Femicidio A La Luza Del Ordenamiento Jurídico Venezolano

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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO


VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

EL FEMICIDIO A LA LUZ DEL ORDENAMIENTO


JURÍDICO VENEZOLANO

Autor:
Samir E. Castiilo P.
C.I V-14.131.546
Abog. Néstor Barrios
C.I V-16.660.10

BARQUISIMETO, MAYO DE 2020

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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO


VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

EL FEMICIDIO A LA LUZ DEL ORDENAMIENTO


JURÍDICO VENEZOLANO
Trabajo presentado como requisito para optar al Título de Abogado

Autor:
Samir E. Castiilo P.
C.I V-14.131.546
Abog. Néstor Barrios
C.I V-16.660.101

BARQUISIMETO, MAYO DEL 2020


iii

INDICE GENERAL

p.p
ÍNDICE…………………………………………………………………………. iii
AGRADECIMIENTO…………………………………………………………... iv
RESUMEN…..…………………………………………………………………. v
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… 1
CAPÍTULO…………………..
I DESCRIPCIÓN DEL TEMA EN ESTUDIO
Planteamiento del Problema……………………………..…… 3
Objetivos de la Investigación…………………………….…… 9
Objetivos específicos………………….……………………….. 10
Justificación……………………….…..………………………… 10
Orientación Metodológica.……………………………………. 12
Naturaleza de la Investigación………………………………… 13
Diseño de Investigación……………………………………….. 14
Técnicas de Recolección de Información…………………… 15
Técnica de análisis de resultados……………………………. 16
II REFERENCIAL TEÓRICO QUE SUSTENTA LA INVESTIGACIÓN
Estudios previos………..……………………………………….. 18
Orientaciones Históricas de la Investigación………………… 18
Referencias Previas de la Investigación.…………………….. 24
Orientaciones Jurisprudenciales de la Investigación.………. 28
Basamento teórico referencial………………………………… 36
Definición de Términos Básicos………………………………. 44
Desarrollo e interpretación de Resultados…………………… 46
Reflexiones finales……………………………………………… 59
III CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES…………………….. 62
REFERENCIAS………………………………………………………… 68

iii
iv

Agradecimiento

A Dios Padre, por beneficiarme con la tenacidad y la constancia en aras de


mi superación personal.
A mi Padre, que desde el cielo me bendice y me guía en cada una de las
metas que me propongo
A mi madre, de manera muy especial, por enseñarme el valor del trabajo y la
responsabilidad.
A mis hermanos, por ser mi ejemplo a seguir y pilar fundamental en los
momentos difíciles que surgieron para la consolidación de este logro.
A mis tías, de manera especial a mi tía Gaudys, por su apoyo incondicional y
constantes enseñanzas.
A Arelis, mi compañera de vida, un Dios le pague por apoyarme para
consolidar esta meta.
A Yuly, por su acompañamiento y dedicación durante el desarrollo de esta
investigación. propuesta
A mi tutor, profesor Néstor Barrios, por su asesoría y colaboración en la
materialización de la este trabajo.
A la Universidad Fermín Toro por permitirme crecer profesionalmente.
A todos aquellos de una u otra manera aportaron su granito de arena en la
consolidación de esta meta.

Mil gracias
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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO


VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD CIENCIAS JURÍDICAS
ESCUELA DE DERECHO

EL FEMICIDIO A LA LUZ DEL ORDENAMIENTO JURIDICO


VENEZOLANO

Autor: Samir Emiro Castillo


Cédula de identidad:
Tutor: Abog. Néstor Barrios
Año: 2020

RESUMEN

El fenómeno de la violencia doméstica contra mujeres, persiste en ser un


fenómeno cada vez más repetido; por ello, el Estado venezolano ha
reconocido la gravedad de la violencia contra la mujer impulsando acciones,
especialmente de índole legislativo y administrativo, para determinar un tipo
penal autónomo con características y especificaciones típicas distintas al
delito básico de homicidio, a lo que se ha denominado femicidio; por este
hecho, el objetivo de la investigación fue Analizar el femicidio a la luz del
ordenamiento jurídico venezolano considerando la manera en que se
presenta, así como las implicaciones legales y efectos que se desprenden
de su inclusión como delito en la legislación nacional. La presente
investigación estuvo enmarcada en un estudio del tipo documental, basado
en la búsqueda, recuperación análisis, critica e interpretación de datos
secundarios, con apoyo en el diseño no experimental, por cuanto se
observa el fenómeno tal cual se presenta sin introducir cambios; a su vez, se
adapta al nivel Descriptivo porque intenta una caracterización del fenómeno
investigado; las técnicas empleadas para la recolección de datos fue el
acopio de fuentes secundarias, aplicando mecanismos de análisis. En
función de ello, el análisis documental fue la interpretación relacionada con
el femicidio, mediante las cuales se infirió la imperiosa necesidad de la
revisión del articulado de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres
a una Vida Libre de Violencia, para hacer efectivo el novedoso delito
femicidio, el cual parece estar aún a espaldas del Código Penal, causando
ambigüedades en los encargados de administrar justicia para la
determinación del hecho punible.
Descriptores: mujer- femicidio- ordenamiento – jurídico- delito
INTRODUCCIÓN

Siguiendo la tendencia mundial, la legislación sobre violencia


doméstica de América Latina ha logrado codificar la violencia doméstica
como un delito penal; la perpetración de crímenes que impliquen violencia
por parte de un compañero íntimo, constituye una circunstancia agravante
que aumenta las penas aplicadas a dichos crímenes. Este paso hacia la
penalización de la violencia doméstica puede ser interpretado como una
iniciativa exitosa de influir en la legislación de sus países.
Este fenómeno en expansión ocasionó que en Venezuela la más
reciente reforma de la Ley de violencia de género de Venezuela incluyera un
nuevo artículo denominado Femicidio; así como otro nuevo artículo referido a
la Inducción o ayuda al suicidio de la mujer; caracterizándose este fenómeno
un conjunto de hechos violentos, misóginos contra las mujeres, que no solo
atentan contra su seguridad e integridad personal, sino que degeneran en su
muerte.
En este sentido, el abordaje normativo del femicidio es el hecho que
motiva el estudio de orden documental, centrada en la recopilación, revisión,
clasificación y análisis de las fuentes documentales escritas que den cuenta
del Femicidio a la luz del ordenamiento jurídico venezolano; que decantó en
las interpretaciones como manera excelsa de la acción cualitativa para la
determinación de sus aciertos, desaciertos, presentados en los hallazgos.
En función del tipo de investigación y siguiendo las normativas
establecidas para la elaboración de trabajos de grado de la Universidad
Fermín Toro, se estructuró el estudio en tres capítulos; a decir:
Capítulo I.- Momento lógico de la investigación donde se plantea la
situación problemática, objetivos de la investigación, justificación e
importancia; así como también se expuso la vía metodológica que
corresponde para el logro de los objetivos propuestos.

1
2

Capítulo II. En esta sección, se expone el marco referencial;


aproximaciones teóricas, estudios previos sobre el fenómeno que ocupa la
investigación. Al igual que el basamento legal sobre la cual se fundamenta,
más aún, en este caso, donde se aborda un problema que involucra la
legislación venezolana.
Capítulo III.- En esta sección se presentan los hallazgos de la
investigación; donde se explanan las interpretaciones, producto de las
inferencias, generalizaciones y contrastación de posiciones teóricas. En
suma, las posturas desde diferentes aristas que conllevan a un hecho
neurálgico que apunta a que el Estado ha reconocido la gravedad de la
violencia perpetrada domésticamente contra la mujer en el ordenamiento
jurídico venezolano, impulsando acciones pertinentes; no obstante, en la
realidad de litigios presentados se ha dejado en evidencia la brecha entre la
Ley que la contempla y las que la complementan.
CAPITULO I

Descripción del Tema de Estudio

Las mujeres son creadoras de las civilizaciones material, espiritual, y


una fuerza importante que promueve el desarrollo y el progreso de la
sociedad, en efecto, sin ellas no existiría la humanidad, ni la sociedad. La
historia permite avizorar como la liberación y el progreso de las mujeres, ha
conllevado a la par la liberación y el progreso de la humanidad.
Sin embargo, se tiene por hecho que en muchos territorios del planeta
las mujeres continúan padeciendo todo tipo de abusos; a propósito de ello, la
fundación de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y la
aprobación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, cada paso en la causa de las mujeres ha
contribuido al progreso de la civilización humana; Xi Jinping (2015) destaca:

Los hombres y las mujeres compartimos un mismo mundo. Una


sociedad con menos discriminación o prejuicio contra las mujeres
es, a menudo, más inclusiva y dinámica. Debemos erradicar todas
las formas de violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia
doméstica. Debemos enfocarnos en la equidad de género y
descartar las mentalidades retrógradas y las costumbres que
inhiben el desarrollo de las mujeres. Valoro la iniciativa "Él para
Ella" del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y espero
que más hombres se unan a ella (p.4).
Particularmente, en América Latina específicamente, se tiene un
referente en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las Mujeres en 1994, América Latina ha
avanzado en el tema de una manera acelerada, incorporando la tipificación
de femicidio en sus normativas legales, dejando claros los tipos de violencia
contra la mujer y estableciendo su derecho a vivir una vida libre de violencia.
Es de resaltar, que en el año 2007, Costa Rica y Venezuela fueron los

3
4

primeros países en establecer una ley específica para sancionar las muertes
violentas de mujeres; siguiendo a Sánchez (2018):

Este efecto se transporto y al momento 31 países de América


Latina y el Caribe, tienen políticas de protección hacia la mujer,
15 ya tienen legislaciones específicas contra el feminicidio -
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,
Perú, República Dominicana y Venezuela - y un país de la región
(Argentina) tiene una ley de homicidio agravado por cuestiones
de género. En 2016 hubo un crecimiento del 20% en la creación
de normativas.
Lo alarmante es, que pese a los logros que en materia legal se han
alcanzado, el problema no presenta cambios positivos, pues el número de
feminicidios ha seguido en aumento; Gil (2018) hace alusión al informe de la
Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres (ONU-Mujeres)
donde revela que “América Latina y el Caribe es la región del mundo con
mayores índices de violencia contra la mujer, señalando que 14 de los 25
países con mayor tasa de femicidios en el mundo” (p.21).

A la par de ello, desde 2012 la Comisión Interamericana de Mujeres


(CIM) advertía que en América Latina los femicidios alcanzaban niveles
cercanos a los de pandemia, al punto que en 2016 se contabilizaron un
aproximado de 1998 feminicidios en 17 países de América Latina y el Caribe.
En este particular, se contempla al femicidio como un delito, estableciéndose
en las legislaciones que cuando estos abusos se convierten en actos
violentos que conducen al asesinato se trata de un fenómeno conocido como
femicidio.

Parafraseando a Gil (2019) el uso de términos femicidio/feminicidio se


ha generalizado, en algunos países ambos términos se usan de manera
indiferenciada, en otros el feminicidio adquiere un vínculo político que
conduce hacia la responsabilidad del Estado y entrevé condiciones como la
impunidad, la denegación de justicia, que agudizan este fenómeno. No
5

obstante, las diferencias en cuanto al uso indistinto de esta figura, refiere


principalmente a la muerte de una mujer por el solo hecho de ser mujer,
como consecuencia de relaciones disímiles de poder, principalmente a
manos de sus parejas, ex parejas, familiares, acosadores y agresores
sexuales, principalmente.

En este orden de ideas, la igualdad de género, como indicador de


lucha contra el delito del femicidio es hoy día uno de los 17 Objetivos de
Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas hacia el 2030, y está
considerado como un objetivo transversal a todo el resto de propósitos y
metas; Gil (2019) refiere:

Desde la década de los 90 del siglo XX, el desarrollo conceptual


de los derechos de la mujer relacionados con la violencia de
género, ha ganado grandes avances que no solo han generado
transformaciones jurídicas importantes, sino una serie de
instrumentos internacionales que reconocen y obligan a los
Estados a actuar contra la desigualdad y el femicidio/feminicidio
como su expresión extrema, como una realidad social que viven
las mujeres desde su condición sexual y de género (p.18).
Ahora bien, mientras esto se perfila como una meta a largo plazo, la
mujer continúa siendo víctima de este delito cuyo móvil principal se
encuentra en las pasiones, emociones negativas contra la mujer, y algunos
de orden económico o patrimonial; otra causa se halla en la cultura, donde
puede encontrarse un elevado índice de tolerancia hacia la violencia contra
las mujeres y las niñas, en muchos casos tomada sin mayor relevancia en
los medios de comunicación y hasta en la religión, lo que permite observar
como vestigios de violencia se produzcan; vale decir, se trata de patrones
culturales patriarcales con profundas raíces históricas, haciendo las
relaciones menos asimétricas en contextos de desventaja social.

En Venezuela, lamentablemente la violencia doméstica contra


mujeres, persiste en ser un fenómeno cada vez más repetido y
preocupantemente agravado, a propósito de ello, el Estado venezolano ha
6

reconocido la gravedad de la violencia contra la mujer impulsando acciones,


especialmente de índole legislativo y administrativo orientadas a garantizar
el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, que apuntaron a
la tesis de considerar el delito de femicidio .

Bajo esta circunstancia, el femicidio ameritó ser contemplado desde


una perspectiva más allá del hecho homicida, pues su resultado material
comprende otros muchos contextos que también suponen un atentado
contra el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia,
desencadenando por vía de consecuencia, en la muerte de la mujer, esto
incluye secuestros, torturas, mutilaciones, violaciones y explotación sexual,
especialmente.

Como lo expone Jurado (2010) “un tipo penal autónomo con


características y especificaciones típicas distintas al delito básico de
homicidio, que se aleje de la visión retrograda de considerar al “Homicidio de
una mujer” como una simple circunstancia agravante de un precepto
normativo base” (p.8). Normativamente, la suscripción de Venezuela a
convenios internacionales estuvo rezagada por mucho tiempo frente a la
ausencia de instancias jurídicas y mecanismos legales que aletargaron y
dejaron inadvertidos delitos de femicidio.

Sin embargo, a partir del año 2007 el país avanza en las resoluciones
suscritas en la "Convención de Belém do Pará, entrando en vigencia la Ley
Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia
(LODMVLV), la cual sufrió una reforma en noviembre del año 2014; resalta
Sánchez (2018)

Dentro de los cambios más emblemáticos se encuentran la


descripción de 21 tipos de violencia en los que se suman los
términos “feminicidio e inducción al suicidio” (Art.15), la tipificación
y sanción del femicidio como un tipo de violencia penal y
autónoma (Art.57 y 58) y la tipificación y sanción de la inducción al
suicidio (Art.59), así como la creación de Tribunales de Violencia
7

Contra la Mujer – actualmente, "Tribunales en Materia de Delitos


de Violencia Contra la Mujer" - como órganos especializados en
justicia de género. Todas, propuestas innovadoras que buscan
saldar la deuda histórica del Estado venezolano con las mujeres
que por años han sido invisibilizadas por el ordenamiento jurídico
Al igual, con estas iniciativas legales, Venezuela pasa a formar parte
de los países latinoamericanos que ya consideran el homicidio de una mujer
como feminicidio, penalizándolo con 15 y 30 años de prisión dependiendo
del caso en que se presente. Pero, pese a los intentos de proteger a la mujer
en Venezuela, existe una inconsistencia en el ordenamiento jurídico donde
puede reseñarse el hecho de tener un Código Civil (1982), donde la mujer
no aparece ni en igualdad ni en equidad, respecto a la postura del hombre
en la sociedad.

