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Identidad y Cultura

UNIDAD 1: CULTURA
Autora: Mtra. María Enriqueta Salazar Hernández

Introducción
¿De qué hablamos cuando nos referimos a la cultura? Hablamos de todo. La respuesta no
nos dice mucho y creemos saber su significado, pero la realidad es que comprender su
significado puede ser un reto. Lo principal es no banalizarlo, pues de lo contrario puede ser
utilizado para todo, incluso para justificar incompetencias en nuestras acciones, como tuvo a
bien hacerlo el mandatario Peña Nieto, cuando señaló que “la corrupción es una cuestión
cultural” (El Economista, 8 de septiembre, 2014).

La cultura es el resultado del quehacer y pensar humano; por ello, Tylor (en Kottack, 2007:
42) señala que lo abarca todo, mientras que Clifford Geertz (ibíd.: 43) complementa esa
idea en cuanto que resalta su carácter simbólico. Por lo tanto, la cultura se nos muestra de
tantas formas, colores, sabores e incluso sensaciones, como la diversidad de las necesidades
y el pensamiento humano lo permitan.

Podríamos afirmar que las necesidades son el motor de la creación y creatividad cultural. El
ser humano en la búsqueda por satisfacerlas va transformando el entorno y al mismo tiempo
se va trasmutando a sí mismo.

La cultura es un tema trabajado principalmente por antropólogos; sin embargo, y como se


señaló, es un tema complejo; lo podemos deducir al descubrir los componentes implicados y
considerados en la cultura. Por ello, al haber una gran gama de elementos, otros campos de
conocimiento se han interesado en la cultura, como la psicología, la sociología, la filosofía, la
economía, la religión, sólo por mencionar algunos.

En esta primera unidad dedicada a la cultura se estudiarán enfoques, corrientes y


perspectivas de vital importancia para darse cuenta de que no existen verdades absolutas,
sino aproximaciones y versiones de un hecho. Se busca entender el término cultura;
posteriormente pasaremos al estudio del tema civilización, concebido como antagónico a la
cultura; no obstante, veremos que no hay civilización sin cultura.

El estudio de estas herramientas analíticas nos dará la posibilidad de recuperar y/o


relacionar hechos del pasado, para explicar el presente e incluso tener una idea de
proyección hacia el futuro; esto es importante para tener una actitud proactiva y no esperar
a que un problema menor se traduzca en uno mayor. En síntesis, podemos ver en la imagen
del cazador cazado, un paralelismo entre la cultura y el ser humano, porque la cultura, que
es una creación humana, ha terminado por moldear a su creador y su realidad.

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Identidad y Cultura

Temario
1. Definición de cultura
 Cultura y civilización

2. Enfoques y corrientes de interpretación de la cultura

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Identidad y Cultura

1.CULTURA
Objetivo del tema

 Reconocer los conceptos de cultura y civilización en trabajos académicos que


muestran diferentes perspectivas, para que al compararlos se identifiquen
cambios acorde a la realidad social.

La cultura es el conjunto de valores, normas, costumbres, ideas y creencias, cuyas


características generales son que está compuesta por categorías; se trata de un sistema de
símbolos; es arbitral, aprendida, compartida, adaptable, existe a nivel empírico y explícito;
se divide en espiritual y material; en la primera encontramos los valores, las creencias, el
conocimiento (Tylor, citado en Kottak, 2006: 42). En cuanto a la segunda, tiene que ver con
todos los artefactos hechos de diferentes materiales y para objetivos diversos, que van
desde lo más simple hasta lo más complejo; por ejemplo, desde una punta de lanza, un
bisturí, hasta un robot. Cabe señalar que también lo tangible puede ser un medio para lo
intangible; por ejemplo, en cuanto a lo espiritual, para relacionarse con un ser sagrado se
han construido iglesias. Ahora bien, la civilización tiene su punto de partida o apoyo en la
cultura, y cuando se alcanza un grado de civilización es que su sociedad y lo que ella
construye, basándose en esos valores, normas, costumbres, ideas y creencias, se han vuelto
más complejas, es decir, que ya se constituyen de diversos elementos. Así, por ejemplo, ya
veremos que para satisfacer del servicio de agua potable ya no se construyen sólo pozos,
sino que se ha ideado una infraestructura que va desde la recolección del líquido, su
potabilización, su distribución, por un lado, y por otro, hay detrás una burocracia que está al
pendiente del mantenimiento, así como de su cobro, e incluso, en torno al líquido se llega a
legislar, pues es considerada como un derecho humano, que como bien sabrás, involucra un
ámbito de justicia y moralidad.

Una de las disciplinas que se enfoca a estudiar la cultura es la antropología, aunque dentro
de esta disciplina hay varios enfoques, perspectivas o escuelas. Las que se exponen aquí son
sólo una muestra de un gran universo de autores, y aunque se escogieron de manera
arbitraria consideramos que nos permiten acercarnos a los aportes más importantes para la
interpretación de la cultura, cuyo punto de partida es la sociedad. A continuación
expondremos algunas de las características de las perspectivas seleccionadas para alcanzar
nuestros objetivos, que no debemos soslayar son para TRABAJO SOCIAL.

El evolucionismo, cuyos representantes son Morgan y Tylor, considera que todas las
sociedades han pasado o pasarán por idénticas fases de desarrollo en una misma escala
evolutiva: salvajismo, barbarie y civilización, permitiendo con ello realizar una jerarquía. El
funcionalismo, con Malinowski y Radcliffe-Brown, señala que la cultura es una respuesta que
satisface las necesidades biológicas y psicológicas humanas; por ello explica la diversidad
cultural como diferentes formas de respuesta. Por su parte, el materialismo –defendido por
Harris, marcado por Marx– establece que la cultura es el resultado de los factores
demográficos, económicos, tecnológicos y ambientales. Por su parte, Claude Lévi–Strauss,
desde el estructuralismo, sostiene que las diferencias culturales son manifestaciones de unas
estructuras mentales inconscientes que subyacen en todas las culturas.

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Para concluir, señalaremos que la cultura es una creación exclusiva del ser humano en
sociedad; es un medio para satisfacer múltiples necesidades; y en su proceso, el ser
humano ha terminado por ser moldeado por sus creaciones culturales. En este orden de
ideas, consideramos importante que los trabajadores sociales conozcan las expresiones
culturales que han contribuido en la construcción del entramado social de la realidad, así
como de las perspectivas analíticas que le proporcionan una serie de herramientas teórico-
conceptuales, con la idea de que puedas identificar y atender aquellas creaciones culturales
que pueden afectar la dignidad y los derechos de la población. Una vez que se comprenda
esto se estará en posibilidad de proponer acciones, ya sea de reforzamiento o de cambio,
siempre en beneficio de la población y cuidando sus derechos humanos, su dignidad y
justicia social.

Para comprender mejor el tema revisa la presentación “Cultura” en el siguiente enlace:


https://www.powtoon.com/online-
presentation/fgTn46WgGQY/cultura/?mode=presentation#/

*Se recomienda usar el navegador Chrome para visualizar mejor la presentación.

Cultura y civilización

La cultura y la civilización son aspectos manejados en diversos contextos con diferentes


significados; de forma general, tenemos:

Imagen 1. [Cultura y civilización] [collage]. Tomado de


http://www.arqhys.com/arquitectura/fotos/arquitectura/Concepto-de-
cultura-y-el-de-civilizacion.jpg

La cultura es el conjunto de manifestaciones de un pueblo; en este sentido se expresa en el


arte, la ciencia, la religión, la filosofía o la literatura, mediante las instituciones orientadas a
tales fines: escuelas, cines, teatros, bibliotecas, etc.

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En concordancia con Tylor, la cultura es el conjunto de manifestaciones de un pueblo; en


este sentido, se expresa en el arte, la ciencia, la religión, la filosofía o la literatura, mediante
las instituciones orientadas a tales fines, como escuelas, cines, teatros, bibliotecas, entre
otras. La cultura se divide en espiritual y material; la espiritual se enfoca en las creaciones
humanas no visualizadas en objetos o intangibles; son valores, normas morales, símbolos,
leguaje y conocimientos. La cultura material corresponde a todos aquellos objetos que se
manufacturan o fabrican y por lo tanto son tangibles. En conclusión, cultura es tanto el
medio como el fin, y por ella el sistema social se representa a sí mismo y actúa sobre él.

Imagen 2. [Manifestaciones culturales] [fotografía]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/PLAZA_DE_LAS_TRES
_CULTURAS-2.jpg

El concepto civilización tiene como punto de partida la idea lineal de desarrollo y progreso.
Fue L. H. Morgan quien identificó y catalogó en “un esquema elaborado el desarrollo
humano” (Morgan, citado en Liendhardt, 1994: 30). Así fue que este estudioso inglés
denominó salvajismo al estado original de la sociedad, y a quienes vivían en esa condición
eran bárbaros. Para Morgan todos los grupos humanos, antes de llegar a la civilización,
etapa en la que se encontraba él y su sociedad, debían pasar por las diferentes etapas de
desarrollo.

Su trabajo, aunque a la fecha ha llevado a más dudas que certezas, no deja de ser
relevante, pues su experiencia fue retomada por dos reconocidos estudiosos de la evolución
de la sociedad: Engels y Marx, cuya obra El origen de la familia y la propiedad privada se
sigue utilizando como referencia para explicar las relaciones sociales y económicas
ejemplificadas con una de las instituciones sociales fundamentales para la sociedad: la
familia.

Aunque estemos separando el significado de los conceptos centrales en esta unidad: cultura
y civilización, no debemos pasar por alto que la cultura es el punto de apoyo de la
civilización, y cuando hablamos de civilización nos referimos a un mayor grado de
complejidad de la cultura de una sociedad (Grupo español, 1975: 400). Es así que la

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civilización es un proceso que comprende progreso constante, tanto de lo material como de


lo moral (Cfr. Ídem).

No olvides ver el video o presentación “Cultura”, sugerido en el material de


consulta obligatoria.

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2. ENFOQUES Y CORRIENTES DE INTERPRETACIÓN DE LA CULTURA

Objetivo del tema

 Identificar los aportes teórico-conceptuales en el estudio de la cultura, a través


de la perspectiva antropológica, marxista y semiótica, así como de apoyos
visuales de video, para comprender su relación en la construcción de lo social.

Desde que los seres humanos decidieron vivir en sociedad, más por interés y necesidad que
por gusto, la convivencia se hizo más compleja, y con ello las herramientas y saberes que
han contribuido, y lo siguen haciendo, a satisfacer sus necesidades. Para comprender el
quehacer humano a lo largo de miles de años ha sido necesario indagar en los vestigios
materiales e interpretar los elementos simbólicos que muchos de ellos contenían, y esto lo
han hecho estudiosos de muchas disciplinas, principalmente los antropólogos, con sus
variadas especialidades, así como los sociólogos, historiadores, entre otros. Cada uno tiene
sus propias herramientas y perspectivas.

De sus investigaciones y resultados se han acuñado conceptos que ahora son nuestras
herramientas analíticas, que como tal nos posibilitan explicar la realidad de las sociedades
actuales.

La perspectiva antropológica nos remite al estudio de LO HUMANO. Se relaciona


directamente con todo lo que él en sociedad ha ideado para poder vivir, convivir, incluso
trascender, debido a su limitante obvia, que es el ser mortal. La antropología estudia,
analiza e interpreta todo lo que la humanidad ha hecho para organizar u ordenar su vida
privada y pública, ya sea normas, leyes, usos, costumbres, herramientas, vestimenta,
alimentación; utensilios que facilitan su vida cotidiana, sin olvidar cualquier sistema de
creencias que le han ayudado a responder sus preguntas existenciales, que se han traducido
en la construcción de instituciones de corte religioso o moral.

Cuando hablamos de evolucionismo, el nombre que nos viene a la memoria


inmediatamente es el de Charles Darwin, quien con sus estudios demostró que la vida es un
proceso y que está en constante transformación. Que el origen de la humanidad no es
sagrado y sí el producto de un proceso evolutivo. Esta perspectiva es la punta de lanza del
pensamiento científico y racional.

Los humanos son una especie inquieta. Por necesidad, antes que nada, o por su afán de
conocer más allá de los límites que les impone su geografía, esto los ha llevado a estar en
contacto con otros grupos humanos; ese contacto no sólo es físico, sino cultural; y si existe
el ambiente propicio y el estímulo, las culturas se difundirán, no como publicidad, sino como
apropiación y adaptación de nuevas formas de pensamiento.

Hay corrientes de pensamiento que ven en LA CULTURA la clave de la vida. En general, los
culturalistas observan las posibilidades y sus logros; aun hoy en día hemos sido testigos de

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lo que la humanidad sigue creando para vivir mejor. Pero así como la cultura está detrás de
grandes obras de ingeniería que facilitan la vida, también es en la base de terribles
situaciones que implican a la otredad en términos de desigualdad; el poder y el desprecio
hacia el otro han justificado acciones de exterminio e invención de artefactos de tortura.
Esto nos lleva a ver que en lo humano y sus creaciones culturales podemos encontrar luz y
sombra, como bien se ve en la literatura de R. L. Stevenson, con El extraño caso del doctor
Jekyll y Mr. Hyde. En este orden de ideas, se puede decir que la semiótica es una
herramienta que ha contribuido en el estudio de todo aquello que los pueblos han ideado
para expresar sus sentimientos, su historia, los valores que buscan; entre otras palabras,
dar cohesión e identidad a su sociedad.

Las perspectivas estructuralistas y marxistas orientarán su mirada hacia aquellas


acciones que mantienen la estructura funcionando a través de instituciones, y las fuerzas
productivas que crean la riqueza pero también la pobreza de un pueblo. Como podrás darte
cuenta, adentrarnos al estudio de la cultura implicará un esfuerzo por comprender los
diferentes enfoques y reflexionar sobre aquél que consideremos idóneo para utilizar en
nuestros proyectos de atención.

Evolucionismo: postura analítica enfocada en clasificar a las


diversas sociedades humanas de forma lineal, enmarcadas por
su desarrollo tecnológico y su organización social. Morgan se
enfocó en lo que consideró cambios en la familia, desde que en
esta predominaba la poligamia, hasta la monogamia, que sería
la etapa de civilización. Para Tylor, la cultura es consustancial a
la evolución humana. Este autor sugiere el estudio de la cultura
descomponiéndola en diferentes elementos y clasificarlos en
grupos correspondientes en fases progresivas.

Imagen 3. [Evolución] [ilustración]. Tomada de https://pixabay.com/p-


1295256/?no_redirect

Difusionismo: el difusionismo enfatiza el contacto cultural y el


intercambio. No se debe confundir con publicidad. En el contacto
cultural lo que se difunden son ideas, formas de pensar y actuar,
que primero son consideradas en calidad de "préstamo", pero
luego van penetrando, son asimiladas por la cultura hasta que se
instalan y pasan a ser parte de ella. No es moda, la cual es
pasajera. (La cultura árabe llegó a México a través de los
españoles en el lenguaje, alimentación, conocimientos.)

Imagen 4. [Cultura árabe] [ilustración]. Tomada de


https://www.webislam.com/media/2013/10/58324_arabe_letras_big.png

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Funcionalismo: estudio de la sociedad a través de cada


integrante; busca conocer la función de cada elemento que
conforma la cultura del grupo, constituyendo una totalidad. Es
una perspectiva que critica al evolucionismo y a los
particularismos históricos. Los seguidores de esta escuela
consideran a la cultura como una totalidad orgánica y sus
elementos están interconectados y cada uno tiene una función.

Imagen 5. [Funcionalismo] [ilustración]. Tomada de


https://www.google.com.mx/search?hl=es-
419&biw=1366&bih=638&site=imghp&tbs=sur%3Afm&tbm=isch&sa=1&q=est
ructura+social&oq=estructura+social&gs_l=psy-
ab.3..0l4.257652.306372.0.312473.49.32.9.0.0.0.186.3239.10j20.30.0....0...1
.1.64.psy-ab..14.35.3046...0i67k1j0i13k1.He0-
zMcKfQI#imgrc=zpPPefEmfeGMLM:

Estructuralismo: busca la comprensión profunda y objetiva


de la realidad, para comprender la actividad inscosciente
observando cada institución social o fenómeno social en sus
diferentes manifestaciones para descubrir las reglas ocultas. La
mente humana se puede manifestar en las diversas expresiones
culturales.

Imagen 6. [Estructuralismo] [ilustración]. Tomada de


https://cdn.pixabay.com/photo/2014/07/28/08/17/team-parry-
403505_1280.jpg

Tradición marxista: teoría que va de la mano con el


evolucionismo, aunque Marx modifica el modelo de evolución
unilineal al multilineal. Estudia a la sociedad y sus modos de
producción, para entender las causas de la reproducción social,
económica y política, así como el cambio social.

Imagen 7. [Tradición marxista] [ilustración]. Tomada de


https://www.google.com.mx/search?hl=es-
419&biw=1366&bih=638&site=imghp&tbs=sur%3Afm&tbm=isch&sa=1&q=me
dios+de+produccion&oq=medios&gs_l=psy-
ab.1.0.0i67k1j0l3.104658.107924.0.110238.22.11.1.0.0.0.316.1008.0j5j0j1.6.
0....0...1.1.64.psy-ab..16.6.903...0i30k1j0i24k1.rzx1x5-VjWI

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Identidad y Cultura

Semiótica: la cultura es vista como un sistema de concepciones


expresadas en formas simbólicas; a través de dichas formas la
humanidad interactúa, desarrolla y adquiere nuevos
conocimientos. La visión semiótica de la cultura incorpora los
símbolos, por medio de los cuales la cultura de cualquier
sociedad se representa, se mueve y reconstruye.

Imagen 8. [Semiótica] [fotografía]. Tomada de


https://c1.staticflickr.com/1/137/319262155_b02af9c4d8_b.jpg

Culturalismo: ubica a las sociedades en diferentes etapas de


desarrollo. Acorde al relativismo sus postulados son contrarios al
evolucionismo, pues considera que cada cultura sólo puede
entenderse en sus propios términos y rechaza leyes globales.
Cada cultura es particular, como resultado de las interacciones
de diversos factores.

Imagen 9. El rincon de martinico. (2014). [Culturalismo] [ilustración]. Tomada de


https://elrincondemartinico.files.wordpress.com/2014/09/dibujo.jpg

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Resumen
En esta unidad partimos de lo particular a lo general, es decir, compartimos la experiencia
de definir el concepto cultura y visualizar los elementos que la comprenden. De esta manera
vimos que cultura es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la
moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por
los seres humanos como miembros de la sociedad. La definición de Tylor se complementa
con la de Geertz y Thompson en cuanto a que la cultura implica también símbolos. Es
importante señalar que no es cultura la herencia biológica; sin embargo, en cuanto
encontramos conocimiento científico, en especial manipulación genética, como en la
agricultura, sí hay cultura.

Si bien es cierto que una de las principales disciplinas en estudiar la cultura es la


antropología, se encuentran otras más, cuyo interés centrado en la sociedad y sus
creaciones han contribuido al análisis de tema que nos convoca esta unidad. Así se logro
estudiar las perspectivas del evolucionismo, funcionalismo, materialismo, estructuralismo,
marxismo, de la lingüística con su semántica o semiótica, y finalmente el difusionismo y
culturalismo. El tomar en consideración varias perspectivas de análisis tiene la clara
intensión de reconocer la complejidad e importancia del tema para la sociedad, sin olvidar
que dichas vertientes de análisis son un acercamiento a la realidad y nunca consideramos
que una es mejor que lo otra.

Toda la creación humana está plasmada en la cultura y difícilmente podríamos ver su


importancia si no vemos sus consecuencias en la vida cotidiana; en este orden de ideas
pasaremos a la segunda unidad, en donde nos enfocaremos al estudio de las
instituciones sociales, como el espacio propio o natural, en donde se encultura o educa a
los individuos y futuros ciudadanos, que son parte fundamental de la sociedad. Como
también se observó, la cultura no está exenta de intereses y relaciones de poder; por ello se
señaló su papel en el control social. Es aquí donde entran en acción los profesionales en
trabajo social, pues deben actuar sobre la problemática social surgida de estos fenómenos,
que pueden afectar la dignidad y los derechos de la población.

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Glosario

*Responsable de los comentarios María Enriqueta Salazar Hernández, autora de la


actualización del contenido.

Adaptación
“El proceso mediante el que los organismos hacen frente a las tensiones del entorno”
(Kottack, 2006: 327). Este concepto va de la mano con el de resiliencia, como esa capacidad
de recuperarse ante las adversidades del exterior. Un campesino o indígena que tiene que
migrar despliega tanto su capacidad de adaptación como su resiliencia, si quiere sobrevivir.

Evolución
“Esta palabra es inseparable del nombre del científico Charles Darwin: se refiere a las etapas
mediante las cuales [los seres vivos, entre ellos la humanidad] han logrado una transición
desde el estado natural hasta la civilización” (Liendhardt, 1994: 23). Este concepto y visión
van de la mano del de civilización. El problema, desde mi punto de vista, es que es una
visión lineal y que todos los pueblos DEBEN pasar por diferentes etapas para llegar a ser
civilizados, como una obligación, y si no quieren pues, de acuerdo a quienes se consideran
evolucionados, deben ser conquistados para “ayudarlos” a evolucionar.

Modo de producción
“Forma de organizar la producción; un conjunto de relaciones sociales a través de las cuales
se aplica el trabajo para extraer energía de la naturaleza por medio de herramientas,
habilidades y conocimiento” (Kottack, 2006: 333).

Multiculturalismo
“Visión de la diversidad cultural de un país como algo bueno y deseable; una sociedad
multicultural socializa a los individuos no sólo en la cultura dominante (nacional) sino
también en la cultura étnica” (Kottack, 2006: 333). En la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos se reconoce a la nación como pluricultural; en este sentido, el multiculturalismo
se enfoca más tanto hacia el reconocimiento como a la convivencia entre las diversas
culturas; mientras que el pluriculturalismo se limita a señalar que hay muchas culturas, pero
no percibe una voluntad de articulación, más bien una actitud de integración.

Pueblos indígenas
“Habitantes originarios de territorios concretos; suelen ser descendientes de pueblos tribales
que viven como pueblos colonizados culturalmente diferentes, muchos de los cuales aspiran
a la autonomía” (Kottack, 2006: 335). En la actualidad se considera como sinónimo pueblos
originarios, que vienen a ser los herederos más directos de los primeros pobladores, y por lo
tanto “dueños” del territorio que habitan. Dueños en el sentido de que ese es su lugar de
pertenencia y que no se los pueden quitar o expropiar.

Símbolo
“Expresión verbal o no verbal, que arbitrariamente y por convención representa a otra cosa
con la que no tiene que tener necesariamente una conexión natural” (Kottack, 2006: 336);
por ejemplo, el color blanco en el vestido de novia, en la cultura occidental, significa pureza;

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en este sentido, lo impuro sería que hubiera tenido relaciones sexuales sin el consentimiento
de la sociedad; ésta las aprueba siempre y cuando haya un ritual de casamiento.

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Fuentes de información
OBLIGATORIAS

 López, M. (2006). Identidad y cultura (pp. 13-35). México: ENTS-SUA-UNAM.


 Salazar, E. (2017). Cultura (documento preparado para la asignatura Identidad y
Cultura). México: UNAM.
 Salazar, E. (2017). Cultura (presentación editada para la asignatura Identidad y
Cultura). Consultado el 23 de agosto de 2017 de https://www.powtoon.com/online-
presentation/fgTn46WgGQY/cultura/?mode=presentation#/

Películas

 Annaud, J. J. (director). (1997). Siete años en el Tíbet [Largometraje]. Gran Bretaña-


Estados Unidos: Mandalay Entertainment.
 Mann, M. (director). (1992). El último de los mohicanos [Largometraje]. Estados
Unidos: 20th Century Fox.
 Nair, M. (director). (2001). La ceremonia [Largometraje]. India: Mirabai Films/Key
Films/Pandora Films/Paradis Films/USA Films Released.
 Roland, J. (director). (1986). La misión [Largometraje]. Reino Unido: Warners Bros.
 Tamahori, L. (director). (1994). Fuimos guerreros [Largometraje]. Nueva Zelanda:
Fine Line Features.

COMPLEMENTARIAS

 Aguilar, H. (1990). Entorno a la cultura nacional. México: Conaculta.


 Aguilar, I. (2006). El trabajador social ante una sociedad pluricultural. México: ENTS-
DEAS-INAH/ENTS-UNAM.
 Bejar, R. (1988). El mexicano, aspectos psicoculturales. México: UNAM.
 Boas, F. (1984). Cuestiones fundamentales de antropología cultural. Buenos Aires:
Hachette, Solar.
 Bonfil, G. (1991). Pensar nuestra cultura: ensayo. México: Alianza.
 Engels, F. (1884/2012). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.
Consultado el 18 de octubre de 2017 de https://www.marxists.org/espanol/m-
e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf
 Kanh, J. S. (Comp.). (1975). El concepto de cultura: textos fundamentales.
Barcelona: Anagrama.
 Kottak, C. (2007). Cultura. En Introducción a la antropología cultural. Espejo para la
humanidad (5.ª ed.) (pp. 42-58). México: McGraw-Hill.
 Lévi-Strauss, C. (1969). Antropología estructural. Buenos Aires: Universidad de
Buenos Aires.
 Liendhardt, G. (1994). Antropología social. México: FCE.
 Norbert, E. (1994). El proceso de la civilización. En Investigaciones sociogenéticas y
psicogenéticas. México: FCE.
 Sorokin, P. A. (1973). Sociedad, cultura y personalidad: su estructura y su dinámica.
Madrid: Aguilar.
 Tejera, G. H. (1996). La antropología funcionalista. México: INAH.
.

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Identidad y cultura

UNIDAD 2: IDENTIFICACIÓN DE LAS INSTITUCIONES SOCIALES


COMO COMPONENTES DE LA ACCIÓN SOCIAL
Autora: Lic. Mayra López Uribe
Actualización: Mtra. María Enriqueta Salazar Hernández

Introducción
En la primera unidad nos introdujimos a la asignatura con la definición y exploración del
concepto cultura. A manera de síntesis se considera como el conjunto de tradiciones,
normas, símbolos de contenido emocional, ideas y comportamientos característicos de un
grupo de personas. Cabe resaltar que la cultura le ha servido a la humanidad para satisfacer
sus necesidades, proporcionándole las herramientas y conocimientos para enfrentarse a los
nuevos retos surgidos de la búsqueda de esos satisfactores. En este orden de ideas
terminamos este párrafo introductorio, señalando que el ser humano transforma y es
transformado por la cultura.

Los aportes que cada corriente dio a la interpretación de la cultura fueron diversos, y se
concluyó que son perspectivas complementarias y no antagónicas, y cada una responde al
parámetro ideológico del momento y de sus creadores. Ahora es tiempo de que en esta
unidad busquemos entrelazar lo aprendido sobre cultura con los componentes de acción
social; es decir, analizaremos esas pautas culturales, cuyas tradiciones, normas y símbolos
son parte del comportamiento cotidiano, y de ahí han surgido las instituciones sociales. De
este modo nos adentraremos a ellas mediante las categorías analíticas, como hecho social,
sistema de valores, pauta, rasgo cultural, sanción de la costumbre, cotidianidad y
personalidad; esto sentará las bases para posteriormente abordar otro de los conceptos
pilares de esta asignatura: la identidad.

Para trabajo social es de vital importancia conocer los elementos constitutivos de las
instituciones sociales, como la familia, la Iglesia o la escuela, porque es ahí donde surgen o
implantan muchas de sus filias y fobias que afectan de diversas maneras su nivel de
bienestar (mental y físico).

Dentro de la cultura el ser humano instituye una serie de normas y valores que facilitan la
convivencia social, la aplicación de mecanismos que ayudan a la organización e
implementación de normas, y con esto se contribuye a la creación de las instituciones
formales que regulan la vida cotidiana de los pueblos.

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Identidad y cultura

La aportación subjetiva en lo colectivo es de vital importancia, para mostrarnos lo


fundamental de los actores dentro del hecho social; el conocimiento de la organización e
interacción de los sujetos dentro de la sociedad siempre estará ligado a la construcción de su
cultura, así que tener pleno conocimiento de los componentes sociales facilitará la
comprensión de las pautas culturales y de lo instituido.

Temario
1. Definición de institución social

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Identidad y cultura

1.DEFINICIÓN DE INSTITUCIÓN SOCIAL


Objetivo del tema

 Reconocer la importancia de las instituciones sociales, mediante el estudio de la


acción social, para ubicarlas como clave en el proceso de enculturación y
mantenimiento de la estructura social.

Contextualización

Antes de abordar la temática es necesario hacer alusión a la sociedad, ya que es en ella en


donde ubicamos los elementos que componen, forman, moldean y transforman al individuo
en sujeto social, y sobre todo las características que los diferencian de otros grupos.

Imagen 1. [Cultura] [collage]. Tomado de


http://ixiir.com/imagesnews/t_1469355046.jpg

La sociedad es un grupo de seres humanos que cooperan para satisfacer sus necesidades
básicas; hereda de generación en generación un cúmulo de experiencias, conocimientos y
actitudes, para garantizar la subsistencia y el progreso. En otras palabras, la sociedad es un
sistema de relaciones mutuas –creado por el ser humano– que conecta a los individuos
mediante una cultura común; es el producto resultante de la totalidad de las interacciones
entre las personas.

De acuerdo con Marx, la sociedad es el producto de la acción de los hombres; es decir, del
comportamiento del ser humano en los distintos medios sociales, y dicho comportamiento
está regido por las normas que establece la misma sociedad a través de instituciones.

Se entiende por instituciones sociales al conjunto de pautas de conducta, usos sociales e


ideas aceptadas e impuestas a los individuos, y con carácter permanente; aquí la clave es la
permanencia, dirección uniforme y vinculatoria con los usos y conductas; por eso se repiten
en el tiempo y en el espacio de forma regular y homogénea. Su objetivo es mantener una
estrecha relación con los principios elementales de convivencia que los mismos individuos

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Identidad y cultura

han desarrollado a lo largo del tiempo y a través de la interacción con otros individuos, y
gracias a esto la continuidad generacional queda garantizada.

Es fundamental señalar que esas pautas de conducta surgen y se ponen en acción en


espacios sociales a los que sus integrantes están supeditados; por ejemplo, la familia, la
escuela y la Iglesia. Aquí los individuos se institucionalizan, porque son enculturados para
seguir una dirección uniforme en los usos y conductas para el funcionamiento de su sistema
social. A continuación se describen las características de dichas pautas y usos sociales.

Pauta cultural
Es la uniformidad de obrar y de pensar que se
produce regularmente en una pluralidad de
personas. Es la unidad básica de los roles sociales,
las instituciones y las culturas. Es un
comportamiento generalizado que sirve de modelo
para conservar lo que en una determinada sociedad
es aceptable o no.

Imagen 2. [Pauta cultural] [fotografía]. Tomada de


https://k32.kn3.net/taringa/0/1/B/4/6/4/Xantyag/1D5.jpg

Hecho social
Maneras de obrar, pensar y sentir, exteriores al
individuo, con poder coactivo, en virtud del cual se
le imponen. Son todo modo de hacer, fijo o no, que
puede ejercer sobre el individuo una imposición
exterior.

Imagen 3. [Hecho social] [fotografía]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/63/Peregrinaci%C3%
B3n.jpg

Sistema de valores
Se puede llamar valor a un elemento de un sistema
simbólico compartido, que sirve de criterio para la
selección entre las alternativas de orientación. Son
el núcleo mismo de un sistema de actitudes. Se
puede decir que los principales fenómenos sociales,
como religión, moral, derecho, economía, estética,
son sistemas de valores.

Imagen 4. [Sistema de valores] [fotografía]. Tomada de


http://conceptodefinicion.de/wp-content/uploads/2014/07/valores.jpg

Unidad 2 / Pág. 4
Identidad y cultura

Sanción de costumbre
Ésta se da cuando se llevan a cabo acciones contrarias
a las transmitidas de generación en generación, y es la
misma comunidad o grupo quien establece y se
encarga de poner y recordar los límites y normas, y por
lo tanto dictar las sanciones (castigos).

Imagen 5. [Sanción de costumbre] [fotografía]. Tomada de


http://www.milenio.com/politica/Granaderos-Paseo-Reforma-CNTE-
EU_MILIMA20131009_0213_8.jpg

Cotidianidad
Configuración de la vida diaria, en donde se
construyen vínculos y formas de comunicar y
aprender. En la vida cotidiana los miembros de una
familia van dando sentido y razón de ser a su
existencia, como individuos y como ciudadanos. Es
importante no confundir con rutina.

Imagen 6. [Cotidianidad] [fotografía]. Tomada de https://vibra-


500700.c.cdn77.org/media/k2/items/cache/94c550212539b428e915b05ddc
c2551c_XL.jpg

Figura 1. Características del funcionamiento del sistema social.

Unidad 2 / Pág. 5
Identidad y cultura

Resumen
En esta unidad analizamos componentes de la acción social que se crean, desarrollan y
transforman en la sociedad, y nos referimos a las instituciones sociales desde la perspectiva
cultural, las cuales permiten diferenciar a una sociedad de otra. La familia, la escuela y la
Iglesia son los espacios sociales por antonomasia en donde el individuo es institucionalizado;
ahí se le encultura o educa en las formas o condiciones de conducta establecidas que
caracterizan la actividad del grupo. En dichos espacios la vida cotidiana es fundamental,
porque en ella los integrantes encuentran sentido a su vida.

Para estudiar a las instituciones sociales destacamos las características de las pautas y
rasgos culturales, los hechos sociales, los valores, la personalidad, la cotidianidad y la
sanción a la costumbre, las cuales son clave en la constitución de la realidad social. La clave
está en la permanencia, uniformidad y sistematización; esto da a los individuos certeza y
dirección a su vida.

Para el trabajador social es fundamental estudiar las instituciones, sobre todo las sociales,
porque en ellas se sintetiza el patrimonio social y desempeñan un papel crucial en la
estructuración de la realidad social; sin embargo, no debemos dejar de lado que ellas
también han servido como instrumento contra el voluntarismo (Cfr., Lucas, 1975: 1121-22).

Ahora que hemos visto la importancia de las instituciones sociales para la construcción de la
realidad social, es momento de dar paso a la siguiente unidad, en donde empezaremos
abordando el tema de identidad, que es tanto un proceso como un sentido de pertenencia, y
se caracteriza por ser social y por lo tanto relacional. El estudio de la otredad o la identidad
nos lleva a hacernos distintas preguntas: ¿quién soy?, ¿a qué grupo pertenezco? Este
ejercicio identitario que nos lleva a agruparnos también nos diferencia, y así seguimos
preguntando ¿quién no es como yo?, ¿quién es el otro? Cabe mencionar que el espacio
primario en donde inicia ese proceso relacional es una institución social: la familia, o en su
defecto el grupo que haga las veces de familia, si el individuo es huérfano y está en una
institución de asistencia. Esa institución social que vimos es fundamental para la
construcción social de la realidad; también es central porque dota de sentido y dirección a su
existencia, según el rol asignado por su sociedad.

Unidad 2 / Pág. 6
Identidad y cultura

Glosario
*Responsable de los comentarios María Enriqueta Salazar Hernández, autora de la
actualización del contenido.

Enculturación
“Proceso social por el que se aprende y se trasmite la cultura a través de generaciones”
(Kottak, 2007: 330). Cabe señalar que este fenómeno no es unidireccional, ni de arriba
hacia abajo; en la actualidad los padres pueden aceptar que sus hijos los eduquen y
muestren otras formas de vida, sobre todo si hay violencia intrafamiliar. Otro ejemplo de
enculturación y relacionado con la identidad se da en grupos de pertenencia. Un ejemplo de
esto es el fenómeno de madres adolescentes que ha repuntado en México; muchos jóvenes
se ven presionados por otros para que “dejen de ser vírgenes”. Los jóvenes en busca de
reconocimiento lo hacen y muchas veces sin cuidado alguno, y el embarazo va a la alza, y
de esto se deprenden otras situaciones, como infecciones de transmisión sexual, abandono
escolar, aumento de la pobreza en el sector femenino, abortos clandestinos, problemas de
salud por el consumo excesivo y frecuente de la pastilla del día siguiente, entre otras
situaciones que están derivando en problemas sociales.

Es importante resaltar que las instituciones sociales tienen un papel central en la


enculturación, y son la familia, la escuela y la Iglesia. Enculturar en normas, valores y
límites es fundamental para la convivencia familiar y social.

Relativismo cultural
Punto de vista de que los valores y patrones de las culturas difieren y merecen respeto.
Llevado al extremo se arguye que las culturas deben ser juzgadas sólo en sus propios
términos (Kottak, 2007: 335). Se considera este concepto como una vacuna al
etnocentrismo. Es importante rescatar que para no caer en el relativismo cultural extremo
para buscar un cambio de patrones culturales que afecten de manera negativa a la población
nuestros proyectos de atención deben guiarse en términos de dignidad, derechos humanos y
justicia social.

Unidad 2 / Pág. 7
Identidad y cultura

Fuentes de información
OBLIGATORIAS

 Kottak, C. P. (2007). Cultura. En Introducción a la antropología cultural: espejo de la


humanidad (pp. 42-57). Madrid: McGraw-Hill.

 López, M. (2006). Identidad y Cultura (pp. 36-54). México: ENTS-SUA-UNAM.

 López, M. y Salazar, E. (2017). Unidad 2. Identificación de las instituciones sociales


como componentes de la acción social (documento preparado para la asignatura
Identidad y Cultura). México: UNAM.

 López, M. y Salazar, E. (2017, agosto). Mapa mental. México: ENTS-UNAM.

COMPLEMENTARIAS

 Gómez, S. (2014, 6 de abril). Análisis weberiano sobre la acción social y racional con
arreglo a valores. Consultado el 24 de agosto de 2017 de
http://ssociologos.com/2014/04/06/analisis-weberiano-sobre-la-accion-social-y-
racional-con-arreglo-a-valores/

 Rivas, G. F. (2011). La costumbre como repetición de actos y comportamientos; la


justicia como sanción a los comportamientos o actos desviados de la costumbre del
grupo social. Consultado el 24 de agosto de 2017 de
https://federicorivas.wordpress.com/2011/07/31/la-costumbre-como-repeticion-de-
actos-y-comportamientos-la-justicia-como-sancion-a-los-comportamientos-o-actos-
desviados-de-la-costumbre-del-grupo-social/

 (s. a.) (2017, 26 de julio). Emile Durkheim y el hecho social. Consultado el 24 de


agosto de 2017 de http://www.siemprehistoria.com.ar/emile-durkheim-y-el-hecho-
social/

Unidad 2 / Pág. 8
Identidad y Cultura

UNIDAD 3: IDENTIDAD: COMPRENDERME Y


COMPRENDER AL OTRO EN EL ESCENARIO SOCIAL
Autora: Lic. Mayra López Uribe
Actualización: Mtra. María Enriqueta Salazar Hernández

Introducción

Nos encontramos en la unidad 3; en las precedentes se reflexionó sobre el concepto de


cultura y se observó que todo lo que nos rodea es producto de ella; asimismo, las
instituciones sociales se analizaron como espacios enculturadores que desempeñan un papel
importante para orientar las acciones y el pensamiento de los individuos, con la intensión de
prepararlos para la convivencia y funcionamiento dentro del entramado social.

En la presente unidad nos adentraremos en el concepto de identidad. En generaciones


anteriores, el estudio de esta unidad iniciaba abordando el concepto de ideología, que servía
de puente para entender la identidad nacional. En esta ocasión se consideró iniciar con la
comprensión del concepto identidad, para posteriormente enfilarnos a sus diferentes
ámbitos de expresión, por lo que partiremos con su análisis, para profundizar en el proceso
de configuración y examinar cómo se interrelacionará con lo social, haciendo énfasis en
problemas sociales como la violencia intrafamiliar y feminicidios, asuntos por demás
importantes para esta profesión.

Las semejanzas y diferencias permiten plantearnos y replantearnos quiénes somos, así como
saber cuál es nuestro grupo de pertenencia. En este escenario desempeñan un papel
importante dos principios: el de diferenciación y el de semejanza; dichos principios no sólo
son puntos de referencia para asumirnos como parte de uno u otro conglomerado social,
sino para distinguir la manera en que pueden accionar mecanismos para construir relaciones
humanas basadas en la desigualdad, discriminación, marginación u otro tipo de acciones que
deriven en situaciones de conflicto y violencia.

El segundo apartado se aproximará al estudio de la identidad nacional en conexión con la


ideología y el Estado-nación, para apreciar que la identidad es sensible al contexto espacio-
temporal; además, se introducirán otros adjetivos de la identidad: cultural y social. El
análisis nos facilitará la comprensión de acciones individuales y colectivas.

Cuando se habla de lo nacional se tiende a presentar una sociedad homogénea, dejando de


lado las particularidades; esto hasta cierto punto es comprensible, como principio
diferenciador en el escenario mundial; sin embargo, se corre el riesgo de que la

Unidad 3 / Pág. 1
Identidad y Cultura

pluriculturalidad sea minusvalorada e incluso se deje de reconocer la diversidad; hecho que


en mayor o menor medida puede derivar en el diseño de políticas sociales alejadas de la
realidad y que propicien acciones de resistencia por parte de los pueblos originarios e
indígenas, quienes exigen tener acceso a derechos plasmados en la Constitución, entre los
que están la libre determinación para decidir sus formas internas de convivencia y
organización social, económica, política y cultural.

En el tercer apartado, para enlazar la identidad nacional con sus componentes


pluriculturales, se discutirá la situación de la población indígena, examinando sus estrategias
de supervivencia, para buscar una respuesta a su condición; por ello, prevalece la siguiente
pregunta: ¿por qué, aunque hay programas sociales que buscan hacer efectivos los derechos
de la población, a estos grupos se les dificulta su acceso o son rechazados?

El estudio de la identidad (cualquiera que sea su adjetivo) es complejo e importante para tu


formación profesional, porque al indagar en la identidad saldrán a la luz situaciones de poder
y conflicto que son clave en la configuración de las relaciones identitarias y por ende en
fenómenos como la desigualdad, la exclusión social, la violencia de género, entre otros.

Temario
1. Identidad
 Identidad y escenario social
 El proceso de configuración identitario
 La identidad: elementos y dimensiones constitutivas
 Identidad y contexto
 Identidad y problemas sociales
2. Definición de identidad nacional y su relación con la ideología y el Estado-nación
 Ideología
 Ideología como factor de identidad
3. La identidad a través de los grupos

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Identidad y Cultura

1. IDENTIDAD

Objetivo del tema

 Analizar los elementos que constituyen la identidad del sujeto y la comunidad en


que reside, a través del concepto de identidad, con la finalidad de identificar las
características que pueden originar problemas sociales.

Identidad y escenario social

Leandro, fino observador […], solía decir que, solucionados el tema de la


alimentación y la vivienda, la primera necesidad que se plantea el ser humano es
la búsqueda de motivos y recursos con los que sentirse diferente y superior a sus
semejantes.

Carlos Ruíz Zafón, El Laberinto de los espíritus: 262.

Vivir en sociedad es necesario para facilitarnos la supervivencia y humanizarnos. Ello implica


interacción cotidiana en lo físico, lo simbólico y comunicacional. Toda relación humana
entraña retos, porque implica una constante exposición e intercambio de ideas,
introduciéndose en una dinámica compleja que nos hace preguntar y preguntarnos ¿quién es
el otro y quién soy yo?, ¿a qué grupo o grupos pertenezco? Entonces la identidad nos lleva a
identificarnos y a diferenciarnos.

Encontrarnos frente al otro posibilita saber quién soy. Esta acción denota gran complejidad y
dificultad, porque el escenario histórico y social no siempre sostiene un ambiente de
comprensión ante lo diverso, y en ocasiones el etnocentrismo inclina la balanza hacia uno de
los actores tendiendo a ver al otro como inferior.

Esto tiene sentido si extrapolamos ese esquema relacional identitario en un campo de acción
macro. La expansión de los imperios propició el surgimiento histórico e ideológico de
Occidente. La relación entre “descubridores” y “descubiertos” se fue haciendo cada vez más
compleja; sobre todo cuando los primeros empezaron a señalar las diferencias, y éstas
pasaron a ser marcadores simbólicos que los estigmatizaban, construyendo la realidad con
base en binomios identitarios, como fiel/infiel, desarrollado/subdesarrollado, bonito/feo. Así
fue como unos, los de mayor contundencia en armas, que no en argumentos, se erigieron
superiores a los otros.

En este recién estrenado siglo XXI, hablar de identidad tiene tanta o más relevancia que
cuando fue el boom de choques culturales en el siglo XV. Los medios de comunicación

Unidad 3 / Pág. 3
Identidad y Cultura

masiva nos llevan a encontrarnos con el otro de manera más frecuente. Ya no es necesario
utilizar medios de transporte convencionales, sino que la vía de la carretera virtual acelera
esos encuentros. En un clic cambiamos de lugar y de cultura; estos viajes al final del día
terminan por contribuir en el proceso de transformación identitario.

Hasta aquí el preámbulo nos invita a reconocernos como seres sociales, y aunque vivimos en
un mundo de sujetos no somos iguales; somos únicos e irrepetibles; y del mismo modo que
estar frente al otro nos permite diferenciamos, nos agrupamos con los que son como
nosotros.

El proceso de configuración identitario

Ahora bien, el reto, como estudiosos de trabajo social, será comprender cómo el sentido de
pertenencia puede ser fuente de problemas sociales, y para ello responderemos a la
pregunta ¿qué es la identidad y cómo podemos identificarla en lo social? Las ideas de Cirese
(citado en Giménez, 1996) señalan que “La identidad resulta de transformar el dato en
valor. No es lo que uno realmente es sino la imagen que cada quien se da a sí mismo” (p.
13). Luego entonces debemos recabar datos sobre el sujeto o el grupo de atención, mismos
que la sociedad ha dotado de significado, precisamente para saber qué es lo que la sociedad
espera de ellos.

Partiremos de un ejemplo para luego reflexionar sobre la identidad. En México 1, a mediados


del siglo XX, para referirse a una mujer se enlistaban una serie de particularidades, como
laboriosa, discreta, callada, abnegada; esto significa que ella se niega a sí misma como
sujeto de atención, para atender a los demás; ella es o mejor dicho debe ser servicial,
tranquila, frágil, disponible y dispuesta en todo momento y para todos. Siempre es la
primera en levantarse y la última en acostarse; el sentido de su vida gira en torno al
bienestar de los otros, ya sea como hija, esposa o madre. Estas expresiones se
establecieron como atributos y valores; se naturalizaron como parte de lo femenino; luego
entonces, si una mujer los reproduce es considerada una buena mujer; de lo contrario será
una mala mujer.

Así es como tenemos un monumento a la madre y un día en el calendario; ello con la idea
de festejar sus atributos asignados como naturales. Y si no se ciñera a ese guion el peso de
la sociedad caerá sobre ella. Por eso una mujer que delinque es por lo menos doblemente

1 Aunque el ejemplo parece trillado, lo cierto es que las relaciones mujer-hombre se han basado en la
desigualdad en las sociedades donde el esquema cultural se rige por el patriarcado, y en él se ha
podido apreciar que son relaciones donde se exalta el valor de uno en detrimento de la otra. Su
naturalización y permanencia se debe a que dicho modelo a seguir se sustenta en ideas atribuidas a un
ser sagrado, a quien se le atribuyen las siguientes palabras, en un contexto de castigo por haber
tomado el fruto prohibido del árbol del conocimiento: “Entonces Yavé Dios […] dijo a la mujer […]
`Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará´. Al hombre le dijo: `Por haber escuchado a tu
mujer y haber comido del árbol que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa.
Con fatiga sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida” (La sentencia de Dios: Génesis 3).

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Identidad y Cultura

castigada. Las leyes que separan de la sociedad al encarcelarla, y los familiares y amigos,
reforzarán la sentencia de la autoridad abandonándola2.

La identidad se observa como un constructo social. La identidad, en este caso la femenina,


no refleja lo que realmente es una mujer, sino la imagen que la cultura y la sociedad le han
impuesto, mediante las instituciones sociales como la familia, la escuela y la Iglesia. Así esos
datos se constituyen en “marcas simbólicas” que señalan las fronteras de interacción con el
otro. Para esa fragilidad está la fuerza y potencia del otro (padre, hijo o esposo) 3. A su
campo de acción restringido al hogar está la contraparte, donde el otro se desarrolla en lo
público. Mientras una obedece y calla, el otro ordena y habla; esta relación dicotómica
dominante/dominado ha prevalecido por siglos. Las instituciones sociales religiosas han
contribuido, sobre todo a partir de la exhibición del modelo de la sagrada familia, reforzado
en uno los libros de La Biblia, el Génesis, en donde se narra la expulsión del paraíso de la
considerada pareja original; en esos textos plagados de símbolos se ha cimentado, hasta
nuestros días, la relación entre hombres y mujeres (ver nota 1).

La identidad: elementos y dimensiones constitutivas

Indagar sobre la identidad nos obligará a distinguir señales emanadas del ámbito de las
subjetividades de los actores y de los procesos creativos expresadas en su cultura.

Empecemos este recorrido examinando sus indicios. La identidad es un proceso que sólo es
posible dentro de una dinámica de interacción social. En este escenario las partes
involucradas sacan a relucir las ideas que cada uno tiene sobre sí mismo, o sea la
autopercepción; las cuales han abrevado en el sistema de valores al que pertenecen. Sin la
presencia del otro, el yo no tiene sentido, y viceversa. Porque “la identidad emerge y se
afirma sólo en la medida en que se confronta con otras identidades en el proceso de
interacción social” (Giménez, 1996: 14).

En el escenario identitario se advierte cómo el camino de dos entes converge provocando


que cada uno se examine y reconozca, para luego proceder a situarse dentro o fuera de
algún grupo sociocultural. En esta decisión convergen el determinismo y la libertad. El
primero tiene que ver con lo estipulado por el sistema social de pertenencia, que obliga a los
sujetos a mostrar lo impuesto en sus creaciones culturales; por ejemplo, los roles de
género. Esta condición es la que subsume su libertad individual en aras del funcionamiento
social. Cirese (citado en Giménez, 1996) señala esto en los siguientes términos: la identidad

2 En las cárceles mexicanas, entre el 70 y 80 % de las mujeres son abandonadas; al contrario de los
hombres recluidos, quienes cuentan de manera incondicional con alguna o todas las mujeres de su
entorno: madres, hermanas, amigas, esposas y/o amantes se mantienen al pendiente de sus
necesidades, aun a pesar de los obstáculos y vejaciones implícitas en la burocracia carcelaria.
3 En este contexto no sólo las ideas, las palabras y la voz están supeditadas al permiso que se le dé

para expresarse, también su cuerpo está a expensas y para servir, “el cuerpo femenino se entiende
como un elemento controlado y destinado a la satisfacción de necesidades y mandatos patriarcales, es
un objeto que se valora en función de su utilidad al sistema, utilidad que se expresa en la maternidad
y el erotismo” (Salinas, 2014: 4).

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Identidad y Cultura

“obliga a los sujetos a mostrarse no como son, sino la imagen que cada uno se da a sí
mismo” (p. 14).

Ahora indaguemos sobre el principio lógico y fundamental de la identidad, el de


diferenciación. Por él, unos individuos y grupos se distinguen de otros. A partir de él
instauran posiciones binarias: hombre/mujer, hombre/no hombre, mi grupo/otros grupos,
amigo/enemigo, propio/extraño. Las relaciones de poder tienen un papel determinante en
esta nomenclatura. Dicho principio se manifiesta en el lenguaje y el sistema simbólico de
cada comunidad humana. Giménez hace énfasis en que no es sólo con fines meramente
clasificatorios, sino que se relaciona con las pautas de comportamiento características del
grupo, mismas dotan de un sentido y orden particular al grupo o comunidad, e incluso están
las que contradistinguen las relaciones del grupo, en el interior y el exterior (Giménez,
1996: 15).

Por ejemplo, los tzeltales de los Altos de Chiapas se diferencian de los tzeltales de las
cañadas porque la vestimenta que los caracteriza es diferente, debido al medio ambiente en
el que se asientan las comunidades. Entre tzotziles y tzeltales, a pesar de que ambos son
parte de los pueblos indios, sus diferencias van desde el mito de origen, vestimenta y
lenguaje. Mientas el tzeltal se considera hombre de la montaña o del cerro; el tzotzil se
percibe como hijo del sol. No obstante, aquí podemos ver un principio de integración unitaria
que reduce las diferencias, al ser considerados como mexicanos.

El proceso identitario se configura en diferentes dimensiones; las más relevantes para


Loredana Sciolla (en Giménez, 1996: 17) son la locativa, la selectiva y la integrativa.

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Identidad y Cultura

Locativa

•“En esta dimensión el sujeto define su lugar o espacio dentro de un campo


simbólico, que le da razón y sentido a su existencia” (ibídem). La zona de la
dimensión se encuentra en el campo de la subjetividad del sujeto, donde interpreta
las experiencias derivadas de sus relaciones sociales y su subconsciente. En muchas
culturas esto es relevante, sobre todo si se le relaciona con lo onírico, pues es un
momento donde convergen lo terrenal con lo sacro; dependiendo de sus sueños
tomarán ciertas decisiones que marcarán la vida individual y colectiva.

Selectiva

•“Una vez que el individuo asume y ha definido su lugar dentro de ese espacio
simbólico, ordena sus preferencias y opta por alternativas” (ibídem).

Integrativa

•Gracias a ella el individuo cuenta con un acervo interpretativo que le posibilita


engarzar “las experiencias pasadas, presentes y futuras en la unidad de una
biografía” (ibídem). En estas dos el individuo ya tiene conciencia de su papel y su
lugar en el grupo de pertenencia e incluso valora oportunidades y limitaciones, y en
un momento dado sabrá que podrá ubicarse en alguno de los polos del sistema
identitario, constituido como vimos anteriormente en forma de contraposiciones
binarias (Sciolla citada en Giménez, 1996: 15): Yo (indígena), Otro (no indígena);
Yo (mujer), Otro (no mujer).

Vale la pena recordar que las dimensiones arriba señaladas están íntimamente relacionadas
con paradigmas cuyas ideologías marcan el orden, la forma y el fondo de la construcción de
la realidad; esto significa que las contraposiciones binarias pueden darse en términos de
igualdad o desigualdad.

Finalmente, subrayamos que la identidad, al ser un proceso social, en su devenir va


adquiriendo, perdiendo y/o adaptando muchos de sus componentes, los cuales están
alineados y resguardados en diferentes niveles; por ejemplo, en el núcleo ubicamos a la
historia, el lenguaje, la religiosidad, la cultura, el territorio, el género. En la periferia está la
vestimenta, la alimentación, artefactos para la satisfacción de necesidades, el sistema de
estratificación social. Esta imagen de la identidad con un núcleo y una periferia puede
ayudar a darnos una idea sobre cuáles serán los elementos identitarios que pueden cambiar
primero y cuáles después, según se sea el encuentro o choque con el otro.

Identidad y contexto

La identidad es un proceso de construcción en donde lo social repercute en lo individual y


viceversa, y como tal no es estático. No se nace hombre o mujer, son las relaciones sociales
en el marco de un tiempo y espacio quienes intervienen en ese proceso. La identidad, al
igual que la cultura, no es inmutable; sin embargo, las movilizaciones sociales le pueden
Las acciones originadas por la cohesión
identitaria que se genera dentro de un grupo Unidad 3 / Pág. 7
Identidad y Cultura

imprimir cierta velocidad. Así, dentro del contexto de la crítica de las mujeres hacia su
situación, limitada a las necesidades de un sistema estructural eminentemente
androcéntrico, el movimiento de liberación femenina ha tenido logros, aunque no como se
quisiera, ya que la resistencia al cambio frena lo más que puede los cambios. Por ejemplo,
en México las mujeres tienen menos de un siglo ejerciendo su derecho a votar, y se le había
escatimado esa facultad porque se creía que ellas “no sentían la necesidad de participar en
asuntos públicos o movimientos colectivos” (REA, 2016), argumento base de quienes en
1917 redactaron la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Dicha afirmación
empata con la idea construida sobre la identidad femenina. Así, podemos advertir un
ejemplo de resistencia al cambio, al no querer reconocer a la mujer como protagonista y
constructora del guion de su realidad.

Giménez señala sobre la identidad que “emerge y se afirma sólo en la medida en que se
confronta con otras identidades en el proceso de interacción social” (1996: 14). Luego
entonces, el ejemplo engloba a mujeres y hombres. Este es el binomio identitario de nuestra
realidad, que como vemos se enfila más a un esquema de desigualdad; no obstante, en las
últimas décadas, los marcadores simbólicos que como datos nos indicaban cómo debía ser
uno y cómo la otra, están cambiando también para los hombres; por ello, ya se puede
empezar a vislumbrar en el escenario social un nuevo hombre que responde a la nueva
masculinidad, con nuevos marcadores simbólicos, como sensible, afectuoso, cariñoso,
hogareño, datos antes impensables para la identidad de un hombre4.

A reserva de no ser repetitiva, sino enfática en esta situación, debido a la resistencia al


cambio de nuestra época, evidente en hechos como el feminicidio5. Así se silencia a quien no
comulga con visiones tradicionalistas y patriarcales, promulgadas en el habla cotidiana que
aún reza: “calladita te ves más bonita” o “maldito el gallinero donde la gallina canta”. Al
sacudirse las marcas seculares desequilibraron la vida cotidiana de muchos hombres e
incluso mujeres, que castigan a esas mujeres malas. ¿Por qué digo incluso mujeres? Porque
al hablar de relaciones de género debemos indagar cómo se han construido las relaciones
entre mujeres, que en concordancia al modelo patriarcal, ya sea de manera voluntaria o
involuntaria, contribuyen al sostenimiento del modelo al educar para sostener un orden dado
en la desigualdad.

Identidad y problemas sociales

¿Qué entendemos por problema social y cuál es el punto de convergencia con la identidad?
El humano es un ser gregario por naturaleza. Muchas de sus necesidades básicas las

4
Hablar de nueva masculinidad nos remite a ver que el hombre, también como construcción social, ya llegó a su
límite y está criticando el modelo patriarcal, que aunque lo cobijó durante milenios, la realidad es que esos datos
transformados en valor (fuerte, formal, valiente, protector, líder, proveedor…) no eran otra cosa que una camisa de
fuerza que lo mantenía encasillado en un esquema, que al final del día atentaba contra su derecho a expresar su
humanidad, sus sentimientos, lo que a la larga debió repercutir en problemas de salud mental y relaciones
destructivas basadas en la violencia. Esto nos habla de que está en ciernes una liberación masculina, que
esperemos repercuta en una nueva relación entre hombres y mujeres. Ninguno mejor que el otro, sólo diferentes.
5
Cada día son asesinadas siete mexicanas por el hecho de ser mujeres (El País, 2017).

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Identidad y Cultura

satisface al vivir como parte de un grupo. Así, vivir en sociedad le ha beneficiado; sólo con el
trabajo colectivo y la solidaridad le ha vuelto la vida menos difícil, sobre todo si tiene que
enfrentarse a los elementos naturales.

¿Qué es un problema social? para Ander-Egg (2016) es una “situación social de


desequilibrio, desajuste, desorganización o falta de armonía [y lo] constituyen las cuestiones
inquietantes que se dan en el seno de una sociedad y en relación a las cuales se tiene
conciencia de la necesidad de encontrarles soluciones”.

¿Qué nos indica que estamos ante un problema social? Cuando en el escenario social la
población se siente incómoda por alguna situación y cuando ésta se repite vive a disgusto,
sintiendo que su equilibrio y armonía están rotos. Para continuar con el ejemplo de la
sociedad patriarcal vemos que la ecuación mujer-casada-madre se mantuvo durante siglos.
Así, la razón de ser de la mujer fue encaminada para que generacionalmente se mantuviera
esa ecuación; sobre ella se cargó el peso del equilibrio social fundado en la familia. Valga la
pena señalar esa imposición social, a la vez que fungió como tutor que guía a la rama para
que no se tuerza, naturalizó en la mujer sentimientos, y si en un momento dado no los
suscribía el sentimiento de culpa se hacía presente, así fue encapsulando sus desacuerdos y
limando las posibles aristas de su voluntad.

Los movimientos sociales que sin duda alguna elevaron el nivel de bienestar a la población,
aunque no de manera universal, crearon las condiciones para tener acceso e incluso tomar
conciencia de que lo normal era en realidad una imposición que hacía sentir mal; por lo
tanto, es un problema que afectaba su dignidad y limitaba o negaba sus derechos.

En nuestra vida cotidiana constantemente estamos desempeñando algún papel que tiene
que ver con nuestra identidad individual o social. Sin duda alguna las relaciones hombre-
mujer son las que más han abonado al estudio del proceso identitario, porque ellos son los
actores y constructores de la realidad social. El modelo patriarcal 6 y falogocéntrico se ha
dado en términos de desigualdad, donde se ha repetido la mentira hasta hacerla ver como
verdad que el hombre vale más que la mujer (Cfr. Sztajnszrajber, 2016). Pero los problemas
sociales no sólo afectan las formas de relación humana; hay múltiples ejemplos que nos
llevan a identificar que los marcadores identitarios y de género inciden en la salud; por
ejemplo, el cáncer cervicouterino y el de próstata7. En el caso de las mujeres por pudor mal

6
Este modelo se refiere a un patrón sobre el que se ha construido la realidad social, desde hace por lo menos dos
mil años, considerando el surgimiento del cristianismo. Se basa en una forma de dominación masculina y misógina
hacia lo femenino, creyendo a la mujer inferior, aunque hay una suerte de sentimientos duales hacia lo femenino,
puesto que es exaltado en la medida que responda a las exigencias de lo masculino. El Día de la madre es un
ejemplo de esto; ese festejo está lleno de adjetivos que indican cómo una mujer puede ser reconocida como tal,
siempre y cuando sea madre; de lo contrario, será un individuo despreciable. El concepto fue introducido por Kate
Millet y lo han retomado las feministas desde los años setenta (Ideologías de la cultura de la muerte. 10.7 Kate
Millet: la nueva gran narración del patriarcado, s. f.).
7
Cáncer cervicouterino. “El cáncer del cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la mujer, y ello
en todas las partes del mundo; todos los casos están relacionados con una infección genital de transmisión sexual
por el virus del papiloma humano (VHP). Más del 90 % de las muertes se concentran en los países de ingresos
bajos y medios, donde el acceso a los oportunos servicios de detección y tratamiento es muy limitado” (OMS, 2013,
septiembre). A nivel mundial, el cáncer cervicouterino y de próstata cobra la vida del 13.8 % de mujeres y 8.2 %
de hombres (OMS, 2014).

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Identidad y Cultura

entendido no acuden con el ginecólogo porque ese profesionista las verá y tocará, hecho que
a veces ni siquiera lo permiten sus compañeros. En el caso de los hombres, los marcadores
de género en los términos de feo, fuerte y formal, llegan a ser barreras que los hacen
posponer su visita al especialista, lo que los hace sentir incómodos por el tipo de
exploración, considerándola, absurdamente, una situación de homosexualismo.

