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Lima, Per
UNIVERSIDAD DE HAIFA
Israel
Proyecto TA-MOU-C12-006
Programa US - Israel AID/CDR
CONSERVACIN
Y ABANDONO
DE ANDENES
Editores:
Carlos A. Llerena, Moshe Inbar, Mara A. Benavides
Lima, 2004
1
Los autores
Cartula: Aerofotografa SAN del 11 de mayo de 1963, ampliada. Proyecto AF 60-17. Cuenca media del ro
Santa Eulalia, provincia de Huarochir, departamento de Lima. Derecha: Comunidad Campesina de San Juan
de Iris, izquierda Comunidad Campesina de Laraos.
2
Fe de erratas
Pgina 14 (Introduccin):
En la sexta lnea de su cuarto prrafo dice:
Estamos asimismo, los ilustres profesionales
Debe decir:
Estamos asimismo agradecidos a los ilustres profesionales
Pgina 211 (Bibliografa):
La duodcima referencia bibliogrfica de esta pgina dice:
. y A. LINREZ. 1986. Es el Per un pas agrario?. Centro de Investigacin
del Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp..
Debe decir:
SALAS, D. y A. LINARES. 1986. Es el Per un pas agrario? Centro de Investigacin del
Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp.
ndice
PRESENTACIN
PRLOGO
AUTORES
11
INTRODUCCIN
13
1. MEDIO FSICO
17
19
23
45
49
51
66
70
79
3. EXPERIENCIAS REGIONALES
93
95
98
107
111
117
123
125
132
141
149
154
158
166
179
Compiladores:
Elias Mujica, Manuel Aguirre-Morales, Moshe Inbar, Luisa Riveros y
Carlos A. Llerena
Presentacin
Prlogo
asta la fecha he conocido pocos temas con referencia a los Andes que permiten juntar en
forma coherente los pensamientos y resultados de la investigacin de un grupo diverso de
profesionales con formaciones diferentes. Uno de estos temas ha sido la gestin del agua.
El tema de los andenes parece ahora tambin tener una capacidad similar de articular ideas que
provienen tanto de las ciencias sociales como de la ingeniera. El presente libro, que ha sido
escrito con el aporte de varios autores, recibe el sugestivo nombre de Conservacin y Abandono
de Andenes. Este ttulo adelanta los conflictos existentes para la sobrevivencia de esta tcnica en
los Andes. En l se aprecia la capacidad de los editores para juntar los enfoques de muchas
disciplinas con el fin de comprender la compleja visn andina por medio del conocimiento que se
deriva de la historia de los andenes y su vinculacin con la cultura local, la economa, los cambios
de clima, las alteraciones sociales, el rol del estado y muchos factores ms. Todas estas facetas
son abordadas en los diferentes trabajos que componen el libro
No es la primera vez que se escribe en el Per sobre los andenes y, en general, sobre las tcnicas
utilizadas para subsistir en las zonas de alta pendiente de los Andes. Ello ciertamente es un signo
que los profesionales de las reas socio-econmicas y tcnicas mantienen la atencin en esta
vasta regin tan abandonada por nuestros gobiernos, sobre todo en el Per, donde las grandes
inversiones para mejorar la agricultura son hechas mayormente en la costa. Me acuerdo aun
cuando en 1974 se cre la primera subdireccin con el nombre de manejo de cuencas en el
Ministerio de Agricultura, un simple inventario demostraba que ms del 95% de los recursos de los
proyectos de inversin en agricultura se orientaba a las irrigaciones de la costa y menos del 5% a
la sierra a pesar de haberse probado que recuperar una hectrea de andenes era hasta 10 veces
mas rentable que irrigar una hectrea en los desiertos de la costa.
La visin de riego dominaba por sobre el resto de otras ideas, inclusive en la sierra. As, la
propuesta de formular un proyecto de asistencia tcnica a comunidades campesinas para realizar
tareas de manejo de cuencas, con componentes de riego, reforestacin y conservacin de suelos
(con recuperacin de andenes), si quera concretarse deba denominarse consecuentemente.
As se gener y se mantuvo el llamado Plan de Mejoramiento de Riego en la Sierra (Plan MERIS).
Solo luego de dos intentos siguientes se logr entre 1978 y 1979, elaborar y conseguir que se
aprobara el primer Proyecto Nacional de Manejo de Cuencas y Conservacin de Suelos que
inclua en sus actividades recursos para recuperar andenes. Este primer proyecto, que fue luego
programa, es actualmente el proyecto de apoyo a la zona alto andina de mayor sobrevivencia en el
Ministerio de Agricultura.
La lista de autores de este libro demuestra en forma indudable que el tema de conservacin de
suelos y de manejo de cuencas en el Per de hoy ha entrado ya en una etapa de reconocimiento
real por parte del estado, de las ONGs, de las universidades y sobre todo de los propios usuarios.
A pesar de ello, siempre estos esfuerzos pueden ser borrados de un da para el otro por razones
polticas, por rivalidades personales o por simple desconocimiento. Se debe celebrar que existan
profesionales que escriban sobre el tema de los andenes, elemento esencial de la presencia y
sobrevivencia del ser humano, de su cultura, de la biodiversidad y del paisaje transformado con
criterio y respeto al entorno de la frgil regin alto-andina.
9
El libro, por medio de los diferentes aportes de profesionales altamente calificados, varios de los
cuales tienen una vida entera entregada a estudiar las zonas andinas, nos llevan por los aspectos
histricos, econmicos, arqueolgicos, antropolgicos, sociolgicos, culturales, ambientales,
climatolgicos, geomorfolgicos, agronmicos, edafolgicos, hidrolgicos, forestales y tecnolgicos,
pertinentes a los habitantes de las zonas de pendientes y climas extremos, a su hbitat y a la tierra
que los sustenta. Cada aporte es un complemento del otro y en conjunto resultan en un agradable
paseo intelectual y prctico por las diferentes justificaciones y opciones que existen para seguir
con la aun incipiente tarea de recuperar, conservar y mejorar el uso de los andenes como medio de
produccin, de conservacin y de valorizacin de la tierra, utilizado desde hace miles de aos por
las culturas andinas y de zonas de montaa.
A veces al prologar un libro se estila recorrer brevemente cada aporte a fin de dar una idea al
lector de lo que puede encontrar en su lectura. Esta vez no lo hice as pensando que entre los
lectores deben estar tambin aquellos que formulan las polticas agrarias y econmicas que afectan
al futuro de los habitantes de la sierra del Per. Quisiera, por lo tanto, evitar la fase descriptiva y
sintetizadora de cada artculo y considerar que los nombres de los autores y los ttulos de sus
trabajos se explican por s solos. Dejo por lo tanto a ustedes la eleccin del camino a seguir para
leer los trabajos presentados y ordenados por los editores. Espero que los que accedan a esta obra
sean, como sus autores, de las ms variadas profesiones y, sobre todo, que los polticos que deciden
sobre el futuro de la agricultura y la cultura de los habitantes de la serrana tomen en cuenta lo que
aqu se consigna cuando deban tomar decisiones.
Axel Dourojeanni
10
Autores
Vctor Barrena
Laboratorio de Teledeteccin Aplicada y SIG, Departamento de Manejo Forestal, Facultad de
Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Lima, Per,
[email protected]
Mara A. Benavides
Sociedad Geogrfica de Lima, Per, [email protected]
Mario Cceres
Consultor, Ciencias del Suelo, Cajamarca, Per, [email protected]
Hildegardo Crdova
Centro de Investigacin en Geografa Aplicada (CIGA), Departamento de Humanidades, Pontificia
Universidad Catlica del Per, Lima, Per, [email protected]
Julio A. Costello
Departamento de Geografa, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca,
Argentina, [email protected]
Helena Cotler
Instituto Nacional de Ecologa, Mxico D.F., Mxico, [email protected]
Amanda De la Torre
Departamento de Manejo Forestal, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria
la Molina (UNALM), Lima, Per, [email protected]
Ral Dolorier
Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos
(PRONAMACHCS), Lima, Per, [email protected]
Carmen Felipe-Morales
Instituto de Promocin para la Gestin del Agua (IPROGA), Lima, Per, [email protected]
Jernimo Garca
Departamento de Fsica y Metereologa, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Agraria la
Molina (UNALM), Lima, Per, [email protected]
Carlos Garnica
Proyecto Tambopata-Inambari (PTI), Consorcio CESVI-ProNaturaleza, Puerto Maldonado, Per,
[email protected]
Efran Gonzales de Olarte
Facultad de Economa, Pontificia Universidad Catlica del Per (PUCP), Lima, Per,
[email protected]
11
Mnica Gutirrez
Departamento de Matemticas, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, Per, [email protected]
Moshe Inbar
Departamento de Geografa, Universidad de Haifa, Israel, [email protected]
Ann Kendall
Cusichaca Trust, Andahuaylas, Apurmac, Per. Institute of Archaeology, University College
London, UK, [email protected]
Carlos A. Llerena
Departamento de Manejo Forestal, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional
Agraria La Molina (UNALM), Lima, Per, [email protected]
Fedora Martnez
Museo Nacional de Arqueologa, Antropologa e Historia (MNAAH), Lima, Per,
[email protected]
Luis Masson
Naturaleza, Ciencia y Tecnologa Local (NCTL), Lima, Per, [email protected]
Medardo Molina
Consultor en Recursos Hdricos, San Jos, California, EE.UU., [email protected]
Elas Mujica
Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregin Andina (CONDESAN), Lima, Per,
[email protected]
Alcides Rosas
Municipalidad de La Encaada, Cajamarca, Per.
Dionisio Salas
Departamento de Mecanizacin Agrcola, Facultad de Ingeniera Agrcola, Universidad Nacional
Agraria la Molina (UNALM), Lima, Per, [email protected]
Sebastin Santayana
Departamento de Recursos de Agua y Tierra (DRAT), Facultad de Ingeniera Agrcola, Universidad
Nacional Agraria La Molina, Lima, Per, [email protected]
Luis Taboada
Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos
(PRONAMACHCS), Lima, Per, [email protected]
Mario E. Tapia
Consultor en Agricultura Andina, Lima, Per, [email protected]
Carolina Trivelli
Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Lima, Per, [email protected]
12
Introduccin
Los andenes en los Andes centrales: un desafo cientfico, social, econmico y poltico
para la presente generacin
Los suelos acumulados durante centenares de aos en andenes construidos en zonas de montaa, fueron la base para el florecimiento de ancestrales culturas de gran desarrollo en la cordillera
de los Andes y en otras partes del mundo, como en los Himalayas, en zonas montaosas del
Mediterrneo, en el cercano y el lejano Oriente y el sudeste de Asia. En todas estas reas y en
otras, encontramos desde los primeros perodos de la historia, evidencias de la construccin de
terrazas agrcolas que fueron la base de la subsistencia econmica de antiguas civilizaciones desde hace ms de cinco mil aos.
En el Per los andenes se construyeron en laderas con la mayor pendiente conocida en el
mundo y constituyeron una base econmica fundamental en el desarrollo de las culturas preincaica
e incaica, debido a sus siguientes tres funciones principales:
1. La hidrolgica, de conservar el agua aumentando su infiltracin y su capacidad de retencin
en el suelo, as como preservando su calidad.
2. La edfica y geomorfolgica, al reducir los ritmos de erosin y de transporte de sedimentos
hacia los cauces de quebradas y ros, manteniendo los suelos en donde estos son productivos por largos perodos de tiempo.
3. La prctica o de uso de la tierra, al producir un cambio en la pendiente del terreno que
permite adaptar sistemas agrcolas a zonas de montaa, con la consolidacin social necesaria para un mantenimiento constante del sistema de produccin local.
Sin embargo, los actuales procesos socioeconmicos y culturales afectan fuerte e inevitablemente el mantenimiento de los andenes, uno de los recursos naturales ms valiosos que el hombre
ha desarrollado. Al mismo tiempo, existen muy pocos estudios que analizan la relacin suelo-agua
y los procesos geomorfolgicos relacionados al uso, abuso y abandono de las terrazas agrcolas.
Menos publicaciones se conocen aun sobre las relaciones entre los procesos fsicos de la degradacin del suelo y su impacto socioeconmico en las comunidades agrcolas. La explicacin podra
estar en la dificultad de aislar los factores directos del abandono de andenes de otros de mayor
alcance como la migracin rural, los precios de mercado o los procesos de urbanizacin. Varios de
los artculos en este libro abordan estos temas y constituyen un importante aporte al estudio de los
andenes.
A fin de exponer, actualizar y analizar la problemtica de los andenes, nos reunimos el 8 de
mayo de 1997, setenta acadmicos, investigadores y promotores agrcolas gubernamentales y de
ONGs en la Universidad Nacional Agraria La Molina, en Lima, en el simposio Conservacin y
Abandono de Andenesco-auspiciado por la Comisin de Degradacin de Tierras y Desertificacin
(COMLAND), de la Unin Geogrfica Internacional. En esta reunin se presentaron y discutieron 19 ponencias, y el da 9 se visitaron las andeneras de San Juan de Iris.
13
El simposio fue parte del Proyecto: Estudio de Procesos Erosivos en reas Montaosas del
Per (TA-MOU-C12-006, Programa US-Israel AID/CDR), llevado a cabo en la cuenca del ro
Santa Eulalia, Lima, Per por la Universidad de Haifa y la Universidad Nacional Agraria La
Molina, financiado en parte por USAID-Washington. Fueron objetivos de esta reunin:
1. Definir y actualizar el conocimiento de los procesos de uso y abandono de andenes.
2. Presentar los estudios sobre andenes en los ltimos aos.
3. Reunir y acercar a profesionales de distintas organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y acadmicas y a dirigentes de comunidades, para dar a conocer y difundir las
distintas y variadas actividades que se realizan sobre andenes.
4. Exponer ante la opinin pblica el tema de los andenes y su importancia como patrimonio
cultural y econmico.
Este libro incluye ponencias del simposio y tambin otros trabajos. Presenta estudios sobre
andenes agrcolas realizados desde el norte del Per hasta la provincia de Catamarca en Argentina, en casi toda la extensin de los Andes centrales. La mayor parte de las contribuciones estn
basadas en estudios empricos realizados durante varios aos y constituyen una valiosa base de
datos, anlisis y conclusiones. Uno de los ms importantes objetivos del libro es su difusin entre
planificadores, personal de manejo agrcola y rural y las comunidades andinas. Las recomendaciones y conclusiones podrn conducir a un mejor manejo y a un uso ms eficiente de los andenes,
sus cultivos, la forestacin y el agua, como tambin a su conservacin como patrimonio cultural.
Deseamos expresar nuestro reconocimiento y gratitud a la Universidad Nacional Agraria La
Molina de Lima, Per, a la Universidad de Haifa, Israel y a la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos de Amrica (USAID) por sus aportes a esta publicacin. Debemos
destacar aqu el especial y oportuno apoyo de Boaz Ayalon desde la Embajada de los Estados Unidos
en Tel Aviv. Agradecemos tambin a la Fundacin para el Desarrollo Agrario (FDA), en especial a
la Sra. Edith Melgar. Estamos asimismo, los ilustres profesionales que con su participacin en el
simposio y en este libro han aportado su valiosa experiencia y conocimiento. Deseamos mencionar
adems a los que colaboraron en la compleja y prolongada edicin de este material: Amanda De la
Torre, Carlos Mavila, Manuel Mavila, Luisa Riveros, Blenda Femenas, Miguel lvarez, Marcela
Lumbreras, Delia Flores y Luis M. Llerena. A todos los que aportaron las fotografas, a los que
compilaron las referencias bibliogrficas extensivas sobre los Andes centrales. A los egresados y
estudiantes de La Molina y la Catlica que colaboraron en el levantamiento de los datos de campo de
los andenes de la cuenca del ro Santa Eulalia y en su procesamiento, especialmente a Pablo Araujo,
Romi Bazo y Patricia Huerta.
Merecen aqu nuestra mayor gratitud los pobladores y las autoridades de las Comunidades
Campesinas de Santa Eulalia, en especial las de San Juan de Iris, San Pedro de Casta y Laraos,
quienes desde 1993, siempre muy amablemente, nos dieron su consentimiento y apoyo para el
desarrollo de nuestras tareas. En Iris recordamos la hospitalidad de Urbina Laura y Juan De la
Cruz y en Casta (Upica) la presencia de Faustino Ascencios. Queremos adems, personificar en
la figura de Gaudencio Retamozo a todos los campesinos forjadores y depositarios de esta tan
importante tradicin de construccin y uso de andenes en esta parte de los Andes. El seor
Retamozo, principal y eficiente colaborador nuestro en el campo, siempre nos sorprendi como un
personaje vital, abierto y de singular inteligencia, respetado como autoridad local de Iris, gran
experto en andenes y en su amplio, agreste e imponente medio natural.
Carlos A. Llerena, Moshe Inbar y Mara A. Benavides
14
LOS ANDENES Y SU
MICROCLIMA
JERNIMO GARCA1
RESUMEN
ABSTRACT
1 Departamento de Fsica y Metereologa, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM),
[email protected]
19
JERNIMO
GARCA
Microclima
b) Factores variables
a) Factores permanentes
Aquellos que siempre estn presentes:
- Altitud.
- Relieve topogrfico: exposicin, picos, planicies, valles.
- Movimientos de la Tierra: da, noche y estaciones del
ao.
Fig. 1. Balance de energa en suelo desnudo. Calor de cambio de estado (LE). Calor sensible (H). Calor
almacenado en el suelo (G). Flujo horizontal de ingreso (Fi) y salida (Fs).
20
LOS ANDENES Y SU
MICROCLIMA
protegidas del efecto directo del flujo ascendente a travs de la ladera, se observa tambin la formacin de
flujos de circulacin en cada andn, los que permiten el
ingreso al sistema de calor y humedad del flujo ascendente, as como una pequea salida de vapor de agua,
CO2, etc. del sistema andn. Las circulaciones indicadas constituyen flujos turbulentos que ejercen la mezcla
de las propiedades ingresantes con las originarias en el
sistema. Como resultado de estos procesos dinmicos
se consigue: en primer lugar, mejorar y conservar el efecto invernadero del micro ambiente del sistema andn y,
en segundo lugar, reducir la salida de energa del sistema andn por el flujo anabtico; todo ello permite tener
mejores condiciones microclimticas.
Fig. 2. Transferencia advectiva de calor, vapor de agua y otras propiedades en un sistema de andenes.
21
JERNIMO
GARCA
El tamao de las flechas es un indicador cualitativo de la
magnitud de energa que sale del sistema o que ingresa a
este. En la figura representamos la cantidad de energa
que ingresa al sistema (FI) con una flecha de mayor longitud para el caso de condiciones naturales y de menor
longitud en el caso de sistema de andenes; adems, la
energa que sale por adveccin (Fs) es tambin mucho
mayor en condiciones naturales en comparacin a la de
los andenes. En lo que concierne al calor almacenado por
el medio (G), las flechas indican situaciones diferentes:
22
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
DIONISIO SALAS1
RESUMEN
ABSTRACT
Departamento de Mecanizacin Agrcola, Facultad de Ingeniera Agrcola, Universidad Nacional Agraria la Molina (UNALM),
[email protected]
23
DIONISIO
SALAS
Introduccin
Agrosistema
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
z
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Te
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ao
P
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Lo
H:
Terraza
o
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A ltura
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Parmetros principales
Las pendientes longitudinal y transversal del banco o
terraza son los parmetros principales porque definen la velocidad del flujo del agua; para que no sea
erosivo, tales pendientes deben estar entre 0,0% y
0,3%.
Espaciamiento entre muros: (A)
Es la distancia horizontal entre los muros longitudinales
de dos andenes consecutivos (figura 2).
Cuando es mnimo (3 a 6) A es mximo; funcionando como lmite la capacidad humana y de la herramienta usada para nivelar terrazas (15 a 30 m.).
Cuando crece, el distanciamiento entre muros es definido por el valor H, que en promedio tiene un lmite comprendido entre 1,5 a 2,0 m. Excepcionalmente llega a
3,0 m. cuando en la ladera original, antes de la construccin de los andenes la capa de tierra sobre la roca
fue delgada, oblig a disminuir la altura del muro (H) y
consecuentemente el espaciamiento (A).
25
DIONISIO
SALAS
Paralelamente a esto se observa que casi siempre el
muro est basado en la roca subyacente.
levanta fcilmente 30 kg, puede desplazar piedras grandes de hasta 70 kg de peso, hacindolas rodar a mano,
y el triple, usando palanca.
D=ACY
26
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
Partes:
1. Dos bastones de 2 m con graduaciones en cm.
2. Una manguera transparente 1/2 por 8,13 d, 23 m de longitud
3. Agua limpia para llenar la manguera. El agua de la manguera indica el nivel por el principio de vasos comunicantes.
Nivel de albail
Soporte
extensible
Nivel A
niero y mira, o en su ausencia, una manguera transparente, o un caballete para nivelacin, o el nivel A
(figura 3).
Se traza ubicando jalones cada 5, 10 20 m, dependiendo, si es ondulado o no el terreno; con los jalones
se va sealando una lnea curva a pendiente constante, la pendiente de diseo (figura 4).
Se puede tambin trazar al ojo una lnea aproximadamente a nivel. Se construye luego un surco a todo
lo largo del trazo, se hace discurrir por ese surco un
pequeo flujo de agua ( 1 l/seg.) para usarlo como
indicador de nivel, de uno a otro extremo; se descuenta los centmetros necesarios para darle la pendiente requerida, y listo.
- Correcin de curvas. Generalmente, el trazo inicial
con instrumentos entrega curvas muy sinuosas, que
DIONISIO
SALAS
interno del muro. Clasificando las grandes debajo,
medianas enseguida y al ltimo las pequeas.
Se cortar cualquier afloramiento rocoso que pueda
estar a nivel de la capa de races o muy cerca.
- Rellenar la subrizosfera con capas de 15 cm
compactando cada una antes de depositar la siguiente. Depositar la capa de races sin compactar.
Nivelar la superficie de la terraza comprobando que la
capa arable sea de 30 cm de espesor como mnimo. Si
no es as, cortar la roca, y/o desempedrar, para que la
capa de races contenga poco o nada de piedra.
1 TRAZO
3 EXCAVACIN, 4 PIRCA
Zanja para cimientar
el muro sobre la roca
subyacente.
Pendiente original
de la ladera.
Tierra excavada
Angulo de inclinacin
nte natu
ral
Horizontal
Tierra
28
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
PALAS
AZADA
COMBO
HUACTANA
(Mazo)
Cuchara
Recta
Aporcadora
CINCELES
(Permite transportar ms
piedras por viaje; lleva 80 kg
cmodamente)
ANDARILLA
CUCHUNA
CARRETILLA
MACHETE
(Tipo sable)
CHAQUITACLLA
HOZ
TRINCHE U
HORQUILLA
29
DIONISIO
SALAS
Se adaptaron al andn varias herramientas de tiro animal,
como el arado de palo, el arado de reja reversible, la rastra
de puntas, y otras, jaladas por yuntas de toros; muy poco
se usa el caballo como animal de tiro, pero s como animal
de carga, aunque en esta tarea se prefiere el asno y la
mula para transportar las cosechas (figura 6).
En la actualidad se est introduciendo en algunas regiones (Arequipa, Cusco) el uso de la energa mecnica
ARADO DE PALO
ARADO REVERSIBLE
Reja de fierro fundido; Vertedera de fierro forjado; Timn y mancera de madera
HOJA PARA
NIVELACIN
30
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
Mantenimiento
Los andenes son el estado temporal de una naturaleza
sometida por el hombre (Blanc, 1984). Son atacados
continuamente por fuerzas que tienden a recuperar el
talud original de la ladera; a nivel de parcela, de vertiente y de regin. A nivel de parcela, la capa de races, que
fue creada por su constructor, requiere permanentemente
de l para su conservacin.
A nivel de vertiente, la cada de un muro amenaza a los
dos muros vecinos, al superior y al inferior, y as sucesivamente.
Los excesos de lluvias o las sequas, as como los cambios sociales y econmicos, agreden al andn a nivel de
regin.
Prevencin de derrumbes
Los derrumbes violentos son originados por saturacin
y plastificacin del perfil. Es conveniente entonces evitar los excesos de agua, aplicando durante el riego solo
el agua necesaria; y, si se presenta una tormenta, impedir que de la acequia ingrese agua de escorrenta al
andn, as mismo, abrir el boquern de evacuacin de
la culata del andn para que drene superficialmente el
agua de lluvia acumulada en la terraza.
Conviene tambin mantener limpios de vegetacin los
muros, no permitir que crezcan rboles en l, ni que
animalito alguno anide entre las piedras del muro.
Algunas fracciones de muro pierden estabillidad gradualmente; lo cual es denunciado por la convexidad presentada por el muro desestabilizado.
Gravedad
En este caso se debe evitar que ingrese el agua de riego a las grietas del suelo colindante, esperar a que termine el perodo vegetativo del cultivo que ocupa el andn correspondiente y, concluida la cosecha, realizar la
31
DIONISIO
SALAS
tal en la parte interior del muro. Se supone que la presin aumenta en funcin de la profundidad, formando
un tringulo de presiones. A una profundidad cualquiera, la presin est expresada por la frmula:
Presin = peso especfico x profundidad
p= r.z
Donde:
p (g/cm2) : presin
r (g/cc)
: peso especfico
z (cm)
: profundidad
Movimientos ssmicos
Dependiendo de su intensidad, actan haciendo vibrar
y deslizar una sobre otra cada piedra de la pirca; un
sismo suave puede determinar la cada de muros
desestabilizados, que sin el sismo hubiesen demorado
en derrumbarse.
Durante el perodo lluvioso del ao y despus de un
aguacero, un sismo puede provocar la licuacin del perfil de tierra y determinar el derrumbe violento.
Clima
El clima ataca al andn con la sucesin de estiajes, lluvias y heladas, con la repeticin de cambios de humedad en el relleno.
32
Flora
Los rboles que crecen en o sobre el muro, con la base
del tronco y con sus races en continuo crecimiento separan las piedras y empujan el muro para afuera; al resistir los embates del viento, en direcciones cambiantes, trasladan esfuerzos y movimientos al andn, desequilibrando al muro que lo sostiene. Las gramneas
como Pennicetum clandestinum (kikuyo) tienen rizomas
y races agresivas, con la escacez de agua se adelgazan e introducen entre las fisuras, con el riego engruesan
ensanchando su espacio; de ese modo se meten entre
las piedras del muro, las separan y desplazan, unas respecto de las otras.
Fauna
Diversos animalitos, especialmente bajo la proteccin
de vegetacin herbcea y/o arbustiva pueden construir
sus madrigueras en el andn, por ejemplo: cuyes, ratas,
ratones y algunas aves como la lechuza; el zorrillo
(zorrino o mofeta) escarba galeras en busca de larvas
que son su alimento.
La rata construye su madriguera con ms de una entrada, una salida de emergencia y uno o varios respiraderos.
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
nos superficie cultivable; en tal situacin para completar el ingreso familiar desempea varias actividades,
como: 1/3 agricultor, 1/3 artesano y 1/3 comerciante (hormiga) o mano de obra eventual y migratoria (Salas y
Linares, 1986).
El hombre
Condiciones econmicas
Condiciones sociales
El envejecimiento de la poblacin campesina
Desde su origen, los andenes correspondieron a sociedades de alta densidad demogrfica; tal densidad ha
ido en aumento hasta el lmite. Cuando la densidad demogrfica supera la capacidad de soporte del suelo, se
genera en el campo una fuerza expulsiva que obliga a
la poblacin a emigrar (Consejo Nacional de Poblacin,
1984). Por eso, las poblaciones de campesinos que ejercen la agricultura de subsistencia estn formadas por
nios, mujeres y ancianos (Salas y Linares, 1986). La
juventud emigra a partir de los 9 aos.
Agricultor a tiempo parcial
El campesino que hoy reside en los andenes, ya no
es agricultor autosuficiente y a dedicacin exclusiva,
como lo fueron sus antepasados hasta principios de
este siglo.
Ahora tiene ms necesidades (educacin, transporte,
insumos, capacitacin, radio, TV, ropa hecha, etc.) y me-
Si sobre el andn cado se ejerce la agricultura intensiva y a la vez rentable, posiblemente el agricultor repare
oportunamente el muro cado, es decir de inmediato,
porque la tardanza puede ocasionar mayor prdida del
suelo por erosin.
Si a veces es difcil encontrar un pircador, es ms difcil
conseguir un picapedrero, para reemplazar piedras poco
adecuadas.
Fragmentacin de la propiedad
El campesino de hoy posee escasa extensin de tierras, debido a la excesiva fragmentacin y dispersin de
la propiedad que la particin de herencias genera. Segn la Oficina Sectorial de Estadstica (1982) en 1980,
las unidades agropecuarias (UA) menores a 1 ha en la
costa abarcaban el 37,6% de las UA costeras y en la
sierra el 36,2% de las UA serranas.
Poca rentabilidad de una agricultura ejercida a mano
Un agricultor de subsistencia, por no producir excedentes ni tener capacidad de inversin, no puede pensar en
cultivar vegetales de alto valor comercial o en cambiar
sus herramientas y tecnologa como lo hara un agricultor que produce para el mercado.
Condiciones tcnicas
Dificultad para asimilar tecnologas y herramientas
modernas
A muchas andeneras, como las de Sabanda,
Characato, Tiabaya y otras en Arequipa, se han adaptado la yunta de bueyes, el caballo de tiro y algunas herramientas de labranza, cultivo y aporque para tiro animal.
No ha ocurrido lo mismo en andenes de reducida superficie, porque el animal de tiro puede necesitar 2,5 a 3 m
para dar las vueltas en los extremos del andn.
Si bien en algunos andenes se ha empleado el tractor y
sus herramientas de labranza, en la mayora es difcil
por falta de acceso; no existen en las andeneras senderos con el ancho, nivelacin y pendiente adecuados
al trnsito de la rueda.
33
DIONISIO
SALAS
Tericamente, podemos disear andenes adecuados al
laboreo con maquinaria y tecnologa modernas, pero para
construirlos se choca con los linderos de miniparcelas de 2
a 4 propietarios diferentes en rededor.
La otra dificultad tcnica es la mala respuesta de las variedades hbridas mejoradas que funcionan con fertilizantes
qumicos y no en suelos orgnicos o pobres. Se ve aqu
que el cambio pretendido no tuvo en cuenta el factor
ecolgico. La agricultura practicada en las comunidades
campesinas est muy condicionada por la ecologa, la altura, la pendiente, el clima y la escasez de abono orgnico,
lo que impone un cuidado de los suelos que es a menudo
incompatible con las tcnicas existentes (Gonzales y
Kervyn, 1987).