A la par de ello, el Código Penal, donde aún se contempla el


matrimonio como eximente o atenuante del delito de violación o abuso
sexual (artículo 393); el engranaje de estos instrumentos legales, surte como
condición necesaria para unificar los procesos de atención y manejo de los
casos en cada órgano receptor de denuncias; por lo tanto, las dificultades,
además de un contexto normativo coincidente en los propósitos, reside
también en la desinformación, sensibilización y especialización de los
funcionarios, y la comprensión clara de cuáles son las características de la
violencia que termina en la muerte de una mujer.

Anexo a lo expuesto, son causales de la incongruencia entre la teoría y


práctica respecto al feminicidio la falta de capacitación y sensibilización de
los funcionarios receptores de denuncias, así como la excesiva
burocratización en los trámites que conllevan al retardo en los procesos y la
aplicación de medidas de protección, generándose impunidad; también la
incorrecta información que por los medios se difunde en cuanto a
caracterizar el femicidio como crímenes pasionales en su mayoría.
8

Lo anteriormente expuesto, trae consecuencias como el


recrudecimiento de actos violentos que degeneran en el femicidio y su alza
en los niveles estadísticos en estados; Heredia (2018) argumentó:

Se incrementa en 10,89 % la tasa de asesinatos a mujeres en


Venezuela con respecto a 2017; en Zulia ocurrieron 65
homicidios, lo que representa más de 14 %; en Amazonas no
ocurrió ningún deceso de mujeres por motivos violentos La
violencia de género sigue siendo el motivo más recurrente entre
los móviles conocidos (p.3)
Similar situación, refiere el mismo autor del año 2018, donde 448
mujeres fueron asesinadas en el país por diversos motivos en 2018, de
acuerdo con el monitoreo semanal que realizó a los diversos medios de
comunicación venezolanos, representando un incremento de 10,89 % con
respecto al año anterior (ibídem). Textualmente, refiere:

Entre los móviles más frecuentes, resaltan el de Violencia de


Género, con una tasa de 19,87 %, es decir, una de cada cinco
mujeres, seguido de Robo (67 casos, 14,96 %) y Venganza (54
casos, 12,05 %), manteniendo la tendencia de los primeros 10
meses del año (ob.cit.p.3).
Sucede así, en el último trimestre del año 2019 e inicio del año 2020
donde se han registrado hechos abominables que siendo delitos femicidas,
prenden nuevamente las alarmas en este tema, siendo susceptible de
revisión en la manera como se están llevando a cabo acciones que mengüen
estas acciones con tendencia a multiplicarse.

Por tanto, el análisis del femicidio a la luz del ordenamiento jurídico


pasa por un hecho esencial de entender este fenómeno no como resultado
de una situación coyuntural, más bien como una progresión de actos
violentos que pasan por el maltrato psicológico, golpes, insultos, violencia
doméstica, entre otros que decantan en este delito, susceptible de reflexión
inmediata. Vale mencionar, lo expresado por Heredia (2018) respecto a que
9

En 26,12 % de los asesinatos a mujeres en Venezuela se


desconoce el motivo. Esto puede significar tres cosas: 1. Que los
organismos de seguridad no terminan de esclarecer el caso; 2.
Que los organismos de seguridad esclarecen el caso, pero no lo
dan a conocer; o 3. Que los organismos de seguridad esclarecen
el caso, pero los periodistas adscritos a los distintos medios de
comunicación no reciben esa información o no le dan seguimiento
a los casos (p.4).
En derivación, el femicidio como un delito público y de Estado, es
competencia directa de los derechos humanos, un problema social, que
alcanza niveles incluso de salud pública, educación; convirtiéndose es uno
de los principales obstáculos para lograr una sociedad igualitaria y
completamente democrática, lo que conduce afirmar que queda mucho por
revisar y corregir especialmente en la normativa venezolana para que
puedan aminorarse los delitos de femicidio en el país.

Frente a estas premisas, a lo largo de la investigación, se espera el


despeje de las siguientes incógnitas investigativas: ¿De qué manera
presenta el femicidio el ordenamiento jurídico venezolano?; ¿Cuáles son las
implicaciones legales del femicidio en el contexto jurídico venezolano? ¿Qué
efectos ha producido la inclusión del femicidio como delito en el
ordenamiento jurídico venezolano?

Objetivos de la investigación

Objetivo General
Analizar el femicidio a la luz del ordenamiento jurídico venezolano, así
como las implicaciones legales y efectos que se desprenden de su inclusión
como delito en la legislación nacional.
10

Objetivos específicos:

Describir la figura que el femicidio ha producido en el ordenamiento


jurídico venezolano

Interpretar las implicaciones legales del femicidio en el contexto jurídico


venezolano

Razonar sobre las repercusiones que ha tenido la inclusión del


femicidio como delito en el ordenamiento jurídico venezolano.

Justificación e importancia de la investigación


Todos los días en Venezuela, se registran estadísticas terribles de
incidentes que ponen en entredicho la vida de la mujer, conllevando a
hechos violentos que ponen en entredicho su seguridad, salud, e incluso
llevándola hacia la muerte; de allí que la investigación emprendida pretende
analizar el femicidio a la luz del ordenamiento jurídico venezolano;
considerando que se trata de un fenómeno social que trae un daño social de
gran magnitud, considerando que la mujer es madre, procreadora de
generaciones.

Desde esta perspectiva, la relevancia de la investigación viene dada


por cuanto una obligación del estado reside en la óptima inclusión del
femicidio como delito en la legislación nacional, no puede seguirse
abordando como un hecho aislado, fortuito o excepcional, y debe dársele la
importancia legislativa que merece.

Por consiguiente, la revisión penal del femicidio como delito y su


aplicación en Venezuela, pasa por un proceso de culturización superando
ciclos de violencia basados en relaciones de dominación y subordinación, de
data y tradición en el contexto de la sociedad patriarcal; de lo que se
desprende la pertinencia del estudio en el contexto de una sociedad que aún
impone patrones de comportamiento a las mujeres por el solo hecho de
11

considerarlas el género vulnerable o débil, tanto en los ámbitos público y


privado, donde persisten prácticas sociales discriminativas, limitadas, que
encauzan hechos de violencia con intimidaciones, amenazas, buscando
silenciar las denuncias, labrando el camino hacia el posible femicidio.
Desde el punto de vista social, la investigación se corresponde con el
humanismo, perspectiva teórica que estando en boga en el contexto de la
sociedad venezolana, encuentra un asidero en el abordaje de un tema de
gran alcance porque la adecuada interpretación del femicidio y su
correspondencia con las leyes de la República, resulta un importante logro
en materia social, aportando argumentos necesarios para fortalecer la
práctica judicial y evitar que se propaguen los casos de femicidio en el país.
Pedagógicamente, el estudio e pertinente en la formación del profesional
del Derecho, quien requiere estar a la vanguardia de los sucesos que se
presentan, incluyendo la panacea que para estos fines sea adecuada;
así también, metodológicamente, con la elaboración de este estudio de corte
documental, se pretende realizar un análisis, aportando teóricamente los
argumento que se desprenden de la revisión, análisis y reflexión de las
fuentes documentales escritas que sirven de sustentan la investigación.
Respecto al Polo de la Investigación en función de los establecidos
por la Universidad Fermín Toro, esta se ubica en el Polo 1 “estudiar la
Violencia para Promover la Paz. Objetivo: estudiar y comprender el
fenómeno de la Violencia, para promover la cultura de la Paz, como vía de
mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región y del planeta”.
Tomando en cuenta que la Promoción de la Paz, es una de las orientaciones
sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La
Ciencia y la Cultura, al expresar "...puesto que las guerras nacen en la
mente de los hombres, es en la mente de los hombres, donde deben erigirse
los baluartes de la paz".
Por consiguiente, la Universidad, creada por la sociedad con el fin
último de mejorar su calidad de vida, tiene una responsabilidad ineludible., la
12

paz es una añoranza del ser humano; es un valor esencial en la existencia


del hombre. La Universidad Fermín Toro, define la paz como:
…una de sus prioridades educativas y enfila sus esfuerzos, hacia
la formación de ciudadanos profesionales, comprometidos para
vivir democráticamente y ser generadores de paz, en los
diferentes escenarios en los cuales les corresponda
desempeñarse: familia, trabajo, comunidad, entendiendo que la
cultura de paz, únicamente puede lograrse desde el interior de
cada individuo, que asume responsablemente su compromiso a
poner en práctica, un principio fundamental para la convivencia
pacífica y digna, como lo es el respeto y la aceptación del otro en
las diferencias.

Por lo tanto, el femicidio es un hecho que afecta la Paz, por la


afectación a la mujer que es generadora de vida, de allí que se circunscriba
en este polo; apostando al compromiso legislativo de orientar en la mejor
manera este fenómeno que compromete la vida de las mujeres en el país;
bajo un proceso en el cual se acoplen intereses individuales y colectivos, en
una unión armónica y confortable para todos, sin discriminación e
intolerancia.
Orientación metodológica
El marco metodológico está referido al proceso que se lleva a cabo para
hacer posible la investigación; en tal sentido Balestrini (2008) sostiene que:
El marco metodológico es la instancia referida a los métodos,
diversas reglas registros, técnicas y protocolos con los cuales una
teoría calcula las magnitudes de lo real, de allí pues, que se
deberán plantear el conjunto de operaciones técnicas que se
incorporan en el despliegue de la investigación en el proceso de
obtención de los datos. (p. 126)

De allí que, para la realización del estudio es necesario que el


investigador defina las distintas maneras en que va a realizar las cosas, tanto
de fondo como de forma; el establecimiento de estas pautas se da en el
contexto metodológico; de acuerdo con Silva (2010) “es función de la
metodología presentar las reglas que permitan crear, acumular o solucionar
13

problemas”(p.114); estas apreciaciones conducen a definir el nivel que tiene


la investigación, lo cual es esencial para la consecución de los objetivos
planteados.
Particularmente, involucra una serie de fases y procedimientos
imprescindibles para lograr el objetivo que se persigue, de allí que el
presente estudio se apoye en el método científico con acato a que la vida
humana es infinitamente variada, es comprensible que el procedimiento, la
lógica que gobierna la investigación también presente distintas formas, es
por esto que el estudio sigue el enfoque cualitativo, que es un intento de
capturar el sentido que se encuentra en que se dice, sobre lo que se hace,
logrando proyectar de manera objetiva, los argumentos, descripciones sobre
hechos adecuados para una mejor efectividad del trabajo realizado.
Naturaleza de la Investigación
La presente investigación está enmarcada en el tipo documental, para
Arias (2006) “es un proceso basado en la búsqueda, recuperación análisis,
critica e interpretación de datos secundarios, es decir los obtenidos y
registrados por otros investigadores en fuentes documentales, impresas,
audiovisuales o electrónicas”(p,36); al igual, Palella y Martins (2010), define
la investigación documental en función del hecho que “se concreta
exclusivamente en la recopilación de información en diversas fuentes. Indaga
sobre un tema en documentos-escritos u orales- uno de, los ejemplos más
típicos de esta investigación son las obras de historia”. (pag.90)
De conformidad a este tipo de investigación, el trabajo se orienta
hacia el análisis de diferentes hechos o fenómeno a través de estudios
rigurosos, apoyándose en técnicas muy precisas y fuentes de carácter
documental; esto es, en documentos de cualquier especie, como libros,
archivos, artículos, ensayos, entre otros; mientras estén relacionados con el
tema en estudio.
En esta instancia, resulta pertinente definir las fuentes de conocimientos,
Silva (2010) los presenta en los siguientes términos:
14

Aquellas cuyo contenido concuerda con lo que se investiga,


pudiendo derivarse en principales y secundarias; las primeras son
aquellas cuyo contenido concuerda con lo que se investiga, las que
proporcionan la información central de lo que se indaga; y
segundarias, solo ofrecen información parcial: datos conexos…
(p,28)

Es importante destacar, que consecutivamente junto al análisis de las


fuentes directas e indirectas de conocimiento, se aborda a la vez una
posición personal, pues el autor requiere producir o perfeccionar teoría
existente, lo que se traduce en un aporte a este importante fenómeno social
que se cierne como una amenaza a la buena marcha de la sociedad
venezolana.
Diseño de la investigación
Respecto al diseño, en el trabajo de investigación Bavaresco (2009)
argumenta “que es ese nivel de especificidad, en función de sus objetivos,
hipótesis y problema, lo que realmente determinará el diseño en
cuestión”(p,197). En consecuencia, el trabajo tendrá apoyo el diseño no
experimental definido por Hernández (2011) como: “la que se realiza sin
manipular deliberadamente la variables” es decir se trata de investigación
donde no se hace variar intencionalmente las variables independientes”
(p,21).
Por consiguiente, lo que se hace en la investigación no experimental es
observar fenómenos tal y como se dan en su contexto natural, para después
analizarlos; también se apoya en el diseño transeccional donde se recolectan
datos en un solo momento, en un tiempo único, su propósito es describir
variables, y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado.
Dicho esto, se considera que dicha investigación es de diseño no
experimental, transeccional con carácter descriptivo dado que los datos no
fueron sometidos a procedimientos específicos a través del tiempo, por lo
tanto la investigación consistió en analizar y estudiar el femicidio como delito
15

a la luz del ordenamiento jurídico que tiene su radio de acción en el contexto


social venezolano.
Nivel de la Investigación
La presente investigación se adapta al nivel Descriptivo de la
investigación; a propósito de ello, Arias (2006), sostiene que “consiste en la
caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de
establecer sus acciones o comportamientos; los resultados de este tipo de
investigación se ubican en un nivel intermedio en cuanto a la profundidad de
los conocimientos”(p,24).
En ese orden de ideas, la fundamentación teórica relacionada con el
femicidio como delito contemplado recientemente en el ordenamiento jurídico
venezolano, arroja un nivel intermedio, donde además de describir, analizar
e interpretar se aportan fundamentos relacionados con este hecho.
Técnicas e Instrumento de Recolección de Datos
Parafraseando a Bavaresco (2009) el término técnica implica la
definición de una serie de pasos coherentes y sistemáticos que se siguen
para la obtención de los datos e informaciones que se requiera, mientras que
el término instrumento se refiere al formato que se utiliza para colocar la
información recopilada (p,102).

