La Retirada Del Pañal

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La retirada del pañal: ¿estará listo mi hijo para ir al baño solito?

Parece que fue ayer cuando le cambiaste el primer pañal a tu bebé, y cuando te das cuenta, tu pequeño ya
está listo para aprender a ir al baño solito. Aunque no hay una edad mágica en la que los niños están
automáticamente preparados para dejar de usar pañales, la mayoría de ellos habrán desarrollado las
habilidades físicas y cognitivas necesarias entre los 18 y los 24 meses (aunque hay niños que no están listos
hasta que tienen casi 3 años de edad, o incluso 4). Para ayudarte a determinar si ha llegado el momento,
hemos elaborado una lista de las principales señales que indican que tu pequeño está listo. Recuerda que si
empiezas antes de que tu niño esté realmente preparado, seguramente no terminarás más temprano.
No tienes que esperar a que tu niño cumpla todos los requisitos de esta lista para empezar a enseñarle; lo
más importante es que notes que, de manera general, tu niño se está volviendo independiente y comprende lo
que significa ir al baño como los adultos.

Tu niño podría estar listo para dejar los pañales si:

Señales físicas
• Tiene suficiente equilibrio y coordinación para caminar, y hasta correr con firmeza.

• Orina bastante de una sola vez.

• Hace del baño regularmente y sus deposiciones son blandas y bien formadas.

• Se mantiene "seco" por períodos de por lo menos tres o cuatro horas (esto indica que los músculos de la
vejiga se han desarrollado lo suficiente para retener y almacenar orina).

Señales de comportamiento
• Es capaz de sentarse y mantenerse en la misma posición por dos a cinco minutos.

• Puede subirse y bajarse los pantaloncitos por sí solo.

• Le molesta tener sucio el pañal.

• Trata de imitar a los adultos cuando van al baño (quiere verte ir al baño, ponerse ropa interior, etcétera).

• Demuestra físicamente que está haciendo del baño (hace ruidos, se agacha, o te lo dice).

• Muestra que le gusta ser independiente.

• No es un niño que a todo dice que "no".

• Se muestra orgulloso de sus logros.

• No parece resistirse a aprender a usar el orinal infantil.

• Está en una fase en que de manera general se muestra cooperativo (no lleva siempre la contraria ni le dice
"no" a todo).

Señales cognitivas
• Obedece instrucciones sencillas (por ejemplo, "dame el juguete").

• Comprende la importancia de guardar las cosas en su lugar.

• Tiene palabras (pueden ser las suyas propias) para las evacuaciones y la orina.

• Sabe cuando tiene que hacer del baño (percibe las señales físicas) y es capaz de decírtelo antes de hacerlo.
11 pasos para enseñarle a tu niño o niña a ir al baño

 Primer paso: Identifica las señales de que tu niño está listo


 Segundo paso: Compra el equipo necesario

 Tercer paso: Crea una rutina para tu niño

 Cuarto paso: Dile adiós al pañal

 Quinto paso: Muéstrale cómo se hace

 Sexto paso: Explícale el proceso

 Séptimo paso: Motívalo a ser independiente

 Octavo paso: Compra pantaloncitos de entrenamiento

 Noveno paso: Acepta sus “accidentes” con buen humor

 Décimo paso: Comienza el entrenamiento nocturno

 Onceavo paso: Celébralo, ¡lo has conseguido!

Una de las etapas del desarrollo de los niños que los padres suelen esperar con ansiedad es el momento de
quitarles el pañal. Después de haber cambiado cerca de dos mil pañales al año (calcula unos 6 al día),
seguramente estás deseando que tu pequeño empiece a ir al baño solito.

Algunos niños aprenden en pocos días, pero muchos otros tardan varios meses. En general, cuanto más
pequeño es el niño al empezar el entrenamiento, más tarda en aprender.

Será más fácil enseñarle a tu hijo con éxito si conoces los pasos básicos del entrenamiento, y logras
transmitírselos con claridad a tu niño.

Primer paso: Identifica las señales de que tu niño está listo


Algunos niños están listos para empezar el proceso de retirada del pañal a los 18 meses de edad, pero hay
otros que no demuestran el más mínimo interés hasta que tienen 3 años o más.

