Francisco de Borja y Teresa de Jesús
Francisco de Borja y Teresa de Jesús
Francisco de Borja y Teresa de Jesús
25 septiembre, 2015
En varias ocasiones visit Francisco de Borja la ciudad de vila. La primera de la que tenemos
noticia fue en 1531, cuando l era solo un joven de veintin aos, como mayordomo y
caballerizo de la emperatriz Isabel, que acuda a pasar el verano a la ciudad de los Caballeros.
El futuro Felipe II, que tena solo cuatro aos, mudara sus ropas infantiles por el traje de
hombre en esos das.
Una segunda visita tuvo lugar ms de veinte aos despus. Desvinculado ya de sus
obligaciones en la Corte y ordenado sacerdote en mayo de 1551, acude de nuevo a vila en
1554, a fin de establecer un Colegio de la Compaa en esa ciudad. Afirma Doris Moreno:
Para la Compaa en Espaa, tan contestada y bajo sospecha, la admisin de un grande de
Espaa entre sus filas era, al mismo tiempo, sntoma de nobleza de la orden acogedora y
baluarte frente a los ataques. El arzobispo Silceo afirmaba en 1554 que la Compaa paseaba
por Espaa a Francisco de Borja como cabeza de lobo. Segn Covarrubias en su Tesoro, la
expresin se refiere a la ocasin que uno toma para aprovecharse, como el que mata a un
lobo, que llevando la cabeza por los lugares de la comarca le dan todos algo, cada uno como
puede, en gratificacin del bien que ha hecho en matar un animal daino y pernicioso. As
era: la Compaa hizo de Francisco de Borja su estandarte en Espaa aprovechando su
posicin y prestigio, ahora revestido de santidad.
Toda aquella ciudad, as el clero como el pueblo y los caballeros, se alegraron mucho con la
venida de su Reverencia, la cual estaban esperando das haba.
Pero no es esta la ocasin en que Teresa y Borja se entrevistan, aunque algunos bigrafos han
querido ver en esta visita ese primer encuentro. La santa narra en el Libro de la Vida que, al
comienzo de establecerse los jesuitas en vila, en 1554, ella los admiraba pero no se atreva a
tratar con ellos:
Ya tena noticia de algunos, porque haban venido aqu los de la Compaa de Jess, a quien
yo sin conocer a ninguno era muy aficionada, de slo saber el modo que llevaban de vida y
oracin; mas no me hallaba digna de hablarlos ni fuerte para obedecerlos, que esto me haca
ms temer, porque tratar con ellos y ser la que era hacaseme cosa recia.
Pudo ser el caballero santo, Francisco de Salcedo, cuyo cuado, Hernandlvarez, fue de los
primeros jesuitas abulenses y uno de los fundadores del Colegio de san Gil, quien la pusiera en
contacto con la Compaa. Tambin cabe mencionar la influencia de doa Guiomar de Ulloa,
buena amiga suya, en cuya casa se hosped la santa por tres aos (1555-1558), la cual era
vecina de San Gil y se confesaba con los jesuitas. Hzome confesar a su confesor afirma la
santa, refirindose al P. Prdanos, su segundo confesor de la Compaa, tras Diego de
Cetina. Vinculada ya a los jesuitas, es su confesor quien le pone en contacto con el Comisario
de la Compaa para la Pennsula Ibrica. Su fama de hombre espiritual estaba bien
justificada, por su vida y por sus escritos. Quiz sea el tema de la oracin aquel al que Borja
dedic ms atencin en su enseanza espiritual. A Teresa, Cetina le haba aconsejado que
resistiera los efluvios msticos, por temor a que fuera ella misma quien estuviera provocando
esos efectos, o por evitar que se asiera a ellos. Borja rectifica:
Djome que era espritu de Dios []. Como quien iba bien adelante, dio la medicina y consejo,
que hace mucho en esto la experiencia. Dijo que era yerro resistir ya ms. Yo qued muy
consolada, y el caballero tambin holgbase mucho que dijese era de Dios, y siempre me
ayudaba y daba avisos en lo que poda, que era mucho .
Teresa afirma en una Cuenta de conciencia en la que hace repaso de sus confesores: al Padre
Francisco, que fue duque de Ganda, trat dos veces. Desconocemos si se refiere a que tuvo
dos entrevistas con Borja en esa ocasin, o si hubo otro encuentro posterior.
La santa invocar la palabra de autoridad de Borja en Camino de perfeccin, inicialmente
manteniendo el anonimato de este: Es gran merced esta a quien el Seor la hace, porque vida
activa y contemplativa es junta. [] Yo s de una persona que la pona el Seor aqu muchas
veces, y no se saba entender, y preguntlo a un gran contemplativo, y dijo que era muy
posible, que a l le acaeca.
Sin embargo, en el cdice de Toledo, que prepar para la imprenta, anot a quin se
refera: que era el P. Francisco, de la Compaa de Jess, que haba sido duque de Ganda, y lo
saba bien por experiencia
Teresa alude tambin a l en la Relacin 5, sobre el mismo tema, la posibilidad de vivir
contemplativamente en medio de una gran actividad: En fin, andan juntas Marta y Mara.
Yo pregunt al Padre Francisco si sera engao esto, porque me traa boba, y me dijo que
muchas veces acaeca.
Segn testimonios, ambos mantuvieron la relacin de forma epistolar.
No abundan las representaciones pictricas que recojan el encuentro entre estos dos santos. S
lo hace un lienzo del pintor de Albaida (Valencia), Jos Segrelles, que forma parte del retablo
de la capilla del Sagrario en el palacio ducal de Ganda: Santa Teresa de Jess consulta a san
Francisco de Borja. El retablo fue realizado en 1956. Teresa de Jess aparece extraamente
escribiendo durante la entrevista, como en actitud de plasmar la palabra que el santo le est
transmitiendo, mientras Borja aparece sentado, en la ctedra que su autoridad espiritual le
otorgaba, reconocida, como hemos visto, por la propia santa.
Este autor seala el carcter barroco del cuadro, en tanto que se trata de una interpretacin
absolutamente conceptual de la relacin de Borja con la santa. Se puede hablar de una
manipulacin de lo que las fuentes literarias relatan acerca de lo sucedido entre ambos. Y ello
se lleva a cabo porque se busca un efecto concreto en el cuadro: