En Un Matrimonio de Hecho, Su Implicancia en La Partición de Bienes Si Ino de Ellos Es Casado
En Un Matrimonio de Hecho, Su Implicancia en La Partición de Bienes Si Ino de Ellos Es Casado
En Un Matrimonio de Hecho, Su Implicancia en La Partición de Bienes Si Ino de Ellos Es Casado
2020
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
EL MATRIMONIO
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
2. DEFINICIÓN DE MATRIMONIO
3. TEORÍAS SOBRE EL MATRIMONIO
3.1. TEORÍA CONTRACTUALISTA
3.2. TEORÍA INSTITUCIONALISTA
3.3. TEORÍA ECLÉCTICA
4. MATRIMONIO DE HECHO O UNIÓN DE HECHO
5. UNIÓN DE HECHO IMPROPIA
6. DIFERENCIA ENTRE EL MATRIMONIO DE HECHO Y LA CONVIVENCIA
7. LEGISLACIÓN COMPARADA
8. RÉGIMEN ECONÓMICO DEL CONCUBINATO EN LA LEGISLACIÓN
PERUANA
9. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y EL CONCUBINATO
CAPÍTULO II
LA PARTICIÓN DE BIENES EN EL MATRIMONIO DE HECHO
1. EFECTOS JURIDICOS DEL MATRIMONIO DE HECHO O UNIÓN DE
HECHO RECONOCIDOS EN EL PERÚ
2. LA PARTICIÓN DE BIENES EN LA UNIÓN DE HECHO SI UNO ES CASADO
CAPITULO III
ANÁLISIS DE LA JURISPRUDENCIA
CONCLUSIONES
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
WEB GRAFÍAS
EL MATRIMONIO
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
El matrimonio es tan antiguo como el propio hombre y mantiene rasgos
institucionales comunes a lo largo del mundo. Como se señala en la doctrina
brasilera1, es evidente e incontrovertible que el matrimonio es una institución
histórica, trayendo consigo el peso de la tradición y una serie de factores que se
sumaron a lo largo del tiempo. Su importancia deriva de la trascendencia que la
sociedad tradicionalmente ha concedido a la familia. Como se mencionó, envuelto en
los más variados ritos y costumbres, esta institución jurídica perduró durante siglos y
permanece en las legislaciones, aunque con la disciplina diversa en función de la
experiencia de cada pueblo. Para Jorge Azpiri 2 intentar describir una evolución del
matrimonio en las épocas prehistóricas presenta las mismas dificultades respecto del
origen de la familia. Como refiere Javier Vargas 3, el matrimonio históricamente se
presenta como la formalización, ya sea legal o religiosa, de la unión de dos personas
del sexo opuesto, que se basa en uno de los instintos vitales del ser humano: la
atracción de sexos para perpetuar la especie.
Esta institución, como todas las demás, ha sufrido una serie de cambios a lo largo de
la historia, para poder ser el matrimonio que, actualmente, concebimos. Una de las
formas del matrimonio más conocidas en el mundo fue la conquista. Los hombres
conquistaban a las mujeres por medio de la guerra y el rapto, el problema con los
inicios de la institución del matrimonio, era justamente que, a las mujeres, al ser
raptadas, se les aplicaba la ley del vencido, por lo que su situación no era muy ajena a
la del esclavo.
1
FARIAS, Cristiano Chaves y ROSENVALD, Nelson. Direito das Famílias, Lumen Juris, Río de Janeiro, 2008, p.
91.
2
AZPIRI, Jorge. Derecho de Familia. 1ª ed., 1ª reimp., Hammurabi, Buenos Aires, 2005, p. 70.
3
VARGAS, Javier. El matrimonio, familia y propiedad en el Imperio Incaico. Colegio de Abogados de Lima,
Cultural Cuzco, Lima, 1988.
- Se buscaba imitar el matrimonio del dios Sol con su hermana la Luna, es importante
recordar que los incas se consideraban descendientes de estos.
- Se buscaba mantener la sangre divina que poseían, de tal forma que no se mezcle
con la sangra humana.
