Gómez Acebo, I. Dios en La Teol. Feminista. Estado de La Cuestión
Gómez Acebo, I. Dios en La Teol. Feminista. Estado de La Cuestión
Gómez Acebo, I. Dios en La Teol. Feminista. Estado de La Cuestión
Tras poco ms de cuarenta aos aos de reflexin teolgica feminista empieza a haber un matenal suficiente para el anlisis que permita
extraer alguna de las pautas por las que discurre su pensamiento Ni se
puede, ni creo se debe, pretender alcanzar grandes denominadores comunes, ya que las coordenadas espacio-temporales de las autoras son,
en muchos casos, diametralmente opuestas, una diferencia que condiciona su manera de pensar Pero dicho esto, s creo que hay una msica de fondo comn que abandona categoras de la reflexin tradicional
para embarcarse en nuevas rutas Unas demostrarn su vala, mientras
que otras se quedarn en simples pistas que una vez pateadas se demuestre no llevaban a ninguna parte Todava es pronto para conocer la
reflexin que perdurar
LOS PRECURSORES
No existe ningn tipo de pensamiento que suqa de la nada, pues todos los seres humanos somos hijos del momento histnco en el que vivimos y la teologa feminista no es una excepcin La reflexin de las
Universidad Pontificia Comillas
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ESTUDIOS ECLESISTICOS
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mujeres est condicionada por las corrientes filosficas, las circunstancias mundiales y la reflexin teolgica general. Son distintas corrientes
que han llegado a un mismo ro agrandando el caudal de sus aguas.
De aqu que me parezca obligado hacer una pequea introduccin
que nos permita encontrar la fuente de muchas de las ideas que han
proyectado las mujeres sobre Dios. Creo que es debido, reconocer el primer lugar al movimiento feminista que ha luchado a partir del siglo xix
por devolver a las mujeres los derechos que se le haban negado. Muchas de esas negativas se sustentaban en un presunto orden natural
creado y querido por Dios, indudablemente ese Dios era un dolo falso
cuya imagen haba que destruir. No nos puede extraar que una buena
parte de la reflexin inicial se haya dedicado a derribar esa imagen idoltrica del Creador.
Las primeras sufragistas defendan la existencia de un Dios liberador
de los oprimidos llevando en una mano la Biblia y en la otra el cdigo de
derecho civil. La existencia de la esclavitud y la subordinacin de las mujeres eran dos realidades que precisaban ser cambiadas, un cambio que
se anclaba en la imagen del Dios que predic Jesucristo '. Elizabeth Cady
Stanton lider un grupo de estas mujeres pioneras que publicaron, en
1895, The Women's Bible2, un comentario bblico que pretenda desmontar el estatus secundario femenino que se deca anclado en la Sagrada
Escritura. Ningn credo cristiano se mostr partidario de las primeras
feministas, pues consideraban que sus reivindicaciones supondran el fin
de la civilizacin cristiana. Hasta Pablo VI, y muy tmidamente, no se ha
mostrado la Iglesia Catlica favorable a algunas de sus demandas, entre
ellas, las ideas sobre Dios y la necesidad de que aparezca en la reflexin
teolgica cristiana el punto de vista de las mujeres.
La fuerza de los grandes nmeros no se alcanza hasta el fin de la
II Guerra Mundial, cuando las mujeres que haban suplido en el traba1
La vida de una de estas mujeres, Elizabeth Cady Stanton, parece una novela.
Consigui que la admitieran en una universidad en 1834, pues comprenda la necesidad de una buena educacin. En su viaje de bodas en Inglaterra acudi a la Convencin contra la Esclavitud, escondindose tras una cortina ante la negativa de los
varones a admitir mujeres. Feminista convencida, consigui que su capilla metodista incluyera una resolucin inspirada en la Declaracin de Independencia Americana que deca: La mujer es igual al varn, fue intencin del Creador que as fuera y
para mayor bien de la raza es imprescindible que sea reconocida como tal. Su libro,
The Women's Bible, no tena otra intencin que conseguirlo. Una buena biografa suya en E. GRIFFITH, In her own rigth, Oxford 1984.
2
Hay una edicin moderna de su obra, The women's Bible, Polygon, Edimburgo 1985.
