¿Demasiado Inteligente para Ser Feliz - Las Dificultades Del Adulto Superdotado en La Vida Cotidiana - Jeanne Siaud-Facchin

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Neurofisiología de la Escritura.

Neurofisiología, Neuronas y Relación Escritura-Conducta.

Ed: 27/12/2012
Instituto de Técnicas Neuroescriturales INGPEC.
Evelyn I. Aguilera Arce.
3.- Neurofisiología de la Escritura.
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I.- NEUROFISIOLOGÍA DE LA ESCRITURA.

La escritura es el resultado de una integración neuromuscular y la coordinación visomotora, que


permite fijar los signos gráficos en un soporte.
La escritura, si bien, es un acto voluntario, al quedar automat izada, implica ser el resultado de una
act ividad cerebral que abarca determinadas funciones interrelacionadas entre sí.
Alexander Romanovich Luria, neuropsicólogo ruso, explica a propósito de una serie de
investigaciones relat ivas a la topografía y plast icidad cerebral, que para poder escribir, es necesario
un alto grado de especialización hemisférica, que permita la integración táct ilo-cinestésica, en
función de poder plasmar la escritura. Para poderlo comprender adecuadamente, racionalicemos el
criterio: “táct ilo”, se refiere al sent ido del tacto implicado en el acto escritural y “cinestesia”,
corresponde a las sensaciones que se trasmiten cont inuamente desde todos los puntos del cuerpo al
centro nervioso de las aferencias sensoriales, la cual abarca dos t ipos de sensibilidad: la propiamente
visceral "interocept iva" y la sensibilidad "propiocept iva" o postural, cuyo asiento periférico está
situado en las art iculaciones y los músculos y cuya función consiste en regular el equilibrio y las
acciones voluntarias coordinadas, necesarias para llevar a cabo cualquier desplazamiento del

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cuerpo. Por tanto, cuando Luria hace mención a la integración táct ilo-cinestésica, se refiere a una
mancomunión equilibrada de sensaciones-acciones, plasmadas a través del tacto en un soporte.
Para Alexander Luria, las funciones psicológicas superiores tales como el lenguaje, el pensamiento y
la memoria, entre varias, no están localizadas en un área circunscrita del cerebro, sino que están
formadas por múlt iples áreas cerebrales de funcionamiento variable y polifuncionales. Esto significa
que ninguna estructura del Sistema Nervioso Central es responsable de una sola función, sino que
cada una está involucrada en varios sistemas funcionales y puede ser responsable del rendimiento
de varias tareas.
Conforme a esta tesis aceptada y validada mundialmente, se expone a cont inuación la part icipación
de cada zona cort ical en la acción escrituraria.

FUNCIÓN DEL LÓBULO FRONTAL:

Los lóbulos frontales son un área de la corteza cerebral, localizados al frente de cada hemisferio
cerebral.
Se consideran el centro de control de la personalidad, por cuanto, están encargados de los procesos
mentales superiores, como el razonamiento y la abstracción, así como también de las “Funciones
Ejecut ivas”, aquellas que nos permiten dirigir nuestra conducta hacia un fin y comprenden la
atención, planificación, secuenciación y reorientación sobre nuestros actos. Todo aquello permite
habilidades cognit ivas como la ant icipación y el establecimiento de metas, la formación de planes y
programas, el inicio de las act ividades y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y la
habilidad de llevarlas a cabo eficientemente.