4
Los cronistas fueron personajes que vivieron durante la invasión española y recopilaron la historia de
manera oral.
Para evitar que los esposos se contentaran con una simple bendición religiosa se dictó
el Decreto Ley Nº 6889 y el Decreto Ley Nº 6890 que en su artículo 1, confirmado
por Ley Nº 7893, disponían que los párrocos, antes del matrimonio religioso,
exigirían el certificado del matrimonio civil. Decretos que fueron derogados
tácitamente por la promulgación del Código Civil de 1936 que no consideró esta
medida, y luego expresamente por la Ley Nº 8559 que estableció en su artículo único
“que las disposiciones sobre la celebración del matrimonio y divorcio” contenidas en
el Código Civil “son las únicas que rigen en esta materia”. Los Códigos Civiles de
1936 y 1984 adoptan el sistema exclusivamente civil.
2. DEFINICIÓN DE MATRIMONIO
Sociológicamente, el matrimonio es la institucionalización de las relaciones
interpersonales de dos sujetos cuyo sustento es la unión intersexual reconocida por la
ley. Para la sexología, el matrimonio es el ejercicio legítimo de los genitales. Para el
Derecho es un acto jurídico familiar que celebran dos personas de sexos
complementarios con la finalidad básica de hacer vida en común, procrear y educar a
sus hijos. A criterio de Gomes6 el concepto de casamiento está dado con referencia de
elementos espirituales o morales más que una conceptualización jurídica.
Es una unión libre basada en el amor que deja de lado todo tipo de interés personal e
importa el sacrificio y desprendimiento de las partes que lo componen. Como
compromiso social el matrimonio envuelve una abnegación que marca una
característica en sus sujetos. La unión marital del hombre es una necesidad vincular.
Ambos se requieren y con el matrimonio se comprometen a satisfacer esa necesidad
del otro, una especie de alteridad objetiva 7. Se dice, con sustento, que el Derecho de
Familia institucionaliza la unión intersexual entre el hombre y la mujer a través del
matrimonio (familia conyugal) y la procreación a través de la relación padres e hijos
6
GOMES, Orlando. Direito de Família. 14ª ed., Forense, Río de Janeiro, 2001, p. 55.
7
MÉNDEZ COSTA, María Josefa. Derecho de Familia. Tomo I, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 1996, p. 92
9
Vide RAMOS NÚÑEZ, Carlos. Historia del Derecho Civil peruano siglos XIX y XX. El orbe jurídico ilustrado y
Manuel Lorenzo de Vidaurre. Tomo I, Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2003, p. 257.
10
Vide RAMOS NÚÑEZ, Carlos. Historia del Derecho Civil peruano siglos XIX y XX. La codificación del siglo XIX:
Los Códigos de la confederación y el Código Civil de 1852. Tomo II, Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2001, p.
289.
11
Código de Derecho Canónico. 1055 § 1. La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen
entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la
generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor a la dignidad de sacramento entre
bautizados. § 2. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso
mismo sacramento.
12
La Asamblea Constituyente, instalada luego de la Revolución Francesa (1789), proclamó que “la ley
considera al matrimonio como un contrato civil”, asimismo, el proyecto de Código Civil definió al
matrimonio como un contrato (art. 3), consideración esta que fue suprimida por considerarse hostil (Vide
PLANIOL, Marcel y RIPERT, Jorge. Tratado práctico de Derecho Civil francés. Tomo II, La familia, Ed. Cultural,
La Habana, Cuba, 1939).
13
VENOSA, Sílvio de Salvo. Direito Civil. Ob. cit., p. 25.
Esta teoría sostiene que el matrimonio es un acto complejo, a la vez un contrato y una
institución. A nivel local tenemos el criterio de Cornejo Chávez quien se ampara en
14
ECHECOPAR GARCÍA, Luis. Régimen legal de los bienes en el matrimonio. Obra actualizada por los
miembros del Estudio Luis Echecopar García, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 7.
15
MÉNDEZ COSTA, María Josefa. Derecho de Familia. Ob. cit., p. 92.
16
BORDA, Guillermo A. Tratado de Derecho Civil. Familia. Tomo I, 10ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2008, p. 47.
