TAREA 1 Psicopatologia
TAREA 1 Psicopatologia
TAREA 1 Psicopatologia
UAPA
Escuela de Psicología
Asignatura:
Psicopatología I
TEMA: I
FACILITADORA:
RENATA JIMENEZ
PARTICIPANTE:
MATRICULA:
Introducción
a continuación entraremos al contexto de la psicopatología, su
concepto, y también sobre su historia, ya que esto es muy
importante saber cómo eran consideradas las personas que tenían
algún trastorno en la antigüedad, a si también como fue
evolucionando con el tiempo, y también algunos de los personajes
que influyeron en dicha concepción del mencionado concepto.
Distinguido, como una forma de promover la creatividad y la
capacidad de análisis, misma condición que debe tener el
profesional de la psicología.
Investigue en el texto básico de la asignatura, sobre
Psicopatología un enfoque integral de la psicología anormal cuarta
edición por V.Mark Durand y David H. Barlaw. 2007,
Ver este enlace: Psicopatología. Documentos colgados en
plataforma y otras fuentes bibliográficas.
a-En esta asignatura presentara los temas de manera resumida
incluyendo todos los sub temas de la unidad a trabajar
textualmente, ósea puede copiar y pegar.
Tradición biológica
A pesar de la falta de conocimientos anatómicos, el médico griego Hipócrates
(460-377 a. C.) tomaba en cuenta el cerebro en su esfuerzo por explicar por
qué la gente se comportaba como lo hacía. Describió el cerebro como el
intérprete de la conciencia y el órgano más importante del cuerpo.
Hipócrates describió los ataques epilépticos y llegó a la conclusión de que eran
provocados por un cerebro enfermo. También escribió sobre la depresión, los
estados de delirio, los temores irracionales (lo que actualmente conocemos
como fobias) y la histeria (síntomas orgánicos en ausencia de desequilibrio
orgánico). Él y sus seguidores se dieron a conocer por su capacidad para
reconocer y dar tratamiento a las enfermedades mentales. Las técnicas
terapéuticas consistían en descanso, baño y dieta. Incluso existe un registro en
el que Hipócrates aparece como un testigo experto en el juicio de una persona
demente. Los médicos actuales siguen pagando tributo a Hipócrates al
pronunciar el juramento hipocrático cuando se gradúan en las facultades de
medicina.
Factores genéticos
En nuestros cuerpos, los genes gobiernan rigurosamente la vida de las células.
Sin embargo, ésta no es de ningún modo la historia completa. No sólo los
genes sino también el medio ambiente afectan al sistema nervioso, que juega
un papel importante en la conducta y el pensamiento anormales. Las células
nerviosas se alteran por el contacto con el medio ambiente en formas que
solamente se entienden en términos generales, pero que influyen en cómo
respondemos al estímulo. Un tópico controversial para biólogos y psicólogos
sigue siendo precisamente qué papel juegan los genes en el gobierno de la
conducta. Sin embargo, no existe controversia sobre el hecho de que los genes
juegan un poderoso papel en la vida de todos los individuos.
El campo de la genética se ha ampliado de manera asombrosa durante los
últimos años. La evidencia de que las anomalías genéticas explican un número
significativo de problemas médicos ha llevado a que los investigadores
busquen las raíces hereditarias de la conducta desadaptada. La evidencia
disponible sugiere que los factores genéticos pueden contribuir a generar
trastornos tan diversos como la esquizofrenia, la depresión, la criminalidad y el
retraso mental. La idea de que las personas pueden heredar ciertas tendencias
conductuales crea escepticismo entre algunas personas que piensan que se
contrapone con los ideales de igualdad, pues evoca un espectro de
“determinismo biológico”. La investigación, sobre todo en las últimas dos
décadas, ha demostrado que pocas dimensiones de conducta parecen ser
inmunes a los efectos de los factores genéticos. Sin embargo, una tendencia
genética particular no garantiza que la persona desarrollará una afección
clínica que refleje o exprese la tendencia. La tendencia heredada de tener una
afección clínica puede o no expresarse, pues esto depende de la presencia o la
ausencia de circunstancias ambientales pertinentes, como la dieta y la
estimulación intelectual (Dick, et al., 2001).