Estabilidad de muros
Condiciones polticas
Las fuerzas polticas tambin agreden al andn propiciando la pequea propiedad al enfocar el agro con mentalidad campesina semejante a la del Incanato: Un topo para
el matrimonio, un topo ms por hijo varn y medio topo por
cada hija mujer. Concepto que se ve reflejado en la frase:
Parcela Agrcola Familiar, que se puede leer en los intentos de Reforma Agraria, del Presidente Fernando
Belande en la segunda mitad de la dcada del 60, y en
otros documentos referidos a la tenencia de tierras y colonizacin de irrigaciones.
Crculo de Mohr
Cuando se somete una probeta a cargas de traccin o
compresin, la fractura o falla se presenta en un plano
inclinado a un ngulo respecto a la superficie donde
acta la carga.
Esta inclinacin del plano de falla se debe a que en l
actan esfuerzos cortantes (T) paralelos al plano y esfuerzos de tensin (N) al mismo (figura 7).
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
Las ecuaciones (1) y (2) definen a una circunferencia situada en el plano con el ngulo como parmetro.
Mediante sustituciones y simplificando, se obtiene:
( c)2 + 2 = mx2
que es la forma ordinaria de la ecuacin de una circunferencia:
Fig. 8. Elemento de espesor unitario sometido a tensin
(x h)2 + y2 = R2 de radio
mx = (x y) y cuyo centro est situado en el eje
en c = (x + y) la cual est graficada en la figura 10.
Medio grfico muy til para resolver las ecuaciones (1) y
(2).
dN = x dy cos + y dx sen
se observa que: dy = dN cos
y, dx = dN sen , son reas de espesor elemental.
reemplazando:
dN = x (dN cos ) cos + y (dN sen ) sen
operando se obtiene:
=
1
1
(x + y) +
(x y) cos 2
2
2
(1)
Del mismo modo, proyectando todas las fuerzas en direccin perpendicular al eje n, se tiene:
t = x dy sen + y dx cos
Operando:
=
1
(x y) sen 2
2
(2)
35
DIONISIO
SALAS
Dividiendo entre A se tiene :
T
N
=
A
A
Reemplazando por sus equivalentes:
Tn . . . . . . . . . . . . . .
(3)
C + Tn . . . . . . . . . .
(4)
= T
N
En el tringulo de la figura 13, hacemos:
=
Tn
T
N
Despejando: T = N
36
(5)
Que corresponde a suelos puramente cohesivos; la expresin representa la resistencia de las arcillas consolidadas normalmente y de otros suelos arcillosos saturados, cuando prevalece la condicin no drenada.
La envolvente de Mohr que resulta de seis pruebas
triaxiales es una curva. Sucede en suelos granulares,
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
en pruebas con una amplia gama de presiones de confinamiento. Sin embargo, para la mayora de los clculos referentes a la estabilidad de una masa de suelo es
necesario utilizar una envolvente que sea una recta.
(Lambe & Whitman, 1994).
El significado fsico de la envolvente de Mohr se puede
entender por las siguiente consideraciones:
1 Si el crculo de Mohr, para un determinado estado de
esfuerzos, queda por debajo de la envolvente, el suelo
ser estable para ese estado de esfuerzos.
2 Si el crculo de Mohr es tangente a la envolvente, se
habr alcanzado la resistencia mxima en un plano
que forma un ngulo con el plano sobre el que
acta el esfuerzo principal mayor (figuras 14 y 15).
3 Cualquier intento de imponer en un suelo un estado
de esfuerzos cuyo crculo de Mohr corte la envolvente, dar lugar a deformaciones ilimitadas, es decir a
la falla. (Lambe y Whitman, 1994).
La cohesin de las arcillas no es constante, sino en funcin del contenido de agua C = f (), por tanto, para
arcillas preconsolidadas y suelos arcillosos no saturados, la resistencia al corte es:
=
f () = C =
. . . . . . .. (9)
3
Fig. 16. Relacin de esfuerzos principales.
37
DIONISIO
SALAS
Relaciones entre los esfuerzos principales
La condicin de rotura expresada en la ecuacin
= C + tn
1
3
OB
OA
OC + CB
Presin horizontal:
OC - CA
Presin vertical:
(10)
tn2 (45 +
) = N ............ (11)
3 =
2
Donde K =
Ph
Pv
Pv = r z con:
Ph = K r z
............. (14)
Es una constante emprica y se llama coeficiente de presin lateral de tierras en reposo, que para suelos
granulares sin finos oscila entre 0,4 y 0,8.
K = 0,4 para arenas sueltas
= 0,5 para arenas en estado natural
= 0,8 para arenas intensamente apisonadas.
)= 1
tn2 (45 1 =
2
N
............ (12)
......... (13)
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
Presin horizontal:
Pp = Kp r z
Presin vertical:
Kp = Pp = 1 = N
Pv 3
Kp = Tg2 (45 +
Presin horizontal:
Pa = Ka r z : es el esfuerzo principal menor ---> 3
Dividiendo miembro a miembro tenemos:
Pv
Pa
rz
Ka rz
Ka = Pa = 3
Pv 1
Lo cual segn ecuacin 12 es igual a:
Ka = Tg2 (45 -
) ............... (15)
) ............ (16)
Despejando:
) y Kp = Tg2 (45 +
DIONISIO
SALAS
Empuje de tierras
1
2
r H2 - 2 C H
Ep =
1
2
r H2 + 2 C H
4C
r
1
2
Ka r H2 . . . . . . . . . . . (17)
1
2
Kp r H2 . . . . . . . . . . . (18)
C + tg ..................... (4)
= 3 N + 2 C
N ................... (13)
) valor de fluencia
2
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
(45 +
)
2
Por un proceso semejante al descrito en el caso de suelos
puramente friccionantes, se obtiene por integracin en la
altura:
Ea =
1
2 N
Ep =
1
N r H2
2
r H2 -
2c
2c
N
N H
Derrumbes
La cada de un muro obedece al empuje activo o pasivo de
la tierra que conforma el banco. Se ha observado que los
derrumbes en el esto son lentos, se desequilibra el muro
gradualmente y la cada se produce despus de varios
meses, mientras que los ocurridos en el perodo lluvioso
son violentos.
En un andn abandonado o uno sometido a riegos muy
distanciados, la capa superficial de tierra pierde humedad, as como la capa vertical contigua al muro; reservando humedad las capas internas. Al contraerse la capa
deshidratada, aparecen fisuras o grietas de tensin
(Lambe y Whitman, 1994) en las que seguidamente ocurre desintegracin y pulverizacin, lo que genera la aparicin del empuje activo.
41
DIONISIO
SALAS
Foto 2. Mitad izquierda: muro en derrumbe progresivo, empujado por suelo no cohesivo
en condicin de deformacin parcial para el estado activo de Rankine. Las gramneas
acrecientan el desequilibrio de las piedras. Mitad derecha: muro reconstruido.
ANDENES,
AGROSISTEMA FRGIL
Reconstruccin de muros
Despus del derrumbe
Al derrumbarse el muro de contencin, y con l parte del suelo de la
terraza, queda un vaco, que en la superficie horizontal del andn tiende a
ser elptico. A continuacin el agua
superficial escurre y cae erosionando
por la fractura, cavando grietas o
crcavas, pequeas al principio, luego se agrandan (figura 25). A medida
que discurre ms agua el transporte
de tierra hacia abajo es mayor. Por
tal motivo, al ocurrir un derrumbe se
debe proporcionar inmediata atencin
para detener el escurrimiento, construyendo un bordo en la terraza al
contorno de la fractura, tal que evite
el flujo de agua y el arrastre de tierra
vegetal.
Reconstruccin de un muro
derrumbado
El muro debe reconstruirse tan pronto
como sea posible, solo hay que esperar que la humedad del suelo descienda hasta el lmite plstico o algo ms.
La tardanza puede agrandar el dao.
Los pasos por seguir son (figura 25):
- Recoger la tierra correspondiente a la capa de races y elevarla
a la superficie del andn, recoger la tierra de la siguiente capa
Fotos 3 y 4. Derrumbe de suelo cohesivo ocurrido durante una lluvia intensa.
y colocarla sobre la superficie en
un montn aparte; deshacer la
parte del muro que an sigue en pie y que presenta signos de inestabilidad.
- Pircar 40 cm de muro. En lo posible con piedra
labrada y ms grande. Afirmar cada piedra, una
sobre la otra, sin argamasa.
- Colocar una capa de tierra de 10 15 cm de espesor.
- Compactar con los pies o con un pisn la tierra
depositada.
- Colocar otra capa de tierra.
- Compactar, etc.
As, sucesivamente, pircar parte del muro, rellenar por
capas, compactar cada capa; hasta terminar. La capa
arable se deposita sin compactar, y se chequea que la
superficie quede a nivel (foto 5).
43
DIONISIO
SALAS
Tener mucho cuidado al aplicar el primer y segundo riego,
que no haya filtraciones, ni asentamientos bruscos, ni que
permanezca mucha agua detenida en esa zona. Mantener
la zona reconstruida en observacin durante ms de un
mes y el agua de riego 60 cm lejos del muro.
Para mejorar la estabilidad del andn (muro y relleno) que
quiera reconstruirse, pueden servir las siguientes recomendaciones:
-
Darle rugosidad a la superficie de falla, para aumentar la resistencia al esfuerzo cortante, colocando grava o clavando piedras sobre la superficie de falla.
Mejorar el drenaje superficial y subterrneo, este ltimo, depositando una capa de grava o piedras a
una inclinacin de 30 dirigida hacia el muro, para
que sirva de dren.
Darle mayor solidez al muro, reedificndolo con piedras talladas y ms grandes, para hacerlo ms grueso y/o reforzarlo haciendo una segunda pared en el
trasdos, hasta 10 15 cm. antes de la capa arable.
Seleccionar y acomodar toda la piedra no empleada
en la pirca para arrimarla al muro (figura 26).
Agradecimientos:
A la Srta. Gldyz Paredes por la digitacin y al Sr. David Aysemoa, por los dibujos de este artculo.
44
SOFTWARE PARA
DISEO DE TERRAZAS
RESUMEN
ABSTRACT
1
2
Departamento de Matemticas, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), [email protected]
Departamento de Recursos de Agua y Tierra (DRAT), Facultad de Ingeniera Agrcola, Universidad Nacional Agraria La Molina,
[email protected]
45
MNICA GUTIRREZ
SEBASTIN SANTAYANA
Introduccin
Los mtodos para calcular los elementos de diseo consideran el volumen de corte igual al volumen de relleno,
coincidiendo el punto de simetra con la superficie original del terreno (Sheng, 1981; FAO, 1990 y Ho 1991).
Para el desarrollo del programa se coordin con el Proyecto Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y
Conservacin de Suelos (PRONAMACHCS).
Terrazas de absorcin
Los diques pueden ser de piedra o de tierra. El distanciamiento de los diques es calculado considerando el
punto de simetra coincidente con la superficie original
del terreno y su distanciamiento va a depender de la
pendiente del terreno y de la altura de los diques. Un
esquema de esta prctica se muestra en la figura 2.
Revisin de literatura
SOFTWARE PARA
DISEO DE TERRAZAS
Resultados y discusin
El software fue desarrollado utilizando Microsoft Visual
Basic 5.0, para Windows 95 o una versin posterior.
En el presente artculo se describen las opciones del programa referidas a terrazas de absorcin y de formacin
lenta.
Las figuras 1 y 3 corresponden a las pantallas de la
opcin de terrazas de absorcin, para los mtodos propuestos por Ho (1991) y FAO (1990) respectivamente;
en ambas pantallas se observa el rea de datos de
entrada con cajas en blanco para el ingreso de datos, y
el rea de elementos de diseo en la cual se muestran
los clculos efectuados por el programa. A la derecha
se grafica la seccin transversal de la terraza.
La figura 3 corresponde a la opcin de terrazas de formacin lenta. Para esta prctica el programa calcula la distancia horizontal entre diques considerando la pendiente original del terreno, la pendiente final que se desea formar y
la altura del dique.
47
MNICA GUTIRREZ
SEBASTIN SANTAYANA
Fig. 3. Pantalla para terrazas de absorcin. Mtodo propuesto por FAO (1990).
48
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
MARA A. BENAVIDES1
RESUMEN
ABSTRACT
51
MARA
BENAVIDES
Introduccin
Esta ponencia propone una comparacin entre las referencias a andenes de la primera poca colonial y datos del
siglo XX. Para el perodo colonial, se citarn varios autores, tales como el Inca Garcilaso de la Vega (1960 [1604]),
el corregidor Juan de Ulloa Mogolln (1965 [1586]), y el
Padre Bernab Cobo (1964 [1653]); y se sealar la preocupacin de la misma poblacin andina por los andenes
irrigados, segn se observa en los mitos del siglo XVI de
Huarochir (vila, 1966 [1598]) y en los escritos del siglo
XVII de Guaman Poma de Ayala (1983 [1607?]). Para la
poca moderna, se har referencia a las observaciones
de O. F. Cook, bilogo de la National Geographic Society
y miembro de la expedicin de la Universidad de Yale al
valle del Urubamba, de 1915 (Cook, 1916); a los comentarios de Coolman (1985b, 1986) y de Treacy (1994c)
sobre reconstruccin de andenes en la dcada de 1980 y
al estudio de Fonseca (1986) sobre el desmantelamiento
de andenes en el valle de Caete. El objeto del trabajo es
enfocar la andenera desde un punto de vista histrico y
social, y responder a la preocupacin de algunos estudiosos que sostienen que, al perderse la andenera como
tecnologa, se estara perdiendo o empobreciendo la cultura tradicional andina.
En esta ponencia, las referencias a andenes y a riego
estn estrechamente ligadas, ya que los andenes que se
comentan son mayormente andenes irrigados: sea en el
valle del ro Urubamba, en el departamento de Cuzco
(Cook, 1916), como en el valle del Colca (Treacy, 1994c),
ubicado en la vertiente occidental de los Andes Centrales,
que tiene una temporada de lluvias corta, escasa e irregular. En ambos casos es indispensable el riego, porque se
debe sembrar antes de que empiece la temporada de lluvias (diciembre-marzo) para tener un perodo de crecimiento suficientemente largo y poder cosechar antes de
las heladas ms fuertes de junio y julio. Se considera que
los andenes controlan la temperatura del suelo y reducen
la intensidad de las heladas por efecto de la humedad
retenida, la irradiacin de calor de las paredes de piedra y
por el aumento de la turbulencia del aire fro que baja de
los nevados (Treacy, 1994c).
Los andenes consisten en aterrazamientos en laderas, por
medio de paredes que contienen una acumulacin de tierra
agrcola; en los casos que se comentan en esta ponencia,
fueron utilizados en su gran mayora como tierras irrigadas
artificialmente, sea por medio del control de escorrenta o por
canales de riego (Cook, 1916; Treacy, 1994c). Se puede
sostener que en la vertiente occidental andina, el aspecto
primordial de la agricultura es el riego, y que la andenera es
el aspecto secundario, dependiente del primero. Este argumento se apoya en la evidencia de que aun cuando se aban52
Andenera y riego
Como es bien sabido, el maz, cultivo de gran prestigio en
los Andes, necesita un perodo de 7 meses para poder
madurar en las zonas que se ubican a una altura mayor
de los 2,500 m (Mitchell, 1976). En el siglo XVI, la mayora
de los sembros de maz en la zona andina se encontraban
entre los 2,500 y los 3,500 m, justamente por ser estas las
zonas agrcolas andinas que reciben la mayor precipitacin anual, y que quedan ms cerca a los deshielos de los
nevados. Los ros andinos por lo general corren en el
fondo de valles profundos y sus aguas no son
aprovechables para el riego de las laderas altas, que son
regadas por medio de canales que se surten de los deshielos y de las lluvias en la puna, es decir, de los bofedales,
lagunas y riachuelos de altura.
Segn Murra (1975), por chacra se entiende tradicionalmente tierras irrigadas, mayormente para maz. En efecto,
en las visitas a la Provincia de Collaguas de los siglos XVI
y XVII, se hace la diferencia entre chacras de maz y quinua,
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
huertas de frutales, tierras y pastos para ganado y corrales de papas (Pease, 1977; Benavides, 1995). El padre
Ludovico Bertonio, en su Vocabulario de la lengua
Aymara de 1612 (1984 [1612]) se refiere a andenes
que hay por los cerros donde ay chacaras. Como ha
argumentado Treacy (1994c), los campesinos en el valle
del Colca no hacen distincin de terrenos andenados o no
andenados, sino que todo terreno agrcola irrigado es
denominado chacra.
El trabajo de Treacy (1994c) sobre los andenes irrigados
en Coporaque, un pueblo del valle del Colca, provincia de
Caylloma, es considerado el ms detallado y completo estudio sobre andenera irrigada a la fecha. As como ya
haba sealado Cook (1916) para el valle del Urubamba,
Treacy (1994c) sostuvo que en el valle del Colca los andenes agrcolas tienen como objeto principal la creacin
de superficies planas, o casi planas, que puedan ser regadas artificialmente. Las acequias y los andenes fueron construidos especficamente para poder hacer el mximo uso
de las aguas de riego, adelantando la siembra a los meses
de agosto, setiembre y octubre sin necesidad de esperar
el inicio de las lluvias para sembrar el maz. En efecto,
cuando llegan las lluvias en aos normales, se deja de
regar las chacras y se permite que el agua que desborda
de las acequias corra libremente por caminos y quebradas.
El riego es indispensable, no solamente para la agricultura, sino tambin para los pastos naturales, donde se ali-
CULTIVOS
Maz
Quinua
Papas
Cebada
Alfalfa
Habas
Trigo
Arveja
Otros
Total
1980
1975
1596/1645
ha
ha
ha
205
144
8
357
58
40
2
100%
27
3
32
146
70
72
23
7
3
383
7
1
8
38
18
19
6
2
1
100%
68
5
11
126
19
67
15
6
4
321
21
2
3
39
6
21
5
2
1
100%
No aparece
Nota: Obsrvese que el maz y la quinua, que eran los cultivos principales en la poca colonial, han sido reemplazados en
gran medida por la cebada, la alfalfa y las habas.
Fuente: Benavides 1995, p. 30.
53
MARA
BENAVIDES
Existen otros tipos de andenes, no agrcolas: los que se
utilizan para la construccin de viviendas en laderas, los
que sostienen los canales de riego y los que sirven como
salinas, que se inundan con el agua salobre que brota de
las cuevas en los cerros. Luego de que evapora el agua,
se recoge la sal depositada. Ulloa (1965 [1586]) document el ejemplo de Huambo, un pueblo de la provincia de
Caylloma, donde eran importantes los andenes saleros en
el siglo XVI. Hasta la actualidad existe el camino de la
sal, que cruza el valle del Colca a la altura de Yanque,
por la que transitan las llamas que llevan sal de Huambo y
Lluta a las alturas de la provincia de Espinar, departamento de Cuzco.
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
MARA
BENAVIDES
atribuyen a la falta de agua. Pero no est comprobado que
actualmente sea menor el recurso agua que en siglos pasados. Es posible que la introduccin de la cebada y la
alfalfa, que pueden ser cultivadas en las zonas ms planas, sujetas a vientos ms fros que las laderas, haya motivado una reorientacin del recurso agua a zonas anteriormente no prioritarias para la agricultura.
La problemtica de la recuperacin de
andenes
En 1986 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa,
bajo la presidencia del Ing. Carlos del Ro, public el libro
Andenes y camellones en el Per andino (De la Torre
y Burga, 1986). Se trata de la publicacin de las principales ponencias que se presentaron en el Seminario-Taller
Recuperacin de Tecnologas Nativas: Andenes y
Camellones que el CONCYTEC haba organizado en
julio de 1985. En el libro estn incluidos algunos otros
ensayos publicados anteriormente, y, desde luego, no
poda faltar un artculo de Luis Masson sobre la rehabilitacin de andenes en San Pedro de Casta. Segn Masson,
en el Per de hoy existe aproximadamente un milln de
hectreas de andenes, del que se utiliza solamente un 25
por ciento (Masson, 1986a).
En 1986 estaba en boga la recuperacin de tecnologas
tradicionales, y se realizaban proyectos para la rehabilitacin de andenes en varias provincias del Per. En el
Cusco, desde 1982, el Proyecto de Desarrollo Rural en
Micro Regiones (PRODERM) era financiado por la Corporacin Departamental de Desarrollo del Cusco (Van Der
Zel 1989)para un programa de recuperacin de andenes,
con la cooperacin del Convenio Per-Holanda. Sigue
una resea de algunos artculos pertinentes:
De Vries (1986) se refiere a estudios que indican que la
tecnologa tradicional para la recuperacin de andenes derruidos podra ser aplicada con recursos y conocimientos
locales. No existira, por tanto, problema mayor a nivel tecnolgico, sino social y econmico. Pero solo se podra hablar de recuperacin si estuviera frenado el proceso de
deterioro existente a la poca. Un obstculo era el cambio
en la utilizacin de la mano de obra de los campesinos,
quienes necesitaban ms ingresos monetarios, lo que obligaba a la migracin temporal o permanente.
Zvietcovich (1986) seala que en el valle del Colca aun
en la actualidad se poda observar excepcionalmente la
construccin de andenes para ampliacin de la frontera
agrcola. Los andenes en el Colca son de cuatro tipos:
andenes para canales, de estructura slida, con lajas de
piedra; andenes agrcolas, con superficies desde dos a
tres metros hasta ms de mil metros cuadrados, con siste56
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
dominio Inca, por lo que l los denomina andenes estatales. En las extensas laderas de menor pendiente hay
otro tipo de andenes, construidos en base a las terrazas
naturales, que siguen la pendiente natural; en ciertos casos, tienen muros de contencin que permiten la acumulacin de suelos en las partes ms bajas de la parcela, formando bordes que se superponen siguiendo las curvas
de nivel. Estos bordes son lomos de tierra que han sido
perfectamente explanadas con muros de piedra y barro y
con races de arbustos que crecen sobre dichos lomos.
Protegen los campos agrcolas de los daos de los animales y tambin sirven como lmite entre parcelas individuales. Partes de las laderas con estos andenes tienen una
infraestructura de riego y son utilizadas para el sembro de
maz. En contraste con los andenes estatales, Fonseca los
llama andenes rsticos, o sea construidos por cada familia, ao tras ao.
Los andenes estatales se ubican cerca a los centros poblados donde por lo general es cultivada una variedad de
maz denominada michka. Son abonados constantemente,
y combinan maz con papa. Son regados bajo el sistema
de tauma, que consiste en la distribucin cuidadosa y equitativa del agua de regado en cada andn. Los muros de
estos andenes son reparados anualmente antes de la iniciacin del ao agrcola. En cambio, los andenes rsticos
no siempre son abonados.
Fonseca (1986) equipara el cultivo de la alfalfa con la
privatizacin de tierras por los pequeos ganaderos en
las comunidades andinas. La introduccin de la alfalfa oblig a la concentracin de las mejores tierras de cultivo bajo
riego en pocas manos. Para la construccin de corrales
fue necesaria la destruccin de cientos de andenes. El
cultivo intensivo de la alfalfa exiga cambios sustanciales en
las estructuras tradicionales que solo podran ser logrados
a partir de decisiones a nivel comunal. El argumento es
parte de la tendencia que quiere favorecer a las comunidades indgenas o campesinas, bajo el concepto de que la
comunidad es la entidad ms apta para el manejo de los
recursos naturales andinos (vase tambin Mayer, 1994
y Bunker et al., 1986).
Por su parte, Treacy (1994c) fue testigo de un proyecto de
recuperacin de andenes en Coporaque, valle del Colca,
en los aos 1984 y 1985, aos en que el autor estaba
realizando trabajo de campo en ese pueblo. Treacy (1994c)
explica en extenso las virtudes y ventajas de los andenes
irrigados, y los argumentos a favor y en contra de los
proyectos de recuperacin de andenes. Segn Treacy
(1994c), las terrazas reducen el riesgo agrcola, condicin
bsica de cualquier innovacin exitosa en la agricultura;
adems, protegen al suelo de la erosin, crean nuevas
zonas de cultivo y no requieren de nuevos insumos tecno57
MARA
BENAVIDES
lgicos. Pero el reto de revivir la prctica de construccin
de terrazas agrcolas consiste en disear programas flexibles que proporcionen suficiente ventaja a los campesinos
para que ellos mismos amplen o recuperen las terrazas.
En el pasado andino, las terrazas representaban una forma altamente desarrollada de manejo de tierras, debido a
contextos ecolgicos y/o econmicos que requeran de
que los agricultores invirtiesen en la agricultura con riego
permanente. Los contextos socioeconmicos en las sociedades rurales contemporneas son diferentes de los del
pasado, pero podran igualmente sustentar la agricultura
en terrazas.
Segn Treacy, en la promocin de los proyectos de recuperacin de andenes se prioriza la conservacin de suelos, cuya importancia econmica en el largo plazo es incuestionable, pero que no es el argumento ms convincente para los campesinos. La mayora de las terrazas en
el rea andina parecen no haber sido construidas
especficamente para contrarrestar la erosin; en el valle
del Colca, los motivos para construir terrazas fueron la
necesidad de edificar plataformas irrigables para cultivar
maz. Segn Treacy, sera preferible reintroducir las tcnicas de construccin de terrazas junto a otros insumos agrcolas, especialmente el riego. La ubicacin de nuevas fuentes de agua debe preceder a la rehabilitacin de terrenos,
dado que la disponibilidad de agua determina el ritmo al
que las terrazas abandonadas son rehabilitadas. En
Coporaque, en dcadas anteriores, los agricultores haban rehabilitado terrazas espontneamente mediante la
reconstruccin de canales adyacentes en desuso, empleando trabajo comunal.
Por lo tanto, Treacy propone: (1) revisar o introducir sistemas de riego; y (2) proporcionar mercados para la nueva
produccin. Es decir, las terrazas deben ser construidas o
reconstruidas para cultivos que pueden ser comercializados, para compensar los costos crecientes de la construccin. Vase, por ejemplo, el aterrazamiento espontneo en
el oriente peruano y boliviano para sembrar coca; en el
valle del Rmac se construyen terrazas sobre ridas laderas para cultivar flores que se venden en la capital a buenos precios; las terrazas de Sabanda y Paucarpata, cerca
de Arequipa, son conocidas por producir alfalfa para la
industria lechera. Evidentemente, la cercana a un mercado
podra justificar horticultura comercial intensiva en terrazas.
Conclusin
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
Anexo 1
Pedro Cieza de Len
1985 [1553] Crnica del Per: segunda parte. Lima,
Pontificia Universidad Catlica del Per.
fol.16/ ...Y es de saber otra cosa, que tengo para m por
muy ierto, segnd an sido las guerras largas y las crueldades, robos y tiranias que los espaoles an hecho en
estos yndios, que si ellos no estuvieran hechos a tan /
fol.16v/ gran de orden / y conierto totalmente se [o]vieron
todos consumidos y acavado; pero ellos, como entendidos
y cuerdos y questavan ynpuestos por prnipes tan sabios, entre todos determinaron que si un exrito de espaoles pasase por cualquiera de las provinias, que si no
fuere el dao que por ninguna via se puede escusar, como
es destruyr las sementeras, robar las casas, hazer otros
daos mayores qustos, que en lo dems todas las comarcas [sic] tuviesen en el camino real por donde pasavan
los nuestros sus contadores y stos tuviesen proveymiento
lo ms cunplido que ellos pudiesen para que no achaque
de la falta no los destruyesen del todo: y asi eran proveydos.
Y despus de salidos, juntos los seores, van los quipos
de la quentas y por ellos, si uno ava gastado ms que
otros, los que menos avan proveydo lo paga[va]n, de tal
suerte que yguales quedasen todos.
Y en cada valle ay esta quenta oy da y sienpre ay en
los aposentos tantos contadores como en l ay seores
de quatro en quatro meses fenesen sus quentas por la
manera dicha. Y con la horden que an tenido an podido
sufrir conbates tan grandes que si Dios fuese servido
que del todo oviesen esado con el buen tratamiento
que en este tienpo reiben y con la buena orden y
justiia que ay, se restaura[ra]n y multiplicaran para
que en alguna manera buelva a ser este reyno lo que
fue, aunque yo creo que ser tarde o nunca. Y es verdad que yo e visto pueblo[s] y pueblos bien grandes, y
de una sola vez que cristianos espaoles pasen por l,
quedar tal que no parea sino que fuego lo avia consu-
Anexo 2
Juan de Ulloa Mogolln
1965 [1586] Relacin de la provincia de los Collaguas
para la discrepcin de las Indias que su magestad
manda hacer. En: Relaciones geogrficas de
Indias, editado por Marcos Jimnez de la Espada,
Tomo 183, pp. 326-333. Madrid, Biblioteca de
Autores Espaoles.
Catorce captulo.- ... Las adoraciones que tenan eran las
guacas, que las principales que haba en esta provincia se
llamaban Collaguata y Suquilpa, Apoquico, Omascota,
59
MARA
BENAVIDES
Gualcagualca. Todos estos eran y son cerros altos nevados, que por algn beneficio que les vena dellos, como es
de que de la nieve que cae de algunos dellos riegan algunas tierras o se funda algn ro o otro cualquier por que les
viene, les adoraban.
Captulo diez e nueve.- Ya est dicho del ro que hace
valle esta provincia. No hay otros ros sealados en toda
ella ms que unos arroyos que bajan de la sierra a caer
en este ro, y como es tierra tan fragosa, no tienen aprovechamiento del ro, porque no pueden sacar aguas ni tienen comodidad ni tierras para ello, y las chcaras y sementeras que tienen, son hechas a mano en andenes
hechos en cada era una pared.
Captulo treinta.- ... Hay otras salinas en el pueblo de
Guanbo, de sal blanca, que haciendo unas eras y metiendo en ellas el agua de un arroyo, dejndole estar, se yela
en sal muy buena y blanca; y de aqui se provee toda esta
provincia.
Capitulo treinta e tres.- Los tratos y granjerias que tienen
son de ganado de la tierra, lana y carne, que traen los
indios de la sierra donde se cra el ganado a los indios del
valle, y trucanlo por maz e qunoa; y este es el principal
trato que hay entrellos.
Anexo 3
Francisco de vila
1966 [1598?] Dioses y hombres de Huarochir. Narracin
quechua recogida por Francisco de vila.
Traduccin de Jos Mara Arguedas. Lima, IEP.
p.49...algunos de los hombres del pueblo (de Huayquihuso)
bajaron a la zona caliente (yuncacuna), silenciosamente, sin
hablar y sin que nadie los advirtiera. Se fueron hasta las
chacras de Cupara. Y all, los que habitaban ese pueblo
Cupara, padeciendo de la sequedad de la tierra, sobrevivieron llevando agua de un manantial. El manantial sala de una
montaa grande que est hacia arriba de San Lorenzo. Esa
montaa, ahora, se llama Sunacaca. All haba una laguna
grande. De ella guiaban el agua hasta otras lagunas pequeas, y llenndolas, se surtan de agua para regar.
