RAMOS ANGELES, Jesús - Causalidad Indirecta Del Gasto - Caballero Bustamante, Thomson Reuters - Num 765 2da Quincena Agosto 2013 PDF
RAMOS ANGELES, Jesús - Causalidad Indirecta Del Gasto - Caballero Bustamante, Thomson Reuters - Num 765 2da Quincena Agosto 2013 PDF
RAMOS ANGELES, Jesús - Causalidad Indirecta Del Gasto - Caballero Bustamante, Thomson Reuters - Num 765 2da Quincena Agosto 2013 PDF
Informe Especial F1 Algunas consideraciones sobre la causalidad indirecta del gasto en el Impuesto a la Renta empresarial
INFORME ESPECIAL Algunas consideraciones sobre la causalidad indirecta del gasto en el Impuesto a la Renta empresarial
Jess A. Ramos Angeles (*)
Voces: Impuesto a la Renta Rentas de tercera categora Renta empresarial Principio de causalidad Criterio de razonabilidad Gastos deducibles. En el presente informe, el autor desarrolla un sesudo anlisis de la deducibilidad de los gastos directos e indirectos, realizando una diferenciacin precisa de los mismos, considerando los criterios desarrollados por los pases del common law y el Tribunal Fiscal al respecto.
As pues, la prctica scal norteamericana parte del artculo 162 del Internal Revenue Code (IRC) para dotarla de contenido a travs de la jurisprudencia, como ha sido siempre en los pases del common law. As, la citada disposicin establece que para que sea deducible un gasto empresarial, ste debe ser ordinario y necesario para la conduccin del negocio o comercio, o para la produccin u obtencin de renta. La regla matriz de deducibilidad americana, como vemos, es bastante similar a la peruana y, de igual forma, el problema a resolver por la justicia scal surge porque la norma no dene lo que debe entenderse por ordinario y necesario. La jurisprudencia norteamericana ha dotado de contenido el concepto de gasto necesario, remontndose, cuanto menos, a Brown v. US (1) (1814); sin embargo, es en el caso McCulloch v. Maryland (1819) (2) en que se adopt una denicin no rigurosa de gasto necesario, concibindolo, en una perspectiva amplia, como aquel gasto conveniente, til, esencial o apropiado para la actividad gravada. Este fallo es tomado en cuenta tambin en el leading case ms trascendente sobre deducibilidad de gastos del pas del norte, Welch v. Helvering (1933) (3), en el cual el juez consider que el gasto era necesario para la actividad empresarial del contribuyente, en el sentido de ser apropiado y til para la generacin de rentas afectas. De forma anloga, en Commissioner v. Tellier (1966) (4) se referencia a Welch v. Helvering (1933), al sealar que el trmino ordinario y necesario (al que se reere el IRC) implica slo el requerimiento mnimo que el gasto sea apropiado y til para el desarrollo de la empresa contribuyente. Es interesante destacar que en Welch v. Helvering (1933) se consider que el hecho que el gasto sea ordinario no implicaba que sea habitual o normal en el sentido que el contribuyente tenga que realizarlo a menudo; de hecho, se consider que la deducibilidad del gasto no era una variable afectada por el tiempo, lugar o circunstancia. As, la corte dispuso que los gastos pueden realizarse por nica vez por parte del contribuyente, pero son ordinarios porque no sern nicos respecto del comn de la actividad econmica, la comunidad o el empresariado en general; encontrando en ello su acepcin de recurrente. Luego, en Deputy v. DuPont (1940) (5), se deni el gasto ordinario como aquel normal, usual o consuetudinario. Pocos aos despus, en Commissioner v. Heininger (1943) (6), se sostuvo que el trmino normal, como ha sido usado por la jurisprudencia citada, signica que un gasto debe ser considerado como una accin ordinaria de ser esperada de uno si estuviera en la posicin del N 765, Segunda quincena, AGOSTO 2013
REVISTA DE ASESORIA ESPECIALIZADA
F1
F2
INFORME ESPECIAL
