Empatía Kinestésica (Trabajo Teórico) Autor: Andrea Vázquez Pernía

Entrecuerpos: Centro de estudios
Curso de formacin en Danza Movimiento Terapia (DMT)

Profesora: Daniela Pinto y Mara Elisa Al Cheikh
Trabajo realizado por: Andrea Vzquez
Empata Kinestsica
La primera vez que se us formalmente el trmino empata fue en el siglo XVIII,
refirindose a l, Robert Vischer, como sentirse dentro de. Durante el desarrollo
del trmino, algunos filsofos y pensadores como Leibniz y Rousseau haban
sealado la necesidad de ponerse en el lugar del otro para ser buenos
ciudadanos. En pleno siglo XX, comienzan a surgir nuevas definiciones de la
empata, as Lipps (cp. por Fernndez, et al., 2008) seala que la empata se
produce por una imitacin interna que tiene lugar a travs de una proyeccin de
uno mismo en el otro -concepto interesante que genera la imagen de un
importante movimiento psquico-. Aos ms tarde, Mead (1934, cp. por
Fernndez, et al., 2008) continuar con esta visin, aadiendo que adoptar la
perspectiva del otro es una forma de comprender sus sentimientos, mientras que
en 1947, Fenichel habla de la empata como identificacin (Fernndez, et al.,
2008).
Es llamativo como a lo largo del desarrollo de las culturas, el trmino empata ha
ido tomando varias formas, sin olvidar la esencia central de este trmino el
vnculo-, la necesidad de un otro que est all presenciando y comprendiendo
sentimientos a partir de su propia humanidad en interaccin.
Otro trmino que me gustara desarrollar para adentrarnos en el tema que nos
ocupa, es el de la kinestesia.
La kinestesia, (del griego , mover y isthesis, sensacin) etimolgicamente
signica sensacin o percepcin del movimiento. Son las sensaciones nacidas de
la lgica sensorial, que se trasmiten continuamente desde todos los puntos del
cuerpo al centro nervioso de las aferencias sensorias. Abarca dos tipos de
sensibilidad: la sensibilidad propiamente visceral "interoceptiva" y la sensibilidad
"propioceptiva" o postural, cuyo asiento perifrico est situado en las
articulaciones y los msculos, y cuya funcin consiste en regular el equilibrio y las
sinergias (las acciones voluntarias coordinadas) necesarias para llevar a cabo
cualquier desplazamiento del cuerpo (Velasco, 2011).
Estos trminos, as expuestos, parecieran que no tuvieran una relacin clara el
uno con el otro, sin embargo, al enfocarnos en el rea de la psicologa,
especialmente en las diferentes formas de abordaje psicoteraputico
(psicoanaltico), podemos decir que la conducta, sea expresin verbal o
movimiento, parten de una premisa bsica: la existencia del determinismo
psquico.
Cmo podemos acceder a l? Dira que por medio de la observacin del
contenido manifiesto y latente que trae el paciente a sesin, e identificando el
hecho seleccionado, tal como lo denominada Bion, el cual es rico en contenido
verbal y en expresin corporal, que a veces se encuentran acoplados y otras
veces disociados. Para ello, el desarrollo de la observacin en el terapeuta es un
punto crucial cuando se encuentra frente a frente con el inconsciente del paciente,
ya que le permite ver cmo se relaciona con el afuera y como esto puede ser un
reflejo claro de sus movimientos psquicos ms ntimos, inconscientes y
reprimidos. A mi parecer, el lenguaje y el cuerpo se articulan como una expresin
misteriosa de la psique.
Ahora, s se une el trmino empata y kinestesia, surge un concepto muy
interesante, a su vez complejo y que me resulta fundamental experimentar para
entenderlo, sentirlo y asirlo a travs de la experiencia corporal y psquica. Siendo
este un emergente que clama mi atencin durante el proceso de auto-observacin
en la formacin como Danzaterapeuta: La empata kinestsica.
Fischman (s.f), plantea que la empata kinestsica, es considerada como una de
las mayores contribuciones de la Danza Movimiento Terapia (DMT) al campo de la
psicoterapia (Levy, 1992 cp. Fischman, s.f). Este constructo condensa un enfoque
de la dinmica de la relacin teraputica en los abordajes que incluyen la
comunicacin no verbal, el movimiento corporal y la danza. Se trata de procesos
que tienen como objetivo la ampliacin del self entendido como una entidad
compleja biopsicosocial.
La Danza Movimiento Terapia enfoca la vivencia del movimiento sentido y los
sentidos del movimiento. Se compromete empticamente con la experiencia
intersubjetiva enraizada en el cuerpo, observndose, por ejemplo, que en la
historia de un paciente cuyos lmites y posibilidades se hallan anclados en sus
experiencias pasadas, pueden cambiar slo cuando llegan a constituirse como