- Libres de impedimentos.
17
CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho familiar peruano. Ob. cit., p. 62.
7. LEGISLACIÓN COMPARADA
La situación es diferente en Brasil en relación a la experiencia peruana. Hasta hace no
mucho, las uniones estables no estaban legislativamente reguladas. Esta tarea recayó
en la Constitución de 1988 y luego en la legislación ordinaria, hasta su inclusión en el
Código Civil de 2002. El concubinato en Brasil era y es una práctica generalizada.
Los colonizadores portugueses dejaron a sus esposas y optaron por las relaciones
convivenciales al llegar al país. La situación se ha vuelto tan habitual y común que el
matrimonio fue considerado la excepción y el concubinato la práctica, a pesar que fue
un crimen de acuerdo a la doctrina de la iglesia 19. El concubinato puro fue
considerado en las ordenaciones filipinas como una forma de matrimonio de hecho,
mientras que se admitió la validez del matrimonio religioso como un contrato
particular firmado por dos testigos. El matrimonio civil no se conocía. Fue con el
Decreto 181 (24/1/1890) que este tipo de matrimonio se instituyó en Brasil. A partir
de entonces se formalizó, bajo las leyes del Estado, la constitución de la familia y
18
PLÁCIDO VILCACHAGUA. Alex. Manual de Derecho de Familia. Ob. cit., p. 250
19
Cfr. JORGE JUNIOR, Alberto Gosson. “União estável e concubinato”. En: Revista IOB de Direito de Família.
Ano IX, n. 45, síntese, Porto Alegre, Dez-Jan 2008, pp. 88-89.
Por otro lado, se sostiene que esta equiparidad recién se va a dar desde el momento en
que es emitida la sentencia de reconocimiento del concubinato, con lo cual estamos
dando a la sentencia carácter de constitutivo, en tanto que está creando el derecho
CAPÍTULO II
En nuestra opinión, la primera regla para liquidar los efectos económicos derivados
de una unión de hecho se debería encontrar en la propia autonomía de la voluntad de
la pareja; los convivientes, mediante el otorgamiento de pactos o convenciones
expresos, que algunos han denominado también “capitulaciones concubinarias”, son
los primeros que pueden determinar cómo se regularán los conflictos que se susciten
a la disolución de la unión, la forma de distribuir las adquisiciones y utilidades, y en
general, todos y cada uno de los efectos y obligaciones patrimoniales que asuman al
Sociedad de gananciales
No es indispensable que exista un matrimonio para que se configure el régimen de
sociedad de gananciales, las uniones estables se hallan bajo dicho régimen por
mandato legal24.
Pensión de viudez
22
VARGAS ARAVENA, David. “De la situación patrimonial de las uniones de hecho en el ordenamiento
jurídico español”. En: Revista de Derecho. Santiago: Escuela de Postgrado de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Chile, Nº 3, julio de 2013, p. 25.
23
El principio de libertad de forma es reconocido por muchos ordenamientos jurídicos y el Derecho peruano
no constituye la excepción, hallándose regulado en el artículo 143 del Código Civil, el cual expresa que
“cuando la ley no designe una forma específica para un acto jurídico, los interesados pueden usar la que
juzguen conveniente”. Es así que las partes pueden decidir qué forma utilizar para manifestar su voluntad y
probar la existencia del acto celebrado. CASTILLO FREYRE, Mario y Marco Andrei TORRES MALDONADO. “La
forma en la donación propter nuptias: ¿Una excepción que se convierte en regla?”. En: Derecho & Sociedad.
Lima: Revista editada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, año XXIV, Nº 41, diciembre de 2013, p. 258.
24
Exp. N°s 0498-99-AA/TC de fecha 14 de abril de 2000, 09332-2006-AA/TC del 30 de noviembre de 2007 y
04777-2006-AA/TC del 13 de octubre de 2008.