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jo a los varones que marcharon al frente se negaron a regresar a sus casas. Un momento que coincide con que muchas confesiones protestantes empiezan a ordenar mujeres y algunas ctedras de teologa en el
mundo anglosajn las ganan mujeres. Con todo, el comienzo de la reflexin a nivel y conciencia de grupo todava no se da hasta finales de
los sesenta o principios de los setenta.
Es un momento en el que los grandes paradigmas del mundo moderno que tenan las esperanzas puestas en un continuo progreso se desvanecen y surge la New Age, el posmodernismo, que intenta un camino
nuevo que ofrezca respuestas en cuya reflexin entren todos los pases
y culturas. Un mundo que se presenta receloso de las verdades absolutas y que est a la bsqueda de algo que desconoce. Un problema que
no es ajeno a la reflexin sobre Dios, ya que cuestiona muchos de los
planteamientos tradicionales. Hay caldo de cultivo para una hermenutica de la sospecha y para una nueva oferta de imgenes y valores para
Dios.
Era difcil seguir hablando de un Dios impasible e insensible a nuestros Huertos de los Olivos tras los horrores de la II Guerra Mundial. El
pensamiento teolgico tuvo que revisar sus ideas y la obra de Jrgen
Moltmann, El Dios crucificado, se convirti en un clsico. Su visin de
Dios le haca participar de los gozos y las sombras del mundo que haba
creado3. Un camino que las mujeres encontraron afn con sus experiencias maternales y en el que profundizaron.
Los nuevos telogos de esta tendencia abogan por un pensamiento
que tenga en cuenta la praxis social y que condene una teologa burguesa que no incluye otros lugares del planeta menos favorecidos. Una
consecuencia lgica de estos planteamientos fue el nacimiento de la teologa de la liberacin y sus presupuestos sobre un Dios que toma la faz
de un ser preocupado por el bienestar y la liberacin de los menos favorecidos, entre los que se encuentran en primersimo lugar las mujeres
del Tercer Mundo.
Puede sorprender que la teologa feminista tardara un cierto tiempo
en entrar en este tipo de reflexin, lo que se comprende si se tiene en
cuenta que las primeras telogas son blancas y burguesas, por lo que no
se consideraban capacitadas para hablar de lo que no conocan por pro3
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pia experiencia. Es la segunda oleada de telogas la que desde los pases del Tercer Mundo reflexiona sobre Dios desde los parmetros liberadores de la teologa de la liberacin.
Mucho menos conocida es la influencia sobre la teologa feminista de
los telogos procesuales. Durante dos mil aos la teologa se ha sustentado sobre la filosofa griega, un pensamiento que atribua a la categora
de sustancia, primaca sobre todas las otras. La sustancia suprema era
aquella que no necesitaba de nada ni de nadie para existir. De aqu, que
Dios tuviera que ser definido como trascendente e inmutable. La fsica
moderna ha cambiado este paradigma colocando el mundo de las relaciones, antes consideradas secundarias y accidentales, como esenciales
para la existencia de todo ser.
Desde este enfoque el cambio ya no es una aberracin en Dios, sino
bien al contrario. El sufrimiento y la inmanencia divina son dos categoras que entran en la reflexin divina por la puerta grande, pues son
las que le permiten relacionarse con el mundo creado. Aunque gran parte de la teologa moderna parte del concepto relacional, son la teologa
procesal y la feminista las que lo han llevado hasta sus ltimas consecuencias. Le debemos a Alfred North Whitehead la afirmacin de que la
realidad es un suceso, un evento y no una sustancia. Todo ser integra su
pasado con las nuevas relaciones que va teniendo y se proyecta hacia el
futuro. Nada es estable, todo cambia, todo est en continua relacin. La
existencia se convierte en un ir siendo, mientras que un mundo relacional es un mundo interdependiente en el que todos los seres influyen los
unos en los otros 4 .
Qu impacto ha tenido este pensamiento sobre Dios? Es claro que
si toda existencia es relacional, Dios no escapa a la norma. Y no slo a
nivel intratrinitario, sino que Dios siente al mundo, participa en sus
movimientos, lo integra dentro de su ser transformndolo y redimindolo continuamente. La creacin continua de la teologa tradicional se
entiende desde este movimiento interrelacional continuo.