parte de su movimiento espontneo o de su palabra propia, entendida como acto.
(Fischman, s.f).
Tomando como punto de partida este ejemplo, la empata Kinestsica se
considera un factor curativo en DMT, ya que consiste en crear un vnculo para ir al
encuentro del otro, para hacer que el otro se sienta reconocido y comprendido
(Pinto, 2012). Es un proceso de acompaamiento que genera una atmosfera
contenedora de elementos pre-verbales y ms primigenios a travs del cuerpo en
relacin.
Esta forma de empata con el cuerpo adopta dos modalidades (Fischman, s.f):
1) En la primera, el danzaterapeuta espeja sin imitar, ms bien dialoga con el
otro tomando algunos elementos que considere caractersticos de su
expresin y que pueden ser rasgos particulares de su mover, de su uso del
espacio, de sus tiempos y ritmos al moverse, as como de la emocionalidad
que est presente.
2) En la segunda modalidad, el danzaterapeuta se coloca en una actitud de
escucha, desde todos los sentidos, para sentir cmo reverbera en su
cuerpo la experiencia de movimiento del otro. En torno a la respuesta
corporal del terapeuta, ya sea desde el espejar o el resonar, la
danzaterapeuta Karin Fleischer (cp., Pinto, 2012) afirma: () la respuesta
corporal del terapeuta no es una mmica de la experiencia del otro, sino la
expresin que emerge despus de haber dejado entrar al otro en m, y que

consecuentemente abarca tanto la experiencia consciente como la
inconsciente.
Este ltimo punto me lleva a pensar sobre una expresin bien llamativa, que es
facilitar, a travs de la DMT, la posibilidad de habitar el cuerpo, por medio de la
concientizacin de los movimientos, que son, a su vez, expresin psquica.
A partir del trmino habitar, emergen en mi otras palabras, tales como
apropiarse, discernir entre el afuera y el adentro, los vnculos, los lmites y la
capacidad de rverie de las figuras primigenias, que propician, si son lo
suficientemente buenas y el nio trae constitucionalmente pulsiones equilibradas,
la posibilidad de generar un -yo piel- que contenga sensaciones y emociones sin
que se desparramen. Esto me lleva inmediatamente a enlazar la funcin de la
empata kinestsica con la posicin autista-contiguo de Ogden, siendo esta ltima
previa a la aparicin de las expuestas por Melanie Klein (esquizo-paranoide y
depresiva).
Ogden (1992) plantea, dentro de las posiciones dinmicas de la psique, como una
expresin preverbal de la psique en construccin, la naturaleza de las vivencias
dominadas por las sensaciones. En el modo autista contiguo las vivencias de
sensaciones, especialmente en la superficie de la piel, son el medio principal para
la creacin de significado psicolgico y de los rudimentos de las vivencias del self.
La contigidad sensorial de la superficie de la piel, junto con el elemento del ritmo,

son bsicos para el conjunto ms fundamental de relaciones objetales infantiles: la
vivencia del beb de ser abrazado y cuidado por la madre y de que sta le hable y
lo mire.
Este punto me remite inmediatamente al trabajo de la contencin por medio de la
empata kinestsica, donde se produce una reciprocidad de miradas, que permite
al otro encontrarse en un espacio que le brinda seguridad para explorar sus
propios lmites, as como, hallarse en el reflejo de esa mirada de otro que le
acompaa, tal como esa mam que por medio de su piel, su voz, su olor y su
mirada genera un lugar para la psique del nio en desarrollo.
La vivencia sensorial, en el modo autista-contiguo tiene una cualidad de ritmo que
se transforma en continuidad de ser, tiene una adquisicin de lmites que es el
comienzo de la vivencia de un lugar donde uno siente, piensa y vive; tiene ciertos
rasgos como los de forma, dureza, frialdad, calor, y textura que son los comienzos
de las cualidades de quien es uno, [quien es el otro] y de quien es uno para el otro
(Ogden, 1992).
Esta constitucin inicial podra experimentar cierto grado de plasticidad, que le
permita al paciente reconocer otras cualidades de ritmo dentro de s mismo, con la
finalidad de desplegar un abanico de posibilidades para responder de forma
adaptativa al medio ambiente. Una forma de ver ese abanico de opciones,
pareciera ser la empata kinestsica, contribuyendo con el sentido de cohesin del
self, delimitando, definiendo y protegiendo.