En ambos casos se hace evidente cómo la identidad femenina y masculina se ha construido,


y junto a esto una ausencia de educación sexual y salud reproductiva que también ha
dificultado la vida plena en pareja y condenado a una muerte anticipada a mujeres y
hombres.

El proceso identitario es un ejercicio humano viviendo en sociedad. Por ello, podemos


admirar la riqueza de la diferencia. No obstante, es un proceso cuya construcción no ha sido
tersa las más de las veces que hemos tenido la oportunidad de encontrarnos unos y otros.
Así es la realidad, aunque así no debiera ser. Es nuestro deber hacer lo que nos corresponde
en la construcción de la realidad, para no “poner agua nueva en contenedores viejos”
(parafraseando un pasaje bíblico).

Recapitulando

 La identidad es un proceso social intersubjetivo. Como tal no es permanente y


cambiará en la medida que el contexto se transforme.
 Una condición sine qua non de la identidad es que en el escenario siempre debe
haber dos actores: Yo y el Otro (nosotros y los otros).
 La identidad surge de transformar el dato en valor. Es un proceso que inicia su
construcción desde que el humano se independiza del útero y culmina con el fin de
nuestra existencia. Su principio de diferenciación nos lleva a preguntarnos quiénes
somos, a qué grupo pertenecemos y también a distinguirnos de quienes no están en
nuestra congregación. Pertenecer a ella implica estar entre dos fuerzas, una que nos
limita y obliga a salvaguardar los principios del grupo, y otra que nos libera, porque
ahí podemos disfrutar en mayor o menor medida aquello que creemos ser.
 Para adentrarnos al estudio de la identidad debemos echar mano de lo cuantitativo y
lo cualitativo, de la psicología para comprender lo consciente e inconsciente, e incluso
de la antropología forense para leer e interpretar el contexto, y por supuesto de la
antropología para descifrar silencios e hilvanar la realidad de la vigilia a la de los
sueños8.
 La identidad no siempre es la expresión de lo que el sujeto es, sino apenas una
imagen que él mismo se da; parte del contenido de esa imagen es impuesta por la
sociedad o grupo al que pertenece.

8
Pedro Pitarch (1996) busca acercarse a la cultura tzeltal mediante el estudio de sus “almas”, o sea su ch’ulel. El
ch’ulel hace posible acercarse al complejo mundo de seres, “fenómenos atmosféricos, extraños seres humanos y
sustancias minerales”, que los tzeltales de los Altos de Chiapas consideran que tienen en su cuerpo. En este trabajo
Pitarch encuentra que fenómenos como el sincretismo cultural, la memoria histórica, los fundamentos de la
identidad colectiva, el papel de la comunidad y otros, están relacionados; esto confirma la aseveración de Gilberto
Giménez en cuanto a que la identidad y la cultura son dos procesos sociales inseparables.

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Identidad y Cultura

 Para poder incursionar en el proceso de construcción de la identidad debemos


identificar los adjetivos con los que la sociedad marca o identifica a los sujetos,
porque esos a la postre serán las marcas simbólicas que determinarán sus relaciones
sociales. Además de esto, no nos debemos olvidar de identificar sus diferentes
dimensiones: locativa, selectiva e integrativa, así como sus principios de
diferenciación e integración. Estos puntos nos ayudarán a diferenciar y reconocer los
múltiples elementos que constituyen las identidades, pues no es lo mismo ser mujer
u hombre en una sociedad tradicional que en una moderna.
 Los componentes identitarios se acomodan en distintos márgenes; ello les va a
conferir un diferente ritmo de cambio; al centro se localizan la religiosidad, la
historia, la lengua, la cultura, el territorio; hacia el exterior están la alimentación, la
vestimenta, la estratificación social.
 La identidad no siempre es la expresión de lo que el sujeto es, sino apenas una
imagen que él mismo se da; parte del contenido de esa imagen es impuesta por la
sociedad o grupo al que pertenece.
 La cultura y la identidad, como expresiones eminentemente humanas y sociales no
son ajenas a las relaciones de poder; ésta es una posible fuente de poder de
problemas sociales.
 La identidad femenina hoy en día se ha podido hacer presente con más fuerza para
que reconozcamos otros elementos de su constitución, liberándola de marcadores
que la atan a lo que se considera su destino. Hoy en día la sociedad reconoce a una
mujer, aunque no sea casada ni tenga hijos. Puede ser proveedora o amar a otra de
su mismo género, sin dejar de ser mujer. De igual manera un hombre puede
quedarse en casa, amar a otro hombre, llorar, pedir ayuda, todo eso y más, sin dejar
de ser hombre. Los nuevos datos de las acciones y posibilidades de unas y otros son
indicio de la riqueza humana; reconocerlos no implica atentar contra la naturaleza; al
contrario, es reconocer sus diferentes expresiones.
 Pertenecer a un grupo tiene sus costos, pues por un lado se nos limita y obliga a
salvaguardar los principios del grupo, y por otro se contribuye a satisfacer
necesidades básicas, como la de protección y reconocimiento, lo que nos hace sentir
más o menos libres para hacer y ser lo que creemos ser.
 Para interpelar a la identidad, como estudiosos de lo social debemos incluir lo
cuantitativo y lo cualitativo del quehacer humano; lo consciente e inconsciente;
interpretar el contexto y leer lo que no está escrito, descifrar silencios e hilvanar la
realidad a los sueños9.
 La identidad es un proceso social e intersubjetivo. Dicho proceso no se detendrá
hasta la culminación de nuestra existencia.

9
Pedro Pitarch (1996) busca acercarse a la cultura tzeltal mediante el estudio de sus “almas”, o sea su ch’ulel. El
ch’ulel hace posible acercarse al complejo mundo de seres, “fenómenos atmosféricos, extraños seres humanos y
sustancias minerales”, que los tzeltales de los Altos de Chiapas consideran que tienen en su cuerpo. En este trabajo
Pitarch encuentra que fenómenos como el sincretismo cultural, la memoria histórica, los fundamentos de la
identidad colectiva, el papel de la comunidad y otros, están relacionados; esto confirma la aseveración de Gilberto
Giménez en cuanto a que la identidad y la cultura son dos procesos sociales inseparables.

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Identidad y Cultura

México es una nación diversa y pluricultural. El desafío para su sociedad y gobierno es hacer
congruente las leyes con las acciones.

Identidad: es un proceso social intersubjetivo. Como tal no es


permanente y cambiará en la medida que el contexto se
transforme.
Surge de transformar el dato en valor, y como proceso inicia su
construcción desde que el humano se independiza del útero, y
culmina con el fin de nuestra existencia. Su principio de
diferenciación nos lleva a preguntarnos quiénes somos, a qué
grupo pertenecemos y a la vez diferenciarnos de quienes no están
en nuestra congregación.

[Identidad] [Ilustración]. Tomada de https://pixabay.com


Imagen 1. Identidad

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Identidad y Cultura

2. DEFINICIÓN DE IDENTIDAD NACIONAL Y SU RELACIÓN


CON LA IDEOLOGÍA Y EL ESTADO-NACIÓN

Objetivo del tema

 Identificar la relación que hay entre la identidad nacional, ideología y el Estado-


nación, mediante la interpretación de sus elementos, para comprender su
importancia para la cohesión social.

Aludir al concepto de identidad nacional implica retomar los temas desarrollados en el punto
anterior, ya que la identidad nacional no se genera por sí sola; se involucran diversos
elementos, como la población o comunidad, el territorio en donde están asentados, y por
supuesto el Estado encargado de construir instituciones para proporcionar servicios públicos,
que serán la vía para que sus ciudadanos hagan efectivos sus derechos.

Referirnos a la identidad nacional “presupone que se han unido dos condiciones


complementarias: la asimilación o eliminación de otras identidades (las alteridades étnicas)
que abarcan todas las fronteras políticas; y por otro, se exigiría respeto del otro” (Lafaye
citado en López, 2008: 74). En este orden de ideas identidad nacional son las formas por las
cuales somos representados o interpelados por la cultura en torno a la idea de nación; es
decir, que todos los miembros que formamos una nación participamos en el ideal de
representación de nuestra propia cultura, y para lograrlo la ideología ha desempeñado un
papel fundamental.

Ideología

El término ideología se compone de los vocablos idea y logos. Es lo que se llama principio
semántico contradictorio. Una versión exacta de la etimología sería “sistema racional de
creencias” (Cfr. Sánchez, 1975: 1042). Debido a esa ambigüedad de la lógica interna del
vocablo nos encontramos con una diversidad de interpretaciones, como las que a
continuación se señalan:

Destuff de Tracy:
Ve el concepto que sustituye al de teología, el cual permite reformular ideas
planteadas anteriormente y sustituirlas por ideas nuevas, ya que la base del
término son las ideas (Jiménez, 2009).

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Identidad y Cultura

Manheim
"Distingue las ideologías parciales (de raíz sociológica) de las totales (de raíz social).
Las primeras se refieren a ideas que, consciente o incoscientemente, esconden lo que
su autor no quiere reconocer; en tanto que las segundas van más allá de la esfera de
los intereses y valoraciones particulares, abarcando todo el proceso del conocimiento
en una perspectiva histórica total" (Sánchez , 1975: 1042).

Marx y Althusser
•Interpreta la ideología como falsa conciencia, una representación inadecuada de la
realidad, a fin de que los explotados consideren naturales y por lo tanto justificables e
inevitables sus condiciones de vida (Marx, 1845 [1932]).
•Es el sistema de ideas y de representaciones, que domina el espíritu de un hombre o
un grupo social (Marx en Althusser, 1969).
•Althusser señala, en concordancia con Marx, que el individuo que sigue una ideología
cree que tiene "la garantía absoluta de que todo está bien como está [...] con la
condición de que reconozca lo que es y se conduzca en consecuencia, todo irá bien"
(Althusser, 1969).

Gramsci
Este estudioso enlaza los conceptos de ideología y cultura en los siguientes téminos: la
cultura queda erigida en el centro de una tensión entre mecanismos de dominación y
resistencia. La aprehensión de los contenidos ideológicos en una cultura no consiste
sino en captar, en un contexto determinado, qué hay en los sistemas de valores, en
las representaciones que entrañan, que actúa como impulso de los procesos de
resistencia o aceptación del mundo social tal como es (Díaz , 2012).

Williams
Este autor busca superar la idea marxista, considerando a la ideología como uno de los
instrumentos estratégicos de dominación-hegemonía, de un grupo social, con recursos
suficientes para buscar dirigir intelectual y moralmente a otros grupos, con el objetivo
de construir una relación de poder, la cual no se agota en las relaciones de producción
(Díaz, 2012).

Ideología es un concepto que tiene mucha fuerza en el ámbito político, al grado de que se
piensa que no hay política sin ideología, y lo que en ello ocurra de manera irremediable
afectará a toda la estructura social. En este sentido creo que estamos en posibilidad de

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Identidad y Cultura

afirmar que la ideología es un medio para un fin, en el sentido de que es un sistema de


creencias creado por un grupo, cuyo objetivo es moldear la visión del mundo de sus
seguidores, voluntarios e involuntarios.

Shilling (2013) considera que una ideología es “el conjunto de ideas tendientes a la
conservación o transformación del sistema existente, mediante un plan de acción”. El
socialismo fue una ideología que tenía un plan para buscar el cambio del statu quo de otra
ideología: el capitalismo, donde ser competitivos para tener éxito se escucha
constantemente, y el individuo sirve a una población de manera eficaz, después de ser
formado mediante planes de estudio, mismos que responden a la demanda de trabajadores
del sector económico. Cambiar las ideologías no es fácil, porque puedes ser marginado o
incluso sancionado. Otras instituciones sociales que contribuyen a reforzar la ideología del
Estado son la familia y la Iglesia.

El Estado, sea cual fuere su perfil: de bienestar, neoliberal, socialista, u otro, usa los medios
a su alcance para lograr sus objetivos; entre ellos están las instituciones sociales, como la
escuela, aquí se cultiva la identidad nacional. También hay otros medios que apuntalan las
lecciones en la escuela, la familia y/o la Iglesia, como “la prensa, la radio, la televisión, con
dosis diarias de nacionalismo, chauvinismo, liberalismo, moralismo, etcétera. Lo mismo
sucede con el aparato cultural (el rol de los deportes es de primer orden en el chauvinismo)”
(Althusser, 1969).

Ahí aparecen frases e imágenes, a veces incendiarias, otras sutiles, pero todas van siendo
sembradas, hasta constituirse en parte del sistema de creencias de la población, quien no
siempre se percata de ello y las considera como
propias.

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Identidad y Cultura

[Ideologías] [ilustración]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/1d
/Unclesamwantyou.jpg/771px-Unclesamwantyou.jpg
Imagen 2. Ideologías

Ideología como factor de identidad

Para la ideología es importante la historia, el pasado, a tal grado llega a reconstruirlo; esto
que pareciera imposible no lo es; sobre todo cuando el Estado tiene todos los recursos
necesarios para borrar datos de la historia que le pueden ser adversos a sus intereses. Él
decide qué se narra en los libros de texto. En la historia de México, las expresiones de
descontento de estudiantes en 1968 y que terminaron en una matanza el 2 de octubre, han
sido uno de los acontecimientos que más han incomodado al Estado y que se tocan lo más
superficialmente en los libros de texto gratuito, y que a todos los estudiantes de primaria se
les reparten. Por los alcances sociales, el tema aparece en los libros; sin embargo, se aborda
dando información mínima. Al respecto, Carlos Martínez Assad considera que “las adiciones
al libro de texto son más producto de las inquietudes políticas de quienes elaboraron los
textos, en lugar de brindar mayores herramientas a los niños para que a esa edad puedan
empezar a construir una visión crítica sobre la historia nacional”. Para el investigador
emérito de la UNAM, “En lugar de la matanza del 2 de octubre de 1968, se tendría que
hablar más sobre los Estados autoritarios como el de México y lo que ocurre en otras partes
del mundo” (Contrapapel, 2014).

Sin duda alguna, conocer la historia es fundamental para toda nación, incluso es considerada
como uno de los pilares de la identidad. Por ella tenemos una idea, a veces general y otras
con plena certeza, de nuestros orígenes. Pero la historia puede ser un instrumento para
sostener una ideología, que a fuerza de declarar medias verdades “se ocultan unos hechos y
se maquillan otros, incluso se inventan nuevos. Se construyen toda clase de hipótesis que,
luego, cuando los estudios y hallazgos las refutan, tiene tanta fuerza que son capaces de
ocultar y hasta destruir las pruebas que las contradicen” (Herce, 2014). Así es como
aparecen las “verdades históricas”, que son precisamente las que sostienen la ideología del
grupo en el poder.

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Identidad y Cultura

Funky Focus. (s. f.). Manipulación del smarphone [fotografía]. Tomada de


https://pixabay.com/es/manipulaci%C3%B3n-smartphone-gleise-2507499/
Imagen 3. Identidad

Diversidad y pluriculturalidad o multiculturalidad

En la actualidad el mundo ha sido casi en su totalidad explorado. Las grandes montañas han
sido conquistadas por los alpinistas; los espeleólogos le han arrancado a las cavernas, por
muy profundas, sus secretos; así hemos podido conocer vestigios del quehacer de grupos
humanos ya extintos. Los viajes físicos y virtuales han hecho posible tanto encuentros como
choques entre culturas, de lo que ha resultado el surgimiento de naciones diversas, genética
y culturalmente hablando. La diversidad cultural se manifiesta a través de las
particularidades y variantes que cada sociedad y pueblo tienen para expresar su cultura, que
como se estudió en la primera unidad, es el conjunto de valores, normas, costumbres, ideas
y creencias, cuyas características generales son: compuesta por categorías, es un sistema
de símbolos, es arbitral, aprendida, compartida, adaptable, existe a nivel empírico y
explicito, se divide en espiritual y material. En cuanto al pluriculturalismo o
multiculturalismo, reconoce la presencia de diversidades raciales, étnicas y religiosas. En
este siglo XXI es menos que imposible encontrar una sociedad homogénea; de ahí que todas
sean pluriculturales; sin embargo, esta situación no está exenta de problemas sociales
basados en la intolerancia, discriminación económica, política, social y cultural.