Hay, por ltimo, que hacer referencia a toda una serie de teologas
sectoriales que se han ido incorporando progresivamente con sus caractersticas propias. Las voces de los pases del Tercer Mundo que junto
a la reflexin hecha por varones aporta la de las mujeres. La teologa
4
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Pasada la crtica era necesario dar un paso ms que permitiera la elaboracin de la figura divina bajo la perspectiva femenina. Cmo es el Dios
que describen las mujeres? En este empeo se han abierto varios caminos.
Beacon Press, Boston 1973. Otras obras suyas son: The church and the second
sex, Harper and Row, Nueva York 1968; Gyn/ecology: the metaethics of radicalfeminism, Beacon Press, Boston 1978; Pare lust: elementalfeminist philosophy, Beacon
Press, Boston 1984.
12
La traduccin espaola de esta obra de Simone de Beauvoir: El segundo sexo:
los hechos y los mitos, vol. I, Ctedra, Madrid 1998, y El segundo sexo: la experiencia
vivida, vol. II, Ctedra, Madrid 1998.
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las diosas primitivas, lo que se aleja posiblemente de lo que fue la realidad. Olvidan la crueldad y la beligerancia de muchos de sus relatos. Con
todo, les debemos bastantes intuiciones, con lo que hay que reflexionar
sobre sus aportaciones.
Fuera de la religin de la diosa, pero compartiendo muchas de sus
premisas, est la nueva ola del feminismo laico de la diferencia que considera que las mujeres somos mejores que los varones: ms compasivas,
ms tiernas, ms cercanas... Todas estas cualidades se le aplican al Dios
mujer en detrimento del Dios varn, lo que supone caer en las mismas
crticas que se le han achacado a la teologa tradicional.
3. El ltimo grupo es aquel que intenta reflexionar dentro del cristianismo. Estn a la bsqueda de una imagen de Dios que sirva por
igual a los intereses de los varones, como a los de las mujeres. A ellas dedicaremos la mayor parte de este estudio.
THEALOGY, TEOLOGA DE LA DIOSA
El trmino tiene una doble acepcin, pues se aplica indistintamente
a la reflexin sobre las diosas o a las referencias a Dios cuando se le
nombra en femenino. La palabra fue creada por una teloga juda canadiense, Naomi Goldenberg,3, con la intencin de crear conciencia sobre el androcentrismo de la teologa.
Una de las obras ms antiguas, de 1976, corresponde a Merlin Stone
con un libro Cuando Dios era mujer, una obra que obtuvo mucha difusin traducindose a numerosas lenguas. Su autora tiene el mrito de
marcar una lnea que han seguido muchas telogas posteriormente14.
Quiero hacer mencin especial de un libro, In the wake of the Goddesses,
de Tikva Frymer Kensky15, pues mientras que Merlin Stone, catedrtica
de arte antiguo, investiga las estelas, tumbas, templos y en general restos arqueolgicos, Tikva F. Kensky, como sumeriloga, asiriloga y biblista, ofrece la comparacin de los grandes mitos y temas del mundo
cercano a Israel con las pginas de la Sagrada Escritura.
n
The return of the Goddess: Psychoanalytic reflections on the shift from theology
to theology: Studies in religion/Sciences religieuses 16 (1987) 37-52.
14
Entre otras, CAROL CHRIST, Laugther of Aphrodite. Reflections on a journey to
the Goddess, Harper & Row, San Francisco 1987, y C. CARN, To make and make
again. Feminist ritual theology, Crossroad, Nueva York 1993.
15
In the wake of the Goddesses: women, culture and the Biblical transformation
of pagan myth, Free Press, Nueva York 1992.
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Estas mujeres buscan los motivos por los que las diosas fueron siendo relegadas de los panteones y sus funciones asumidas por dioses varones. Un relevo fcil en el caso de facetas guerreras o sabias, pero no
tanto en el caso de la fertilidad, unida desde tiempo inmemorial al mundo de las diosas madres 16. El caso israelita es muy claro, pues con el
aadido del monotesmo, Yahveh acab asumiendo todas las funciones
de los dioses, tanto si fueran varones como mujeres.
