Bajoit El Cambio Sociocultural
Bajoit El Cambio Sociocultural
Bajoit El Cambio Sociocultural
El cambio sociocultural
Guy Bajoit*
Resumen
El presente artculo es un resumen de mi libro El cambio social. Anlisis del cambio
social y cultural en las sociedades occidentales contemporneas (Madrid: Siglo XXI,
2008). Tanto el libro como el artculo pretenden proponer dos cosas: de una
parte, una interpretacin de los cambios ocurridos en las sociedades industriales
capitalistas occidentales, a partir de la crisis de los aos 1975-1985; y, de otra, una
nueva teora del cambio sociocultural, fundamentada en un paradigma relacional.
Existen, entre los socilogos, desacuerdos profundos sobre su concepcin del orden
social. Podemos identificar, segn las escuelas sociolgicas, por los menos cuatro
paradigmas, que se apoyan sobre cuatro principios de orden distintos.
- Algunos consideran que el orden social se reproduce por consenso entre los
actores, pero que este consenso es involuntario porque es estructural. Cada
individuo, por su socializacin, ha interiorizado normas de conductas que
*
Principios
de orden
Intencional
El consenso
Principio de integracin,
garantizada por un control
normativo
La dominacin
Principio de institucionalizacin
garantizada por un rbitro: el Estado
Como lo vamos a ver ahora, las concepciones de cambio social derivan directamente
de las de orden y, por lo tanto, podemos distinguir tambin cuatro principios de
cambio.
- Si consideramos el orden como producto de un principio de integracin,
el cambio parte de las innovaciones culturales (tanto tcnicas como simblicas) de los actores: estas innovaciones cambian los valores a los cuales
los actores se adhieren y las normas de sus conductas. Estas innovaciones
pueden venir de actores internos, pero, en general, vienen del exterior de
la colectividad (por sus intercambios con otras). En los dos casos, estos
valores, estas normas y estas tcnicas nuevas son apropiados por individuos
y grupos innovadores, que entran en conflicto con otros que son ms bien
conservadores; hasta que, poco a poco, por un proceso de evolucin lenta,
las innovaciones se imponen al conjunto de la colectividad; despus, en
el nuevo orden, son transmitidas e interiorizadas por las generaciones
siguientes por medio de su socializacin.
- Si pensamos que el orden social resulta de un contrato entre actores que
persiguen cada uno su inters individual (incluso cuando actan en grupos), el cambio social se explica por la variacin de las relaciones de fuerza
entre los actores en bsqueda de la maximizacin de sus intereses. En esta
bsqueda, cada uno se esfuerza por aprovechar las debilidades de los otros,
reforzar su posicin en las negociaciones y conseguir compromisos que
le sean ms favorables. El cambio de las relaciones de fuerza se traduce
en reformas progresivas de las leyes, que el Estado impone a los actores y
garantiza.
- Si vemos el orden como producto de una dominacin de la clase dominante
y de la alienacin de la clase dominada, el cambio se producir ms bien
por rupturas, por revoluciones. Pero estas rupturas no siempre son posibles.
Para que lo sean tiene que haber un crecimiento de las fuerzas productivas,
que genere cambios en las condiciones materiales de existencia de vida de la
colectividad. Cuando esto ocurre, el modo de produccin vigente entra en
crisis, lo que produce una situacin revolucionaria. Esta situacin permite
tomar el control del Estado; reemplazar el viejo modo de produccin por
uno nuevo, por una nueva manera de organizar les relaciones sociales de
produccin. Es esta contradiccin entre fuerzas productivas y relaciones
sociales de produccin lo que permite explicar las luchas de clases y las
revoluciones.
- Finalmente, si el orden es concebido como el producto de una institucionalizacin de las relaciones conflictuales entre grandes actores colectivos,
el cambio se producir justamente por estos conflictos. Esta institucionalizacin, en efecto, obliga a la clase dirigente (que gestiona la tecnologa y
la economa) y a las elites polticas (que gestionan el Estado) a tomar en
consideracin las reivindicaciones de los movimientos sociales de la clase
dominada (y del conjunto de los actores populares organizados), es decir,
de preocuparse del inters general. Esta conflictividad instituida crea una
dinmica creativa que favorece las innovaciones culturales, tcnicas, econmicas y polticas.