En aquel tiempo, viva una mujer muy hermosa en el pueblo del que hablamos; ella se llamaba Chuquisuso. Un da
regaba, llorando, su campo de maz; lloraba porque la
poqusima agua no alcanzaba a mojar la tierra seca. Entonces Pariacaca, baj, y con su manto tap la bocatoma
de la laguna pequea. La mujer llor ms dolorosamente,
viendo que la poqusima agua desapareca. As la encontr Pariacaca, y le pregunt: Hermana: por que sufres
- le dijo Pariacaca - Yo har que venga mucha agua de la
laguna que tienen ustedes en la altura; pero acepta dormir
60
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
Anexo 4
Felipe Guaman Poma de Ayala
1993 [1607?] El primer nueva cornica y buen gobierno.
Edicin y prlogo de Franklin Pease G. Y.
Vocabulario y traducciones de Jan Szeminzke. 3
tomos. Mxico, Fondo de Cultura Econmica.
fol. 54 Uari Runa/ Desde la segunda edad de yndios llamado Uari Runa, desendiente de No, su multiplico de Uari
Uari Cocha Runa que duraron y multiplicaron estos dichos
yndios mil y trecientos y doze aos: Comensaron a trauajar,
hizieron chacras, andenes y sacaron asecyas de agua de
los rrios y lagunas y de posos y ac lo llaman pata [andn],
chacra [sementera], larca [acequia], yacoy [mi agua].
Y no tenan casas, cino edeficaron unas cacitas que parece horno que ellos les llaman pucullo.
Y no sauian hazer rropa, cino que se bestan de cueros de
animales souado y se uesta de ello...
fol. 803 / Justicia Indios/ Alguazil mayor y menor deste
rreyno, justicia de su Magestad:
A de tener bro en su oficio, que no pase dems de la ley.
Cada uno juntos becitarn todas las dichas chacaras [sementera] de cada seys meses, que sea dos ueses en el ao,
tienpo de arar y senbrar a los dichos yndios o yndias que no
la estiercolare y bien linpiare y derriuare sus montes y
aderesare sus andenes que ellos llaman pata, rregar, parcunca
[regar]. Ac sementera de mays y papas, ocas, ulluco, masua
[tubrculos], quinua [semilla de altura], frixoles puruto, hauas,
aruenja, garuansos y de otras comidas y legumbres y frutas.
Y no acudiendo, ser castigados, aci chicos como grandes, para que tengan todos de comer en las dichas
chacaras y ayuden a los dichos rregidores a hazer limpiar
las dichas asecyas y lagunas estancias de los pueblos y
chacaras y las calles de manera que tengan todo linpio.
Y ci no lo haciendo, por la primera, le den cinqenta asotes;
por la segunda, cien asotes y tresquilados por peresosos
a ellos y a sus mandoncillos de cada ayllo [parcialidad]. A
los dichos alguaziles le den y paguen su salario dies
mascorcas de un cotmo de medio topo [medida agraria];
ueynte masorcas de un topo, un almud, acimismo de las
papas: de un topo, un almud; de medio topo, medio almud;
de un cotmo, uchabo. Todo el pueblo y su uilla, aldea,
aunque sea cacique principal, le pague.
Y a de pareser y hazer trauajar y estiercolar las sementeras de la comunidad y sapci, de la yglecia, de cofrade, del
hospital. No las lleue pero a de pareser y castigar a los
61
MARA
BENAVIDES
yndios, yndias, muchachos y muchachas que lo mire desde que se senbr hasta que acause. Y que ponga su
parian [gorrin], sorra y casgabel como en tienpo del Ynga.
Con ello uecite para que sea conocido y haga justicia.
Y ci no acudiere con todo lo dicho, los alguaziles mayor,
menor sea castigado en el rrollo beynte asotes en la
rrecidencia y pene dos pesos a cada uno de ellos en este
rreyno. Y partan todos ellos sus salario rrata por cantidad
entre ellos en todo este rreyno, seruicio de Dios y de su
Magestad y bien de los pobres yndios..
fol. 944 / Conzederacin/ [Por esta] rrazn le fue rrezeruado
del diesmo a los yndios, auindolo sustentado y seruido
tanto. En nengun cristiandad del mundo no a seruido tanto
como deste rreyno a la santa madre yglecia de Roma. Y
aus de conzederar esto destos yndios pobres y de sus
trauajos.
Conzedera que en un pueblo tienen sacado unas asecyas
de los rros o posos, de las lagunas o de estanques. En
tienpo antigo lo sacaron con tanto trauajo que ci aua de
pagar y gastar se gastaria dies o doze mil pesos o ueynte
mil pesos. Que antes que fuese Ynga, como aua tanta
suma de yndios y no tena ms que un rrey y seor, lo
abrieron y lo sacaron las asecyas y todas las sementeras,
andenes que ellos les llama pata [andn], chacra [sementera], lacra [acequia]. Y lo sacaron con mayor facilidad del
mundo a mano cin herramienta; que parese que cada
yndio alsaua una piedra. Aquello bastaua de la tanta suma
de gente que aua.
Anexo 5
Bernab Cobo
1964 [1653] Historia del nuevo mundo. Madrid, Biblioteca
de Autores Espaoles. Tomo XCI.
Captulo VIII.- Del Conocimiento y uso que tena de la
agricultura
62
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
MARA
BENAVIDES
las impedan y apretaban con toda la fuerza de los brazos
y del pie izquierdo, que cargaban sobre el dicho gancho.
Fuera desta suerte de arados tenan otro instrumento de
un palo corvo, que haca forma de hazuela de carpintero o
de almocafre, con que quebrantaban los terrones,
escardaban y mullan la tierra; y estos dos instrumentos
eran los principales con que labraban los campos. Para
escardar los sembrados y hacer los hoyos en que enterraban al maz al sembrarlo, usaban de lampas, que los
mexicanos llaman coas, y es un instrumento como azada,
salvo que el hierro era de cobre, y no corvo, sino llano
como pala corta de horno; y el da de hoy usan mucho los
espaoles destas lampas hechas de hierro, en sus labranzas, particularmente para desherbar las huertas y vias,
que en esta tierra llaman cuspar.
Las sogas que les servan en este ministerio eran comnmente de lana en la Sierra, y donde se careca de lana, las
hacan de cabuya, que es su camo. Hacen sus barbechos al fin de las lluvias, y donde no llueve, algunos meses
antes de sembrar; y a su tiempo escardan sus sembrados
limpindolos de la mala yerba; y cuando ya el maz est a
medio crecer, le escaban en el pie y arriman y amantonan
tierras. Lo que ms trabajo les costaba era el arar, y a esto
acudan con ms gusto, porque siempre araban en tropas
de mucho nmero de gente, hombres y mujeres juntos,
por esta forma: los varones solos araban puestos en hileras, y delante dellos estaban las mujeres en otra hilera
contrapuestas a los hombres; y en arrancando ellos con
sus tacllas los cspedes de tierra, ellas los trastornaban y
con aquellos sus almocafes de palo los quebrantaban y
deshacan. Por la mayor parte sembraban en camellones,
que hacan con gran concierto y muy grandes algunos.
Tienen sus cantares alegres acomodados para cuando
aran, los cuales cantan todos a una entonando uno y siguindole los dems; y llevan su comps tan puntual, que
el golpe que dan en la tierra con las tacllas no discrepa un
punto del comps de su canto; y as como en ste van
todos a una, lo van tambin en levantar las tacllas y herir
con ellas a la tierra; que cierto es de gran gusto verlos arar
a su usanza, como yo los he visto hartas veces; porque
sus cantares son agradables y suelen orse a ms de
media legua de distancia
Anexo 6
O.F. Cook
1916 Staircase Farms of the Ancient, National
Geographic Magazine 29:474-534.
p.474. -...El sistema de agricultura que fue desarrollado
por los antiguos peruanos les permiti sostener grandes
64
ANDENES Y RIEGO EN
EL PER
La altura de las terrazas es generalmente de ocho a catorce pies, siendo que el ancho de la terraza depende del
grado de la pendiente. Los andenes en laderas de fuerte
pendiente tienen a veces solamente tres o cuatro pies de
ancho. No es infrecuente la andenera que consta de veinte o treinta andenes seguidos, y existe tambin andenera
de cincuenta o ms andenes...
65
CARMEN
FELIPE-MORALES
CARMEN FELIPE-MORALES1
RESUMEN
ABSTRACT
Instituto de Promocin para la Gestin del Agua (IPROGA), Lima, Per, [email protected]
66
BALANCE DE LAS
INVESTIGACIONES SOBRE
ANDENES EN EL PER
Antecedentes
Son numerosos los investigadores, sobre todo de las ciencias sociales, que han efectuado estudios sobre las terrazas agrcolas, conocidas corrientemente como andenes.
Cabe sealar sin embargo, que los andenes constituyen
un tipo de terraza, llamada terraza de banco con muro de
piedra. En el mundo, y en particular en el Per, existen
otras diversas modalidades de terrazas. Este tema ser
retomado ms adelante.
Entre los investigadores contemporneos dedicados a este
tema cabe citar a los siguientes : Valcrcel (1965), Regal
(1970), Murra (1975), Kauffman (1976), Eckhlom (1976),
Gamarra y Maldonado (1978), Donkin (1979), Denevan
(1979), Mayer y Fonseca (1979), Dollfus (1981), Camino
(1982), Guillet (1981), Masson (1982), Earls (1989),
Treacy (1994).
Los andenes en el Per precolombino cumplieron diversas funciones: una de ellas fue la conservacin del agua y
del suelo, evitando o disminuyendo la erosin hdrica del
suelo, al modificarse con estas estructuras la pendiente
original del terreno. Otra funcin no menos importante fue
la de crear condiciones microclimticas favorables al cultivo, disminuyendo los riesgos de heladas. Segn Earls
(1989), los andenes constituyeron reas importantes de
experimentacin agrcola, lo que permiti la aclimatacin y
domesticacin de diversas especies vegetales.
Tipologa y caracterizacin
Existe una gran diversidad de denominaciones usadas
para los andenes, segn su diseo, su funcin, su ubicacin geogrfica, su estado de conservacin, etc. Ello ha
trado consigo varios sistemas de clasificacin, tal como el
de CEPAL (1989) que efectu una sistematizacin de andenes estableciendo 18 tipos (cuadro 1).
Rehabilitacin y uso
Extensin de andenes en el Per
A pesar de la importancia que tienen estas estructuras de
manejo y conservacin del agua y del suelo para la actividad
agrcola en la Regin Andina, no se conoce cabalmente su
extensin real. Masson (1982) estima que la extensin
andenada en el Per estara bordeando el milln de hectreas. En este estimado sin embargo se estara incluyendo
todo tipo de terrazas agrcolas, no slo los andenes.
El organismo oficial para efectuar el inventario nacional de
andenes fue la Oficina Nacional de Evaluacin de Recursos Naturales (ONERN), hoy Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). Esta labor iniciada en 1987, y a
la fecha an no concluda, ha determinado que en 10 departamentos de los 17 que conforman la regin de la sierra,
el rea andenada es de 324,205 ha. El 40 % de dichos
andenes se encuentra en estado semiderrudo, y el 50 %
aproximadamente en estado derrudo.
Cabe sealar que este inventario es una primera aproximacin a nivel nacional. Un inventario ms detallado
puede elevar significativamente esta cifra. As por ejem-
CARMEN
FELIPE-MORALES
Cuadro 1. Clasificacin de andenes en el Per
Criterio de clasificacin
Tipos de andenes
(1) De quebradas
(2) De laderas
(3) De fondo de valle
(4) De secano
(5) De riego
(8) Refinados
(9) Rsticos
Segn su funcin
(10) Agrcolas
(11) Militares
(12) Religiosos
68
Mediante la instalacin de estacas graduadas en la plataforma del andn, se determin el efecto en el control
de la erosin del suelo de las tres modalidades de rehabilitacin. Se pudo medir as que cuando se dejaba la
plataforma del andn con su pendiente original, que en
el caso de los andenes evaluados era de 39 % (la
ladera sin andenar presentaba 65 % de pendiente), el
arrastre del suelo era de 55 TM/ao. De acuerdo con
este valor, la formacin de la terraza de banco propiamente dicha, mediante la nivelacin natural de la plataforma del andn en las condiciones de la zona, demorara entre 6 a 8 aos.
El mismo autor obtuvo en forma experimental un rendimiento de 15 Tm/ha de papa en andenes rehabilitados, sin
ninguna aplicacin de insumos externos (ni fertilizantes ni
pesticidas). Este valor duplica el promedio de la zona,
cuando se cultiva solo en laderas, sin prcticas de conservacin del agua y del suelo (Chiln, 1988).
BALANCE DE LAS
INVESTIGACIONES SOBRE
ANDENES EN EL PER
Conclusiones
1. En el Per an subsisten tecnologas prehispnicas de
manejo del agua y del suelo que han demostrado ser
muy eficientes en la conservacin de estos recursos y,
por ende, en el incremento de la produccin agrcola.
Entre ellas cabe destacar, por su extensin e importancia, los andenes.
2. Si bien existen numerosas investigaciones sobre andenes, estas han sido conducidas mayormente por cientficos sociales, que abordan aspectos histricos,
antropolgicos y sociales, y son principalmente de carcter descriptivo. En cambio, son relativamente escasas las investigaciones con carcter cuantitativo efectuadas por cientficos de las ciencias naturales e ingenieros.
69
RESUMEN
ABSTRACT
1
2
Facultad de Economa, Pontificia Universidad Catlica del Per, (PUCP), Lima, Per [email protected]
Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Lima, Per, [email protected]
70
RECUPERACIN DE
ANDENES: UNA VA
SUSTENTABLE?
departamentos que albergan los andenes en peor estado
(C3) son Lima y Arequipa.
Introduccin
La mitad de las ms de 200 mil hectreas de andenes
existentes en ocho departamentos del Per estn sin uso.
Segn el Inventario Nacional de Andenes elaborado por
el INRENA (1996), existen 256,945 hectreas de andenes que se distribuyen en ocho departamentos de la siguiente manera: Lima: 30.9%, Arequipa: 18.8%, Puno:
18.2%, Cusco: 9.2%, Apurmac: 8.8%, Moquegua: 7.6%,
Tacna: 5.2% e Ica: 1.3%. Los estimados del Censo
Agropecuario de 1994 del INEI (Instituto Nacional de Estadstica e Informtica) subestiman el nmero de hectreas
de andenes al sealar que a escala nacional estas solo
ascienden a 5,182. Por otro lado, Masson (1986b) parece
sobreestimar la cantidad de andenes al afirmar que en el
Per existen aproximadamente un milln de hectreas de
andenes en diverso estado de conservacin y utilizacin.
Se estima que de esta superficie solo se utiliza un mximo
de 25%. Esta cifra abultada se debe al hecho de que el
autor incluye los andenes populares o terrazas de tierra
en su contabilidad.
Hemos credo conveniente tomar los estimados del INRENA
(1996), pues han sido realizados con una metodologa
adecuada y con los medios apropiados: INRENA efectu
un inventario preliminar y, a partir de esta base, realiz
una exhaustiva verificacin de campo, lo que no se haba
hecho antes. De acuerdo con el estado de conservacin
y uso de los andenes, este organismo propone la tipologa
observada en el cuadro 1.
A1
A2
B1
B2
B3
C1
C2
C3
Hectreas
Porcentajes
13,565
11,025
31,025
76,160
105
400
84,305
40,360
256,945
5.3%
4.3%
12.1%
29.6%
0.0%
0.2%
32.8%
15.7%
100.0 %
71
A1
A2
B1
B2
B3
C1
C2
C3
Total
3,260
875
3,055
4,960
1,410
13,560
5.3
6,775
430
945
450
2,425
11,025
4.3
10,195
25
4,395
160
4,950
4,500
6,780
31,005
12.1
11,855
6,260
2,990
915
28,315
2,830
20,895
2,100
76,160
29.6
105
105
0.0
90
310
400
0.2
6,120
15,430
13,610
960
28,405
910
17,715
1,155
84,305
32.8
10,140
905
1,180
1,000
13,710
5,735
5,685
2,035
40,390
15.7
48,345
22,620
23,675
3,345
79,380
19,385
46,720
13,480
256,950
100.0
18.8
8.8
9.2
1.3
30.9
7.6
18.2
5.2
100.0
Arequipa
Apurmac
Cusco
Ica
Lima
Moquegua
Puno
Tacna
ha
%
13,455
25
5,360
470
8,025
9,465
0
8,190
44,990
17.5
Total
24,750
21,690
17,030
1,875
57,665
4,190
41,035
3,255
171,490
66.7
10,110
905
1,285
1,000
13,710
5,735
5,685
2,035
40,465
15.8
48,315
22,620
23,675
3,345
79,400
19,390
46,720
13,480
256,945
100.0
Como puede apreciarse al comparar el total de este cuadro con los totales de los dems cuadros y el total de hectreas en andenera
consignado en el texto, existe una pequea diferencia de 5 ha, esta discrepancia se debe a que los datos parciales presentados por INRENA
para este cuadro suman estas 5 ha de ms. Al ser una discrepancia tan pequea, hemos preferido no alterar ninguna de las cifras oficiales
del INRENA y simplemente reconocer la existencia de tal discrepancia.
72
RECUPERACIN DE
ANDENES: UNA VA
SUSTENTABLE?
Cuadro 4: Distribucin de los andenes por cuencas
Cuencas
Ro Caete
Ro Huaura
Ro Rimac
Ro Chancay
Ro Mala
Ro Chilln
Ro Pativilca
Ro Omas
Ro Lurn
Ro Supe
Total
Hectreas
18,530
14,730
14,675
9,020
6,995
6,665
6,400
1,070
820
500
79,400
%
23.3
18.6
18.5
11.4
8.8
8.4
8.1
1.3
1.0
0.6
100.0
Para analizar las posibilidades de la eventual recuperacin de los andenes, resulta imprescindible tomar en cuenta las razones que explican el abandono. Adicionalmente,
es necesario incorporar la nocin de sustentabilidad en la
recuperacin; es decir, no limitarnos a las posibilidades de
rehabilitar andenes para que estn en capacidad de producir, sino tambin evaluar las condiciones necesarias para
que no vuelvan a ser abandonados.
RECUPERACIN DE
ANDENES: UNA VA
SUSTENTABLE?
o las habas. Nos referimos, por ejemplo, a las flores para
exportacin. En general, se trata de una va limitada a
determinados lugares en algunas regiones. Incluso se debe
tomar en cuenta que los andenes que pueden generar
rentabilidades mayores ya estn en uso hace mucho tiempo, verbigracia los del Valle Sagrado en el Cusco. Parte
del abandono de andenes se explica, en consecuencia,
por el hecho de que los propietarios no consideran que
invertir en ellos sea rentable.
La va campesina de recuperacin y manejo de andenes
hace tiempo que es viable dentro de la racionalidad de
subsistencia. Una buena muestra de la factibilidad de esta
va es la construccin de terrazas de formacin lenta en
Cajamarca, aunque esta se da con el apoyo del Estado y
de algunas ONGs. Las principales razones por las que los
campesinos no recuperan andenes para su economa de
subsistencia son, en primer lugar, la falta de mano de obra
disponible, pues tanto en el Valle Sagrado y en
Antapampa,en el Cusco, como en Yauyos en Lima, los
pobladores acceden a alternativas de trabajo con mayores salarios en el sector turstico o migrando temporalmente. En segundo trmino, se debe mencionar la carencia de
pequeos capitales para comprar herramientas apropiadas e insumos, y, en tercer lugar, la falta de mercados para
vender la produccin adicional.
La va estatal de recuperacin de andenes es posible y
rentable en el largo plazo, en la medida en que el Estado
puede hacer de ellos bienes pblicos de carcter cultural y
puede generar bienestar a travs de las externalidades
que producen. Las causas del abandono de andenes
atribuibles al Estado son, en primer lugar, la falta de recursos para sufragar los gastos de recuperacin en zonas
arqueolgicas y, en segundo trmino, las discrepancias
entre las distintas instituciones estatales sobre los modos de
uso y recuperacin de andenes. Estas discrepancias son
notables entre el INC (Instituto Nacional de Cultura) y el
PRONAMACHCS (Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos). Esta ltima
institucin es una de las ms activas promotoras de una va
combinada entre la estatal y la campesina para recuperar y
reconstruir los andenes.
Cualquiera que sea la va de recuperacin y produccin
en andenes, su existencia y su uso generan una serie de
externalidades ambientales y sociales positivas. Por un
lado, ayudan en la retencin de aguas, detienen la erosin de los suelos y facilitan el riego eficiente. Por otro,
permiten a los campesinos consolidar sus instituciones de
organizacin colectiva e influyen en el funcionamiento de
los mercados rurales de trabajo. Estas externalidades, que
son difciles de medir, constituyen una transferencia neta
de los andenes hacia el resto de la sociedad.
Lima
Cajamarca
Muestra total
22
12
11
14
75
R =
tierras en andenes
con riego
dems tierras
Andn de secano
1.00
1.36
1.40
1.13
0.53
0.19
1.19
0.69
RECUPERACIN DE
ANDENES: UNA VA
SUSTENTABLE?
mente, todas las ventajas mencionadas implican una mejora en la productividad de las parcelas que tienen andenes.
Resulta sorprendente que ningn productor encuestado
mencionara que los andenes ofrecan ventajas para el
medio ambiente en su conjunto o para el sistema productivo de la regin. Para ninguno de los encuestados result
prioritario mencionar (a pesar de ser una pregunta abierta) la existencia de externalidades positivas no
aprovechables por ellos mismos. Es decir, las virtudes de
la produccin en andenes solo se miden en funcin de las
externalidades que los andenes generan en beneficio de
la propia chacra que posee los andenes. Solo se consideran ventajas de los andenes las externalidades que se
internalizan privadamente a travs del propio sistema de
produccin. Al parecer no se tiene conciencia, no se da
importancia a las externalidades producidas ms all de la
propia parcela, o las externalidades son mnimas como
para tomarlas en cuenta.
Para completar este anlisis, necesitaramos conocer cmo
perciben los beneficiarios de estas externalidades (digamos
los pobladores de las partes bajas) el impacto de los andenes o terrazas de las partes altas. Es probable que ellos
tampoco sean conscientes de la importancia de los andenes
o terrazas en zonas altas para su propia produccin, por
ende, no se sentirn comprometidos a compensar a los que
asumen los costos para que estos andenes o terrazas existan. Desgraciadamente, no disponemos de esta informacin. Sin embargo, quizs es conveniente utilizar un ejemplo
real de cmo luego de un cambio en un sistema social estas
externalidades se tornan evidentes. Rousseau et al. (1989)
han documentado el caso de una comunidad en la cuenca
del ro Caete con dos sectores, uno de altura y otro ms
bien bajo; las faenas comunales permitieron el buen aprovechamiento de andenes de la parte superior en beneficio
de la comunidad, gracias a lo cual se dio un adecuado
manejo de los recursos hdricos hacia la parte baja. La comunidad decidi separase en dos, formndose dos comunidades, una en la parte alta y otra en la parte baja, con lo que
los sistemas de faenas se vieron alterados y se limit el
aporte de la gente de la parte baja al mantenimiento de los
andenes de la parte alta. El posterior deterioro de los andenes trajo consigo la prdida de capacidad productiva en la
parte baja. Este ejemplo ilustra las implicancias que pueden
tener los andenes en parcelas que estn ms all de los
propios andenes o terrazas, cuyos beneficios son solo
percibidos cuando se pierden.
Como hemos discutido en secciones anteriores, el tema
de las externalidades que los sistemas de andenes y
terrazas tienen es tericamente significativo ms all de
las fronteras de la chacra, y, por ende, requiere de ser
incorporado en el anlisis de la viabilidad de estrate-
ste es un caso tpico de falla del mercado, ofrece una excelente oportunidad para definir y proponer arreglos
institucionales que permitan aumentar las posibilidades de
establecer un sistema de vida sustentable.
Lo ms peligroso es que esta carencia tambin se puede
convertir en una falla del Estado, si es que ste no asume
su papel regulador de las fallas de mercado. Ello significara en realidad una falla de la sociedad, en la medida en
que mostrara una incapacidad de organizacin para la
asignacin y uso de los recursos naturales mejorados.
Finalmente, llegamos a la conclusin de que la recuperacin de andenes no es ni puede ser un medio para el
desarrollo rural de manera aislada. Se requiere, adems,
acceso al crdito, asistencia para el cambio tecnolgico e
identificacin de mercados de destino como polticas o instrumentos complementarios. As, concluimos que el desarrollo rural precisa una estrategia con programas que ayuden a combinar los factores de produccin y que permitan
a los campesinos acceder a ellos. La recuperacin de
andenes en forma aislada no constituir nunca una va
estratgica para impulsar el desarrollo en el campo.
Nota
El presente artculo es un extracto del texto Andenes y desarrollo sustentable publicado por los autores en abril de 1999
por el IEP y CONDESAN.
78
ELAS MUJICA1
RESUMEN
ABSTRACT
Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregin Andina (CONDESAN), Lima, Per, [email protected]
79
ELAS MUJICA
Introduccin
A diferencia de los Andes hmedos del norte, el altiplano
del Titicaca, ubicado en la frontera actual entre el Per y
Bolivia, es una extensa llanura con caractersticas de estepa de gramneas, interrumpida ocasionalmente por accidentes geogrficos. Se encuentra a una altitud promedio
de 4,000 m, fluctuando entre los 3,812 m a orillas del lago
hasta ms de 5,000 m en las cumbres nevadas de las
montaas que lo rodean. Hoy en da es uno de los lugares
ms deprimidos y pobres de los Andes. Tradicionalmente
se argumenta que esta situacin se debe a los siguientes
factores que de uno u otro modo limitaran la capacidad
productiva del altiplano: a) su altitud, que lo ubica en los
lmites superiores de vida animal y vegetal; b) lo impredecible de las lluvias, que de manera irregular cambian de
aos de inundaciones a otros de extrema sequa; y c) por
la marcada alternancia climtica diaria, que hace de los
das veranos calurosos y de las noches, inviernos fros.
En resumen, el da de hoy se piensa que el medio ambiente natural del altiplano del Titicaca no es apto para el
desarrollo exitoso de las sociedades.
Pero, por el contrario, estamos en condiciones de afirmar
que el empobrecimiento del altiplano del Titicaca es un
fenmeno relativamente tardo. Muestra de ello son, en
primer lugar, los templos cristianos espaoles de los siglos
XVI y XVII dispersos en los entornos del lago, que reflejan
la concentracin de riquezas temprano en la Colonia
(Gutierrez, 1979). En segundo lugar, sabemos, gracias a
las visitas administrativas del siglo XVI (Diez de San Miguel, 1567; Gutirrez Flores, 1574, Gutirrez Flores y
Ramrez Zegarra, 1573; Osorio de Quiones y Ramrez
Zegarra, 1581-1583), que el altiplano del Titicaca fue sumamente rico a la llegada de los europeos, a tal extremo
que el territorio que durante la poca precolonial corresponda a los Lupaqa fue entregado a la Corona espaola
conjuntamente con la isla Pun en el golfo de Guayaquil y
Chincha en la costa peruana. Ms an, los cronistas espaoles, como Cieza de Len (1550), Matienzo (1567) y
Polo de Ondegardo (1571), aseguran que esta fue una de
las reas ms pobladas del nuevo mundo. Y en tercer
lugar, las investigaciones arqueolgicas desde principios
del presente siglo han demostrado que el altiplano del
Titicaca fue cuna de civilizacin, uno de los pocos lugares
del mundo en donde emergieron las sociedades complejas de manera autnoma.
ELAS MUJICA
de camlidos cumpli un papel de primer orden en la economa del altiplano a lo largo de su historia, tal como lo
indica la evidencia arqueolgica y la informacin
etnohistrica. Lo ms probable es que fuera la combinacin
de ambas estrategias productivas la agrcola y la pastoril
lo que permiti subsanar las limitaciones naturales del hbitat
altiplnico, y posibilit el desarrollo de sociedades complejas, a lo que habra que agregar la situacin geoeconmica
tan especial que permiti el lago Titicaca (Mujica, 1978).
Pero parece que aun as esto no fue suficiente, ya que
desde muy temprano en la historia del altiplano encontramos a sus pobladores interactuando con aquellos asentados en los valles costeos del Pacfico, con los de los valles
mesotrmicos serranos y con los de las yungas de la vertiente oriental de los Andes, supuestamente para tener
acceso a otros recursos (Mujica, 1985). La persistencia de
esta interaccin a lo largo del tiempo, y a travs de diversos mecanismos, parece estar indicando que la
complementariedad econmica mediante el acceso a recursos no altiplnicos debe ser tambin considerada como
vital en el proceso histrico de la cuenca del Titicaca, conformando una triple base conjuntamente con la agricultura
de altura y la ganadera de camlidos.
mos evidencias (circa 800 a.C.) de intercambios de naturaleza an no definidos con poblaciones del oriente. Con
el valle del Vilcanota existe una fuerte interdependencia
desde por lo menos el ao 800 a.C., mientras que con los
valles de la vertiente occidental parece haber sido de larga data. Por la premura del tiempo, solo quisiera poner
como ejemplo los mecanismos de articulacin altiplano-valle
durante el perodo Pukara (circa 250 a.C. - 380 d.C.).
El patrn de integracin regional y de uso simultneo de
mltiples nichos ecolgicos que emergi en la poca
Pukara, contrasta marcadamente con la microadaptacin
de las culturas anteriores caracterizadas por un nivel aldeano de desarrollo. Pero, tal vez los indicadores ms
importantes del cambio ocurrido durante esta poca en la
cuenca del Titicaca son la presencia de asentamientos de
poblaciones altiplnicas fuera de su territorio nuclear.
Son distintas las evidencias de poblaciones pukara saliendo de su territorio nuclear en la sierra altoandina. Hacia el
norte avanzaron por el valle del Vilcanota llegando hasta
el sitio de Batan Urqo, cerca del poblado actual de Huaro
(Cusco), descubierto por Patterson (1966) en 1965. Las
investigaciones que en la actualidad vienen realizando los
arquelogos cusqueos en este sitio podrn aclarar la
naturaleza de la presencia Pukara en este lugar tan alejado del altiplano, y la manera como pudieron influir en el
desarrollo cultural posterior de la cuenca del Cusco (Zapata, 1990).