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Se ha descubierto que estos lóbulos están vinculados a los movimientos finos y a la fuerza de los
brazos, de las manos, y de los dedos. Por esa razón, las disfunciones de esta zona, pueden permit ir la
pérdida de motricidad fina y media, así como de los movimientos espontáneos.
Siguiendo en la línea motriz, los lóbulos frontales, son part icipantes directos en la correlación
compleja de movimientos del cuerpo.
A modo de síntesis, el lóbulo frontal permite:
 La toma de conciencia.
 El inicio de act ividades.
 Solución de problemas.
 Control emocional.
 Control del lenguaje expresivo.
 Asignar significados a las palabras.
 La comprensión de asociaciones de palabras.
 La memorización de los hábitos y act ividades motoras.
Por lo anterior, esta zona t iene directa incidencia en el acto escriturario:
 Por la correlación que debe hacer el ser humano entre la forma de las letras y la escritura de las
mismas.
 Por la ejecución de los movimientos de las extremidades superiores.
 Por la motricidad media y fina, necesaria para escribir y dibujar.
 Por la complejidad de movimientos interconectados, involucrados en el acto espontáneo de
escribir.

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FUNCIÓN DEL LÓBULO TEMPORAL:

Esta zona es la encargada de analizar los datos acúst icos y verbales que están involucrados en
procesos como leer, hablar o pensar. Se encuentra en este lóbulo, el centro del lenguaje hablado.

El lóbulo temporal permite:


 La posibilidad de oír.
 La memoria a corto plazo y en parte, la memoria a largo plazo.
 La categorización de objetos.
 La atención select iva de lo que vemos y oímos.

Por lo anterior, esta zona t iene directa incidencia en el acto escriturario:


 Por la correlación existente entre los fonemas y las letras.
 Por la memorización de las letras.
 Por la categorización sintáct ica y gramat ical.

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FUNCIÓN DEL LÓBULO PARIETAL:

Esta zona se encuentra encargada de la coordinación ojo/mano, de la organización espacial y de la


síntesis sincrónica.
Durante el acto de escribir, esta área coordina la entrada de datos desde los lóbulos temporal y
occipital, lo cual permite integrar la dicción visual y mental de las palabras y letras al t iempo que se
escribe.

El lóbulo parietal permite:


 La atención visual.
 La percepción táct il.
 Los movimientos voluntarios dirigidos a una meta.
 La manipulación de objetos.
 La integración de diversos sent idos que permiten entender un sólo concepto.
 Localizar las palabras en la escritura.
 El desarrollo del dibujo.

Por lo anterior, esta zona t iene directa incidencia en el acto escriturario:


 Por la capacidad para escribir una idea preconcebida, dictada o visualizada.
 Por la capacidad de aprender a escribir con ejercicios voluntarios.
 Por la capacidad para hacer uso de instrumentos, como el lápiz; para escribir o dibujar.

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FUNCIÓN DEL LÓBULO OCCIPITAL:

Esta zona es la encargada de la proyección de todos los datos visuales.


El mecanismo de visualización de las letras, ya sea a través de la dinámica mental o física, se realiza
en esta área del cerebro.

Por lo anterior, esta zona t iene directa incidencia en el acto escriturario:


 Por la visualización de las letras antes de ejecutarlas.

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II.- DINÁMICA NEURONAL EN EL ACTO ESCRITURARIO.

El cerebro humano está formado por miles de millones de neuronas. Cada una t iene un cuerpo,
axón, y muchas dendritas. El cuerpo de las células cont iene un núcleo, que controla las act ividades
de toda la célula y de varias otras estructuras que cumplen funciones específicas. El axón, que es
mucho más angosto que un cabello humano, se expande hacia el exterior del cuerpo de la célula y
transmite mensajes a otras neuronas. A veces, los mensajes t ienen que desplazarse grandes
distancias. Las dendritas también se ramifican o ext ienden del cuerpo de las células. Reciben
mensajes de los axones de otras células nerviosas. Cada célula nerviosa está conectada a miles de
otras células nerviosas a través de sus axones y dendritas. Las neuronas están rodeadas por las
células gliales, que las apoyan, protegen y nutren.
Los grupos de neuronas en el cerebro tienen trabajos especiales. Por ejemplo, algunos se relacionan
con el pensamiento, el aprendizaje y la memoria. Otros se encargan de la recepción de la
información sensorial. Otros se comunican con los músculos, estimulándolos a la acción.
Son varios los procesos que t ienen que funcionar en conjunto y sin tropiezos para que las neuronas
sobrevivan y permanezcan saludables. Estos procesos son la comunicación, el metabolismo y la
reparación.
El cerebro, centro motor de nuestras act ividades sensitivas y motoras, es el gestor del impulso
gráfico. La zona motora ubicada en la corteza del cerebro, se encarga de emit ir los impulsos

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electroquímicos destinados a la act ividad muscular.