Seguridad social
Tenemos las STC Exps. N°s 03605-2005-AA y 09708-2006-PA referidas a la
vulneración del derecho a la seguridad social por la negativa de conceder una pensión
de viudez en beneficio del conviviente supérstite tomando en cuenta que el Decreto
Ley N° 20530 se muestra conforme con la pensión a favor del cónyuge supérstite, no
del conviviente. La innovación radica en la modificación de criterio respecto del
reconocimiento de los efectos personales, desarrolladas en la sentencia recaída en el
Exp. N° 06572-2006-AA/TC de fecha 6 de noviembre de 2007 en la que se declara
fundado el amparo interpuesto por doña Janet Rosas Domínguez; posición distinta
respecto del criterio esbozado en la sentencia pronunciada en el Exp. N° 03605-2005-
AA/TC de fecha 8 de marzo de 2007 en el proceso instaurado por doña Irma Doris
Anaya Cruz.
25
Exp. N° 06572-2006-PA/TC. Sentencia del 6 de noviembre de 2007.
Para el caso no se podría llamar matrimonio de hecho o unión de hecho, sino tendría
la denominación de unión de hecho impropio, por tanto, esta unión no tiene las
condiciones señaladas en el artículo 326 del código civil, donde se señala que
tratándose de la unión de hecho que no reúna las condiciones señaladas en este
artículo, el interesado tiene expedita, en su caso, la acción de enriquecimiento
indebido. Estamos ante una unión de hecho impropia, cuando alguno de los
convivientes tenga impedimento, no se respete la diversidad de sexos o las reglas de
la monogamia. En tales supuestos, la unión de hecho no produce los efectos
contemplados en la ley[CITATION Enr11 \p 417 \l 10250 ] . Es decir, de darse el caso la
persona no tendría derecho al patrimonio del conviviente casado, ya que este tenía
impedimento para celebrar sea de manera solemne o voluntariamente la unión de
hecho.
Para obtener un efecto patrimonial en este caso se debe de tratar desde la perspectiva
del enriquecimiento injustificado de uno de los partícipes, que se ve favorecido por la
titularidad formal exclusiva de los bienes adquiridos con esfuerzo común, por lo que
se genera un crédito a favor del participe empobrecido hasta la concurrencia de ese
empobrecimiento con el enriquecimiento de la otra parte. Ello supone acreditar que
uno de los partícipes se ha enriquecido a consta del empobrecimiento del otro, sin que
exista una causa contractual o cuasicontractual que lo justifique. En el aspecto
procesal, tratándose de este tipo de caso evidentemente, no se deberá solicitar el
reconocimiento de la misma sino, la estrategia legal deberá estar encaminada a la
prueba de la existencia de un aumento del patrimonio de uno de los convivientes, y a
su vez un empobrecimiento correlativo del conviviente perjudicado.
ANÁLISIS DE LA JURISPRUDENCIA
Continuando con el desarrollo del presente trabajo y poniendo como tema la partición de
bienes en una unión de hecho si uno es casado. Se toma la decisión de dejar este tema para
su debida refutación, debido a que previamente es de saber el tener una base de
conocimientos de conceptos fundamentales que involucran el desarrollo respecto al tema de
En este orden de ideas antes de centrar en analizar el caso que he considerado relevante
para el presente trabajo de a modo de preámbulo, hay que tener bien en claro sobre el
desarrollo de la unión de hecho y los problemas que puede traer cuando existe el
impedimento por parte de una de las partes que conforman dicha unión ya que, depende de
los futuros actos que ello genere respecto a sus posibles efectos.
ASUNTO
En el presente proceso de reconocimiento de unión de hecho la demandante Fidelia
Guadalupe Ñavincopa Andrade Vda. de Montero ha interpuesto recurso de casación
mediante escrito obrante a fojas dos mil doscientos diecisiete, contra la sentencia de vista
de fojas dos mil ciento veintitrés, de fecha quince de setiembre de dos mil quince, emitida
por la Segunda Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
revocó la sentencia apelada de fojas mil ochocientos catorce, de fecha veintisiete de junio
A Modo de Antecedente.