A partir de aqu, me parece til emplear una frase de Pontalis citada por Fiorini
(1997), que me recuerda a la experiencia del espejamiento y su vnculo con la
empata kinestsica: el ojo crea estructura, esto como la posibilidad de ser para
s mismo y ser para otro, es decir, la mirada en cuanto estructurante de la
identidad (Fiorini, 1997).
A este respecto, Lacan (1949) deca que el hecho de que la imagen especular del
beb sea asumida jubilosamente, por el ser inmerso todava en la impotencia
motriz y la dependencia de la lactancia, nos parecer que manifiesta la matriz
simblica en la que el yo se precipita en una forma primordial, antes de objetivarse
en la dialctica de la identificacin con el otro y antes de que el lenguaje le
restituya en lo universal su funcin de sujeto. Este acto, una vez adquirido, de la
inanidad de la imagen, rebota en seguida en el nio en una serie de gestos en los
que experimenta ldicamente la relacin de los movimientos asumidos de la
imagen con su medio ambiente reflejado, y de ese complejo virtual a la realidad
que reproduce, o sea con su propio cuerpo y con las personas, incluso con los
objetos, que se encuentran junto a l. La funcin del estadio del espejo se nos
revela entonces como un caso particular de la funcin de la imago, que es
establecer, una relacin del organismo con su propia realidad.
Entonces, dicha relacin con la realidad, tal como platea Pinto (2012), depender
de la calidad de la interaccin, de la existencia de un entonamiento eficaz o el
fracaso del mismo y de cun emptica se muestre la madre durante los

intercambios, aspectos que son vitales en el desarrollo psicosocial posterior del
infante y que ser determinante en las posibilidades de autoregulacin emocional
que tenga el individuo durante su infancia y en su vida futura.
De esta forma el terapeuta puede asumir varios roles especulares en el proceso
de psicoterapia, por medio de lo transferencial y contratransferencial, donde se
busca con el paciente reconstruir su historia de vida desde lo ms pre-verbal (lo
corporal) hasta lo verbal, en el all y el entonces y en el aqu y el ahora.
Es permitirle, al paciente, conectarse con esas experiencias primarias que fueron
construyendo psique desde los primeros estadios del desarrollo, brindando un
espacio de escucha, acompaamiento, anlisis y contencin, permitindole un
lugar donde, a travs del vnculo corporal, pueda ordenar ciertos elementos
inconscientes de difcil manejo, enraizados en las primeras etapas de vida. En la
DMT el cuerpo es central, fundamental, porque el cuerpo es psique y la psique es
cuerpo, como tuve la oportunidad de mencionar en prrafos anteriores.
Finalmente, para lograr este abordaje psicoteraputico y permitir el insight y la
elaboracin de mltiples procesos psquicos, me parece importante terminar este
breve trabajo terico, realzando la importancia del terapeuta y el grupo de trabajo,
que permiten el crecimiento individual y grupal, siendo este un ente que siente y
vive la expresin de mltiples experiencias que ayudan a reflexionar, e introyectar
la existencia de vinculaciones ms sanas, as como, la capacidad analtica, lo que

les permite redescubrir su propia potencialidad y maneras diferentes de
relacionarse con el mundo.
A este respecto, Corey (1995) pone de manifiesto que el enfoque de grupo permite
que los participantes se beneficien tanto del feedback y del insight de los
miembros restantes, as como del terapeuta, ofreciendo tambin la posibilidad de
ejercitar el modelado y encontrar dentro de s sus propias fortalezas, a travs del
resonar emptico.
El grupo proporciona la empata y el apoyo necesario para crear una atmsfera de
confianza que conduzca a compartir y explorar dichos problemas. Funciona como
un microcosmo de la sociedad y proporciona una muestra de la realidad. La
diversidad que caracteriza a la mayora de los grupos provee a los participantes un
feedback inusualmente rico, pues pueden verse a s mismos a travs de los ojos
de una amplia variedad de vidas en interaccin (Corey, 1995).

Bibliografa
Corey, G. (1995). Teora y prctica de la terapia grupal. Editorial desclee de

brouwer, S.A. Henao, 6 48009 Bilbao.
Fernndez-Pinto I.; Lpez, B. y Mrquez, M. (2008). Empata: Medidas,
teoras y aplicaciones en revisin.
Fiorini, H. (1997). Estructuras y abordajes en psicoterapias psicoanalticas.
Ediciones nueva visin. Buenos Aires. Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Murcia. Murcia (Espaa)
Fischman, D. (s.f). Relacin teraputica y Empata Kinestsica.
Lacan, J. (1949). El estadio del espejo como formador de la funcin del yo
(je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanaltica. Comunicacin
presentada en el XVI Congreso Internacional de Psicoanlisis, en Zurich, el
17 de julio de 1949. Recuperado el 04 de marzo de 2017 de
http://www.elortiba.org/lacan5.html
Ogden, T. (1992). La frontera primaria de la humana experiencia. Julin
Ybenes S.A. Editores.
Pinto, D. (2012). Danza Movimiento Terapia: Vnculo Emptico y
Neurociencia. Kin, la Revista de lo Corporal. Buenos Aires, Argentina.
Velasco, E. (2011). Kinestesia. Recuperado el 03 de marzo del 2017 de
https: // es. scribd. com/ document /49242813/ Kinestesia