No obstante, tanto para la selección de las técnicas como para la


confección de sus instrumentos es necesario definir qué datos se necesitan,
para que se necesiten, donde se puede obtener, como se pueden recoger,
en cuanto tiempo. Por ello, en investigación, la recolección de datos es un
proceso estrechamente relacionado con el análisis de los mismos; para
Arias. (2006) las técnicas de recolección de datos son “las distintas formas o
maneras de obtener la información, dicha técnica consiste en observar
atentamente el fenómeno, hecho o caso, tomar información y registrarla para
su posterior análisis”(p,71).
16

Visto en estos términos, la Investigación Documental, de acuerdo con


Silva (2010) “se caracteriza por la utilización de documentos; recolecta,
selecciona, analiza y presenta resultados coherentes, utilizando los
procedimientos lógicos y mentales de toda investigación; análisis, síntesis,
deducción, inducción”(p,78). Por consiguiente, realiza un proceso de
abstracción científica, generalizando sobre la base de lo fundamental.
Donde, la recopilación de datos permiten redescubrir hechos, sugerir
problemas, orientar hacia otras fuentes de investigación, orientar formas para
elaborar instrumentos de investigación; al respecto las técnicas empleadas
para la conducción de las fuentes documentales, parafraseando a Bavaresco
(2009) son especialmente revisiones, citas bibliográficas y las notas de
referencia y de ampliación de textos.
De esta manera, las fuentes empleadas para el desarrollo de la
investigación son referencias bibliográficas y documentos, respectivamente
relacionados con el tema objeto de estudio, considerando igualmente la
información contenida en los medios electrónicos, esta técnica se empleará
para recolectar datos de fuentes primarias y secundaria.
A la par de lo anterior, los instrumentos según Arias (2006)“son los
medios materiales que se emplean para recoger y almacenar información”;
por ello, los medios instruccionales empleados en este tipo de estudio fueron
la computadora y unidades de almacenamiento; y los instrumentos, las fichas
donde se registró y bosquejaron los datos provenientes de fuentes
documentales, impresas, audiovisuales y electrónicas que permitirán un
adecuado desarrollo de la investigación.
Técnicas de análisis de resultados
Una vez recopilados los datos e informaciones se procederá a
clasificarlos, compilarlos y a codificarlos; terminada las actividades de
recolección el investigador quedará en posesión de numerosos de datos, a
partir de los cuales será posible llega sacar conclusiones generales que
apunten a esclarecer el problema formulado en la investigación. Bavaresco
17

(2009) destaca “los datos por sí solo no dicen nada, razón por la cual habrá
que tratarlos mediante un proceso de clasificación y registro que haga
posible su análisis e interpretación”(p,188).
En efecto, se empleó como técnica el análisis documental para
interpretar los datos recolectados, particularmente en cuanto a la normativa
legal venezolana relacionada con el femicidio; por tanto el análisis
documental actúa como un conjunto de operaciones encaminadas a
representar un documento y su contenido bajo una forma diferente de su
forma original, con la finalidad posibilitar su recuperación posterior e
identificarlo, por lo tanto es una de las operaciones fundamentales de la
cadena documental (ibidem)
CAPITULO II

REFERENCIAL TEÓRICO QUE SUSTENTA LA


INVESTIGACIÓN

Estudios Previos

En el marco de la investigación documental el investigador se vale de


documentos, referencias y fundamentaciones de orden teórico, histórico y
legal para sustentar sus argumentos; de allí que, considerando el objeto del
estudio se tomaron como base los siguientes fundamentos de orden teórico:

Orientaciones históricas de la investigación

El feminicidio, es un término nuevo, que surgió frente al impulso de


activistas feministas de todo el mundo, en pro de la defensa de los derechos
humanos de las mujeres, quienes preocupadas por los constantes ataques y
asesinatos en su contra, decidieron promover la lucha para sensibilizar a la
humanidad ante las acometidas de persistentes muertes violentas sufridas a
consecuencia de la asimétrica fuerza y crueldad del hombre, como resultado
de la violencia por razones de género y por las marcadas desigualdades que
históricamente las mujeres han tenido en relación con el sexo masculino.
Haciendo historia, puede avizorarse como la liberación y el progreso de
las mujeres, ha conllevado a la par la liberación y el progreso de la
humanidad; así, desde el nacimiento de la primera declaración sobre los
derechos de las mujeres hace más de 200 años en el mundo, la fundación
de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y la aprobación
de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, cada paso en la causa de las mujeres ha
contribuido al progreso de la civilización humana.

18
19

Cabe destacar, la Declaración de las Naciones Unidas sobre la


eliminación de la violencia contra la mujer, del 20 de diciembre de 1993,
definiendo la violencia de género según Fregoso (2012) como:
Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino
que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual, o psicológico para la mujer, así como las amenazas,
actos de coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se
produce en la vida pública como en la vida privada (p, 12)

Desde esta arista, resulta difícil documentar los casos de violencia contra
la mujer y más engorroso resulta conocer a ciencia cierta la extensión de la
violencia contra la mujer, lo que ha hecho del femicidio/feminicidio una
categoría jurídica uniforme en los distintos países del mundo; por lo que la
obtención de argumentos uniformes se remontan al abordaje de la violencia
de género, más aún la manera como se trata en cada nación, y pese a que
estos conceptos son nuevos el fenómeno es de data muy antigua,
pudiéndose remontar al inicio de la humanidad.
En América Latina, la relación entre la mujer y el derecho es muy
desigual, porque en este hecho intervienen la cultura, el lenguaje, la
exclusión y la toma de decisiones de quienes han detentado el poder, donde
se ha situado al hombre como prototipo del ser humano, sin tomar en cuenta
las necesidades particulares de las mujeres. Para nadie resulta un secreto
que el femicidio en sus diferentes tipologías en la Región se han asociado a
la impunidad, con gran énfasis en la responsabilidad evasiva del Estado.
Es de resaltar, que en 1999 se apertura un protocolo facultativo de la
CEDAW como instrumento legal internacional de derechos humanos, donde
se reúnen los derechos de las mujeres; para Fregosos (2016) la CEDAW al
pretender eliminar la discriminación de iure y de facto pretende lograr no solo
la igualdad de iure, sino también la igualdad de facto igualdad real (p.14). En
efecto, bajo la revisión de un Comité para la eliminación de la Discriminación
contra la mujer, integrado por 23 personas de diferentes países signatarios,
examina los progresos realizados por los diferentes Estados parte en la
20

aplicación de los derechos de las mujeres a nivel jurídico y legislativo, donde


los países se comprometen a informar sobre las medidas del orden reseñado
que hayan adoptado para hacer efectivas las disposiciones e esta
convención.
En el contexto internacional, resalta también el hecho que en 1996,
Asja Armanda, activista feminista, fue la primera persona que nombró como
feminicidio a las extendidas y fatales atrocidades sexuales que fueron
perpetradas por los hombres serbios en contra de las mujeres croatas en
Bosnia-Herzegovina durante la guerra civil en dicha región; en consecuencia
el anexo a la palabra feminicidio al vocabulario feminista hizo posible que las
mujeres reconocieran que el gran número de asesinatos y violaciones
misóginos que ocurrían en esta región del mundo, y que formaban parte
deliberada y sistemática de la estrategia de guerra de los serbios, lo que
constituían un horrendo crimen de masa contra las mujeres, único en el
mundo (Atencio, 2016,p.21)
No obstante, en América Latina se han promulgado varias leyes en las
últimas décadas donde se tipifica el femicidio como delito con la contribución
y trabajo influyente de movimientos feministas de la región; por lo que las
leyes de femicidio/feminicidio surgen sin duda en un contexto marcado por
una relevante atención social y política con respecto a los homicidios de
mujeres al mismo tiempo a escala mundial.
Laporta (2018) presenta los avances en América Latina como la única
región del mundo que ha reconocido jurídicamente el feminicidio y el
femicidio, son 12 los países, concretamente México, Costa Rica, Guatemala,
Chile, El Salvador, Perú, Nicaragua, Panamá, Honduras, Ecuador, Bolivia y
Venezuela; textualmente presenta los enfoques transversales de orden
legislativos:

México Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de


21

violencia, 2007.Guatemala: Ley contra el femicidio y otras


formas de violencia contra la mujer, 2008 (a medio camino entre
el enfoque transversal y el penal),El Salvador: Ley Especial
Integral para una Vida Libre de Violencia para las mujeres, 2010.
Nicaragua: Ley integral contra la violencia hacia las mujeres y de
reforma a la Ley 641, 2012. Bolivia: Ley Integral para garantizar
a las mujeres una vida libre de violencia, 2013 Honduras,
Decreto número 23/2013 Panamá: Ley 82 que adopta medidas
de prevención contra la violencia en las mujeres y reforma el
Código Penal para tipificar el femicidio y sancionar los hechos de
violencia contra la mujer, 2013. Venezuela: Ley Orgánica sobre
el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, 2007,
reformada en 2014 (p.4).

En contraparte, países de la Región han abordado el femicidio con


orden penal; vale reseñar : Perú: Ley 29819 que modifica el artículo 107 del
Código Penal, incorporando el feminicidio, 2011 Chile: Ley 20.480 que
modifica el Código Penal y la Ley 20.066 sobre violencia intrafamiliar,
estableciendo el femicidio, aumentando las penas aplicables a este delito y
reformando las normas sobre parricidio, 2010,Costa Rica: Ley de
Penalización de la Violencia Contra las Mujeres, 2007;Ecuador: reforma del
Código Orgánico Integral Penal, 2014 y Honduras: Decreto número 23/2013
(ob.cit.p.5)
Particularmente en Venezuela, la mujer ha fortalecido poco más o menos
su participación en la sociedad, vista a través de la toma de decisiones y la
ocupación de cargos importantes en la administración pública; sin embargo,
ha tenido que luchar a lo largo de su vida, por superar diferencias que se
desprenden de indicadores de sexo, que la sociedad ha empleado para
relegarlas al hogar y concederle al hombre el protagonismo en lo político,
económico y social; ahora bien, el aporte de la mujer al país, en la
construcción de las instituciones es innegable, pero aún no se reconoce en
su justa medida.
A la par de lo anterior, en el ámbito de la acción social colectiva de
mujeres, Venezuela cuenta con organizaciones, centros académicos,
organismos no gubernamentales de acción social, casas de la mujer,
22

organizaciones políticas y asociaciones gremiales y profesionales, que


coadyuvan a su empoderamiento; no obstante, persiste el arquetipo
masculino que ha dominado la cultura a lo largo de la historia.
En este sentido, parafraseando a Fregoso (2014) el femicidio en
Venezuela se tipificó como delito por primera vez en la reforma de la Ley
Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia el 25
de noviembre del año 2014 en Gaceta Oficial número 40.548 y se define en
la referida ley como: “la forma extrema de violencia de género, causada por
odio o desprecio a su condición de mujer, que degenera en su muerte,
producidas tanto en el ámbito público como privado” (ibídem).
Sin embargo, tal como refiere Fregoso (2016) en el 2015, el Ministerio
Público confirmó 121 femicidios consumados; entre el primero de enero y el
17 de agosto del año 2017 un total de 254 mujeres fueron asesinadas en
Venezuela de acuerdo a informaciones suministradas por el Instituto
Metropolitano para la Mujer (Inmemujer); “los datos arrojan que 25% de
mujeres asesinadas por motivos machistas son jóvenes entre 16 y 25 años
de edad, le siguen las jóvenes entre 26 y 35 años de edad con el 23% y con
21% las mujeres con edades comprendidas entre los 36 y 45 años” (p.21).
Ciertamente, datos de la Organización de Naciones Unidas indican que
mientras la media mundial de casos es de 3 por cada 10 mujeres, en
Venezuela la proporción está 10% por encima, formando parte de la lista de
las 15 naciones con más feminicidios del mundo; así mismo, informes de las
ONG Centro de Justicia y Paz, del Observatorio Venezolano de los Derechos
Humanos de las Mujeres, Fundamujer y Asociación Larense de Planificación
Familiar situaron a Venezuela entre los 15 países con más feminicidios en el
mundo (ob.cit,p.22).
Así mismo, infoabe (2019) refiere En lo que va de 2019, Venezuela
registró 1.180 casos de abuso sexual y un aumento de femicidios. Venezuela
ha registrado en lo que va de año 1.180 casos de abuso sexual y un
incremento en los femicidios, informó este martes el Cuerpo de
23

Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC); tales hechos


han conllevado a reactivar los mecanismos legislativos, jurídicos y sociales
para el abordaje de este fenómeno social.
El devenir de los sucesos presenta en Venezuela un registro en
aumento en los casos de feminicidios en lo que va de 2019, así como un total
de 1.180 agresiones sexuales reportadas, A criterio de Rico (2019) “ en el
caso de las 1.180 agresiones sexuales, las autoridades de seguridad han
resuelto el 63 % de estos delitos, lo que se traduce a 627 personas
detenidas” (p.2); lo cual demuestra un aumento en el crimen del feminicidio,
incluso en la Fiscalía General, registró 554 causas de feminicidios en los
últimos dos años, de las cuales la fiscalía consiguió 1.537 imputaciones, 430
acusaciones y 119 condenas; dictándose 110.498 medidas de seguridad en
casos de violencia de género desde agosto de 2017 (ibídem).
De esta manera, el femicidio es un delito que aún siendo tipificado en
2014 en la ley venezolana a través de la reforma de la Ley Orgánica por el
Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia amerita de una revisión
sustancial para determinar su incidencia en el contexto social como delito a
la luz del ordenamiento jurídico de la nación.
Así lo considera la Corte Interamericana de Derechos Humanos
CORTE IDH, cuando en 2016, procedió a juzgar, por primera vez en su
historia, la denuncia de una venezolana por un caso de violencia contra las
mujeres que incluye violencia sexual, así como la re-victimización y
discriminación en la investigación llevada a cabo por las autoridades
venezolanas; lo cual obedeció a no contar con un acceso a la justicia en
condiciones de igualdad y fue víctima de un marco discriminatorio por su
condición de mujer que se reflejó en una denegación de justicia en su caso.
De allí, quedó bajo observación por denegación de justicia para los
casos de violencia de género, siendo éste, el primer caso sobre violencia de
género registrado en Venezuela, reconocido por un tribunal internacional de
derechos humanos, dejando sin efecto los alegatos realizados por la Fiscal
24

General de la República en cuanto a la negativa de utilizar para casos de


violencia extrema de género la palabra “FEMINICIDIO”; siendo para la CIDH
la actuación de las autoridades venezolanas en este caso fue negligente,
pues no solo no pudieron garantizarle su derecho a la justicia, sino que de
paso no le ofrecieron la asistencia y ayuda que una víctima de violencia a la
mujer requiere.
Referencias previas de la investigación
Los antecedentes de la investigación están compuestos, por la revisión
de trabajos especiales de grado elaborados con anterioridad que se
relacionan con la temática abordada, los cuales fundamentan la importancia
de la investigación sobre el tema de estudio planteado. Al respecto Silva
(2007) infiere:
Los antecedentes permiten conocer estudios que puedan ser
tomadas como parte de la investigación, ya que la correcta
aplicación del método científico, exige fundamentar toda la
investigación en los trabajos ya efectuados y se corresponden con
las variables implícitas en el estudio (p.57).