Pero a la teologa feminista le debemos el encuentro de algo que era
obvio. El proceso purificador del monotesmo israelita llev su tiempo
y posiblemente Yahveh comparti su vida con una compaera, la diosa
Asherah. Fueron los sacerdotes de Israel los que a la vuelta del exilio
acabaron con su culto declarndolo incompatible con el monotesmo
judo. El libro de Tilde Bingen,7, Asherah, Goddesses in Ugart, Israel and
the Old Testament estudia las funciones de la diosa en el mundo israelita, funciones que una vez eliminada tuvo que asumir su esposo Yahveh.
El rastreo de todas las imgenes y simbolismos femeninos para Dios
en la Sagrada Escritura se ha llevado a cabo por varias mujeres. No son
referencias numerosas, pero existen lo que ya es un triunfo en un mundo tan androcntrico. Posiblemente una de las pioneros en adentrarse
en este campo haya sido Virginia Ramey Mollenkott con su obra, The divina fminine. The biblical imagery of God as female,s. Su obra sirvi para encontrar las referencias, lo que permiti que otras autoras hicieran
posteriormente una reflexin ms profunda.
Dado que slo el mundo de la maternidad no ha podido ser absorbido por los dioses varones cobra especial relevancia. Se analizan todos
los textos que hablan de la maternidad de Dios, destacando la concepcin de la divinidad como un inmenso tero del que emana todo lo creado. Toda una intuicin que entronca con el arquetipo de la madre, prima la inmanencia divina y encuentra su presencia en el interior de la
tierra y no en el alejado cielo.
La obra de Rosemary Radford Ruether, Gaia and God. An ecofeminis theology of earth healing19, sigue estos pasos llegando a medio identificar al mundo con Dios mismo. Es un pensamiento que nos permite recuperar el sentido sagrado del mundo, ver a Dios reflejado en sus
16
Para los aspectos psicolgicos de estas diosas, ERICH NEUMANN, The Great
Mother, Princeton University Press, Princeton 1974.
17
El libro est editado por Sheffield Press, Sheffield 1997.
18
Crossroad, Nueva York 1989.
19
Harper & Collins, San Francisco 1992. La obra de SALLY MCFAGUE, The body of
God. An ecological theology, Fortress Press, Minneapolis 1993, sigue la misma lnea.
116
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Es muy curioso el hecho que en la espiritualidad medieval un salvador varn que es Jess adopta todas estas metforas femeninas de alimento y de cobijo. La eucarista se convierte en el alimento por antonomasia, mientras que la herida que la lanza hizo en su costado es el
camino para resguardarse en su interior. Jesucristo, imagen perfecta del
Padre, asume para estos msticos las metforas femeninas23. Una espiritualidad que cuando fue descubierta hace relativamente poco hizo
temblar a muchos telogos24.
A imitacin de la madre siguen todos los pasos subsiguientes: el Dios
que sufre por y con sus hijos, el Dios ms fiel que cualquier madre. Incluso se altera la visin del pecado, pues aquel que slo daa al que
lo comete se considera como una travesura del hijo que Dios pasa por
alto. No tiene la misma importancia que los actos que daan a las personas con las que se convive, pues stos generan la ira de Dios al ver el
sufrimiento de sus hijos. Incluso le indigna la pasividad, un rol muy femenino que implica no salir en defensa de las personas injustamente
tratadas. Precisamente un artculo de Valerie Saiving, The human situation: a feminine view, del ao 1960, fue el primer aldabonazo de la teologa feminista, una voz que alertaba sobre una concepcin de pecado y
su respectiva visin de Dios que no se corresponda con el punto de vista de las mujeres25.
Un ltimo captulo sobre todas las analogas de Dios en su faceta materna ha supuesto la bsqueda en la Sagrada Escritura de los versculos
que hicieran mencin a estas labores. Una reflexin olvidada y que hoy
es capaz de alimentar la espiritualidad de varones y mujeres por igual26.
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cendencia en ingls, una lengua que no obliga a dar gnero a los adjetivos que acompaan al sustantivo.