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La primera vez que se us formalmente el trmino empata fue en el siglo XVIII,

refirindose a l, Robert Vischer, como sentirse dentro de. Durante el desarrollo

del trmino, algunos filsofos y pensadores como Leibniz y Rousseau haban

sealado la necesidad de ponerse en el lugar del otro para ser buenos

ciudadanos. En pleno siglo XX, comienzan a surgir nuevas definiciones de la

uno mismo en el otro -concepto interesante que genera la imagen de un

importante movimiento psquico-. Aos ms tarde, Mead (1934, cp. por

en 1947, Fenichel habla de la empata como identificacin (Fernndez, et al.,

Es llamativo como a lo largo del desarrollo de las culturas, el trmino empata ha

vnculo-, la necesidad de un otro que est all presenciando y comprendiendo

sentimientos a partir de su propia humanidad en interaccin.

La kinestesia, (del griego , mover y isthesis, sensacin) etimolgicamente

signica sensacin o percepcin del movimiento. Son las sensaciones nacidas de

cuerpo al centro nervioso de las aferencias sensorias. Abarca dos tipos de

sensibilidad: la sensibilidad propiamente visceral "interoceptiva" y la sensibilidad

"propioceptiva" o postural, cuyo asiento perifrico est situado en las

articulaciones y los msculos, y cuya funcin consiste en regular el equilibrio y las

sinergias (las acciones voluntarias coordinadas) necesarias para llevar a cabo

cualquier desplazamiento del cuerpo (Velasco, 2011).

Estos trminos, as expuestos, parecieran que no tuvieran una relacin clara el

uno con el otro, sin embargo, al enfocarnos en el rea de la psicologa,

especialmente en las diferentes formas de abordaje psicoteraputico

(psicoanaltico), podemos decir que la conducta, sea expresin verbal o

movimiento, parten de una premisa bsica: la existencia del determinismo

Cmo podemos acceder a l? Dira que por medio de la observacin del

contenido manifiesto y latente que trae el paciente a sesin, e identificando el

hecho seleccionado, tal como lo denominada Bion, el cual es rico en contenido

verbal y en expresin corporal, que a veces se encuentran acoplados y otras

veces disociados. Para ello, el desarrollo de la observacin en el terapeuta es un

reflejo claro de sus movimientos psquicos ms ntimos, inconscientes y

reprimidos. A mi parecer, el lenguaje y el cuerpo se articulan como una expresin

Ahora, s se une el trmino empata y kinestesia, surge un concepto muy

interesante, a su vez complejo y que me resulta fundamental experimentar para

entenderlo, sentirlo y asirlo a travs de la experiencia corporal y psquica. Siendo

este un emergente que clama mi atencin durante el proceso de auto-observacin

en la formacin como Danzaterapeuta: La empata kinestsica.

Fischman (s.f), plantea que la empata kinestsica, es considerada como una de

las mayores contribuciones de la Danza Movimiento Terapia (DMT) al campo de la

de la dinmica de la relacin teraputica en los abordajes que incluyen la

comunicacin no verbal, el movimiento corporal y la danza. Se trata de procesos

La Danza Movimiento Terapia enfoca la vivencia del movimiento sentido y los

sentidos del movimiento. Se compromete empticamente con la experiencia

intersubjetiva enraizada en el cuerpo, observndose, por ejemplo, que en la

historia de un paciente cuyos lmites y posibilidades se hallan anclados en sus

experiencias pasadas, pueden cambiar slo cuando llegan a constituirse como

parte de su movimiento espontneo o de su palabra propia, entendida como acto.

Tomando como punto de partida este ejemplo, la empata Kinestsica se

considera un factor curativo en DMT, ya que consiste en crear un vnculo para ir al

(Pinto, 2012). Es un proceso de acompaamiento que genera una atmosfera

contenedora de elementos pre-verbales y ms primigenios a travs del cuerpo en

1) En la primera, el danzaterapeuta espeja sin imitar, ms bien dialoga con el

otro tomando algunos elementos que considere caractersticos de su

expresin y que pueden ser rasgos particulares de su mover, de su uso del

espacio, de sus tiempos y ritmos al moverse, as como de la emocionalidad

que est presente.

2) En la segunda modalidad, el danzaterapeuta se coloca en una actitud de

escucha, desde todos los sentidos, para sentir cmo reverbera en su