En Estados Unidos, la mayoría de los padres empiezan a entrenar a sus hijos cuando tienen alrededor de 2
años y medio, pero en muchos países latinos se solía empezar más temprano, sobre todo en generaciones
anteriores, cuando los pañales se tenían que lavar a mano (¡y hasta hervir!) en casa. O sea que no te
sorprendas si tu madre o tu suegra insisten en decirte que les quitaron los pañales a sus hijos antes de que
cumplieran un año. Es posible que lo hayan hecho, pero quizás dedicaban una buena parte de su tiempo a
limpiar "accidentes".

Lo importante es observar si tu hijo empieza a mostrar ciertas señales de que ya está listo para aprender a ir
al baño solito. Algunas preguntas que puedes hacerte para ver si está listo son: ¿obedece instrucciones
sencillas?, ¿camina y se sienta solo?, ¿trata de imitar a los adultos o hermanitos cuando van al baño?,
¿puede subirse y bajarse los calzones?

Recuerda también que algo que te haya ido muy bien con tu primer hijo podría no funcionar con el segundo.
Lo bueno es que los hijos que vienen después suelen aprender con mayor rapidez que los primogénitos,
aunque los varoncitos suelen tardar más que las niñas.

Piensa también en otros factores aparte del nivel de desarrollo y preparación de tu hijo. Si en este momento tu
pequeño está pasando por un gran cambio en su vida, como ir a una nueva escuela o guardería, o la llegada
de un hermanito, es muy probable que el proceso de retirada del pañal se vuelva más difícil, y lo ideal sería
postergarlo hasta que la situación se estabilice.

Tampoco tiene sentido empezar a enseñar a tu niño en un momento en que tú no puedas dedicarle el tiempo,
la paciencia y el buen humor necesarios. Si estás ocupadísima renovando la casa, o sufres náuseas debido a
un nuevo embarazo, éste seguramente no es el momento de quitarle el pañal a tu hijo. Lo mejor es esperar un
par de semanas, o meses, hasta que las cosas estén más tranquilas.

Si la presión para enseñarle a ir al baño viene de parte de tu mamá u otro familiar con buenas intenciones,
explícales con delicadeza los motivos por los que piensas que ni tú ni tu niño están listos aún, y diles que
prefieres esperar para poder hacerlo con tranquilidad.

Igualmente, si estás fuera de tu entorno habitual, de vacaciones o pasando una temporada en casa de un
familiar, lo mejor es esperar. Los inevitables accidentes pueden causar tensiones en casa ajena y tu hijo se
sentirá menos cómodo que en su propio hogar.

¿Crees que tu hijo está listo para dejar los pañales? ¡Vota ahora!

Segundo paso: Compra el equipo necesario


Invierte en un buen orinal (bacinica) o en un asiento especial que se acopla al inodoro de tu baño. Puedes
pedirle a tu pequeño que te ayude a escoger el orinal. Cuando lo lleves a casa, escribe en él su nombre y
déjalo que lo decore con pegatinas o que juegue con él.

Si tienes un varón busca un orinal sin concha protectora para la orina o que traiga una que se pueda quitar.
Aunque las conchas protectoras ayudan a evitar que al varoncito se le escape algún chorrito fuera del orinal,
tienen el inconveniente de que los niños a menudo se golpean o arañan el pene al sentarse y levantarse, lo
cual puede quitarles las ganas de usar el orinal.

Si compras un asiento adaptador para el inodoro, compra también un banquito para que tu niño pueda apoyar
los pies y subir y bajar del inodoro con facilidad. También le ayudará a tener firmeza y estabilidad, y a pujar al
evacuar.

Tercer paso: Crea una rutina para tu niño


Para empezar, haz que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, después de
desayunar, antes de bañarse o cuando normalmente suele hacer popó o pipí. Así se irá acostumbrando al
orinal y empezará a aceptarlo como parte de su rutina diaria.

Pon el orinal en un lugar accesible y conveniente. Como es portátil, puedes llevarlo al jardín o al cuarto donde
suele jugar el niño.

Si no se quiere sentar, no te preocupes. No debes forzarlo, ni obligarle a permanecer sentado. Y, sobre todo,
no insistas demasiado si lo notas aprensivo. Si esto ocurre, lo mejor es guardar su orinal o por lo menos
dejarlo a un lado por algunas semanas o un mes, y luego volver a intentarlo.

Cuarto paso: Dile adiós al pañal


Una vez que tu niño ya esté plenamente acostumbrado a sentarse vestido en su orinal, el siguiente paso es
lograr que lo haga sin el pañal.