As, los cuatro principios de cambio se articulan con los principios de orden:
Cmo se explica el cambio social?
Por la
negociacin
Principios de cambio
Intencional
Por reforma: variacin de las
relaciones de fuerza entre los
actores
Por conflicto: entre actores
colectivos (creatividad de los
movimientos sociales)
prcticas (es decir, a su manera especfica de resolver los seis problemas que
acabamos de mencionar), producir un relato sobre s misma, que llamamos
modelo cultural. Este modelo cultural tiende a generalizarse porque los
actores lo imponen, cada uno en funcin de las exigencias de los problemas
que tiene que resolver en sus campos relacionales respectivos. En nuestras
sociedades occidentales, el modelo cultural reinante actualmente llama a
cada individuo a ser sujeto y actor de su existencia personal. Pero, al mismo
tiempo, siguen existiendo una gran cantidad de categoras sociales que no
tienen ni el deseo ni los recursos necesarios para conformarse segn las
exigencias de este modelo cultural.
A propsito de la causalidad
5.
Mutacin
del contrato
social
7.
Mutacin
cultural
2.
Mutacin
del modelo
econmico
3.
Mutacin
del orden
intersocial
4.
Mutacin del
orden poltico
interno
los actores entraron en crisis (es decir, no pudieron continuar reproduciendo las
soluciones a las contradicciones que solan practicar hasta entonces); estas crisis les
invitaron a adoptar cambios (que tuvieron que inventar y/o que les fueron impuestos
por los actores de otros pases o por los acuerdos internacionales); estos cambios
fueron tan profundos, tan radicales, que se puede hablar de verdaderas mutaciones.
Las mutaciones que vamos a presentar a continuacin no son simples hiptesis, sino
propuestas alimentadas por informaciones empricas sobre los cambios ocurridos
en los diversos campos relacionales mencionados en el esquema.
1. Mutacin del modelo tecnolgico
Las empresas ms grandes, que haban tomado con xito el viraje tecnolgico,
lograron efectivamente aumentar mucho la productividad del trabajo, y producir
una enorme cantidad de bienes y de servicios, constantemente renovados por los
adelantos rpidos de la tecnologa de la informtica, de las comunicaciones y de la
robtica (las NTIC, Nuevas Tecnologas de la Informacin y las Comunicaciones).
Para estas empresas, la demanda interna de los mercados nacionales era demasiado
pequea y rgida. Por lo tanto, ellas exigieron la reduccin, hasta la desaparicin
de las barreras arancelarias, y se pusieron a competir entre ellas para conquistar
mercados nuevos en el mundo entero y crear continuamente nuevas necesidades
para poder vender todo lo que eran capaces de producir.
Este proceso tuvo como consecuencia el abandono progresivo (pero acelerado)
del modelo econmico del capitalismo industrial de Estado nacin (con regulacin
keynesiana del mercado por los Estados y con proteccionismo en los intercambios).
De acuerdo con los Estados ms poderosos (G7) y con las grandes organizaciones
internacionales (BM, FMI, OMC, OCDE, entre otras), las grandes empresas
multinacionales adoptaron el modelo del capitalismo neoliberal mundializado
(acuerdo de Washington, 1973), y exigieron la libre circulacin de los bienes, de
los servicios, de los capitales, de las informaciones, etc., y de (ciertas) personas!
Este cambio tuvo una consecuencia muy importante sobre el modo de extraccin
de la plusvala de la fuerza de trabajo. Ya lo dijimos: ninguna colectividad puede
sobrevivir sin producir y acumular riquezas, es decir, sin explotar la fuerza de
trabajo de algunos de sus miembros (la clase productora); y siempre en la historia
esta plusvala fue apropiada y gestionada por otros de sus miembros (la clase gestora). Pero la manera como una clase gestora consigue de una clase productora que
produzca ms valor del que consume ha variado mucho en el curso de la historia.
Planteamos la hiptesis de que, con el advenimiento del capitalismo neoliberal
mundializado, la manera ms estratgica (no la nica, sino la ms estratgica) de
explotar la fuerza de trabajo ha cambiado. Transformar la clase P en consumidores,
gracias a la manipulacin de sus necesidades de consumo, gracias a la seduccin cultural por la publicidad, lleg a ser la manera ms eficaz para obligarla a trabajar
y producir plusvala, y para reproducir la apropiacin por la clase gestora de la
riqueza producida. Esta seduccin cultural, esta manipulacin de necesidades,
concierne principalmente a ciertos bienes que la clase G vende sobre los mercados,
es decir, bienes culturales como la educacin, la salud, la informacin, la distraccin, la comunicacin, la belleza, la juventud, la felicidad (y toda la tecnologa
apropiada a estos bienes).