La Constitución Política de México reconoce que la nación es pluricultural. En su artículo


segundo está implícita la convicción de que, como nación, México es el resultado del devenir
histórico, pero también de la obligación del Estado de respetar las diferentes formas de ser y
concebir la realidad de las etnias que constituyen la unidad nacional. Ese respeto pasa por el
diseño de políticas ad hoc para que sean un verdadero proyecto nacional diverso y no grupal
homogéneo. Esto no es un contrasentido, ya que la diversidad no atenta contra la unidad, al
contrario.

Edgar Morín (1993) señala que “El reconocimiento de otras culturas no significa, ni debe
suponer, caer en su idealización […]. Las culturas […] tradicionales deben, ciertamente,

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Identidad y Cultura

beneficiarse de las ventajas de nuestra civilización, pero también hay que respetarlas y
[apoyarlas para que conserven] sus habilidades, costumbres y modos de vida. La visión
occidentalocéntrica que considera como retrasados a los seres de las sociedades […]
tradicionales y que sólo advierte en ellas ignorancias, ideas falsas, modos de vida
primitivistas y supersticiones, ha de ser superada y sustituida por una percepción más
abierta, capaz de descubrir la sabiduría, valores éticos y habilidades que realmente hay en
esas culturas” (p. 36, citado en Solana, 1995), que dicho sea de paso, en el caso nuestro,
como mestizos mexicanos, su cultura también es nuestra cultura. No obstante, como
trabajadores sociales debemos tener claro que esa actitud de respeto hacia sus usos y
costumbres debe armonizar con los derechos humanos y su dignidad, con el objetivo de
alcanzar la justicia social.

Finalmente, es necesario resaltar que la producción cultural es fundamental para la cohesión


social y la identidad social y nacional, porque ahí se expresan las ideas y los valores de un
pueblo; es por ello necesario que cada cultura encuentre el lugar que le corresponde, tanto
en su propio territorio como en el ámbito internacional. A tales efectos, la mayoría de los
gobiernos interviene mediante políticas y programas de apoyo a la producción y
preservación cultural.

[Producción cultural] [fotografía]. Tomada de


(https://pixabay.com/p-584709/?no_redirect
Imagen 4. Producción cultural

Antes de abordar el tema Estado-nación, y con la finalidad de visualizar la relación e


importancia que se enmarca con la identidad y cultura, a continuación expondremos algunas
perspectivas sobre el concepto constituido nominalmente de binomio; sin embargo, se
configura de tres elementos: población, territorio, gobierno.

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Identidad y Cultura

Weber

•Estado: “Una asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado,


con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como
medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales
en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes
disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías
supremas” (Weber, 1979: 92).

Engels

•“Es un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado;


es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable
contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que
es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con
intereses económicos en pugna no se devoren a sí mismas y no consuman a la
sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente
por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los
límites del 'orden'. Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por
encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado” (Engels, 1884 [1966-
1970]: 98).

Hobbes

•“[…] como una persona de cuyos actos se constituye en autoría una gran multitud,
mediante pactos recíprocos de sus miembros, con el fin de que esa persona pueda
emplear la fuerza y los medios para asegurar la paz y la defensa común. El titular
de esa persona se denomina soberano y se dice que tiene poder soberano, porque
cada uno de los que le rodean es súbdito suyo. Se alcanza este poder por dos
conductos: uno por la fuerza natural […], otro cuando los hombres se ponen de
acuerdo entre sí […]. En este último caso puede hablarse de Estado político o
Estado por institución, y en el primero, de Estado de adquisición” (Hobbes, 1984:
180).

A pesar de la diferencia que existe entre las diversas concepciones de Estado, es necesario
resaltar las coincidencias en cuanto a los elementos que lo conforman:

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Identidad y Cultura

Territorio
Base física del Estado; comprende superficie terrestre, marítima y
aérea. El territorio determina la acción del Estado en el espacio
geográfico y el ámbito de vigencia de suborden jurídico; lo
individualiza, resultando una unidad denominada "país". Aunado a lo
anterior, las condiciones geofísicas influyen en la economía, la
organización social, la estructura política, el grado de centralización,
los métodos de gobierno y la forma de Estado.

Población

Conjunto de individuos que habitan el territorio de un Estado. Se


presenta en dos aspectos: uno, demográfico o cuantitativo, referido a
su número y densidad; otro, cualitativo, vinculado a la raza, herencia
y selección.

Gobierno
Elemento que permite dar dirección al Estado; su misión principal es
ordenar para la consecución del bien público. El gobierno debe
considerarse, de tal suerte, que ningún partido, grupo o individuo esté
en posibilidad de combatir con el Estado. El poder del gobierno
satisface la necesidad de dirección propia de todo agrupamiento
humano, es decir, no hay vida social sin orden, ni orden sin dirección.

[Mapa de México] [ilustración]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4f/Mapa_Mexico_1853_1.PNG
Imagen 5. Territorio

[Continents] [ilustración]. Tomada de https://pixabay.com/p-1055958/?no_redirect


Imagen 6. Población

[Logo Sectur] [ilustración]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/89/SECTUR_logo.svg/1280px-
SECTUR_logo.svg.png
Imagen 7. Gobierno

Una vez enunciados los elementos que componen el Estado-nación, podemos decir que
consiste en una creación sociocultural. En él se entrelazan tres elementos: gobierno (como
ente regulador y administrador de la riqueza producida), población (personas que deben
convivir y coexistir bajo normas y leyes) y territorio, en cuyo espacio interactúa la población,
basándose en los acuerdos legales y legítimos derivados de los órganos del gobierno y
demandados por las personas que constituyen su sociedad.

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Identidad y Cultura

No podemos imaginar al Estado sin sus elementos antes descritos, al igual que tampoco nos
podemos imaginar el poder del Estado sin la enorme influencia que tiene sobre la población
o sobre sus otros elementos; éste, de acuerdo a la literatura y a sus funciones generales, se
encargará primordialmente de la seguridad y bienestar social, ayudándose de los medios
que para ello le convengan más.

Para que el Estado logre sus fines debe imponer normas jurídicas; por lo tanto, se hace
necesario que se ayude de medios coercitivos para el cumplimiento de éstas, con el fin de
mejorar el desarrollo de su población. En los fines que trata de alcanzar el Estado con su
actividad tenemos:

Defensa de la soberanía Conservación de la paz y el


orden dentro de su territorio

El Estado debe tener una buena


organización que le permita El Estado debe establecer políticas
oponerse a cualquier invasión de que permitan el bienestar de los
Estados extranjeros; para ello, debe individuos, así como velar el
hacer uso de las vías diplomáticas cumplimiento de las normas
y, en casos extremos, el uso de la jurídicas para una buena
fuerza armada. La soberanía afirma convivencia dentro de sus límites
la individualidad, autodeterminación territoriales.
e independencia del Estado
respecto de los otros Estados
particulares.

Wikimedia. (s. f.). Escudo de fuerzas especiales [ilustración]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b5/Escudo_del_Cuerpo_de_Fuerzas_Especiales_del_Ej
%C3%A9rcito_Mexicano.svg
Imagen 8. Defensa de la soberanía

(s. a.) (s. f.). Escudo de fuerzas especiales [fotografía]. Tomada de


https://c1.staticflickr.com/6/5510/31238612302_6c1300c863_b.jpg
Imagen 9. Conservación de la paz

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Identidad y Cultura

3. LA IDENTIDAD A TRAVÉS DE LOS GRUPOS

Objetivo del tema

 Reconocer los elementos de la identidad, a través de los diversos grupos sociales,


a fin de comprender su arraigo de pertenencia.

Cuando hablamos de nación nos estamos refiriendo a esa parte del Estado-nación
constituida por su población, que a simple vista nos parecería homogénea; sin embargo, es
todo lo contrario, ya que la diversidad, en lo étnico y en lo social, es una de sus
características; éstas le permiten distinguirse, lo cual influye en la consolidación de su propia
identidad cultural, identidad social y finalmente identidad nacional.

A continuación veremos los principales rasgos que identifican a diferentes grupos.

Etnia
Es la unidad tradicional de conciencia de un
grupo que se diferencia de otros por compartir
lazos comunes de nacionalidad, territorio,
cultura, valores, raza y/o tradición histórica. No
es una unidad estática; se modifica y redefine en
el curso de la vida del individuo; el fenómeno de
migración es un elemento que afecta la
configuración de su identidad, debido al menos
al cambio de territorio y al contacto con otros
grupos.

[Etnia] [fotografía]. Tomada de https://pixabay.com/p-235128/?no_redirect


Imagen 10. Etnia

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Identidad y Cultura

Clase social
Aunque Marx es el creador del concepto, a
Weber se le debe su explicación más clara: "Es
un grupo de personas que por semejanza de
su nivel económico, modo de vida o nivel de
educación, presentan unas características
sociales comunes, estables y diferenciadas con
respecto a otros grupos dentro de la
ordenación jerárquica de la sociedad" (Weber,
1944: 682).

[Clase social] [ilustración]. Tomada de http://www.anticapitalistes.net/local/cache-


vignettes/L485xH600/arton3883-50b4a.png
Imagen 11. Clase social

Estrato social
Resultado de la distribución del poder en la
comunidad política. Se manifiesta en una triple
jerarquía. Cada una se apoya en un tipo concreto
de poder:
1) Jerarquía económica.
2) Jerarquía social, basada en el poder social, que
constituye a los individuos en estamentos (propio
de los regímenes monárquicos).
3) Jerarquía política, como los partidos políticos. La
estratificación se trata de una distribución desigual
entre los individuos; está relacionada con los
méritos, valores y la acción social (Weber, 1944:
682).

[Estrato social] [fotografía]. Tomada de https://pxhere.com/en/photo/986431


Imagen 12. Estrato social

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Identidad y Cultura

Grupo
Conjunto de individuos que interactúan en
una situación dada con un objetivo en
común. Se clasifican de acuerdo al tamaño
del grupo:
Primario, son menos de 15 integrantes y
sus relaciones son íntimas y personales;
por ejemplo, la familia.
Secundario, conocido como organización,
su relación es funcional; por ejemplo,
comités de padres, asociación, etc.
Pueden ser más de 15 integrantes.
Natural o espontáneo, se forma por
necesidades psicológicas, como las tribus
de jóvenes.
Impuesto, formado por obligación; por
ejemplo, grupo educativo. De este grupo
puede surgir otro que es el Preformado.
Motivado, responde a necesidades
propias, como Alcohólicos Anónimos (Cfr.
Kisnerman, 1981: 98).

[Grupos] [fotografía]. Tomada de http://www.anticapitalistes.net/local/cache-vignettes/L600xH338/arton2954-


67597.jpg
Imagen 13. Grupos

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Identidad y Cultura

Resumen
Cuando hablamos de otredad nos referiremos al proceso en donde intervienen factores
subjetivos, que implican indagar en el campo de las ideas y las percepciones, que van desde
lo social a lo individual y viceversa; se consideran aspectos circunstanciales, como el
espacio-temporal, el tipo de cultura y sociedad que dotan a toda agrupación social de su
respectiva huella identitaria. Ligadas íntimamente a estos elementos se encuentran las
ideologías, y en esto el Estado-nación tiene un peso específico en la constitución de la
identidad nacional.

El concepto de institución social, de manera específica la familia, la escuela y la Iglesia, ha


sido considerado como espacio propicio para inculcar los ideales, o sea la ideología; así se
trabajan desde lo individual hasta lo nacional; aquí es donde la coerción y cohesión social
desempeñan un papel central para el mantenimiento de la estructura social; por supuesto
con sus implicaciones de control social.

Otro componente identitario que se analizó en esta unidad fue la estratificación social. La
división de clases es una herencia de la Revolución francesa, que aunada al sistema
capitalista hizo creer que era posible que los individuos mediante su trabajo pudieran
ascender en la escala social y por lo tanto mejorar su bienestar. Esta visión es debatible, ya
que en la actualidad se ha visto que ya no es así; por un lado, con la instauración del
neoliberalismo estamos siendo testigos de que no todos tienen las mismas oportunidades de
hacer efectivo su derecho a la educación de calidad; ello repercute en no contar con
herramientas y habilidades que garanticen el acceso a fuentes de trabajo, sino que las
relaciones sociales son una variable que influye en el cambio o permanencia de los
individuos en el estrato social.

Al analizar la constitución de las clases sociales se entendió su complejidad, la estratificación


vertical y horizontal, debido a los aportes de Weber, que consideraba a las clases sociales
como agrupaciones de individuos que se asemejan por su nivel económico, modo de vida y
nivel de educación, con características sociales comunes, estables y diferenciadas, con
respecto a otros grupos y dentro de una ordenación jerárquica de una sociedad, y que
permitió realizar el análisis identitario, puesto que no se examinaron sus valores,
costumbres o tradiciones como elementos diferenciadores.

En cuanto a la identidad se advirtió cómo no siempre es la expresión de lo que el sujeto es,


sino apenas una imagen que él mismo se da, y que esa imagen es impuesta por la sociedad
o grupo y a la cultura que pertenece. La cultura y la identidad, al ser expresiones humanas,
no son ajenas a las relaciones de poder; por lo tanto, también son una fuente de problemas
sociales; de ahí la importancia del estudio de la identidad para una profesión como trabajo
social.

Finalmente es momento de pasar a la unidad 4, aunque dicha unidad estará enfocada en


analizar de forma más puntual conceptos relacionados con la cultura, como endoculturación,
transculturación, resistencia y difusión; se examinará cómo inciden en los procesos de
permanencia y/o cambio cultural, y finalmente podremos notar su relación con la identidad.

Unidad 3 / Pág. 25
Identidad y Cultura

Esto se debe a que la identidad y la cultura son dos procesos inseparables dentro de lo
humano y social, de tal manera que lo que afecte a uno repercutirá en el otro.

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Identidad y Cultura

Glosario
Cultura nacional
“Experiencias culturales, creencias, patrones de comportamiento aprendidos y valores
compartidos por ciudadanos de la misma nación o país” (Kottack, 2007: 329). En naciones
pluriculturales, como la mexicana, la cultura nacional es derivada del proceso de conquista y
colonización por parte de España; por ello la etnia mestiza es la dominante; de ahí que las
políticas educativas se inclinen hacia la idea de que todos deben saber leer y escribir en
español para progresar.

Diáspora
“Los descendientes de un área que se han dispersado por muchos lugares” (Kottack, 2007:
329).

Discriminación
“Políticas y prácticas que dañan a un grupo y a sus miembros” (Kottack, 2007: 329). Esta
práctica es relevante en México; de ahí la necesidad de la existencia de una institución como
el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred, 2017).

Estereotipos
“Ideas fijas, a menudo desfavorables, sobre cómo son los miembros de un grupo” (Kottack,
2007: 330). Desafortunadamente en México durante mucho tiempo se relaciona a la gente
del campo con la flojera, la fealdad, porque no responde a los parámetros de trabajo y
estética occidental. El color de la piel tiene una relación muy estrecha con los estereotipos.

Etnicidad
“Identificación con, y sentirse parte de un grupo étnico, y exclusión de otros grupos étnicos
debido a esa filiación” (Kottack, 2007: 330).

Etnocentrismo
“Tendencia a ver la propia cultura como la mejor, y a juzgar el comportamiento y las
creencias de personas de otras culturas con los patrones de los propios” (Kottack, 2007:
330). Esta es la visión del conquistador, quien al ver que el otro era diferente a él en
vestimenta, en el aspecto físico (fenotipo), creencias, entre otros elementos identitarios, era
inferior.

Neoliberalismo
“Revitalización del liberalismo clásico de Adam Smith, la idea de que los gobiernos no
deberían regular la empresa privada y que las fuerzas del libre mercado deberían regirlo
todo” (Kottack, 2007: 333).