Ésta es la etapa en que empezarás a explicarle que así lo hacen mami y papi (y los hermanitos que tenga)
todos los días. O sea, explícale que cuando ya eres mayor te quitas la ropa antes de hacer pipí o popó.

Si el niño hace algo en el orinal, muy bien, pero no se lo exijas ni insistas demasiado. Recuerda que es
importante esperar a que tu niño muestre señales de que está interesado en ir al baño solito.

Quinto paso: Muéstrale cómo se hace


Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el
inodoro es viéndote hacerlo. Si tienes un varoncito, es más fácil que empiece a hacer pipí sentadito, y que
más adelante papá le enseñe a hacer pipí de pie. Seguro que no tardará nada en imitarlo.

Cuando le estés mostrando a tu niño o niña cómo se usa el inodoro, es bueno que le vayas explicando lo que
estás haciendo, le enseñes lo que has "producido", y le muestres que al final te limpias, te vistes, tiras de la
cadena y te lavas las manos.
Si hay un hermanito o hermanita mayor que ya sabe usar el baño, él o ella también le pueden hacer una
demostración al pequeño. Los niños ponen mucha atención cuando los "maestros" tienen casi la misma edad
que ellos.

Sexto paso: Explícale el proceso


Enséñale a tu hijo la conexión entre el popó y el inodoro. La próxima vez que ensucie el pañal, llévalo a su
orinal, siéntalo y luego vacía el pañal en su orinal por debajo de él. Esto le ayudará a asociar el acto de
sentarse en el orinal y hacer popó.

Vacía el contenido de su orinal en el inodoro y permítele que tire de la cadena si quiere (pero no insistas si
notas que le da miedo), para que vea adónde va su caquita. Enséñale a vestirse y lavarse las manos al final.

También puedes comprar o pedir prestado en la biblioteca algún libro o video sobre ir al baño, que le ayude a
entender y asimilar todo el proceso. Déjalo en el baño para que pueda verlo cuando se siente en el orinal.

Séptimo paso: Motívalo a ser independiente


Motiva a tu niño a usar su orinal siempre que tenga ganas de hacerlo. SI necesita ayuda para subir y bajar sus
pantalones o ropa interior, asegúrate que sepa que te lo puede pedir a ti, y que tú lo llevarás al baño cuando
quiera.

Si puedes, permítele que de vez en cuando circule por la casa sin pañales y mantén su orinal a la mano.
Cuanto más tiempo lo dejes sin pañal, más rápido aprenderá, aunque tú tendrás que estar dispuesta a limpiar
algunos charquitos. Dile que puede usar su orinal cuando quiera, y de vez en cuando recuérdale que está ahí
para cuando lo necesite.

A veces los niños no permanecen sentados el tiempo suficiente para lograr relajarse y hacer del baño.
Calmadamente, procura motivarlo a que se quede sentado por al menos un minuto. Te será más fácil lograrlo
si le haces compañía, hablándole o leyéndole un libro.

Elogia a tu niño cada vez que haga sus necesidades en el orinal. Así empezará a darse cuenta de que usar
correctamente el orinal es un logro. Pero a la vez que es importante halagarlo, procura no exagerar, y evita
transformar cada ida al baño en un gran acontecimiento, de lo contrario tu niño empezará a ponerse nervioso
o avergonzarse ante tanta atención.

Octavo paso: Compra pantaloncitos de entrenamiento


Puede que te sirvan de ayuda los pantaloncitos de entrenamiento (son ropa interior infantil con una protección
extra absorbente, o pañales desechables que se suben y bajan como la ropa interior), ya que permiten que tu
hijo se los quite y se los ponga él solito.

Aunque los pantaloncitos de entrenamiento de tela son menos convenientes que los desechables, a algunos
padres les gustan porque el niño puede sentir de veras cuando hace pipí o popó. Sea cual sea la opción que
elijas, introdúcela gradualmente, unas horas cada día, y sigue poniéndole pañales normales por las noches.

Cuando tu hijo empiece a usar el orinal de forma consistente, puedes pasar a la ropa interior normal. A
algunos niños les motiva mucho usar calzones con sus personajes favoritos.

Noveno paso: Acepta sus “accidentes” con buen humor


No hay niño que domine completamente el arte de ir al baño solito sin antes tener una serie de pequeños
"accidentes". Cuando esto ocurra, no debes enojarte con tu niño ni castigarlo; recuerda que hasta hace muy
poquito tiempo tu hijito aún no había desarrollado completamente sus músculos, y por lo tanto no tenía el
control necesario para lograr contener la orina o las deposiciones.