Por lo tanto, las relaciones de clases (entre las clases ms estratgicas para producir, apropiarse y gestionar la riqueza econmica) han cambiado tambin. Los
conflictos centrales ya no son los que oponen el capital (la burguesa, sus organizaciones patronales y sus partidos liberales) y el trabajo (el proletariado, sus
organizaciones sindicales y sus partidos socialistas); estos conflictos ya no son los
que oponen la vieja derecha a la vieja izquierda. Hoy, los conflictos centrales son
los que oponen, de un lado, a los que controlan la manipulacin de las necesidades
(informacin, televisin, publicidad, modas, deporte, educacin, salud, distraccin,
etc.) y, de otro lado, al conjunto de los que son seducidos y manipulados por un
modelo que los hace competir para consumir (concretamente, que los hace correr
todos los das para encontrar o conservar un empleo precario y mal pagado, o una
fuente de ingreso alternativa, con el afn de no caer en la exclusin o de salir de
ella, para poder seguir consumiendo y estar conectados en la web!). Creemos que
son dos clases sociales nuevas: una clase gestora que sabe manipular necesidades y
vender sus productos, y una clase productora, los trabajadores-consumidores, que
perdieron el control de sus necesidades de consumo.
3. Mutacin del orden internacional
Con el colapso del modelo sovitico, las cartas de la hegemona mundial fueron,
otra vez, redistribuidas entre los tres polos principales del capitalismo (Estados
Unidos, la Unin Europea y Japn). Despus (a partir de los aos 1990-1995),
la nueva divisin internacional del trabajo desplaz hacia ciertos pases del Este
(Rusia) y del Sur (China, India, Corea del Sur, Brasil), actividades industriales
que, hasta entonces, estaban reservadas a los pases occidentales. As, una parte
importante del segundo y del tercer mundo reencontraron, o encontraron por
fin, el camino de la industrializacin, por la va del capitalismo industrial. Desde
entonces, una verdadera mutacin del imperialismo est en curso, siempre bajo la
hegemona aun si est bien amenazada a mediano plazo del primer mundo,
que entr en la era postindustrial, y que se esfuerza por conservar el control de
las innovaciones tecnolgicas, de las inversiones, del comercio y de las financias
mundiales.
Con el acuerdo de las naciones ms ricas (las del G8 y despus del G20), poderosas organizaciones internacionales estn buscando imponer este nuevo orden
en el mundo entero. Sin que dispongan todava de una verdadera potencia militar,
estas organizaciones ya tienen la capacidad jurdica y poltica para imponer su
voluntad a los gobiernos y a las uniones regionales.
Como ya dijimos, hoy en da estas organizaciones internacionales, junto con las
grandes empresas multinacionales, forman la nueva clase dirigente y dominante,
y su potencia depende menos de su capacidad de producir bienes y servicios que
de su capacidad de manipular y crear nuevas necesidades de consumo, de competencia y de comunicacin.
Por lo tanto, las polticas sociales cambiaron. El pobre (en esta concepcin)
tiene que ser ayudado, pero no asistido (se supone que la asistencia lo hunde en su
condicin social y lo transforma en un aprovechador). Tiene que hacer la prueba
de que hace todo lo que puede, por su iniciativa personal, con el estimulante de las
ayudas pblicas, para salir de su situacin de dependencia. Aydate, la sociedad
te ayudar: hay que ofrecerle igualdad de oportunidades, discriminacin positiva,
empoderamiento, capitales sociales; hay que activarlo, es decir ayudarlo a ayudarse!
Y hay que impedir que sea oportunista: tiene que comportarse de manera cvica.
6. Mutacin en la socializacin y la integracin
otro tipo de trabajador: que sea ms flexible en sus horarios (dispuesto a hacer horas
suplementarias cuando se necesita); que acepte empleos atpicos con menos gastos
de seguridad social (duracin determinada, tiempo parcial, temporarios, falsos
independientes, precarios); que sea ms implicado en el destino de su empresa
(ms responsable, ms autnomo, ms creativo, ms comunicativo); que se ponga
metas a alcanzar y participe en evaluaciones regulares; que sea menos sindicalizado
(contratos ms individualizados); que sea tambin ms formado tcnicamente y
dispuesto a recalificarse constantemente.
Conociendo estas exigencias, los trabajadores (sobre todo entre los jvenes, y
ms an en tiempo de crisis) se adaptan, se acomodan: estudian ms tiempo y son
ms diplomados; combinan estudios y empleos; soportan los cambios frecuentes de
empleador, lo que les permite hacer experiencias mltiples; se sindicalizan menos
y cuentan ms con la solidaridad de su familia; consideran que tener un buen
ambiente de trabajo, tener responsabilidades y ser autnomos, tomar iniciativas,
realizarse como persona individual en el trabajo son valores ms importantes que
la seguridad del empleo e incluso (entre los que tienen un salario decente) que la
remuneracin.
Claramente, aunque en forma ms rpida en ciertos pases que en otros, la
oferta de trabajo se adapta a la demanda. Sin embargo, esta adaptacin tiene
lmites: no es exitosa para todos. Entre los que tienen empleo, muchos estiman
que este no llena sus expectativas, en particular de autorrealizacin personal; por
lo tanto, instrumentalizan su empleo: su vida comienza despus de las 17 horas
de la tarde! Y, por supuesto, todos los que no tienen empleos (los desocupados)
combinan una bsqueda de cualificacin y de empleos precarios, se desaniman, se
transforman en lo que empresarios y Estados consideran y persiguen cada vez ms
duramente como aprovechadores (faltan de civismo, de iniciativa y de mrito).
7. Mutacin del modelo cultural reinante
Todos estos cambios forman un conjunto que se expresa en, y que pasa por, la
cultura, por la produccin de sentido en los discursos de los actores (sentido que,
como lo hemos dicho, contribuye a su vez a favorecer los cambios en las prcticas).
Se comprende fcilmente que las relaciones de trabajo, impuestas por el modelo
econmico neoliberal, necesitan de individuos que tengan las caractersticas personales descritas ms arriba: que sean imaginativos, creativos, competitivos, consumidores, conectados con la web, implicados en la vida de las empresas. Producir
era un acto colectivo, marcado por un cierto sufrimiento, mientras que consumir
y competir son actos individuales, marcados por la bsqueda del placer (de vencer,
de poseer, de sentirse conectado). Se comprende fcilmente tambin que el nuevo
contrato social necesita de individuos autnomos, que se tomen a cargo y que no
cuenten sobre la solidaridad pblica instituida, que se comporten dignamente y
de manera cvica, que sepan cada da inventar su vida y que sean responsables de
ellos mismos. Se comprende fcilmente, adems, que estos individuos, impregnados por la publicidad y la televisin (e incluso por su familia y por su escuela) de
esta manera de concebir su vida personal, tengan el deseo de participar en el gran
movimiento de innovacin propuesto por la revolucin tecnolgica (comprar y
cambiar su computador, su telfono mvil, su auto, su vivienda, sus vacaciones, su
look, pero tambin su formacin, su salud, su juventud, sus amores, en fin, su
felicidad!). Y, por fin, se comprende fcilmente que, en estas condiciones, ellos
estn dispuestos a ocupar empleos que responden a las exigencias de los directivos
de las empresas y de sus accionistas.
