para aliviar de forma rápida el dolor; se han relacionado con efectos
ad- versos graves en los intestinos delgado y grueso, en particular en personas
con diverticulitis o en quienes consumen medicamentos que provocan
estreñimiento, como los antidepresivos tricíclicos y las fenotiazinas; la
absorción a través del recto suele ser más lenta, incompleta y no fiable, por lo
que la aplicación rectal no es recomendable.

Se puede absorber por la piel el salicilato de metilo, que es empleado en lini-


mentos analgésicos y ungüentos oleosos, los cuales causan intoxicaciones
seve- ras y muerte, especialmente en los niños.

Distribución
La distribución en los tejidos ocurre por difusión pasiva; de 80 a 90% del
salicilato se liga a las proteínas plasmáticas, en particular a la albúmína; puede
pasar a la barrera placentaria, provocando hemorragias en el feto de la
embarazada y hay un incremento de bilirrubina por liberación de ésta al ser
desplazada de su ligadura con las proteínas plasmáticas.

Eliminación

La vía principal de eliminación es la renal. Las dosis altas se eliminan


lentamente; 50% lo hace entre 15 y 30 h. La alcalinización de la orina produce
una ionización del salicilato, lo que impide la reabsorción tubular.

Signos y síntomas

Tanto la Aspirina® como los antiinflamatorios no esteroideos no Aspirina®


(AINE-NA) son fármacos ampliamente relacionados con un incremento de
riesgo severo de alteraciones del tubo digestivo alto, tales como úlcera péptica,
hemorragia y perforación. Paola Bollini y col. Revisaron la literatura y
encontraron 37 estudios epidemiológicos, especialmente de enfermedad
gastrointestinal del tubo digestivo alto relacionada con la exposición previa a la
Aspirina® y a los AINE-NA, de los que 12 fueron conducidos con métodos
adecuados y confiables. Llegaron a la conclusión de la asociación de AspirinaⓇ
y AINE-NA y los efectos adversos severos en el tubo digestivo alto,
confirmando que los pacientes que recibieron estos fármacos en forma
combinada o aislada tienen un incremento del riesgo de desarrollar
hemorragias, perforación o úlcera del tubo gastrointestinal, en comparación con
las personas que no los emplearon. Los salicilatos tienen la facultad de
disminuir la temperatura aumentada por

Procesos patológicos, pero no la temperatura normal ni la aumentada por otros


factores, como el ejercicio físico; no obstante, las dosis tóxicas de estas
sustancias producen hiperpirexia.

Respiración y desequilibrio ácido-base

Los salicilatos tienen efectos sobre la respiración, por la estimulación directa e


indirecta sobre el sistema nervioso central, especialmente sobre los centros
respiratorios, aumentando la frecuencia y la profundidad de la respiración; el
paciente sufre hiperpnea y polipnea.

Aparato digestivo

El dolor gástrico por efecto de la irritación sobre la mucosa, el vómito-pre- sente


por mecanismo central y la aparición de hematemesis se presentan con dosis
tóxicas y terapéuticas; la capa entérica no demuestra su efecto protector,
evidenciado por eficacia clínica y estadísticamente importante para prevenir la
lesión gástrica causada por Aspirina, puesto que una vez que el fármaco se ab-
sorbe a partir del intestino delgado pueden aparecer úlceras tanto por el efecto
local como por los que son sistémicos como consecuencia de la inhibición de la
COX-1 (origen de prostaglandinas con efecto protector). Dado el uso cada vez
mayor de Aspirina para prevenir enfermedades cardiovasculares y
neurovasculares y cáncer colorrectal, y su escaso empleo en el campo de la
reumatología, es muy importante poner atención en la toxicidad por Aspirina®
en dosis bajas. Se observa que tanto con dosis altas (gramos por día) como
bajas (miligramos por día) se agotan las prostaglandinas y causan toxicidad
gastrointestinal aguda.