Con el tiempo, tu pequeño se volverá muy competente, pero mientras esté aprendiendo, lo mejor que puedes
hacer es limpiarlo calmadamente cuando se le escape el pipí o el popó y sugerirle que la próxima vez trate de
usar su orinal.

Décimo paso: Comienza el entrenamiento nocturno


Aunque tu hijo se mantenga limpio y seco durante todo el día, puede que pasen varios meses, o incluso años,
hasta que logre controlar sus necesidades durante la noche, o sea que aún no te deshagas de sus pañales. A
esta edad, su organismo no ha madurado lo suficiente para lograr despertarlo siempre que necesite hacer
pipí.
Para ayudarle a mantenerse sequito, no le permitas beber demasiado líquido antes de acostarse y recuérdale
que si se despierta en el medio de la noche, te puede llamar para que le ayudes a ir al baño. Otra cosa que
puedes hacer es colocar su orinal al lado de la cama por si quiere usarlo.

Una vez que tu niño haya despertado completamente seco cinco noches seguidas, habrá llegado la hora de
empezar el entrenamiento nocturno. Cubre el colchón con un plástico o una protección impermeable por
debajo de la sábana, y acuesta a tu hijo sin pañales. Si tu pequeño no parece aprender cómo aguantar la
noche sequito, vuelve a ponerle pañales por las noches e intenta quitárselos otra vez al cabo de unos meses.

Onceavo paso: Celébralo, ¡lo has conseguido!


Cuando tu niño esté listo para aprender esta nueva habilidad, lo hará con éxito. Y si en lugar de tratar de
apresurarlo esperas a que verdaderamente esté preparado, todo el proceso será mucho más fácil y menos
latoso, tanto para ti como para tu hijito.

Tarde o temprano, tu niño aprenderá a ir al baño como los adultos, y tú no tendrás que volver a pensar en
este asunto… al menos hasta la llegada del próximo bebé.
De mamá a mamá: trucos para enseñar a
tu niño a ir al baño
 Regálale aplausos
 Dale premios

 Bota los pañales

 Si tienes niña, ponle vestidos

 Cántale o léele

 Deja que te imite

 Personaliza su bacinica

 Dale libertad y ten paciencia

¿Temes que tu niño siga usando pañales cuando entre a la preparatoria? Quizás te sientas mejor al
leer los testimonios y consejos de otras mamás. Varias de ellas encontraron maneras creativas y
originales para que, el enseñar a sus niños a ir al baño solitos fuese un proceso fácil y además
¡divertido!

Regálale aplausos
"Cuando mi niña estaba aprendiendo a ir al baño solita, la alababa todo el tiempo. Le repetía: 'Qué
bien, ya vas al baño sola como lo hacen las niñas grandes!'. Y también le decía: 'Estoy súper
orgullosa de ti, lo estás haciendo maravillosamente bien!'".
— Kristen

"Mientras mi niña hace sus necesidades en su sillita de baño, yo le aplaudo y le echo porras… ¡la
nena se mata de risa!".
— Nati

Dale premios
"Compré varios juguetitos baratos y los coloqué dentro de una funda de almohada obscura (para
que no se pudiera ver lo que había dentro). Cuando llegó el momento de enseñar a mi niño, de 3
años, a ir al baño solito, lo dejaba que metiera la mano en la funda y sacara un juguete cada vez
que hacía popó. Esa estrategia me funcionó muy bien. Con decirles que a las tres semanas, ¡mi
niño aprendió e iba solo al baño! Lamentablemente eso no me funcionó como mi niña, quien
acaba de cumplir 3 años".
— Merita

"A mi nena de 28 meses le encantaba mi esmalte de uñas. Así que le compré un esmalte, de esos
que se caen fácilmente cuando te lavas las manos, y la dejaba que se pintara sus uñitas cada vez
que hacía pipí en el baño. Le prometí que si hacía popó, podría usar, en una uña, el esmalte de
mamá, el cual le duraría varios días. En menos de dos semanas, ya iba al baño solita".
— Lisa
"Nosotros creamos un "baúl del tesoro" y nos funcionó muy bien. Compré varios juguetes nada
caros, como rompecabezas, animalitos de plástico, crayolas y libritos para colorear, entre otros.
Decoramos entre todos la caja y le explicamos a mi niña que cada vez que fuera al baño, podría
escoger una sorpresa del baúl. Estaba tan entusiasmada con la idea, que luego de una semana, ya
había aprendido a ir al baño solita perfectamente bien".
— jamienicole87