Unidad 3 / Pág. 27
Identidad y Cultura

Fuentes de información
OBLIGATORIAS

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 Peña, F. (1992). De la ideología a la cultura. México: INAH.
 Salazar, E. (2017). Comprenderme y comprender al otro en el escenario social.
México: UNAM. [Documento preparado para la asignatura Identidad y Cultura.]

COMPLEMENTARIAS

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Identidad y Cultura

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Unidad 3 / Pág. 29
Identidad y cultura

UNIDAD 4: CONCEPTUALIZACIÓN DE LA
PENETRACIÓN Y EL CAMINO CULTURAL
Autora: Mtra. María Enriqueta Salazar Hernández

Introducción
Para todo ser humano es fundamental, como ser social, tener un grupo de pertenencia. La
cultura contribuye en esto, además de que da sentido y contenido a las relaciones sociales,
ayudando a construir la realidad social, la cual no es estática y va cambiando de acuerdo a
su circunstancia. Lo anterior nos hace únicos como pueblo e individuos.

Dentro de los procesos sociales que los pueblos transitan, los estudios antropológicos y
sociológicos nos señalan que en todas las culturas existen dos tendencias: la permanencia-
continuidad y el cambio-transformación permanente, que mediante la intensión se
determina el camino por el cual pasará dicha cultura. De acuerdo a lo anterior, en esta
unidad estudiaremos procesos importantes para comprender esas tendencias, a través del
estudio de conceptos como endoculturación, resistencia cultural, transculturación, difusión y
relativismo cultural, considerando que estos procesos se viven de forma cotidiana en
cualquier región del mundo.

La globalización y la migración son fenómenos que también han contribuido a explicar dichas
tendencias, que afectan a todos los pueblos; México no es la excepción. Ellas han provocado
grandes trasformaciones culturales; por ejemplo, los movimientos migratorios provocan la
trasformación de la cultura, de la comunidad de procedencia y la de acogida; el ejemplo más
claro se ha dado entre Estados Unidos de Norteamérica y nuestro país; así se expone esta
situación en una de las revistas digitales dirigidas a hispanos en los Estado Unidos: “Los
mexicanos han aportado a Estados Unidos mucho de sus tradiciones, desde su religión
católica que entró a este país antes que el protestantismo de los peregrinos europeos, hasta
la comida y la música, al igual que el arte chicano que se observa en los murales de Los
Ángeles y otras ciudades del suroeste” (Hernández, s. a.: 1); de ahí la importancia del
conocimiento y manejo de las variables sobre cultura.

Unidad 4/ Pág. 1
Identidad y cultura

Temario
1. Endoculturación y etnocentrismo
2. Difusión, transculturación y resistencia cultural
3. Relativismo cultural

Unidad 4/ Pág. 2
Identidad y cultura

1. ENDOCULTURACIÓN Y ETNOCENTRISMO

Objetivo del tema

 Analizar los procesos de endoculturación y etnocentrismo, a través de los factores


e instituciones que los propician, a fin comprender la importancia de permanencia
cultural y los problemas sociales surgidos en torno a dichos procesos.

Entendemos como endoculturación al proceso interno de educación de un grupo cultural,


que se da en una relación social de enseñanza-aprendizaje, consciente o inconsciente, con el
fin de crear las condiciones de convivencia en el marco de un orden establecido. La
endoculturación no es ajena a la idea general de que ninguna persona nace con cultura;
luego entonces, es necesario inculcarle todo lo relacionado a las herramientas culturales
construidas ex profeso, ya sea por medio de su explicación, en el mejor de los casos, o
programación, con el fin de que las personas puedan convivir dentro de un orden ya
establecido.

Corresponde a las generaciones pasadas guiar, orientar o moldear a las generaciones


nuevas en todo lo relacionado al sistema normativo en cuanto a usos, costumbres, valores y
símbolos.

En el contexto de instituciones sociales podríamos identificar a la familia, a la Iglesia y a la


escuela como los espacios idóneos de enculturación (las primeras en la esfera de la
educación informal y la segunda en la formal), ya que ellas se unifican en torno a un mismo
fin: la cohesión social; aunque cabe aclarar que es posible que para alcanzar dicho fin se
utilice la coerción.

Entonces, las generaciones predecesoras en edad y/o experiencia inculcan la ideología que
sostiene la idiosincrasia de sus usos y costumbres, para que las nuevas generaciones
comprendan qué actividades están o no permitidas; así es que los endoculturadores o
educadores indicarán a los educandos los cómo y/o cuándos, mismos que son necesarios
para ir marcando los límites de la normatividad cultural, la cual ha sido instituida tiempo
atrás por los miembros de la comunidad.

Dentro del análisis de la endoculturación no podemos pasar por alto la relación que surge
con el fenómeno del etnocentrismo, entendiendo por éste la propensión de ver la propia
cultura como la mejor; de ahí que las otras y ajenas serán calificadas, y por supuesto con
menos puntaje. Este contexto tiende a crear las condiciones para el conflicto cultural que de
alguna manera también anida en su seno la semilla del problema social.

Finalmente, a este complejo proceso se suma el fenómeno de la globalización, que junto con
los medios de comunicación tiene en su haber un peso importante en este contexto, de tal
manera que el papel endoculturador ya no es prerrogativa exclusiva de los actores internos
en el marco de la propia comunidad o sociedad. Esta situación la explica Bonfil (1989: 36,

Unidad 4/ Pág. 3
Identidad y cultura

citado en Pérez, 2013: 115) en los siguientes términos, que dependen del origen o fuente
del proceso:

•Resulta del proceso de configuración grupal del


individuo dentro de una realidad cultural
Céntrica
específica; en este sentido se encuentra lo
señalado en los párrafos anteriores.

•Como resultado del proceso de aculturación


colonialista; la variable determinante de
Periferialista
redefinición del sujeto es mediada por las
políticas del Estado-nación.

En síntesis, observamos que la endoculturación y el etnocentrismo tienen relación directa


con el poder que deriva en el control cultural, entendido como “la capacidad social de
decisión que tiene un grupo [por lo regular es el dominante] sobre los elementos culturales
(vistos como recursos) que son necesarios para formular y realizar un propósito social, la
cual tiene implícita una dimensión política” (Bonfil, 1989, citado en Pérez, 2013: 115).

Entonces, también la endoculturación, que surge en esferas político-sociales, donde el grupo


dominante encultura al grupo dominado, escenario del México profundo y el México
imaginario que Bonfil identificó para este país. Continuando con Bonfil, de dicha capacidad y
de las relaciones que establecen los grupos –dominantes y dominados– resultan diferentes
procesos culturales, que a su vez evidencian el tipo de relación entre ellos (cfr. Bonfil, 1989,
citado en Pérez, 2013: 115).

Autónoma: cuando el grupo mantiene tanto la capacidad de uso como la


del control de reproducción de sus elementos y procesos culturales.

Apropiada: cuando el grupo ya sólo mantiene el control de uso, pero no el


de la producción cultural.

Unidad 4/ Pág. 4
Identidad y cultura

Enajenada: cuando el grupo ha perdido el control, aunque por origen los


elementos culturales le sean propios, la decisión sobre ellos es expropiada.

Impuesta: aquí el grupo subalterno está en una situación en la se le ha


quitado toda capacidad de control, pues éste lo tiene el grupo cultural
dominante (cfr. Bonfil, 1989, citado en Pérez, 2013: 120).

Universalista: se refiere al proceso histórico del grupo, que no depende


directamente de las políticas del Estado–nación.

Es importante señalar que no se debe confundir generalidad con universalidad; una


generalidad es, por ejemplo, la familia nuclear y tradicional constituida por el padre, la
madre e hijos. Este es un grupo de parentesco general, pero no universal; esto se hace
evidente, al menos en dos situaciones: a) entre los pueblos originarios aún predomina la
familia extensa y b) las nuevas formas de constitución familiar, como las homoparentales,
entre otras, nos señalan que la familia nuclear tradicional es una expresión general porque
es más común, pero sin llegar a ser universal.

Otro ejemplo en el marco de pueblos originales y grupos étnicos, que ocurrió hasta el año
2000, es que en las fiestas patronales de la comunidad tzeltal de Betania, la figura del
musikero era central. Los instrumentos que no pueden faltar son la flauta, el tambor,
marimba, la guitarra y el acordeón. Con la llegada del servicio público de electricidad, sobre
todo a partir del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN),
los jóvenes buscaron introducir la guitarra y teclados eléctricos; al principio hubo resistencia
por parte de las autoridades religiosas, sobre todo por las implicaciones económicas; sin
embargo, los jóvenes fueron introduciendo poco a poco el gusto por los nuevos sonidos,
primero en los festejos particulares, como bodas; hoy en día ya son aceptados en el marco
de la festividad patronal. Estas situaciones son emblemáticas, y Kottack (2007) señala que
“las personas aprenden, interpretan y manipulan la misma regla de diferentes maneras –o
enfatizan diferentes reglas que encajan mejor con sus intereses–” (p. 49).

Recapitulando, vemos que la endoculturación o enculturación es un proceso de educación


interno, en el sentido de que se educa al miembro nuevo del grupo, quien no conoce la
cultura, para que pueda socializar. La endoculturación trae consigo el germen del
etnocentrismo, que es la propensión a considerar la propia cultura como la ideal, el modelo
a seguir y por lo tanto la mejor; en este sentido, los etnocéntricos juzgarán el
comportamiento y creencias de otras culturas, a partir de la propia; por ello, cuando el
etnocéntrico se encuentra ante el otro, de diferente cultura, tiende a emitir juicios de valor.

Esta situación presenta un reto cuando no se tolera lo diferente y se busca imponer una
visión por la fuerza, económica y/o militar. En naciones que han pasado por un proceso de
colonización y conquista esta orientación es muy común, sobre todo cuando los líderes
buscan dar continuidad al legado ideológico de los conquistadores. Las políticas
enculturadoras estarán enfocadas a difundir un modelo cultural que el grupo en el poder
considere mejor para la nación, configurando una identidad nacional, que no siempre

Unidad 4/ Pág. 5
Identidad y cultura

considera la diversidad de una nación y que puede llevar a situaciones de conflicto, en donde
la imposición y la resistencia sean la constante en las relaciones sociales. Este punto nos
será de ayuda a entender otros conceptos, como difusión, transculturación y resistencia, que
veremos en el siguiente apartado.

Unidad 4/ Pág. 6
Identidad y cultura

2. DIFUSIÓN, TRANSCULTURACIÓN Y RESISTENCIA


CULTURAL

Objetivo del tema

 Reconocer el proceso de difusión cultural –relacionado con fenómenos de


transculturación y resistencia–, a través de su definición, para la identificación y
comprensión de problemas sociales que afectan la convivencia y bienestar social.

Anticapitalistes. (s. f.). [Resistencia social] [fotografía e ilustración]. Tomadas de


http://www.anticapitalistes.net
Imagen 1. Resistencia
Imagen 2. Social

Vivir en sociedad nos exige convivencia y comunicación. La comunicación y convivencia


entre naciones ya se ha normalizado, y eso trae consecuencias de diversa índole, al grado
de contar con organismos supranacionales que en su momento puedan conciliar las
relaciones entre Estados-nación y posiblemente hacer alguna observación de situaciones
internas. Entonces, la socialización, el contacto con el otro, es innegable y necesaria. ¿De
qué manera? ¿Cuáles son sus consecuencias? Las categorías analíticas como difusión,
transculturación y resistencia serán el apoyo para dilucidar los fenómenos socioculturales
que están en toda sociedad que interactúa con otras sociedades.

El fenómeno de difusión es un proceso por medio del cual un grupo con determinada
identidad y cultura transmite a otro diferente –mediante diferentes vías– su cultura. Se
podría afirmar que como proceso, su consecuencia implica avanzar hacia la transculturación
o aculturación. El ejemplo más cercano es el de México, con la experiencia de la conquista.
No obstante, la difusión también puede ocurrir por estímulo. El término fue acuñado por
Kroeber, quien la describe como “la reinvención de un elemento trasmitido a través de una
barrera social o cultural, a fin de hacerlo congruente con los valores de la cultura receptora”
(citado en Rogers, 1995: 163).

Cuando nos referimos al fenómeno de difusión estamos hablando de un proceso, por medio
del cual un grupo con determinada identidad y cultura transmite a otro diferente y mediante

Unidad 4/ Pág. 7
Identidad y cultura

distintas vías su cultura. Kroeber lo describe como “la reinvención de un elemento trasmitido
a través de una barrera social o cultural, a fin de hacerlo congruente con los valores de la
cultura receptora” (citado en Rogers, 1995: 163). Se podría afirmar que ese proceso tiende
a avanzar hacia la transculturación o aculturación. Las experiencias históricas de conquista y
colonización crean las condiciones para que esta situación se lleve a cabo. Así fue como llegó
a México la religión católica y todo su sistema de creencias, donde algunas coincidieron con
cultos hacia otras deidades, como en el caso de Tonantzin y la Virgen de Guadalupe.

Un ejemplo es la fiesta en torno al Halloween. En la década de los años setenta, del siglo
XX, era poco usual, y se introdujo bien entre las reuniones exclusivamente para jóvenes,
donde la característica era ir vestido de negro. En la actualidad se han multiplicado las
reuniones; las escuelas –sobre todo las particulares– le tienen asignado un espacio junto con
el Día de Muertos. De esta manera, Día de Muertos y Halloween están en el mismo altar. El
estímulo puede provenir de diferentes direcciones y fenómenos: la globalización, la
migración, la resistencia generacional, y aunque el Halloween y muertos tienen su origen en
la agrovisión de los pueblos originarios, para la generación millennial (personas nacidas
después de la caída del Muro de Berlín y el sistema socialista, en 1989), la festividad del Día
de Muertos no tiene el mismo sentido que para sus antecesores. La oportunidad para el
cambio la da una realidad, con un presente y un futuro cada vez con menos certezas y más
incertidumbre.

Dicha generación nació en medio de crisis crónicas de la economía. El miedo y la violencia


son parte de su vida cotidiana; por ello prefieren lo lúdico, el anonimato del disfraz; es una
oportunidad para externar esa identidad individual, que está subsumida a la identidad social.
Las dos festividades dan pauta para identificar en el ambiente social una lucha generacional,
una que está en proceso de aculturación o transculturación y otra que se resiste al cambio.

Transculturación o aculturación

Aunque en estricto sentido Gonzalo Aguirre Beltrán señala que no es lo mismo


transculturación que aculturación, terminó por aceptarla al reconocer que se volvió muy
socorrida su utilización. Entonces entenderemos por transculturación (o aculturación) al
“fenómeno que resulta cuando grupos de individuos de culturas distintas entran en contacto
continuo y de primera mano, con cambios subsecuentes en los patrones culturales
originales, de uno o de ambos grupos” (Redfield, Linton y Herkovits, citados en Aguirre,
1957: 10).

A la definición anterior se agrega el complemento de Fortes, quien hace énfasis al contacto


entre las personas, especificando que “el contacto cultural no debe ser mirado sólo como la
transferencia de elementos de una cultura a otra, sino como un proceso continuo de
interacción entre grupos de diferentes culturas”, y que “Los individuos y las comunidades
son los que reaccionan ante el contacto, no las costumbres” (Fortes, citado en Aguirre,
1957: 12).

Para Fernando Ortiz (citado en Podetti, 2004: 14) la transculturación implica pérdida del
arraigo de una cultura precedente, “desculturación”, y la creación de nuevos fenómenos
culturales, es decir, “neoculturación”.

Unidad 4/ Pág. 8
Identidad y cultura

Entonces, para poder hablar de transculturación debemos poner atención a los sujetos y la
cultura que los ha formado. El fenómeno migratorio es un momento en donde los sujetos
tienen la oportunidad de desplegar y expresar aquello que les ha sido enculturado; sin
embargo, cada uno se comunica en sus propios códigos y se desenvuelve dentro de sus
parámetros culturales, por lo que ante un escenario de migración (donde un grupo entra en
contacto con otro, de diferente cultura), puede darse una situación en donde el conflicto se
haga presente y las relaciones no sean necesariamente tersas. El lenguaje juega un papel
importante; para que haya comunicación y entendimiento es necesario decodificar los
significados y símbolos que entraña aquél, lo que puede ser una barrea para la convivencia
pacífica y derivar en problemas sociales como la xenofobia.