Sin embargo, no es tan simple! Es cierto que la nueva clase dirigente y los Estados neoliberales produjeron y siguen produciendo una ideologa para justificar
sus prcticas: todos los actores dirigentes en la historia de la humanidad hicieron lo
mismo, siempre. Pero, como se sabe, por definicin, la ideologa no es un discurso
en el cual el actor revela explcitamente todas las motivaciones de su accin: es un
discurso que tiene que exhibir sus razones legtimas para no tener que explicitar
(y para esconder) sus razones ilegtimas.1
Tenemos aqu un ejemplo muy claro. Para no explicitar sus razones inconfesables, porque son ilegtimas (las ganancias enormes de los accionarios y otros
especuladores, la corrupcin de los polticos, la manipulacin y el engao de los
consumidores, la precarizacin y la exclusin de los trabajadores, la entrega al
mercado de los bienes pblicos, la destruccin del medio ambiente, la perpetuacin
del subdesarrollo en los pases del Sur, etc.), los nuevos actores dirigentes (privados
y pblicos) tuvieron que invocar motivos legtimos: la proteccin de los intereses
Ejemplo: G. W. Bush no poda decir simplemente que declaraba la guerra a Irak para tomar el control
de sus recursos petroleros o para quebrar una potencia militar peligrosa para Israel. No. Estas razones
no son legtimas, por lo tanto, no se pueden declarar abiertamente! Hay que invocar razones legtimas
(reestablecer la democracia en Irak, eliminar armas de destruccin masiva y proteger a Occidente contra
una fuente de terrorismo), que s pueden ser declaradas, y que permiten, al mismo tiempo, no revelar
las que no pueden serlo. Sin embargo, estos motivos ilegtimos no son incompatibles con los legtimos:
el actor puede perfectamente alcanzar los unos y los otros. Y, adems, nadie podr jams comprobar que
Bush no actuaba tambin por estas razones legtimas: afirmar lo contrario sera hacerle un proceso de
intencin. Podramos decir lo mismo de cualesquiera otros colonizadores: los colonos siempre actuaron
en nombre de un objetivo noble: la cristianizacin, la civilizacin, el desarrollo, la democracia, la lucha
contra la pobreza de los pueblos que dominaron (razones legtimas, es decir, legitimadas por la cultura de
sus respectivas pocas).
Llamo modelo cultural a un conjunto articulado de principios ticos y morales que traducen en valores
tanto las ideologas como las utopas de los actores de una poca, y que les sirven para dar sentido y
legitimidad a sus prcticas, en todos sus campos de relaciones sociales. Cada poca tiene un modelo
cultural reinante, que guarda las trazas de todos los modelos anteriores. Proponer una tipologa de estos
modelos reinantes, en la historia del Occidente, es una tarea difcil porque fueron varios y no es muy fcil
distinguirlos. Provisoriamente, propongo los tipos siguientes: modelo guerrero, modelo csmico, modelo
religioso, modelo racionalista de la primera modernidad, modelo subjetivista de la segunda.
Consideraciones finales
Quisiera recordar, primero, que un modo de presentacin obedece a su lgica propia
(no se pueden decir dos cosas al mismo tiempo), distinta de la lgica del cambio
real. En la realidad, todos los cambios descritos ms arriba se produjeron, se producen en conjunto, interfiriendo los unos sobre los otros en millones de pequeas
adaptaciones, funcionales o disfuncionales las unas con las otras, estimulndose
o bloquendose mutuamente, segn las reacciones de los actores y las relaciones
entre ellos. No se trata, pues, de un cambio lineal y ninguna dimensin tiene que
ser considerada como ms o como menos importante que las otras.
El resultado de este proceso puede ser llamado una mutacin de sociedad y
no simplemente un cambio, porque, al fin y al cabo, las maneras de resolver, en
las prcticas de los actores, los (siete) problemas vitales de la vida colectiva, han
cambiado tanto que han pasado de un modelo a otro: no se trata simplemente de
cambio en los modelos, sino de cambio de modelos por lo menos en la mayora
de los campos considerados. De tal forma que, en 2011, vivimos en un mundo
radicalmente diferente del de 1970.
Referencias bibliogrficas
Bajoit, Guy, 1992. Pour une sociologie relationnelle. Paris: P.U.F.
, 2003. Le Changement social. Approche sociologique des socits occidentales contemporaines. Paris: Armand Colin (Cursus).
Baudrillard, Jean, 1970. La socit de consommation. Paris: Denol.
Bell, Daniel, 1979. Les contradictions culturelles du capitalisme. Paris: P.U.F.
Boltanski, L., E. Chiapello, 1999. Le nouvel esprit du capitalisme. Paris: Gallimard.
Bourdieu, Pierre, 1993. La misre du monde. Paris: Le Seuil.
Brechon, Pierre, coord., 2000. Les valeurs des Franais, volutions de 1980 2000. Paris: A.
Colin.
Carnoy, Martin, 2000. Dans quel monde vivons-nous? Le travail, la famille et le lien social
l re de l information. Paris: Fayard.
Castel, Robert, 1995. Les mtamorphoses de la question sociale. Paris: Gallimard.
Castells, Manuel, 1998. La socit en rseaux. Paris: Fayard.