El presente caso se inicia El tres de mayo de dos mil diez, mediante escrito obrante a fojas
sesenta y cinco, Fidelia Guadalupe Ñavincopa Andrade Vda. de Montero interpuso
demanda de reconocimiento de unión de hecho, contra la sucesión de Óscar Montero
Hidalgo; pretendiendo que se reconozca la unión de hecho realizada entre la recurrente y su
difunto esposo Óscar Montero Hidalgo desde el año mil novecientos sesenta y siete, hasta
la fecha en que contrajeron matrimonio, el treinta de julio de mil novecientos ochenta y
seis, en ello señala que su causante Óscar Montero Hidalgo en vida contrajo dos
matrimonios civiles, el primero, el dos de noviembre de mil novecientos cuarenta y ocho
con Clotilde Vizcarra Silva y el segundo con la demandante el treinta de julio de mil
novecientos ochenta y seis, después del tiempo de convivencia indicado en el petitorio, para
lo cual fijaron como domicilio el jirón Oxapampa número 317, distrito de Breña, provincia
y departamento de Lima. La demandante indica que hizo convivencia con el causante desde
el año mil novecientos sesenta y siete, habiendo procreado a su hija mayor Luz Marlene
Montero Ñavincopa nacida el veinticinco de junio de mil novecientos setenta y dos y a la
menor Haidi Montero Ñavincopa nacida el diez de marzo de mil novecientos setenta y
ocho, generando dicha unión una sociedad de gananciales, por cumplir con los requisitos
del artículo 326 del Código Civil, para luego de ello contraer matrimonio el treinta de julio
de mil novecientos ochenta y seis.
I. ASUNTO
II. ANTECEDENTES
1. DEMANDA
El tres de mayo de dos mil diez, mediante escrito obrante a fojas sesenta y cinco, Fidelia
Guadalupe Ñavincopa Andrade Vda. de Montero interpuso demanda de reconocimiento de
unión de hecho, contra la sucesión de Óscar Montero Hidalgo; pretendiendo que se
reconozca la unión de hecho realizada entre la recurrente y su difunto esposo Óscar
Montero Hidalgo desde el año mil novecientos sesenta y siete, hasta la fecha en que
contrajeron matrimonio, el treinta de julio de mil novecientos ochenta y seis, bajo los
siguientes fundamentos:
– Señala que su causante Óscar Montero Hidalgo (fallecido el diez de setiembre de dos mil
tres) en vida contrajo dos matrimonios civiles, el primero, el dos de noviembre de mil
novecientos cuarenta y ocho con Clotilde Vizcarra Silva y el segundo con la demandante el
treinta de julio de mil novecientos ochenta y seis, después del tiempo de convivencia
– Producto de su primer matrimonio con Clotilde Vizcarra Silva el causante tuvo dos hijos,
los codemandados Óscar Ricardo y Evangelina Mercedes Montero Vizcarra, habiéndose
divorciado de aquella el quince de mayo de mil novecientos sesenta y dos.
– La demandante indica que hizo convivencia con el causante desde el año mil novecientos
sesenta y siete, habiendo procreado a su hija mayor Luz Marlene Montero Ñavincopa
nacida el veinticinco de junio de mil novecientos setenta y dos y a la menor Haidi Montero
Ñavincopa nacida el diez de marzo de mil novecientos setenta y ocho, generando dicha
unión una sociedad de gananciales, por cumplir con los requisitos del artículo 326 del
Código Civil, para luego de ello contraer matrimonio el treinta de julio de mil novecientos
ochenta y seis.
– Añade que para la adquisición de dicho bien la recurrente ha contribuido con el fruto de
su trabajo, habiendo laborado desde el uno de marzo de mil novecientos sesenta y siete
hasta el once de abril de mil novecientos ochenta y nueve, para la Compañía Medifarma
Laboratorios.
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
El veintiuno de junio de dos mil diez, mediante escrito obrante a fojas ciento trece,
Evangelina Mercedes Montero Vizcarra contestó la demanda negándola en todos sus
extremos, argumentando que:
– La demandante, de manera falaz, afirma que la supuesta unión de hecho se llevó a cabo
en el domicilio jirón Oxapampa número 317 – Breña, Lima; sin embargo, no existe en sus
medios probatorios un solo documento que acredite tal afirmación.