Un factor muy importante en algunas anomalías genéticas son las
irregularidades en la estructura o número de cromosomas de un individuo. Los
cromosomas son cuerpos filiformes que están presentes por pares en todas
las células del cuerpo.
Interpretación personal:
Hipócrates, sugirió que los trastornos psicológicos se podían tratar como
cualquier otra enfermedad, y consideraba que la enfermedad mental, tenía su
origen en alguna patología del cerebral y que podían verse influido por la
herencia, por la genética. Hipócrates nos encamino mucho con sus estudios,
pues, como hemos podido ver el factor biológico puede alguna condición
mental, pero no todos y que son provocados por ciertos defectos en los
cromosomas, esto ha sido demostrado por medio de investigaciones, las
cuales van por buen camino, debido al avance de la ciencia y la tecnología, ya
que se puede observar el sin necesidad de invadir con una operación, si no por
otros métodos, como el rastreo por tomografía rastreo por emisión de
positrones, y rastreo por tomografía computarizada, estas y otras técnicas
avanzada que se usan a favor de el estudio y la investigación.
Está claro que el factor biológico y genético, puede influir en la conducta, por
tanto, la genética puede traspasar ese trastorno.
Pinker, decía que en el caso más extremo, el punto de vista biológico supone
que toda que toda conducta desadaptada se debe a una estructura o función
corporal trastornada. lo explica como un defecto que puede ser heredado o
algún daño permanente que se haya recibido antes o después del nacimiento,
o alguna infección, pues en la actualidad en lo personal, he podido conocer en
mi comunidad, de una joven que en su niñez tuvo una alta fiebre y no fue
tratada medicamente y le diagnosticaron meningitis , al pasar de los años fue
creciendo y sus daños en la mente y cerebro han sido permanentes, no
conozco su diagnostico medico, pero no es una persona normal en el sentido
mental, tiene temporadas muy agresivas cuando no toma sus medicamentos,
en fin no tiene control de ella para hacer una vida normal.
La tradición psicológica:
Enfoque psicológico
Las teorías del siglo XVIII otorgaron fundamental importancia al pensamiento
racional como la forma para lograr una adaptación personal y social. Sin
embargo, durante la primera mitad del siglo XIX, atrajo mucho más la atención
el importante papel del pensamiento irracional en la conducta normal y
anormal. Esta transformación tuvo lugar como una reacción contra el punto de
vista de los filósofos y científicos que dieron poca importancia al papel de las
emociones, las motivaciones y los conflictos internos en la conducta del
hombre. Muchos trabajadores clínicos e investigadores empezaron a
considerar los conflictos internos como la causa principal de infelicidad
personal y de fracaso para adaptarse en el aspecto social.
Este enfoque hacia las emociones y los sentimientos irracionales estableció las
bases de los escritos de Sigmund Freud de principios del siglo XX acerca de
los procesos mentales y su relación con la conducta perturbada.
Enfoque orgánico
Durante el siglo XIX, influidos por el progreso en fisiología y anatomía, muchos
escritores interesados en la psicología anormal argumentaron que la mayor
parte de los trastornos mentales eran provocados por la influencia directa o
indirecta de las alteraciones en el funcionamiento cerebral. “Las enfermedades
mentales son enfermedades cerebrales” fue una frase que se convirtió en algo
muy común.
Detrás de esta perspectiva se encontraba el supuesto de que el material (las
neuronas) provoca, casi siempre, la manifestación mental (infelicidad personal).
La principal implicación de este punto de vista es que era necesario descubrir
más sobre la forma en que funciona el organismo (en particular el sistema
nervioso). Una manera de hacerlo era disecar el cerebro de individuos con
trastornos mentales después de su muerte. Los investigadores llegaron a la
conclusión de que las conductas poco comunes que mostraban esos individuos
eran provocadas por anomalías estructurales del cerebro. Por medio de la
observación directa del cerebro de esas personas, esperaban descubrir las
relaciones entre el cerebro y la conducta. Desde este punto de vista, la
introspección era poco atractiva como un camino para comprender los
trastornos psicológicos.
Tampoco había mucho interés en la manera en que los pensamientos dirigían
la conducta observable.
Convergencia de los enfoques
Un enfoque interaccional o biopsicosocial es el que actualmente dirige el
trabajo de la mayor parte de los investigadores y médicos.