En la corteza existe un tipo de célula, llamadas "Piramidales", las cuales son elementos clave en el
mecanismo de enlace global de la percepción sensorial, proceso mediante el cual, el cerebro integra
simultáneamente la información procesada en dist intas áreas cort icales para producir una
percepción unificada, cont inua y coherente. De este grupo de células existe un sub grupo
denominado "Grandes Células Piramidales", éstas al excitarse por algún estímulo, elaboran una
orden de movimiento. Esta orden es transmit ida a células motoras, las que a su vez envían la orden
de movimiento al músculo relacionado (en este caso los músculos que permiten la ejecución de la
escritura).

Conforme a lo anterior, se explica que los estímulos antes mencionados, pueden ser entre otros, los
fenómenos psicológicos conscientes e inconscientes o estímulos externos, los cuales van
acompañados de una repercusión fisiológica, la que se proyecta en el escrito mismo. De esta forma
se explica que si el sujeto está vivenciando situaciones de carácter conflict ivo, necesariamente,
según este mecanismo, se dejará ver mediante la escritura, el reflejo de aquello.

Lo explicado en este punto deja en evidencia que el acto de escribir no es un hecho al azar sino que
es el resultado de la interrelación de todas las áreas cort icales del cerebro.

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III.- RELACIÓN ENTRE ESCRITURA Y CONDUCTA.

El acto de escribir corresponde a una dinámica neuromotora, con directrices netamente


neurológicas.
Los impulsos eléctro-químicos desencadenados por las neuronas, vehiculizan a través del brazo,
codo, antebrazo y mano el mandato de proyección escritural sobre el espacio gráfico. En este
proceso, influyen de manera decisiva las glándulas endocrinas, destinadas a regular el equilibrio
bioquímico del organismo; estado que incide directamente en el funcionamiento sinápt ico del
cerebro y conductual del sujeto.
Lo anterior es coincidente con los estudios efectuados por Wilhelm Preyer, Médico y Catedrát ico de
Anatomía y Fisiología de la Universidad de Jena. Se encargó de analizar las leyes de la
espontaneidad, del ritmo y del movimiento, elaborando una autént ica anatomofisiología del
grafismo. En el año 1895, descubre que la escritura emana del cerebro y que un escrito t iene forma
similar, aunque se realice con diferentes partes del cuerpo (manos, pies, boca). Esta temát ica fue
tratada en profundidad en su libro " Psychologie des Schreibens". La conclusión de su investigación
advertía que la escritura no sólo es un acto motriz, sino que existe uno o varios factores psicológicos
que condicionan al sujeto a escribir de una forma única e irrepet ible.

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Las investigaciones de Preyer, siguen siendo corroboradas en la actualidad, considerándose como


válida la premisa de que tanto las manos como los pies y la boca, son sólo instrumentos de la mente
cuando escribimos, de lo cual es posible observar su evidencia en persona víct imas de
cercenamiento de sus extremidades superiores que han sido rehabilitadas.
De esto trató también el Dr. Georg Meyer de Alemania. Ident ificó a finales del siglo XIX y principios
del XX, lo que sucedía en el cerebro durante la act ividad escritural. Observó que las redes nerviosas
que incitaban a los músculos a trabajar, eran las mismas que le permitían al sujeto caminar o correr.
Logró verificar una mímica part icular de la acción motriz, las cuales, registran las influencias de la
mente inconsciente.