En este sentido, para el estudio documental realizado se tomarán como


antecedentes de la investigación algunos trabajos de grado, que guardan
relación con la temática que se pretende investigar y dan sustento o base al
autor, para continuar avanzando en la elaboración del mismo; todo ello,
tomando como hecho referente, el incremento de las cifras de asesinatos de
mujeres en Venezuela a consecuencia de la violencia de género.
En primera instancia, En primera instancia Gamboa (2018) realizó un
trabajo para optar al título de Especialista en Derecho Penal en la
Universidad de Carabobo, titulado el feminicidio como tipo penal de violencia
de género en Venezuela; su objetivo fue analizar el femicidio como tipo
penal de violencia de género en Venezuela, Cabe destacar que la
metodología utilizada para la elaboración del trabajo de grado fue de tipo
documental; se aplicó la observación y la toma de notas; empleando la
25

interpretación y análisis como procesos en la revisión de las fuentes


documentales que sustentaron el estudio; los análisis de resultados optaron
por el enfoque cualitativo con bastas descripciones que dieron cuenta del
fenómeno analizado.
Producto de los análisis, se pudo inferir que a lo largo de la historia de
las civilizaciones humanas, las sociedades han basado su poder en el marco
de organizaciones patriarcales, sosteniéndose principalmente sobre tres
pilares; estos son: la violencia, las desigualdades y la discriminación. Por lo
tanto, la violencia contra la mujer representa uno de esos pilares, por ser
ellas las víctimas potenciales del maltrato por razones del sexo ejercida por
los hombres durante siglos, que ha causado daños significativos en el núcleo
fundamental de la sociedad, trayendo como consecuencia, una violación
sostenida de los derechos humanos de las mujeres.
Asimismo, Venezuela ha trabajado durante los últimos 30 años en la
elaboración de leyes que las proteja de este flagelo, como la Ley Sobre
Violencia Contra la Mujer y la Familia, derogada por la actual Ley Orgánica
Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; la cual fue
recientemente modificada, enunciando por primera vez en la exposición de
motivos las palabras feminicidio/femicidio para hacer referencia la muerte de
forma violenta de una mujer, ampliando con ello la gama de delitos
establecidos en dicha Ley.
Así también se determinaron las desigualdades jurídicas existentes
entre hombres y mujeres en el marco del Código Penal Venezolano vigente,
que deja en evidencia cierto descuido con lo establecido en la Constitución
Bolivariana de la República de Venezuela, que ordena una adaptación a las
realidades sociales sin discriminación, ni exclusión por motivos sexistas.
Atendiendo a estas consideraciones, este trabajo permitió avanzar en la
investigación del tema y su importancia es fundamentada en la contribución
que dio al Derecho Venezolano.
26

Respecto a las relaciones fundamentales entre el trabajo reseñado y


la investigación realizada se pueden encontrar en el análisis del femicidio en
el ordenamiento jurídico, esclareciendo controversias presentadas en torno a
éste fenómeno, para facilitar la comprensión, no solo en materia jurídica, sino
también, en lo social y cultural, ante las variadas definiciones y distintas
teorías y conceptos, en atención a la problemática expuesta.
De otra parte, Salas, (2015) efectuó un trabajo de investigación
titulado: Efectividad de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a
una Vida Libre de Violencia en la Circunscripción Judicial Penal del Estado
Falcón, extensión Tucacas”, tuvo como propósito, evaluar la aplicación
efectiva de la mencionada Ley, en los casos de violencia de género ocurridos
en dicha Circunscripción Judicial, con la finalidad de demostrar, si existían
debilidades que vulneraran los derechos alcanzados por la mujer en la Ley
creada.
Para tales fines se realizó un trabajo bibliográfico y de campo,
empleando como técnica la encuesta, que permitió la aplicación de un
cuestionario estructurado a una población de 45 personas, concluyendo que
la Ley si gozaba de eficacia y que la misma era correctamente utilizada y
aplicada; ya que todos los encuestados coincidieron que conocían
suficientemente la Ley; aunado a ello, el autor presentó además como
recomendación en su investigación, que se crearan Tribunales de Primera
Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas, Juicio y Ejecución,
especializados todos en materia de violencia contra las mujeres, ya que los
mismos no existen.
Desde la óptica vinculante con el trabajo de investigación realizado
puede inferirse que existe una fundamentación útil para el estudio pues
proporciona hechos relacionados con la aplicabilidad de la Ley que protege a
la mujer respecto a los hechos de violencia que decantan en el femicidio en
muchas ocasiones; el tomar como centro de la investigación a la mujer como
27

objeto de estudio en la línea del derecho penal sustantivo, lo que lo hace


relevante para el estudio.
De igual manera, Hurtado, (2015), en su trabajo titulado: “Prevención
de la violencia intrafamiliar en el ordenamiento jurídico venezolano vigente”,
abordó la problemática de la violencia dentro del hogar, su objetivo fue
analizar la prevención de la violencia intrafamiliar desde el ordenamiento
jurídico venezolano vigente. Para tales fines se realizó una investigación de
tipo documental y el estudio de campo, empleando la entrevista como técnica
mediante entrevistas semi estructuradas.
Mediante este proceso investigativo, la autora concluyo que las
mujeres, son la principales víctimas de violencia física, psicológica o
patrimonial, no sólo por parte de sus esposos o compañeros sentimentales,
sino también de sus padres, madres y familiares; asimismo dejo evidencias
de violencia sexual en contra de mujeres y niñas por parte de familiares
consanguíneos como tíos, primos, abuelos, padres, los cuales quedan dentro
del secreto familiar.
Así mismo, afirmó que en Venezuela la violencia contra la mujer está
tipificada como delito pero no por eso deja de practicarse y muchos casos no
son enunciados por miedo o vergüenza; por lo que en el marco de sus
recomendaciones, sugirió coordinar la actuación del trabajador social con los
servicios especializados y planificar programas de sensibilización en
beneficio de la mujer víctima de violencia.
En este particular, la relación que existe entre el trabajo reseñado y el
presente proyecto de investigación, radica en que aborda una problemática
que afecta al género femenino, enmarcado en el ordenamiento jurídico Penal
Venezolano, para determinar de qué forma se enmarca la violencia que
conlleva por lo general en el femicidio.
28

Orientaciones Jurisprudenciales de la investigación

En este particular, jurisprudencia refiere al conocimiento de la ciencia


del Derecho; por ello, en los primeros tiempos quien ejercía este rol de
conocedor del Derecho recibía la denominación de jurisconsulto. Entretanto,
aquel era aquel capaz, al conocer profundamente las cosas divinas y
humanas, de discernir lo justo de lo injusto. Actualmente, este fundamento
teórico se ha simplificado entendiéndose por jurisprudencia a los fallos que
se reiteran sobre un asunto determinado, y que se convierten en fuente del
Derecho al poder ser invocados por las partes para defender sus derechos, y
tenidos en cuenta por el Juez al dictar sus sentencias.
De tal manera, los jueces al dictar sentencia interpretan las normas
jurídicas para adecuarlas a un caso concreto; cuando se presenta un caso
parecido, las partes pueden en sus escritos remitir a esas sentencias, para
que el nuevo Juez las tenga en cuenta y decida el caso en el mismo sentido
anterior; y el mismo juez, aún sin petición de parte, puede tener en cuenta
esos fallos para fundamentar su propia decisión. En el abordaje de un tema
tan importante como es el Femicidio se han reseñado y revisado algunos
antecedentes jurisprudenciales, entre los que destaca:
A nivel internacional, respecto a la definición del Femicidio, vale
resaltar la jurisprudencia que emana de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH), la cual ha sostenido que no toda violación a
los derechos de las mujeres comporta una violación a la Convención de
Belém do Pará. Refiere que para que las agresiones contra una mujer
configuren una violación no sólo a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Convención Americana) sino a la Convención de Belém do Pará
es preciso que se trate de actos dirigidos o planificados hacia las mujeres,
que resultan agravados por su condición de tales o que las afectan de
manera diferente o en mayor proporción.
29

De allí que, en el año 2009, en caso Campo Algodonero vs. México, la


Corte IDH distinguió los homicidios de mujeres por razones de género de
otros homicidios de mujeres. La referida corte utiliza el término feminicidio –
en un solo párrafo de una extensa sentencia–, pero no lo define pues se
limita a sostener que empleará “la expresión homicidio de mujer por razones
de género, también conocido como feminicidio” Tampoco explica porqué
utiliza el término feminicidio en lugar de femicidio. En otros pocos párrafos la
Corte IDH emplea las expresiones “homicidios de mujeres por razones de
género” y “homicidios por razones de género” en contra de las mujeres.
En la sentencia de Campo Algodonero, la Corte IDH identifica los
siguientes rasgos, que le permiten calificar a los tres homicidios de Ciudad
Juárez (sobre los que versa la sentencia) como “homicidios de mujeres por
razones de género”: a) fueron cometidos en un contexto de discriminación y
violencia, b) las víctimas tenían un determinado perfil (mujeres jóvenes de
escasos recursos) y, c) la modalidad de los crímenes siguió un patrón: las
mujeres desaparecieron, sus cuerpos fueron encontrados en un campo
algodonero, mutilados y con signos de haber sufrido violación sexual (Comité
de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer,
2011, p.11).
Esta jurisprudencia, se considera vinculante con la investigación
realizada, tomando en cuenta que a la luz del ordenamiento jurídico es
necesario identificar los elementos e indicadores para la determinación del
delito como femicidio; patrones que han generado disyuntiva entre las
disposiciones normativas y que prestan a confusión la tipificación penal de
este fenómeno social que afecta a las mujeres.
A nivel Nacional, se cita la Sentencia Nº 503 de Tribunal Supremo de
Justicia - Sala de Casación Penal de 17 de Julio de 2015 Fecha de
Resolución: 17 de Julio de 2015 Emisor: Sala de Casación Penal Número
de Expediente:CC15-258 Ponente: Maikel José Moreno Pérez
30

En fecha treinta (30) de junio de 2015, fue recibido en la Secretaría de


la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia CONFLICTO DE
NO CONOCER entre el Tribunal Segundo de Primera Instancia Estadal en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas y el Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control,
Audiencia y Medidas del Circuito Judicial con Competencia en Delitos de
Violencia contra la Mujer del Área Metropolitana de Caracas, en el proceso
penal seguido al ciudadano J.F.M.M., identificado con la cédula de identidad
nro. 22358069, por su presunta participación en la perpetración de los delitos
de HOMICIDIO CALIFICADO y VIOLENCIA SEXUAL, tipificado en el artículo
406 (numeral 2) del Código Penal y el artículo 43 de la Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V.,
Respectivamente, cometido en perjuicio de la ciudadana (cuya
identidad se omite de conformidad con el artículo 60 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y artículo 8 numeral 4 de la Ley Sobre el
Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V.). Asignándosele en fecha veintinueve
(29) de junio de 2015, el alfanumérico AA30-P-2015-000258 y como ponente
al Magistrado Dr. MAIKEL J.M.P. En virtud de ello, y habiendo sido
designado ponente para emitir pronunciamiento sobre el presente conflicto
de competencia, con el referido carácter se resuelve en los términos
siguientes:
la competencia para que el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Penal conozca de los conflictos de competencia que se susciten
entre tribunales, se encuentra establecida en el artículo 31 (numeral 4) de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia que establece: Son
competencias comunes de cada Sala del Tribunal Supremo de Justicia (…)
Decidir los conflictos de competencia entre tribunales, sean ordinarios o
especiales, cuando no exista otro tribunal superior y común a ellos en el
orden jerárquico.
Es de resaltar, que la presente causa se inició en virtud del hallazgo
del cadáver de la ciudadana (cuya identidad se omite de conformidad con el
artículo 60 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
artículo 8 numeral 4 de la Ley Sobre el Derecho de las Mujeres a una
V.L.d.V.) sobre el pavimento de la calle principal Los Gochos, sector
Bucarito, zona rural del Municipio El Hatillo, estado Miranda, según consta en
el acta de investigación penal suscrita por el funcionario del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas C.G., el catorce (14) de
septiembre de 2013, plasmándose:

“… en el Hatillo, Zona Rural, Sector Bucarito, Calle Principal Los


Gochos, frente a la casa número 42, Municipio el Hatillo, vía pública, se
encuentra el cuerpo sin vida de una persona de sexo femenino, presentando
heridas abiertas producidas presumiblemente por un arma blanca,
desconociéndose más detalles al respecto. El catorce (14) de septiembre de
2013, la abogada T.M.S., Fiscal Auxiliar Décima Novena del Ministerio
31

Público a Nivel Nacional con Competencia Plena, ordenó el inicio de la


investigación penal.

El dieciocho (18) de diciembre de 2014, el Tribunal Segundo de


Primera Instancia Estadal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, a solicitud de la representación del
Ministerio Público, emitió ORDEN DE APREHENSIÓN contra el ciudadano
J.F.M.M., por su presunta participación en la perpetración de los delitos de
HOMICIDIO CALIFICADO y VIOLENCIA SEXUAL, tipificados en los artículos
406 (numeral 2) del Código Penal y 43 de la Ley Orgánica sobre el Derecho
de las Mujeres a una V.l.d.V.. HOMICIDIO CALIFICADO y VIOLENCIA
SEXUAL, tipificados en los artículos 406 (numeral 2) del Código Penal y 43
de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V., en
perjuicio de la ciudadana (cuya identidad se omite de conformidad con el
artículo 60 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
artículo 8, numeral 4, de la Ley Sobre el Derecho de las Mujeres a una
V.L.d.V.).
Ahora bien, a fin de resolver el presente conflicto, la Sala verifica el
contenido del artículo 64 y el parágrafo único del artículo 65 de la Ley
Orgánica sobre el Derecho a las Mujeres a una V.L.d.V. (vigente para el
momento en que ocurrieron los hechos objeto del proceso) que establecen:
Artículo 64.- Se aplicarán supletoriamente las disposiciones del
Código Penal y Código Orgánico Procesal Penal, en cuanto no se opongan a
las aquí previstas. En los casos de homicidio intencional en todas sus
calificaciones, tipificados en el Código Penal y el supuesto especial a que se
refiere el parágrafo único del artículo 65 de la presente Ley, la competencia
corresponde a los tribunales penales ordinarios conforme al procedimiento
establecido en el Código Orgánico Procesal Penal. Sin embargo, los
tribunales aplicarán las circunstancias agravantes aquí previstas cuando
sean procedentes y, en general, observarán los principios y propósitos de la
presente Ley.

Artículo 65.- Parágrafo único: En los casos de homicidio intencional en


todas sus calificaciones, tipificados en el Código Penal cuando el autor del
delito previsto en esta Ley sea o cónyuge, ex cónyuge, concubino, ex
concubino, persona con quien la víctima mantuvo vida marital, unión estable
de hecho o relación de afectividad, con o sin convivencia, la pena a imponer
será de veintiocho a treinta años de presidio.