Hacia el sur del lago existen evidencias de presencia
pukara en el territorio de una sociedad en parte contempornea a ella (Mujica, 1985), denominada Qeya (o Tiwanaku
III o Temprano). En el sitio de Kallamarca o Qallamarka
(Portugal Zamora y Portugal Ortiz, 1975; Portugal Ortiz y
Portugal Zamora, 1977), ubicado a tan solo 12 kilmetros
al sur-este del gran centro urbano de Tiwanaku y descubierto por los arquelogos Portugal en 1971, se encontr
un lote de piezas de cermica muy importantes ya que en
l se halla la evidencia fsica de una asociacin entre la
cermica ms temprana de Tiwanaku y rasgos del estilo
Pukara, con lo cual queda definitivamente claro que la
cultura Pukara es anterior, en su conjunto, a la cultura
Tiwanaku y obviamente antecedente (Lumbreras, 1974).
El acceso a la costa tambin fue muy significativo. Las
primeras evidencias altiplnicas pre Tiwanaku fueron encontradas en el sitio de Azapa 70 (Arica) por los
arquelogos Focacci y Erices (1971). Se trata de un textil
decorado con diseos del estilo Pukara temprano asociado a contextos funerarios de la fase costea Alto Ramrez
(Mujica, 1985) y de un gorro tejido con diseos escalonados. Dos gorros similares fueron encontrados en la desembocadura del ro Loa (norte de Antofagasta), varios
ELAS MUJICA
Adems de las descripciones pioneras realizadas por Flores (1987) y Flores y Paz (1983a, 1983b, 1984, 1986,
1988), se han investigado las qochas como sistema productivo actual (Rozas, 1984, 1986, 1987), y en trminos
de la organizacin campesina que lo sustenta (Angles,
1987). Posteriormente se ha realizado un inventario y
mapeo de qochas en el marco del Programa de Investigacin, Validacin, Capacitacin y Rehabilitacin de
Camellones en el Departamento de Puno - Proyecto PIWA
(Daz y Velsquez, 1992) y recientemente Valdivia y
Reinoso (1994) han sistematizado 10 aos de observaciones en una comunidad campesina, con resultados valiosos para entender el funcionamiento del sistema y su
potencial.
Flores y Paz (1983a; 1986) proponen que las qochas fueron creacin de los Pukara, sociedad compleja temprana
que, como ya se ha explicado, se desarroll en la cuenca
norte del Titicaca entre los aos 250 a.C. y 380 d.C. La
proposicin de los autores citados se sustenta en que, por
un lado, las qochas se encuentran frente al gran sitio urbano-ceremonial epnimo de esta cultura, a un da o da y
medio de camino, y por el otro lado se trata de la primera
sociedad de la cuenca norte del Titicaca en lograr un desarrollo urbano.
Los waru waru o camellones
La segunda tecnologa de manejo de suelo y agua desarrollada en el altiplano son los waru waru, conocidos tambin como camellones o campos elevados. A diferencia de
las qochas, se encuentran en las zonas ms bajas y menos inclinadas del altiplano, entre los 3,800 y 3,850 m.
Ac, las antiguas poblaciones tuvieron que enfrentar otro
tipo de riesgo en los contornos del lago Titicaca y sus ros
tributarios: las inundaciones. Para ello inventaron estos
surcos gigantescos, de 4 a 10 m de ancho por 100 a ms
de largo y 1 m de altura, que facilitaban el drenaje, mejoraban la fertilidad del suelo y creaban un espejo de agua
que protega a las plantas contra el granizo y las heladas.
Esta tecnologa, inventada en el ao 1300 a.C. (Erickson,
1996), se encuentra dispersa en una extensin de 142,000
ha, e investigaciones recientes han demostrado que permiten, por ejemplo, un mayor rendimiento de papa, en ms
del 40% en comparacin con la produccin en las laderas
o la pampa.
Se trata, efectivamente, de grandes surcos diseados para
una irrigacin de drenaje, dispersos en miles de hectreas
distribuidas en las orillas del lago Titicaca, completamente
abandonadas desde el siglo XVI, y que por la magnitud de
los trabajos se postul inicialmente que fueron construidos
y utilizados slo durante los perodos tardos precoloniales.
El descubrimiento de los campos elevados abri una nue84
a) Ubicacin y extensin
Daz y Velsquez (1992), en el inventario que realizaron
sobre infraestructuras agrcolas andinas en el departamento
de Puno, identificaron la existencia de 122,882 ha que
incluyen lo que definen como reas andenadas y terrazas. Los autores definen como andn a los bancales con
muro de piedra, y a las terrazas como aquellas que son
solo taludes cubiertos con pastos naturales. Por otro lado,
informan que las zonas circumlacustre y de suni (altiplano)
son las de mayor concentracin de andenera, con una
extensin de 95,436 ha, lo que representa el 77% del
rea total. Los andenes en la puna hmeda y quechua
(selva alta) de Puno abarcan 27,446 ha, equivalentes al
22.3% del total de suelo andenado.
En cuanto a la distribucin de los andenes y terrazas de
acuerdo a la demarcacin poltica del Departamento de
Puno, las cifras se consignan en el cuadro 1.
En trminos de la distribucin de andenes y terrazas de
acuerdo con la altitud, Morlon (1982), en una publicacin
preparada para el Proyecto Regional de Patrimonio Cultural PNUD/UNESCO y editada por la Corporacin Financiera de Desarrollo, propone la existencia de cinco zonas
de produccin:
Altura, entre los 4,100 y 3,800 m, donde se produce papa
amarga para el chuo; Manda, entre los 3,800 y 3,200
m, donde se cultivan papas el primer ao, oca, olluco e
Provincia
Azngaro
Huancan
Chucuito
Puno
Carabaya
Sandia
Lampa
San Romn
Yunguyu
Melgar
Total
Superficie (ha)
Distribucin (%)
22 576
21 300
21 175
17 040
16 470
10 976
4 700
4 345
2 640
1 660
122 882
18,4
17,3
17,2
13,9
13,4
8,9
3,8
3,5
2,2
1,4
100
ELAS MUJICA
slida de piedra que descansa sobre material madre mediante un cimiento); b) la terraza (donde se practica la
agricultura, compuesta por tierra de cultivo sobre grava
que facilita el drenaje); c) la base (material madre o roca);
y d) la vegetacin arbustiva presente en el contorno de la
terraza, lo que mejora el microclima y que adems sirve
como cortina de viento que previene la erosin elica
(Canahua, 1978). A partir de esta descripcin, podemos
suponer que el trabajo pionero de Canahua se refiere
exclusivamente a los andenes formales propiamente dichos, mas no a las terrazas de cultivo que no implican
infraestructura constructiva sofisticada.
Morlon (1982), en el trabajo ya citado, plantea la diferencia entre andenes incaicos y andenes campesinos, poniendo como ejemplo de estos ltimos a los de Sandia y
Cuyo Cuyo (fotos 1 y 2) en base a la informacin proporcionada por Camino (1977, 1978a, 1978b, 1980, 1983,
1992). Describe los andenes campesinos de la siguiente
manera:
Los andenes pircados utilizando el material local; la piedra pizarra. Estos se hacen de las ms diversas formas, lo
que nos permitir hacer todo un trabajo de tipologa en otra
ocasin. Es importante sealar sin embargo que, si bien
ya no se construyen nuevos sectores de andenes, los
andenes derrumbados son rapidamente rehabilitados.
Entre junio y agosto, toda familia campesina dedica una
parte considerable de su tiempo a la rehabilitacin de andenes derrumbados por efectos de lluvias y deslizamientos.
(Morlon, 1982).
c) Acciones de rehabilitacin
En lo que se refiere a los resultados de las acciones de
rehabilitacin, es realmente poco lo que se ha publicado.
Comparando con la cantidad de trabajo que se ha practicado principalmente el Programa Integral de Rehabilitacin
y Reconstruccin de Puno 1983-1985 conducido por CIPA
XV, el Ministerio de Agricultura, la Direccin de Aguas y
Suelos y el Proyecto Especial de emergencia de la
Coorporacin de Desarrollo de Puno a raz de las sequas
de 1982 y 1983, cuando se construyeron y/o rehabilitaron
1,143 ha entre andenes y terrazas (Garca et al., 1990)
es realmente poca la informacin que ha circulado sobre la
sistematizacin de las experiencias y los resultados obtenidos. Probablemente esto se deba al poco impacto obtenido.
Segn Garca y colaboradores (1990), los resultados fsicos de los andenes rehabilitados no han sido los ms adecuados, por que han sufrido deterioro ya sea por falta de
drenes o reforestacin...
Ramos (1986a) es una primera excepcin, con su sustancioso informe sobre la reconstruccin, refaccin y manejo
86
ELAS MUJICA
de obra, la existencia de piedras adecuadas, la existencia
de tierra frtil para conformar el suelo de la terraza, y el
acceso al agua para la preparacin del barro. Un interesante resultado aqu presentado se refiere a la inversin
de trabajo requerido para la construccin de andenes: En
total se consumieron 890 das/hombre; en este caso con
un promedio de 4 horas diarias. En base a clculos de
rentabilidad de trabajo, estas corresponden a 445 das/
hombre con jornadas de 8 horas.
Por ltimo, el tercer informe publicado sobre las limitaciones y posibilidades econmicas de los andenes se
refiere a la investigacin realizada por Garca,
Velsquez y Enrquez (1990) de la Escuela de Posgrado
y de la Facultad de Ingeniera Econmica de la Universidad Nacional del Altiplano. Se trata de los trabajos
con comunidades campesinas del distrito de Paucarcolla,
a 3,813 m, con propiedades en laderas propensas a la
erosin hdrica, y en terrenos en llanura sujetos a las
constantes inundaciones por la cercana al espejo de
agua del Lago Titicaca. La temperatura promedio es de
9C y las precipitaciones pluviales van de 600 a 800
mm anuales.
Costo de produccin
Ingreso bruto
Ingreso neto
Andenes
Parcelas Testigo
US$ 858,29
US$ 1187,89
US$ 329,59
US$ 1073,11
US$ 1187,89
US$ 114,79
evidencias arqueolgicas, lo que en muchos casos ha llevado al fracaso de los propios proyectos. La prdida de
autenticidad de las evidencias arqueolgicas tiene ingerencia tanto en el valor meramente histrico de los monumentos, cuanto en el funcionamiento posterior del sistema. Cuando se intenta recuperar tecnologas antiguas sin considerar
las caractersticas originales (autenticidad) del material usado, de la mano de obra o del diseo, estos proyectos de
desarrollo fracasan o tienen resultados limitados.
Recientemente los proyectos de desarrollo han recuperado centenares de hectreas de terrazas con la participacin activa de miembros de las comunidades. En los casos
en que se respet el diseo original de las antiguas terrazas, los andenes estn bien preservados y ahora son
productivos. En los casos en que los conductores de los
proyectos de desarrollo pensaron que sera mejor cambiar los diseos originales, como alinear las terrazas en
lnea recta en lugar de seguir los contornos irregulares de
las colinas, tal vez pensando en trminos de la esttica
moderna o tratando de crear un efecto ms semejante al
incaico, las terrazas colapsaron despus de las primeras
lluvias fuertes y las comunidades vieron sus esperanzas
frustradas.
Ms an, cuando los proyectos de desarrollo usaron la
organizacin social tradicional de las comunidades andinas
y los principios socioeconmicos de reciprocidad y
redistribucin, las terrazas se mantuvieron y continuaron
usndose an despus de la finalizacin del propio proyecto de desarrollo. Pero cuando los proyectos escogieron formas no andinas de organizacin del trabajo, como
pagar el trabajo con comida o moneda, una vez terminado
el proyecto las comunidades tradicionales abandonaron
los andenes, incluso los recuperados con el trabajo pagado por el proyecto en comida o dinero.
La participacin comunal es crucial en cualquier proyecto
relacionado con la recuperacin de tecnologas tradicionales, pero es igual de importante la participacin de un
equipo multidisciplinario, de mente abierta, para un mejor
entendimiento de cmo se trabajaron originalmente esos
sistemas de produccin.
ELAS MUJICA
zonas planas estn controladas bajo la propiedad de grandes agricultores. En otros, como en las zonas ms altas,
las laderas constituyen los lugares ms adecuados por
tener una proteccin natural contra los intensos fros que
ponen en riesgo las cosechas.
La transformacin de las laderas en tierras aptas para la
agricultura por medio del terraceo tiene una antigua data
en la historia de la agricultura. En muchas zonas de montaas, como en los Andes, ellas fueron la alternativa ms
adecuada para el uso sostenible de un terreno frgil de
conservar por la pendiente, o por estar lejanas a fuentes
de agua. En otros, en donde la construccin de terrazas
no se encuentra dentro del bagaje cultural de las sociedades nativas, su introduccin aparentemente se ha convertido en una alternativa viable para la conservacin de los
recursos de agua y suelo.
En los Andes se han desarrollado durante las ltimas dcadas distintos esfuerzos para rehabilitar terrazas de cultivo, o introducir la tecnologa de acuerdo con las
especificidades de cada regin. Estos esfuerzos han sido
impulsados directamente por el Estado, por organismos de
desarrollo no gubernamentales, o por propia iniciativa de
los pequeos agricultores. An as, se carece de polticas
definidas por parte de los gobiernos o stas son poco
conocidas sobre cmo actuar y qu recursos invertir para
la conservacin de las laderas por medio de su transformacin en terrazas de cultivo.
Sin duda, una de las razones para que esto ocurra es que
son pocas las sistematizaciones de las experiencias existentes sobre rehabilitacin de terrazas de cultivo o su transferencia, siendo en la actualidad difcil evaluar con rigor los
resultados, y ms an aprender de tales experiencias para
su aplicacin en ecosistemas similares o en ecosistemas
distintos pero con presencia de laderas (las terrazas para
el cultivo del arroz en Asia, por ejemplo).
Por tanto, una agenda para el futuro debe considerar la
urgente necesidad de sistematizar y evaluar las prcticas
tradicionales de conservacin de suelos y agua en zonas
de laderas, y documentar los factores causales del xito o
fracaso en la adopcin de terrazas de cultivo como una
tecnologa presente en los agroecosistemas de montaa.
Una sistematizacin como la que propone el Centro Internacional de la Papa (CIP) en el contexto de la Iniciativa
Global de Montaas, y que se resume a continuacin,
debe de considerar los siguientes objetivos especficos:
- Documentar las experiencias de rehabilitacion de terrazas agrcolas antiguas o de construccin de terrazas
agrcolas nuevas analizando independientemente la
90
91
TERRAZAS DE
FORMACIN LENTA
RESUMEN
ABSTRACT
95
MARIO TAPIA
ALCIDES ROSAS
MARIO CCERES
Introduccin
El proyecto integral de desarrollo de la Encaada (PIDAE)
se inici en 1991, con el apoyo financiero del fondo
Contravalor Per Canada, y ha tenido por objetivo mejorar los sistemas de produccin agropecuaria de una
microcuenca (12,000 ha) en los Andes Norte en el distrito
de la Encaada, Cajamarca.
El proyecto ha tenido dos etapas, la primera caracterizada
por un plan de metas a cumplirse que incluan la mejora de
los suelos, cultivos y ganadera, en base a la participacin
campesina y con el apoyo de insumos para la produccin.
En la segunda etapa se ha considerado el proceso de
evaluacin de los avances logrados, sobre todo en el manejo de los suelos y la produccin de cultivos y ganadera.
Primera etapa
En esta etapa se promovi la accin coordinada de diferentes
instituciones del gobierno y no gubernamentales, que tenan
el expertis en diferentes componentes para apoyar un proyecto de desarrollo rural integral de la microcuenca de la
Encaada (PIDAE), territorio que es ecolgicamente representativo de las condiciones ambientales en la zona (presencia de Jalca, zona de laderas y zona de valle) de la cuenca
del ro cajamarquino (230,000 ha).
Los temas y las instituciones involucradas fueron:
- Conservacin de suelos y forestacin: Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos PRONAMACHCS
- Mejora de los cultivos y pastos: INIA
- Agroindustria: ITDG
- Biodiversidad y desarrollo rural: Aspaderuc
Diagnstico
En el diagnstico efectuado en la zona, con la participacin de los campesinos, se subray que el principal
factor limitante para la mejora de la actual produccin
agrcola en la zona, era la alta erosin de los suelos,
sobre todo en las condiciones de las laderas. El uso
inapropiado de terrenos para fines agrcolas, y como
consecuencia de este proceso se estaba perdiendo la
biodiversidad de los principales cultivos de la zona, como
la papa, la oca, el olluco. Y finalmente la nutricin humana en la zona registraba altos ndices de desnutricin,
sobre todo entre los nios menores.
El mal uso de la tierra estaba confirmado por el hecho de que
en la microcuenca existan solo 750 ha de suelos que podan
96
permitir una agricultura con ciertas restricciones (clase IV, segn la clasificacin FAO), y en la realidad se cultivan mas de
1,500 ha con extensas zonas dejadas para descanso.
TERRAZAS DE
FORMACIN LENTA
97
ANN KENDALL
ANN KENDALL1
RESUMEN
ABSTRACT
Cusichaca Trust, Andahuaylas, Apurmac, Per. Institute of Archaeology, University College London, Londres, Inglaterra,
[email protected]
98
RESTAURACIN
DE CANALES Y
ANDENES PREHISPNICOS
99
ANN KENDALL
En el lago seco de Marcacocha, en el
valle de Patacancha, a 3,400 m, CT
obtuvo la primera muestra de sedimentos para evaluar su potencial para
estudios paleoecolgicos. Posteriormente, the Botany School, Universidad de Cambridge, ampli la investigacin con el anlisis de ChepstowLusty et. al. (1996). El posterior anlisis del polen en el laboratorio mostr
que ya no haban rboles locales
2000 aos a.C., a lo que sigui una
drstica erosin de los suelos, lo que
caus un serio retroceso en la actividad agrcola y en la ocupacin humana a lo largo del primer milenio
d.C., al final del cual hubo aumento
Fig. 3. Proyecto Patacancha: restauracin del canal superior de Pumamarca en de temperatura y sequa.
Ollantaytambo.
Subsecuentemente, el sistema de andenes fue introducido (para lo cual
das. Hemos promovido la aplicacin de esta tcnica con el
hay tambin buena evidencia arqueolgica), y se utiliz
apoyo del INC y de otras instituciones, para complementar
extensamente para controlar y neutralizar la erosin de la
y difundir estos trabajos. Se llevaron a cabo dos seminatierra, lo que dio como resultado un incremento en el nmerios, uno en Cusco (1992) y el otro en Ollantaytambo
ro de los asentamientos humanos y en la actividad agrcola
(1995), cuyos resultados se encuentran en dos publicaintensiva desde c. 1050 d.C.
ciones, respectivamente, en Kendall, 1992a y Kendall,1997.
Los incas alcanzaron su nivel ms alto en el Valle SagraEl libro principal (tomo 1) incluye un informe completo sodo del Vilcanota, donde los gobernantes incaicos demosbre la restauracin del canal superior de Pumamarca en el
traron ser maestros en el desarrollo a gran escala, consovalle de Patacancha y las Actas del Seminario Taller de
lidando su administracin y el control sobre los pueblos
1995 organizado por nosotros en Ollantaytambo. El tomo
conquistados, ejecutando trabajos similares en todo el im2 es un manual prctico para las ONGs y comunidades
perio.
que desean embarcarse en proyectos de restauracin de
infraestructura agrcola prehispnica (Kendall y Green,
Los estudios arqueolgicos de CT y los clculos de
1997).
reas bajo irrigacin antes de la conquista espaola
han demostrado que los incas, solo en el distrito de
En esta ocasin se presentan algunos resultados de inOllantaytambo (cuadro 1), podran haber sostenido a
vestigaciones y experiencias en el trabajo de restauracin
una poblacin fornea de ms de 100,000 habitantes,
y desarrollo de CT, y, al final, unas recomendaciones para
por medio del excedente estimado de produccin de la
la restauracin de andenes irrigados.
zona. (Kendall, 1991a) Las cosechas de los andenes
de este distrito ubicado en el valle del Vilcanota debajo
El pasado prehispnico y el potencial para
del Urubamba (en los siete valles laterales del distrito
aprovechamiento de andenes agrcolas
de Ollantaytambo), han podido ser redistribuidos en
Machu Picchu y en la capital del Cusco.
Todos estamos familiarizados con los logros agronmicos
de los incas, quienes gobernaron los Andes desde CoGran parte de esta estrategia del uso de la tierra, y la
lombia hasta Chile en el siglo XV, construyendo sobre las
mayor parte de su infraestructura y tecnologa, han esobras de sus antecesores y perfeccionando su tecnologa.
tado abandonadas o perdidas. Cmo ha podido surEllos fueron magnficos ingenieros, arquitectos y agricultogir esta situacin? La conquista espaola de los Andes
res. Hemos heredado canales de piedra cuidadosamente
es un ejemplo clsico de la adquisicin de riqueza a
estructurados, construidos para irrigar extensas terrazas
expensas de una economa autosostenible existente.
rescatadas de las laderas estriles de la cordillera, que
Los conquistadores vivieron por dcadas de los almatuvieron su origen hace casi tres mil aos.
cenes llenos de comidas y suministros de los incas. No
entendieron la ventaja de mantener el sistema agrcola,
100
RESTAURACIN
DE CANALES Y
ANDENES PREHISPNICOS
Andenes preinca
Andenes Inca
209,0 11,8
169,4 266,7
35,2
75,4
Hoy en da muchos andenes rinden al mximo una produccin apenas de autosubsistencia. En el distrito de
Ollantaytambo, para el perodo incaico se ha estimado una
poblacin cercana al mismo nivel de ahora, o sea, alrededor de 8,270 habitantes (en 1989). La mayora de los
agricultores ha tenido que depender de las lluvias y no del
riego, trabajando las tierras en un ciclo de barbecho de 7
aos de descanso. Desde que CT comenz a trabajar,
cerca de un cuarto de esta poblacin ha obtenido el acceso a tierras capaces de producir con un sistema bianual, o
__ 782,91
65,0 1531,9
170,8
65,0 2485,6
(x2) =4971,2
80,0 3202,3 (-70%)
=960
1213,4 + 278,5 439,1+ 272,1 1144,6 706,4 565,7 922,9 145,0 5687,9
que sufri y se degener como resultado de la discontinuidad cultural, de la despoblacin a travs de enfermedades y por el trabajo en las minas y la falta de
manutencin. Despus de la formacin de grandes haciendas y una recuperacin parcial en los siglos XVIIXVIII, hubo otra declinacin despus de las guerras
con Chile y la transferencia del mercado de maz en
Cochabamba, Bolivia, que continu hasta el presente,
donde se increment la desestructuracin y fragmentacin de propiedades en unidades ms pequeas y arrendadas. Esto no revirti con la Reforma Agraria en los
ltimos aos de la dcada de 1960 y los primeros de
1970, y la mala administracin del mismo caus el deterioro ms amplio de la estructura sobreviviente y del
medio ambiente. Lo peor fue la honda depresin econmica de los aos 1970-80. Los bajos precios agrcolas nacionales desanimaron a muchos agricultores, causando un flujo dramtico de poblacin hacia reas urbanas, que aument durante los conflictos entre guerrilleros y contrarevolucionarios desde 1983 hasta 1991.
Cosechas anuales
Totales
Salapunco Torontoy
Cusichaca y Huayllancay
(Incluido confluencias)
Cachiccata Paron
Tanccac Piscaycucho
Confluencia
Valle Piri
Confluencia
Valle Patacancha
5931,9
sea, de dos cosechas al ao: pequeas parcelas de aproximadamente media hectrea para cada familia en el valle
de Patacancha, con un total de 160 ha, y hasta dos hectreas por familia en el caso de los agricultores de Chamana,
en Cusichaca.
Por las fuentes etnohistricas y por los archivos coloniales
se puede ver claramente que los incas tuvieron un sistema
de control de alto nivel, por medio de un sistema de trabajo
comunal organizado, de mantenimiento, almacenamiento y
distribucin, lo que se est verificando en el campo con los
trabajos de antroplogos (Isbell, 1974 y 1978) y
arquelogos como Morris (1967) y Huaycochea (1994).
Ellos entendieron la importancia de conservar su medio
ambiente y la necesidad de prevenir la erosin del suelo
mediante la construccin de andenes con suelos artificiales
especialmente escogidos.
Obviamente estas condiciones con riego para andenes en
la zona quechua, que permiten cosechas bianuales, podra justificar la reintroduccin de obras de rehabilitacin
ms extensamente en el Per (fotos 1 y 2). Sin embargo,
la recuperacin de esta infraestructura pre-hispnica necesita ser acompaada por la capacitacin y educacin
intensiva para mejorar normas tcnicas y aportes. Los sistemas complejos de apoyo mgico-religioso a las actividades agrcolas y el mantenimiento de la infraestructura del
pasado estn en decadencia hoy, y pocos agricultores
estn preparados (como era la prctica en los tiempos de
los incas) a sembrar dos veces por ao para tener ingresos anuales ms elevados.
101
ANN KENDALL
En las dos ltimas dcadas, trabajando estrechamente con comunidades locales deseosas de
recuperar sus canales de riego,
el CT ha hecho una serie de estudios de la metodologa y de las
ejecuciones de restauracin basados en los sistemas agrcolas
prehispnicos, dirigidos al desarrollo rural. Los estudios de viabilidad empezaron ayudando a comunidades pequeas a restaurar
y mantener algunos canales existentes que estaban fuera de servicio o daados. En 1977 se llev a cabo un primer ensayo con
dos familias locales para reconsFoto 1. Canal de Quishuarpata (izquierda) y restos de andenes preincas (derecha).
truir una seccin recin cada de
Solo con el soporte tcnico apropiado y activo, adems de
un andn alto, al lado del ro Cusichaca, que sostena un
canal de irrigacin incaico.
la capacitacin y educacin en todos los aspectos de restauracin, mantenimiento de infraestructura agrcola, cuiLas familias quechua-hablantes mostraron su habilidad indado de semillas en el almacenamiento, buen acceso a las
nata moviendo y manejando piedras pesadas, colocndotierras, control de animales, reforzamiento de fertilizantes
las en la pared de sustento del andn. Ellos queran usar
naturales y comprensin y buen acceso al mercado, pocemento (como nuevo material mgico) en preferencia a
demos tener la esperanza de ver un desarrollo econmico
los materiales bsicos tradicionales como arcilla, arena y
para los agricultores y la realizacin del potencial completo
piedras, utilizados tradicionalmente por los antepasados.
de los andenes (lo que podra ser muy provechoso y
En la sierra, los incas construyeron los canales y andenes
extensamente beneficioso en la produccin nacional de
en los sitios elevados con piedras y poco barro como mezalimentos).
cla, utilizando tierra arcillosa o arcilla para sellar, y arena
para un ptimo drenaje. En una zona geolgicamente jo-
Experiencia y prcticas en
la restauracin de
sistemas de andenera
RESTAURACIN
DE CANALES Y
ANDENES PREHISPNICOS
ven, ssmica, propensa a terremotos, la arcilla tiene la ventaja de ser un material excelente, plstico y moldeable. Al
contrario, el cemento no tiene plasticidad y se rompe fcilmente. Otras desventajas del cemento son que se requiere hacer una mezcla bien calculada, el costo es de US$7
por bolsa, se requiere transportarlo al sitio y, una vez que
aparecen grietas por ms pequeas que sean, estas se
extienden rpidamente.
Se han reconstruido ms de 14 km de canales de piedra en
dos proyectos con tecnologa tradicional, en Cusichaca y en
Patacancha. Hay pocas otras instituciones que restauran sin
priorizar el uso de cemento y hormign, aparentemente porque en los estudios de factibilidad se puede mostrar una recuperacin del costo ms veloz y por la progresin de la obra,
que se construye ms rpidamente con personal experto de
fuera de la zona. Este ltimo mtodo no toma en cuenta la
sostenibilidad de la que dependen los beneficiarios, quienes
no pueden mantener estructuras construidas de cemento sin
contratar obreros experimentados de afuera.
Adems de las ventajas de la utilizacin de recursos locales, el uso de la tecnologa local es una solucin a largo
plazo (que tambin permite conservar toda la vegetacin
debajo de la linea del canal) que puede ser manejada y
sustentada en su uso, y controlada por los beneficiarios.
Por eso se necesita entrenamiento apropiado y refuerzo
de la tecnologa tradicional local durante la ejecucin del
trabajo de restauracin, asegurando que se pueda mantener adecuadamente una obra despus de finalizada.
Una vez que los andenes son rehabilitados, su mantenimiento debe incluir el disuadir del uso de tractores que,
adems de ocasionar el derrumbe de muros de andenes,
causa daos debido a la compactacin de la estructura y
del suelo del andn, cambiando la composicin del mismo.
Los fertilizantes y pesticidas qumicos tendrn un efecto
similarmente daino para el sistema de biomasa y autosuficiencia de andenes (ver Proyecto Patacancha ms
abajo).
Frente a la cuestin de la mano de obra, el arado espaol
ha sido una importacin positiva para la preparacin del
terreno.
El Proyecto Cusichaca
En su primer proyecto integral CT intent rehabilitar 45 ha
de tierra, restaurando los 7 km del canal de Quishuarpata.
El primer paso, la investigacin y las consultas con ingenieros, cientficos de suelos y antroplogos, se complet
en 1980. Durante la investigacin arqueolgica se pudo
saber que el canal era de fecha preincaica (estimado en
1000 d.C.), pero haba sido rediseado y reconstruido en
103
ANN KENDALL
maximizar los beneficios resultantes, y haban mejorado la
escuela.
En una ltima evaluacin socioeconmica Abanto estim
un 80% de cumplimiento en el proyecto de rehabilitacin.
El Proyecto Patacancha
El CT inici un segundo proyecto de restauracin ms ambicioso, en el valle de Patacancha, con 202 familias beneficiarias directas que posteriormente aumentaron. Tambin
se entendi ms completamente la sofisticacin de los andenes incaicos. Las investigaciones de la andenera de
Choquebamba (fotos 3 y 4) mostraron que se haban construido con paredes inclinadas y masivas para sostener un
relleno de un metro de piedras (para buen drenaje) y un
metro de suelo de buena textura. La base de tierra arcillosa
104
RESTAURACIN
DE CANALES Y
ANDENES PREHISPNICOS
Conclusiones
Gradera de piedra
Terreno de cultivo
Canal lateral
Relleno de grava
Relleno de piedras
ANN KENDALL
nar algunos ejemplos bsicos para llevar adelante en alguna manera los temas a ser expuestos en el simposio. El
enfoque de la tecnologa tradicional es, como ahora reconocen el gobierno y las agencias de ayuda, uno que
involucra las necesidades de la gente local y la ayuda de
los expertos y que busca la participacin in situ que puede
ser proporcionada por grupos pequeos externos en cooperacin con comunidades locales. Esto ciertamente debe
ser ms efectivo en los costos, sostenible, y ms viable
histricamente, culturalmente y ambientalmente que simplemente importar tecnologa nueva, cara, industrial,
inmanejable por usuarios rurales, poco investigada en su
aplicacin y en los efectos a largo plazo.