Vimeo. (s. f.). [Transculturación] [ilustración]. Tomada de


http://i.vimeocdn.com/video/555109408_1280x720.jpg
Imagen 3. Transculturación

Existen diferentes vías y formas de transculturación. Eduard Spranger (citado en Ortiz,


2010) señala las siguientes:

Wikimedia. (s. f.). [Transculturación 2] [fotografía]. Tomada de


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4c/Placa_conme
morativa_de_la_inauguracion_de_la_Casa_Arabe_en_Madrid_%28Es
panna%29.jpg
Imagen 4. Transculturación 2

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Identidad y cultura

Colonización Recepción a distancia


Contacto entre las culturas, Este tipo de contacto, a diferencia
en donde uno de los grupos del anterior, no se origina en la
ocupa un territorio con la ocupación de un territorio, sino que
intención de implantar su se ejerce a distancia, a través de un
dominio político y explotar intercambio político o económico,
económicamente al grupo cuando el grupo originario adopta
dominado, como pasó en algunas formas de vida más
México, cuyas sociedades desarrolladas, conceptos o valores
pasaron de ser politeístas a culturales del grupo; por ejemplo, la
monoteístas, con el influencia de la cultrua
cristianismo. estadounidense en México.

Renacimiento Migración
Es el contacto con formas culturales ya Contacto que se produce en un país
desaparecidas del mismo pueblo o de mediante la afluencia de grupos
otro más antiguo, cuya cultura es humanos masivos pertenecientes a
tomada como modelo, recurriendo al otras culturas; por ejemplo, el
estudio y adopción de obras culturales, cambio en la alimentación
con el fin de integrar a la sociedad los estadounidense por la migración
valores de estas civilizaciones pasadas. mexicana, principalmente, que se ve
En el arte, las obras de Frida Kahlo o en el uso de platillos típicamente
los muralistas de la posrevolución dan a mexicanos, como el guacamole y los
la cultura prehispánica un lugar especial. tacos.

Resistencia cultural

Para abordar el tema de resistencia consideramos necesario aclarar que el concepto


proviene de la polemología, que se refiere al estudio científico de la guerra como fenómeno
social (Héau, 2007: 56). En este sentido se entiende como una acción militar frente a una
invasión, como la que han sufrido muchos países: México en guerra contra los franceses o
los estadounidenses, en los años 1839 y 1846, respectivamente. Héau (ibíd.) explica que
más adelante y haciendo un paralelismo, “el concepto se extendió y se aplicó en los
procesos de lucha de los campesinos en defensa de sus tierras y contra la hacienda. En este
caso la resistencia se entendía como un evento violento en el que participaba una
comunidad agredida en un momento particular de su historia. Y ya hacia la década de los
años 80 del siglo XX el concepto se amplió aún más al aplicarse también a discursos y
gestos –implícita o explícitamente impugnativos– de la vida cotidiana u ordinaria de los
subalternos. [En este contexto la resistencia también es vista] como una infrapolítica de los
desvalidos o también como el ‘arsenal de los pobres’ para su defensa frente a todo tipo de
poder” (ibíd.).

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Identidad y cultura

En un estudio de Héau (2007) sobre el fenómeno de resistencia en las obras de Scott y


Bonfil, señala que “para Scott, la acumulación de resistencias constituye un gran arrecife
donde puede encallar la nave del Estado, considerando que el poder provoca, por su solo
ejercicio, una contra respuesta entre los dominados, sin intervención explícita de alguna
organización política; mientras que para Bonfil la resistencia se organiza en un movimiento
político que debe permitir el surgimiento de una nueva nación multicultural” (p. 57).

Este último punto es especialmente importante, en el sentido del multiculturalismo


característico de un país como México, en donde el reto es hacer posible que emerja en los
hechos –y no sólo en la palabra alojada en un artículo constitucional– una nación
multicultural, para que no se sigan perpetuando y multiplicando situaciones que han
derivado en conflictos bélicos, como el que se vivió en México en el estado de Chiapas,
cuando un actor colectivo diverso (indígenas y mestizos) le declaró la guerra al gobierno
federal y estatal, demandando derechos que por ley les correspondían, en los siguientes
términos: “Nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así
poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin
importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin importarles que
no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni
alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras
autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y
nuestros hijos” (EZLN, 1993).

Otro ejemplo, en diferente contexto, se halla en donde se observa resistencia cultural, en el


espacio ideológico; un grupo busca imponer y mantener costumbres para salvar el sentido
de la comunidad. Nos referimos a la violencia de género; su máxima expresión es conocida
como feminicidio. Ocurre cuando una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer, por no
responder cabalmente a los valores asignados social y culturalmente a ella, y que debe
mantener, según la perspectiva dominante del patriarcado, a la que está obligada la mujer
dominada. En todo este contexto consideramos necesario recuperar a Foucault, que señala
que “donde hay poder hay resistencia” (Foucault, citado en Giraldo, 2006: 3).

Cuando hablamos de un rechazo a la penetración (intromisión) ajena de los rasgos o


patrones culturales, políticos e ideológicos, como una constante en la búsqueda de la
emancipación y la soberanía, hablamos de resistencia cultural, y se manifiesta en los
siguientes términos:

Resistencia cultural

Espacio Espacio
geográfico ideológico

Se busca defender el Se trata de salvar o


espacio o territorio de la restaurar el sentido de
intromisión externa. la comunidad o grupo.
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Identidad y cultura

3. RELATIVISMO CULTURAL

Objetivo del tema

 Analizar el relativismo cultural, a través de su concepto e indagando expresiones


culturales de diferentes grupos étnicos, para obtener una visión de tolerancia
ante la diversidad cultural.

La globalización ha propiciado relaciones económicas de interdependencia mundial,


principalmente en lo económico; sin embargo, lo social no puede sustraerse a tal fenómeno
global, sobre todo cuando los medios de comunicación han desempeñado un papel central;
se ha constatado que son un recurso que ha facilitado la difusión de ideas, saberes y
conocimiento, con ello la cultura, pero sobre todo la de quien tiene más recursos para
exponerla en ese escaparate virtual.

De esta forma, el encuentro con el otro y su cultura se generan de manera más expedita.
Los choques o encuentros culturales ya no surgen mediante las grandes expediciones de las
potencias económicas y militares; ahora se manifiestan por el medio virtual, donde la
computadora u ordenador es la llave para conocer el medio y a los pobladores que habitan el
planeta.

Las nuevas tecnologías proporcionan el camino para tener acceso al conocimiento, así como
para conocer otras formas de construcción social de su realidad, la cual responde a la visión
del mundo y a sus necesidades.

En dicha posibilidad de acercamiento las comparaciones son inevitables, lo que sirve para
refrendar el sentido de pertenencia, diferenciándonos de ese otro que aparece frente a la
pantalla. En el ejercicio identitario, la actitud etnocéntrica se presenta, a veces de manera
explícita, otras de manera velada. El relativismo cultural ha sido considerado como una
vacuna para ese etnocentrismo, que a lo largo de la historia, y aún hoy en día sigue
cobrando víctimas, pues ha servido para justificar crímenes de lesa humanidad, exterminar a
quienes tienen otro marco de referencia religioso y se catalogan como infieles, o bien los
genocidios, basados en la ideología de que la pureza de raza es lo mejor, y por ello se
recurre a la “limpieza étnica”, como ocurrió en la Alemania de Hitler o en los Balcanes, en el
conflicto serbio-croata.

El relativismo cultural es una postura que señala que todos los pueblos del mundo
construyen su cultura (marcos de referencia o patrones culturales), de acuerdo a su
cosmovisión, cosmogonía y sus necesidades; por lo mismo, no pueden ser homogéneos;
ante la diversidad, todas merecen ser respetadas, porque ninguna es mejor que otra.

No obstante, aunque tal visión es de gran ayuda para no juzgar otros patrones culturales a
partir de los propios –como se hace desde el etnocentrismo–, es preciso tener cuidado de no
caer en el extremo de permitir cualquier práctica; para ello, es necesario contar y considerar

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Identidad y cultura

los derechos humanos; es así que podremos hacer una crítica a esos usos y costumbres y
buscar un contrapeso para no propiciar ni etnocentrismo ni relativismo cultural extremo. Los
derechos humanos dan pauta para tener una perspectiva crítica, pues ellos “invocan un
ámbito de justicia y moralidad más allá y por encima de los países, las culturas y las
religiones particulares. Los derechos humanos, que se suelen ver como otorgados a los
individuos, incluyen el derecho a hablar libremente, a tener cualquier creencia religiosa y no
ser perseguido por ello, y a no ser asesinado, ni herido, ni esclavizado, ni a ser encarcelado
sin cargos” (Kottack, 2007: 329).

Al cuidar que se respeten los derechos humanos, al estudiar los fenómenos sociales desde el
relativismo cultural, nos permitirá acercarnos al otro, para conocerlo y respetarlo, no sólo
tolerarlo. Los derechos humanos dan la posibilidad de ser críticos y autocríticos, pues la
cultura no es sólo un asunto de los otros, también es de uno mismo.

Se ha señalado en varios espacios que en la Constitución Política de México se reconoce la


multiculturalidad de la nación. Esto es fundamental; ahora bien, ¿cómo hacer efectivos los
derechos que por ley les corresponden a todos los integrantes de esta nación? Hay más de
cincuenta etnias herederas de los pueblos originales que constituyen un aproximado del 10
% de la población; el otro 90 % está formado por mestizos y migrantes. El Estado y sus
instancias gubernamentales tienen un reto para hacer efectivos los derechos humanos del
100 % de la población, sin menoscabo de la diversidad cultural.

Se ha criticado al relativismo cultural por considerársele sólo un asunto de buena educación,


en el sentido de respetar cualquier forma de expresión cultural, así sea la castración
femenina entre algunos pueblos musulmanes. Ser políticamente correcto contribuye a
justificar el orden dado, aceptándolo como un designio y así mantener el statu quo. Por ello,
y para no caer en la simplicidad, consideramos que tener en cuenta los derechos humanos
crea la oportunidad para el cambio, para que se revisen aquellas normas, costumbres y
leyes que atenten contra la dignidad de la persona, sin importar su condición social, étnica,
religiosa y de cualquier otro elemento de su identidad.

El relativismo cultural, reforzado por los derechos humanos, propicia un ambiente social de
paz, con justicia social. Este es un reto donde el trabajador social deberá echar mano de las
herramientas de las diversas disciplinas que contribuyen a su formación profesional, para
poder actuar en esa realidad compleja y diversa.

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Identidad y cultura

Glosario
Asimilación
“El proceso del cambio que puede experimentar un grupo minoritario cuando se desplaza a
un país donde hay otra cultura dominante; la minoría es incorporada a la cultura dominante
hasta tal punto que ya no existe una unidad cultural separada” (Kottack, 2007: 328).

Derechos culturales
“Doctrina que considera que ciertos derechos recaen sobre grupos identificables como
minorías religiosas o étnicas y sociedades indígenas. Incluyen la capacidad de un grupo para
preservar su cultura, criar a sus niños de acuerdo con las formas de sus antepasados,
continuar utilizando su lengua, y no ser privados de su base económica por el Estado
nacional al que pertenezcan” (Kottack, 2007: 329).

Estratificación de género
“Distribución desigual de las recompensas (recursos socialmente valorados, poder, prestigio
y libertad personal) entre los hombres y las mujeres, y que refleja sus posiciones diferentes
en una jerarquía social” (Kottack, 2007: 330). Este concepto va de la mano con el de
patriarcado: “Sistema político regido por hombres en el que las mujeres tienen un status
social y político inferior, incluidos los derechos humanos básicos” (Kottack, 2007: 334). Los
problemas sociales derivados de lo anterior han llevado a movimientos sociales como el de
liberación femenina y posteriormente a los estudios con perspectiva de género, para tratar
de revertir la desigualdad entre hombres y mujeres. Ninguno es mejor ni peor, sólo
diferente.

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Identidad y cultura

Fuentes de información
OBLIGATORIAS

 Declaración Universal de los Derechos Humanos. (1948). Adoptada y proclamada por


la Asamblea General en su resolución 217 A (III). Consultado el 12 de diciembre de
2017 de http://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf
 EZLN, Comandancia General. (1993). Declaración de la Selva Lacandona. Consultado
el 7 de diciembre de 2017 de
http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1994/1993.htm
 Giraldo, D. R. (2006). Poder y resistencia en Michel Foucault. Consultado el 7 de
diciembre de 2017 de http://www.revistatabularasa.org/numero-4/giraldo.pdf
 Héau, C. (2007). Resistencia y/o revolución (pp. 55-72). Consultado el 24 de enero
de 2018 de http://www.culturayrs.org.mx/revista/num2/Heau.pdf
 Hernández, C. J. (s. f.). La comunidad mexicana en Estados Unidos. Presencia
histórica en el suroeste de la Unión Americana. Consultado el 12 de diciembre de
2017 de http://www.contactomagazine.com/articulos/mexicanoseneu.htm
 López, M. (2006). Identidad y cultura (pp. 90-118). México: ENTS-SUA-UNAM.
 Salazar, E. (2017). Conceptualización de la penetración y el cambio cultural. México:
UNAM. [Documento preparado para la asignatura Identidad y Cultura.]
 Socioantropología Médica - UNL. (2014). Migración y transculturalidad en salud.
Consultado el 16 de enero de 2018 de
http://socioantropologiamedicaunl.blogspot.mx/2014/02/normal-0-21-false-false-
false-es-x-none.html

COMPLEMENTARIAS

 Edwin, R. D. (2012). Antropología y género [presentación en Prezi basada en el


capítulo 9 de Phillip Kottack]. Consultado el 24 de enero de 2018 de
https://prezi.com/-hgwvyhprjy-/antropologia-y-genero-kottak-capitulo-9/
 Giraldo, D. R. (2006). Poder y resistencia en Michel Foucault. Consultado el 24 de
enero de 2018 de http://www.revistatabularasa.org/numero-4/giraldo.pdf
 Hernández, C. J. (s. f.). La comunidad mexicana en Estados Unidos. Presencia
histórica en el suroeste de la Unión Americana. Consultado de 24 de enero de 2018
de http://www.contactomagazine.com/articulos/mexicanoseneu.htm
 Kottack, C. P. (2007).Cultura. En Introducción a la antropología cultural. Espejo de la
humanidad (pp. 51-53) [Versión electrónica]. Madrid: McGraw-Hill. Consultado el 24
de enero de 2018 de https://iberocultura.files.wordpress.com/2011/05/s09-
kottak_ch_3.pdf
 Pérez, M. (2013). Guillermo Bonfil Batalla: aportaciones al pensamiento social
contemporáneo, Cuicuilco, 20(57), 115-136. Consultado el 24 de enero de 2018 de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
16592013000200006&lng=es&tlng=es
 Rogers. (1995). Kroeber: difusión. En Diccionario de antropología. Consultado el 24
de enero de 2018 de https://books.google.com.mx
 RT en Español. (20 de diciembre de 2016). Vírgenes juradas, hombres por necesidad.
Documental RT [Archivo de video]. Consultado el 24 de enero de 2018 de
https://youtu.be/sT-sK8uhK_k

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Identidad y cultura

Películas

 Annaud, J. J. (director). (1997). Siete años en el Tíbet [Largometraje]. Gran Bretaña-


Estados Unidos: Mandalay Entertainment.
 Mann, M. (director). (1992). El último de los mohicanos [Largometraje]. Estados
Unidos: 20th Century Fox.
 Nair, M. (director). (2001). La ceremonia [Largometraje]. India: Mirabai Films/Key
Films/Pandora Films/Paradis Films/USA Films Released.
 Roland, J. (director). (1986). La misión [Largometraje]. Reino Unido: Warner Bros.
 Tamahori, L. (director). (1994). Fuimos guerreros [Largometraje]. Nueva Zelanda:
Fine Line Features.

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