Hepáticos

El síndrome de Reye es una afección mitocondrial aguda manifestada como


encefalopatía aguda con disfunción selectiva del hígado e infiltración grasa
hepática; se relaciona este síndrome con un pródromo viral respiratorio,
gastrointestinal o varicela, el virus de la influenza B y la varicela seguido de la
encefalopatía aguda varios días, precedida de vómitos.

Sistema circulatorio

La administración prolongada puede provocar disminución de las cifras de


hematócrito, hemoglobina y hierro plasmático; los salicilatos disminuyen la
agregación de las plaquetas por acetilación de las enzimas que sintetizan los
precursores de prostaglandinas y tromboxano.

Metabolismo de la glucosa

Los salicilatos desacoplan la fosforilación oxidativa. El efecto de los salicilatos


sobre el metabolismo de los carbohidratos puede producir glucosuria,
hipoglucemia o hiperglucemia, y reducción del glucógeno muscular y hepático
por inhibición de la síntesis. En los niños hay tendencia a la hipoglucemia,
debido a sus es- casos depósitos de glucógeno, mientras que el adulto tiende a
la hiperglucemia, que es más duradera; la hipoglucemia a nivel cerebral y
sistémica se relaciona con el estado de coma y las convulsiones que se
presentan en el paciente intoxicado.

Neurológico

Las altas dosis de Aspirina® estimulan el sistema nervioso central, provocando


confusión, somnolencia, cefalea, alteraciones del sueño y síntomas
psiquiátricos (paranoia, ideas suicidas). El salicilismo se caracteriza por
náuseas, diarrea, con- fusión, tinnitus, vértigo, mareos, palpitaciones,
diaforesis, fiebre, cefalea, san- grado, sed, alteraciones visuales, retención de
agua y edema pulmonar.

Cardiovasculares

Taquicardia, hipotensión, choque hipovolémico, arritmias ventriculares,


asistolia, alteraciones electrocardiográficas asociadas a hipocalcemia (ondas U,
ondas T aplanadas, QT largo).

Musculosquelético

Puede cursar con rabdomiólisis.

Manifestaciones clínicas del paciente intoxicado

Fase 1: hiperventilación con alcalosis respiratoria y alcalosis compensato- ria,


pérdidas renales de potasio y bicarbonato sódico, con un tiempo de evo- lución
de 12 h en el adulto e inadvertida en el lactante.

Fase 2: aciduria paradójica por intercambio de potasio por hidrogeniones en


presencia de alcalosis respiratoria; pérdidas renales de potasio con un inicio de
12 a 24 h..

Fase 3: deshidratación, hipocalemia y acidosis metabólica progresiva con un


inicio de cuatro a seis horas tras la ingesta del tóxico en el lactante y 24 ho más
en el paciente de mayor edad.
Diagnóstico diferencial

Incluye los padecimientos que cursan con acidosis metabólica,la brecha


aniónica, como la cetoacidosis diabética, la acidosis principalmente por
alcohol, metanol y etilenglicol, distrés respiratorio y neumonía. La intoxicación
crónica por salicilatos se manifiesta por alteraciones en la conducta, por lo que
hay que diferenciarla de la sepsis, la meningitis y la encefalitis.

Pruebas de laboratorio

Los estudios solicitados son la básica biometría hemática completa, con


determi- nación de plaquetas, electrólitos séricos, glucosa, urea, creatinina,
pruebas de función hepática, tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina
parcial, examen general de orina, gasometría arterial y osmolaridad sérica.

Grados de intoxicación

La dosis ingerida permite valorar el nivel de la gravedad de la intoxicación: por


debajo de 150 mg/kg no hay toxicidad, de 150 a 300 mg/kg hay una toxicidad
de leve a moderada, de 300 a 500 mg/kg es grave y por arriba de 500 mg/kg es
potencialmente mortal.