Desde esta perspectiva, es necesario considerar las instancias de conducta
desadaptada en términos de la operación de variables psicológicas, biológicas
y sociales. Se supone que la relativa importancia o papel de estos factores en
causalidad varíe según el problema de que se trate. Por ejemplo, la
esquizofrenia parece estar fuertemente relacionada a los factores genéticos.
Sin embargo, esto no significa que los factores genéticos por sí solos
determinen la naturaleza de la enfermedad y que los factores psicológicos y
sociales carezcan de importancia. Existen razones válidas para creer que los
tres factores influyen de manera importante en la expresión y el resultado de
muchas enfermedades. Los papeles relativos de los factores biológicos,
psicológicos y sociales no varían únicamente entre individuos, sino también a lo
largo de las diferentes etapas de la vida. Por ejemplo, la incidencia de algunos
tipos de depresión aumenta con la edad. En algunas personas, la depresión
surge principalmente como resultado de su exposición a una vida llena de
tensiones mientras que para otros la principal causa de depresión es la
predisposición genética. La perspectiva interaccional sostiene que los factores
biológicos, sociales y psicológicos pueden ser causas, correlaciones y/o
consecuencias en relación con los diversos tipos de conducta desadaptada.
Sus contribuciones, por separado e interactuando unas con otras, deben ser
evaluadas y tratadas de manera que se ayude a las personas a manejar los
problemas que surgen en sus vidas.
La investigación muestra que hay mucho de “físico” en las enfermedades
“mentales” y viceversa. Por ejemplo, la química cerebral de una persona con
una depresión mayor es diferente de la que tiene una persona que no está
deprimida, por lo cual puede utilizarse un medicamento, muchas veces en
combinación con la psicoterapia, para volver a la normalidad la química
cerebral. De manera similar, una persona que está sufriendo de endurecimiento
de las arterias en el cerebro —lo que reduce el flujo sanguíneo y, por lo tanto,
el oxígeno en el cerebro— puede experimentar los mismos síntomas
“mentales” como confusión y olvido. Comentaremos el enfoque interaccional
con más detalle en el capítulo 2 y veremos que las vidas internas de las
personas, su ambiente social y la forma en que funcionan sus cuerpos
interactúan e influyen en los demás.
Resiliencia, afrontamiento y vulnerabilidad
El enfoque interaccionar conduce a cuestionamientos que juegan cierto papel
en el trabajo de los médicos debido a que tratan de comprender qué es lo que
provoca un problema en particular y a idear terapias eficaces. Entre los
cuestionamientos podemos mencionar: ¿Qué hace que esta persona sea
vulnerable a la enfermedad?
¿Qué conjunto de circunstancias la activaron? ¿Qué debe hacerse para
ayudarla a enfrentar los problemas de una manera eficaz?
Para entender la forma en que las personas se adaptan, es importante
considerar las condiciones en las cuales se realiza la adaptación.
La misma persona puede manejar bien una situación atemorizante o difícil en
una ocasión y de manera inadaptada en otras.
Algunas personas tal vez muestren una conducta adaptativa en la misma
situación que otras manejan pobremente. Esta diversidad sugiere que es
insuficiente argumentar que la conducta desadaptada se presenta sólo debido
a la naturaleza de la situación o a la tensión relacionada con un evento en
particular.
El término estrés se refiere a nuestra reacción ante una situación que presenta
demandas, restricciones u oportunidades y no es normalmente placentero. Las
personas están sujetas a experimentar estrés psicológico cuando tienen que
enfrentar un cambio inesperado o poco usual, tal como un desastre natural. Es
probable que experimenten incluso mayor estrés que el normal cuando el
cambio se presenta al mismo tiempo en que se está sufriendo una crisis severa
de vida (como la muerte de un ser querido) o el principio de una etapa crítica
de desarrollo (como la adolescencia). El número promedio de situaciones
estresantes durante la vida (como conflictos familiares, enfermedad grave de
uno de los padres, un hermano o una hermana) es más elevado para los casos
clínicos que para las personas del grupo de control con quienes se
compararon.
Aunque no resultan claros la causa y el efecto, este estrés agregado puede
llevar a una peor adaptación.