De los artículos referidos se pudo constatar que la Ley Especial


vigente para el momento de los hechos, estableció cuáles delitos son de la
competencia de los Tribunales Especiales en materia de Violencia contra las
32

Mujeres, determinando en el mencionado artículo 64, de manera taxativa,


que los delitos de Homicidio en cualesquiera de sus calificaciones, incluso el
supuesto especial previsto en el Parágrafo Único del artículo 65,
corresponden al conocimiento de los Tribunales Penales Ordinarios.
Desde esta perspectiva, se considera jurisprudencia correspondiente
al caso estudiado, pues muestra hechos del ordenamiento jurídico como el
que contiene la sentencia, en cuanto a que la Ley Especial estableció cuales
delitos son de la competencia de los Tribunales Especiales en materia de
Violencia contra las Mujeres, estableciendo en el mencionado artículo 64 de
manera taxativa, que los delitos de Homicidio en cualesquiera de sus
calificaciones, incluso el supuesto especial previsto en el Parágrafo único del
artículo 65, corresponden al conocimiento de los Tribunales Penales
Ordinarios.
Vale hacer la acotación, que la Jurisprudencia establecida por esta
Sala en fecha 2 de junio de 2011, (citada por el Juzgado Segundo de Control
en materia de Violencia de Género), estableció un cambio de criterio en
cuanto a la aplicación del artículo 75 del Código Orgánico Procesal Penal
sobre el fuero de atracción, en casos de delitos conexos en materia ordinaria
y materia especial, para los casos de Violencia contra el género femenino,
con el objeto de que los fines por los cuales fue creada la Ley especial sean
logrados y que en los casos donde se evidencie claramente la violencia de
género debían ser conocidos por los Tribunales Especiales de Violencia
contra la Mujer.
Ahora bien, el presente caso trata sobre el delito de Homicidio el cual
está exceptuado en la Ley especial, razón por la cual no cabe dicha
jurisprudencia la cual sólo se refiere a los delitos previstos en la Ley
Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V.. (Sentencia 220 del
2 de junio de 2011).
En tal virtud, corresponde a los tribunales con competencia penal
ordinaria el conocimiento de los casos de Homicidio en perjuicio de la mujer,
33

en cualquiera de sus calificaciones, de conformidad con lo previsto


taxativamente en los artículos 64 y 65 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho
de las Mujeres a una Vida libre de violencia, razón por la cual en el presente
caso la Sala declara COMPETENTE para conocer la causa seguida al
ciudadano L.J.E. al Juzgado Octavo de Control del Circuito Judicial Penal del
estado Zulia, de conformidad con lo establecido en los artículos 79 y 84 del
Código Orgánico Procesal Penal.
En segunda instancia, se consideró Sentencia nº 358 de Tribunal
Supremo de Justicia - Sala de Casación Penal de 11 de Octubre de 2016. En
fecha 8 de enero de 2016, la Fiscalía Novena del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del estado Amazonas en materia para la Defensa de
la Mujer presentó escrito acusatorio en contra del ciudadano E.A.B.D., por la
presunta comisión del delito de FEMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE
FRUSTRACIÓN, tipificado en el artículo 58, numeral 1, de la Ley Orgánica
sobre el Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V., en concordancia con el
último aparte del artículo 80 del Código Penal.
En fecha 17 de febrero de 2016, la representación del Ministerio
Público al término de la audiencia preliminar, interpuso de manera oral
recurso de apelación bajo la modalidad de efecto suspensivo de conformidad
con lo previsto en el artículo 430 del Código Orgánico Procesal Penal,
reservándose el lapso legal para fundamentar dicha apelación. En fecha 24
de febrero de 2016, la ciudadana abogada P.Y.C., en su carácter de Fiscal
Auxiliar Interina (E) de la Fiscalía Novena de la Circunscripción Judicial del
estado Amazonas en materia para la Defensa de la Mujer, presentó Recurso
de Apelación.
En fecha 2 de marzo de 2016, los ciudadanos abogados P.A.Y.C.,
C.R.R. y H.J.U., Defensores Privados del ciudadano E.A.B.D. dieron
contestación al Recurso de Apelación planteado. En fecha 11 de marzo de
2016, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Amazonas, se pronunció en relación a la admisibilidad de los Recursos de
Apelación y emitió el siguiente pronunciamiento:

…PRIMERO: IMPROCEDENTE el recurso de apelación bajo la modalidad de


efecto suspensivo, conforme lo previsto en el artículo 430 del Código
Orgánico Procesal Penal, interpuesto en audiencia preliminar celebrada el
17FEB2016 por la Representación del Ministerio Público SEGUNDO: Se
ADMITE el Recurso de Apelación de Autos, ejercido por Abogado P.Y.C.,
34

actuando en su carácter de Fiscal Novena del Ministerio Público de la


Circunscripción Judicial del Estado Amazonas, en contra de la decisión
proferida en la audiencia preliminar celebrada el 17FE82016 y fundamentada
en fecha 19FEB2016, por el Tribunal Segundo de Primera Instancia Penal en
Funciones de Control Estatal del Circuito Judicial Penal del Estado
Amazonas mediante la cual luego de admitirse parcialmente la acusación
fiscal el juez advirtió un cambio de calificación jurídica del delito de
FEMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE FRUSTRACIÓN
El cual, previsto y sancionado en el artículo 58.1 de la Ley Orgánica
sobre el Derecho cié las Mujeres a una V.L.d.V., concatenado con el artículo
80 del Código Penal Venezolano, al delito de VIOLENCIA FÍSICA
AGRAVADA tipificado en el artículo 42 de la Ley Orgánica sobre el Derecho
de las Mujeres a una V.L.d.V., concatenado con el articulo 68.1 eiusdem
procedió a la aplicación del procedimiento especial de admisión de los
hechos, previsto en el artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal, en el
que resultó condenado el ciudadano E.A.B.D..
Para cumplir la pena de Ocho (08) meses de presidio por la comisión
del delito de VIOLENCIA FÍSICA AGRAVADA, tipificado en el artículo 42 de
la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una V.L.d.V.,
concatenado con el articulo 68.1 ejusdem. acordando la imposición de
medidas cautelares sustitutivas de la libertad, conforme a lo previsto en el
articulo 242.3.4 y g. (sic) del Código Orgánico Procesal Penal.

Como puede avizorarse el conflicto de competencias y el engranaje


entre la normativa que corresponde a la legislación venezolana, interfieren en
la tratamiento que se le da a los casos de femicidio en el país; lo que permite
inferir que resulta necesario concatenar y actualizar las disposiciones legales
para que se dé el efectivo tratamiento a este tipo de delitos que ponen en
entredicho la vida de las mujeres; en definitiva se percibe un error en la
calificación jurídica asignada a los hechos enjuiciados.
De otra parte, un fundamento jurisprudencial se encuentra en la
sentencia de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial con competencia
en delitos de violencia contra la mujer y en materia de reenvío en lo penal del
área metropolitana de caracas; octubre de 2015, 205º y 156º. CAUSA: AP01-
R-2015-000029 PONENTA: C.M.Q.M. IMPUTADO: W.P.C. titular de
nacionalidad venezolana, natural de: Machiques de Perijá estado Zulia, de 30
años de edad, de estado civil: Soltero. VÍCTIMA: E.R.G. DELITO: FEMICIDIO
35

AGRAVADO FRUSTRADO Procedencia: tribunal cuarto en funciones de


control, audiencia y medidas
Se determino, que compete a la instancia superior, conocer el fondo
del asunto con ocasión a la admisión del recurso de apelación interpuesto
por la abogada, en su carácter de Defensora Pública 07 en materia Penal,
actuando en defensa del imputado, a quien se le siguió causa penal por la
presunta comisión del delito de FEMICIDIO AGRAVADO FRUSTRADO,
tipificado en el artículo 58 numeral 1 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de
las Mujeres de una V.L.d.V.
En relación con el artículo 80 del Código Penal, contra la decisión
dictada en audiencia de calificación de flagrancia celebrada en fecha 09 de
abril de 2015, por el Juzgado Cuarto en Funciones de Control Audiencias y
Medidas de este Circuito Judicial, mediante la cual decretó Medida Judicial
Privativa Preventiva de Libertad en contra del precitado ciudadano.
Al efectuarse un análisis de los argumentos expuestos por la
recurrenta, se verifica que la apelación interpuesta en contra de la decisión
dictada en abril de 2015, por el Juzgado Cuarto en Funciones de Control
Audiencia y Medidas de este Circuito Judicial, en la cual decretó Medida
Judicial Privativa Preventiva de Libertad en contra del imputado, a solicitud
de la Fiscalía Centésima Quincuagésima (150) del Ministerio Público
La quejosa esgrime en su escrito que el hecho que se imputa a su
defendido como lo es el delito de FEMICIDIO AGRAVADO FUSTRADO
previsto en el articulo 58 numeral 1º de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de
las Mujeres a una V.L.d.V., en relación con el artículo 80 del Código Penal,
no se encuentra configurado con los elementos de convicción que reposan
en el expediente y que en tal caso estarían en presencia del delito previsto
en el artículo 415 del Código Penal, indicando que en el presente caso no
hubo la intención por parte del sujeto activo de causar la muerte a E.R.L.
motivado a odio o desprecio, y lo único que sucedió fue la inhabilitación de
36

un órgano vital, lo cual se establece con el resultado del reconocimiento


médico legal practicado a la víctima.
De igual forma indica la recurrente que el Tribunal de Control
inobservó los extremos que deben satisfacerse para la procedencia de tal
medida; indicando además en su escrito que no existen elementos de
convicción suficientes que sindiquen que el imputado es el autor de tal hecho
delictivo toda vez que no existe nexo causal entre su representado y el delito
imputado y menos para decretar una Medida Judicial Privativa Preventiva de
Libertad.
En este sentido, la afinidad y aplicabilidad de las disposiciones
expuestas en la Ley que protege a la mujer para una vida libre de violencia
en correspondencia con los artículos 432, 439.4, 236 y 237 del Código
Orgánico Procesal Penal, dan cuenta de la posibilidad de impartir justicia en
forma ecuánime, para el castigo del delito de femicidio en Venezuela
Basamento Teórico Referencial de la investigación
Para Silva (2010) las bases teóricas son “el resultado de una
esmerada revisión bibliohemerografica; referida a un conjunto actualizado de
conceptos, principios, postulados que sustentan la teoría principal del objeto
de estudio” (p,65). Vale decir, que en esta sección se contrastan las
posiciones teóricas de distintos autores reconocidos, indicando
discrepancias, diferencias y encuentro de criterios relacionados con el
estudio; no obstante, en esta sección también tiene la oportunidad de fijar su
posición y aportar teóricamente.
Feminicidio
Se trata de un término relativamente nuevo que comenzó a
emplearse como referencia a los asesinatos cometidos en contra de mujeres
a consecuencia del odio y desprecio a lo femenino; cabe resaltar, que
aunque actualmente persiste una amplia discusión acerca de la utilización de
éste término en contraposición con femicidio, debido a las diferentes teorías
37

que sobre el mismo existen en la actualidad; en éste sentido, Matute (2014)


sostiene que:
El término original Femicide fue utilizado por Diane Russell en
1976, en el Primer Tribunal Internacional de Crímenes contra las
Mujeres, y se explicó como “asesinato de mujeres realizado por
hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de
propiedad de la mujer.

Este término en castellano, se presenta como un vocablo derivado de la


palabra Homicidio por lo cual en su significado seria homicidio de mujeres,
de lo anterior se evidencia cierta confusión con relación a los términos
utilizados; sin embargo, desde ciertas aristas teóricas se desprende que
existe una equívoca utilización del término femicidio, ya que el mismo, trata
del asesinato de una mujer, y que no necesariamente pudiese obedecer a
motivos por razones de violencia de género hacia las mujeres. Bajo esta
óptica, García citado en Latersa (2018) refiere:

El femicidio es equivalente al homicidio que se ejecuta contra los


hombres, y el feminicidio tiene que ver con la violencia que se
despliega contra el género femenino en general...”; así mismo
recomienda al Estado Venezolano, que realice una revisión al
término femicidio, afirmando que: “…el término “femicidio”
tendría que pasar por una revisión previa del Código Penal y ver
de qué manera se incorporaría y penalizaría (p.29).

Desde esta perspectiva, puede aducirse el hecho que legislativa y


jurídicamente, Venezuela no está a la par de los cambios de paradigmas en
materia de violencia de género, ya que el Código Penal no está actualizado;
lo que involucraría una contradicción y una imposibilidad de aplicar
efectivamente las leyes especiales. De igual manera, resulta preocupante lo
que ocurre con relación al Código Penal Venezolano vigente y se observa la
desactualización en esta materia para la inclusión de perspectivas de género.
En efecto, se denota la persistente discriminación jurídica de género
en el Código Penal Venezolano, lo que pudiese estar interfiriendo en la
38

forma de impartir justicia, así como de tutelar el bien jurídico que no es más
que la vida y la integridad de la mujer, lesionando sus derechos humanos;
colocando en entredicho la posición del estado Venezolano, respecto a su
normativa penal vigente, visualizada como discriminatoria y excluyente, lo
que le impide a la mujer la participación plena y activa en la vida jurídico-
penal del país.
Por lo tanto, el feminicidio por lo general va acompañado de actitudes
hostiles, golpes, torturas, violaciones y otras conductas en contra de mujeres
y niñas; donde convergen un conjunto de infracciones de odio motivados por
la violencia de género, y de esta misma forma debe ser incluido y juzgado
por orden jurídico de cada país; siendo necesario hacer una lectura
sociocultural respecto al orden patriarcal de las sociedades, que legan a las
mujeres a un lugar secundario respecto de los hombres.
Origen del término feminicidio
Parafraseando a la Fundación Arte contra la violencia el término
feminicidio fue popularizado por la activista y escritora feminista sudafricana
Diana Russell, quien ha dedicado su vida a visibilizar y combatir las
desigualdades de género. Russell explica que el uso del término obedeció
una variedad de abusos verbales como físicos, tales como violación, tortura,
esclavitud sexual, abuso sexual, golpizas físicas y emocionales. Al respecto,
ACVG (2017) expresa:
El término posee antecedentes en lengua inglesa desde
comienzos del siglo XIX, pero empezó a usarse de manera
popular desde 1976 cuando Russell lo utilizó ante el Tribunal
Internacional de los Crímenes contra la Mujer. Desde entonces
se lo empleó abundantemente en la década de 1990 y también
se introdujo al español, a raíz de la visibilización de los masivos
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, en la frontera entre
México y Estados Unidos (p.12).

En suma, este término fue definido en términos de asesinato de mujeres


por hombres motivados por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión
hacia las mujeres; en cuanto a los factores elevan la probabilidad que una
39

mujer sea víctima de violencia con riesgo de feminicidio, el más importante


fue que haya sido víctima de violencia sexual; Hernández (2017) argumenta
“haberlo sido eleva 4 veces su riesgo de ser víctima de esta forma de
violencia” (p.18).