meramente potencial y volitivo, y an as ser fcil determinar que la erogacin es directamente causal porque es una de tipo habitual, an cuando sea causa nal y no eciente del efecto generado. La realidad fenomnica y la prctica empresarial pueden claricar la vinculacin directa e indirecta del gasto cuando la causalidad es efectiva. Pensemos primero en un supuesto de causalidad efectiva y directa. Por ejemplo, el caso de los intereses pagados por una sociedad con motivo de un prstamo destinado a nanciar la adquisicin de materias primas para la produccin de bienes destinados a comercializarse y que efectivamente son vendidas, generando una ganancia gravada. No cabe duda de que el gasto nanciero asociado (intereses) mantiene una relacin de causalidad no slo efectiva, sino directa, con la generacin de rentas gravadas, toda vez que no slo resulta razonable y lgica la toma del nanciamiento para un n productivo, sino que es normal, habitual e incluso necesario, atendiendo a las condiciones particulares del negocio del contribuyente, por lo que la conexin gasto-renta es evidente e inmediata. Pensemos ahora en un supuesto de causalidad efectiva mediata, como es el caso de un gasto de publicidad indirecta incurrido por una empresa para beneciar la adquisicin de productos de un tercero que es un distribuidor autorizado de los bienes que ella manufactura. En este supuesto la causalidad ser efectiva, siempre que se produzcan ingresos en el productor, como efecto de la adquisicin de los mismos por parte de su distribuidor. En principio, podra decirse que el gasto es en realidad una liberalidad, pues benecia a un tercero, debiendo ser ste, y no otro, quien debe solventar la contratacin de publicidad para su negocio, por lo que no habra una causalidad del gasto incurrido por el proveedor respecto de su propia actividad gravada. Sin embargo, sucede que, al ser un distribuidor autorizado y, consecuentemente, un canal de venta a consumidores nales, la publicidad en su favor tiene una repercusin indirecta en su negocio, toda vez que, mientras ms venda su distribuidor, ms productos requerir ste de l y, por tanto, ms ventas tendr el proveedor, por lo que el gasto resultar razonable (aunque no sea normal, necesario o habitual) bajo las condiciones particulares del negocio, siendo mediatamente causal. En un caso similar (aunque inverso), el Tribunal Fiscal ha dispuesto en la Resolucin N 02324-5-2003 del 30.04.2003, con relacin a la deduccin de gastos de publicidad que realiz una empresa domiciliada para promocionar la marca de una no domiciliada no vinculada, que si bien en principio se trata de un gasto de publicidad a favor de un tercero, con dicho gasto el contribuyente est asegurndose que los productos que distribuye (que son de la marca del no domiciliado) se vendan a los consumidores nales para, de esta manera aumentar sus propias transacciones, por lo que el Colegiado consider que la causalidad del gasto por concepto de avisos publicitarios se encontraba acreditada al vincularse con la generacin de rentas gravadas. Ahora bien, veamos ejemplos de vinculacin directa e indirecta cuando la causalidad es potencial. Planteemos el supuesto en el cual una empresa cuyo negocio es la produccin de cervezas, incurre en gastos para la investigacin y desarrollo de una nueva frmula para una cerveza que sea apta para diabticos, siendo que al nal de un periodo prudencial decide no llevar a cabo la produccin del mismo, puesto que su mercado es uno bastante restringido y se proyecta que no va a generar ganancias apropiadas. Dichos gastos, dado que no son recuperables va depreciacin por cuanto no son activables como costo de un intangible, toda vez que se tratara de uno autogenerado, deben ser deducidos como gasto por afectar los resultados de la compaa. Si bien, la inversin realizada no va a producir de ninguna forma rentas gravadas o un benecio exteriorizable, puesto que no se implementar en la actividad productiva los gastos fueron destinados a un n productor de rentas, pues fue esa la nalidad explcita e indubitable de la empresa al investigar sobre un nuevo producto que pretenda introducir al mercado, siendo, por tanto, la causalidad una de tipo potencial; pero, adems, dicho gasto tiene un grado de vinculacin directo, pues resulta normal, usual y habitual, adems de razonable, que una empresa del sector cervecero invierta en la mejora y creacin de nuevos productos que pueda ofrecer a sus consumidores. En cambio, consideremos ahora un supuesto de relacin causal potencial e indirecta, donde se incurra en un gasto por la contratacin de los servicios de un psiclogo para el tratamiento del gerente nanciero de una empresa, que fue secuestrado poco tiempo atrs. La funcin del gerente nanciero, segn las peculiares condiciones de la empresa puede ser vital. As, la directiva ha decidido optar por contratar un psiclogo para que su gerente nanciero pueda