Más actual, hacia el año 1957, el psiquiatra español Dr. Emilio Mira y López, en su “Tratado de
Psiquiatría” explica con sus palabras el principio de miokinesis, el cual, es una propuesta actualizada
de lo declarado antaño por Meyer. “ El espacio psicológico no es neutro. Todo movimiento adquiere
en él, además de su efecto mecánico, una significación part icular, de acuerdo con su dirección
vectorial (por ejemplo, en la cultura occidental, los movimientos en la dirección de izquierda a
derecha, de abajo hacia arriba o de adentro hacia afuera (con respecto al cuerpo de quien los
ejecuta) adquieren una tonalidad "progresiva", en tanto que los efectuados en las respect ivas
direcciones inversas parecen tener una significación regresiva. De otra parte, toda act ividad mental
considerada desde un punto de vista objet ivo es una sucesión de actos que se desarrollan sobre
plataformas act itudinales previamente formadas; así, cada cambio de conducta implica también un
cambio de las tensiones musculares y altera su fórmula de equilibrio. Por tanto: el desequilibrio
psíquico y el desequilibrio miokinét ico son dos aspectos extremos de un mismo proceso individual y
por consiguiente es posible hacer inferencias recíprocas a part ir de cualquiera de ellos. Las
perturbaciones de las tensiones psíquicas se expresan en el dominio de los movimientos musculares,
pudiendo ser evidenciadas siempre que se consiga eliminar la acción correctora —momentánea y
voluntaria— del sujeto”.

Mira y López crea el test llamado Psicodiagnóst ico Miokinét ico (PMK-R), basado en el principio de
Miokinesis. “Se trata de una prueba o react ivo mental, de expresión gráfica, que se propone
detectar lo que se puede llamar la "fórmula act itudinal" del individuo con ella examinado, o, si se
quiere usar un término más expresivo pero menos exacto, "su esqueleto psíquico", o sea: sus

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tendencias fundamentales de reacción, constituyentes de sus peculiaridades temperamentales y


caracteriales”

Como conclusión, toda acción motriz, lleva implícito el formato act itudinal-conductual de las
personas.

Esta tesis, también conocida como “personalidad motora”, ha permit ido que en la actualidad estén
apareciendo diferentes formas de diagnóst ico, basados en el análisis motriz de los individuos.

Por su parte y de manera complementaria a lo anterior, Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis,
define el mecanismo de Proyección como la exteriorización de un proceso interno que el sujeto no
siempre puede controlar conscientemente. Introdujo en la psicología moderna el estudio del
simbolismo y explorando en el inconsciente pudo explicar y establecer leyes. La que t iene directa
relación con la grafología es la Ley de Traducción, ésta establece que el subconsciente traduce en
símbolos y luego en imágenes visuales, todos aquellos elementos de la psiquis que residen en la
profundidad de nuestra alma.

En efecto, las técnicas proyect ivas son instrumentos que proponen uno o varios estímulos, los
cuales, pueden provocar una variedad de respuestas subjet ivas ricas en contenido; plantean una
mult iplicidad dimensional de análisis y reportan datos significat ivos del sujeto a través de cada
proyección, expresando de modo part icular su forma de contactarse con su yo interno y con la
realidad externa.

En el contexto grafológico, el estímulo es la hoja blanca, elemento que incita al sujeto a administrar
a su entero arbitrio el espacio, volcando en éste, lo que desea manifestar. Acto seguido, el analista
deberá decodificar el simbolismo de lo escrito y lo no escrito, tal que, obtenga información
coherente de la personalidad del sujeto.

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BIBLIOGRAFÍA .

Aguilera Arce, Evelyn I (2011). Sistema Neuroescritural: Una nueva forma de hacer grafología. INIE
Editores. Sant iago de Chile.

Christensen, AL (1987). El diagnóst ico neuropsicológico de Luria. Ed.Aprendizaje-Visor.

Mira y López, E (1957). Psicodiagnóst ico Miokinét ico. Editorial Paidós. España.

Raibert, Marc (1977). Motor Control and Learning by the state space model: Technical report N° A1-TR-
439. Cambridge, MA: Art ificial Intelligence Laboratory, Massachusetts Inst itute of Technology.

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