Tipos de femicidio
Femicidio íntimo
Parafraseando a Hernández (2016) se trata de aquél que se produce en
el marco de una relación de pareja, actual o pasada: mujeres asesinadas por
sus esposos, novios, ex-esposos o ex-novios. También es el caso si el
crimen es cometido por padres, tíos, hermanos u otro tipo de familiares
(p.12)
Femicidio no íntimo.
Aquél que se produce sin que medie una relación sentimental de
ningún tipo entre la víctima y el homicida, ni haya tampoco entre ellos un
vínculo de parentesco. Dentro de este ámbito, es posible referir otras
categorías como lesbicidio, cuando se trata de crímenes contra mujeres
homosexuales, cometidos como castigo por su elección sexual; o también de
transfemicidio, cuando se trata del asesinato de una mujer trans (o
transexual) por el simple motivo de serlo (ibídem).
Causas del feminicidio
Las principales causas que se atribuyen a la existencia del feminicidio en
la sociedad actual apunta a una cultura patriarcal que ha dominado la
mayoría de las sociedades humanas desde los primeros tiempos y según la
cual era un hecho común considerar a la mujer como ciudadano de segunda,
recompensa por conflictos de guerra y parte del patrimonio de los hombres.
Todavía puede verse como en algunas sociedades orientales la mujer
debe ocultarse de la mirada pública mediante velos o trajes especiales; e
incluso está sometida a la voluntad del padre, para luego estarlo a la de su
esposo; donde el feminismo ha combatido la cultura machista desde hace
40

más de un siglo, logrando importantes avances en el reconocimiento legal de


la mujer, pero estando aún muy lejos de un panorama de igualdad.
También se aduce como causa el machismo o abundancia de
hormonas masculinas mal encauzadas por el hombre que lo hace
corresponsable de sus actitudes violentas, especialmente en aquellos que no
han logrado educación para canalizar sus impulsos. En esta instancia,
Hernández (2016) refiere:
Los antecedentes de violencia física y psicológica elevan en
más de 2 veces el riesgo de ser víctima de feminicidio. Este
resultado sugiere la continuidad y el afianzamiento de los
patrones de violencia, y que el feminicidio no aparece de la
nada. De otro lado, el riesgo de feminicidio se reduce cuando la
víctima fue en ocasiones anteriores agredida físicamente;
aunque este resultado parezca contraintuitivo, nos abre a un
tema mayor sobre el que poco se ha debatido: No todos los
agresores son iguales, sino que hay tipos (tipologías) de
agresores (p.31).

Por consiguiente, quienes han estudiado la existencia de tipologías,


han hallado en forma consistente tres tipos de agresores que de acuerdo con
Holtzworth-Stuart citados en Hernández (2016) en un extremo, están los
agresores limitados al ámbito familiar; estos son los que abundan, agreden a
sus parejas, presentan pocas conductas antisociales, tienen una visión
tradicional de los roles de género y, a la vista de todos parecen normales en
muchos aspectos, logrando confundir a simple vista, por lo que ameritan ser
psicoanalizados minuciosamente.
Desde otra arista, pueden visualizarse los violentos, aquellos que no
solo le pegan a su pareja, sino que extienden su comportamiento y actitudes
hacia amigos, vecinos y hasta con desconocidos; estos hechos los llevan a
acumular antecedentes en mayor proporción, capaces de agredir con más
severidad, sin que jamás busquen ser ayudados; pueden ubicarse en este
grupo están los que presentan me en este grupo los peligrosos
psicopatologías y desórdenes de personalidad.
41

Es de resaltar, que definir las tipologías coadyuva en la identificación


de los sujetos potencialmente homicidas de mujeres y puede reducirse el
nivel de femicidio; por otra parte, el hecho de interponer denuncias reduce
en gran medida los riesgos de que se haga realidad este delito, previniendo
ante los síntomas de violencia de sus víctimas.
Otras tipologías de femicidio lo presenta Atencio (2017), susceptible
de ser analizados, los cuales son:
Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas
Se trata del asesinato de mujeres por su ocupación o por el trabajo
que desempeñan; resaltan casos de mujeres que por trabajar en ciertos
lugares como night clubs o en bares; esto quiere decir que la vulnerabilidad
reside en su lugar de trabajo.
Feminicidio por conexión
Atencio hace alusión de casos donde una mujer es asesinada en la
línea de fuego de un hombre que intenta o mata a otra mujer; vale decir,
puede tratarse de una amiga,parienta de la víctima, madre, hija u otra; o una
mujer extraña que se encontraba en el mismo escenario donde el victimario
atacó a la víctima (ob.cit.p.14).
Femicidio por prostitución
Se trata del asesinato de una mujer que ejerce la prostitución y
este delito es perpetuado por uno o varios hombres, motivados por el odio y
la misoginia que despiertan en estos la condición de prostituta de la víctima;
es el hecho que este tipo de femicidio posee la carga de estigmatización
social y peor aún que quien lo comete se justificación del feminicidio por
prostitución (ob.cit.p.15).
Feminicidio por trata
Se llama así a la muerte o el asesinato de una mujer que se produce
en una situación de sometimiento y privación de la libertad de la mujer
víctima en situación de trata de personas, se entiende por trata:
42

La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción


de mujeres y niñas, recurriendo a la amenaza o al uso de la
fuerza u otras formas de coacción, ya sean rapto, fraude, engaño,
abuso de poder o la concesión o recepción de pagos o beneficios
para obtener el consentimiento de la o las mujeres y niñas con
fines de explotación. (ob.cit.p.16).

Es de hacer notar, que en esta ámbito se incluye la prostitución ajena


u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la
extracción de órganos; todas, fuertes formas de violencia de género y que
preceden al femicidio.
Feminicidio por tráfico
De acuerdo con Atencio (2016) en esta tipología hay referencia al
asesinato de la mujer víctima se produce en una situación de tráfico ilegal de
migrantes. Para mayor aclaratoria, la ONU refiere “la facilitación de la
entrada ilegal de una mujer en un Estado, del cual dicha mujer no sea
nacional o residente permanente, con el fin de obtener, directa o
indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material”
(ONU citada en Atencio 2016, p. 21).
Feminicidio transfóbico
En esta tipología, la víctima del asesinato es una mujer transexual y el
o los victimarios la matan por su condición o identidad transexual, por odio o
rechazo de la misma (ibídem).
Feminicidio lesbofóbico
La víctima del asesinato es una mujer lesbiana y el o los victimarios la
matan por su orientación o identidad sexual, por el odio o rechazo de la
misma (ibidem).
Feminicidio racista
Este tipo de femicidio obedece al asesinato cometido contra una mujer
por su origen étnico o sus rasgos fenotípicos, por odio o rechazo hacia los
mismos (ibídem).
43

Feminicidio por mutilación genital femenina


Se llama así, cuando la mutilación genital que se practica a una mujer
o niña acaba con la vida de ésta; esta definición se centra en la definición
amplia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citado en Atencio
(2016) “ comprende todos los procedimientos consistentes en la resección
parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones
de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos” (p.22).
Feminicidio como crimen internacional
Se apega a las Normas de derecho internacional por lo que los
Estados asumen responsables política y jurídicamente por dichos crímenes.
El feminicidio como crimen internacional aglutina a su vez, tres tipos de
feminicidio: feminicidio como genocidio, feminicidio como crimen de lesa
humanidad y feminicidio como crimen de guerra (ob.cit.p.24).
Como ha podido evidenciarse a lo largo de la revisón documental de
fuentes documentales secundarias, desde que por primera vez Diana Russell
acuñó el término femicide para referirse al homicidio de mujeres por su
condición de tales, se apertura el debate para asumir este concepto como
tipo penal independiente; con preponderancia, en contextos como América
Latina un rasgo común es la impunidad que subyace a los delitos cometidos
contra mujeres, sea que perpetradores hubieran sido parejas, ex parejas,
parientes, compañeros de trabajo, personal de seguridad, contrincantes
políticos o extraños.
Por ello, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los
Derechos de la Mujer – CLADEM (2011) sostiene:
El amplio debate desatado desde hace más de 15 años, sobre
la necesidad de tipificar el femicidio (o feminicidio) si bien ha
tenido la virtud de hacer visibles las especificidades de los
homicidios de mujeres por su condición de género, no ha
logrado aún estructurar un concepto claro que diferencie el
homicidio contra mujeres por su condición de género del
homicidio en general, como tampoco existe consenso sobre si
al considerar un delito en el que la condición de género de la
víctima es el determinante para su comisión, comprende
44

también a las personas de sexo masculino con orientación de


género femenino (p.96).

En suma, en América Latina solo desde años recientes hay seis


países que han tipificado el homicidio de mujer por razones de género, vale
mencionar Chile, Colombia, Guatemala, Costa Rica, Salvador, Venezuela;
pero en la mayoría de ellos no se logra la coincidencia ni en el contenido del
tipo penal ni en la forma de denominar a estos delitos. La mayoría de las
normas legales denomina al delito “femicidio” (4 de ellos, entre ellos
Venezuela desde el 2014), sólo uno usa la expresión “feminicidio” y por
último sin utilizar ninguno de los dos términos, otra se refiere al homicidio
que se comete contra una mujer por el hecho de ser mujer.
Definición de Términos básicos
Androcentrismo: Es una de las formas más generalizadas de sexismo, que
consiste en ver el mundo desde lo masculino, tomando al varón de la especie
como modelo o prototipo de lo humano.
Derechos humanos: son derechos inherentes a todos los seres humanos,
sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua,
religión o cualquier otra condición.
Delito: Acción que va en contra de lo establecido por la ley y que es
castigada por ella con una pena grave.
Desigualdad: Falta de igualdad entre las personas o cosas.
Femicidio: define un acto de violencia extrema contra las mujeres por el
hecho de ser mujeres. Forma parte del concepto más amplio de violencia de
género.
Jurisprudencia: es la interpretación judicial de un ordenamiento jurídico del
Estado y demás resoluciones judiciales emitidas en un mismo sentido por los
órganos judiciales de un ordenamiento jurídico determinado.
Ley: es una norma jurídica dictada por el legislador, es decir, un precepto
establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en
consonancia con la justicia, cuyo incumplimiento conlleva a una sanción.
45

Misoginia: El término misoginia está formado por la raíz griega "miseo", que
significa odiar, y "gyne" cuya traducción sería mujer, y se refiere al odio,
rechazo, aversión y desprecio de los hombres hacia las mujeres y, en
general, hacia todo lo relacionado con lo femenino
Machismo: Es una expresión de la palabra derivada de macho, definido
como aquella actitud o manera de expresar de quien sostiene que el varón
por naturaleza es superior a la mujer.
Violencia: Es el tipo de interacción entre sujetos que se manifiesta en
aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, aprendida o
imitada, provocan o amenazan con hacer daño o sometimiento grave (físico,
sexual, verbal o psicológico) a un individuo o a una colectividad; o los afectan
de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o las futuras. Puede
producirse a través de acciones y lenguajes, pero también de silencios e
inacciones.
Violencia de Género: Es un tipo de violencia física o psicológica ejercida
contra una persona sobre la base de su sexo o género que impacta de
manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico.
46

Desarrollo e interpretación de Resultados


Tomando en cuenta que el propósito de la investigación giró en torno
a la revisión del ordenamiento jurídico venezolano en torno al hecho del
femicidio, luego del acopio de documentos de orden legal internacional y
nacional, se establecen las aproximaciones y contrastes para en función de
los objetivos de la investigación desde una perspectiva documental;
pudiendo inferirse una serie de hechos, que desde el punto de vista Nacional
e Internacional han tenido influencia y han consumado la declaratoria del
femicidio como delito en Venezuela.
En primera instancia, vale mencionar la Convención Interamericana
para prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención
de Belén do Pará”; suscrita por Ana Lucina García Maldonado, quien era la
embajadora en representación de Venezuela, el día 09 de junio de 1994, en
Belém do Pará, República Federativa de Brasil, sede del vigésimo cuarto
período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de
los Estados Americanos (OEA), en la cual se define la violencia contra las
mujeres, se establece el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de
violencia y se destaca a la violencia como una violación de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales.
Es importante citar la presente, como base legal de este trabajo,
debido a que en este encuentro es donde se propone por primera vez el
desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los derechos de las
mujeres como fundamentales para luchar contra el fenómeno de la violencia
contra su integridad física, sexual y psicológica, tanto en el ámbito público
como en el privado, y su reivindicación dentro de la sociedad, reconociendo
en el preámbulo de la mencionada Convención, las desigualdades en las
relaciones de poder que históricamente han existido entre mujeres y
hombres.
47

Parafraseando a Toledo (2012) de acuerdo al artículo 1 de la


Convención, para los efectos de esta, debe entenderse por violencia contra
la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el
ámbito público como en el privado. Así mismo, el artículo 2 establece:
Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia
física, sexual y psicológica: a. que tenga lugar dentro de la
familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación
interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido
el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros,
violación, maltrato y abuso sexual; que tenga lugar en la
comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que
comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de
personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el
lugar de trabajo, así como en instituciones educativas,
establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y. que sea
perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera
que ocurra (ob.cit.p.12).

De tal manera, en este artículo se develan los tipos de violencia de


los cuales son víctimas las mujeres, lo que sin duda violan y menoscaban el
disfrute de sus derechos humanos¸ dañándolas emocionalmente en el ámbito
social; más aún, cuando por vergüenza ni siquiera se denuncian, corriendo el
riesgo que cada vez sean más recurrentes, matizándose formas de violencia
que pueden decantar en el femicidio.
En el plano Nacional, indiscutiblemente de conformidad con la
jerarquía de la Ley, corresponde reseñar la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) la cual promueve como Principios
Fundamentales, un Estado democrático y social, de derecho y de Justicia,
que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia y la igualdad y en general la
preeminencia de los derechos humanos, y como fines esenciales la defensa
y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad para la construcción
48

de una sociedad justa y amante de la paz. Textualmente, en el título III DE


LOS DEBERES, DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS
Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al
principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y
ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los
derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para
los órganos del Poder Público de conformidad con la
Constitución, los tratados sobre derechos humanos suscritos y
ratificados por la República y las leyes que los desarrollen.

Artículo 21. Todas las personas son iguales ante la ley, y en


consecuencia:

1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el


sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general,
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad,
de los derechos y libertades de toda persona.

2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas


para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará
medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan
ser discriminados, marginados o vulnerables; protegerá
especialmente a aquellas personas que por alguna de las
condiciones antes especificadas, se encuentren en
circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas se cometan…

Visto de esta manera, el estado venezolano se adjudica como garante


de los derechos de las mujeres que es el caso que ocupa esta investigación;
resulta necesario considerar que el agravio de género ha sido motivo de
revisión y preocupación, haciéndolo susceptible de darle forma legislativa y
jurídica, para mitigar la vulnerabilidad que se cierne sobre las mujeres.

Artículo 22, La enunciación de los derechos y garantías


contenidos en esta Constitución y en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse
como negación de otros que, siendo inherentes a la persona,
49

no figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria


de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos.

En este orden de ideas, la Carta fundamental en el Título III, de los


Derechos Humanos y Garantías y de los Deberes, garantiza a toda persona,
conforme al principio de progresividad, sin discriminación alguna, el goce y
ejercicio de los derechos humanos, de conformidad con los tratados suscritos
y ratificados por la República; en consecuencia, puede inferirse que ante la
Ley todas las personas son iguales; de allí, la prohibición de formas
discriminativas por raza, sexo, credo, u otra condición social.
Frente a lo cual se expone el compromiso del Estado por adoptar
medidas positivas a favor de personas que puedan ser discriminadas, para
protegerlas de los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. De la
misma manera, es de mencionar, el artículo 23 de la C.R.B.V:
Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos
humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía
constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en
que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables
a las establecidas por esta Constitución y la ley de la República,
y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y
demás órganos del Poder Público.