En setiembre de 1996, en la Conferencia Anual del
Development Association, en Reading, Reino Unido, el
representante del Banco Mundial manifest que mucha de
la ayuda externa (ms de mil millones de dlares) en los
ltimos 50 aos ha tenido resultado ineficiente, sobre todo
en frica y ha sido solo un poco efectiva en Amrica, pero
ha sido muy eficaz solo en algunas partes de Asia. Algunos representantes de pases en vas de desarrollo en
frica sealaron que ellos no queran ayuda sino ms
nfasis en desarrollo con asistencia y entrenamiento.
La realizacin y justificacin ms completa de los ingresos
para restauracin y conservacin deberan resultar en
dos cosechas anuales con comercializacin del sobrante.
Esto depender de que todas las agencias del gobierno y
las ONGs trabajen en cooperacin y proporcionando asistencia en un proceso que incluya el seguimiento completo
de extensin agrcola, que cubra los aspectos
organizacionales para hacer mantenimiento del cultivo con
irrigacin y para que se mantenga el capital de la semilla y
el tratamiento y almacenamiento de semilla para continuar
con el ciclo agrcola. El apoyo a productos apropiados
para los mercados y a la recoleccin de la produccin a
travs de las cosechas debe llegar bien al mercado, y
requiere de un transporte econmico. Finalmente, necesitan vender a precios que puedan sustentar al agricultor.
Agradecimientos
Al Ing. Carlos A. Llerena por animarme a presentar esta contribucin, a la Sra. Mara Benavides por su muy gentil ayuda
con la traduccin del texto, a todos los auspiciadores de Cusichaca Trust como DFID, UE y otros, a los participantes
profesionales en nuestro proyecto y, en especial, a los pobladores de las comunidades de Chamana y Ollantaytambo con
quienes hemos trabajado en equipo por varios aos.
106
MANEJO DE RECURSOS
HDRICOS Y CONSERVACIN
DE ANDENES
MEDARDO MOLINA1
RESUMEN
ABSTRACT
During the Inca period, in the area ocupied today by
the community of Aucar, land use was conditioned
to the existence of the punas source as the only
source of water. In later periods, there was a need to
increase the cultivated areas using different sources
of water from springs, streams, and lakes, in sites were
water management was more difficult causing wall
collapses and destruction of terraces. However, and
it seems paradoxical, also the lack of water for
agricultural use leaded to the terraces deterioration
because when there was no constant use, they were
abandoned and disappeared. The study describes
and analyses examples from this andean community
in Peru.
107
MEDARDO
MOLINA
Introduccin
Las tierras de cultivo de la Comunidad de Aucar (aproximadamente 550 ha), en el distrito del mismo nombre (prov.
de Lucanas, dpto. de Ayacucho), estn ubicadas en un
sistema de andenes que se encuentra en la ladera occidental de un valle interandino cuya altitud vara desde los
3,400 hasta 2,200 m de altitud. Es una sucesin de terrazas donde se cultivan, bajo riego, principalmente maz,
alfalfa, papas, cebada y otros cultivos menores. El agua de
riego se distribuye por medio de una red de canales en
tierra que se extiende desde la laguna reservorio situada
a 3,200 m hasta el ro Sondondo, a una altitud de unos
2,200 m, que es el lmite inferior de todo el valle. Estos
canales tienen dos caractersticas desfavorables para la
conservacin de los andenes: primero, estn todos en
tierra, y segundo, tienen pendientes muchas veces superiores al cien por ciento.
La figura 1 es un esquema de la comunidad y de la ubicacin de sus sistemas de riego y de andenera. Las figuras
2a y 2b, muestran las secciones transversales de la ladera
del valle donde puede apreciarse la magnitud del sistema
de andeneras. La figura 3 es el esquema de una chacra
en particular, donde puede verse cmo se hace la aplicacin del agua de riego dentro de ella.
Estas condiciones hacen que los andenes sean muy susceptibles a cmo se aplica el agua de riego, porque es
obvio que un exceso, tanto en los canales de distribucin
como en la aplicacin a los andenes mismos, producir
erosin, derrumbes y eventualmente la destruccin de las
terrazas. A esta situacin hay que agregar el factor hora de
aplicacin del riego: los turnos de riego de noche constituyen un factor agravante, pues en la oscuridad es ms difcil
tener un buen control de las aguas.
Sin embargo, se ha observado que no solamente es el
exceso de agua lo que puede destruir un andn: aunque
parezca paradjico, tambin la deficiencia o escasez del
agua conduce inexorablemente al abandono de los andenes y a su desaparicin.
Estas dos situaciones, observadas en la Comunidad de
Aucar, se analizan brevemente a continuacin.
Fig. 1. Esquema de ubicacin de los diferentes elementos de los sistemas de distribucin de las aguas de riego y de los andenes.
108
MANEJO DE RECURSOS
HDRICOS Y CONSERVACIN
DE ANDENES
Fig. 3. Esquema que muestra una chacra en andenera y el mtodo de aplicacin del
agua de riego. Las flechas sealan la direccin de las aguas de riego.
MEDARDO
MOLINA
que existe un manantial en la parte baja del pueblo que
tiene mucha ms agua?
Ms recientemente, dos fundos, uno encima del pueblo
(Accusuro) y otro en la parte baja, cerca al ro Sondondo,
no se cultivan plenamente por escasez del agua de riego.
Estn cubrindose de malezas, se ven derrumbes de las
paredes de las terrazas y un deterioro general; estn en
peligro de desaparecer y ser reemplazados por laderas
con mas de 45 de pendiente y susceptibles a la erosin y
desaparicin de los terrenos de cultivo.
Conclusiones y recomendaciones
1. Tanto el exceso como la deficiencia de las aguas de
riego son negativos para la conservacin de los ande-
110
CARACTERSTICAS
MORFOLGICAS DE
TERRAZAS ABANDONADAS
RESUMEN
1
2
ABSTRACT
111
JULIO COSTELLO
MOSHE INBAR
Introduccin
Sistemas antiguos de terrazas agrcolas en zonas montaosas habitadas se encuentran en distintas partes del globo, siendo las de zonas circundantes al Mar Mediterrneo, en el Viejo Mundo, las ms antiguas. Se encuentran
terrazas agrcolas o andenes en zonas andinas hasta ms
de 4,000 m de altitud (Denevan, 1987).
No se conocen estudios detallados de terrazas agrcolas
andinas en Argentina. Field (1966) menciona terrazas a
nivel en la Aguadita, Catamarca. En la Puna de Jujuy, en
un estudio sobre uso de suelos en la poca pre-hispnica,
Ottonello de G. Reinoso y Ruthsatz (1982) mencionan la
construccin y uso de terrazas a altitud de 3,700 a 4,000 m
durante la poca del imperio incaico. Ardissone (1944),
describi las terrazas en la cuenca del ro Las Trancas en
Catamarca. Recientemente, Puentes (1998) concluy un
trabajo de tesis en arqueologa sobre los distintos usos de
suelo y manejo agrcola en el sitio El Tala en el valle de
Catamarca. El asentamiento humano en la zona de estudio
se remonta al Perodo Temprano o Cermico Inicial, pero
el perodo de desarrollo agrcola y construccin de terrazas se lo atribuye al Perodo Medio (500 d.C. a 800 d.C.)
(Gonzalez, 1963, 1980; Puentes, 1998).
No se registraron datos sobre la existencia de terrazas
agrcolas antiguas al sur de Catamarca, y es probable que
el presente estudio abarque a las terrazas montaosas
ms meridionales de la zona andina y, por ende, de
Sudamrica y del globo.
La finalidad de este estudio es determinar las caractersticas morfolgicas de las terrazas abandonadas en la zona
de los valles del Rodeo, Juntas , Humaya y en el valle del
ro Las Trancas, en Catamarca, y compararlas con valores semejantes en terrazas andinas en los Andes Centrales de Per. La pregunta que surge es si las caractersticas
morfolgicas y morfomtricas pueden indicar difusin de
tecnologa como parte de la influencia pre-incaica o incaica
en la zona andina.
Marco geogrfico
El rea de trabajo (figura 1) se encuentra en la formacin
correspondiente al cordn de Ambato-Manchao, el cual
pertenece al Sistema Oriental del dominio de las Sierras
Pampeanas, y al Plegamiento Hurnico del Precmbrico,
con modificaciones durante el Hercnico de la era
Paleozoica. Pero fue la neotectnica andina quien le brind la topografa actual, sobreelevando bloques que se
caracterizan por poseer una fuerte pendiente al occidente,
mientras que la suave inclinacin al oriente determina redes de drenaje de gran densidad. El tipo litolgico ms
importante de este sitio es constituido por rocas del basa112
CARACTERSTICAS
MORFOLGICAS DE
TERRAZAS ABANDONADAS
Exposicin
Largo
max (m)
Ancho
m
Superficie.
m2
Altura de
pared (m)
Dimetro
rocas (mm)
Pendiente
()
Profundidad
suelo (cm)
90
90
90
90
90
90
90
90
90
90
90
90
90
45
45
45
45
45
45
33,0
29,0
32,0
27,4
26,6
29,9
47,0
31,0
29,8
32,8
33,5
30,7
27,0
20,0
17,6
11,8
15,8
23,3
20,1
2,4
2,6
3,1
2,2
2,0
2,1
2,1
2,1
2,5
1,8
2,1
2,2
2,4
17,0
7,8
8,7
8,0
6,3
10,0
79,2
75,4
99,2
60,8
53,2
60,9
98,7
65,1
74,5
59,04
70,35
67,54
64,8
340
137,3
102,6
126,4
127,9
201
0,80
8,00
0,81
0,94
1,00
0,62
0,45
1,50
2,20
2,40
2,10
2,20
2,05
2,70
0,90
0,80
1,19
2,00
1,37
160
240
200
300
260
250
220
180
220
220
150
210
200
330
200
150
220
220
280
22
11
25
12
12
18
12
13
20
20
20
15
12
12
8
9
12
12
11
20
30
40
20
20
20
30
30
20
20
20
20
30
40
40
40
40
40
40
113
JULIO COSTELLO
MOSHE INBAR
Cuadro 2. Morfometra de terrazas del cerro La Bolsa
N
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
100
101
102
103
104
105
106
107
108
109
Exposicin
Largo
max (m)
50
53
46
47
48
30
40
67
63
44
43
41
47
9
348
347
350
4
350
283
19
18
357
15
2
15
351
357
354
357
357
21
27
22
13,80
14,20
17,80
18,40
16,80
42,40
32,80
31,90
33,50
20,0
14,40
17,90
13,60
13,50
4,00
10,50
10,80
16,00
14,90
19,60
20,90
17,30
21,80
23,00
36,10
45,80
43,70
35,00
34,30
36,70
20,40
36,20
25,00
47,00
Ancho
m
9,40
8,25
3,00
8,55
4,00
4,70
4,40
3,65
15,00
5,15
9,80
9,25
13,00
1,45
0,83
6,80
8,80
8,20
6,35
7,45
4,90
3,40
3,60
6,25
2,80
3,10
2,55
3,35
2,60
4,00
4,85
2,85
3,40
3,40
Altura de
pared (m)
Dimetro
rocas (mm)
Pendiente
()
Profundidad
suelo (cm)
3,60
5,10
6,83
2,10
2,26
1,31
1,46
1,71
1,39
1,30
2,01
1,30
1,30
1,30
0,89
1,27
1,43
1,76
1,16
1,23
2,46
0,83
1,25
1,43
1,63
1,46
1,76
1,66
1,40
1,50
1,43
1,23
3,20
1,40
500
400
340
270
300
270
200
160
170
280
210
250
250
350
260
150
20
290
430
400
340
300
300
280
450
1000
400
330
520
280
370
850
490
200
12
5
7
5
15
12
5
10
7
5
5
4
4
3
5
12
7
5
7
16
6
10
7
5
6
6
7
11
5
6
10
11
12
12
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
En los cuadros 2 y 3 se consider que el ancho es el medio de 2 mediciones. La altura de pared es la media de 3 mediciones. El tamao
de las piedras es el eje b, o eje mediano. El grado de conservacin 3 es totalmente destrudo y el grado 1, la terraza se mantiene
relativamente conservada. En el rubro derrumbe de pared, se indican la cantidad de derrumbes por pared.
B
Fig. 3. a) Corte de terrazas de ladera. b) Corte de terrazas de cauce con pozo en la base del muro que acta como disipador de la
energa de la cada del agua.
114
CARACTERSTICAS
MORFOLGICAS DE
TERRAZAS ABANDONADAS
Cuadro 3. Morfometra de terrazas del cerro Ormachea, departamento Ambato, prov. de Catamarca. Altitud 1300 - 1500 m.
N
Exposicin
Largo
max (m)
1
2
3
4
5
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
351
343
340
344
344
344
341
347
350
344
335
344
335
338
334
339
340
358
349
278
62
10
36
52
90
42
74
94
84
94
72
12
42
41
15
18,1
72
98
62
54
42
58
55
90
60
86
5
353
11
9
17
21
358
5
1
4
11
16
12
4
20
28
310
318
9
13
11
10,60
12,20
11,40
13,80
14,70
14,70
17,70
14,50
18,90
19,90
19,70
17,20
11,70
15,70
15,10
7,00
8,40
11,20
13,50
11,50
17,60
26,30
20,40
11,85
10,75
15,20
18,80
22,70
47,30
42,95
28,00
31,00
33,95
24,00
21,20
49,45
16,80
16,60
21,50
25,00
33,10
30,60
24,90
31,65
25,55
53,70
90,80
93,50
112,50
37,20
29,90
14,10
16,70
38,90
62,10
59,90
44,11
23,80
55,40
60,60
71,80
64,10
19,40
76,90
73,00
76,40
27,10
Ancho
m
3,45
2,55
2,70
2,10
2,55
2,55
2,80
3,25
3,35
3,35
2,05
2,70
3,25
3,05
3,60
2,50
2,60
3,70
1,00
2,10
2,10
3,50
3,80
2,48
2,64
1,47
4,69
3,40
3,62
4,24
6,60
3,28
1,19
1,78
3,21
22,07
20,05
5,33
3,90
4,87
2,08
2,77
5,18
4,62
4,15
4,05
4,85
2,46
3,87
4,37
3,58
2,70
2,05
2,68
3,30
4,40
3,90
7,30
3,90
4,50
4,50
4,70
3,55
5,26
7,05
5,45
4,80
Altura de
pared (m)
1,53
1,53
1,60
2,10
1,30
1,30
1,40
1,13
2,50
2,50
1,93
2,13
1,62
1,50
1,79
1,27
1,15
1,20
3,75
0,84
0,89
0,70
0,57
0,53
0,42
0,27
0,52
0,58
0,80
0,70
0,82
2,37
0,74
0,76
0,64
0,70
0,74
0,64
0,90
0,94
0,61
17,35
14,75
0,96
0,92
1,18
1,04
0,87
0,72
2,18
0,72
0,70
0,92
1,17
1,83
2,03
1,43
1,06
1,30
1,90
1,53
1,85
1,84
1,36
1,53
1,03
1.13
Dimetro
rocas (mm)
Pendiente
()
Profundidad
suelo (cm)
300
700
340
870
370
300
540
340
370
420
530
760
300
300
230
370
370
140
270
555
810
270
290
420
350
290
190
290
290
450
535
400
270
520
400
420
600
610
330
250
350
210
210
200
160
190
370
201
185
250
230
200
230
150
200
200
260
150
230
500
270
590
270
310
360
950
510
12
12
5
12
12
12
12
13
12
13
13
7
3
5
7
11
12
4
3
12
12
13
13
13
11
12
13
10
12
11
12
13
13
13
13
14
18
15
14
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
7
7
7
8
7
7
7
7
7
7
7
8
7
9
8
6
6
6
10
20
5
10
10
10
10
7
15
15
10
15
7
10
10
10
10
10
10
14
14
17
10
19
17
17
17
17
17
17
17
17
17
17
15
15
15
18
16
15
15
16
15
15
15
15
15
14
15
5
7
7
10
6
7
7
7
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
115
JULIO COSTELLO
MOSHE INBAR
Todas las terrazas estudiadas estn en estado de abandono, y la poblacin local no tiene registro del tiempo de
abandono, que probablemente es de centenares de aos
y quizs desde la era precolombina. El estado de la vegetacin indica que la zona est expuesta al pastoreo, y la
cobertura vegetal consiste esencialmente de un matorral
bajo y pastos, sin vegetacin arbrea.
Los valores obtenidos son comparables a los presentados en este libro en la cuenca del ro Santa Eulalia de
Lima, Per, a altitudes entre 3,500 y 3,900 m. La superficie media de las terrazas en el Per es de 170 m2, a
semejanza de 140 m2 en la cuenca del ro Ormachea en
Catamarca.
El abandono de las terrazas agrcolas determina un incremento de la erosin. La erosin de suelos es uno de los
problemas de medio ambiente cruciales en el mundo entero (Pimentel, 1993).
La humanidad venera los grandes monumentos que fueron construidos por faraones y reyes como pirmides y
mausoleos y enaltece la muerte de aquellos que quizs
fueron dspotas y que explotaron miles de esclavos durante su vida. Y surge la pregunta por qu no considerar
patrimonio de la humanidad a las terrazas, una de las
fuentes de vida ms importantes que el hombre cre, con
el fin de proporcionar alimentos a toda la poblacin a lo
largo de muchas generaciones.
Discusin y conclusiones
116
ECOLOGA CULTURAL
DE LA CONSTRUCCIN
DE TERRAZAS
HILDEGARDO CRDOVA1
RESUMEN
ABSTRACT
Centro de Investigacin en Geografa Aplicada (CIGA), Departamento de Humanidades, Pontificia Universidad Catlica del Per,
[email protected]
117
HILDEGARDO
CRDOVA
Introduccin
El valle del Colca se encuentra ubicado a unos 165 km al
norte de la ciudad de Arequipa y se conecta a ella y a otras
ciudades costeas por dos caminos afirmados que permiten la circulacin vehicular en doble direccin. Uno conecta directamente a Chivay con Arequipa en un tiempo
de cuatro horas y est en pleno proceso de asfaltado; el
otro conecta a Chivay con Majes en cinco horas y de alli
con Arequipa en una hora y media ms.
La poblacin es ms o menos homognea en trminos de
identidad local, regional y nacional. Dependen enteramente
del riego para agricultura, lo que les permite muchas veces sembrar antes del perodo de lluvias y cosechar antes
del perodo de heladas.
Todos los distritos del valle fueron creados en tiempos de
la independencia del Per y su poblacin entre 1972 y
1993 se mantuvo casi estable con 14,484 en 1972 y 14,319
en 1993, residentes mayormente en las capitales de distrito
considerados como los nicos centros urbanos. Los
decrecimientos poblacionales son resultado de una fuerte
corriente migratoria, especialmente de jvenes, que a
medida que se informan de otras posibilidades de trabajo
en la costa se dirigen a ellas apresuradamente. Esta salida tambin ayuda a mantener la presin sobre el uso de
suelo rural ms o menos estable, lo cual es bueno desde el
punto de vista ecolgico aun cuando ello afecta el desarrollo del valle en el sentido de que se le quita las energas de
innovacin que generalmente estn unidas a los jvenes.
ECOLOGA CULTURAL
DE LA CONSTRUCCIN
DE TERRAZAS
HILDEGARDO
CRDOVA
1981 y 1993 y el censo agropecuario de 1994, cuyos
datos sirvieron de base para los reportes socioeconmicos
y de usos del suelo rural.
El sector del Colca estudiado cubre unos 340 km que van
desde el borde superior de la zona agrcola de Tuti, a
unos 4,000 m de altitud, ubicada en el extremo noreste,
hasta la quebrada Chocacahua y los campos agrcolas de
Pinchollo a unos 3,100 m de altitud en el fondo de valle, en
el lado occidental (figura 1 y foto 1). Dentro de estas zonas
se seleccion a Chivay, Maca y Tuti como testigos de investigacin cuyos resultados se proyectan a los otros siete
que forman el valle.
Las estrategias de investigacin de campo consistieron en
varias visitas de duracin variable (entre 04 y 30 das
cada una) que permitieron observar las formas de organizacin de los espacios urbanos y rurales y entrar en contacto con los locales a fin de entender sus modos de ver el
mundo y sus problemas. Luego se hicieron encuestas segn muestreos aleatorios con preguntas de acuerdo con
el tema de cada investigador. En algunos casos fue necesario realizar talleres de motivacin en donde se aprovech la aglomeracin de participantes para aplicarles una
120
ECOLOGA CULTURAL
DE LA CONSTRUCCIN
DE TERRAZAS
El trueque sigue teniendo vigencia para intercambiar productos locales con carnes y lanas de los sectores ms altos.
El turismo est atrayendo a pequeos inversionistas de
Lima y de Arequipa, lo cual est produciendo cambios
notorios en la vida cotidiana de los locales. La publicidad
viene creando expectativas en los jvenes, quienes asumen que el turismo les dar ocupacin en el corto plazo.
Sin embargo, se notan desajustes en la oferta de los recursos naturales y en la participacin de los beneficios que
necesitan planificarse en funcin de indicadores de
sostenibilidad ambiental.
En trminos de estrategias de vida, las familias del Colca
normalmente toman decisiones espontneas y ponen en
prctica un conjunto de acciones con la finalidad de obtener ingresos que les permitan satisfacer sus necesidades.
Las estrategias incluyen actividades agrarias y no agrarias; con ello demuestran tener capacidades de respuesta
para enfrentar a los factores que modifican las condiciones
de su entorno ambiental y organizacin familiar.
Comentarios
Los casos expuestos son una muestra del inters
ecolgico que ha venido despertando el valle del Colca
para la comunidad estudiosa nacional e internacional.
Sin duda, la mejor oferta del valle son los bien trabajados
andenes que ocupan sus laderas y que han permitido la
produccin de comida para una poblacin numerosa en
algn momento de su historia. Hoy, los andenes siguen
siendo la admiracin de los visitantes, y la falta de utilizacin agrcola es en buena cuenta por la escasez de agua
para riego. Ello ha llevado a la coordinacin de las
instituciones de desarrollo local para formar el Comit de
Desarrollo de la provincia de Caylloma, en donde se
analizan las dificultades que frenan el desarrollo integral
y se ensayan soluciones.
121
HILDEGARDO
CRDOVA
Foto 1. Vista area del pueblo de Coporaque y sus alrededores. Las excavaciones de andenes abandonados se
hicieron en el sector denominado Chijra (en el sector inferior izquierdo de la foto).
122
CULTURA Y SOCIEDAD
EN SAN JUAN DE IRIS
FEDORA MARTNEZ1
RESUMEN
ABSTRACT
125
FEDORA
MARTNEZ
Antecedentes prehispnicos y poblamiento
colonial
El distrito de San Juan de Iris se encuentra ubicado en la
provincia de Huarochir, departamento de Lima; hallamos a
esta comunidad campesina en la cuenca del ro Santa Eulalia,
ocupando un territorio con altitudes que oscilan entre los
2,800 y 5,000 m, aproximadamente (foto 1).
La cuenca del Santa Eulalia fue ampliamente poblada desde tiempos prehispnicos, el hoy distrito de Ricardo Palma
fue conocido como San Pedro de Mama y tuvo una importancia geogrfica y cultural fundamental. Las evidencias
arqueolgicas son notorias a lo largo de la cuenca; lamentablemente, las investigaciones en la zona son mnimas,
limitndose en el mejor de los casos a labores de prospeccin o levantamientos topogrficos.
A tres kilmetros del pueblo de San Juan de Iris, se encuentra la ciudadela fortificada de Markawasi-Iris, declarada intangible por el Instituto Nacional de Cultura, con un
rea de 189,254.32 m2. El tipo de patrn arquitectnico
indica que el poblado data del Horizonte Medio, aproximadamente entre los 500 y 900 d.C.; el complejo arqueolgico se caracteriza por una plaza que se convierte en el eje
de dos sectores claramente definidos. Una mayor antigedad solo podr demostrarse cuando se realicen investigaciones arqueolgicas; es difcil aceptar un origen tardo por
la cantidad de poblacin que debi albergar. Quiz la fase
agrcola tom impulso durante ese periodo, sin embargo la
ganadera podra haber sido anterior.
La ciudadela se encontraba amurallada con accesos totalmente identificados; las construcciones evidencian estructuras techadas con piedra, pocos recintos con techo a dos
aguas, muros de defensa, estructura funeraria y andenera.
Los pueblos del valle alto pertenecieron a una de las
huarangas de Huarochir y, en tiempos coloniales, se denominaba a este tipo de pobladores como los Yauyos.
Como resultado de la conquista espaola, los patrones de poblamiento fueron radicalmente modificados y la poblacin indgena fue reducida en nuevos poblados, asumiendo estas unidades
poblacionales una doble funcin: aglutinar fuerza
de trabajo y afianzar el proceso de evangelizacin. Para el caso de San Juan de Iris, en los
documentos coloniales hay indicios de que los pobladores se trasladaron hacia una zona anexa a la
ciudadela Markawasi-Iris, porque al referirse a los
irisinos los mencionan como San Juan de Iris de
Anchicocha. Anchicocha actualmente es un importante reservorio de agua en el corazn del pueblo, conocido como la laguna Anchicocha.
San Juan de Iris estuvo dividido en cuatro ayllus:
Julcambra, Cahupn, Curaca y Ayaviri; actualmente
126
CULTURA Y SOCIEDAD
EN SAN JUAN DE IRIS
rutas legales para ampliar o reducir territorio, generando
los famosos litigios por linderos, pastos, tierras, chacaras,
manantiales y pueblos viejos.
Ilustraremos el caso de una disputa entre San Juan de Iris
y San Lorenzo de Huachupampa, fechado en 1722, en
que pobladores de Huachupampa entraron a territorio
irisino y el funcionario dirimi a favor de San Juan de Iris.
Interesa destacar que se utilizaron dos variables para la
sentencia: nmero de habitantes y uso de la tierra.
El Estado colonial protege al indgena, y los poblados se
convierten en unidades territoriales con estructura de gobierno. El Estado acta mediante sus funcionarios y el pueblo es representado por sus curacas; situacin que intent
modificar Simn Bolvar en 1825: el otrora tributario debera convertirse en ciudadano en tanto ejerciera como propietario particular. Sin embargo, las necesidades de la caja
fiscal reactiva el tributo bajo la forma de contribucin.
El Estado cre la contribucin indgena como un fondo al
que haba que recurrir solamente para solucionar asuntos
fiscales, a pesar de que constitua una parte importante del
ingreso nacional. En 1854 se anul la contribucin de indgenas. En consecuencia los indgenas ya no tuvieron
personera legal.
La comunidad campesina ser el elemento cohesionador,
y San Juan de Iris es un caso ms de esa unidad institucional
que facilita la concentracin y dispersin de sus miembros
como parte de la estrategia de vida. El 1 de abril de 1927
la comunidad fue reconocida formalmente como tal; con un
territorio en comn, deberes y derechos internos, lneas
de parentesco, actividades econmicas y sistema de ideas
compartidos que constituyen los mecanismos aglutinadores.
Los elementos cohesionadores de largo aliento fueron:
Territorio, actividad econmica y gobierno
Actividad econmica
La agricultura, la ganadera y la produccin artesanal
de quesos constituyen las principales actividades econmicas de la comunidad irisina. Sin embargo, en los
ltimos tiempos el transporte as como las tiendas y pensiones son fuentes de ingreso importante para un ncleo de familias. La productividad agrcola y ganadera
se halla asociada a la abundancia o escasez de lluvias,
los pastos se secan a partir del mes de junio y se comenta que el mejor queso se hace con la leche de las
vacas que pastan en el mes de agosto.
Gobierno
Los mecanismos de gobierno interno conducen a una integracin social y reproducen la tradicin, estableciendo la
permanencia de las costumbres.
Domingo: - Asamblea.
Lunes:
- Asamblea.
- Distribucin de cuadrillas.
- Subida hacia el primer campamento.
127
FEDORA
MARTNEZ
- Constitucin de sectores de acuerdo con la
funcin (lamperos, autoridades, coro de mujeres jvenes, mujeres principales, comuneros jubilados).
Martes:
- Asamblea.
- Evaluacin de los trabajos.
- Traslado al segundo campamento.
- Se ofrece a la acequia un brujo.
- Cambio de autoridades en la conduccin de
algunas tareas.
Mircoles: - Traslado de las cuadrillas hacia los lugares
ms altos.
- Cambio de autoridades.
- Agasajo a la duea de la acequia: se realiza
un pago y se ofrece un novio.
- Parodia de acta de matrimonio y carrera de
caballos.
Jueves: - Levantamiento del campamento y traslado al
pueblo.
- Formacin de brigadas para limpiar las tres
lagunas del pueblo.
- Distribucin de las brigadas de acuerdo con
su condicin civil (solteros, casados y viudos).
Viernes: - Limpieza de la laguna principal del pueblo.
- Distribucin del trabajo por parcialidades (paradas).
- Corrida del agua. Participacin de pequeos brujos (chepes).
Sbado: - Las parcialidades, a travs de sus representantes, compiten en la carrera de caballos.
En resumen, el da domingo se organiza una asamblea
que rene a las autoridades comunales que ultiman los
detalles de la semana, presentando los obsequios que
los dirigentes hacen y aquello que con dinero de la caja
comunal se ha comprado. El da lunes, muy temprano,
la meloda de una chirisuya anuncia el inicio de la fiesta,
se produce un fuerte movimiento de gente en el pueblo,
todos organizan desde sus puestos la salida hacia
las alturas; la poblacin se traslada llevando todo lo
necesario: ropa de abrigo, alimentos, flores, licor, coca,
cigarros y menaje de cocina. El pueblo queda casi deshabitado.
La primera reunin fuera del pueblo se organiza alrededor del reservorio conocido como Mapano, requisito indispensable al llegar a este sitio ser colocarse en el sombrero una pequea cruz de paja. En Mapano se efecta la
asamblea donde las autoridades hacen uso de la palabra,
los comuneros jubilados recuerdan el significado de la fiesta y exhortan a la juventud a guardar con respeto las
costumbres. Se conforman las cuadrillas de lamperos quienes sern los encargados de la limpieza de la acequia; las
128
esposas, madres e hijas de las autoridades sern las encargadas de repartir flores y dulces a todos los asistentes,
sean estos del lugar o forneos.