– La supuesta convivencia desde el año mil novecientos sesenta y siete, no está acreditada
con ningún documento; en consecuencia, no puede quedar claro lo que no se ha probado en
forma alguna.
Asimismo, Óscar Ricardo Montero Vizcarra contestó la demanda mediante escrito de fojas
ciento cincuenta y dos, señalando que Óscar Montero Hidalgo al momento de adquirir el
inmueble no se encontraba casado con Fidelia Guadalupe Ñavincopa Andrade, tal como fue
rectificado en la Partida Registral del inmueble.
El veintisiete de junio de dos mil catorce, mediante Resolución número noventa y ocho,
obrante a fojas mil ochocientos catorce, el Octavo Juzgado de Familia de la Corte Superior
de Justicia de Lima, declaró fundada en parte la demanda; en consecuencia, declara el
reconocimiento de la unión de hecho entre Fidelia Guadalupe Ñavincopa Andrade con
quien en vida fue Óscar Montero Hidalgo iniciada el veinticuatro de julio de mil
novecientos setenta y dos, hasta el treinta de julio de mil novecientos ochenta y seis,
declarando la existencia de una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad de
gananciales; señalando que:
– Si bien los demandados amparan sus afirmaciones en que “en la Partida de Nacimiento de
la codemandada Luz Marlene Montero Ñavincopa se indica que el causante era casado y
que en la Partida de Matrimonio del causante con la actora se indica que el contrayente
tiene la calidad de viudo”; sin embargo, de la información consignada en dichos
documentos no se advierte ni la identidad de la supuesta cónyuge, ni el lugar ni fecha en
que se había celebrado el supuesto matrimonio, tanto más si conforme lo dispone el artículo
269 del Código Civil: “para reclamar los efectos civiles del matrimonio debe presentarse
copia certificada de la partida del registro del estado civil (…)”.
– Respecto a Liseth Montero Guerra, nacida el nueve de junio de mil novecientos setenta y
dos, en época contemporánea a la codemandada Luz Marlene Montero Ñavincopa, a quien
los codemandados Evangelina Mercedes y Óscar Ricardo Montero Vizcarra sindican como
hija del causante Óscar Montero Hidalgo, es de observarse que en el Acta de Nacimiento de
la misma no figura reconocimiento por parte del presunto progenitor; por ende, no resulta
– En tal sentido, no se han configurado todos los elementos requeridos para la unión de
hecho o concubinato propio, reconocido por el artículo 5 de la Constitución Política del
Perú y el artículo 326 del Código Civil, no habiendo prueba idónea que permita inferir la
existencia de una cohabitación o comunidad de vida, notoria y libre de impedimento
matrimonial durante el período comprendido entre el año mil novecientos sesenta y siete
hasta el veintinueve de julio de mil novecientos ochenta y seis.
El dieciséis de octubre de dos mil quince, Fidelia Guadalupe Ñavincopa Andrade Vda. de
Montero mediante escrito de fojas dos mil doscientos diecisiete, interpuso recurso de
casación contra la sentencia de vista, que revocó la apelada, reformándola declara
infundada la demanda; siendo declarado procedente por este Supremo Tribunal mediante la
resolución de fecha catorce de enero de dos mil dieciséis, por la siguiente infracción:
– Infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú:
Se atenta contra el Derecho a la Prueba y consecuentemente al Debido Proceso cuando al
momento de revisar los hechos se infieren afirmaciones sustentadas únicamente en los
dichos de una persona, sin contrastarlos con la realidad fáctica y soslayando pruebas
documentales que contradicen dichas afirmaciones. Así ocurre cuando se concluye que
existe impedimento matrimonial o que se trata de una relación impropia, porque falta
identidad en el domicilio convivencial, o cuando se acredita el estado civil de las personas
con documentos inidóneos, soslayando pruebas documentales.
PRIMERO. - Que, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia de la República, conforme lo señala el artículo 384 del Código
Procesal Civil.