Una historiadora de los primeros siglos cristianos, Mary Rose D'Angelo, ha publicado unos interesantes artculos en los que analiza la palabra Padre que le aplica el NT a Dios30. Con sus argumentos refuta las
tesis de Joachim Jeremas31, pues la autora llega a la conclusin que fue
la primera comunidad y no el propio Jess quien desarroll el vocablo
Abba para hablar de Dios. La autora cree que detrs de su uso est la
motivacin de dejar bien claro que el Padre del cristiano no es el emperador, ni Zeus, sino su Dios. Incluso va ms all cuando afirma que el
vocablo padre es evitado por Jess para no confundir a sus oyentes que
pueden entenderlo en un contexto patriarcal. La idea de Dios que tiene
Jess se encuentra en el relato del hijo prdigo, una imagen ms cercana a la de la madre que permanece trabajando en el hogar y que encarna sus virtudes, pues abraza y no pide cuentas del pasado. Lo que no
nos debe sorprender, pues hay otras imgenes para Dios y el Reino en
el NT que tambin utilizan metforas del mundo femenino. Este sera el
caso de la mujer que amasa la harina o la que pierde la moneda y barre
sin parar la casa hasta encontrarla.
Por ltimo, quiero hacer mencin del versculo del Gnesis que habla de una imagen de Dios en el gnero humano comn a los dos sexos.
La mujer es imagen de Dios como el varn, aunque a lo largo de los siglos se nos hayan recortado las alas. Que vuelvan a crecer desmontando los argumentos en contra ha sido una labor meritoria que han seguido varias mujeres32.
Una de ellas es KARI ELISABETH BORRESEN (ed.), The image of God. Gender mo-
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El libro de SALLY MCFAGUE, Modelos de Dios. Teologa para ima era ecolgica y
nuclear, Santander 1994, explora estos modelos. En la misma lnea, TRINIDAD LEN, El
Dios relacional. El encuentro y la elusividad de un Dios comunicativo, p. 161-240, en
ISABEL GMEZ ACEBO (ed.), As vemos a Dios, Descle, Bilbao 2001.
3S
Una de las ms representativas es MARY HUNT, Fierce tenderness. A feminist
theology of friendship, Crossroad, Nueva York 1991. Tambin . JAY - J. GLASGOW, Les
bian texts and contexts: radical revisions, Nueva York University Press, Nueva York
1990.
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vida de Jess y no su cruz. Su muerte fue poltica y no religiosa, lo mataron los hombres con la tristeza de Dios. Curiosamente estas ideas fueron contestadas de inmediato por muchos telogos, una discusin que
permanece abierta hoy.
Para otras mujeres la cruz es una fuerza que les mueve a actuar. Incluso hay quien ve el poder de Dios no en la posibilidad de ser todopoderoso, sino en su capacidad infinita de compasin. Todo el ser de Dios
se hace siervo de la compasin, del cuidado y del desvelo por el mundo 39. Es esa compasin la que le impulsa a la justicia sin buscar el castigo del culpable, sino la forma de acrecentar la vida del que est roto
por el dolor o el sufrimiento. Las mujeres no conciben la idea de un Dios
todopoderoso que deje morir de hambre a los suyos. Prefieren renunciar a ideas sobre el poder, del que tradicionalmente hemos estado apartadas, para apostar por la compasin y el amor.
Es por esto que muchas mujeres aboguen por la utilizacin de nuevas metforas para hablar de Dios que no pongan el acento en su fuerza. Junto a roca, guila, fortaleza, bastin, rey... sugieren que se hable
de Dios como roco, nube, tienda, camino, agua. Con ellas nos acercamos a la vulnerabilidad de Dios, al riesgo que sumi de fracaso y de
abandono. Un riesgo que sabemos se convirti en realidad cuando
muchas personas niegan conocerle, incluso niegan su existencia. Estoy a la puerta y llamo es la lgica del a m o r que no obliga. El poder
de Dios consiste en darnos la libertad de abrir esa puerta que lleva a
la plenitud.
Hay recelo ante la nocin de sacrificio por la imagen de Dios que
puede proyectar. Slo se comprende una negacin del yo en la medida
que sirva para el avance espiritual del que lo hace o el bien del que lo recibe. La negacin per se ni tiene valor ni debe ser el centro de la idea del
sacrificio 40 .