Cuando se llega a Mapano se observa el reservorio vaco
y una cruz pintada de color azul; durante el desarrollo de
la asamblea, las autoridades, los comuneros, las mujeres,
lo nios y los visitantes tienen una ubicacin especfica en
torno de la cruz. Finalizada la reunin, la cruz quedar
vestida con flores y ser paso obligatorio de todo aquel
que se despida del lugar.
Los lamperos, organizados en cuadrillas, empiezan el trabajo de limpiar la acequia; les espera un canal de aproximadamente 12 km que ser, durante tres das, testigo de
trabajo, canto, alegras y llantos. En el canal habr constante vigilancia de la limpieza, autoridades y cuadrillas deben trabajar sincronizadamente, si una no finaliza el espacio asignado produce malestar en las otras cuadrillas.
Las mujeres tienen un rol de primer orden durante la fiesta
de la champera . La junta directiva comunal est conformada por varones; sin embargo sus esposas, hermanas o
hijas debern participar activamente en la fiesta. Se encargan del reparto de flores y dulces en las asambleas y en
los descansos. Las mujeres jvenes se agrupan en dos
bloques y se las conoce con el nombre de mayoralas,
ellas cantan hermosas walinas y yarawis.
Durante los tres das de trabajo en la limpieza del canal, se
trabaja y pernocta en campamentos, ocurriendo una serie
de hechos que ponen de manifiesto las solidaridad; los
cantos personalizan a los individuos a travs de sus funciones: la cancin no destaca a una persona en particular,
ni en trminos genricos al hombre o mujer. Cantan a los
funcionarios, lamperos y mayoralas. Se particulariza a los
sitios donde se encuentran los canales y las lagunas; a
travs del canto se nombra al lugar como fue el caso del
reservorio de Mapano al cual dedicaron la siguiente walina:
Silba el viento en los pajonales
y en mis labios una walina
de mi pecho brota un suspiro
contemplando al Mapanito
Si algn da llega la hora
en que yo d mi ltimo aliento
quiero irme como esas aguas
para volver entre las nubes
Otro elemento interesante de estudio es el manejo del poder. Por ejemplo, el da mircoles se elige a un hombre
que ser por unas horas el marido de Iralda, la duea de
la acequia; en este lugar conocido como Chucchay se
quedan las autoridades comunales apadrinando la unin,
CULTURA Y SOCIEDAD
EN SAN JUAN DE IRIS
y como debe continuar la limpieza del canal, se eligen
nuevas autoridades. Estas saldrn de las cuadrillas de
lamperos, quienes capitaneados por los nuevos funcionarios concluirn con la limpieza de la acequia hasta llegar a
la toma (final del canal); los lamperos y las mayoralas
cantan, beben, comen y eligen a un hombre que asumir
la personalidad del brujo de la toma, el cual con un ltigo
avanzar por el canal en direccin a Chucchay donde se
encuentran las otras autoridades comunales.
El brujo de la toma avanza con el agua y esta entrar a una
piedra horadada, enclavada en el cerro; en ese preciso
momento contina el encuentro entre Iralda y el hombre
elegido como novio, vestido con maleza y flores, al cual se
ha transferido poderes, convirtindolo en el brujo de la
acequia. Llega el agua fecundando todo, y los dos brujos
el brujo pareja de Iralda y el brujo conductor del agua se
hallan frente a frente entablando el esperado encuentro, el
tinkuy, donde uno es el complemento del otro.
La broma y burla se hallan permanentemente presentes y
el da mircoles al finalizar la limpieza y en un lugar
intermedio entre Chucchay y el campamento de Lihuire- la
parodia de la lectura, desde un montculo y en voz alta, del
acta del matrimonio entre Iralda y el novio, as como la
eleccin de los padrinos, constituye el hazmerrer de los
presentes. Como actividad final, hombres y mujeres, vale
decir caballos y yeguas, compiten por premios ficticios, por
ejemplo un milln de yenes, dos centavos, etc., y el
aliento que la tribuna da a sus favoritos manifiesta un cariz
de ficcin y realidad.
Otra manifestacin del manejo del poder la tenemos ese
mismo da, mircoles, horas antes de la consumacin del
matrimonio entre Iralda y el novio elegido. Las autoridades
van hacia Chucchay y en el campamento denominado
Lihuire se quedan solo las mujeres; durante unas horas
ellas asumirn el poder absoluto. Puede suceder que un
hombre pase por el lugar, y si ellas consideran que debe
ser castigado lo sujetan y colocan cabeza abajo dentro de
la acequia.
En las alturas se ha organizado el trabajo sin distincin de
parcialidades o estado civil, sin embargo a partir del da
jueves se limpian las acequias chicas conocidas como
Huancachica, Chicacocha y Churincocha, en tiempos anteriores tambin se limpiaba la laguna de Huachahuaco.
Huancachica es la laguna elegida por los jvenes, aquellos que estn enamorados; los hijos jvenes de los comuneros van a esta laguna; Chicacocha es la laguna destinada a los viudos; Churincocha, a los matrimonios, y a
Huachahuaco otrora iban los recin casados. Cuentan los
pobladores que la laguna de los recin casados era pestilente y fangosa, y la limpieza se tornaba pesada con el
propsito de que supiesen lo duro del matrimonio y que, a
pesar de ello, deban estar juntos. En la fiesta de la
FEDORA
MARTNEZ
1. Naturaleza y cooperacin
Entre las punas, las lagunas constituyen, en el imaginario,
enormes recipientes prestos a verter el agua a travs de
canales que irn fecundando las tierras que a su paso
riegan. El uso simblico de la paccha se encuentra enraizado
en la cultura andina, se trata de una pieza hecha de arcilla,
piedra o madera, utilizada en acontecimientos y celebraciones asociados con la agricultura; la iconografa que
acompaa a estas piezas escultricas recrea la flora y la
fauna, el agua y la tierra, lo femenino y lo masculino, transfiriendo a la pieza la fuerza telrica que el poblador andino
resuma de su cultura, condensando la relacin simblica
entre las partes altas y bajas del territorio.
La paccha sintetiza los elementos que operan cuando el
espacio se utiliza transversalmente y produce en la mentalidad andina un solo entorno de los diversos pisos
ecolgicos. Podra colegirse que la fiesta de la champera
engarza mecanismos relacionados con el mundo divino, la
naturaleza, la familia y el trabajo; todos ellos desarrollados
simblicamente durante la semana de festividad.
El poder se manifiesta mediante actos de unidad y contradiccin: la Junta Directiva Comunal y el pueblo presente
en dos contextos: como comuneros jornaleros y como miembros de una de las parcialidades. La familia, sea de los
dirigentes o del llano, interviene activamente. Las esposas, preferentemente, las hijas u otro familiar femenino de
los directivos son la imagen y el prestigio de la fiesta; lo
escaso o abundante de los obsequios durante la champera
ser entregado, principalmente, por las seoras. Los familiares de los comuneros jornaleros acompaan durante
toda la campaa de limpieza, facilitando los alimentos y
abrigo, las jvenes participan en dos coros, y la organizacin de cada uno de los coros corre a cargo de los dos
campos (miembros de la junta directiva).
La participacin de la mujer en la fiesta de la champera
asume niveles de distincin:
a) Mujeres de los principales.
b) Mujeres jvenes y solteras que conforman los coros
que acompaan la fiesta, mayoralas.
c) Mujeres viudas.
Poblacin masculina y femenina asociada a la funcin desempeada durante la champera, se encuentran estrechamente vinculados al uso del espacio mediante imgenes y signos; el caso de la asamblea en Mapano, el lunes
por la maana, es un ejemplo.
La Champera tiene implcita la funcin de la fertilidad, la
reproduccin se halla asociada a la tierra y poblacin; las
autoridades con sus esposas y los comuneros jubilados
130
CULTURA Y SOCIEDAD
EN SAN JUAN DE IRIS
ta. El sistema decimal de autoridad que impuso el estado
inca desde la cabeza de familia, pasando por el jefe de
cinco, diez, cien y ms familias, puede ser el antecedente
ms remoto de la distincin, jerrquica y administrativa,
entre las familias locales.
Desarrollo y cambio cultural
La asistencia tcnica y la forma de cmo aplicar un modelo
de planificacin comunal nos retrocede en el tiempo hacia
mltiples intentos de asociar comunidad campesina con
desarrollo; tema espinoso, por cierto, pero inevitable. En
San Juan de Iris se ejecutan proyectos principalmente
orientados al riego y reforestacin, sin dejar de mencionar
aquellos de infraestructura, como redes de agua potable y
desage.
La activa participacin de la poblacin en los convenios
ejecutados va dejando atrs esa posicin paternalista de
otorgar asistencia tcnica desde la perspectiva de la asimetra. Los irisinos han asumido los retos. No obstante,
alcanzar la eficiencia ser posible cuando todos los sectores de la sociedad la concreten paralelamente.
Revisando los libros de la Comunidad de San Pedro de
Casta haba en algunas hojas correcciones a lo escrito,
sobre la palabra laguna se corrigi reservorio, este
inofensivo aclarar los trminos encierra la casi nula comprensin conceptual de aquellos agentes externos que
laboran dentro de las comunidades campesinas respecto
de la ideologa andina.
Conclusiones
1. Las intensivas migraciones hacia las ciudades de prestigio y el secular olvido poltico de las comunidades
campesinas no han logrado que estas colapsen. Las
presiones externas han recibido como respuesta estrategias de vida adecuadas al sistema. Las comunidades campesinas, en mayor o menor grado, se han
convertido en zonas de resguardo, entablando en las
ciudades receptoras de poblacin mecanismos de cohesin y cooperacin.
2. La integracin social reproduce modelos de comportamiento ya conocidos, y las administraciones internas
constituyen las bisagras entre el Estado, con sus leyes, reglamentos, organismos pblicos, as como instituciones privadas interesadas en aplicar proyectos en
la comunidad. Parte de los cambios culturales dependern de las nuevas formas de comunicacin, donde
el agente modificador establezca relaciones simtricas.
3. La cooperacin tcnica de los programas de riego
y reforestacin, entre otros, podran coordinar con
otro tipo de especialistas y comuneros para crear
nuevas fuentes de trabajo; por ejemplo, levantamientos topogrficos de las zonas arqueolgicas
para que puedan ser declaradas intangibles. Estas
labores posibilitaran una defensa del patrimonio y
la ocasin para incentivar el turismo. La existencia
de sendos comits de turismo comunales evidencia
las nuevas inquietudes.
131
HELENA COTLER
? HELENA COTLER1
ABSTRACT
132
RECUPERACIN
DE ANDENES
Introduccin
Ao tras ao los habitantes de la cuenca del ro Rmac
recelan la llegada del verano con su corolario de
deslizamientos de tierra, coladas torrenciales (huaicos),
derrumbes y prdida de suelo y agua por escorrenta
superficial. Estos procesos no solo causan un grave
deterioro ecolgico del ecosistema de la cuenca, el cual
se recupera muy lentamente despus de haber sido
degradado, sino que ocasionan impactos negativos en
zonas aledaas. Estos fenmenos de erosin causan
serios daos a la infraestructura de transportes, aumentan considerablemente la carga de sedimentos de
los ros, azolvan las presas, sepultan suelos frtiles,
originan interrupciones en el servicio de electricidad y
el abastecimiento de agua, destruyen viviendas y causan la prdida de vidas humanas, y recurrentemente
estos problemas se agravan con la llegada del fenmeno de El Nio. Ante este panorama, se hace cada vez
ms patente la necesidad de un manejo apropiado de la
subcuenca del ro Rmac. Solo en la ltima dcada se
han preparado mltiples estudios de prevencin de desastres, informes sobre identificacin de problemas ambientales, bases de datos y diagnsticos sobre los recursos naturales, que hasta hoy no han tenido una utilidad prctica. Uno de los factores que podra estar limitando la aplicacin de estos estudios es la falta de una
visin ecosistmica de la cuenca, donde se integren
tanto los factores biticos, fsicos y socioeconmicos,
con la participacin activa de la poblacin beneficiaria y
de las instituciones involucradas, lo cual posibilitara una
gestin efectiva de dicha cuenca. En este contexto, el
presente artculo considera la recuperacin de andenes como parte de un manejo integral de la cuenca
(Cotler, 1986 b).
Los andenes constituyen la tecnologa ms adecuada para
la utilizacin de tierras en zonas de laderas. Esta tecnologa
reduce al mnimo el gradiente de la pendiente, con lo que la
erosividad del escurrimiento superficial disminuye. El papel
de los andenes en la conservacin del suelo es ampliamente reconocido al reducir de 1.4 a 7 veces la prdida de
suelo en relacin a cultivos sin prctica de conservacin
(Trueba et al., 1979; Kemper y Derpsch, 1981). La estructura de los andenes y la amplia distribucin de canales
permite un mejor aprovechamiento del agua y un
regulamiento del balance trmico.
Un inventario de recursos constituye una informacin indispensable para la toma de decisiones futuras. Por lo cual el
objetivo principal del presente estudio es obtener el rea total
de andenes en la subcuenca del ro Rmac y, en vista de su
futura utilizacin, se precisa el estado de conservacin de los
andenes, relacionado con su situacin geomorfolgica, las
zonas de vida y el uso actual. Finalmente, se discute la posi-
Zona de estudio
La subcuenca del ro Rmac (o ro San Mateo) se encuentra en las provincias de Lima y Huarochir (departamento
de Lima), ocupando un rea de 127,718 ha, delimitadas
por las coordenadas 1140' y 1200' sur y 7610' y 7630'
oeste. La confluencia del ro San Mateo con el ro Santa
Eulalia, cerca de la localidad de Ricardo Palma, conforma
la cuenca del ro Rmac.
La historia geoestructural de esta zona se caracteriza por la
depositacin durante el Cretceo Inferior de areniscas,
cuarcitas y lutitas del Grupo Goyllarisquizga (Ki-g) y durante el Cretceo Medio de calizas claras intercaladas con
lutitas arenosas, calizas obscuras, bituminosas y margas
del grupo Caliza Machay (Km-m). La ubicacin de esta
ltima litologa en un medio semirido induce a la caliza a
comportarse como una roca resistente, formadora de paisajes agrestes, como son los acantilados y las crestas. A
partir del Cretceo Medio la formacin litolgica dominante
est representada por la Serie Volcnico Superior (Ti-v)
que comprende una sucesin de derrames volcnicos (coladas de brechas y piroclastos) de tipo andestico. Este
material, fuertemente intemperizable, da origen en las zonas hmedas a procesos erosivos tales como coladas de
barro y lavas torrenciales (huaicos). Por encima de la Regin Yunga predominan afloramientos de rocas volcnicas
ms compactas como riolitas intercaladas con lutitas y areniscas. En general estas rocas originan suelos arcillosos y
arcillo-arenosos de poca profundidad y con pH cido. Una
de las mayores formaciones litolgicas esta constituida por
el Batolito Andino (Kt-i), intrusin formada por rocas gneas
intrusivas como granitos, granodioritas, tonalitas y dioritas,
que aparece a fines del Cretceo. La ubicacin del batolito
en una zona rida hace que esta formacin sea poco
erodable, limitando sus procesos erosivos a escurrimientos
superficiales. Los suelos presentan una textura areno y
areno-arcillosa, con una profundidad y pH variables. Durante el Terciario Inferior y el Cretceo Superior se disponen en la parte superior de la cuenca lutitas, limolitas, areniscas rojizas, calizas y bancos de conglomerados pertenecientes al grupo Capas Rojas (Kt-cr).
El levantamiento continuo y progresivo de los Andes
(Wrner, 1991) engendra un relieve longitudinal emergente, responsable del fuerte desnivel en esta zona: de
1,000 a 5,000 metros en slo 38 km de distancia. Este
desnivel se traduce en la incisin del valle principal, el
abrupto modelado actual, la diseccin de las laderas por
los tributarios y la variacin topoclimtica, la cual se expresa en nueve zonas de vida (ONERN, 1976) reunidas en
tres regiones geogrficas (Pulgar Vidal, 1987). La regin
133
HELENA COTLER
Yunga (sierra baja) de 500 a 2,800 m incluye las zonas de
vida: matorral desrtico-Premontano Tropical (md-PT), matorral desrtico-Montano Bajo Tropical (md-MBT), estepa
espinosa-Montano Bajo Tropical (ee-MBT). Debido al dficit
hdrico, la agricultura en esta regin requiere de riego
suplementario durante todo el ao. La regin Quechua
(sierra media) de 2,800 a 3,500 m comprende al matorral
desrtico-Montano Tropical (md-MT), a la estepa-Montano
Tropical (e-MT) y al bosque hmedo-Montano Tropical
(bh-MT). En esta regin se puede practicar agricultura de
secano durante la poca de lluvia, de noviembre a marzo,
aunque en esta poca tambin se requiere de riego. Finalmente, la regin Puna (sierra Alta) de 4,000 a 4,800 m, la
que por sus condiciones climticas restringe el establecimiento de la mayora de los cultivos y por ende no hay
presencia de andenes.
Metodologa
La identificacin de las zonas andenadas en la sub-cuenca del ro Rmac se realiz en tres etapas. Durante la primera etapa, de gabinete, se interpretaron las fotografas
areas (1/60,000 del ao 1962, USAF) y se extrajo informacin de la Carta Nacional (hoja 24-k), del mapa de
zonas de vida (ONERN, 1976) y del mapa litolgico
(ONERN, 1975). A partir de esta informacin se elabor
un mapa de andenes donde se indica la geomorfologa, la
presencia de riego, las vas de acceso y los centros poblados. Adems, apoyados en diversos autores (Dollfus, 1965;
Thornbury 1966; ONERN, 1975 y 1983) se realiz una
evaluacin cualitativa de la estabilidad litolgica en funcin
del efecto de las diferentes zonas climticas sobre el comportamiento de las rocas.
3. Andenes ruinosos, en los que no se observa una estructura clara, el talud de piedra se encuentra totalmente destruido y la plataforma completamente desnivelada, se presentan como ondulaciones en el terreno. La falta de una estructura clara y la ausencia de
riego determinan su desuso (foto 3).
En la segunda etapa, de campo, se afin el mapa elaborado y se realiz una clasificacin del estado de conservacin de los andenes. Se distinguieron tres tipos de andenes segn su estado de conservacin:
1. Andenes conservados, aquellos que presentan un talud
de piedra o de tierra intacto, cuya plataforma, de pendiente variable, se encuentra nivelada y generalmente cuenta
con riego constante y un uso permanente (foto 1).
Tambin se identificaron particularidades en la construccin de los andenes, como: tipo de talud, presencia de
canales y desages, caractersticas de la plataforma; y el
uso actual de los andenes: tipos de cultivo, disposicin de
surcos y disponibilidad de agua de riego.
Finalmente, se estudiaron tres perfiles de suelo correspondientes a las tres litologas ms importantes de la zona
de estudio (los resultados de los anlisis de suelo pueden
consultarse en Cotler, 1986b).
134
RECUPERACIN
DE ANDENES
Resultados
En la subcuenca del ro Rmac se inventariaron 4,151 ha
de andenes, de las cuales 2,379 ha (57.3%) se encuentran en buen estado de conservacin, 1,132 ha (27.3%)
en una condicin semiruinosa y 640 ha (15.4%) de andenes en un estado de conservacin ruinoso.
HELENA COTLER
Cuadro 1. Estado de conservacin de los andenes en funcin de las zonas de vida en la sub-cuenca del ro Rmac
Estado de conservacin (ha)
Regin
Geogrfica
Zonas de vida
Bueno
Semi-ruinoso
Ruinoso
Total
matorral desrtico-Premontano
Tropical
269
56.5
62.5
388
765.5
153
31
949.5
152.5
95
131
382.5
1,187
304.5
228.5
1,720
12
12.0
1,079.5
742
336
2,157.5
113
73
76
262
Subtotal
1,192.5
827
412
2,431.5
TOTAL
2,379.5
1,131.5
640.5
4,151.5
Yunga
Subtotal
Quechua
matorral desrtico-Montano
Tropical
estepa-Montano Tropical
bosque hmedo-Montano Tropical
Estabilidad
Conservado
Semiruinoso
Ruinoso
Total
Serie volcnica
Superior
(Ti-v)
Dbil resistencia al
fracturamiento
(Inestable)
1,074
(50.6%)
607.5
(28.6%)
441
(20.8%)
2,122.5
(100%)
Batolito Andino
(Kt-i)
Buena resistencia al
fracturamiento
(Estable)
765.5
(80.6%)
153
(16.1%)
31
(3.3%)
949.5
(100%)
Buena resistencia al
fracturamiento
(Estable)
540
(50%)
371
(34.4%)
168
(15.6%)
1,079
(100%)
2,379.5
1,131.5
640
4,151
TOTAL (ha)
136
RECUPERACIN
DE ANDENES
Cuadro 3. Estado de conservacin de los andenes y paisajes fisiogrficos en la subcuenca del ro Rmac
Ladera
Piedemonte
Abanico aluvial
Valle aluvial
Conservado
2,199
31.2
133.7
15.3
Semirruinoso
1,131.8
64
3,970.8
(95.7%)
31.2
(0.7%)
133.7
(3.2%)
15.3
(0.4%)
Ruinoso
TOTAL
las laderas de montaa, donde la agricultura sera impracticable si no se utilizara alguna tecnologa como los andenes que disminuya el ngulo de inclinacin de la pendiente. Mientras que en los valles aluviales solo se han encontrado evidencias de andenes en San Mateo y en la quebrada de Canchacalla. En esta ltima los andenes encontrados son del tipo de terrazas de fondo de valle, las
cuales cubren toda la extensin del valle con frutales variados. No obstante, en los tipos de paisaje donde es necesario tomar mayores precauciones es en los abanicos aluviales
y en los piedemontes, debido a que se encuentran en la
desembocadura de quebradas o crcavas que pueden
estar activas o reactivarse en alguna poca del ao, causando considerables deterioros. Se puede visualizar la distribucin de los andenes segn la geoforma en la subcuenca
del ro Rmac (figura 1).
localidad de Surco; y cultivo de frutales diversos (manzano, chirimoyo, palto y membrillo), en la quebrada de
Canchacalla. Si bien estos cultivos requieren prcticas
agrcolas distintas, los andenes no presentan mayores diferencias en cuanto a su constitucin. El arado de los andenes es bastante irregular, pudindose encontrar surcos
perpendiculares a la pendiente, oblicuos a ella, en el sentido de la misma y, en algunos casos, siembras en golpe
sin surcos. Adems del uso agrcola tambin se han encontrado andenes utilizados con especies forestales.
Las tcnicas de cultivo en los andenes se han ido adaptando a los requerimientos de la poblacin. Hoy en da no es
raro observar el trabajo con traccin animal en las labores
de cultivo. Esta situacin tambin fue advertida por el Programa Nacional de Conservacin de Suelos y Aguas en
Cuencas Hidrogrficas (PNCSACH, 1984), el cual concluye que uno de los impedimentos que objetan los campesinos para la construccin de los andenes es que cuando estos son demasiado estrechos no les permiten utilizar
la yunta, instrumento indispensable para el ahorro del tiempo y para aligerar las tareas, en especial para aquellos
agricultores que son migrantes.
Conservado
Semi-ruinoso
Ruinoso
Total
2,379
1,132
640
4,151
2,379
(100%)
339.5
(30%)
2,718.5
(65.5%)
137
HELENA COTLER
Cuadro 5. Antigedad de los andenes y su estado de conservacin
Estado de conservacin
Antiguedad
Antiguos
Recientes
(posteriores a 1962)
Total
Conservado
(ha)
Semi-ruinoso
(ha)
Ruinoso
(ha)
Total
(ha)
1 856,5
(53,2%)
1 005
(29%)
620
(17,80)
3 481
523
(78%)
127
(19%)
20
(3%)
670
2 379,5
1 132
640
4 151
Posibilidades de recuperacin
Los criterios para evaluar las posibilidades de recuperacin de los andenes responden a numerosos factores, los
cuales requieren ser estudiados de manera sistmica. Entre
ellos, se pueden nombrar la disponibilidad de agua, la
presencia de una poblacin beneficiaria organizada, cierta estabilidad geodinmica, caractersticas apropiadas de
clima y un relieve no muy agreste.
La evaluacin de recuperacin de andenes para la subcuenca del ro Rmac solo se realiz tomando en cuenta los
cuatro ltimos factores mencionados. As, el estimado de
andenes factibles de recuperar (cuadro 6) representa el
17.3% de la superficie total de andenes en la subcuenca.
Aunque ello no significa necesariamente que el resto de
andenes semirruinosos y ruinosos no incluidos en este
138
Posibilidades de
recuperacin (ha)
Semi-ruinoso
Ruinoso
Total
520.6 (46%)
198.4 (31%)
719
Conclusiones y discusin
La superficie andenada (4,151 ha) encontrada en la subcuenca del ro Rmac presenta caractersticas de construccin dismiles, muchas de las cuales difieren de la concepcin original, aminorando su potencial de conservacin de
suelos y aguas. Por ejemplo, no siempre se cumple la relacin inversa entre la pendiente de la ladera y el ancho de la
plataforma correspondiente, que permite ejercer un mejor
control de la erosin hdrica al disminuir la velocidad de la
escorrenta. La mayora de los andenes conservados se
sitan en la zona de vida estepa-Montano Tropical, en
laderas sobre la serie Volcnica, cuya fcil intemperizacin
propicia la formacin de suelos desarrollados.
RECUPERACIN
DE ANDENES
enfoque busca evitar los fracasos ocurridos con las experiencias de rehabilitacin de andenes durante gobiernos
anteriores. Por lo tanto, antes de iniciar la recuperacin de
los andenes es necesario estudiar las causa de su abandono, las cuales son principalmente naturales (Donkin,
1979; Denevan, 1988) y antrpicas (Rostworowski, 1986).
Al establecerse a lo largo de distintas geoformas,
estabilizndolas, mejorando las caractersticas edficas, y
en general la calidad del sitio, disminuyendo los daos por
erosin en zonas aledaas, haciendo ms eficiente el uso
del agua y permitiendo el establecimiento de cultivos apropiados segn el microclima, los andenes componen ms
que una tcnica de conservacin, constituyen una tcnica
que integra los distintos componentes del ecosistema de
una cuenca, por lo cual su recuperacin y uso tienen que
realizarse dentro de un concepto de manejo integral de
una cuenca.
La recuperacin de los andenes en la sub-cuenca del
ro Rmac tiene que ser considerada dentro de un plan
de manejo integral que considere desde la estabilizacin y el control de contaminacin de las lagunas en la
parte superior de la cuenca, la reforestacin de las laderas altas, el uso de cultivos adaptados al clima regional, el control de crcavas, el uso de prcticas agrcolas adecuadas como surcos contra el sentido de la pendiente, uso de abonos verdes, instalacin de cultivos
asociados y policultivos, y en las zonas de pastoreo un
adecuado sistema de rotacin de pastizales, que impida
la formacin de terracetas, entre otras. Solo as, la inversin generada para la recuperacin de esta tecnologa ser redituable y sobretodo se iniciar la restauracin de un ecosistema bastante degradado como es
el de la subcuenca del ro Rmac.
139
HELENA COTLER
140
Fig 1. Distribucin y estado de conservacin de andenes segn geoforma en la subcuenca del ro Rmac.
PROCESOS
DE EROSIN
EN ANDENES AGRCOLAS
ANDINOS
RESUMEN
1
2
ABSTRACT
141
MOSHE INBAR
CARLOS A. LLERENA
Introduccin
El proceso de erosin y sedimentacin es parte de la evolucin dinmica del globo terrestre. El agua, el viento y la
fuerza de gravedad los agentes de la erosin- liberan
gradualmente la energa que los procesos geolgicos acumularon en las altas laderas y montaas. El hombre, como
agente erosivo, acelera este proceso natural al alterar la
cobertura de la corteza terrestre exponindola a los agentes erosivos.
Rasgos morfolgicos relacionados con altos valores de
erosin de suelos son evidentes en la formacin rpida de
deltas, colmatacin de embalses y estuarios, incisin de los
cauces fluviales y lavado de suelos en laderas y zonas
erodables.
Los estudios de erosin son importantes para la comprensin de la evolucin de los paisajes naturales (Young,1969),
la prediccin de ritmos de sedimentacin en embalses
(Osterkamp, 1976), estudios cuantitativos de prdida de
suelos, la funcin de los sedimentos como transportadores
de nutrientes y agentes de polucin, etc. El costo econmico anual como consecuencia de procesos erosivos en los
EE.UU. es de $6,100 millones (Clark et al. ,1985). Brown
(1984) estim que el patrimonio global de suelos disminuye en 7% cada dcada.
ha (INRENA, 1996). La estimacin para todo el Per podra alcanzar los 2 millones de hectreas (CEPAL, 1989).
Todos los programas de conservacin y recuperacin de
andenes dan nfasis a la finalidad de reducir los valores
de erosin, pero no existen estudios cuantitativos al respecto. Un programa adecuado para reducir los problemas
de erosin en andenes y laderas andinas de alta pendiente debe estar basado en una base de datos y conocimiento
de los factores que afectan los procesos de erosin y su
distribucin espacial y temporal.
El objetivo del presente estudio es el de establecer un
mtodo para determinar los valores de erosin en las zonas de andenes montaosos andinas y analizar los procesos de erosin que conducen al deterioro de los andenes.
Zona geogrfica
El rea experimental se ubica en la cuenca del ro Santa
Eulalia, principal afluente del ro Rmac, con un rea de
1,012 km2 (Barriga, 1994). La cuenca se caracteriza por su
elevado relieve topogrfico, desde los 5,000 m en la zona
divisoria de las aguas entre la vertiente del Amazonas y la
del Pacfico hasta los 900 m en la confluencia del ro Santa
Eulalia con el Rmac con una diferencia de altitud de 4,000
m y declive del 6% en un recorrido de 60 km (figura 1).
PROCESOS
DE EROSIN
EN ANDENES AGRCOLAS
ANDINOS
Geologa
Clima e hidrologa
Geomorfologa y suelos
La abrupta topografa se deriva de la rpida incisin de los
ros como consecuencia del proceso epirognico de
elevamiento de los Andes. El rpido proceso de incisin fluvial se manifiesta en la falta de terrazas y planicies fluviales de inundacin. En las laderas los huaicos
son frecuentes y en pocas de lluvia, causan el bloqueo de carreteras. La gran pendiente de las laderas,
de 40% a 100% en su mayora (foto 2), favorece los
procesos de remocin en masa y parte de las laderas
estn cubiertas de material de talud de gran erodabilidad.
Los suelos son generalmente litoslicos de poca profundidad por la lentitud de la decomposicin de la roca y la
erosin acelerada. Tienen buen drenaje interno, son frtiles y bien adaptados a la siembra de granos sin riego con
350 mm o ms de lluvias (Tosi, 1994). Los suelos varan
de acuerdo con los pisos ecolgicos altitudinales (Crdova,
1994). Hasta los 3,800 m en las laderas y zonas montaosas se encuentran suelos residuales, profundidad variable, textura media y buen drenaje. Por encima de los
3,800 m los suelos son muy superficiales.