TERCERO.- Que, la Constitución Política del Perú en su artículo 139 inciso 3 consagra el
Debido Proceso, el cual consta de elementos o garantías mínimas necesarias que permiten
asegurar que el proceso como instrumento sirva adecuadamente para su objetivo y
finalidad, otorgando al justiciable el derecho a exigir del Estado un juzgamiento imparcial y
justo, pues este no solo está obligado a proveer la prestación jurisdiccional, sino a proveerla
bajo determinadas garantías mínimas que le aseguren un juzgamiento imparcial y justo.
SEXTO. - Que, asimismo, la finalidad de las pruebas ofrecidas es la de acreditar los hechos
que invoca, ya que, a partir de ello, el Juzgador resolverá el conflicto, haciendo uso además
de las leyes de la lógica, la razón y las máximas de la experiencia. Dichos medios
probatorios pueden ser clasificados en dos: a) Medios probatorios: Aquellos que
representan materialmente la ocurrencia de un hecho; b) Sucedáneos de medios
probatorios: Aquellos que aportan hechos, pero de manera indirecta, aquí encontramos a los
indicios y presunciones legales.
SÉTIMO.- Que, por otro lado, merece especial atención la naturaleza del proceso de autos,
esto es, sobre reconocimiento de unión de hecho, sobre lo cual debe manifestarse que, el
artículo 4 de la Constitución Política del Perú reconoce a la familia como uno de los
derechos sociales de los individuos, otorgándole mayor protección al tratarse de un instituto
natural y fundamental de la sociedad, así pues, señala que se trata de un Estado que
promueve el matrimonio, sin perjuicio de reconocerle derechos semejantes a las uniones de
hecho (artículo 5).
OCTAVO. - Que, al respecto Varsi Rospigliosi clasifica la unión de hecho en: a) unión de
hecho propia, aquella que cumple con todos los requisitos para surtir efectos jurídicos; b)
unión de hecho impropia, es aquella que no cumple con los elementos o requisitos para su
reconocimiento formal, esto es, cuando alguna de las dos personas tiene impedimento para
contraer matrimonio. A su vez esta última se clasifica en pura (cuando ellos desconocen la
situación de impedimento matrimonial) e impura (cuando al menos uno de ellos conoce del
impedimento). Debiendo aclarar que el artículo 326 del Código Civil señala que:
“Tratándose de la unión de hecho que no reúna las condiciones señaladas en este artículo, el
interesado tiene expedita, en su caso, la acción de enriquecimiento indebido”.
NOVENO. - Que, en ese orden de ideas, de los medios probatorios aportados al proceso y
analizados por la Sala Revisora, se pueden destacar los siguientes eventos de relevancia
para el presente proceso:
– El once de febrero de mil novecientos sesenta y tres, para el Registro Electoral con el
Ministerio de Guerra, declaró su estado como “divorciado”.
DÉCIMO PRIMERO.- Que, por las consideraciones expuestas, se concluye que la Sala
Superior no ha incurrido en infracción normativa alguna, ya que como se ha señalado, no se
han configurado todos los elementos requeridos para la declaración de unión de hecho
contenidos en el artículo 326 del Código Civil, siendo ello así, en el presente caso, la
sentencia de vista contiene una motivación adecuada, ya que se observa que se ha basado
en los hechos expuestos en la etapa postulatoria, los medios probatorios y sucedáneos
aportados válidamente al proceso, aplicando el derecho que corresponde; y ha resuelto
sobre los puntos controvertidos fijados en la Audiencia de Saneamiento y complementarias.
DÉCIMO SEGUNDO. - Que, en consecuencia, este Supremo Tribunal estima que merece
ampararse el recurso de casación por la infracción normativa de orden procesal.
VI. DECISIÓN:
Estando a las consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 397 del Código Procesal Civil,
declararon:
S.S.
MENDOZA RAMÍREZ
MIRANDA MOLINA
CALDERÓN PUERTAS
YAYA ZUMAETA
DE LA BARRA BARRERA
CONTRERAS, Carlos
Historia del Perú Contemporáneo
Editorial PUCP – Lima
Quinta Edición 2015
WEB GRAFÍAS