Bota los pañales


"Fuimos a la tienda y dejé que mi niño escogiera ropa interior con su personaje favorito: El
Hombre araña. Luego le dije que procurara no mojar al Hombre araña porque a éste no le gustaba
andar empapado. ¡Eso funcionó de inmediato!".
— Mania

"Mi niño tenía 3 años y hacía pipí muy bien en el baño pero se rehusaba a hacer popó. Intenté de
todo y le pedí consejos a todo el mundo. Hasta que un día fuimos a la tienda y me pidió que le
comprara calzoncillos tipo boxer. Le dije que si se los compraba tenía que hacer popó en la taza del
baño porque si no lo hacía, se ensuciaría todo. Como por arte de magia, a partir de que empezó a
usar sus calzoncillos ya no tuvo ‘accidentes’".
— Maile

"Como maestra de preescolar y mamá, lo que les puedo recomendar es que resistan la tentación
de usar pañales entrenadores desechables (Pull Ups) todo el tiempo. Parece que a los niños no les
molesta mucho andar mojados cuando usan los pañales entrenadores. Considero que esos pañales
prolongan el proceso, es decir, los niños se tardan más en aprender a ir al baño solitos. Claro que
cada niño es diferente, pero solamente les comento lo que he observado trabajando con nenes de
alrededor de 2 añitos".
— Jenny

Si tienes niña, ponle vestidos


"Les comparto un pequeño truco para las niñas: Yo le puse vestidos a mi niña por alrededor de
tres semanas mientras la enseñábamos a que fuera solita al baño. Era más fácil para ella sentarse
en la sillita y también le permitía hacer decisiones rápidas mientras estaba entretenida jugando".
— Lisa

Cántale o léele
"Yo le cantaba a mi nena una canción que por supuesto me inventé para que se animara a
sentarse. Y cada vez que yo iba al baño, la niña me acompañaba y se sentaba en una pequeña silla
especial que le compré".
— Mari

"Nos inventamos una cancioncita y se la cantábamos a mi niña cada vez que se sentaba en su
sillita en el baño. A ella le encantaba. Cuando terminaba le cantábamos otra canción que describía
lo que acababa de hacer y lo orgullosos que estábamos de ella. Además, cuando terminaba, le
aplaudíamos. No tardó mucho en aprender a ir al baño solita".
— Christie

"Mi niña y yo fuimos a la tienda y la dejé que eligiera cinco libros que realmente le gustaran. Esos
libros sólo los podíamos leer mientras estaba sentada en su asientito de baño".
— Amy

Deja que te imite


"Mi nena nunca usó la bacinilla… ¡fue directo a la taza de baño! Como me seguía a todos lados, vio
que yo me sentaba en el inodoro y ella hizo lo mismo".
— Nathy

Personaliza su bacinica
"Decoramos su bacinica con muchas pegatinas y mi nena aprendió muy rápido".
— Marilyn

Dale libertad y ten paciencia


"Con mi segunda nena pensé que con mi experiencia anterior sería sencillo enseñarle a ir al baño
sola, pero no, fue muy complicado. Empezaba mi tercer embarazo y me sentía fatal, a punto que
descuidé todo en mi casa: sólo me levantaba para darle de comer a mis nenas y a cambiarle el
pañal a la más chica. El día que cumplí ocho semanas de embarazo, fui al baño y la encontré
sentadita usando su bacinica allí solita, sin ayuda de nadie".
— Miriam

"Nuestra hija tenía 2 años y medio cuando finalmente aprendió a ir al baño solita. Probamos todo
lo que recomendaban los libros sobre el tema. Le nena quería usar ropa interior pero no quería
hacer en el baño. Finalmente le dijimos: ‘Está bien, puedes hacer lo que tú quieras’. Dos días
después, empezó a usar su asientito de baño por sí sola, sin que nosotros la motiváramos o le
pidiéramos que lo hiciera".
— Tasha
"Lo único que puedo decir es que lo mejor es tener muchísima paciencia. Para ellos es un gran
paso y no tiene sentido estresarlos más de la cuenta".
— Norma

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