Bajo este precepto, se garantiza el cumplimiento de los acuerdos y


convenciones donde Venezuela se suscribe a favor de la superación de la
brecha discriminativa de la mujer; esta disposición es complementada con
los artículos 26 y 27 en cuyo apéndice se expone que toda persona tiene
derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer
valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
Para ello, el Estado garantizará una justicia accesible, responsable,
equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles; aclarado en el artículo 29 “el Estado estará obligado a
investigar y sancionar legalmente los delitos contra los derechos humanos
cometidos por sus autoridades” (ibídem).
50

Igualmente, en el Capítulo III, de los Derechos Civiles, en su artículo


60, establece que: “toda persona tiene derecho a la protección de su honor,
vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación…”; por
consiguiente, esto servirá como base legal para garantizar a las personas
todos los aspectos aquí mencionados.
En otra arista, analizado el femicidio a la luz del Código Penal,
movimientos feministas e incluso de algunos de la legislación venezolana se
ha emitido el criterio de que en el Código Orgánico Procesal Penal
Venezolano vigente, se puede evidenciar un trato discriminatorio hacia la
mujer, ejemplificando el título referente sobre los delitos contra las personas,
específicamente del Homicidio; Atencio (2016) refiere:

…tomando como punto de partida la significación del término en


griego: homo = hombre, caedere/ cidio = matar o muerte, es
decir, un delito que priva de la vida a un hombre ya sea de forma
dolosa o culposa; así se tiene pues, que el femicidio sería el
término apropiado para hacer mención al delito que prive del
derecho a la vida de una mujer por las mismas causas, dado su
signicación: femi=femenino y caedere/cidio = matar (p.12).

En efecto, se denota desigualdades jurídicas entre hombres y mujeres


en el Código Penal, el cual evidentemente tiene un corte androcentrista, vale
decir una visión masculina preferente, que van en contra de los principios
fundamentales expresados en la Carta Magna, impidiendo que exista una
verdadera igualdad ante la Ley; no obstante, siendo el COPP el documento
más importante que regula los hechos penales en el país, debe tenerse en
cuenta gran parte de su contenido para el abordaje del femicidio siendo este
un tipo de homicidio, específicamente contra la mujer por su condición de
género; de allí que se dio especial énfasis a los artículos:
Artículo 2°. La potestad de administrar justicia penal emana de
los ciudadanos y ciudadanas, y se imparte en nombre de la
República por autoridad de la ley. Corresponde a los tribunales
juzgar y ejecutar, o hacer ejecutar lo juzgado.
51

Artículo 9°. Las disposiciones de este Código que autorizan


preventivamente la privación o restricción de la libertad o de
otros derechos del imputado o imputada, o su ejercicio, tienen
carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas
restrictivamente, y su aplicación debe ser proporcional a la pena
o medida de seguridad que pueda ser impuesta. Las únicas
medidas preventivas en contra del imputado son las que este
Código autoriza conforme a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.

Siendo un tema que inserta el respeto a la Dignidad Humana,


resulta oportuno destacar que el COPP en su artículo 10 establece:
Artículo 10. En el proceso penal toda persona debe ser tratada
con el debido respeto a la dignidad inherente al ser humano, con
protección de los derechos que de ella derivan, y podrá exigir a
la autoridad que le requiera su comparecencia el derecho de
estar acompañada de un abogado de su confianza. El abogado
requerido, en esta circunstancia, solo podrá intervenir para
garantizar el cumplimiento de lo previsto en el artículo 1 de este
Código. Titularidad de la Acción Penal

Artículo 11. La acción penal corresponde al Estado a través del


Ministerio Público, que está obligado a ejercerla, salvo las
excepciones constitucionales y legales. Defensa e Igualdad
Entre las Partes

En este orden de ideas, resalta el hecho que el estado en sus


disposiciones normativas promueve la igualdad de género en el contexto
jurídico, garantizando a las víctimas sus derechos, dejando claro que la labor
del jurista es la de administrar justicia como fin inmediato del Código
premencionado; lo cual es ratificado mediante el artículo 12, donde presenta
la defensa como un derecho inviolable en todo estado y grado del proceso,
atribuyendo a los funcionarios la responsabilidad de garantizarlo sin
preferencias ni desigualdades.
Al igual, en el artículo 13 se complementa esta idea, pues refiere que
dicho proceso debe establecer la verdad de los hechos por las vías jurídicas,
y la justicia en la aplicación del derecho, y a esta finalidad deberá atenerse
quien administre justicia a través de sus decisiones. Aunado a lo anterior, en
52

el Capítulo V De la Víctima, específicamente en el artículo 120, se deja claro


que la protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son
objetivos del proceso penal, siendo el Ministerio Público el ente asignado
para velar por dichos intereses en todas las fases.
En función de lo anterior, a la luz del COPP se define la víctima en los
siguientes términos:
Artículo 121. Se considera víctima: 1. La persona directamente
ofendida por el delito. 2. El o la cónyuge o la persona con quien
mantenga relación estable de hecho, hijo o hija, o padre adoptivo
o madre adoptiva, parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, y al heredero o heredera,
en los delitos cuyo resultado sea la incapacidad o la muerte del
ofendido u ofendida. 3. El o la cónyuge o la persona con quien
mantenga relación estable de hecho, hijo o hija, o padre adoptivo
o madre adoptiva, parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad…

Bajo esta perspectiva, en el marco de la penalización del Femicidio


como delito contra la mujer, es relevante el artículo 122, pues en él se
establece que de conformidad con el COPP quienes sean consideradas
víctimas, se encuentran en podrá ejercer en el proceso penal los siguientes
derechos:
Presentar querella e intervenir en el proceso conforme a lo
establecido en este Código. 2. Ser informada de los avances y
resultados del proceso cuando lo solicite. 3. Delegar de manera
expresa en el Ministerio Público su representación, o ser
representada por este en caso de inasistencia al juicio. 4.
Solicitar medidas de protección frente a probables atentados en
contra suya o de su familia. 5. Adherirse a la acusación de él o
de la Fiscal o formular una acusación particular propia contra el
imputado o imputada en los delitos de acción pública; o una
acusación privada en los delitos dependientes de instancia de
parte. ..

La disposición en contrario al cumplimiento de la disposición anterior,


se halla en el artículo 123, donde se delega a la Defensoría del Pueblo, la
potestad de canalizar acciones correspondientes contra cualquier
53

funcionarios o empleados públicos que hayan violado derechos humanos en


ejercicio de sus funciones; teniendo garantía de asistencia especial de la
Defensoría, que en el artículo 124 le abroga esta potestad cuando sea más
conveniente para la defensa de sus intereses.
Al mismo tiempo, son atinentes todas las disposiciones relacionadas
con el proceso de las competencias de las instancias judiciales, donde tal y
como pudo observarse en las jurisprudencias reseñadas en el apartado de
antecedentes, se presentan, precisamente por el hecho que no hay una clara
inclusión y correspondencia del femicidio en el código penal, lo cual amerita
la adaptación jurisprudencial para definir querellas de esta índole.
Como precedente importante, no podía obviarse la Ley de igualdad de
oportunidades para la mujer, cuya normativa en el Título I de la igualdad de
derechos de hombres y mujeres, en su Capítulo I dispone:

Artículo 1. Esta Ley regula el ejercicio de los derechos y


garantías necesarias para lograr la igualdad de oportunidades
para la mujer, con fundamento en la Ley aprobatoria de la
convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer.

Desde esta perspectiva, tal y como se complementa en el artículo 2, el


objeto de esta Ley es garantizar a la mujer el pleno ejercicio de sus
derechos, el desarrollo de su personalidad, aptitudes y capacidades,
fundamentada en el reconocimiento de la igualdad jurídica de la mujer para
todos los actos y negocios jurídicos, por lo que las leyes que aún mantengan
normas que excluyan o atenúen su capacidad jurídica, son consideradas
como discriminatorias a los efectos de ésta. En función de lo expuesto:
Artículo 4°: El Estado garantizará la igualdad de oportunidades
de hombres y mujeres ante esta Ley, a través de políticas,
planes y programas, sobre las bases de un sistema integral de
seguridad social donde se asuman los aspectos de salud,
educación, alimentación, recreación, trabajo y estabilidad
laboral.
54

Esta Ley, encuentra su complemento en la Ley Orgánica contra la


violencia que fue publicada en el año 2007, como un adelanto más a la
participación de la mujer; de tal manera en el capítulo ii de las garantías para
el ejercicio de los derechos De las garantías
Artículo 4. Todas las mujeres con independencia de su
nacionalidad, origen étnico, religión o cualquier otra condición o
circunstancia personal, jurídica o social, dispondrán de los
mecanismos necesarios para hacer efectivos los derechos
reconocidos en esta Ley: 1. La información, la asistencia social
integral y la asistencia jurídica a las mujeres en situación de
violencia de género son responsabilidad del estado
venezolano…

En efecto, a través de este documento legal se articularán los


medios necesarios para que las mujeres tengan garantizado el ejercicio
efectivo de sus derechos, lo que aporta significativamente hacia la
consecución de espacios en la sociedad; si bien es cierto que esta Ley ha
sido un elemento determinante en la escena social del país desde el mismo
momento en que fue promulgada; sin embargo no fue sino hasta la última
reforma cuando se mencionó por primera vez el término femicidio-feminicidio,
para hacer referencia a los asesinatos de mujeres por motivos sexistas a
causa de la violencia de género, donde ciertamente en el artículo 14 sostiene
que:
La violencia contra las mujeres a que se refiere la presente
Ley, comprende todo acto sexista que tenga o pueda tener
como resultado: la muerte, un daño o sufrimiento físico, sexual,
psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la
cocción o la privación arbitraria de la libertad, así como la
amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el
ámbito público como en el privado.

En función de lo que prevé la disposición normativa, tales actos pueden


producirse en el ámbito público, lo que se traduce en un ambiente fuera del
hogar y su privacidad, como en el ámbito privado, que sería violencia
intrafamiliar; así también hace énfasis en el derecho a que se respete la
55

economía y el patrimonio de las mujeres, y que su violación representa un


obstáculo para el desarrollo de las naciones, mucho más considerando que
se trata de aproximadamente el 50 por ciento de la población mundial, lo que
es equivalente a la mitad de la humanidad en todo el planeta, por lo que sus
asesinatos pudieran configurar genocidios.
En cuanto a la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una
vida libre de violencia, vigente desde el año 2007, como manera de
garantizar y promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia,
creando condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos,
impulsando cambios en los patrones socioculturales que sostienen la
desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres, para
favorecer la construcción de una sociedad justa democrática, participativa,
paritaria y protagónica.
Esta opción de refrenar las constantes situaciones de violencia de las
cuáles han sido víctimas las mujeres en el país, resultó efectiva en ciertos
aspectos de control social, pues le proporcionó a la mujer un documento
legal donde ampararse, así como al legislador y administrador de justicia
para sus actuaciones; no obstante, pese a estos adelantos, no se incluyó el
femicidio como delito, lo cual conllevó a que producto de las acciones
feministas y movimientos que asumen estas demandas se diera la presión
para incluir este hecho a través de una reforma que condujera a fortalecer las
disposiciones en materia de asesinato de la mujer como término lamentable
de parte de los sucesos violentos contra la mujer.
Se trató esta reforma de ampliar los derechos protegidos en cuanto a
la dignidad e integridad física, psicológica, sexual, patrimonial y jurídica de
las mujeres víctimas de violencia, en los ámbitos público y privado; la
protección de las mujeres particularmente vulnerables a la violencia basada
en género; tal cual lo establece el motivo que conlleva a los legisladores a la
inclusión del delito del femicidio y la ampliación de los casos de violencia,
56

obedeció al problema, contra el cual han luchado históricamente las mujeres


y que aún contando con un elemento legal sigue perpetuándose en el país;
de allí, que se planteó la reforma para la inclusión del femicidio como delito
tipificado en el sistema jurídico venezolano.
En este sentido, el legislador prevé en el artículo 12 el juzgamiento de
los delitos de que trata la Ley para una vida libre de violencia, mediante
procedimiento especial, modificándose el artículo 14, en los siguientes
términos:
Artículo 14. La violencia contra las mujeres a que se refiere la
presente Ley, comprende todo acto sexista que tenga o pueda
tener como resultado la muerte, un daño o sufrimiento física,
sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial;
la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la
amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el
ámbito público como en el privado.

A la par de lo anterior, en el artículo 15, se amplían las formas de


violencia, considerando las siguientes: violencia psicológica, acoso u
hostigamiento, amenaza, violencia física, violencia sexual, acceso carnal
violento; Otros hechos graves contemplados son la prostitución forzada, la
esclavitud sexual, Violencia laboral, Violencia patrimonial y económica,
Violencia obstétrica, Esterilización forzada, violencia mediática, Violencia
institucional , Violencia simbólica, Tráfico de mujeres, niñas y adolescentes,
Inducción o ayuda al suicidio; cada forma descrita ampliamente en sus
indicios; y, el que ocupa este trabajo de investigación el Femicidio, definido:
…como la forma extrema de violencia de género, causada por
odio o desprecio a su condición de mujer, que degenera en su
muerte, producidas tanto en el ámbito público como privado
Es la consecuencia extrema de la violencia psicológica,
acoso, hostigamiento y amenaza que generan las condiciones
para provocar la muerte de una mujer por motivaciones de
género.

En este documento legal, también modifica el artículo 35, en cuanto a


la posibilidad que una vez perpetrado el hecho la víctima, antes o después
57

de formular la denuncia, pueda acudir a una institución pública o privada de


salud, para que el médico efectúen el diagnóstico, y dejen constancia a
través de un Informe, sobre las características de la lesión, el tiempo de
curación y la inhabilitación que ella cause; con la garantía que en el
procedimiento especial de violencia de género, para evitar la desaparición de
las evidencias físicas, dicho informe médico tiene el mismo valor probatorio
que el examen forense.
A los fines de ampliar el radio de acción en cuanto a la tipificación del
delito de femicidio, la Reforma incluye el artículo 57, en la forma siguiente:

Artículo 57. El que intencionalmente cause la muerte de una


mujer motivado por odio o desprecio a la condición de mujer,
incurre en el delito de femicidio, que será sancionado con
penas de veinte a veinticinco años de prisión. Se considera
odio o desprecio a la condición de mujer cuando ocurra
alguna de las siguientes circunstancias: En el contexto de
relaciones de dominación y subordinación basadas en el
género. 1. La víctima presente signos de violencia sexual. 2.
La víctima presente lesiones o mutilaciones degradantes o
infamantes previas o posteriores a su muerte.

3. El cadáver de la víctima haya sido expuesto o exhibido en


lugar público. 4. El autor se haya aprovechado de las
condiciones de riesgo o vulnerabilidad física o psicológica en
que se encontraba la mujer. 5. Se demuestre que hubo algún
antecedente de violencia contra la mujer en cualquiera de las
formas establecidas en esta Ley, denunciada o no por la
víctima.

No obstante, la disposición alcanza mayor connotación en el hecho


que por ser considerado un delito contra los derechos humanos, quien fuere
sancionado por el delito de femicidio no tendrá derecho a gozar de los
beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas de
cumplimiento de la pena. A la par de lo anterior, se incorpora un nuevo
artículo 58, en la forma siguiente:
Artículo 58. Serán sancionados con pena de veintiocho a
treinta años de prisión, los casos agravados de femicidio que
58

se enumeran a continuación: 1. Cuando medie o haya mediado


entre el agresor y la víctima una relación conyugal, unión
estable de hecho o una relación de afectividad, con o sin
convivencia. 2. Cuando medie o haya mediado entre el agresor
y la víctima una relación laboral, académica, profesional, que
implique confianza, subordinación o superioridad. 3. Cuando el
acto se haya cometido en menosprecio del cuerpo de la víctima
o para la satisfacción de instintos sexuales. 4. Cuando el acto
se haya cometido en la trata de mujeres, niñas y adolescentes
o redes de delincuencia organizada.