Dentro de las teologas sectoriales el acento se coloca en aspectos diversos. La womanista, fruto de las mujeres norteamericanas de raza negra o la mujerista pensada por las mujeres de Amrica del sur ponen el
centro de su pensamiento sobre Dios en sus facultades liberadoras. Es
un Dios que les sale al paso en el desierto, en la soledad, en el dolor y
que tras el encuentro recobran las fuerzas para volver a la ciudad y a la
lucha por una sociedad que intente erradicar el sufrimiento. Dios libera
,9
As se expresa WENDY FARLEY, Tragic vision and divine compassion. A contemporary theodicy, Westminster John Knox Press, Louisville 1990.
40
NANCY JAY, Throughout your generations forever: sacrifce, religion and paternity,
Chicago University Press, Chicago 1992.
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y transforma la vida de las mujeres pobres de la misma manera que actu con su madre 41 .
Tratan de evitar el ttulo de Seor para Dios, ya que lo consideran insultante para sus comunidades, pues era el vocablo que utilizaban los esclavos para llamar a sus amos. La nocin de siervo, que es la otra cara de
la moneda, tambin necesita de explicacin para evitar contusiones42.
Muchas de estas ideas deben ir sedimentndose y tomando cuerpo,
pues no podemos olvidar la juventud de esta teologa. Unas fructificarn y otras se abandonarn, pero todas en alguna medida habrn contribuido a una visin nueva del Dios cristiano en la que por primera vez
en dos mil aos las mujeres han aportado su voz.
LAS DETRACTORAS
Que una lnea de pensamiento tenga detractores es una buena seal,
pues significa que se tiene en consideracin. En principio tanto los sectores tradicionales como los liberales son conscientes de que muchas
cosas tienen que cambiar en la Iglesia con respecto a las mujeres, tanto
a nivel organizativo como de pensamiento. Las imgenes de Dios como
madre han tenido xito en cuanto que contentaban a los dos bandos.
A los ms conservadores, puesto que apuntalaba la figura de la mujer
madre, de la mujer en casa al cuidado del marido y los hijos. A los ms
progresistas, pues lo vean como un paso en buena direccin que exigira, con el tiempo, dar muchos ms.
Las crticas han venido de varios lados. Hay personas que no consideran lcito introducir palabras nuevas para hablar de Dios si stas no
estn en la Biblia. Si adems son femeninas la negativa se acrecienta,
pues consideran que oscurecen la knosis divina, el gran salto del poder
a la fragilidad humana. En un Dios caracterizado en femenino no hubiramos sido capaces de ver poder, por tanto, tampoco vaciamiento43.
Pero lo que ms recelo produce es hablar de un Dios inmanente. Hay
miedo de volver a la diosa Gaya y a las Grandes Diosas Madres, un concepto del que separ el pueblo de Israel, pues en sus relatos creaciona41
ELSA TAMEZ, Las mujeres toman la palabra, DEL, San Jos de Costa Rica 1989.
La obra de DELORES WILLIAMS, Sisters in the wilderness. Tte challenge of feminist God talk, Orbis Books, Nueva York 1993, es muy representativa de estas ideas.
41
Es un buen resumen de las crticas a la teologa feminista y a sus imgenes
sobre Dios el libro de AL VIN KIMMEL (ed.), Speaking the christian God. The Holy Trinity
and the challenge of feminism, Grand Rapids 1992.
42
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les quiso enfatizar la trascendencia divina. Se habla de retroceso en esta forma de pensar e imaginar a Dios, pues se considera que el Dios matriz es la vuelta a concepciones menos personales y ms arcaicas44. Para m, en la medida que la materia ha perdido su carcter negativo, nada
hay de malo que Dios le infunda vida desde dentro. Pienso, a su vez, que
la consideracin de que un Dios matriz es menos personal es hija de la
vieja teora que nos concibe a las mujeres como tero y pechos, pero sin
cabeza. Ser el tiempo quien determine si nuestra oferta es vlida y enriquece nuestras imgenes de Dios. De momento cada persona decidir
por s misma.
44