continuar con su trabajo, antes que contratar uno nuevo, dada la experiencia y conocimiento previo de la situacin de la rma. Sin embargo, la empresa de todas formas no genera los sucientes ingresos como para generar renta gravada. En este supuesto, la causalidad es potencial, pues aunque no se hayan generado rentas gravadas en forma efectiva sino, ms bien, prdidas, la destinacin del gasto fue claramente generarlas. Surge, sin embargo, la duda en cuanto a la causalidad misma, pues con toda seguridad no hay una vinculacin directa entre el gasto y la actividad gravada, siendo bastante subjetivo delimitar lo que es una relacin indirecta y lo que es ya una liberalidad. As, podra sostenerse que el gasto en la contratacin del psiclogo era a favor de un tercero y no beneciaba a la empresa, siendo, en todo caso, de cargo del paciente, esto es, del gerente nanciero. Sin embargo, consideramos que no estamos ante una liberalidad, sino ante una relacin de causalidad indirecta, pues a pesar de que el gasto no es normal, usual, habitual o necesario, resulta totalmente razonable, toda vez que es lgico suponer que las condiciones profesionales del gerente nanciero y la situacin de la empresa hicieran que sta requiriese de l, y no de otro gerente, para sacarla de la delicada coyuntura econmica en que se encontraba, an cuando no se lograse dicho propsito. Una situacin similar ha sido dilucidada por el Tribunal Fiscal en la Resolucin N 1092-2-2008 del 29.01.2008, la que permite la deduccin de los gastos incurridos en la contratacin de los servicios de un psiclogo a favor de los directivos de una empresa con el n de mejorar el rendimiento del negocio, debido a que el Tribunal los consider relacionados y destinados al mejor desenvolvimiento de la citada empresa, lo que demostraba la causalidad del gasto. As visto, la causalidad efectiva directa supone una relacin, vnculo o conexin que es evidentemente inmediata, fronteriza, seguidamente posterior, prxima y adyacente; ocurriendo el efecto a continuacin de la ocurrencia de la causa. En cambio, la causalidad efectiva indirecta implica una relacin que es mediata, subsiguiente, cercana pero no contigua; ocurriendo el efecto en forma necesaria, pero no en forma seguida o posterior, sino que la relacin de causalidad que lo vincula es, per se, ms amplia. De otro lado, la causalidad potencial directa se encamina, en forma inequvoca, derecha y rectamente hacia la produccin de su efecto, siendo que puede armarse que esta nalidad tiene una conexin sin puntos intermedios ni dilaciones con relacin al efecto deseado. Es decir, se realiz el gasto con la nalidad principal, primigenia y directa de obtener tal resultado y no otro. En cambio, la causalidad potencial indirecta es aquella que implica la realizacin de un hecho cuya nalidad no aparenta ir rectamente hacia la produccin de su efecto, aunque se encamine a l y lo haga posible o probable de producirse, pudiendo armarse que entre tal causa y su efecto pareciese existir efectos intermedios o colaterales, incluso cuando realmente no los haya. Queda en manos del gestor tributario (asesor, abogado, contador, etc.) mensurar el grado de vinculacin del gasto de la empresa y determinar si el mismo debe ser deducido, por ser indirectamente causal, o autoreparado, por ser no ser scalmente deducible.
F3
renta no pueda ser guiada, qu duda cabe, por una postura mecnica y estricta de causalidad, sino que es necesario tomar en cuenta un criterio analtico y amplio para determinar si el vnculo causal del gasto indirectamente vinculado con la actividad gravada es razonable, proporcional y lgicamente suciente para activar al regla matriz de deducibilidad, siempre en orden a las condiciones particulares del contribuyente, sin que ello implique dejar de lado la acreditacin de la fehaciencia probatoria, con el n de no generar contingencias scales por efecto de un eventual reparo por parte de la autoridad tributaria. En ese sentido, una gestin scal empresarial eciente implicar producir, con la debida anticipacin a cualquier eventual scalizacin o vericacin tributaria, los medios sustentatorios que demuestren con fehaciencia y suciencia probatoria, no slo la ocurrencia y realidad del gasto indirecto, sino, adems, la razonabilidad del mismo, con el objeto de crear certeza de su destinacin en benecio de la actividad gravada.