Tratamiento

Medidas generales

 ABCDE, control térmico por medios físicos y oxígeno suplementario, con


puntas nasales o mascarilla.
 No existe un antídoto específico.
 Descontaminación gastrointestinal: mediante el lavado gástrico con solu-
ción salina estéril con sonda orogástrica o nasogástrica; alrededor de
32% del tóxico es eliminado mediante lavado gástrico si se realiza
dentro de la primera hora posterior a la ingestión; algunos expertos
recomiendan reali- zarlo también entre 4 y 12 h después de la ingestión,
ya que la Aspirina® es poco soluble en ácido y las tabletas tienden a
formar conglomerados que se disuelven lentamente y retrasan el
vaciamiento gástrico. En casos de aplicación dérmica de salicilatos se le
debe dar un baño completo al paciente. Gastrodiálisis con carbón
activado durante 24 h a razón de 0.5 g/kg por dosis para pasar por
sonda durante 30 min cada cuatro a seis horas, junto con un catártico,
como manitol en dosis de 2 mL/kg, ya que limita la absorción del tóxico.
Cada gramo de carbón activado puede absorber 550 mg de salicilato.
 Estabilización electrolítica y ácido-base: se requieren en ocasiones
cantidades altas de líquidos (200 a 300 mL/kg/día) para reponer las
pérdidas, por lo que se aconsejan las cargas de solución isotónica o de
Hartmann de 20 a 30 mL/kg/día a pasar en una hora, las veces que sea
necesario, para reponer las pérdidas y favorecer una uresis importante;
se continúa con la segúnda fase de soluciones en dosis de 150 a 200
mL/kg/día durante las siguientes 24 h; cuando haya orinado el paciente
se agregan a la solución 40 mEq/L de cloruro de potasio.
 Con un pH sanguíneo menor de 7.25 y concentraciones de bicarbonato
me- nores de 20 mEq/L se recomienda administrar bicarbonato de sodio
por otra línea intravenosa, en dosis de 1 a 3 mEq/kg/dosis cada una a
dos horas, ajustándose a los gases de sangre arterial, hasta obtener un
pH de 7.32 en sangre. Si existe peligro de edema cerebral se deberán
administrar diuréticos, como furosemida o manitol.

Hipoglucemia

Los salicilatos pueden producir hipoglucemia e hiperglucemia; sólo la


hipoglucemia deberá manejarse mediante la administración de glucosa, pues la
hiperglucemia es fugaz y no requiere tratamiento.

El uso del lavado intestinal total se considerará en preparados de liberación


sostenida o con cubierta entérica, combinado con carbón activado, incluso
entre 12 y 16 h después de la ingestión. En un estudio realizado en voluntarios
se comparó el polietilenglicol (solución evacuante) con el carbón activado en
dosis única cuatro horas después de ingerir Aspirina

Salicilemia

Los cuidados y la intensidad del tratamiento se relacionan con las


concentraciones de salicilatos en sangre. Se considera intoxicación con
concentraciones mayores de 40 a 45 mg por 100 mL de sangre; son de mal
pronóstico las concentraciones mayores de 120 mg/100 mL.
En caso de hemorragia el manejo es con sangre total y vitamina K.

Excreción: existen varias modalidades que se relacionan con la gravedad de la


intoxicación: forzar diuresis, diálisis peritoneal, hemodiálisis, hemoperfusión y
exanguinotransfusión.

Diuresis forzada: es una medida fácil y útil en intoxicaciones leves o


moderadas; lo ideal es tener la orina alcalina, para disminuir la reabsorción
tubular del salicilato, con el riesgo de llevar al paciente a una alcalosis
metabólica, por lo que es recomendable tener control mediante la toma de
gaso- metría arterial y regirse sólo por el pH de la orina

Diálisis peritoneal: no recomendable su uso en forma común. Hemodiálisis: el


salicilato es un fármaco dializable por su bajo volumen

PARACETAMOL

El acetaminofén (N-acetil-p-aminofenol) es el analgésico antipirético más


utilizado en todo el mundo, sin contar las preparaciones combinadas; sin
embargo, se registra que incluso en dosis terapéuticas pero repetidas o en
dosis excesivas puede ser hepatotóxico en individuos susceptibles.