Masson (1986b) caracteriz los suelos de andn como
Torroxic Haplustolls, presentando un perfil antrpico
formado sobre el material coluvial de la ladera. La profundidad efectiva es de aproximadamente 60 cm, de
textura fina, pH neutro casi sin presencia de carbonatos en el perfil. El contenido de materia orgnica es
medio en el horizonte superior, disminuyendo en profundidad. La influencia del cultivo agrcola se manifiesta
inclusive en andenes abandonados con una mayor
concentracin de fsforo, carbono orgnico y nitrgeno en suelos de andenes (Sandor y Eash, 1995).
143
MOSHE INBAR
CARLOS A. LLERENA
gramneas son aprovechadas por el ganado. Se encuentran tambin cactceas y a lo largo de los cauces
se pueden apreciar sauces y alisos.
b. Matorral desrtico-Montano tropical, entre los 3,000 m
y 3,500 m, con vegetacin constituida por arbustos,
cactceas y una cubierta rala de herbceas anuales
entre las que se destacan las gramneas. En esta zona,
en las reas experimentales, se encontraron especies
arbustivas como Solanum amblophyllum, Jaltomata
bicolor, Malva parviflora, Marrobium vulgare,
Heliotropium arborescens y otras. Entre las especies
exticas se encuentran eucaliptos, pinos y cipreses;
es de destacar la propagacin del eucalipto como rbol de rpido crecimiento y de mltiples usos, tanto
para construccin como para lea (Lpez, 1996).
144
PROCESOS
DE EROSIN
EN ANDENES AGRCOLAS
ANDINOS
2. Simulador de lluvias
El mtodo de simulador de lluvias porttil de campo permite
obtener en forma rpida datos de escorrenta e infiltracin
de reas con distintas condiciones fisiogrficas. El estudio
de los procesos en el terreno demanda mucho tiempo,
instalaciones costosas y mantenimiento y no hay posibilidad de cubrir sitios variados con parcelas de experimen-
Noviembre
1993-1994
1994-1995
1995-1996
1996-1997
1997-1998
(El Nio)
Diciembre
0
0
0
0
52,00
45,00
47,00
0
0
113,30
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Total
59.00
65,00
51,50
23,00
184,00
74,00
22,00
126,00
82,00
121,00
72,00
66,00
114,00
1,5
197,00
61,00
36,00
21,50
14,50
21,00
311,00
236,00
313,00
121,00
688,80
Area
Total (m2)
5,70
7,50
25,00
35,00
43,70
89,50
4,80
7,40
M1
M2
C3
P4
Fecha
29 Dec 94
30 Dec 94
8 Jan 95
20 Jan 95
26 Jan 95
6 Feb 95
12 Mar 95
13 Mar 95
16 Mar 95
Total
M1
Escorrenta(L) Sedimento(g)
13,00
8,00
3,00
2,00
0,90
0,30
13,00
3,00
0,50
43,70
0,04
1,60
0,12
2,58
0,36
0,18
5,20
0,90
0,55
11,53
Escorrenta
L/m2
M2
Escorrenta(L) Sedimento(g)
12,00
16,00
8,00
9,00
13,00
0,50
17,00
11,00
3,00
89,50
0,24
0,80
1,12
1,08
5,20
0,10
6,80
3,30
0,60
19,24
Sedimentos
Total (g)
g/m2
7,60
11,90
0,19
0,21
11,50
19,24
46,81
8,93
C3
Escorrenta(L) Sedimento(g)
0
0,75
0,80
0,30
0,70
0,40
0,90
0,50
0,50
4,85
0
23,25
9,36
1,74
1,30
3,56
3,60
2,00
2,00
46,81
2,00
2,50
1,87
0,25
P4
Escorrenta(L)Sedimento(g)
2,50
1,00
0,70
0,30
0,50
0,20
2,00
0,10
0,10
7,40
0,02
0,30
5,95
1,26
0,20
0,12
1,00
0,04
0,04
8,93
145
MOSHE INBAR
CARLOS A. LLERENA
inyector
manmetro
Con el fin de establecer un patrn de identificacin del grado de abandono de los andenes en reas extensas, es posible desarrollar un modelo usando fotografas areas e
imgenes espaciales (Landsat). El anlisis de las imgenes se lleva a cabo por programas de computacin que
permiten integrar informacin de fotografas areas
digitalizadas e imgenes espaciales, con un control de campo. Asimismo, es posible la comparacin entre fotografas
espaciales de diferentes perodos aos 70 y 90 para
analizar procesos y ritmo de abandono y degradacin en
los ltimos veinte aos.
La informacin digital cartogrfica se presentar usando
un Sistema de Informacin Geogrfica (SIG), incluyendo
elevacin, aspecto, precipitacin, geologa, suelos, vegetacin, etc. Con los distintos niveles de informacin, se
puede desarrollar un modelo emprico que relaciona los
parmetros fisiogrficos con los procesos de escorrenta,
erosin y degradacin de andenes. Tal modelo permitir
PROCESOS
DE EROSIN
EN ANDENES AGRCOLAS
ANDINOS
Lugar
Upica 1
Casta
Upica 2
Upica, casa
Upica, ladera
Upica, ladera
Upica, terraza
Marcahuasi 2
Marcahuasi 1
Iris, ladera
Iris, irrigada
Iris, eucalipto
Elevacin
Vegetacin
(m) % cobertura tipo
2600
3150
2610
2430
2440
2450
2600
3540
3550
3550
3230
3150
80
50
70
100
30
20
30
80
50
20
75
50
Pasto seco
Pasto
Pasto
Pasto
Pasto seco
Pasto seco
Pasto
Pasto seco
Arbustos, cactus
Arbustos, cactus
Papa, pasto
Eucalipto
Exposicin
NO
E
O
NO
NO
NO
O
NO
O
NO
E
O
15
14
24
14
46
51
15
15
28
38
15
46
Limo
Arcilla
Limo
Limo+arcilla
Limo
Limo
Limo
Limo
Limo
Limo
Limo+arcilla
Limo
Uso del
suelo
Nivel de abandono
de las terrazas
Pastoreo
Con cultivos
Con cultivos
Pastoreo
Parcela arada
Pastoreo
Pastoreo
Pastoreo
Con cultivos
Bosque
Semiabandonado
Aterrazado
Aterrazado
Aterrazado
Sin terrazas
Sin terrazas
Con cultivos
Abandonado
Abandonado
Sin terrazas
Con cultivos
Sin terrazas
extrapolar valores de erosin a reas extensas en la cuenca de los ros Santa Eulalia y Rmac.
Discusin y conclusiones
La erosin detectada en las parcelas de experimentacin
en andenes abandonados y semiabandonados en la cuenca del Ro Santa Eulalia presenta niveles bajos y es menor
por lo general a 1 g/m2/ao (equivalente a 1 ton/km2/ao)
lo que se considera como erosin nula (Ruiz et al., 1992)
o muy baja, comparada con ritmos de erosin media mundial, evaluada a 100 ton/km2/ao (Inbar, 1992). El proceso de erosin en andenes con plataforma existente no se
realiza por escorrenta en pocas de lluvias normales, sino
por procesos de derrumbe de muros y remocin en masa.
Slo en aos con precipitaciones muy intensas, el lavado
de suelos como consecuencia de altos ritmos de escorrenta
que sobrepasen los ritmos de infiltracin, las tasas de erosin seran significantes. No existe un anlisis de lluvias y
su intensidad en la zona pero la estimacin es que son de
recurrencia de 1:50 aos. La mayor parte de los andenes
estn sujetos a un pastoreo intensivo que impide la
reforestacin natural, y, por lo tanto, es en dichos eventos
de baja frecuencia que la gran prdida de suelos ocurre.
En andenes trabajados bajo irrigacin el ritmo de infiltracin es alto y por lo general no hay escorrenta, pero el
riego de inundacin sin el control debido produce en muchos casos desborde de aguas y prdida de suelos por
escorrenta, que contiene una alta concentracin de sedimentos, como se comprob en la parcela de Cuchama.
El muro constituye la base del andn y es el factor que
determina la formacin del andn o su destruccin en caso
de derrumbes. La presin de los suelos produce un pandeo o abombamiento que conduce al derrumbe (Pallares,
1994). En ms de un 50% de los muros observados se
not el proceso de abombamiento o de derrumbe de muros. La destruccin total del muro conduce a un rpido
deterioro del andn y a su erosin. No obstante, hay muros que se conservan decenas de aos y preservan la
conservacin del andn. En zonas cultivadas el mantenimiento de los muros es constante, reponiendo y reconstruyendo los muros derrumbados, evitando de tal manera la
degradacin del andn.
El tipo y grado de cobertura vegetal es el factor ms importante en los niveles de erosin para todas las parcelas y
en la conservacin de los muros; en un trabajo similar en
Espaa, se encontr que el ensanchamiento est positivamente ligado a la cobertura vegetal (Cerda-Bolinches,
1994b). En condiciones de cultivo, el sistema y manejo de
la irrigacin y pastoreo son los factores que controlan los
ritmos de erosin. La pendiente que oscila entre valores
de 0% a 15% no es un factor determinante en los niveles
de escorrenta y erosin hdrica en andenes abandonados y semiabandonados.
En suelos pedregosos se comprob que la infiltracin es
mayor (Poesen et al., 1990) al reducirse el impacto de las
gotas de lluvia e impedir la formacin de cutcula de suelo
impermeable.
En suelos bajo bosque de eucalipto se obtuvieron ndices
de escorrenta y erosin mayores que en los andenes,
pero menores que en laderas descubiertas. Este resultado preliminar indicara un efecto positivo del eucalipto, pero
menor que la construccin de andenes. Existe asimismo el
riesgo de deslizamiento de rboles grandes en pendientes
(Hewlett, 1982).
El efecto de los suelos determina mayor escorrenta y erosin cuando la proporcin de arcilla es mayor. La
erodabilidad del suelo no vara mayormente, siendo por lo
general areno-limosos con altas tasas de infiltracin.
147
MOSHE INBAR
CARLOS A. LLERENA
El grado de abandono es total en los andenes de secano.
El riesgo de siembra en un rgimen de lluvias variable,
que no asegura produccin, impide el cultivo actual de
andenes sin irrigacin y su transformacin en zona de
pastoreo promueve, por el pisar del ganado, la remocin
del suelo y el derrumbe de los muros. En los andenes de
irrigacin, la falta de agua en la comunidad de Iris impide el
cultivo continuo de los andenes y parte de ellos se cultiva
en forma discontinua. Factores sociales y econmicos, que
varan de acuerdo con la comunidad, determinan el grado
de cultivo en los distintos andenes. El proceso dominante
es el paso hacia la actividad agropecuaria en detrimento
de la actividad agrcola, y en varios casos de abandono
total o parcial del pueblo. La comunidad de Iris se caracteriza por continuar con niveles de cultivo, aunque desde
1990 ha habido un crecimiento del ganado, cultivo de alfalfa para forraje en detrimento de los cultivos tradicionales y
abandono de zonas marginales. En la comunidad de
Laraos no se cultivaron en los ltimos cuatro aos, los
andenes con posibilidad de irrigacin y la poblacin se
dedica mayormente a la cra de ganado y venta de plantas
medicinales.
148
Agradecimiento
El presente estudio fue financiado por la Agencia para el
Desarrollo Internacional (AID) de los Estados Unidos, Proyecto TA-MOU-C12-006.
IDENTIFICACIN DE
ANDENES USANDO
RADARSAT
RESUMEN
1
2
ABSTRACT
Proyecto Tambopata-Inambari (PTI), Consorcio CESVI Pro Naturaleza, Puerto Maldonado, Per, [email protected]
Laboratorio de Teledeteccin Aplicada y SIG, Departamento de Manejo Forestal, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional
Agraria La Molina (UNALM), Lima, Per, [email protected]
149
CARLOS GARNICA
VCTOR BARRENA
Introduccin
Revisin bibliogrfica
Los andenes son terrazas escalonadas construidas sobre las laderas de las montaas. Pertenecen predominantemente a las zonas ridas y semiridas del Nuevo
Mundo y estuvieron asociadas con procesos activos de
erosin de suelos y la limpia deliberada de la vegetacin y de las piedras. Cubren varios pisos altitudinales
que incluyen diversas zonas ecolgicas, de modo que
pueda mantenerse una diversificacin de cultivos en el
tiempo y en el espacio (Donkin,1979, citado por Lpez,
1996).
IDENTIFICACIN DE
ANDENES USANDO
RADARSAT
La utilizacin de tcnicas de anlisis digital de imgenes
comprende la manipulacin e interpretacin de estas a
travs de procesadores automticos. Esto permite preparar una imagen para facilitar la interpretacin visual de
una escena o explorar con ms recursos toda la informacin de inters y relacionarla con parmetros estadsticos
con el fin de optimizar el anlisis desde el punto de vista de
eficiencia, tiempo y costo (Campbell, 1987).
Metodologa
La imagen que se utiliz para realizar este estudio fue una
Imagen RADARSAT modo Fino 3 tomada el 12 de Julio de
1997. Esta imagen tiene un tamao de pxel de 8 m y fue
tomada en un paso ascendente, es decir que la rbita del
satlite es de sur a norte. El SAR del RADARSAT utiliza
una longitud de onda de 5,6 cm que se conoce como
Banda C. La imagen de modo fino 3 utiliza un ngulo de
incidencia entre 41,5 y 44. Tambin se utilizaron, como
herramientas complementarias, fotografas areas (escala
1 : 25 000), un mosaico aerofotogrfico y
las hojas 24 j L (escala 1:50 000) y 24 j
(escala 1:100 000) de la Carta Nacional.
Para el procesamiento de la imagen se
utiliz el software RADARSOFT ver. 6.2.
Anlisis y resultados
Se pudo apreciar que de los filtros aplicados, el que dio
mejor resultado en la imagen fue el FFROST. En la imagen
resultante se puede observar un mayor contraste y una
notable disminucin de ruido, por tanto, la visualizacin de
la imagen es mejor.
En cuanto al Anlisis Textural se apreci un mejor resultado en la imagen a la que se aplic Textura de No Similitud
(dissimilarity). En sta se puede apreciar una mayor diferencia en la textura entre objetos. Se debe considerar que
la textura es un parmetro de gran importancia puesto que
ayuda a la identificacin de objetos y reas de inters.
151
CARLOS GARNICA
VCTOR BARRENA
El mejor realce encontrado fue el no lineal, que es adems
el recomendado por la literatura si se quiere interpretar
visualmente una imagen de RADAR (figura 2)
Luego de realizar los pasos antes mencionados, y obtener
la mejor imagen para la interpretacin visual, se puede
diferenciar en ella claramente la fisiografa e hidrografa,
mas no se pudo detectar ni diferenciar a los andenes.
Como una explicacin a este hecho a pesar de la resolucin de la imagen (8 m), es que la direccin de la mayora
de los andenes en el rea de estudio es de este a oeste,
mientras que la lnea de vuelo del satlite RADARSAT
sigue una direccin norte sur, por lo que el haz del radar
es casi paralelo a los andenes, motivo por el cual estos no
son visibles en la imagen.
Por otro lado, los cultivos existentes en los andenes de
la comunidad de San Juan de Iris son de una gran
variedad (encontramos parcelas de papa, haba, maz,
olluco, oca y alfalfa) y las parcelas vecinas presentan
cultivos diferentes, esto origina que la textura para toda
el rea es casi homognea, no pudiendo diferenciarse
una parcela de otra en la imagen. Cotlier (1998) manifiesta que en un rea toda homognea es dificultoso
definir tipos de cultivos.
IDENTIFICACIN DE
ANDENES USANDO
RADARSAT
Un siguiente paso en este esfuerzo por estudiar los andenes, ser el de fusionar la imagen RADARSAT F3, con
una imagen Landsat TM. Para realizar este paso se requiere realizar una ortorectificacin a la imagen
RADARSAT, debido a que por lo accidentado del lugar
existe mucha distorsin en la imagen. Por tal motivo se
realiz, como paso previo, un Modelo Digital del Terreno
(DEM) a partir de curvas de nivel digitalizadas cada 50 m.
de la carta nacional a escala 1:50 000 (figura 3).
Conclusiones y recomendaciones
El resultado preliminar encontrado nos indica que no se
pueden detectar andenes usando nicamente las imgenes RADARSAT modo F3.
Se recomienda seguir con el estudio de los andenes haciendo uso de imgenes RADARSAT de distintas fechas
as como fusionarlas con imgenes pticas.
153
LUIS MASSON
LUIS MASSON1
RESUMEN
ABSTRACT
154
EXPERIENCIA DE CAMPO
EN EL RO SANTA EULALIA
Introduccin
En el Per destaca la presencia de la Cordillera de los
Andes, que ocupa el 30% de la superficie del territorio
nacional. Al realizar una seccin transversal del pas, llama la atencin la vertiente occidental, sumamente empinada: en 150 km hay una diferencia altitudinal de ms de
5,000 metros entre el litoral y la cumbre, que viene a ser la
divisoria continental de las aguas de Amrica del Sur. En
esta vertiente se encuentran ubicadas la cuenca y el valle
del ro Santa Eulalia.
La parte baja del valle est considerada dentro de un
rango altitudinal entre 1,000 y 2,300 m aproximadamente.
Es la zona de la fruta; el clima es clido y muy agradable a
lo largo del ao. Es la zona de la eterna primavera, tal
como la denomina Javier Pulgar Vidal; pero tambin es la
zona ms vulnerable a los huaicos, que suelen precipitarse durante la estacin lluviosa.
La parte media de la cuenca se encuentra entre 2,300 y
algo ms de 3,500 m. Es la zona donde mejor se pueden
apreciar los andenes y los cultivos andinos, cultivos crioflicos
(que toleran, en cierto modo, el fro). Tambin se puede
apreciar una mayor cantidad de vegetacin silvestre y de
especies forestales mayormente introducidas, como los
eucaliptos (foto 1).
La parte alta se encuentra desde algo ms de 3,500 m
hasta la cumbre, pero destaca el nivel inferior (la puna,
zona de pastos y gramneas) del superior (las cumbres
andinas propiamente dichas, con sus lagunas y formaciones nivales).
Reconstruccin de andenes
Un inventario de los andenes de la cuenca del ro Santa
Eulalia, que se realiz en 1982 arroj el siguiente resulta-
do: 6,382 ha de andenes, de las cuales 1,213 ha se encontraban en uso; 1,646 ha en desuso, descanso o barbecho,
pero en buen estado de conservacin; y 3,523 ha correspondan a andenes semiderruidos: su rescate se consider
improbable pero no imposible, dependiendo de la disponibilidad de agua de riego en las proximidades.
Los resultados de dicho inventario motivaron a la asociacin Naturaleza, Ciencia y Tecnologa Local (NCTL) a
promover su reconstruccin entre los propios campesinos
usuarios. Para ello, se eligi a la comunidad de San Pedro
de Casta, ubicada en el piso medio de la cuenca, a 90 km
de Lima y a una altitud de 3,150 m. La comunidad se
encuentra enclavada en los cerros que constituyen la parte izquierda de la cuenca, cuyas laderas se encuentran
matizadas por andenes. Prximo a la cumbre de dichos
cerros se encuentra el centro arqueolgico de Marcahuasi.
El contacto con los campesinos de la comunidad se inici
en mayo de 1983. Luego de una serie de conversaciones
en que se explic a los campesinos y a sus autoridades los
propsitos de la asociacin, en noviembre de ese ao un
grupo de campesinos hizo un trato con la NCTL para reconstruir andenes. En esa poca, se tena el criterio de
que en materia de conservacin se deba comenzar con
los suelos. Con el correr de los aos y la experiencia que
se fue ganando, dicho criterio fue modificado, dndose
prioridad a la conservacin de los recursos hdricos.
El lugar que dichos campesinos eligieron para rehabilitar
andenes fue una ladera denominada Casagayn. Se trata
de una antigua zona agrcola, de topografa muy abrupta.
As, la pendiente de la ladera oscila dentro de un rango
entre 60 y 90%. La difcil topografa y el estado semirruinoso
en que se encontraban los andenes hizo pensar originalmente al grupo de la NCTL que se trataba de una tarea
imposible de realizar. Pero los propios campesinos se encargaron de desvirtuar esta suposicin.
Efectivamente, lo primero que ellos hicieron fue encontrar los cimientos de
las antiguas paredes y remojar las plataformas de los andenes. Explicaron
que para proceder a la reconstruccin
era necesario que la tierra estuviera
hmeda, por lo que era ms conveniente realizarla durante la temporada
de lluvias; pero como en este caso haba una fuente de agua cercana, no
haba problema en remojar la tierra.
Sealaron que cuando la tierra est
seca y es colada entre las piedras de
las paredes, estas se podan derrumbar muy rpidamente.
LUIS MASSON
taformas, los campesinos comenzaron por extraer las rocas y piedras que se encontraban semi-enterradas en ella,
para lo cual se valieron de sus barretas, herramientas que
manejan con gran habilidad; pero tambin utilizaron la energa mecnica que significa su propio esfuerzo corporal:
movan las piedras con la ayuda de sus manos y sus pies.
Las piedras desenterradas de la plataforma fueron acumuladas en la parte superior de la pared a reconstruirse y
bajadas por su propio peso por el talud. Siempre con la
ayuda de sus barretas, acomodaron las piedras ms grandes en la parte delantera de la pared, y el espacio entre
stas y el talud fue rellenado con las piedras ms chicas.
Luego, siempre ayudndose con sus barretas, escarbaron
tierra hmeda del talud contiguo y la dispusieron sobre las
piedras, rellenando todos los intersticios y cubriendo las
piedras. Esto serva de cemento o argamasa. Luego repitieron la operacin, colocando otra hilera de piedras, disponiendo siempre las ms grandes adelante y las de menor tamao detrs, para volverlas a cubrir con tierra hmeda. As la pared fue creciendo y las brechas, una tras otra,
fueron parchadas; y los andenes volvieron a aparecer.
En un solo da fueron reconstruidas tres brechas que abarcan 98 m2 de andenes. En esta tarea participaron 12 hombres, y en el lapso de siete das se pudo disponer de una
superficie de tierra de cultivo de 1,067 m, distribuida en 10
andenes de diversos tamaos.
Luego de disponer de esta superficie de tierra rehabilitada,
se procedi a preparar la tierra para la siembra de papas.
Para remover la tierra, los trabajadores utilizaron tambin
barretas, pero adems, la taklla, herramienta tradicional
que manejan a la perfeccin. Luego, siguiendo con su
costumbre (que es necesario respetar), procedieron a bendecir los tubrculos-semilla con hojas de coca. La siembra
la realizaron ayudndose con la taklla.
Vale recordar que esta herramienta es menospreciada por
muchos tecnlogos modernos, sin embargo se trata de un
instrumento muy apropiado para el cultivo en andenes y
que ellos saben utilizar a la perfeccin. Entonces, cabe esta
reflexin: por qu no hacer valer la destreza que tienen
los campesinos para manejar herramientas tradicionales?
La mejor estrategia consiste en aprovechar los conocimientos tecnolgicos autctonos, que son muy apropiados, y no
tratar de imponer tecnologas a las que ellos no se encuentran acostumbrados.
La culminacin de la siembra se celebr con otro ritual,
que consisti en danzar al son de un tamboril o tinya. La
danza fue acompaada de canciones cuya tonada es tpica del lugar y cuya letra fue improvisada. Se reventaron
cohetes y se record el nombre del antiguo usuario de
estas tierras, que responda al nombre de Aurelio.
Durante el cultivo, las plantas mostraron un excelente estado de desarrollo, por haber sido sembradas en tierras
156
descansadas por muchos aos. La cosecha fue abundante. Por tres aos consecutivos se lograron rendimientos
por el equivalente a 40 TM/ha. Por supuesto, la cosecha
tambin fue celebrada de una manera tpica, incluyendo
un almuerzo tradicional o pachamanca.
EXPERIENCIA DE CAMPO
EN EL RO SANTA EULALIA
que sembradas en un espacio muy reducido (no mayor de
2,50 m por 3,50 m), dentro de la casa de un campesino,
produjeron unos 5,000 plantones. Una parte de estos fue
sembrada en Casagayn (San Pedro de Casta), a lo largo
de surcos de infiltracin; otra parte fue distribuida entre la
poblacin, principalmente entre los nios, para que sembraran sus arbolitos donde ellos quisieran y pudieran cuidarlos
mejor. Esta es una manera muy positiva de reforestar, ya
que los rboles demoran unos 10 aos antes de alcanzar
un estado de desarrollo que permita su utilizacin. Como se
comprender, esto le conviene ms a un nio que a un
adulto, que requiere de un retorno ms rpido.
Las zanjas de infiltracin trazadas en Casagayn fueron
construidas siguiendo el ejemplo de Cajamarca. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurri all donde el agua
de lluvias fue absorbida para surgir en manantiales que
aparecieron en niveles inferiores en San Pedro de Casta
no ocurri lo mismo. Esto se debi a que en Cajamarca los
suelos son de material tufceo, que es muy filtrante; mientras que en San Pedro de Casta son ms bien arcillosos,
es decir, ms impermeables. Adems, la precipitacin pluvial
en Cajamarca es mayor.
Conclusin y recomendaciones
Los campesinos andinos son hbiles para muchas faenas
que pueden resultar difciles para los costeos. Por ejemplo, son eficientes picapedreros. As nos lo han demostrado en la construccin de represas y reservorios. Por ejemplo, para edificar el reservorio de Huaman, en San Pedro
de Casta, de 600 m3 de capacidad, emplearon solamente
dos meses, simplemente por su habilidad para tallar la
piedra y disponerla en lugares precisos de las paredes. A
veces mueven grandes pesos nicamente mediante la
ayuda de sus barretas, como en la construccin de canales al borde de profundos abismos.
En cuanto a los nios, ellos constituyen el futuro de las
comunidades campesinas. A ellos hay que dedicarles muchsima atencin. Por eso es de tanto inters fortalecer la
educacin, a la que nos parece que no se le concede la
debida importancia. Es necesario tener en cuenta que, en
general, los nios constituyen el futuro del Per.
Es imprescindible que estos nios, quienes desde tierna
edad demuestran sus habilidades a travs de sus juegos
infantiles, no caigan cuando sean mayores en las garras
del alcoholismo, que es uno de los grandes problemas
que existen en las comunidades andinas en general.
157
LUIS TABOADA
RAL DOLORIER
RESUMEN
ABSTRACT
Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos (PRONAMACHCS), Lima, Per,
[email protected], [email protected]
158
PRONAMACHCS:
EXPERIENCIA EN
REHABILTACIN DE ANDENES
Introduccin
El objetivo principal del Programa Nacional de Manejo de
Cuencas Hidrogrficas y Conservacin de Suelos
(PRONAMACHCS), es disear, promover y ejecutar estrategias y acciones tcnico-administrativas y de gestin,
para el manejo integral de cuencas hidrogrficas mediante
la conservacin de suelos, reforestacin e infraestructura
rural, con el fin de proteger y aprovechar racionalmente
los recursos naturales renovables, humanos y de capital
de las zonas altoandinas.
A partir del ao 1984 la ex Agencia San Mateo ejecut
prioritariamente actividades de conservacin de suelos con
agricultores individuales de los distritos de San Mateo de
Huanchor, Matucana y Tupicocha. Durante esta etapa se
ubicaron reas de comprobacin las cuales, de manera
demostrativa, sirvieron para difundir las ventajas de las
prcticas conservacionistas.
Con la instalacin de la Agencia PRONAMACHCS Santa
Eulalia en el ao de 1993, y como resultado del proceso
de reestructuracin del estado en su conjunto, y del sector
agrcola en especial, se le asignan al PRONAMACHCS
funciones adicionales y recursos financieros complementarios, y se empez un proceso de masificacin de los
trabajos de conservacin de suelos, as como de un tratamiento integral a la cuenca hidrogrfica a travs de sus
programas de reforestacin e infraestructura rural.
De este modo, en la actualidad, la Agencia Santa Eulalia
viene trabajando con 74 comunidades campesinas, anexos
y caseros, ubicados en 20 distritos de la provincia de
Huarochir, departamento de Lima, y en las reas geogrficas de la cuenca del ro Rmac, subcuenca del ro Santa
Eulalia, y la parte alta de la cuenca del ro Lurn.
La topografa de este mbito geogrfico ostenta grandes
pendientes y clima riguroso en donde los procesos erosivos
de los suelos se manifiestan de manera extrema, motivando
constantemente prdidas irreparables de suelos y agua.
Los antiguos pobladores de esta provincia ya se enfrentaron con este problema y manejaron estas laderas apropiadamente convirtindolas en terrenos productivos. El legado de este antiguo enfrentamiento hoy lo vemos en toda la
provincia de Huarochir a travs de los sistemas de andenes, los que an hoy en da son utilizados en casi el 80%
de los terrenos agrcolas.
Desde 1993, ao en el cual la Agencia Santa Eulalia pudo
ampliarse, tanto en su rea de accin como en la masificacin
de sus trabajos de conservacin de suelos, la rehabilitacin
de las aproximadamente 15,000 ha de terrenos con
andeneras, ubicados en sus mbitos de trabajo, ha sido uno
de sus principales objetivos. En el presente documento se
presentan las experiencias adquiridas por la Agencia Santa
Eulalia - PRONAMACHCS en su labor de conservacin y
Antecedentes
rea bajo andenes
Anteriormente, los estudios presentados por Masson (1983)
y por Cotler (1985), han determinado que se tiene una
superficie andenada de 10,533 ha, incluyendo la totalidad
de la cuenca del ro Rmac y la sub-cuenca del ro Santa
Eulalia. Si a ellos agregamos la superficie andenada del
extremo sur de la Agencia Santa Eulalia en la parte alta de
la cuenca del ro Lurn, con aproximadamente 4,500 ha,
tendremos un estimado de 15,000 ha de andenera en
diferentes estados de conservacin y uso actual.
Masson (1982), a travs de estudios cartogrficos y anlisis estereoscpicos de fotografas areas verticales de la
subcuenca del ro Santa Eulalia, as como de una posterior
comprobacin en campo, determin la existencia de casi
6,400 ha de andenes, de los cuales 1,200 ha se encontraban en uso, y 1,600 ha estaban en desuso pero en buen
estado de conservacin. El resto, unas 3,500 ha, se hallaban semiderruidas; se consider improbable pero no imposible su rescate, dependiendo de la disponibilidad del
agua de riego.