NOTAS (*) Asociado de Asesora y Planeamiento Tributario del Estudio Grellaud y Luque Abogados. Contacto: [email protected] (1) Brown v. US, 12 U.S. 110 (1814). (2) McCulloch v. Maryland, 17 U.S. 4 Wheat. 316 (1819). (3) Welch v. Helvering, 290 U.S. 111 (1933). (4) Commissioner v. Tellier, 383 U.S. 687 (1966). (5) Deputy v. DuPont, 308 U.S. 488, 495 (1940). (6) Commissioner v. Heininger, 320 U.S. 467 (1943). (7) Vd. BRIGHENTI, William. The Meaning of Ordinary and Necessary Expenses: No Ordinary Matter But absolutely Necessary (25-09-2009), pg. 1. URL: http://www.cpa-connecticut.com/ordinary-and-necessary.html. Las traducciones son nuestras. Tambin puede verse, FERNNDEZ ORIGGI, Italo. Qu es deducible a efectos del impuesto a la renta?, aplicacin del principio de causalidad para la deduccin de gastos con efectos scales. En: Revista Actualidad Jurdica, Tomo 104, Gaceta Jurdica, Julio, Lima, 2002, pg. 42-44. (8) En esa lgica, no slo sern deducibles los conceptos que, al momento de realizarse, posean una utilidad real, sino tambin potencial, para obtener renta gravada, tal como se puede colegir del anlisis de las Resoluciones del Tribunal Fiscal Ns 710-2-1999 del 25.08.1999, 814-2-1998 del 14.10.1998, 1275-2-2004 del 05.03.2004 y 4807-1-2006 del 05.092006. (9) Con relacin al principio de causalidad, el Tribunal Fiscal en las Resoluciones Nos. 9013-3-2007 del 25 de setiembre de 2007 y 16591 -3-2010 del 17 de diciembre de 2010, ha indicado que () para ser determinado debern aplicarse criterios adicionales como que los gastos sean normales de acuerdo al giro del negocio o que estos mantengan cierta proporcin con el volumen de las operaciones, entre otros. Contina el colegiado, sealando que la causalidad no slo implica una relacin directa, sino tambin indirecta con la actividad gravada, () debiendo analizarse en este ltimo caso los gastos conforme con los principios de razonabilidad y proporcionalidad. Asimismo, en las Resoluciones Nos. 1828-2-2009 del 26 de febrero de 2009, 1003-4-2008 del 25 de enero de 2008 y 2470-10-2011 del 16 de febrero de 2011, entre otras, el colegiado seal que la causalidad () debe analizarse en cada caso en particular, considerando los criterios de razonabilidad y proporcionalidad, la naturaleza de las operaciones realizadas por cada contribuyente, el volumen de estas, etc., pues puede suceder que la adquisicin de un mismo bien o servicio para una empresa constituya un gasto deducible mientras que para otra no. En forma similar, en las Resoluciones Nos. 03964-1-2006 del 21 de julio de 2006, 0256-31999 del 23 de abril de 1999, 753-3-1999 del 27 de setiembre de 1999 y 3104-4-2010 del 23 de marzo de 2010, se ha indicado que a n de determinar la relacin de causalidad debe meritarse, adems de los criterios mencionados, el modus operandi de la empresa. (10) Vase las RTFs N 04757-2-2005 del 27.07.2005, 07525-2-2005 del 13.12.2005, 03540-4-2007 del 18.04.2007, 12596-3-2009 del 24.11.2009, 3104-4-2010 del 23.03.2010, 03320-4-2010 del 26.03.2010, 10577-8-2010 del 14.09.2010, 10813-3-2010 del 16.09.2010, 2147-52010 del 26.02.2010, 16592-3-2010 del 17.12.2010 y 03976-8-2011 del 11.03.2011, entre otras. (11) A diferencia de estos gastos, los directamente vinculados con la actividad gravada son evidentemente causales y deducibles bajo el anlisis normal del giro del negocio, por lo que no hay mayor esfuerzo racional que el reconocimiento de lo que es usual, habitual, normal o necesario para el mismo.
F4