Farmacología y mecanismo de toxicidad

El acetaminofén se absorbe rápidamente por el tracto gastrointestinal,


alcanzando un pico sérico terapéutico tras 40 a 60 min de haber sido
administrado. Su vida media es de 2 a 2.5 h, pero se incrementa a más de
cuatro horas en pacientes con insuficiencia hepática.

La mayoría se metaboliza en el hígado (95%) y el resto en forma inalterada por


la orina (5%). De la fracción metabolizada por vía hepática, 90% se conjuga
con ácido glucurónico o sulfatos y el resto se metaboliza por el citocromo P-450
en un metabolito tóxico. Después de la administración aguda de dosis tóxicas
de paracetamol la glucuronidación y la sulfatación se saturan, por lo que la
principal vía de metabolización es a través del citocromo P-450 (CYP-450).
La dosis máxima recomendada en un adulto es de 4 g/día y en los niños es de
50 a 75 mg/kg/día; se considera que una ingesta mayor de 7.5 g/día puede ser
potencialmente tóxica.

Es recomendable recordar los siguientes puntos:

Virtualmente todos los pacientes que exceden dosis de 350 mg/kg desarrollan
toxicidad hepática severa (definida como una elevación de aminotransferasa de
aspartato (AST) o de aminotransferasa de alanina (ALT) mayor de 1 000 UI/L.6

Una dosis única de paracetamol de 10 g o dosis continuadas de 5 g/día en un


no consumidor de alcohol o 4 g/día en un consumidos habitual puede dar como
resultado insuficiencia hepática.

Cuadro clínico

El cuadro clínico incluye náusea, vómito, dolor abdominal y mal estado general.
Algunos pacientes pueden presentar las siguientes etapas:

Etapa I (primeras 24 h): puede haber náuseas, vómitos, malestar general,


palidez y sudoración, aunque también puede ser completamente asintomático.
En ocasiones se observan descensos del índice de Quick sin aumento de las
transaminasas.

Etapa II (24 a 72 h): aunque por lo general la elevación de las transaminasas


comienza entre 24 y 36 h, en algunos casos puede ocurrir a las 16 h o antes.

Etapa III (72 a 96 h): se alcanza el pico de elevación de transaminasas.


Clínicamente puede haber ictericia, encefalopatía, estado de coma y
coagulopatía.

Etapa IV (de cuatro días a dos semanas): los pacientes que sobreviven la
etapa anterior inician una etapa de recuperación, cuya duración depende de la
gravedad del compromiso inicial

Tratamiento
La administración de carbón activado puede resultar benéfica, sobre todo si se
administra antes de 16 h tras la ingestión, su uso se recomienda cuando los
niveles séricos de paracetamol son mayores de 200 ug/mL, pero debe evitarse
en pacientes que no toleren la vía oral y en caso de vómito y alteraciones del
estado de conciencia. Se recomienda que después de una sobredosis se
soliciten.

Casos especiales

En pacientes con manifestaciones de insuficiencia hepática la NAC debe


continuar más allá del curso habitual; no se ha establecido, en este caso, el
tiempo necesario de administración, pero se acepta que se detenga una vez
que el INR sea menor de 1.3, haya ausencia de acidosis metabólica.

En caso de que los niveles séricos de paracetamol se encuentren por debajo


de la línea del nomograma, pero la historia clínica sustente una ingestión mayor
de 200 mg/kg, se debe iniciar la NAC, siempre y cuando se encuentre en las
primeras ocho horas posteriores a la ingestión.

En las embarazadas el paracetamol tiene la capacidad de atravesar la barrera


placentaria y producir hepatotoxicidad y muerte del feto tras una intoxicación
materna. En los pacientes que desarrollen falla hepática fulminante el
trasplante de hígado reduce la mortalidad a corto plazo, los niveles sanguíneos
entre las 4 y las 24 h de la ingestión

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