Cotler (1985) present un inventario de andenes en la
misma cuenca del ro Rmac, basada en estudios
cartogrficos y anlisis de fotografas areas, litologa, zonas de vida y comprobacin en campo. Cotler calcul un
total de 4,151 ha de andeneras, de las cuales se usan
actualmente 2,700 ha, con un estimado de 719 ha a ser
recuperadas.
Del resultado de ambos estudios se determin que del total de
las 10,533 ha con andeneras slo son utilizadas 3,933, y se
encuentran con posibilidades de recuperacin 2,365 ha.
Adicionalmente, por estudios cartogrficos y posterior verificacin en campo, se ha determinado un total de 4,500
ha en la parte alta de la cuenca del ro Lurn, ubicadas
entre los distritos de Santiago de Tuna, San Andrs de
Tupicocha y San Damin. De este territorio son utilizadas
2,700 ha, las cuales representan en promedio el 60% del
total; el resto, 1,800 ha, estn abandonadas y en diferentes estados de conservacin.
En resumen, podemos decir que en el mbito de trabajo
que corresponde a la Agencia Santa Eulalia, se tienen
aproximadamente 15,000 hectreas de terrenos en
andenera, de los cuales estn en actual uso un total de
6,633 ha, es decir, el 44%. El resto, 8,367 ha, estn por
ser recuperadas de sus diferentes estados de destruccin
y abandono.
159
LUIS TABOADA
RAL DOLORIER
Estado situacional de los andenes
La verificacin en campo del estado situacional de la
andenera ubicada en estos tres sectores geogrficos (cuenca del ro Rmac, sub-cuenca del ro Santa Eulalia y parte
de la cuenca alta del ro Lurn), mbito de la Agencia Santa
Eulalia, permite identificar un factor que es hasta el 90%
responsable por la situacin actual. Este factor es el agua.
La escasez del recurso agua es tpico en esta parte de la
sierra de Lima, parte de la vertiente occidental de la cordillera de los Andes. Las causas son los bajos registros
pluviomtricos actuales, que para esta zona son de menos
de 200 mm. Otra causa debido a factores de clima mundial,
y fcilmente observable en esta parte de la cordillera
andina, es el retroceso de los nevados hacia alturas ms
all de los 5,000 m. Con estas dos fuentes principales de
agua en la regin fatalmente disminuidas, los sistemas de
andenes, los cuales en ms del 90% dependan del riego,
han sido abandonados paulatinamente. Este abandono
contina efectundose hoy en da y tal vez esto sea ms
visible en la subcuenca del ro Santa Eulalia y en la parte
alta de la cuenca del ro Lurn.
El factor humano es el otro factor de importancia a tener en
cuenta. Por ser Huarochir la provincia serrana ms prxima a la capital del pas podra esperarse que el 100% de
sus necesidades bsicas estn satisfechas, pero en la realidad esto no ocurre. Los servicios bsicos de luz, agua
domstica, desage, y muy especialmente los servicios
orientados a la produccin como educacin tecnolgica
adaptada al medio, carreteras, crditos, extensin y asistencia tcnica, son en general bastante deficitarias. Este
cuadro estimula al poblador huarochirano a abandonar
sus tierras y pueblos y dislocarse hacia la capital. Este
proceso migratorio es cada vez ms intenso y en muchas
de las comunidades de la zona las tasas de crecimiento
demogrfico son negativas.
La poblacin actual residente, por falta de mano de obra,
se limita a usar solamente una parte del rea andenada
para su produccin agrcola; la restante est sometida a la
implacable destruccin que causa la ganadera vacuna
y,muy especialmente, la caprina. Adems, por ser reas
de pastoreo y depredacin de la vegetacin arbrea y
arbustiva, estas zonas andenadas son expuestas a la erosin causando prdidas irreparables.
Los campesinos no llevan normalmente un programa de
mantenimiento y conservacin de los andenes actualmente en uso y es muy fcil determinar en ellos algn grado de
deterioro mayormente en el talud de piedra, es decir en la
pirca. Las piedras estn cadas como consecuencia del
paso de la ganadera de vacunos y caprinos luego de las
cosechas, o estn prximas a caerse por la vegetacin
arbustiva y an arbrea que se desarrolla dentro de la
misma pirca. El mismo banco o terrapln normalmente est
160
PRONAMACHCS:
EXPERIENCIA EN
REHABILTACIN DE ANDENES
Dentro de los andenes se propone un trabajo de mantenimiento de las estructuras. Esto conlleva el manejo ptimo
del agua de riego, labores culturales apropiadas y reparaciones contnuas.
El Comit Conservacionista o Fondo Rotatorio dispondr prioritariamente que los insumos y asistencia tcnica que otorgue la agencia sean utilizados para los andenes rehabilitados.
De este modo no solo se mejorar una infraestructura fsica, sino tambin se asegurar una buena produccin y
productividad de los andenes rehabilitados.
La experiencia de la rehabilitacin
LUIS TABOADA
RAL DOLORIER
de obras de conservacin de suelos, se ha tenido la satisfaccin de ver la gran aceptacin de las propuestas
conservacionistas entre los comuneros y agricultores individuales de esta provincia.
Un trabajo muy especial ha sido la rehabilitacin de los
andenes, porque en las 74 comunidades, anexos y caseros campesinos que atiende esta agencia, ms del 50%
de las reas que actualmente son dedicadas a la explotacin agropecuaria estn ubicadas en andenes. Asimismo,
en cada una de ellas, en mayor o menor grado, se encuentran reas potencialmente productivas en andenes
que hoy en da no son utilizadas, pero que, una vez rehabilitadas, se estaran incorporando nuevamente a la agricultura.
La rehabilitacin de los andenes se aprecia en el cuadro
1; se ha venido realizando un promedio de 88 ha de rehabilitacin de andenes, y esta ha ido incrementndose, a
excepcin del ao 1996 por la salida de la Agencia Santa
Eulalia de la microcuenca amincancha.
Se aprecia una mayor rea rehabilitada en la cuenca del
ro Rmac. Sin embargo, es la microcuenca de Lurn la
zona geogrfica en donde ms rea rehabilitada en promedio se ha venido ejecutando. Es importante destacar la
caracterstica habilidad del manejo de la piedra y en especial del levantar pircas o muros de piedra que tienen los
pobladores de esta zona.
Microcuenca
Ro Santa Eulalia
Sacsa
Chilcacocha
Carhuachayo
Marcopuquio
Carhuayuma
5,32
5,50
5,00
3,25
2,73
15,60
7,25
3,00
5,50
0,75
19,90
12,50
1,20
0,33
40,82
25,25
9,20
9,08
3,48
87,83
Ro Seco
Canchacalla
Pancha
Parac
Ro Blanco
Chucumayo
Yanajune
14,40
3,90
6,50
1,68
9,09
11,75
7,75
3,75
2,50
3,90
3,83
0,75
11,50
9,00
1,50
2,50
7,50
27,32
0,75
27,15
23,25
6,23
5,00
11,40
101,80
Chamallanca
Lurn
amincancha
1,00
14,51
20,35
3,00
13,00
12,50
10,05
4,00
37,56
32,85
74,41
84,14
99,34
80,56
264,04
264,04
Ro Rmac
Ro Lurn
Total (ha)
162
PRONAMACHCS:
EXPERIENCIA EN
REHABILTACIN DE ANDENES
N jornales
requeridos
Limpieza de terreno
Trazo preliminar (marcacin)
Excavacin de cimiento
Extraccin de piedra
Acarreo de piedra
Construccin de muro
Relleno de terraplen
Nivelacin de la plataforma
20
10
80
50
100
300
50
40
Total
650
Estructura agraria
La comunidad tiene un rea agropecuaria de aproximadamente 800 ha, de las cuales el 80%, es decir, 640 ha
son andenes. Sin embargo, tan solo unas 300 ha son
utilizadas para la explotacin agrcola, en gran medida
por la escasa disponibilidad del agua de riego. El hecho
de que exista esta escasez de agua motiva a una explotacin rotativa de muchos sectores andenados, los cuales en su mayora son dejados como zonas de pastizales,
especialmente al ganado vacuno, del cual se estima un
total de 1,000 cabezas, y del ganado caprino, unas 400
cabezas y el cual se incrementa rpidamente cada ao.
El problema que causa la ganadera a la andenera no
existira si los comuneros realizaran el mantenimiento de
estas estructuras cada vez que el ganado ingresara a
consumir los rastrojos de cosechas, o los pastos que se
desarrollan en ellas.
La tecnologa utilizada es baja. En el aspecto agrcola,
an se mantienen problemas fitosanitarios tradicionales los cuales en gran medida se deben a las inadecuadas prcticas culturales en el riego, aporque y preparacin del terreno; asimismo, prcticas como el abonamiento y el manejo de las semillas en almacn son
descuidados. La agricultura en gran medida es de
subsistencia, y solo a travs de la ganadera y el comercio se logran ingresos adicionales que sustenten
otras necesidad de la poblacin.
Los principales cultivos son la papa, el maz, el haba, la
arveja, el trigo, la cebada y la alfalfa; en menor escala se
tiene a la oca, el olluco y la mashua.
Para los trabajos de la tierra se emplean herramientas
tradicionales como la taclla o arado de pie. La rotacin de
los cultivos es conocida, as como los periodos de descanso para recuperar la fertilidad natural del suelo. Por la
disponibilidad de riego en algunos sectores se llega a
sembrar papa hasta tres veces al ao, una en abril (siembra de ramos), otra en agosto, ambas con regado, y la
ltima en octubre (siembra temporal o secano); el maz en
abril y en setiembre (Huchica), el haba en enero, la arveja
entre marzo y abril, el trigo y la cebada entre enero y
febrero, lo mismo que para la instalacin de la alfalfa.
El pueblo de San Juan de Iris cuenta con cerca de 400
habitantes, y hay 92 comuneros empadronados, de los cuales
65 son comuneros activos. Cada comunero posee aproximadamente cuatro hectreas en promedio, distribuidas en
diversas parcelas.
Organizacin comunal
La organizacin como comunidad data de pocas antiguas
en que haban los ayllus. San Juan de Iris tiene su origen en
el pueblo antiguo de Marcawasi, hoy en ruinas.
La evidencia de esta organizacin antigua la tenemos en
las tres parcialidades que existen: las de Callan, Curaca
y Chaupin. Sin embargo, estas en la prctica solo participan en la vida diaria de la comunidad en la festividad
de la champera o fiesta del agua. En la actualidad, la
organizacin comunal se sustenta en el control y distribucin de las aguas de regado. La comunidad de San
Juan de Iris tiene como fuente principal de agua a dos
lagunas al este del pueblo, entre los 4,600 y 4,800 m de
altitud. Estas son las lagunas de Curicocha y Llamacocha,
respectivamente.
Las aguas de estas lagunas son tomadas aguas abajo
en la toma de Callahuaylla, y de ah por un canal de
cerca de 10 km de longitud son distribuidas en los terrenos andenados de las inmediaciones del pueblo. La comunidad, a travs de su Comit de Riego comunal, administra la distribucin de esta agua de acuerdo con las
necesidades de cada sector. Existen otras organizaciones de riego ms pequeas, constituidas por beneficiarios de algn manantial o toma de riego particular, principalmente en la quebrada Pillihua.
En la ltima semana del mes de mayo, la fiesta del agua, o
champera, es la ms pomposa y tradicional del valle del ro
Santa Eulalia. Durante esta semana toda la poblacin se
moviliza para el mantenimiento y conservacin de la principal infraestructura de riego de la comunidad.
En San Juan de Iris, adems de la comunidad campesina,
existe la autoridad municipal, representada por el alcalde, y
la autoridad poltica, representada por el gobernador. Las
mujeres estn organizadas en el Club de Madres.
LUIS TABOADA
RAL DOLORIER
el mejoramiento de 1,300 m de canal en los sectores
Mapano y Chilcacocha. Se espera mejorar el reservorio
comunal de Anchicocha, el principal de la Comunidad de
San Juan de Iris. El trabajo en andenes se inici en el ao
1994 con agricultores individuales con apoyo de un Fondo Rotatorio de Semillas, lo cual posibilit una rehabilitacin de 25,3 ha. En San Juan de Iris no existe tradicin de
mantenimiento y rehabilitacin de los andenes o Llumay,
nombre tradicional de estas infraestructuras, herencia de
sus antepasados. Esto conllev, primeramente, organizar
a la poblacin: dentro de la comunidad se conform un
Comit de Fondo Rotatorio, a travs del cual se comenzaron a asignar algunos recursos indispensables para el
trabajo conservacionista como son las herramientas y semillas mejoradas de los cultivos de papa, haba y alfalfa.
Se conformaron dos promotores comunales, los cuales
dirigieron estas obras previa capacitacin y asistencia tcnica por parte del personal de la agencia. Luego se programaron los sectores en donde se empezaran a rehabilitar los andenes. En asamblea comunal del mes de enero
del presente ao, se determin rehabilitar el sector de
andenera llamado Maizal. Este sector cuenta con 20
hectreas aproximadamente y presenta un deterioro del
40% en promedio. Este deterioro ha sido mucho menor,
comparativamente, que el de otros sectores, debido a la
cercana del pueblo que ha permitido un mejor cuidado de
la andenera que presenta pendientes entre 30 y 40% con
muros de piedra de 0.40 m de ancho en la corona y entre
1.5 m y 3.0 m de altura.
PRONAMACHCS:
EXPERIENCIA EN
REHABILTACIN DE ANDENES
Conclusiones
En el total de las comunidades huarochiranas es visible,
aun hoy en da, el sistema de andeneras que construyeron nuestros antepasados y gracias al cual actualmente
ms del 80% del rea agrcola cultivable est en
andeneras.
El potencial de incorporar ms reas para la agricultura en
la sierra de Lima, est en la rehabilitacin de los andenes.
Para el caso de la cuenca misma del ro Rmac, la subcuenca del ro Santa Eulalia y la parte alta de la cuenca de
ro Lurn, este potencial se presenta en 8,367 ha de tierras
andenadas an por recuperar.
Un factor prioritario a tener en cuenta para ser posible esta
recuperacin de andenes es la rehabilitacin de los siste-
mas de regado. En gran medida, el abandono actual obedece a la falta de agua para el regado de los cultivos que
ah se instalen.
La organizacin campesina y la asistencia tcnica continua, que las entidades pblicas y privadas sepan brindarle a esta actividad de recuperacin de andenes, as como
el manejo adecuado de sus recursos naturales en general, es fundamental para la creacin de la conciencia
conservacionista en el campesino.
As como en la comunidad de San Juan de Iris, tambin las
diversas comunidades, anexos y caseros de la Agencia
Santa Eulalia - PRONAMACHCS ya han adquirido conciencia de lo que significa mejorar y conservar sus recursos como el de sus andenes. Aun cuando la recuperacin
del sector Maizal es apenas un 10% del total de rea
andenada de la comunidad, se espera que esta sea un
rea demostrativa e irradie las ventajas productivas que
se tienen al recuperar y conservar los andenes, herencia
de sus antepasados.
165
CARLOS A. LLERENA
MOSHE INBAR
AMANDA DE LA TORRE
RESUMEN
ABSTRACT
2
3
Departamento de Manejo Forestal, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Lima, Per,
[email protected]
Departamento de Geografa, Universidad de Haifa, Israel, [email protected]
Departamento de Manejo Forestal, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Lima, Per,
[email protected]
166
CARACTERIZACIN DE
ANDENES EN LA CUENCA
DE SANTA EULALIA
Introduccin
La cuenca del ro Santa Eulalia, a 40 km de Lima, destaca por su importancia en el abastecimiento de energa
a la capital del Per y es conocida por sus obras
hidroenergticas (Sheque, Huinco, Barbablanca); sin
embargo, sus reas agrcolas desarrolladas tradicionalmente sobre andenes que sustentan a sus numerosas comunidades, han sido prcticamente ignoradas
por los que planearon el desarrollo del rea, los que
estudian los procesos de uso de la tierra y sus impactos
en el medio y la opinin pblica en general.
Esta ponencia muestra las caractersticas generales de los
andenes en la cuenca de Santa Eulalia, y pone especial
atencin a los de las comunidades de San Juan de Iris
(Marcahuasi y Pariataca) y Laraos.
Santa Eulalia, su cuenca y sus andenes han sido estudiados solo en los ltimos tiempos por diversos autores
tales como Crdova (1994), Lpez (1998), Masson
(1986a, 1986c, 2004), Inbar y Llerena (2004) entre
otros.
rea de estudio
Las comunidades de San Juan de Iris
(Marcahuasi y Pariataca) y Laraos se encuentran en la cuenca de Santa Eulalia (figura 1) presentando elevaciones desde los
2500 msnm hasta los 3700 msnm en
Marcahuasi. Juntas cubren una extensin
aproximada de unos 1012 km2, con pendientes que pueden alcanzar los 50-60 grados, con sus asentamientos humanos actuales y en restos arqueolgicos, reas
agrcolas y de pastoreo en laderas de diversas inclinaciones. En esta zona es posible observar manifestaciones orogrficas
naturales como huaycos y deslizamientos.
Como consecuencia del accidentado paisaje y sus caractersticas, las poblaciones
se encuentran ubicadas en las partes altas
relativamente planas de la cuenca, en lugares donde se ha solucionado el problema de la poca disponibilidad de agua. La
precipitacin anual de la cuenca es de 436
mm. La vegetacin y uso del suelo vara
segn la gradiente altitudinal: entre los 2000
y 2900 m predomina la vegetacin xeroftica,
sin embargo luego de la estacin lluviosa
es frecuente observar la presencia de pastos y arbustos dispersos; entre los 3000 y
3500 m pueden observarse una densa co-
167
CARLOS A. LLERENA
MOSHE INBAR
AMANDA DE LA TORRE
La comunidad de Laraos desarrolla cultivos similares a
iris, pero destaca por el aprovechamiento de plantas
medicinales que crecen naturalmente en los andenes.
Los comuneros de Laraos son conocidos en la zona
por sus conocimientos de medicina natural.
Mtodos de estudio
En toda la zona de estudio los andenes son omnipresentes
con diferentes edades y arreglos, diversas densidades en
las laderas, varios tipos, adaptaciones al uso y al terreno y
en diferente estado de conservacin. El ordenamiento
observado de los andenes sugiere que en la zona exista
una fuerte tradicin y considerable experiencia en su construccin, como en otras zonas andinas y de montaa en
general. Como indica Donkin (1979), las irregularidades
de la pendiente son modificadas por secciones de ngulos
rectos y el uso de muros, de distintos tipos.
En las zonas indicadas se midieron y estudiaron 233 andenes distribuidos en la siguiente forma: Marcahuasi 69,
Pariataca 73 y Laraos 91. Las mediciones fueron tomadas
durante el ao de 1994 en los meses de febrero y setiembre y en 1995, en agosto, con la colaboracin de estudiantes de pregrado, en su mayora del curso de Ordenacin de cuencas de la Facultad de Ciencias Forestales de
la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y de
la carrera de Geografa de la Pontificia Universidad Catlica del Per (PUCP).
Se consider la siguiente informacin de los andenes: ubicacin (altitud y exposicin); caractersticas de la plataforma (largo, ancho, rea, pendiente, pedregosidad, uso,
cobertura vegetal y grado de abandono); y caractersticas
del muro (altura, dimetro de las piedras, cobertura vegetal y curvatura).
Resultados
Se puede observar toda la informacin en el campo en el
cuadro 1 y su informacin resumida en el cuadro 2.
Uso
En Marcahuasi casi todos los andenes son de cultivo en
secano. Pariataca y Laraos presentan combinacin de
andenes bajo riego y en secano (fotos 1, 2 y 3). En Pariataca
se encontraron 19 andenes bajo riego y 37 en secano, de
un total de 73. En Laraos se encontraron 31 bajo riego y
51 en secano, de un total de 91.
Grado de abandono
Son pocos los andenes trabajados en las tres zonas, la
mayora se encuentra en grado de semiabandono o abandono total (87% del total). En Marcahuasi se encontraron
50 andenes en estado de semiabandono, 12 en abandono total y 7 trabajados, de un total de 69.
El grado de abandono de las terrazas fue evaluado considerando los indicios objetivos del mismo, tales como el
168
CARACTERIZACIN DE
ANDENES EN LA CUENCA
DE SANTA EULALIA
En Laraos, el porcentaje promedio de pedregosidad es de
11-14%. La pedregosidad, por tanto es bastante variable
(desde 0 hasta 50%), encontrndose muchos andenes
con niveles medios de pedregosidad (10-20%).
Caractersticas de la plataforma
Tamao
En Marcahuasi las plataformas tienen un largo variable de
4,3 a 37,4 m (18,8 m en promedio) y el ancho varia entre
3,2 y 14,1 m (7 m en promedio). En Pariataca las plataformas tienen un largo que vara entre 8,7 y 39,7 m (18,4 m
en promedio) y un ancho que vara entre 1,7 y 19,6 m (7,2
m en promedio). En Laraos las plataformas varan entre
2,5 y 54,8 m (21,3 m en promedio) de largo y 2,5 y 30 m
(10,9 m en promedio) de ancho.
En Marcahuasi se tiene un promedio de 82,7% de cobertura vegetal, de los cuales 59% son pastos, 22,2%, arbustos y 7,4% cactus (foto 4). En Pariataca se tiene un
promedio de 56,5% de cobertura vegetal, de la cual 45,5%
son pastos, 23,7% son arbustos y 16,4%, cactus. La densidad de cactus es muy baja (menor de 10%) y solo se
present en 7 andenes de 73, sin embargo, el porcentaje
promedio es alto debido a la presencia de un 80% de
cactus en uno de los andenes evaluados. En Laraos se
tiene un promedio de 67,1% de cobertura vegetal, de la
cual 27,3% son pastos, 22,3% son arbustos y 17,4%,
cactus (foto 5).
rea
En Marcahuasi el rea promedio de la plataforma vara
desde 15,9 m2 a 354,4 m2 (121,8 m2 en promedio). En
Laraos vara de 17,6 m2 a 1078 m2 (243,9 m2 en promedio). En Pariataca, vara de 16,2 m2 a 868.3 m2(135,8 m2
en promedio).
Pendiente
En Marcahuasi la pendiente vara desde 0% hasta 68%
(promedio de 15,2%). En Laraos la pendiente vara desde 0,5% hasta 40% (promedio 6,1%). En Pariataca vara
desde 1% hasta 56% (promedio 17,6%). Se observa
gran variabilidad en todas las zonas.
Pedregosidad
En Marcahuasi el porcentaje promedio es de 7,9%. La
mayora tiene pedregosidad muy baja (debajo del 10%)
salvo contados casos en donde se encontr que la
pedregosidad puede variar entre el 20 y 40%. En Pariataca
el porcentaje promedio de pedregosidad es de 4,2%. La
pedregosidad es casi nula en la mayora, salvo contados
casos en que se observ pedregosidad de hasta 15-20%.
Muro: Altura
En Marcahuasi los muros varan desde 0,67 a 2,85 m en
promedio. En Pariataca varan de 0,8 a 6,5 m, en promedio (promedio de alturas mximas y mnimas). En Laraos,
varan de 0,96 a 5,5 m.
169
CARLOS A. LLERENA
MOSHE INBAR
AMANDA DE LA TORRE
Dimetro de piedras
No hay mayores diferencias en los dimetros promedios
de las piedras de la pared (aproximadamente 20-23 cm).
En Marcahuasi el dimetro promedio es de 19,6 cm, en
Pariataca es de 22,6 cm y en Laraos, de 22,5 cm.
Curvatura
En Marcahuasi 25 de los 69 muros presentaban pandeo o
curvatura, en Pariataca, 22 muros de 73 y en Laraos 3, de
91 muros.
Discusin
El grado de abandono o semiabandono encontrado en las
tres zonas estudiadas es significativamente alto (87%). Las
causas del abandono de andenes son complejas e implican
por lo general una combinacin de factores sociales, econmicos y fsicos como son el uso y propiedad de la tierra,
distancia entre los andenes y la comunidad, migracin y
envejecimiento de la poblacin local, algunos problemas en
la organizacin comunal quizs relacionados a los tiempos
modernos y su influencia en el abandono de algunas tradiciones agrcolas, la mayor importancia relativa actual de la
ganadera y el pastoreo sin control en andenes, la falta de
mercados y bajos precios de los productos agrcolas, posibles cambios climticos y disminucin de la disponibilidad
de agua por desaparicin de glaciares y bajas precipitaciones. En Laraos, comunidad en donde se encontr el ms
alto porcentaje de andenes en estado de abandono o semi
abandono, muchos de los andenes llegaron a esa condicin como consecuencia de que los comuneros cambiaron
de actividad econmica principal dejando sus cultivos agrcolas poco rentables y ms trabajosos por la simple extraccin y mercadeo de creciente demanda de plantas medicinales que crecen en forma natural, sin necesidad de mayor
cuidado.
La degradacin biofsica de la tierra est fuertemente ligada al comportamiento social. La erosin resultante del abandono de andenes y la migracin de jvenes comuneros
son procesos fuertemente ligados e irreversibles y son la
principal causa del deterioro de andenes (Inbar y Llerena,
2000). Esta migracin genera una escasez de mano de
obra en actividades relacionadas con el mantenimiento y
funcionamiento de los andenes pertenecientes a las familias de la comunidad.
170
En Marcahuasi y Pariataca el porcentaje de andenes trabajados tambin fue bastante bajo, 10% aproximadamente. En Marcahuasi uno de los factores determinantes del
abandono de andenes es la distancia existente entre la
comunidad y estos. Se piensa que antiguamente la comunidad habra quedado ms cerca de las reas de cultivo,
sin embargo, debido al cambio de actividad econmica,
posibles cambios climticos y procesos de erosin en masa,
esta habra tenido que cambiar de lugar.
El cambio de uso de la tierra a pastizales, por la importancia actual de la ganadera, tambin provoca erosin y el
colapso de los muros debido al libre pastoreo del ganado
(Lehmann, 1993). El abandono de andenes tambin puede ser medido segn las caractersticas del muro, muchos
de los muros estudiados en las diferentes zonas presentaban un pandeo notorio, lo cual es un ndice del proceso de
deterioro por el cual estn pasando. El mayor porcentaje
de muros con curvatura notoria (pandeo) se encontr en
Marcahuasi, a pesar se ser esta una zona de secano. El
abuso del riego es una de las posibles causas del pandeo
(Cerda-Bolinches, 1994 a, b; Salas y Vsquez, 1987;
Salas, 2004).
Entre los andenes actualmente trabajados y los abandonados se diferenci entre cultivos en secano y cultivos
bajo riego. En Marcahuasi casi todos los andenes medidos eran de cultivo en secano; mientras que en las dems
zonas el uso es (o era) bajo riego.
Las plataformas de mayor rea (243,9 m2 en promedio),
aunque con mayor pedregosidad, estn en Laraos, que
tambin presenta las pendientes promedio ms bajas (desde
0,5% hasta 40%, con un promedio 6,1%).
La pedregosidad es un factor importante a medir y analizar, ya que es un factor determinante en la erosin. La
pedregosidad incrementa la infiltracin al reducir el impacto de la lluvia en el suelo y prevenir la formacin de estratos superficiales duros e impermeables (Inbar y Llerena,
2000). Para todas las zonas de coleccin se encontr que
la pedregosidad era variable, con rangos desde 0 hasta
50%, presentando muchos de los andenes estudiados
niveles medios de pedregosidad (10-20%).
La medicin de la cobertura vegetal tambin es importante
para determinar el uso actual del anden y el grado de
abandono. El grado y tipo de vegetacin tambin son factores determinantes en los niveles de erosin de los andenes, por la proteccin a la erosin inicial por el impacto de
las gotas de lluvia, el cual en precipitaciones de alta intensidad puede desencadenar el proceso erosivo .
La mayor densidad de la cobertura vegetal en la poca seca,
se observa en Marcahuasi. En todas las zonas predominan
los pastos (casi el doble en relacin a arbustivas excepto en
CARACTERIZACIN DE
ANDENES EN LA CUENCA
DE SANTA EULALIA
Laraos, en la cual las proporciones entre arbustos y pastos se
asemejan). La densidad ms alta de cactus se encuentra en
Laraos, aunque se debe indicar el posible sesgo de la muestra en este sentido. Eliminando esta tendencia los cactus son
ms abundantes en Pariataca, aunque en los recorridos de
campo se hayan encontrado mayores dificultades por la presencia de cactus en Marcahuasi (foto 6).
Conclusiones
Al Sr. Gaudencio Retamozo por su valiosa asesora y cooperacin. A los alumnos de la UNALM participantes del
curso Estudio de Geomorfologa Aplicada a Andenes Agrcolas Andinos, realizado en la localidad de San Juan de
Iris del 14 al 20 de agosto de 1996: Alicia Rondn, Mario
Osorio, Rosa Maria Hermoza, Sandra Isola, Elvira Gmez,
Ral Garca-Blasquez, Diana Vega, Kelly Soudre, David
Lpez, Carlos Negrn, Graciela Mamani, Denise Bautista,
Roco Malleux, Percy Mourao, Carolina De la Rosa, Jaime Semizo y Marne Surez. Al Dr. Hildegardo Crdova,
la Prof. Maricarmen Carrasco, y las alumnas Mariana
Mindreau y Juanita Silva, de la especialidad de Geografa
(PUCP), por su activa participacin en la toma de datos de
campo. A Varinia Pumphiu por su asistencia como fotgrafa y a las Ings. Romi Bazo y Patricia Huerta por el procesamiento inicial de la base de datos de esta informacin.
Agradecimientos
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Fe de erratas
Pgina 14 (Introduccin):
En la sexta lnea de su cuarto prrafo dice:
Estamos asimismo, los ilustres profesionales
Debe decir:
Estamos asimismo agradecidos a los ilustres profesionales
Pgina 211 (Bibliografa):
La duodcima referencia bibliogrfica de esta pgina dice:
. y A. LINREZ. 1986. Es el Per un pas agrario?. Centro de Investigacin
del Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp..
Debe decir:
SALAS, D. y A. LINARES. 1986. Es el Per un pas agrario? Centro de Investigacin del
Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp.
Fe de erratas
Pgina 14 (Introduccin):
En la sexta lnea de su cuarto prrafo dice:
Estamos asimismo, los ilustres profesionales
Debe decir:
Estamos asimismo agradecidos a los ilustres profesionales
Pgina 211 (Bibliografa):
La duodcima referencia bibliogrfica de esta pgina dice:
. y A. LINREZ. 1986. Es el Per un pas agrario?. Centro de Investigacin
del Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp..
Debe decir:
SALAS, D. y A. LINARES. 1986. Es el Per un pas agrario? Centro de Investigacin del
Dpto. de Economa y Planificacin (CIDEP). Universidad Nacional Agraria La Molina
(UNALM), Lima, 42 pp.