En virtud de lo expuesto, en este artículo se describen los hechos


susceptibles a sanciones en caso de femicidio, incurso en uno de los cuatro
numerales que contempla el artículo expuesto; los cuales residen en
esquemas de actuación mas claros para los juristas, quienes a la luz de la
Ley reformada pueden considerar argumentos, hechos y tomar decisiones
tendientes a castigar este tipo de delito que afecta a las mujeres en el estado
venezolano.
A la par de lo anterior, se incorpora un nuevo artículo 59, para castigar
la forma de inducción al suicidio, indicando que quien hubiere inducido a una
mujer al suicidio, será sancionado; ahora bien, si el suicidio se consuma, la
pena será de diez a quince años de prisión; entretanto si el suicidio no se
hubiere consumado, será castigado con la pena prevista para la violencia
física, considerando el grado de las lesiones, establecidas en la misma Ley.
Pero con la condicionante que independientemente cual fuere el caso, es
necesario acreditar que fue motivado por odio o desprecio a la condición de
mujer.
Un hecho que esta reforma aclara y que coadyuva en el
esclarecimiento de competencias que anteriormente se prestaba a
confusiones, se deja claro al modificar la nomenclatura y el contenido del
artículo 64, de acuerdo con el cual se distingue entre: competencia,
procedimiento especial y supletoriedad; complementada con el artículo 67,
según el cual:
59

Los tribunales especializados en materia de violencia contra la


mujer, son competentes para conocer los hechos de violencia en
que la víctima sea una mujer, a fin de determinar si existe la
comisión de alguno de los delitos previstos en esta Ley, incluidos
el femicidio y la inducción o ayuda al suicidio, conforme al
procedimiento especial previsto en esta Ley. Se aplicarán
supletoriamente las disposiciones del Código Penal y Código
Orgánico Procesal Penal, en cuanto no se opongan a las aquí
previstas.

Bajo esta óptica, la complementariedad entre las leyes le otorga


competencia especial a tribunales especializados en materia de violencia
contra la mujer, considerándose a las disposiciones normativas contenidas
en los Códigos Penal y Orgánico Procesal Penal como complementos, un
hecho que abre el camino y las posibilidades al perfeccionamiento al juzgar
crímenes hacia las mujeres tipificados como Femicidio.

REFLEXIONES FINALES

Tomando en cuenta la trayectoria de la investigación, así como los


hallazgos derivados del análisis de las fuentes documentales escritas,
permite efectuar una serie de reflexiones derivadas de diversas aristas,
especialmente social y jurídica tomando en cuenta que el femicidio y su
inclusión en el ordenamiento jurídico venezolano, a modo de contener una
amenaza a la seguridad ciudadana; pudiendo deducirse que toda política
pública sobre seguridad ciudadana requiere la incorporación de la
perspectiva de género, especialmente para las mujeres a quienes afecta
directamente respecto a la consideración de la especial situación de
vulnerabilidad que padecen y su entorno discriminatorio.
En su fase inicial, la revisión documental aduce a los diagnósticos
sobre la violencia social y sus correspondientes propuestas incluyen de
manera trasversal pero de forma somera bajo el contexto real de las
políticas sobre seguridad ciudadana de la cual forma parte este delito; resulta
60

curiosos que los diagnósticos sobre violencia contra la mujer, se realizan en


forma fraccionada y no continua, pues se concentra en hechos particulares
que vuelven a encender las alarmas y luego se dejan aletargados; una
especie de boom ocasional, pero no con la rigurosidad y vinculación de todas
las perspectivas legales pertinentes, estableciéndose como una verdadera
política de seguridad ciudadana.
En este orden de ideas, aún cuando el objetivo de la investigación
residió en el abordaje del feminicidio a la luz del ordenamiento jurídico
venezolano, las contribuciones jurídicas deben ir orientadas hacia la
prevención, pues a nivel social sin duda en la mayoría de las personas priva
el deseo que los femicidios sean prevenidos y en caso que esto fuera ya
imposible, adecuadamente sancionados, a la par de las conductas violentas
contra las mujeres; incorporando normas de sensibilización, prevención y
sanción de la violencia y discriminación contra las mujeres.
En segundo término, es necesario que se actualicen las normativas y
disposiciones legales en las que se funda el hecho sancionatorio para evitar
la impunidad de los femicidios, tal como es el Código Orgánico Procesal
Penal; vale decir, la efectividad de las leyes penales ameritan trascender lo
cultural y simbólico; pues las expectativas sobre le eficacia del
procedimiento relacionado con el femicidio, pretenden que sus sanciones se
califiquen como homicidios agravados.
La incorporación del femicidio como figura autónoma, es una forma
de enfrentar las conductas ilícitas, lo cual solo será posible si ésta existe en
la reglamentación penal vigente, sin lugar a contradicciones, armonizando
también con la legislación internacional propuesta estipulados para la
eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la
Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Es básico, sustituir la expresión delito pasional, porque por años este
concepto esconde todo el sistema de dominación y el machismo que
pretende seguir manteniendo a las mujeres subordinadas.
61

Necesario es hacer de una vez y para siempre visible el femicidio


como un hecho delictivo con sanciones puntuales apoyado con reformas
integrales de la legislación deslastrándose de preceptos que expresen o
tácitamente exponen conceptos de discriminación violatorios de la dignidad
humana; la evidente integración del femicidio como hecho de trascendencia
socio jurídica es evidenciada en las sentencias emanadas de los órganos
jurisprudenciales, lo que deja en claro que en materia de esta legislación aún
queda mucho camino por transitar para hacer eficaz este hecho social.
CAPITULO III

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones

En esta sección de la investigación se hace referencia a los hallazgos


del estudio en función con los objetivos planteados en su etapa inicial; de allí
que pudo inferirse la buena disposición del estado venezolano por
criminalizar la violencia de la mujer, hecho social que lamentablemente ha
acompañado a la sociedad desde el mismo momento de su constitución; por
consiguiente, el delito de femicidio descrito como un tipo penal autónomo con
características y especificaciones típicas distintas al delito básico de
homicidio, se aleja de la visión retrograda de considerar al homicidio de una
mujer como una simple circunstancia agravante de un precepto normativo
base.
Esta perspectiva jurídica, constituyó un avance significativo en materia
legislativa y social; no obstante, la consideración del femicidio no solo debe
tomar en cuenta el homicidio de una mujer como su resultado material, sino
comprender muchos otros contextos que también suponen un atentado
contra el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, y que
desencadenan, por vía de consecuencia, en la muerte de la mujer, donde se
incluyen actos previos de tipo secuestro, torturas, mutilaciones, violaciones y
explotación sexual. Por todo lo antes descrito, se estima que el femicidio no
puede seguir siendo un hecho aislado, fortuito o excepcional, y debe dársele
la importancia legislativa que merece, ampliando su radio de acción,
vinculaciones con otros instrumentos legales para lograr su efecto esperado.
En definitiva, atacar penalmente al femicidio en el estado venezolano,
significó dar frente a ciclos repetitivos de violencia centrados en relaciones
de dominación y subordinación, que han sido legados en el contexto de una

62
63

sociedad patriarcal; redimensionando ese patrón de comportamiento a las


mujeres por solo su condición de género les ha colocado en desventaja en
los ámbitos público y privado, a través de prácticas sociales controladas y
limitadas; en este particular trascender de estas práctica intimidatorias,
amenazantes es una forma de garantizar el ejercicio de sus libertades y goce
efectivo de sus derechos que son reconocidos por la Carta Magna del estado
venezolano, con primacía en la pirámide de la Ley.
Desde esta primera aproximación a la posición legal del femicidio,
puede inferirse que este hecho fundamenta su posición en el ordenamiento
jurídico venezolano, por cuanto es un manera de devolver a las mujeres
como sujetos de derechos, la igualdad (artículo 21 CR.B.V) la libertad
(art.44), respeto, capacidad de decisión y del derecho a la vida (art.43); al
igual, en los artículos 83 y 84 de la C.R.B.V se establece el derecho a la
salud, en esta circunstancia, contemplado el femicidio y sus causales se está
combatiendo este flagelo de violencia en contra de la mujer que constituye
un grave problema de salud pública.
Ahora bien, de conformidad con la revisión documental efectuada en
contraste con los objetivos planteados, se puede admitir que se cumplió con
el objetivo general de analizar el femicidio a la luz del ordenamiento jurídico
venezolano; considerando la manera en que se presenta, así como las
implicaciones legales y efectos que se desprenden de su inclusión como
delito en la legislación nacional, determinando las implicaciones legales del
femicidio en el contexto jurídico venezolano, que sin duda han preparado el
terreno jurídico para fortalecer la posición igualitaria de la mujer en el
contexto social; esto es un indicio, pues la cruenta realidad nos muestra que
el punto neurálgico reside en la cultura, patrones valorativos y educacionales
que dominan la sociedad y que mientras no cambien, ni siquiera la más
perfecta legislación podrá lograr.
Desde esta óptica, en aras de razonar sobre los efectos que ha
producido la inclusión del femicidio como delito en el ordenamiento jurídico
64

venezolano. , como finalidad de la investigación se pudo deducir que la


preeminencia del procedimiento especial, apuntan hacia la necesidad de
revisar algunas disposiciones que contempla la Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; así como también del
Código Penal Venezolano vigente; por cuanto la inclusión del femicidio
aunque fue un verdadero avance el hecho de acercar la Ley a las
necesidades de un país con altos índices de violencia, no ha conseguido la
eficacia en su aplicación, todo ello debido la indeterminación del delito en
cuestión, causando ambigüedad en autoridades encargadas de la
administración de justicia para saber si están en presencia de un delito
común a causa de situaciones sociales como la inseguridad y violencia
desbordada de los últimos tiempos; o si de hecho se están en presencia de
un delito de violencia de género ejercida contra una mujer, basado en el odio,
el desprecio, la misoginia y el machismo entre otros; dejando un vacio en la
Ley para la determinación del hecho punible; muestra de estos sucesos son
las continuas elevaciones a instancias superiores de casos por parte de
fiscales públicos, para que sea un tribunal de alzada quien determine a quién
corresponde la competencia, lo cual afecta a su vez la celeridad en la justicia
(hechos mostrados en los antecedentes jurisprudenciales)
Prosiguiendo con el cometido específico de describir el impacto que el
femicidio ha producido en el ordenamiento jurídico venezolano; se pudo
considerar la brecha entre un hecho de reciente inclusión con respecto a la
vigencia del Código Penal Venezolano. Ciertamente, se pudo constatar el
corte evidentemente androcentrista en alguno de sus artículos (producto de
patrones de comportamiento social), otorgando un carácter de desigualdad
ante la ley penal entre hombres y mujeres.
En consecuencia, puede verse como los asesinatos de mujeres son
completamente invisibilizados en este importante Código, pues la única
palabra que hace referencia a la muerte violenta tanto de hombres como de
mujeres es el homicidio, aun conociendo que por sus raíces en el latín
65

significa “muerte violenta de un hombre”; representando una contradicción


que al parecer del autor de esta investigación necesita ser revisado,
actualizado e incluido en el Código penal para darle fuerza a este aspecto
jurídico de la sociedad venezolana.
Lo reseñado, se aúna a la violación de un mandato Constitucional de
inclusión de lenguaje con perspectiva de género que se implementó en el
país desde hace aproximadamente dos décadas, De lo anterior se evidencia
una marcada resistencia por parte del legislador, al hecho de incluir cambios
considerables al Código Penal; lo que ha traído como consecuencia entre
otras cosas, la proliferación desmedida y desordenada de múltiples leyes
especiales que tipifican y sancionan delitos de todo índole, encontrándonos
hoy por hoy de cara a una perniciosa legislación penal, que ha generado un
clima de confusión e inseguridad jurídica en el orden penal.
En efecto, un reto de estudiosos del derecho, reside en impulsar la
constitucionalización de la Ley Penal, una forma de lograr respeto absoluto
de los derechos humanos con verdadera igualdad conllevado a quienes
tienen el deber sagrado de legislar en Venezuela, abocarse actualizar el
Código Penal Venezolano, para así lograr una correspondencia de los
instrumentos legales que al momento de ser considerados en un litigio sea
efectiva en la administración de justicia, haciendo real la intencionalidad
originaria de protección de la mujer, que sin duda fundamenta la inclusión del
femicidio como delito en el ordenamiento jurídico venezolano.
En este orden de ideas, los fundamentos aportados en esta
investigación constituyen una ventana abierta a la investigación de este
hecho reseñado; es necesario que se fortalezca la primigenia
intencionalidad del legislador y del mismo estado venezolano por proveer a
las mujeres de una posición igualitaria en un contexto de respeto y libertad;
pero, las cosas deben hacerse de manera articulada, pues al momento de
fundamentar sus artilugios jurídicos, el profesional del derecho y quienes
administran justicia apelan por leyes, códigos o cualquier otro documento en
66

que sustentar; y es allí, donde se muestra el vacio por descontextualización


legal de tales instrumentos orientadores del hecho jurídico.
Recomendaciones
Con base en los hallazgos anteriormente expuestos, se considera
necesario recomendar lo siguiente:
Considerar en el futuro inmediato la revisión de los instrumentos legales
vigentes en materia constitucional, civil, penal, con respecto al femicidio,
para tomar las acciones a que haya lugar y de esta manera superar las
inconsistencias que prevalecen en la actualidad; esto coadyuvaría a acotar
legalmente en el Código Penal el delito de conformidad con la Carta
Suprema en el artículo 21.
En esta instancia, resulta necesaria la inducción sobre el cambio; vale
decir, la promoción, conocimiento e instrucción sobre cambios de gran
importancia como la contemplación de hechos que favorece a la mujer como
es el femicidio, no puede ser inadvertida, mucho menos dejada a mano de
interpretaciones empíricas; susceptible de eventos promocionales,
educativos, para hacer más certera su aplicabilidad.
También, se recomienda la actualización permanente de un sistema
regular de recolección de datos estadísticos sobre la violencia contra las
mujeres, concertando con entes educacionales para dar a conocer este
hecho social y aplicar acciones educativas para ahondar sobre cómo hacer
denuncias de este tipo de delitos deplorables para la sociedad en general;
como aporte para formar una sociedad de relevo con una visión clara
distinta, redimensionada en la valoración de la mujer y la condena de
homicidios sobre estas por su condición de género.
Aunado a lo anterior, para fortalecer este hecho es necesario
involucrar a la sociedad en general, mediante la organización de campañas
de sensibilización y educación a toda la población, resaltando los costos
humanos y sociales del problema, enfatizando en el riesgo de muerte de las
mujeres; extendiendo una sensibilización y capacitación a los trabajadores
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del sistema de justicia. La orientación de este proceso amerita enfatizar en la


necesidad de no aceptar la impunidad de las conductas delictivas contra la
mujer, a partir del fortalecimiento de los mecanismos de protección dirigidos
a las mujeres y que se afiancen las medidas desde el inicio estableciendo las
presunciones, para evitar un mal mayor.
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